Tapatío 17 de junio

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SECCIÓN B AÑO XCV TOMO CCCLXVI NÚMERO 34073 Fundadores • Jesús Álvarez del Castillo V. • Jorge Álvarez del Castillo Z. • Editor-Director • Carlos Álvarez del Castillo G. GUADALAJARA, JAL., DOMINGO 17 DE JUNIO DE 2012 Supervisor: Eduardo Castañeda H. [email protected] / Ana López [email protected] CUADERNO DE LECTURA ste carro vale más que diez peatones, una carriola habi- tada y un perro. Este carro costó por lo menos 90 mil, más los accesorios y el estéreo y las bocinas y la gasoli- na que acaba de encarecerse, hace una semana. A un peatón no le cuesta nada bajarse de la banqueta. Que se sepa, los peatones nunca han costado 90 mil pesos, ex- cepto cuando mueren el accidentes horribles y habían pagado un seguro de vida. Este carro está estacionado, hoy, en las ruinas de la acera de la calle Antonio de Le- ón, entre Reforma y avenida México, en la co- lonia Ladrón de Guevara. ¿Que de qué lado de la calle está el carro? De ambos: del poniente y del oriente. En el poniente, los dueños de una pista de hielo hi- cieron, en la vía pública, 22 aparcaderos, amurallados con 22 contenedores de diez li- tros para cloro: Exclusivo, Exclusivo, Exclu- sivo, Exclusivo... La acera del oriente es para los deudos del último muerto de una funera- ria, que tuvo el detalle de dibujar siete cajo- nes de estacionamiento donde antes hubo banqueta. En Antonio de León, el camino es la calle y los pea- tones que la recorren obedecen sin chistar, mientras es- quivan los autos que se les vienen encima. Toño Díaz, empleado de la funeraria más cercana es uno de los de pies obedientes. Sólo aprovecha la falta de banquetas para promover: “En la funeraria donde yo trabajo, en la otra cuadra, sí tenemos estacionamiento subterráneo. No arriesgamos a la gente a que... Por cierto, ¿ya hizo su plan de muerte?”. Nada personal La Secretaría de Vialidad debería saber esto. Debe- ría saber que las banquetas de la colonia Ladrón de Gue- vara están hechas un gran aparcadero. Que hay carros sobre Tomás V. Gómez: Exclusivo comensales (es decir, vehículos de comensales)/ Exclusivo clientes (es decir, vehículos de clientes)/ Exclusivo pacientes (etcétera). Que en los alrededores hay otras decenas de carros que le obstruyen el paso a los peatones. Y carros que le obs- truyen el paso a los carros que le obstruyen el paso de los peatones. Que hay carros sobre Victoriano Salado y Reforma —sobre Victoriano Salado y sobre Reforma—, y cadenas amarillas que protegen a los vehículos del mo- lesto paso de la gente… “Secretaría de Vialidad y Transporte, buenas tardes”. —Hola. Las banquetas están desapareciendo. ¿Que dónde? En la Ladrón de Guevara; en la esquina de López Mateos y San Gabriel, en Jardines del Bosque, y en… —Eso es cosa del ayuntamiento. Llame allá. “Ayuntamiento de Guadalajara, buenas tardes”. —Hola. Quiero saber quién dio permiso de que las banquetas sean estacionamientos. —Mire: las banquetas pueden tener forma de rampa o de lo que convenga a sus dueños. —¿Pueden tener forma de estacionamiento? —¡Ahhh! Eso le toca a la Secretaría de Vialidad. Llame allá. No hay autoridades que normen el asunto porque no hay una normativa, dice Roberto de Jesús García Martín, catedrá- tico del Instituto Tecnológico y de Estu- dios Superiores de Occidente. “Hay nor- mas internacionales que sugieren que deben medir 1.60 metros”, pero son sólo sugerencias. Recuerda que siete de cada diez personas que se mueven por la zona metropolitana de Guadalajara lo hacen a pie, pero siete de ca- da diez pesos que se invierten en infraestructura urbana son para vehículos motorizados. La movilidad es un asunto cultural, añade el académico y, desde hace 40 años, los peatones comenzaron a volverse invisibles. Invisibles y desdeñados (ni que costaran 90 mil o más); la zo- na comercial más de moda en la ciudad tiene nombre de andador, pero no banquetas en los alrede- dores. Es un asunto de estatus. Si la cultura acaba en leyes, el Codigo Urbano de Jalisco, vi- gente desde enero de 2009 es un ejemplo exquisito. No menciona la palabra peatón ni tres veces ni dos ni una. El concepto “peato- nal” sólo aparece cinco ocasio- nes y en un par de ellas, sólo de casualidad: se prohíbe colgar publicidad en puentes peatonales. La palabra ace- ra se asoma una vez en esta amplia ley, donde banqueta se repite dos veces. —¿Entonces el que se come la banqueta no viola la ley? —se le pregunta a Jesús García Martín. —La que existe no; nadie le puede decir nada, aunque se le puede demandar por invasión a la pro- piedad pública. —¿Alguien ha demandado? —No sólo no demandan, tampoco se quejan. En la acera oriente de Victoriano Salado, casi esquina con Reforma, una habitante de la Ladrón de Guevara inte- rrumpe su camino de vuelta de la tienda porque la banqueta se acabó. Autómata, resignada, acostumbrada, camina por la calle. Una nena sigue a la mujer, asida de su mano. —¿Está enojada? —La mujer, vestida con traje depor- tivo, mira con desconfianza a la que le pregunta. Protege a la nena. Aprieta el monedero. —¿Enojada? ¿Por qué? —La banqueta —Sobre la banqueta descansan tres carros. —¿La banqueta qué? —Pregunta, desesperada y a punto de echar carrera. —Se acabó… usted está en la calle porque la banqueta se le acabó. —¡Ahhh! ¡Nah! —dice, aflo- jando la expresión, mientras ad- vierte el desconcierto de su inter- locutora. —Debería, ¿verdad? Pongo en riesgo a mi hija todos los días. En la colonia Ladrón de Gue- vara todo es muy surrealista, por- que además de que los carros va- len más que las personas, además que las funerarias hacen pasos mortales para los que pa- san cerca, además de que nadie se da cuenta, en el piso de la es- quina de avenida México y Victo- riano Salado, afuera del edificio San Carlos, hay una tapa de dre- naje elegantísima que, literal, di- ce con letras color cobre: “Pasea por tu ciudad”, y en altorrelieve muestra la figura a un peatón ata- viado con un casco. Pero ahí mismo, la gente se resiste a amargarse la vida con preguntas incómodas. “No pasa nada. Ya nos acostumbra- mos”, insiste una vecina de Antonio de León y Reforma. Dice que hace poco tiempo paseaba con carriola por calle y ahora rodea: “Las calles que se quedaron sin banquetas y sin peatones son más inseguras —desde que se queda- ron sin banquetas y sin peatones—, dice sin conectar ideas. ¿A quién se le ocurriría caminar por ahí? A nadie. Definitivamente a nadie. Las banquetas exis- tían en la antigüedad, pe- ro en la Edad Media de- saparecieron cuando se inventó el sistema por medio del cual un arrollo central en las calles se llevaba los desechos de todo tipo. La gente cami- naba a la vera del mismo, sin división. Fueron reinventadas en Inglaterra, en el siglo XVIII, y acogidas en la Francia revolucionaria de inmediato. Han sido símbolo de la vida urbana, elemento li- terario, sinónimo de po- pular y hoy, que en algu- nas ciudades del mundo se ensanchan para goce de los peatones, y estre- nan estatus. Un nuevo estatus PARA SABER A UN LADO. Cada día hay más autos en la ciudad, y es más el tiempo que pasan sobre las banquetas, esos es- pacios en los que se supone que el peatón debería ca- minar libremente. Siete de cada 10 personas que se mueven por la zona metropolitana de Guadalajara lo hacen a pie EL INFORMADOR ¿Ban qué? Las aceras desaparecen, los peatones no chistan; es lo cotidiano en la zona metropolitana de Guadalajara, donde a pesar de tanto hablar de movilidad urbana, los autos siguen mandando E el cine mexicano, metido en las campañas Página seis Camila vallejo, la princesa comunista Página tres personajes públicos, los candidatos y su imagen Páginas cuatro y cinco Por Vanesa Robles

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Tapatío 17 de junio

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SECCIÓN

BAÑO XCV

TOMO CCCLXVINÚMERO 34073 Fundadores • Jesús Álvarez del Castillo V. • Jorge Álvarez del Castillo Z. • Editor-Director • Carlos Álvarez del Castillo G.

GUADALAJARA, JAL.,DOMINGO17 DE JUNIO DE 2012

Supervisor: Eduardo Castañeda H. [email protected] / Ana López [email protected]

CUADERNO DE LECTURA

ste carro vale más que diez peatones, una carriola habi-tada y un perro. Este carro costó por lo menos 90 mil,más los accesorios y el estéreo y las bocinas y la gasoli-na que acaba de encarecerse, hace una semana. A unpeatón no le cuesta nada bajarse de la banqueta. Que sesepa, los peatones nunca han costado 90 mil pesos, ex-cepto cuando mueren el accidentes horribles y habíanpagado un seguro de vida.

Este carro está estacionado, hoy, en lasruinas de la acera de la calle Antonio de Le-ón, entre Reforma y avenida México, en la co-lonia Ladrón de Guevara.

¿Que de qué lado de la calle está el carro?De ambos: del poniente y del oriente. En elponiente, los dueños de una pista de hielo hi-cieron, en la vía pública, 22 aparcaderos,amurallados con 22 contenedores de diez li-tros para cloro: Exclusivo, Exclusivo, Exclu-sivo, Exclusivo... La acera del oriente es paralos deudos del último muerto de una funera-ria, que tuvo el detalle de dibujar siete cajo-nes de estacionamiento donde antes hubo banqueta.

En Antonio de León, el camino es la calle y los pea-tones que la recorren obedecen sin chistar, mientras es-quivan los autos que se les vienen encima. Toño Díaz,empleado de la funeraria más cercana es uno de los depies obedientes. Sólo aprovecha la falta de banquetaspara promover: “En la funeraria donde yo trabajo, en laotra cuadra, sí tenemos estacionamiento subterráneo.No arriesgamos a la gente a que... Por cierto, ¿ya hizo suplan de muerte?”.

Nada personal

La Secretaría de Vialidad debería saber esto. Debe-ría saber que las banquetas de la colonia Ladrón de Gue-vara están hechas un gran aparcadero. Que hay carrossobre Tomás V. Gómez: Exclusivo comensales (es decir,vehículos de comensales)/ Exclusivo clientes (es decir,vehículos de clientes)/ Exclusivo pacientes (etcétera).Que en los alrededores hay otras decenas de carros quele obstruyen el paso a los peatones. Y carros que le obs-truyen el paso a los carros que le obstruyen el paso delos peatones. Que hay carros sobre Victoriano Salado yReforma —sobre Victoriano Salado y sobre Reforma—,y cadenas amarillas que protegen a los vehículos del mo-lesto paso de la gente…

“Secretaría de Vialidad y Transporte, buenas tardes”.—Hola. Las banquetas están desapareciendo. ¿Que

dónde? En la Ladrón de Guevara; en la esquina de LópezMateos y San Gabriel, en Jardines del Bosque, y en…

—Eso es cosa del ayuntamiento. Llame allá.“Ayuntamiento de Guadalajara, buenas tardes”.—Hola. Quiero saber quién dio permiso de que las

banquetas sean estacionamientos.—Mire: las banquetas pueden tener forma de rampa

o de lo que convenga a sus dueños.—¿Pueden tener forma de estacionamiento?

—¡Ahhh! Eso le toca a la Secretaría deVialidad. Llame allá.

No hay autoridades que normen elasunto porque no hay una normativa, diceRoberto de Jesús García Martín, catedrá-tico del Instituto Tecnológico y de Estu-dios Superiores de Occidente. “Hay nor-mas internacionales que sugieren quedeben medir 1.60 metros”, pero son sólosugerencias.

Recuerda quesiete de cada diezpersonas que semueven por la zona

metropolitana de Guadalajaralo hacen a pie, pero siete de ca-da diez pesos que se invierten eninfraestructura urbana son paravehículos motorizados.

La movilidad es un asuntocultural, añade el académico y,desde hace 40 años, los peatonescomenzaron a volverse invisibles.

Invisibles y desdeñados (nique costaran 90 mil o más); la zo-na comercial más de moda en laciudad tiene nombre de andador,pero no banquetas en los alrede-dores. Es un asunto de estatus.

Si la cultura acaba en leyes,el Codigo Urbano de Jalisco, vi-gente desde enero de 2009 es unejemplo exquisito. No mencionala palabra peatón ni tres veces nidos ni una. El concepto “peato-nal” sólo aparece cinco ocasio-nes y en un par de ellas, sólo de casualidad: se prohíbecolgar publicidad en puentes peatonales. La palabra ace-ra se asoma una vez en esta amplia ley, donde banquetase repite dos veces.

—¿Entonces el que se come la banqueta no viola laley? —se le pregunta a Jesús García Martín.

—La que existe no; nadie le puede decir nada,aunque se le puede demandar por invasión a la pro-

piedad pública.—¿Alguien ha demandado?—No sólo no demandan, tampoco se quejan.En la acera oriente de Victoriano Salado, casi esquina

con Reforma, una habitante de la Ladrón de Guevara inte-rrumpe su camino de vuelta de la tienda porque la banquetaseacabó.Autómata,resignada,acostumbrada,caminaporlacalle. Una nena sigue a la mujer, asida de su mano.

—¿Está enojada? —La mujer, vestida con traje depor-tivo, mira con desconfianza a la que le pregunta. Protegea la nena. Aprieta el monedero.

—¿Enojada? ¿Por qué?—La banqueta —Sobre la banqueta descansan tres

carros.—¿La banqueta qué? —Pregunta, desesperada y a

punto de echar carrera.—Se acabó… usted está en

la calle porque la banqueta se leacabó.

—¡Ahhh! ¡Nah! —dice, aflo-jando la expresión, mientras ad-vierte el desconcierto de su inter-locutora. —Debería, ¿verdad?Pongo en riesgo a mi hija todoslos días.

EnlacoloniaLadróndeGue-vara todoesmuysurrealista,por-que además de que los carros va-len más que las personas,además que las funerarias hacenpasos mortales para los que pa-san cerca, además de que nadiese da cuenta, en el piso de la es-quina de avenida México y Victo-riano Salado, afuera del edificioSan Carlos, hay una tapa de dre-naje elegantísima que, literal, di-ce con letras color cobre: “Paseapor tu ciudad”, y en altorrelievemuestra la figuraaunpeatónata-viado con un casco.

Pero ahí mismo, la gente seresiste a amargarse la vida con

preguntas incómodas. “No pasa nada. Ya nos acostumbra-mos”, insiste una vecina de Antonio de León y Reforma.Dice que hace poco tiempo paseaba con carriola por calley ahora rodea: “Las calles que se quedaron sin banquetasy sin peatones son más inseguras —desde que se queda-ron sin banquetas y sin peatones—, dice sin conectarideas. ¿A quién se le ocurriría caminar por ahí?

A nadie. Definitivamente a nadie.

❖ Las banquetas exis-tían en la antigüedad, pe-ro en la Edad Media de-saparecieron cuando seinventó el sistema pormedio del cual un arrollocentral en las calles sellevaba los desechos detodo tipo. La gente cami-naba a la vera del mismo,sin división.

❖ Fueron reinventadasen Inglaterra, en el sigloXVIII, y acogidas en laFrancia revolucionaria deinmediato.

❖ Han sido símbolo de lavida urbana, elemento li-terario, sinónimo de po-pular y hoy, que en algu-nas ciudades del mundose ensanchan para gocede los peatones, y estre-nan estatus.

Un nuevoestatus

PARA SABER

A UN LADO. Cada día hay más autos en la ciudad, y esmás el tiempo que pasan sobre las banquetas, esos es-pacios en los que se supone que el peatón debería ca-minar libremente.

Siete de cada

10 personas

que se mueven por

la zona metropolitana

de Guadalajara

lo hacen a pie

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¿Ban qué? Las aceras desaparecen, los peatones no chistan; es lo cotidiano en la zona metropolitana

de Guadalajara, donde a pesar de tanto hablar de movilidad urbana, los autos siguen mandando

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el cine mexicano, metidoen las campañas Página seis

Camila vallejo, la princesacomunista Página tres

personajes públicos, los candidatosy su imagen Páginas cuatro y cinco

Por Vanesa Robles

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PÁGINA 2-B Domingo 17 de junio de 2012EL INFORMADOR

El profesor (y novelista) Umberto Eco, uno de los intelectuales más vi-sibles en el mundo occidental durante los ochenta y noventa, publicóhaceañosunensayoenelqueabominadelospudoresestéticosdecier-tosescritores,quematizanoanulansusfrasesconvelosyantifacescal-cados del lenguaje oral. Palabras y expresiones como “quizá”, “casi”,“un poco como”, “bastante” y todas sus hermanas, establecía Eco, lle-van a la prosa y el verso al ridículo de rebajarse y desmentirse a sí mis-mos, de oscurecer lo dicho a fuerza de moderarlo. Porque no es lo mis-mo proponer, como Paz (al que cito a sabiendas de que es la pluma devomitardemuchos):“Unsaucedecristal,unchopodeagua,unaltosur-tidor que el viento arquea”, que anotar, trémulo de apocamiento: “Ha-bía arbolitos… y unos como líquenes casi viscosos. Era un campito al-go monón, pues”.

Un escritor debe buscar la exactitud verbal, claro, pero no al costode colgarle plomo a sus palabras. Por supuesto que “chopo de agua” esuna frase que no busca la precisión científica verificable. Donde resue-

na es en el oído, en los ojos y en la parte del cerebro que entiende queun árbol es, al tiempo, un organismo, un emblema y todas las palabrasque se han dicho antes sobre los de su clase.

Existen otras variantes del yerro. Hace unas semanas escuché queun autor (cuya ineptitud verbal es legendaria) se había repasado a uncolega bajo el argumento de que “solamente” tenía “estilo” y no “densi-daddepensamiento”.Comosi las ideaspudieranprescindirdel lengua-jeyescribirnofuera, también,unmododepensar.Ycomosiunaobser-

vación con pretensiones de sociología o la interpretación de unaestadística tuvieran que ser, por necesidad, más importantes que unaimagen (cosa perfectamente posible, desde luego, porque hay estadís-ticas interesantísimas e imágenes del todo innecesarias, pero lo que in-teresa resaltar acá es que no hay una Ley Universal que lo establezca).

Quien escribe lo hace bajo el riesgo permanente del error, deldesatino. Pero el fallo principal consiste en entregarse al pánico yproferir obviedades para mantenerse en terreno firme. Escribir pa-ra ser olvidado inmediatamente pero sin rechiflas. Escribir para serdecoroso, apilar palabras consabidas, convertirse en el espectadorabochornado de uno mismo y emborronar con risitas lo escrito pa-ra que nadie vaya a pensarse que uno tiene pretensiones.

Ya lo dijo otro autor, con fama de solidario: la gente en la calleno habla como el príncipe Hamlet sino que lo hace con tartamudeos,frases a medias y las mínimas convicciones posibles. Pues precisa-mente por eso la literatura es otra cosa, se le debería responder.

EL MUNDOALUCINANTE

Antonio Ortuño

A diferencia de dos exposiciones dedicadas a Picasso en Lon-dres—una,en laTateBritain,documentandosu influenciaso-bre el arte moderno en el Reino Unido y la segunda, en el Mu-seo Británico, con la edición completa de la Suite Vollard—, alas que se podía entrar sin demora por el limitado número devisitantes, para acceder a la gran retrospectiva consagrada enla Tate Modern a la obra de Damien Hirst, tuve que hacer unacola de tres cuartos de hora.

No sólo la abundancia de público llamaba la atención;también, el gran número de jóvenes y de parejas, algunas conniños en los brazos. Los pequeños la pasaban bastante bienen las salas de la muestra. Se divertían mucho con el revolo-teo de las moscas en la urna de cristal donde reposa la cabe-za sangrante de una vaca (Mil años 1990) y todavía más en lainstalación llamada Dentro y fuera del amor, un cuarto artifi-cialmente humidificado con mariposas vivas, cuencos de fru-tas, superficies blancas y cajones con flores. Pero a algunosde estos precoces aficionados los asustaron los corderos y lasreses seccionados quirúrgicamente y los tiburones dientudosconservados en formol; a veces rompían en llanto.

La exposición misma no tenía mayor interés, salvo des-de el punto de vista sociológico, pues resultaba sumamenteinstructivo espiar las reacciones de los visitantes ante los ob-jetos que la poblaban. La mayor parte hacía un esfuerzo visi-ble por descubrir, detrás o dentro de los anaqueles atiborra-dos de remedios, pinzas, tijeras, espátulas, guantes elásticos,órganos en yeso, o en las bolitas y globos suspendidos en elaire por el soplido de una secadora de pelo o el ventilador deuna caja de colores chillones, la idea, la razón, la propuestaintelectual o estética, el misterio que confiriese a semejantesmaterialesalgoque justificara laadmiración,el respeto,o,porlo menos, la curiosidad del público. Muchos no podían ocul-tar su decepción, pero la disimulaban, con comentarios querehuían lo primordial y se aferraban a lo adventicio: “¿El dis-positivo será mecánico o eléctrico?”, “¿Deberán cambiar elformol cada cierto tiempo o durará toda la eternidad?”). Losmás osados se atrevían a sonreír o a reírse abiertamente de loque veían, como diciendo, entre guiños: “De un artista puedeesperarse cualquier cosa, ya lo sabemos”.

Losquesehantomadomuyenserioaquelloqueallí seexhi-bía son, claro está, la comisaria de la exposición, Ann Gallagher,sus colaboradores y la media docena de autores de los ensayosdelcatálogoquelaacompaña.Elverdaderoembaucoestáenesaspáginasy,sobretodo,si loscríticossecreenloquefirman.Ensín-tesis,paraentendercabalmenteloqueDamienHirst(o,másbien,los operarios de su taller) fabrican, hay que moverse con desen-voltura en una galaxia donde rutilan Immanuel Kant y SigmundFreud,lascomplejidadesdelaanatomía,lafarmacopea,laindus-tria proveedora de instrumental clínico para los hospitales, Mar-cel Duchamp, Francis Bacon, Kurt Schwitters, las técnicas de lapublicidad de la empresa Saatchi, los secretos del tallado de dia-mantesylasfilosofíasyteologíasrelacionadasconlamuerte.Unode ellos revela, como un dato de capital importancia, que en losprimeros “gabinetes médicos” que concibió Hirst en los añosochenta, los remedios y pastillas que figuraban en sus repisas,procedían todos de las recetas de su abuela enferma, a quien elartista quería mucho.

A juzgar por la entrevista que concedió Damien Hirst a Ni-cholas Serota y que aparece en el catálogo, el artista que, segúnla señora Ann Gallagher, “ha impregnado más la conciencia cul-tural de su tiempo”, no tiene en gran estima a sus admiradores,ni tampoco al arte que practica, ni trata de dar seriedad y digni-dad a sus creaciones mediante anfibológicas referencias cultu-rales o poniéndose bajo el ala protectora de imponentes pensa-dores o artistas. Por el contrario, habla de su trayectoria con unadesarmante sinceridad, explicando, en cierto modo, la eleccióndesusopcionesartísticasenfuncióndesuscarenciasylimitacio-nes. Hubiera querido ser pintor pero advirtió que pintaba muymal y optó por los collages en los que se sentía menos deficiente.Cuandodescubrióelarteconceptual,elsurrealismoyelminima-lismo,todomezclado,entendióquehabíauncamino—eldelges-

to, el desplante y el espectáculo— en el que él podía superar susdefectos e, incluso, triunfar.

Uno de sus méritos es haber demostrado que en nuestraépoca se puede ser un artista, incluso de gran prestigio, sindemostrar destreza alguna en lo que se refiere a pintar o es-culpir, simplemente haciendo lo que todavía no se ha hecho,yprocurandoquehayaenestoalgonovedosoy llamativo,que,sinsignificar rupturaorechazoradicaldeunatradición, lopa-rezca. Cuando Hirst habla de los pintores que, cree, han ejer-cido una influencia sobre él, como Sol LeWitt o Naum Gabo,e incluso Francis Bacon, no se refiere para nada a sus méritosestrictamente plásticos, sino a sus actitudes y posturas, a queañadieron al territorio del arte lo que antes de ellos no era nipodía ser considerado “artístico”.

Adiferenciadesusenrevesadosytrampososcríticos,quedan a su persona y a sus obras unos baños delirantes de em-paque y dignidad intelectual, estética y filosófica, DamienHirst parece bastante consciente de la extraordinaria super-chería en que se ha convertido hoy, para muchos, el oficio quepractica. Él no pretende disimularlo, sólo aprovecharlo: loacepta tal como es y saca de ello todas las ventajas posibles.

No es exagerado decir que se trata de un honesto embauca-dor, que, en un mundo en el que ahora todo vale, donde el autén-tico talento y el funambulismo andan confundidos, él pasa susmercancíasporloqueverdaderamenteson,sinescrúpulosnipre-tensiones, dejando que se ocupen de envolverlos en argumentosyjustificacionesdedensatinieblayespeciosadialéctica,esoscrí-ticos,galeristasymarchantesque,comolospublicistasalquimis-tas de Saatchi, saben convertir todo lo que brilla en oro, vendergato por liebre e imponer su propia tabla de valores y de jerar-quíasenmediodelaconfusiónquehareemplazadolasviejascer-tidumbres y patrones estéticos.

No faltará quien recuerde que, a lo largo de la historia, nosólo el arte, toda la cultura ha estado siempre hospedando ensu seno a embaucadores de rauda figuración y que sólo con ladiscriminación que ejerce el tiempo, retornaron luego al ano-nimato del que nunca debieron salir, alejándose por fin de losauténticos creadores a quienes, por la ceguera de sus contem-poráneos, llegaron a hacer sombra. Eso es cierto. Pero no creoque nunca en la historia del arte haya habido nadie como Da-mien Hirst, desprovisto del más elemental talento y originali-dad, que, en vez de disimular esta condición, la exhibe en to-do lo que hace con perfecta desfachatez, y haya conseguidopese a ello escalar todos los peldaños de la consideración delestablishment (la bibliografía que le está dedicada es abruma-dora) hasta llegar a ser requerido por instituciones como laTate Modern y los museos más importantes del mundo.

Su éxito económico está a la altura, y acaso supera, el ar-tístico. En octubre de 2004 vendió, a través de Sotheby’s, suPharmacy de Notting Hill por unos 15 millones de dólares, yen septiembre de 2008 el remate que hizo, prescindiendo degaleristasymarchantes,siempreatravésdeSotheby’s,de244nuevas obras obtuvo la astronómica suma de 111 millones ymedio de libras esterlinas (es decir, más de 150 millones dedólares). Lo que significa que Damien Hirst es acaso el máscaro artista vivo de nuestro tiempo.

¿Su futuro está garantizado? Si todo dependiera del mer-cado del arte, sin duda. Pero, ¡ay!, advierto una amenaza en elporvenir de este Rastignac de la pintura del siglo XXI: la pode-rosísima Real Sociedad Protectora de Animales del Reino Uni-do. Auguro que los severos inspectores de esta institución nodejarán pasar impune el sacrificio de las decenas de millares degráciles mariposas, a las que el artista mató, con el agravantede arrancarles las alas, para engalanar Enlightenment y una se-rie de sus cuadros, ni el genocidio de millones de moscas ino-centes para empastelar con ellas la masa viscosa que recubresufamosoSolNegro.Noes imposibleque laRealSociedadPro-tectora de Animales ponga fin, o cause un serio quebranto, a laflamígera carrera del muchacho de Leeds que comenzó a hacerarte a los 16 años fotografiándose junto a la cabeza seccionadade un cadáver en la morgue de su ciudad natal.

PIEDRA DE TOQUE

Mario Vargas Llosa

El honesto embaucador

Quien escribe lo hace bajo el riesgo permanente

del error, del desatino. Pero el fallo principal consiste

en entregarse al pánico y proferir obviedades

para mantenerse en terreno firme

Javier Duarte no llega todavía a los 40 años de edad y su carrera política tie-ne escasos 17 años. No es técnicamente un improvisado, pero tiene esa faltade aplomo que se necesita cuando se llega a la cima. Duarte pertenece a lanueva generación política del PRI que se ha formado detrás del perfil de En-rique Peña Nieto, pero que a diferencia de otros colegas del mismo molde engobiernos estatales, galvaniza la crítica de los viejos sabios tricolores que loconsideran frívolo e incompetente.

El calificativo de frívolo se lo endilgan por la forma impulsiva y poco pro-funda con la que gobierna, y que muchas veces lo ha obligado a rectificar de-claraciones inflamatorias. Se ha ido de bruces en declaraciones relacionadascon temas de seguridad, que tiene infectado su Estado como nunca antes ensu historia, y reaccionado en forma autoritaria cuando se ha visto desestabi-lizado. Por ejemplo cuando dos periodistas que generaron alarma por infor-maciones falsas que difundieron en las redes sociales, ordenó que los proce-saran penalmente. Días después tuvo que desistirse por la ola crítica nacionalque le cayó.

“Es un muchacho sin oficio”, dice uno de los políticos veteranos en acti-vo del PRI. “Es uno de quienes inexplicablemente llegaron al poder”.

Duarte pertenece a una generación de jóvenes gobernantes del PRI quellegaron a la cima en forma meteórica, ante la vejez de un grupo compactoque se mantuvo en el poder durante casi 50 años sin permitir el relevo gene-racional. Con dos maestrías en la bolsa, Duarte entró a la política como ase-sor en la Coordinación General para la Promoción de la Participación Socialen la Secretaría de Gobernación, de donde lo reclutó un paisano suyo, FidelHerrera, quien lo hizo su secretario particular cuando llegó a la Cámara deDiputados.

Herrera tomó a ese joven bonachón y huérfano —su padre murió en elterremoto de 1985 en la Ciudad de México — como su pupilo, a quien fue ta-llando para hacerlo algún día su sucesor. Enfilado hacia la candidatura paragobernador, Herrera lo mandó de regreso a Veracruz en 2004 como subsecre-tario de Finanzas del PRI estatal, lugar estratégico para sus ambiciones polí-ticas, y al llegar al poder lo hizo subsecretario de Finanzas primero, y másadelante titular del despacho.

El gobernador siguió preparando a su delfín y lo hizo diputado, dondeera su hombre en las negociaciones presupuestales. No pensaba hacer raí-ces en San Lázaro y, de hecho, cuando se empezaban a repartir tareas dentrode la fracción priista al inicio de la legislatura, le comentó al jefe de la banca-da Francisco Rojas, que sólo estaría de paso, pues iría por la gubernatura. Ro-jas le dio tareas marginales.

El entonces diputado era insignificante para sus pares. No era uno de losgladiadores de la tribuna, ni tampoco de los arquitectos en la negociación.Era un diputado del montón sobre el cual Herrera tenía un proyecto. Viejo zo-rro de la política, Herrera unió a todas las fuerzas políticas del Estado detrásde Duarte, quien se enfrentó al neopanista Miguel Ángel Yunes. La batalla porla gubernatura fue salvaje, pero no entre los dos candidatos, sino entre Yunesy su viejo amigo, convertido en enemigo jurado, el gobernador.

Yunes obtuvo la votación más alta en la historia del PAN en Veracruz, ysólo perdió porque enfrente tuvo los recursos políticos de Herrera, y el poderdel gobernador. Duarte no ayudó mucho en la contienda, donde en el téte-a-téte con Yunes, siempre salió derrotado. Pese a ello, cuando llegó a la guber-natura no tardó mucho en desconocer a quien lo formó, lo impulsó y lo hizogobernador.

Cuando se sentó en la silla del gobernador y vio el boquete financieroque le habían dejado, rápidamente se deslindó de su tutor y lo responsabi-lizó de todos sus males, particularmente de las arcas vacías. En materia deseguridad no se hizo bolas. Frente a la violencia y el narcotráfico que se ex-tendía en Veracruz, permitió que la Marina se adueñara de toda la seguri-dad en el Estado.

Duarte, entre aterrado por lo que lo rodeaba —había amenazas de muer-te continuas— y su molestia con Herrera, aceptó del secretario de Marina,Francisco Saynez, órdenes que incluían pérdida de soberanía política. Duar-te, que a veces parece un chamaco berrinchudo y egoísta con sus juguetes,trató alguna vez de encarar al almirante. Pero si quería que el Estado se paci-ficara, le dijo una vez el secretario, tenía que hacer lo que le decía. Obedecióya sin resistencia. Fue quitando a los jefes de policía que le señalaban, paraque fueran remplazados por militares.

Al incrementarse la violencia en Veracruz y convertirse el Estado enun campo de batalla, Duarte sólo cerró los ojos y apretó el corazón. En esono se metería y que fuera el Gobierno federal quien se encargara de la go-bernabilidad. Él se dedicaría a plegarse ante Peña Nieto, tomar partido des-de que estaba la contienda abierta y comenzar a pagar millones de pesosanuales en asesorías políticas. Contrató al ex gobernador de Oaxaca, JoséMurat, quien en últimas fechas preside muchas de las reuniones de gabi-nete, regaña e instruye, por “instrucciones” de Duarte, lo que ha generadotensiones adicionales.

El gobernador estaba en otras cosas, como servir a los intereses de PeñaNieto. Duarte está bajo la mirada de las autoridades federales, que sospechanque ha desviado dinero público para campañas políticas. Sigue abierta unainvestigación para determinar si los 25 millones de pesos que le decomisaronhace unos meses —ya se los regresaron— por sospecha de lavado de dinero,eran realmente para la campaña presidencial. A varios de sus funcionarioslos han interrogado en la PGR, y en el Sistema de Administración Tributariahan revisado a varios de sus cercanos.

Duarte tiene prendidas dos veladoras para su futuro: la Marina, para elcontrol de la seguridad del Estado —el más violento en la nación en asesina-tos de periodistas—, y en Peña Nieto, para que sea quien lo rescate financie-ra y políticamente. Para hacerse sentir más útil con el candidato y el PRI, re-cientemente se ofreció a ayudar a que el PRI ganara la gubernatura enTabasco, y envió recursos al candidato Jesús Alí de la Torre.

Aun genuflexo, no convence. Irrita a muchos, no por su voz aguda, chi-llona, sino por la forma como ha destruido la política en un Estado que tienehistoria y tradición de buenos políticos. Veracruz se encuentra hoy en día enel centro de la discusión sobre lo que es un Estado fallido, que siempre ha re-chazado, y que se baña crecientemente en sangre, que él adjudica a factoresexternos o heredados. Él no es culpable, sino víctima. Si el Estado no es falli-do, su gestión hasta ahora, definitivamente, sí ha sido fallida

[email protected]: @rivapa

El gobernador fallido

Raymundo Riva Palacio

PORTARRETRATO

R.

PET

TER

SEN

No muchito pero sí pocón

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Domingo 17 de junio de 2012 PÁGINA 3-BEL INFORMADOR

n algo se parece la Camila Vallejode los mítines masivos a la que daentrevistas a los medios de comu-nicación que tanto la solicitan: eltono enérgico y seguro que usa al

hablar, sus rasgos perfectos y su vocación por laesperanza se corresponden.

La bella líder estudiantil chilena estuvo es-ta semana en México. Como es bien sabido, ha-ce poco más de un mes se gestó en el país un mo-vimiento universitario llamado #YoSoy132, elcual tiene una larga lista deobjetivos, entre los cuales es-tá la democratización de losmedios de comunicación.Pues bien, Camila Vallejo sereunió con este grupo; no pa-ra marcarles la agenda, comoella misma aclaró, sino parahablar sobre el papel de lasuniversidades públicas en La-tinoamérica.

Este personaje, de tan só-lo 24 años de edad, ha mereci-do desde hace varios mesesvarias líneas en los diarios yrevistas de referencia en elmundo. Entre sus principalesméritos está el haber influidoen la agenda del Gobierno chileno de SebastiánPiñera, en la búsqueda de una educación públi-ca gratuita y de calidad.

Entre las críticas que la apuntan, al menosuna la acusa de contradictoria.

Sea pues el lector quien dimensione la ver-dadera relevancia de una de las chilenas más fa-mosas del orbe, la misma que en 2011 fue nom-brada personaje del año por The Guardian.

Herencia comunista

Camila Vallejo Dowling nació el 28 de abril de1988. Es hija de Reinaldo Vallejo y MarielaDowling. El primero estudió teatro e Ingenieríamecánica y llegó a participar en series televisivasen la década de los ochenta; la segunda es licencia-da en Cartografía. Uno de los puntos en común quetienen ambos es que son antiguos militantes delPartidoComunista,organizaciónqueviointerrum-pida su historia institucional durante 17 años debi-do a la dictadura de Augusto Pinochet.

Fue hasta los 19 años cuando Camila deci-dió unirse a las juventudes del Partido Comunis-ta. Desde entonces, su actividad política se hamantenido a flote. En su historial está el haberganado la presidencia de la Federación de Estu-diantes de Chile (FECH) en febrero de 2011, aun-que no tuvo igual suerte en su intento por reele-girse en diciembre del mismo año.

Empero, incluso antes de pensar militar con loscomunistas, cuando no había cumplido los 14 años,CamilaVallejoyateníasuprimeralecturapolíticaconel ideólogo anarquista Mikhail Bakunin. El dicho deinfancia es destino, pareciera comprobarse.

¿Hay una Camila que no sólo piense en po-lítica; una que no use con tanta frecuencia las pa-labras “unidad”, “combate”, “sociedad” y “edu-cación”? Sólo ella sabe; lo que evidentementeexiste, es una Camila que no sólo se dedica amarchar y hablar frente a un micrófono; ésa a laque le gusta mover los pies rítmicamente al com-pás de una buena cumbia y que a la vez le gustael rock; ésa que guarda desde la adolescencia elKid A de Radiohead en casete.

Una pasante en lucha

Camila Vallejo no ha terminado la carrera.Está a una tesis de ser licenciada en Geografía.¿Qué la detiene? El movimiento social más im-portante desde aquel que pedía el final de la dic-tadura chilena se le cruzó en el camino.

La primera protesta masiva fue el 12 de ma-yo de 2011, a dos meses de que Vallejo fueranombrada oficialmente como líder de los estu-diantes. La exigencia ya es bien conocida: que elGobierno ponga freno al neoliberalismo educa-

tivo y que ofrezca enseñanzapública, gratuita y de calidad.Hasta el día de hoy, aunque elmovimiento ya metió el tema enla agenda de Sebastián Piñera –aquien no le ha ido muy bien, puesen cuanto comenzó su administra-ción en marzo de 2010 tuvo quesortear los efectos del terremoto de8.8 grados–, no ha habido una soluciónconcreta que satisfaga a todas las partes.

La líder chilena, acom-pañada por estudiantes,maestros y todos los allega-dos a las protestas, ha signi-ficado otra suerte de terre-moto para Piñera: uno que yale derrumbó a dos ministrosde educación.

El primero fue JoaquínLavín, quien abandonó el car-go tan sólo dos meses despuésde haber iniciado el movi-miento. Felipe Bulnes, su rele-vo, no tuvo mejor suerte. Trasdar por fracasado el diálogocon los inconformes, éste re-nunció a finales de diciembrede ese mismo año, dejando

atrás solamente cinco meses de gestión.La más reciente muestra del músculo social del

movimiento, al que ya se le estaba dando por dismi-nuido, fue una marcha el 25 de abril de este año, quelogró convocar a 50 mil personas. Muestra de que,aunqueyanoesoficialmentelalíderdelafederacióndeestudiantes,CamilaVallejonopiensaretirarse,in-cluso si eso atrasa aún más su titulación.

Contra el régimen… a veces

Que sea Yoani Sánchez, la periodista y disi-dente cubana, la que hable en estas líneas: “Lachilena se veía aún envuelta en el glamour quesiempre la acompaña, pero sometida al protoco-lo encartonado y obediente de su contraparte cu-bana. Curiosa paradoja, de la postura antihege-mónica en su país, Camila pasaba a compartir lapalabra y la sonrisa con la hegemonía del pensa-miento oficial cubano”.

Éste es un extracto de un texto de Yoani Sán-chez, publicado en el diario La Tercera, de Chi-le, respecto a la visita que Camila Vallejo hizo enabril pasado a Cuba. En él, cuenta cómo fue elinfructífero intento de reunirse con la líder estu-diantil, quien tuvo la oportunidad de darle la ma-no al régimen, personificado en la figura de undébil ex presidente Fidel Castro. Yoani comparaeste acto con la visita del Papa Benedicto XVI,quien le negó a la disidencia cubana la oportuni-dad de reunirse con él por unos minutos.

Será que se espera de Camila más de lo quese debe. Será que el entorno la ha encumbradomás de la cuenta, como suele pasar con los líde-res sociales. Será que los carteles donde se le di-buja similar a la más emblemática figura de Er-nesto “Che” Guevara no son más que unaapología. Será eso y más; pero, lo innegable, esque Camila Vallejo tiene sus méritos y un largohistorial político por escribir.

Más que unabella rebeldeFue el rostro y la voz de las movilizaciones

estudiantiles en Chile. Camila Vallejo visitó

México de la mano del movimiento #YoSoy132

PERSONAJE CAMILA VALLEJO

E

Una de las peticiones deCamila Vallejo y los estu-diantes que tomaron lascalles en Chile, fue que elEstado destinara 1.5% delProducto Interno Bruto(PIB) para cubrir las nece-sidades de la educación su-perior, frente 0.4% que in-vierte en la actualidad.

PeticiónAL FRENTE

ELIN

FOR

MAD

OR

•J.

LÓPEZ

No bastasimplemente con

que la juventud semovilice sino (que) tieneque apostar, lajuventud, a construirun movimiento socialamplio transversaly diversoCamila Vallejo,líder estudiantil.

Por Roberto Medina

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PÁGINA 4-B Domingo 17 de junio de 2012EL INFORMADOR

Los responsables de que los candidatos al Gobierno

del Estado proyecten sus mejores características ante

la gente en los encuentros personales, en la propaganda

y en los medios de comunicación, explican sus estrategias:

el buen manejo de la percepción hace ganar elecciones

mata propuestas?n ocasiones escapa de la razónel hecho de que algunas muje-res se pongan como “locas”cuando ven a Aristóteles San-doval Díaz. Ese impulso que las

lleva, como endemoniadas, a jalar, rasgu-ñar o pellizcar al “papucho” que admiran. Yotras ocasiones la razón da para pensar quesimplemente creen que se trata de un pro-ducto de marketing hecho a imagen y se-mejanza del candidato presidencial delPRI, Enrique Peña Nieto, es decir, como ga-lán de telenovela.

En instantes, el aspirantea lagubernatu-ra intenta revertir esa “idea”. Por ejemplo,cuando se le cacha con golosinas, dice, “ven,no soy metrosexual, como piensan”.

Sin embargo, los que trabajan para élsaben que su imagen es “sagrada”. Por suequipo de campaña han pasado fotógrafosde todo tipo, hasta que encontró a un parque lo “capturan” como él desea.

Cuando tiene cámaras enfrente haceunpequeñomovimientoen labocaparaquese vean menos cachetes, coloca el rostro enun ángulo de tres cuartos y a cada lugar alque asiste llega con un outfit ad hoc (si vaa Mezquitic, usa camisa de cuadros, chale-co, cinto, reloj de marca y botas cafés; si vaa una universidad, se quita la corbata; si vacon empresarios, va con traje elegante; sivaaunacabalgata, llevabota,mezclilla, ca-misa y sombrero…).

Sus asesores aseguran que con Aristó-teles no hay truco. Se ve lo que hay.

En reuniones previas al diseño de lacampaña, hubo lluvia de ideas sobre lo querefleja el candidato: queescercanoa lagen-te, que hace clic con multitudes, que le gri-tan en los pueblos porque tiene carisma…y así, hasta que Ricardo Villanueva, direc-tor operativo de la campaña, acotó: “Seño-res, no se equivoquen. Lo que tenemos esa un hombre inalcanzable”.

Sí. Un hombre inalcanzable al que sele puede admirar como a un galán de tele-novela o comoaun rockstar, peroqueacep-ta tomarse fotos —para que se las lleven desouvenir— y al que pueden gritarle “guarra-das” porque es un personaje que no es desu vida cotidiana.

Con las manos rasguñadas, el cuellolastimado—demujeresquese lecuelgan—y cara de disgusto cuando lo besan por lafuerza, en lo corto, el candidato reconoceque llega a sentirse incómodo con el com-portamiento de algunas mujeres —espe-cialmente cuando le dan agarrones—.

Sucede, pues, que aunque cada lunesaparezca con propuestas bien diseñadas poracadémicos (especialmente de la Universi-dad de Guadalajara), sigue teniendo más pe-so su imagen de hombre “inalcanzable”.

Ricardo Villanueva reflexiona que des-de el primer momento dijeron que no inven-tarían a ningún candidato, “lo que se ve es

lo que puede representar; eso significó queen la estrategia le diéramos mucho énfasisa consolidar la propuesta, porque muchostratan de hacer sentir que es un asunto deimagen y es más que eso. Quisimos armarun proyecto para Jalisco”.

El ex dirigente de la FEU reconoce que laimagen de Aristóteles Sandoval es “bastanterentable”, pero, insiste, las fuerzas del equipode campaña se concentraron en crear una vi-sión clara de cómo quieren gobernar y cuálesserían las promesas de campaña.

Aún así, los argumentos de muchosque asisten a los actos multitudinarios noestán relacionados del todo con las pro-puestas. Este diario ha sondeado a militan-tesysimpatizantesqueasistenacadaeven-to y las respuestas más comunes son, “estácomo quiere”, “tiene buenas propuestas(pero luego no saben cuáles)”, “queremosal PRI, porque estamos hartos del PAN”.

La tele como plataforma

La imagen de Aristóteles Sandoval halogrado penetrar en un amplio sector de ja-liscienses, ya que en los dos años que estu-vo como alcalde de Guadalajara, destinó200 millones de pesos a gastos de comuni-cación social. El mayor porcentaje fue paradifusión de medios, particularmente en te-levisoras.

Sobre el “éxito” que tiene con algunas

mujeres,RicardoVillanuevareflexionaquesinduda a la democracia mexicana le falta un ni-vel de exigencia en el tema de las propuestas.

“Desafortunadamente (el electorado)se deja llevar más por los medios, la per-cepción, la imagen. En las encuestas dicenque votarían por Aristóteles, pero al profun-dizar descubres que nadie las conoce. Hayque tratar de ser responsables. Una campa-ña es para siete millones de personas, es di-fícil lograr un nivel de conocimiento tan cer-cano. Por eso en la campaña requiereslogans, fotos y muchas herramientas, quealgunos ciudadanos ya cuestionan. Lo im-portante no es la imagen, y debería dejar deserlo, pero en este momento no es así. Te-nemos que reconocer que la democracia noes perfecta. Por eso decía que hemos in-tentado que la imagen vaya alineada al can-didato. No hemos tratado de que sea másviejo. Ni lo estamos tratando de mostrarmás joven, ni giramos a través de la imagendel copete, queremos presentar al candida-to como es, sí, con su imagen, pero tambiéncon su filosofía”.

Entonces, ¿cómo es?

Eldirector operativode la campañade-fine a su candidato como un tipo trabajador,con jornadas largas y que le exige a su equi-po el mismo ritmo de trabajo.

“Además es alguien que aprende muy

rápido. Tanto, que abusa de su gran habili-daddeentender, es alguienque sí está com-prometido con este proyecto y lo demues-tra a diario trabajando. Es autocrítico,reconoce sus fallas y las trabaja con genteexperta. Siempre piensa en innovar, le gus-ta explorar cosas nuevas. Por ejemplo, pa-ra los eventos, nos obligó a que cambiára-mos al típico maestro de ceremonias, noquería la banda… aunque en algunos luga-res, en los pueblos, obviamente no puedesnegarles que la lleven”.

Paraello, laempresaHeurística—con-tratada también por el ayuntamiento deGuadalajara, con pagos de casi dos millo-nes anuales— ha sido clave, pues se encar-ga desde realizar material audiovisual quepermita digerir cada uno de los ejes de pro-puesta de campaña, hasta de las fotos quese ven en los espectaculares.

Y aunque Aristóteles Sandoval tam-bién ha querido mostrarse como el “cam-bio”, como el nuevo PRI, hay corrientes delas que no puede zafarse, como de lo queestá sucediendo a nivel nacional con el Mo-vimiento #YoSoy132, razón por la cual haescuchado a sus asesores para decir que élrespeta a los jóvenes.

Su imagen con los jóvenes, justo, es loque no ha podido controlar. Pero confía enel sector del voto duro —especialmente enlas mujeres que lo aclaman— para ganaresta elección.

Aristóteles, el rock star, el “inalcanzable”

E

Por Alejandra Guillén / Mardia Mendoza

¿Imagen

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Domingo 17 de junio de 2012 PÁGINA 5-BEL INFORMADOR

principios demayoapareció en la carretera aChapalaun inmensoespectacularconelcon-tornodeFernandoGuzmánPérezPeláez,conun pantalón de mezclilla que se abotona a laaltura de la cintura.

Los que lo vieron, no lo olvidan.Así fue su arranque de campaña y pocos vaticina-

ron un buen futuro. La gran pregunta de esos días fue,¿pero quién le hace la comunicación política a este po-lítico? Días después, retiraron el espectacular.

Fernando Guzmán Pérez Peláez también hizo dis-tintos cambios en su equipo de campaña.

Los asesores de los candidatos de Aristóteles Sando-val y de Enrique Alfaro creen que el panista no dejó aseso-rarse y que él comenzó a hacer la campaña que siemprehabía soñado. En su caso, más que en el de ningún otro,semostró loquees.Yesque,desdequeeraSecretarioGe-neral de Gobierno, cuentan que no aceptaba recomenda-ciones de los asesores de imagen.

Al comenzar a caer en las encuestas, sus declara-ciones iban en el sentido de que la culpa la tenían losmedios de comunicación, porque no lo publicaban co-mo a los otros candidatos.

Su gente cercana recibía las acusaciones de que laculpa era de ellos. Pero nunca estuvo claro qué tanto qui-so escuchar al equipo, a los encargados de su imagen.

Ya en la última etapa, entró Héctor Álvarez comocoordinador de la campaña, quien asegura que a Fer-nando se le muestra como un hombre y creyente.

En eso tienen razón. No hay contradicción entre elhombre que es y el político que quiere mostrar. Muchosdiscrepan de sus posiciones religiosas, especialmente,pero reconocen que no hay dobles mensajes. Con élhay claridad de cuál es su ideología y cómo es su for-ma de gobernar.

“(FernandoGuzmán)Esunhombrededecisiones fir-mes,unhombrede tradicionesmuyarraigadas,que luchapor fortalecer los valores familiares, que lucha por las cre-encias, cultura y educación; un hombre de fe”, describeHéctor Álvarez.

Cuando Fernando Guzmán llega a un mitin, una cor-tinilla se escucha de fondo; lo presenta como un hombrede familia, transparente y sin cola que le pisen, pese a loscargos públicos que ha ocupado.

Heahí el nuevoespectacular del panista, enel queaparecen unos pequeños dinosaurios de color verde yamarillo, representando a Aristóteles Sandoval y Enri-que Alfaro.

Para el coordinador de su campaña, la gran diferen-cia que tiene su candidato, respecto al resto, es que no seha visto envuelto en escándalos públicos ni privados.

“No se ha visto involucrado en escándalos de fal-das, ni de viajes a Cuba, ni en drogas, ni de relacionespeligrosas; es el hombre serio que requiere el Estadopara ser gobernador”.

Sin embargo, la propaganda con los dinosaurios decaricatura tampocoha recibido comentariospositivos. Enlas redes se le hizo mofa, porque consideran que su per-sonalidad no encaja con imágenes como de caricatura.

Héctor Álvarez considera que la sobriedad ypoco carisma del abanderado panista, no es un

aspecto negativo para su campaña, y opinade él que es una persona de “gran cora-

zón”, con capacidad para escuchar acualquiera.

“Fernando Guzmán es un hombreserio, pero tiene un gran corazón que,ante cualquier circunstancia, se con-mueve; atiende a quienes menos tie-nen”.

La “autenticidad” de Fernando Guz-mán ha tratado de ser reflejada durante su

campaña, caracterizada, dice el coordina-dor, por la austeridad y la presentación de

propuestas.“Para Fernando Guzmán no hay medias tin-

tas, eso no sirve, los disfraces no funcionan, los ma-quillajes no funcionan; se requiere dehombres autén-

ticos, de hombres que no estén cambiando de piel, ypartidos, cada que hay una contienda electoral. Eso es loque requiere Jalisco”.

El equipo de campaña, en tanto, busca mante-nerlo alejado de la guerra sucia y de conflictos en-tre candidatos.

ero por qué Alfaro se ve enoja-do y serio en los espectacularesy en toda la publicidad?”, se es-cuchaba al inicio de la contien-

da electoral. Él y su equipo explicaron pron-to que esa es su personalidad, que nuncava a fingir en las fotos algo que no es y queno hay razón para estar contentos ante tan-ta impunidad, corrupción, pobreza…

Enrique tampoco es el político al quele gritan “papucho”, al que le pellizcan laspompas o que le rasguñan los brazos porla desesperación de tocarlo… no despier-ta las mismas pasiones que su contrincan-te Aristóteles Sandoval, aunque tambiéntiene que caminar entre tumultos de per-sonas que se acercan a plantearle sus pro-blemas. Enrique saluda, escucha con se-riedad, su gesto es el de quien prestaatención, casi siempre serio. El priista ha-ce lo mismo, pero se toma fotos —espe-cialmente con mujeres—, pide a su genteque anote las peticiones, sonríe aunque sele cuelguen del cuello o le den un agarrón,alza el pulgar, clic, y la gente se lleva desouvenir una foto con él.

“Con Enrique no hay nada que inven-tar. Es un político preparado, que asume lapolítica como una profesión, como un doc-tor asume su chamba. Algunos le piden rec-titud o pureza ideológica, pero están equi-vocados, no es su fortaleza, no es que no lotenga; su potencial es que es un político efi-ciente, preparado, con sensibilidad social”,

reflexiona Rafael Valenzuela, que encabezala empresa de comunicación política Eu-zen, encargada de las campañas de Movi-miento Ciudadano en Jalisco.

Su trabajo, dice Valenzuela, debe sercomo el de un editor: transparente, nopuede verse. Tiene tiempo observando aAlfaro, escuchándolo, poniéndole aten-ción, “y luego hago una especie de exor-cismo para construir la comunicación deEnrique a partir de él. Veo qué Enrique esel que más me gusta y cuál es el que legusta más a la gente”.

¿Y cuál es?

El que no actúa, “el político transpa-rente, que le da la misma atención a uncampesino que a un estudiante del TEC, elque da la sensación de que no hay circo de-trás de él y que es cercano a la gente”.

En los actos proselitistas, Enrique Al-faro habla —no declama—, repite un dis-curso sobre el hartazgo de los políticos yel despilfarro de las actuales administra-ciones, una fórmula que casi siempre lefunciona.

Pero, reconoce Valenzuela, el aspiran-te a la gubernatura por Movimiento Ciuda-dano no tiene el impacto de Aristóteles San-doval con un sector específico de mujeresque se derriten cuando lo ven. Alfaro, encambio, “es gordo y feo, así que decidimoshacer de sus defectos una virtud”.

Así surgieron “Las ventajas del pe-lón”, campaña que en un principio fue ca-lificada por los priistas como “superflua”,aunque días después comenzó a permeara tal nivel que ahora tanto panistas comopriistas se refieren a él y su grupo con fra-ses como “los pelones esto”, “los peloneslo’tro”, “ah, méndigos pelones”.

Rafael Valenzuela, doctor en Filoso-fía, considera que con esta campaña se lo-gró más cercanía con la gente, de maneraque si le dicen “¡quihubo, pinche pelón!”,Enrique Alfaro no se va a ofender. “Logra-mos posicionarlo”.

Posicionar a un candidato es el primerconsejo —obvio— que se encuentra en cual-quier manual de comunicación política.

Pero los arranques de la campaña sehicieron desde distintas posiciones. Fer-nando Guzmán tuvo cinco años como se-cretario General de Gobierno, con accesoa políticas sociales para darse a conocer ycon la estructura del albiazul. AristótelesSandoval tiene al PRI que desde 2009 ca-pitalizó la idea del “cambio”, un sector dela población lo ve como el galán de la te-lenovela y como alcalde de Guadalajarapudo invertir 200 millones de pesos —en2010 y 2011— en difusión en medios ycampañas publicitarias para posicionarsecomo el candidato más conocido en Jalis-co. Enrique Alfaro partió de una adminis-tración en Tlajomulco bien calificada —pero también fue el municipio

metropolitano más apoyado por el Gober-nador Emilio González Márquez—, con unpartido, Movimiento Ciudadano que notiene una marca posicionada, con ruptu-ras con el PRD y la Universidad Guadala-jara, sin dinero del partido para la campa-ña, ni acceso a spots de radio y televisión(que el PAN y el PRI sí tienen).

Por ello, desde que antes de que ini-ciara la campaña, Aristóteles Sandoval leha apostado a mantenerse, a no bajar pun-tos entre las preferencias electorales y aconsolidar el voto. Alfaro, en cambio, hatenido que acelerar el paso, partir casi decero y llegar al segundo lugar práctica-mente con su marca. Éste era su objetivodesde el principio pues sólo así podríanverlo como una posibilidad real y enton-ces podrían llamar al voto útil.

Rafael Valenzuela, quien es amigo cer-cano a Ricardo Villanueva, uno de los pila-res de la campaña de Aristóteles Sandoval—aunque en esta contienda ambos recono-cieron “diferencias ideológicas”—, resaltaque en su estrategia ha tenido que observarlo que hace el candidato tricolor, quien hatenido una campaña “bien” pensada, conpropuestas, pero “con un mal actor, que escomo un play mobil (…) es un político queha llegado ahí porque estuvo en el lugar in-dicado en el momento indicado”.

De Fernando Guzmán opina que sumáximo error es que no se dejó dirigir yque hizo la campaña que siempre soñó, la

misma que lo hundió y que ha provocadodesbandada de panistas.

En una segunda etapa de la campa-ña de Enrique Alfaro se ha apelado a lossentidos con mensajes como “este candi-dato huele bien”, “huele diferente”. Lasensación es que se trata de un candida-to tutti-fruti.

La actitud “enojona” que perciben al-gunos es interpretada por otros como unapersonalidad “autoritaria”, “explosiva”.

Eso también lo ha tratado de capita-lizar el PRI, pues en el discurso insisten enque ellos representan el cambio “verdade-ro”, y no un “cambio radical” y de un per-sonaje “pelón” que se pelea con todas lasinstituciones y que representa continui-dad, por la cercanía que tiene con EmilioGonzález Márquez.

Clemente Castañeda, coordinador dela campaña de Enrique Alfaro, consideraque aunque el aspirante a la gubernaturapor Movimiento Ciudadano es decidido,con entereza y cada vez más motivado porla respuesta de la gente, “pero guarda de-masiada energía, lo que en muchas cir-cunstancias puede considerarse como vir-tud, pero en ocasiones debe contenerse”.

Y aunque la imagen es clave para todacampaña, Rafael Valenzuela considera quela campaña ha partido de la premisa de queEnrique Alfaro tuvo un buen Gobierno, “y sino hubiera un Alfaro no podría hacer la co-municación política que estoy haciendo”.

Con Alfaro “no hay nada qué inventar”

IMAGENExperiencia; continuidad, aunque guar-dando algo de distancia; y cercanía, ob-jetivo que no ha alcanzado del todo.

FERNANDO GUZMÁNpor Guillermo Velazco (UP)

PROPUESTASPropuestas genéricas. Tiene que irse a te-mas como la “defensa de la vida” que lohacen fuerte en un electorado conservador.

PALABRA(S) QUE LO DEFINENCOMO CANDIDATO

◗ Experiencia.◗ Garantía.◗ Firmeza.

TEMA FUERTESeguridad

Guzmán, “hombre de tradiciones”

IMAGENNo es el bonito o el guapo. Se centra enel desempeño más que en la imagen.

PROPUESTASÉnfasis en un equipo de trabajo, cues-tiones de propuestas muy específicas.

PALABRA(S) QUE LO DEFINENCOMO CANDIDATO◗ Eficacia.◗ Expectativas.◗ Reciprocidad.

TEMA FUERTEEmpleo y desarrollo

ENRIQUE ALFAROpor Joaquín Osorio (ITESO)

IMAGENIntegración a amplios sectores, concor-dia. En un plan de conciliador. Todos ex-plotan su imagen, no sólo Aristóteles.

PROPUESTASNo he visto que haya desplegado unaplataforma en la gran propaganda.

PALABRA(S) QUE LO DEFINENCOMO CANDIDATO◗ Concordia.◗ Acuerdo.◗ Inclusión.

TEMA FUERTEEconomía

ARISTÓTELES SANDOVALpor Jorge Alatorre (UdeG)

a los ojos de especialistas

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PÁGINA 6-B Domingo 17 de junio de 2012EL INFORMADOR

l cine mexicano padece la cargade una herencia de control auto-ritarioyunaespeciedeperpetuainmadurez que lo orilla a la ex-perimentación errática. El casoemblemático de La sombra delcaudillo, aquella adaptación

que se pasó años enlatada, sirve a los cineas-tasparaevocar lascadenasquesujetaronpordécadas a este arte. ¿Cuándo se rompieron?Quién sabe. Pero la crítica política se asentóen el cine mexicano con la naturalidad y lasdificultades con que fue reclamando su sitioen otros espacios de expresión: siempre hayartistas que recurren al lenguaje cinemato-gráfico para colocar sus protestas, cada tan-to, alguno da en el clavo y convierte a su pe-lícula en un tema de conversación… y conmayor frecuencia las cintas no merecen másadjetivos que “polémica” y “controvertida”porquelascarenciasdesusguionesosuspro-ducciones les niegan otros mejores. ¿Cuál esla herencia, hoy, de El infierno o La ley de He-rodes, de Luis Estrada, retratos casi fársicosde la violencia del narcotráfico y la violenciaoficial, o de El crimen del padre Amaro, unacinta que tocaba de lado la corrupción de laIglesia? ¿Abonaron a esa tradición que, deacuerdo con los críticos, incluye por ejemploa Rojo amanecer (1989) o a Canoa (1975)?

Como sea, ésta es una época especial-mente politizada y requería un cine especial-mente volcado hacia este género. Entre mu-chas otras cosas, el sexenio de FelipeCalderón podría ser bien recordado comounodecinepolíticoqueconsiguióhacerseunsitio en el mercado y en la prensa. No se pa-rece en nada, por ejemplo, lo que consiguióPresunto culpable a la relevancia que duran-te unas semanas mereció De panzazo, perolos dos probaron la eficacia de los documen-tales como vehículos para provocar discu-sión sobre problemas reales.

En 2012 hay al menos tres películas me-xicanas que abrevan de sucesos recientes.La más vigente es Colosio, de Carlos Bola-do, una ficción que pone el dedo en la llagaabierta que significa para muchos el PRI ysu posible regreso a la Presidencia de la Re-pública. La cinta inventa a un investigadorque va desenredando una conspiración tra-mada desde la misma silla presidencial yapela a la memoria emocional del mexica-no promedio, ese que cree que en los gran-des sucesos políticos ninguna explicaciónes mejor que la más enredada.

Otra ficción, más discreta y muy festeja-daenfestivales internacionales,esEl lengua-je de los machetes, cuyo centro es una histo-ria de amor pero cuyo contexto es larepresión de San Salvador Atenco, otra alu-sión directa al PRI y a su candidato presiden-cial, Enrique Peña Nieto, pues aquel episodio

tuvo lugar bajo su Gobierno en el Estado deMéxico. Ninguno de los críticos que, desdeVenecia a Nueva York pasando por Estambuly Cartagena, han alabado las virtudes de es-tapelículamexicana, sehadecantadoporco-locar al componente político como principalcualidad de la cinta; por el contrario, se con-centran en su narrativa, el trabajo de sus dosactores o hasta su fotografía. Pero Atenco es-tá allí, con la alusión, en el título, a aquel díaenqueDiegoFernándezdeCevallosdesacre-ditóalFrentedePueblosenDefensadelaTie-rra como gente que sólo entendía el lengua-je de los machetes.

El último en este trío de filmes muy poli-tizados es un documental con un doble eje:Gimme the power, que reseña la trayectoriadel grupo Molotov pero que, al mismo tiem-po, afirma que esa banda ocupa un sitio en lahistoria del rock y su lucha contra la censu-ra, con uno de sus momentos climáticos en elfamoso Festival de Avándaro de 1971.

(Por cierto que cuesta trabajo ver el trái-ler de Gimme the power y no experimentarun mínimo de suspicacia ante su tono cate-górico: de acuerdo con el avance, la películaadereza un esfuerzo de crítica histórica conlas opiniones de los cuatro integrantes de labanda. El resultado, que hay que admitir, jun-tas ideas como “Híjole, no sé, caón, no, ps, esmuy difícil describir México, wé” y la afirma-ción de que el país vive la misma dictaduradesde Porfirio Díaz hasta Felipe Calderón, aquien, de borracho, no lo bajan.)

Ni Avándaro, medio parido por el 68 deTlatelolco; ni el asesinato de Luis DonaldoColosio, cereza en el amargo pastel de 1994;ni Atenco, hoy tan mentado, eluden su cargaprincipal: todos sirven para recordar que elPRI, con poder absoluto, fue el padre de unpaís en donde la oposición, las eleccionesconfiables y la libertad de expresión tuvieronaltos precios. Y estas tres cintas que los usande pretextos, independientemente de sus in-tenciones, discuten la legitimidad siempreilegítimadelsistemapolíticonacional:entér-minosdenarrativas,Méxicoes idealparatra-gicomedias, farsas o parodias.

Al cine político de ahorita, ni modo, le to-carecordarquenuestrademocraciaes frágil,inestable e incompleta. ¿Tenemos una demo-cracia increíble, digna de una ficción como lade Colosio, o una tan cargada de deudas his-tóricas que merezca un criticón Gimme thepower?Quiénsabe,pero le tocaalpúblicoad-mitir que estas cintas no podían llegar a loscines sino en este momento, en esta época,cuando en lugar de espectador a uno le tocaser, primero que nada, votante. Y a ver si losaños dan a cualquiera de las tres cintas un lu-gar mejor que el de simples estrenos en unacoyuntura específica, y adjetivos mejoresque “polémica” y “controvertida”.

EPor Iván González Vega

ESPEC

IAL

Mientras el agricultor agradece al cielo los nubarrones y chubas-cos, en las calles de la ciudad el agua se convierte en un peligro pa-ra transeúntes y vehículos. Que dilema para el cielo, mientras pa-ra unos es una bendición, para otros es una catástrofe.

Y ni modo de pedir que las nubes hagan selectiva su descar-ga y lancen sus gotas en abundancia para el campo, y la escasezla reserven para las zonas urbanas.

Necios los constructores y urbanistas que no respetan elcause de los ríos o imaginan que el agua contempla con miseri-cordia a los túneles y avenidas de la metrópoli. Las inundacio-

nes no son culpa del agua, sino de quien no conoce y prevé sucomportamiento intempestivo y abundante.

Aun a pesar de los destrozos que ocasiona en las grandesciudades, nos quedamos con su bendición, es un verdadero re-galo iniciar el temporal con abundantes lluvias.

Me atrevo a danzarle con loas, a los vientos que pasto-rean a las nubes, que cargan con lluvias de alivio a la seque-dad del campo.

Desde cualquier ángulo, el agua es vida, desde los mantosfreáticos hasta para las copas de los arboles, es un regaderazo

de alivio a los que los vientos cálidos y demole-dores del ardiente sol han agotado su vitalidad yencanto.

El inicio del temporal de lluvias es un rega-lo especial para el campo y un riesgo para el trán-sito en las calles de la ciudad.

Hay que aprovechar al máximo el color ver-de y el crecimiento de la flora, en cambio en el ce-mento y el chapopote hay que cuidarse del cau-ce destructivo y del conductor despistado.

Gocemos del campo y cuidémonos de lasinundaciones.

Al fin y al cabo, qué culpa tiene el agua decaer en donde se supone que habría vida.

Época de lluviasEXPLORANDO EL MUNDO

Guillermo Dellamary

Director: Olallo Rubio

GIMME THE POWER

El cine también juega en las campañas; tres títulos

suman una visión del méxico contemporáneo

Política enpantalla grande

DE PELÍCULA

“Gimme the Power nos introduce al contexto histórico que nos ubica en la realidad que se vive actualmente en México. Tomando como pre-texto y eje central la carrera del grupo Molotov, cuenta de manera rápida, puntual y divertida la historia de la banda, y la tragicomedia de lahistoria mexicana, a la cual está íntimamente ligada. Un país en crisis permanente, su fallido intento por alcanzar la verdadera democracia,y una banda que proporciona el soundtrack del descontento generalizado.”

“Es el año de 1994 en México, un año turbulento desde su inicio. Una rebelión indígena cimbra al país. Tres meses más tarde el candidato delpartido en el gobierno es asesinado después de un mitin en Tijuana. El país está consternado. Nadie sabe quien está detrás, todo apunta auna conspiración. Andrés Vázquez, un experto en Inteligencia, es comisionado a llevar a cabo una investigación secreta y en paralelo a la in-vestigación oficial. Pero otro experto agente, el Gordo, ha recibido la orden de eliminar a todos los testigos y desaparecer las evidencias delasesinato del candidato. Conforme ordena las piezas del intrincado rompecabezas, Andrés se va acercando a la verdad pero también po-niendo cada vez en más peligro su vida y la de sus seres queridos.”

Director: Carlos Bolado

COLOSIO, EL ASESINATO

“Ray y Ramona son una pareja joven. Odianla injusticia del contexto social del que for-man parte. Cada uno, desde su trinchera,quiere luchar por un mundo más justo. En-tregado al auto sabotaje, Ray fracasa en surebeldía y arrastra a Ramona en una espiraldescendente que culmina con un acto poéti-co-terrorista.”

Director: Kyzza Terrazas

EL LENGUAJEDE LOSMACHETES

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Domingo 17 de junio de 2012 PÁGINA 7-BEL INFORMADOR

nuevas obras, cambios y mudanzas. Nunca deja el asombro de obtenersus provisiones al filo de unas calles que, de repente, saben revelar suspacíficos secretos.

**Una aclaración y cuatro características. Así se conformaban las céle-bres Modificaciones que don Carlos Hernández, maestro de Geogra-fía por muchos años en el Instituto de Ciencias, utilizaba para impar-tir sus clases. Horas tomando un dictado que ibadescribiendo y acotando la materia; otras horasconsignando en las “hojas de prueba” lo entoncesaprendido —o lo que buenamente se pudiera—.Queda de entonces una benéfica voluntad de sín-tesis, una astringente búsqueda de revisión de lostextos“modificados”,unagradecidosedimentodenociones que iban de los cuerpos celestes a —enotra materia— la música prehispánica, un tardíoreconocimiento al austero método y al seco peroeficaz humor del maestro. Y oír en la memoria adon Carlos repitiendo su enseñanza con su característica entonación:“Aclara separadamente…”

**Morelia resuelve sus calles en perspectivas agraciadas y sencillas. Eltrazo del acueducto contagia su nobleza y su fuerza a los entornos pordonde cruza. Frente a la catedral se ha montado un tingla-do y una banda entona canciones combativas y alegres: lagente empieza a llegar. Los portales somnolientos dan un

respiro mientras el sol cae a plomo. Dos niños caminancon la curiosidad de sus años nuevos a lo largo

de los muros centenarios: y el jardín delConservatorio ofrece sus sombras,

ahora pobladas de muchachos quedespreocupados descansan. Se hadichoqueelmétodo,hacedécadasaplicado en Morelia, de quitar losenjarresa todo loque fueradepie-

dra cambió sustancialmente la ex-presióndelaparteantiguadelaciudad:bienpudieraser.Unaciertaadustez,ca-si nunca exenta de gracia, vuelve de

cualquiermaneramemorablesurecorri-do. La cocina michoacana entrega luego susdelicias en un patio umbrío, feliz recomenda-ción de un amigo conocedor y viajero.

**La lógica del camino transforma extensas zo-

nas del campo profundo en repentinos balconespor donde transitar a un paisaje que por milenios

se fue conformando. El ancho tajo de la superca-rretera abrió los cerros, salvó barrancas, terraple-nó bajíos. Hijo de las grandes maquinarias y de iné-ditas posibilidades, ese trazo volvió factible unrecorrido que por siglos estuvo vedado, lejano. No

busca ligar, como antes, los pueblos en un rosario deencuentros e incorporaciones; su principio es la veloci-dad y la menor distancia. De allí la novedad de muchasde las vistas que entrega, la condición remota que fre-cuentemente experimenta quien recorre su trayecto.Una cierta extrañeza de potreros ignotos, de pedrega-les cuidados por nadie, de vistas cuya densidad da untranquilo vértigo: una tira de luz para recorrer el día.

**Música. Una canción entre tantas aparece al azar delrecorrido: Ibiza bar, de Pink Floyd, incluida en su le-jano álbum More. 1969 es el año en que apareció. En-tre tantas posibles músicas he aquí ésta que entregaun concentrado de los años psicodélicos que, como unaluvión, solidificaron después en innumerables tra-

yectorias. Vetas en los años: la música de Pink Floyd como elsoundtrack de tantas imágenes memorables, de los audiovisualesde la escuela, de viajes iniciales y definitivos.

**En alguna conversación lejana Álvaro Mutis decía que uno de los librosque más le habían impresionado en su vida es El cuaderno gris de JosepPla, el catalán. Desde entonces el gris volumen es de tiempo en tiempo

visitado por este espectador. Una prosa cerrada ydúctil a la vez, un gigantesco diario que apunta entantas direcciones, un espíritu que abreva lejos yque regresa siempre a sus querencias, que descri-be, especula, inquiere, discurre. De allí:

“Ya volvemos a estar en verano. Esta maña-na, el viento ha sido gregal; por la tarde, garbí. Esla oscilación normal.

El garbí es un viento africano, turbulento, ra-cheado,húmedo, turbio,muchoruidoypocasnue-ces. El gregal es un viento más académico. Ha pa-

sado por Grecia y por Italia y ha tocado, antes de llegar aquí, formasdivinas —para mí tan lejanas. Llega del mar continuo y sapiente.

No necesito despedirme de estos vientos. Los llevo en la sangre—con la tramontana.”

[email protected]

La lluvia llega en la madrugada como reconociendo viejos domi-nios. La casa entra en la lluvia como un viajero que arriba a un pa-ís conocido y apacible. El rumor de los pasos de la primera tormen-ta del temporal despierta los ecos que se reconocen y se saludande un año al otro. El jardín amanece agradecido y manso: sus bri-llos determinan un cambio venturoso, esperado. Tiempo de barrerlas azoteas, de cuidar los caminos del agua que unen las techum-bres asoleadas con el dilatado tránsito hasta el mar. El musgo quepacientemente repliega sus líneas mientras duran las secas ade-lanta ya, a la segunda tormenta, su verde entusiasta.

**A México las aguas siempre llegan antes. Y el bosque de Chapultepecmuevesusfrondasoscurasalfinaldealgunasperspectivasafortunadas.El jardínvoladorcambióunasdecenasdemetrossudominioyahora lasplantas acomodan sus orientaciones a las nuevas luces. Árboles que en-contraron otros destinos, dibujos y trazos que ahora se ven desde esteotro lado. Pero sigue la flama levantándose insistente. Una casa verdeque acuerda así sus cuartos y sus rumbos al viento que llega: una mesaallí desde donde imaginar lo que viene. En los comederos de la Conde-sa se habla de políticas y de efemérides varias: pormientraslavidatransitaalpasodeun modesto triciclo cargado deflores. Las muchachas sonríeny miran a lo lejos. Pero laenergíadelaciudadsedesborda y genera

DIARIO DE UNESPECTADOR

Juan Palomar

La cocina michoacana entrega

luego sus delicias en un patio

umbrío, feliz recomendación de

un amigo conocedor y viajero

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PÁGINA 8-B Domingo 17 de junio de 2012EL INFORMADOR

XVIIA penas había Beto terminado de prepararsu cama dentro de la camioneta cuando elruido del radió se hizo insoportable. Por laintensidad y la cantidad de personas que ha-blaban supo de inmediato que se trataba dealgo grande. A Adalberto Zaragoza no le im-portaba dormir en la camioneta, estaba másque acostumbrado, pero cada vez le costabamás trabajo despertarse en medio del sueñopara salir rumbo a algún servicio. La flojeray la falta de capacidad de asombro son sig-nos inequívocos de un reportero que se estahaciendo viejo.

“Cuando uno cree que lo ha visto todoes porque dejó de ver. En esta profesión nohay que tenerle miedo a los muertos sino aque se te muera el interés”, le decía su padre.Beto sabía que la flojera de levantarse a unservicio era el comienzo de esa enfermedadque mata a los periodistas: la obesidad men-tal. Comienzan saliendo lonjas en la con-ciencia y termina en una parálisis creativa.Todas la notas se vuelven repetición una deotra, se mueren las neuronas de la diversióny se agotan las preguntas.

Por eso Beto agradeció que el radio hu-biese sonado antes de poner la cabeza enalmohada, cuando el sueño ya peleaba conel cuerpo su derecho y se defendía dicien-do “qué más da otro muerto, otra foto quenunca se va a publicar”. Sacó el radio y lasllaves de abajo de la almohada, se pasó alasiento delantero, abrió la guantera y ex-tendió un viejo mapa de Guía Roji para ve-rificar el lugar del reporte y trazar, mental-mente, la ruta a seguir.

Setratabadeunadobleejecución.“Unadoble ejecución más”, dijo su cuerpo som-noliento y urgido de descanso, pero ya esta-ba ahí. Eran dos jóvenes de no más de 30años a los que les habían disparado desdeotro coche. Al recibir los impactos, segura-mente de cuerno de chivo a juzgar por el ta-maño de los agujeros en las puertas del Jet-ta, éste se había impactado contra una jovenJacaranda con un tronco de no mas de 20centímetros de diámetro, la tercera víctimade este atentado pero que nadie contabiliza-ría. Tomó las fotos a toda velocidad pensan-

do en todo momento en regresar a dormircuando aparecieron, casi simultáneamenteel tenienteMonterrubio, jefede lapolicíaes-tatal y el comandante Peláez al que todavíano le había pagado la caja de brandy que ledebía a cambio de la información de lamuerte de Margarita Padilla.

Cada uno traía su séquito de reporte-ros. Dos grupos antagónicos, en realidaddos mafias de periodistas que controlabanla información, las plazas al interior de losmedios y las oficinas de comunicación so-cial de las policías. La de la procuraduría,aglutinada aquella noche en torno a Peláezla controlaba un viejo reportero de radio. Lamafia alrededor del teniente Monterrubioera liderada por Gerardo Sánchez, compa-ñero de Beto en el diario y que de inmedia-to lo encaró

—¿Qué haces aquí? esta nota es mía.—Claro Gerardo, yo nomás viene a to-

mar fotos, pero ya me voy.Beto adivinó la nota que aparecería en

el diario. Hablaría de un ajuste de cuentasentre miembros del cártel de Tijuana, elteniente Monterrubio sería el héroe de lapelícula y vendría acompañada de datos,muy probablemente falsos, de las cuentasque debían estos jóvenes hampones. A losmuertos les caen las moscas y los expe-dientes sin resolver. Adalberto habíaaprendido a desconfiar de los jefes poli-ciacos, pero más aún de Monterrubio quesiempre tenía explicaciones para todo, ytodo cuadraba perfectamente, como si lashistorias estuvieran preparadas aun antesde los asesinatos. Estaba a punto de reti-rarse cuando se topó con el comandantePeláez.

—¿A dónde vas, Beto; ya traes mi cajade brandy.?

—Nomás que el jefe me autorice losviáticos.

—No,posyaestuvoquenunca.Entupe-riódico son más burocráticos y marros queen la procu.

—Dice el jefe que los tiempos ya no es-tán como antes.

—Esaexcusalaheoídosdurante20años,así que no vale, dile a tu jefe que pague.

—Por cierto, conoces a una comandan-te Pancho Sahagún.

—Ay guey, ahora sí estás haciendo tuchamba. ¿Lo dices por los celulares que en-contraron en el coche?

—Por qué más iba a ser, mintió Beto.—Qué te puedo decir, es un coman-

dante de la procu de Michoacán que ven-de teléfonos “limpios” es decir sin huellani contratos. Los teléfonos que traían es-tos cuates seguro eran de él, porque sonmodelos que no se venden en México, pe-ro Sahagún los consigue de cargamentosrobados y los protege el de verde que es-tá allá, dijo señalando con el mentón aMonterrubio.

—¿Y qué tiene que ver una cosa conotra? preguntó Beto esta vez realmente sor-prendido.

—A qué ingenuo eres mi estimado Beto.Sahagún les vende celulares a todos los ma-landros, luegolevendeaMonterrubioloscó-digos para que este los intercepte. Por esocuando hay teléfonos de estos en un asesi-nato está claro quién lo organizó.

—Claro,dijoBetofingiendoqueentendía.—Ya te solté la sopa y ni idea tenías

¿verdad?—La neta sí, yo te preguntaba por él

porque me apareció vinculado al caso de laViuda Negra que ya sabes que trae a mi je-fe de cabeza.

—¿Sahagún?—Sí, parece que es uno de los cómpli-

ces de la viuda.—Vete con cuidado.—¿Es peligroso?—Todos los policías somos peligroso

cuando se meten en nuestro terreno. Somosperros muy territoriales.

—Con la mafia hemos topado, Sancho.—Sancho madres, el único Sancho que

yoconozcoeselqueandavisitandoa lasmu-jeres de los policías mientras estamos aquíhaciéndole al idiota dizque investigando loque ya sabemos. Pero sí, con la mafia te haztopado. El fraude que se aventaron tus ami-gas, o las amigas de tu jefe, está demasiadobien hecho, eso es de un profesional, así queno me extrañaría nada que Sahagún, o al-guien así, estuviera metido.

—¿Y qué más sabes de la última muer-tita, la hermana de la viuda?

—Nada. Encontré el expediente pero nirastro del cadáver ni de la mujer. De la viu-da al menos había una tumba, de ésta nada.Ahora sí que va a ser de los pocos cadáveresque no tengas foto, mi querido Beto.

UNA NOVELA POR ENTREGAS DE DIEGO PETERSEN / CAPÍTULO 17

COMO MOSCA EN PARABRISAS

Continuará...

PREVIAMENTE. El cadáver de la viuda de Lafitte no estaba en el ataúd. Manuel, director del periódico contó aMike, su amigo, que las autoridades investigan a su madre. Sospechan que fingió su muerte y la relacionan conel fallecimiento de sus ex maridos. Un tercer “muerto” apareció, Margarita Padilla, supuesta hermana de laviuda, quien no era más que la viuda de Lafitte disfrazada.

En 1995 el suplemento literario del Times de Lon-dres publicó una lista de “los cien libros que máshan influido en el discurso público occidentaldesde la Segunda Guerra Mundial”. Están entreellos, previsiblemente, obras de Camus, Orwell,Wittgenstein, Sartre, Solzhenitsyn... Sólo haycuatro autoras entre ellos: Si-mone de Beauvoir, HannaArendt, Jane Jacobs y MaryDouglas. La más académicaes Douglas: sus libros siguenhasta la fecha siendo lecturaobligada para los estudiantesde ciencias sociales, y en par-ticular su clásico Pureza y pe-ligro: análisis de los concep-tos de contaminación y tabú(de 1966, pero que sólo en2000 fue publicado en espa-ñol por Siglo XXI).

Mary Douglas nació enSan Remo, Italia, en 1921 ymurió en Londres en 2007. Es-tudió en el colegio del Sagra-do Corazón en Roehampton,Inglaterra, y en la Universi-dad de Oxford, donde fue discípula del célebreantropólogo Sir Edward Evans-Pritchard. Se leconsidera la más importante continuadora de lalínea de Durkheim en la segunda mitad del siglo

XX. Se le ha comparado con Bourdieu, Gellner,Lévi-Strauss; fue una de los pocos antropólogoscapaces de dialogar con filósofos, historiadoresy literatos. Sus méritos intelectuales se vieron co-ronados con su nombramiento como Dama delImperio Británico poco antes de su muerte.

En sus cerca de 20 libros(ocho de los cuales han sidotraducidos al castellano) Dou-glas aborda una extraordina-ria variedad de temas: desdelas etnias del Congo hasta elanálisis literario de la Biblia(El Levítico como literatura,Gedisa, 2006), pasando por elanálisis de las instituciones(Cómo piensan las institucio-nes, Alianza, 1996) y del con-sumismo en la sociedad ac-tual. Nada le es ajeno; leinteresan las leyendas de lospueblos antiguos y contempo-ráneos, la comida y la bebida,los ritos y las religiones, laprotesta juvenil de los sesentay las bases sociales de las cre-

encias, la disciplina y la jerarquía...Mary Douglas no tuvo una carrera académi-

ca tradicional, aunque fue catedrática en Inglate-rra y en Estados Unidos. Uno de sus colegas,Adam Kuper, la califica de “genio del pensamien-to lateral”, y afirma que su característica fue sucapacidad de percibir afinidades entre fenóme-nos al parecer inconexos. Mary Douglas mostrócómo nuestra idea de lo que es “natural” siempreestá filtrada por categorías socialmente construi-das de lo bueno y lo malo, lo sagrado y lo profa-no, lo seguro o lo peligroso o lo ambiguo. El tabúes la violación de las clasificaciones. Confesabaque a veces deducía principios generales a partirde sus faenas domésticas: “Lo sucio es materiafuera de su lugar”. Era tan inteligente que seguíarepensando todo y sin empacho alguno admitíasus equivocaciones, como cuando en 1999 (en ElLevítico...) corrigió algunas de sus propias tesisde Pureza y peligro acerca de los tabúes alimen-tarios en la Biblia.

En inglés existe una estupenda biografía,Mary Douglas: An Intellectual Biography, de Ri-chard Fardon (Routledge, 1999).

MaryDouglasDE LECTURAS

VARIAS

María Palomar

Mary Douglas no tuvo una

carrera académica tradicional,

aunque fue catedrática en

Inglaterra y en Estados Unidos.

Uno de sus colegas,

Adam Kuper, la califica de

“genio del pensamiento lateral”

Honestas, transparentes y objetivas, conciliatorias y promotoras,innovadoras, creativas y comprometidas con necesidades y pro-pósitos de la sociedad. Son demasiados requerimientos y todos deurgente atención, en un escenario de tecnología avanzada y par-cialmente incomprendidaporelburócratadeventanilla;elquetra-ta directamente con el interesado en recibir solución a su asunto.

Laspolíticaspúblicastienenmúltiplesvertientes.Simplemen-te contemplar las administrativas con las jurídicas abre profundosespacios de disparidad, a lo que debe agregarse el rezago por el in-terés de aprecio a la gratificación, convertida en vicio corruptor ensecuencia donde alternan niveles de direcciones, departamento,subsecretarías con miles de empleados con funciones creadas conla honrosa intención de servicio, no siempre alcanzado con la efi-cacia y eficiencia propuesta en su creación.

Las políticas públicas comprenden todo el engranaje oficialde los tres órdenes, donde cada uno atiende de acuerdo a las atri-buciones establecidas desde la Constitución hasta la normatividadinteriorde lapropiadependencia.Pensarentransparenciaesafec-tar directamente a la valoración de las funciones y sus ejecutantespara determinar su grado de actualidad y utilidad.

Sobrelaobjetividaddebeoperar laconciliaciónpromotoradelequilibrio innovador y creativo que impone no sólo la modernidad,sino la funcionalidad acorde a los volúmenes por crecimiento po-blacional y de servicios, con el equilibrio adecuado de las moder-nas herramientas de la tecnología.

Las políticas públicas encarnan el real compromiso social yaunque la teoría apunta su responsabilidad en el Poder Legislati-vo, en la práctica cotidiana alude directamente a los otros dos po-deres para cumplir con la evidente exigencia de soluciones a otras,y servicios en cada uno de los órdenes de gobierno.

La reorganización del gobierno implica el enfrentamientoconceptual entre la simplicidad y la objetividad. Esta dicotomíatiene mucho que ver con la especialización y la coordinación,ambas inaplazables bajo un proceso, instaurador de progresoen la confianza y ulterior respeto a de la población hacia el go-bierno y la burocracia.

Las redes sociales tienen papel activo de vinculación. En por-centaje aún alto cumplen función al denunciar y hasta denostar,peropaulatinamente laquejaseponderayejerceelprudentealien-to de la atención al reclamo. Más delante cumplen con la integra-ción del sentido de concientización y responsabilidad convertidaen pauta de autoestima y pertenencia.

Los cambios en los integrantes de gobierno propician tam-bién el índice de confianza inicial y primordial en la sinergia so-cial de cumplir y hacer cumplir con las políticas públicas en vi-gor y la integración de las impulsadas por la nueva composiciónsocial en la globalización.

El desafío de práctica democrática y autoridad sustentan elprincipio de rendición de cuentas. Lo que fue gracioso pedimentode participación de los organismos privados en la auditoria de ser-vicios y cumplimiento de programas, es ahora deber compartidode responsabilidad exigible a ambos por parte de cada miembrode la sociedad civil.

Dios nos guarde de la discordia.

Políticas públicas

VISIÓNY DECISIÓN

Carlos CortésVázquez

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Domingo 17 de junio de 2012 PÁGINA 9-BEL INFORMADOR

La tuyaen bicicleta

Por Omar García

Cuando tenía 12 años mi hermano Érick me ense-ñó a andar en bici. Él tenía ocho años y yo un mie-do terrible a que le quitaran las rueditas traseras ami bicicleta. Y ahora estoy aquí, arriba de una bici-cleta prestada con el pudor sudándome por el cuer-po. Sin playera, en calzones, con unos tenis que pa-recen de gabacho pensionado y que se ven amorfoscuando no llevas ropa.

Aprendí a andar en bicicleta para no hacer elridículo en casa. Crecí en un barrio de la zona in-dustrial donde la bicicleta era un medio de trans-porte necesario. Lo más caro no era requerir refac-ciones, sino comprar otra bicicleta cada seis mesesporque se las robaban a la menor distracción. Yaquí estoy ahora, frente a cientos de bicicletas queson bonitas, ligeras, de marca: robables.

“¿Ahora sí me ves, cabrón?” Leo en la espaldade uno de mis compañeros ciclistas encuerados. Yen otra espalda leo “dame un carril, no me mates”.Soy una de las 900 personas que participaron estesábado en la segunda edición de la Rodada Mun-dial Ciclista al Desnudo (WNRB, por sus siglas eninglés) en Guadalajara, pero en lugar de cubrir lanota y escribirla para este diario me subí a la bici.

Ahora pienso: un día después, el domingo 10de junio, un carro mató al décimo ciclista del año yla rodada no sirvió de mucho.

*De Abigail recuerdo sus bellos ojos verdes y su

perfecto acento al pronunciar el inglés. Tenía cua-tro años que no la veía. Desde que dejamos de es-tudiar en el Proulex me dijo que estudiaría Biolo-gía. Un día, al terminar un examen, se dio cuentaque su bicicleta fue hurtada. Pero no desistió.

ConbicicletanuevamelaencontréenChapulte-

pec y Avenida México. Llevaba un biquini que dejabaversucuerpo:curvilíneo,chaparrito,desiluetaquein-vita a no dejar pasar la oportunidad. Me vio e hizo elintento de abrazarme. Se contuvo y lo lamenté. Has-ta que entendí: yo no me había quitado la ropa y ellase había untado el cuerpo de pintura vegetal.

Siempre fue green friendly.*

Cuando el contingente partió, la gente salió desus casas y paraban sus autos al vernos. Nos mira-ban como preguntándose si necesitan anteojos, al-gunos nos tomaron fotos y algunas madres hicie-ron como que no nos veían para no llamar más laatención de sus pequeños.

Se veía que les daba risa los penes sueltos y lossenos coloreados. Pero arriba de la bicicleta sesiente la libertad, sobre la bici eres uno más de unamanada que no conoces pero a la que le has vistotodo: eso te empodera. Cruzamos la ciudad y en loscruceros nos topamos con seguidores de candida-tos que no podían ofrecernos una calcomanía paraelcarro.Nuestrocuerponoesunespectacular,pen-sé, mucho menos un panfleto.

*Cruzamos por la Catedral y muchos se para-

ron sobre los pedales para enseñarle a esa iglesiaque el cuerpo humano también es “aquello”. Cuan-do llegamos a La Minerva las piernas de un repor-tero pedían auxilio, aunque lo olvidé cuando vi quedesde el hotel más alto de Guadalajara los turistasse llevaban en sus cámaras unas postales que nun-ca se conseguirán en ninguna otra parte.

A punto de entrar a la secundaria mi hermanomenor me enseñó a andar en bicicleta. Pero el sá-bado pasado aprendí a ser libre en bicicleta.

Guadalajara

POCAS PRENDAS. Así, casi al desnudo y en bicicleta, los usuarios de este transporte rodaron la ciudad pa-ra exigir que se les respete.

Aprender a andar en bici

ELIN

FOR

MAD

OR

•E.

MAD

ERA

No existe un país en el mundo que tenga menos ra-zones para maltratar a los ciudadanos mexicanosque España, y sí muchas para recibirlos como ensu propia casa. Pero los españoles de hoy tienenuna memoria flaca y selectiva.

Apenas se llega al área de migración en el ae-ropuerto de Barajas uno advierte una extraña y ab-surda discriminación. Los ciudadanos de la UniónEuropea,desdeluego, tienenel tratoquelescorres-ponde, pero en iguales condiciones lo tienen tam-bién los ciudadanos norteamericanos. Los demásson extranjeros simples y llanos y han de formar-seenlargascolasparapasarmigración,entreellos,desde luego, los ciudadanos de América Latina,quienes ahora deben presentar una “carta de invi-tación” para ingresar a la otrora Madre Patria, o de-mostrar que son colosalmente ricos para justificarsu ingreso como turistas, previa exhibición del bo-leto de regreso y las reservaciones confirmadas dehoteles en España.

Seentiendequelosespañolesprofesenunaes-pecialymuyatentagratituda losnorteamericanos,puesto que fue precisamente su política lo que losliberó de la pesada carga que representaba conser-var a Cuba y a las islas Filipinas bajo el dominio dela Corona española. Siguen agradeciendo a los Es-tados Unidos el apoyo diplomático que este bené-fico país dio a los virreinatos americanos para queigualmente alcanzaran su independencia en lasprimeras décadas del siglo XIX, y la forma en quedesde sus antepasados ingleses contribuyeron acrear y difundir la “leyenda negra” española.

Que por 300 años el oro y la plata de México ydel Perú hayan hinchado sus arcas, financiado susguerras, construido sus palacios, y pagado sus ex-centricidades es más asunto de olvido que de reco-nocimiento. Qué México y varios países latinoame-ricanos hayan recibido sin “carta de invitación” amiles y miles de exiliados españoles, antes y des-pués de su violenta guerra civil, tampoco cuenta,porque los tiempos cambian y como se canta en laVerbena de la Paloma “lo pasao, pasao”.

Por supuesto que España tiene una grave cri-

siseconómica,noestabapreparadapara“adminis-trar la abundancia” que supuso su ingreso a laUnión Europea; de pronto el Estado de bienestardeslumbró a todo mundo, hasta que les bajaron elinterruptor y solamente les quedó el alto costo delos beneficios adquiridos, la evidencia de una bajaproductividad, el fantasma ominoso del desem-pleo, y el hecho igualmente perceptible de la abun-dante mano de obra latinoamericana que primerobuscaron y favorecieron por ser barata y de uso do-méstico y ahora miran como competencia desleal.

Por supuesto también que varios vividoresmexicanos se han convertido en ganado caba-llar, prontos a introducir enervantes en aquel pa-ís, en principio desprevenido ante las nuevas au-dacias que el tráfico mundial de drogas produce,igualmente se ha dado el tráfico de personas, pe-ro eso no es razón suficiente para criminalizar acuanto mexicano de apariencia mexicana o simi-lar visite España. Es lamentable la miopía de nopocos gobernantes de aquel país que en el pasa-do no supieron imaginar otra forma de comuni-dad iberoamericana que no fuera la por todos co-nocida, ni sepan en el presente construirlaaprovechando las enormes posibilidades histó-ricas que tenemos en común.

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¿La MadrePatria?

LOS COLORESDEL TIEMPO

Armando G. Escoto

Page 10: Tapatío 17 de junio

PÁGINA 10-B Domingo 17 de junio de 2012EL INFORMADOR

La encrucijada es comprarlos en la agencia o en las calles

y el instinto en ocasiones juega malas bromas

¿Serviránlos limpiabrisas?Eran los primeros días de enero y las repentinas llo-viznas que se dan cada año por esos días —a las quemuchos llaman Cabañuelas— me hicieron recordarque había que cambiar ya los limpiabrisas del auto(siempremehepreguntadoporquésellamanlimpia-brisas, cuando más precisamente deberían llamarselimpialluvias). Las opciones eran varias: desde ir a laagencia de autos hasta comprarlos en cualquier es-quina.Deigualmanera—yasesabe—lospreciostam-bién podrían ir de muy arriba a muy abajo. Mi primerimpulso,recordandoloquehacealgunosmesemeha-bíasucedidoconunatapadelcontenedordeagua,fuequerer ir a la agencia.

Enaquelentoncesmihermanomehabíarecomen-dado no ir a la agencia, “porque te va a costar un ojo delacara”,medijo.Yyo,másquehacerlecasoa lassabiaspalabras de mi hermano, aprecio mucho mis ojos. Asíque fuiallá,aLosÁngeles,atrásde laCentralVieja.Rá-pidamentediconinformaciónquemecondujoalatien-da en la que tenían de todas las tapas de contenedoresde agua de todos los autos del mundo mundial. El viejosalió y me dio una que no parecía ser para mi auto, pe-ro que le quedó y enrroscó bien. Cuándo le preguntécuánto le debía, metí mi mano a la bolsa del pantalón,

creyendoingenuoqueconelbilletedecienqueibaasa-carseríamásquesuficiente.Peroelviejanomedijo:sonciento ochenta. ¿No le pierde?, pensé; pero luego meconsoléamímismo(eseinstintodesupervivenciaymi-mo que siempre me acompaña) diciéndome: imagína-te lo que te hubiera costado en la agencia. Dos días des-pués, la dichosa tapa no aguantó la presión ni el calor yse rompió. En lugar de ir a reclamar, porque imaginoque si había garantía con el viejano hubiera sido de doscuadras, me pasé por la agencia a cotizar mi ojo. Y cuálno va siendo mi sorpresa cuando el dependiente me di-ce que la tapita vale 90 pesos.

Pues aún con ese antecedente, pensé que en el ca-sodeloslimpiabrisasseríadistinto.Dossituacionesmásapoyaron mi decisión (y, otra vez, el instinto de supervi-vencia y mimo que no me deja): el que en el caso de loslimpiabrisassetratabadeunapiezadistintaaladeaque-lla tapita y, más que nada, pensé en esos vendedores delimpiabrisasquetodoslosdíasbuscanganarseelpandecada día en el mismo crucero. Paso casi a diario por elcrucero de Avenida México y Américas y es ahí donde,todos los días, insistentes, me ruegan que les compreunos. Pues les llegó el día, pensé cuadras antes de arri-bar. Me estacioné casi en la esquina y les tuve que gritarpara que vinieran, porque andaban en el chisme. Bue-nos para vender, los canijos, porque empiezan desdeabajo y luego van agregando más características a laspiezas,demaneraqueloquepuedeempezarcon150pe-sos, se va hasta 350, si es que la decisión es comprarlosreforzados y con seguro y repelente y no sé qué mona-dasmás.Segúnyo,nomedejéyregateeunosde350quemequedaronen200pesos.Nosemehicieroncaros,ade-más el tipo los instaló en tres segundos.

Y me fui de ahí, muy contento con mis limpiabri-sas nuevos que no necesitaría sino hasta la temporadade lluvias. Pero es que hay que ser precavidos. Mi mo-lestia empezó cuando algunos días después pasé por elcrucero donde están los vendedores de limpiabrisas yalgunos me ofrecían su producto. ¿Acaso no veían queestaban nuevos? Eso sí: no podía culparlos de que nosupieranqueloshabíacompradoahí.Cuandolassema-nas pasaron y su insistencia se intensificó, al grado dequeunodeellosseatrevióainspeccionarunodeloslim-piabrisasyhacermemuecasdequeestabamuymal,ba-jé laventanaparadecirle:“nimedigasnada,porqueloscompré aquí”. Él, sorprendido, lo que atinó a decir fue:“Pero no a mí. Ha de haber sido al gordo de pelo largo,¿no?”. Le dije que sí mientras avanzaba, porque el se-máforo se había puesto ya en siga.

¿Estarán de veras mal ya, aún sin casi haberlosusado? ¿Serán meras tretas para vender? Las lluviasempiezan, muy pronto lo sabremos.

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SPLIT-SECOND. Aspecto de la pintura de la artista canadiense contemporáneaErika Wain.

ESPEC

IAL

A ciencia cierta no se sabe quiéninventó el limpia brisas, algunasversiones indican a la estadou-nidense Mary Anderson en 1905,y la ubican como la única mujerque inventó un dispositivo quese ha convertido en un accesorioindispensable en el mundo delautomovilismo. Sin embargo hayquienes señalan Bob Kearns, en1964, un ingeniero cuyo primerinvento fue un peine que dispen-saba tónico capilar.

Una idea disputadaFUNCIONAL

FATIGA CRÓNICA DAVID IZAZAGA

El primer impulso en este ante penúltimo domingoantes de la elección es invitarlo a usted a hacer unacto de profunda reflexión, de ese modo, si usteddecide hacerme caso, procure usted pensar en al-gún tema profundo, como el qué y el para qué de losChichimecas, el sentido fáustico de la filosofía o elencuentro del espectro de luz reflejado en el negro.Lo que usted escoja, pero que no sea electoral. Aho-ra que si usted prefiere pensar en las campañas,pues hágalo que para platicar estamos.

No sé si a usted le pasa lo mismo, pero con lascampañas en mi entorno la gente está más engar-banzada que nunca, lo que no es fácil de entender ymucho menos de aguantar, lo razonable sería queusted eligiera al candidato que usted quisiera, y yoal que me diera mi gana; y santas pascuas, usted vo-ta por uno y yo por otro. Pero eso no se da, si ustedmenciona a su favorito o favorita y éste es diferen-te o diferenta de la mía pues se produce un enojo,enque lomenosquesucedeesquetendamosarom-pernos los hocicos o las hocicas. El hecho es que sino coincidimos cuando menos vamos a enojarnos.

Lo de menos sería que usted y yo gozáramosde la suerte de ser amigos de un o una candidatoo candidatas, en cuyo caso, tendríamos la posibi-lidad de aprovechar por esa cercanía las bonda-des de la nómina, vamos algo quedaría, pero si lasituación de usted es como la mía, pues los pro-hombres o promujeres ni en el mundo nos hacen.Pues simplemente no encuentro razón para exal-tarse, tomando en cuenta que ninguno de ellos oella tiene la más mínima posibilidad de siquieraintentarhaceralgopornosotros,nose tratadeeso,el presupuesto federal este año es de tres billonessetecientos cincuenta mil millones de pesos, paraque se calcule usted esto es millones más millonesmenos como cinco veces la fortuna del hombremás rico del planeta.

Las elecciones, las campañas, los elogios, laspromesas y toda la parafernalia electoral se reducea la lana. Hablen de lo que hablen, digan lo que di-gan, de lo que realmente están hablando es de dine-ro. Aunque se disfrace con discursos y promesas deeterna felicidad, ahora que, o he perdido la memo-riayyaheolvidadolacantidaddepromesasdecam-paña que hacen los candidatos y que a la mejor enestas semanas aumentan y no sé, a la mejor llega-rán a prometernos que nos perdonaran las deudaso que ya no necesitaremos trabajar, de alguna ma-nera en este tiempo todo podemos esperar.

Pero en la vida hay pocas cosas gratis y en lascampañasmenos,asíque tendremosquesoplarnoslas últimas dos semanas en las que entre los candi-datos y sus equipos se dirán de todo, verdades ymentiras,al finquea lamejorentre lapalabreríape-gan un golpe que haga mella en los contrarios.

Fin de campaña

Carlos Enrigue

AYER DECÍAMOS