También en La Guerra

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También en la guerra... el hombre es un ser para el amor por Nieves García Podríamos llenar el mundo de magníficos relatos y biografías que son epopeya de la misma realidad: el hombre es un ser para el amor Mientras caen las bombas sobre Bagdad, y en las calles hay violentas revueltas estudiantiles, cuando se escucha hablar tanto de paz, pero los hechos solo muestran violencia... es difícil pensar que el hombre es un ser para el amor. Hay que hacer un acto de fe: convencerse de algo que no se ve pero es. Creemos en el amor; más aún confirmamos que el hombre es un ser para el amor. Han pasado 18 meses de los trágicos sucesos del 11 de septiembre. Ese día se oyeron mensajes de varias personas que, tanto desde los aviones antes de estrellarse como desde las torres, llamaron a sus seres queridos en el último instante de sus vidas . Sabían que se iban a morir. ¿Y cuales fueron los contenidos de esos mensajes? ¿De terror? ¿De venganza? De odio? Al contrario, todos ellos fueron mensajes de amor. Cada uno decía que amaba a su esposa, o esposo, su madre, su hijo, que lo había amado y lo seguía amando. Esos mensajes quedaron grabados ya que muchos no encontraron a sus seres queridos en ese momento. Una fuerza interior más grande que el instinto de supervivencia les movió a hablar del amor que llevaban dentro. Ninguno de ellos preguntó el valor de las acciones en bolsa, ni si ya se había tramitado el divorcio o adónde irían de vacaciones. A las puertas de la muerte, el hombre no disimula, transparenta lo más íntimo: su ser para el amor. Los psicólogos norteamericanos hartos de ahondar en las raíces de la ansiedad y de la depresión, se han lanzado a la búsqueda de la fórmula mágica de la felicidad. Martin E. P. Seligman, adalid de la psicología positiva, afirma haberla encontrado y la ofrece en un libro que se vende

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estudio de comportamiento humano y de ética en situaciones de conflicto bélico

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Tambin en la guerra

Tambin en la guerra... el hombre es un ser para el amorpor Nieves GarcaPodramos llenar el mundo de magnficos relatos y biografas que son epopeya de la misma realidad: el hombre es un ser para el amor

Mientras caen las bombas sobre Bagdad, y en las calles hay violentas revueltas estudiantiles, cuando se escucha hablar tanto de paz, pero los hechos solo muestran violencia... es difcil pensar que el hombre es un ser para el amor. Hay que hacer un acto de fe: convencerse de algo que no se ve pero es. Creemos en el amor; ms an confirmamos que el hombre es un ser para el amor.

Han pasado 18 meses de los trgicos sucesos del 11 de septiembre. Ese da se oyeron mensajes de varias personas que, tanto desde los aviones antes de estrellarse como desde las torres, llamaron a sus seres queridos en el ltimo instante de sus vidas . Saban que se iban a morir. Y cuales fueron los contenidos de esos mensajes? De terror? De venganza? De odio? Al contrario, todos ellos fueron mensajes de amor. Cada uno deca que amaba a su esposa, o esposo, su madre, su hijo, que lo haba amado y lo segua amando. Esos mensajes quedaron grabados ya que muchos no encontraron a sus seres queridos en ese momento.

Una fuerza interior ms grande que el instinto de supervivencia les movi a hablar del amor que llevaban dentro. Ninguno de ellos pregunt el valor de las acciones en bolsa, ni si ya se haba tramitado el divorcio o adnde iran de vacaciones. A las puertas de la muerte, el hombre no disimula, transparenta lo ms ntimo: su ser para el amor.

Los psiclogos norteamericanos hartos de ahondar en las races de la ansiedad y de la depresin, se han lanzado a la bsqueda de la frmula mgica de la felicidad. Martin E. P. Seligman, adalid de la psicologa positiva, afirma haberla encontrado y la ofrece en un libro que se vende estos das como la lotera: Authentic Happiness. Sostiene Seligman que la "felicidad autntica" - la que perdura y no se esfuma de un da para otro- no hay que buscarla en el dinero ni en las posesiones. La fuente de la felicidad, asegura, est en las relaciones personales y en pequeos grandes detalles como estar enamorado, hacer un amigo, tener un hijo. Lo que para Seligman es una novedad, para todos era ya un hecho de experiencia.

El amor no es un problema cultural, no es un comportamiento aprendido en sociedad, es el fenmeno ms universalmente extendido comn a todos los hombres y mujeres, a travs del cual se puede definir la humanidad. Es el fenmeno que ha roto los esquemas del tiempo, los lmites geogrficos. Donde hay un hombre, hay un ser capaz de amar, capaz de relacionarse en bien del otro. Los animales, por sofisticados que sean en la escala de los seres, no aman. No hay raza, ni tribu, ni cultura, ni sociedad, ni poca en la que hombres y mujeres no hayan experimentado la necesidad de amar y ser amados; hombres que aman a mujeres, mujeres que mueren por dar a luz a sus hijos eligiendo conscientemente esta opcin, amistades reales basadas en el desinters, esposos que llegan a perdonar la infidelidad de su mujer, amndolas ms all del profundo orgullo herido, hroes de batallas que se sacrifican por otros a quienes no conocen... Podramos llenar el mundo de magnficos relatos y biografas que son epopeya de la misma realidad: el hombre es un ser para el amor. La vida solo tiene sentido cuando se ama, y el amor consiste en la donacin plena de s mismo al otro buscando su bien objetivo. En consecuencia, el ser humano solo se realiza, es decir es feliz, exclusivamente, en la medida en que ama

No somos grandes por nuestra inteligencia; genios posiblemente haya muchos en el mundo, y as nos va. Ni se esconde nuestro valor en la conquista de una frrea voluntad que nos da seguridad personal; muchos la han tenido y no fueron felices. Ni el poder, ni el dinero, ni la educacin colman el vaco interior con el que nacemos; recordemos la historia del hombre feliz que no tena camisa. La grandeza de un ser humano proviene del grado de amor que lograr alcanzar en el transcurso de sus das, y el amor que "ejecuta", que plasma, que actualiza en cada decisin. Inteligencia, voluntad, sensibilidad, ...toda la persona se ordena cuando se encuentra a s misma como un ser para el amor, y lo acta en lo concreto, en el aqu y ahora, con "ste" o con "sta" que tengo a mi lado.

En la vida no sirven las mscaras para ser felices. Se es feliz cuando se ama, con desinters a otros, buscando su bien. Se puede enmascarar el egosmo de amor, as como la guerra disfrazarse de bandera de paz, pero no seremos felices, de verdad. Lo que verdaderamente deshumaniza al hombre es vivir, sufrir y morir sin amor.

La dignidad humana, a la que tanto se alude en cientos de discursos, nos viene dada por esta capacidad de amar. Cada hombre la posee, por eso es persona. Unos la desarrollarn menos, otros ms. Estos ltimos sern los hombres grandes, y aunque posiblemente sus nombres no se escriban en los libros, ellos escribirn la historia con la tinta invisible de la entrega y dejarn a su paso un mundo mejor. En la medida que nos realizamos en el amor, crecemos en dignidad. Esta experiencia nos hace libres y poseedores de nosotros mismos. Nadie nos puede coaccionar para amar. Yo lo decido libremente. Gandhi saba de lo que hablaba cuando afirm: "Ellos no pueden quitarnos nuestro autorrespeto si nosotros no se lo damos". Mereci la pena que un hombre de su talla caminara sobre la tierra; el mundo fue mejor por su opcin personal y seguramente l perteneci al grupo selecto de los que fueron felices.

Dominique Lapierre en su novela "La ciudad de la alegra" nos cuenta la experiencia del protagonista francs, que al llegar al cuarto de lmina que haba rentado para acompaar a aquellos desgraciados de Calcuta, recibe la visita de una nia, vestida de andrajos que le ofrece su escudilla de arroz. Era el alimento que ella tena para todo el da. Quin le ensea u obliga a una pequea de 6 aos a pasar hambre para dar de comer a un desconocido? Detrs de la novela estaba la realidad.

Qu es el amor? Donacin. Cmo se vive? Con hechos concretos. No nos engaemos confundiendo el amor con un sentimiento, con un momento de liberacin psicolgica o un arranque espordico de generosidad y altruismo. La donacin depende de mi voluntad. Yo decido. Puede ser que no abunden los sentimientos ni las emociones, que no me entusiasme que mi marido llegue a casa, cuando llevamos 20 aos casados, o que sienta pereza antes de hacer un favor a alguien. No importa. El amor no se siente, se vive y despus, solo despus... se siente, pero en lo profundo, en la intimidad del ser personal donde no entran los hombres y nace la paz y la alegra.

Vivir el amor duele; lo supo tambin Vctor Frankl, despus de sobrevivir a un campo de concentracin nazi y an as comparta se atrevi a explicar:

"Por primera vez en la vida experimento la verdad de lo que tantos pensadores han trasmitido: la verdad de que el amor es, en cierto modo, lo ltimo y lo ms alto a que puede elevarse el ser humano...En la situacin ms triste que se pueda pensar en la cual no se puede uno realizar mediante accin ninguna, una situacin en la cual la nica actividad posible slo puede consistir en sufrir con dignidad y gallarda, en tal situacin el hombre puede realizarse en la contemplacin amorosa ,mirando la imagen espiritual del ser querido que guarda en su interior. En este momento s bien la verdad que contiene esta frase:"ponme como un sello sobre tu corazn ....Pues el amor es tan fuerte como la muerte."

Esta realidad es la que hace a la persona, persona humana. He ledo muchas veces en esta pgina de Mujer Nueva, un banner que dice "...para ti, que quieres un mundo ms humano, en el que la mujer es la protagonista...". Pues bien, el protagonismo femenino, es decir el papel nico e irrepetible por el que se le puede dar a la mujer el Oscar de la Historia, consiste, en engendrar, educar, y modelar al hombre para se realice en el amor.

Naturalmente, la mujer como madre y esposa ya lo ha hecho a lo largo de los siglos en el mbito de la familia, ahora urge que su aportacin a la sociedad no se encierre en moldes que le vienen impuestos, sino que desarrolle ese genio femenino y tenga el coraje de ser lo que es, para humanizar la poltica, las leyes, la empresa, el mundo obrero, las universidades...Ojal que sta sea la verdadera aportacin de la revolucin femenina a la humanidad.

Si lo logramos seguiremos creyendo que el hombre es un ser para el amor...