subastando x el mundo

7
LAS SUBASTAS EL PEQUEÑO Y MÁGICO MUNDO DE

description

las casas mas importantes

Transcript of subastando x el mundo

Page 1: subastando x el mundo

LAS SUBASTASEL PEQUEÑO Y MÁGICO MUNDO DE

Page 2: subastando x el mundo

Recibir una invitación a una subasta nos puede poner de muy buen humor, subir nuestra estima y pensar “ok, alguien tuvo en cuenta mi exquisito ojo para el arte, además de mi potencial poder de compra de obras para mi living”. Es un evento que se une automaticamente con las palabras “glamour”, “prestigio”, “celebridades”, “elegancia” y también, porque negarlo, con “posibilidades de comer y beber gratis, conocer gente, charlar un rato, salir de mi cueva y ver un poco de buena vida”.

Pero además puede ser otra cosa, en el libro de Sarah Thornton, “Siete días en el mundo del arte”, la autora entrevista al que es considerado el mejor subastador del mundo, se llama Christopher Burge, es el número uno de la Casa Christie’s en New York, tiene más de 30 años de experiencia golpeando martillos con un atril y puede hacer subir el precio de una obra de 1 millón a 2 millones en 60 segundos.Su opinión sobre el pequeño mundo donde él es considerado un dios no es la esperada: “una subasta es una de las cosas más aburridas del mundo”, dispara, “la gente está dos horas sentada delante del idiota que no para de balbucear. Hace calor. Están incomodos. Se empiezan a quedar dormidos. Es muy tensionante para nuestro personal, y para mí, una experiencia de puro terror”.

Page 3: subastando x el mundo

Ok. Empecemos de vuelta. Las subastas pueden parecer un gran progra-ma pero también pueden ser como las cuenta Burge, un pequeño infierno de vanidades que solo levanta gracias al alcohol gratis y la posibilidad de engordar el ego comprando la obra más cara de la jornada. Sin embargo, existen porque en general son un gran negocio, las prestigiosas y ya míticas casas “Christie’s” y “Sotheby’s” controlan el 98% del mercado del arte mundial y sus habituales “auctions” estrellas de mayo y noviembre en New York y febrero, junio y octubre en Londres, son una fiesta de chismes, ofertas por teléfono de último momento, artistas ofendidos y artistas que ven como un cuadro que hicieron en un pequeño taller alquilado en Brooklyn pasa a valer millones de dólares y mañana estará colgado en la casa de un billonario que lo compró para darle el gusto a su nueva novia veinte años menor.

— Christopher Burge, el mejor subastador del mundo. —

Page 4: subastando x el mundo

No solo de cuadros vive el hombre

Tradicionalmente, las subastas estaban centradas en el arte y sus diversos soportes (pintura, dibujo, escultura), hoy la oferta está mucho más diversificada: las subasta de vinos raros y exclusivos son el último grito de la moda y por ejemplo se pagaron 224.598 euros por una rara botella de seis litros de vino blanco Cheval Blanc cosecha 1947 en una subasta en Ginebra de la casa Christie’s. También están en boga las subastas de memorabilia, o sea colecciones de objetos de algún personaje memorable y también hay remates con fines benéficos, en un evento para recaudar fondos para cuidar el planeta se pagaron 80.000 dólares por jugar un día al golf con Bill Clinton, sin cigarros.

Page 5: subastando x el mundo

SE PAGARON POR UNA RARA BOTELLA DE SEIS LITROS DE VINO BLANCO CHEVAL BLANC COSECHA 1947

224.598 EUROS

Page 6: subastando x el mundo

Se pueden encontrar diversos perfiles entre el público que acude a un remate: por lo general los coleccionistas y seguros compradores ocupan los primeros asientos, los mejores. Pero esto puede ser un arma de doble filo, ya que mientras están cerca de las obras y no se distraen con el chusmerio que suele circular por la sala, a la vez, el subastador los tiene muy cerca, a una distancia de tiburón – presa, y puede presionarlos a la compra con una mirada o con el recurso más habitual: tentando a la mujer que está al lado del coleccionista, o sea su mujer, amante, hija, etc. La frase puede ser: “yo creo que vos podés convercerlo de que pague 1000 dólares más por este cuadro que tanto les gusta, ¿no te parece?”.

Luego están los artistas, que se someten al durísimo examen de ver si alguien compra la obra que ellos hicieron con tanto esmero. Algunos no soportan semejante exhibición y salen de la sala un segundo antes de que su lote entre en venta, otros festejan íntimamente cuando el precio supera lo esperado. No queda bien pegar un grito en una subasta, solo aplausos de rigor. Por último están los “curiosos”, gente que le divierte ir a ver qué pasa, comer y beber gratis y comentar con el de al lado “que bárbaro la guita que se gastan en esa foto, la podría hacer sacado mi vieja”. Por una cuestión de pudor se suelen sentar en los últimos asientos y se quedan inmoviles durante las dos horas del remate, jamás miran fijo al subastador y evitan hacer cualquier gesto, ya sea con la mano o con la cara, que pueda dar a entender que quieren comprar algo. Luego de emitir una oferta ya no hay vuelta atrás.

224.598 EUROS

Page 7: subastando x el mundo