SEGUNDO MOMENTO ENTRAMADO TEÓRICO -CONCEPTUAL
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SEGUNDO MOMENTO
ENTRAMADO TEÓRICO-CONCEPTUAL
En este segundo momento de la investigación se exploraron y
describ ieron las principales fuentes teóricas relacionadas con los alcances
del análisis del discurso, análisis crítico del discurso y las características
más relevantes del discurso político, así como los postulados
conceptuales referidos a las generalidades del discurso. Esta exploración
y descripción documental sirvió de marco teórico referencial al conjunto
de lineamientos crítico-reflexivos generado como propuesta de
investigación, sobre la base del análisis desarrollado al corpus de este
trabajo.
Este momento de la tesis se inició con la revisión de los estudios
recientes sobre la problemática tratada y culminó con las aproximaciones
teóricas relacionadas con las generalidades discursivas que sirvieron de
apoyo a la fase analítica de la investigación desarrollada, titulada Análisis
del discurso político en ciencia y tecnología difundido a través de los
medios de comunicación social. Hacia una propuesta crítico-reflexiva.
2.1. ESTUDIOS RECIENTES SOBRE LA PROBLEMÁTICA TRATADA
Los estudios que a continuación se describen representan los
antecedentes de esta investigación y están relacionados de manera
directa o indirecta con los principales tópicos y temas abordados a lo largo
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de este trabajo. Los mismos tratan de dar cuenta del estado del arte en el
cual se encuentra la investigación vinculada al análisis del discurso.
Como primer antecedente de esta investigación, resultó pertinente
citar los adelantos realizados por Van Dijk (2005), sobre el análisis del
discurso. Este autor en su artículo titulado Ideología y Análisis del
Discurso, discute algunos de los problemas que surgen del acercamiento
analítico del discurso en el estudio de la ideología partiendo de que las
personas generalmente adquieren, expresan y reproducen sus ideologías
por medio del texto o del habla.
Aunque el enfoque en este trabajo está basado en el interfaz de
discurso-ideología, su marco teórico multidisciplinario se articula por la
triangulación fundamental de discurso, cognición y sociedad. Como
resultado de este análisis, Van Dijk (2005), concluye que el marco crítico
de los acercamientos tradicionales a la ideología, así mismo, se encuentra
en las ciencias sociales y la filosofía porque éstos no teorizan
adecuadamente acerca de la naturaleza sociocognitiva, las estructuras de
las ideologías y su reproducción discursiva.
Este autor también concluye en recalcar que no todas las
estructuras del discurso son controladas ideológicamente, y que ninguna
estructura del discurso tiene sólo funciones ideológicas. Todo depende
del contexto, definido por él como los modelos mentales subjetivos que
representan propiedades relevantes de situaciones comunicativas.
Los aportes que Van Dijk , alertan sobre las funciones discursivas a
considera r en la presente investigación, es decir, el discurso político no
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sólo se centra en la transmisión de ideologías sino que existen otros
aspectos que se deben tomar en cuenta para descifrar el contenido
discursivo. Premisa ésta que se toma en cuenta en el análisis que se
presenta en la fase analítica del presente trabajo.
Como segundo antecedente, se contó con el trabajo realizado por
Serrano y Villalobos (2008), titulado Estrategias Argumenta tivas en Textos
Escritos por Estudiantes de Formación Docente , el cual tuvo como
propósito principal fue examinar cuáles eran las estrategias
discursivas empleadas por estudiantes de formación docente de la
Escuela de Educación de la Universidad de Los Andes, en la composición
escrita argumentativa. Mediante el estudio de casos y aplicando el
método de análisis del discurso fue posible caracterizar las estrategias
discursivas empleadas por estudiantes en una muestra de (25) textos
producidos.
El estudio dejó ver dos aspectos primordiales, a saber: (a)
insuficiencia en los estudiantes en la orientación argumentativa global, así
como en el empleo de estrategias retóricas y en las operaciones
argumentativas necesarias para estructurar el discurso con orientación
social; y (b) falta de adiestramiento en los tácticas discursivas a fin de
incrementar la eficacia del discurso al convencer o persuadir.
Los hallazgos de estos autores indican grandes insuficiencias en
los estudiantes, relacionadas éstas con el pensamiento analítico y crítico,
afectando al mismo tiempo su desempeño en lengua escrita para
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interpretar o componer un texto, acceder al conocimiento , estructurar el
lenguaje, así como el pensamiento.
La importancia de este estudio para la presente investigac ión se
basó en el método utilizado y el tipo de corpus analizado. Esta manera de
proceder desde el punto de vista metodológico, sirvió de justificación a la
metodología propuesta para analizar el discurso político emitido por el
máximo representante del Ministerio del Poder Popular para la Ciencia,
Tecnología e Industrias Intermedias.
El tercer antecedente de esta investigación, lo constituyó el trabajo
realizado por Romero (2005), titulado Análisis de Marcadores Discursivos
en Ensayos Escritos por Estudiantes Universitarios . El objetivo consistió
en mostrar, desde una perspectiva discursiva, cómo los estudiantes
universitarios utilizan los marcadores discursivos, los cuales constituyen
uno de los recursos empleados para establecer la interacción escritor-
lector. El análisis fue realizado con una muestra de doce ensayos
elaborados por alumnos del primer año de la carrera de Comunicación
Social de la Universidad de Los Andes-Táchira.
Para la clasificación de los marcadores se aplicó la taxonomía
presentada por Calsamiglia y Tusón (1999). Los datos analizados
revelaron claramente que, en general, los marcadores se utilizan poco
específicamente, los metatextuales son casi inexistentes. Por esta razón,
los textos son menos interactivos con el lector. Según la autora, este
resultado debería ser tomado en cuenta por quienes enseñan
composición escrita en la universidad, pues los estudiantes requieren ser
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entrenados sobre el uso de los marcadores discursivos; en caso contrario,
no los adquirirán o lo harán de manera más lenta y tardía.
A pesar de que la autora trabajó con una muestra de estudiantes,
diferente a lo desarrollado en esta investigación, la importancia de este
estudio estriba en el uso de elementos metatextuales, los cuales ayudan
a esconder el verdadero mensaje que se emite. Caso que fue estudiado
en los fragmentos discursivos tomados como muestra para este estudio,
los cuales fueron emitidos por el Ministerio del Poder Popular para la
Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias (MCTI)?
Otra de las investigaciones, revisadas y utilizadas como
antecedente del presente trabajo, fue la desarrollada por Blanco (2005),
titulada Sociolingüística y Análisis del Discurso: Herramientas para la
Investigación en Educación, cuyo objetivo fue analizar en variadas fuentes
algunos conceptos y adelantos de los estudios lingüísticos
contemporáneos sustentando diversos enfoques de investigación, los
cuales pueden pasar a formar parte del conjunto de opciones
aprovechables de estudiosos y estudiantes.
Tras una revisión de un conjunto resaltante de estos desarrollos
fundacionales, Blanco (2005), presentó con énfasis en el análisis del
discurso escrito, algunas opciones y maneras de hacer investigación
pudiendo contribuir a una mayor cantidad, variedad de la investigación
realizada en el campo de la educación.
Este trabajo justifica una vez más, el hecho de seleccionar el
análisis del discurso escrito como método para llevar a cabo investigación
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de índole variada, no solo en el campo de la educación como lo propone
Blanco (2005), sino que en otras ramas de la ciencia y la tecnología, tal
como sucede en este estudio en específico.
Otro de los trabajos incluidos en esta investigación, lo representó
el estudio realizado por Andrade, Campo-Redondo y Mandrilo (2005,
titulado Discurso y Uso de Tecnologías de Información: Herramienta para
la Hegemonía del Poder. Estos autores se plantearon como objetivo
analizar el discurso como herramienta para desarrollar la hegemonía del
poder, recurriendo a la Teoría de la Estructuración de Giddens (2000)
para crear una concepción del discurso organizacional como una dualidad
exhibiendo propiedades estructurales, originado de los esquemas
interpretativos otorgado a las Tecnologías y Sistemas de Información
(TSI).
En dicho estudio, se logró demostrar cómo el elemento discursivo
ayuda a legitimar el uso de las TSI, moldeando los procesos de cambios
organizacionales ocasionados por su incorporación en la sociedad.
Comenzaron por identificar tres tipos de discursos (determinismo
tecnológico, democracia tecnológica y nacionalismo tecnológico)
asimismo analizaron, para cada uno, cómo las tecnologías y sistemas que
se utilizan se hacen en base a uno de esos discursos, los cuales sirven
para legitimar su uso y para fortalecer la hegemonía del poder
desarrollada en la sociedad de la información.
Mediante el análisis discursivo, lograron detectar también cómo la
hegemonía tiene aspectos ideológicos, políticos y económicos que la
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consolidan, los cuales nunca son completamente alcanzados , sino está
constantemente en el proceso de obtener el poder a través de la
utilización de un discurso que legitima las estructuras con el
consentimiento de los agentes subordinados. El trabajo demostró junto a
los proyectos oficiales, regionales y globales, buscar la construcción de
una infraestructura para la sociedad de la información, el discurso técnico
es premiado en todos los ambientes donde las TSI puedan legitimar su
existencia.
Así, pudo observarse la estrecha relación entre los objetivos
propuestos de la presente investigación y aquellos que plantearon estos
últimos autores. No cabe duda que a través del análisis del discurso se
logra descubrir el mensaje implícito del interlocutor no importando a cuál
de las ramas científicas pertenezca.
Como último antecedente de esta investigación, que también
resulta de referencia obligatoria, se presentó el trabajo desarrollado por
Molero (2002), titulado El Personalismo en el Discurso Político
Venezolano. Un Enfoque Semántico y Pragmático, en el cual la autora
despliega un análisis de los discursos pronunciados por el actual
presidente venezolano Hugo Chávez, durante la campaña electoral de
1998 y el primer año de su gobierno.
En este trabajo, fue utilizado el enfoque del análisis del discurso en
la doble perspectiva semántica y pragmática. En el componente
semántico los resultados señalaron las características del líder,
configuradas en la lógica del relato de los hechos sociales y políticos,
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presentados en una narración construida desde la perspectiva del yo
emisor a fin de reconocer el efecto persuasivo persuasiva del discurso
político.
De este modo, el autoritarismo se perfila tanto en los rasgos de un
líder de procedencia castrense irrumpiendo en el panorama político
venezolano mediante un golpe de estado, como en sus propios discursos.
El análisis se sitúa en el contexto social, histórico y político que antecede
a la victoria electoral obtenida por el presidente Chávez en la elecciones
de 1998.
Esta investigación de Molero (2002), así como los esquemas de
análisis del discurso político resultaron de especial relevancia para el
presente estudio. Dichos esquemas fueron adaptados a las
características del corpus seleccionado para esta investigación,
direccionada al discurso político en ciencia y tecnología .
Con este último antecedente, se presentó un panorama de las
ventajas ofrecidas tanto el análisis del discurso como los elementos
utilizados para alcanzar tal fin. Aún cuando las investigaciones citadas
daten de más de cinco años, vale destacar que la eficiencia de este tipo
de análisis permanece como método para estudiar lo que implícitamente
subyace en el lenguaje utilizado por cualquier tipo de interlocutor.
2.2. APROXIMACIONES TEÓRICAS
Tal como se mencionó al inicio del segundo momento de la
investigación, las aproximaciones teóricas descritas a continuación parten
de las diferentes ramas , las cuales abarcan el análisis del discurso y
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culmina con las generalidades, con respecto al discurso, sirven de fuente
para extraer unidades léxico-semánticas para su correcto estudio.
2.2.1. ALCANCES DEL ANÁLISIS DEL DISCURSO
2.2.1.1. Definición y origen del análisis del discurso
El Análisis del Discurso (AD), es definido como una disciplina cuyo
objeto de estudio es el discurso, esto es, el uso dado de la lengua los
hablantes en situaciones determinadas. De este modo, la totalidad de
enunciados de una sociedad, bien sean orales o escritos, se convierte en
objeto de estudio.
Se debe a Searle (1969), el empleo del término, si bien con una
concepción distinta a cómo se entiende actualmente, pues con dicho
término hacía referencia, desde los postulados del distribucionalismo
americano, a la proyección de los procedimientos propios de la gramática
estructuralista a unidades superiores a la oración.
En cualquier caso para Brown y Yule (1983), los orígenes del
análisis del discurso se hallan en los primeros estudios que traspasan la
oración como unidad de análisis. Estos autores remarcan como el análisis
del discurso nace con dos cambios de enfoque. El primero, el cambio de
unidad de análisis de la oración al enunciado y el segundo, el paso de un
estudio que toma la lengua en un sentido virtual, abstracto, a un analisis
que toma como objeto las actuaciones concretas por unos interlocutores
concretos. Se entiende entonces que es una manera diferente de
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acercarse al hecho lingüístico, lo que supone un cambio metodológico y
un cambio de unidad de análisis.
Es importante resaltar, que los primeros estudios se llevan a cabo
en instituciones anglosajonas, en el cual se centran principalmente en el
análisis de la conversación, de allí que esta rama es considerada como
uno de los puntos de arranque fundamentales de la disciplina. Así, se
llega a identificar análisis del discurso con análisis de la conversación, y
se reserva el término de discurso frente a texto para producciones orales.
Por su parte, para los autores Calsamiglia y Tusón (1999), el objeto
de estudio del análisis del discurso, se ha convergido con el de la
lingüística del texto, nacida en universidades de Centro Europa y cuyas
primeras aproximaciones se hacen sobre producciones escritas en estos
centros.
Otra de las versiones la cual cobra especial interés en el origen del
AD, es aquella que sostiene Silva (2002), cuando afirma, el AD inició en
los años 60 con los estudios emprendidos en Gran Bretaña, en la Escuela
de Praga, con las investigaciones hechas por Kenneth Pike, fundador de
la Tagmémica lingüística, la cual consistía en conglomerar las
herramientas de diferentes lenguas para lograr una teoría de análisis lo
más completa posible, estudiando múltiples lenguas con el propósito de
desarrollar una teoría lingüística del discurso; y con las de Halliday (1985),
quien representaba la línea de la lingüística funcional.
Asimismo, en la escuela de Praga y por la influencia del
estructuralismo, Palek y Danes comenzaron a analizar, aspectos del
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discurso como tema, rema y coherencia. Mientras que, en Francia, se
emprendieron estudios del texto narrativo por parte de Todorov (1981),
quién insistía en los aspectos semánticos y semióticos.
Igualmente, en el inicio de la década de los años 60, los lingüistas
Hartman y Schmit Kummer, estudiaron el texto amplia y profundamente.
En los años 70, se exploró los aspectos pragmáticos de la lengua, la
coherencia del discurso y el discurso con orientación hacia la teoría
general de la acción.
En consecuencia, varias son las ramas que antecedieron al análisis
del discurso e intentaron resolver el problema de la comprensión de los
mensajes, pero, sin dudas, la disciplina del conocimiento más cercana a
este fenómeno es la semiótica, la cual fue impulsa por el lingüista suizo
Saussure (1961).
Es difícil hacer historia de la disciplina denominada análisis del
discurso, pues, al tratarse de una ciencia interdisciplinaria, su constitución
es el resultado, de una convergencia de corrientes diversas, tales como la
psicología, antropología, sociología, entre otras , interesadas en el
discurso. Por otro lado, la rama del AD es el resurgimiento de disciplinas
discursivas más antiguas, ésta pudiera ser la retórica clásica, en la
medida en que se reconoce como una de las primeras teorías que se
plantearon la relación entre discurso-hablante-orador-audiencia.
De esta forma, el análisis del discurso puede entenderse como una
designación amplia para referirse al conjunto de disciplinas cuyo objeto de
estudio es el uso lingüístico de modo contextualizado. La teoría del AD
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sirve a diversos campos del conocimiento. Su relación multidisciplinaria es
su característica fundamental; es imprescindible para lingüistas,
psicólogos, comunicadores, periodistas, sociólogos así como para los
especialistas en información. Parece haber consenso a la hora de
considerar las diferentes disciplinas que pueden englobarse bajo la
denominación de análisis del discurso y es por ello que en el siguiente
apartado se trata de establecer su carácter interdisciplinario.
2.2.1.2. Carácter interdisciplinario del Análisis del Discurso (AD)
Las Ciencias Sociales y las Ciencias en general, según Padrón
(1996), ameritan de la interpretación de fragmentos de lenguaje , análisis
de documentos escritos o de intervenciones orales, debido que sus
explicaciones teóricas se formulan en una perspectiva comunicacional y
de lenguaje, requiriendo a su vez, construir definiciones precisas, acuñar
conceptos o términos, desconstruir los ya existentes, en general, manejar
muchas operaciones de pensamiento vinculadas a estructuras lógico-
lingüísticas.
De esta manera, el discurso presenta delimitaciones según el grupo
donde es presentado y contexto cultural. Al respecto, Van Dijk plantea
que para explicar el discurso deben analizarse no solo su estructura
interna, acciones logradas u operaciones mentales (procesos cognitivos)
ocurridos en el uso del lenguaje. Así, el discurso debe ser considerado
como acción social de comprensión, comunicación e interacción, con
partes estructuradas y procesos socioculturales más amplios.
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En este contexto, el discurso es inter o multidisciplinario, orientado
al campo social en áreas como educación, medios, política, gerencia y
tantos otros campos donde el discurso adopta diversas formas y usos. Es
aquí donde el análisis del discurso adquiere un papel preponderante
porque sirve de punto de encuentro para las diferentes ciencias , se
entronca con una visión de la ciencia compleja y, por tanto,
interdisciplinar. Como método, ayuda a comprender todo discurso
humano, en todas sus manifestaciones, como acto comunicacional e
informacional, pero, a la vez, tiene ciertas implicaciones en las disciplinas
específicas que abordamos a continuación.
2.2.1.3. Alcances del Análisis del Discurso (AD) en la Lingüística
Es preciso señalar la lingüística como el campo madre del Análisis
del Discurso (AD), si bien es cierto durante muchos años, la lingüística se
ocupó de fenómenos sintácticos, con el surgimiento de la gramática del
discurso, se optó por comenzar a pensar en términos de texto o en las
relaciones semánticas y funcionales entre las oraciones.
Razón por la cual, en la actualidad el enfoque estructuralista o
semiótico no considera el uso real de la lengua o la dimensión social del
discurso. Para ello, los aportes provenientes de la psicolingüística y de la
psicología cognitiva fueron importantes, al considerar el estudio de lo
ocurrido en el procesamiento de la información verbal tanto en los textos
orales como escritos.
Al respecto, Molero (2009), afirma el nivel lingüístico intenta
describir el discurso, a partir de las marcas lingüísticas (léxicas,
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sintácticas-semánticas y algunas categorías enunciativas como la deixis
referida a los agentes del discurso y las modalidades) y algunos
procedimientos retóricos. Continúa el autor señalando:
Estas marcas explican c ómo las personas al utilizar el lenguaje codifican lingüísticamente las intenciones comunicativas (el que decir). El discurso en sus marcas lingüísticas contiene las huellas del locutor, sus intenciones y los índices para que pueda ser interpretado; ellas servirán de pista para reconstruir la visión del líder político respecto a determinados eventos ” Molero (pág. 66).
Sin embargo, Saussure (1961), señala varias interrogantes en
torno a lo conocido como discurso, fue él quien concibió que la lengua es
una realidad socia l y el habla, una realidad individual. Para los lingüistas
era sumamente importante crear o desarrollar modelos explicando los
lenguajes desde esta perspectiva. Así, surgieron varios de forma general,
como el semiótico, formulado por Moragas Spa (1976), integrado
posteriormente a las nociones de discurso - texto.
Fundamentalmente, la noción básica es existencia de una clase
específica de interacciones humanas caracterizadas por el hecho que los
participantes comparten entre sí unos significados, contenidos o conjuntos
informacionales mediante un cierto sistema físico de transmisión o
percepción. Ésta interacción ocurre siempre dentro de un cuadro de
coordenadas espaciales-temporales, en una cierta situación psicosocial,
por referencia a unas intenciones u objetivos.
El vocablo texto designa el producto físico, material, observable o
tangible de la interacción, como una página escrita, una película o un
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monólogo. Los discursos así como los textos emiten mensajes que no
siempre son explícitos. El análisis del texto permite inferir los factores y
condiciones definiendo una cierta acción discursiva.
En efecto, el objeto de estudio más directo es el texto. Tanto el
discurso, como unidad global de todo lenguaje aludiendo al proceso,
como el texto, siendo la unidad observacional, apuntando al producto
terminal de un discurso. Dichos elementos pueden ser estudiados a
través de las cuatro facetas del análisis: pragmática, semántica, sintáctica
y física.
2.2.1.4 Alcances del Análisis del Discurso (AD) en la Etnografía
El análisis del discurso en la etnografía surge a mediados de los
años 60´s como una interdisciplina sistemática y explícita para abordarlo;
fue justamente en el campo antropológico donde se levanta un escenario
con un primer informe etnográfico de los llamados eventos comunicativos
en los contextos culturales.
Sobre este particular, Saville -Troike (1982), plantea los parlantes
de una lengua no sólo conocen las reglas o principios que la estructuran
como sistema gramatical sino, como miembros de una cultura, son
poseedores de una competencia comunicativa más amplia; compartiendo
un conocimiento cultural de reglas sobre cómo hablar correcto y
apropiadamente en diversas situaciones . En este sentido, Pardo (2002),
explica el estudio de dicha práctica se relaciona con la aprehensión y la
comprensión del contexto concreto donde circulan los textos.
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De lo anteriormente planteado, se deduce la relevancia de los
estudios etnográficos, permitiendo vincular o conectar el plano social con
el plano textual. Es decir, sería la fase que permitiría lograr una
explicación para llegar a la interpretación de los datos lingüísticos del
análisis lo más orientada posible, respecto del contexto en el cual
circulan.
No obstante, en relación con la interpretación de los datos del
análisis, en numerosas ocasiones los estudios etnográficos revelan
pautas para la misma e incluso, pueden reorientarse completamente.
Además, si desde el análisis crítico del discurso se intenta estudiar cómo
repercuten los procesos de dominación en las mayorías minorizadas, para
hacerlo desde un punto de vista crítico, resultaría necesario establecer
algún tipo de contacto con esas comunidades o con esos grupos, dado
que ese contacto es el que nos permitiría realizar un estudio etnográfico
con el fin de interpretar los datos del análisis del modo más cercano a
ellos y no desde la perspectiva del investigador académico.
2.2.1.5. Alcances del Análisis del Discurso (AD) en la Semiótica
Durante los años 20 y 30, surge el Análisis del Discurso (AD)
conocido como el llamado formalista, brindando un marco extenso para el
estudio de los mitos, narrativa, literatura, cine y otras prácticas semióticas.
Este término, remite una larga historia de búsquedas y exploraciones en
torno al complejo fenómeno de significados o situaciones significantes,
desembocando en las actuales prácticas de desmontaje, de la más
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diversa índole, aplicadas a distintas configuraciones culturales,
interesadas en los sistemas y mecanismos de la significación.
En efecto, hoy en día circulan varias definiciones de semiótica,
correspondientes a otros tantos proyectos, diversos entre sí. Para
Saussure (1961, pág. 99), se trata de “una ciencia que estudie la vida de
los signos en el seno de la vida social” proponiendo se le dé el nombre de
semiología.
Según Lausberg (1990, pág. 48), la crítica siempre presente en
estos enfoque “es la de no dar cuenta de los procesos cognitivos, la
interacción social y las estructuras sociales”. Por otro lado, Moragas Spa
(1976, pág. 28), en cambio, se trata del “estudio de los procesos de
comunicación, es decir, de los medios utilizados para influir a los otros y
reconocidos como tales por aquel a quien se quiere influir”, la llama
semiología. Mientras que, Garroni (1973, pág. 31), define la semiótica
como una “doctrina comprehensiva de los signos”.
Esta discrepancia sobre lo que debe entenderse por semiótica,
independientemente de los acuerdos conllevados, plantea de entrada un
serio problema de terminología. Por lo pronto, el nombre: unos llaman
semiótica lo que otros llaman semiología, más allá del nombre, nos
interesa la semiótica como una práctica analítica. Por lo general, parece
existir un acuerdo donde el análisis semiótico no es un acto de lectura,
sino, más bien, un acto de exploración de las raíces, condiciones y
mecanismos de la significación. En consecuencia, hacer semiótica
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significa clasificar los distintos tipos de signos, analizando su
funcionamiento en diferentes niveles aplicados.
2.2.1.6. Alcances del Análisis del Discurso (AD) en la Gramática del
Discurso
Más allá de la corriente generativista en lingüística, varios expertos
en la materia han coincidido que el estudio de la lengua significaba más
que describir un sistema sintáctico, sobre la base de oraciones aisladas
de contexto. La búsqueda de la explicación y descripción del discurso,
implicaba introducir fenómenos que habían sido descuidados por el
estructuralismo y el generativismo, como el estudio de la comunicación o
del lenguaje en uso (pragmática), el estudio de los factores sociales en el
uso del lenguaje (sociolingüística) o de los factores que determinan su
representación y procesamiento (psicolingüística).
Si bien la gramática ha podido describir con precisión múltiples
fenómenos lingüísticos, para Rigau (1981), ésta disciplina del dis curso, ni
siquiera la más avanzada de las gramáticas oracionales, la lingüística
generativa, constituye un modelo adecuado y suficiente para explicar
aquellos mecanismos según los cuales el hombre habla una lengua.
Por su parte Van Dijk (1996, pág. 25), destaca “la gramática del
discurso es centrada especialmente en las relaciones semántica y
funcionales entre las oraciones ”. En otras palabras, cómo un texto es
coherente y cómo se distribuye la información en el mismo. Hasta ese
momento, el enfoque estructuralista o semiótico en el AD no consideraba
el uso real de la lengua o la dimensión social del discurso.
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Cabe destacar, y como una forma de enriquecer el campo del
análisis del discurso, los aportes derivados de la psicolingüística y de la
psicología cognitiva se han hecho relevantes al considerar el estudio de lo
ocurrido en el procesamiento de la información verbal en textos orales y
escritos.
2.2.1.7. Alcances del Análisis del Discurso (AD) en la Sociolingüística
y la Pragmática
Al surgir interés por la estructura del discurso lo hacen también la
sociolingüística y la pragmática como nuevas orientaciones en el campo
de las ciencias del lenguaje. Según Salkie (1995) y Leech (1996), parte de
estos esfuerzos se centran en la naturaleza discursiva del uso del
lenguaje, los actos de habla, y la interacción verbal al no sentirse una
satisfacción con las cuentas formales de la estructura del discurso en un
contexto socio-cultural.
La pragmática merece especial atención, cuyo objeto de estudio es
el uso del lenguaje en función de la relación establecida entre enunciado,
contexto e interlocutores. Es decir, la pragmática se interesa por analizar
cómo los hablantes producen e interpretan enunciados en contexto; de
considerando los factores extralingüísticos para determinar el uso del
lenguaje, a los que no puede hacer referencia un estudio puramente
gramatical, tales como los interlocutores, la intención comunicativa, el
contexto o el conocimiento del mundo.
Ejemplo de lo anterior, se presenta al analizar la pragmática por
qué el destinatario de un enunciado emitido para la selección de personal,
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puede interpretar su selección o no, según sean los conocimientos del
destinatario así como, la entonación e información no verbal transmitida
por el emisor.
En este sentido, los interlocutores poseen información pragmática,
entendido como el conjunto de conocimientos, creencias, supuestos y
opiniones de un individuo en una interacción oral concreta. De esta forma,
dentro de las líneas de investigación pragmática en el pensamiento
contemporáneo es la iniciada por Austin (1962), filósofo del lenguaje
quien desarrollara la teoría de los actos de habla, recopilando la lengua
como una forma de actuar intencionada interpretada por el destinatario,
según el contexto.
De allí que Austin (1962), los clasifica en: actos directos: aquellos
enunciados donde el aspecto locutivo e ilocutivo coinciden, expresándose
directamente la intención, actos indirectos: frases en que el aspecto
locutivo e ilocutivo no coinciden, por lo tanto la finalidad de la oración es
distinta a lo expresado directamente, actos asertivos o expositivos : el
hablante niega, asevera o corrige algo, con diferente nivel de certeza,
actos directivos : el hablante intenta obligar al oyente a ejecutar una
acción, actos compromisorios : asume un compromiso, una obligación o
un propósito, actos declarativos : pretende cambiar el estado en que se
encuentra alguna cosa y actos expresivos : expresa su estado
anímico.
Asimismo, cabe destacar la propuesta, en los años 70, del filósofo
Grice (1975), al afirmar que una teoría del principio de cooperación es
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una explicación, la cual regula la recuperación de los significados
implícitos. Este principio de cooperación se concreta más detalladamente
en las llamadas máximas de la conversación; a saber: máxima de
cantidad, de cualidad, de relación y de manera. Estas no deben
entenderse como normas prescriptivas, sino como esquemas morales
descriptivos de la situación ideal, en el acto informativo.
Cada una de estas máximas se describe seguidamente. Máxima de
cantidad: tiene que ver con la cantidad de información adecuada en una
situación dada. a) Haz tu contribución lo informativa y preciso en el
intercambio. b) No hagas tu contribución más informativa de lo necesario.
Máxima de cualidad: es equivalente a la condición de sinceridad. Se
condensa en procura que tu contribución sea verdadera, no digas nada
falso e insuficientemente. Máxima de relación: sé pertinente, es decir,
habla de lo que es el tema de la conversación. Máxima de manera:
esta máxima tiene que ver con el modo de decir las cosas para así ser
fácilmente percibidas. Para ello, evita la oscuridad y la ambigüedad.
En lo que respecta a reguladores deben entenderse activos en un
estadio neutro exigible, cuya aceptación axiomática, como punto de
partida, es de gran ayuda a la hora de valorar el comportamiento
interpersonal en las relaciones lingüísticas, pero son en exceso optimistas
o ideales. A partir de esta situación dialéctica entre cooperación o
sinceridad, por un lado, y persuasión o reserva, por el otro, se produce un
juego de estrategias comunicativas que conforman un amplio espectro de
actos de habla.
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Es por ello, que prec isamente tiene sentido reparar en la cortesía,
tras aludir de manera escueta el concepto de imagen pública, como un
fenómeno altamente estratégico, utilizando todos los ingredientes
iniciales, contrarrestando la fuerza persuasiva para alcanzar el consenso
a lo largo del intercambio, o mejor, dulcificando esta fuerza, lo que
supondrá el éxito en muchos casos.
Finalmente, con el estudio de pragmática suponen una concepción
de la lengua y comunicación, contraria a la defendida por el
estructuralismo. En la didáctica de las lenguas, este pensamiento ha
servido en la enseñanza comunicativa , donde los programas
nociofuncionales elaborados en esta metodología son construidos sobre
las nociones y las funciones, conceptos inspirados en una concepción
pragmática de la lengua.
2.2.1.8. Alcances del Análisis del Discurso (AD) en la
Etnometodología
La etnometodología en el análisis del discurso, surge a finales de
los años 60´s como un enfoque micro-sociológico interesado en el campo
de la interacción diaria, especialmente en lo referente al análisis de
conversaciones en la vida cotidiana. Esta herramienta discursiva,
perspectiva sociológica que configuró Garfinkel (1967), conforma una
tercera influencia sobre el Análisis del Discurso y la Psicología Discursiva
por la importancia concedida a los procesos involucrados en las prácticas
dando sentido a la vida cotidiana y, obviamente, al lenguaje como
dimensión fundamental de dichas prácticas.
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El habla, según lo plantea el programa cognitivo, en lugar de ser
considerada un indicador de algún proceso interno, conforma un objeto
de investigación en sí mismo, en la medida en que puede ser adoptado
como recurso explicativo de los procesos analizados. Desde un punto de
vista etnometodológico, es considerado el carácter intencional de los
agentes sociales y la inherente reflexividad, en el cual, los participantes
en la interacción son conscientes de las reglas seguidas de modo que, en
un momento dado, no sólo pueden construirlas y reconstruirlas, sino
también cambiarlas.
Para Giles (1979) y Stubbs (1993), el análisis del discurso en la
etnometodología , ejerce gran influencia la conformación del análisis
conversacional. En ella se observan escasos vínculos con los estudios
lingüísticos formales y cognitivos al tiempo que se mantuvo cierta
distancia de las formas macro-sociológicas clásicas al dar cuenta de una
estructura social.
En consecuencia, la etnometodología, adquiere una importancia
primordial. Aunado a ello, la indexicalidad, en el cual las mismas
acciones obtienen significados diferentes según contextos, abre un
espacio nuevo y complementario a la comprensión de la posibilidad de
ver las reglas sociales como algo flexible y en permanente estado
de elaboración y, por otro, la posibilidad de entender cómo el significado
es elaborado y compartido en cada proceso de interacción
contextualizado.
45
2.2.1.9. Alcances del Análisis del Discurso (AD) en la Psicología
Cognitiva
Apoyada de la psicología educacional e inspirada por las
complejidades del aprendizaje humano o la adquisición del conocimiento
y fundamentos epistemológicos, surge según Audi (1998), en los años 70,
una corriente de investigación en el estudio o rol que desempeñan los
procesos mentales en los de comprensión de textos y en un marco
conocido posteriormente como ciencia cognitiva.
Sin embargo para Greene (1989) y Turner (1996), se presenta una
colaboración con los avances de la simulación de computadores en la
comprensión, aunado conocimiento en el área de inteligencia artificial que
en su conjunto integra, enriqueciendo, las perspectivas de la Lingüística
Textual.
Es difícil, comentar sobre discurso o incluso de análisis del discurso
como un pensamiento único y unitario, en tanto que eso desdibujaría las
perspectivas que suscriben marcos filosóficos específicos y diferentes. No
obstante, sí se afirmar que hay algo en común: las diferentes
aproximaciones están unidas por una atención compartida hacia la
significación y hacia los aspectos estructurantes del lenguaje, y están
asociadas a análisis interpretativos y reflexivos.
Cabe destacar que el interés en lo discursivo, no radica en el
discurso, es decir, la Psicología Discursiva no es una nueva lingüística, ni
tampoco una llamada de atención hacia la lingüística añadiendo un
estudio de pragmática. Las psicólogas y psicólogos discursivos son
46
conocedores sociales que esperan ganar en comprensión de la vida y la
interacción social a través del estudio de la realidad social considerada
como un texto.
2.2.1.10. Alcances del Análisis del Discurso (AD) en la Psicología
Social y Discursiva
El AD en Psicología Social, tiene sus orígenes heterogéneos ya
que se inspira en numerosas fuentes y, simultáneamente sirve, en
ocasiones, de elemento de articulación para otras orientaciones. No
obstante puede decirse que el antecedente inmediato de la Perspectiva
Discursiva en Psicología Social es el análisis del discurso tal y como fue
perfilado por Potter y Wetherell, (1987).
Para los autores anteriormente nombrados, el Análisis del Discurso
constituyó una alternativa metodológica para el estudio de procesos
sociales y psicosociales, convirtiéndose de manera en una perspectiva
con un énfasis más teórico a través de una reconsideración del enfoque
dominante en la Psicología Social contemporánea.
En este contexto, la primera fase se introduce al AD solo en la década
de los 80´s a pesar de contar con temas de relevancia como los procesos
de socialización y la atribución. A su vez, en Gran Bretaña psicólogos
sociales desarrollaron un nuevo enfoque denominado psicología
discursiva, tomando como relevantes el intercambio social y cementación
de representaciones sociales.
A partir de una posición cognitiva, e inspirados por los principios de la
etnometodología, se centran en el estudio de la interacción como
47
fenómeno psicológico para abordar la comprensión, explicación y
formación de opiniones e ideologías, Giles (1979). En la Psicología, se
identifican varias estrategias para analizar conversaciones o datos
textuales, entre ellas se encuentran:
• Los pseudo-análisis , por medio de los resúmenes.
• Los pseudo-análisis, basados en la toma de decisiones.
• Los pseudo-análisis, por exceso o aislamiento de citas.
• Los pseudo-análisis, circular de discursos y constructos mentales.
• Los pseudo-análisis, por falsa generalización.
• Los pseudo-análisis, por localización de elementos.
Es importante señalar que la perspectiva psicológica del lenguaje
incide, en primer lugar, el hecho de que el lenguaje no puede
desvincularse de los organismos que lo poseen, es decir, los organismos
desarrollan habilidades naturales lingüísticas en el proceso de su
desarrollo, tanto en el plano de su constitución biológica como psíquica.
Pues, el hecho de esas capacidades sean naturales no implica que
no requieran un proceso de adiestramiento o instrucción. En el caso del
lenguaje humano, no parece ser particularmente complejo ni largo y esto
llama poderosamente la atención a más de un especialista y es objeto de
cruentas disputas desde hace bastante tiempo. Justamente, es un tipo de
capacidad y comportamiento típico de la especie humana, determinando
formas particulares de relación y acción con su medio, formas particulares
del conocimiento, de la actividad sobre la realidad, el lenguaje no puede
excluirse de la investigación propiamente psicológica.
48
2.2.1.11. Alcances del Análisis del Discurso (AD) en los Estudios de
la Comunicación
Diversas áreas interesadas en el estudio de la comunicación,
durante los años 70 y 80, asomaron la idea de la ampliación de acción
del análisis del discurso. Al respecto, afirma Brown (1994), tanto el
estudio de la comunicación humana así como el análisis del discurso, en
conjunto, pueden contribuir a una mayor integración de ambos enfoques
ampliando el campo de una teoría de la comunicación humana.
Sin embargo para Méndez, (1996, pág. 36), “la comunicación es el
proceso vital mediante el cual un organismo establece una relación
funcional consigo mismo y con el medio que lo rodea.” Mientras que
Sánchez (2004, pág. 32), resalta “la comunicación es un proceso activo
que permite a las personas a través de referentes comunes hacer
construcciones colectivas para el desarrollo de la sociedad, es igualmente
posible decir que la comunicación permite la construcción de la cultura o
que es un proceso generador de una serie de relaciones e
interacciones que gracias al intercambio de mensajes y actos posibilita la
convivencia”.
Los enunciados anteriormente expuestos, pueden ser considerados
una pequeña muestra aleatoria de las diversas y diferentes definiciones
de comunicación. Todas ellas válidas, sin embargo incompletas, pues se
concluye que comunicación es todo, observándose tendencias pasando
de lo teórico a lo práctico, de lo individual, a lo colectivo, de lo formal a lo
informal, de lo humano a lo animal, como la realidad virtual o la Internet.
49
A manera de inferencia, a partir del análisis de las diferentes
definiciones, se propone una definición de comunicación como resultante
de la consideración de todos los elementos anteriores: “La comunicación
es un evento común, entre dos o más sujetos que viven un proceso de
interacción simbólica con un propósito o fin determinado”. Elaboración
propia (2011).
En esta definición se identifica un objeto de estudio definido: la
interacción, partiendo de que la comunicación no es un proceso elaborado
y de alta complejidad como lo señalan algunos autores, por el contrario,
forma parte de lo cotidiano y o universal como manifestación humana,
requiriendo dos o más sujetos para estar presente, donde se presenta
una intención, explícita o no, en el acto comunicativo.
2.2.1.12. Alcances del Análisis del Discurso (AD) en Política e
Ideología
El universo actual está enmarcado, en la manipulación por parte de
los políticos , razón por la cual, analistas de distintos lugares geográficos
han unido esfuerzos para desarrollar elementos que permitan estudiar,
descifrar y analizar la autenticidad de los mensajes emitidos en los
discursos. Este es el caso de Van Dijk (2003), quien se ha especializado
en el tema del racismo, siendo uno de los más fervientes exponentes del
análisis del discurso político o análisis crítico del discurso.
En el texto conocido Las Estructuras Ideológicas del Discurso, el
autor formula su primera impresión de lo que son las ideologías y de
cómo afectan al resto de las estructuras mentales e intervienen en la
50
producción y composición del discurso, además de observar cómo
funcionan en la sociedad.
Sin embargo para, Molero y Col (2009, pág. 26), el análisis del
discurso político “es el estudio de las relaciones entre lenguaje y poder,
las cuales son de gran utilidad, especialmente cuando se observa el
importante papel que juega el lenguaje en los mecanismos de
reproducción social”.
En el ámbito específico de los estudios del discurso, las relaciones
entre discurso y poder han recibido especial atención, en primer lugar, por
parte de una corriente que surgió durante la década de los setenta
conocida como lingüística crítica y que reunía a un grupo de
investigadores ingleses, cuya fórmula de análisis del discurso y del texto
reconocía el papel del lenguaje en la estructura de las relaciones de poder
en una sociedad.
Con este grupo de lingüistas críticos entroncan una corriente que
desde comienzo de los años noventa se conoce como Análisis Critico del
Discurso (ACD), entre cuyos objetivos se anota el de entender y analizar
la reproducción del dominio y la desigualdad social que surge el discurso.
Es Van Dijk (1997), quién ha afirmado que el ACD estudia cómo los
grupos poderosos tienen acceso preferente al discurso público y lo
controlan, y a través del discurso controlan las metas del público en un
sentido más amplio.
En efecto, la técnica de ACD estudia cómo las ideologías afectan el
significado semántico del discurso y cuáles son las propiedades del
51
discurso que muestran claramente las variaciones ideológicas de los
modelos contextuales subyacentes, los modelos de acontecimientos y las
actitudes sociales. Por ello, la ideología puede ser mostrada en cualquier
parte del discurso, expresando su contenido de forma directa a través
del significado del discurso, sin limitarse en el significado de las palabras
o frases, sino a significados más globales o a información omitida o
inferida.
El ACD postula la existencia un paralelismo entre la importancia
semántica y la estructura formal de un texto. Por ejemplo, la información
planteada al principio de un texto tiene más énfasis y por lo tanto, controla
mejor la interpretación del resto del texto. Este tipo de ordenamiento
ejerce múltiples funciones, entre ellas ideológicas.
Incluso diferentes factores influyen en este paralelismo: textuales,
contextuales o sociales. A veces, la información más importante aparece
al final, como es el caso de los resúmenes, las conclusiones o
recomendaciones, pero la idea básica es que la importancia de la
información se relaciona con la importancia del significado, que, a su vez,
se relaciona con el ordenamiento del discurso.
Para concluir con esta sección, puede afirmarse que pesar de la
riqueza de enfoques interdisciplinarios para abordar el AD, Van Dijk
(2003), lo plantea como opciones válidas conducentes a la unificación de
los esfuerzos o al inicio y desarrollo de caminos propios. Lo positivo,
como sea el caso, es que los esfuerzos así expuestos producen una
constante renovación teórica interesante por el hecho de que inicialmente,
52
el AD ha tenido lugar en los límites de disciplinas ya establecidas, tal
como se ilustra en la figura 1, a continuación.
Figura 1. Alcances del AD
Fuente: Elaboración propia (2011)
Asimismo, se puede observar en la figura 1 que dentro de la escala
de disciplinas interesadas en el AD, la ciencia política es la que parece
estar ausente en forma más sistemática. No se necesita argumentar
mucho para darse cuenta que es justamente éste, uno de los campos en
cual el discurso oral y escrito constituye un elemento central en todo
proceso político.
En resumen esta premisa, remite directamente a pensar en lo
valioso que resulta emprender estudios sobre el discurso político, de allí
que en esta investigación, también se haya dedicado el siguiente
Semiótica
Lingüística
Semiótica
Etnografía
Pragmática
Socio Lingüística
Ideología y Política
Comunicación
Psicología
Etno Metodología
Análisis del discurso
53
apartado teórico para su discusión pero, desde el punto de vista del
análisis crítico del discurso. Con este comentario, se pasa a describir las
distintas funciones que se le atribuyen al AD como una herramienta
interdisciplinar que engloba y trasciende diferentes ciencias.
2.2.1.13. Funciones del Análisis del Discurso (AD)
El análisis del discurso tiene como epicentro conocer al emisor,
permitiendo aislar o clasificar las nociones por medio de las cuales se
exponen determinados conocimientos, pudiendo lo anterior generar una
red semántica, permitiendo a su vez, la identificación de los intereses e
intenciones de los productores.
Para una mejor comprensión de la función del AD es necesario
remitirse a Van Dijk (1996, pág. 68), quien plantea; “su objetivo principal
es producir descripciones explícitas y sistemáticas, tanto textuales como
contextuales, de las unidades del uso del lenguaje al que se denomina
discurso”. Al hablar de las dimensiones textuales se refieren a las
estructuras del discurso en los diferentes niveles de descripción,
mientras que las contextuales relacionan a estas con las propiedades del
contexto.
Van Dijk (1996), afirma que el análisis del discurso tiene la
capacidad de alcanzar la comprensión de todo tipo de mensaje que se
emita en la comunicación humana. Sin embargo, Silva (2002), admite que
el análisis del discurso se mueve desde un nivel macro-social a otro
micro-social, para apoyar un enfoque bien fundado y crítico del estudio de
problemáticas sociales, el poder y la desigualdad.
54
Considerando las definiciones anteriores, se infiere el análisis del
discurso, como un estudio real del lenguaje por locutores, en
circunstancias reales, mostrando los niveles sintáctico y semántico el cual
involucra el sentido, posibilitando disminuir las múltiples dimensiones del
fenómeno discursivo, así como reducir cualitativamente los aspec tos de
mayor significación.
Por otra parte, es importante destacar que el AD también ocurre a
nivel pragmático, en relación con el uso que los hablantes realizan en la
relación de las frases y el modo de interpretarlas, el cual condiciona
acciones por parte del receptor o emisor. Este nivel permite explicar los
efectos o consecuencias de los discursos. Así, se corrobora una vez más
que el AD, como disciplina, está en el centro de las ciencias para apoyar
visiones o perspectivas de los fenómenos comunicativos, lingüísticos,
informacionales, cognoscitivos y mentales.
2.3. ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO (ACD)
Para abordar el Análisis Crítico del Discurso (ACD), es necesario y
casi obligatoriedad citar los aportes realizados por Van Dijk (1996), esta
materia discursiva, definiendo el ACD como un tipo de investigación
analítica sobre el discurso estudiando principalmente la forma en que el
abuso del poder social, el dominio, desigualdades son ejercidos,
reproducidos, siendo en ocasiones combatidos, por textos o el habla en el
contexto socio-político.
Por su parte, Silva (2002), señala analizar el discurso de manera
crítica implica asumir una posición más crítica de la realidad circundante,
55
principalmente al tratarse de cómo los discursos orales y escritos
representan el abuso de poder, la dominación o diferencias sociales en
los ciudadanos.
De acuerdo al punto de vista de cada autor se puede deducir la
orientación del analista crítico por un problema más que por un marco
teórico; sus análisis, descripción de un fenómeno como la formulación de
una teoría juegan un rol en la medida permitiendo una mejor comprensión
crítica de la desigualdad social.
Es justamente en este sentido donde la orientación social se
transforma en crítica. Quienes se mueven en esta senda ven el AD como
una tarea moral y política con responsabilidad académica. En tal sentido,
Van Dijk (1996), aclara el AD o el discurso mismo es una parte inherente
de la sociedad y participa prácticamente en todas las injusticias de la
sociedad como en la lucha contra ellas.
Según lo señalado por el autor, un analista crítico del discurso, es
un agente de cambio, aunado a la considerar el vínculo entre discurso y
estructura social, solidario con las necesidades promovidas por el cambio.
En esta línea de trabajo sobresalen las contribuciones de Fairclough y
Wodak (1997), en temas tales como lenguaje y poder, el discurso de los
medios, y los trastornos del discurso.
2.3.1. Principios que orientan el Análisis Crítico del Discurso (ACD)
Los principios del Análisis Critico del Discurso (ACD), según
Fairclough y Wodak (1997), están estipulados en ocho aperturas
orientando las actividades de esta herramienta comunicacional, los
56
cuales presentan un programa de investigación interdisciplinar referido a
problemas sociales. A continuación se destacan los siguientes principios .
• El análisis crítico del discurso trata de problemas sociales.
• Las relaciones de poder son discursivas.
• El discurso constituye la sociedad y la cultura.
• El discurso realiza una tarea ideológica.
• El discurso es histórico.
• La relación entre texto y sociedad es mediata.
• El análisis crítico del discurso es interpretativo y explicativo.
• El discurso es una forma de acción social.
A partir de estos principios, se planteó el último objetivo específico
de la presente investigación el cual buscó justamente formular una teoría
crítico-reflexiva considerando el caso particular sujeto a estudio, es decir
el discurso político emitido por máxima autoridad del Ministerio del Poder
Popular para la Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias (MCTI). Las
ventajas que ofrece recurrir a este tipo de análisis se citan seguidamente.
2.3.2. Ventajas que ofrece el ACD para el análisis del discurso
político.
Antes de comenzar a enumerar las ventajas ofrecidas por el ACD
para el análisis del discurso político, vale la pena recordar su objetivo
centrado en interpretar o comprender los sentidos de prácticas discursivas
de políticos u otros agentes , a través de los medios de comunicación
57
social, con el fin de avivar la consciencia padecidas en sus efectos de
presión y dominio. Este tipo de análisis según Wodak (1995) permite:
• Examinar declaraciones, preferiblemente expresados por emisores
públicos, para descubrir desigualdades o injusticias, a fin de
desmitificar estructuras de poder y desnaturalizar ideologías.
• Delimitar el marco del presente estudio, toda vez que ejemplifica la
naturaleza ideológica de la ciencia.
• Comprobar los conceptos de objetividad y veracidad, que hasta
ahora exigían el desconocimiento del contexto u convenciones
regulan la propia investigación, son rebatibles o, como poco,
revisables, es decir permite desentrañar la naturaleza retórica de
toda disciplina científica, o sea, la reducción del saber a
un conjunto de instrumentos discursivos, los cuales generan
los objetos de las disciplinas, las reglas de verificación y
validación.
• Desarrollar la realidad del discurso sobre acciones continuas.
Luchando en el control de las fuentes de comunicación públicas.
• Implantar mediaciones discursivas debido a la intervención del
discurso sobre el mundo es indirecta, actuando en la historia de las
diferentes épocas y sus herramientas comunicacionales. Para
entender el poso temporal de las épocas es necesario tener una pe
perspectiva histórica. Para hacer otro tanto con los instrumentos
hay que examinar los géneros discursivos y los más medias, en los
cuales se concentra la poderosa industria de la conciencia.
58
• Instaurar el compromiso de la investigación una vez configurado
socialmente lo que nos circunda y sus problemas , el objeto de
estudio entra en la escena de la investigación así como la
perspectiva científica, que se define como comprometida, aplicada,
interdisciplinar y crítica.
2.4. ANÁLISIS DEL DISCURSO POLÍTICO
2.4.1. Definición y características
Para Lavandera (1985, pág. 75), el discurso político puede ser
definido como “el texto pronunciado por un líder o por un partido político
que se caracteriza fundamentalmente por su carácter polémico, lo cual
significa que en su discurrir construye un adversario”. Esta definición hace
suponer que este tipo de discurso es social y su principal propiedad se
refiere a la función persuasiva. En virtud de esta función puede
considerársele como un intento de apoderarse de su destinatario, de
incluirlo en su mismo grupo de identificación.
Según la autora mencionada, el discurso político conlleva la noción
de multidestinación simultánea, es decir, queda necesariamente atrapado
en las redes de una doble lectura, la del partidario y la del adversario.
Consecuentemente, en el juego de los intercambios discursivos, la
palabra política supone otros actos de enunciac ión opuestos, lo cual hace
que se constituya como réplica descalificadora de sus antagonistas. En
especial en el contexto democrático, en donde los discursos políticos son
esencialmente dialógicos.
59
Por su parte, Van Dijk (2003, pág. 25) opina que el discurso en
política es complejo y se estructura en varios niveles, según este autor
“existen ideologías en el discurso que aparecen de manera explícita,
éstas son visibles y fáciles de detectar, pero cuando las ideologías se
expresan de manera implícita o indirecta, escondida o menos obvia, es
cuando ocupa su lugar el análisis del discurso”, con el objetivo de
desentrañar las ideologías subyacentes en el discurso.
Esta práctica descifra cómo las corrientes sobresaltan el significado
semántico del discurso y cuáles son las propiedades del mismo
mostrando claramente las diferencias ideológicas de los modelos
contextuales subyacentes, los de acontecimientos y las actitudes sociales.
Sobre este particular, Van Dijk (2003, pág. 15), señala “el contenido
ideológico se expresa de forma más directa por medio del significado del
discurso, que no se limita sólo al significado de las palabras y las frases,
sino a significados más globales o a información omitida o inferida”.
Finalmente, puede decirse sobre el discurso, que insta la existencia
de un paralelismo entre la importancia semántica y la estructura formal de
un texto. Por ejemplo, las informaciones planteadas al principio de un
texto tienen mayor relevancia, por lo tanto, controla la interpretación del
resto del mismo. Para Van Dijk (2003), este tipo de ordenamiento ejerce
múltiples funciones, entre ellas ideológicas.
En este orden de ideas, el discurso político se inserta en el
contexto de la comunicación política. Baste recordar que fue Lasswel
(1948), quién propuso un modelo comunicativo a partir de la acción
60
política, para estudiar los niveles de influencia del discurso como
mecanismos persuasivos, en una teoría de los efectos de los medios.
La comunicación política constituye un fuerte desafío para articular
diversas perspectivas, la teoría de la persuasión con una teoría de los
efectos del discurso, vale decir con una teoría de la recepción y la teoría
de la reflexión sobre las identidades psico-socio -discursivas de los actores
políticos y lo que éstos hacen c on los discursos.
Ahora bien, definamos dos dimensiones discursivas, las cuales
son pertinentes para la elaboración de esta investigación. Halliday (1985),
constata que en el uso de la lengua se realizan simultáneamente tres
macrofunciones, la ideacional, la interpersonal y la textual. Mediante la
función interpersonal, el emisor ajusta el mensaje al destinatario y al
contexto en el cual se produce el enunciado.
La modalidad es uno de los sistemas de función interpersonal por
medio del cual el emisor expresa el grado de probabilidad que le imprime
al contenido proposicional del enunciado. En este sentido, se expresa un
grado de probabilidad. Los extremos, la afirmación y la negación, indican
certeza absoluta del emisor acerca del contenido de sus aseveraciones.
En este sentido, Molero (2002), afirma que “un discurso es político
en la medida en que la información que transmite no sea sólo un mensaje
sobre el mundo o una situación social en particular, sino más bien, una
información en el cual se revela el poder y la autoridad por parte de quién
lo emite”. Para esta autora, también se ha definido el discurso político
como la formulación de ideales colectivos expresados como tales.
61
En este orden de ideas Van Dijk (1994, pág. 7), sostiene que, el
poder podría ser brevemente definido como:
“La relación social entre grupos e instituciones, e incluye el control que ejerce un grupo o institución más poderoso sobre las acciones y pensamientos de un grupo menos poderoso. Este poder presupone un acceso privilegiado a los recursos socialmente valorados como la influencia social, la salud, los ingresos económicos, el conocimiento o el estatus”.
2.4.2 Tipo de análisis del Discurso Político
Con lo expuesto anteriormente, se puede decir que un discurso
político finge y oculta objetivos. En este sentido, cabe resaltar la
afirmación que hace Veloza (1994), con respecto a uno de los esfuerzos
prioritarios que se hace frente al discurso político y que consiste en
intentar descubrir los soportes ideológicos que hay detrás de tal
revestimiento.
En consecuencia y para el caso de esta investigación que trata del
análisis del discurso político, vale acotar lo que propone Abril (1995), para
estudiar este género discursivo. Según este autor, el discurso político
puede analizarse atendiendo al aspecto lingüístico, temático, de
contenido, retórico, estratégico y argumentativo. A continuación se
describen brevemente estos aspectos, bajo la óptica del mencionado
autor:
a) El Análisis Lingüístico: Esta rama de la lingüística se divide en tres
fases : i) El lexicográfico, el cual consiste en el estudio de las palabras
utilizadas en el cuerpo estudiado. (Uso que se le da a los pronombres Yo,
62
Nosotros y Vosotros, así como los verbos modales Querer, Poder, Ser
necesario y Deber, igualmente se encuentra las apelaciones del vocero a
los receptores. En este sentido, se c onsidera al debate como lucha verbal
donde los oponentes intentan hacerse valer y desacreditar al adversario,
ante la mirada del electorado, al que deben convencer.
La segunda fase del Análisis Lingüístico se describe a continuación
ii) El enunciativo, éste inspecciona dos series de índices, los pronombres
que determinan los actuantes del discurso y los verbos que estructuran el
relato del discurso. De este análisis se extraen consideraciones relativas a
las estrategias discursivas. Por último se encuentra, iii) El
comportamiento discursivo, es más abstracto y más amplio. Tiene en
cuenta, además de lo sintáctico y semántico, la dimensión pragmática del
lenguaje, adicionalmente pretende tratar las conductas comunicativas.
b) Análisis Temático: Incluye dos subgéneros: i) Análisis de las
cuestiones en juego, el cual trata de individualizar y caracterizar las
cuestiones, los problemas y los puntos discutidos más de las veces, sin
utilizar una estructura, un modelo o una técnica de análisis. Algunos
trabajos se limitan a enumerar, tratando de ser objetivos ; otros adquieren
un aspecto más evaluativo. ii) Análisis de la agenda, en su origen se
refería a la selección y el tratamiento de la actualidad realizada por los
medios.
Todo ello, basado en la premisa de que los medios imponen más
que un pensamiento, un objeto para ser pensado, en el cual, el concepto
63
de agenda organice de forma jerárquica en la cual ciertos temas llegan a
ser prioritarios, por lo tanto, deberán tenerse en cuenta tres agendas :
• La de los periodistas, que formulan las preguntas.
• La de los candidatos, que responden a dichas preguntas.
• La del electorado, tal como se expresa en los sondeos de
opinión pública.
A su vez, el debate puede ser considerado como una doble
confrontación entre los candidatos así como entre los candidatos y los
periodistas que pugnan por el control de la agenda.
c) Análisis de Contenido: el análisis de contenido corresponde a una
disciplina objetiva, sistemática y cuantitativa , donde a partir de un
sistema de categorías, trata de producir inferencias entre el texto y su
contexto de producción. No es una práctica homogénea, ni siquiera
constituye un conjunto bien identificable de formas de tratamiento de la
información.
Tomando en cuenta lo anterior descrito, se puede decir que el
verdadero análisis de contenido es una herramienta en el cual se intenta
identificar cuestiones en juego, argumentos y hasta efectos de los
debates. Algunas de las ventajas que ofrece esta disciplina, son lo que
puede revelarse sobre la información transmitida por los candidatos, la
interpretación que hace de ella el auditorio y la personalidad de los
candidatos. Se puede identificar los tipos de cuestiones y sub-cuestiones
de los debates y los deslizamientos de una a otra.
64
d) Análisis Retórico: Representa los procedimientos discursivos a
los que recurren los oponentes con el propósito de difundir con mayor
claridad los mensajes para así ganar la adhesión del auditorio.
e) Análisis Estratégico: El discurso empleado en el debate estará
sujeto a una dimensión estratégica fundamental. Los interpretes, eligen un
cúmulo de normas discursivas , para transmitir en función del objetivo, que
es lograr ventajas para su contienda con el adversario . Entre tanto, Martel
(1983), trata de identificar la manera en el cual el objetivo y los candidatos
participan en sus maniobras discursivas, por ejemplo; se ataca a un
oponente en cierto punto ya sea en sus ideas, o en su conducta.
f) Análisis Argumentativo: Como se planteó anteriormente, las
disciplinas llamadas retóricos o estratégicos deben ser minuciosamente
analizados para armar en su momento el discurso que se usará en el
debate de acuerdo a una estrategia que no sólo de ventajas sino que
también sume victorias, ante el oponente de turno, para dejar en claro y
sin dudas al espectador. Abordados los diferentes tipos de análisis del
discurso, es pertinente considerar las características específicas del
discurso político y las unidades de análisis que pueden ser utilizadas para
este fin.
2.4.3 Características del discurso político y niveles para su análisis
Para abordar las características del discurso político, se recurrió a
los aportes que Molero (2000), ha hecho sobre esta materia y los cuales
fueron tomados en cuenta para el análisis del corpus seleccionado para
esta investigación. Según la autora, el análisis del discurso político puede
65
ser presentado en tres niveles lingüísticos, el lógico-conceptual, el
lingüístico y el discursivo. Seguidamente se definen y describen cada uno
de estos niveles , según la óptica de la mencionada autora.
a) El Nivel Lógico-conceptual: Molero (2000), propone tres esquemas
analíticos que caracterizan a un discurso político, desde el punto de vista
lógico-conceptual. Estos esquemas son:
• El líder o candidato: Quién toma como punto de apoyo o de
partida el estado actual de la situación de la sociedad en la cual
desea desenvolverse y emite su opinión en relación con la misma.
Esta opinión cambiará de acuerdo con la posición del emisor del
discurso como adherente u oponente del sistema o del gobierno
actual.
Para lograr el cambio, el discurso político ofrece instrumentos que
a menudo se confunden con ofertas . En este sentido, Molero (1985),
afirma que el discurso político presenta como agente de los procesos de
degradación social al oponente y como agente de los procesos de
mejoramiento social al emisor del discurso y al grupo político al cual éste
pertenece. Por su parte, Van Dijk (1997, pág. 25), ha denominado a este
aspecto “autopresentación positiva y presentación negativa del otro”.
• Los actantes: Para Molero (2000), es posible analizar los actantes,
concebidos como la representación en el discurso de las entidades,
humanas o no, comprometidas en una acción, teniendo con función
las relaciones en el proceso de la acción y con respecto a los otros
actantes.
66
Para esta autora, las zonas que permiten situar los diferentes
actantes presentes en un discurso son las siguientes: zona del evento
relacionada directamente con la acción, zona de los actantes satélites,
zona de la anterioridad, y de la posterioridad. Este análisis se basa en una
adaptación del esquema propuesto por Charaudeau (1992, pág. 400), el
cual permite “observar en el discurso los actantes primarios y
secundarios, así como las jerarquías que pueden establecerse entre
ellos”.
• Los ejes temáticos o temas: Constituyen categorías permitiendo
recabar los diferentes tópicos desarrollado en cada discurso en
un área específica. Así por ejemplo, el eje temático economía
contiene los diferentes tópicos o temas económicos que cada líder
expone.
b) El Nivel Lingüístico: Para este nivel de análisis del discurso político,
Molero (2000), propone cuatro elementos susceptibles de ser extraídos de
este tipo de discurso, a saber:
• Las selecciones léxicas: son referidas a las unidades léxicas o
términos seleccionados para describir a los adversarios políticos, a
los partidarios y a la situación socio-política. Estas selecciones
léxicas manifiestan la autopresentación positiva y la presentación
negativa del oponente , vinculados además a un concepto del
discurso argumentativo .
• Los campos semánticos: al enfatizar dentro del discurso contextos
o entidades , pueden conformarse por medio de las selecciones
67
terminológicas campos léxico-semánticos, presentes en el área
semántica de la destrucción y de la reconstrucción, presentados en
el estudio muestral.
• El énfasis: el énfasis puede ser analizado en el nivel lingüístico a
través de la designación de elementos causantes en los procesos
de degradación como de mejoramiento, haciendo énfasis en lo
negativo de los otros y en lo positivo del mismo grupo.
• Recursos semánticos: los diversos recursos semánticos
señalados por algunos autores, entre ellos Molero (2002), son el
uso de hipérboles, metáforas, giros y refranes populares, así como
el léxico tomado de otras prácticas sociales y discursivas.
• c) El Nivel Discursivo: En este punto se incluyen los modos de
organización discursivos: enunciativo, descriptivo, narrativo y
argumentativo. Tal como lo presenta Charaudeau (1992, pág. 641),
“estos modos de organización poseen una función de base y un
principio de organización”.
La primera responde a la finalidad discursiva y la segunda a la
organización del mundo referencial. Una adaptación de los aportes de
Charaudeau y resumido por Molero (2000), en su artículo relacionado
con el Personalismo en el Discurso Político se presenta de forma
específica a continuación en el Cuadro 2, destacando modo de
organización enunciativo, descriptivo, narrativo y argumentativo, así como
la función base y principio de organización.
68
Cuadro Nº 2 Modos de organización en el discurso político
Modo de Organización
Función de Base Principio de Organización
Enunciativo
Relación de influencia (persuasión, convencimiento, manipulación) YO Vs TÚ.
Punto de vista en relación a la situación política. YO Vs ÉL
Relación del emisor con otros discursos. (ÉL)
Posición en relación con el auditorio (adherentes y adversarios).
Posición en relación con lo dicho en otros discursos.
Posición en relación con los otros discursos.
Descriptivo
Identificar la situación de los diferentes actores y situaciones del mundo político venezolano (nombrar y calificar).
Organización de la construcción descriptiva (calificación de actores políticos y situaciones socio-políticas mediante el léxico).
Narrativo
Construir la sucesión de acciones de una historia que gira alrededor de la búsqueda del poder, para elaborar un relato donde intervienen como actantes los diferentes personajes de la política venezolana, incluido el líder que actúa como la entidad que impulsa los cambios.
Organización de la lógica narrativa (actantes y procesos).
Identidades y estatutos del líder-narrador (cómo se narra y papel asignado al emisor).
Argumentativo Explicar una posición política para influenciar al interlocutor.
Organización de la lógica argumentativa.
Fuente: Molero (2000)
Como puede observarse en el Cuadro 2, cada uno de estos modos
de organización, trata de explicar el comportamiento discursivo del líder,
como político dirigiéndose a una audiencia, con distintos fines,
expresados en la func ión de base. Asimismo, y dado los principios que
caracteriza a cada uno de los modos de organización, se justifica el
análisis de este tipo de discurso con el esquema propuesto por la autora
antes mencionada.
69
En virtud de las ventajas presentadas en este esquema analítico, el
mismo fue utilizado para el análisis del corpus seleccionado para esta
investigación. No sin antes destacar las generalidades que comprende el
discurso y su estructura, aspectos estos determinados seguidamente en
el contenido.
2.4.4 Generalidades acerca del discurso
Los estudios del discurso según Gumperz y Hymes (1964),
surgieron alrededor de la década de los 60´s, cuando comenzó a tomar
cuerpo la idea de un enfoque transdisciplinario sistemático y explicito, en
diversas disciplinas de las humanidades y las ciencias sociales tal como
la etnografía de la comunicación. Saber en qué consiste el discurso, es un
argumento que mereció ser esbozado por ser el punto de partida de la
presente investigación. En términos generales y partiendo de su origen, la
principal función del discurso ha sido comunicar o exponer pero con el
objetivo principal de persuadir.
De esta forma, el discurso es un acto de habla, el cual consta de
elementos como locutivo o locucionario, es el acto de decir un texto con
sentido y referencia; ilocutivo o ilocucionario, es el conjunto de actos
convencionalmente asociados al acto ilocutivo; perlocutivo o
perlocucionario, son los efectos en corrientes, credos, emociones o
conductas del interlocutor oyente.
Lo anteriormente señalado, conduce a definir el discurso como el
raciocinio extenso dirigido por una persona a otra u otras, es decir, la
presentación oral de alguna tema con la intensión de persuadir,
70
conformado por tema o contenido del discurso, orador y auditorio.
As imismo, en la antropología y la etnografía se habla de comunicación,
en tanto, en la filosofía, como lo reseña Foucault (1971), un discurso es
más bien un sistema de discursos, un sistema social de pensamiento o de
ideas .
De las definiciones anteriores se tomó aquella referida a la
lingüística por formar parte fundamental de este estudio. Dentro de esta
ciencia, el término discurso ha sido conceptualizado por diferentes
autores entre los cuales vale destacar:
(a) Molero y Col. (2009, pág. 67), quienes afirman que el discurso
no lo constituye la mera linealidad textual. “Es un error pensar que hasta
los textos educativos expositivos sean puramente lineales. Los lingüistas
han explicado muy bien que en el lenguaje subyacen complejas
estructuras relacionadas, tanto semánticas como sintácticas, que son
copia de las reglas que rigen en los procesos del conocer o imaginar”.
(b) Lavandera (1992, pág. 25-26), añade dos acepciones muy
distintas de discurso: “a) discurso=texto, objeto de estudio de la gramática
del texto y de lo que en Norteamérica siguiendo a Harris se denominó
análisis del discurso y b) discurso=habla contextualizada, acepción que
podemos encontrar en la etnografía del habla, en la sociolingüística y en
la pragmática”.
(c) Martín y Portolés (2000, pág. 4057), entienden como discurso:
“la acción y el resultado de utilizar las distintas unidades que facilita la
gramática de una lengua en un acto concreto de comunicación; por ello,
71
todo discurso se compone de una parte puramente gramatical y de otra
pragmática”.
(d) Pottier (1992, pág. 81), bajo una perspectiva semántica, define
el discurso “como el resultado de la utilización de diversos componentes
por parte del hablante: referencial, cognitivo, intencional, lingüístico,
contextual; además puede aparecer acompañado o en correlación posible
con otros sistemas semiológicos (gestos, proxémica, ilustraciones,
sonidos etcétera)”.
Para este autor, el enfoque semántico-pragmático del discurso no
es un simple reflejo de la realidad, porque en él se construye o
reconstruye una realidad. En efecto el análisis del discurso pretende
revelar por qué y con qué se creó o reprodujo una determinada para-
realidad discursiva.
Esta última definición conlleva a la idea de que dentro del discurso
subyace no sólo una unidad lingüística o una práctica discursiva, sino
también una práctica social que expresa o refleja comportamientos,
entidades y relaciones, que además lo conforma y los constituye. De allí
que, los autores mencionados coincidan en destacar dos tipos de
componentes dentro del discurso, a saber el componente semántico y el
pragmático. Estos componentes son analizados a continuación.
2.5 COMPONENTES DEL DISCURSO
2.5.1. Componente Semántico
El componente semántico del discurso en general intenta explicar
como el significado de las lenguas se transforma en significaciones
72
contextualizadas en el discurso. Según Molero y Col. (2009), los niveles
básicos de la semántica desde el punto de vista metodológico son los
siguientes:
a) Nivel referencial: mundo de la realidad susceptible de ser
aprehendido por los hablantes; b) Nivel conceptual: constituido por el
propósito de la comunicación, la intencionalidad los eventos
conceptualizados bajo determinados estatutos y la conceptualización de
los roles actanciales; c) Nivel lingüístico: se intenta describir el discurso a
partir de las marcas lingüísticas (léxicas, sintáctico-semánticas y algunas
categorías enunciativas como la deixis referidas a los agentes del
discurso y las modalidades) y algunos procedimientos retóricos; d) Nivel
del discurso: producto o hecho observable que tiene en frente a sí el
analista.
Otros autores como Charaudeau, (1992, pág. 635), propone
también un modelo de análisis del discurso basado en niveles o módulos;
éste lo define como el “conjunto de procedimientos con que se pone en
escena el acto de comunicación, correspondiente a cierta finalidades
describir, contar, argumentar”.
Cuatro modos de organización cita este autor, a) el modo
enunciativo: acto de comunicación entre los interlocutores, los cuales se
distinguen como seres sociales y psicológicos externos al acto del
lenguaje, b) el modo descriptivo: identificando en los actores y universo de
la política diversas circunstancias , c) el modo narrativo: construye la
sucesión de acciones de una historia que gira alrededor de la búsqueda
73
del poder, para elaborar un relato donde intervienen como actantes los
diferentes personajes de la política incluido el líder que actúa como la
entidad que impulsa los cambios; d) el modo argumentativo: exponiendo
posturas políticas con el objeto de influir en el interlocutor.
Tal como lo explica Charaudeau (1992, pág. 641), “estos modos de
organización poseen una función de base y un principio de organización”.
La primera responde a la finalidad discursiva y la segunda a la
organización del mundo real. Cercanas a estos modos de organización
existen las secuencias prototípicas que según la reflexión de Adam
(1992), responden a tipos relativamente estables de combinación de
enunciados con una estructura jerárquica interna y que son asumidas
como unidades constitutivas de un texto.
Estas secuencias son las siguientes: a) argumentativas: es una
práctica discursiva que responde a una función comunicativa; b)
descriptivas : se presenta lingüísticamente el mundo real o imaginado, se
aplica a estados o procesos según una perspectiva o punto de vista
determinado; c) narración: responde a la necesidad de comprender y
explicar los acontecimientos sociales o políticos de un país, en un
momento histórico determinado.
Las categorías expuestas están basadas en una teoría y una
metodología permitiendo acercarse al estudio del discurso político en
ciencia y tecnología difundido a través de los medios de comunicación
social, hacia una propuesta crítico reflexiva, considerando la forma
lingüística y el contexto situacional.
74
2.5.2 Componente Pragmático
El acto de habla o el acto lingüístico es un acto social por medio del
cual se produce la interacción entre los miembros de la comunidad. De la
misma manera que todo acto de lenguaje toma sentido en una situación
de comunicación, así mismo el discurso se desarrolla en la interacción
comunicativa, por eso hay que dar paralelamente cuenta de la situación
en la cual se escribe.
Para Molero y Col. (1985), en el componente pragmático es
importante el estudio de los actos de habla, porque en esta perspectiva el
lenguaje es asumido como acción. De manera, que las órdenes, las
peticiones, los consejos, las advertencias, las promesas , las
aseveraciones o los compromisos que manifiestan los políticos en sus
discursos indican que los participantes en el evento comunicativo tienen
asignados unos roles particulares como hablantes o como oyentes.
Asimismo, Austin (1962, pág. 55), resalta en su teoría de los actos
de habla que “un acto comunicativo implica más que decir algo; implica
hacer cosas, acción que está reflejada en ese decir algo, que no debe
confundirse con la acción de pronunciarla”. El autor en su teoría expone
dos tipos de enunciados; el primero lo define como; a) Los constatativos:
que describen sucesos del mundo y transmiten información, éstos pueden
ser estudiados como verdaderos o fals o.
El segundo enunciado lo clasifica como b) Los performativos o
realizativos; junto al contenido proporcional, sobrellevan la relación de la
acción y no expresan contenidos cognitivos sino más bien, personales y
75
afectivos. Como puede observarse el contexto discursivo juega un papel
primordial en el análisis del discurso. En consecuencia el próximo
apartado se dedica en detalle a este aspecto fundamental.
2.5.3. Contexto Discursivo
El contexto discursivo, comprende un conjunto de elementos
amplios y complejos, desde las circunstancias de espacio y tiempo donde
es llevado a cabo el evento comunicativo hasta las características,
expectativas, intenciones y conocimientos de los participantes de dicho
evento. En consecuencia, el contexto del discurso es la agrupación de
elementos externos a la lingüística condicionantes de la obtención de un
enunciado como su significado.
La lingüística moderna hizo en épocas muy temprana, el
descubrimiento del hecho de que la situación en la que se produce un
enunciado condiciona tanto su forma como el modo en que se interpreta.
Efectivamente, teóricos como Sapir o Boas, mostraron interés para
comprender las lenguas desconocidas en este entonces, percibiendo con
el desarrollo de sus estudios la necesidad no solo de conocer los nuevos
códigos lingüísticos, sino aprenderlos mucho más.
Seguido, a finales del primer tercio del siglo, el estudio sistemático
de los factores conformante del contexto discursivo fue objeto de las
primeras descripciones sistemáticas en la obra del lingüista suizo
Saussure (1961). Posteriormente, con la teoría de los Actos de habla, la
formulación del principio de cooperación de Grice (1975), y los sucesivos
desarrollos de las diversas escuelas del análisis del discurso, el concepto
76
de contexto ha pasado a ocupar un lugar central en el estudio de la
lengua en uso.
Hoy en día la expresión contexto discursivo designa realidades
diversas, en función de la adscripción teórica de los autores que lo
utilizan. En su s entido más restrictivo, el término alude únicamente a las
circunstancias de espacio y tiempo en las que tiene lugar la
comunicación, para las que algunos autores reservan el término contexto
comunicativo; en un sentido más amplio, sin embargo, se incluyen
también factores sociales, culturales y cognitivos relativos a los
participantes del intercambio comunicativo . Según esta última visión, el
contexto discursivo comprende, al menos, los siguientes tipos de factores
interrelacionados:
• Contexto espacio-temporal: en esta fase tiene lugar la
comunicación, e incluye las coordenadas espaciales y temporales
en las que se produce un enunciado. Esta información tiene una
especial relevancia para interpretar elementos deícticos , como los
adverbios de lugar (aquí, allí) o de tiempo (ahora, hoy), las
personas del discurso (yo, tú, él) o los tiempos verbales.
• Contexto situacional: encierra las circunstancias percibidas por
los interlocutores mientras hablan, así como el discurso,
construyendo un contexto al que los emisores se pueden referir. En
este sentido, no solo influye lo dicho por el hablante, sino además
lo que hacen u ocurre mientras habla y el hecho mismo de que lo
hagan.
77
• Contexto sociocultural: la forma e interpretación son
condicionadas dentro del mensaje, con características sociales de
los interlocutores, donde las normas de cortesía son de gran
importancia.
• Contexto cognitivo: incide en los conocimientos del hablante y su
experiencia de compartirlos, así como las intenciones perseguidas
en su acto comunicativo o que presuponen en su interlocutor. En
resumen, ambos componentes están de manera implícita o
explicita en todos los tipos de discurso que a continuación se
definen.
2.5.4. Tipos de discurso
Los tipos de discurso dependen de la capacidad de la lengua al
disponer de un conjunto de elementos de diversa estructura gramatical
que son de gran ayuda para organizar las ideas de un texto. Aun cuando
hay que diferenciar entre los diferentes tipos de textos con las distintas
clases discursivas. Van Dijk (1996), destaca cuatro tipos relacionados con
la narración, descripción, expositivo y argumentativa. Cada uno de estos
tipos posee características diferentes y estrategias de construcción que
varían una a la otra. Seguidamente se definen las clases mencionadas.
a) Discurso Narrativo: este discurso es empleado para contar o
referir una historia o suceso como los encontrados en los textos literarios,
noticias, chistes, y diálogos conllevando el mismo a la descripción, dando
lugar a textos complejos con distintas secuencias.
78
b) Discurso Descriptivo: centrado en la explicación y enumeración
de las propiedades o características de una persona, objeto, lugar, animal
o situación. Dentro de esta categoría se encuentran: los textos científicos:
los cuales tienen como finalidad mostrar el procedimiento para realizar
una investigación o una experimentación, los textos técnicos : que
muestran los componentes, la forma y el funcionamiento de cualquier tipo
de objeto, creación artística o instrumental y los textos sociales: que
ofrecen datos sobre el comportamiento de las personas e instituciones .
c) Discurso Expositivo: dentro de este discurso la finalidad no es
convencer, sino mostrar, la diferencia abstracta, aun no siendo evidente
en los textos, por lo que muchas veces se habla de textos expositivo-
argumentativos; ejemplos de texto son: los divulgativos o informativos:
dirigido a mayor cantidad de público usando información poco específica y
léxico formal, no técnico ni especializado, encontrados en apuntes, libros
de contenido, entre otros y los especializados o argumentativos : dirigidos
a un público específico de un campo de conocimiento estipulado
requiriendo un lenguaje técnico, encontrándose en informes, leyes,
artículos de investigación científica, entre otros.
d) Discurso Argumentativo: Van Dijk (1996), señala que se trata del tipo
de textos donde se presentan las razones a favor o en contra de
determinada posición, con la intensión de persuadir al interlocutor a través
de diferentes argumentos tomando una postura a favor o en contra . Se
trata de manera fundamental, aunque no exclusivamente, de juicios de
valor, apreciaciones positivas o negativas acerca de lo expuesto.
79
A su vez, el discurso argumentativo es propio del ensayo y de la
crítica en general. Ejemplos típicos son el artículo de opinión y el discurso
político. Es justamente, a este último tipo al que se refiere el presente
estudio y por lo tanto el apartado 2.5.5 detalla su definición y
particularidades, previa descripción de las características del discurso
argumentativo .
2.5.5. Características del discurso argumentativo
El proceso dialógico y de convencimiento que se produce en el
discurso argumentativo, destaca como características más relevantes la
presentación de puntos de vista respecto a los razonamientos de los otros
y requiere de mecanismos discursivos que permiten estructurar el texto
lógicamente para vehicular adecuadamente la información.
Estos mecanismos según Cassany (1999), Villegas (1998), Kaufman
(1994) y Wells (1986), atienden la estructura textual argumentativa,
incorporan premisas, usan estrategias discursivas y elaboran argumentos
válidos. A continuación se especifican dichas características del discurso
argumentativo .
a) Estructura textual argumentativa: esta característica organiza el
contenido en tres secciones : Introducción, breve exposición realizada
para captar la atención del destinatario, despertando él una actitud
favorable. Desarrollo, conformado por los elementos del cuerpo
argumentativo como pruebas, inferencias o argumentos, sirviendo para
apoyar la tesis o refutarla. Finalmente, se tiene la conclusión o parte final,
80
contentiva del resumen de lo expuesto, la tesis y los principales
argumentos.
Este cuerpo argumentativo se configura de acuerdo con la
situación comunicativa, el orden de los componentes y el tipo de
argumentos. Según la situación comunicativa, se distingue la estructura
monologada, en el cual se identifica la voz de un solo sujeto, organizando
todo el texto argumentativo y la estructura dialogada, conformando el
planteamiento, refutación, justificación y conclusión desarrolladas a lo
largo de réplicas sucesivas.
Por su parte, según el orden de los componentes, se diferencian
dos modos de razonamiento: i) La deducción o estructura analítica,
iniciando con la tesis y finalizando la conclusión, ii) La inducción o
estructura sintética, presentada en forma inversa, la tesis es expuesta al
final y las conclusiones al inicio.
A su vez, los argumentos empleados pueden ser de distintos tipos,
a saber: racionales, cimentados en ideas , verdades admitidas y
aceptadas por el conjunto de la sociedad, de hecho, fundamentados en
pruebas comprobables, de ejemplificación, soportados sobre hechos
concretos , de autoridad, basados en la opinión de una persona de
reconocido prestigio, y los argumentos que apelan a los sentimientos,
pretendiendo halagar, despertar compasión, ternura, odio, entre otros.
b) Estrategias argumentativas: las estrategias
argumentativas son definidas por Cros (2003), como todos aquellos pasos
81
discursivos que, de modo intencional y consciente, emplea el locutor o
escritor a fin de aumentar la eficacia del discurso persuadiendo o
convenciendo al destinatario en una situación comunicativa donde exista
argumentación. En este mismo orden de ideas, Del Caño (1999),
establece que el uso de las estrategias por el argumentador se encuentra
determinado por los propósitos de éste, según actúen como articuladoras
de los razonamientos deseados que el destinatario acepte.
En este sentido y siguiendo la definición de Del Caño (1999), una
argumentación puede tener como propósitos convencer al destinatario de
compartir una idea, realizar una acción o adoptar determinado
comportamiento o actitud, apelando a la razón, empleando una
razonamiento de tipo lógico, asimismo, persuadir al destinatario a asumir
una idea o realice una acción. Se apela a sus sentimientos, utilizando
argumentos de tipo persuasivo como la confianza que merece el emisor,
el reconocimiento del hecho expuesto, exigencia de adhesión e incluso la
amenaza o halago.
Sobre la base de los propósitos mencionados , algunos
investigadores tales como Perelman (2001), Perelman y Olbrechts-Tyteca
(1989) y Plantin (1998), opinan que las estrategias argumentativas que se
activan para alcanzarlos pueden clasificarse, tomando en cuenta la
apelación a la razón, en donde hay predominio de la
objetividad, construyendo un discurso convincente; o si apelan a la
sensibilidad, en las que predomina la subjetividad, que da lugar a un
discurso persuasivo.
82
Bajo la óptica de esta clasificación y considerando el trabajo
descriptivo realizado por Serrano y Villalobos (2008), a continuación se
detallan las estrategias argumentativas más comunes utilizadas en este
tipo de discurso.
c) Estrategias basadas en el argumento de autoridad, este
tipo de estrategias consisten en hacer admitir una tesis colocándola en
relación con su autor, con un alto nivel de credibilidad, apoyándose en un
enunciado realizado por un locutor autorizado.
Dentro del discurso, estas estrategias son enunciadas usando
diversas representaciones de autoridad, siendo las siguientes: estructura
lógica del enunciado: premisa + argumentos + conclusión; marcas
indicando el desdoblamiento polifónico de la voz del enunciador;
expresiones modalizadoras señalando las actitudes y el grado de
adhesión del enunciador; los conectores lógico-argumentativos
encadenando los argumentos.
Por su parte, Ducrot (1986), distingue dos formas de
argumentación de autoridad: citación de autoridad y la autoridad
polifónica. A estas dos formas, Serrano y Villalobos (2008), (apoyados en
Cros , 2003), agregan una tercera: la referencia a la propia autoridad y a
todas ellas las definen de la siguiente manera:
• La citación de autoridad: esta estrategia es uno de los casos de
la polifonía enunciativa, suscitando el hablante un enunciado
producido por otra persona en un lugar y tiempo distintos de la
enunciación, reproducida de manera literal o aproximada,
83
fundamentándose en que la proposición es formulada por un
personaje X, autoridad en la materia.
• La autoridad polifónica : esta estrategia permite introducir
nuevas voces en el discurso con el propósito de confirmar o imputarle
mayor autenticidad a los argumentos expuestos . Por su parte, Ducrot
(1986), conceptualiza esta estrategia de autoridad como un caso de
polifonía enunciativa donde el hablante incluye en su discurso una
voz, que no corresponde a ninguna persona o institución,
identificándose con una autoridad científica o académica general
como responsable de la proposición.
De este modo, se introduce en forma de cita usando por medio
de discurso directo o indirecto , anexando el verbo decir o afirmar. En
cualquier caso, lo indispensable para ser rigurosos y mostrar fiabilidad en
los argumentos es que la cita o referencia realizada sea exacta y
contenga la información necesaria. En la autoridad polifónica, Plantin
(1998), ubica las citas de actores anónimos o universales con autoridad. A
su vez, según Serrano y Villalobos (2008) apoyados en Cros, (2003),
definen la referencia a la propia autoridad de la siguiente manera.
• La referencia a la propia autoridad: surgiendo cuando el hablante
presenta como argumentos una propuesta u opinión, basada
principalmente en la autoridad otorgada por él mismo, haciendo
referencia a experiencia, prestigio y conocimiento.
d) Argumento de modelo: fundamentado en actitudes de personas o
grupos con prestigio valorado, indicando el modelo la conducta a seguir,
84
garantizando el seguimiento el valor conductual, por tanto, el agente que
valora esta actitud, a su vez puede servir de modelo.
e) Argumento por analogía : la analogía dentro del argumento permite
establecer confrontaciones entre distintos elementos a fin de evaluarlos
entre sí. En tal sentido, los autores Serrano y Villalobos (2008), indican las
analogías como modos de relacionar dos o más términos, casos o
ejemplos específicos, se apoyan en características comunes o
semejantes fundamentales para el razonamiento.
f) Los ejemplos: consiste en ofrecer información permitiendo ilustrar y
apoyar una generalización, conduciendo a la conclusión. Los mismos,
deben ser representativos de las ideas o argumentos planteados , pues si
son débiles pueden desfigurar la argumentación. En todo caso, debe
cuidarse no presentar contraejemplos de lo que se quiere defender.
Al respecto, Del Caño (1999), afirma que una manera de contra-
argumentar es dar un ejemplo ad contrarium invalidadndo la regla o
debilitando la tesis a atacar. Entre las estrategias para aumentar la
sensibilidad se puede señalar, la descalificación, ironía, advertencia sobre
las implicaciones, consecuencias indeseables, entre otras.
g) La descalificación: consiste en utilizar actos, conductas o juicios de
una persona o de un grupo de personas como razones para demostrar
que esa persona o grupo no es fiable, o presentan limitaciones
personales y profesionales, careciendo de un mínimo de prestigio o falta
de autoridad.
85
h) La ironía: es estudiada por la retórica como una forma de antífrasis
consistiendo en hacer entender lo contrario a lo expuesto o dicho. En tal
sentido, Lausberg (1990), considera que la ironía puede radicar en utilizar
el vocabulario o los puntos de vista característicos del adversario, con la
intención de reconocer la falta de credibilidad.
En este contexto, la ironía para Perelman y Olbrechts-Tyteca
(1989), es una forma de argumentación indirecta puesto que los
enunciados a interpretar por el destinatario no son explícitos, por tanto, el
enunciador y destinatario necesitan compartir una serie de conocimientos
para poder interpretar los enunciados irónicos.
i) La advertencia sobre implicaciones y consecuencias: a los
destinatarios del argumento se les he presentado un conjunto de
razonamientos, argumentos, dirigidos a sus emociones o sensibilidad,
advirtiendo sobre implicaciones a ocasionar determinadas conductas y
acciones.
Es importante destacar, que el uso de estas estrategias discursivas
dependerá de la intencionalidad del autor en cuanto a lo solicitado, bien a
la razón o a la sensibilidad., valiéndose de recursos lingüísticos
específicos utilizados para expresar y encadenar este tipo de
razonamientos, representados por los organizadores textuales lógico-
argumentativos.
En consecuencia, se coloca en evidencia la función de la estrategia
empleada. De esta manera, si un argumento comienza con un si bien o
un sin embargo, se puede anticipar la utilización el procedimiento
86
argumentativo concesivo implicando aceptar objeciones parciales a
afirmaciones o conceptos. Si, en cambio, se lee o escucha un argumento
iniciado con no es cierto que o contrariamente a, se puede suponer que la
estrategia utilizada será desmentir, cuyo objetivo es “descartar la validez
de un argumento opuesto”, según Perelman (2001, pág. 35).
2.6. DISCURSO POLÍTICO EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA Y SU
DIFUSIÓN A TRAVÉS DE LOS MEDIOS MASIVOS DE
COMUNICACIÓN
Tal como lo afirma Sanz y Col. (2006, pág. 5), en la Crónica del
Primer Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología Sociedad e
Innovación celebrado en México, “los países latinoamericanos por
numerosas décadas han visto transcurrir innumerables propuestas de
planes, programas y estrategias diseñados para impulsar, fomentar y
desarrollar la capacidad científica y tecnológica nacional”. Sin embargo, y
aún cuando es difícil asegurar que todos estos esfuerzos han sido
infructuosos, puede alegarse que en su propósito fundamental no han
logrado trascender el plano retórico.
Según autora, la reiterada tesis de vincular la investigación con las
necesidades del desarrollo nacional se ha constituido como la firme
histórica en la formulación de las políticas gubernamentales sobre esta
materia, políticas reconocidas por las instituciones de educación superior,
sin que ello necesariamente haya supuesto el trascender del carácter
retórico del discurso oficial.
87
Sin embargo, los obstáculos que histórica y estructuralmente han
en el proceso de investigación en las instituciones de educación superior,
no han sido considerados en las políticas y estrategias nacionales de
ciencia y tecnología en el país , ya sea para su eventual resolución o bien,
a fin de garantizar su incidencia en las políticas de desarrollo del sector,
como eje propulsor del crecimiento económico y social.
Sobre la base de es te contexto, es necesario considerar que el
informante seleccionado debe compartir una serie de papeles por la
naturaleza del cargo ocupado, debiendo estar al corriente del aspecto
científico y tecnológico, así como su concordancia con la filosofía política
reinante en el país.
En este sentido y retomando las palabras de Sanz y Col. (2006), es
preciso aclarar que a diferencia del tecnócrata, el político sí cuenta con
una racionalidad colectiva. Mal que bien, de alguna manera, el político se
ve obligado a incluir un componente distributivo en su gestión, conociendo
que no debe hacer esperar al ciudadano.
Por el contrario, el político necesita la vinculación con la sociedad
civil. En tanto, a la legitimidad del tecnócrata, basada en que él es el
experto, se opone la legitimidad del político, cimentada en una
racionalidad colectiva. De esta forma, para el tecnócrata, el ciudadano no
existe, en cambio para el político, sí. De ahí que el tecnócrata haya
redimido al político.
En todos estos casos, son los medios de comunicación quienes
contribuyen a difundir los mensajes emitidos bien por el tecnócrata, el
88
científico o el político, creando mecanismos, ayudando a encubrir las
crisis de legitimación de los estados, bajo la óptica de la interdependencia
económica mundial y de los mecanismos de operación internación
aunado los sistemas informativos internacionales.
Según Casas (1997), los sistemas de medios a nivel nacional se
nutren esencialmente de la información producida internamente por parte
de los diferentes actores políticos, pero no pueden encontrarse ajenos al
discurso legitimador de la dependencia internacional, debido a que los
propios actores internos han avalado dicho discurso y lo han empleado
como justificación de sus propias decisiones políticas. En este sentido,
vale traer a colación lo planteado por Austin, (1962, pág. 664):
“En la tarea de entender lo intendible, los individuos reaccionamos haciendo uso de dos recursos utilizados hábilmente por los medios masivos de comunicación, como pueden ser la personalización y la estereotipación; ellos nos permiten aislar la realidad ubicándola en dos categorías esencialmente antagónicas, lo bueno y lo malo, lo deseable y lo indeseable. La estereotipación le permite a los individuos que han caído en el juego ideológico de los medios de comunicación y que los convierte en esencialmente estúpidos e ignorantes, lograr un poco de más coherencia con respecto a un mundo que se les aparece como caótico”
De esta manera, opera la lógica de la información y del discurso vía
los medios de comunicación colectiva, en el cual los individuos se sienten
informados objetivamente, entregando en apariencia el dato frío y
tecnificado, en esencia no entendida pero con apariencia a la solución
más lógica a un problema técnico al cual se le aplica una solución
89
política; y por otro, al encontrarse inerme ante la posibilidad de construirse
un verdadero espacio de participación política, reacciona
inventándose una opinión para encubrir su propia ignorancia con respecto
al tema.
Por otro lado y siguiendo los planteamientos de Casas (1997), los
propios medios establecen el límite de la participación ciudadana a las
informaciones. La constitución propia del mecanismo de la opinión pública
se ve supeditado al ritmo de las agendas periodísticas, al pulso de los
temas informativos que inundan las páginas de los periódicos, de manera
tal que el individuo no tiene oportunidad de formarse una opinión
fundamentada sobre algo, porque inmediatamente después su atención
se ve distraída hacia otro asunto, así afirma Ducrot (1986, pág. 135):
“Al establecer la estructura de la comunicación, los temas fijan también los límites del sistema de comunicación. Por consiguiente, el conjunto de opiniones es posible sólo por el antecedente establecimiento del tema de comunicación, siendo entonces la opinión un momento secundario y condicionado. La estructura de las opiniones está prelada por el tema. Y, en conclusión polémica, la tradicional función de integración de expectativas y demandas políticas es llevada a cabo por el tema de las opiniones sobre el tema, como se pretendía al comienzo de la política moderna. Decir que los temas constituyen la estructura del proceso de la comunicación política significa también decir que los temas establec en el universo del sentido de las experiencias y conductas, opiniones y decisiones de la política”.
En efecto, mucha de la información aparecida en los medios en
diversos temas o áreas, son informaciones sobre opiniones de otros, un
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ejemplo de gran significancia es el relacionado con la crisis económica,
que junto con la información fría acerca de los acontecimientos, parecería
completar el panorama de la información oportuna; no obstante, el
contenido específico de las dimensiones del problema permanece oculto.
Conllevando lo anterior, a reconocer la importancia de establecer
una legitimidad en el discurso político, presentando objetivamente a todos
los actores involucrados en la decisión política, distintas versiones y
puntos de vista, demostrando a través de la discusión pública, el logro en
el consenso de las decisiones y la mejor alternativa para todos.
Desprendiéndose de lo antes expuesto, el sentido y la tónica del
discurso de los medios informativos, es decir, un discurso fusionan todas
las propues tas de los actores sociales que concuerdan esencialmente con
la acción del estado.
Quizás en términos de discursividad, la influencia del discurso se
encuentra en relación directa con el lenguaje político empleado, que a su
vez sirve para enfatizar ciertas cuestiones y obscurecer otras. En un
sistema como apuntaría Austin (1962), el consenso no puede ser dado
por sentado, sino que debe ser construido, los conceptos y las nociones
claves, en este caso del discurso, deben ser continuamente reforzadas.