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Año I. Torralba de' Calatr rh.'ero dr 1 98. 2. Periódico semanal, indepandients 1 defsnsor de los intereses agrícolas, industriales y mercantiles; literario y noticiero. . .. - . -- 11 Anuncios y comunicados á precios couvencionales. Toda la correspondencia de H,;dacción, á nombre de D.Ra- I món Ruiz Sevillano, y la d, Administración al Admi- 11 Se su criptor, todo el que recibien- nistrador de este periódico. 1, do dos nume¡:os no los devuelva. \ I ' lB PUBLICA 'L DOS :1 Nn 131\ devnplven .originales. Reda TlCl'o'll y AdIDl'nist!'acion: c-" '.e Santa Ana núm. 10. 1,' Centros de en la Redt.eción y domi- " i cilios de nuesiros corresponsales. Pe.eta. 1 · ¡'2i I ,2'25 · · 0'10 I · 0'20 PR&OIOS DE SUSCRIPCIÓN. Trimestre. . Seme¡¡tre . . Aüo. Número suelto Idero lLtrasado. Pago anticipado. Administrador: D. Juan José Góroez Salce do, r ENSEÑANZA Y RELIGIÓN Necesitadas las futuras gene- raciones de hombrJs vigol'osos, que con al'dimiento, con fé, pro- sigan por la senda emprendida de la cultura y de la civilización, nada puede presentarse tan ár- duo y escabroso para el logro de ese fin como la educación que ha de dárseles. Desgraciadámente hoy, por muy diversas nos halIamü8 en. un todo coloca- dos diametralmente opuestos pa- ra poder couseguÜ' que esas fu- generaciones, sean dignas ca till1.ladoras dIos béneficio-" 80S esfuerzos, que la actual hace en bien de la No por eso quiere decirse q se tema la corrupción aún en mayor grado, lo cual no es dable, no; lo que es de temer es que siga por donde hoy vamoe, influídos por los ,mo- dernismos, en el camino del mal, del materialismo, de la incredu- lidad r de la. falta de fé. Hemos adelantado mucho, mu- chísimo, desde mediados del si- glo actual, próximo á finaliza\': visibles son los progresos alcan- zados por la cieneia en todos laR ramos del saber humano; pero al paso que se van imponiendo nue- vas teorías, vemos que lamenta- blemente, deja. muchu que de- sear, por considerarla como cosa secundaria y de ningún valor, la educación tanto moral como físi- ca, rodeada de ese medio am-· biante pernicioso y fatal de de- cadencia y de pOl:litivismo. Dolorosa es la. evidencia de esa aseveración, pero más dolorosos aún, ¡erán sus efectoa si á ello no se pone pronto remedio, nor- malizando la educación y basán- dola sobre los sólidos principi09 de la. religión cristiana. Bajo ella vivieron nuestros mayores, y acometieron aq uellas que demuestran incon- trastablemente la que las guiaba. Escudado. en ella 8e fol'· maron las célebres cruzadas de imperecederos recuerdos; el rey Pelayú con un pufLado de hom- bres sostenerse en Cova- donga con inmarcesibles glorias, para que sus sucesoreli, llevando por lema su Dios y su Rey, re- conquistaran palmo á palmo el terreno perdido ... Isabel la Católica auxilió á Colón porq us su en Dios, su amor á la humallida.d así se lo demandaban ... Mil ejemplos pudieran de los que nuestra glori08a hiato- J'ia está llena, y entoncell,'no ha- bía excépticos, no exiatian las doctrinas nuevas y malsanas qn8 hoy roen poco á poco y minan, con infatigable esfuerzo, digno. de mejor causa, á nuestra deca- dente sociedad. (Concluú·á.) Revista de Agricultura, Industria y Comercio -=- DEL DE OLIVAS. Nada me parece tan OportUIIO, co- mo empezar esta Revista por el asuuto que más llama ahora la aten- cion de nuestros labradores é indus- triales. Me refiero, no sólo á la ela- boración del aceite de olivas, sino . también á los medios de que la cien- cia se vflle para conocer sus diver- sas falsificaciones. Pero antes de co- menzar dicho trabajo, haré saber á mis lectores, que sólo contando con su benevolencia, me atreveré á ex- pon.er mis modestísimos conocimien- tos, sobre un aSLlnto que de tan·la importancia es. Teniendo, pues, de mi parte á los que me lean, no vaci- lo ya en dar comienzo á mi asignada tarea. Empezaré diciendo que están com- prendidas bajo el nombre genérico de aceites, ciertas sustancias, que al iacto son untuosas, y que al caer so- bre el papel y los tejidos producen en ellos una mancha. Se extraen los aceites de animales y de vegetales; y son comunes á todos ellos las si- guientes propiedades: M ntenerse lí- quidos á la temperatura oI'dinaria, ser combustibles y más ligeros que el agua, no pudiendo, por tanto, ha- .. el' que se disuelvan en dicho líqui- \10; aunque son solubles entre sí. productos, seg'lÍll su menor ó mayor grado de estabilidad, diví- dense en volátiles y fijas y á este ríltimo orden pertenece el aceite de oli vas, q ne es el más importante de los que se elauoran, tanto por su abundancia, como por su exquisi- ta calidad y agradable sabor. Como el aceite es un compuesto de oieina y de 1nm'gm'ina, diré que estos dos pl"incipios no se encuen- tran mezclados en él por iguales pules; sino que en 100 partes de o.ceite, se '12 de oleina y 28 <le margm'ina. El primer principio es la parte líquida del aceite, y el . <'- ollado es su parte sólida, que 10 Lega a ser, cuando la temperatura . del aceite es inferior á 4: No quiero pasar más adelante, aunque las supong'o por todos cono- cidas, sin decir, que las operaciones necesarias para que el aceite teng'a condiciones para la venta, son: El entrojado, molienda, prensado, cla- 1'i/icación y consm'vación. Como después de obtenidos los aceites no resultan todos de llna mii- ma calidad, en el comercio, segúll su mejor elaboración, están clasifi- cados en a.ceites 1'efinados, aceites cOJnestibles, aceites comunes y bb-' 1Tás de aceite. El llceile de olivas está muy ex- puesto á sufrir alteraciones si no se encuentr., muy bien conservado. Es- ta !'ustancia se altera fácilmente al contacto del aire; pues tiene la pro- piedad de absorber el oxígeno, con lo que se hace más espesa, al mismo ti ropo que este gas, promoviendo en aito gri-\do la acción de la mate- ria nitrogenada, que tiene el aceite, aunque en escasa cantidad, hace que en él aparezca una especie de fer- mentación.q ue es precisamente la que lugar á su enrancia miento. Si el aceite presenta una gran superficie, la absorción del oxígeno. es enton- ces tan rápida, que muy bien puede suceder que se inflame, si la tempe- ratura desarrollada es suficiente pa- ra producir este fenómeno. Hayal- gunos aceites. que cuando se enran- cian, se solidifican, como el de lina- za, nueces, etc.; pero el de olivas adquiere esta propiedad sin variar de estado, y se reconoce muy bien si está alterado por el olor y sabor característicos, que de él se despren- den. Otra de las causas capaces de producir alteración en el aceite, es la materia de que esté compuesta la vasija en que se halle nquel conte- nido. Cuando se conserY'a en recio pientes de plomo, el aceite disuelve parte de este melal, es mucho más claro y no tiene olor desagl'adable; pero en cambio adquiere propieda- des venenosas. Cuando ion las vasi- jas de cobre, con este metal adquie- re el aceite un color bastante verde, un sabor que desagrada, comunicán- dole. al mismo tiempo, propiedades eméticas. Para evitar estas alteraciones, es lo más conveniente, que la. n. ¡jn. conserven perfectamente ce- rradas, y estén hechas hojas de lata, ó en su defecto, de cualquier clase de madeJ'a. JUAN Jo É GÓMEZ SALeEn!). (Se continua.1'áj Nue.tro distinguido paiiano é ilus- tre escritor D. Inocente Hervás, nos remite las NOT AS DR VIAJE Ni se villita á Cádiz sin experi- .mentar grato placer, ni se aleja sin pe.a. Es una.población culta vista de cerca y resulta graciosa al con- templarla de meciéndose sobre las olas del Océano. Pero en vano se busca la vida, las inmensas riquezas y el movimiento que las flotas de la joven América aportaban á sus mue- lle.. Una serie no interrumpida de torpezas y felonías solapadas, que 110 han terminado aún, concluyeron con nuestra dominación en aquel vasto continente, y la hermosa y sonrienttA Cádiz, emporio comercio, yace triste y solitaria, como viviendo sólo del recuerdo de su pasado esplendor y grandeza. El Piélago zal'pó de la grandiosa bahía á las 7 en punto de la mañana , con buen tiempo; pel"O no sin que la marea oos hiciera temer, la lucha con el furioso Levante, azote de aquellas playas. No se hizo esperar. y encrespando las agitadas olas y pillando las corrientes al' barco de través, dábanle horribles bandazos, que le obligaban á gallardear má$ Originales cedidos por D. Anastasio Martínez Carrasco. Digitalización: Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM)

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Page 1: ~'SO 'L RedaTlCl'o'll suscr~pciones - biblioteca2.uclm.esbiblioteca2.uclm.es/biblioteca/CECLM/ARTREVISTAS/CIUDAD_REAL/juventud... · guientes propiedades: M ntenerse lí quidos á

Año I. Torralba de' Calatr rh.'ero dr 1 98. ~lm. 2.

Periódico semanal, indepandients1 defsnsor de los intereses agrícolas, industriales y mercantiles; literario y noticiero.

. .. - . -- 11 Anuncios y comunicados á precios couvencionales.Toda la correspondencia de H,;dacción, á nombre de D.Ra- I

món Ruiz Sevillano, y la d, Administración al Admi- 11 Se con~iderará. su criptor, todo el que recibien-nistrador de este periódico. 1, do dos nume¡:os no los devuelva. \

I 'lB PUBLICA 'L ~ B:~B DOS :1 Nn 131\ devnplven .originales.

RedaTlCl'o'll y AdIDl'nist!'acion: c-" ~ '.e Santa Ana núm. 10. 1,' Centros de suscr~pcionesen la Redt.eción y domi-" i cilios de nuesiros corresponsales.

Pe.eta. 1

· ¡'2i I• ,2'25· ~'SO

· 0'10 I· 0'20

PR&OIOS DE SUSCRIPCIÓN.

Trimestre. .Seme¡¡tre . .Aüo.Número sueltoIdero lLtrasado.

Pago anticipado.

Administrador: D. Juan José Góroez Salce do,

r

ENSEÑANZA YRELIGIÓNNecesitadas las futuras gene­

raciones de hombrJs vigol'osos,que con al'dimiento, con fé, pro­sigan por la senda emprendidade la cultura y de la civilización,nada puede presentarse tan ár­duo y escabroso para el logro deese fin como la educación queha de dárseles.

Desgraciadámente hoy, pormuy diversas circun~üanClas,noshalIamü8 en. un todo coloca­dos diametralmente opuestos pa­ra poder couseguÜ' que esas fu­~uras generaciones, sean dignasca till1.ladoras dIos béneficio-"80S esfuerzos, que la actual haceen bien de la hllmanid~d. No poreso quiere decirse qu~ se tema lacorrupción aún en mayor grado,lo cual no es dable, no; lo que esde temer es que siga por dondehoy vamoe, influídos por los ,mo­dernismos, en el camino del mal,del materialismo, de la incredu­lidad r de la. falta de fé.

Hemos adelantado mucho, mu­chísimo, desde mediados del si­glo actual, próximo á finaliza\':visibles son los progresos alcan­zados por la cieneia en todos laRramos del saber humano; pero alpaso que se van imponiendo nue­vas teorías, vemos que lamenta­blemente, deja. muchu que de­sear, por considerarla como cosasecundaria y de ningún valor, laeducación tanto moral como físi­ca, rodeada de ese medio am-·biante pernicioso y fatal de de­cadencia y de pOl:litivismo.

Dolorosa es la. evidencia de esaaseveración, pero más dolorososaún, ¡erán sus efectoa si á ellono se pone pronto remedio, nor­malizando la educación y basán­dola sobre los sólidos principi09de la. religión cristiana.

Bajo ella vivieron nuestrosmayores, y acometieron aquellasempl'e~as que demuestran incon­trastablemente la fé que lasguiaba. Escudado. en ella 8e fol'·

maron las célebres cruzadas deimperecederos recuerdos; el reyPelayú con un pufLado de hom­bres ~upo sostenerse en Cova­donga con inmarcesibles glorias,para que sus sucesoreli, llevandopor lema su Dios y su Rey, re­conquistaran palmo á palmo elterreno perdido ...

Isabel la Católica auxilió áColón porqus su fé en Dios, suamor á la humallida.d así se lodemandaban ...

Mil ejemplos pudieran citar~e,

de los que nuestra glori08a hiato­J'ia está llena, y entoncell,'no ha­bía excépticos, no exiatian lasdoctrinas nuevas y malsanas qn8

hoy roen poco á poco y minan,con infatigable esfuerzo, digno.de mejor causa, á nuestra deca­dente sociedad.

(Concluú·á.)

•Revista de Agricultura, Industria y Comercio

-=-DEL ~J\.CEITE DE OLIVAS.

Nada me parece tan OportUIIO, co­mo empezar esta Revista por elasuuto que más llama ahora la aten­cion de nuestros labradores é indus­triales. Me refiero, no sólo á la ela­boración del aceite de olivas, sino

. también á los medios de que la cien­cia se vflle para conocer sus diver­sas falsificaciones. Pero antes de co­menzar dicho trabajo, haré saber ámis lectores, que sólo contando consu benevolencia, me atreveré á ex­pon.er mis modestísimos conocimien­tos, sobre un aSLlnto que de tan·laimportancia es. Teniendo, pues, demi parte á los que me lean, no vaci­lo ya en dar comienzo á mi asignadatarea.

Empezaré diciendo que están com­prendidas bajo el nombre genéricode aceites, ciertas sustancias, que aliacto son untuosas, y que al caer so­bre el papel y los tejidos producenen ellos una mancha. Se extraen losaceites de animales y de vegetales;y son comunes á todos ellos las si­guientes propiedades: M ntenerse lí­quidos á la temperatura oI'dinaria,ser combustibles y más ligeros queel agua, no pudiendo, por tanto, ha-

..el' que se disuelvan en dicho líqui­\10; aunque sí son solubles entre sí.{~stos productos, seg'lÍll su menor ómayor grado de estabilidad, diví­dense en volátiles y fijas y á esteríltimo orden pertenece el aceite deoli vas, qne es el más importante de~i)dos los que se elauoran, tanto porsu abundancia, como por su exquisi­ta calidad y agradable sabor.

Como el aceite es un compuestode oieina y de 1nm'gm'ina, diré queestos dos pl"incipios no se encuen­tran mezclados en él por igualespules; sino que en 100 partes deo.ceite, se h~ll1an '12 de oleina y 28<le margm'ina. El primer principioes la parte líquida del aceite, y el

. <'- ollado es su parte sólida, que 10Lega a ser, cuando la temperatura

. del aceite es inferior á 4:No quiero pasar más adelante,

aunque las supong'o por todos cono­cidas, sin decir, que las operacionesnecesarias para que el aceite teng'acondiciones para la venta, son: Elentrojado, molienda, prensado, cla­1'i/icación y consm'vación.

Como después de obtenidos losaceites no resultan todos de llna mii­ma calidad, en el comercio, segúllsu mejor elaboración, están clasifi­cados en a.ceites 1'efinados, aceitescOJnestibles, aceites comunes y bb-'1Tás de aceite.

El llceile de olivas está muy ex­puesto á sufrir alteraciones si no seencuentr., muy bien conservado. Es­ta !'ustancia se altera fácilmente alcontacto del aire; pues tiene la pro­piedad de absorber el oxígeno, conlo que se hace más espesa, al mismoti ropo que este gas, promoviendoen aito gri-\do la acción de la mate­ria nitrogenada, que tiene el aceite,aunque en escasa cantidad, hace queen él aparezca una especie de fer­mentación.que es precisamente la quedá lugar á su enranciamiento. Si elaceite presenta una gran superficie,la absorción del oxígeno. es enton­ces tan rápida, que muy bien puedesuceder que se inflame, si la tempe­ratura desarrollada es suficiente pa­ra producir este fenómeno. Hayal­gunos aceites. que cuando se enran­cian, se solidifican, como el de lina­za, nueces, etc.; pero el de olivasadquiere esta propiedad sin variarde estado, y se reconoce muy bien

si está alterado por el olor y saborcaracterísticos, que de él se despren­den. Otra de las causas capaces deproducir alteración en el aceite, esla materia de que esté compuesta lavasija en que se halle nquel conte­nido. Cuando se conserY'a en reciopientes de plomo, el aceite disuelveparte de este melal, es mucho másclaro y no tiene olor desagl'adable;pero en cambio adquiere propieda­des venenosas. Cuando ion las vasi­jas de cobre, con este metal adquie­re el aceite un color bastante verde,un sabor que desagrada, comunicán­dole. al mismo tiempo, propiedadeseméticas.

Para evitar estas alteraciones, eslo más conveniente, que la. n. ¡jn.~')Se conserven perfectamente ce­rradas, y estén hechas d~ hojas delata, ó en su defecto, de cualquierclase de madeJ'a.

JUAN Jo É GÓMEZ SALeEn!).(Se continua.1'áj

•Nue.tro distinguido paiiano é ilus­

tre escritor D. Inocente Hervás, nosremite las siguiente~

NOTAS DR VIAJE

Ni se villita á Cádiz sin experi-.mentar grato placer, ni se aleja sinpe.a. Es una.población culta vistade cerca y resulta graciosa al con­templarla de l~jos, meciéndose sobrelas olas del Océano. Pero en vano sebusca la vida, las inmensas riquezasy el movimiento que las flotas de lajoven América aportaban á sus mue­lle.. Una serie no interrumpida detorpezas y felonías solapadas, que 110

han terminado aún, concluyeron connuestra dominación en aquel vastocontinente, y la hermosa y sonrienttACádiz, emporio ~el comercio, yacetriste y solitaria, como viviendo sólodel recuerdo de su pasado esplendory grandeza.

El Piélago zal'pó de la grandiosabahía á las 7 en punto de la mañana,con buen tiempo; pel"O no sin que lamarea oos hiciera temer, la luchacon el furioso Levante, azote deaquellas playas. No se hizo esperar.y encrespando las agitadas olas ypillando las corrientes al' barco detravés, dábanle horribles bandazos,que le obligaban á gallardear má$

Originales cedidos por D. Anastasio Martínez Carrasco. Digitalización: Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM)

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=l..a Juyentud Torralbe'ña.

h:illaba ulla joven en cama. Era hermo­sa, su mil';lI' snmh"¡o y lánguido, ~u tezblanca, 'taba citwtu tiute á la palidez quecu lH'ía tOllo su l'ostl'O, su boca esta bacasi siempre contl'aída por una dulcesOlll'isa, (as huellas de la enfermedad,bien marcatlas por la demacr ación quepr'o.luce la fiebre.

Su madre, sentarla á la cabecera de lacama, no (lejaba de prottigarle todo gé­nero de esperanzas, que ella escuchabacon indifel'encia y despego.

Después de un momento ele silencio,Elisa, dirigiéndose á su madre, .con vozdulce esc!amó:

-)1atlr'e, es inútil me des esperanzas,sé que son pocas las hl1ras que tic vidame qupdan y no quisiera morir sin anotes ver al h",mbl'e que es causa de todosmis males, que apesar de sel' esto cier­tll, yo le :ldOI'O y estoy contenta por ha­berle conocido.

Si él Supilll'a lo mucho que con suconrlucta me ha hecho padecer, sP.gul':¡­mente se arl'epentil'Ía de habel' ob.'adoasí, pero es que sin dUlla no cunoce losefectos que en mi corazón de niña haprOlI ucido.

Sí. .. rluiero vtwle ... no por pertirlep,xplicaci,mes de su manera de pl'uc~ecler,

que harto cClllvencilla estoy de que otramlljel' ha intel'esado su corazón. yesomismo ha sido causa de que me 1.lvi,le ...pel'o segUl'a estoy que nadie le querrácomo yo le quiero; así, que no por lasexplicaciones, .. sino por verle y dedi­car'le mi úllimo suspiro ya que él leocasiona ... ya que su olvido me ha co­locado á las pueltas tlel sepnlcro...

La ma,lre, ,1i1'igi'~ll,11) una mil'atla decompasión al lechll, salió de la estanciavertiendo copios.ts lágrimas y sin 'poderpl'onunciar palabra.

Un cuuto de hora después, volvióacompañada de un joveu de art'ogente fi­gura y bastos ademanes.

Llegados ala estancia donde Elisa es­taba, él I'ompió el silencio dir'igiéndoseá la enferma:-y bien señorita, sabré para qué ha

tenid,) V. la b,1I1dad de molestarme?-Fernan lo, tan desconocida estoy

que ya no conoces á tu Elisa? ¿No recuel'Ja~ las promesas de amur que mehacías? .. Pero no. no quiero recorllal'tenuestro amul· pOl'que para tí ya nosoy tu ... Elisa sino... una incauta jo-ven 'lue muere de amor, víctiqta de tuconducta ... Tu amor me ha colocado enla situación que me ves, que débil paracontener mi corazón, he dado riendasuelta á mis pasi,)nes y ya es tarde paraempezar de nuevo... pero estoy confor­me con haberte conocido yamadu tanto.•

No me espanta la muel'te ... sólo pien­su en Dios, al que pi,lo tr. haga muy feo.liz, con la mujer' que habienllu intere~a·

do tu C'orazón ha cortado el hilo de miexistencia.

Yo te perdono el mal '<lITe me has he­cho; muero tranquila y contol'me por­que e~tuy segul'a de tu arrepentimiento,pOl'que te veo cuan,lo voy á e~halar

mi último suspil'o, I'ogánltote tan sólo,cumpla" el encargo que te cleja la mUlerque te lluiel'e más rlespués que tu ma­dre, y que víctima de tu amor se en­cuentra al borde de la sepultura.

Si otra mujer te quiere como yo, noseas tan cl'uel y hazla feliz, que yo pe­diré en el cielo qU(~ si am'lS tanto, obrencontigo de form:l. bien tli3tinta que túhas obrado.

Ahóra ..• AJios para siefupre,coll sólouna oración que me dediques cuando tU'

EL CASTIGO

Aunque los hombres hayan inventadosufrimientos horribles "y sin cuento,¿cuál se pued~ igualar á aquel tormentodel que Ama con pasión y no es amado?

¿Qué es la muerte con esto comparado?.La cesación del mismo sufrimiento;pues deja de vivir el pensamiento,que le hizo ser en vida desgraciado,

A ninguno quisiera con tal suerte;ma s si escoger tu vi~ra por acasoentre vivir y ser aborrecidu,

sin duda alguna eligiría la muerte;pues ella había de hacer, en e'3te caso,el que diera mis penas al olvido.

JUA:'i J.ISÉ GÓMEZ SALCEDO.

Era una húmeda mañana de inviel'Oo.Habíanse deshojado los hermosos ala­mos... estaba tl'iste, vAstía de luto lanaturaleza; gemía el viento en los des­nudos bosques... tod~ inspir'aba dulcemelancolía.

D,lIJan las diez. El cielo amenaz~ba

telOpestall¡ las gaviulas y los somozmu­jos huían con r'ápido vuelu háeia IllS ro­cas lanzando agudos gl'itos para avisará sus compañeros extl'aviarlos en las ri­beras; los guinchrls, los pájaros de lastormentas, reclIl'rían incluietos la pla­ya, esptlran1lo que las olas agitadas lesal'rojal'an algún :llirnento¡ l1l!gras le­gi'lnes de cuervos ba tiendo las alas lla­maban la borrasea cun fuel·tes grazni­dos; las gl'ullas abanli'lIl11n,lo los panta­nos, h<ihitual mOl'ada suya, se remonta­ban á las nubes que se iban agloml'ran­du en la atmósfera; I:¡s goloulrinas demar. wlaban rasanrlo la super'fleie delas aguas.

En la ciud;lrl, cuyas murallas lamíanlas olas, ha.bía una casa elegantementedecorada y en un cuarto de la misma sé

Sólo con lo hasta hoy conocidohay medios suficientes para detruil'­se pronto ejércitos muy poderosos yhacer menos duraderos los combates,es verddd, pero horroriza el pensar

.. los destrozos que se producirían siestallase la tan temida guerra euro­pea.

Si estos medios ofensivos y de­fensivos se emplean entre ejércitosque luchan por una causa justa, ca­sos en qne hasta la misma Iglesia norechaza los cotnbates, (pues aquérecórdar entre otros casos lo que

~ \ alentó las Cruzadas y nuestra Re-I conquista) ¿qué diremos cuando las

infernales armas actuales se empleanentre ejércitos que luch:ln por finespoco justificados y de los cU:1les tan­tos ejemplos tenemos en la Historia?Pues diremos en estos casos quehasta el instinto de conservación hadesaparecido.

Si además de las grandes calami­dades inherentes á las guerras,comoson las enfermedades que diezmanel número de combatientes, ya porfalta de aclimataciéln, por marchasforzadas, por deficienci¡ls en la ali­mentación, etc., la destrncción de laagricultura y de la industria, parali­zJción del comercio, si á todo ~sto

agTegamos mayore3 y más potentesmedios de destrucción,decidme si nopuede exclamarse en estos casos queprogresar es..... retroceder.

H.

(Conti nuará.)•

-=-Adulanlos contranrodncontu8Me propongo en este artículo ex­

poner brevemente algunas conside··raciones acerca de los perjuicIOS qu ~

á la humanidad han producido y 1producirán algunos de los invente ~

que en este siglo se han hecho, pI.!no siempre los innovadores h~

rigido su febril actividad única ate hacia aquellos objetos de utilhy conveniencia y cuyo resultado de­biera ser la mayor relicidad y biec­esta r de las gentes, sin o que, á•..idúsde progreso y de invenl'ión, han to~­

cido muchas veces Sil manía in',ren­tiva, encaminándola á fines muyopuestos á los que constituyen el le·­gítimo y leal progreso social.

El siglo XIX que con razón puedeglorial'se de hlber hecho progresar!'ls ciencias, las letras, las artes, laagricultura, la industria y todas lasdemas manifestaciones del saber hu­mano más que todos los anterioresreunidos, pues en otros siglos ha hr\­bido grandes adelantos, ha hecho lainteligencia hum;1ba gra[Jd~s con·quistas y algunas tan importantesque variaron por completo las ideasy la manera de pensar de las gent"'):pero tantas invenciones, en tantonúmero, en todos sentidos y tan úti­les y beneficiosas á la humanidad co­mo casi todas las que debemos al si­glo que está terminando, no ha ha­bido ninguno.

y digo casi todas porque quieroindicar Jo contraproducentes que hansido algunas según mi modo de pen­sal'; me refiero á los actuales mediorde guerrear, en donde los invenLosse suceden con pasmosa actividad,pues cada día tenemos noticia de al­guna innovación en el arma que es­timamos por m.ls precisa, de más al­cance, que reune más medios paradestruir al enemigo y es sustituída aldía siguiente por otra y ésta ense­guida por otra, y si bien es verdadque harán las guelTas menos dura­deras y sañudas, porque los hombresse matarán casi sin verse, no obs­tante han acrecentado los destrozosconsiguientes á su mclS dañina acciónsobre el organismo.

Se me dirá sin embargo que losintereses materiales no sufrirJn tan­to por la menor duración de las gue­rras y yo replicaré que la vida delos hombres ,'ale más que todos losintereses reunidos y por reunir. Siya que desgraciadamente no puedanevitarse por ser cosa inherente alasoberbia y miseria humana, á lo me­nos pudieran economizarse los des­trozos á ellas con~igl1iente'i y ha­bríamos dado un gran paso; peroconsiderar como adelanto lo que au­menta las desdichas de la humani­dad, no puede de ninguna maneraser aceptado.

Soco mayor, el Calpe Hofel en laciudad, el New York también en larada y otra. casas pensiones propor­,üonan cuanto puede apetecer el tOlt­

riste.

de lo que pedía nuestra propia con­veniencia. Barriendo las olas la cu­bierta, hubimos de buscar nuestrorefugio en las buenas y elegantescámaras del buque.

Tan ruede balanceo dió al trastecon nuestra seriedad y aplomo y losrostros macilentos daban bien á co­nocer los estrag'os de la pesadillaasaz molesta del mareo. ¡Buena oca­sión, en yerdad, para recrear la vis­ta y dar trabajo al lápiz al delcu·,brir aquella costa mal'roquí objetotant.} tiempo hacía de mis ensueños!

. Al fin anclamos en la abierta '1 re­yuelta rada de Tánger despuéi deseis horas de fatigosa mar~ha.

Sereno ya el ánimo, la vista se fijacon atractivo irresistible en la ciu­dad moruna, que ofrece el aspectl)de sábana blanqueada tendida en lasua ve pendien te de nn cerro pocoelevado. Pero otro espectáculo nomenos interesante y extraño llamanuestra atención. Multitud de botessaltan al través de las encrespadasolas, tripuladas por moros,' bogandoJ gritando en su extra.ño idioma ysin temer al fuerte oleaje, 'que ame­naza destrozar sus endebles barqui­chuelas contra el casco del buque,invaden prontamente éste y aquelloshombres de tez tostada, de formasatléticas, medio desnudos, de miradafiera y con bruscos modales se apo­deran indistintamente del equipaje,y con agilidad pasmosa saltan á susbotei, obligando al viajero .á queles oiga en aquel entonces pelig~

descenso, para conducirlo al pobrederruído muelle y después á laAduana.

La sorpresa de costumbres tan ex­trañas no se desV'anece al subir á laeiudad, aumenta. En pocas horas sepasa de una á otra civilización, comoen estudiada mutuación de un cua­dro disolvente. Tarifa y Tánger, Al­geciras y Cellta se tocan y puedendarse la mano al través del Estre­cho, y sin embargo son dos mundosdintintos sin lazo alguno de unión ysemejanza, y como separados por al­gURas décadas de siglos, Si fuera yocapaz de escribir una relación deviaje tendenciosa, tela teDía cortadapara discurrir largamente sobre lascaUSéli que dan origen al estaciona­miento de la raza africana, sin quesea bastante á despertarla de tanprorundo letargo ni el eco del verti­ginoso ruido que le LLega de las cos­tas de 'Europa, ni el trato é íntimasrelaciones en que vi ve con el extran­jero que ya viene á estudiar sus cos­tumbres ó á edificar suntuo~o pala­cio para gozar de la dulzura de suclima. P~"o esto e¡ un simple trasla­do de apuntes de cartera tomados alvuelo y b<ljo la impresión del mo­mento y no hemos de alterar su ca­rácter.

Guiados por el intérprete de razajndía que nos salió al encuentro lle­gamos al Continental, cómodo yes­pacioso hotel á la vista de la rada yfuerll de la ciudad. No es este sóloel que ofrece hospedaje confortable

, al viajero; El Ville de France en el

Originales cedidos por D. Anastasio Martínez Carrasco. Digitalización: Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM)

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La Juventurl Torralbeña.r-- -- --- ---

•..Herido por las balas de nuestros solda­

dos ha caído muerto en los campos de Cu­ba, el infame cabecilla .-\.ranguren.

Un traidor menos, ha exclamado el pue­blo español, al recordar la alevosa embos­cada que tendió al valeroso teniente COl'

Estando el lunes próximo pasado, elconocido Metereologista Sebastián Lópezen la bodega donde trabaja, al pasarjunt.o á unos pozos ó chilancos de 6 me·tl'OS de pl'ofundidari con que dicha bo­dega cuenta, luvo la desgracia de resba­lar'se y cael' al foudo. La casualidad deno hazar'se hizo que al caer se cogieseá una soga que de una viga pendía, sos­teniéndose en ella y sin que afortuna­damente tuviese que lamentar desgraciaalguna, tan solo el consiguiente susto.

Sentimos el percance ocurrido á tanconocido Metel'eologist~ y nos alegramosno tuviese que lamentarlo.

-=8):(8=-Han siao nombrados nuevamente co·

rresponsales de este semanal'io los seño·res siguientes:De Cabezal'rubias, D. Roque Sánchez.• Puertollano, ~ Victlnte Fontana.11 Piedrabuena, » Félix Camarena.»Villanubía, 11 Honorato Pérez.De Barcelona lo es D. Miguel AI'enas;

V no D. Mal'Ío Vidal como decía:nos ennuestro número anterior.

........ ........-= .=-_ ........

La unión conservadora es un hecho, Elabrazo de Silvela y Pidal á los postres deun banquete ha sellado el pacto. El partidoconservador vuelve á la vida activa de lapolítica, merced á los esfuerzos de los ilus­tres políticos que militaban t:n uno y otrobando. La Jefatura de Sil vela ayer disentida,es hoy solemnemente acatada por la mayo­ría de los senadores y diputados que siguie·ron fielmente la política del Sr. Canovds.

El Sr. Pidal está de enhorabuena,

.. .

ITa sido capturado en Ciudad-Real, unsujeto I!alllaJo Al fonso Solís Esteban,n~tul'al de Oailllíel, autf)l' de vadus ro­bos cometidos en esta provincia, yespecialmente en Tonalba, habiendoingresado, convicto y confeso, en laC;:lrcel.

La presencia de Maine en las costas deCuba, ha sido el acontecimiento más sona­do de la semana. Esa demostr;.ción de cor­tesi4 y amistad dada por el gobierno yllnkéeá la nación española en circunstancias tandifíciles, ha causado como no podía menos,el enojo de España y el recelo de Europa.

y para demostrar quizás al gobierno delos Estados Unidos la poca confianza queinspiran sus actos y lo poco que se cree ensus demostraciones de afecto, las poten­cias del viejo continente han enviado alpuerto de la Habana, para colocarlos en­frente del Maine, á sus acorazados podero­sos y á sus cruceros de combate.

Es un apoyo moral que las grandes po­tencias europeas prestan á España, excla­man algunos; es una prudente advertenciaal gabine yankic esclaman otros; España,por su parte calla; pero corres?ondiel1do ála cortesía del gobierno americano, con lacortesía proverbial del hidalgo fJu<:blo es·pañol,envía al Vizcaya á visitar Washington,mientras prepara una escuadrilla de torpe­deros y destroyers para la mayor vigilanciade las costas cubanas.

y con esto la cllrtesia está pagada.

CRÓNICA

_................-=....:;..;.:........:.;..==-

Ayer riñieron dos individuos en la ca­rretera de Daimiel y durante la refl'iegase proporcionaron ambos sendos garro­tazos. La intervención de unos peonescamineros pusieron fin á la pelea.

Esa es la mejor manera de medirselas fuerzas.

Ha sido nombrado corresponsal :leeste serna nario en Miguel turl'a, nuestroquer'ido amigo D, Antonio de las Her:ls,I que empez' rá su servicio ete infol'­

mación destle el número próximo.........-----........-:= ••.... =-..............-

, TorIos nuestro~ filvorecedores puedenI'emitirnos tl'abaJus para la Sección re·creativa y los que se publical'án á juiciode la Dirección,

Ha llegado á esle pueblo y dondr. per­manecer';) pOI' vadus dbs, el notable fo­tQgra fo SI'. Pa radas.

Con tal motivo ~On varias las personasque se proponen retratarse.

,.-.......,,......,-="':":"''':'':''v=-

-:=:: ..•.•. ==-....., ........-DUI'~nte la semana han se¡.;uido ex­

Iunándose, comu en las lInteriores, va·I us w<lgones de patatas, Todavía haybastantes existencias de este artículo, y~s precios tienden al alza. No podemosdecir otro tanto del vino, pues todavíase encuenll'a en las bodegas la actualoosecha.

que sus compañer03 de comisión, recorriótres días antes todas la/i sombrererías bus·cando una copa alta á la medida,

Viendo que se acercaba el día de la fun·ción religiosa y no conseguía ver realizadossus sueños dorados, la pidió tele¡rráficamen­te á Madrid, y la recibió el domingo por lamaíj.ana.

Pero ¡oh fatalidad! al ponérsela no vióque tampoco le encajaba, y asistió al actohecho lIn verdadero clown.

Consiguiendo con esto lo que se pro·ponía., <;;ausar la hilaridad de los concurrentes,

¡Bay personas que hasta para vestir sonde~graciadasl

•• •Antes de terminar esta crónica, voy á dar

áXX, el de cTijera y pluma» de El Labriqoun amistoso consejo .

Aproveche los pocos días que le quedande vida en ponerse bien con Dios, y nom,,:;;aste el tiempo criticahdo al vecino.I lrque ~entiría verme en la precisión deto .lr las disciplinas y darle dos azotesmt~ fuertes que los que recibió antaño enla c'laza de la Constitución... cierto edno­Cl o suyo,

EL ABiTli: BUSSONI,Ciudad-Real 4 Febrero de 1898,

,.-.. .................-=...:.:.,;.:.........:.:,,=-

El día -a 1 de Enero rué ped ida la ma­no de la bella y simpática señurita En­camación de Eguía y Bernardo Ordoñez,para el joven Vetcrinal'Ío D, Juan JoséGijún y Gómez S~lcedo,

Jugando ayel' val'ios niños en el puen­te de la car'l'etera de Carriól), tuvo ladt:sgracia de caer'se uno, c:¡usándose tansólo contusiones de poca considel'ación.

Desgl'aclas de éstas está expuesto áQcurl'il' á dial'Ío, debido al abandono demuchas madl'es que dejan á sus hijostan pequeños en completa libertad.

................r--.-= =-......... r--..........

Oespués de haber pasado'una teil'lpo­rada en la cOI'te, ha regl'esado á ésta 61I'ICO pl'opietario O, Fermin López, acom­pañado de su distinguida señora y susbellas sobrinas Aht,mia Ruiz y CumenAlval'cz.

El miércoles pr'óxilllO pasado se cantól'n la iglesi:¡ parruquial de la Sanlísi.TIaTl'inidad, un solemne Te [)eum en ac·ción dt\ gr'acias por' la feliz ter·minációnde la gU\:I'ra de Filipinas.

----_._----Gallarda, altiva, pavorosa, escueta,

la inmensa mole de jigal1te roca,siniestra se alza; y en las nubes tocasu agudo pico de profunda grieta.

En sus entrañas de coloso, aquietala hinviente la va que con fuerza locasalta iracunda de la negra boca,arrasa el valle y su furor completa,

·Y súbito retiembla la montaña,el mar se encrespa con rugiente saña,y el mísero mortal contempla luego,

sobre el negro crespón del horizonte,¡coronando la cúspide del monteun ramillete colosal de fuego!

E. HERNÁNDEZ DIL Río.

En la visita de inspección girada por

11eneargado del fiel contr'aste de pesasmedidas h"n sido denunciadas algu­

as lien,las pOI' no correspunder las pe­sas con las legall~s.

,.-..'--'~=,-,,:-:......:..:,..=-

Crónica ciudarrealeña.

•• •

Las arboledas.-Soldados á Cuba.­El Te Deum.-Consejoll á xx.

Gratias á Dios que hemos conseguidotener un Concejo celoso y amante de lasreformas.

No celebra ninguna sesión sin tomar al­gún acuerdo plausiblt:,

El de la última, no es seguramente de losmenos,

Por unanimidad aprobó el proyecto depoblar de trboles todas las plazuela:! y si­tios á propósito, con objeto de embellecernuestra capital y de que los vecinos disfru­temos de los beneficios que 111 mejora re­porta.

En el paseo delPrado,ya se han plantadohermosos álamos.

En la calle de AlarcOi bonitas acacias.En la plazuela de San Antón se coloca·

rán cipreses, por ser el tránsito de los co­ches fúnebres.

y en la puerta de cada colegio electoralcorpulentos castaños.

Con objeto de que el candidato derrota­do se lleve 1.. fruta.

Son de agra:iar los buenos propósitos denuestros edIles, aunque profetizo que hande verse defraudados; porque aquí, aunqnehaya muchos ciuda anos amantes dd pro­greso y de la cultura, tll mhién eXIsten bas­tames indígmas qu:: gozan destrozando lasarbole'las-.

Pide un colega que los guardias vigilen,y si cogen á ,'t. un", le coloque á la sombra,

En nuestra capital esta medida es de di­fícil realización. Porque los que ejecutanactos ta n bárbaros, tienen mucha pujnla yprocuran que nadie los sorprenda-

Además, desde que se constituyó el nue­vo Ayuntamiento, los pocos guardias quetenemos, estáa atareados con otras opera­ciones de más trascendencia.

Unos peleando denodadamente contra laraza canllll!.

Otros midiendo los salientes de las rejas.Otros vigilando los sitios que el público

toma como mingitorios.y los más, observando 1m. cambios at­

mosféricos,Desde estas columnas TOY á exponer al

Ayuntamiento el único remedio para preservar los árboles de plaga tan terrible.

Siembre heno en bastante c2.ntidad alre­dedor de ellos y conseguirá los más positi­vos resultados.

Porque será con lo primero que tropie­cen las criaturitas y donde causen el verda­dero destrozo.

•• •El Sábado último salieron con dirección

á Cuba los reclutas de esta zona militar queles tocó en suerte prestar servicio en aque­lla hermosa perla española.

La despedida que les hemos hecho no hapodido ser más entusiasta y cariñosa,

La Diputación y el Ayuntamiento les hanobsequiarlo con metálic<;>, y los que no he­mos podido imitar á dichas Corporaciones,les hemos acompañado basta la eSlación,confundiendo nuestros vítores con losacordes de la banda municipal y los sollo­zos de las T)obres madres.

¡Quiera Oios que dentro de poco tiempopodamos prodigarles un recibimiento mu­cho más entusiasta que la despedida!

El domingo se celebró en la Catedral elTe r¡eum en acción de gracias por la pacificación del archipiélago filipino,

Invitadas por el Sr. Obispo· Prior asis­tieron comisiones de todos los centros ofi·ciales.

A las que se les presentó ocasión de lucirsus trapitos de crirtlt.lt'lr.

y á los que no habían usado nunca chis­tera, motivo para estrenarla,

Sé de un individuo, muy celebrado porsus chistes é i?trwlo, que .óor tU ser mMoS

cualLluier' tr¡lnce apul'allo de la vida notiene á quien volvel' sus ojus, la deses­pel'ación 11I atormenta, la falla del amorsuele hacel'le cl/meter', aun sin pensar,desaciel'los, y le hace pOI' fin sel' lleva­do de sus sentidos, sin que las faculta­des puedan ya pone)' freno á aquel des­orden.

La caridad, el socorro del menestero­so es una consecuencia inme.diata de eseeco majestuoso de la humanidad.

¿Quién poseído de sus eneantos notiende una mano de piedad, hácia el ne­ce~itado?

Contemplad su purcza y tenrlréis elmotivo único de todas vuestr'as vil'ludes.

lCOLÁI GUIÉNIZ.

-

En una casa vecina á la de Elisa, cua·trojóvenes sentadus al rededor de unamesa comían con avidez y apurabanbuen mianel'o ele botellas.

Tod08 (I~ban muestras de impacien­cia; coando de I'epente se abre la puer­ta de la estanci~ llonde se hallaban yapareció Fernando.

-Hace tiempo te esperamos, peroaúll llegas a, tiempo, siéntate y dínos lacausa de tu tardanza.

-Os haré reir con la histlr'ia de unosamores yen cuyo fin me ha faltado po··co para ~oltar la carcajada al oil' las sim­plezas de una estúpida mujer de quien

fuí amante algún tiempo.y como si estas palabras hubieran

manriado á los elementos, se lleclarp latempestad, La lluvia cayó á tOl'rentes, eltrueno hizo retemblar los s(l\itarios bos­ques, el viento silbó ~on ter'l'ible fuer'za,la fulgurante luz dell'elámpago I'asgó lasnegras nurtes amontonadas sobre latier'ra.

Los amigos de Fer'nanllo bebían sintomal'se la molestia de pllnsal' un mo­Inento en la tel'rible cóltll'a de Oios. Pe­ro de pronto, y cuando menOK lo esrel'a­ban, flesllréndese elel cielo con horrisonllestampilló un r:¡yo abr'asadlll'; conmué­vese la tiel'ra; el rayo cae en la estandadOllfle (}st¡l'ban, hil'Íendo á Fel'Oandocua n,lo éste, brinrlando, se mofa ba de laIjobre Elisa, sin recordar, que Ilor él, enaquel momento, entregaba su alma áDios.

R. R. S.

e=

¿Será mi triste sino tan menguado,Que de aquella mujer que tanto adoro,De aquella por quien yo diera Ull tesoro,No he de lograr el sí tan rleseado?

¿Cuándo has de permitir ¡oh Dios alado!Que cese el tIempo que tu gracia imploro?¡Sordo estás á mis ruegos· y á mi lloro l¡Compadecéte al fin de un desdichado!

Para ver de aliviar mis amarguras,Al casino me voy algunos ratos;y alli oyendo contar mil aventura~,

Paso breves momentos algo gratos;Pero luego volviendo á mis tristuras,Vuelvo con mas calor á mis conatos.

PANSKQUINI •

Esa nota característica que distingut'al humlJl'e; esa fuentt' ¡fe ['icos y PUI'OS

sentillli~ntos, es á no dudarlo la que lIIásle ennoblece V le hace cometer emp,'e­sas que después se per'petúan con caracteres indelebles en la histul'ia de la hu·manidarl.

El crimin:¡1 más afamado no seguiríasu malhechora r'utina si en su corazóndeslJel't:¡ra el amol'; porque al sentir es­te dulce efluvio del corazón. le seda imposible sorpr'endel' al desgraciado viaje­ru que sin precaver acierta á paslir pordentro de su esfera de maldad.

El soldado. el hOl'oe más r'cnombradono acomelel'Ía clln tal denuedo sin quesintierll ese entusiasmo y decisión háciasus sér'es queridos.

Nada más sublime; nada más encan­tador que poseer e~ta pasión en su pureoZ:t, que sentir latir en su pecho con másvigol', un corazón pos~edor de elite dul­ce y nunca bien ensalzado sentimiento.

Cuando el hombre ~e éIlcuelltl':l en

ELAMüR

campanas c10blen pOI' mi alma,darás porbien pagados tOllos mis suf"¡lIlienlos

Allerminar la joven, dibujase en loslos labios de Fllmaodo una somisa ma­liciosa y dando mt'llia vuelta salió de laestancia.

Originales cedidos por D. Anastasio Martínez Carrasco. Digitalización: Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM)

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.----.."l77:7-.---~-r-~- ----La Juventud TOfl131beña. --.-------------.---s:;;:-;--;';";) «

nel Ruíz; un traidor menos, exclamarán toodos aqudlos que, aun siendo enemigosnuestros, tengan conciencia del honor, yde las leyes sagradas que im'islen al parla­mentario; leyes olvidadas por el cabecillaque acaba de morir en cúmpaiiía de ~u

amante á las puertas de la Habana..r •

Esta es la crónica de la semana, difícilesson las circunstancias por que atra viesaEspaña; pero no es prudente exagerar lospesimismos. Calma.\' prurlelleia, energía yserenidad es lo que h 1ce falta al pueblo es·pañol y al Gobierno del Sr. Sagasta. Elgeneral Blanco, alla en Manzanillo, rom­piendo su discretísimo silencio, prometeacabar la guerra en el presente mes de Fe­¡ne:ro merced á los esfuerzos de nuestrosvalerosos soldados y:l las bondades delrégimen autonómico.

b:sperc:mos, pues; el plazo no es largo yel riesen lace se'aproxima.

Los sacrificios de España forzosamentehan de ser recompens"lc\os.

PEDRO CRESPO,

Madrid 4 Fehrero 98.

INSTANTÁNEA¡MUERETJ~!

Ter'minaba la cena con la que se ce­Icbl'aba la vuelta de Vicente del sel'vi­cio., Illuchacho dolado de los mas bellosinstintus de hombre honrado y tl'abaja­dor, siempr(' alegt'e, decidor, ocurrente,chistoso; y hubo fiesta y alg~zara y sesacÓ el mejor vino que se gual'daba enla bodega para solemnizar I~I t;lusto su­ceso de tall señalado día, pues la vuel­ta al hogar' de aquel hijo, fné para susancianos padres. un}) bendición del Cie·lo. Todo en aquella casa, acusaba con­tento; la satisfacción rebosaba en todoslos semblantes; la alegría presidía aquelmodcsto banquete. Todos r'cían, hau/a­ban y haeían mil pr'aguntas al I'ccienlIe~ado.

Otro en su lugar al reg,'esar á su ca,sa con la licencia ell el canuto, despuésde tres años de ausencia, estaría rildian­te tle júbilo, ébt'io ,le felicidad; pero V'­cente era una excepción. Auismado entl'istas reflexiones, de vez en cuando,gl'uesas lágl'imas llS()ln~ban á sus njos,deslI hog:1I1110 de ese n,odo su angustia­rlo I~ol'azón.

Ret~ayó la eonvel'sadón sobre la gue·rrll, ft.lliziOl~Hte lel'minada, guerra I~n laque ambns combatient.es pe,.ttlnr.cían ála misma Nación: mártires de sus ideaslos unos, del deber los otr·os. hél'ol~sdesconocidos que no escriuen sus nOIll­hres en ninguna pomposa I'elación;hombres que M sacrifican :ll'rastrados

pOI' su alll()l' patrio y caen ObSGUI'<lllltmtüSIII 4\.1e nadie haya apreciado sus he­chos, ni sus hazañas sean l'eeul\Ipensa­das pM su pa tl'ia ,

Sin .}mbal'gl), Vicente ,'chuíJ c()nt~s­

tal' las pl'egulItas que 16 di,.igí;\n, no lo­mab.1 pal'te ell las IIi"SCUSiUIll:S lIt1e sesuscitaban, ni le IJI'eocupaba lo más mí­nimo Itlque á su alredelllJl' slIeeelía.

VilJU á sa(:arle de su abstl'[tceión, lacuriusilLl'I de los asistentcs ála tiesta,quele aCllsahan Ú pr'egllnt:.\s y lo ahl'umaUancon sus I'uegos, para que hablase algo dela guel'l'a y explicase la causa de su tris­teza, de su abalill1iünto y dd calO biotan radical qLle en los tl'es añil:> de suausencia se había o~)el'adu en su tempe­ramentQ, pues todos notaban. que niaun restos á I'eminisl'encias de su ca­('acte!' jovial le quedaban.

Apr'erniado Vic~ente pOI' las CirrlJnS­tancias, se vió en la necesiliall de r,at\s­facer' la cul'iosi •.Iad de los comensal ~

¿Qué quiel'en V(les. que cuente?-dijo.-\Jn soldado de otr'a 31'1113 disti ....a ala mía, podda cital' hechos y episl)'liosie la campaña; he.:hos que ~e inl\lol'ta­!izan en la I\}ljlllm'ia y van 1'tl!atlÍllt1lJSede g,meración (~n gl~nel'ación, a!>n!t,índolos, desfigul'ándulos yell1hl'tJllan,lolosde lal maner'a, que no son ni la sombl'ade lo sucedido, pero yo, Switario, quehe pasado toJo mi ser'viciu en un hospi­tal cumpliendo lo mejol' que pude cunlos hUIDauita"ios debel'es del cargo queme confiar'on ¿qué quiel'en Vtlr.s. lIuecuente más que lástimas?

Mi f~licitlad (dijo dando Ul/ suspiroque delJió salil'le del I't)[)(.Io dt~ su alm<l)dUl'Ó bien poco ~n el sel'vido, la desgra­cia me acechó y me hizo pl'esa con susgal'l'l\s.

Para que no arhaquen mi!! cavilacio­nes aamores contl':H'iarios ni á ningunafalta de disciplina ó insubordinación queIludiese contl'ibuil' á mi desgl'aci:i, voyá cont:u'les la causa de esta Illllla qu medeVul'il.

El'a el 21 de Diciembre de 18... ~Ic

rncontl'aba de guar"lia en la Sala delHospital de la Beneficencia. Había ocuI'I'Ho llna Qxplosión en un polvol'Ín loque oyasionó aigullas víctimas. siéndouna dt\ ellas destinatlél par'a su cUl'acióná la sala en que yo prest'l ha sel'\·icio.Traía tOtlo el cuer'po cubiel'to de quemadul'<is; elr'ostro desfigurado y las mejillas car'iJonizadas.

Lns Ill'imcl'os etías de su estancia enel hospital seguía pet'fectamente las iostl'llCdones qUt' le daba; llI;lS tal'de y sin(iu(la á causa eJe los sl1fl'imientos perdióla calma, la mansetlumbl'e y humildadde que estaba dotado, sustituyéndolaspor un genio insufrible, descontentaqi-

zo YIln cadetel' ásp.wo é i",lsdlJle qu,)me Pl'uplI,'ciunó sel'ius (Iis¡ustl\:', PUl'­que la3 fl'.¡st:s 4ue me dil'i~L, ~I'alJ insul­tantes euaotlo debíilll haller' sido areetUtJsas y de l'eClllllleimiellto.

Al mUlWI' descuiJo del ellfet'¡nll se le­vantaba v se aSlllWloa á la ventalla enpafllls nl~ml)l'es. SitllHI'1 estl) la eausa decllger' ulla pulmonía (IUf' agravó In:'ts sueslado. Yo fuí el encargado de a¡Jli(:ar'klas cantál'id:.s y él con vel'(ladel'a flll'i~

se levantaba \11 apósito anuland,) de es­t.a m:.llet'a la cfi(:acia de lus !'clIledius quese le administl'aban para combalil' suenfel'llledad.

Fué necesario I'e.loblar' los cuitladosy ejel'cer' con él una vigilanci:.t exquisil:.t,pues su estafln el'a gr':.tvísilllo.

Tt',lllscur'l'ir1üs val'i0s días se inicilllamejur'ía; ya su aslallu no ins¡>iraln tansenos tem,H'11S y lIprovet:hallllo mllll1en­tos en que el enfer'mu descansaba, aban­duné la calJecera de su cama Cllll ohjetode pr'esenóiar una oper'ación que el mé­dico de la Sala iba á I'r'aetical' á un en·fermo.

Pmctic:Hla la opel'ación volví:41 ladode mi ellfer'mo, ellclllltl'ú'l,iolo e\c.al'ro­p'i,lo, 1:,)[1 palidez callavér'ica, la b'lca se­ca y entl'eabierla y la I'espir'ación lenta,difícil, ruidusa. proilUt'iéUdú un ('uídoSOl',{o y extl'año pal'iJcitlo al estel'tt)l' uel!l agonía.

Seguidamente le tapé una y diez ve­ces y él, siell1l,we tenaz en su emp~ño yeon movimientos de intlignación, se dllS­euhl'Ía, díl'jgiéndome fra~es insultantes(lll(~ me hicítll'111I p~I'llel' la calma ..

Sin saber'lo que hada y en un nlO­mento de al'rebato le dirigí esta palabl'aque es la causa de mi :leer'ba pena:i'luel'ete!

En aquel instante fuí llamado por elcabo de sala p:u'a evaCuat' una diligenciaen una hoja clínic~ y al yolvel' á los diezminulos próxi'llarn~nte. me acerqué alenfm',no y nllté que la l'espil',H:ión fati­gosa había deS-:lIHl't:willu: puse:a m<lnoen su l:ol'azón y é:lte no Iatí..L ¡Estabamuerto!

Quedéll1e contemplan~o el fl:ld~ver' rieaquel desgl'aciad,) breves inst~ntes; meacul',lé de afludla ttll'l'ILle fl'ase que mo­mentos antes pl'onunei,.ra; un SUdOl'frío se ap'lder'ó de todo mi sp-r, ltl/\ acu­só mi conciencia y sucllmbien!lo por final dolol' y al slJf.'imiento C¡IÍ tlesvaned·do sobre el cadáver de Alfonso Cuel'voExpósito, numbrd que al IJI'onullcial'lome 4uema los lállius y lacel'a mi có-razón.

Deseie entonces, 11'1 flonozco la dicha,I'etumba en mis oídos el tono sentencio­so de aquella palabra ull1u4rete» y su

1'~cuo::r'.lú me PI',) IUC-1 una imp¡'esión ex­trañ.l é in les(~l'iptibl,~.

Hé aquí el POI' qué de mi silencio.C!"5TIl DíAl 01lWA.

M;1I1I'i:1 Ene ro 31-98.......

En el Consejo de Ministr'os celebradoel jueves uaju la presidencia de la Reina,se fil'llló la pel'muta de los goh~rll:l(lo

I'es civill~s de Canar'ias y Ciudad-Real.La noticia nO h:l podido menos de

sOI'pr'ender'nos.•• •

POI' noticias I'eciuidas de Al.nadén, sesabe que ~l SI'. Chamul'!·o• ..:andi'lato :íDiputadu á Curtes que había de lucharfl'ente al Sr. Aguiler<l, no ha sido m'JYuien r'eeilJitio en aquel pueblo.

Segrín nos asegur'an. ha habido unaIJrollea fenomenal en el Tml~r"O Ponee,en ocasión de dil'igil' dicho señor' la pa·lahra á los electores, y combatir' la ges­tión del Sr', Agoilera, eseuchántlosc VI)­

e(lS (le ¡fuera! ¡{le,'ra!y saliendo areluciralgunas navaj<ls con llujeto de agredir áun cOllcej:11 lilJer,d, qUtl tl'ató de poner'ol"den.

Sin la intel'vención de la gual'dia ci·vil hubier~n ocurl'Íl)o sucesos desagr'a­dables.

•• •HABANA 3.

El general Pane\o que ante:lyer' llegóá Ciellfnegos se ha embar'cado pOI' lacosta Nor'te con el Pl'opósitu de encon­tl'al'~e con el gener'a 1 BI:ltlco que espe­I'aba ayel' en Gibara.

E} ¡wesentado Massó \legó ayer á Man­zamllo donde fijar'á su r'esit1eocja,

El pl'esentado Ventura Martín, queejer'cía en el Ca -n po l'ebel,le fu nci'JlH'~

de snb:leleg:l·lb ,1e Haciehela, aspgul':\que fueron fllSila!loíl Jlor Calixto G<lrcÍalos ¡lI'i"Íiln~ros d.. Guisa.

El Diario de la Harina Ilrepal':¡ un nú­mero exl.l'aord,i nario cledicado á la paz..-.

(TELEGRAMA OFlel AL)HABANA 2.

Teniente coronel Ruiz Adamt", conbatallón Otulllba y esc:uadl'ones Pizar'roy Num:lllcia tle la división Habana, ba­tió en Conseca á la partida de Collazo,haciéndo 17 muer'tos, que recogió, yCllatrn pr'isionel'os. al'mallllHltú3, muni-.ciones y efectos.

Noso'tl'os cualj'¡) heridos y cuatro ca­ba��os muer·tos. J

PARRADO......................................................................_ - ~ - -Ohutad-Real i¡:np. «LÁ EN3K&ANZA.-a

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~A JUVLNTUll T~RRALBtNAPERIÓDICO SE}}fANAL, INl)EPENDIENrTE, DEFENSOR DE LOS INTE­RESE~ AGRJCOLAS, INDUSTRIALES Y'MERCANTILES, LlrrERARIO

y NOTICIERO,

Trimestre. • • • 1'2ti pesetas.Semestre. • • • • 2'"23 "Año. • • 4.';)0

"Número suelto. , I • • 0'10 "Idem atrasado. ¡• 020,"

_~Iilis;tál , :llfJnU8'lj~tíl: 811fl 111, ISI. 10.}

Originales cedidos por D. Anastasio Martínez Carrasco. Digitalización: Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM)