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Edson Marcos Pacheco Zuel Hospital Goyeneche del Gobierno Regional de ArequipaBenilde Cecilia Tirado Hurtado Dirección de Salud MentalJuly Esther Caballero Peralta Dirección de Salud Mental
REVISIÓN
Tesania Velásquez Departamento de Psicología de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Helga Liliana Garcia Muñoz Oficina General de Comunicaciones del MinsaGladys Zoraida Champi Jalixto Dirección de Salud MentalRita Uribe Obando Dirección de Salud MentalRuth Espinoza Villafuerte Dirección de Salud MentalHumberto Maldonado Ruiz Dirección de Salud MentalPatricia Alvarado Chirinos Dirección de Salud MentalYuri Licinio Cutipé Cárdenas Dirección de Salud Mental
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Christian Paul Jordán Alatrista
© MINSA, diciembre 2021
Ministerio de SaludAv. Salaverry N° 801, Lima 11-PerúTelf.: (51-1) 315-6600https://www.gob.pe/minsa/[email protected]
1ª. edición ilustrada, diciembre 2021 Versión digital disponible: http://bvs.minsa.gob.pe/local/MINSA/5690.pdf
PROCESO DE ELABORACIÓN
Documento elaborado gracias a la cooperación técnica y financiera de la Fundación Bernard Van Leer.
Catalogación hecha por la Biblioteca del Ministerio de Salud
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2022-00491
Pautas para el cuidado de la salud mental de niños, niñas y adolescentes en situación de duelo / Ministerio de Salud. Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública. Dirección de Salud Mental - Lima: Ministerio de Salud; 2022. 26 p. ilus.
SALUD MENTAL / ATENCIÓN INTEGRAL DE SALUD / PESAR /AFLICCIÓN / DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD / CORONAVIRUS / IMPACTO PSICOSOCIAL / PANDEMIAS / CONDUCTA CEREMONIAL
Hernando Ismael Cevallos FloresMinistro de Salud
Gustavo Martín Rosell De AlmeidaViceministro de Salud Pública
Augusto Magno Tarazona FernándezViceministro de Prestaciones y Aseguramiento en Salud
María Elena Juscamaita ArangüenaSecretaria General
Alexis Manuel Holguín RuízDirector de la Dirección General de Intervenciones
Estratégicas en Salud Pública
Yuri Licinio Cutipé CárdenasDirector de la Dirección de Salud Mental
El duelo es una reacción esperada ante la pérdida de alguien o algo muy querido y significativo para las personas En algunos casos el duelo es más difícil de atravesar, tal como ocurre en niños, niñas y adolescentes, los cuales se encuentran en un proceso de desarrollo de la personalidad e identidad. También en situaciones como la pérdida repentina del ser querido, las limitaciones para la realización de los rituales de despedida, entre otras que se han dado en este contexto de pandemia.
Con la implementación del estado de emergencia sanitaria por la pandemia de la COVID-19 ocurrió el cierre de colegios y universidades, así como de espacios de encuentro social, ocasionando falta de estímulos, aislamiento, privación sensorial, pérdida repentina de lazos emocionales directos con familiares, amistades, compañeros de estudios, y la interrupción de apoyos psicosociales y de salud afectando en mayor grado a las poblaciones vulnerables como el caso de las niñas, niños y adolescentes (NNA).
Asimismo, muchos NNA han perdido a sus padres, madres o cuidadores principales quedando en condición de orfandad lo que además del sufrimiento que ello les genera, tienen mayor riesgo de desarrollar un problema de salud mental como un trastorno de estrés postraumático, depresión y suicidio. Otros riesgos psicosociales a los que están más expuestos son el maltrato infantil y la violencia sexual.
Por lo tanto, es de vital importancia desarrollar herramientas que ayuden al personal de la salud a cuidar de la salud mental de los niños, niñas y adolescentes y sus familias, realizando intervenciones y acompañamiento particularmente en aquellos que atraviesan procesos de duelo.
La presente es una colección de cartillas que contienen pautas para el cuidado de la salud mental de niños, niñas y adolescentes (NNA) en situación de duelo, las cuales pueden ser utilizadas por el personal de la salud para brindar una mejor atención.
PRESENTACIÓN
¿Qué es el duelo y cómo se manifiesta?
Cuándo se complica el duelo en niños y adolescentes
Mitos y verdades sobre el duelo en niños, niñas y adolescentes
Pautas para ayudar a transitar el duelo en niños y niñas
Pautas para ayudar a transitar el duelo en adolescentes
CONTENIDO1
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1 ¿Qué es el duelo?
Física: Sensación de “vacío” en el estómago, un nudo en la garganta, sequedad en la boca, alteraciones del sueño y la alimentación, sensación de presión en el pecho, palpitaciones, falta de energía, etc.
Emocional: Tristeza, enojo, miedo, culpa, soledad, ansiedad, impotencia, nostalgia, desesperanza, alivio, etc.
Cognitivo: Dificultad para concentrarse, olvidos, confusión.
Comportamiento: Hacer menos actividades, aislarse, rechazo a otras personas, consumo de cigarrillos o alcohol.
Espiritual: Se replantea las creencias, la idea de la vida y surgen preguntas como: “¿Por qué a mí? ¿por qué me castiga Dios?”
Es la reacción esperada ante la pérdida de alguien o algo muy querido y significativo para las personas. Es un proceso al que todos nos vamos a enfrentar en algún momento. Aunque cueste y duela, es algo que forma parte de la vida.
2 ¿Cuánto tiempo puede durar el duelo?
Puede durar días, semanas, meses o más tiempo. Es un proceso propio de cada persona. Sin embargo, se pueden tomar acciones para transitarlo de forma activa a nivel individual, familiar y social.
Esta es una experiencia que necesita ser acompañada y respetada. La mayoría de las veces, las personas que han tenido una pérdida suelen valorar la compañía de las personas de su entorno.
3 ¿Cómo se manifiesta el duelo?
Las manifestaciones más frecuentes son:
4 ¿Cómo se manifiesta el duelo en niños y niñas?
0 a 2 años:
No comprenden la muerte, solo sienten la ausencia si el bebé ha establecido un vínculo o cercanía con la persona que ha fallecido.Cambios en sus rutinas; no quiere comer, ni que lo bañen, ni que lo abracen. Si es mayor, el bebé puede buscar intensamente a la persona fallecida.Irritabilidad usualmente en forma de llantos y protesta.
3 a 5 años:
Sienten que la muerte es algo temporal y reversiblePiensan que la persona fallecida puede aún sentir, comer o hacer las cosas que solía hacer.Piensan que todas las cosas que suceden también les pueden pasar a ellos.Sienten mucha curiosidad y pueden preguntar: ¿Dónde está? ¿cómo se llega al cielo, vendrá a visitarme?Pueden querer comprobar si la persona fallecida regresa a consolarles si dejan de comer o hacen una rabieta.Pueden tener cambios en el sueño o presencia de pesadillas.No quieren separarse de las personas pues temen que vayan a morir.Regresión en conductas o hábitos adquiridos.
6 a 9 años:
Entienden mejor que la muerte es definitiva y permanente, que afecta a todos, se preocupan por su propia muerte o la de sus seres queridos. Pueden sentir culpa, pensar que ocasionaron la muerte de la persona por algo que hicieron y con frecuencia no quieren hablar del tema. No quieren sentirse distintos a sus amigos, ni ser la única persona de su grupo que se siente así. Sienten curiosidad por saber cómo es el cielo, qué le pasa al cuerpo cuando se descompone, si habrá aún dinero para comer, vestirse o estudiar.Algunos se comportan como si nada, haciendo sus actividades cotidianas y a veces no quieren hablar del tema.Podría afectar la concentración y el rendimiento escolar.Pueden presentar tristeza, irritabilidad, cambios en el apetito y ciclo de sueño.Regresión en conductas o hábitos adquiridos.
10 a 11 años:
Comprenden que la muerte es definitiva, que las funciones se detienen y que la persona fallecida ya no siente. Entienden mucho más los ritos funerarios y pueden querer participar de ellos.Algunos podrán ser críticos de las creencias religiosas con las que crecieron.Piensan más en el futuro y en cómo le afectarían futuras muertes. Pueden no compartir sus pensamientos y emociones con los adultos, y creer que mostrar sus sentimientos son una muestra de debilidad. Pueden tener conversaciones imaginarias con la persona fallecida, releer mensajes, comprobar si está conectada al teléfono o redes.Puede afectar su concentración, rendimiento académico y sus relaciones sociales.Algunos podrán pensar que la vida no tiene sentido o cuestionarse el sentido de esta.Pueden presentar somatizaciones, dolores de cabeza, de estómago entre otros.
Depende de factores como la edad y su desarrollo intelectual:
5 ¿Cómo se manifiesta el duelo en adolescentes?
6 ¿De qué depende que el duelo sea diferente en cada persona?
Prefieren hablar más con sus amigos que con los adultos para no añadir más dolor a sus familiares hablando de la muerte y el duelo. Puede aparecer la culpa, preguntándose qué cosas hubieran podido hacer diferente. Se preguntan por cosas como el sentido de la vida, el bien y el mal. Pueden presentar cambios emocionales como tristeza, irritabiliadad,ansiedad y culpa.Pueden presentar aislamiento de la familia y amigos.Algunos sentirán desesperanza por el futuro y podrían arriesgar su integridad pensando que la vida es corta. Pueden pensar en su propia muerte como una solución a sus problemas, podrán aparecer pensamientos suicidas. Algunos pueden mostrarse más protectores con su familia (hermanos menores, adultos vulnerables). Puede tener menos energía y dejar de emocionarse por las cosas antes les gustaban. Puede generarse miedo a olvidar un olor, un tono de voz, la forma de hacer las cosas y relacionarlo con olvidar al ser querido; puede que haya rechazo a que los familiares inicien nuevas relaciones. Pueden iniciar el consumo de alcohol, cigarrillos u otras drogas.
Cada persona vive el duelo de manera única y depende de distintos factores como las experiencias previas, el sentirse protegido, la personalidad, entorno social, la edad, la forma como la familia procesa la pérdida, etc.
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Principales signos de alarma en el duelo de niños(as) y adolescentes que podrían requerir
atención del personal de salud mental
Niños(as) menores de 3 años
Come menos o no come lo que afecta su peso y crecimiento.
Llora constantemente, no se le puede consolar.
Cambia su forma de ser, se vuelve indiferente, desanimado.
Cambian sus horarios usuales de dormir.
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Niños(as) de 3 a 5 años
No quiere separarse de sus cuidadores se angustia o llora constantemente.
Tiene miedos muy intensos y nuevos que no le dejan hacer otras cosas.
Tiene pesadillas frecuentes que antes no tenía.
Dificultad para realizar algunas cosas que ya realizaban en forma autónoma.
Muestra síntomas de depresión (tristeza profunda, está desmotivado, no quiere hacer nada, no quiere jugar).
No quiere comer y ha bajado de peso.
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Niños(as) de 6 a 11 años
Tiene molestias frecuentes sin otra causa aparente (dolor de cabeza, de estómago o vómitos).
Está muy ansioso, cambia su rutina de sueño o de alimentación (come mucho o muy poco).
Tiene miedos que no corresponden a su edad o que no tenía de manera frecuente.
Se muestra irritable, puede agredir a sus compañeros o hermanos.
Se le nota desganado, sin interés.
No vuelve a su rutina, no quiere volver a clases.
Tiene problemas de concentración.
Baja rápidamente su rendimiento escolar.
No quiere separarse de sus cuidadores, tiene miedo de nuevas muertes en su familia.
Excesiva responsabilidad o colaboración tras el fallecimiento
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Adolescentes (12 a 17 años)
Aislamiento extremo: No quiere juntarse con los demás, ni se reintegra a las clases con sus compañeros
Baja su rendimiento en el colegio de manera constante.
Tiene molestias físicas frecuentes como dolores de cabeza, musculares, de estómago y vómitos sin otra explicación.
No puede dormir con frecuencia.
Ya no expresa sus emociones o parece ya no sentir nada.
Está triste con frecuencia. Ya no disfruta de las cosas.
Tiene pensamientos suicidas.
Está muy irritable o tiene cambios de humor constantes.
Asume responsabilidades por sentimiento de culpa (cuida a sus hermanos o cocina para evitar que su padre trabaje más), lo que afecta sus otras actividades.
Empieza a consumir o aumenta su consumo de alcohol o drogas.
Si sientes que tu hijo o hija podría estar pasando un duelo complicado o les es muy duro y difícil afrontarlo, puedes llamar a la línea 113 opción 5, o acudir al establecimiento de salud más cercano para recibir atención, el personal de salud está esperándote.
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5 Dónde buscar ayuda
LLAMAGRATIS
Línea 113, opción 5
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Cuáles son los mitos y verdades sobre el duelo en niños(as) y adolescentes
Los niños no entienden lo que ocurre después de la muerte
Los niños sí se dan cuenta cuando muere alguien muy cercano y notan los cambios en las personas de su entorno. Los niños pueden entender el significado de la muerte si se les explica de forma clara y sencilla.
Mito
Los niños/adolescentes no sufren tanto como los adultos
Los niños también sienten el dolor de una pérdida, pero lo expresan de distintas formas según su edad.
Mito
Los niños y niñas olvidan fácilmente a la persona fallecida
Algunos niños incluso pueden recordar más que los adultos a la persona fallecida.
Mito
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Verdad
Verdad
Verdad
Debemos protegerlos para que no sufran, es mejor no mostrar nuestro dolorMito
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Sí podemos hablar de lo sucedido y de lo que sentimos con un lenguaje apropiado para su edad, recordándoles que les vamos a seguir protegiendo a pesar de lo ocurrido.
Es mejor que los niños no asistan a los velorios, se pueden traumatizarMito
Participar en los velorios o rituales de despedida puede ayudarles a entender mejor la muerte del ser querido. Si los excluimos, pueden sentir que no son parte de la familia. Primero, pregúntale si desea participar de los rituales de despedida, si es así, explícale lo que va a suceder, luego, si desea ir, acompáñale durante el ritual.
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Verdad
Verdad
Hay algunas muertes que duelen más que otras
La intensidad y forma de vivir el duelo varía de acuerdo con la cercanía que tenía el niño/adolescente con la persona que perdió, las circunstancias de la muerte, así como el contexto e historia de cada uno.
Mito
El duelo es un proceso de varias fases. Hay que pasar de una en una hasta que acabeMito
El duelo es un proceso único en cada persona, con fases o etapas, y no necesariamente todos pasan por todas ellas, ni en el mismo orden.
El duelo es un proceso complejo y muy personal, el tiempo varía en cada persona.
El duelo se resuelve aproximadamente en un añoMito6
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Verdad
Verdad
Verdad
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De preferencia debe hacerlo una persona con la que el niño se sienta más seguro en ese momento, puede ser el padre, la madre o un familiar cercano. Es mejor hacerlo lo antes posible; en un lugar tranquilo conocido por el niño. Se recomienda abrazarlo apropiadamente, usar un tono de voz tranquilo y cálido. Recuérdale que no es su culpa, hazlo todas las veces que sea necesario.Pregúntale qué siente y qué piensa sobre lo sucedido, responde a sus dudas.
Recomendaciones adicionales según la edad de los niños:
Menores de 6 años
Evita usar frases como “se fue a un sitio mejor”, “se fue a otro mundo”, “que nos mira desde el cielo”. Es mejor decirlo de forma clara y sencilla, sin demasiados detalles ni explicaciones de este tipo. Explícale que el cuerpo de la persona fallecida ha dejado de funcionar y que ya no estará más con nosotros.
Los niños entienden las explicaciones de forma literal; si se les dice que la persona se ha ido al cielo, pensarán que tomó una escalera o un avión y que puede regresar. Si se les dice que descansa en paz, puede pensar que la persona fallecida está durmiendo y que puede despertar.
6 a 11 años
Entienden mejor que la muerte es irreversible. Es importante no mentirles ni ocultar la información, porque más adelante entenderán la realidad y pueden cuestionar no haber sido incluidos.
Es normal que haya muchas dudas sobre la muerte que deben ser respondidas por los adultos
¿Cómo comunicar a un niño o niña que ha fallecido un ser querido?1
Es importante preguntarle y permitirle que participe de los rituales familiares si lo desea (velorios, reuniones familiares virtuales) y ayudarle a expresarse con personas importantes para él o ella.
Si decide asistir al funeral, es importante que una persona de confianza lo acompañe y le explique lo que van a ver y qué se hace, además de evitar exponerlos a situaciones muy dramáticas y angustiantes. Posteriormente, la ausencia de la persona en la casa y en las actividades que se compartían va haciendo sentir más real la pérdida. Es importante acompañarlos en este proceso con cariño y paciencia.
Mantener, dentro de lo posible, la rutina en la casa y escuela, tiempos
de ocio y amistades.
Permítele expresar sus sentimientos, dudas y emociones
(tristeza, enojo, culpa) para que se sienta escuchado y acompañado.
Es importante que sus docentes conozcan la
situación, para que el niño se sienta apoyado y
comprendido.
El juego puede ayudar a construir recuerdos positivos y valorar lo bueno que ha dejado la persona fallecida.
Los adultos también pueden expresar sus
propias emociones de una forma calmada que no
asuste a los niños. Compartir los sentimientos
en familia les permite expresarse y normalizar lo
que sienten.
Es importante prepararse para momentos como cumpleaños,
aniversarios o navidad pues pueden aparecer emociones intensas de
tristeza entre otras.
¿Cómo ayudar al niño a que se dé cuenta y entienda mejor la pérdida? 2
¿Qué otras cosas puedo hacer para ayudarle a transitar este proceso?
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De 0 a 2 años:
Mantén las rutinas de la casa dentro de lo posible.Muestra paciencia ante comportamientos ya aprendidos y que haya dejado de hacer.Ante la posibilidad de la muerte del cuidador principal, si se encuentra con una enfermedad larga y terminal, ir acostumbrando progresivamente al niño a un nuevo cuidador.
De 3 a 5 años:
Responde todas sus preguntas de forma clara, sencilla y honesta.Recuérdale que siempre van a estar cuidados y siempre van a esta acompañados.Tranquilízalo cada vez que muestre mucho estrés, tristeza o ansiedad durante este proceso.Puedes usar cuentos que les ayude a hablar sobre sus emociones.
De 6 a 11 años:
Responde todas sus preguntas de forma honesta y sencilla, no les mientas.Invítalos a participar de los ritos funerarios de la familia si lo desean.Ten paciencia con sus reacciones ante el dolor.Consuélalos cada vez que sientan tristeza, ansiedad o culpa por el fallecimiento del ser querido.Conversa sobre las conductas que podrían causarles daño o afectar a otros (agresiones producto de su irritabilidad).Ayudalos a identificar formas saudables de expresar la tristeza o la cólera(dibujando, escribiendo lo que sienten entre otras).
Si sientes que tu hijo o hija o cualquier niño o niña bajo tu cuidado presenta cambios en sus emociones y comportamiento de manera intensa o les es muy dificil sobrellevar la situacion, puedes llamar a la línea 113 opción 5 o acudir al establecimiento de salud más cercano para recibir atención, el personal de salud está para ti.
Actividades que podemos hacer de acuerdo con la edad de los niños
¿Qué puedo hacer si siento que el duelo se está complicando?
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Es importante comunicarle tan pronto como sea posible, para que no se sientan excluidos.
Busca un momento y lugar apropiado para dar la noticia, míralo directamente, usa un tono de voz amigable, evita las interrupciones.
Explícale de forma clara, directa y con un lenguaje sencillo, permitiéndole que haga las preguntas que desee.
Exprésale que puede manifestar su dolor de forma libre (llanto, gritos, entre otros).
Recuérdale que tú lo comprendes y seguirás protegiéndole.
Dependiendo de las creencias de cada familia, las explicaciones religiosas pueden ayudar a manejar el duelo.
Recuérdale siempre que no es culpable. Puedes decir:
Pueden mostrar tristeza, enojo, aislamiento o deseo de complacer a los demás. Se pueden preguntar sobre el significado de la vida: podrían sentirse culpables o enojados por no poder controlar la muerte. Adicionalmente, para disminuir su dolor, pueden querer pasar más tiempo con sus amigos, en internet o videojuegos, fiestas, en algunos casos optan por el consumo de sustancias, etc. Otros, por el contrario, preferirán aislarse.
2 Cómo expresan su dolor los adolescentes
1 Cómo comunicar a los adolescentes que ha fallecido un ser querido
Entiendo que quisieras haber hecho más y el dolor que te causa, pero recuerda que hiciste todo lo que podías; no es tu culpa lo que pasó.
Pregúntale si desea participar de los rituales de despedida. Asistir a velorios y estar con personas importantes para ellos, les puede ayudar a sentirse acompañados y ver que otros apreciaban a la persona fallecida.
Presta atención a algunas señales (gestos, palabras y acciones) que indiquen que necesita ayuda o consuelo. Hay que darle importancia a lo que digan. Deben sentir que hay alguien para protegerlos y consolarlos.
Dependerá de su temperamento, historia de vida, de cómo expresan sus sentimientos con sus familiares, de cómo manejan el estrés, de si se sienten protegidos o no por su familia y entorno.
3 Cómo ayudar a los adolescentes durante los rituales de despedida
4 De qué depende la forma en la que los adolescentes expresan su dolor
Como adulto también puedes sentirte afectado por la muerte. Expresa tus emociones para enseñarles a expresar las suyas. Si sientes que te es difícil ayudarlos, busca ayuda con personas de tu confianza, llama a la línea 113 opción 5 o puedes acudir al centro de salud más cercano a tu domicilio.
6 Qué puedo hacer si yo también me siento muy triste por el duelo, cómo ayudo a los adolescentes
5 Qué cosas puedo hacer para ayudarle a manejar el duelo de una manera saludable
Que pueda conversar con alguien de confianza, con quien se sienta seguro y tranquilo, (familiar, profesor o amigo). Para que exprese lo que siente.
Debe saber que puede contar con su familia en cualquier momento que lo necesite.
Permitirle hablar libremente sobre el fallecimiento, que no sea un tema tabú.
Evitar en lo posible otra pérdida como cambios de casa, de barrio, de colegio, de rutinas, etc.
Generar mayor interacción con ellos.
Busca fortalecer su confianza contigo, evitando juzgarles cuando se equivoquen.
Motivarlo a hacer ejercicio regularmente, escuchar música, escribir en un diario, dibujar u otras formas de expresar sus emociones para que se sienta mejor.
Buscar que el adolescente se sienta seguro y cómodo con quienes lo cuidan:
