Articulación de la docencia, la investigación y la extensión. Una apuesta por la calidad de la educación universitaria.

Félix Andrés Cárdenas Dávila´

 La docencia universitaria supone un proceso que tiene por objetivo favorecer la construcción de conocimiento individual y colectivo del alumnado. En tal proceso, el profesor aspira influir sobre el desarrollo del pensamiento crítico del estudiante con base en las dimensiones del ser, de saber hacer, del hacer y del aprender a vivir juntos.

En la búsqueda del desarrollo humano y profesional de los estudiantes desde las dimensiones planteadas, los docentes deben considerar las estrategias didácticas como determinantes del aprendizaje efectivo.

En la actualidad, estas estrategias evolucionan a la par de la globalización y del ritmo acelerado de la evolución del conocimiento. Se parte de la idea de abandonar modelo del docente como el centro del proceso de enseñanza, asimismo, dejar de lado la retórica descriptiva de los contenidos en las aulas clase y las actividades memorísticas como ejes pedagógicos.

Por su parte, nacen otras estrategias como la resolución de problemas y el trabajo en equipo como técnicas coherentes con las dinámicas mencionadas y con un mundo cada vez más exigente en la demanda de competencias laborales adecuadamente formadas, con una valoración creciente del trabajo colectivo.

En este escenario surgen nuevo retos para la práctica docente. En este sentido, emerge la investigación como el medio a través del cual el profesor reflexiona sobre las oportunidades de actualización y de mejoramiento de la calidad de su quehacer. Asimismo, la investigación ubica al profesor como gestor del conocimiento, en particular en sus procesos de generación y aplicación.

*Estudiante del Diplomado en Docencia Universitaria. Politécnico Jaime Isaza Cadavid. Fecha de entrega: 1 de agosto de 2015. C.C. 1´017.186.732. Correo electrónico: felix.cardenas.2911@gmail.com

De igual manera, la investigación articulada con la docencia, estimula la reflexión crítica del alumno sobre su campo de estudio, la creatividad en la resolución de problemas, la exploración de nuevas rutas de crecimiento profesional, la integralidad de su proceso de formación, entre otros.

Por otra parte, la extensión universitaria brinda al profesor un rol activo sobre su entorno. En esta dirección, esta función hace énfasis en el sentido social de las labores formativas e investigativas del docente y abre las puertas de la academia a la comunidad, suscitándose una interacción que enriquece entre otros aspectos, los planes de formación, la calidad y cobertura de la oferta educativa, el desarrollo del capital humano al interior y exterior de las instituciones educativas, y la visión en contexto del conocimiento enseñado y generado.

En conclusión, el siglo XXI trae consigo al conocimiento como el principal valor de la sociedad y con ello, se eleva el papel del docente universitario como artífice de una enseñanza integral, aquella que incorpora la investigación y la extensión en la formación de los futuros profesionales, críticos de sus respectivos campos de conocimiento, inquietos por nuevas oportunidades de aprendizaje, gestores colectivos de soluciones sólidas en lo conceptual y metodológico y conscientes de la responsabilidad social que conlleva una mayor especialización en determinadas áreas de conocimiento.

No obstante, no se pueden ignorar las áreas de oportunidad de tal integralidad en la didáctica universitaria colombiana. En esta línea, son todavía insuficientes las aportaciones de la universidad en la generación de conocimiento, en la solución de problemáticas sociales y en la formación de competencias humanas idóneas para la estructura productiva nacional.

Existen brechas de calidad en la educación superior, asociadas a su vez a la ausencia de los componentes investigativos y de extensión en los micro currículos, escasez de talento humano formado en ciencia a nivel doctoral con habilidades pedagógicas, políticas públicas con alcance limitado para el fomento de la articulación de la ciencia y la tecnología con la educación, entre otros. Esto conlleva a desventajas en materia de producción de conocimiento, actualización de contenidos de formación, docente con habilidades técnicas y pedagógicas limitadas, baja pertinencia educativa. En suma, una espiral de problemas socio económicos que impactan las actuales brechas de pobreza, inequidad y exclusión.

Por tanto, se observa necesario diversas acciones, entre ellas de política pública, de gestión educativa en las respectividades instituciones con oferta del servicio, de participación de la comunidad y la empresa en el diseño de planes de formación y en gobernanza en general, de gestión de la calidad, entre otras.