Seis Amores Cuentos

8/17/2019 Seis Amores Cuentos

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Seis (Amores) Cuentos

René Ghenzi


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Ediciones Digitales Alan5_RG SistemasDiseño René GhenziGráfico de Tapa Walter Ghenzi

www.geocities.com/[email protected]

Enero de 2004Impreso en Argentina

http://www.geocities.com/alan5_rghttp://www.alan5.ya.st/http://www.alan5.ya.st/http://www.geocities.com/alan5_rg


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Seis (Amores) Cuentos *

*escritos entre Septiembre de 2001 y Septiembre de 2003


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Alma dentro de una botella

Ciertamente me encuentro rodeado del más profundo mar, mi almainmersa en esta isla de confusos sentimientos que no saben comoescapar, los espíritus del tiempo siempre me han dicho que se debesaber esperar, pero muchos soles he visto nacer y morir, muchas lunascruzar el cielo, ya mi alma demasiado sabe de esta soledad, dimeentonces; ¿cómo puedo dejar de intentar encontrarte, cómo ahora quesé existes?… y en tus manos el mensaje se transformará en nuevaesperanza para mi vieja ilusión, lejana estrella, cercano el dolor, de tu

ausencia, de mi soledad.Y si todo lo que dije, pensé e hice terminó por dejarme aquíabandonado, quizás lo he buscado sólo para dejar una puerta abierta,sin llave, una invitación, sin tiempo ni lugar, el espacio que mi almaguarda para abrigar el complemento que tanto espero, que tanto busco,que ya encontré, y mentir sería tan fácil, sin embargo todas fueronverdades, pero no me arrepiento, ¿cómo podría hacerlo si tan lejos hellegado?… y puedo ver el mar rodeando esta ínfima porción derealidad que aprendí a construir, mi mensaje no busca el rescate, sólolleva mi realidad más allá de los límites, más allá.

Se va el sol otra vez, se lleva el brillo de tus ojos y la tibieza de tu piel,¿dónde estás amanecer, cuánto deberé esperar para verte nacer?, en mihorizonte vacío, tan lleno de soledad, tantos sueños han crecido ymuerto al final, de cada día, con cada noche, el frío, el viento, laoscuridad, universo que cada día intento atrapar, convertirlo luego enrealidad, encerrarlo en esta botella, arrojarlo al inmenso mar, para dealguna forma extraña, abstracta, tus manos poder alcanzar…Cuantas cosas quisiera decirte y sin embargo no puedo decirte nada, noes que no tenga las palabras, no es que las palabras estén prohibidas, essólo el tiempo mi barrera y quizás la estupidez de aquello que nos dicen

como debe y tiene que ser, pero el tiempo se acaba, y más pronto de loque creemos, todas las islas que construimos desaparecen, se nosescapan, tan fácilmente que no nos damos cuenta nos convertimos ennuestros propios mensajes y dentro de una botella terminamos, a laderiva, esperando alguien que nos sepa valorar, en el extenso mar, ilusomar, parece mentira ser tan poco en medio de tanta inmensidad.Desde aquí adentro las cosas parecen, y efectivamente, se vendiferentes, ya no es el mar el límite sino el camino, la isla se aleja y mi


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alma en la botella va a tu encuentro, la botella en el mar, el mar en elmundo, en el universo, en el infinito, ser parte de un todo nos quita

singularidad, pocos somos especiales, pocos no estamos a favor del bienni del mal, y es ahora la botella el límite que separa mi ser de turealidad...El límite desaparece en tus manos, mi alma escapa con mis palabras entu boca, y ya no pertenezco a nadie, a nadie más que a vos, en tu almaestá la decisión, la respuesta a la pregunta que nunca dejé de preguntar,es tan especial el brillo de esta llama, que poco me importaría, micuerpo quemar… el límite desapareció en tus manos, mi alma escapó entu voz, de mis palabras en tu boca, ya no existe confusión, no hay nadaque temer, mi viaje terminó.


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Sirena

Si tuviera que pintar un cuadro tan sólo con palabras y elegir de missueños tan sólo uno, si pudiera lograr llevar mis labios hasta los tuyos ydecirte al fin lo que provocas en mí, si tuviera que hacer todas estascosas, sólo haría una y con ella haría todas; intentaría entonces pintar elmundo con tu recuerdo, mis palabras se ahogarían en un beso y mi besoen tu boca, escrito estaría el poema en mis manos, lo leería lentamentesusurrándolo en tu oído, mis brazos rozarían tu cintura, me sentiríascerca de tu cuello, mi voz en el viento acariciando tu cuerpo de sirena

revelaría que esta vida es más que un sueño.Cada instante cercana, cada instante lejana, el infinito tiempo queambos vivimos en nuestros mundos pareciera no tener sentido porinjusto, y sin embargo nada es suficiente para alejarnos, las distanciasrecorre mi alma, mi imaginación viaja hasta tus costas y las dibuja en ellienzo de mis ojos; recostado entre el mar y la arena tu cuerpo de sirenabrillando bajo el sol en lejanas playas, puedo verte libre y feliz, puedosentirte cercana cada instante en mi imaginación, tu cuerpo desnudo, tupelo mojado cubriendo en parte tu pecho, el profundo mar que separalos continentes intenta perturbar la paz pero no lo logra, ya mis manos

encuentran las tuyas, ya mi boca tu boca.Tras la simpleza del contorno de nuestros cuerpos, que se dibuja entreun mar imaginario, la playa y el atardecer, se esconde un complicadosueño no soñado, no vivido, no sentido… suele ser la imaginación tanexacta en su trabajo de traernos alegría, con la ayuda de las musas pintalos colores de tu figura tan cerca de los colores de la mía, que se fundenluego tan sólo en uno, tan sólo un fuego, en tus ojos y en los míos,mismo que se alimenta de la pasión, de la excitación, que se agota luegoen el final, cuando debas partir a tu reino del mar… y se aleje la ternurade tus palabras con tu figura de mi sueño.

Pasará el tiempo no perdido, llegará la noche en tu tierra, tanto mástarde que en la mía, llegaran las estrellas y la luna a iluminar en la playanuestros cuerpos, nuestro encuentro, encuentro misterioso, abstracto,inesperado, como todo lo que suele ser mejor, y es también por esoespecial, el reflejo de la luna sobre el mar nos cuenta una historiasucedida mucho tiempo atrás, cuando aún nuestras almas ni siquierasospechaban que nos pudiéramos llegar a encontrar, en otra vida quizáfuiste mía, quizás fui tuyo, no siempre alcanza una vida para juntar dos


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almas que se buscan, cuenta la luna también de las estrellas, que su luzes el reflejo de otra estrella, que habita en tu alma, en tus ojos, en esos

ojos que imagino cuando te imagino cerca.Aparentemente insensata, la salida suele esconderse detrás de unasombra o en un espejo, sin más tiempo que el que cada día tengo, sinmás espacio que el que puedo ocupar me muevo, y con mi movimientome acerco y me alejo, en sentido circular, como la vida; centrípeta yelíptica forma del desconcierto que ocultas a mi ser tu luz conoscuridades, mis palabras con ruido, mi tiempo en la eternidad, miespacio en el infinito para finalmente dejarme como siempre solitario,con la angustia de la respuesta que no encuentra su pregunta, pero conel placer de saber que existe, que existes… lejana sirena no estás tan

distante si tus palabras llegan a mis oídos.


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Mensajes para una ilusión sin alas

Crecimos juntos, ahora tan lejanos, desde chicos tropezando con lasmismas cosas, aprendiendo a aprender cada día, todos los días y más,pero todos tenemos un camino particular y no podía ser diferente paranosotros... sobre todo cuando somos tan diferentes justamente poraquello en lo que más nos parecemos; en nuestras máscaras... resultaque las máscaras que utilizamos, para esconder nuestra identidad odefendernos, tienen más rasgos nuestros que nuestras propias caras.Recuerdo el momento exacto en que la filosa punta de aquella espina

lastimó su mano lastimando la mía, la bella flor que une, el tallo queenseña y separa lo que en la vida no se debiera separar... todo eso quellaman amor, y recuerdo me dijiste; - le escribí esto – y me mostraste elpapel con quizás menos vergüenza de la que tuve yo al leerlo, decía:“Esperaría tantas cosas, tantas que ya no espero nada... y sin embargoespero tu respuesta, creerás que estoy loca, que busco algo aparentandono buscar nada, que espero cosas que no estoy dispuesta a darte, sinembargo no es así... sin embargo puede que esté lejos de la cordura,nada de lo que encuentro suele ser lo que busco, sobre todo cuando nosé bien que es lo que trato de encontrar.

Ajustando viejos nudos para que las velas no se pierdan en medio deesta tormenta, tantas veces dejé libres los vientos, esos que ahoraregresan por mí, pero no saben es tarde... atada estoy con la triste sogadel destino, siempre es tarde para el que no aprovecha la oportunidad.Ahora que estás lejos, todo es diferente, todo es igual, las máscaras, losdías, y todo tan desteñido por un tiempo que no cesa de transcurrirmuy a pesar mío, muy a pesar de todo... desde que aprendiste a callar,las palabras que más me duelen son tus silencios; la distancia que dilatael tiempo en tu ausencia, y mi sueño que triste evoca un viejo recuerdo;la ilusión de mi alma de llegar a tu cielo… en vano he luchado por

escapar de este infierno, de perder lo que quiero, lo que aun no poseo,siempre creando alegres cuadros para tristes ciegos.Desde que aprendiste a olvidar, tan sólo en mí habita el recuerdo, laesperanza de lograr escapar de este sueño, encontrarte en mis brazosdulce estrella que mis pasos guías, en esta noche que perdida, mi almabusca en la tristeza… la alegría.”Pero a pesar de tus cartas, o por culpa de ellas, las espinas no dejaron delastimarnos... sin embargo de sus ojos no brotaban lágrimas, su tristeza


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era interior, no exteriorizó casi nunca sus sentimientos, pero ahora erahora de callar, su cuerpo inundado por tanta lágrima derramada

interiormente, se entregó como siempre a los recuerdos que habitan ensus sueños, absurda e incontenible fuerza, de forma incierta, abstracta,inútil esperanza que se pierde siempre primero.Entonces supo crearse una especie de coraza, un escudo, que permitíaque todo fuera rechazado, con el tiempo ese escudo se fue puliendo y alfinal las cosas resbalaban alrededor de ella y seguían su camino sinsiquiera tocarla o molestarla de ninguna forma, pero un día reconoció eldolor de las espinas, alguien logró dejarla desnuda e indefensa, sin alasde tanto amar, ahora ya no puede defenderse del viento ni de lalluvia… de nadie, de nada, entonces cada cosa y cada ser que pasa a su

lado, le quita una cierta minúscula parte de sí misma, finalmente un díano será nadie, no será nada... ¿o debería quizás decir?... serásimplemente nada.Aquel primer dolor me dejó cierta tristeza entrañable, luz de mis ojosque te alcanza y trata de atraparte, más y más palabras elegidassolamente para conseguir lo que mi alma desea, atraerte y llevarte, perosé que no quieres o no puedes dejar atrás tus recuerdos para una nuevavida imaginar y crear así nuevos recuerdos para olvidar, desengañosvoy juntando por el camino de mi vida, los bolsillos llenos ya nosoportan más, vacío de esperanzas, en cada vuelta eres más difícil de

alcanzar, y se cierran las puertas de mi alma, y tiras la llave muy lejos,este dolor me deja, como aquel otro; cierta tristeza entrañable que estoyaprendiendo a odiar.Sí, crecimos juntos, ahora tan lejanos, nos tocó por esas cosas de la vidaestar así, quizás más lejos de lo que queremos, al menos en esemomento, estar así, en una carta le decía más o menos esto;“Siempre se encuentra en mi lista de cosas para volver a buscar… laesperanza, como mis sueños, y vos… y no hablo de tus ojos, ni de tuvoz, ni de tus cabellos, ni de aquellas parcialidades que conforman tuser… hablo de vos, existen detalles que en las demás sobran o faltan,que simplemente no encajan, sin embargo, en vos la suma de cadadetalle es esencial, eres precisa, exacta, como hecha para mí, me niego aperderte, no antes de encontrarte y tenerte, entonces te busco… una vezmás.Espero con estas; mis palabras, llevar un poco de mí hacia la distancia,hacia tu entendimiento, que me conozcas por lo que soy y no solamentepor lo que digo, pareciera una contradicción y sin embargo no todas lascosas son lo que parecen, quizás la vida no sea buena por lo injusta,


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pero dicen y resulta tan evidente que el amor y el odio nacen juntos, yque suelen contagiarse con el tiempo, con cierta estúpida forma de

cambiar, que los años hacen de lo que nos gustaba algo viejo y sinsentido, entonces yo me aferro con todas mis fuerzas a lo que sientocomo mío, a mi reflejo, a esa máscara que veo en el espejo cada día, aese que también soy yo.Casi todas las cosas que me rodean suelen teñirse de cierta tristeza, conla cual infinitamente lucho y eternamente trato de resistir, al poner mivida en la balanza descubro casi sin sorpresa que más de lo que quierotengo, que más de lo que necesito se encuentra lejos, por suerte supeencontrar una luz en el alma, una luz que me alumbra cuando todo esoscuridad, esa luz... nace de ti.”

Finalmente un día llegó la respuesta, me dijo como quien no le habla anadie, hablando para sí misma, sin mirarme (ahora sé que no podíahacerlo) ya que sus ojos estaban designados a mirar y ver en otradirección, al menos en ese momento;- A veces me odio a mí misma, ¿nunca se te cruzó por la mente la ideade terminar?, ayer pensé en morir, estoy segura que podría haberlohecho y sin embargo me di una nueva oportunidad, hoy he vuelto arenacer, tan fácil como caigo me vuelvo a poner de pie, nunca fue tanfácil volver a empezar, voy a darme otra oportunidad de amar; ¿sepuede aprender a amar?… quizás, ¿o es el amor fugaz, pasajero de

nuestra alma que recorre un camino y se aleja después, así sin sentido,para confundirnos más? -Y la respuesta fue clara, transparente, nunca el final estuvo tan cerca,pero el final es también la meta y a ella queremos llegar, alcanzar almenos por un segundo ese límite último, ese tocar fondo que pudeexperimentar, de la contestación y el significado, de la respuestarenacer, nueva oportunidad me doy y te das, limpia alma para volver aensuciar, ¿cuantas veces intentar para lograr entender, y así quizá,aprender a amar?, si dolor es lo que se busca dolor se encontrará, aveces me siento tan bien sintiéndome tan mal, especie de aceptación, ode resignación mejor, en este final, en este momento……tengo el deber de decirte, en extrañas palabras sin sentido, amiga míatanto tiempo compartimos, mueren en silencio mis musas, sólooscuridad desde que te has ido…...si pudiera tener el placer de tenerte, sería por completo feliz, te dirétan sólo una cosa; ahora sé que puedo vivir sin vos, pero que sentidotendría hacerlo.


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Una madre entre la madres... como cualquier otra;

- llamame cuando llegues – me dijo, como me decía cada una de lasveces en que me tocaba viajar.- Por supuesto mamá – claro que va a ser difícil, tengo tan poco tiempo,muchisimas cosas que hacer, y aunque tuviera tiempo... pero bueno, asíes ella, sabe que no la voy a llamar y de todas formas me lo dice, me lorecuerda.- cuidate del frío, dos pares de medias y una camiseta gruesa sonsuficientes para evitar un resfriado -

- si mamá – ahora viene la peor parte, lo de la comida, eso de cuidarse,y las lágrimas que nunca puede evitar en ninguna despedida, hay vieja,te quiero tanto.- y por favor, come bien, desayuno, almuerzo, merienda y cena,siempre, aunque no tengas hambre... y sobre todo; cuidate hijo, cuidatemucho... y... -- ya sé mamá; “llamame cuando llegues” -- ...llamame cuando llegues – dijo, como siempre, los ojos brillosos y susbrazos en alto saludándome desde el andén, sus lágrimas que adivinoaun sin poder verlas desde mi ventanilla, el tren que arranca y mamá

una vez más regresa a casa, como cada una de las veces en que metocaba viajar.

Y claro vieja que te llamaría, tan sólo si pudiera hacerlo, claro vieja noes que me olvide, es para mí tan obvio que no puedo, pero vos viejitamía, me lo decís cada vez que venís a la estación, a despedirme, siemprecon la idea de decirme aquello que no me dijiste, pero claro, como ibas aimaginar, y ahora venís, y me despedís una y otra vez, y yo te hablopero no me escuchas, vos sos de alguna forma feliz recordando aquelmomento, reviviendo aquella última despedida.

Vieja quisiera que sepas que cuando escuché la explosión, cuando elbarco quedó a obscuras, cuando supe que ese era el fin, lo único que mepreocupaba era no volver a verte, no volver a escuchar tu voz...

- llamame cuando llegues – dijo mamá otra vez...- sí, claro que quisiera haber llegado, haber vuelto, haberte llamado, -- ...cuidate del frío... -- poder abrasarte, -


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- ...come bien... -- poder decirte vieja, -

- ...y cuidate. -- gracias por cuidarme, y por cuidar mi recuerdo como nadie, pormantenerme vivo en tu memoria, y lograr con tu presencia que otroshagan memoria, para que nunca más volvamos a equivocarnos... porcuidarnos a todos... madre… poder decirte; te quiero tanto. -


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En medio de los árboles

Desde detrás, sobre y en medio de los árboles la veo, la observomoviéndose por la casa, por la habitación, ¿quién soy, qué hago aquí?,bueno; en las palabras de ella misma, soy simplemente único, quedenoto cierta esperanza, que mi presencia abstracta hace que todo a mialrededor sea demasiado real, y que nada puede ser comparado ya quepertenezco a una categoría especial de la cual soy el único exponente…claro que repito que esas fueron sus palabras, que no se piense que yome creo tan importante, es más, en realidad creo que no soy ni siquiera

la sombra de todo aquello que sus palabras indicaron. La veo, laobservo yendo y viniendo por la casa, y sospecho que ella no se percatade mi presencia, anda así, sin pudor desnuda al salir del baño y alacostarse o cambiarse para salir, y mi sospecha se transforma en certezacuando ella trae frente a mis ojos a otros hombres, y se acuestan en lacama y hacen el amor mientras yo los miro y los veo desde aquí,entonces es claro que se olvidó de mí, que no me ve o que simplementeignora mi presencia.Pasan los días y cada vez la veo más bella, quizá su indiferencia, esemisterio que nunca descubrí en aquellos ojos, en aquella mirada que

escondía un pensamiento, mientras me observaba durante un largotiempo, que fue sin embargo un instante por ser tan corto, al menospara mí que hubiera querido prolongar ese momento por unaeternidad, y tenerla así por siempre, sus ojos, mirándome, y laposibilidad de descubrir algún día aquel pensamiento… y desde queme eligió, cada día la veo más bella, pero ella pareciera que olvidóhaberme elegido, olvidándome.Trabajaba construyendo cuadros, sabía mejor que nadie que pintar noes sólo pintar, pintar un cuadro es construir desde ese terreno vacío quees, una tela, un lienzo en blanco, detalle tras detalle, color sobre color,

una imagen única y especial que se modifica mientras se construye,siempre diferente a todo modelo real o imaginado, ya que, siempreexiste en mis obras la particularidad del constructor, dejando en cadapincelada una parte de mí.La conocí en una exposición, ella hablaba con alguien, hablaba de mí,abiertamente empezó criticándome, luego dijo descubrir algo especialen algunas de mis obras, mi vergüenza me impidió hablarle... y luegolas cosas que suelen pasar entre un hombre y una mujer que


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simplemente se atraen, en mi taller, en su casa, en mi taller y en su casa,y en mi taller una nueva construcción dedicada e inspirada por ella se

me antojaba cada día interminable, algún detalle sobraba o faltaba y nome podía concentrar en otras cosas, buscando como estaba, laculminación de aquel trabajo.Pero ahora es siempre lo mismo, la veo, la observo paseándoseimpúdicamente por la casa, de todas las formas imaginables, sola yacompañada, como si yo no existiera, aquí detrás, sobre y en medio delos árboles.Un día llegó a mi taller, estaba extraña como ausente, entró sinmirarme, se movía por el cuarto, de pintura en pintura, observando, sinmirarme, como si el ausente fuera yo, de pronto fijó sus ojos en mí, se

acercó como si fuera a besarme... cerré mis ojos. Al abrirlosnuevamente, estaba aquí, quisiera moverme y acercarme hasta ella,abrasarla, besarla y decirle mil y una cosas que no le dije, pero nopuedo hacerlo, desde detrás, sobre y en medio de los árbolesperfectamente construidos de mi pintura, perfectos casi reales,mirándola moverse por la casa, por este cuarto. Pasan los días y cadadía la veo más bella, pero ella pareciera haberse olvidado de mí, creoque es una injusticia, sobre todo cuando para lograr, el color, exacto eimaginado en mi mente, que debía tener el sol abstracto, en aquellaconstrucción, que ella inspiró, y que le iba a dar el mismo día en que

llegó así, ausente... para lograrlo; el color, el sol, abstracto, circular,giratorio, centrifugo, eterna espiral de pinceles en el lienzo, el color; lasangre, mi propia sangre.


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Relato de un Escritor

Pensaba escribir un cuento, cuando descubrí escondida en la tinta, enlos trazos que descansaban sobre la hoja para siempre; la primer letrade tu nombre, y fue entonces que nació nuevamente la imagen de unrecuerdo cambiante, con la nueva forma que le da el tiempo, ladistancia o mi imaginación que nunca dejó de verte crecer y cambiar, apesar de no volverte a ver, desde aquella tarde, desde que mis manos sesienten tan frías, desde que no encuentran en la tuyas (sólo en las tuyas)el calor que supieron encontrar (sólo en las tuyas), desde que me resulta

imposible olvidar este recuerdo cambiante o escribir sin escribirte.El placer del más puro amor en la escena que guardo en mi mente; lamirada, su mirada, el brillo especial en sus cabellos, nuestras manos;unidas, entrelazados nuestros dedos, y nosotros caminando… entoncesla felicidad era eso; caminar de la mano, y nos gustaba tanto llamarnosnovios, resultaba tan importante, tan especial, tan seriamentecomprometidos, nuestras manos, su sonrisa, yo sabía que debajo de losguardapolvos dos corazones latían fuertemente emocionados, unidos osincronizados, caminábamos sobre nubes, vivíamos en un paraíso

particular y nos gustaba llamarnos novios… la felicidad era eso y nuncavolví a sentirme así.

Pero nuestros planes no entendían de tiempos y todo era vivir en esepresente rápido y simultaneo en que decidíamos ir a sentarnos en labase de piedra rectangular en cuyo centro se alzaba el mástil, ver labandera ondear al viento y las nubes por detrás tomando la forma demil formas, que para ella era un caballo o un conejo y para mí un perro,un soldado o un avión, o cuando después de robarnos una tiza delpupitre de la maestra ya sabíamos que en el recreo dibujaríamos un

corazón en el piso del patio con nuestras iniciales dentro, como si de esaforma nadie pudiera descubrirnos, cuando ya todos lo sabían, peronosotros no podíamos darnos cuenta, y no nos importaba en realidaddarnos cuenta de nada, salvo de la tristeza de uno o del otro con sólomirarnos a los ojos y tomarnos de las manos…

Fue entonces que un día, uno de tantos que fueron muchos pero quenunca hubieran sido demasiados ni suficientes, cuando cierta tristeza


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profunda y especial me hizo dar cuenta que no se trataba de la pérdidade un lápiz de color, ni de una mala nota, ni siquiera la muerte de otro

de sus peces… supe que algo amenazaba ese presente feliz en el quevivíamos, supe que no nos era posible decidir sobre nuestros destinos,quise ser fuerte y no llorar, para que ella (vos) pudiera (pudieras) hacerlo mismo, y no pude, nuestras manos se apretaron más fuerte quenunca, no podíamos mirarnos a los ojos, fue entonces que prometimosbuscarnos algún día, y encontrar al fin en una nube la misma imagen…el uno y el otro… la misma imagen algún día… ya que aquella era laúltima tarde, el último recreo, que en aquel patio nos vieron juntos…las nubes.

Al saber que nuevamente iba a escribirte, dejé el papel casi como lohabía encontrado, casi en blanco, con la salvedad de una letra; laprimera de tu nombre, y sabía de antemano todo aquello que te hubieraescrito de haber continuado, que en nada se parecerían a un cuento mispalabras, y que la nueva carta dormiría mi propia agonía en la espera,

junto a otras como ella, dentro del primer cajón del escritorio;esperando.

La pensión de prestado forma parte de este mundo al cual no me ato,las ciudades cambian (de un tiempo a esta parte me vivo mudando)

pero todas las ciudades son iguales en tu ausencia, y no encuentromáscara alguna que pueda ocultar mi llanto, esta tristeza de la quenadie pareciera darse cuenta.

En la inútil esperanza de distraer mi mente por un instante de turecuerdo, me escapo por las calles a rodearme de verde y buscar en laplaza un banco... sentado, perdido, yo no pertenezco, no me sientoparte del juego, del juego que unos niños parecen estar jugando y en elcual yo soy parte... sin serlo... una nube cruza el cielo, - es un caballo –pienso, - es un caballo – dice la niña que toma mi mano, mis frías manosque encuentran el calor.


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Índice

Alma dentro de una botella ________________________________________ 5

Sirena___________________________________________________________ 7

Mensajes para una ilusión sin alas __________________________________ 9

Una madre entre la madres... como cualquier otra; ___________________ 12

En medio de los árboles __________________________________________ 14

Relato de un Escritor_____________________________________________16


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Gráfico de Walter Ghenzi Ediciones Digitales Alan5_RG Sistemas

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