T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo...

129
UNIVERSIDAD PANAMERICANA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y CIENCIAS SOCIALES ESCUELA DE FILOSOFÍA “ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LA NOCIÓN DE MAL EN LA DISTINCIÓN 34 DEL COMENTARIO A LAS SENTENCIAS DE PEDRO LOMBARDO DE TOMÁS DE AQUINO” T E S I S P R O F E S I O N A L Q U E P R E S E N T A LAURA MENESES TRUJILLO P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E : L I C E N C I A D A E N F I L O S O F Í A DIRECTOR DE LA TESIS: DR. LUIS XAVIER LÓPEZ-FARJEAT MÉXICO, D.F. 2014

Transcript of T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo...

Page 1: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

UNIVERSIDAD PANAMERICANA

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y CIENCIAS SOCIALES ESCUELA DE FILOSOFÍA

“ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LA NOCIÓN DE MAL EN LA DISTINCIÓN 34 DEL COMENTARIO A LAS SENTENCIAS DE PEDRO

LOMBARDO DE TOMÁS DE AQUINO”

T E S I S P R O F E S I O N A L Q U E P R E S E N T A

LAURA MENESES TRUJILLO

P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E :

L I C E N C I A D A E N F I L O S O F Í A

DIRECTOR DE LA TESIS:

DR. LUIS XAVIER LÓPEZ-FARJEAT

MÉXICO, D.F. 2014

Page 2: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar
Page 3: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

A mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga.

A Ricardo, con quien puedo contar siempre. A Roberto, quien sin saberlo me ha enseñado mucho.

A Mary, mi amada hermanita en quien siempre encuentro una sonrisa.

Page 4: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar
Page 5: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

AGRADECIMIENTOS

Al primero que debo agradecer de todo es a Dios, quien guía cada paso que doy y en quien me abandono por completo para hacer su voluntad. A Él que logró entrar de lleno en mi corazón para que me diera cuenta de la gran importancia de la teología y la filosofía. A mis padres, a mi papá le quiero agradecer el que me haya dado todo, desde la vida hasta mi educación y todo el amor que no tenía necesidad de dar, pero aun así me lo sigue dando a cada segundo; a mi mamá le quiero agradecer el que me haya dado la vida tanto física como espiritual al haber sido mi principal camino para llegar a la filosofía, le agradezco su amor y comprensión, su cariño y el ejemplo que me ha dado al nunca haberse dado por vencida para conseguir sus metas. A Ricardo, Roberto y Mary, mis tan amados hermanos que siempre están para mí cuando los necesito, sin ellos muy posiblemente ya habría perdido mi paciencia para terminar el trabajo, y no habría podido encontrar la fuerza suficiente para seguir con el gran esfuerzo que significó para mi esta tesis. A mi mejor amiga Carolina Soria, quien desde los primeros semestres me enseñó mucho de filosofía con nuestras pláticas diarias, con nuestras reflexiones en el servicio social, y gracias a la que pude disfrutar mucho más mi carrera. En ella encontré a una persona muy especial con la que logré desarrollar mucho más mi amor por la filosofía. Un especial agradecimiento a Daniel Rocha, quien me ayudó a mejorar como filósofa y como persona, y cuya amistad siempre valoraré. También gracias a Regina Oviedo, Gabriel González, Oswaldo Gallo, Ceci Galindo, Luis Durán, Sofía Martínez, Isaac González, Mónica Peña, Luisa Trueba, Ana Caro Alarcón y Emmanuel Díaz, sin cuya amistad y pláticas del tema yo no habría logrado llegar a donde estoy.

Page 6: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

Ahora, ya que el tema es el mal, inevitablemente tuve que haber tenido alguna experiencia en ello para que me interesara y defendiera tan arduamente mi posición, por lo que también les agradezco a aquellas personas que sin darse cuenta, me hicieron empezar a reflexionar mucho acerca de por qué hacíamos el mal. Claramente no hay nombres específicos (al menos no que quiera publicar), pero esto prueba como todo pasa por alguna razón, así que gracias por las malas experiencias que me hicieron redirigirlas hacia un tema como el presente. También quiero agradecer infinitamente, y muy especialmente a la Dra. Ceci Sabido, mi sabia y querida profesora de Persona y Sociedad, y de Historia de la Cultura en la carrera de Ingeniería, que con su pasión y convicción por la filosofía me hizo quitarme el velo de los ojos y darme cuenta que la felicidad es mucho más importante que una oportunidad de trabajo, y que había que seguir nuestros sueños para que la vida valiera la pena, lo cual hizo que me cambiara definitivamente a filosofía, y sin quien no habría conocido a Tomás de Aquino, Schelling y Ricoeur. Gracias a la Dra. Marcela García, quien me apasionó mucho más por la filosofía al presentarme al grande Schelling; gracias al Dr. Luis Xavier López-Farjeat, quien me guió desde el momento que debía elegir un tema para la tesis, y a través de todas las complicaciones hasta ayudarme a concretar el trabajo y terminarlo de la mejor manera posible, en serio no hay manera de agradecer todo lo que ha hecho por mí. Gracias al Dr. Alberto Ross, quien con su manera tan sencilla de ver las cosas me ayudó a ver claros muchos conceptos de la tesis; gracias al Dr. José Manuel Núñez, por su comprensión y amabilidad al ayudarme con cualquier cosa que tuviera duda. También le doy gracias al Dr. Jorge Morán, quien de alguna manera plantó en mí la curiosidad filosófica cuando era pequeña, y a quien admiro mucho. Gracias a la Escuela de Filosofía por haberme admitido entre sus alumnos y haberme dado la oportunidad de conocer tantas cosas. Gracias a mis profesores de la carrera: a Vicente de Haro por haber

Page 7: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

hecho que me enamorara más de la filosofía aunque a costa de pequeñas bromas, a María Elena, en quien encontré una gran consejera y con quien pude desahogarme algunas veces, a Montserrat Salomón, a Héctor Velázquez por haberme mostrado el mundo medieval en donde encontré a Tomás de Aquino, a la Dra. Rocío Mier y Terán, a la Dra. Virginia Aspe, a Isabel Gamboa, al Dr. Rivera quien sin tener la obligación siempre se mostró muy atento y me ayudó cuando tenía problemas sobre la tesis o algún tema de filosofía que no entendía y al Dr. Zagal, quien con sus clases de ética hizo que tuviera las mayores crisis morales, sin las cuales muy posiblemente no habría elegido este tema, ni lo habría discutido con tal ánimo. Y finalmente quiero agradecer a Tomás de Aquino y a Schelling por ayudarme a encontrar respuestas para un tema que yo sola habría tardado demasiado en concretar una respuesta. Les agradezco sus escritos y su tiempo para reflexionar sobre Dios y el mundo, les agradezco que hayan existido y que hayan llegado hasta mis manos sus escritos, porque me han ayudado tanto en el ámbito de la investigación filosófica como en mi vida, que es finalmente lo que busca la filosofía.

Page 8: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar
Page 9: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

1

Índice

Introducción……………………………………………………………………3 Capítulo 1. Planteamiento del problema y antecedentes………………...11 1. Aproximaciones al problema…………………………………………….11 2. Soluciones al problema…………………………………………………...13 3. Antecedentes de Tomás de Aquino……………………………………..18 3.1 San Agustín………………………………………………..…………….18 3.1.1 Naturaleza del mal………………………..…………………………19 3.1.2 Origen del mal ………………………………….……………………24 3.2 Pseudo-Dionisio: Sobre los nombres de Dios………….…………….27 3.2.1 Dios ………………………………………………………….………..27 3.2.2 El bien……………………………………………………...………….29 3.2.3 El mal …………………………………………………………………32 Capítulo 2. El pecado actual y el mal…………………….………………..43 1. Distinción 34: El pecado actual y el mal…………………….………….43 2. Análisis tomístico del texto de Pedro Lombardo………………………45 3. El bien como trascendental y como principio de orden: De hebdomadibus…………………………………………………………………..47 4. Aplicación en la filosofía de Tomás de Aquino………………………..51 5. Existencia del mal (Artículo 1)……………………………………...……58 6. Naturaleza del mal (Artículo 2)……………………….…………………67 7. Causa del mal (Artículo 3)……………………………….……………….73 8. Modo de existencia del mal (Artículo 4)……………….………………..78 9. Consecuencias del mal (Artículo 5)……………………………….……..82 Capítulo 3: Crítica al análisis del mal en Tomás de Aquino………….….87 4. Conclusiones……………………………………………...………………114 5. Bibliografía………………………………………………………………..119

Page 10: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

2

Page 11: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

3

Introducción

“Se duda en el momento de tocar el misterio del mal. Lo llevamos dentro secretamente, en estado de problema, a veces de tortura. Pero cuando hay que hablar de él, ¿cómo sentirse dispuesto? Se quisiera diferir el momento; se sabe que la menor purificación de la propia mirada y el propio corazón hará parecer lo que se ha dicho: pobre e insuficiente. ¿Hay, pues, que diferir sin cesar? ¿O hay que intentar, más bien, incluso imperfectamente, reunir algunas vías de aproximación por donde el alma pueda hallar entrada en lo profundo?1”

El mal es una noción con la que nos encontramos cada vez que fallamos en encontrar la felicidad, o cada vez que sentimos que nos alejamos de lo que nos hace mejores personas. ¿Quién podría preguntar cuál es la importancia de este tema? Es justo ese extraño y confuso fenómeno que no deja verse, pero que encontramos siempre que intentamos movernos hacia algo mejor para nosotros. Y sin embargo, también es algo que nos ayuda a esforzarnos y a crecer espiritualmente; de hecho, mientras que muchos se quejarán porque su vida es miserable y porque sólo conocen el mal en su vida, otros dirán que sin esos males que encontramos no encontraríamos el bien. ¿Quién encontraría el valor de una sonrisa si no hubiera visto ya el dolor en una lágrima? O si se busca algo más objetivo, ¿quién habría descubierto que todos los hombres merecemos derechos por ser humanos, de no haber sido por la experiencia de la maldad en las guerras? Se pueden encontrar todo tipo de opiniones frente a él, pero siempre cada persona tendrá su propia opinión al respecto, porque todos nos topamos con el mal desde lo más temprano de nuestra existencia, y frente a algo que nos deja pasmados e inmóviles, lo único que nos deja es reflexionar acerca de qué es y por qué nos tocó a nosotros vivir esa experiencia. Ahí radica la importancia de mi tema, en que es un tema que toca la vida de todos, sea en menor o mayor medida,

1 Charles Journet. El mal: estudio teológico (Madrid: Rialp, 1964)

Page 12: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

4

siempre nos toca toparnos con él, ya sea en la tristeza, el dolor, el sufrimiento o la culpa. El mal, como cité en Journet al inicio de esta introducción, nos deja inmóviles al momento de que queremos estudiarlo. Y es que no hay algo en lo que nos podamos sostener al hablar de él, primero porque cada pensador tiene su propia noción de mal: algunos lo entienden como mal moral, otros como mal natural y mal moral, otros como sufrimiento y muerte. Entonces, si ni siquiera logramos encontrar una delimitación a este término, ¿cómo planeamos dar una definición y una explicación? También sucede que este tema lo encontramos en una posición que parece más perteneciente a la teología que a la filosofía, ya que el problema tradicional radica en el hecho de que existe el sufrimiento y el dolor en un mundo donde existe un Dios omnipotente, omnisciente y absolutamente bueno que por alguna razón lo permite o lo quiere. Entonces para empezar a analizar este problema, debemos partir del hecho que Dios es bueno, lo cual nos predispone a aceptar una teología determinada. No podemos ver el problema sin incluir a Dios, porque el hecho del mal se la reclamamos a alguien superior a nosotros, y si lo reclamamos es porque sabemos que no debería de estar ahí; por lo que parece ser que primero debemos de entender a Dios para luego hablar del mal, lo cual parece que compete más a una teología. Cuando se toca el problema de Dios ocurre un salto desde la filosofía hacia un plano que implica una nueva dificultad, fuera de los problemas tradicionales como la naturaleza o el hombre. La mayoría de los intelectuales que tocan el tema del mal en su filosofía, los encontramos como teólogos, o filósofos de la religión como por ejemplo los cristianos o los gnósticos, o también a filósofos modernos como el idealismo alemán. El problema se encuentra principalmente entre la gente que se preocupa por el tema de Dios, porque el problema del mal es el argumento más usado para afirmar la no existencia de Dios, dado que se considera como algo “fuera del plan divino”.

Page 13: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

5

Ya los antiguos teólogos y filósofos han planteado el problema como uno demasiado problemático: san Agustín dice en las Confesiones “o Dios no puede abolir el mal o no quiere; si no puede entonces no es todopoderoso y si no quiere no es perfectamente bueno”2. Y santo Tomás de Aquino en la Suma Teológica se plantea así: “Parece que no existe Dios. Si de dos cosas mutuamente exclusivas una existiera sin límite, la otra dejaría de existir. Pero la palabra Dios designa un bien sin límites. Si Dios existiera, nadie podría encontrar mal en el mundo. Pero se puede encontrar mal en el mundo. Luego, Dios no existe”3. También Hume expuso el problema: “¿Quiere Dios prevenir el mal pero no puede? Entonces es impotente. ¿Pero no quiere? Entonces es malvado. ¿Puede y quiere? Entonces ¿cómo hay mal?”4 En el párrafo anterior nos damos cuenta de cómo cuando se habla del tema del mal es principalmente para cuestionar a Dios, y así es como ha sido principalmente abordado en la filosofía y la teología; los que no hablan de Dios, abordan de cierto modo el tema en el ámbito de la ética, como por ejemplo Aristóteles al hablar de vicios y virtudes, y no de un mal en sí mismo. A pesar de todo esto, sigue ocupando un lugar importante en todo aquel que reflexione de la vida, porque insisto en que es algo que ocupa gran parte de nuestra vida, ya que peleamos constantemente con él para lograr llegar a la felicidad. Así nos damos cuenta de que por más que queramos evitarlo, porque ni siquiera podemos delimitarlo a tres o cuatro hechos que en efecto es en donde se encuentra “lo malo”, no podemos más que intentar entenderlo. Se podría pensar que por las complicaciones que implica hablar de este tema, se ha dejado de lado, pero como los filósofos tenemos una cierta curiosidad en especial por lo más complicado, el tema se ha seguido estudiando, y más ahora que se ha intentado solucionar al justificarlo con la existencia de la libertad en el hombre (Plantinga). Muchas 2 San Agustín, Confesiones, libro VII, cap. 5. Para el libro de las Confesiones usaré la edición de la Biblioteca de Autores Cristianos, traducida por José Cosgaya. 3 S.Th, I, q.2, a.3, ob.1. 4 David Hume, Diálogos sobre la religión natural, (Tecnos, Madrid 1994), p.149

Page 14: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

6

opciones se han dado para explicar el problema, pero yo he decidido enfocarme en la que propone Tomás de Aquino, la cual finalmente termina siendo casi la misma teoría que proponen san Agustín y Pseudo-Dionisio. Debo admitir que antes de hacer esta tesis, mi interés se fue hacia F. W. J. Schelling, quien proponía la existencia real del mal, pero que se encontraba en Dios como una potencia que nunca se actualizaría, sin embargo al momento de argumentar las críticas hacia la teoría de mal como privación, me di cuenta que era mucho más que una simple negación de la existencia del mal. Es por esto que decidí estudiar a Tomás de Aquino primero, antes de criticarlo al estudiar una teoría mucho más moderna. La importancia de este autor radica en que, a mi parecer, es el que mejor expone la teoría de mal como privación; teoría predominante desde la época medieval y que hasta ahora se sigue defendiendo. Este autor es uno de los principales conciliadores y recopiladores de conocimiento en la historia. Él, al igual que san Agustín en su tiempo, busca hacer una conciliación entre filosofía y religión, que si bien muchos creen que llevan a caminos diferentes y a verdades diferentes, el propósito de Tomás de Aquino es mostrar que ambas llevan a una misma verdad que es Dios. La obra de Tomás de Aquino en la que me centraré, será el Comentario a las Sentencias de Pedro Lombardo. Tomás de Aquino toca el tema del mal principalmente en el De Malo, la Suma Teológica y la Suma contra Gentiles. Estas son las obras que más son utilizadas para estudiar el tema en este autor, y sin embargo, no se ha prestado la suficiente atención al comentario que hace a las Sentencias de Pedro Lombardo. Esto se debe a que ésta es una de las obras que Tomás de Aquino redacta en su juventud. Sin embargo, no por eso es una obra menor. Una de las peculiaridades que tiene esta obra es que en ella Tomás de Aquino hace evidentes sus fuentes filosóficas y, por tanto, menciona cantidad de Padres de la Iglesia y a filósofos de distintas tradiciones. Por otra parte, es importante destacar en que sus obras posteriores, al retomar el problema del mal, construye argumentos muy similares a los que utiliza en el Comentario a las Sentencias, pero desaparecen alusiones tan claras a

Page 15: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

7

sus fuentes para poder concentrarse en la fuerza de las premisas y en la conclusión. Creo que estudiar a fondo a una autor, implica también tener en cuenta sus fuentes y, por ello, opté por centrarme en el Comentario a las Sentencias. En esta tesis, además de querer entender la teoría del mal como privación de bien en Tomás de Aquino, lo que quiero hacer es problematizar esa teoría. Este autor lo que busca es proponer una existencia relativa del mal, donde el mal sí existe, pero no existe; es decir, existe de manera relativa, porque sólo puede existir en otro como un accidente, pero no existe porque su manera de estar en el ser es como privación, la cual según Aristóteles es una negación relativa. Claro que se debe de entender el contexto de Tomás de Aquino para entender por qué no ve alguna opción de mal con una existencia real; de acuerdo a lo que se vive en el cristianismo, lo que busca es evitar a toda costa el gnosticismo, y por tanto, toda opción de que exista un mal ontológico. Sin embargo, no me parece que se esté explorando por completo el tema del mal en esa teoría. El mal es un problema que, como dije al inicio, nos enfrentamos casi diariamente, por lo que ¿cómo explicarlo como una negación? Este ser es algo que nos evita llegar a la felicidad, y es algo que nos afecta de manera muy evidente, entonces ¿cómo puede ser admitido como una negación relativa? Tal vez este modo de ver la realidad del mal sea muy hereje de acuerdo al autor que tomaré para la tesis, pero me parece que sí habría maneras de admitir una realidad del mal, ya que si existe y es algo que experimentamos de manera tan fuerte, debe tener una razón para existir, y por ello en la tesis me dedicaré a problematizar en los artículos de la Distinción 34 del Comentario a las Sentencias de Pedro Lombardo. En el primer capítulo hablaré acerca del problema del mal en general y los antecedentes de Tomás de Aquino. Como el mal es un tema muy amplio y hay que delimitarlo a unas premisas para que pueda ser abordado, por eso vi pertinente introducir el problema, ayudándome del análisis que hizo Mackie, para luego revisar las soluciones que el mismo autor va analizando en una obra llamada The Miracle of Theism, y esas soluciones las mencionaré para mostrar los distintos, pero también los

Page 16: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

8

principales intentos de solución del problema partiendo de las premisas que se asignaron en la sección de “aproximaciones al problema”, desde donde se verá la solución de Tomás de Aquino y Plantinga en especial, y otras que también se han propuesto. Me parece adecuado plantear el problema y las soluciones para dar primero una visión general de lo que ocurre en este tema en la filosofía, para que se pueda analizar la teoría de Tomás de Aquino con una visión más amplia. Luego de plantear el problema y las soluciones, expondré los dos principales antecedentes de Tomás de Aquino, a saber, san Agustín y Pseudo-Dionisio. San Agustín batalló a lo largo de su vida con el problema del mal, y es el primero que intenta hacer una conciliación entre filosofía y religión con su influencia neo platónica, por ello es muy importante para Tomás de Aquino, además de que era una autoridad muy importante en el cristianismo, y por eso fue muy estudiado por todos, y si Tomás de Aquino quería hablar de ese problema, necesariamente tenía que tocar la visión de san Agustín, que al final termina por ser adoptada por nuestro autor, con algunos matices. Luego, santo Tomás de Aquino hace un comentario sobre la obra de Pseudo-Dionisio De divinis nominibus, en la cual se expone toda la teoría del mal del autor, y como él también tiene influencias neo- platónicas, en particular de Proclo, entonces fácilmente se logra acoplar a la que ya tenía san Agustín, y así ambos autores apoyan y ayudan a que Tomás de Aquino logre tener una teoría consistente y amplia del mal, sin contradecir al cristianismo. De san Agustín expongo principalmente su transición con respecto a su visión sobre el mal, ya que él fue cambiando su pensamiento mientras fue desarrollándose en sus estudios de filosofía, y su modo de cambiarla es muy interesante; y en esto hablaré del origen del mal y de la naturaleza que tiene; temas principales para explicar la realidad del mal. En Pseudo-Dionisio, como el tratamiento del mal se encuentra en un capítulo de la obra Sobre los nombres divinos, entonces lo que hice fue primero explicar su noción de Dios, porque finalmente en esa obra lo que se intenta es dar a Dios nombres; luego hablo acerca del Bien, ya que es el inicio del capítulo que tomo, y finalmente hablo acerca del mal, que ocupa la mitad del cuarto capítulo del libro. Nos daremos cuenta de la importancia que tiene para Tomás

Page 17: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

9

de Aquino, cuando en los artículos de la distinción estudiada, se vea cómo viene citado tanto para las objeciones, como para los argumentos en la respuesta a las objeciones. Es muy importante para nuestro autor la argumentación que hace Pseudo-Dionisio, y la toma de la misma manera que a Aristóteles o Avicena. En el capítulo dos, titulado “El pecado actual y el mal” ya me ocupo de la Distinción 34. Primero expongo el análisis del texto de Pedro Lombardo que hace Tomás de Aquino para dividir el texto en sus cinco artículos. Luego, como un axioma para la teoría de privación es el hecho de la convertibilidad entre ser y bien, la analizo un poco antes de entrar a los artículos. En esta sección sigo el análisis de Jan A. Aertsen sobre los trascendentales, y la obra de Boecio De Hebdomadibus, obra que si bien no fue la única que toma Tomás de Aquino para adoptar el bien como un trascendental, sí es una obra muy significativa para él, tanto que hace un comentario de ella, y la toma para dar varios argumentos en los artículos que se expondrán en la tesis. Luego de esto doy una breve explicación sobre cómo se aplica el trascendental en la filosofía de Tomás de Aquino, y ya terminando, comienzo a analizar cada artículo de la Distinción 34: El pecado actual y el mal. Esta distinción tiene cinco artículos:

1) Si existe el mal 2) Qué es el mal 3) Si en bien es causa de mal 4) Si el mal está en el bien como en su sujeto 5) Si por el mal se corrompe todo el bien

En cada artículo analizo las respuestas, y problematizo los argumentos que da Tomás de Aquino. Finalmente en el tercer y último capítulo, me dedico a tomar todas esas críticas para ordenarlas y luego de dar algunos problemas que presenta la teoría de privación, proponer algunas soluciones. Quiero hacer notar el hecho de que a pesar de que yo tengo una tesis, la cual es que el mal sí existe de manera ontológica y es algo que nos afecta

Page 18: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

10

de manera real porque observamos sus consecuencias y su actuar en nosotros como una fuerza que nos incita a evitar nuestra perfección, no planeo refutar a Tomás de Aquino e imponer lo que pienso, ya que sé que el proponer un mal efectivo, trae muchos más problemas que el admitir que el mal es privación de bien. Por ello, lo que quiero hacer en esta tesis primero es entender el problema del mal, en segundo lugar entender la solución de Tomás de Aquino, y finalmente, frente a esta solución presentar los problemas que se dan si se acepta la teoría, y con ello plantear otra posible respuesta en esta época que ya no se teme del gnosticismo o de decir alguna herejía. Tomando en cuenta de Tomás de Aquino es de una época muy diferente a la nuestra, creo que podría ser muy fructífero buscar una solución entre él y los autores modernos que plantean una solución menos ortodoxa.

Page 19: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

11

Capítulo 1

Planteamiento del problema y antecedentes

Explicar con argumentos precisos el origen del mal es difícil. Uno podría preguntarse si es posible establecer primero qué es exactamente aquello a lo que se le confiere el adjetivo de 'malo', o qué es, por ejemplo, el sufrimiento, pues tal vez éste sea el principal 'mal' en el que todos se podrían poner de acuerdo. Sin embargo, pueden distinguirse distintos tipos de sufrimiento: ¿son los terremotos y destrucciones que causa la naturaleza? Para muchos lo es; para otros es la naturaleza que actúa hacia su fin, con toda perfección, entonces no podría hablarse de un mal; ¿es la acción mala del ser humano? Sobre esto hay más discusión porque es el único mal que está claro, ya que el hombre en su acción sí hace acciones que lo perfeccionan o lo perjudican, pero fuera de la moral ¿cómo acotar el mal para poder analizarlo e intentar comprender su origen? No se puede usar sólo el mal moral para intentar solucionar el problema. Además, ¿sabemos realmente cuál es el problema? Dejémoslo en un simple “¿por qué existe?”, una sencilla pregunta a una entidad que parece poner una pared frente a nosotros que nos empuja hacia atrás cuando hacia delante está nuestra plenitud y perfección. Se puede argumentar con silogismos irrefutables que no existe el mal, pero aun así sigue el problema, pero con otro nombre. Quizá los argumentos filosóficos están limitados, si es que estamos tratando buscando respuestas claras y distintas. El mal parece estar por encima de nuestra propia razón y, por ello, es un fenómeno que nos confunde y nos paraliza.

1. Aproximaciones al problema El tema del mal es difícil, es por esto que en este primer capítulo me pareció oportuno definir el problema del mal en términos generales, y

Page 20: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

12

de la mano de Mackie, expondré distintas formas de plantear y solucionar el problema para que de esta manera tengamos una visión amplia de lo que se puede hacer con este ente llamado mal. El problema del mal, de manera concreta, radica en la aparente contradicción entre un Dios que es omnipotente, omnisciente y bondadoso, y el hecho de que haya mal en el mundo. Si hay mal, el poder divino no podría ser absoluto al no poder erradicar el mal completamente; podría creerse, por otra parte, que Dios no quiere eliminar el mal, aunque es todopoderoso, y si esto es así, entonces no sería absolutamente bueno. En resumen, o un Dios como el concebido por las religiones abrahámicas no existe, o el mal no existe. Como veremos, en The Miracle of Theism Mackie5 posiciona el problema como un problema lógico, porque aunque bien podríamos aceptar la presencia de cualquier cosa que nos damos cuenta que existe, y en particular al mal lo experimentamos en el sufrimiento, la tristeza, el dolor y la muerte; lo encontramos como algo que no encaja en unas ciertas premisas que tenemos para entender el mundo, y es por eso que el problema es visto como algo que debe ser abordado desde la lógica y no desde las ciencias experimentales6. Al intentar incluir al mal en la naturaleza, vemos que se encuentra de cierta manera opuesto a ella, ya que mientras que la naturaleza busca su perfección y su finalidad, el mal lo que hace es poner obstáculos para que se encuentre esta perfección. Entonces, como parece que el mal contradice a la naturaleza, porque se opone a su perfección, lo que parece más sensato es preguntarse sobre lo anterior; de esta manera notamos cómo el problema preocupa sólo a las personas que concuerdan en las dos siguientes proposiciones:

1) El mal existe

5 Usaré principalmente a Mackie en el análisis del mal porque me parece que su exposición es muy clara y completa. 6 “It is not a scientific problem that might be solved by further discoveries, nor a practical problem, that might be solved by a decision or an action. And the problem in this sense signally does not arise for those whose views of the world are markedly different from traditional theism” John L. Mackie. The Miracle of Theism. (New York: Oxford University Press Inc., 1982), p.150.

Page 21: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

13

2) Dios es omnipotente, omnisciente y absolutamente bueno, por lo que eliminaría la existencia del mal en la medida de sus posibilidades.

Por esto el problema es más discutido entre los teólogos que entre los filósofos, porque la estructura principal del problema implica buscar una concordancia entre algo que se opone al bien, y la existencia de un Dios que es el Bien. En concreto el argumento es el siguiente: Dios es el Bien absoluto, entonces no debería de haber algo que se opusiera a Él porque si hubiera algo así, ello sería algo que se encuentra en Él o fuera de Él; si fuera correcta la primera opción, entonces Dios no sería absolutamente bueno, y si fuera correcta la segunda opción, entonces Dios no sería realmente Dios porque habría algo igual a Él, que logra tener una existencia fuera de Dios mismo. Aquí se ve el problema. Sin embargo, es importante apuntar que si no se acepta alguna de estas dos proposiciones, no termina habiendo ningún problema.

2. Soluciones al Problema En esta sección se explicarán brevemente las respuestas que ofrecen Mackie y Plantinga al problema del mal. Posteriormente se analizarán algunos problemas que plantean dichas soluciones. Comienzo con las soluciones de Mackie:

1. Refutación de la existencia del mal7: En esta primera solución se argumenta que dada nuestra inteligencia limitada, creemos ver males donde en realidad hay bienes, por lo que hay una incapacidad para descubrir el bien que resulta del mal aparente. Sin embargo, esta no es realmente una solución al problema, porque se está negando la verdad de la proposición primera: el mal existe, por lo que no soluciona el problema, solo niega que haya alguno, porque finalmente no existe eso

7 Estas respuestas las va tocando John L. Mackie en “The Miracle of Theism” en The Problem of Evil. Las citas son traducciones mías desde el inglés.

Page 22: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

14

llamado “mal”, sino todo es “bien” que no logra mostrarse como tal, por lo que lo confundimos con algo que no es.

2. Defensa de la existencia del mal: Dado que el argumento

lógico señala la inconsistencia entre que Dios existe y es omnipotente, omnisciente y absolutamente bueno; y que el mal existe, la defensa consiste en hacer compatibles ambas proposiciones. Tanto Plantinga8 como Mackie exponen varias soluciones de esta manera:

2.1 “El bien no puede existir sin el mal” o “El mal es necesario como una contraparte del bien”: Esta es la primera solución que propone y critica Mackie en su artículo. En esta solución explica que se propone un límite a lo que Dios puede hacer, ya que Dios no puede crear el bien, sin hacer el mal simultáneamente, y esto resulta en decir que o Dios no es omnipotente, o que su omnipotencia tiene límites. La argumentación continúa al conceder que la omnipotencia de Dios puede no llegar hasta lo lógicamente imposible, y la visión de bien sin mal es lógicamente imposible, por lo que ya se soluciona el problema. Sin embargo esta solución niega que el mal se oponga al bien, por lo que el bien no buscaría eliminar al mal y viceversa, debido a que son contrapartes. Esto, según la lógica de Mackie, podría significar que lo malo y lo bueno se relacionan de la misma manera que lo grande y lo pequeño, pero si esto fuera así, entonces la grandeza no sería una cualidad, y no se podría hablar de un movimiento hacia la grandeza. Además no se atribuiría la grandeza a Dios de manera absoluta, e implicaría que en Él también hay mal. En palabras de Mackie: “Si la omnipotencia significa algo, es tener poder sobre las leyes causales. Si hay un creador omnipotente, entonces si hay leyes causales él debió de haberlas hecho, y si es todavía omnipotente, debería ser capaz de anularlas o invalidarlas”

8 Cf. Francisco Conesa. Dios y el mal : la defensa del teísmo frente al problema del mal según Alvin Plantinga. Pamplona : EUNSA, 1996, también toma la explicación de Plantinga Mackie en su libro The Miracle of Theism, y en su artículo The Problem Of Evil.

Page 23: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

15

Podemos ver por qué se rechaza este intento de solucionar el problema, ya que parece que trae más preguntas que respuestas primero al cambiar la concepción que se tiene de bien y mal viéndolos como contrapartes y/o como cualidades, además que siguiendo este camino se llegaría a asignar un mal en Dios que por las premisas que se dieron al inicio del capítulo no se podría aceptar.

2.2 El universo es mejor con un poco de mal en él que sin mal: Esta segunda solución que menciona y critica Mackie alude a un mal que contribuye a la bondad del universo como conjunto. La solución se puede desarrollar desde una visión estética, en la cual se contrasta la mayor belleza con la menor, y así el mundo tiene varios grados de belleza y bondad que en conjunto logran una belleza más grande, como por ejemplo una sinfonía con tonos mayores y menores9. O bien desde una visión ordenadora desde donde la jerarquía de bien permite la ordenación de la realidad. Sin embargo, es claro que hay males que buscan eliminar otros bienes, y hay bienes que buscan erradicar males determinados, como por ejemplo la benevolencia busca eliminar la miseria; por ello no se puede hablar de una perfecta armonía entre bien y mal, que juntos busquen una mayor belleza y orden en el mundo. En ambas soluciones se toma el mal como el mal físico (sufrimiento, dolor), pero el teísta dirá que eso hace posible la existencia de la amabilidad, heroísmo, etc.; sin embargo esto haría necesario que los teístas afirmaran que todo tipo de mal, al final, es un mal que es absorbido de alguna manera por el bien, de manera que sea una parte de la perfección del universo; pero nos damos cuenta que hay males como la cobardía y la crueldad, que sólo provocan

9 Esto, que Mackie llama “analogía estética” alude a una suposición que el mundo es mejor con males en él, que si no hubiera, porque contribuye a la belleza del mundo. Esta justificación del mal es la que muchos teólogos medievales usaron, incluyendo a San Agustín y Pseudo-Dionisio en su obra Sobre los nombres divinos.

Page 24: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

16

deterioro y no progreso. Es un problema porque eso es algo que se argumenta sólo por experiencia, y no por lógica.

2.3 En la solución que plantea Plantinga, la respuesta se encuentra en el libre albedrío. Para mostrar que es consistente la existencia del mal con la existencia de Dios, lo que ha de hacerse es agregar una tercera proposición que logre una consistencia entre las dos anteriores. Entonces hay que buscar una proposición que sea primero lógicamente posible por sí misma, en segundo que sea lógicamente consistente con la existencia de Dios, y finalmente que junto con la proposición de la existencia de Dios, implique que es necesaria la existencia del mal. Esta tercera proposición que logra quitar la inconsistencia entre las dos anteriores es: los males resultan de la acción de seres libres. En resumen si se afirma que el hombre es libre, que fue creado por Dios, y si se afirma que el mal resulta de que el hombre es libre, entonces se elimina el problema de la inconsistencia entre la existencia del mal y un Dios bueno, ya que finalmente no dependió de Él, sino de la libertad con la que fuimos creados. Para Mackie, al igual que para Plantinga la solución de la libertad humana es la única opción viable para solucionar el problema, ya que al tener problema con los llamados “males no absorbidos por el bien” como la cobardía y la crueldad, los cuales causan sólo deterioro en el hombre, y no parece que produzcan bien alguno. Es por esto que la única explicación para los males de este tipo, es la libertad humana, y siendo así, entonces los efectos que causen las acciones libres de las creaturas, no podrían ser culpa de Dios de ninguna manera. Sin embargo ¿cómo es esto una defensa? Se podría culpar a Dios de hacer creaturas imperfectas que puedan hacer mal, sin embargo, Mackie propone ver a la libertad como un bien de alto rango, y al haber sido el hombre creado por Dios, se podría llegar a una conclusión de que Dios ha ordenado las cosas de una manera que sea

Page 25: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

17

necesaria esa libertad del hombre para que surjan bienes, y así se mantenga orden en el universo.

Otra solución se encuentra en la teodicea, que consiste en explicar por qué Dios permite el mal. Aunque no se logra entrar en la mente de Dios para explicar el mundo, se busca entender los hechos del mundo en donde participa el mal, en conjunto con el resto del universo, para que, visto desde un punto de vista macro cósmico, podamos intentar verlo como lo haría Dios. En estos planteamientos nos damos cuenta de que al buscar el porqué del mal, es decir, su sentido, en realidad buscamos su causa final y su causa eficiente, las cuales se explican si remitimos a su causa eficiente que inevitablemente tiene que estar en Dios, porque vemos que el mal es algo siempre presente en las acciones y la vida humana. Para entender el origen en un Dios bueno, omnipotente y omnisciente se tendría que apelar también a la teología, ya que se está entendiendo un Dios como el que proponen las tradiciones abrahámicas, sin embargo como esta es una tesis de filosofía y no hay espacio suficiente para abarcar todo el problema, nos limitaremos a abordar el tema del mal de manera filosófica, analizando la existencia del mal tocando mínimamente el tema de Dios, en el Comentario a las Sentencias de Pedro Lombardo. En esta obra temprana Tomás de Aquino aborda el problema y provee una solución que de alguna manera abarca ambas soluciones: la defensa y la refutación, ya que Aquino (siguiendo la solución de una defensa) acepta la existencia del mal porque nos damos cuenta de que hay algo que actúa como una fuerza contraria al bien, pero (siguiendo una solución de refutación) su existencia se limita a ser de una manera dependiente al bien, ya que al ser entendido el mal como una existencia negativa, no puede ser un ente de manera positiva y existente ontológicamente.

Page 26: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

18

3. Antecedentes de Tomás de Aquino Luego de un breve repaso del problema del mal en la filosofía se analizarán brevemente los dos autores más relevantes para el análisis del problema en Tomás de Aquino, quien si bien tiene influencias aristotélicas, inevitablemente tiene también influencias neoplatónicas desde Proclo debido a su influencia en Pseudo-Dionisio en su obra Sobre los nombres de Dios (obra que será tomada una y otra vez para los argumentos tomísticos en el Comentarios a las Sentencias), y en san Agustín, quien también está notoriamente influenciado por la filosofía neoplatónica. Asimismo se notan otras influencias en Tomás de Aquino, tales como Avicena y Maimónides. Aquí nos limitaremos a explicar el intento de solución del problema en san Agustín y con él a Pseudo-Dionisio, para luego pasar a Tomás de Aquino. 3.1 San Agustín La angustia, según lo que he visto en varios autores, es una de las experiencias que nos lleva a la filosofía. Es esa búsqueda interminable de una respuesta a una pregunta que cambia completamente la percepción de la vida; y de esta manera entiendo que es justo la pregunta del mal lo que hizo que san Agustín se viera en un tránsito10 a través de tantas corrientes de pensamiento (maniqueísmo, neoplatonismo, cristianismo), todas con respuestas diferentes que le convencieron determinado tiempo, hasta que llegó al cristianismo y en el cual se quedó por el resto de su vida11. Agustín se ve atormentado por el problema del mal desde que se da cuenta que no logra encontrar una felicidad plena en su camino hacia el

10 “The question of the nature of evil drove the inquiry into God and the human condition which led up to his conversion, and his early writings often focus on the question of the origin of evil.” en el artículo de J. Patout Burns “Augustine on the Origin and Progress of Evil”, en The Journal of Religious Ethics, vol. 16, No.1 (Primavera 1988), pp. 9-27. 11 Hannah Arendt remarca que san Agustín, además de ser el primer filósofo cristiano, fue el primer pensador que llegó a la religión por simple perplejidad filosófica. Cf. Hannah Arendt, The Life of the Mind: Two/Willing (Nueva York, Harcourt, Brace, Jovanovich, 1978) p. 84.

Page 27: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

19

encuentro con Dios. Le inquietan principalmente el origen del mal, su esencia, y por tanto si puede atribuirse a Dios o al hombre, aunque finalmente si se atribuye al hombre, también afecta a Dios al ser el creador. Agustín distingue el mal aparente (corrupción, conflicto) con el mal verdadero (el inicio del mal que se encuentra en los ángeles y los hombres). Para san Agustín ninguna fuerza hizo que los hombres y los ángeles pecaran, sino que fue desde ellos mismos desde donde el orgullo causó el primer pecado, por lo que es desde el orgullo desde donde surgen todos los demás pecados. 3.1.1 La naturaleza del mal Es en las Confesiones en donde Agustín trata de manera empírica el tema del mal, en especial al hablar acerca de su pereza en la escuela, el robo de las peras, con lo cual más tarde ejemplificará un modo de ser del mal. Para encontrar la verdad acerca del mal, Agustín primero acude al maniqueísmo, el cual enseña acerca de un conflicto cósmico entre las dos fuerzas que se oponen eternamente: bien y mal. Esta pelea entre dos fuerzas se ve clara en el hombre12, ya que la luz busca la purificación, en cambio la oscuridad busca llevarnos hacia los deseos de la carne; y de esta manera se ve la oposición que encontramos frecuentemente entre la razón y la voluntad13. De esta manera se entiende que Dios intenta oponerse al mal, pero se encuentra a sí mismo peleando con algo que tiene una misma fuerza que Él. En el maniqueísmo se identifica la bondad con la luz y a la maldad con la oscuridad, por lo que se incurre en cierto materialismo que Agustín termina por rechazar, debido a su firme creencia de que Dios es un ser inmaterial. Además Agustín

12 “The continuing struggle between these two forces is evident in the human person: Light seeks purification and deliverance; Darkness strives to hold it fast through fleshly desires (…) Good and evil desires, then, arise from two opposed souls and wills within the human being.” en el artículo de J. Patout Burns “Augustine on the Origin and Progress of Evil”, en The Journal of Religious Ethics, vol. 16, No.1 (Primavera 1988), pp. 9-27. 13 Ibid. “The religious person identifies with the Light, suffers but is not responsible for the evil desires and actions instigated by the soul of the Darkness which the soul of Light cannot control.”

Page 28: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

20

también rechaza la visión de una fuente invencible de mal, que es lo que implicaría aceptar la existencia de una fuerza igual de poderosa que el Bien, ya que esto negaría el ser de Dios como soberano absoluto. Si Dios es soberano, entonces nada puede estar igual o por encima de Él, por lo que se niega la existencia de un ser con igual poder que Él como el Mal. Y sin embargo san Agustín seguía pensando en el bien y el mal como distintos tipos de seres que participaban en una cierta pelea, por lo que veía dos opciones: o el mal existe en Dios, o limita la presencia divina. Finalmente san Agustín plantea el problema que expusimos al inicio: se llega a una aparente contradicción entre un Dios bueno que eliminaría el mal en la medida de lo posible, y la existencia del mal que se opone a este bien. Es gracias a san Ambrosio que san Agustín descubre el catolicismo como una verdad, ya que desde antes lo conocía gracias a su madre, pero lo dejó tempranamente. Es en el catolicismo donde aprende que Dios no es un cuerpo que se expande por el mundo14, sino que es un ser espiritual que es inmutable, omnipotente y todo bien. En el catolicismo el mal es visto como la mala elección de un individuo o el castigo por haber hecho esa elección, por lo que se entiende que como mal en estricto sentido al mal moral, sobre el cual se funda el dolor y el sufrimiento, los cuales se entienden como castigo por haber hecho un mal moral; es interesante darnos cuenta cómo hasta en la actualidad se piensa en algunas culturas que esto es verdad. Entonces en el catolicismo el mal no es un ser independiente, no es un existente por sí mismo, sino que es un tipo de acción por parte de la creatura15, por lo que existe accidentalmente, y aunque al inicio no logró comprender la existencia de una realidad no material, fue gracias a Plotino que Agustín pudo comprender la existencia del mal16. Es el platonismo el que le dio a san Agustín los fundamentos filosóficos para lograr entender el cristianismo, y en particular, por él conoce los

14 Conf. 6.3.4 15 Conf. 7.3.5 16 Conf. 5.14.25, 7.5.7, 7.1.1-2

Page 29: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

21

principios inmanentes en los seres materiales, entre los cuales se encuentra la Verdad, la cual está siempre presente en los seres, gobierna y regula la mente humana17 y sobre la cual se guiará para plantear su teoría acerca del mal. En las proporciones, sonidos y formas, el modo de existencia de las cosas, donde Agustín identifica los principios como una parte de la Verdad que existe en las creaturas18 Debido a esta concepción de Verdad que adquiere Agustín, llega a la visión del mal como la corrupción de un cuerpo en movimiento; de manera que el mal no tiene que ver con la Verdad que se encuentra en la naturaleza de las cosas, sino en su movimiento, en el tiempo en que la cosa se corrompe, por lo que no podría ser un ser en sí mismo, sino sólo algo que ocurre de manera temporal, porque si el mal es corrupción, necesariamente necesita al ser para existir. Ahora, con respecto a Dios y su relación con el mal, Él se encuentra presente en el ser porque lo gobierna desde sus principios inmanentes, por lo que el mal no lo afecta19. Desde esta argumentación podemos darnos cuenta que como para Agustín el mal es corrupción, entonces fácilmente puede llegar a la conclusión de que necesita al ser, y por tanto no tiene ser en sí. Pero esto es solo el inicio de su argumentación. Siguiendo con el pensamiento de Agustín, luego de este descubrimiento sobre el modo que Dios gobierna al mundo, Agustín comenzó a descifrar el orden en el mundo. Iniciando por el orden con respecto a los grados de perfección, en segundo lugar el conflicto entre la generación y la corrupción en el ser que también aporta al orden del mundo; este último argumento siendo uno realmente importante para dar razones en contra de una oposición entre bien y mal, ya que el mal puede verse

17 En palabras de J. Patout Burns en su artículo Augustine on the Origin and Progress of Evil: “A process of intelectual introspection, under the guidance of Platonic philosophy, enabled Augustine to perceive unchanging principles which govern the existence and operation of material beings. In these principles, he recognized Truth, an unchangeable, non-extended and non-spatial form of being which is everywhere present and operative, governing and regulating both the changing human mind and bodily realities” 18 Conf. 7.10.16, 7.17.23; De div. quaest. 54 19 J. Patout Burns lo explica de manera más amplia en su artículo antes citado, y cita las fuentes Conf. 7.11.17-7; De lib. arb. 3.13.36-38; De div. quaest. 30.

Page 30: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

22

como una aportación al orden del mundo, como ya se vio en el análisis de las respuestas al mal anteriormente. De esta manera Agustín en sus Confesiones y en el De Libero Arbitrio, argumenta que aunque un ser sea contrario a otro ser y por ello sea visto como malo, nada ataca al mundo por completo, por lo que no se puede encontrar al mal como un ser concreto en el mundo material, ya que las cosas actúan de acuerdo a su naturaleza y para aportar al orden del mundo. Sin embargo, aunque no pueda encontrarse el mal en el mundo material, se logra encontrar en los seres racionales. El mal en la creatura es entendido de esta manera: “En una creatura espiritual, el mal es la ausencia de perfección o de una completa bondad y realidad que demanda la naturaleza misma y el orden divino. Por lo que puede ser entendido como la pérdida de una cualidad alguna vez poseída, o la falla, por negligencia o negación consciente, de obtener algún atributo necesario20”. Y como todos los seres racionales son igualmente racionales, es decir se caracterizan por su igualdad (hablando sólo de hombres, porque los seres divinos sí son superiores), entonces no se puede hacer malo a otra persona, ya que al querer hacerlo, la primera persona se volvería mala por ello y por eso se haría más débil. Por ello para Agustín el mal moral es o una auto-corrupción voluntaria, o un castigo divino por esa corrupción21. El hombre no tiene en él la verdad en su mente y el amor en su corazón, sino que es guiado por la divinidad. Cuando esta influencia divina es disminuida o se pierde, entonces esa verdad y ese amor se corrompen, y esto decae en error y pecado (Agustín se refiere al pecado como algo irracional, ya que es un libre rechazo de un bien infinito). La mente debe permanecer su atención fija en los principios inmanentes, pero cuando se distrae y se concentra en los sentidos es cuando cae en el error, ya que se debilita y comienza a buscar la verdad en el mundo exterior y no en su interior. Esto resulta ser muy platónico porque ve Agustín que la

20 J. Patout Burns “In a spiritual creature, evil is the absence of the perfection or fullness of goodness and reality which the nature itself and the divine order demand. Thus it might be the loss of some quality once possessed or the failure to acquire, through negligence or refusal, some due and available attribute” 21 De libero arbitrio 3.14.39-14

Page 31: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

23

verdad no se encuentra en el mundo material, sino en algo que no vemos, y que con ayuda del cristianismo, descubre que se encuentra en su interior donde se descubre a Dios. Por ello en sus obras tempranas, Agustín propone el estudio del platonismo y la práctica del Cristianismo para dejar de lado el mundo material y enfocarse en lo divino. Y aunque la mente sea la que desvía su atención de la verdad divina, al final el origen de la corrupción del espíritu se encuentra en la voluntad. En el De libero arbitrio Agustín insiste que ningún grado de sabiduría pudo prevenir la falla de la voluntad22, por lo que ningún conocimiento podría restaurar la perfección del amor al bien; esto se ve en las palabras de san Agustín:

¿Ha sido la insensatez la que apartó al hombre de Dios o es que el hombre se hizo insensato apartándose de Dios? Porque si se contesta que fue la insensatez la que les alejó de la sabiduría, parecerá que era insensato ya antes de alejarse de la sabiduría; parece como si la insensatez hubiera sido la causa de alejarse de la sabiduría. Y si se responde que se hizo insipiente al alejarse de la sabiduría, entonces preguntan si se alejó necia o sabiamente. Si lo hizo sabiamente, lo hizo con razón, y así no pecó; y si se alejó neciamente, entonces, dicen, ya era insensato; porque la insensatez hizo que se alejara de la sabiduría, pues no podía haber hecho cosa alguna estultamente sin ser antes estulto.23

De manera que Agustín propone algo intermedio entre la insensatez y la sabiduría, y así se prueba cómo ningún conocimiento nos llevaría al amor al bien, porque desde el inicio no fuimos hechos con el conocimiento suficiente. El mal para san Agustín ya no es el elegir entre dos caminos como decían los maniqueos, sino que ahora, gracias a todo el desarrollo de su filosofía con el cristianismo y el platonismo, el mal se identifica con el 22 De lib. arb. 3.24.72: Peccatum autem malum est in negligentia vel ad capiendum praeceptum, vel ad observandum, vel ad custodiendam contemplationem sapientiae. Ex quo intelligítur, etiamsi sapiens primus homo factus est, potuisse tamen seduci. 23 De lib. arb. 3.24.73

Page 32: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

24

simple dejar de lado o el dar la espalda al mayor bien, por lo que nos encontramos con un mismo camino hacia el mayor bien, en donde el hombre decide si alejarse de él, o ir hacia él. Y aunque en un principio se refería a elegir el bien material que el bien divino, luego se dio cuenta que el mal era más bien el amarse a sí mismo más que a Dios, ya que de esa manera nos auto-corrompemos y dejamos de lado al mayor bien. De esta manera, como el mal es una elección fallida, entonces su realidad es simplemente un defecto, porque no puede tener un grado de perfección como el resto de los seres. Y como se habla de un defecto, entonces para san Agustín no se necesita dar una causa. Sin embargo, aunque no haya causa, sí hay un responsable, el cual es la creatura racional que gracias a su libre arbitrio tiene la posibilidad de elegir. Por lo tanto, la naturaleza del mal en Agustín es el ser corrupción de bien, pero esto no sólo implica algo empírico, sino principalmente espiritual, en donde si no elegimos a Dios, que es el bien, nos corrompemos en espíritu por elegirnos a nosotros, que si bien no somos malos, somos un menor bien que Dios. 3.3. Origen del mal La pregunta por el origen del mal en Agustín tuvo varios cambios dependiendo del desarrollo en su pensamiento. En sus primeros escritos comparaba los pecados de los ángeles y los hombres, pero los veía como cosas distintas, ya que los ángeles habían pecado espontáneamente, pero el hombre por tentación. Sin embargo, veinte años después en su Comentario Literal del Génesis y La Ciudad de Dios, los pecados se mostraban como casi idénticos, espontáneos. Luego en el De Libre Arbitrio da su opinión final del origen del mal en la creatura. Primero, con respecto a los demonios. Ellos fueron creados como ángeles, con conocimiento de la verdad, sin embargo prefirieron amar su propia bondad que la bondad divina, por lo que su pecado fue el

Page 33: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

25

orgullo24. En su escrito Comentario Literal del Génesis, refuta la afirmación de muchos teólogos que insistían en que la envidia fue el primer pecado; ya que la envidia, siendo el enojo de la felicidad de otro, no precede, sino sólo sigue al amor del poder y bien de uno mismo, lo que es el pecado del orgullo25. Sin embargo podemos ver cómo no se soluciona el problema, porque ya sea el orgullo o la envidia, sigue sin estar clara la causa de que llegue ese deseo de pecar al demonio, o en su defecto, al hombre. Con respecto a los humanos se encuentra el análisis en el libro De Libre Arbitrio, San Agustín se separa de las afirmaciones de san Ambrosio y Gregorio de Nisa, ya que en este libro afirma que la tentación no se relaciona con el cuerpo. Luego, en Del Génesis contra los Maniqueos, Agustín sigue una interpretación como la que hace san Ambrosio: Adán simboliza la mente, Eva la facultad sensitiva del alma, y la serpiente el demonio. El paraíso significa el estado feliz del espíritu, que se llena de la verdad divina. De esta manera afirma que la tentación de la mente, a través del demonio, fue introducida a través de su compañera natural, es decir, la facultad sensitiva. De esta manera el alma se torna de Dios a sí misma; sin embargo, sigue el problema de cómo pudo haber tentación si todo lo que hace Dios es bueno, porque se puede apelar a un ángel caído, pero entonces a ese ángel caído, ¿quién lo tentó para que se opusiera al absoluto bien que es Dios? En el De Libre Arbitrio Agustín sigue la pelea contra la creencia de que el pecado tiene que ver con la oposición original de cuerpo y alma. Finalmente en el De libero arbitrio Agustín dice que todas las almas pecadoras sufren por dos cosas: ignorancia y dificultad26, por lo que en 24 De lib arb 3.15.76 “Y esto es lo que dice la Escritura: El principio de todo pecado, la soberbia; y el principio de la soberbia del hombre es apartarse de Dios. Este fue el pecado del diablo, la soberbia, a la cual juntó después una malvada envidia, que le llevó a persuadir al hombre esta misma soberbia, por la cual reconocía haber sido él condenado. “ 25 De Gen. ad litt. 11.14 26 “Ignorance, not inborn stupidity; humans now lack the kind of noetic intimacy with God enjoyed by Adam and Eve, an intimacy however insufficient to guarantee the maintenance of righteousness… Difficulty, not impossibility, it is no part of Augustine’s message that humans have been shattered by

Page 34: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

26

conclusión podemos decir que Agustín toma la respuesta de Platón al decir que el alma sufre del mal por ignorancia, sin embargo a esto le agrega la dificultad que tenemos para encontrar el bien y la verdad debido a nuestra naturaleza caída (luego del pecado original). El mal se le adjudica al hombre, pero no se encuentra su causa, por lo que aunque se logra entender mejor el ser del mal, no se entiende aún su origen o su relativa existencia. Entonces, con respecto a Agustín, nos damos cuenta que a pesar de que al inicio de su vida veía al mal como algo existente y contra el bien, conforme fue avanzando su pensamiento filosófico y teológico, fue cambiando su modo de verlo, hasta decir que el mal se encuentra en la mala elección de bienes. De cierta manera elimina su existencia, aunque la afirma en la libertad. Pero aunque responde a la pregunta acerca de la definición, no responde la causa primera de su existencia, no responde al porqué se originó, porque para él no hay una explicación, porque si tuviera una causa primera, entonces sería algo bueno. Sin embargo, sí da una causa última, la cual es el orden del mundo. La influencia de san Agustín en santo Tomás se nota en la mayoría de su filosofía, pero en particular en el tema del mal, porque Agustín es el primero que habla del mal como privación. Además es el primer filósofo cristiano que busca unir la filosofía y la religión cristiana, cosa que también busca hacer santo Tomás, pero mientras que Agustín lo hace con el platonismo, Tomás de Aquino lo hace con el aristotelismo. Se puede estudiar a ambos autores como filósofos cristianos conciliadores entre razón y fe. En ambos encontramos un camino desde la filosofía hasta la revelación, por ello se entiende la gran importancia que tiene san Agustín en santo Tomás de Aquino. Nuestro autor se guía de un maestro de Hipona para intentar hacer lo mismo pero en su época con más filósofos, pero siguiendo el mismo camino.

the fall.” William E. Mann, “Augustine on evil and original sin” en The Cambridge Companion to Augustine ed. por Eleonore Stump y Norman Kretzman (Reino Unido: Cambridge University Press, 2001), 47 .

Page 35: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

27

3.2 Pseudo-Dionisio: Sobre los nombres de Dios27 En esta sección se analizará la argumentación acerca del mal en Pseudo-Dionisio. Este autor, aunque se hizo pasar por Dionisio, ahora es reconocido como un neoplatónico cristiano quien traslada el Neoplatonismo pagano hacia un contexto cristiano. Al tener influencias cristianas y neoplatónicas no es extraño que sus respuestas al tema del mal sean parecidas a las de san Agustín; sin embargo, sus argumentos en este tema sólo se encuentran en su libro Sobre los nombres de Dios, en el cuarto capítulo donde habla del nombre de Dios como “Bueno”. Gracias a esto es que podemos enfocarnos sólo en esta sección del libro para entender al menos de cierta manera (ya que su texto es algo oscuro) las respuestas al problema del mal. Entonces, como el tema del mal en este autor es expuesto desde Dios, se dará una explicación de lo que es Dios para él y así entender mejor la respuesta que da a la existencia del mal. 3.2.1 Dios En Pseudo-Dionisio Dios se revela a sí mismo de manera supra-ontológica, al ser el principio supra-original de todos los principios, como vida de los vivos, Ser de todo lo que es, el principio y causa de toda vida y ser, que a través de su bondad trae a los seres a la existencia y las mantiene así. Entonces lo que busca este autor es demostrar y celebrar esas cosas de Dios en la medida de lo posible a través de las capacidades del conocimiento humano. El problema es que Dios trasciende todo conocimiento, sin embargo, si Dios creó el universo, entonces podemos conocer ciertas cosas de Él a través de su creación; por lo que “las cosas visibles son en verdad imágenes claras de lo invisible”28. Aquí muestra Dionisio las limitantes de nuestro conocimiento, mas no cierra el poder conocer a Dios, esto es importante para entender cómo llega a designar los nombres divinos en su obra De divinis nominibus.

27 Para el análisis de la obra de Pseudo Dionisio de Los nombres de Dios se usará la editada por la Biblioteca de Autores Cristianos, edición preparada por Teodoro H. Martin, Madrid: 1990. 28 Letters 10, 1117 A

Page 36: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

28

Dios para Dionisio, es un cierto no-ser, porque si se concibe que Él es el dador de todo ser, la causa de la existencia; y todo lo real, lo existente, lo creado por Dios se identifica con el nombre de “ser”; entonces necesariamente a Dios no se le podría llamar “ser”, porque Él es el que le da el “ser”, la existencia a las cosas. Y aunque tiene sentido el argumento, no podemos afirmar que un no-ser da la existencia al ser, por lo que podemos inferir que hay distintos modos de existencia, y así se explica el modo de existencia de Dios, y nuestro modo de existencia que es dada por Él. El no-ser en Dios no significa que no exista, sino que se encuentra ontológicamente en un nivel más allá del ser29, se encuentra en un nivel superior a lo que nosotros entendemos como “ser”. Al ser causa de los seres, Dios es inmanente a todos ellos, y eminentemente trascendente. Lo dicho anteriormente se ve mejor con lo que dice Dionisio de la belleza: “Pero llamamos Hermosura a aquel que trasciende la hermosura de todas las criaturas, porque éstas la poseen como regalo de Él, cada una según su capacidad. Como la luz irradia sobre todas las cosas, así esta Hermosura todo lo reviste irradiándose desde el propio manantial. Hermosura que llama, κάλει(kalei)todas las cosas a sí misma. De ahí su nombre [701D]κάλλος(kalos), es decir, hermoso, que contiene en sí toda hermosura.”30 Al igual que la hermosura, la existencia funciona de esa manera; el Ser da todo el ser a las demás creaturas, pero eso no significa que Él no la tenga, ya que lo que no tiene, no podría darlo. Lo hermoso, lo bueno, lo existente, puede transmitirlo a sus creaturas como el manantial que describe Dionisio, de esta manera se explica su trascendencia y su superioridad ontológica sobre todo. Dios, entonces, se toma como un “sin nombre y con todos los nombres”, es todas las cosas y no es ninguna al ser ontológicamente trascendente. Por ello se encuentra negando todas las cosas, negando los atributos de las cosas finitas. 29 Para entender mejor a Pseudo-Dionisio se puede tomar el estudio que hace Fran O’Rourke en Pseudo-Dionysius and the Metaphysics of Aquinas (E.J Brill, Netherlands, 1992), también de Christian Schafer, The Philosophy of Dionysius the Aeropagite (E.J Brill, Netherlands 2006) 30 De div. nom. IV, 701C-701D.

Page 37: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

29

Tomás de Aquino hace un comentario sobre esta obra que abordaremos, ya que, al igual que todos en su tiempo, creía que la obra había sido escrita por el Dionisio que había sido convertido al catolicismo por san Pablo. Es por ello que termina siendo una gran influencia en su pensamiento, en especial en el tema del mal, sobre el cual se basa para argumentar gran parte de esta distinción. Es este estudio una de las rutas más importantes para Tomás de Aquino para que el platonismo se convirtiera en uno de los ingredientes importantes de su pensamiento31. 3.2.2 El bien El capítulo central sobre el tema del mal en la obra de De divinis nominibus es el IV, como ya dijimos anteriormente, y se titula “El Bien, la Luz, la Hermosura…: no es ser, ni procede del ser, ni está en los seres”. En este capítulo analiza el nombre de “Bien” para Dios en la primera parte, y en la segunda se hace una reflexión sobre el mal como ausencia de Bien32. Primero Dionisio compara el Bien con el Sol, el cual sin quererlo, por el mero hecho de ser lo que es, ilumina todo lo que de alguna manera puede recibir su luz33. Llama la atención el lenguaje neoplatónico. Cuando se compara a Dios con el Sol, no hay que sorprenderse cuando dice que “sin querer ilumina a todo”, porque si recordamos la filosofía neoplatónica, encontramos a un Dios que no es libre de hacer lo que desea. Entonces, al igual que el Sol, el Bien extiende esa bondad a todos los seres, y es gracias a esta extensión de bondad que subsisten todos los seres inteligibles e inteligentes, todo ser, toda potencia y operación; además es por estos “rayos de Bien” que la inteligencia puede captar lo inteligible. Esta idea de que vemos lo inteligible por la luz del Bien no es

31 Cf. Eleonore Stump, Aquinas (Routledge: Nueva York 2005) p.5 32Este capítulo se inspira totalmente en Proclo, In Alcibiades II, en lo que se refiere al Bien. Y en lo referente al Mal, está casi literalmente tomado del mismo Proclo en De malorum subsistentia, Bblicamente se justifica con el “Bueno” de Mt 19,17; 20,15; Lc 18,19, que Dionisio aplica a la Deidad como tal. Con respecto al problema del neoplatonismo cristianizado en Pseudo-Dionisio se puede ver la obra Christian Schafer, The Philosophy of Dionysius the Aeropagite (E.J Brill, Netherlands 2006) 33 De divinis nominibus IV, 693b

Page 38: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

30

exclusiva del intelecto agente aristotélico, como parece a primera vista, sino que se ve la Causa Primera neoplatónica que ilumina lo inteligible. Luego de argumentar la manera de ser del Bien, argumenta su modo de estar en los seres, el cual es estar como fundamento. La Bondad de Dios es en la que se fundamenta (ontológicamente) la existencia de los entes, su estabilidad, conservación y permanencia; aquí podemos ver que hay varios niveles de bondad en los entes, siendo el primer nivel el que tienen todos los entes porque tienen cierta estabilidad y permanencia, y los siguientes ya se refieren al grado de perfección que logran obtener dada su naturaleza. Configurándose en el Bien se hacen mejores los seres superiores a nosotros, y comparten con los inferiores los dones del Bien supremo. Es por esto que se ordenan los entes de manera jerárquica en forma supramundana en unidades propias y se relacionan entre sí. El Bien da poder a los inferiores para elevarse a los superiores, y para que los superiores desciendan a nivel de los inferiores. En la escala del Bien primero se encuentran los ángeles, y luego las almas que se esfuerzan en tener el mismo Bien que los ángeles para participar de la vida divina. Con esto se ve claro cómo Dionisio no habla desde una filosofía cristiana, sino más bien, como neoplatónico, ya que habla de niveles del bien. Terminando estas dos afirmaciones, se agrega la premisa de que Dios es creador, de manera que se completa la argumentación acerca de la necesaria bondad en el ser: porque al ser Dios bueno, si Él es el creador, entonces necesariamente todo lo que crea es bueno; argumento principal que se toma en la tradición para hablar acerca de la no existencia del mal. Entonces, resumiendo, el Bien es el creador de toda forma, es la Vida y la Sabiduría. Todo lo que participa del Bien participa de lo que da forma a lo informe; por lo que lo que no es (de manera relativa), anhela aquel Bien que trasciende todo ser. Además el Bien es causa y fin de todo, y al ser la luz la imagen del Bien, resulta en que la Bondad de Dios lo invade todo, ilumina todas las cosas que pueden recibir su luz, las crea, da vida,

Page 39: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

31

mantiene en su ser y perfecciona. De ella todo recibe medida, tiempo, número y orden. Esto que dice Dionisio es muy interesante, ya esta afirmación se encuentra casi igual en san Agustín, quien afirma que a toda cosa material Dios le ha dado cierto grado de medida, número (o forma), y orden34. Luego de afirmar que la luz es imagen del Bien, Pseudo-Dionisio continúa su argumentación afirmando que el Sol es la imagen de la Bondad divina, por lo que ilumina todo lo que puede percibir su luz sin perder su plenitud; y si es que llega a suceder que algo no participa de su luz, será debido a la incapacidad proveniente del objeto, no de Dios. En esta sección parece extraño que mientras que al inicio el Bien ilumina todo y así le da a todo permanencia y conservación, ahora el Bien puede no llegar a algún ser por una incapacidad del ser. Puede explicarse por lo que dije anteriormente de los niveles de bien, en donde en un primer nivel todos participan del Bien porque existen, pero luego se tienen varios modos de Bien dependiendo del ser y de su perfeccionamiento. Dionisio no da mucha explicación a estas afirmaciones y eso hace más complicado el entenderlo, pero esta explicación por lo pronto parece resolver el problema. Ya que está claro que Dios es Bien, es creador y por ello todo ser es bueno porque participa de la luz divina, se sigue la argumentación al explicar el modo de actuar del Bien. La Bondad atrae hacia sí todas las cosas, pues es Fuente y principio de toda unidad. Todo tiende hacia ella, todas las cosas lo desean: por el conocimiento la desean las espirituales; por la sensación la desean las dotadas de sensibilidad; y finalmente por el movimiento innato del apetito vital, la desean las que no sienten. 34 Cf. De lib. arb. 2.20.54; De nat. boni c. Man. 3

Page 40: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

32

3.2.3 El mal Luego de explicar que Dios es Bien y por tanto amor, es en 716a35 en donde Pseudo-Dionisio comienza a hablar acerca del mal. Comienza la argumentación con respecto al mal con una objeción al Bien, ya que si se dice que todos desean el bien y tienden a Él, ¿cómo es posible que haya demonios que no lo apetezcan? Vemos que aquí nuestro autor habla de la caída de los ángeles malvados, lo cual no es extraño dada su filosofía tan cercana al cristianismo. Con esta y otras preguntas comienza el estudio del mal. La primera respuesta a la pregunta anterior es ésta “Quizá ante las dificultades haya alguien que hable así. Pero ahora le ruego considere la verdad de las cosas y de antemano le aseguro: el mal no procede del Bien, porque si de Él procediera no sería mal, aquí se habla de un mal ontológico, no relativo. El fuego no nos enfría. De igual modo el Bien no produce el mal”36 Este argumento puede ser ordenado de la siguiente manera:

1. Dios es el Bien 2. Al ser Bien, crea cosas buenas (ontológicamente hablando, no crea

cosas malas, por lo que el mal es una consecuencia de imperfección de causas segundas)

3. El mal es algo que se opone al bien 4. Si Dios hubiera hecho el mal, el mal sería bueno 5. El mal no puede ser bueno, porque lo bueno no engendra mal. 6. Por lo que el mal no es creado por el Bien.

En este autor el mal se entiende como corrupción y destrucción, de ahí comienza su siguiente argumentación en donde como todo lo que existe proviene del Bien, el cual naturalmente produce y conserva, mientras que el mal destruye (genera imperfección) y corrompe, entonces nada

35 En este capítulo, siempre que se cite con el número y la letra será para designar una parte del De div. nom, capítulo 4, capítulo que se está analizando. 36 De divinis nominibus IV, 716B.

Page 41: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

33

existente podría provenir del mal. Es en esta sección que nos damos cuenta de la acción notoria del bien y del mal en la naturaleza. Luego de esta aclaración sobre la naturaleza del mal, se sigue que no puede existir el mal absoluto, porque si el mal es corrupción y destrucción37, entonces el absoluto mal no tendría permanencia alguna (la cual proviene del Bien) y entonces se destruiría por completo. Pero si hay algo de Bien en el mal, entonces de ahí provendría todo cuanto hay de ser (entendido como un ente con permanencia, determinación y preservación) en el mal. Si todos los seres tienden al Bien, si todos actúan buscando lo bueno, y en él encuentran su principio y fin, entonces no queda sitio para el mal en lo existente, debido a que el Bien crea lo existente, lo existente tiende al Bien, y tiene su principio en él al igual que su fin. De lo anterior se concluye que el mal no existe, y si existiese entonces no sería totalmente mal, ya que la existencia es un bien, al igual que la persistencia y la conservación. Sin embargo, tampoco es un no-ser, pues nada hay que sea completamente no-ser, excepto cuando se dice que está sobre-esencialmente en el Bien. Porque el Bien va más allá que el Ser, y por ello se sitúa incluso antes del simple no-ser, porque no es algo que haya sido creado, sino es algo anterior a todo, y primero que nada. El mal no existe ni en las cosas que son, ni en las que no son, ya que carece de esencia. El mal dista del Bien más que el no-ser38.

37 Es clara la definición que da Pseudo-Dionisio del mal: mal es corrupción y destrucción. Es importante aclararlo, porque el mal es una noción que puede entenderse de muchas maneras dependiendo los autores. El problema es que si Pseudo-Dionisio se cierra a un simple “corrupción y destrucción”, pueden haber algunos aspectos del mal que no se toquen, como por ejemplo el dolor no es corrupción ni destrucción y es considerado un mal, la tristeza no es destrucción ni corrupción y es considerado malo. Es importante, por tanto, considerar una adecuada delimitación de lo que se entiende por “mal” para evitar confusiones entre autores. Sin embargo, esto lleva a problemas en el planteamiento de los autores, ya que si se delimita mucho la definición, se termina dejando fuera algunos aspectos que luego pueden llegar a ser el arma para destruir las teorías. 38 La negación del Ser en Dios, es la indicación de la trascendencia. También en su Mística Teología Dionisio afirma que la causa de toda causa, ser más allá del ser, no es sin Ser, o sin vida, o sin razón o inteligencia. Esta triada de perfección creada (Ser, Vida y Sabiduría) es un tema fundamental en el Neoplatonismo y es recurrente en los escritos de Pseudo-Dionisio. Cf. Pseudo-Dionysius and the Metaphisics of Aquinas.

Page 42: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

34

El párrafo anterior muestra nociones poco claras de parte de Pseudo-Dionisio; cosas como lo “sobre-esencial”, y que el Bien vaya más allá del ser no se entienden bien, dado que en lo anterior parecía afirmar que Dios era el bien y el ser, y que por ello daba la existencia a los seres, les daba el bien que era la permanencia y la conservación; pero ahora parece que hay algo superior al ser. Con respecto a este problema tomamos la explicación de Aertsen, quien muestra que con respecto a la tesis platónica del Bien como anterior al Ser, lo que quiere hacer Dionisio es aclarar los nombres divinos que manifiestan la causalidad de Dios con respecto a las criaturas. Siguiendo esto, se entiende que siendo para Dionisio “Bien”39 el nombre primario, es anterior al nombre de “Ser”; y su precedencia deriva, como en Platón, de su causalidad. Como la causalidad del “Bien”, al igual que el Sol, se extiende a lo que es y a lo que no es, y la causalidad del Ser se extiende sólo a lo que es, entonces el Bien es primero. Ahora, en el comentario que hizo Tomás de Aquino a la obra de Pseudo-Dionisio, él se da cuenta que Dionisio sigue el pensamiento neoplatónico al situar el bien antes que el ser. Los neoplatónicos consideraban la materia prima como un no-ser, porque no tienen forma; sin embargo, la materia prima está ordenada al bien. Ahora bien, un axioma de los neoplatónicos es que en la medida que una causa es más alta, su causalidad se extiende a más cosas. De esto resulta que el Bien es una causa mayor al Ser40. Por lo que con base en su estudio de Dionisio, Tomás ve el núcleo de la tesis platónica en que la idea de que el bien es anterior al ser se debe a su mayor extensión41.

39 Dionisio Aeropagita, De divinis nominibus, 4,1 (693B) 40 In de Div Nom c3 n225: “et ad huisusmodi nominationem accipiendam, considerandum est quod Platonici, materiam a privatione non distinguentes, ponebant eam in odrine non entis […] Causalitas autem entis non se extendit nisi ad entia. Sic igitur secundum eos causalitas entis non se extendebat ad materiam primam, ad quam tamen se extendit causalitas boni. Cuius signum est quod ipsa maxime appetite bonum. Proprium autem est effectus ut convertatur per desiderium in suam causam. Sic igitur bonum est universalior et altiur causa quam ens, quia ad plura se extendit eius causalitas”. 41 De Malo q1 a2: “bonum habet amplissimam extensionem, etiam ampliorem quam ens, ut Platonicis placuit. Como se encuentra citado en el libro de Jan A. Aertsen La filosofía medieval y los trascendentales: un estudio sobre Tomás de Aquino (EUNSA : Pamplona, 2003)

Page 43: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

35

Continuando con Pseudo-Dionisio, el mal no puede estar en los existentes de manera ontológica, porque no es algo que se encuentre inherente en el ser, ya que si estuviera de alguna manera, entonces sería Bueno, porque el bien es lo que da permanencia y conserva el ser. Ahora, con respecto al mal moral, alguien objetaría que si el mal no existe, entonces la virtud y el vicio serían iguales. En esta sección (717a) Pseudo-Dionisio acepta una cierta existencia del mal debido a que se nota que a la justicia se le opone la injusticia, y a la moderación el exceso:

Admitamos, pues, que hay algo contrario al Bien, y esto es el mal. El Bien no se opone a sí mismo. Procede de una sola fuente, único principio, y por eso goza de la comunión, unidad y concordia. Un bien menor no es enemigo del mayor, como lo que tiene menos calor no se opone a lo más caliente42.

Si es evidente que hay algo que se opone a la perfección del universo, algo que se opone a la virtud y busca destruirla, entonces se debe de admitir cierta existencia del bien. Notamos que aunque no hace diferencias, y sólo habla de si existe o no “el mal”, es tarea del lector el entender que a veces Dionisio habla de un mal ontológico, y a veces de un mal relativo. Mientras que antes especificó que no existía el mal, se refería a un mal ontológico, pero como sabe que no se puede eliminar el problema así, muestra que sí hay cierto mal, pero ya que no puede existir por sí mismo, existe de manera relativa como privación. Aquí encontramos todas las respuestas a los artículos que presenta Tomás de Aquino en la Distinción que analizaremos en el siguiente capítulo. Aquí encontramos un problema, ya que mientras que en 716d Pseudo-Dionisio prueba que el mal no puede existir naturalmente, en 717a prueba que el mal existe usando la moral como entrada a la argumentación. Sin embargo esto se clarifica en la medida que se logra ver los modos en lo que se puede entender el término “existencia”. Se argumenta a favor de una existencia “relativa” del mal, ya que si es que el mal destruye las cosas que han sido, no por eso deja de ser lo que es. El mal retiene el ser y lo transmite a cuanto de él nace, entonces, el mal 42 De divinis nominibus IV, 717a.

Page 44: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

36

considerado de esta manera contribuye a la perfección del universo, y por su existencia lo libra de la imperfección. Es interesante notar cómo aunque se busca dar argumentos para negar la existencia del mal, tanto en san Agustín como en Pseudo-Dionisio se ve claro que el mal tiene alguna forma de existencia por medio de la cual actúa en el mundo, de esta manera nos damos cuenta cómo no puede existir un mal ontológico, ya que no podría conseguir su existencia desde el bien, pero sí logra haber un mal relativo, como cierta cualidad que sólo existe si hay un bien. Se argumenta primero contra la existencia de un mal natural y absoluto, sin embargo luego se habla de un mal parcial que existe en el ser y lo corrompe de cierta manera. Pero como se debe de argumentar a favor de un mal que no contradiga al Bien, entonces se descubre la causa del mal, el cual es la ordenación del universo, y entonces la propia existencia del mal lo libra de su imperfección43. Sin embargo, a esto el autor contesta que el mal, en cuanto mal, no contribuye a la generación de las cosas, ya que en cuanto está a su alcance, no hace más que dañar y destruir al ser. Por lo que no contribuye a la generación dado que es corrupción. En esta sección aunque Dionisio le encuentra un lugar en la naturaleza al mal, al ponerlo como parte de la ordenación del universo, sigue existiendo la cuestión de que podría seguir habiendo orden sin el mal, por lo que parece que a Dios le divierte nuestro sufrimiento, y si no es así, entonces ¿por qué decide dejar el mal? Además, si el mal es algo que es inevitable o es algo que lleva a un mayor bien, entonces ¿cómo podría surgir un mayor bien de una privación de un bien debido? Los argumentos que se plantean para justificar su existencia, parece que sólo hacen cortes a la firme teoría de mal como privación, de manera que al final no logra sostenerse tan firmemente como antes. El mal no es más que una fuerza destructora, pero es fuerza productora mediante la actividad del Bien, por lo que el mal en cuanto mal no es ni produce ser, pero mediante el Bien, el mal es ser, un buen ser y produce cosas buenas44.

43 Proclo, De malorum subsistentia 200.12, 202.12; 206.21. 44 De divinis nominibus IV, 717C

Page 45: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

37

Luego dice Dionisio que no se puede decir que una misma cosa es buena o mala bajo el mismo aspecto, nada puede ser al mismo tiempo generación y corrupción, por lo que el mal por sí mismo no es ser, ni bien. De esta manera Dionisio usa el principio de no-contradicción para negar la existencia del mal, porque si todas las cosas son buenas, entonces el mal no puede encontrarse de la misma manera en ellas, porque si tuviera el mismo estatuto ontológico que el bien, entonces habría dos opuestos en un mismo objeto, cosa que no es posible. Así queda el mal como un ente relativo. Hay cosas que participan plenamente del Bien, y otras más o menos privadas de Él, algunas participan débilmente y por último, están las que reciben apenas un vestigio de bien. Hay cosas que no están bien dispuestas para la plena participación del Bien. En esta sección se ve cómo ya se tiene una noción de privación, pero de un modo neoplatónico porque se habla de una participación con el Bien. Entonces, en resumen (720B) todas las cosas por el hecho de ser, son buenas y proceden del Bien45. Y son deficientes del ser y de bien, según estén más o menos alejadas del Bien. Hay cierta imperfección en las cosas que es lo que hace que en ellas se vea el mal, sin embargo el mal no existe de manera efectiva, sino sólo como cierta falta de bien, como por ejemplo la enfermedad es una falta de salud, por lo que lo que carece de manera absoluta de Bien no es nada ni existe en las cosas que son; lo que está mezclado con otros seres, en ellos existe gracias al Bien, y en tanto existe en ellos en cuanto participa del Bien. Lo que se aparta totalmente del Bien no tiene existencia, sin embargo lo que es en parte bueno y en parte menos bueno, se opone en parte al Bien, pero no a todo el Bien, por lo que permanece en el ser. De este modo, si desapareciera el Bien, no habría nada, porque el Bien es ser. Entonces, si hay mal, es visible por contraste con aquello a lo que mezclado se opone. Donde todo es íntegramente bueno, como se prueba que es el mundo, ahí no puede existir el mal, por lo que el mal no es 45 Este es el argumento principal sobre el cual reside toda la teoría del mal de Pseudo-Dionisio.

Page 46: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

38

ser46. Aquí Dionisio retoma lo dicho anteriormente, y de nuevo vemos cómo sólo habla de “el mal” y no especifica el tipo de mal. Al decir que el mal no existe, habla del mal ontológico, como especificamos anteriormente. Luego dice Dionisio que el mal tampoco está en las cosas, porque si todas proceden del Bien y en todas está el Bien y ellas en él, no hay lugar para el mal en las cosas, pues si esto fuera así, el mal estaría en el Bien, lo cual no sucede. Esto también tiene que ver con el mal ontológico, primero porque desde párrafos anteriores nos dimos cuenta que cuando Dionisio habla de la no existencia del mal, se refiere al mal ontológico, y cuando habla de la existencia efectiva del mal, se refiere a un mal relativo; y en segundo lugar porque ya se dijo que el mal se encuentra como corrupción y destrucción, entonces si se habla de una existencia del mal en el bien, se entiende de una realidad con un nivel ontológico igual al bien, una existencia por sí misma, que se mantiene dentro del bien, y de esta manera logra entrar en los seres; pero no se puede afirmar esto porque son opuestos cuando se habla de su existencia ontológica, y si son opuestos, no pueden coexistir en un mismo espacio. Lo anterior se explica mejor por estas razones que da en el mismo capítulo: si supusiéramos que el mal está en el Bien, sería absurdo porque tanto el Bien como el mal tendrían que proceder de otro principio o causa, dado que no puede haber dos principios, porque siempre tiene que haber una unidad en donde haya un fin de la dualidad, porque la unidad es el principio de la dualidad. Además de esto, también es absurdo que de una cosa procedan dos contrarios. Si hubiera dos principios opuestos y siempre en conflicto, Dios mismo no estaría tranquilo porque siempre habría algo que se opusiera a su Bondad. De esta manera se ve cómo refuta el maniqueísmo, porque el admitir dos principios, sólo aumenta los problemas, ya que siempre

46 Esta argumentación es como la que usa Pedro Lombardo, desde el Enchiridion de San Agustín (que es citado al inicio de la Distinción 34 del Comentario a las Sentencias, donde comienza a plantear el problema del pecado) para argumentar la existencia del mal en el Bien. Hay un parecido importante entre San Agustín y Pseudo-Dionisio, lo cual justifica el hecho de que no use Tomás tanto a Agustín para sus argumentos, y en cambio, use este capítulo de Sobre los nombres divinos.

Page 47: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

39

debe de terminar la escala ontológica en una unidad a la que llamemos Dios. Sin embargo, tomando lo dicho anteriormente en cuenta, si Dios fuera autor del mal, entonces Dios no sería bueno, y por tanto no sería autor sólo de lo Bueno, sino que haría cosas buenas y malas. Si esto pasara, entonces en Él habría un cambio sustancial, y si el Bien fuese en Dios solo una parte de su sustancia, entonces Dios sería al mismo tiempo ser y no-ser. Claramente no se soluciona el tema del mal diciendo que Dios tiene una parte mala, primero porque encontraríamos el problema propuesto en el párrafo anterior de la dualidad de principios, y luego porque al ser el mal un opuesto al bien, habría un conflicto en Dios, o si se ve como privación, habría en Dios una carencia. Sería no-ser porque en su aspecto “malo”, se alejaría del Bien, y de esta manera el Bien que se encuentra en Él no sería un Bien absoluto (porque ello implicaría la absoluta desaparición del mal), sino que sería un Bien relativo, por lo que al igual que cuando hablamos del Bien en el hombre, se hablaría de una cierta participación de Bien en el que actúa Dios. Si Dios participa del Bien, entonces implicaría que hay otro ser superior del que participa Dios, entonces ya no podríamos llamarlo de esta manera, porque Dios es perfecto, no participa de otro ser, ya que en Él se encuentra el principio y el fin. En conclusión el mal ni procede de Dios, ni está en Dios de manera absoluta o temporal. De esta manera argumenta Dionisio la inexistencia del mal ontológico, pero eso no soluciona el problema de su existencia en el mundo, el porqué de su existencia, sólo se preocupa de eliminarlo de Dios:

Todo ser procede del Bien, es bueno y desea lo hermoso y el Bien por el hecho de desear ser, vivir y pensar. Son malos en la medida que están privados de ser, y por desear lo que no es, apetecen el mal.47

47 De divinis nominibus IV, 725C.

Page 48: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

40

Alguien podría explicar ¿cómo algo puede desear lo que no es? El salto que hace Dionisio entre sus nociones de ser y no ser, mal existente y mal inexistente, bien y los modos de estar en el ser, vuelven esta lectura una muy confusa, de manera que se tiene que adivinar a qué modo de ser se refiere, para que toda su teoría se mantenga clara y firme. Luego se hace un breve análisis del por qué no hay mal en el mundo:

1. No se puede hablar de un mal en las almas, porque en ellas solo hay falta de buenos hábitos, el mal simplemente es defecto y carencia de perfección en los bienes que nos son propios. En esta sección se ve clara una similitud con la teoría agustiniana y aquiniana del mal como privación; sin embargo para Dionisio la privación no es ser, porque si el mal tuviera algún modo de existencia, entonces sería un bien. Finalmente, aunque se vea a la imperfección como algo malo, la naturaleza debe de ir adquiriendo la perfección con el tiempo, por lo que no es en contra de la naturaleza lo imperfecto. Con esto parecería que era necesaria la existencia del mal para que hubiera un proceso en la perfección del mundo; sin embargo esto, como dije anteriormente, sólo soluciona el problema de la posición del mal en la naturaleza, más no soluciona el por qué Dios quiso que existiera, si el mal es parte del orden, entonces es algo bueno, pero ¿cómo la oposición al bien puede ser algo bueno?

2. Tampoco se puede hablar de un mal en la naturaleza, porque el mal consiste en la incapacidad de las cosas para alcanzar el más alto grado de perfección al que están llamadas.

3. No hay mal en los cuerpos porque la fealdad y enfermedad son

un defecto de forma y carencia de orden debido. Esto sólo es menos hermoso, no es malo. Además no se puede admitir que el mal esté en el cuerpo porque se ve que hay mal en el alma como por ejemplo en los demonios. Por lo que el mal es debilidad y defecto en las propias fuerzas. Sin embargo, anteriormente Dionisio daba un ejemplo de mal como

Page 49: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

41

enfermedad, por lo que no podría decir que el mal sólo se encuentra en el alma, por lo que parece que va cambiando poco a poco su postura mientras va solucionando distintos problemas, lo cual causa más confusión.

4. No hay mal (ontológico) en la materia porque la materia

participa del cosmos, y si estuviera privada de Bien, entonces no podría producir nada.

Por lo que o el mal viene del Bien, entonces el mal es un bien porque procede del Bien, o el mal produce el Bien, y entonces el Bien es mal porque procede del mal48. Ahora, con respecto a la relación entre Dios y el mal, Dios conoce el mal por lo que éste tiene de bien, esto porque como lo semejante conoce a lo semejante, como en Dios no hay mal, no podría conocerlo. En el bien, el mal sólo existe como una fuerza para el orden y la perfección, por esto Dios no podría conocer el mal absoluto, precisamente por la falta de mal que hay en Él. Sin embargo, si no logra conocer el mal ¿podríamos decir que no conoce todo? El problema se soluciona dando al mal un sentido de privación, sin embargo no lo conocería Dios como oposición, sino como algo que ayuda al bien. Pero entonces vuelve la pregunta de si Dios sólo conoce las cosas por lo bueno que hay en ellas ¿cómo llegó el deseo de mal en los ángeles y los hombres? Se puede argumentar mucho y con muy buenos argumentos la inexistencia del mal, pero eso no quita el hecho de que existe y lo experimentamos casi diariamente en nosotros o en otros. Y si Dios no lo conoce por lo que es, entonces ¿cómo justificarlo? ¿cómo dar causas de su existencia? Terminamos en el mismo lugar que iniciamos al hablar del qué es el mal, porque sólo se defiende la bondad de Dios, pero se termina afirmando que Él no conoce al mal. En la naturaleza se ve que todo tiene una causa determinada, y lo que es contra naturaleza, no existe en la naturaleza. La causa de todos los bienes es una sola, y si el mal es contrario al Bien, muchas deben ser las causas del mal, las cuales son la impotencia, debilidad y alguna mezcla inarmónica y discordante. Los males no son inmóviles ni se encuentran 48 De divinis nominibus IV, 729A.

Page 50: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

42

de la misma manera. Entonces, sólo se puede admitir que el mal existe per accidens. El mal se aparta del camino, está fuera del plan, de la naturaleza, de causa, principio, de finalidad, término, voluntad y sustancia. El mal, por tanto, es privación, deficiencia, debilidad, desorden, error, irreflexión, etc., por sí mismo no existe. Pero si Dionisio afirma que está fuera del plan, entonces parecería que algo le falló a Dios para que pudiera surgir algo “fuera del plan”, y si no tiene finalidad, entonces no se podría decir que aparece por algo, mientras que el partes anteriores se dijo que servía para la perfección del universo. Se explica que los seres racionales elijan el mal por una falta de orientación al Bien debido a una ignorancia, debilidad, deficiencia de fe, deseo y práctica del Bien. En conclusión, se ve claro que Dionisio niega la existencia ontológica del mal, y sus argumentos van a favor de un Dios bueno que hace todo bueno; y por otro lado afirma la existencia relativa de un mal en las cosas por una privación o deficiencia. El mal existe y es para la perfección del mundo; pero en esta parte final dice que sólo se elige el mal por una ignorancia, y que se encuentra fuera del plan de Dios, por lo que parece que hay cosas que se encuentran fuera de su poder, aunque esto no sería muy propio de un Dios. Entonces termina habiendo muchas cuestiones abiertas en esta exposición del mal, podemos ver teorías de san Agustín y de Sócrates, de platónicos y cristianos… pero el vocabulario inexacto con el que se expresa Dionisio lo hace difícil de comprender por completo. Por ello sólo nos quedamos con algunas ideas fundamentales, con las cuales podremos estructurar muchos de los argumentos que usará Tomás de Aquino en su tratamiento del mal.

Page 51: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

43

Capítulo 2

El pecado actual y el mal Una vez que hemos mostrado los dos principales antecedentes filosóficos de Tomás de Aquino en lo que respecta al problema del mal, ahora procederemos con la distinción que nos compete en la tesis. Primero se hará un breve resumen de la distinción, luego se mostrará el análisis que hace Tomás de Aquino al texto de Pedro Lombardo, el cual será su base para hacer su comentario.

1. Distinción 34: El pecado actual y el mal Para entender mejor la argumentación de Tomás de Aquino, viene al caso una breve explicación de su teoría del bien, en la cual toma de Boecio49 la noción del bien como trascendental50, y lo sumerge en el fundamento de sus argumentos, y es casi la base principal desde donde no teme afirmar que el mal no puede existir porque el ser es bien. De manera que si nos enfocamos un poco en ese argumento, podría ser más sencillo cuestionar un poco las conclusiones de sus artículos. Entonces se dará una breve explicación del De Hebdomadibus de Boecio, a quien Tomás de Aquino toma como un gran representante de la teoría, aunque 49 Anteriormente expuse sólo a Pseudo-Dionisio y a san Agustín como antecedentes debido a que ellos son los que dieron a Tomás de Aquino su teoría de mal como privación; es claro que muchos otros autores son fuertes antecedentes de Tomás de Aquino, como grandes ejemplos se encuentran Aristóteles y Boecio, sin embargo no los explico porque estos últimos dos autores mencionados influyeron a Tomás de Aquino en otras cuestiones de su filosofía, como por ejemplo la noción de bien como trascendental, sin embargo no vi conveniente expandir la tesis con explicaciones de otros autores cuando sólo san Agustín y Pseudo-Dionisio son los autores que dieron a nuestro autor su tesis de mal como privación de bien.

50 Digo Boecio porque en la Distinción que usaremos para la tesis es al que nos remite Tomás de Aquino siempre que quiere justificar el hecho de que el bien y el ser son convertibles. La teoría de los trascendentales viene de filósofos anteriores a Boecio, y Tomás de Aquino recibe esa teoría de varios, y sobre esto Jan Aertsen lo analiza mejor en su libro La filosofía medieval y los trascendentales : un estudio sobre Tomás de Aquino. Pamplona: EUNSA, 2003.

Page 52: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

44

no toma sólo de él la noción de bien como trascendental; y luego se dará una breve explicación sobre cómo Tomás de Aquino lo une junto al resto de su filosofía, para que después de eso, podamos entrar al análisis de cada artículo. En esta distinción se tocan tres temas:

1. El origen del mal El origen y causa del pecado es una realidad buena, pero deficiente, que no es tan perfecta como el sumo bien, de manera que necesariamente tiene un origen en una realidad imperfecta. Además como la causa y origen del mal o viene del bien o del mal, y el mal no existía anteriormente, entonces necesariamente tiene un origen en el bien. Se encuentra en la voluntad del hombre (o del ángel), de manera que la causa primera del mal es el bien, y la causa segunda es la mala voluntad que surge de ese bien. 2. Cuál es el sujeto del mal Como el mal viene del bien, entonces es privación o corrupción de una realidad buena. Citando a san Agustín “Pues así como las enfermedades y las heridas corrompen los cuerpos que son privaciones de aquel bien que se llama salud, así también, cualesquiera que sean los vicios del alma, son privaciones de bienes naturales. ¿Qué es, en efecto, algo que se llama malo, sino la privación de un bien?”51, con esta y otras citas que toma de la misma obra de san Agustín (Enchiridion) es como Pedro Lombardo argumenta la existencia del mal en el bien, de manera resumida porque es en la naturaleza en donde se encuentra el mal, y como la naturaleza es buena, no hay modo que el mal se encuentre en otra cosa que no sea lo bueno. 3. Modo de estar del mal en el bien Cuando se habla de algo malo, se habla de una naturaleza mala, y como la naturaleza es buena, entonces se habla de un bien

51 Enchir., 11, citado en los Comentarios a las Sentencias de Pedro Lombardo.

Page 53: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

45

malo. El bien y el mal no son contrarios, por eso pueden estar uno en el otro. Aunque se diga malo al hombre, se refieren a la acción, no a la naturaleza del hombre.

2. Análisis tomístico del texto de Pedro Lombardo Luego de tratar el pecado original, primero en los primeros padres y luego en los descendientes, aquí Tomás se ocupa del pecado actual y cómo es que pasa de los padres a los descendientes por imitación de obras. Se divide en dos: 1. Pecado actual en cuanto razón de mal

1.1. Acerca del mal a) Dice qué es lo que quiere hacer

• Busca la causa del mal: en donde primero muestra la causa primera del mal de culpa, la cual se encuentra fuera del género del mal, y luego muestra la causa próxima. En esta sección dice Lombardo: "la mala voluntad del ángel y del hombre es también la causa de los males subsiguientes".

• Busca el sujeto del mal: en donde primero muestra que el sujeto del mal es el bien, y a partir de esto concluye "que cuando se dice hombre malo no significa otra cosa que bien malo", y finalmente muestra que en esto falla la regla del arte de la dialéctica, "por esto, en estas realidades contrarias que se llaman lo bueno y lo malo, falla aquella regla de los dialécticos, según la cual afirman que en ninguna cosa puede haber a la vez dos contrarios".

b) Continúa con su propósito "el origen y la causa primera del primer pecado fue una realidad buena".

c) Concluye lo que se ha dicho "A partir de lo anterior se hace claro lo primero y lo segundo que dijimos antes"

1.2. Excluye cierta objeción, donde dice "A esto que se ha dicho: <<que es malo lo que es bueno>>, algunos se oponen del siguiente modo"

Page 54: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

46

2. El mal por parte del acto, en el que se fundamenta la deformidad por la que se dice que el pecado actual es mal.

Con respecto a esta Distinción 34 de Pedro Lombardo, Aquino hace una cuestión única en donde se pregunta cinco cosas: 1. Si existe el mal: es el artículo en donde discute los modos de

existencia, y argumenta que el mal existe sólo en el segundo modo, es decir, sólo existe como una verdad de la proposición, por lo que no puede tener una naturaleza, ya que no es real como el primer modo de ente, el cual puede dividirse en los diez géneros, siguiendo la Metafísica de Aristóteles.

2. Qué es el mal: donde continuando con la argumentación del artículo pasado, niega que el mal tenga naturaleza alguna, ya que el bien es un trascendental, entonces el bien y el mal no pueden estar en el ser.

3. Si el bien es causa de mal: aquí se afirma que el bien es causa del mal. Esta cuestión es la más problemática, porque el afirmar que Dios es causa del mal, podría terminar significando que hay algo de mal en Él.

4. Si el mal está en el bien como en su sujeto: en esta cuestión se afirma que el sujeto del mal es el bien, esto porque no se puede admitir que haya un ente que no sea bueno, debido a lo dicho anteriormente acerca del bien como trascendental.

5. Si por el mal se corrompe todo el bien: se niega que el mal pueda suprimir todo el bien, porque en primer lugar el peor mal es el de culpa y fue hecho por los ángeles, sin embargo ellos permanecieron íntegros; y en segundo lugar el mal de manera absoluta se autodestruiría, y no puede existir algo que se autodestruye; por lo tanto no puede haber mal sin el bien, y así el mal no puede corromper todo el bien.

Luego de exponer a grandes rasgos lo que se argumenta en cada artículo, podemos darnos cuenta que el principal axioma en el que se basa Tomás de Aquino es en el que el bien y el ser son convertibles. Es por eso que se dará una explicación de la necesidad de esta proposición primero en el De Hebdomadibus, en donde Boecio soluciona el problema

Page 55: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

47

de la posición del bien en el ser, además que Tomás de Aquino toma de ahí muchas afirmaciones que hace en el Comentario a las Sentencias; y luego de esta exposición de la obra de Boecio, se explicará de qué manera Tomás de Aquino toma este texto y junto con lo dicho por Aristóteles, lo adecua a su filosofía.

3. El bien como trascendental y como principio de orden: De Hebdomadibus52

Para entender la argumentación acerca de la existencia del mal, tenemos que entender el axioma principal que evita que Tomás de Aquino diga que el mal se encuentra en el ser. El axioma es que el ser y lo bueno son nociones convertibles, de esta manera si el ser es lo bueno, entonces no hay manera de decir que lo malo se encuentra en el ser, y se llega a una noción de privación para explicar la existencia del mal. En esta sección del capítulo se busca explicar la argumentación que da Boecio, ayudándonos del comentario que hace Tomás de Aquino. El principal axioma con el que Tomás de Aquino comienza a argumentar acerca de la existencia del mal en el ser es el que presenta Boecio en uno de sus opúsculos teológicos53: el De Hebdomadibus54, en el cual trata de explicar cómo la bondad se aplica a las creaturas y a Dios. El tratado está dedicado a la solución de una sola cuestión: Cómo es que las sustancias son buenas “en lo que son”, y que sin embargo ellos no son bienes “sustanciales”. Boecio trata este problema por una persona que le pide elaborar una solución a este problema tan oscuro. Boecio 52 Otro título es Quomodo Substantiae In Eo Quod Sint Bonae Sint Cum Non Sint Substantialia Bona, sin embargo para este estudio se usará el nombre más manejable De Hebdomadibus. 53 En la Edad Media los opúsculos fueron muy usados para el estudio de la teología; sobre esto se puede confrontar de Margaret Gibson, “The Opuscula Sacra in the Middle Ages” en Boethius: His Life, Thought and Influence (Oxford: B.Blackwell, 1981), 214-34. En el siglo doce muchos comentarios de los opúsculos aparecieron, entre ellos se encuentran los que hizo Tomás de Aquino, con lo cual podemos darnos cuenta que daba una gran importancia a Boecio, al haber comentado su De Trinitate y el De Hebdomadibus. 54 Uno de los cinco opúsculos teológicos de Boecio, siendo los otros cuatro: De trinitate, Utrum Pater et Filius et Spiritus Sanctus de divinitate substantialiter praedicentur, De fide catholica, y Contra Eutychen et Nestorium.

Page 56: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

48

advierte a sus amigos no objetar a lo oscuro de la solución, remarcando de manera gnóstica que la oscuridad de la cuestión será penetrada sólo por aquellos dignos de que la penetren. Para esto, también Boecio da nueve axiomas para que “el intérprete inteligente aplique los argumentos apropiados para cada punto55”. El De Hebdomadibus sigue un plan específico. Empieza con una introducción que contiene los nueve axiomas. Luego el problema se considera de la manera siguiente: las cosas que son, son buenas. Esta es la premisa básica que genera el problema. Las cosas que son buenas lo son por virtud de su sustancia, o por participación. Si son buenas por virtud de su sustancia entonces, como Dios es el único bien sustancial, llegamos a una conclusión: identificamos las criaturas con su Creador. Si son buenas por participación, entonces se genera una contradicción: las cosas tienden y no tienden hacia el bien. Por lo tanto, la conclusión debe de ser que las cosas que son, no son buenas, que contradice la premisa básica. La solución de Boecio a este dilema es la siguiente: por abstracción del Bien Primero se distingue locuciones como “ser” de locuciones como “ser bueno”. Por esta distinción se concluye que la bondad es o una propiedad de las cosas o un principio de las cosas. Reintroduciendo la noción del bien primero, nota que es bueno por virtud de su propio ser. Los bienes secundarios también son buenos por virtud de su ser pero sólo porque ese ser se deriva de la voluntad del bien primero. Boecio nos previene de asemejar el ser de las cosas particulares al ser del bien primero. El problema es el siguiente: las cosas que existen son buenas. Todo tiende a su semejante. Por lo tanto las cosas que tienden al bien son buenas. Ahora el problema es descubrir si las cosas son buenas por participación o por sustancia.

55 Boecio, De Hebdomadibus, 53-55.

Page 57: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

49

Si las cosas son buenas por participación entonces no serían buenas en ellas mismas56; si en ellas mismas no son buenas, entonces no tienden al bien. Las cosas tienden y no tienden al bien; por lo tanto, por reducción al absurdo todas las cosas no son buenas por participación. Si las cosas son buenas en virtud de su sustancia entonces el ser particular de todas las cosas es bueno. Si el ser particular de todas las cosas es bueno, entonces si todas las cosas son buenas en virtud de su sustancia, son como el primer bien. Pero si algo es como el primer bien, es el primer bien, por lo que todas las cosas no son buenas en virtud de su sustancia. De nuevo se llega a una reducción al absurdo al plantear que las cosas no son el primer bien y son el primer bien. Entonces se ve claro como el problema es que si las cosas son buenas, parece que no lo pueden ser ni por participación ni en virtud de su sustancia. Y como parecen ser las únicas opciones, hay un problema para superarlo. La solución es la siguiente: Primero hay que dejar de lado la presencia del primer bien. Luego, suponiendo que todas las cosas que existen son buenas, nos preguntamos cómo puede ser así si no se derivan del primer bien. De acuerdo a Boecio, en su quinta regla nos dice que es una cosa el ser bueno, y otra cosa el ser. Se diferencia del primer bien porque la bondad en las cosas no se identifica con su mismo ser; por ejemplo lo redondo del sol no se identifica con su bondad, si esto fuera así, entonces se consideraría esto más bien el principio de las cosas, no la cosa. Solo hay uno que es sencillamente bueno. Por lo tanto se puede concluir que mientras las cosas separadas del primer bien son buenas, su mismo ser no es bueno de manera que se identifiquen bondad con ser:

Puesto que ellas no son simples, no podrían de ningún modo haber existido, si no lo hubiese querido aquél que sólo es bueno.

56 Hay una diferencia entre ser algo de un modo cualitativo, y ser algo de modo esencial o en una sustancia. Para Boecio esto implica que si una cosa es buena por participación, entonces la bondad no penetra hasta su esencia, dado que las cualidades son distintas de lo esencial. Para esto se puede ver de Charles Fay “Boethius’ Theory of Goodness and Being” en James Collins Readings in Ancient and Medieval Philosophy (Newman Press: Westminster, 1960).

Page 58: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

50

Por esa razón, viendo que su ser fluye de la voluntad del Bien, se dice que son buenas. Pues el primer bien, en tanto que es, es bueno en lo que es, pero el bien secundario, por fluir del mismo bien, es también bueno en sí mismo. Ahora bien, el mismo ser de todas las cosas ha fluido del Primer Bien, cuyo bien es tal que se dice rectamente que es bueno en lo que es. Por consiguiente, el mismo ser de las cosas es bueno, aunque ellas no serían buenas en lo que son si no fluyen en último término del Primer Bien.57

En esta sección vemos cómo aunque las cosas no son esencialmente bien como el primer bien, sí son buenas por el Bien; ellas fueron hechas por el primer bien, y por tanto tienen en ellas cierto bien que no es el que tiene el primero. El bien de las cosas particulares sólo es bien por derivación de la voluntad del primer bien, mientras que el bien del primer bien es bien por todas las circunstancias ya que es sencillamente bueno. Entonces el bien de los seres particulares es bien porque deriva del primer bien:

Por tanto si se abstrajera con la mente y el pensamiento al primer bien, las cosas serían buenas, aunque no pudieran ser buenas en aquello que son, y puesto que en acto no podrían existir a no ser que aquel que es el verdadero bien las produjese, entonces su ser es bueno aunque no sea igual al bien substancial aquello que de él fluyó. Pero si no fluyesen de él, aunque fueran buenas, no podrían ser buenas en aquello que son, ya que existirían fuera del bien sin provenir del bien, siendo el primer bien tanto el ser mismo, y el bien mismo, y el ser bueno mismo.

Por lo que Boecio quiere explicar el carácter trascendental del bien sin dejarlo usurpar la posición del primer bien. 57 Boecio, De Hebdomadibus, 115-124

Page 59: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

51

4. Aplicación en la filosofía de Tomás de Aquino "Todo lo que es, en cuanto que es, es bueno". Esta tesis de la convertibilidad del bien con el ente ha provocado más discusiones que otro trascendental. La tesis parece extraña para nosotros, y algo no tan claro como los otros trascendentales porque la noción de “bien” es una que no está clara, ya que “bien” se dice de muchas maneras. Aparte de esto, vemos que hay cosas malas en el mundo, entonces ¿de qué manera podría defenderse esta tesis? La doctrina de los trascendentales representa un punto culminante en el pensamiento metafísico medieval. Parte de los comentarios al De divinis nominibus de Pseudo-Dionisio, se inicia con las contribuciones de Felipe el Canciller en el siglo XII, se consolida en la obra de Alejandro de Hales y San Alberto Magno y adquiere su plena configuración en el pensamiento de San Buenaventura y Santo Tomás Tomás de Aquino toma la doctrina aristotélica del bien, y el libro De Hebdomadibus para admitir que el bien y el ser son intercambiables. El ser y la bondad, según Aquino, son trascendentales, no son cualidades de las cosas, ya que no hay una categorización, sino que forman parte de lo propio de todo ser, sin definirlo. Antes de explicar ambas influencias, es necesario decir que desde la Idea de Bien platónica es desde donde comienzan los problemas acerca de la definición de bien, y donde parte la argumentación aristotélica. Ahora, con respecto a la influencia aristotélica, es en los primeros capítulos de la Ética Nicomáquea en donde se investiga la cuestión de qué es el bien en el que consiste la felicidad humana. En esta parte Aristóteles busca criticar la Idea de Bien platónica, y propone varios argumentos contra la existencia de una Idea de Bien universal. Tomás de Aquino explica (para defender a Aristóteles de las críticas sobre su oposición de una Idea de Bien como una Forma de la que descienden todas las cosas como de un ejemplar divino) que Aristóteles defiende en el libro XII de la Metafísica la existencia de un Bien separado, pero en la

Page 60: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

52

Ética lo que hace es criticar la tesis platónica de que este Bien separado es la Forma común de todas las cosas buenas58. La valoración hecha por Tomás de Aquino se basa en la distinción entre lo que es común por predicación y lo que es común por causalidad. Ahora, Aristóteles propone varios argumentos contra la existencia de una Idea de Bien universal, el importante aquí será el basado en su teoría de la división de ente en categorías. Según la lectura de Tomás de Aquino, el argumento se expone así: la Idea es la ratio y la esencia de aquello que participa en la Idea. Donde no hay una ratio no puede haber una Idea. Ahora bien, no hay una ratio común de las diversas categorías, ya que nada se predica de ellas en un sentido unívoco. Pero se habla del bien en tantos sentidos como se habla del ente. Se encuentra en todas las categorías: en la sustancia el bien es Dios y mente; en la de cualidad, es la virtud; en la de cantidad es la medida; en la de relación es lo útil. En conclusión, debe ser que no hay un Bien que sea la Idea común o ratio de todas las cosas buenas59. En el argumento de Aristóteles vemos que el énfasis entre el bien y el ser, se encuentra en la diversidad categorial, no obstante, Tomás de Aquino en su Comentario a la Ética Nicomaquea pone el énfasis en el hecho de que el bien se encuentra en todas las categorías, y por lo tanto, es convertible con el ente. Entonces, el argumento que da Aristóteles se interpreta en el siglo XIII como una indicación de la trascendentalidad del bien. No es algo separado como dice Platón, sino que forma parte del ser. En segundo lugar se encuentra la influencia del corpus dionysianum, particularmente el De divinis nominibus, en donde Dionisio busca dar nombres a Dios en relación a las criaturas. Para él el nombre primario es el de Bien; de hecho afirma que el nombre “Bien” viene incluso antes de “Ser”. Esta precedencia deriva, como en Platón, de su causalidad, y es que la causalidad del “Bien” se compara con el sol, el cual se extiende a 58 Esta explicación se toma del libro de Jan Aertsen La filosofía medieval y los trascendentales. Por otra parte, Tomás de Aquino da esta defensa de Aristóteles en su Comentario a la Ética I, lect6.

59 Cf. Aertsen, La filosofía medieval y los trascendentales, 287.

Page 61: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

53

lo que es y a lo que no es, mientras que la causalidad de “Ser” se extiende sólo a lo que es. Tomás de Aquino se da cuenta del pensamiento platónico del autor al situar el bien antes que el ser60. La razón de esto es que los platónicos consideraban la materia prima como un “no-ser, ya que su esencia es no poseer forma alguna. Sin embargo la materia prima está ordenada al bien. Ahora, uno de los axiomas de los platónicos es que en la medida en que una causa es más alta, su causalidad se extiende a más cosas, por ello el Bien es una causa más universal que el Ser61. Luego de esto se entenderá mejor la posición de Tomás de Aquino frente al tema en cuestión. La tesis central de la posición de este trascendental en la metafísica de Tomás de Aquino, la expone en su Suma Teológica62 de la siguiente manera:

“El “ser” y “lo bueno” son lo mismo en referencia (idem secundum rem), pero se diferencian solo en sentido (differunt secundum rationem tantum). Esto se demuestra de la siguiente manera. La razón de bien consiste en que algo sea apetecible. El Filósofo dice en el I Ethic. que el bien es lo que todos apetecen. Es evidente que lo apetecible lo es en cuanto que es perfecto, pues todos apetecen su perfección El Filósofo dice en es perfecto en tanto en cuanto está en acto, es evidente que algo es bueno en cuanto es ser; pues ser es la actualidad de toda cosa, como se desprende de lo dicho anteriormente” (S. Th. I, q.5, a.1).

El núcleo del argumento sobre la convertibilidad entre el ente y el bien reside en el deseo universal a ser. Tomás apela a esta evidencia desde la experiencia: la definición "el bien es lo que todos apetecen" no se refiere

60 Cf. De Malo q1 a2.

61 Cf. In Librum beati Dionysii de divinis nominibus expositio c3 n226.

62 Sólo se usará la Suma Teológica para aclarar algunos puntos importantes de la metafísica de Tomás de Aquino. En particular se usará el análisis de Eleonore Stump en su libro Aquinas.

Page 62: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

54

sólo a un bien específico, sino que también a un bien general. Sin embargo, si todavía se busca determinar el bien para una cosa, entonces este bien debería ser, puesto que todas las cosas desean la continuación de su ser63. Pero ¿es esta justificación metafísica suficiente? Porque el deseo presupone la bondad, no la funda. Así, también Tomas de Aquino reconoce que el deseo universal de ser es más bien un signo de la bondad del ser64. El argumento se desarrolla de manera distinta en la Suma Teológica: 1) La razón de bien es lo apetecible (definición de Aristóteles en la Ética) 2) Se identifica lo apetecible con lo perfecto porque todas las cosas

apetecen a su perfección. Se pasa del concepto del bien a la naturaleza del bien. Lo propio del bien es la perfección.

3) Se identifica lo "perfecto" con lo que es "en acto". Una cosa no es completa cuando sus potencialidades no están aún actualizadas. De esta manera se conecta el bien y el ser: pues el "ser" es la actualidad de toda cosa". De esta manera se hace la conexión de que todo ser es bueno. Y aunque el bien y el ser son convertibles, difieren conceptualmente porque el bien añade al ente la apetibilidad65

Sin embargo esto es después de las Sentencias. En ellas el argumento que da Tomas de Aquino es que “todo ser (esse) es desde el Bien y hacia el Bien"66 por lo que es un argumento más religioso, recuerda a san Agustín, ya que en el argumento de la Summa theologiae, I, q5 a1, dice Tomás de Aquino que el bien no viene al ente del exterior, sino que pertenece a aquello que es lo más íntimo suyo. Se dice que una cosa es buena por tres cosas: 63 De ver q22 a1 ad4 "cum dicitur omnia bonum appetunt, non pportet bonum determinari ad hoc vel illud sed in communitate accioi quia unumquodque appetit naturaliter bonum sibi conveniens. Si tanem ad aliquod unum bonum determinetur, hoc unum erit esse. Nec hoc prohibetur per hoc quod omnia esse habent quia esse habent quia quae esse habent appetunt enim eius continuationem". 64 CG II c41; III c107 "esse autem, inquantum huiusmodi; est bonum: cuius signum est quod omnia esse appetunt." 65 STh I, q5 a1 66 In I Sent d1: “quamvis bonum et ens different secundum intentiones, quia alia est ratio boni et entis; tamen convertuntur secundum supposita, eo quod omne esse est a bono et ad bonum”

Page 63: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

55

- Porque es un fin - Porque ha alcanzado su fin - Porque esta ordenada a un fin que aún no ha alcanzado67. La causa

final es vista como un bien porque el fin del ente es su perfección, y como vimos anteriormente, la perfección es el bien, por lo que la causa final es un bien.

Entonces, la materia es buena porque se ordena al acto absoluto, donde alcanzará el ser completo, y es por eso que la bondad es anterior y más amplia que el ser. Por eso Dionisio dice que el bien se extiende a las cosas que existen y las que no existen. Tomás justifica que el decir no-existente se refiere a aquellas cosas que existen, aunque no absolutamente, sino que son potenciales y no actuales. Así, el bien es anterior pero desde el orden de la causalidad. Cuando los communia se consideran según la ratio de la causalidad, entonces el bien es anterior, porque tiene la razón de una causa final, y el fin es la primera causa en el orden de la causalidad68 La concepción del mal como una privación de ser es la respuesta a la tesis maniquea y expresa la trascendentalidad del bien. Sin embargo, aunque todas las cosas desean el bien, no todas son capaces de perseguir la bondad de una manera que entiendan lo que es realmente lo bueno. Dice Tomás de Aquino “Algo es deseado de dos maneras, o porque es bueno, o porque parece bueno. De estos, el primero es lo que es bueno, ya que un bien aparente no se mueve por sí mismo, sino porque parece bueno; pero el bien mueve por sí mismo.”69 Sin embargo, Tomás de Aquino cita a Boecio y a Aristóteles en sus cuestiones sobre el Bien (a.2), y dice que todo tiende a lo que le es semejante, y como todo tiende al bien, entonces todo ente es bueno, y no

67 Esta explicación de bien a través del concepto de causalidad final será desarrollada en sus escritos posteriores. Esta premisa la da en ST 1, q.5, a.4, también In De div. nom. 3 n.87; SCG 1, 37. 68 In I Sent d8 q1 art3: “si autem considerentur secundum rationem causalitatis, sic bonum est prius; quia bonum habet rationem causae finalis, ese autem rationem causae exemplaris et effective tantum in Deo: finis autem est prima causa in ratione causalitatis” 69 SCG 1.37

Page 64: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

56

puede ser bueno si no existe. Por lo tanto, bien y ente son convertibles70. Como todo desea su propia perfección, algo desea como su fin último eso que desea como el bien que lo perfecciona y complementa. Tomás de Aquino mantiene que toda acción está ordenada al ser, a través de preservar el ser de alguna manera ya sea en lo individual o en la especie71. “Todo desea ser acto en concordancia con su modo de ser. Y esto es claro desde el hecho que todo ser en concordancia con su naturaleza resiste la corrupción”72 Algo es bueno en cuanto es perfecto, por esto es apetecible. Y se dice perfecto a aquello que en lo correspondiente a su perfección no le falta nada. Como quiera que todo es lo que es por su forma, hay cosas que presuponen la forma, y otras que se siguen de ella. Así, para que algo sea perfecto y bueno requiere tener, además de la forma, lo que ésta presupone y lo que de ella se sigue. La forma presupone la adaptación de los principios tanto materiales como eficientes. A esto le llamamos modo; por eso se dice que la medida establece el modo. Y la misma forma es llamada especie, porque por la forma algo queda constituido en especie. Por esto se dice que el número proporciona la especie. Porque las definiciones determinantes de la especie son como los números, según dice el Filósofo en VII Metaphys., porque así como la suma o la resta de una unidad hace variar la especie del número, así también si se añade o se quita una diferencia, varía la definición. De la forma se deriva la tendencia al fin, a la acción y a otras cosas, porque lo que está en acto obra y tiende a lo que le resulta beneficioso respecto a la forma. Esto es lo que corresponde al peso y al orden. De ahí que el concepto de bien, atendiendo a la perfección, consista también en el modo, la especie y el orden.73

70 Nihil tendit nisi in suum simile; sed “omne ens tendit in bonum” ut Boetius dicit in lib. De hebdomadibus, ergo omne ens est bonum; nec potest aliquid esse bonum nisi aliquot modo sit; ergo bonum et ens. 71 Cf. SCG III.3 72 SCG 1.37; cf. También ST I 5.1 73 ST I 5.5; cf. También QDV 21.6

Page 65: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

57

En resumen “la forma y el ser de una cosa es su bien y su perfección, hasta lo que le concierne a la naturaleza”74 Todo lo anterior es con respecto a la conexión entre bondad y forma sustancial; esto es importante especificarlo porque sólo la forma sustancial permite que algo sea en acto. Una forma accidental hace que una cosa sea en otro. Ahora, retomando la premisa de que “ser” y “bien” son lo mismo en referencia, pero diferente en el sentido, claramente se ve que al identificar al bien como un trascendental, se entiende que la referencia es igual al ser, porque ambos se dirigen al mismo ente. Ahora, con respecto al sentido; el “ser” considerado de manera absoluta, se refiere a la cosa que tiene una forma sustancial, se refiere a la existencia; pero como las cosas tienen potencialidades específicas, entonces cuando se actualiza esa potencialidad, la cosa actualizada es considerada más completa, algo mejor, de hecho cuando esto sucede podría decirse que el ser se ha vuelto de alguna manera “más ser”. El sentido ordinario de “ser” es la mera existencia de la cosa, con una forma sustancial que le da una potencialidad específica. La actualización de la potencialidad específica de esa cosa también es el “ser” de la cosa, pero además el sentido general de “bien” es entendido de esta manera, lo que Tomás de Aquino, siguiendo a Aristóteles, llama “segunda actualidad”. Esto es a lo que cada ente busca llegar, y es por lo que cada cosa tiene bondad. La principal consecuencia de su teoría sobre el ser y lo bueno es que no hay algo que exista que no tenga en absoluto algo de bien en él, teoría que también comparte con san Agustín. Es por esto que se llega a la teoría de que el mal es siempre y sólo un defecto de algo en ciertos límites; el mal no puede tener esencia en sí mismo, porque la esencia es la forma, y la forma es algo bueno, ya que es una perfección. De esto se sigue que tampoco puede haber una maldad mayor, una fuente última de todos los demás males, porque un sumo mal, que negara todo bien,

74 CT 109; también cf ST I 48.3

Page 66: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

58

no sería algo75. Pero esto se explicará con mayor detalle en los siguientes capítulos. En específico, con respecto al hombre, como siempre se busca una perfección, ya que lo bueno es lo perfecto, y lo bueno es lo apetecible, la perfección del hombre se descubre en el desarrollo del conocimiento y la felicidad. Por ello, debido a su asociación con el intelecto, la voluntad del hombre se inclina al bien tanto naturalmente, como por una conciencia de la naturaleza del bien, lo cual es característico del intelecto76. El intelecto se inclina hacia el bien considerado de manera universal, no sólo hacia un tipo específico de bien. Por ello las acciones que contribuyen a la bondad del hombre serán obras de libre albedrío acorde a la razón.77

5. Existencia del mal (In II Sent, d 34, q 1, a 1) Santo Tomás comienza con cinco objeciones en contra de que el mal existe. El primer argumento contra la existencia del mal es el siguiente: a) Todo lo que es, o es un existente y es una sustancia, o está en los existentes y es un accidente, b) El mal no es un existente ni está en los existentes, de acuerdo a lo que dijo Pseudo-Dionisio: b1) No es un existente porque todo lo que Dios crea es bueno, sin embargo el mal es lo opuesto al bien, porque el bien es permanencia y el mal es corrupción y destrucción; entonces el mal no puede ser un existente porque o sería bueno al ser creado por Dios, o se autodestruiría dado que su ser es corrupción y destrucción; b2) No puede estar en un existente porque todos los seres tienden al Bien, y si todos actúan buscando lo bueno, y en él encuentran su principio y fin, entonces no queda sitio para el mal en lo existente, ya que el Bien crea lo existente, lo existente tiende al Bien, y tiene su principio en él al igual que su fin. C) Luego, el mal no existe.

75 Cf. SCG III.15, passim. 76 ST I 59.1 77 Cf SCG III.9 y S. Th I-II 18.5.

Page 67: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

59

En el segundo argumento contra la existencia del mal se dice lo siguiente: a) Todo lo que se dice que es, o es un ente de razón, o es un ente de naturaleza; pero todo lo que es un ente de razón, o es existente o no existente, y lo que ni es existente ni no existente puede decirse que es; b) El mal dista de lo existente y dista más aún de lo no existente por lo que dice Pseudo-Dionisio, de quien ya se explicó el argumento por lo que el mal dista de lo existente en el párrafo anterior, y con respecto a que dista más aún de lo no existente, lo dice porque nada hay que sea completamente no-ser, excepto cuando se dice que está sobre-esencialmente en el Bien; porque sólo el Bien es anterior a todo ser, y por eso se dice que va más allá del ser. Como el mal ni siquiera existe, entonces no se puede decir que está en el Bien, y si ni siquiera se puede afirmar esto, entonces de ninguna manera podría decirse que está “sobre-esencialmente” en el Bien. C) Luego, el mal no es. El tercer argumento es el siguiente: a) Dios posee en sí toda afirmación y negación según lo que dijo Pseudo-Dionisio: “debemos afirmar que, siendo Causa de todos los seres, habrá de atribuírsele todo cuanto se diga al ser, porque es supraesencial a todos. Esto no quiere decir que la negación contradiga a las afirmaciones, sino que por sí misma, aquella causa trasciende y es supraesencial a todas las cosas, anterior y superior a las privaciones, pues está más allá de cualquier afirmación o negación78”; b) El mal de ninguna manera preexiste en Dios c) por lo que el mal no es afirmación ni negación; d) Por lo que el mal no existe. El cuarto argumento se forma de la siguiente manera: a) Es imposible sostener una afirmación que se destruye a sí misma; b) el mal se destruye a sí mismo; c) el mal no existe. El quinto argumento es el siguiente: a) Todo artista providente aparta el mal de su obra; b) Todo es regido por la divinidad, por lo que como Dios es omnipotente, aparta el mal del universo; c) Luego el mal no existe.

78 De Myst. Theo., 1, 100 A. Sobre esta obra se usará la editada por la Biblioteca de Autores Cristianos, edición preparada por Teodoro H. Martin, Madrid: 1990.

Page 68: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

60

Los cuatro primeros argumentos no dan cabida para una argumentación a favor de la existencia del mal, pero el último es un poco diferente, ya que habla de Dios como un artesano, por lo que se habla más bien del ordenador más que de un orden donde no podría caber el mal. En este último argumento Tomás de Aquino va a otro nivel, de alguna manera más teológico, para hablar de una objeción contra la existencia del mal en el mundo. Sin embargo para el problema del mal actual, que expliqué al inicio de la tesis, sería la objeción más importante, ya que justo habla de un Dios que si fuera omnipotente quitaría al mal de su obra, por lo que el argumento que parecería el menos fuerte, dado que se habla de Dios como de un artesano, se llega a ver un argumento con el que ha batallado la humanidad hasta nuestros días. Para la solución, el argumento principal de Tomás de Aquino es que la existencia del mal radica en un segundo modo de existencia, que significa la verdad de la proposición, esto porque por ejemplo es una proposición afirmativa el decir que la ceguera es, sin embargo la ceguera no es algo en naturaleza real, sino que remite a algún ente. Entonces primero define los modos de ser del ente, desde la Metafísica de Aristóteles:

1. El ente que existe en la naturaleza real: se divide en diez géneros. Puede ser sustancia o accidente. Este tipo de ente es el predicado esencial o sustancial y corresponde a la pregunta “qué es” (quid est). En la primera objeción, Tomás especifica que Dionisio toma lo existente según este modo de ser, por lo que es claro que no es una sustancia o un accidente, porque el mal no es algo que se encuentre en la naturaleza de las cosas, ni es algo existente en ellas como parte de su perfección79. Sin embargo en esta objeción no se niega que el mal se encuentre en los existentes como la privación en el sujeto. Entonces en primera instancia parecería que el problema de Dionisio fue el pensar que el ente sólo podía referirse a una sustancia o un accidente; pero el uso de la filosofía aristotélica logra darle a Tomás de Aquino una visión más amplia de lo que se le puede llamar entidad. El punto que hace la

79 Tomás de Aquino, In II/II Sent., d.34, q.1, a.1

Page 69: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

61

diferencia aquí es lo que se entiende por “ente”. Aristóteles lo lleva a un plano en donde un no-ser como lo es la privación puede decirse que “es”, lo cual no lo tomó en cuenta Dionisio. Entonces no se puede objetar algo a Dionisio en su argumentación, porque él tiene una posición igual a la de Tomás de Aquino, ambos piensan que el mal es privación, deficiencia; lo único distinto es que en Tomás de Aquino la privación es cierto ser, mientras que para Dionisio como la privación es una falta de ser, entonces le suena muy lógico afirmar que eso no existe, porque es una falta, y ¿cómo podríamos afirmar que una falta de ser es cierto ser? Este es un problema que no aborda Tomás de Aquino, porque para él, al haber estudiado la filosofía aristotélica, está muy claro que la privación es un modo de ser, pero este paso del no-ser al ser no se entiende, y él lo da por entendido. Entonces vemos que en este primer problema, sólo se implica un cambio en el modo de entender la privación, mientras que uno lo ve como ser, el otro lo ve como no-ser. Además, aunque difieran en esta opinión, podemos ver en lo que se analizó del cuarto capítulo de De divinis nominibus, que Dionisio sólo habla de la no existencia del mal cuando se refiere al mal ontológico, y la objeción que se está haciendo es hacia el mal ontológico, existencia que Tomás de Aquino niega claramente ya que sólo admite su presencia en la privación. Sin embargo, podemos ver cómo Tomás de Aquino sólo toma esta parte de la argumentación de Pseudo-Dionisio, y no se preocupa en especificar que aunque en esa sección se habla de un mal ontológico, luego habla de que el mal existe, porque hasta pone ejemplos especificando que vemos el sufrimiento, pero existe como privación. Entonces esta parte no es estrictamente una objeción, porque no se está llevando la discusión en el mismo plano, mientras que uno habla de un mal ontológico, otro habla de un mal relativo; finalmente ambos opinan lo mismo acerca de la existencia real del mal. Y sin embargo, de nuevo vemos un problema en los modos de “ser” de Pseudo-Dionisio, porque como sólo vemos que pasa de decir que “el mal no existe” a que “el mal existe” se intenta defender su postura haciendo varios matices, sin

Page 70: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

62

embargo vemos cómo Tomás lo toma más que como una verdadera objeción, para explicar su teoría, porque finalmente sabía que opinaba lo mismo que él, ya que se sabe que hizo un comentario al De divinis nominibus, en donde al final del cuarto capítulo especifica que sí existe el mal, pero como privación. Entonces, en esta primera objeción sólo se concluye que no existe ontológicamente, sino sólo relativamente. Se soluciona el problema de su modo de existencia.

2. El ente que existe como verdad de la proposición: la afirmación es verdadera cuando significa el ser de aquello que es, y la negación es cuando significa el no ser de aquello que no es. Con esto trabaja el intelecto para componer y dividir juicios. Este tipo de ente es predicado accidental y corresponde a la pregunta de si es (an est).

Por lo que todo lo que existe en el primer modo, existe en el segundo modo, sin embargo no funciona viceversa, si existe un ente en el segundo modo no necesariamente existe en el primer modo. La privación y la negación no son entes en cuanto al primer modo. Pero a diferencia de la negación, en la privación se logra hacer una proposición afirmativa, por eso se logra decir “el mal es” así como se dice “el color es”, pero el color no es algo en la naturaleza real, sino que es la remoción de algún ente. Ahora, con respecto a la respuesta a la segunda objeción, Dionisio toma como “no existente” aquello que de ningún modo es, y de hecho el mal dista de lo no existente, porque es en lo existente. Pero aquí tenemos que hacer otra distinción, Dionisio habla del no ser como algo que si fuera así, entonces se encontraría por encima del Bien; y aquí se refiere a que sí existe, porque la no existencia se podría comparar con la superioridad del Bien sobre el ser, como cuando decimos que Dios se encuentra por encima de la existencia porque él hace que los seres tengan cierta existencia. Entonces Dionisio con este argumento acepta cierta existencia del mal, porque lo que no existe por completo estaría por encima del ser y del bien, y así, se le podría decir a Tomás de Aquino que no es una objeción.

Page 71: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

63

La situación de la privación (que es el modo de ser del mal), es que ella es algo entre lo existente y lo no existente, ya que se encuentra como una negación en lo existente, pues retomando el ejemplo de Aristóteles, la ceguera es la negación de la visión, pero se sigue diciendo que “es”. La noción de privación es la clave de toda la argumentación de Tomás de Aquino, y puede verse cómo con ella logra evitar todos los argumentos en contra de la existencia del mal, dado que de alguna manera une la existencia y la no existencia al ser el no-ser en un ser. Esto se ve también en la respuesta al tercer argumento, en donde aunque se diga que todas las negaciones y las afirmaciones estén en Dios, claramente no se encuentra el mal en Dios de manera anterior, porque el mal es una privación, y la privación se define como una negación de un bien debido; y como a Dios no puede faltarle nada debido a su perfección, es claro que no puede haber mal en Dios, sin embargo eso no significa que no exista, porque se dice según el segundo modo de ente, una negación no absoluta, sino una privación80. Es muy interesante cómo Tomás de Aquino logra refutar la objeción sin eliminar la credibilidad de Pseudo-Dionisio; Aquino afirma lo que dice Dionisio, pero muestra algo más que se le escapó que fue la privación, que aunque no se encuentra en Dios y se encuentra en las criaturas, no elimina la teoría de que en Dios se encuentra toda afirmación y toda negación. Entonces, para esta tercera objeción, se concluye que correctamente se dice que el mal no es afirmación ni negación, sino que es privación, lo cual sólo ayuda a la cuestión de si el mal, al ser algo existente, se encuentra o no en Dios. Para la respuesta a la cuarta objeción, podría tomarse como la argumentación que da Tomás de Aquino para considerar el mal como privación, visto que toma su definición de san Agustín y Pseudo-Dionisio. Se afirma que el mal, si fuera completo y perfecto se destruiría a sí mismo, ya que no puede haber un mal íntegro a menos que se corrompa todo el bien, y si se corrompe el bien, entonces se corrompe el ente que es el sujeto del mal. Entonces, corrompido el sujeto, deja de 80 Tomás de Aquino, In II/II Sent., d.34, q.1, a.1

Page 72: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

64

existir la privación que existía en él. Por eso el sumo mal no podría existir, pero no significa que no pueda existir el mal en absoluto81. En esta respuesta se unen de cierta manera todos los demás artículos de la cuestión, y Tomás de Aquino no tiene miedo en afirmar que el bien es sujeto del mal, que el mal no puede ser porque se corrompería y que el mal no puede existir sin el bien. Sin embargo, desde que se define al mal como privación, no se puede hablar de un mal por sí mismo. Entonces finalmente lo que pasa con las objeciones y las respuestas a estas objeciones es que de entrada las definiciones de mal son cosas distintas: mientras que para Pseudo-Dionisio el mal es corrupción y destrucción, para san Agustín y Tomás de Aquino el mal es privación de un bien debido. Al poner el mal como privación, se adhiere al ser, y no hay cabida para un mal como algo externo que causa sufrimiento, pero podría ponerse como ejemplo las personas que hacen el mal por el mal mismo; o el hecho de que se haya cometido el primer pecado cuando se tenía todo el bien; eso no podría explicarse fácilmente con la definición de mal como privación, porque podría decirse que siempre está potencialmente en nosotros. Si se define mal como privación no hay problema en admitir que existe de cierta manera en los entes, pero que no se encuentra en Dios. Sin embargo es esa definición la que no se logra entender del todo, ya que si el mal es privación, y según el Génesis los primeros hombres no tenían mal en ellos, entonces podríamos preguntarnos ¿cómo llega a haber una privación en ellos si tenían todo el bien? Aquí se comenzaría a hablar acerca de la libertad, sin embargo hablo de una existencia del mal, de una manera que no se quiere ver como algo ontológicamente real, dado que iría en contra del bien como trascendental, y se estaría en peligro de caer en un gnosticismo. Por eso no habría que culpar a Tomás de Aquino por no pensar en otra solución, ya que todo sigue la tradición cristiana que debe de seguir en su tiempo, la razón servía como medio para llegar a la religión, no para alejarse de ella. Entonces, finalmente, si tomamos “ente” del segundo modo, se dice que el mal existe en el universo, pero como Dionisio lo prueba (De div. Nom. 81 Tomás de Aquino, In II/II Sent., d.34, q.1, a.1

Page 73: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

65

4) el mal es un bien imperfecto. Si no existiese imperfección en los bienes, entonces:

1. Todos los bienes serían iguales 2. No habría belleza en el universo, porque ella surge de los

diversos grados de bondad 3. Perecería el orden de las causas en las partes del universo,

según el cual las realidades más nobles influyen en las menos nobles.

4. Si ninguna cosa puede carecer de la perfección a ella debida, ya que habría igual estabilidad de bondad en todos los entes, y no se completarían todos los grados de bondad si no hubiese bienes que no pudiesen ser privados de sus perfecciones y algunos que pudiesen serlo por su distancia del sumo bien.

Esto responde a la última objeción, en donde se apela a que si Dios fuera omnipotente, quitaría el mal de su obra creadora. Sin embargo esto es sólo con respecto a lo que dice Pseudo-Dionisio, pero con respecto a lo que dice Tomás de Aquino, apela a la libertad que dio Dios a su obra creadora, lo cual si bien quitaría dudas acerca de la existencia del mal moral en el hombre, no explica la enfermedad y la muerte, por ejemplo. Pero aquí continuamos con el problema de la delimitación de lo que significa “malo”; por ahora lo que dice Tomás de Aquino es que el artífice sólo aparta de su obra el mal si se conserva la condición de su obra. Como hay ciertas cosas creadas por Dios a cuya condición corresponde que pueden incurrir en el defecto de la malicia o inducirlo en otras cosas, si se prohibiese en ellas de modo absoluto el mal, se destruiría la condición de su obra. Y por eso conviene que permita hacer el mal, del cual, sin embargo, no es el autor82. Entonces se ve claro como cuando dice “condición de su obra” significa que hay cosas dispuestas de una manera que pueden actuar de manera buena, y si Dios interfiriera con la manera en el que dispuso las cosas, entonces no sería bueno, porque se estaría contradiciendo o arrepintiendo de alguna manera de la manera en que hizo la creación. 82 Tomás de Aquino, In II/II Sent., d.34, q.1, a.1

Page 74: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

66

En lo anterior se ve el problema y la oscuridad en el texto de Pseudo-Dionisio, ya que primero argumenta en contra de la existencia del mal, luego argumenta a favor de la existencia del mal, y al final dice que el mal es un bien imperfecto, por lo que estrictamente no sería un mal. Cómo podría definirse “bien imperfecto” sería la primera duda. Si el bien imperfecto es el que no logra tener una perfección, entonces en todos los hombres habría mal, en especial en los recién nacidos, ya que están muy lejos de una perfección. Lo que hace Pseudo-Dionisio es algo confuso, ya que al final del cuarto capítulo del De divinis nominibus Dice que el mal no existe, sino que sólo es un bien menor, porque el mal es defecto y carencia de perfección, pero no es mal por sí mismo. Entonces ya tenía la noción de privación, pero al ser una negación para él no se consideraba un existente, porque como el bien es lo existente, entonces claramente el mal no existe. Parece ser que fue Aristóteles el que dispuso que la privación también es una manera de “ser”, y de esta manera se eliminarían las objeciones anteriores que hizo Pseudo Dionisio, porque si la privación fuera para él un modo de existir, entonces con respecto a la primera objeción el mal existiría aunque no de manera sustancial o accidental, porque la privación no es ninguno de los dos como ya se vio anteriormente; con respecto a la segunda objeción se apelaría a lo mismo de lo anterior, ya que la privación no es algo estrictamente “existente” o “no existente”; con respecto a la tercera, claramente en Dios no hay una deficiencia, ignorancia, privación, desorden o error, por lo que tampoco se seguiría esta objeción; y finalmente en la cuarta objeción, primero debería de definirse exactamente qué se entiende por mal en Pseudo-Dionisio porque primero lo define como corrupción y destrucción, y luego lo define como ignorancia, debilidad, defecto. Entonces si se define como corrupción y destrucción, es claro que no puede haber un mal de manera íntegra, pero si se define como ignorancia, debilidad o defecto ya se está apelando a una dependencia, por lo que claramente no podría existir solo. El problema es si se define como corrupción, deficiencia, ignorancia, destrucción… ¿cómo podríamos afirmar qué es

Page 75: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

67

exactamente? Parece ser que se muestra de muchas maneras, y si esto es así, entonces es un ser tan poco entendible como el bien. Entonces, las respuestas en este artículo son las siguientes:

• El mal existe de manera relativa • No puede existir de manera absoluta • El mal es hecho por las criaturas, no por Dios.

6. Naturaleza del mal (In II Sent, d 34, q 1, a 2)

Este artículo comienza con objeciones a favor de que el mal tiene una existencia positiva, por lo que tiene cierta naturaleza. El primer argumento a favor de la naturaleza del mal es: a) Parece que el mal es un ente con cierta naturaleza, según el primer modo de tomar el ente, como las cosas que predican algo positivamente, pues todo género es cierta naturaleza, porque del no ente no hay ni especies ni diferencias, mientras que todo género se divide en especies por las diferencias; b) el bien y el mal son géneros de otras cosas; c) El mal es algo que se predica positivamente. Para el segundo argumento a favor de una naturaleza se dice lo siguiente: a) Todo contrario es una cierta naturaleza, ya que los contrarios están en el mismo género, y nada está en un género como una especie si no es cierta naturaleza; b) el bien y el mal son contrarios; c) El mal es una cierta naturaleza. Para el tercer argumento: a) Toda diferencia que constituye una especie es algo que se predica positivamente; b) El bien y el mal son diferencias en la primera especie de cualidad, que constituyen distintas especies de hábito; c) El mal predica algo positivamente. Para el cuarto argumento: a) Nada lucha o corrompe sino obrando; b) nada obra a menos que tenga una naturaleza; c) el mal corrompe el bien y pugna contra él; d) el mal es algo que posee cierta naturaleza.

Page 76: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

68

Para el quinto argumento: a) Todo lo que corrompe genera algo, ya que la corrupción de una cosa es la generación de otra, como se dice en De Generatione; b) Es propio del mal corromper, como dijo Dionisio y vimos anteriormente que definía el mal como corrupción y destrucción; por lo que también le corresponde generar; c) Nada genera si no tiene alguna naturaleza que transmite a lo generado; por lo que el mal tiene alguna naturaleza. Los argumentos, en este artículo, remiten al bien y el mal como distintas cosas: la primera objeción los define como géneros, la segunda los define como contrarios, la tercera los define como cualidades, la cuarta como seres que obran de alguna manera, y finalmente se remite a las consecuencias del mal. El principal argumento para refutar estos argumentos y mostrar que el mal no es un ente positivo y por lo tanto no tiene ninguna naturaleza es la noción de bien como trascendental: todo lo que procede del Bien es bueno, y ya que todas las cosas proceden del Bien, entonces son buenas, como dijo Boecio en el De hebdomadibus. Como todas las cosas tienen una naturaleza, entonces las naturalezas son buenas. Por lo que la naturaleza no es un ente positivo y por tanto no tiene una naturaleza. El segundo argumento que da en las razones en contra es que nada apetece su contrario. Ahora bien, ya que cada cosa apetece su perfección, toda naturaleza apetece el bien. Por lo que como el mal es opuesto al bien, no tiene naturaleza83. Es importante darse cuenta que aunque el mal sea tomado como contrario del bien, eso no significa que tengan la misma naturaleza, porque la naturaleza en sí es buena. El mal no es bueno, entonces no puede ser un ente. Para la solución lo primero que hace es distinguir con Avicena en Metaphysica una división: el mal de modo esencial, o de modo accidental:

83 Tomás de Aquino, In II/II Sent., d.34, q.1, a.2

Page 77: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

69

1. De modo esencial se llama mal a la privación de perfección (unos lo toman como mal tomado en abstracto). Este es de dos tipos:

1. Privación de una perfección que es necesario que esté en la cosa de modo primario. Esta privación es un mal en todas las cosas.

2. Privación de una perfección que es necesario que esté en la cosa de modo secundario. Esta privación no siempre es un mal para alguien, sino sólo para el que se ejercitó para poseerla.

Este tipo de mal no es una diferencia específica, sino que tiene una diferencia específica sólo cuando es de modo accidental. No podría decirse que el mal tiene una esencia o naturaleza cuando sólo tiene una diferencia específica, y por tanto una especie, cuando es de modo accidental. De esta manera se refuta el tercer argumento. 2. De modo accidental es un mal tomado en concreto. Es de dos tipos:

1. Lo que es sujeto de tal privación: se puede tomar de cuatro modos:

1. Una acción: si tiene privación del fin y circunstancias debidas, tendrá razón de mal de culpa.

2. Un hábito: de actos semejantes se generan hábitos semejantes, entonces los mismos hábitos que quedan de esas acciones son malos, como los hábitos de los vicios.

3. Una pasión: tiene una privación en cuanto que algo se corrompe en el paciente; es llamada mal de pena, o defecto de la naturaleza en los que no puede haber culpa ni pena.

4. Una sustancia: Como ningún accidente puede ser sujeto de algo que se diga positiva o privativamente, sino a causa de su sustancia, se debe entender que el sujeto de esta privación es la sustancia.

2. Lo que causa tal privación en otro. Puede ser de dos maneras: 1. Por la causa de la privación de la debida perfección viene

de la materia que está indispuesta para recibir la virtud del agente.

2. O viene del agente. Esto ocurre de dos maneras:

Page 78: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

70

1. Porque el agente está unido a un agente que tiene de modo contrario una perfección debida. De esto se sigue el mal que se llama pena de sentido en los seres dotados de sentidos en los que puede darse la culpa y la pena, porque el agente que quita la perfección debida se siente por el hecho de que está unido.

2. Un agente que no está unido, impide la influencia de la causa que perfecciona, como se llaman malas las nubes porque impiden que nos llegue la luz del sol. De esto se sigue el mal llamado pena de daño, porque la causa no se siente por la substracción de la perfección, ya que no quita la perfección obrando en lo que padece la privación, sino sólo obstaculizando.

Por lo que en los males dichos se encuentra el siguiente orden:

1. Lo que es malo de modo esencial: es lo que se dice con prioridad, y todos los demás por relación a él. Este tipo de mal no es algo, sino que se dice que es como privación. El mal de modo esencial se identifica con el mal que corrompe formalmente; y este, como ya se dijo, tomado de este modo es la misma privación o corrupción, por lo que no se puede decir que corrompe obrando, y de esta manera se refuta la primera parte de la cuarta objeción, en donde se argumenta a favor de la naturaleza del mal debido a que parece que actúa de cierta manera.

2. Lo que es malo de modo accidental que es sujeto de mal (privación): llamado mal porque posee en sí la privación, que es un mal de modo esencial. Este mal es algo positivamente, pero porque es privación como negación de algo positivo. Este modo de mal se entiende como el mal de modo eficiente; de esta

Page 79: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

71

manera se ve al mal como un cierto ente que actúa pero en virtud del bien; no actúa el mal por sí mismo, sino que como se encuentra en su sujeto que es el bien, entonces se entiende que cuando actúa, eso que actúa es el sujeto que es bueno, no se está combatiendo al bien. De esta manera se refuta la segunda parte de la cuarta objeción, donde como se dijo anteriormente, se argumenta a favor de una naturaleza del mal debido a su modo de actuar.

3. Mal de modo accidental como causa que induce un

mal: hace que algo tenga la privación. Este tipo de mal, considerado en sí mismo, es algo; pero en orden al efecto, en razón del cual se llama malo, también se dice privativamente.

Por todo esto, se puede concluir que el mal designa un no ente. Lo que es malo de modo esencial no constituye algo, sino que se dice como privación. En cambio, el mal que es sujeto de privación es algo positivamente, pero no por el hecho de que es un mal. Pero lo que se llama malo como causa del mal, considerado en sí mismo, es algo; pero en orden al efecto, en razón del cual se llama malo, también se dice privativamente. Con esto es suficiente para responder a la segunda objeción, ya que si se considera al mal de modo esencial, se opone al bien como privación, y si se considera de modo accidental, se opone al bien como contrario. Esto último ayuda a refutar la última objeción, ya que se argumenta a favor de algo positivo en el mal, dado que es corrupción, entonces también es generación, porque es una consecuencia necesaria. Sin embargo se muestra cómo aunque la corrupción y la generación van unidas, son lo mismo de modo accidental, no esencial; y al no ser algo esencial, entonces no puede decirse que es propio del mal la generación. Esto se ve mucho mejor cuando se explica que el término de la generación es la forma, ya que es el cambio hacia el ser, mientras que el término de la corrupción es la privación, ya que es el cambio hacia el no

Page 80: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

72

ser. Y aunque sean lo mismo en términos de sujeto, no son lo mismo en términos de razón, por lo que se tiene que hacer esos matices antes de afirmar que el mal es corrupción y generación. Finalmente es correcto afirmar, y de hecho lo dice Pseudo-Dionisio en su obra De divinis nominibus, que es propio del mal corromper y destruir, mientras que es propio del bien generar y conservar, por lo que se ve claro cómo la generación no podría ser adjudicada al mal, debido a lo contrario de sus características. Para refutar la primera objeción primero Tomás de Aquino tiene que especificar los tipos de géneros para así explicar que el mal no tiene necesariamente una naturaleza por ser un género:

1. De modo propio: se predica de muchos en la esencia. De este modo ni el mal ni el bien son géneros, porque pertenecen a los trascendentales, en donde bien y ente se convierten.

2. De modo común: se llama género a todo aquello que en su amplitud abraza y contiene muchas cosas. El bien y el mal son géneros de todos los contrarios, ya que todos los contrarios se relacionan de modo que uno es bueno y otro es malo, de manera que lo malo incluye en sí una privación. Pitágoras también establece dos órdenes de las cosas: uno del bien, bajo lo cual se reúne lo perfecto, y otro del mal, bajo el cual se reúne lo que implica imperfección. Es por esto que no se pueden considerar al bien y al mal como géneros comunes, ya que están por encima de todos ellos.

En conclusión para este segundo artículo, se puede decir que el mal no es una naturaleza debido a que no es un género como cualquiera, del cual pueda afirmarse alguna naturaleza, ni es algo que actúa, por lo que no puede afirmarse que es algo positivo. Es interesante darnos cuenta cómo Tomás de Aquino aunque afirma la existencia del mal, al ser un no-ser existente, tiene un modo de ser que no tiene naturaleza ni actúa de determinada manera.

Page 81: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

73

Entonces ¿qué resuelve este artículo a alguien que le aqueja el mal? Este discurso es más metafísico, por lo que el argumento sigue al artículo anterior, ya que se sigue hablando de si existe o no, ya que lo que existe tiene una naturaleza, pero como tiene un modo de ser como privación, no la tiene. Pero esto parece que va en contra de lo que nosotros experimentamos día a día, porque vemos que el mal nos afecta, y por eso es que sabemos de su existencia, y de ahí es que surge su estudio. Pero ahora a Tomás de Aquino se le hace muy sencillo quitar la acción del mal por unos argumentos válidos, pero eso no soluciona el problema. Tal vez el mal no actúa de una manera determinada, pero vemos que es algo que va en contra de nuestro camino a la felicidad, así que ¿cómo aceptar esta respuesta?, y si no actúa ¿cómo sabe Tomás de Aquino de su existencia?

7. Causa del mal (In II Sent, d 34, q 1, a 3) En este artículo se argumenta que el bien no puede ser causa del mal con argumentos de Pseudo-Dionisio como con argumentos de Aristóteles. El primer argumento dice lo siguiente: a) Como dice Dionisio, es propio del bien conservar y producir; b) el mal es corrupción; c) entonces no puede ser que del bien surja el mal. El segundo argumento es con respecto a los opuestos: a) los opuestos no son causa uno de otro, sino sólo por accidente; b) el mal no tiene sólo causa por accidente, sino esencialmente, ya que lo que es por accidente se da en la menor parte de los casos; c) parece que el mal se da en la mayor parte de los casos; d) por lo que parece necesario que la primera causa del mal sea el mal Esta objeción, Santo Tomás la resuelve diciendo que para él el mal se da en el menor de los casos, así que como la discusión se reduce a si se da en más o menos casos el mal, entonces me parece adecuado no analizarlo más de la cuenta, ya que eso es algo muy subjetivo.

Page 82: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

74

En tercer lugar se argumenta a favor de Dios como causa primera: a) Todo efecto de la causa segunda se reduce a la causa primera; b) todo bien es efecto de la causa primera; c) si un mal es causado por un bien, entonces Dios como causa primera, sería causa del mal, por lo que sería malo, lo cual no es posible; d) entonces el bien no es causa del mal. En cuarto lugar con respecto a la causa: a) El efecto sigue la condición de su causa; b) todo mal es defectivo, por lo que es necesario que en su causa haya un defecto en acto o en potencia; c) si hay un defecto en acto, y todo lo que es defectuoso en acto es malo, entonces la causa del mal no puede ser el bien; d) si hay un defecto en la causa en potencia, entonces no puede producir algo en acto (como lo muestra Aristóteles en Física II, 4); e) entonces el bien no puede ser causa del mal. Finalmente se toma el capítulo 4 de Dionisio, donde dice que el mal no tiene causa, porque el bien sólo causa bien. En el sed contra, primero argumenta Tomás de Aquino que cualquiera que hace algo a lo que le sigue de modo necesario otra cosa, también es causa de ésta. Pero una realidad buena es causa de algún bien al que sigue un mal, porque por su origen se suprime otro bien, como se ve en el fuego que quema, que suprime la forma de lo que consume. Por lo que se puede afirmar que el mal es causa de bien. Además, todo lo que es por accidente, se reduce a lo que es esencialmente. El mal causa sólo por accidente, ya que sólo obra en virtud del bien, como dice Dionisio. Por lo tanto, es necesario que la causalidad del mal se reduzca al bien como su primera causa. Para Tomás de Aquino es claro que existe el mal, al igual que para Dionisio. Dicho esto, y uniéndolo con la premisa de que el bien es un trascendental, la única manera de que haya concordancia es que el mal sea causado por el bien, porque si no tuviera causa, entonces no existiría, y si existiera por sí mismo, entonces se estaría argumentando en contra de que todo lo que existe es bueno, y se estaría proponiendo un segundo principio además de un Dios absolutamente bueno. Sin embargo para

Page 83: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

75

esto es necesario que se acepte a Dios si no como culpable del mal, como con cierta responsabilidad, porque finalmente Él nos creó, y es en el ser del hombre en donde nace el querer el mal. Hay que tener en cuenta que en algunos argumentos donde se defiende el bien como causa del mal, se habla en un sentido moral, y a veces en un sentido físico, como por ejemplo el del fuego que destruye. Ahora, con respecto a la solución, Tomás de Aquino se va por el fundamento aristotélico de acto y potencia para comenzar su argumento acerca de la causa del mal en el bien: Nada obra sino en tanto que está en acto, y para que algo esté en acto es necesario que tenga cierta perfección o forma, de lo que se sigue que todo obra en tanto que es algo perfecto y en tanto que es bueno, porque lo perfecto es bueno. Divide al mal en dos, el mal natural y el mal de culpa. Primero explica el mal natural, el cual sucede por un defecto natural de la intención del agente. Luego, se toma por verdad la premisa de “la intención de todo agente es realizar su semejanza en el otro”, por eso, lo pretendido de modo esencial por el agente es que se realice algún bien, por lo que el bien tiene causa de modo esencial. Pero el defecto se da fuera de la intención del agente y esto es de tres modos:

a) Puede venir de lo pretendido por el agente, lo cual, como no es compatible con alguna otra perfección, la excluye. Ej. La generación natural, el fuego induce su forma en la materia, pero como no es compatible con el aire, se sigue la privación del aire. Así se responde la primera objeción, porque aunque sí sea propio del bien conservar y producir, también accidentalmente puede causar una corrupción o privación.

b) Puede venir de la materia que recibe la acción, que está indispuesta para conseguir la perfección que el agente pretende inducir, como se ve en la naturaleza los engendros monstruosos.

Page 84: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

76

c) Puede venir del instrumento, por ejemplo en la cojera, porque de la capacidad de caminar surge un paso distorsionado por la deformidad de la pierna.

El mal de culpa puede suceder de dos modos:

a) Por parte de aquello que se pretende: la voluntad solo tiene un fin último que es su fin debido, pero a veces decide distanciarse de ese fin último, y ello cae en un mal de culpa, que se encuentra fuera de la intención de la voluntad. Este mal es un defecto potencial, referido al ser a partir de la nada, porque al ser de la nada puede fallar, pecando según lo que elija. Cuando esto sucede, el problema se encuentra en la propia voluntad que de algún modo se orienta a algo indebido, entonces se encuentra en ella la causa de mal, y es libre de orientarse a una cosa u otra.

b) Por parte del instrumento: los pecados que ocurren fuera de la deliberación de la razón, se dan por defecto de las potencias inferiores, que son como instrumentos de la voluntad o la razón. Este mal es defecto actual, según el cual la voluntad falla en acto, y todo lo que procede de ella, en tanto que procede de ella, está mal.

Este mal es el mal moral, por lo que no son producidos por la materia, sino en las acciones libres. La distinción que se acaba de hacer del mal de culpa es con lo cual se responde a la cuarta objeción, según la cual el mal debe tener un mal actual que sea su causa, pero se responde que la voluntad tiene dos tipos de defectos, uno potencial y actual, por medio de los cuales se justifica la causa del mal en el bien. Por lo tanto, es claro que el bien es causa del mal, siendo que el mal es relativo, y por ello, su causa es accidental, y esta es la respuesta a la última objeción. Pero Tomás de Aquino se preocupa mucho en especificar que no es causa de Dios:

Pero no es su causa aquello que es el perfecto y sumo bien, lo cual es claro por una comparación con los agentes naturales, en los que se encuentra un agente universal y un agente particular (…) Pero el bien completo, que es la causa universal de todo bien, no es

Page 85: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

77

causa del defecto de ningún bien, ni siquiera por su ausencia, porque él mismo, en lo que depende de él, siempre está presente y no sufre la alternancia de ausencia y presencia.84

Entonces, cuando hay mal no es causado de Dios porque es algo que surge accidentalmente. Y sin embargo, podríamos decirle a Santo Tomás que aunque no haya sido creado por Dios, sí tiene algo que ver el hecho de que nos hizo a nosotros imperfectos, además, ¿cómo pudimos nosotros haber creado algo accidentalmente? Finalmente en Dios está la causa remota de todas las cosas. ¿Por qué es tan malo decir que Él es causa del mal? En Él está el principio de todo, hasta de lo que existe de manera relativa, porque al final, si no nos hubiera creado, no habría habido mal. Ahora, hablando de un mal natural, ¿no sería contradictorio en sí mismo el término, ya que de hecho el mal es algo no natural? Además, el fuego no tiene malas intenciones, simplemente por ser así causa una privación, entonces no me parece correcto decir que toda corrupción y destrucción es mala, ya que hay cosas que fueron hechas así de manera natural, y si fuera correcto hablar de un mal natural, entonces sí podríamos decir que Dios fue causa de mal directamente, porque hizo al fuego de esa manera. Con respecto a las respuestas a las objeciones, para la tercera objeción, dice Tomás de Aquino que si hay algún defecto en la causa segunda de modo accidental, en cuanto que sale del orden de la causa primera, no es necesario que aquel efecto se reduzca a la causa primera. Entonces Dios no es causa del mal, sin embargo, como dije antes, Dios es causa de todas las cosas, y esto también lo encontramos en la Suma Teológica cuando dice Tomás de Aquino “es necesario afirmar que todo lo que existe de algún modo existe por Dios, porque si se encuentra algo por participación en un ser, necesariamente ha de ser causado en él por aquel a quien esto le corresponde esencialmente”85, y es que si se admite al menos una existencia relativa de algo, ya tiene esa existencia por Él.

84 In II Sent d 34, q 1, a. 3

85 S.Th. I, q. 44, a.1

Page 86: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

78

En conclusión el bien debe de ser causa de mal por el simple hecho de que el mal existe de manera relativa, entonces si no existe por sí mismo, la única manera que exista es por medio del bien. Lo demás que argumenta son modos de que el bien causa el mal, pero ese es el argumento principal. Sin embargo, quedamos con varias cuestiones: Dios no se salva de ser la causa del mal, ya que si se acepta cierta existencia del mal, ello conlleva que Dios le permita y sea principio de su existencia, aunque haya sido causado por causas segundas. Otra cuestión es si Dios causa el mal natural, porque ahí no hay modo que sea accidental, ya que así fueron hechas las cosas.

8 Modo de existencia del mal (In II Sent, d 34, q 1, a 4)

En este artículo Tomás de Aquino se ocupa de cinco objeciones que mantienen que el mal no está en el bien como en su sujeto. En las objeciones el mal se toma como el mal ontológico, el cual es el opuesto del bien, como se argumentó en los primeros artículos. En la primera objeción primero se apela a la autoridad con Dionisio, quien en su De Divinis nominibus afirma que el mal no es existente ni está en un existente; luego se encuentra el siguiente argumento: a) todo bien es existente, b) lo existente no es sujeto del mal, por lo que c) el mal no está en el bien como su sujeto. El segundo argumento en contra es el siguiente: a) el mal se relaciona con el bien como el no ente con el ente, b) el ente no es sujeto del no ente, ya que no se pueden dar simultáneamente, c) por lo que el bien no es sujeto del mal. El tercer argumento es el siguiente: a) ningún contrario es sujeto de su contrario, b) el bien y el mal son contrarios, c) por lo que el bien no es sujeto del mal. En este argumento también se apela a la autoridad, en específico a Aristóteles en Física I.

Page 87: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

79

En el cuarto argumento se toma la posibilidad de que no se puedan aplicar las reglas de los contrarios al bien y el mal, pero esto se resuelve por lo siguiente: a) la primera oposición es la de la afirmación y la negación, por lo que incluyen todos los contrarios; b) la afirmación y la negación no pueden ser verdaderas a la vez, por lo que pasa igual con los demás contrarios; c) el sujeto existe a la vez con aquello de lo que es sujeto, por lo que el bien no puede ser sujeto del mal. Finalmente, el quinto argumento también apela a una autoridad, la cual es Avicena en su Metaphysica: a) dice Avicena que el sujeto es algo en sí mismo completo que proporciona a otro la ocasión de ser; b) por esto podemos decir que aquello que es esencialmente sujeto de algo también es esencialmente causa suya, por lo que c) el bien no es universal y esencialmente sujeto del mal. En los artículos primero, tercero y quinto se termina concluyendo que ni Dionisio, Aristóteles o Avicena aceptarían que el mal es sujeto de bien por distintas razones. Sin embargo, tomando la solución anterior, nos damos cuenta que hay dos tipos de mal: el ontológico y el relativo, aquí se habla del ontológico, el que es el opuesto al bien, y ese, por todo lo que se ha argumentado, se ve claramente que no se puede encontrar en el bien, sin embargo la parte relativa que se define como privación de bien no es eliminada por ninguno de estos argumentos, y puede existir en el bien como su sujeto. Entonces, lo primero que hace Tomas de Aquino es mostrar que como el mal existe, entonces tiene que existir en algo porque no puede existir por sí mismo, dado que se autodestruiría al ser definido en Dionisio como corrupción y destrucción; pero si tiene que existir en algo y Tomás de Aquino tiene claro que el bien y el ser son convertibles, entonces se concluye que el bien tiene que ser sujeto del mal, no ontológicamente, sino porque el ser es bueno, y el mal se encuentra dentro del ser. Además, Aristóteles dice en su Metafísica que el mal no está al margen de lo real, pero estaría al margen de lo real si no estuviera en las cosas, por lo que debe de estar en ellas como en su sujeto. Toda realidad es

Page 88: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

80

buena, ya que por sí mismo el mal no es ninguna cosa, sino una privación. Por lo que el bien es sujeto del mal. Con respecto a la solución, primero hay que recordar que anteriormente se dijo que lo que es malo de modo esencial es una privación, la privación es una negación en la sustancia, es decir, tiene su sujeto en la sustancia. Pero la negación que no determina el sujeto, no se puede llamar privación, sino simple negación. Por eso es necesario que el mal tenga algún ente como sujeto. Sin embargo, hay que especificar que no todo bien puede ser sujeto de mal: - Hay bienes perfectos, y en ellos el mal no puede estar ni puede

pensarse, y éste es el sumo bien (Dios). - Hay bienes que aunque no reúnan toda bondad perfectamente, no le

falten ninguna bondad debida, y esto sucede en los ángeles y los cuerpos celestes. Ellos, según Tomás de Aquino, no pueden ser sujeto de mal, porque no toda carencia de bondad es un mal, sino sólo la carencia de lo debido.

- Hay bienes que tampoco alcanzan toda la perfección y su distancia respecto del sumo bien puede carecer de aquellas cosas que le son debidas naturalmente. Éste es el bien que es sujeto del mal. En este bien se habla de una perfección primera, como forma substancial, y una perfección segunda, cuyo sujeto es el ente completo en acto de su ser primero, este es el que puede tener mal en la privación, hábito o posesión.

Con respecto a las respuestas a las objeciones, como Tomás de Aquino tomó argumentos en contra que consideran al mal como algo ontológico, entonces es fácil refutarlos especificando que el mal es una privación, y por eso es necesario que tenga un sujeto, el cual necesariamente es el bien. Para la tercera objeción, Tomás de Aquino especifica que no cualquier mal contraria a cualquier bien, sino sólo a aquel bien cuya perfección es

Page 89: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

81

privada por el mal. Además el mal no está en aquel bien que se quita por el mal, por ello no hay inconveniente con que el bien sea el sujeto del mal. La oposición del mal al bien es de dos maneras:

1) Según la razón determinada de este bien y de aquel mal: así se toma como lo dicho anteriormente, por lo que el mal no se opone al bien en que está como su sujeto.

2) Según la razón común de ambos: así el mal tomado absolutamente se opone al bien tomado absolutamente. De este modo no se aplica la regla de los lógicos, porque el mal está en el bien. Y es que a algo se le llama “bien” por la perfección en general, y al igual que esto, cualquier perfección de la que esté privada, sigue la razón común de mal. Pero hay veces que algo tiene la primera perfección y está privado de la segunda, y así tiene bien y mal simultáneamente, pero según diversos aspectos. Así se resuelve la cuarta objeción.

Terminando con este artículo, un poco fuera de las argumentaciones, es interesante ver cómo Tomás de Aquino toma las objeciones que lo ayudan a formar su teoría; nos damos cuenta que en cada artículo se dan objeciones que “obligan” a Tomás de Aquino a ir explicando su teoría del mal para ir solucionando cada problema. Ahora, con respecto a este artículo, nos damos cuenta cómo su explicación se especificó en la parte de bien y mal como contrarios, además en el hecho de que sólo en el hombre puede haber mal. Aunque ya en el Génesis se ve cómo también en los ángeles puede haber mal, aunque, no es para sorprenderse, al igual que en san Agustín, Tomás de Aquino ve el mal como algo que sucede sin razón alguna, para él, como vimos en el artículo anterior, en la voluntad se encuentra el poder para dirigirse hacia otro bien que el debido, y esto pasa sin razón alguna. ¿Podría ser que algo llega a aparecer sin causa? Esto lo pregunto con respecto al mal moral, ¿puede ser que queramos ser malvados sin razón alguna? O simplemente las reglas lógicas y los dogmas cristianos se encuentran de tal manera arraigados en la época de nuestro filósofo, que simplemente no hay cupo

Page 90: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

82

para preguntarse acerca de si podría haber algo que nos arrastrara lejos del sumo bien.

9 Consecuencias del mal (In II Sent, d 34, q 1, a 5) En este artículo se argumenta acerca de si el mal puede corromper todo el bien. Cuatro objeciones argumentan a favor de una completa corrupción del bien a causa del mal, pero la tercera “objeción” simplemente busca argumentar que la disminución del bien por el mal no siempre es según la misma proporción, y como no causa problemas, entonces Santo Tomás concede esto. El primer argumento es el siguiente: a) En la Física I, 37 dice que todo lo finito se consume cuando se retira una medida destinada; b) el bien creado es finito; c) entonces se puede consumir totalmente por la multiplicación del mal. El segundo argumento es si se quiere defender que aunque es finito en acto, es infinito en potencia, entonces: a) la cantidad virtual o potencial se mide por el objeto, y el objeto puede tener infinitud según la cantidad continua o cantidad discreta; b) de ninguno de los dos modos se disminuye por el pecado la potencia o la virtualidad del bien natural, ya que, así como el alma antes del pecado era capaz del bien infinito, que es Dios, también es capaz luego del pecado. Y así también antes del pecado, el alma podía ejercer infinitos actos, y también puede ejercerlos después y no por eso se disminuye la potencia de algún acto. C) por lo que la disminución del bien por el mal no se realiza por la cantidad de la virtualidad, y, en consecuencia, una virtualidad infinita no puede excluir la supresión del bien o del mal. El tercer argumento es así: a) Siempre que se da la disminución según la misma proporción, aquello que es suprimido en un segundo momento es menor que aquello que se había suprimido primero; b) un segundo mal no quita menos de bien que el que quitaba el primer mal, ya que puede ser un mal igualmente grande, y el bien ya no es más fuerte para

Page 91: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

83

resistirlo, sino más débil; c) por lo que la disminución del bien por el mal no es siempre según la misma proporción. El cuarto argumento es así: a) El mal corrompe al bien; b) mientras que el mal dure, corrompe continuamente; c) lo que corrompe continuamente conduce finalmente al no-ser; c) por lo que es necesario que el bien se suprima totalmente por el mal. El quinto argumento es el siguiente: a) si el mal disminuye el bien, o disminuye el bien que es su sujeto, o el bien que es su opuesto; b) el mal no disminuye aquel bien que es su sujeto, ya que ningún accidente disminuye su sujeto; c) por lo que se entiende que el mal disminuye aquel bien que se le opone; d) por lo que ya que el bien se suprime del todo porque los opuestos no pueden darse a la vez, parece que el bien se suprime totalmente. En el sed contra Tomás de Aquino argumenta que entre los males el peor es el mal de culpa, y ese no suprime todo el bien. Además si el mal es completo, se autodestruiría, pero el mal que quite el bien completamente, será un mal íntegro, por lo que también se destruiría a sí mismo. Por lo que no puede existir el mal que corrompa absolutamente al bien. Ahora, para hablar de un mal, que ya se había dicho que si es esencialmente, entonces es una privación; se deben de tener tres cosas: - La posesión contraria: de lo cual se sigue un bien que es la perfección

opuesta al mal. - El sujeto de la posesión y de la privación: de lo cual se sigue un bien

que sería el sujeto de la perfección opuesta a ese mal. - La disposición del sujeto para recibir la posesión: de lo cual se sigue

que en el alma hay una disposición para tener la gracia.

Entonces hay que saber que el mal de culpa suprime todo el bien de la gracia, que es su opuesto, pero no quita nada de la misma naturaleza del alma, que es su sujeto, pero sí disminuye su habilidad o disposición.

Page 92: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

84

Ahora, la disminución de esta disposición no se realiza por la eliminación de alguna de sus partes, sino por remisión, la cual se da en cuanto que se aleja más del acto de la misma gracia, pues la potencia es más completa cuanto más cercana esté del acto. Pero esta disposición puede alejarse de su acto indefinidamente, de modo que siempre permanecerá la disposición o habilidad, porque cualquier acto de pecado produce un alejamiento de la gracia. Con esto se responde a la quinta objeción, por eso no podrá haber una completa supresión del bien. El mal no suprime por completo la disposición o habilitación para la gracia, porque ella es causada por los principios de la naturaleza, los cuales la culpa no disminuye ni suprime. Y de igual manera ocurre en la naturaleza, la disposición para el bien permanece, y nunca se suprime por completo el bien. Con respecto a la respuesta a la primera objeción, la disminución del bien se da por alejamiento del mal, no por sustracción. En esta respuesta se nota muy claramente la influencia neo-platónica que tiene Tomás de Aquino de Pseudo-Dionisio y de San Agustín, ya que habla del mal como un alejamiento, y no como lo expone en algún momento Pseudo-Dionisio, quien define el mal como corrupción y destrucción. El problema aquí es que el mal se entiende como alejamiento de Dios cuando se habla de un mal moral, y como corrupción y destrucción cuando se habla de un mal natural, y por la argumentación de la primera objeción, habla Aristóteles de un mal natural, que si se toma así, entonces no aplicaría la respuesta de Tomás de Aquino, porque una corrupción no ocurre porque el ser se encuentre lejos de Dios, porque finalmente las plantas y los animales no actúan de alguna manera para alejarse de él, sino que así son naturalmente. Para la cuarta objeción la respuesta de Tomás de Aquino es simplemente que el mal no corrompe continuamente, sino sólo por alguna causa del bien, entonces no es cierto que el mal vaya a corromper todo el bien.

Page 93: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

85

Extrañamente, cuando se habla de que el mal podría suprimir el bien, Tomás de Aquino salta inmediatamente a la gracia, donde defiende que no hay una supresión completa porque el alma tiene una disposición que nunca se elimina, ya que está en su naturaleza. Sin embargo, autores como Aristóteles u otros antiguos, claramente no hablan de la gracia, ya que no se conocía la religión, y ese tema ya compete a la teología, no a la filosofía. En estos argumentos nos damos cuenta cómo Tomás de Aquino no quiere admitir ni siquiera que algún mal pueda suprimir algún bien cualquiera, porque su ejemplo termina siendo la gracia, elemento que se encuentra en un nivel que muchos prefieren no tocar, ya que no es algo que se pueda argumentar con la sola razón. En este artículo parece que Tomás de Aquino lo que busca es demostrarnos que el mal no puede dominarnos por completo, y siempre podremos encontrar el bien, porque así está dispuesto en nuestra alma. Sin embargo esta discusión ya se vuelve más teológica que filosófica y eso hace que se pierda a varios autores en el camino, los cuales no pueden hablar de temas de cristianismo, por ser ajenos a esa realidad. En conclusión, el mal necesita del bien para existir, por ello se defiende que el mal se encuentra en el bien como su sujeto, y por tanto no puede corromperlo del todo, porque sin él no existiría, y además el bien es causa del mal, aunque accidentalmente. Todo se sigue del hecho de que el mal es definido como privación del bien debido. Este último artículo fue uno más teológico ya que se argumentó basándose en los efectos de la gracia en el hombre, y así generalizándolo a la humanidad. Sin embargo, eso no es algo que se descubra sin el conocimiento de la revelación, por lo que no me parece que sea la mejor manera de defender la no corruptibilidad del bien por el mal. En todo este análisis de los artículos de Tomás de Aquino podemos formar una concreta teoría del mal: En el primer artículo se asigna el modo de ser del mal, el cual es, un ente que existe como verdad de la proposición, al ser definido como privación. Por lo que desde el inicio se niega la existencia ontológica del mal, principalmente porque el mal es corrupción y destrucción, entonces por sí mismo no podría existir porque se autodestruiría. Además se justifica su existencia porque así el

Page 94: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

86

mundo es más bello, se ven diferencias en los entes, y no habría un orden jerárquico. Ahora, el mal se dice de modo esencial cuando es una privación de perfección, y de modo accidental cuando es un mal tomado en concreto. Es tomado como un género de modo común, porque cada género tiene su parte positiva y su parte negativa. No tiene una naturaleza porque no es algo que actúa ni es algo positivo. Sin embargo, aunque no tiene naturaleza, ni es algo positivo, como existe, entonces tiene que tener una causa, y ella es un bien, pero no Dios, sino un bien que lo causó accidentalmente. Se divide en mal de culpa (mal moral) y mal natural. Se encuentra el mal en el bien como su sujeto, pero es importante especificar que no en cualquier bien, sino sólo en el hombre. El mal se opone a un bien, pero que no es su sujeto, porque está en él accidentalmente, y no puede destruir completamente el bien. Cada artículo tiene sus propios problemas, pero esto lo abordaremos de manera más ordenada en el siguiente capítulo.

Page 95: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

87

Capítulo 3

Crítica al análisis del mal en Tomás de Aquino

“Quien cree conocer el principio del bien sin el del mal se encuentra en el mayor de los errores,

pues, como en la poesía de Dante, también en la filosofía el camino

va hacia el cielo sólo a través del abismo”86 F. W. J. Schelling.

El problema del mal se aborda en esta tesis desde tres enfoques: la causa eficiente, en donde se busca el autor del mal, la causa final, en donde se pregunta por la finalidad que tiene el mal en el mundo, y por último con respecto a las condiciones de posibilidad que son las que permiten que haya mal en el mundo. Desde estos tres enfoques hago críticas a los distintos intentos de solución. El problema del mal se plantea desde la teodicea; considerando las premisas de un Dios bueno, omnipotente y omnisciente parece algo contradictorio al hecho que exista el mal. El problema con la teodicea lo abordaré más adelante, pero por ahora con respecto a este problema, me pregunto si Tomás de Aquino logró solucionarlo en los artículos que acabamos de analizar, y me doy cuenta que en efecto no lo solucionó completamente, al menos no desde la perspectiva que yo buscaba. Creo que sus argumentos están dirigidos a construir una teoría apologética de Dios, en donde lo importante era no adjudicarle a Dios el problema de la existencia del mal, pero sin negar la existencia de ambos, por lo que logra mostrar un modo en el que el mal y Dios podrían existir. Lo que le interesa a Tomás de Aquino es mostrar esta posibilidad tan extraña de que exista un Dios bueno y que el mal se encuentre en su obra. Pero en realidad, al menos en estos pasajes, no resuelve el problema del porqué

86 Philosophie und Religion en Werke, Herausg. von Manfred Schroter, Munchen, 1965, tomo III, pag. 33.

Page 96: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

88

del mal si Dios es alguien absolutamente bueno, omnisciente y omnipotente. Si se argumenta a favor de la libertad, entonces caemos en el hecho de que el mal es bueno, porque nos da opciones, y se tendría que argumentar a favor de una cierta “bondad” en el mal, ya que existe para algo, además se tendría que argumentar que sí tiene cierta naturaleza, cosa que Tomás de Aquino niega en la distinción analizada, además que tendríamos que aceptar cierto mal en Dios, como lo propone Schelling, ya que el mal sería parte de la libertad que claramente Dios tiene. Entiendo que Tomás de Aquino no resuelva todos los problemas, en especial uno tan complicado como el del mal, sin embargo, ¿podría ser la teoría de privación la mejor opción para explicar este problema87? La definición de mal como privación parece un intento de hablar de un justo medio entre que el mal es una ilusión y el mal es real. Este hecho, como dije anteriormente, parece sólo un intento para evitar traer a Dios al tribunal, para terminar atribuyéndole cierto mal, o al mal cierto bien por haber sido creado. Sin embargo, es claro que Dios es causa primera de todas cosas, entonces finalmente no hay escapatoria para que se le tenga que llamar a justificar el porqué de la existencia del mal. Pero exactamente ¿qué es privación? Es un cierto no ser, pero que es considerado como una existencia. Aquí radica un segundo problema, porque aunque para Pseudo-Dionisio y Tomás de Aquino es muy claro que sí existe pero de manera accidental, y aunque se habla de un existente, no se acepta para él una causa de su existencia, pero luego se justifica una causa defectiva, porque sólo se apela a que el sujeto es un bien, y él es el que lo causa por su imperfección, pero no se entiende exactamente de qué manera aparece; y por otro lado aunque exista, no 87 Reconozco que es algo injusto de mi parte juzgar la teoría del mal de Tomás de Aquino desde la filosofía cuando estoy tomando una obra que es un comentario a un libro de teología como son las Sentencias de Pedro Lombardo, pero dada la falta de obras filosóficas que tratan del mal en Tomás de Aquino, y debido a que él usa a la filosofía como ayuda para defender y explicar el texto de Pedro Lombardo, tomé este comentario para estudiar el tema en Tomás de Aquino. Luego de este breve comentario, quiero advertir que la crítica de la teoría de mal como privación la hago desde la filosofía, queriendo encontrar una explicación completa de la existencia del mal, mientras que Tomás de Aquino busca explicar el mal en relación a un Dios bueno, no necesariamente para explicar la existencia en el mundo.

Page 97: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

89

se acepta para él una naturaleza, porque “sólo existe accidentalmente”, y por ello no se puede decir que es bueno. No obstante, en un artículo Tomás de Aquino apela a Dionisio para justificar la presencia del mal al decir que existe porque de esa manera hay orden entre los seres. Y esto mismo lo dice san Agustín, aunque para él el mal tampoco tiene una causa definida, justamente porque si tuviera una causa de ser, entonces sería bueno. Entonces vemos que para ambos autores termina teniendo un fin, y si tiene este fin bueno, entonces ¿por qué no podría tener una causa? Parece que el mal aparece de manera accidentada, pero como ambos autores cristianos no pueden aceptar su presencia sin dar respuesta a un porqué de su existencia, apelan a que el mal es bueno porque ayuda a dar un orden entre los seres, ya que si esta noción es definida como una “privación de un bien debido”, y la jerarquía de los seres se logra asignar de acuerdo a los grados de perfección, entonces de acuerdo a la cantidad de mal que tenga cierto ser, se le asignará su posición en el orden entre los seres. Y entonces ¿se termina afirmando un fin bueno al mal? Si esto fuera así, entonces el mal terminaría siendo de algún modo necesario. Nos damos cuenta que hay un continuo problema al abordar este tema, y es que los autores se resguardan en el hecho de que el mal, por ser algo no-bueno, no puede tener causa, no puede tener naturaleza, no puede estar en acto, no puede hacer nada, porque todo lo hace el ser que es bueno. En capítulos anteriores vimos que desde la Edad Media se entendió el ser como convertible con lo bueno, y por ello parece ser que todo lo que se le puede asignar a un ser, no se le puede asignar al mal porque es un no-ser, y el mal debe de ser esto, porque si fuera un “ser”, entonces sería algo bueno, siguiendo la doctrina de bien como trascendental. Entonces, el ser tiene naturaleza, tiene causa, tiene fin, tiene un porqué, y como contraparte, el no-ser no tiene nada de eso, es lo que los autores como san Agustín buscan afirmar. Y a pesar de todo el mal existe, el mal se encuentra ahí, y lo experimentamos diariamente. Si el mal no puede actuar, no tiene causa, no tiene fin, ni nada, ¿cómo se podría hablar de él? ¿Por qué nos habríamos dado cuenta de su existencia si en realidad no existe, es sólo “algo que le falta al ser”,

Page 98: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

90

porque cualquier existente tiene su justificación en Dios? ¿Cómo nos habríamos percatado de su existencia si no fuera por lo mucho que nos afecta, y por la manera en que actúa en nosotros y en la naturaleza? Los autores como san Agustín y Tomás de Aquino se enfrentan con una cierta aporía: el mal es un no-ser, porque el mal es lo contrario al bien, entonces no puede ser un ente existente por sí mismo; sin embargo existe de alguna manera, entonces se le tiene que asignar una cierta causa y un cierto fin; pero al intentar hacerlo de nuevo nos percatamos de que es un no-ser, por lo que es claro que no podría tener una naturaleza y una causa de ser. ¿Entonces qué es lo que se puede decir del mal? La doctrina cristiana, que es la que sigue nuestro autor, parece no ser suficiente al hablar del mal; a la pregunta de ¿hasta cuándo? Y ¿por qué? La justificación sobre el origen del mal en el cristianismo sólo desplaza la queja del suplicante a un ámbito de un universo donde como un solo hombre causa el pecado original, entonces todos deben de pagar por ello porque así es la vida, e inevitablemente así nos tocó el castigo. Pero esto deja sin respuesta a la pregunta de ¿por qué yo? El hecho de que a todos se nos castigue por los pecados de uno no parece muy justo frente a un Dios que es misericordioso y absolutamente bueno. Nos encontramos lamentándonos, y quejándonos con Dios por el mismo hecho de que lo creemos bueno y omnipotente, de manera que podría liberarnos del dolor cuando él quisiera. El cristianismo debería de darnos una respuesta a cada uno para entender el dolor que nos causa el mal en el mundo, y aquí hablo no sólo del mal moral que causa el hombre, sino también el mal natural que sufre el hombre por la naturaleza. Por ello parece que la religión no termina dando una respuesta que calme el anhelo de esperanza en el hombre. Nos dice que el mal no da la última palabra, que no es el final, que tenemos que luchar y aprender de él, pero finalmente no nos dice por qué nos ocurre a cada uno algo mucho peor que a nuestro prójimo, ni por qué se encuentra en el mundo y nos afecta todos los días.

Page 99: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

91

Como dije antes, la primera respuesta que da la doctrina cristiana, es la de retribución, en donde todo sufrimiento es merecido porque es el castigo por un pecado individual o colectivo, conocido o desconocido. En san Agustín se da esta visión, para él todo pecado es castigo o retribución, pero nos damos cuenta que el reparto de los males no es tan arbitrario, y que hay veces que alguien sufre más de lo que puede soportar. Tomemos por ejemplo el libro de Job, en él no hay concordancia entre el mal moral y el mal de sufrimiento, así que no podríamos hablar de que está teniendo una retribución por algo que hizo, y además le ocurrieron demasiados males sólo a él para pensar que los castigos son arbitrarios. La doctrina cristiana afirma la teoría de mal como privación. En nuestra vida diaria sí vemos el mal como la falta de algún bien, como por ejemplo cuando nos enfermamos sabemos que deberíamos estar sanos, por eso rápidamente buscamos a un médico o una medicina que nos ayude a volver a estar sanos como siempre. Con esto nos damos cuenta que tiene mucho sentido la definición de Tomás de Aquino de mal como privación, porque para él es muy claro que el hombre busca su perfección, y si el mal es eso que evita su perfección, entonces el mal es privarnos de uno o muchos bienes que naturalmente deberíamos de tener, ya que todo ser tiende a eso. Sin embargo en su teoría de mal encontramos varios problemas y limitaciones. Primero: es un problema que esta teoría se encuentre fundada en la premisa de la convertibilidad de bien con el ser, porque ésta sola columna es la que sostiene toda la teoría. Si no se admite que todo ser es bueno, entonces no se puede sostener la teoría de mal como privación, tal vez sí al hablar del mal relativo, como ejemplificamos anteriormente, pero no al hablar del mal ontológico, que finalmente es el importante para la tesis. En segundo lugar, si consideramos males como la ceguera, la cojera, o la enfermedad; sí se podría aceptar el hecho de que el mal es privación, pero con cosas como el dolor o el sufrimiento no podemos hablar tan fácilmente de que eso sea en efecto una privación, porque lo sentimos, no es una ilusión, no es una simple ausencia de algo que debería estar ahí, sino que el dolor es algo positivo, algo que podría matarnos si tiene la suficiente intensidad. El dolor tiene una naturaleza real, y esa maldad

Page 100: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

92

fluye desde su naturaleza de ser dolor, no de ser la ausencia de algo. ¿Cómo puede algo que solo tiene una existencia en la verdad de la proposición, causar tantos problemas? ¿Cómo puede un no-ser, ser la causa de muchos problemas? Por otra parte, esta definición de mal tiene repercusiones extrañas88: siguiendo su lógica, no sería un mal si toda una especie estuviera en un permanente estado de dolor, ya que eso se volvería característico de la especie. El problema que se ve en este ejemplo, es que no puede decir exactamente qué es lo característico del hombre, o de alguna especie, porque es característico de algunos tener ciertas discapacidades, es característico de otros el no ver; de hecho hay muy pocas personas, o tal vez ninguna que satisfagan una condición de estricta “normalidad” médica. No podríamos pensar que es malo que un hombre muera a los 90 o 100 años, porque es característico de los hombres el morir a esa edad, entonces ¿se soluciona realmente el problema? Lo característico del hombre es que muere a cualquier edad; ¿cómo podemos preguntarnos el por qué alguien murió a los 18, 50, 80 años? No se puede decir que una edad es la “natural” para que un ser humano muera, porque entonces no se aceptaría el universo como es para el hombre; y lo mismo de las enfermedades, las discapacidades u otras maldades que son vistas como imperfectas. Entonces ¿acaso Tomás de Aquino tendrá algún manual para saber lo que hay en la naturaleza de cada ser para así poder ver precisamente qué tanto mal natural o moral hay en nosotros? La argumentación de Tomás de Aquino suena bastante consistente y factible cuando se encuentra en el ámbito de lo especulativo, sin embargo, cuando se ve ya hacia el ser que sufre ese mal, y se aplica la teoría a la práctica, entonces nos damos cuenta que hay muchas preguntas al respecto, que podrían causar que esa teoría resulte muy problemática. El hecho de que el mal no es sólo privación se ve claro en toda esta crítica. Siguiendo con este problema de la doctrina, inevitablemente se llega a Dios. Esta definición de mal hace que nos preguntemos por qué un Dios 88 Esta crítica a la definición de mal en Tomás de Aquino la hace George D., “Chryssides en Evil and the Problem of God. Religious Studies”, Vol. 23, No. 4 (Diciembre 1987) pp. 467-475.

Page 101: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

93

que es bueno decide privarnos de bien, y además, ¿por qué usaría el mal para llegar a la última perfección? El hombre se caracteriza por ser una persona que se va perfeccionando a través de su vida, y esto sucede así porque no tiene todo el bien que debería de tener, y entonces, comienza su vida privado de los bienes que naturalmente merece. Si esto es así, entonces ¿por qué Dios nos crea defectuosos desde el inicio? Con esto se llega a la cuestión de si Dios quiere la maldad; porque si el mal ayuda al orden del mundo, como dice san Agustín y Pseudo-Dionisio, entonces podríamos decir que es algo bueno, y si es bueno, Dios lo quiere. A esto Tomás responde que el mal se ordena al bien pero sólo accidentalmente, y Dios quiere las cosas por un bien esencial. Pero no tenemos que hablar de dos extremos, o Dios quiere el mal y no es absolutamente bueno, o Dios no puede quitar el mal y no es absolutamente poderoso. Hay una opción en medio y es que Dios permite el mal, pero eso no significa que lo quiera. Podría decirse que como Dios puede evitar el mal y no hace nada, entonces es malo de alguna manera, ya que a nosotros se nos culpa cuando podemos hacer algo para evitar el mal y no lo hacemos, como por ejemplo si Pedro ve que Juan se está ahogando y él puede hacer algo para salvarlo, pero como le conviene que Juan muera porque así le tocará a él tener una gran herencia, entonces decide dejar que muera ahogado; sin embargo para explicar lo que hace Dios tomaré un ejemplo que toman Menssen y Sullivan89: Imaginen que un niño pequeño ha estado tomando dinero del bolso de su madre, y su madre sabe que esto ha estado pasando. Ella ha estado hablando en la cena acerca del robo y del bien común; ha comentado también acerca de la necesidad de honestidad y la confianza dentro de la familia- todo esto resultando inútil. Ella pregunta a su hijo directamente si ha estado tomando dinero, y él niega ser culpable. Poco después, ella va bajando las escaleras hacia la sala cuando ve a su hijo tomando la bolsa que ella había dejado

89 El análisis acerca de si Dios quiere el mal, se ve analizado en el artículo de Sandra L. Menssen y Thomas D. Sullivan. Does God Will Evil?. The Monist, Vol. 80, No. 4, Analytical Thomism (octubre 1997), pp. 598-610.

Page 102: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

94

encima del librero. Ella se detiene, en silencio, en las escaleras. El niño abre la bolsa, toma dos dólares y cierra la bolsa. Solo en ese momento ella lo llama y lo obliga a confrontar lo que hizo, lo que hace posible una discusión seria acerca de la mentira y el robo, de la confianza y el perdón. Por un lado se podría decir que la madre llevó al hijo a la tentación porque no tomó precauciones en esconder su bolsa; y que fue mala al quedarse en silencio dejando que él robara. Pero esto ella no lo hace para que su hijo robe, no quiere que su hijo haga algo malo, aunque sabe que es muy probable que lo haga. Ella deja el dinero en su bolsa y ve secretamente para que si es que su hijo de manera completamente libre elige hacer algo malo, entonces será descubierto y forzado a enfrentar las consecuencias. Luego de esto, alguien podría objetar ¿entonces Dios prefiere quedarse sin intervenir en la naturaleza? ¿No nos cuidaba? ¿No era bueno con nosotros? Hay que entender que hay muchos costos que se pagarían si Dios interviniera siempre que algo malo va a suceder, como ejemplo está el que se evitaría un bien moral que se podría obtener si alguien actúa mal, además si siempre interviniera en el orden natural, sería imposible entender ese orden natural, no podríamos hacer predicciones ni planes porque cambia dependiendo si Dios quiere intervenir o no; por eso hay que dejar claro que Dios no podría intervenir en este sistema que ya tiene reglas; no podríamos apreciar el significado de nuestras decisiones morales si Dios siempre las evitara; nunca aprenderíamos a ser buenos, y nunca entenderíamos que hay que enfrentar lo que hacemos. En el cristianismo buscamos un Dios que sea como un padre que solucione nuestra vida en todos los sentidos, que nos defienda del mal, que siempre nos tenga sanos y felices, pero no nos damos cuenta que esto no necesariamente es así. Se objeta con el mal hacia un Dios bueno, porque queremos que elimine todo ese mal, pero ¿qué pasaría con nuestra libertad? El hombre no sabe lo que quiere, acepta con mucho gusto su libertad, pero por otra parte quiere que Dios no deje que otros sean libres, quiere que elimine ese mal que hacen los hombres. No nos

Page 103: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

95

damos cuenta que el mal se encuentra en nosotros mezclado con el bien, no es algo que se pueda eliminar, sin afectarnos a nosotros. Por ello esta objeción no es una que tomé en la tesis, porque me parece absurda, no podemos reclamar a Dios que quite el mal, porque ya se encuentra aquí, la cuestión es ¿por qué esta el mal aquí? Y no me limito a la libertad, sino que mi pregunta va más allá, el mal es algo que tiene una fuerza que nos atrae, es algo que se opone a la perfección, a la actualidad, al bien, es algo anterior a la libertad, es algo que nos hizo usar nuestra libertad de manera equivocada, por eso lo veo como algo distinto a una simple privación de bien. Luego de todas estas preguntas, nos damos cuenta de la verdad en las palabras de Ricoeur90 en su breve conferencia sobre el mal: Hay un gran precio que se debe de pagar si se quiere conservar una coherencia de la doctrina. Esto se ve claramente cuando Tomás de Aquino tiene que hacer especificaciones sobre cómo las cosas operan de manera distinta cuando se habla del mal, como por ejemplo que es una cosa que fue de cierta manera “originaria” en el hombre, por lo que aunque no podemos crear nada, sí podemos originar un cierto “no-ser”, y ¿por qué debería de haber problemas al buscar ordenar este tema junto con el resto del orden del mundo si es parte de un hermoso y perfecto sistema? Es claro que el mal no cabe en un sistema, porque llega a destruir todo, a corromper todo, a eliminar todo; entonces ¿cómo ordenarlo si se define como desorden? Necesariamente nos salimos de una coherencia, por lo que la teodicea sistemática se mete en muchos problemas al abordar este tema, y esto se muestra en el análisis que hice anteriormente de los artículos en la disertación. Por otra parte, con respecto al sufrimiento, Ricoeur se da cuenta que para hacer creíble la idea de que el sufrimiento es retribución del pecado (siendo esta la manera en la que san Agustín lo explica), se le debe de atribuir una dimensión supraindividual histórica y genérica. Se debe de

90 Paul Ricoeur, El mal: un desafío a la filosofía y a la teología (Argentina: Amorrortu, 2006) Traducción de Irene Agoff. Se toma este texto porque Ricoeur critica la búsqueda de sistematización en el tema del mal que busca san Agustín. Esta crítica me pareció muy pertinente para lo que le critico a la teodicea sistemática.

Page 104: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

96

asignar lo mismo a toda la humanidad, un castigo universal, porque todos representan a Adán de alguna manera. ¿Así como se podría defender que el individuo hace su propio camino a su perfección? Si se admite que el pecado original, el cual causa nuestra inclinación hacia el mal, es algo que se transmite de alguna manera de generación en generación, y hay una imputación individual por la culpa, entonces no se podría hablar de una justicia, y se perdería la libertad del individuo en el hecho de que no logra escapar de ese castigo. Parece ser que cualquier intento de respuesta para algún subtema del mal conlleva muchas más preguntas, pero lo que quiero mostrar con esto es que no tenemos que temer desviarnos de la doctrina, porque si sólo buscamos mantenernos en ella, nos cerramos a muchos otros caminos donde tal vez se encuentre la verdad. Eso es lo que se extraña de un pensador tan importante como Tomás de Aquino, que debido a su contexto no podía ni quería salirse de la doctrina; pero esto cierra muchos otros caminos que se podrían explorar para intentar explicar el problema del mal. Ahora, si afirmamos que el mal es privación, entonces la privación, siendo un no-ser, es una potencia superior a cada potencia individual y a cada volición singular, porque de acuerdo con lo dicho anteriormente, parece que el pecado original causa que todos tengamos una tendencia al mal, y además es algo de lo que no podemos escapar aunque queramos porque es algo originario que afecta a toda la especie, y eso aunque no exista ontológicamente y sólo se encuentre en nosotros como una negación relativa, como es explicado el ser de la privación. Entonces volvemos a la pregunta de ¿cómo puede ser que algo que no-es, sea superior a nuestra voluntad? Porque aunque no exista, nos jala hacia él, nos hace caer, siendo que sólo debería de ser un defecto y no debería de poder actuar por sí mismo. Además, siguiendo esta doctrina, se nos termina quitando responsabilidad ya que por algo mucho más anterior a nosotros (pecado original), tenemos este sufrimiento y este mal, por lo que se tendría que pensar dos veces antes de admitir que hay un castigo universal por el error de uno solo.

Page 105: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

97

G. Stanley Kane91 en su artículo Evil and Privation da dos razones fundamentales para negar la verdad de la teoría de la privación, la primera es la experiencia sensible: afirma que cuando sentimos dolor, no puede ser una simple privación de una sensación buena, ya que no es algo que parece inexistente, sino que es algo nuevo, no es un simple dejar de sentir como cuando se usa anestesia, es una experiencia que afecta al cuerpo. De manera que se admite la insuficiencia de la definición de mal como privatio boni debiti debido a que no es una explicación a todo tipo de sufrimiento, ni hace sentido en todo tipo de males que se presentan. En segundo lugar habla del mal moral: es distinto cuando nos quedamos sin hacer nada, debido a la falta de amor que le tenemos al otro, que cuando matamos a alguien más; aunque ambos pueden verse como falta de amor, no pueden ser vistos como acciones iguales. Entonces debido al mal físico y al mal moral, no se acepta la teoría de mal como privación.

Otro argumento que da este autor, que se une a la teoría agustiniana, es que si no existe el mal, entonces finalmente todos los actos son buenos de alguna manera. Sin embargo nos damos cuenta que hay veces que actuamos por pura maldad, por lo que no podríamos decir que todos los actos son buenos, ya que se eliminaría de cierta manera la ética, debido a que sólo se podría hablar de grados de bien, cuando se ve en todo el mundo como el hombre puede hacer infinidad de atrocidades a sí mismo y al mundo gracias al cual vive.

Con esto parece que se niega la teoría de la privación, además se afirma la necesidad de a declarar a la libertad como una capacidad de bien y mal, sin embargo aquí solo comienzan los problemas, ya que si es una capacidad para el mal, entonces no se puede derivar de Dios que de acuerdo a los axiomas puestos al inicio del primer capítulo. Él es un ser perfecto, omnipotente, y bueno, con la afirmación de la libertad, se afirma la existencia del mal, entonces necesariamente tiene una raíz independiente de Dios, en el cual sólo hay bondad y perfección. Esto lo retomará Schelling para dar su propia teoría del mal acorde con una libertad que es definida como capacidad de bien y mal.

91 Cf. G. Stanley Kane. “Evil and Privation”, International Journal for Philosophy of Religion. 11 (1980) 43-58.

Page 106: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

98

Luego de todo lo dicho hasta ahora, es claro que es difícil descubrir la naturaleza del mal. Tomás de Aquino y san Agustín se liberan del problema porque el hecho de decir que es un no-ser, implica que no tiene naturaleza, y entonces no se tiene que descubrir el porqué de su existencia, porque en sí mismo no existe. ¡Pero en realidad ese es el único hecho por el que se ha estudiado tanto! Los estudiosos del tema se interesan por él porque se dan cuenta que es algo que no tendría por qué estar ahí, y sin embargo ahí está. Y si nos damos cuenta que ahí está es porque algo hace, algo provoca, algo causa en el mundo que hace que nos demos cuenta que es algo que no debería de estar ahí. Y si actúa, si muestra que está ahí, es porque tiene una naturaleza, y esto es algo que se encuentra fuera de lo que puede analizar Tomás de Aquino, porque siguiendo sus premisas aristotélicas, y siguiendo el hecho de que “todo ser es bueno”, entonces se quita toda posibilidad de que el mal pueda tener una naturaleza, que pueda actuar, porque si tiene una naturaleza y se acepta que “es” algo, entonces se corre el riesgo de asignar a Dios la creación de algo que va contra él. Sin embargo luego se argumenta a favor de que el mal lleva a un bien, por lo que en realidad tiene algo de bueno, pero ¿cómo puede haber algo bueno que no fue hecho por Dios sino accidentalmente por nosotros? Aquí el hecho es este, tanto Tomás de Aquino, como los demás defensores de Dios, pueden fácilmente presentar matices sobre los que el mal sí es un ser, pero no lo es, por lo que se logra de alguna manera aceptar su presencia limitándolo a ser algo del ser. Ahora, verifiquemos esta premisa “es algo del ser”, ¿en realidad el accidente no puede tener alguna naturaleza? Porque no es cualquier accidente como el color, o el tamaño, no puede ser reducido a algo tan superficial como eso, porque causa en nosotros un sentimiento, específicamente un sufrimiento. Claro que el sufrimiento no puede estar en otro que no sea el sujeto que puede sufrir, o que el desorden no puede presentarse en otra cosa que en el ser, o que el dolor no puede estar en otro que en el ser que puede sufrir, así que no dudo del hecho de que se encuentre en otro; pero si afirmamos esto, entonces también el bien se tendría que afirmar de esta manera. ¿Podría el bien existir, si no es en alguien? El bien es un principio que es igual, o tal vez un poco menos, complicado de tratar como el mal, pero también se le podrían

Page 107: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

99

hacer sus matices, como el hecho de que no puede existir por sí mismo, sino en algo. El bien y el mal son cosas que se encuentran en los seres, nos damos cuenta que son acepciones que damos a hechos, a tendencias, a pasiones que tenemos los hombres, y que vemos en el mundo. El hecho está en que Dios es bueno y sólo hace cosas buenas, por lo que el mal no pudo haber sido hecho por él. Con respecto a la causa del mal, encontramos cierta contradicción en san Agustín y Tomás de Aquino, porque en primera instancia la causa del mal es la libertad que da Dios, pero por otra parte no puede haber una causa de mal porque si la hubiera entonces sería algo con naturaleza, finalidad y existencia real.. En ambos autores se argumenta a favor de una causa defectiva, porque la voluntad del hombre puede hacer cosas sin tener razones para ello, es decir que el hombre pudo haber elegido el mal, aunque supiera que ello era algo que lo alejaría de la perfección, la libertad nos lleva a poder elegir aunque no tengamos razones suficientes para hacer lo que hacemos, y por ello para Tomás de Aquino y san Agustín no es algo ilógico pensar que del hombre surge el mal. Creo que no se podría hablar de un mal como un no-ser cuando podemos notar cada uno en lo que hacemos, que es más fácil caer en lo malo que en lo bueno, en el vicio que en la virtud, en lo que nos hace peores que en lo que nos hace mejores. ¿Podría una cierta nada hacer algo así? Parece que tendemos más hacia lo malo que lo bueno, a pesar de que el mal es una nada, así que parecería que la nada tiene más fuerza que el bien, si es que puede ser llamada así la tentación. Hay algo en el universo que hace que queramos retraernos a nosotros mismos, algo que hace que queramos alejarnos de Dios, en vez de naturalmente acercarnos a Él. Ahora, podemos discutir el hecho de que la voluntad no necesita razones, sin embargo, el hecho de que nos alejemos de lo bueno que es lo que eventualmente nos lleva a la felicidad, y que mejor busquemos lo malo, que es lo que nos alejará de nuestra perfección parece ser algo que no puede ser solucionado tan fácilmente como decir “la voluntad no necesita causa de su movimiento”; y aquí llegamos a otra pregunta acerca del tratamiento del mal: ¿por qué buscamos el mal y no el bien? San Agustín propone que el orgullo se apoderó de nosotros y de los

Page 108: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

100

primeros ángeles por lo que cometimos el primer pecado, y bien podríamos hablar acerca de los vicios que tenemos y las imperfecciones que tenemos por las cuales tuvimos ese orgullo y ese amor propio que nos causó alejarnos de Dios. Pero a mí no me parece razón suficiente el decir que la voluntad no necesita causa para su actuar, tal vez cuando queremos decidir si levantamos la mano o no estando viendo la televisión, o haciendo otra cosa sin importancia, podemos argumentar que eso no tiene por qué tener causa, porque lo hacemos simplemente porque sí. Pero en acciones como robar o no robar, asesinar o no asesinar, mentir o decir la verdad, son acciones que necesitan al menos un poco de reflexión para decidir si afectar al otro o no. Y es que el tema del mal es uno sobre el afectar al otro, es un tema de relaciones entre personas, entre Dios y nosotros, y entre un hombre y otro. Esta indicación es importante que la hagamos notar, porque de esta manera se entiende que no se pueda sistematizar el tema del mal, un hecho que se abordará un poco más adelante. San Agustín debería de intentar responder al hecho de que algo hizo que el hombre o los primeros ángeles decidieran amarse más a sí mismos que a Dios, siendo que Él es toda la bondad, y el mal es simple privación. ¿Qué es eso que nos hace elegir a algo que no es Dios? ¿Qué es eso que parece que nos atrae demasiado, tanto que es más fácil para nosotros ser viciosos que ser virtuosos? Incluso Agustín no puede negar esta fuerza, siendo que él la experimentó al máximo en su juventud, se daba cuenta que a veces quería hacer el mal por el mal, no porque quisiera algo bueno y simplemente se equivocara. Y aun así termina olvidando todo esto que experimentó para decir que el hombre busca el bien, y el mal es sólo buscar el amor y la verdad en otra cosa que no sea Dios. Me parece que los autores cristianos muchas veces se enfocan tanto en explicar todo con respecto a Dios que no se dan cuenta que no siempre nuestras acciones tienen que ver con Él, no siempre buscamos la verdad y el amor, el hombre, aunque quiera ser definido como a imagen de Dios, es una creatura muy diferente a Él, por lo que explicaciones como que el hombre sólo busca el bien, porque buscamos perfección no terminan siendo explicaciones suficientes para temas como el mal o la libertad.

Page 109: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

101

Ahora, con respecto al bien que tiene el mal, vemos que lo que Tomás de Aquino considera “mal” sí ayuda a la naturaleza, porque se necesita a la corrupción y la destrucción para que haya generación. Sin embargo, con esto no estoy afirmando que el mal es bueno, porque ya se argumentó contra esa objeción en los artículos que analizamos anteriormente, simplemente hay que denotar el hecho de que el mal ayuda de cierta forma al bien. Por otra parte, en nosotros, al tener un proceso de perfeccionamiento, también el mal actúa como algo necesario, porque hace que nos esforcemos para llegar a Dios, y así obtener la felicidad como un premio por haber elegido el bien y no el mal. Esta es una discusión interesante, porque autores como Schelling, han argumentado a favor de un mal como felix culpa gracias al cual logramos hacer la transición desde un estado de naturaleza a un estado de razón, en donde logramos actualizar nuestra libertad, y logramos desarrollar nuestra razón. ¿Podríamos imaginarnos un perfeccionamiento sin el mal? Parece ser que nuestro destino resulta ser un continuo conocimiento, un perfeccionamiento que logramos obtener cuando no elegimos el mal sino el bien. Esto podría hacer que nos preguntáramos si el mal no es algo bueno para nosotros a fin de cuentas. Se puede ver de las dos maneras:

• El mal como un algo causado por el hombre debido al mal uso de su libertad, por lo que es un problema en el que nosotros nos metimos, y Dios nos castiga por ello. Sin embargo, Dios consigue sacar bondad de la maldad.

• El mal como un sufrimiento que no debería de suceder porque afecta a personas de manera poco arbitraria.

Para la teodicea agustiniana el mal se considera en la primera opción, porque una justificación completamente aceptable para aceptar la existencia del mal y la existencia de un Dios omnipotente, omnisciente y absolutamente bueno, es el decir que es nuestra culpa por nuestro mal uso de libertad, pero hay un beneficio mucho mayor que viene luego de un sufrimiento menor. Se argumenta que Dios permite el sufrimiento

Page 110: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

102

porque hay el mal traerá un beneficio que vence al sufrimiento, sin embargo esto puede parecer algo contradictorio. ¿Cómo podríamos conseguir algo, luego de perder algo, si es que el mal se entiende como privación? Si esto es verdad podríamos afirmar entonces que nuestra vida es un caminar a ciegas, en donde por culpa de un primer pecado, todos tenemos que sufrir inevitablemente, además sufrimos porque Dios nos traerá un mayor beneficio desde ese sufrimiento, pero no tenemos nada que decir al respecto, porque no sabemos exactamente qué es lo mejor para nosotros; entonces sólo tenemos que seguir y confiar en Dios siempre, porque nos hace sufrir de esa manera porque esa nada que es el mal, nos llevará a algo bueno. Entonces sí, parece que el mal es algo bueno, al final de cuentas, y si es así, entonces no debería de haber tanta dificultad en admitir que es un ser creado por Dios. Sin embargo visto en sí mismo, el mal se define como lo contrario al bien, entonces ¿cómo podría ser que lo contrario al bien llevara a un bien? El ser o es bueno o es malo, no puede ser que algo que vaya en contra del bien, finalmente resulte en algo mayor y mejor que él, va en contra con el hecho de que de lo peor no puede surgir lo mejor; pero también, el hecho de que el mal tiene tantos matices, tal vez resulte en el afirmar que como es algo “fuera del plan” no tiene el mismo modo de actuar que los otros seres, entonces de él sí puede salir lo mejor. Pero ¿podría hablarse de un mal necesario? Eso contradeciría la misma noción de “mal”, porque es considerado como algo accidental y como una nada que se encuentra en el ser por un error. Y si no es un error, nos terminamos enfrentando con el hecho de que Dios causa el mal en nosotros por alguna razón, y eso eventualmente resultaría en la vinculación directa de Dios con el mal, cosa que Tomás de Aquino ha intentado evitar en toda la Distinción que analizamos anteriormente. Luego de todas estas consideraciones, podemos hablar acerca del modo de acercarnos al tema del mal en general, para luego proponer un modo para superar esta teoría de privación. El problema de la teodicea sistemática, como es la de Tomás de Aquino, es que se busca una teoría que vaya conforme una lógica y un modo de

Page 111: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

103

pensar sistemático, pero debemos darnos cuenta que el mal precisamente va en contra de la coherencia en el sistema, entonces no podemos esperar explicarlo de manera completamente coherente con el resto de lo que sabemos del mundo, porque si coincidiera con todo, entonces no sería algo malo, porque tendría un lugar en el orden, sería necesario, y por lo tanto sería bueno. Eleonore Stump cuando trata el mal en su libro Wandering in Darkness, habla acerca de la metodología que hay que usar para hablar del mal. Ella considera en específico el problema del sufrimiento, porque a su parecer es la manera en que experimentamos el mal. En el capítulo dos hace un análisis de la narrativa, y hace una crítica a la filosofía analítica cuando busca tratar el tema del mal. La filosofía analítica, por más sistemática y clara que sea, no logra abarcar por completo el tema del mal por varias razones. Primero que nada, porque esta filosofía busca dar explicaciones a través de postulados, a través de axiomas, porque se deriva de los estudios de lógica y matemáticas. El mal, como ya expliqué anteriormente, es un tema de relaciones personales, es una relación entre Dios y nosotros, y entre los seres humanos, pero ¿cómo hacer ciencia de los particulares? El sistema que buscan los filósofos analíticos se descompone cuando se intenta incorporar el problema del mal, porque precisamente no es algo que vaya “acorde al plan”, sino que es algo que surgió por error. Por estas limitantes que tiene la filosofía analítica Stump propone la narrativa para estudiar el problema del sufrimiento. Para ella hay cosas que sólo pueden explicarse a través de historias, precisamente porque el mal se ve en las relaciones humanas. Cada caso es diferente, y esto se entiende por lo que dije antes, porque llega a ser muy subjetivo el problema, depende mucho del hecho, de la persona, de las circunstancias, de las consecuencias. Entonces, tenemos dos opciones: - O es algo en contra de todo ser, pero que tiene algo de bueno, al tener

que existir en un ser, sin embargo no tiene causa ni naturaleza. - O es algo en contra de todo ser, con algo bueno y necesario en él, y

por ello tiene causa y naturaleza.

Page 112: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

104

Para Tomás de Aquino la primera opción es la correcta, sin embargo, si todo lo que existe tiene una causa, no se puede hablar de un ser que no tiene, y sin embargo se busca esa causa en la voluntad, pero no se encuentra, precisamente porque es una decisión libre. El abordar este tema tiene muchas complicaciones, porque, además de las ya dichas anteriormente, hay un problema de que parece ir en contra de todo lo que conocemos en el “ser”, y si es así, entonces se conocería por negación… Pero nos damos cuenta que actúa de alguna manera, porque sufrimos y padecemos, entonces si tiene cierta acción, se debería de poder hablar de una naturaleza y una causa para que exista. ¿Cómo puede ser suficiente para alguien hablar de un ser que no-es, un fenómeno que va en contra de toda existencia, que no tiene razón para existir, y sin embargo ahí está? La misma noción contradice nuestro propio pensamiento. Por todo esto se encuentran limitaciones en el tratamiento que hace la teodicea sistemática, porque un entendimiento finito no puede entender el gran cálculo de la divinidad, y por ello no podrá más que agrupar en la balanza del bien y el mal los signos dispersos del exceso de perfecciones en comparación con las imperfecciones. Se necesita de un exceso de optimismo humano para afirmar que el balance es positivo. Y como no podemos tener muestras del principio de lo mejor, entonces nos quedamos con un simple corolario estético, en virtud del cual el contraste entre lo negativo y lo positivo contribuye a la armonía del conjunto. Finalmente, además del problema en donde parece que la teodicea sistemática busca un optimismo donde todo mal es para un bien, cuando en nuestra actualidad parece que se muestra todo lo contrario; los autores analíticos buscan establecer un orden lógico de cómo es el mundo, pero al intentar agregar esa noción de mal que significa desorden y corrupción, se cae la torre de premisas que se intentó formar para explicar el orden. Por ello Stump propone el método de la narrativa, en vez de una explicación sistemática y universal. Para ella, se debe de tener un enfoque práctico más que especulativo cuando se

Page 113: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

105

estudia el mal, porque lo que nos interesa cuando hablamos de ese problema es resolver lo que nos aqueja, es dar una razón a ese sufrimiento que creemos que no tiene razón de ser, y cada circunstancia es completamente diferente, por lo que intentar dar una razón de todo el mal parece algo que no se podría alcanzar; entonces lo que hay que hacer es analizar cada situación desde cierta filosofía, para así resolver el porqué del sufrimiento de cada individuo, en vez de decir que “todo sufrimiento es causa del pecado original”, lo cual terminaría preocupándonos más que dándonos esperanza. No pretendo eliminar todo tipo de explicaciones, porque en cada una encontramos distintas respuestas aunque ello nos cueste muchas más preguntas, pero quiero remarcar el hecho de que parece ser que ninguna explicación da una respuesta completa, además de que siempre vamos a encontrar un punto débil que puede llevar a que se desmorone esa teoría. Sin embargo, al discutir este tema, no es suficiente ver los problemas en cada uno, sino también hay que elegir la teoría que mejor se aplica a lo que hemos aprendido teórica y empíricamente. Por mi parte, propongo a Schelling y a Barth como mis mejores posibles soluciones al problema sobre la causa del mal, pregunta que para mí es esencial en la esta problemática. Ellos hablan de una existencia real del mal, que es precisamente lo que más me ha convencido luego de analizar la teoría de mal como privación. Primero, con respecto a lo que dice Karl Bath, lo explica Ricoeur en su conferencia sobre el mal. Barth fue un teólogo del siglo XX, uno de los más influyentes en esa época, y es en su artículo “Dios y la nada92” donde este autor habla acerca del mal como una nada. Él dice que se puede hablar de una teología fracturada, porque no se puede hablar de una totalización sistemática; y si se acepta eso, se logra pensar en el tema del mal como lo hemos venido analizando, totalmente fuera de camino y moviéndose en contra del ser.

92 Karl Barth, “Dios y la nada”. Traducción francesa de F. Ryser, Ginebra: Labor et Fides, 1963, vol. 14, pags 1-81

Page 114: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

106

Barth la llama teología fracturada porque se le reconoce al mal una realidad inconciliable con la bondad de Dios y la bondad de la creación. En principio, este autor remarca que junto con Dios y su creación, existe un “tercer factor” que sólo puede ser comprendido como un elemento extraño al margen de la creación y la providencia93; este elemento es descrito por Barth como un sistema completamente siniestro que sólo existe en una forma de oposición y resistencia. Este elemento lo que hace es constantemente amenazar y corromper a la humanidad. Para el autor, el mal es percibido como el objeto de miedo y odio que toma la forma de pecado y dolor, sufrimiento y muerte. Ahora, el elemento es lo que llamamos “nada”, y como su nombre lo dice, propiamente no podríamos hablar de ese elemento como algo que “es”, ya que se toma el bien como trascendental en esta doctrina, entonces Barth también asignará sólo el ser a Dios y a sus criaturas. Sin embargo, esto no implica que no exista el mal, de hecho Barth hace mucho énfasis en el hecho de que esta nada tiene una terrible y real existencia. Pero no hay que equivocarse, esta nada no ha estado desde siempre, surge en el momento en el que Dios hace una elección, al igual que el surgimiento de la creación depende de esta decisión de elegir. Se explica que Dios no dijo “No” sino un “Sí” a lo que creó, por lo que la creación no es un rechazo, sino una elección y una aceptación. Y es esto lo que determina el contenido de la Nada. Es reconocida como aquello que Dios no eligió crear, sino que simplemente ignoró. En toda elección hay un rechazo de las otras opciones, por lo que si Dios elige, por otro lado rechaza lo que no eligió. Dios quiere, y por lo tanto se opone a aquello que no quiere. Dice Sí y por otro lado dice No a aquello que no le dio el Sí. Es aquí donde existe la Nada (Nothingness), existe como aquello que Dios no quiso, ni quiere, ni querrá. Parece que la única manera en que puede existir esta Nada es en una imposibilidad ontológica. Dios no lo quiere, no lo crea, ni tiene alguna fuente de existencia independiente a Dios, y sin embargo existe. Existe

93 Se toma la explicación del artículo de Mark Lindsay “’Nothingness’ revisited: Karl Barth’s doctrine of radical evil in the wake of the holocaust”, Colloquium 34/I (2002) 3-20. Muchas de las cosas que explica Barth del mal se toman, además de su artículo, de su libro Church Dogmatics.

Page 115: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

107

en su propia forma sui generis de malignidad y perversión, como una realidad objetiva que amenaza siempre a la criatura. Por lo tanto es aquello que Dios rechaza, y no tiene su gracia. En esta teoría no hay cabida para un mal que existe en el bien, porque es precisamente aquello que se opone al bien, y no podría encontrarse en el mismo sujeto. En palabras de Barth “la nada es lo que Dios no quiere […] Sólo existe porque Dios no la quiere”. Se entiende como la mano izquierda de Dios, por ello, la soberanía de Dios está intacta, aunque el reinado sobre la nada resulte incoordinable con el reinado94. Sin embargo, en esta visión sí se tendría que aceptar necesariamente a Dios como causa de mal. Entonces podríamos preguntarnos si el mal limita de alguna manera la bondad de Dios. El mal se encuentra como una nada hostil a Dios, una nada de deficiencia, privación, corrupción y destrucción. Barth piensa en hacer una teodicea buscando en la cristología el nexo doctrinal, por medio de la cual la nada es lo que Cristo venció al morir en la cruz; Él encontró y venció la nada, y así nosotros la conocemos de alguna manera. Por ello ya no se puede hablar del mal como algo que puede vencernos, porque ya ha sido vencido por Cristo. Esta propuesta de Barth responde en primer lugar a la existencia del mal, porque necesariamente existe al haber una elección por parte de Dios; sin embargo es lo único que acepta, y de alguna forma un poco limitante, porque parece que son dos caras de la misma moneda, por lo que el mal sería algo que hace Dios sin quererlo. Por otra parte, no responde problemas de por qué está en nosotros ni la naturaleza del mal, sino que sigue con la visión de mal como una nada, como una privación como la ven los antiguos cristianos, así que a pesar de que es una teoría interesante tal vez trae más problemas de los que resuelve, sin embargo me llama mucho la atención, porque se ve de alguna manera la necesidad del mal, y una cierta creación del mal desde Dios debido a su elección. Esto solucionaría el dolor de cabeza que le causa a Tomás de 94 Cf. Paul Ricoeur, El mal, un desafío a la filosofía y a la teología (Argentina: Amorrortu, 2006) Traducción de Irene Agoff.

Page 116: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

108

Aquino el querer separar la causalidad del mal, con la existencia de un Dios bueno, y finalmente no niega la bondad de Dios, por lo que es una opción muy interesante que debe tomarse en cuenta. Por otra parte, nos encontramos con la propuesta de F. W. J. Schelling; un filósofo idealista alemán que fácilmente se podría comparar con Hegel. Él, para explicar el problema del mal, ubica dos principios en Dios, el principio del bien que se encuentra actualizado, y por ello es absoluto bien, y el principio del mal, el cual se encuentra en potencia en Él. Y como el hombre es una especie de divinidad menor, ya que estamos hechos a imagen de Dios, entonces también tiene ambos principios, pero en él el mal se actualiza, y por ello nosotros sí tenemos problemas intentando conciliarlo con el bien en nosotros. Este tema lo plantea en sus Investigaciones sobre la esencia de la libertad. Nos damos cuenta que en nosotros hay dos principios que actúan continuamente en todo lo que hacemos. Esto, por lo pronto, parece adecuarse mejor a la visión de mal moral en el hombre que yo veo, porque por un lado Tomás de Aquino nos explica que el mal es privación de un bien debido, pero por otra parte vemos que el mal moral va más allá de una simple privación de bien, porque si todos buscaran el bien, no habría tanto mal en el mundo, sin embargo vemos que esto no es así, parece que hay más mal que bien, y que las personas tienden más a ser malas que buenas; entonces, si esto es así vemos una cierta “fuerza” que viene del mal, la cual hace que nos alejemos de Dios. Pero como el decirle “fuerza” suena muy poco claro y bastante confuso, podemos entenderlo y ubicarlo mejor como un principio que se encuentra en el hombre. Digo en el hombre porque en los animales no hay un mal, en la naturaleza no hay malas intenciones, tanto la fauna como la flora siguen lo que es su deber, pero es en el hombre en el que se ve esta ruptura entre lo que debemos hacer y lo que debemos hacer. Si hay dos principios en el hombre, entonces también estos principios se encuentran en Dios. La filosofía de Schelling radica en un antropomorfismo de Dios, gracias al cual, si entendemos al hombre,

Page 117: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

109

entonces entendemos de alguna manera a Dios; y es por esto que al darse cuenta del doble principio que se encuentra en el hombre, plantea un doble principio en Él. Ahora, no podemos afirmar que hay mal en Dios porque sería una contradicción al orden y a su perfección. Por ello Schelling propone que hay una actualización del principio de bien en Dios, pero el principio del mal se encuentra en potencia. Entiendo que muchos teólogos y filósofos verán como contradictorio que algo en Dios se encuentre en potencia, dado que es absolutamente perfecto, sin embargo, se afirma la potencia activa de Dios95. Además, en las tradiciones abrahámicas vemos como Dios actúa en el mundo, por lo que ya se acepta cierta potencia en Él. Esto es importante porque la manera en la que Schelling explica el por qué Dios nos ha hecho es porque Él es una vida, al igual que nosotros, una vida en la que se va desarrollando para llegar a ser en sí y por sí mismo. Para Schelling hay sólo dos opciones al problema del mal: o se acepta un mal efectivo y se debe de incluir en la sustancia infinita o voluntad originaria, con lo cual se rompería con el concepto de Dios como absolutamente perfecto, o bien se niega por completo la realidad del mal, con lo que desaparece el concepto real de libertad96 al ser definida como la capacidad para el bien y el mal. Podemos ver que al argumentar de esta manera las opciones con respecto al mal, Schelling pone la esencia del argumento en la libertad, la cual juega un papel muy importante en su relación con el mal. La libertad para nuestro autor no 95 Es interesante el problema de la creación como una acción, en relación al tema de “potencia en Dios”. Javier Pérez Guerrero en su libro La creación como asimilación a Dios: un estudio desde Tomás de Aquino (EUNSA: Pamplona, 1996), especifica con ayuda de Tomás de Aquino en su Summa Contra Gentiles y De Potentia, que la acción de la creación es distinta a cualquier otra acción porque “la acción divina no puede ser del género de aquellas acciones que no permanecen en el agente, puesto que su acción es su substancia.”(C.G.II,23), de manera que la acción divina no termina en la criatura, porque no puede ser limitada por ningún principio pasivo: termina en la criatura sólo virtualmente. No hay un movimiento, sino que la acción se identifica con la sustancia de Dios. La acción es perfecta, porque no termina en el efecto, sino que persiste de modo simultáneo a él, en cuanto que es un hacer algo de la nada. Sin embargo, además de la acción perfecta de la creación, se piensa a Dios como un juez, y necesariamente debe haber una acción para que Dios sea así con nosotros. Entonces nos damos cuenta cómo no es imposible el hecho de que en Dios haya cierta potencia.

96 Samtliche Werke VII, 353. Esta es la edición hecha de las obras completas de Schelling por su hijo.

Page 118: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

110

es un dominio de la inteligencia sobre la voluntad, sino que es una capacidad, y finalmente la investigación del mal es una defensa de la libertad, ambos temas entretejidos a través de toda la filosofía schellingiana. Y de esta manera regresamos a Tomás de Aquino, quien también habla del mal como una consecuencia de la libertad. La concepción de libertad es básica para la concepción del mal, y es desde aquí que se hace la crítica hacia los autores que defienden el mal como privación. Schelling argumenta que si aceptamos la libertad como una posibilidad de bien y mal, entonces en Dios también debería de haber esa posibilidad para aceptar que es libre. Es importante comprender que un principio para Schelling es la participación de Dios en el hombre, porque al ser Dios el origen del hombre, y al ser infinito y creador, entonces necesariamente todas las cosas se encuentran ya en Él de alguna manera, porque participan de su perfección en algún grado. Entonces se afirma que hay mal por dos cosas:

• Porque el hombre tiene un principio de mal. • Porque Dios se encuentra participando de alguna manera en el

hombre. • Porque el hombre es libre, y la libertad es definida como la

capacidad para el bien y el mal. Ahora veamos cómo responde cada pregunta acerca del mal:

• Causa: por un lado se encuentra como principio en el hombre y en Dios, sin embargo en el hombre este principio se actualiza porque es libre, y la libertad se define como la capacidad del bien y del mal. Entonces el mal al darnos una opción aparte del bien, de alguna manera nos permite ser libres. Por ello también tiene que proponerse en Dios, porque no sería posible que nosotros fuéramos libres y Él no.

Page 119: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

111

• Naturaleza: el mal es el que actualiza la libertad en el hombre, sirve para que haya un desarrollo en la razón y en nuestra espiritualidad.

Sin embargo, por original que sea su teoría, y por muchas preguntas que responda, sigue sin ser completamente conciliable con la visión de un Dios absolutamente bueno y la existencia de nuestro sufrimiento. Podríamos hablar de que en nosotros se encuentra ese principio de mal, pero eso no justifica que tengamos que sufrir sin haber hecho nada malo, tan solo justifica el hecho de que tendamos a los vicios, a que tendamos a alejarnos de Dios, justifica nuestra actitud frente al mal y al bien. Pero ¿por qué Dios permite el sufrimiento? Muchos otros problemas con respecto a Dios podríamos encontrar en esta teoría, pero por ahora lo que me interesa es la respuesta en el hombre. Pero ¿podremos responder todas las preguntas algún día? Ya vimos que el mal es un tema que se sale de cualquier sistematización y por eso Stump propone estudiarlo en hechos concretos, pero si sólo puede estudiarse de manera concreta, entonces no podría hablarse de un mal en general, porque no hay manera de generalizarlo. No busco que haya un escepticismo en el tema, aunque parezca que sólo existen dudas; finalmente si nos damos cuenta de la existencia de algo, es porque de alguna manera lo entendemos y podemos hacernos preguntas que tienen respuesta, porque toda pregunta tiene una respuesta. Cada propuesta tiene sus beneficios y sus problemas, cada una responde a varias preguntas y desemboca varios problemas. En esta tesis tan sólo estudié el problema del mal en Tomás de Aquino, quien me parece que es el que mejor busca solucionar el problema con ayuda de la filosofía y la teología, ambas cosas que son muy importantes para mis argumentos. Sin embargo, para mí esta respuesta no es suficiente, como ya se vio a lo largo de este capítulo, veo muchas más preguntas que respuestas en esa visión que tienen tanto Pseudo-Dionisio, como san Agustín y Santo Tomás de Aquino. Pero también hay que ver las razones por las que se aborda el tema, ellos buscaban eliminar las herejías, buscaban eliminar los argumentos según los cuales

Page 120: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

112

no podría existir un Dios absolutamente bueno porque o quiere el mal o no puede eliminar el mal, entonces de cualquier manera resulta malvado. Ante estos ataques, tanto san Agustín como Tomás de Aquino buscaron resolver el problema mostrando de manera lógica que no es posible que exista en sí mismo el mal. Pero sólo sabemos del mal lo que experimentamos de él, y cada quien experimenta algo diferente, entonces ¿podríamos decir en efecto que el mal es sólo corrupción y destrucción? ¿Podríamos defender que es absolutamente imposible que exista por sí mismo? Si lo que buscamos es defender a Dios, es claro que se puede argumentar que es imposible que exista por sí mismo, pero para alguien como yo, que busca respuestas para el hombre y para su sufrimiento, el hecho de decir que el mal sólo existe relativamente y que definitivamente no se encuentra en Dios no resuelve casi ningún problema.

Para finalizar con el capítulo veamos qué es lo que responde, y lo que deja abierto cada camino que se puede seguir para resolver el problema: Primero Tomás de Aquino con ayuda de Aristóteles logra dar unas condiciones de posibilidad para que exista el mal, responde la pregunta de cómo puede haber mal si hay un Dios bueno, y toma la noción de privación para evitar culpar a Dios del problema; no obstante, falla en argumentar acerca de la causa final, porque para él el mal no tiene naturaleza ni causa eficiente, final, material, porque no es un ser por sí mismo, pero luego se contradice un poco al argumentar a favor de un orden que logra dar al mundo debido al grado de perfección de las creaturas; sin embargo, a la pregunta de por qué surgió el mal, no responde, porque la única causa que puede tener es defectiva, fue algo accidental. Luego, en la teodicea, logra hacer bien su trabajo de justificar a Dios, sin embargo como sólo se limita a eso, no da explicaciones de cómo surgió, por qué, y cuál es el sentido del mal, por eso anteriormente hablábamos de sus limitaciones. En tercer lugar la teología da argumentos para todo tipo de preguntas, sin embargo no resultan suficientes, ni tranquilizadoras para la filosofía, ya que en la teología todo implica confiar en Dios, aceptar lo que Él nos da. Finalmente la filosofía lo que debe hacer es llevar más allá a la respuesta de la teodicea. Con la sola razón no logramos llegar tan lejos, debemos también

Page 121: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

113

reconocer ciertas premisas teológicas para hablar de este tema. Por eso Tomás de Aquino es un buen inicio para estudiar este tema, porque se ayuda de la teología y de la filosofía para que actúen en conjunto. Sin embargo no se atreve a ir más allá, o tal vez no quiso hacerlo para evitar poner en riesgo la fe. En cualquiera de ambos casos, lo importante es que la sola filosofía podría responder a la pregunta de la naturaleza del mal y las condiciones de posibilidad, pero al hablar de la causa eficiente y el sentido del mal, debe ayudarse de las otras disciplinas.

Page 122: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

114

Conclusiones Al inicio de la tesis mi intención era entender el problema del mal, porque si se delimita bien el problema y se entienden bien los términos, no hay problema complicado. Sin embargo a lo largo de la exposición, me comencé a dar cuenta que al ser el bien y el mal opuestos que se encuentran por encima de todos los demás opuestos, entonces tendrían características especiales; además es un problema el hecho de que cada autor entienda “mal” a su manera. Buscaba entender el mal como privación, y luego criticarlo, pero me di cuenta que este problema va mucho más lejos que un simple entender las premisas y realizar una crítica sobre sus conclusiones, porque este tema implica subtemas confusos, implica definiciones poco claras y por tanto es como caminar en un camino de niebla, en donde no se puede tener una teoría concisa, ya que siempre se tiene que ir modificando un poco, para poder incorporarlo a un sistema que al final de cuentas ni siquiera se podrá tener de manera concreta porque el mismo concepto de mal implica un desorden en el orden predispuesto, y ese es tan solo uno de sus atractivos. Además la visión que tiene cada persona tiene que ver con su cultura, su época histórica, sus creencias religiosas y finalmente en las experiencias que cada persona ha tenido con el mal. En el primer capítulo analicé como comienza el tema del mal, el cual se da en la contradicción de saber que hay un Dios absolutamente bueno, y en el hecho de que existe el mal; desde ahí pasé al segundo capítulo, en donde analicé los artículos de Tomás de Aquino. Y finalmente, en el último capítulo hablé acerca de que el mal no puede explicarse desde un sistema, desde un orden, porque el mal conlleva la noción de desorden, caos, destrucción y corrupción; y es por eso que se nos complica mucho hablar y pensar en este tema, porque nuestra razón busca unificar las premisas, busca unir teorías de manera coherente y lógica, y el hecho de que el mal quiera salirse de todo orden, conlleva cambiar un poco

Page 123: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

115

nuestra manera de pensar, conlleva incluir un desorden en un orden, aunque suene contradictorio. Nosotros naturalmente buscamos una coherencia, entonces cuando encontramos algo que va en contra de toda coherencia, buscamos ordenarlo pero justo la “naturaleza” de este ser es combatir ese orden. ¿Cómo se enfrenta un tema así? Claramente que tiene una explicación, claramente tiene una razón de ser, pero desde el hecho de que es algo que se enfrente al “ser”, hace que no podamos entenderlo, porque si todo es útil y todo es necesario, entonces ¿cómo podríamos encontrar lo útil o lo necesario en algo que busca eliminar a todo lo que existe? Fácilmente podríamos decir que el mal no es coherente, por lo que no se puede entender, y dejar el tema aquí, sabiendo que nunca encontraremos una respuesta completa a nuestras preocupaciones; pero inevitablemente buscamos el porqué del mal para justificar nuestra propia experiencia de sufrimiento, para entender el porqué de nuestro dolor y nuestra muerte. Este tema es especialmente complicado porque la noción del mal puede ser justificada como existente o inexistente, y si ese es el principal problema que se discute, ¿cómo poder saber entonces por qué está aquí? Decidí tomar la teoría de privación de Tomás de Aquino porque es la más importante y la más defendida, sin embargo, me preocupé por mostrar que si se aceptaba esta teoría, no se respondía la pregunta más significativa para nosotros, el porqué. Si no encontramos una causa del mal, entonces nuestro sufrimiento y el de los demás parece ser en vano. Ahora, no podemos quedar con sólo preguntas abiertas, aunque con este tema me queda claro que siempre quedará alguna pregunta en el aire. El valor de Tomás de Aquino se encuentra en el hecho de que logra hacer una teoría del mal que no toca a Dios, aunque tal vez se podría argumentar que lo hace cuando se habla del mal natural, pero fuera de eso logra defender la bondad de Dios, y hacer una teoría en donde acepta la existencia del mal, pero sin dejar que exista completamente porque ello ya atacaría la existencia de un Dios completamente bueno.

Page 124: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

116

Por otra parte tenemos la teoría de Schelling que habla de los dos principios en Dios, y de una inversión de los principios en el hombre. Esta propuesta muestra un interés por explicar la existencia del mal en el hombre, mientras que para Tomás de Aquino la importancia radicaba en salvar a Dios del problema del mal. Por ello a mí me convence más una teoría que proponga una existencia real del mal, porque a mi parecer es muy claro el sufrimiento, el dolor y la tristeza continua en el mundo, que no se soluciona con sólo decir que es una privación. Otra opción es la teoría que propone Karl Barth, quien procura mantener el hecho de la no existencia ontológica del mal, y de alguna manera busca instaurar una nueva manera de existencia, que es la imposibilidad ontológica, desde la cual insiste en una existencia de mal muy presente en el hombre. La inquietud de Barth la veo como la mía, quien luego de sufrir el Holocausto, se da cuenta que el mal, aunque no tiene existencia ontológica, debe de tener cierta existencia terrible que de alguna manera obligue al hombre a actuar en contra de todo bien. Barth y Schelling me parecen buenas opciones porque le dan el lugar al mal que yo veo que debe de tener, ya que si como dice Tomás de Aquino, es una simple falta de lo debido, no se entiende entonces nuestra tendencia al mal, el hecho de que queramos alejarnos del bien, y el que haya sufrimiento. Me parece que todo lo que causa mal es evidencia de su existencia, y aunque se pueda hacer una tesis de cada subtema que conlleva el mal, se me hizo suficiente con analizar los argumentos de Tomás de Aquino en su Comentario a las Sentencias, y criticarlo un poco, para lograr argumentar mi posición. Finalmente no pretendo encontrar una solución al tema al haberlo estudiado en tan sólo un autor, me parece que es importante abrirse a las distintas soluciones al problema, porque si nos cerramos a una sola respuesta que queremos encontrar, entonces no avanzaremos mucho en nuestra filosofía. Esta tesis me planteó un problema que aunque no parece tan complicado, en realidad es más difícil de lo que cualquier tema puede llegar a ser. Creí que al estudiarlo en Tomás de Aquino me solucionaría muchas cuestiones que tenía sobre el mal, pero al darme cuenta de que su misión era más que nada defender a Dios, me

Page 125: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

117

decepcioné un poco, ya que si se estudia el tema desde Dios y no desde el hombre, el problema se soluciona a la mitad, y ella no es la mitad que más me interesaba al comenzar la tesis. Un claro problema fue el hecho de que en Tomás de Aquino este problema es más teológico que filosófico, y lo entiendo por su contexto histórico, pero me hubiera gustado ver un poco más de curiosidad de su parte al preguntarse el porqué del mal. Esta argumentación de su parte hizo que me diera cuenta que una parte muy importante de la teoría era el hecho de que se buscaba defender a Dios, y esto hizo que me fuera más por la parte de admitir una causa de mal en Dios, o tal vez un principio en Él, como lo explica Schelling. El hacer este análisis me trajo muchos más problemas que soluciones. Y aun así, no esperaba menos de un tema como este, y de un autor como Tomás de Aquino. Termino admitiendo que estamos lejos de admitir una respuesta completa al tema, tal vez la solución de Eleonore Stump sería una muy adecuada, al analizar el problema del mal en cada situación, aunque tal vez sólo habría que hacerle caso en el tiempo en que no encontramos una respuesta completa. Luego de este análisis veo el mal como el uso equivocado de la libertad, el sufrimiento, el dolor y la muerte; para mí el mal que muchos ven en los desastres naturales no es mal porque es la naturaleza que busca restablecer su equilibrio y llegar a su perfección, pero el resto que nosotros sufrimos, es algo que yo si veo como algo malo. Si nos damos cuenta, el mal se encuentra en el hombre, por eso concuerdo con lo que dice Schelling, porque para él, al ubicar el mal como un principio que se encuentra en Dios y en el hombre, sólo lo localiza en el hombre, no en lo natural; aunque también esto no explica el hecho del mal natural como que haya gente a la que le ocurren cosas malas sin razón, o las enfermedades. Desde mi punto de vista el problema se encuentra en Dios por permitir el mal, y en el hombre, porque en él se ve cómo actúa el mal. Por lo pronto aceptaré una cierta mezcla entre Tomás de Aquino y Schelling, concuerdo con el hecho de que el mal es una oposición al ser y a la perfección (Tomás de Aquino), pero también concuerdo con el hecho de que de alguna manera es un principio que se encuentra en el

Page 126: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

118

hombre, y es algo tan profundo en nosotros que no acepto el que se diga que nosotros lo creamos, sino que lo tenemos desde siempre. Así que haré una unión entre el hecho de que es un principio en el hombre, y el hecho de que es una oposición al ser. Pero por ahora me detendré aquí en mi análisis del tema.

Page 127: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

119

Bibliografía

• Agustín de Hipona, Confesiones, traducción de José Cosgaya (Biblioteca de Autores Cristianos: Madrid, 1986)

• Agustín de Hipona, De libero arbitrio, traducción de P. Evaristo Seijas (Biblioteca de Autores Cristianos: Madrid, 1947)

• Agustín de Hipona, De Genesis ad litteram, traducción Lope Cirelluelo (Biblioteca de Autores Cristianos: Madrid) tomado el 10 enero del 2014 de http://www.augustinus.it/spagnolo/genesi_lettera/index.htm

• Blanshard, Brand. “Reason and Belief” (Yale University Press: New Haven, 1975)

• Boecio, De Hebdomadibus: las concepciones, traducción de Jorge Medina Delgadillo (Porrúa Print: México, 2013)

• Carlos Steel “Does evil have a cause? Augustine’s perplexity and Thomas’s answer” en Review of Metaphysics, Vol. 48 (Diciembre 1994) p. 251-273.

• Christian Schafer, The Philosophy of Dionysius the Aeropagite (E.J Brill, Netherlands 2006)

• David Hume, Diálogos sobre la religión natural, (Tecnos: Madrid 1994), p.149

• David Ezequiel Téllez Maqueo “El estatuto metafísico del mal según el pensamiento clásico”, curso de doctorado en la Universidad Panamericana, Facultad de Filosofía (3 al 14 noviembre de 2008)

• Eleonore Stump, Aquinas (Routledge: Nueva York, 2005) • Eleonore Stump “Knowledge, freedom and the Problem of Evil”

en International Journal for Philosophy of Religion, Vol. 14, No. 1 (1983) pp. 49-58

• Eleonore Stump, Wandering in Darkness (Oxford University Press: Gran Bretaña, 2010)

• Errol E. Harris, The Problem of Evil (Marquette University Publications: Milwaukee, 1977).

Page 128: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

120

• F. W. J. Schelling, Investigaciones filosóficas sobre la esencia de la libertad humana y los objetos con ella relacionados. (Anthropos Editorial: Barcelona, 2004) Traducción: Helena Cortés y Arturo Leyte.

• Fran O’Rourke en Pseudo-Dionysius and the Metaphysics of Aquinas (E.J Brill, Netherlands, 1992), también de Christian Schafer, The Philosophy of Dionysius the Aeropagite (E.J Brill, Netherlands 2006)

• George D. Chryssides “Evil and the Problem of God” en Religious Studies, Vol. 23, No. 4 (Dic, 1987), pp. 467-475

• Gerard Casey “An Explication of the De Hebdomadibus of Boethius in the Light of St. Thomas’s Commentary” presentado en University College Dublin.

• H. J. McCloskey “The problem of evil”, en Journal of Bible and Religion, Vol. 30, No. 3 (Jul, 1962), pp. 187-197.

• Hannah Arendt, The Life of the Mind: Two/Willing (Nueva York, Harcourt, Brace, Jovanovich, 1978)

• J. Patout Burns “Augustine on the Origin and Progress of Evil”, en The Journal of Religious Ethics, vol. 16, No.1 (Primavera 1988)

• James Kellenberger “God’s Goodness and God’s Evil”, en Religious Studies, vol. 41, no.1 (Mar, 2005), pp. 23-37

• Jan A. Aertsen La filosofía medieval y los trascendentales: un estudio sobre Tomás de Aquino (EUNSA : Pamplona, 2003)

• Javier Pérez Guerrero La creación como asimilación a Dios: un estudio desde Tomás de Aquino (EUNSA: Pamplona, 1996)

• John L. Mackie, The Problem of Evil, (Clarendon Press: Oxford, 1982)

• Karl Barth, “Dios y la nada”. Traducción francesa de F. Ryser, Ginebra: Labor et Fides, 1963, vol. 14, pags 1-81

• Lawrence Dewan “St. Thomas and the first cause of moral evil” compilado en Moral and political philosophies in the Middle Ages, presentado en el Ninth International Congress of Medieval Philosophy Ottawa, 17-22 Agosto 1992.

• Mark Lindsay “’Nothingness’ revisited: Karl Barth’s doctrine of radical evil in the wake of the holocaust”, Colloquium 34/I (2002) 3-20.

Page 129: T E S I S P R O F E S I O N A Lbiblio.upmx.mx/tesis/147116.pdfA mi papá, mi ángel a quien le debo todo. A mi mamá, mi otro ángel y mejor amiga. A Ricardo, con quien puedo contar

121

• Morton T. Kesley “The Mythology of Evil” en Journal of Religion and Health, Vol. 13, No. 1 (Enero, 1974), p. 7-18

• P.M. Farrell “Evil and Omnipotence” en Mind, New Series, vol. 67, No. 267 (Jul, 1958), pp. 399-403

• Paul Ricoeur, El mal: un desafío a la filosofía y a la teología (Argentina: Amorrortu, 2006) Traducción de Irene Agoff.

• Pseudo Dionisio de Los nombres de Dios, edición preparada por Teodoro H. Martin, (Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid: 1990).

• Sandra L. Menssen & Thomas D. Sullivan “Does God will Evil” en The Monist, Vol. 80, No. 4, Analytical Thomism (Octubre 1997), pp. 598-610.

• Stanley Kane. “Evil and Privation”, en International Journal for Philosophy of Religion. Vol. 11 (1980) 43-58.

• Stephen L. Brock, “Harmonizing Plato and Aristotle on Esse: Thomas Aquinas and the De Hebdomadibus” en Nova et Vetera, vol. 5, No. 3 (2007) pp. 465-494

• Tomás de Aquino, Suma theologiae • Tomás de Aquino, Comentario a las Sentencias de Pedro Lombardo • William E. Mann en su artículo “Augustine on evil and original

sin” en The Cambdidge companion to Augustine (Cambridge University Press: United Kingdom, 2001) pp. 40-48.

• William Maker “Augustine on Evil: The dilemma of the philosophers”, en International Journal for Philosophy of Religion, vol. 15, No. 3 (1984), pp. 149-160.