SU E L - Revista de la Universidad de México€¦ · 26 UNIVERSIDAD DE MEXICO sonajes de las...
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sonajes de las difíciles situaciones en que los ha metido sucompañero "sin talento". Asíes que, la pelícu~a transcurrecomo si fuera un río en el quecorrieran dos corrientes deaguas de diferente color, de
. las que a ratos predomina unay luego la otra. En resumen,esta es una comedia fina y muyfrancesa, y la que, como pideel comediógrafo Jardiel Poncela, tiene· como fin la búsquedade la poesía. Se distingue porsu buena actuación Michel Auc1air, el galán joven de LasDos Verdades, que ya es unfirme valor del cine francés.• Si me contara Versalles. SiVersaiÜes M'etaít Conté. Apesar del imponente núm~ro deartistas de varias nacionalidades que toman parte en el desarrollo de esta película, los actore~ no pasan de ser una me-
ra excusa para decorar los aposentos del magnífico palacioque es Versalles. El verdaderoactor de esta película es e! Palacio de Versalles, cuyos interiores y exteriores, son fotogtafiádos con gran amor yprofundo sentido "histórico.Por exigencia de "taquilla",seguramente, Sacha Guitry noes del todo fiel a la historia dela monarquía francesa, peropor lo menos demuestra tenerun gran "sentido histórico".Guitry es consciente ele la importancia que tuvo la mona1'
quía francesa para la historiade su país, y no menos de laobra de arte que legaron losLuises a la humanidad, Versalles. Sacha Guitry, como actor, goza representando su papel de Luis XIV "viejo". L:¡primera parte de la película esla más detal'ada. En la segunda parte los sucesos se dan másaislados dentro del tiempo,aquí la mayoría del públicopierde el hilo de la historia.Muchos son los artistas que ensus breves papeles se esfuerzan en sobresalir, pero el público apenas los reconoce.
... el ~'erdadero actor: V crsalles
... el despertar . ..
misma situación del amor entreun joven y una mujer vieja, yla diferencia de calidad artística está en favor de esta última cinta a pesar de los añostranscurridos desde su filmación, y esto que muy pocas sonlas películas que resisten altiempo.
• El santo de Enriqueta. LaFete a Henríette. En esta divertida comedia demuestra suya proverbial ingenio J u1ienDuvivier. Esta vez, Duvivierencuentra un argumento bastante original. Las dos maneras que existen de hacer unapelícula: con talento, y sintalento. Dos productores cinematográficos discuten la m('jór manera de realizar la película que les urge llevar a cabo por poderosas razones económicas. Ambos sugieren lasideas que les vienen a la cabeza. Uno de e~Jos, el que no tiene talento. pero que se creeposeedor de! secreto del "gusto de! público", sugiere situaciones truculentas y absurdas,mientras que el productor "contalento" trata de corregir y desacar con felicidad a los per-
... con. talento y sin. él ...
E L
Por Carlos VALDES
EL trigo joven. El guiónde esta película está tomado de la novela LeEle en H erbe de la des-
. aparecida Colette. El argum~nto trata el despertar de las 111
quietudes sexuales de! adolescente, de una manera sutil ypenetrante. El "espíritu" francés se muestra capacitado paratratar temas di fíciles, una vezmás, sin caer en la grosería.Dos jóvenes se aman con unamor tranquilo y puro, quepasa casi sin transiciones dela amistad de dos niños alamor de dos jóvenes, hasta que
una mujer entrada en años llega a la playa donde verane.anlos enamorados. Esta mUjermadura, rica en dinero y habilidades amorosas, es la manzana de la discordia que deslumbra al joven, y sume en laoscuridad de los celos a la mllchacha. Pero todo terminabien, cuando la mujer se marcha, y los jóvenes se reconcilian. Las vacaciones han terminado; ellos tienen que volvera la realidad cotidiana. Nico1eBerger y Pien'e Michel Becka pesar de su juvé'ntud cumplen con su papel en formamuy decorosa, tienen por delante un gran porvenir artístico. Edwige Feuillere, tan segura de sí, tan elegante y plena en su belleza madura, comosiempre, desempeiia su papelde "mujer fatal" haciendo pali- .decer a los personajes qu~ larodean. Esta es una buena película; pero no es de las "inolvidables", aunque abunde enmomentos afortunados, y seadi fícil precisar cuáles son susdefectos. Recuerdo una película también basada en una novela de Co!ette, que se titula Chérí, en la que casi se repite la
SU XIII temporada, estando alcuidado del vio!inista AurelioFuentes la dirección artísticade los mismos. El cuarteto Lener, por su parte, continuó durante e! mes el Ciclo Beethoveniniciado semanas antes y e!Centro de Compositores Mexicanos con obras poco tocadasde a~tores mexicanos, continuó la serie de su primera temporada. Las cantantes CeliaVictoria y Marta 1van fueronpresentadas en concier~os. detipo profesional. ~l plaUJ.staFrancisco Gyves fue aplaudIdoen dos recitales y las pianistasNadia Stankovich, Nadya Vlachitch y María Ste!la Lechuga,no lo fueron menos en sus respectivos recitales. ~a A~a?emia de Vilma ErenYl se dlstmguió en el concierto de niñosen la ya vieja sala Schiefer.El premio Elvira González Peña para cantantes, fué otorgado a María Teresa Orgaz, enceremonia organizada en elConservatorio N aciana!.
• DICIEMBRE. Este mes, elmás pobre en la vida de conciertos capitalinos, sólo tuvo elinterés de! concierto en homenaje al maestro Manuel M.Ponce, por el pianista CarlosVázquez, en el Club España yque fué el segundo de los dosorganizados por esa institucióncomo primeros intentos paradarle a la misma un interéscultural. T am b i é n de bemo smencionar los conciertos delCoro del Conservatorio bajola dirección de Jesús Durón,como ú'timo acto de los celebrados para conmemorar lafundación de esa escuela.. N ofaltaron algunos conciertos deacademias o de maestros particulares, pero sólo señalaremos aquí el de un grupo dealumnos de María Bonilla, enel An fiteatro Bolívar, con unprograma de gran calidad.
• Los conferencistas que másse distinguieron durante elaño, al tratar el tema de la música, fueron: Carlos Chávez.con sus conferencias-conciertoen el Colegio Nacional y en laAsociación Mexicana de Periodistas; BIas Galindo, director del Conservatorio en la suya de la misma Asociación, ladel profesor J ean Tarneauddel Conservatorio de París, organizada por el Departamentode música elel INBA; las delprofesor colombiano ErnestoMartín. en la Escuela Nacionalde Música y en el InstitutoMexicano-Norteamericano; lade los maestros Ramón Serratos y Jesús Haro y Tamarizen la Escuela Nacional de Música, y la de la Sociedad Mexicana' de Musicología, con eldoctor Jesús C. Romero a lacabeza.
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Siempre hay que desconfiar delos films de grandes conjuntos,pero en este caso, las palabrasdel productor nos ofrecen unabuena excusa: los Luises dilapidaron e! dinero de Francia,pero hoy ese capital nos pagadividendos cuando contemplamos Versalles.• La Posada Roja. Esta esuna comedia de enredos y truculencias, en la que la actuaciónde Fernande! es el principalatractivo. El argumento: un
matrimonio de vieJos de apariencia inofensiva se retira a lasoledad de una posada, que alquila con la esperanza de enriquecer con el producto de losvalores que roba a los vi~.icros,
una vez que asesina a éstos ylos entierran en el patio. Losviejos son secundados en susactividades delictuosas por unsirviente negro. Su hija, bellajoven casadera, también losayuda, y esperan casarla conun sargento de policía. El ne-
gocio prospera aun en aquelparaje solitario. tI primer rollo comienza con el arribo a laposada de un coche que sepierde en la tornienta. Los viajeros son numerosos y ricos.Los viejos se frotan las manosde contento, pensando en lasganancias. Pero al rato llegantambién a la posada un monje(Fernandel) y su acompañante, un joven novicio. El jovennovicio y la hija de los posaderos se enamoran a primera vis-
ta, quieren casarse en el acto,esto es el principio del fin del"negocio" de los "jejas. Después de muchas peripecias, elmonje descubre las intencioncsde los posaderos, y violando elsecreto que recibe en confesión, denuncia a los criminalesa la policía. En pocas palabras,esta es una película en la quelos detalles se olvidan pronto;pero en la que la actuación deFernandel y el "espíritu francés" destacan del con.i unto.
Por Sergio FERNANDEZ.
COATLICUE
dad. Después -cn Un segundo plano-- vendrá la investigación histórica COnvenientcpara situar y complementar esa"conmoción sensible". pues deotro modo la interpretación sería errónea por incompleta,pues sólo arrojaría a la luz dela intelig-encia su vivencia hedonista. Por ello Justino Fernández concluye que la estética "no deja de ser ciencia encierta medida" ; de ella hablaráen cuanto lo que es /Jara él, delo que le parece a él. Apoyadoen Ortega y Gasset y en Ramos, para los cuales la estética es, respectivamente, elnombre genérico de innumerables valores, y en concreto unaconstelación de valores, JustinoF ernández prefiere hablar node "valores", sino de "intereses", humanos, desde lu·~go;
t:fee por tanto que no se puedehablar de ella como algo "separado del complejo que laproduce", pues de esta suertes·~ría tanto como hacerla unente ideal, 10 cual le restaría susentido vital. Y es aquí cuando
. se postula en contra de la corriente de! "arte POl- el arte"al afirmar que "La belleza delarte, del hombre, nace de laexistencia humana y es paraella". No es belleza "en cuantotal", "pura" o "en sí misma"por el contrario es la "bellezai11'lfJUra" por ser histórica. Así,la belleza no es, no podrá sernllnca "ecuménica" (acertadaexpresión) ;iamás podrá seruna sino muchas: una pluralidad. Se tendrá que hablar debellezas. que no de la Belleza:habrá tantas cuantos sean capaces de nercibir los hombresen sus distintas e innumerablesposiciones históricas que lestoque vivir. Y porque "somosante todo y sobre tocio moribundos y conting-entes hastaqne un e¡¡a dejarnos de ser moribundos para ser muertos". leparece a Justino rernándezque la belleza suprema es aquella que apresa contenidos trágicos; es por ello "la más auténtica clase de belleza que' sepueda concebir". Lo otro será10 inauténtico, aquello que exclusivamente lTIUestre, en última instancia, lo "bonito", quees "una pe<lueña belleza intrascendente" .
Obvio es decir que, ya desde ahora se nos está revelando
ciones, nos hace ser conscientesdel ser que S01110S, vida ymuerte, en profunda autocomprensión. El cri terio estéticocon el cual actúa Justino Fernández nos es prontamente advertido. Considera a la estéticacomo una "teoría de la sellSibilidad" antes qu,e hacerlo ensu sentido moderno común,que sería más bien una "ciencia de la belleza". Advertencia que, como él mismo 10 dice, se irá reafirmando a medida que el libro tome cuerpo.Naturalmente no se queda sóloen esa teoría de la sensibili-
LIBROS
frente a Coatlicue, sintió el escritor. Para él, la máxima forma de preocupación que tienela existencia humana es desdeluego la imaginación en su forma creadora. Es ella la que hace que el arte sea posibilidad yrealización; la que transformala "realidad cruda de la existencia" en "sueño poético" queal mismo tiempo revela la finitud y contingencia del ser de!hombre. Así, toda creación porparte de éste no será sino unespeio que refleie la "muribundez que somos", por 10 cualel arte, como una de esas crea-
LA ya numerosa produc
ción del crítico de arteJ ustino Fernández, tiene ahora un nuevo vo
lumen 1 que la imprenta de laUniversidad Nacional de México ha publ·icado recientemente: Coatlicue. Estética del Ar!!'Indígena Antiguo, proyecto dela serie del IV Centenario, bajolos auspicios del Centro de Estudios Filosóficos. Este librono es sino el primero ele' unaserie de tres, los dos últimos"Estética del Arte de NuevaEspaña" y "Esética del ArteModerno y Contemporáneo"en preparación, los' publicaráel Instituto de Investigacionesl;:stéticas de la propia Universidad.
Pocas obras escritas sobrearte antíguo mexicano de la seriedad y el mérito de "Coatlí
.cue". Su estructura, bien pensada es bastante sencilla. UnaAdv~rtencia y después unaIntroducción, esta última amanera ele primera parte, enla cual el autor se sitúa dentrod~ la crítica histórica de arte,y nos muestra la posición estética válida para él y desde lacual se lanzará a hacer la interpretación e investigación deCoatlicue, para después completar su visión estética del arte mexicano hasta nuestrosdías con los dos volúmenesmencionados. En seguida viene -como segunda parte- toda la crítica que J ustino Fernández hace de la que, desdeel siglo XVI hasta nuestrosdías, han r.ealizado tanto al;1tores extranJeros como mexicanos acerca de! arte antiguo deM éxico. Como tercera y última, está propiamente e! enfoque que personalmente hace elescritor de "Coatlicue", así como sus consideraciones finales. Un prólogo de Samuel Ra11l0S completa el estudio.
La Introducción, que tienecomo espina dorsal el pensamiento filosófico de Heirlegger, nos dice qu,e Justino Fernández nos comunicará parteele esa visión estética del artemexicano, con la cual no harásino darnos a conocer la'confesión de las experiencias que,
1 TUSTJNO FERNÁNnr-:z. CoatliClteEstJtica del Arte Indíqena Anti,ll!toImnrenta Universitaria. :'o.Jéxico,1954. 290 pp.