PRIMER ENCUENTRO DE ACTORES SOCIALES POR LA EDUCACIÓN

Asistentes: ACES, CONES, CONFECH, SUTE, Colegio de Profesores, MESUP, OFESUP, ANDEPA, CORPADE, Inhabilitados Conicyt.

1. Diagnóstico.

El movimiento estudiantil y los distintos actores sociales de la educación manifiestan su voluntad de construir un proyecto educativo desde el pueblo y para el pueblo, que reemplace el modelo educacional actual.

Dicho modelo educacional actual tiene como principal característica regirse bajo criterios de mercado, relegando la concepción del derecho social de la educación por un bien de consumo. Esto ha provocado que el sistema educacional actúe como reproductor de las desigualdades de la sociedad y del conocimiento hegemónico.

El modelo neoliberal instaurado por la dictadura militar de Augusto Pinochet en los años ’80 y profundizado por los gobiernos de la Concertación y de la Alianza, fue capaz de implementar un sistema educacional profundamente mercantilizado, individualista y segregador, en el cual el Estado abandonó completamente su responsabilidad en garantizar el derecho social a la educación, reduciendo su rol a un mero carácter subsidiario, lo que conllevó a un completo abandono de sus instituciones que se materializa en el desmantelamiento de la educación pública en todos sus niveles.

Los estándares de calidad que entrega un establecimiento educacional se reducen a las exigencias del mercado y plantea la ilusión de criterios meritocráticos, que en realidad no corresponden más que a un sistema que funciona bajo el principio de competencia y no de cooperación. Este principio de competencia se ve acentuado por las formas en que el Estado (no) financia a sus instituciones, obligándolas al autofinanciamiento mediante la venta de servicios al mercado y el cobro de altos aranceles a sus estudiantes.

Esta situación se ve acrecentada en nuestro marco jurídico, el cual no tutela el derecho a la educación a nivel constitucional y solo protege a una libertad de enseñanza entendida como libertad de emprendimiento, la que se traduce en que cada individuo o grupo empresarial es libre de lucrar con la educación, indistintamente si esto se realiza lícitamente (colegios particulares subvencionados y particulares privados; CFT e IP) como ilícitamente (Universidades).

El carácter segregador de nuestro sistema impide que exista una real libertad de enseñanza, pues ni siquiera los padres y estudiantes son libres de elegir el lugar donde estudiar, pues está predeterminado en su gran mayoría por la capacidad de pago de las familias, generando estudiantes de primera y segunda categoría en todos los niveles educativos.

Esta mercantilización de la educación también ha afectado la institucionalidad y administración de las instituciones educacionales, alienando completamente a la comunidad y alejándola de la toma de cualquier tipo de decisión. Es así como se ha desmantelado a las distintas partes de la comunidad universitaria, mediante prácticas como la externalización de servicios la cual genera trabajadores de primera y segunda categoría (subcontratación); falta de plantas docentes mediante los profesores taxis y persecución a la organización estudiantil, principalmente a nivel de instituciones privadas. Por otro lado, el estudiante es visto como un consumidor.

Es así como el cuestionamiento al sistema educacional actual implica también un cuestionamiento y una crítica a la estructura del sistema capitalista en Chile y al rol que cumple actualmente el Estado.

II. Principios de nuestro Proyecto Educativo

La educación debe ser entendida como un derecho social, siendo necesario despojarla de todas las lógicas de mercado. Entendemos un derecho social como un ejercicio en sí mismo, no sólo como una garantía de parte de una institución. Esto significa que las instituciones y comunidades educativas deben tener un proyecto construido desde las mismas comunidades, es decir, con participación e incidencia integral de los actores involucrados en el proceso y dirigido hacia la sociedad en su conjunto, osea que orientado a sus necesidades.

Sistema educativo nacional integrado y articulado desde la educación parvularia a la educación técnica y universitaria, con un énfasis marcado en la articulación y fortalecimiento de la educación técnica.

Sistema educacional gratuito financiado por el Estado, en todos sus niveles, puesto que, como señalamos anteriormente, entendemos la educación como derecho social y como un bien público. Este financiamiento debe cambiar la lógica de mercado existente actualmente, el cual se materializa mediante la subvención por estudiante, debiendo ser reemplazado por un financiamiento mediante aportes basales directos a las instituciones del Estado, acompañados de una férrea democracia interna de dichas instituciones.

Proyecto educativo sin lucro en la integridad del sistema, porque la finalidad de todo establecimiento educativo debe ser justamente el educar, no pueden existir establecimientos donde las decisiones se tomen en función de la renta que se percibe por educar.

Proyecto educativo democrático, entendiendo por esto, que en toda la comunidad educacional, considerando a estudiantes, profesores, trabajadores no docentes, padres y apoderados, recaen las facultades de control y administración de las instituciones educativas, vale decir, la orientación que tendrá dicha institución.

Proyecto educativo de excelencia, entendida más allá de un resultado contingente en una prueba estandarizada, educando en valores como la solidaridad, la tolerancia, la igualdad, el respeto por el medio ambiente, la identidad y las raíces culturales e históricas de nuestra

sociedad y en sintonía con las necesidades del país, tanto productivas como culturales. Esto implica necesariamente garantizar una formación integral del estudiante que permita promover una capacidad crítica, que se apropie de los procesos productivos en los que participa y que desarrolle su tarea con sentido cooperativo y colaborativo.

Proyecto educativo de carácter intercultural, respetando, integrando y garantizando las particularidades que puede tener la educación que se entrega en los diferentes pueblos y en las diferentes zonas geográficas de nuestro país.

Proyecto educativo no sexista, es decir, que el proceso educativo forme personas con una visión de respeto a las distintas identidades de género y sexualidades, que no excluya según género. Esto, no sólo a través del currículum, sino también a través de la práctica misma en el proceso educativo.

Proyecto educativo transformador e integral, que permita formar personas conscientes de sus derechos y libertades, como también críticas del sistema en el cual nos encontramos insertos.

Debe construirse un sistema de educación técnica estatal (hoy inexistente) articulado centralmente con un nuevo proyecto de desarrollo económico y productivo del país y las regiones.

Sistema escolar gestionado descentralizadamente por organismos educativos estatales con participación prioritaria de la comunidad como reemplazo al actual sistema de educación municipalizada.

Debe combatirse el estado subsidiario actual, fortaleciendo la educación estatal, siendo esta la única que puede recibir financiamiento con cargo a las rentas generales (presupuesto estatal). Además, estas instituciones deben ser administradas y dirigidas por toda la comunidad universitaria, incluyendo a académicos, estudiantes y funcionarios no docentes.

Se deben generar condiciones laborales dignas al igual que en remuneraciones, en lo que concierne a todo trabajador/a del sistema educativo.