Seminario Altruismo
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Altruismo, moral y religión. Orígenes.
Seminario de antropología. Palma, UIB, 2012-2013
Maria Antònia Bosch Cerdà, (Documentación, hipótesis a discutir)
Victoria Martín Garrido, (Documentación, antecedentes)
Marcos Sáez Gracía, (Documentación, conclusiones)
Josep Fortuny Pou, (Documentación, redacción de este escrito)
Alumnos de grado de filosofía.
“La ciencia es minuciosa, y exigente con aquel que pretende abordarla. Las consideraciones
generales sólo valen un momento, rápidamente hay que entrar en detalles. Al tocar un tema con
cierta profundidad, el científico empieza recordando elementales cuestiones, al principio
consideradas obvias, mas unos minutos después la pizarra o la pantalla se llenan de esotéricas
figuras que derrotan al no suficiente iniciado, al que no realizó las necesarias mediaciones”.
(GOMEZ PIN, 2013).
Es evidente, los miembros de este grupo, no hemos realizado todavía las “mediaciones” hacia la
antropología, una ciencia sin duda, en la cual las “consideraciones generales” sólo tienen sentido
como punto de partida. Por tanto, es obligatorio aclarar una obviedad: somos conscientes de que
nuestro trabajo es una aproximación teórica a la materia, que puede servir como un primer
acercamiento incompleto, a la vez que requiere de un estudio y un aprendizaje mucho más
prologados y profundos. Por encima de todo, es de agradecer el interés que nos ha generado este
ejercicio de estudio. La investigación y las conclusiones, acerca del origen y la evolución de las
aptitudes simbólicas, consideradas propias, de nuestra especie, guardan una estrecha relación con
las principales cuestiones tradicionales y con las nuevas perspectivas de la filosofía. Con la
antropología se amplían los horizontes a la curiosidad y, más importante aún, se implementan
nuevas herramientas de conocimiento.
• Cuestión a tratar
LA CONDUCTA SIMBÓLICA EN EL MUSTERIENSE Y EL MSA.
Estudio, a partir de un modelo psicobiológico, sobre el comportamiento simbólico humano, desde
su origen hasta su plena manifestación con las características actuales. Aplicado a las conductas
funerarias y a la antropofagia, (como forma de eliminación de los cadáveres), durante el Paleolítico
Medio de Europa, del Próximo Oriente y el MSA de Sudáfrica, para valorar la intencionalidad de
los enterramientos, junto con el posible simbolismo asociado a ellos.
RIVERA ARRIZABALAGA, Ángel. (2010). "Conducta simbólica. La muerte en el Musteriense Y MSA". Universidad de
Salamanca. Zephyrus, LXV.
• Antecedentes. El contexto del estudio
Ante todo una sucinta definición orientativa de los tres términos a los que hace referencia el título
de este seminario.
Altruismo, en etología1 y biología evolutiva2, es el patrón de comportamiento animal en el cual
un individuo protege y beneficia a otros miembros del grupo y viceversa.
Un individuo o grupo puede sacrificar incluso su propia supervivencia por proteger la de los
demás, aunque siempre se suele añadir el hecho de que entre los miembros de ese grupo ha de
hallarse algún miembro que comparta parte de sus mismos genes. Esta sería una manera de asegurar
la continuidad de su información genética. Pero esta teoría resulta insuficiente para explicar las
conductas altruistas que se desarrollan hacia individuos no emparentados con los que no se
comparte información genética. En estos casos, la conducta altruista se lleva a cabo cuando el
individuo espera de alguna forma ser recompensado por el beneficiado o por algún, (o algunos),
otro/s miembro/s del grupo.
Por último, algunas conductas altruistas pueden ser el resultado de la necesidad del individuo de
sentirse aceptado por el grupo, (por sentirse partícipe dentro de él), o aceptado por otro individuo,
con lo cual indirectamente también obtiene un beneficio.
Esta acepción fue propuesta por científicos que exploraban las razones por las que podría haber
evolucionado el comportamiento “no egoísta”. Se aplica no sólo a las personas (altruismo
psicológico), sino también a animales e incluso a plantas.
Como ejemplo improvisado, valga esta noticia recogida en la prensa diaria reciente: «Los
bonobos comparten voluntariamente la comida e incluso renuncian a sus propios alimentos por un
extraño, pero sólo si el receptor les ofrece a cambio interacción social, según un estudio publicado
por Jingzhi Tan y Brian Hare, de la Universidad de Duke (EEUU), en la revista Plos One»,
(Público, EUROPA PRESS MADRID 03/01/2013)
Una interpretación más coherente con la ortodoxia darwiniana y contraria o complementaria a la
anteriormente expuesta, propone una concepción que entiende la evolución considerando el bien del
individuo (gen), y no el de la especie, como factor capital. La selección natural es aquella que se
concibe como selección de genes (egoísmo), y no como selección de grupos (altruismo entre
1 Estudio de las características conductuales distintivas de un grupo determinado de seres vivos y cómo éstas evolucionan para la supervivencia del mismo. (http://es.wikipedia.org/)2 La biología evolutiva estudia las causas últimas del origen y diferenciación de las especies o, en términos más generales, de cualquier sistema biológico con capacidad de reproducción, herencia y variación entre generaciones. (Sociedad Española de Biología Evolutiva - www.sesbe.org/)
individuos). Existe una ley fundamental denominada “egoísmo de los genes”3 que explica tanto el
altruismo como el egoísmo individual desde el punto de vista genético.
La moralidad, entendida como una serie de conductas relacionadas entre sí con respecto a los
demás (iguales en el grupo), se podría afirmar que promueve y regula la interacción social. Cabe
pensar que entre los grupos de homínidos que vivieron durante el Paleolítico medio, existió algún
tipo de organización, (incluso jerárquica), que implicó una división de tareas, cooperación para
cazar y defender los alimentos, el territorio y a las crías. En la correcta aplicación y práctica de tales
conductas podría estar, incluso en los niveles de desarrollo cognitivo más primitivos, el origen de la
moral (en tanto que sentido del bien y el mal o lo correcto e incorrecto).
En cuanto a la religión, (como simbolismo trascendente), del texto de Rivera se deduce que no
poseemos un criterio unívoco para considerar que, dada una determinada manifestación cultural, (y
el enterramiento y el culto a los muertos parecen las más primitivas manifestaciones culturales) no
se puede afirmar categóricamente que posea un carácter religioso.
Estamos ante la que muchos consideran la principal característica de la conducta humana: el
simbolismo. La capacidad de relacionar las abstracciones e ideas desarrolladas o aprendidas con
símbolos, los cuales pueden ser muy variados: sonidos y gestos (lenguaje), objetos (elementos
simbólicos) o conductas (usos, costumbres), (RIVERA, 2010). Tradicionalmente, esta capacidad se
ha considerado como la que nos define como especie única, distinta de las demás especies que
pueblan el planeta. Las implicaciones históricas, filosóficas y religiosas de esta creencia son obvias
e inabarcables, luego no es de extrañar el interés que despierta en todos los ámbitos, y en especial
en el de la antropología, la cuestión de cuando, como, porqué y entre quién o quienes surgió tal
proceso cognitivo.
Concretamente el contexto de estudio que abarca el texto propuesto se sitúa en el Paleolítico
Medio de Europa, del Próximo Oriente y del MSA de Sudáfrica y en las pretendidas conductas
funerarias, vinculadas a sus yacimientos. Los que se han podido conocer hasta ahora.
En cuanto al “contexto metodológico” podríamos decir que el análisis de Rivera, (2010), se
inscribe en un marco interpretativo elaborado en los últimos 20 años muy distinto del que era
hegemónico hasta entonces, basado en el paradigma darwinista y neodarwinista tradicionales y la
hipótesis evolutiva monofilética unilineal. Se trata de un modelo hoy predominante en el ámbito
anglosajón basado en la contrastación de los datos, con lo cual estos son susceptibles de
comprobación y falsación. Se sigue una doble vía: estrictamente arqueológica, por una parte y
antropológica y etnoarqueológica por otra. Su intención es desmitificar algunas de las lecturas
precipitadas y reconstrucciones erróneas que se habrían hecho de las formas de vida del pasado, y
3 DAWKINS, Richard. (1976). El gen egoísta. Barcelona, Salvat ciencia.
más importante es, denunciar la posible manipulación de algunas “agendas políticas” actuales,
(DOMÍNGUEZ-RODRIGO, 2002).
• Hipótesis a discutir
Diferencias entre las culturas de neandertales y HAM. Posibilidad de que el simbolismo humano, tal
como lo conocemos, se originara entre los HAM del África meridional durante el MSA.
Antecedentes de hipótesis similares
Un ejemplo importante de los antecedentes, en lo que se refiere a hipótesis de posible socialización
y altruismo entre una especie, (Homo heidelbergensis), anterior a las mencionadas aquí, podría ser
el hallazgo de la de una pelvis y parte del tronco, (conocida como Elvis el viejo), en la Sima de los
huesos de Atapuerca. Se trata de un espécimen de 500.000 años BP, que sufría un cierto grado de
minusvalía locomotriz. “La supervivencia de este individuo puede interpretarse como un indicio del
cuidado social dispensado en el pasado remoto a los mayores del grupo”, (BONMATI et al., 2010).
El “cuidado social” implica un grado de conciencia que puede resultar el punto de partida para
un posible simbolismo. Al parecer “Elvis” superaba los 45 años de edad. En el registro fósil
humano anterior a los neandertales (que habitaron Europa y el Próximo Oriente entre los
120/30.000 BP), no existe aún, ningún otro resto fósil del esqueleto que pertenezca a un individuo
tan mayor. “No podemos descartar que Elvis fuese ayudado por parte del grupo social al que
pertenecía. Este espíritu altruista puede tener sentido en un momento en el que la experiencia de los
mayores suponía ciertas ventajas para la cohesión del grupo y para aumentar sus probabilidades de
supervivencia. En todo caso, debemos ser cautos, pues se sabe que existen primates que han
sobrevivido en la naturaleza con graves discapacidades permanentes”, (BONMATI et al. 2010).
Mucho después entre los neandertales existen innumerables indicios de posibles cuidados sociales:
muchos de ellos sobrevivieron a pesar de haber sufrido fracturas de huesos, amputaciones,
enfermedades infecciosas o degenerativas.
Discusión teórica de los fundamentos de la hipótesis
Es evidente que en algún momento y en algún lugar, o en algunos momentos o algunos lugares,
surgieron entre los homínidos, a partir de un cierto desarrollo cognitivo, los rasgos emotivos,
sociales y/o simbólicos. Dice Rivera, (2010): “El simbolismo no es un todo o nada, sino un
complejo proceso que caracteriza la conducta humana y su desarrollo pasa por diversas fases de
acumulación cognitiva y cultural (continuum). Su evolución es claramente heterogénea en las
poblaciones que inician su particular conducta simbólica, aunque todas ellas dentro de los limites
del estructuralismo funcional4. Existen diversos estadios intermedios de muy difícil explicación que
4 Los elementos de una determinada estructura social son interdependientes entre sí. Una variación de alguno de ellos, repercute en los demás. (http://es.wikipedia.org/)
se escapan a nuestro raciocinio, al no tener datos que nos indiquen sus características”. Su estudio
se basa escrupulosamente en los datos que aportan los yacimientos en los que se han encontrado
enterramientos del Paleolítico medio. Son los primeros enterramientos que aportan suficiente
información como para poder hablar de intencionalidad en las inhumaciones.
Pero según estos mismos datos no parece que las actitudes ante la muerte fuesen las mismas
entre los Neandertales que entre los llamados HAM, (Hombres anatómicamente modernos).
A partir del análisis de la cronología, el sexo, la edad, la patología, los elementos asociados a los
enterramientos y las características sociales de estos, Rivera, (2010), elabora una tabla comparativa
entre ambas culturas en la que quedan patentes las muchas diferencias, así como las escasas
coincidencias. De un total que oscila, dependiendo de los diferentes autores, ente las 45 y las 60
inhumaciones y distinguiendo entre ciertas, probables y posibles se aprecia que los enterramientos
entre los HAM son menos frecuentes. Mientras que, entre los neandertales se consideran como
posibles, a partir del tratamiento que recibieron los cadáveres, un total de 11 yacimientos. En África
solo existen tres casos conocidos y los tres son de HAM.
Por otra parte se valoran, siempre sobre la base de los datos arqueológicos, la evolución de la
conducta simbólica y el desarrollo cognitivo.
Nosotros, al trabajar sobre el texto de Rivera, nos aventuramos a especular con la posibilidad de
que la climatología de hace 100.000 años hubiera influido de manera determinante en la conducta
cotidiana de neandertales y HAM. Calculamos, ya digo que de forma intuitiva, que el grado de
adaptación al entorno era más fácil e incitaba a una mayor actividad, en un clima cálido que en uno
frio. En consecuencia el nivel de socialización de las comunidades tenia que ser diferente, mucho
más desarrollado cuanto más cálido y accesible fuese el hábitat.
Nos pareció probable, a partir de una cuestión tan elemental, que se pudieran establecer
importantes diferencias entre la cultura Musteriense y la del Homo sapiens moderno. Pero pronto
descubrimos que la evolución cultural no se puede explicar poniendo el foco en una sola variable de
análisis. Además, a pesar de que se han intentado establecer diferentes modelos de comportamiento
entre ambos grupos de homínidos en función de innovadores estudios acerca de la fauna, de la
industria, e incluso a partir de los propios restos humanos, la interrelación entre humanos modernos
y neandertales sigue estando dominada por asunciones apriorísticas e hipótesis erróneas. (DE LA
TORRE - DOMÍNGUEZ-RODRIGO, 2001).
Veamos, a modo de ejemplo, un par de tales hipótesis erróneas, y como se han revisado y puesto
en duda:
– A partir del análisis de los contenidos de isótopos de restos de neandertales, para reconstruir
dietas y paleoecología, saltó hace poco la sorpresa. “En un momento en el que se
cuestionaba si el neandertal era carroñero (y por lo tanto, tenía acceso a escasos despojos) o
cazador, resulta que los isótopos de sus huesos demostraban que tuvieron una dieta
especializada y basada casi exclusivamente en la carne. Mientras que los cazadores
recolectores incluyen la carne en sus dietas en porcentajes variables (de un 20% en
poblaciones tropicales a un 60% en poblaciones árticas), los neandertales tenían una dieta
con porcentajes de consumo cárnico posiblemente superiores al 90%; de hecho eran
difícilmente distinguibles de los datos isotópicos que se obtienen cuando se analizan leones.
Este carnivorismo, en un medio subártico como el que predominó en buena parte de Europa
durante la eclosión de los neandertales, con escasos productos vegetales que fuesen
recolectables, nos devuelve no sólo una imagen del neandertal como cazador, sino como un
cazador de presas peligrosas y de gran tamaño, por lo cual, su conducta e inteligencias
debieron ser más complejas de que lo que se venía aceptando”, (DOMÍNGUEZ-RODRIGO,
2002). No parecen, pues, tan alejadas las capacidades de los neandertales de las de los
HAM.
– Otro ejemplo: existe un debate académico sobre la autoría de los adornos del
Châtelperroniense (cultura del Paleolítico superior), colgantes de hueso y diente en su mayor
parte, y que corresponden, sin lugar a dudas, a los neandertales. Esto se cuestiona por el
hecho de que ambas culturas se solaparan en el tiempo hace unos 42.000 años.
Las conchas marinas halladas en la Cueva de los Aviones (Cartagena) y Cueva Antón
(Mula), (50.000 BP), desmienten la idea de que neandertales fueron meros imitadores sin
entendimiento del hombre moderno, o incluso de que pudieran utilizar piezas de adorno
halladas en yacimientos abandonados por éstos. Estas conchas, de diferentes especies han
sido objeto de un amplio estudio internacional y multidisciplinar. Se ha demostrado que los
neandertales recogieron y seleccionaron de la costa conchas de animales muertos perforadas
de forma natural. Estas conchas, pintadas de rojo o naranja, fueron trasladadas de la costa a
los yacimientos, (distancias de hasta 60 km.) En algunos casos se trataba de ejemplares
seleccionados más por el tamaño de la perforación, para insertar la cuerda, que por el brillo
o color de la concha, ya que esté podía ser renovado mediante pigmentos. El material
estudiado data de 10.000 años antes de que los humanos modernos llegaran a Europa, lo que
no deja lugar a interpretaciones de tipo imitación o aculturación como las que han llegado a
proponerse para los adornos del Châtelperroniense. (ZAPATA, 2010).
El descubrimiento nos devuelve a los neandertales al mundo de lo humano y les confiere la
misma capacidad de comportamiento simbólicamente organizado que la atribuida al hombre
moderno.
En general se afirma que los datos disponibles no permiten establecer modelos diferentes de
comportamiento para humanos modernos y neandertales. En el caso concreto del Próximo Oriente
los estudios tampoco son concluyentes.
En cuanto a las diferencias entre ambas especies se ha comprobado un diferente patrón de
evolución neuroanatómico, sobre la base de minuciosos estudios de diversos cráneos de nuestro
linaje. En el Neandertal existe un desarrollo cerebral definido como arcaico, en el que gran parte del
cambio está basado en un simple crecimiento general. En los HAM tenemos otro modelo, donde
observamos un aumento vertical, dilatación del lóbulo frontal y una relativa reducción de longitud y
anchura del lóbulo occipital. Se produce un aumento alométrico de la forma y superficie de los
lóbulos parietales y posiblemente frontales de nuestra corteza cerebral. Recientemente, en Sidrón
(Asturias) se ha analizado un cráneo, indicando la importante diferencia nauro-anatómica que existe
entre los neandertales y los HAM. A partir de esto Rivera, (2008b), señala que existen criterios de
desarrollo evolutivo y ontogénico diferente y, por tanto, se reafirma la posibilidad de que sean
distintas especies. Pero al mismo tiempo, el diferente desarrollo cerebral existente ente ellas, indica
la posibilidad de unas capacidades cognitivas de configuración parecida, pero no igual.
Así concluye que:
– “Las capacidades cognitivas que pueden producir conductas simbólicas estarían presentes en
los grupos humanos del Musteriense y del MSA, pero sin un medio ambiente adecuado
(influenciado por el desarrollo tecnológico, la sociabilidad, demografía, evolución
lingüística), no se dieron las condiciones necesarias para su desarrollo y manifestación. Es la
explicación del hecho de que los seres humanos tuvieran diferentes desarrollos culturales en
el mismo tiempo y en diferentes lugares (evolución cultural en mosaico).
– El desarrollo cognitivo y su manifestación conductual no tienen porqué ser homogéneos ni
paralelos en los logros tecnológicos, sociales y simbólicos. El registro arqueológico indica
que primero se produjo un avance tecnológico, que favoreció[ el aumento demográfico y, con
posteridad, motivó la producción de elementos simbólicos
– Los dos grupos humanos del momento (neandertales y HAM) son la representación de dos
Humanidades diferentes, cada una de ellas con unas capacidades cognitivas especificas para
su especie, que desde luego hay que intentar describir. No obstante, al tener un indiscutible
origen evolutivo común, y por tanto neurológico, se producirían pequeñas variaciones
(anatómicas y fisiológicas) sobre determinadas áreas cerebrales. Con ello, se apreciarían
diferencias de grado en la funcionalidad cognitiva, no la existencia de capacidades
cognitivas diferentes. Seria la justificación biológica de las diferencias conductuales
existentes entre estas dos poblaciones humanas”, (RIVERA, 2008b).
La existencia de una diferencia anatómica y neurológica entre las dos poblaciones puede
justificar la adquisición evolutiva de desiguales capacidades cognitivas, al menos en las que tengan
un papel fundamental en los procesos culturales.
Se puede considerar que el desarrollo cognitivo y cultural de las dos poblaciones no fue el
mismo. La conducta de los HAM se caracterizó por su progresiva y constante expansión territorial,
el mantenimiento de relaciones lejanas con la consecuente creación de complejas redes sociales,
junto con un desarrollo rápido y generalizado en los aspectos tecnológico, social y simbólico.
Mientras que entre los neandertales se produjo una gran fragmentación cultural, caracterizada por
diversos avances tecnológicos pero con una importante limitación en su desarrollo simbólico.
La consecuencia de estas diferencias cognitivas, supone una diferente capacidad de adaptabilidad
o de respuesta a los cambios climatices, sociales y demográficos del Paleolítico Superior,
constituyendo la causa fundamental de la desaparición de los neandertales en las zonas geográficas
europeas que compartieron con los HAM, (RIVERA, 2008b).
Por su parte, Emiliano Aguirre, (2007), cree que la extinción de los neandertales y el cambio
cultural del Paleolítico Medio al Superior son eventos relacionados, pero que no pueden confundirse
ni simplificarse. Aguirre sostiene que las ventajas de una situación para un grupo animal, o un
grupo humano poco industrializado, dependen de las fuentes de nutrición renovables que lo
sustentan; de la moderación en las máximas y mínimas climáticas y sus oscilaciones (en particular
la nocturna), de la prevención contra predadores… Para estas necesidades de seguridad, y
supervivencia de las poblaciones, se considera necesaria la movilidad de éstas, pues se las supone
cazadoras-colectoras y los recursos para este régimen presentan obviamente vacíos estacionales, y
pueden predecirse agotamientos anuales o periódicos. Plantea la hipótesis de que a pesar del
conocido desarrollo en operatividad de sus individuos, de la capacidad de previsión, (tiempo), y a su
cohesión social; a pesar de su tendencia a permanecer en un área con magnitudes bien percibidas,
(espacio) y a aprovecharla en su beneficio, su desaparición, decimos, pudiera deberse a una
limitación para los desplazamientos costosos que a su vez pudieron ser forzados por graves crisis
ambientales, (AGUIRRE, 2007).
Los últimos fósiles de Neandertal conocidos se hallan en el sur de la Península Ibérica hace
alrededor de 30.000 años, mientras en el resto de Europa los neandertales parece que fueron
sustituidos milenios antes por HAM, incluso en el norte de la Península.
En cuanto al cambio cultural, así como la especie Neandertal es casi exclusiva de Europa con
algunas salidas a zonas de Próximo Oriente, los registros de conjuntos industriales y esquemas
operativos de Paleolítico Medio, (Modo 3), son mundiales, hasta hace poco más de 40.000 BP,
comunes con fósiles de HAM, en África y en Asia.
“Cada vez más, se tiende a distinguir como verdadero Paleolítico Superior, (Modo 4), el que
surge a partir del Solutrense, (Europa Occidental entre 22.000 y 15.000 BP), y a estudiar como
transicionales los conjuntos auriñacienses, (38.000 BP)”, (AGUIRRE, 2007).
Un cambio importante en el desarrollo mental, operativo y social de la especie humana ocurre y
se extiende entre hace más de 40.000 y poco más de 25.000 años, y que en ese tramo de tiempo
decaen hasta extinguirse las poblaciones de neandertales, que no eran totalmente ajenas a este
progreso.
“Queda mucho que estudiar para aclarar estos procesos, y encontrar las causas reales de la
extinción de los neandertales: entre genéticas y sociales” , (AGUIRRE, 2007).
En cuanto al hombre anatómicamente moderno simplemente destacar que llegaron a Europa con
un desarrollo cognitivo desconocido, pues se ignora su origen geográfico concreto y el grado de
simbolismo alcanzado antes de su llegada, (RIVERA, 2008b).
¿Es coherente con los principios de la evolución por selección natural? ¿Es deducible la hipótesis de los datos empíricos
disponibles? Antecedentes de la discusión.
La capacidad cognitiva y la conducta simbólica parecen tener un componente genético muy
importante. Parece ser que la conducta simbólica propició una selección natural genética. Se ha
constatado un aumento del tamaño craneal antropométrico (proporcional a la masa corporal), hace
aproximadamente 2 millones de años. Los datos disponibles en la actualidad llevan a la conclusión
de que cambios estructurales y funcionales del cerebro podrían haber tenido tanta importancia como
el aumento del tamaño de este órgano. Existen algunas evidencias de conducta simbólica a partir de
250.000 BP, pero son muy escasas. La generalización de ésta a partir del Paleolítico Superior quizás
pueda explicarse por un incremento demográfico. Diversos autores, sin embargo, discrepan de dicha
interpretación y sostienen que la emergencia de la conducta simbólica y de la cultura compleja a
que esta dio lugar, no pudo producirse sin un aumento previo de la capacidad cognitiva,
especialmente la habilidad lingüística.
La dependencia de la cultura simbólica implica un incremento en la necesidad de aprendizaje y
acumulo y transmisión de la información. Tales procesos requieren una continua remodelación
sináptica y sinaptogénesis, por lo que cualquier alelo capaz de inducir mejoras en la
neuroplasticidad se habría favorecido por la selección natural. (BUFILL - CARBONELL, 2004).
En un articulo publicado en el 2008 por Ángel Rivera, (2008ª), en el blog de arqueología “Terrae
Antiqvae” se define conducta simbólica como “un proceso basado en las capacidades exaptativas,
(que no son adaptativas y, por tanto, evolucionan originalmente como un rasgo que provee
adaptación a unas determinadas condiciones, y una vez que ya está consolidado –generalmente,
cientos de miles de años después– comienza a ser utilizado y perfeccionado en pos de una nueva
finalidad, en ocasiones no relacionada en absoluto con su "propósito" original)5, capacidades que
emergen gracias a las características culturales, sociales y lingüísticas del medio en el que viven. Si
estas características medioambientales no son las adecuadas, tal desarrollo no se produce o lo haría
de forma anómala. Este es un hecho que tiene lugar tanto en el presente como en el pasado”, Esto
quiere decir, sencillamente, que a pesar de heredar ciertas capacidades por vía genética sólo las
podemos desarrollar en un medio favorable y que la ruptura o el aislamiento de nuestro medio
habitual afecta y cambia tales capacidades.
Si nuestras capacidades cognitivas, y su desarrollo dependen totalmente de las características
culturales del medioambiente siempre hay que tener en cuenta, (esto es clave en todos los procesos
culturales), que este ambiente cultural no ha surgido de la nada, sino que ha sido necesario crearlo,
simbolizarlo, trasmitirlo y mantenerlo, lo cual, según Rivera, ha sido posible dentro de las
sociedades humanas del más temprano paleolítico.
“Hay que pensar que ha sido preciso crear todo, absolutamente todo, empezando por nuestro
propio criterio de individualidad social y personal, (autoconciencia), los conceptos del tiempo y del
espacio, abstracciones que conforman el eje simbólico sobre el que girarán todos los demás
conceptos simbólicos.” (RIVERA, 2008a).
De acuerdo con los datos de que se dispone en la actualidad sobre el Paleolítico medio, podemos
considerar el cultural como un fenómeno emergente, (en proceso de construcción). En el curso del
proceso evolutivo, los homínidos adquieren un nivel de complejidad y desarrollo cerebral tal que
permite la aparición de la conciencia y de la autoconciencia. Permite la elaboración de unos nuevos
patrones, (sistema simbólico), de respuesta frente a los estímulos del medio. Ahí se encuadra el
lenguaje, se integra toda la cultura y el complejo fenomenológico de la religión, (RIVERA, 2010).
• Método. Descripción del procedimiento seguido
La nuestra es una exposición de algunos fundamentos teóricos de la hipótesis propuesta, obtenidos a
partir de la lectura y el análisis de los textos del seminario y de las consultas bibliográficas.
Hemos intentado desarrollar una aproximación simple al origen de la conciencia entre los Homo,
que se basa directamente en la metodología interpretativa de Ángel Rivera y en las conclusiones de
artículos de otros varios autores que tratan la misma, o parecida, cuestión.
Tal como señala Rivera, (2010), se impone un criterio de objetividad respecto de las posibles
explicaciones sin fundamento, en ocasiones muy difíciles de superar, acerca del origen de nuestra
cultura.
5 Fue un concepto usado por primera vez en el artículo “Exaptation: a missing term in the science of form” de Stephen Jay Gould y Elizabeth Vrba, donde trataban de explicar el origen de adaptaciones sumamente complejas a partir de estructuras sencillas sin caer del todo en la idea de la preadaptación que la evolución proporciona. (http://es.wikipedia.org/)
En nuestro grupo de trabajo, tras una lectura conjunta, atenta y cuidadosa del texto, elegimos una
hipótesis entre las que se propusieron y decidimos que cada uno desarrollaría individualmente, por
separado, los fundamentos teóricos de dicha hipótesis para después consensuar, a partir de las
diferentes aportaciones presentadas, una exposición conjunta.
Suscribimos, de común acuerdo y como no podía ser de otra manera, una metodología que
permita conocer las características fundamentales del origen, desarrollo y transmisión, del
simbolismo en nuestra evolución cultural para ubicar sus avances (objetos, conductas, lenguaje y
características de nuestra conducta) en los diferentes periodos de la historia y poder expresar con
mayor precisión tales procesos. Para ello se debe:
1º analizar los objetos o conductas que representan tal simbolismo.
2º conocer los procesos psicobiológicos, sociales, ambientales y demográficos que pudieron
motivarlo.
Rivera sostiene que este estudio debe realizarse por medio de las disciplinas científicas que
traten sobre estos temas: Arqueología, Biología evolutiva, Psicología, Neurología y Sociología,
todas ellas serían la base para la elaboración de una metodología interpretativa del registro
arqueológico denominada “Arqueología Cognitiva”: orientación psicobiológica. (RIVERA, 2003-
2004).
Bases de datos consultadas
Google académico. Dialnet, (dialnet.unirioja.es/). Academia.edu (www.academia.edu/). Revista
Plos One, (www.plosone.org/). Grupo de Investigación Evolución y Cognición Humana (EvoCog),
(evocog.org/). Cindoc, (www.cindoc.csic.es/).
Arqueología cognitiva, blog de Ángel Rivera, (arqueologiacognitiva.blogspot.com.es/).
Para las definiciones y los conceptos más generales: www.wordreference.com/ y wikipedia.org
• Discusión, resultados y conclusiones
Cómo se relacionan los resultados obtenidos con las hipótesis y los antecedentes teóricos. Principales resultados obtenidos en
el trabajo de análisis. En qué medida se ha aportado un nuevo conocimiento
Los resultados, en la mayoría de estudios qué hemos consultado, no son concluyentes. Aportan
hipótesis de trabajo a partir de las que continuar investigando. Parece haber consenso en la
conclusión acerca de la presencia de capacidad cognitiva del Paleolítico Medio y MSA a partir de la
que se generaría la capacidad de desarrollo de una conducta simbólica, y esta conducta resultante
supondría el inicio de la autoconsciencia y de la individualidad.
Pero el simbolismo sólo presentaba un desarrollo “moderno” (esto es anterior y distinto del
“trascendente”, y basado en el lenguaje descriptivo, con una tecnología del Modo 3 y, aisladamente
del Modo 4 y cierta organización espacio-temporal de colectividades más o menos estructuradas y
de mayor complejidad social cuanto mayor densidad demográfica). No hay, en principio, que pensar
en la existencia de un simbolismo moderno ni metafísico, pues se requiere un mayor desarrollo
cognitivo para la aparición de estos conceptos. (RIVERA, 2010).
Al amparo de la “Arqueología Cognitiva” Rivera, (2008b), dice que estamos ante “dos
Humanidades”, similares en muchos aspectos, pero también distintas. Y que “es un error tratar a los
neandertales con los mismos parámetros que juzgamos a los HAM de su época, pues su
comportamiento general, forma de razonar y de relación social siguen patrones cognitivos distintos
a los nuestros”.
En la actualidad todas son hipótesis a demostrar. Con los métodos tradicionales de la
Arqueología es difícil comprender el porqué y el como de la producción de los procesos
relacionados con los conceptos sociales, simbólicos y cognitivos. La apuesta es hacia el modelo
multidisciplinar (biológico y psicológico) para su mejor interpretación. Dice Rivera que es
preferible una “certeza aceptable” a una “hipótesis de trabajo de difícil comprobación”, (RIVERA,
2008b)
Por último una conclusión, un tanto de Perogrullo, de nuestra hipótesis explicaría que es el
hombre anatómicamente moderno originario del MSA africano el que se ha desarrollado
cognoscitivamente hasta nuestros días, ya que el neandertal se extinguió y con él cualquier
posibilidad de continuidad en su comportamiento simbólico, fuese el que fuese.
Algunas conclusiones de trabajo:
– A partir de las lecturas y del análisis de los datos podemos afirmar que en primer lugar
hemos aprendido a formular cualquier hipótesis sobre la evolución humana aplicando de
entrada un respetuoso condicional. No existen demasiadas certidumbres en el ámbito de la
investigación paleoantropológica. El adjetivo “posible” es de uso obligatorio.
– Para quienes consideren el fenómeno cultural y religioso como definitorio de lo humano, sin
duda resulta inquietante la idea de que nuestros ancestros vean negada su humanidad. Sin
embargo la que se puede llamar “etapa reflexiva humana” debe considerarse como crucial
para la liberación del determinismo del medio. El hombre adquiere conciencia de sí, de su
independencia respecto del medio. Conciencia de su lugar en la realidad, en el mundo y, a
partir de aquí, creara su realidad.
– El clima actúa provocando diferentes reacciones que requieren diferentes adaptaciones, lo
que ocasionaría, que algunas de éstas adaptaciones fuesen un determinante para el desarrollo
avanzado de la cognición humana y, por extensión, del simbolismo trascendente. Luego si
una variable como el clima es necesaria, o influye en mayor o menor medida para que se
desarrollen más rápidamente las capacidades cognitivas, el estudio detallado del clima puede
explicar el porqué del mayor desarrollo de los HAM del África meridional. Dado que el
fenotipo, como se ha visto, depende del genotipo y de la acción ambiental, (el grado de color
de la piel, por poner un caso, está determinado por el genotipo pero también depende del
grado de insolación), podemos decir que hubo determinados factores ambientales en África
que provocaron un mayor desarrollo cognitivo que en Europa y en Próximo Oriente. Cabe
interrogarse, por ejemplo, acerca del supuesto en que los los neandertales de Europa
hubieran tenido las mismas condiciones climatológicas que los HAM de África. Quizá
hubiesen desarrollado capacidades cognitivas a un ritmo más elevado, aunque por un
camino distinto.
– “Siempre hay que tener en cuenta que la cultura es la consecuencia del desarrollo cognitivo
de la población que la crea, naturalmente dependiendo de las propias capacidades
evolutivamente adquiridas y de un medioambiente adecuado para su potenciación. Por tanto,
la adquisición evolutiva de cierto nivel en las capacidades cognitivas que van a regir su
conducta constituye una condición necesaria, pero no suficiente para que se plasme en la
producción de logros culturales”, (RIVERA, 2008b).
En lo que a líneas futuras de investigación se refiere, la puerta parece abierta y el camino bien
indicado. De las lecturas que hemos realizado para este seminario, la más clara de las conclusiones
obtenida es que, al día de hoy, la mayoría de especialistas en el estudio y la investigación acerca de
nuestro origen y nuestra evolución como especie, coinciden en que falta mucho por averiguar.
El principal consenso señala que en adelante habrá, otras fuentes de indicios, más muestras a
estudiar y comparar con otras especies, otras poblaciones, otras épocas. Aparecerán otras hipótesis
contrarias o paralelas que habrá que demostrar. De momento en lo que todos parecen ponerse de
acuerdo es en que esto no ha hecho más que empezar.
• Bibliografia
AGUIRRE E.: (2007). “Neandertales ibéricos: Hábitat, subsistencia, extinción”. Revista R. Acad.
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GLOSARIO DE URGENCIA
Alelo: o aleloide (del griego allelon: uno a otro, unos a otras) cada una de las formas alternativas de
un gen que se diferencian en su secuencia y que se pueden manifestar en modificaciones concretas
de la función de ese gen y que ocupan la misma posición en cada par de cromosomas homólogos,
La mayoría de los mamíferos son diploides es decir que poseen dos cromosomas, uno de ellos
procedente del padre y el otro de la madre. Cada par de alelos se ubica en un mismo locus o lugar
del cromosoma.
Es, también, el valor de dominio que se otorga a un gen cuando rivaliza contra otro gen por la
ocupación de posición final en los cromosomas, durante la separación que se produce durante la
meiosis celular. De ese valor de dominación del alelo procreador resultará la trasmisión, idéntica o
distinta, de la copia o serie de copias del gen procreado. De acuerdo con esa potencia, un alelo
puede ser dominante y expresarse en consecuencia en el hijo solamente con una de las copias
procreadoras, por lo tanto si el padre o la madre lo poseen el cromosoma del hijo lo expresará
siempre; o bien puede ser un alelo recesivo, por lo tanto se necesitarán dos copias del mismo gen,
dos alelos, para que se exprese en el cromosoma procreado, esto es, deberá ser provisto al momento
de la procreación por ambos progenitores.
El concepto de alelo se entiende a partir de la palabra alelomorfo (en formas alelas) es decir, algo
que se presenta de diversas formas dentro de una población de individuos.
Alometría: En biología se refiere a los cambios de dimensión relativa de las partes corporales
correlacionados con los cambios en el tamaño total. El término alometría fue acuñado por Julian
Huxley y Georges Teissier en 1936. Más específicamente, durante el desarrollo de un organismo, la
alometría en el crecimiento, se refiere al crecimiento diferencial de partes del cuerpo. Un ejemplo
de lo anterior es el desarrollo humano, en el que se da un crecimiento alométrico ya que los brazos y
piernas crecen a una tasa más alta que la cabeza y el torso, por lo que las proporciones de un niño
son muy diferentes a las de un adulto.
Auriñaciense: cultura que sustituyó a partir del 38000 BP aproximadamente, a la Musteriense y en
otros lugares al Châtelperroniense, en el inicio del Paleolítico Superior. Se desarrolló a lo largo del
final del OIS 3, alrededor de hace 40000 BP.
Bonobo: (Pan paniscus), también llamado “chimpancé pigmeo” (o menos frecuentemente
chimpancé grácil o chimpancé enano), es una de las dos especies que componen el género de los
chimpancés, Pan. La otra especie del género Pan es el chimpancé común (Pan troglodytes). Como
el la mayoría de su ADN es idéntico al del Homo sapiens se considera que están más emparentados
con los humanos que con los gorilas. Como no ha sobrevivido ninguna especie anterior al Homo
sapiens en la línea evolutiva humana, ambas especies de chimpancé son el pariente vivo más
próximo de los humanos.
Châtelperroniense: es una fase de la cultura Perigordiense, dentro del Paleolítico Superior. Es una
industria de transición entre el Musteriense y el Paleolítico Superior. Se desarrolló hace entre
36.000 y 32.000 años, aproximadamente, al final de una fase climática cálida. El nombre de este
período procede del yacimiento epónimo, (que da nombre a un pueblo, a una tribu, a una ciudad o a
una época), de la Grotte des Fées, en Châtelperron (Francia).
Estadio Isotópico: OIS, estadios isotópicos (oxygen isotope stages) o MIS, estadios isotópicos
marinos, (marine isotope stages), son períodos alternativos de frío y calor en el paleoclima de la
Tierra.
Sirven para deducir la temperatura y el clima del mundo en un determinado período del pasado,
utilizando para ello los datos de los isótopos de oxígeno tomados de muestras de fondo marino,
suficientemente profundas y grandes como para ver los estratos.
Cada estadio es un período de más o menos temperatura medidos en decenas de miles de años, o
cientos de miles o incluso millones.
Un estudio completo de estos estadios isotópicos revelan el avance y retroceso de los hielos durante
las últimas glaciaciones, y el aumento o disminución del mar. Así se pueden unir a glaciaciones o a
períodos intermedios entre las glaciaciones.
Estos ciclos se ven alimentados también por las muestras de hielos antiguos, de polen antiguo, etc.
Cada estadio isotópico representa un período glaciar o interglaciar, y también estadial o
interestadial, (estadial: período frío durante un interglaciar no lo suficientemente frío como para ser
considerado glacial. Y interestadial: período cálido dentro de uno de glaciación que no
suficientemente prolongado o cálido para ser llamado interglacial).
Se ha numerado a los periodos MIS u OIS con números impares a los interglaciares y pares a los
glaciales. Empiezan desde el presenta hacia el pasado.
• MIS-OIS 1: es el holoceno, o sea desde hace unos 11 mil años hasta hoy. Un período
cálido o interglaciar.
• MIS 2 a MIS 4: Comprende la última glaciación, o sea desde hace unos 11 mil años hasta
hace unos 117 mil años, a pesar de que el MIS 3 (60 a 40 mil AP) está en el medio y es impar, lo
que sucedió es que en un principio se creyó que era un interglaciar.
• MIS 5: Es un período interglaciar que va desde 117 mil A 130 mil años AP.
• MIS 6: Período glacial que ocurrió hace 130 y 186 mil años.
Martín Cagliani. (http://neanderthalis.blogspot.com.es/)
Facies: Cuerpos sedimentarios con características homogéneas que pueden ser definidos y
separados de otros por su geometría, litología, estructuras sedimentarias, fósiles, etc., y se forman
bajo ciertos procesos de sedimentación que se han mantenido durante un tiempo determinado. La
definición de las mismas depende de aspectos objetivos tales como características observables y
elementos medibles en el afloramiento, sin embargo, debe aceptarse que el criterio subjetivo
personal interviene en la selección de los rasgos para su definición.
Cultura Auriñaciense: sustituyó a partir del 38000 BP aproximadamente, a la cultura Musteriense y
en otros lugares al Chatelperroniense, en el inicio del Paleolítico Superior. Se desarrolló a lo largo
del final del OIS 3, alrededor de hace 40000 BP.
Fenotipo: m. biol. En un organismo, manifestación externa de un conjunto de caracteres
hereditarios que dependen tanto de los genes como del ambiente.
Genotipo: m. biol. Conjunto de genes característicos de cada especie vegetal o animal.
Holoceno: (del griego holos, todo, y kainos, reciente: la era totalmente reciente), una división de la
escala temporal geológica, es la última y actual época geológica del período Cuaternario.
Comprende los últimos 11.784 años, desde el fin de la última glaciación. Es un período interglaciar
en el que la temperatura se hizo más suave y la capa de hielo se derritió, lo que provocó un ascenso
en el nivel del mar. Esto hizo que Indonesia, Japón y Taiwán se separaran de Asia; Gran Bretaña, de
la Europa continental y Nueva Guinea y Tasmania, de Australia. Además, produjo la formación del
estrecho de Bering.
La única especie humana que ha vivido en está época ha sido el Homo sapiens, que durante estos
últimos milenios desarrolló la agricultura y la civilización, ocasionando importantes cambios en el
medio ambiente.
Meiosis: f. biol. Proceso de división de una célula por el que se originan cuatro células sexuales o
gametos que contienen la mitad de los cromosomas que la célula inicial.
MSA: o Edad de Pierda intermedia, es el período que comprende entre el final de la Edad de Piedra
Temprana o ESA (200.000 BP) hasta el comienzo de la Edad de Piedra Tardía o LSA (30.000 BP).
En esta época los homínidos experimentaron una gran evolución a lo que la producción de
herramientas se refiere, y adquirieron una técnica de creación de los utensilios destinados a la caza
de animales para la supervivencia y para la recolecta, lo que les dio un alto grado de autonomía
respeto a otras tribus o pueblos.
GOURHAN, A. L.: (2007). La prehistoria en el mundo, Akal. pp 534-542
Musteriense: es la cultura del Paleolítico Medio que transcurre desde 300.000 BP hasta 40000 BP.
Debe su nombre al descubrimiento de Gabriel de Mortillet en Le Monstuier (Francia), de un abrigo
rocoso, una cueva poco profunda, con restos de herramientas líticas prehistóricas, que se
atribuyeron al Homo neanderthalensis. Es la época donde aparecen las primeras cabañas al aire
libre, debido al clima que es más cálido y esto permite una mayor vida social, aumento de la caza y
principios de sedentarismo entre la población, creando un poblado o grupo.
Neuroplasticidad: todo lo que nos hace humanos: recuerdos, deseos, valores y conocimientos,
están tallados en una telaraña de 100.000 millones de neuronas donde cada una puede conectarse
con hasta otras tantas. Se sabe que las neuronas "conversan" entre sí a través de zonas de unión
llamadas sinapsis. En un sistema nervioso maduro, los impulsos eléctricos que circulan a través de
estas redes permiten que la información se transmita de una neurona a la otra.
La neuroplasticidad es la posibilidad que tiene el cerebro para adaptarse a los cambios o funcionar
de otro modo modificando las rutas que conectan a las neuronas. Esto genera efectos en el
funcionamiento de los circuitos neurales y en la organización del cerebro.
Horacio Krell. (http://www.ilvem.com/)
Ontogenia: (también llamada morfogénesis u ontogénesis) describe el desarrollo de un organismo,
desde el óvulo fertilizado hasta su senescencia, pasando por la forma adulta. La ontogenia es
estudiada por la biología del desarrollo. "La ontogenia es la historia del cambio estructural de una
unidad sin que ésta pierda su organización. Este continuo cambio estructural se da en la unidad, en
cada momento, o como un cambio desencadenado por interacciones provenientes del medio donde
se encuentre o como resultado de su dinámica interna".
Perigordiense: cultura que marca el inicio del Paleolítico Superior. Se divide en tres fases: la
primera Fase (o inicial) llamada Châtelperroniense; la segunda Fase o evolucionada, llamada
Gravetiense; y la tercera fase o Perigordiense Superior. Tuvo su origen en la cultura Musteriense de
finales del Paleolítico Medio.
Se desarrolló principalmente en Francia y la mitad norte de España y en su fase final también en
Bélgica y la zona cantábrica española.
Del Perigordiense superior derivo una cultura intermedia llamada Protomagdaleniense.
Protomagdaleniense: Cultura derivada del Perigordiense Superior y se desarrolló hacia el 20.000
BP, siendo anterior a la fase final del Auriñaciense. De esta cultura solo existen hallazgos en España
y Francia. Se caracteriza por largos buriles rectos sobre hojas retocadas, y escasez de raspadores y
perforadores. Existen también puntas óseas de azagayas fusiformes o con base biselada.
Psicobiología: o biopsicología, también conocida como neurología del comportamiento, es la
aplicación de los principios de la biología al estudio del comportamiento de los animales, incluidos
los humanos. Considera que los animales capaces de percibir y aprender son los mamíferos
(incluyendo el ser humano) y las aves.
Senescencia: envejecimiento, proceso de envejecimiento normal. El envejecimiento anormal o
patológico es denominado senilidad o senectud. Entiéndase que el envejecimiento es un proceso
vital cualitativo, universal, progresivo, ineludible, personal y exclusivo con características propias
en el que algunas personas se tornan físicamente limitados y funcionalmente dependientes. (Del
latín senescere, envejecer.
www.portalesmedicos.com/
Sinapsis: relación funcional de contacto entre las terminaciones de las células nerviosas. Se trata de
un concepto que proviene de un vocablo griego que significa unión o enlace. La sinapsis es una
unión intercelular especializada entre neuronas, o entre una neurona y una célula efectora (casi
siempre glandular o muscular). En estos contactos se lleva a cabo la transmisión del impulso
nervioso. Éste se inicia con una descarga química que origina una corriente eléctrica en la
membrana de la célula presináptica (célula emisora); una vez que este impulso nervioso alcanza el
extremo del axón (la conexión con la otra célula), la propia neurona segrega un tipo de compuestos
químicos (neurotransmisores) que se depositan en el espacio sináptico (espacio intermedio entre
esta neurona transmisora y la neurona postsináptica o receptora). Estas sustancias segregadas o
neurotransmisores (noradrenalina y acetilcolina entre otros) son los encargados de excitar o inhibir
la acción de la otra célula llamada célula post sináptica.
Sinaptogénesis: formación de la sinapsis. A pesar de que se produce durante toda la vida en una
persona sana, una explosión formadora de sinapsis se produce durante el desarrollo temprano del
cerebro. Particularmente importante en un individuo durante la "etapa crítica" de su vida, en el que
hay un cierto grado de poda neuronal debido a la competencia de los factores de crecimiento
neuronal por parte de las neuronas y las sinapsis. Los procesos que no se utilizan, o que son
inhibidos durante este período crítico no podrán desarrollarse normalmente más tarde en la vida. En
la actualidad, la unión neuromuscular es la sinapsis más bien caracterizada, sin embargo, las nuevas
técnicas existentes han permitido el estudio de las sinapsis del hipocampo y del cerebelo.