Situación Distribuidoras Estatales en Perú
-
Upload
eduardo-zolezzi -
Category
Engineering
-
view
16 -
download
3
Transcript of Situación Distribuidoras Estatales en Perú
¿CUÁL DEBE SER EL FUTURO DE
LAS EMPRESAS ELÉCTRICAS DEL ESTADO?
Las recientes protestas contra Electro Sur Este en Andahuaylas tocan solamente la
parte más visible de los múltiples problemas que tienen las empresas de distribución
eléctrica manejadas por el estado (las EDEEs). Desde el fracaso de la privatización
de Distriluz, el holding de 4 empresas regionales, a fines del 2000; a consecuencia
de un proceso mal diseñado (requiriendo el pago de solamente 10% en dos
armadas y el resto en un plazo de diez años), e igualmente mal implementado (el
grupo empresarial ganador no tenía ninguna experiencia en la gestión de empresas
eléctricas); y las protestas del “Arequipazo” en el 2002, que impidió la privatización
de las empresas eléctricas del sur, las EDEEs han venido languideciendo y
operando precariamente.
Los principales problemas existentes en las EDEEs son bien conocidos: (i)
limitaciones de gestión y operacionales del estado; (ii) restricciones presupuestales
y de financiamiento; (iii) atención a zonas rurales de baja demanda; (iv) definición y
aplicación de las tarifas; y (v) consecuentemente limitada inversión e indicadores
bajos de calidad de servicio y de retorno empresarial. Todo esto lo saben las
empresas, el Ministerio de Energía y Minas, el FONAFE (o sea el estado en
general), el regulador Osinergmin y los observadores y estudiosos del sector.
Uno se pregunta ¿por qué no hace algo el estado? Lo único tangible que ha hecho
hasta ahora es enviar un proyecto de ley al congreso para permitir que el sector
privado adquiera acciones de las EDEEs hasta un 49%, elevando un límite anterior
de 20%, que el congreso rechazó. Habría que preguntar ¿y qué pasó con el límite
anterior, los privados adquirieron acciones por el 20%?. Pues no, ¿quién quiere
comprar acciones de una empresa que es manejada por el estado?, aparentemente
nadie. Pero aparte de esto el estado no se ha mantenido quieto. Una de las
soluciones que más se discute en las diferentes administraciones es dar en
concesión al sector privado partes rentables de las EDEEs, por ejemplo la sub-
transmisión y el alumbrado público, bajo regímenes regulatorios y tarifarios
especiales. ¿Qué pasará con la distribución que quedará en las manos de las
EDEEs y con las mismas EDEEs?, nadie lo dice y parecería no importar.
Pero hay que ser justos, el estado discute también reformas más estructurales e
integrales que requieren cambios en leyes, o nuevas leyes, que deben ser
aprobadas por el congreso. El temor es que del congreso salga un Frankenstein que
se parezca muy poco a la propuesta original. Entonces las autoridades sectoriales
prefieren parches y decretos imaginativos que no solucionan los problemas de
fondo, y cuya eficiencia económica y eficacia práctica no está debidamente probada.
Uno de los temas de fondo que contribuye a los problemas de las EDEEs, es la
regulación tarifaria. La legislación y regulación sectorial data de 1992-1993, fecha en
que se aprobaron la Ley de Concesiones Eléctricas (LCE) y su reglamento (RLCE).
En el 2006 se aprobó la Ley 28832, para el desarrollo eficiente de la generación,
que constituyó una reforma de segunda generación en el sector, que no abarcó la
distribución eléctrica. En pocas palabras, la regulación de la distribución eléctrica es
literalmente una regulación del siglo pasado, con más de 20 años de existencia.
El esquema tarifario de distribución por empresa eficiente/modelo y sectores típicos
hace rato que cumplió su cometido y debería ser modernizado. Los que hemos
participado en los estudios tarifarios de distribución sabemos muy bien de la
“liturgia”, lo rutinario del proceso y las discusiones tediosas sobre la propiedad o no
de los datos de metraje y de costos que se llenan en incontables formatos que se
repiten inmutables en cada ciclo tarifario de 4 años. Osinergmin mismo ha propuesta
un cambio en la regulación en un libro blanco que publicó al respecto, sin embargo
el proceso regulatorio cuatrienal se lleva a cabo con una rigurosidad burocrática
digna de una mejor causa.
Entonces, la pregunta del título de este artículo ¿cuál debe ser el futuro de las
empresas eléctricas del estado?, se impone casi naturalmente. Lo que es simple y
claro es lo que no debe hacerse, que es continuar con el “business as usual” que ha
sido la práctica hasta ahora.
Creo que hay solamente dos posibles caminos si queremos realmente cambiar las
cosas: (1) privatizar las EDEEs (y también las empresas de generación eléctrica del
estado); sin medias tintas ni atajos; ó (2) legislar, reestructurar y reforzar las EDEEs
para convertirlas en empresas públicas autónomas de pleno derecho; también sin
medias tintas ni atajos. Reconozco que esto es más fácil decirlo que hacerlo. Ambos
caminos tendrían fuertes opositores y requerirían un alto compromiso de cualquier
gobierno.
Un segundo mejor en ambos casos podría ser la “corporatización” de las EDEEs.
Esto no parte por aumentar, o no, el porcentaje límite de venta de acciones de las
EDEEs al sector privado, sino en hacer primero los cambios necesarios para que las
EDEEs funcionen como corporaciones privadas y luego, en una segunda etapa,
poner a la venta un porcentaje de sus acciones. En el 2002 ISA Colombia hizo una
primera colocación de acciones privilegiadas, convertibles a ordinarias, que
aseguraban una rentabilidad anual mínima por dos años y la recompra asegurada
de las acciones, si se quería, al final de estos dos años. La colocación fue un éxito y
siguieron otras colocaciones similares. Las colombianas ISA y Empresas Públicas
de Medellín (EPM) son dos ejemplos exitosos de corporatización de empresas del
estado, que pueden servir de ejemplo.
Ing. Eduardo Zolezzi
Abril de 2015