Takten Trío, formado por jóvenes músicos de Murcia y ... · Shostakovich, Khachaturian, Milhaud,...

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Takten Trío, formado por jóvenes músicos de Murcia y Castilla-La Man- cha, surge en 2010 con el propósito de difundir la gran música de cámara poco frecuentada, dada la inusual plantilla que conforma el grupo. Así, en su reper- torio habitual se encuentran compositores de la talla de Bartók, Stravinsky, Shostakovich, Khachaturian, Milhaud, Berg o Ives entre otros maestros del siglo XX. Con frecuencia, Takten Trío colabora con otros intérpretes ampliando o mo- dificando su plantilla con el objetivo de abordar el repertorio camerístico tradi- cional, interpretando obras de Mozart, Beethoven, Schumann, Brahms, Debussy o Messiaen. Takten Trío está integrado por Sofía Canals (violín), Ezequiel De Pa- blos (clarinete) y David Canals (piano).

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Takten Trío, formado por jóvenes músicos de Murcia y Castilla-La Man-

cha, surge en 2010 con el propósito de difundir la gran música de cámara poco

frecuentada, dada la inusual plantilla que conforma el grupo. Así, en su reper-

torio habitual se encuentran compositores de la talla de Bartók, Stravinsky,

Shostakovich, Khachaturian, Milhaud, Berg o Ives entre otros maestros del siglo

XX. Con frecuencia, Takten Trío colabora con otros intérpretes ampliando o mo-

dificando su plantilla con el objetivo de abordar el repertorio camerístico tradi-

cional, interpretando obras de Mozart, Beethoven, Schumann, Brahms, Debussy

o Messiaen. Takten Trío está integrado por Sofía Canals (violín), Ezequiel De Pa-

blos (clarinete) y David Canals (piano).

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C.P.M. “TOMÁS DE TORREJÓN Y VELASCO” CONCIERTO TAKTEN TRÍO PROGRAMA

Primera parte

Johann Baptist Wanhal (1739-1813)

Trío en Mi bemol mayor, op. 20 nº5

I. Allegro

II. Grazioso

III. Allegretto

Johannes Brahms (1833-1897)

Sonata para clarinete y piano nº1 en Fa menor, op. 120 nº1

II. Andante un poco Adagio

Waldemar von Baussnern (1866-1931)

Serenata para violín, clarinete y piano

I. Ruhig, graziös (Tranquilo, gracioso)

II. Möglichst schnell, ausgelassen (Tan rápido como sea posible,

travieso)

III. Sehr ruhig (Muy tranquilo)

IV. Mit Grazie und Humor (Con gracia y humor)

Segunda parte

Maurice Ravel (1875-1937)

Berceuse sobre el nombre de Fauré, para violín y piano

Gabriel Fauré (1845-1924)

Dolly, op. 56 (transcripción de Michael Webster/Takten Trio)

I. Berceuse (Allegretto moderato)

II. Mi-a-ou (Allegro vivo)

III. Le jardín de Dolly (Andantino)

IV. Ketty-Valse (Tempo di valse)

V. Tendresse (Andante)

VI. Le pas espagnol (Allegro)

Dmitri Shostakovich (1906-1975)

Cinco piezas (transcripción de Levon Atovmyan/Takten Trio)

I. Preludio (Moderato)

II. Gavotte (Tranquillo, molto leggiero)

III. Elegía (Andantino)

IV. Vals (Moderato)

V. Polka (Vivace)

Takten Trío:

Sofía Canals Gómez, violín

Ezequiel de Pablos Riquelme, clarinete

David Canals Gómez, piano

Como tantos aspectos de la realidad que nos rodea, la Historia de la Música puede ser abordada

desde diferentes perspectivas. Y así hemos querido titular nuestra propuesta musical. Esta idea como hilo con-

ductor del concierto que hoy presentamos surgió sobre todo de una característica común a las composiciones

que integran el repertorio: “PERSPECTIVAS” sigue la estela de músicas inusuales, bien porque sus creadores

han sido eclipsados por otras personalidades, bien porque se trata de obras que no encajan completamente en

la imagen que podamos tener de aquellos que las han plasmado en los pentagramas.

Nuestro itinerario sigue un orden casi cronológico, y en primer lugar nos lleva a la Viena de la segun-

da mitad del siglo XVIII, aquella en la que brillaron Haydn y Mozart, pero en cuyo universo musical también en-

contramos otras interesantísimas personalidades. Es el caso del checo Johann Baptist Wanhal (1739-1813),

músico hoy injustamente olvidado de quien conmemoramos en este año 2013 el 200 aniversario de su muerte.

Afortunadamente, investigadores como Paul Bryan se han ocupado de rescatar la figura de este compositor

verdaderamente prolífico que precisamente compartió atrilesadores como Paul Bryan se han ocupado de resca-

tar la figura de este compositor que vivió en la Viena de Haydn y Mozart -con quienes, por cierto, compartió

atriles interpretando cuartetos de cuerda-. Con su Trío en mi bemol mayor os ofrecemos una diferente PERSPEC-

TIVA de eso que ha sido llamado "estilo clásico"... con los genios citados arriba, interpretado cuartetos de cuerda

–Wanhal al violoncello- en lo que las crónicas han relatado como veladas memorables. El Trío en mi bemol ma-

yor que hoy interpretamos es fiel reflejo de la particular estética de aquel momento y lugar, pero a su vez supo-

ne un acercamiento a ese mundo sonoro de la mano de un músico inesperado que eligió además una instru-

mentación atípica para la época.

El legendario clarinetista alemán Richard Mühlfeld cobra especial importancia en este concierto por

ser el músico que inspiró las composiciones que completan la primera parte. Sabido es que sus cualidades

artísticas asombraron a Johannes Brahms hasta el punto de hacer que volviese a componer cuando ya había

decidido poner fin a su carrera creadora (una vez más, se abrían nuevas “PERSPECTIVAS”…). Así, escribió para

Mühlfeld el Trío para clarinete, violoncello y piano, un soberbio Quinteto para clarinete y cuerdas y, por fin, las

dos celebradas Sonatas para clarinete y piano. Hemos querido incluir el crepuscular y visionario Andante de la

primera de ellas casi como preludio de la obra que consideramos como centro de gravedad del repertorio que

presentamos, y que fue dedicada también al virtuoso clarinetista. Una vez más se trata de música escrita por

otro gran desconocido en las salas hoy día: el también alemán Waldemar von Baussnern concluyó su Serenata

en 1898, un año después de la muerte de Brahms. Del mismo modo que con Wanhal, el tiempo ha ensombreci-

do la figura de Baussnern, que hace gala en esta estimulante composición de una amplísima paleta expresiva,

concretada de nuevo a través de la inusual reunión del violín, el clarinete y el piano –plantilla muy inteligente-

mente diferente de la del Trío de Brahms-, además de audaces armonías y sorprendentes texturas.

También una suerte de preludio de la segunda parte constituye la delicada e hipnótica

“Berceuse” (canción de cuna) que Ravel escribió en 1922 por encargo de la Revue Musicale, que dedicó un

número al también francés Gabriel Fauré en el que aparecían composiciones inspiradas por la transposición de

su nombre según la notación anglosajona. Ravel se muestra aquí más íntimo que nunca, transportándonos a un

onírico y casi alucinado ambiente sonoro que plasma a nuestro parecer el lado más enigmático del mundo de

los niños que tanto fascinó al compositor. Música que nace de letras, leídas al derecho y al revés… una insólita

“PERSPECTIVA” del autor del “Bolero”. Sin abandonar este escenario infantil ofrecemos la ocasionalmente inter-

pretada Suite para piano a cuatro manos “Dolly” de Fauré, en una versión que trasciende la original en lo que a

posibilidades cromáticas se refiere. No podemos dejar de observar que la obra se inicia con una Berceuse que

no obstante contrasta con la de Ravel por ser esta de una mayor luminosidad y frescura. Un retrato de la peque-

ña Dolly (hija de Emma Bardac, quien se convertiría unos años más tarde en la esposa de Debussy) se esboza a

lo largo de estas seis piezas bañadas de transparente inocencia y que nos muestran a un Fauré menos anclado

a la tradición.

Una última mirada nos lleva al complicado momento histórico de la Rusia de las primeras décadas

del siglo XX, del que, a través de las piezas que cierran nuestro particular recorrido, ofrecemos su

“PERSPECTIVA” más amable y quizás popular. Bajo unas condiciones políticas poco esperanzadoras, Shostako-

vich supo –aunque no sin sufrimiento- “adaptarse” a la dureza de un régimen que vigilaba muy de cerca cada

paso que daba y cada nota que escribía. Y esas mismas condiciones provocaron que su actividad creadora

recorriese sendas estilísticas divergentes. Así, frente a la complejidad de composiciones de sobra conocidas

como sus Sinfonías o Cuartetos de cuerda (por citar lo más representativo de su catálogo), encontramos la

sencillez y cercanía de su música para cine, teatro o ballet. Estas cinco piezas que ofrecemos ponen de relieve

que, al escribir música como esta, Shostakovich adopta una actitud de versatilidad ante las adversidades que

hoy día está más vigente que nunca. Todo un ejemplo del que en Takten Trío queremos tomar buena nota.