Tapatío 18 marzo

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SECCIÓN B AÑO XCV TOMO CCCLXVI NÚMERO 33982 Fundadores • Jesús Álvarez del Castillo V. • Jorge Álvarez del Castillo Z. • Editor-Director • Carlos Álvarez del Castillo G. GUADALAJARA, JALISCO, DOMINGO 18 DE MARZO DE 2012 Supervisor: Eduardo Castañeda H. [email protected] / Ana López [email protected] atorce de marzo de 2012. Unos 40 centroamericanos con la suerte colgada de una mochila vieja y el sol a plomo es- peran el tren, tumbados sobre la banqueta de la Avenida Inglaterra, a unos pasos de Federalismo. Son las 11 del día. Un kilómetro al Poniente, otra media docena camina so- bre las durmientes, a paso de zombie. Adela Estrada, que desde su casa frente las vías del ferrocarril ha visto pasar y asistido a los indocumentados durante 30 años, confir- ma que en los últimos días han llegado a Guadalajara más que de costumbre. Hace apenas dos años, en 2010, la costumbre era que en la zona metropolitana hicieran escala entre cuatro mil y 10 mil emigrantes centroamericanos, según datos que entonces del investigador del Departamento de Estudios Ibéricos de la Universidad de Guadalajara, Ramón Gómez Zamudio. En 2012, la costumbre ha cambiado. Ahora vienen más. “Me dijeron que por aquí el camino es más largo, pero un poco más tranquilo y que si me tiraba por Piedras Negras, era más rápido, pero corría el riesgo de que me agarraran”, confiesa el hondureño Alex Andino, de 18 años. Lo de largo hay que tomarlo en serio. Una vez que han ingresado a este país, los centroamericanos indocumen- tados deben recorrer una de las fronteras verticales más extensas del mundo, de unos tres mil kilómetros, para lle- gar a Tijuana. La frontera se llama México. Sólo entre Tapachula y Arriaga, Chiapas, los más po- bres —que es mucho decir— caminan alrededor de una se- mana, a la par de las vías del tren destruidas por los hura- canes. En Arriaga persiguen un tren en el que viajan a Tabasco. Luego a Veracruz. Luego a Oaxaca. Luego a Pue- bla. Luego al Estado de México. Por lo me- nos hasta Oaxaca, a las persecuciones de los agentes del Instituto Nacional de Mi- gración, y las extorsiones de las policías municipales se suman la codicia de los Ze- tas y las maras. En el centro del país, los migrantes “irregulares” deben elegir: o la ruta del Golfo, hacia las fronteras de Nuevo León o Coahuila, donde también dominan los Zetas, o la persecución de trenes que van a Celaya, luego a Irapuato, luego a Ocotlán, luego a Guadalajara, luego a Te- quila, luego a Tepic, luego Los Mochis… Por lo que se ve este mediodía, la ru- ta más larga comienza a ser una constante. Desde la puer- ta de su casa, Adela Estrada relata que nada menos ayer, vio pasar a dos familias con niños pequeños. En el gran grupo de hoy no hay niños, aunque muchos dejaron se serlo hace muy poco. A todos les rugen las tri- pas y andan con sed, pero con todo, tienen suerte. Están vivos. Sobrevivieron a la “bestia”, algunos de ellos hasta durante mes, en el cual fueron deportados a Guatemala dos o tres veces. La bestia: el tren que los acerca a uno de los países más ricos del mundo, desde sus empobrecidas naciones: Honduras —la mayoría de ellos—, Guatemala, Según la Subsecretaría de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Goberna- ción (SEGOB), al año in- gresan a México aproxi- madamente 150 mil migrantes indocumenta- dos, la mayoría prove- nientes de Centroaméri- ca. De acuerdo con organismos de la socie- dad civil esta cifra as- ciende a 400 mil. Hasta 400 mil migrantes al año C EL DATO Ayuda.Juan, un tapatío del Oriente de la ciudad lleva cada semana lon- ches y agua a los migrantes, que co- mo el de la imagen, van de paso ha- cia Estados Unidos. El Salvador. Esta misma noche algunos continuarán la lu- cha. Correrán, furiosos, tras el animal metálico. Se asirán a uno de sus pasamanos igual que a la vida. Ya arriba, se amarrarán a un vagón para no caerse y aguantarán el sol durante el día y el frío por la noche. El destino es El Nor- te. Varios morirán antes de verlo. La pregunta es cuántos. Cuántos cruzan la frontera con Guatemala, sólo en ese cruce fallecen unos 500, los mismos mexicanos que ca- da año perecen en su intento por cruzar hacia Estados Uni- dos, ha dicho antes el investigador Ramón Gómez. Falta saber cuántos son secuestrados por las mafias, en el Sureste y el Golfo de Méxi- co. Cuántos padecen mutilaciones, cuan- do la bestia los derrota y les pasa encima. Cuántos acarician la piel del gran deseo que se llama Estados Unidos de América. Cuántos pasan en estos días por Gua- dalajara, la mitad del camino. Cualquier cifra es imprecisa, afirmó hace unos días, el sacerdote Alejandro So- lalinde, de visita en esta ciudad. En los úl- timos años, el párroco se ha hecho nota- ble no sólo por su trabajo, en el albergue Hermanos en el Camino, en Ixtepec, Oa- xaca, sino por las amenazas que le han he- cho los secuestradores de indocumenta- dos y por sus críticas a la Iglesia Católica, a la que acusa de cruzar de brazos ante la barbarie. No es que sea imposible contar a los migrantes; más bien, a na- die le interesa hacer la cuenta, afirma So- lalinde. Los “ilegales” no votan durante las elecciones mexicanas, no vienen a pasear por Puerto Vallarta, no enviarán remesas, dice. Sin otro capital que sus cuerpos y unos pesos, desde que los centroame- ricanos ingresan a México son blanco de todos. Lugareños los roban y explo- tan. Taxistas los roban y entregan a las autoridades. Policías los roban y ex- torsionan. Polleros los roban y esta- fan. Delincuentes los roban, secues- tran y asesinan. El “Informe especial sobre los casos de secuestro en contra de migrantes”, que la Comisión Na- cional de Derechos Humanos hizo público el 15 de junio de 2009, calculaba unos 18 mil secuestros de emigrantes al año, la mayoría en la ruta del Golfo de México. Ninguno de los que descansan en la banqueta de la Avenida Inglaterra conoce el informe, pero todos han de- cidido tomar la más segura, desde que partieron de la fron- tera Sur de México. Más segura tiene sus matices, afirman los integran- tes FM4, el único grupo organizado de casi todo el Occi- dente mexicano que brinda apoyo a los migrantes, en un comedor en Inglaterra y Federalismo. “Aquí no hay delitos tan deleznables o terribles como los que ocurren por la ru- ta del Golfo, pero no dejan de suceder”, afirma Enrique González. A eso se suma que en esta parte la gran fronte- ra vertical, la ayuda humanitaria depende más de la bue- na voluntad de la gente que de la organización de grupos. La ruta del Pacífico exige más energía de quienes la siguen, que deben subirse a muchos más trenes que en la del Golfo y aguantar más corretizas de Migración y más días sin alimento. Los casi 40 que están tumbados este día sobre Inglaterra y Federalismo, tienen los sentidos anes- tesiados por el cansancio y el hambre. “Uno se acostumbra… se acostum- bra el estómago de uno a aguantar hambre, y así tiene que ser”, se encoje de hombros Pedro Escobar, un salvado- reño cuarentón, que en su adolescen- cia sirvió al ejército de su país, durante una guerra civil que en el decenio de los ochenta dejó miles de muertos y muy poco dinero. Pedro comparte un virote con su paisano David Pérez, que des- cansa a medio metro. Hace 25 años no habrían compartido ni el saludo y ha- brían matado, pues David simpatizaba y participó en algunas movilizaciones del Frente Farabundo Martí de Libera- ción Nacional. El virote de Pedro y David es el último de 80 que trajo Juan, un tapatío sesentón del Oriente, que hace dos años se propuso preparar lonches y aguas frescas y traerlos a las vías cada miércoles por la mañana. A cada torta y agua, los acompaña un folleto de tres por cinco centímetros, que lleva por nombre “Sonríe, Jesús de te ama”. A bordo de su viejo LTD blanco, don Juan para en seco cualquier pregunta. “No hago esto pa’ dar- me ínfulas”, dice. “Mejor pregúnteles a ellos”. Para ellos, Pedro y David, la guerra y los partidos po- líticos son un tema agotado. “Lo que sigue es irse… antes yo estaba feliz porque ganó el FMLN, pero ellos mismos dolarizaron al país y ahora estamos peor. Mientras haya políticos que busquen su conveniencia nunca vamos a me- jorar los pobres. Y mírenos; los vamos a seguir visitando en Guadalajara”. Por lo que se ve hoy, aquí hay muchos muy decepcio- nados de los políticos en sus países; tan pobres como pa- ra luchar contra la bestia, aunque en ello se les vaya la vi- da, y, al mismo tiempo, en la escalada de una escalera difícil a la esperanza, en la que Guadalajara es un peldaño. —¿Tienes miedo? —Sí— responde Alex Andino, sin dejar de admirar la Avenida Federalismo Sur, como si estuviera en la 5ta Ave- nida de Nueva York. —Mucho me han perseguido. Me ha tocado tirarme por las montañas; aguantar hambre y frío […] Pero entonces digo: ‘pucha, voy pal Norte, voy pal Nor- te y al rato se me cumple el sueño’. EL INFORMADOR • E. PACHECO A la vera de las vías del ferrocarril, y en sus alrededores, la presencia de migrantes centroamericanos ha crecido en los últimos meses. La ruta hacia el norte es larga, pero dicen, por aquí es más segura Por Vanesa Robles MIGRACIÓN No es que sea imposible contar a los migrantes; más bien, a nadie le interesa hacer la cuenta, afirma el sacerdote Alejandro Solalinde, de visita en la ciudad Mucho me han perseguido. Me ha tocado tirarme por las montañas; aguantar hambre y frío […] Pero entonces digo: ‘pucha, voy pal Norte, voy pal Norte y al rato se me cumple el sueño´ Opinan Fernando savater rosa montero jorge zepeda patterson Antonio ortuño Florence cassez, la francesa en el epicentro de la justicia mexicana Los santos laicos, un fenómeno religioso creciente Página seis y siete Página tres

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SECCIÓN

BAÑO XCV

TOMO CCCLXVINÚMERO 33982 Fundadores • Jesús Álvarez del Castillo V. • Jorge Álvarez del Castillo Z. • Editor-Director • Carlos Álvarez del Castillo G.

GUADALAJARA,JALISCO,

DOMINGO18 DE MARZO DE 2012

Supervisor: Eduardo Castañeda H. [email protected] / Ana López [email protected]

atorce de marzo de 2012. Unos 40 centroamericanos conla suerte colgada de una mochila vieja y el sol a plomo es-peran el tren, tumbados sobre la banqueta de la AvenidaInglaterra,aunospasosdeFederalismo.Son las11deldía.Un kilómetro al Poniente, otra media docena camina so-bre las durmientes, a paso de zombie. Adela Estrada, quedesde su casa frente las vías del ferrocarril ha visto pasary asistido a los indocumentados durante 30 años, confir-ma que en los últimos días han llegado a Guadalajara másque de costumbre.

Haceapenasdosaños,en2010, lacostumbreeraqueenla zona metropolitana hicieran escala entre cuatro mil y 10milemigrantescentroamericanos,segúndatosqueentoncesdel investigadordelDepartamentodeEstudios Ibéricosde laUniversidad de Guadalajara, Ramón Gómez Zamudio. En2012, la costumbre ha cambiado. Ahora vienen más.

“Me dijeron que por aquí el camino es más largo, perounpocomás tranquiloyquesimetirabaporPiedrasNegras,era más rápido, pero corría el riesgo de que me agarraran”,confiesa el hondureño Alex Andino, de 18 años.

Lo de largo hay que tomarlo en serio. Una vez que haningresado a este país, los centroamericanos indocumen-tados deben recorrer una de las fronteras verticales másextensas del mundo, de unos tres mil kilómetros, para lle-gar a Tijuana. La frontera se llama México.

Sólo entre Tapachula y Arriaga, Chiapas, los más po-bres—queesmuchodecir—caminanalrededordeunase-mana, a la par de las vías del tren destruidas por los hura-canes. En Arriaga persiguen un tren en el que viajan aTabasco. Luego a Veracruz. Luego a Oaxaca. Luego a Pue-bla. Luego al Estado de México. Por lo me-nos hasta Oaxaca, a las persecuciones delos agentes del Instituto Nacional de Mi-gración, y las extorsiones de las policíasmunicipalessesumanlacodiciade losZe-tas y las maras.

En el centro del país, los migrantes“irregulares” deben elegir: o la ruta delGolfo, hacia las fronteras de Nuevo Leóno Coahuila, donde también dominan losZetas, o la persecución de trenes que vana Celaya, luego a Irapuato, luego aOcotlán, luego a Guadalajara, luego a Te-quila, luego a Tepic, luego Los Mochis…

Por lo que se ve este mediodía, la ru-ta más larga comienza a ser una constante. Desde la puer-ta de su casa, Adela Estrada relata que nada menos ayer,vio pasar a dos familias con niños pequeños.

Enelgrangrupodehoynohayniños,aunquemuchosdejaron se serlo hace muy poco. A todos les rugen las tri-pas y andan con sed, pero con todo, tienen suerte. Estánvivos. Sobrevivieron a la “bestia”, algunos de ellos hastadurante mes, en el cual fueron deportados a Guatemalados o tres veces. La bestia: el tren que los acerca a uno delos países más ricos del mundo, desde sus empobrecidasnaciones: Honduras —la mayoría de ellos—, Guatemala,

Según la Subsecretaríade Población, Migración yAsuntos Religiosos de laSecretaría de Goberna-ción (SEGOB), al año in-gresan a México aproxi-madamente 150 milmigrantes indocumenta-dos, la mayoría prove-nientes de Centroaméri-ca. De acuerdo conorganismos de la socie-dad civil esta cifra as-ciende a 400 mil.

Hasta 400 milmigrantes al año

C

EL DATO

Ayuda.Juan, un tapatío del Orientede la ciudad lleva cada semana lon-ches y agua a los migrantes, que co-mo el de la imagen, van de paso ha-cia Estados Unidos.

El Salvador. Esta misma noche algunos continuarán la lu-cha. Correrán, furiosos, tras el animal metálico. Se asirána uno de sus pasamanos igual que a la vida. Ya arriba, seamarrarán a un vagón para no caerse y aguantarán el soldurante el día y el frío por la noche. El destino es El Nor-te. Varios morirán antes de verlo.

La pregunta es cuántos.Cuántos cruzan la frontera con Guatemala, sólo en

esecrucefallecenunos500, losmismosmexicanosqueca-daañoperecenensuintentoporcruzarhaciaEstadosUni-dos, ha dicho antes el investigador Ramón Gómez. Faltasaber cuántos son secuestrados por lasmafias, en el Sureste y el Golfo de Méxi-co. Cuántos padecen mutilaciones, cuan-do la bestia los derrota y les pasa encima.

Cuántosacaricianlapieldelgrandeseoque se llama Estados Unidos de América.

Cuántos pasan en estos días por Gua-dalajara, la mitad del camino.

Cualquier cifra es imprecisa, afirmóhaceunosdías,elsacerdoteAlejandroSo-lalinde, de visita en esta ciudad. En los úl-timos años, el párroco se ha hecho nota-ble no sólo por su trabajo, en el albergueHermanos en el Camino, en Ixtepec, Oa-xaca, sinopor lasamenazasque lehanhe-cho los secuestradores de indocumenta-dos y por sus críticas a la Iglesia Católica,a la que acusa de cruzar de brazos ante la barbarie. No esque sea imposible contar a los migrantes; más bien, a na-

dieleinteresahacerlacuenta,afirmaSo-lalinde. Los “ilegales” no votan durantelas elecciones mexicanas, no vienen apasear por Puerto Vallarta, no enviaránremesas, dice.

Sin otro capital que sus cuerpos yunos pesos, desde que los centroame-ricanos ingresan a México son blancode todos. Lugareños los roban y explo-tan. Taxistas los roban y entregan a lasautoridades. Policías los roban y ex-torsionan. Polleros los roban y esta-fan. Delincuentes los roban, secues-tran y asesinan.

El “Informe especial sobre los casosde secuestro en contra de migrantes”, que la Comisión Na-cional de Derechos Humanos hizo público el 15 de juniode 2009, calculaba unos 18 mil secuestros de emigrantesal año, la mayoría en la ruta del Golfo de México.

Ninguno de los que descansan en la banqueta de laAvenida Inglaterra conoce el informe, pero todos han de-cidido tomar lamássegura,desdequepartieronde la fron-tera Sur de México.

Más segura tiene sus matices, afirman los integran-tes FM4, el único grupo organizado de casi todo el Occi-dente mexicano que brinda apoyo a los migrantes, en un

comedor en Inglaterra y Federalismo. “Aquí no hay delitostan deleznables o terribles como los que ocurren por la ru-ta del Golfo, pero no dejan de suceder”, afirma EnriqueGonzález. A eso se suma que en esta parte la gran fronte-ra vertical, la ayuda humanitaria depende más de la bue-na voluntad de la gente que de la organización de grupos.

La ruta del Pacífico exige más energía de quienes lasiguen, que deben subirse a muchos más trenes que en ladel Golfo y aguantar más corretizas de Migración y másdías sin alimento. Los casi 40 que están tumbados este díasobre Inglaterra y Federalismo, tienen los sentidos anes-

tesiados por el cansancio y el hambre.“Uno se acostumbra… se acostum-

bra el estómago de uno a aguantarhambre, y así tiene que ser”, se encojede hombros Pedro Escobar, un salvado-reño cuarentón, que en su adolescen-cia sirvió al ejército de su país, duranteuna guerra civil que en el decenio de losochenta dejó miles de muertos y muypoco dinero. Pedro comparte un virotecon su paisano David Pérez, que des-cansa a medio metro. Hace 25 años nohabrían compartido ni el saludo y ha-brían matado, pues David simpatizabay participó en algunas movilizacionesdel Frente Farabundo Martí de Libera-ción Nacional.

El virote de Pedro y David es el último de 80 quetrajo Juan, un tapatío sesentón del Oriente, que hacedos años se propuso preparar lonches y aguas frescasy traerlos a las vías cada miércoles por la mañana. Acada torta y agua, los acompaña un folleto de tres porcinco centímetros, que lleva por nombre “Sonríe, Jesúsde te ama”. A bordo de su viejo LTD blanco, don Juanpara en seco cualquier pregunta. “No hago esto pa’ dar-me ínfulas”, dice. “Mejor pregúnteles a ellos”.

Para ellos, Pedro y David, la guerra y los partidos po-líticos son un tema agotado. “Lo que sigue es irse… antesyo estaba feliz porque ganó el FMLN, pero ellos mismosdolarizaron al país y ahora estamos peor. Mientras hayapolíticos que busquen su conveniencia nunca vamos a me-jorar los pobres. Y mírenos; los vamos a seguir visitandoen Guadalajara”.

Por lo que se ve hoy, aquí hay muchos muy decepcio-nados de los políticos en sus países; tan pobres como pa-ra luchar contra la bestia, aunque en ello se les vaya la vi-da,y,almismotiempo,enlaescaladadeunaescaleradifícila la esperanza, en la que Guadalajara es un peldaño.

—¿Tienes miedo?—Sí— responde Alex Andino, sin dejar de admirar la

Avenida Federalismo Sur, como si estuviera en la 5ta Ave-nida de Nueva York. —Mucho me han perseguido. Me hatocado tirarme por las montañas; aguantar hambre y frío[…]Peroentoncesdigo: ‘pucha,voypalNorte,voypalNor-te y al rato se me cumple el sueño’.

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A la vera de las vías del ferrocarril, y en sus alrededores, la presencia de migrantes centroamericanos

ha crecido en los últimos meses. La ruta hacia el norte es larga, pero dicen, por aquí es más segura

Por Vanesa Robles

MIGRACIÓN

No es que sea imposible

contar a los migrantes; más

bien, a nadie le interesa

hacer la cuenta, afirma

el sacerdote Alejandro

Solalinde, de visita

en la ciudad

Mucho me han perseguido.

Me ha tocado tirarme por

las montañas; aguantar

hambre y frío […] Pero

entonces digo: ‘pucha, voy

pal Norte, voy pal Norte

y al rato se me cumple

el sueño´

Opinan Fernando savaterrosa monterojorge zepeda pattersonAntonio ortuño

Florence cassez,la francesa en elepicentro de la justiciamexicana

Los santos laicos,un fenómeno religiosocreciente

Página seis y siete Página tres

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PÁGINA 2-B Domingo 18 de marzo de 2012EL INFORMADOR

LOS COLORESDEL TIEMPO

Armando González Escoto

No sabemos cuánto vale Guadalajara, pero a tenor del número cre-ciente de narcoadictos debe valer un dineral, como lo valen Cancún,Puerto Vallarta, Acapulco o la misma Ciudad de México. Desde lue-go el valor de una “plaza” incluye otras variables, pero ya el solo con-sumo es relevante.

Lo que sí sabemos ahora con mayores elementos de juicio es eladmirable control que tienen los cárteles sobre estados, ciudades yterritorios, un control logístico y una capacidad de respuesta que daenvidia. La compleja red de informantes de la que gozan hace pali-decer los servicios de inteligencia oficiales, que además acaban pa-reciendo inexistentes.

En menos de dos horas la Zona Metropolitana de Guadalaja-ra tuvo 15 bloqueos documentados el pasado viernes 9 de marzo,en lugares muy distantes unos de otros, sin que se escapara el mis-mo Centro Histórico. Algo similar habíamos ya visto en Monterreyy en Morelia, demostrándose el alto nivel de organización y mo-vilización que tienen los delincuentes al estilo de la guerrilla ur-bana más sofisticada.

Para que no nos desanimáramos, ya en la noche de ese mismo

día fueron presentados ante los medios de comunicación un grupode sujetos apresados por haber participado en dichos incidentes. Tu-vimos que esperar mucho más para que fuera presentado ante losmedios el causante aparente de todos estos actos vandálicos, aun-que lo habían capturado antes.

La desusada prontitud de las autoridades para capturar ma-landrines obnubiló nuestra inteligencia haciéndola oscilar entrela duda o la sorpresa. Era sorprendente que hubiesen agarrado atantos, y de seguro muy preocupante para sus entrenadores, aca-so sobrepasados por la constante y rápida rotación de efectivosque se da en las filas de la delincuencia. Había también duda ra-zonable por lo poco habitual de estas inmediatas aprehensiones.Ciertamente cualquiera podría pensar que ante el tamaño de laagresión se hacía mediáticamente indispensable si no capturar alos actores, por lo menos alquilarlos, aunque después ya nadie su-piera ni se interesara por el destino final de los malandrines, fue-ran reales o de reparto.

Para acentuar este clima surrealista y darle ambiente de cua-resma aparecen posteriormente otros tantos “narcomensajes”

donde la delincuencia pide perdón a la ciudadanía por las moles-tias que sus acciones hubiesen provocado: ausencia de clientes enrestaurantes, cines, cafés, comercios y antros el fin de semana,abandono de clases y pérdida de horas laborales por adelanto enlas salidas o ausencias en la tarde de aquel viernes, semiparaliza-ción del transporte público ya que los audaces choferes decidieronresguardarse en sus casas dejando a la población sin su atento ser-vicio, socialización de un clima de terror apoyado por las innume-rables incursiones en las redes informáticas no sólo por angustia-dos ciudadanos, sino también por malandrines específicamentecontratados para hacer ese “trabajo”.

Desde luego que en éste como en tantos otros asuntos, el ver-dadero rehén sigue siendo la sociedad, lo mismo si los bloqueoslos montan camioneros, estudiantes, agrupaciones civiles, o nar-cotraficantes, revelando en cualquier caso, la incapacidad de losciudadanos para poder defender sus derechos sin afectar los dere-chos de los demás, y la misma incapacidad de las autoridades pa-ra velar por los derechos de todos.

[email protected]

Control de las plazas

Esta semana llegará de visita a nuestro país S.S. BenedictoXVI y muchos católicos nos alegramos por ello, porque de susmensajes esperamos reforzar nuestros valores y sobre todotener una conversión interior que evidencie congruencia en-tre lo que decimos y lo que hacemos, lo que, entre otros be-neficios, derivará, en la medida de que lo logremos, en unamejor interrelación entre los habitantes de nuestro país, tannecesitado de armonía.

Será con ésta la sexta ocasión que un representante dela Iglesia Católica venga a nuestro país, ya que Juan Pablo IInos visitó en cinco ocasiones. Hay algunas personas que cre-en habrá diferencia, dado que el anterior Pontífice tenía ungran carisma personal, tal y como se demostró con las multi-tudes que lo siguieron, y el actual que no parece serlo tanto;aunque yo creo se trata de una situación prefabricada, pues-to que es evidente que cada persona tiene sus propios defec-tos y cualidades, y en algunos aspectos será atractiva o repul-siva, en su caso para quien observa al otro. En mi caso y sindesconocer en nada las cualidades de Juan Pablo II, de quienadmiromuchosaspectosdesupersonalidad,digamosquees-toy mucho más cerca de admirar la personalidad de Benedic-to XVI, a quien conocí hace muchos años, cuando no era je-fede la Iglesia, leyendosu“Informesobre la fe”,querecuerdocon emoción; pero habrá muchos que no coincidan conmigoy otros a los que no atraiga la personalidad de ninguno.

Pero nadie puede negar que el Papa es la cabeza visiblede la Iglesia, cuyas enseñanzas seguimos con mayor o menorpulcritud la inmensa mayoría de mexicanos, y el hecho queun jefe espiritual visite nuestro país debe ser, cuando menos,motivo de respeto y atención puesto que algo bueno podemosaprovechar de cada visita de éstos.

Sin embargo, parece que los católicos no tenemos el dere-cho de alegrarnos con esta visita, que tenemos que pagar loserrores cometidos históricamente por los miembros de la Igle-sia y por la propia Iglesia, que para los nuevos inquisidores sehan convertido en pecados sin posible redención, y es que per-tenecer a esta Iglesia significa ser objeto de una absoluta deter-minación, así si un católico es ladrón, todos los católicos somosladrones; si un cura es pederasta, todos los curas lo son; si laIglesia fue intolerante en las cruzadas, lo seguirá siendo duran-te toda la eternidad. Olvidan que la Iglesia ha participado en to-dos los cambios positivos de la humanidad, aunque muchas desus enseñanzas tardaron mucho en ser escuchadas.

Por eso a mí me da mucho gusto que venga S.S. Benedic-to XVI y estoy convencido que quienes de buena fe sigan susenseñanzas y las mediten, aplicándolas a su propia vida y si-tuación, sean o no católicos, encontrarán algo que produciráque la relación entre los mexicanos sea más armónica, lo quees una cuestión que nos urge.

[email protected]

“BienvenidoBenedicto XVI”

Carlos Enrigue

AYER DECÍAMOS

Cuando Genaro García Luna está bajo el escrutinio de la opinión pública,no hay medias tintas, se le odia. Tiene sobre la frente la marca de la guerracontra el narcotráfico y sus miles de muertes, y sobre de él se descargan lasfrustraciones colectivas. García Luna genera reacciones de impotencia por-que por más que se le critica y se le golpea, parece inamovible en su cargode secretario de Seguridad Pública Federal, con lo cual también despiertaleyendas populares que lo hacen ver, contrario al propósito buscado, comoun ser todopoderoso.

García Luna vive todos los días las contradicciones de la personalidad me-xicana, sibilina, hipócrita, cobarde. La belicosidad con la que lo atacan, la ob-sesión con la que lo critican y la subjetividad de muchos de sus detractores, só-loescomparableconlagenuflexiónconlaquemuchosdesusenemigospúblicoslo tratan en privado, y la necesidad que sienten, cuando en momentos de ries-go, piden que los ayude.

Hay políticos que lo denuestan en las tribunas parlamentarias, y horasdespués le hablan para explicarle que lo que dijeron, realmente no lo pien-san. Hay periodistas que lo usan regularmente como piñata, y que corren aél cuando se ven inmersos en problemas. Hay líderes políticos que recono-cen que muchas veces los ataques que realizan sobre García Luna son enrealidad para golpear al Presidente por razones ajenas a la seguridad, yotros, particularmente en el área de las ONG’s, donde se encuentran algu-nos de sus principales críticos, que lo buscan para financiamientos. Criti-carlo es políticamente correcto, y rentable.

García Luna es generador de esta dicotomía del comportamiento políticomexicano. A lo largo de todo el Gobierno de Calderón, el secretario de Seguri-dad Pública, que se enteró de que sería nombrado menos de 90 minutos antesde que se anunciara su designación, nunca ha dejado de ser un objetivo paradestruir. En septiembre de 2010, en este mismo espacio se apuntó que ningúnsecretario en la memoria había sido sometido a un ataque tan vitriólico, frontaly masivo como él. Le han dicho corrupto y represor, y hasta por la forma table-teada de hablar, lo han descalificado.

Es el pretexto perfecto para alimentar la discordia. En las dos últimas se-manas, y las que vendrán en lo que resta del mes, ha estado en el centro de ladiscusión por el caso de Florence Cassez, sentenciada a 60 años de cárcel porsecuestro. La recreación para la televisión mexicana sobre el episodio de su de-tención en 2005 por policías de la Agencia Federal de Investigaciones, ha sidoel eje de la crítica permanente contra él.

En el juicio de Cassez, tres instancias judiciales dijeron que la recreaciónno afectó el proceso y el alegato de la defensa fue desechado. La renovación dela polémica se debe a un proyecto de resolución del ministro Arturo Zaldívarque retoma ese punto como el eje de su documento para pedir la liberación dela francesa porque no se respetaron sus garantías constitucionales. El proyec-to se discutirá esta semana en la Suprema Corte de Justicia.

Hablar negativamente de García Luna en México es un pleonasmo. Difícily cuesta arriba es defenderlo o tomar una posición que coincida con él. Desdeque se difundió el proyecto Zaldívar, el secretario fue objeto de una intensa cam-paña negativa en las redes sociales que apenas comenzó a amainar este fin desemana. Esto, sin contar con la batería de plumas y voces que lo han cuestiona-do desde las tribunas periodísticas, y los políticos que se han sumado al pensa-miento convencional.

En estos días se ha pedido su destitución por el affaire Cassez, con una vi-sión tan unidimensional que se pasan por alto varias cosas: García Luna era su-balterno del subprocurador para Delitos de la Delincuencia Organizada, JoséLuis Santiago Vasconcelos, quien a su vez era subalterno del procurador DanielCabeza de Vaca. Es decir, para efectos de argumentación, si el caso de la “esce-nificación” televisiva, como lo describe el ministro Zaldívar, fuera determinan-te, Vasconcelos —que murió en 2008— y Cabeza de Vaca —actual miembro delConsejo de la Judicatura—, tendrían una responsabilidad mayor. Más aún, si elllamado “montaje” hubiera sido clave en el caso, el Ministerio Público tendríaque haber consignado en su momento a los policías que lo hicieron.

Toda esta línea de mando y responsabilidades ha sido ignorada por todos.Sirve, en el contexto actual, sólo para mostrar el poder de la personalidad deGarcía Luna, como el diablo de la administración calderonista, al cual hay queexorcizar. La paradoja es que su imagen doméstica sigue contrastando con laque tiene en el extranjero.

Este año solamente, el ampliamente admirado en México general ÓscarNaranjo, responsable de combatir a la delincuencia organizada en Colombia,le pidió a García Luna ayuda para capacitar y fortalecer a la Policía colombia-na, que se encuentra empapada en la corrupción. Recientemente se planteó anivel internacional imitar el modelo de Policía Federal que instrumentó en Mé-xico y desarrollarlo en otras naciones. Gobiernos centroamericanos y surame-ricanos recurren constantemente a él por asesoría.

Hace unas semanas estuvieron en México los miembros de los ComitésSelectos de Inteligencia y de Apropiaciones de la Cámara de Representantesy el Senado de Estados Unidos, y pidieron ver específicamente PlataformaMéxico, el orgullo tecnológico de su gestión. Previamente, en una visita inu-sual, el jefe de Inteligencia del Comando Norte, lo fue a ver a su oficina paraque le mostrara los sistemas que ha instalado y su operación en tiempo real.Y cuando García Luna viajó hace un par de meses a Washington, el nuevo je-fe de la CIA, el general David Petraus, pidió verlo durante 15 minutos, en unareunión que se alargó a 75.

García Luna, un ingeniero mecánico que jugó futbol profesional con elAmérica a principio de los ochenta antes de ingresar al CISEN, entrenadopor la CIA, el FBI, el Mossad y los franceses, ha resistido toda la crítica ensu contra a lo largo de más de cinco años, desafiando todas las leyes de lapolítica que presupondrían que tanto desgaste lo convierten en lastre y noen activo para el Gobierno.

Pero no hay señales en ese sentido. Hasta ahora, el apoyo parece incondi-cional, y su horizonte de vida institucional más allá del fallo de la Corte. En cual-quier caso, para efectos prácticos, García Luna debe estar completamente segu-ro de algo: sin importar cuál sea el resultado, los ataques en su contra no cejarán.

[email protected]: @rivapa

El diablo mexicano

Raymundo Riva Palacio

PORTARRETRATO

Por una Guadalajara más limpia.¿Se podrá?¿Quiénes son los responsables de tanta basura?Bueno, bueno parece una pregunta fácil de hacer y más

fácil echarle la culpa a la gente sucia y mal educada, pero enrealidad hay muchos responsables, que deben de meter lasmanos para que tengamos menos “cochinero” en las callesde la ciudad.

Un hecho ineludible y por demás evidente, es el cómoquedan los espacios después de un evento masivo. Toneladasde desechos de gran variedad, desde envases hasta restos detodo tipo de alimentos embarrados en el suelo.

Por algo somos uno de los países de más obesos en elmundo, porque nos encanta la tragadera de cuanta cosa sepueda uno imaginar. Si es peregrinación o partido de fútbol,la gente come y come lo que le pongan, y por supuesto los ba-sureros no ajustan y las calles se convierten el único destinode todo lo que ya no sirve. Y claro está, si es que encuentrasun depósito de las dimensiones y características adecuadas.

No hay botes suficientes para tanta basura, no hay másque meterlas en camiones e irla a tirar a las afueras de la ciu-dad, en los susodichos basureros municipales, que dicho sea

de paso, son un verdadero asco.¿Son responsables los que nos dan los vasos desecha-

bles, o los que los arrojan al suelo después de usarlos?Lasmilesdebolsasdeplásticosy todos losempaquespu-

blicitarios y decorativos de cuanto se nos ocurra, acaban porser basura. ¿Y quiénes son los responsables?

La verdadera basura no son las hojas de los árboles quelas doñas se sienten obligadas a barrer todas las mañanas enlas banquetas y patios de las casas, sino los cochinos envol-torios de toda la chatarra que comemos, los residuos de re-frescos que bebemos, como camellos sedientos, enfrente delos tendajones y changarros.

Urge llamar la atención por esta epidemia de basura quenosconquistaeinvadecamellones,parques,avenidasynues-tros propios hogares.

Un alto a tanta basura y desde luego tenemos que me-jorar nuestros hábitos de poner las cosas en su lugar y masbien exigir que ya no nos vendan tantas cosas que final-mente son basura.

Por una Guadalajara más limpia, con más botes, más es-cobas y gente más educada.

¿No será mucho pedir?

No tirar basuraEXPLORANDO EL MUNDO

Guillermo Dellamary

Poetas siameses de la tundraLa etiquetación literaria puede llegar a ser pasmosa. Fati-gadas ya las agrupaciones por edad, género y nacionali-dad y sus diversas mixturas posibles (“nueva ensayísticafemenina bávara”, “poesía tijuanense de hombres trans-género de mediana edad”, “narrativa de la senectud bise-xual del Bajío”), llega la etiquetación según el ecosistemade nacimiento o residencia.

Al menos eso deduzco de leer una invitación para asis-tir a una charla de los “escritores del desierto” que se rea-lizará dentro de unos días en el DF. ¿Quiénes son estosémulos de Lawrence de Arabia en nuestro país? Uno pen-saría que esta definición sería privativa del difunto DanielSada o de Jesús Gardea, novelistas en cuyas obras existeuna relación escénica y estética con el descampado. Sinembargo, en este caso se le aplica a Carlos Velázquez, Ju-lián Herbert y Luis Jorge Boone, autores por demás vario-pintos, por el mero motivo de que nacieron o viven en Coa-huila, que es Estado de pocas hierbas (Boone es nativo deMonclova pero no reside allí; Herbert es de Acapulco pe-ro se mudó a Saltillo; Velázquez nació y vive en Torreón).

Dejo de lado el hecho de que sean o no escritores de in-terés (el consenso ha establecido que lo son), me asombraque se les agrupe con respecto a un accidente geográficoque no parece tener relación con lo que escriben. Ve-lázquez, uno de los mejores narradores jóvenes del país,

practica una escritura pop desaforada, irónica, personalí-sima; Herbert, reconocido hasta ahora como un poeta deamplia cultura clásica, ha dado a luz en fechas últimas unlibro de memorias relacionado con el deterioro de su ma-dre y el país entero que ha sido muy celebrado, Canción detumba; Boone practica imparcialmente la narrativa, el en-sayo y la crítica. Nadie, sin un mapa en la mano, podría sos-pecharles semejanzas a estos “desérticos”.

Supongo que la idea que subyace a este maridaje esque los editores internacionales ubiquen la etiqueta y, cla-ro, la compren, Como “literatura del Norte” suena dema-siado general (y ya existe un directorio telefónico de au-tores que caben dentro del cajoncito y que fatigan, casitodos, el tema del narcotráfico, ya muy vendido) y como“literatura de Coahuila” les ha de sonar a poco a los bau-tizadores, pues “escritores del desierto”.

Ahora bien, me pregunto: si acaso la denominación seimpone y triunfa entre los enterados ¿qué cosa sobre el cieloy la tierra impedirá denominar a Carlos Fuentes, que nacióen Panamá, “el novelista del canal”? O, ya entrados en gas-tos, pues aprovechemos que Juan Villoro estudió en la UAMIztapalapa y ha recorrido algunos países y achaquémosle elgallardo mote de “cronista de Texcoco y el Universo”. Total,si la promoción literaria nos arrastra a la emulación del “Pe-rro” Bermúdez, ningún extremo nos estará vedado.

EL MUNDO ALUCINANTE

Antonio Ortuño

Page 3: Tapatío 18 marzo

Domingo 18 de marzo de 2012 PÁGINA 3-BEL INFORMADOR

Es la sentencia cumpliría por losdelitos de secuestro, portaciónde armas exclusivas del Ejércitoy delincuencia organizada.

Las múltiplescaras de laverdadEste 21 de marzo la Suprema Corte no dirá

si ella es culpable o no de secuestro, sino

si se respetó la Ley en su proceso. La trama

parece la de una buena novela negra, que

incluye hasta un montaje para televisión

ajo la mirada de algunos, la france-sa es tan sólo una cara angelicalque se esconde detrás de una cel-da; para otros, ésta es la integran-

te de una banda de secuestradores conocida co-mo “Los Zodiaco”. Hay quienes la consideran unavíctima de la injusticia y un ejemplo de la medio-cridad del sistema judicial mexicano; no obstan-te hay aquellos que argumentan su culpabilidadcon vehemencia. Florence Cassez es un persona-je controvertido, lo cierto es que su caso ha sidomotivo de ebullición mediática, turbulencia na-cional y fricciones diplomáticas.

Florence Marie Louise Cassez Crépin nació el17 de noviembre de 1974 en Béthune, un pueblo si-tuado en el norte de Francia. Fue la tercera hija deBernard Cassez y Charlotte Crépin; desde peque-ña se caracterizó por ser una niña independiente ydeterminada. Un año antes de terminar la prepara-toria, Florence abandonó los estudios para traba-jar en una tienda de muebles. Tiempo después seconvirtió en la responsable de Eurodif de Amiens,negocio en la cual fungía como coordinadora de ungrupo de vendedoras.

En 2001 Cassez fue despedida de su puestoy las oportunidades laborales en Francia seveían limitadas. Años antes Sébastien, su her-mano mayor, se había trasladado a México paracontraer matrimonio con Vanesa Mercado, mu-jer mexicana. Sébastien Cassez se asoció conEduardo Margolis, un buen amigo de Israel Va-llarta Cisneros, a quien ahora se le identifica co-mo el líder de “Los Zodiaco”.

Conel finderevertir lasituacióndedesempleode Florence, Sebastién motivó a su hermana a ve-nir a México en busca de mejores oportunidades.La ciudadana gala llegó a la Ciudad de México en2001. Ingresó al territorio nacional en condición deturista, y al no contar con los permisos migratoriosrequeridos para laborar legalmente, comenzó atrabajar con su hermano en la venta de productosmédicos. Fue en este periodo cuando Cassez cono-ció a Israel Vallarta Cisneros, quien entonces sepresentó como un supuesto empresario. Florencenunca hubiera imaginado la trascendencia que es-te encuentro tendría sobre su vida.

Inicialmente, vivió en la casa de Sebastién,sin embargo, la pésima relación que llevaba consu cuñada la hizo cambiar de opinión. En cuan-to le fue posible, la francesa modificó su situa-ción migratoria a no inmigrante con actividadeslucrativas, encontró empleo e inauguró su anhe-lada independencia. Comenzó a trabajar en laempresa Marketing and Technologys Importedy después en Servi Bosque.

A lo largo de este tiempo, Cassez había man-tenido contacto con Israel Vallarta. Finalmenteestableció una relación sentimental con él y co-menzaron a vivir juntos. Según ha expresado lafrancesa, su pareja se dedicaba a la venta de re-facciones mecánicas.

A mediados de 2005, Florence emprendió elviaje de regreso a su tierra natal, sin embargo,hundida en el desempleo regresó a México enseptiembre de este mismo año. Aunque tiempodespués la francesa declaró que en aquel mo-mento su relación con Israel había concluido, to-do parece indicar que volvió a vivir con él en elRancho Las Chinitas, propiedad ubicada en lacarretera México-Cuernavaca donde fueron en-contradas tres personas secuestradas.

Enesteperiodo,Florencefuecontratadacomoanfitriona de huéspedes por el Hotel Fiesta Ameri-cana Grand en la capital y planeaba mudarse a laCiudad de México. El 8 de diciembre de 2005 Cas-sez y Vallarta se trasladaban al Distrito Federal conel automóvil cargado de muebles para la mudanza,cuandofuerondetenidosporelementosdelaAgen-cia Federal de Investigaciones (AFI).

La pesadilla apenas comenzaba. Un día des-pués de su detención, la Procuraduría Generalde la República (PGR) notificó haber desmante-lado a la banda de secuestradores “Los Zodiaco”,implicada en al menos 10 secuestros y un homi-cidio. En seguida se mostró por televisión cómosupuestamente el equipo de la AFI se introducíaen el Rancho Las Chinitas y liberaba a tres per-sonas plagiadas.

Sin embargo, la supuesta detención estuvo re-pleta de irregularidades. Cassez no fue puesta adisposición del Ministerio Público de forma inme-diatanise lenotificóa laEmbajadafrancesasucap-tura. Por el contrario, Florence fue escoltada alRancho para grabar un montaje de lo acontecido.El 10 de febrero de 2006 las autoridades mexicanasreconocieron que la captura televisiva fue produc-to de una recreación de los hechos, aunque la AFInegó esta declaración.

Por otro lado, las vícti-mas han asegurado recono-cer el tono pelirrojo de su ca-bello y su inconfundible acentoextranjero, aunque los testimoniosde los plagiados han evolucionado con respecto asu estado original. Tiempo después saldría a la luzpública que Vallarta también mantenía una rela-ción sentimental con Eduardo Margolis. Sumadoa los testimonios de las víctimas, Margolis seña-ló que cuando Vallarta fue detenido, éste lo ame-nazó con asesinar a su familia si delataba sus ac-tividades ilícitas.

En la convulsión de versiones opuestas en-tre sí, Cassez fue sentenciada a cumplir una con-dena de 60 años en prisión por secuestro, porta-ción de armas exclusivas del Ejército ydelincuencia organizada.

El caso Cassez, asunto de Estado

ElcontrovertidocasoCasseztrascendiódel te-rreno jurídico a la esfera diplomática al convertir-se en motivo de desgaste y tensión en las relacio-nes bilaterales de México y Francia.

Cuando el mandatario francés, NicolásSarkozy,asumiólapresidenciaen2007,hizolapro-mesa de auxiliar a los ciudadanos franceses dete-nidos como rehenes en el mundo. Con base en es-te juramento, Bernard y Charlotte presentaron elcaso de su hija. El presidente francés se compro-metió moralmente con la iniciativa presentada yadoptó el caso como bandera política.

El profundo interés de Nicolás Sarkozy en elcaso de Florence tiene distintas aristas. Por un la-do, se dice que la familia Cassez mantenía una re-lación estrecha con el mandatario. Sin embargo, ladetonación del caso coincidió con un momento po-lítico decisivo. Las posiciones esgrimidas en tornoa la liberación de Ingrid Betancourt, el ascenso deFrancia a la presidencia de la Unión Europea y laposibilidad de elevar sus índices de popularidad,fueron factores que influyeron en el mandatariopara apoyar a los Cassez.

Desde entonces, Sarkozy ha presionado al Go-bierno mexicano para que éste extradite a la ciuda-dana francesa. El Ejecutivo de México se ha negadoporque la pena por secuestro en Francia es menor yCassez podría salir de la prisión al poco tiempo. Elapremio de la diplomacia francesa ha sido tal que en2011 se dijo que el Año de México en Francia, festi-val de gran trascendencia artística y cultural, seríadedicado a la sentenciada. La posición de Sarkozyha sido criticada dentro y fuera de Francia, pues seargumenta que convirtió una cuestión particular enun asunto de Estado.

Aunque el encarcelamiento de Florence Cas-sez se remonta a 2005, su caso regresa a la luz pú-blica con la propuesta del ministro de la SupremaCorte de Justicia, Arturo Zaldívar, de otorgar am-paro y decretar libertad absoluta a la francesa. Elpresidente Sarkozy celebra la iniciativa presen-tada por Zaldívar, pues la liberación de Cassez lepermitiría obtener una victoria popular en el mar-co del periodo electoral. No obstante, este esce-nario representaría un fuerte golpe para el Ejecu-tivo mexicano.

El caso será votado el próximo miércoles 21 demarzo, día en que se dictaminará la culpabilidad ola inocencia de Cassez en el marco de un procesoviciado y caracterizado por una manipulaciónconstante de los hechos y la información.

PERSONAJE FLORENCE CASSEZ

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Elpróximomiércoles21demarzo, la primera sala dela Suprema Corte de Justi-cia de la Nación (SCJN)discutirá y votará el pro-yecto de resolución del mi-nistro Arturo Zaldívar,quien propone la libera-cióndeFlorenceCassez, laciudadana francesa sen-tenciada por secuestro enMéxico en el año 2005.

Para que FlorenceCassez pueda dejar la pri-sión, la mayoría de los cin-co ministros deberán vo-tar a favor del proyecto delministro Zaldívar, el cualque señala que se violaron

los derechos fundamenta-les a la notificación, a lapuesta a disposición in-mediata ante el MinisterioPúblico y a la presunciónde inocencia de la mujer.

En la sala se necesi-tan únicamente tres su-fragios a favor para con-ceder el amparo, y almenos de manera públi-ca, Arturo Zaldívar, OlgaSánchez Cordero Cossío yJosé Ramón Cossío sehan pronunciado en favorde que la Corte garanticeel debido proceso legal,con lo que la ciudadanafrancesa quedaría libre.

La libertad

EL TEMOR

60 años

Por Gilda Colin Bracamontes

Page 4: Tapatío 18 marzo

PÁGINA 4-B Domingo 18 de marzo de 2012EL INFORMADOR

Somos basuraLa otra noche, de viaje en un hotel, de madrugada, caí ha-ciendo zapping en un documental ya empezado que emi-tían en el canal internacional de TVE. Fue en cierto sentidouna desgracia, porque era muy tarde y estaba muy cansa-da y sólo pretendía echarle una ojeada a las noticias. Perola película era tan increíblemente buena, tan fascinante,que me hipnotizó y me la tragué entera. Más de 50 minutossin poder despegarme de la pantalla.

Luego me enteré de que se trataba del multipremiadoComprar, tirar, comprar (en la fotografía), un documentalcoproducido en 2011 por España y Francia y realizado porCosima Dannoritzer, una cineasta alemana que ya ha he-cho otros trabajos en nuestro país. Comprar, tirar, comprartrata de la obsolescencia programada, es decir, de cómonuestra vertiginosa sociedad de mercachifles produce vo-luntariamente objetos frágiles e incluso los diseña para quese rompan, de manera que haya que reemplazarlos y la rue-da del consumo siga girando cada vez más deprisa. En fin,todos sospechábamos que, por lo general, los fabricantesno se esforzaban en hacer productos demasiado perdura-bles,precisamenteparapoderseguirvendiendo.Perolape-lícula de Cosima va mucho más allá y te deja boquiabiertaante la malevolencia y el cinismo desplegados. Todo rigu-rosamente documentado.

Y así nos enteramos, por ejemplo, de que, a princi-pios de los años veinte, las lámparas incandescentes, lasvulgares bombillas, tenían una vida de dos mil 500 horas.Pero en 1924 se creó el cartel internacional y clandestinoPhoebus, compuesto por Osram, Philips y la españolaLámparas Z, con el fin de limitar la vida de las bombillasa mil horas. Como se lo tomaron tan en serio que multa-ban a quienes sacaban productos más longevos, para

1932 ya habían conseguido que todas las lámparas mu-rieran a las mil horas. Algo parecido sucedió cuando Du-pont creó el nilón en 1940. Para mi pasmo, ahora me heenterado de que las medias de nilón eran en su origenenormemente resistentes, que no se hacían carreras y nose rompían nunca. Por eso Dupont ordenó a sus ingenie-ros que consiguieran un nilón peor, más débil y defectuo-so. Hacer mal un producto, en fin, exige también al pare-cer una gran cantidad de ingenio tecnológico. Al fintriunfaron en toda regla, como con las bombillas. Hoy lasmalditas medias se siguen rompiendo con una facilidadescandalosa. O lo que es lo mismo: sin duda esta batallala ganaron los malos.

Y hay más, mucho más. Como, por ejemplo, bateríasde los iPod que se construían para durar sólo 18 meses(una querella les obligó a cambiar). Y algo que me ha de-jado alucinada: al parecer las impresoras, o al menos al-gunas impresoras, vienen con un chip que va contandolas páginas que imprime, y al llegar a, pongamos, 50 mil,simplemente detiene el funcionamiento de la máquina,como si se hubiera roto para siempre. Pero en el docu-mental vemos cómo un chico de Barcelona consigue po-ner el contador del chip a cero y la impresora sigue tra-bajando perfectamente.

Pero cuando el documental adquiere una grandezasobrecogedora es al demostrar cómo todo esto, ademásde ser un robo para los consumidores y de expoliar losrecursos del planeta, termina generando una vasta ma-rea sucia, contaminante, letal, que degrada la vida de lospueblos más pobres de la Tierra y sepulta sus esperan-zas de futuro. Toda esa chatarra, toda esa basura tecno-lógica loca e innecesariamente multiplicada por la obso-

lescencia programada, acaba, por ejemplo, enGhana, creando una realidad apocalíptica que eldocumental recoge sobriamente. Viendo esasimágenes imperdonables del abuso he recorda-do con un escalofrío todos los residuos tecnoló-gicos que he ido dejando atrás a lo largo de miya larga vida. Empezando por los primeros con-testadores telefónicos (al menos un par), por losfaxes (quizá tres), las impresoras (cinco o seis),las agendas electrónicas (¿media docena?), losmóviles (¡cielos! Por lo menos 20…), los ordena-dores (15 o más incluyendo los portátiles), losdiscos duros exteriores (tres), los iPod (tres), losiPad (por ahora uno, pero seguro que la cuentaaumentará)… Y aún hay que añadir televisores(siete u ocho), videos (dos o tres), lectores deDVD (uno) y varias generaciones de electrodo-mésticos diversos (lavadoras, lavavajillas, neve-ras, microondas, secadoras, planchas, batido-ras, tostadoras…). ¡Horror! Y se me habíaolvidado citar los antiguos tocadiscos (tres ocuatro), grabadoras (seis o siete), equipos demúsica para CD (tres)… Por no mencionar lascámaras de fotos (tres o cuatro), los despertado-res electrónicos (un puñado), las pequeñas ra-dios de antaño (dos o tres), los cepillos de dien-tes eléctricos, las maquinitas depiladoras…Seguro que me dejo varios artefactos sin citar.Todos tenemos una larga biografía de basuratecnológica a las espaldas, un inmenso historialde residuos contaminantes. Me pregunto cuán-tos de mis venenosos restos habrán llegado a lu-gares como Ghana. Alguna de esas asquerosasy ponzoñosas carcasas de ordenador que se venen el documental, ¿será acaso mía? Me lo pre-gunto con horror y con vergüenza y con un pro-pósito de enmienda que ni siquiera sé si seré ca-paz de conservar.

No hace falta recordar que las películas de la Hammerson una referencia casi legendaria para todos los aficio-nados al cine terrorífico y fantástico. Pero ¿cuál fue lamejor de todas? Si le preguntamos al eterno ChristopherLee —que algo debe saber del asunto, porque aparecióen las más distinguidas— nos dirá que su favorita es Lanovia del diablo de Terence Fisher. Puede que este favo-ritismo se deba no sólo a que él la protagonizó sino a quepor una vez su papel fue de héroe y no de espectral villa-no… En cualquier caso muchos compartimos su elec-ción. El guion es excelente, el reparto muy adecuado(con un inolvidable Charles Gray haciendo del malvadosatanista Mocata) y la dirección de Fisher tan competen-te como acostumbraba.

El filme se basa, con notable fidelidad, en la novelaThe Devil Rides Out, cuyo autor fue un amigo de Chris-topher Lee, un novelista popularísimo en su época y bas-tante olvidado hoy salvo por viciosos del género comoun servidor: Dennis Wheatley. La estupenda narraciónapareció en castellano como El talismán de Set en un vo-lumen dedicado a Wheatley en la añorada colección deAguilar El lince inquieto. Escritor de numerosos best-se-llers en su día, carentes de pretensiones estilísticas pe-ro muy entretenidos, el renombre de Dennis Wheatleyestá implacablemente ensombrecido ahora por su dere-chismo militante y un anticomunismo a veces declama-torio que no omite exabruptos políticamente escandalo-sos referentes a etnias y sexos. Qué le vamos a hacer,nobody is perfect. Pese a tales pecadillos mortales, el Wi-lliam Peter Blatty de El exorcista y el Ira Levin de Rose-mary’s baby le han leído sin duda con provecho…

Aunque Wheatley se prodigó en todo tipo de tramasaventureras, policíacas y exotismos variados, sus mayoreséxitos los consiguió con argumentos que incluyen ritualessatánicos y presencias demoníacas, temática pintoresca enla que llegó a ser toda una autoridad. Así lo atestigua des-

de su propio título la completa biografía que le dedicó ha-ce un par de años Phil Baker: The Devil is a Gentleman (edi-torial Dedalus). En esas novelas el adversario no es nuncael demonio en persona, al estilo de El exorcista o Damien,sino distinguidos servidores suyos, magos satanistas de al-to rango y poderes arrolladores. Frecuentemente esta de-voción diabólica va mundanamente acompañada en ellospor una ideología política extremista, sea nazi, comunistao incluso las dos sucesivamente. Y les sirven sectas de bru-jos inferiores, que suelen caracterizarse por caprichos máslascivos y económicos que de influencia política. Sin dudaWheatley es consciente del carácter folletinesco de estasnarraciones, por lo que dedica la mejor de ellas (The Sata-nist, una intriga con toques de espionaje que no desmere-ce ante sus coetáneas de James Bond) al indiscutible maes-tro del género: Alejandro Dumas.

Estamos hoy tan habituados a la injerencia diabóli-ca en las ideologías criminógenas de nuestro entornoque el énfasis satanista de Dennis Wheatley, casi tiernoen la ingenuidad de su maniqueísmo, ya no nos impre-siona demasiado. El diablo —es decir, el gran separador,el enfrentador— no necesita rituales rebuscados ni pa-rafernalias folclóricas para levantar acta de su poderíoen el despedazamiento del mundo. El olor a azufre y lapata de macho cabrío aparecen cuando la ambición o laconcupiscencia —tan humanas, demasiado humanas—desvarían hasta volverse contra su pretensión utilitariay morder como víboras rabiosas el calcañar de la huma-nidad misma. En el aquelarre globalizado, la voz que se-ñala la presencia del Maligno se convierte en tópico y amenudo en legitimación de las acciones atroces que laconfirman pretendiendo combatirla. Del Gran Engaña-dor sabemos que tiene múltiples caras, aparentementecontrapuestas pero igualmente nefastas: ¿cómo denun-ciar creíblemente a quienes le sirven, cuando todos so-mos ya más o menos satanistas?

El cronista de SatánFernando Savater

De vez en cuando, como las jacarandas de marzo, florean en nuestra atribulada flo-ra política expresiones esperanzadoras. No son muchas, y suelen ser efímeras, pe-ro ocasionalmente brotan entre el paisaje de infamias y manipulaciones, y dejanla vaga sensación de que no todo está perdido.

No sé que alineación favorable de los astros permitió, por ejemplo, que la ter-na de consejeros ciudadanos que debería nombrarse para el IFE se concretara enfavor de María Marván, Lorenzo Córdova y Sergio García Ramírez. Durante añosel IFE había padecido un desdibujamiento creciente, debido al control de los par-tidos en el proceso de designación de los consejeros. Los ejercicios anteriores ha-bían consistido en un reparto de posiciones a favor del PRI, PAN y PRD. Los con-sejeros ciudadanos que supuestamente ejercerían la supervisión y arbitraje de lospartidos y las elecciones, acabaron siendo personeros de las instituciones que de-berían ser supervisadas. Parecía una trinchera más de las muchas que la clase po-lítica logró arrancar de la ciudadanía o a las que nunca permitió su acceso.

El más reciente cambio de consejeros parecía destinado a constituir el últimoy definitivo golpe al IFE. Durante meses se barajearon distintas ternas en las quela única diferencia era la manera en que se la repartían los tres partidos. Gracias ala afortunada circunstancia de que nunca pudieron ponerse de acuerdo en su re-batinga, se abrió la ventana que permitió la designación de tres ciudadanos respe-tables y de conocida probidad. El ingreso de los tres ha modificado sensiblemen-te el ambiente dentro del IFE, y potenciado a los elementos sanos que aúnprevalecían. Súbitamente una institución que parecía perdida vuelve a constituirun“territorio”aparentementeganadoa laam-biciosa clase política.

La misma sensación me dejan las dos de-rrotas electorales más reciente de Felipe Cal-derón. Una de ellas es el fracaso de la candi-datura de Luisa María Calderón, la Cocoa, alGobierno de Michoacán. La maquinaria fede-ral se volcó a favor de la hermana del Presi-dente no sólo durante la precampaña y la cam-paña misma. Se podía adivinar una estrategiadecálculopara favoreceraCocoadesdeelale-voso michoacanazo que se orquestó desde laPGR en contra del Gobierno de Leonel Godoy,para minar la credibilidad del perredismofrente a la opinión pública local y nacional.Con esto no pretendo decir que el triunfo delPRI en aquél estado sea un desenlace a favorde los ciudadanos. Sólo el tiempo lo dirá, aun-que no soy demasiado optimista. Pero sí meparece importante concluir que la estrategiadel “haiga sido como haiga sido” que estabaoperando a favor de María Luisa Calderón fuederrotada, pese a todo. Una lección que con-tradice la impresiónque tienen lospolíticosdeque el dinero, las malas artes y el poder son in-falibles a la hora de imponer una decisión.

Algo similar me sucede con el fracaso deErnesto Cordero en sus empeños de hacersecon la candidatura del PAN a la Presidencia. No es un secreto que Felipe Calderónestaba decidido a convertirlo en el abanderado de su partido. Para ello su adminis-tración no omitió maña ni ahorró recursos, legales e ilegales. La prensa documen-tó una y otra vez la participación de la estructura federal y la presión política parainfluir en el voto de los panistas. Y pese a todo, Josefina Vázquez Mota logró im-ponerse al delfín del Presidente. No se si los panistas tomaron o no la mejor deci-sión, ese es otro tema, lo importante es que no la tomaron en función de la estrate-gia de manipulación del poderoso.

Todavía es incierta la posibilidad de que el 21 de marzo, en la Suprema Corte, elproyecto de ley de Zaldívar logre imponerse en contra de todo el despliegue de recur-sos legales y políticos que se desplegaron en contra de Florence Cassez, para prote-ger la imagen de Genaro García Luna. Durante años el aparato policiaco y judicial or-questó una estrategia sistemática para asegurar la condena de la francesa. Siete añosdespués, y contra todo pronóstico, los pliegues favorables del sistema reaccionaronpara cuestionar su propio cuestionable desempeño. Interesante

No son muchos ejemplos en la larga colección de infamias que terminanpor imponerse y convertirse en eslabón de la infinita cadena de la impunidaddel “haiga sido como haiga sido”. Normalmente la clase política y los “intoca-bles” terminan saliéndose con la suya. Pero a veces, por razones no del todoexplicables, algo se mueve pese a todo, y nos deja la vaga sensación que exis-te alguna esperanza. Mientras podamos ver jacarandas como éstas en materiapolítica, no todo está perdido.

www.jorgezepeda.net@jorgezepedap

El fracaso del “haiga sidocomo haiga sido”

Jorge Zepeda Patterson

Rosa Montero

Durante meses se

barajearon distintas ternas

en las que la única

diferencia era la manera en

que se la repartían los tres

partidos. Gracias a la

afortunada circunstancia de

que nunca pudieron ponerse

de acuerdo en su rebatinga,

se abrió la ventana que

permitió la designación de

tres ciudadanos respetables

y de conocida probidad

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Domingo 18 de marzo de 2012 PÁGINA 5-BEL INFORMADOR

IVLa casa de Mike era un departamentoconstruido en una vieja casona en la co-lonia Americana. El quinto domiciliodesde que Manuel lo conoció a la salidade la facultad de letras en la UniversidaddeGuadalajara,10añosatrás.Eraunde-partamento agradable, sencillo, no muybien iluminado, en un segundo piso. Laentrada por una escalera lateral estabadescuidada y oscura. Desde que se ha-bía separado, poco después de la muer-te de su madre, Mike estaba un poco de-jado de sí mismo, y la casa no denotabaotra cosa: hierba en las macetas, lasplantas secas, hojas arremolinadas enlos rincones de la escalera y una bugam-bilia floreada y feliz, que no hacían sinoconfirmar el abandono.

Las diferentes casas en las que vivióMike, cuando era soltero o incluso ya ca-sado con Claudia, eran todas más o me-nosdelmismoestilo:departamentosoca-sas viejas en la colonia Americana, conunadecoraciónsencilla,mueblesnuevos,yelrastrodealgunaherenciareflejadaencuadros feos y adornos cursis. El nuevodepartamento era lo mismo pero a la mi-tad: la mitad de los espacios, la mitad deloscuadros, lamitaddelibrosytodoame-dialuz.Loúnicoqueseguíainalteradoerael whisky. A la casa de Mike los amigos lahabían bautizado como Huisquilitlán,porqueeralamecadelwhisky.Enlaspeo-res épocas, en los días más pránganas co-mo estudiantes, en esa casa el whisky secompraba por cajas: una de Jack Danielsy otra de Etiqueta Negra.

MikeabrazóaManuelconesasonrisay esa calidez que eran únicos en él. Desdela muerte de su madre sólo se habían vistouna vez pero en realidad no habían plati-cado gran cosa, fue un asunto más bien debola, la bola de amigos, donde se dice detodo y no se habla de nada. Luego vino laseparación y Mike se alejó de todos, cosaque Manuel comprendió perfectamente.

— Qué chido Manolo. Martha no-más me dijo que venías pero no me dijopara qué. ¿Un whisquito?

—NadiepidetequilaenHuisquilitlán.— Hoy no tengo Juanito, te sirvo un

bourbon.

Mike era un personaje poco comúnen la selva tapatía, entre otras cosas por-que no era tapatío. Había nacido en Cha-pala. Su padre, el sargento Douglas Lafit-te, era un gringo retirado que se habíaavecindado en Ajijic, como tantos otros.Yaentradoencanasyasentadoen laribe-radellago,DouglasconocióaCameliaPa-dilla, una mujer menuda, acinturada, ale-gre y una sonrisa permanente que locautivo desde el primer contacto. Came-lia era la gerente de un restaurante, delúnico lugarenChapalaen losañossesen-tadondesepodíacomeralgomásquepo-zole y sopes, aunque fuera solo cortes alcarbón y hamburguesa con papas.

Mike era el mediano de tres herma-nos. El mayor, Wilson le llevaba apenas11 meses y él a su vez le llevaba sólo 14a su hermana menor, Luisa. Los tres her-

manos crecieron juntos en Chapala, enla misma bola de amigos. Wilson y Mikeincluso en el mismo año escolar, y Luisauno abajo. Pero para efectos de juegosen la calle, rondas en la plaza y fiestasdel pueblo, era uno y todos.

Una mañana de abril, cuando Miketenía 11 años, se levantó para ir a la es-cuela y camino al baño se encontró a supadre sentado en el sillón donde lo ha-bía dejado la noche anterior viendo tele-visión. Estaba muerto. No había rastrosde sufrimiento en su rostro ni lágrimasen los ojos de su madre que observaba laescena desde el marco de la puerta de sucuarto. Un infarto fulminante había aca-bado con la vida del sargento Lafitte ycon la tranquilidad de la familia. El pa-dre había dejado poco: la casa era renta-da y los muebles nada del otro mundo.

Fue un seguro en dólares, que el viejosargento nunca dejó de pagar desde supaso por la guerra de Corea, lo que sal-vó la estabilidad financiera de CameliaPadilla, que desde entonces se hizo lla-mar la viuda de Lafitte.

CuandoWilsonyMiketerminaronlapreparatoria la familia decidió trasladar-se a Guadalajara para que pudieran estu-diar. Wilson economía, Mike, letras. Nofue un aterrizaje fácil. A pesar de la cortadistancia entre Chapala y Guadalajara elabismo cultural era enorme y la sociedadtapatía hizo todo lo posible por recordar-les cada día su origen pueblerino.

— Tengo que platicarte algo, dijoManolo sin saber bien a bien cómo em-pezar.

— ¿Qué pasó?, se puso en alertaMike.

Manolo clavó la mirada en el vasode whisky y movió los hielos con el dedoíndice mientras pensaba por dónde co-menzar la historia. Tosió y le dio un lar-go trago a su vaso buscando valor en laastringencia del licor.

— Por orden de un juez, dijo porfin, hoy desenterraron el cadáver de tumadre.

— ¿De quién?— De tu mamá. La aseguradora pi-

dió una orden de exhumación pues sos-pechan algo irregular en el cobro del se-guro de tu madre y hoy, en el cementeriode Chapala, la desenterraron.

— ¿Y?, dijo Mike nervioso.— Nada, que no había cadáver, sol-

tó Manolo con un gran esfuerzo mien-traslepasabalafotodelcajónabiertolle-no de piedras, palos y la chamarra verdemilitar.

Mike se quedó mirando la fotografíadel muertito sin cadáver, como la habíabautizado Beto Zaragoza. El ruido de loshielos comenzó a tintinear en el vaso dewhisky de Mike; estaba temblando, tem-blaba como una hoja. Sus ojos se enroje-cieron, y la voz, lo que le quedó de voz, só-lo le ajustó para preguntar

— ¿Y esto sale mañana en el perió-dico?

— Sí Mike, por eso quise decírtelopersonalmente. Esto se va a poner muyfeo, y prefiero que te enteres por mí an-tes que por el periódico. Sabes que nopuedodejardepublicarlo,perocadaquehaya una novedad vendré a decírtelapersonalmente.

Se quedaron callados largo ratomientras se terminaban el whisky. Novolvieron a hablar, el silencio era másque elocuente. Mike tenía la mirada cla-vada en la fotografía del cajón abierto,los palos, las piedras, la chamarra. Él síreconoció la chamarra.

Cuando Manuel salió de casa de Mi-ke no tenía claro que noticia le acababade dar a su amigo, si el mensaje era “pé-late que ya te cacharon” o “tu madre teengañó, tú le lloraste, la enterraste, y lamuy cabra está viva”. Cualquiera de lasdos era una horrible noticia, y no teníaclaro cuál era la verdad.

Manuel decidió que nunca se lo pre-guntaría.

UNA NOVELA POR ENTREGAS DE DIEGO PETERSEN / CAPÍTULO 3

COMO MOSCA EN PARABRISAS

Continuará...

RECAPITULACIÓN. Por una demanda judicial exhumaron elcadáver de la viuda de Lafitte. Ahí estuvo el reportero de nota rojaBeto Gómez. Para sorpresa de todos en el ataúd de la viuda sólohabía palos, piedras y una chamarra militar. Manuel, quien lideraun periódico, sabía que no podía ser otra que la mamá de suamigo Mike Lafitte, con quien se encontrará.

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Page 6: Tapatío 18 marzo

SANTOS SECULARES

Cuando todo falla,¿a quién le rezan?

adreehijaseaproximanderodillashacia lacapilladeJuanSoldadoenTijuana,atansó-lo unos metros de la frontera internacional.

Elmilagro lovale.Hacealgunosaños,la madre perdió a la hija y no volvió a sa-ber de ella en mucho tiempo. Se quedó so-la y sin esperanzas. Hasta que conoció a

Juanito Soldado: “Él es muy milagroso”, le dijo su comadre,“él te la regresa”.

Las dos juntas ahora, agradecen el favor recibido. Po-co les importa que los medios de comunicación hayan in-fluido en el rencuentro, ya que fue gracias a un reportaje so-bre el santo popular —realizado por el Canal 8 de SanDiego— que la pequeña reconoció a su progenitora en la te-levisión.

Igual que Juan Soldado, otros santos seculares como elNiño Fidencio, la Santa Muerte o Jesús Malverde son vene-rados por miles de mexicanos, a pesar de no contar con elreconocimientooficialde laIglesiaCatólica.Muchomásim-portante que el visto bueno de la institución es la fe, la con-vicción y las tradiciones que dotan de sentido y significadoa la vida de los creyentes.

Testimonios como el del rencuentro de la madre con lahija son materia cotidiana en la labor investigativa de JoséManuelValenzuela,profesordelDepartamentodeEstudiosCulturales del Colegio de la Frontera Norte, quien se apro-ximó al fenómeno religioso debido a su profundo interés enla cultura popular.

Explica el investigador, que allí donde han existidoperspectivas hegemónicas dominantes en torno a los asun-tos sagrados, van a permanecer otro tipo de creencias queno necesariamente están en sintonía con la propuesta ofi-cializada.

Así sucedió no sólo en México, sino en gran parte deAmérica Latina, donde a pesar de la imposición de la reli-gión católica por medio de las armas, quedaron arraigadosciertos elementos de las cosmogonías prehispánicas. Y esasí como se han ido construyendo expresiones que incorpo-ran elementos de la religiosidad oficial, las formas místicastradicionales y los héroes populares.

La Virgen de Guadalupe es sin duda el caso más visiblede dicho sincretismo. Una advocación mariana de la IglesiaCatólica con la impronta de Tonantzin: la Virgen María enversión mexicana.

Sin embargo, la Lupita forma parte de los pocos casosque sí han sido incorporados de manera clara por la institu-ción, ya que como explicó Valenzuela, se le considera comootra representación de la madre de Jesús. Lo mismo que su-cede con el Niñopan adorado por los Xochimilcas, pues auncon sus rasgos indígenas, no deja de ser la figura del NiñoDios.

Los Santos de la gente

Las apropiaciones de santos en la religiosidad popularson muchas y muy variadas. Y aunque no se trata de un fe-nómeno nuevo, como apunta Valenzuela, muchas de las ex-presiones sí han adquirido mayor visibilidad en las últimasdécadas.

¿La razón? Que gran parte de estas experiencias sim-plemente “han salido del clóset”, dice el investigador.

Tal es el caso de la Santa Muerte, culto que comenzó anotarse gracias a que Enriqueta Romero —la guardiana de laVirgen Calavera— le montó su primer altar hace 12 años, alláen la calle Alfarería del barrio de Tepito.

Después de que Doña Queta hiciera pública la figura de1.70 metros que le regaló su hijo, y en torno de la cual ac-tualmente se concentran miles de personas el primer mar-tes de cada mes, los altares a la también llamada Niña Blan-ca no han dejado de manifestarse en barrios popularesmexicanos.

El profesor Alberto Hernández, también del Colegio dela Frontera Norte, conoce bien el caso de la Santa Muerte,ya que además de ser un estudioso de los fenómenos reli-giosos en México, es originario de Tepito y hermano del cro-nista local.

“Los santos populares son los que la gente ve y en losque cree” comenta Hernández, “pues de las miles de figu-ras en el santoral católico, los latinoamericanos son muy po-cos”. Apunta que los personajes que han logrado inmiscuir-se en la devoción popular, tuvieron que haber tenido algunagracia en vida. Desde realizar milagros, curaciones o ayu-dar a los pobres, hasta haber sido acusados y juzgados in-justamente; ser mártires.

Pero eso sí, como declaró Doña Queta al diario españolEl País, “primero Dios y después la Santa Muerte”. Y lo mis-mo sucede en la mayoría de los casos en que se veneran lossantos populares. Sus fieles no abandonan los ritos católi-cos, y como afirma Valenzuela, son pocos los que conside-ran a estas figuras como algo paralelo o por encima de Dios.

Pero más allá de que los santos no reconocidos por laIglesia Católica permeen la mística popular mexicana, enopinión de José Manuel Valenzuela su existencia denota la“enorme cantidad de carencias que tiene la población me-xicana”.

Obtener un empleo, curar alguna enfermedad, salir dela cárcel o proteger algún pariente involucrado en el crimenorganizado, son algunas de entre las miles de peticiones delos mexicanos hoy en día, en el entorno de las complejida-des y las problemáticas del país.

M

El Niño Fidencio, la Santa Muerte o Jesús Malverde, son venerados pese a no contar con el

reconocimiento oficial de la Iglesia Cátolica. El fenómeno, que crece todos los días ante la acre

realidad, es estudiado por diversos académicos en latinoamérica

EL INFORMADORPÁGINA 6-B Domingo 18 de marzo de 2012

Page 7: Tapatío 18 marzo

n altar al Niño Fidencio ubicadojunto a la carretera, recibe a losvisitantes de Espinazo, NuevoLeón, si bien faltan aún 28 kiló-metrospara llegaralpoblado.ElbustodeJoséFidencioConstan-tino Síntora descansa sobre un

pedestal. En su imagen se distingue un rostrojoven y bien peinado que viste traje y corbata.

Sobre el cemento, una placa de metal infor-ma que inicia el territorio de la Iglesia Fidencis-taCristiana,alquecadaañoacudenmilesdeper-sonasoriginariasdeMéxicoyEstadosUnidosenbusca de sanación para todo tipo de males.

La historia se remonta a 1898, año en quenació en Guanajuato José Fidencio. Al quedarhuérfano, emigró al pueblo del Norte en compa-ñía de Enrique López de la Fuente, amigo y pro-tector que lo acompañaría durante toda su vida.En ese lugar, Fidencio aprendió de las propieda-des curativas de las plantas.

Cuenta el investigador José Manuel Va-lenzuela que el primer hombre que curó Fi-dencio tenía una grave infección en la piernayque,apartirdeentonces,dedicósuvidaaesaactividad. Las enormes necesidades de la po-blación alrededor de los años veinte del siglopasado, contribuyeron para que se acudiera aeste personaje en busca de salud o consueloespiritual, estoapesardesufísicodébil, suvozaguda y su imagen aniñada.

La fama del Niño Fidencio se consolidócuando, en 1928, bajó en la estación de tren deEspinazoelPresidentePlutarcoElíasCallessesometió a una intervención del curandero. Sedice que desde entonces, Calles dejó de pade-cer de un serio problema de la piel.

Diez años después de ese episodio murióFidencio, no sin antes advertir de su próximoregreso. Después de tres días, su imagen apa-reció en el árbol donde hacía su meditación, loque dio lugar al nacimiento del culto fidencis-ta.

Surgieron así los llamados Cajitas: depo-sitarios espirituales del Niño Fidencio, a tra-vés de los cuales se siguen manifestando susfacultades de sanación.

“Hay una iglesia formal conformada porla hija de quien fuera el soporte de Fidenciodesde la infancia”, explica el investigador Jo-sé Manuel Valenzuela. “Se llama Fabiola, y suhijo Ariel es el encargado de la iglesia, la cualestá formalizada con una serie de elementosadaptados de los preceptos del catolicismo”.

esús González es el encar-gado de cuidar la capilladelSantoMalverde,ubica-da cerca de los rieles de fe-rrocarril en un barrio po-pular de Culiacán,Sinaloa. La misión es una

herencia de su padre, a quien los docto-res habían dado por muerto después deun asalto en el que recibió cuatro balazos.Herido de gravedad, el hombre prometióa Malverde que si lo curaba le haría unacapilla. Y así fue.

ComonarróGonzálezparaunrepor-taje de Univisión, miles de devotos y pe-regrinos asisten cada año a pedir o dargracias al santo, desde pescadores, mi-grantes y trabajadores, hasta empresa-rios, políticos, artistas y deportistas.

Jesús Juárez Mazo, mejor conocidocomo Jesús Malverde, es uno de esospersonajes que fue santificado por lagente gracias a su función redentora.“Es una síntesis de lo que fueron los hé-roes populares o los bandidos socialesde finales del siglo XIX”, explica el in-vestigador Alberto Hernández.

La historia mitificada habla de unasuerte de Robin Hood sinaloense que ro-baba a los ricos para dar a los pobres,cuenta por otra parte José Manuel Valen-zuela. Por eso la gente creía en él y le te-nía mucha lealtad, hasta que fue captura-do, colgado y dejado en sepulto comoescarmiento.

Ambosinvestigadoresdesmientenelprejuicio extendido de que Malverde esun santo exclusivo de los narcotrafican-tes.Loquesucede,explican,esquese tra-tadeunsantopopular,yenefectomuchosde los narcotraficantes originarios de Si-naloa, así como mucha gente común, cre-ció pidiendo favores a esta figura. Y cla-ro, los agradecimientos de aquellosinvolucrados en el narco fueron siempremás fastuosos, lo que ocasionó que dichaasociación se hiciera común.

“No se puede reducir este tipo de ex-presiones populares que son muy am-plias,aunadelasvertientes”,advierteVa-lenzuela, “en específico a la vertientecriminalizante, como usualmente se ha-ce, ya que así resulta fácil golpear las cre-encias”.

El Niño Fidencio

El SantoMalverde

J

ULa SantaMuerte

a muerte está en todos lados / deella no quieren hablar / no hayque olvidar que nacimos / y undía nos van a enterrar/ Diositonos dio la vida/ y ella nos la va aquitar/ Yo adoro y quiero a laMuerte / y hasta le tengo un al-tar / hay miles que ahora le re-

zan/ la iglesia empieza a temblar/ abiertamente yahay curas/ que la empiezan a adorar”

Los anteriores son versos de un corrido de LosOriginales de San Juan a propósito de la SantaMuerte, también conocida como Virgen Calaverao Niña Blanca, descrita por sus fieles como tierna,comprensiva, ayudadora y “un ser de luz”.

Suinfluenciatraspasafronteras.EnMéxicoselocaliza sobre todo en Tepito, Tijuana, Ciudad Juá-rez y Nuevo Laredo, mientras que en Estados Uni-dos el culto se concentra en Los Ángeles.

Las raíces de esta figura se remontan a la épo-ca prehispánica, a Mictlantecuhtli, el señor del in-framundo de Aztecas, Zapotecas y Mixtecas. Par-te del ciclo natural de la vida, presente en la culturapopular por siglos.

Enriqueta Romero, originaria de Tepito, fue laprimera en sacar a la calle el altar a “la flaquita”, vi-sibilizando así una antigua devoción. Fue su tía laqueprimerolaintrodujoenlaveneracióndelaSan-ta Muerte siendo todavía una niña, contó DoñaQueta al diario El Universal. Pero entonces sí erauna actividad un tanto oculta que se practicaba porla madrugada y a escondidas.

Actualmente ladevociónsehaextendidoami-les de files, y sin embargo, hay quien la sigue acu-sando de santera, hechicera o bruja. “Hablo de fey me acusan de hereje, bruja… yo sólo cuido el al-tar, no guío ni le saco el dinero a los devotos. Aquínadie le ve la cara a nadie”, aseguró la guardianade la Virgen Calavera.

El investigador José Manuel Valenzuela y suhijo Pavel, describen el culto a esta figura en el do-cumental Santísima Muerte, Niña blanca, Niña bo-nita, a través de un recorrido por sus principalessantuarios en México.

“Es la muerte, lo que está detrás de la carne,delmúsculo,de lapiel.Esunarealidadqueestáahí,es algo que somos ya”, afirma Valenzuela, “empe-zamos a morir desde el momento en que nacemos.Es una muerte como mediadora de Dios”.

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EL INFORMADOR PÁGINA 7-BDomingo 18 de marzo de 2012

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PÁGINA 8-B Domingo 18 de marzo de 2012EL INFORMADOR

El joven realizador mexicano formó parte del recién

terminado FICG con el proyecto Puzzled Love

Con la cámara en las manos

El cine es lo único quepuedo ofrecer a México:Bruno Sarabia

los18años,BrunoSarabiadescubrióque lo que quería hacer en la vida eracontar historias a través del SéptimoArte. Narrar un drama, desmenuzarun romance, abrir las emociones pro-

yectadas en una enorme pantalla. Con la maletacargadadeilusiones,dispuestoaviviraventuras le-jos de su patria y claro, para aprender todo lo quele fuera posible, el cineasta abandonó México pa-ra estudiar en España, específicamente en la Esco-la Superior de Cinema i Audiovisuals de Cataluña(ESCAC), una de las más prestigiadas no solo de laPenínsula Ibérica, sino de Europa en general.

Uno de los frutos de la educación que recibe entierras catalanas es el proyecto Puzzled Love, cintadirigida por 13 alumnos del ESCAC (entre ellos Sa-rabia), coordinados por el maestro Lluís Segura.

Puzzled Love relata la historia de Sun y Lucas,quienes se enamoran perdidamente mientras seencuentran estudiando en Barcelona como partede un programa de intercambio. En un año, ella tie-ne que volver a su país, por lo que su amor tiene fe-cha de caducidad. Dependerá de ellos que los me-ses que permanezcan juntos sean los mejores desus vidas. El relato de 82 minutos, calificado por

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•El añoro. El cineasta Bruno Sarabia, quien está próximo a estrenar su corto Niebla, espera algún día hacer cine en México.

Hay una enredadera que vive oculta en la intrincada trabazón de la bugambilia delfondo. Pasan los meses sin que su verde generoso se distinga de la fronda tupida quesu más voluntariosa compañera despliega. Pero he aquí que el roce levantisco de es-ta cuaresma no tan opaca logró el prodigio de encender a la discreta. Y es ahora unvasto resplandor morado el que cubre en las mañanas el jardín y da cuenta de la lar-ga paciencia vegetal, del acendrado, difícil gozo de esperar.

**México. Por Madero ya no circulan los coches. En la esquina de San Juan de Le-

trán apenas caben las filas de peatones que esperan la luz verde para retomar un te-rritorioal finrecuperado.Yasí, lacalledeMaderosehaconvertido,entodosuesplén-dido recorrido desde Bellas Artes hasta el Zócalo, en un insospechado fenómenourbano. Tonatiuh Martínez dispuso, a lo largo de esas cuadras, unos grandes mace-tones de piedra en donde algunos árboles prosperan, y milagrosamente no se ven lostenderetes ambulantes. La misma fuerza elemental y despreocupada de la marea degente caminando sin obstáculos le da a la escena un carácter festivo: y la noble sec-ción de la vieja calle es entonces una estampa de lo que una ciudad mejor promete.Los pasos que avanzan van, inevitablemente, resonando con los versos del DuqueJob: Desde las puertas de la Sorpresa/ hasta la esquina del Jockey Club…

Otro día, ya entrando la noche, un grupo divaga a la sombra benevolente de unaalta palma. Afuera, tras el muro de ladrillos, un antiguo arroyo corre –ahora oculto–parasobrevivir la inquinade laciudadmatrera.Unaavenidadeárbolesañososexpli-ca el territorio. Arriba, un taller laborioso deja descansar por unas horas las pantallasfebriles.Unentrañableacentoaustral llevalaconversaciónporgratosvericuetos.Re-encuentros y hallazgos, la amistad que levanta una y otra vez el vino, tan rojo ahora.

**Lost dogs: Pearl Jam. De todos ellos, de sus variadas cataduras, de sus fatigadas

estampas, al fin se distingue uno que llega manso a tenderse al borde de la terraza.Levanta la mirada, en la que brilla sin embargo la punta acerada de una fiereza esen-cial, respira.Cancionesdesbalagadas, ladosb, rarezas:dosdiscosquetrabajansu lu-gar en el recuerdo. Algo del mejor rock de todos estos años, llegado aquí por frater-nas generosidades. Algo del huidizo reflejo del bosque tras el humo respira entoncesa500kilómetros.Chancesare…empiezaunacanción.Y todoquedaallí: losotros re-flejos recuperados del jardín de una casa entrañable, las conversaciones al filo de lamañana, los pasos que vuelven.

**Leer a la escritora británica Josephine Tey es un placer de insospechados mati-

ces. Reconocida como una de las más finas practicantes de la novela policíaca, sinembargosuscualidadesescapanaclasificacionesyperiodos.Muriótemprano:novi-vió más que 55 años (1897-1952). Quizás esto le impidió adquirir una celebridad máscontundente. Una novela publicada en 1949, Brat Farrar, pone de manifiesto una en-cantadora maestría para retratar personajes y lugares. El mundo inglés rural de lacrianza de caballos es el marco para una muy bien trabada historia de misterio. Lat-chetts, la casa solariega de los Ashby, es un personaje más –o quizá sea el caráctercentral: “Se levantaba allí entre las frondas, carente de cualquier decoración y sufi-ciente en ella misma, sin necesidad de ningún jardín formal para su realce. El verdedelpequeñoparqueflorecíaensucorazónatravésde lacasamisma,ycualquierotroflorecimiento hubiera sido redundante.”

**El Doctor Atl como deslumbramiento y combustible. La actual exposición del

Dr. Atl en el Museo Colección Blaisten que ocupa parte del Centro Cultural Universi-tarioenTlatelolcoesunapura, recomendabilísimagozada.Simplementemencionarunpaisajeprodigiosodel lugarqueAtlescogióparaestableceraOlinca,sumíticaciu-dad utópica: el mero Pihuamo, Jalisco. Habría que repasar una y otra vez la podero-sa, proteica, iluminadora serie de apuntes a lápiz que a la luz de los reflejos de la Pla-za de las Tres Culturas pueden verse: otras tantas lecciones en síntesis y contención,en viva pasión. El gozo de vivir y ver del doctor tapatío –del mero San Juan de Dios–es contagioso. Y hace pensar en muchas cosas. Todo un tema sería simplemente ha-blar de cómo el telúrico Gerardo Murillo adoptó al Paricutín desde su misma infan-cia, de sus estudios y teorías allí fundadas. Volcanes y sueños, vuelos y perspectivasesféricas, Nahui Ollin y sus ojos alucinados que guiaban al sol: tal vez todo esto pasa-ba por la mirada de Atl, sentado al borde del pretil de un claustro, las piernas aún ca-bales balanceándose en el aire.

**La expulsión es una obra de teatro de gran aliento. Un recuento y una reivindi-

cación del espíritu jesuítico, inextricablemente unido al destino de la patria. Excesi-vo, a veces disparejo, brillante la mayor parte del tiempo, irritante y prolijo, íntimo yarrebatador por momentos, grandioso y épico: todo esto y más es este ejercicio demuchos filos. El juego escénico que tuvo lugar en el Teatro Degollado es absoluta-mente fuera de serie. El aparato escenográfico es de una sencilla y contundente so-fisticación,elvestuarioatinado, lamúsicamásqueapropiada, lasactuacionessonlasjustas –y en momentos ejemplares– para contar el ambicioso y documentado libretode José Ramón Enríquez. Luis de Tavira dirige con maestría todo este complicado,entrañable, agradecible acontecimiento: AMDG.

**Viveoculto.Lapidariamáximadel legendariomaestroShadow,descubiertaha-

ce dos o tres despachos en México, inscrita sobre un tablón oscuro, sombrío. Juntavarias cosas que no la terminan de explicar. El precepto de los clásicos que recomen-daba vivir lejos de la deletérea exposición a ojos inconvenientes. La máxima france-sa, transmitida por vías paternas y melancólicas: Vivons heureux, vivons cachés. Lasentencia transformadaendisyuntiva: lavidaoelculto, la inmediatezdel instintosal-vador y vital o las rutas y maneras impuestas y necrosadas. Pero también la plenitudy el riesgo escogidos sobre el mecánico y autorreferencial cultivo de las propias cer-tezas y logros. Total, dos tequilas y algo de humo.

[email protected]

DIARIO DE UNESPECTADOR

Juan Palomar

sus creadores como “lleno de humor y romanticis-mo visto a través de los diferentes estilos de 13 fu-turas promesas de nuestro cine” se proyectó en elrecién concluido Festival Internacional de Cine enGuadalajara dentro de la sección Europa NuevasTendencias.

En entrevista electrónica con este medio, Bru-no Sarabia deja expuestas diversas facetas de sucarrera. Por un lado, se revela como un cineasta lis-to para asumir nuevos retos y con la disposición dedejar su propia marca en la industria fílmica, tantode España como la mexicana.

— ¿Qué directores y maestros de cine te hanmarcado?

— “Me han marcado desde los westerns deAnthony Mann hasta las películas de (Robert)Bresson.Sinembargonodejodeseguirel cinecon-temporáneo, admiro muchísimo a gente como(Abbas) Kiarostami ó los hermanos Dardenne. Esdifícil citar solo unas cuantas influencias en unmundo tan amplio como este”.

— ¿Qué te motivó a salir rumbo a España pa-ra comenzar con tu carrera?

— “La idea de Europa como un lugar en el queacababa confluyendo, de una forma u otra, todo elcine del mundo. Eso y las ganas adolescentes de sa-lir de casa, claro”.

— ¿Qué habilidades adquiriste a partir de tullegada al ESCAC?

— “Hay gente que dice que sólo se puedeaprender a hacer cine haciendo cine. Si es así, en-tonces puedo decir que la ESCAC me dio las basesque necesitaba para empezar a aprender”.

— ¿Cómo fue el proceso de creación dePuzzled Love y qué elementos llamaron tu aten-ción para sumarte a él?

— “Puzzled Love se rodó como un ejercicio deltaller de dirección de último año de la ESCAC. Laverdad es que empezamos porque no nos quedabade otra, pero el proyecto poco a poco empezó a to-mar forma.Hacíamuchoquese intentabacadaañolo mismo: hacer una película entre los alumnos delúltimo curso.

Siempre se había tratado con remakes de pe-lículas clásicas, como La Soga de Hitchcock. Estavez decidimos que construiríamos entre todos unaestructura de largometraje, lo más simple posible,y la repartiríamos entre los 13, al azar. Por prime-ra vez, funcionó: la película consiguió acabarse”.

—¿Cuál fue laclavepara lograr terminarunacinta donde hay 13 directores?

— “El consenso. Todos queríamos hacer una pe-lículadistinta,peroPuzzledLovesehizodeformade-mocrática. Para ello, pasamos meses reunidos en cla-ses, casas de algunos miembros del equipo y bares,proponiendo cosas y votando a mano alzada.

Al final, el mayor reto fue encontrar nuestrolugar dentro de nuestra propia película”.

De la Escuela de Cinede Catalunya han sa-lido decenas directo-res como Roser Agui-lar (Lo mejor de mí),Guillem Morales (Losojos de Julia) y JuanAntonio Bayona (Elorfanato).

Escuela de Cine

LA CANTERA

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Domingo 18 de marzo de 2012 PÁGINA 9-BEL INFORMADOR

Tres escenas de ciudadSabes que es tu obligación. Es más, te lo enseñarondesde que cursabas el kínder: “Siempre se cruzanlas calles por las esquinas”. Piensas que eso de laeducación vial es un platillo que se come colectiva-mente, pero la realidad, en esa esquina de las ave-nidasMéxicoyChapultepec,seesfuerzaendemos-trar que muchos, en su vida, no lo han probado.

Son las 11 de la mañana. Pero igual podrían serlas dos o las seis de la tarde: la dificultad que impli-ca cruzar desde esa esquina es inalterable. Un pasopara adelante y dos para atrás; tú, que nunca gus-taste de bailar, parece que ensayas una especie demerengue arrítmico al que nadie presta atención.

Sería más fácil caminar unos metros hacia lacalle Ramos Millán y cruzar sin riesgo de ser atro-pellado. Pero te aferras. La luz del semáforo está enverde y dice que puedes pasar. Pero los automovi-listas provenientes de la avenida Chapultepec, ur-gentes de dar la vuelta hacia la derecha, ponen suspropias reglas, y tú, te jodes.

Puedes pasar. Das un paso para adelante y lue-go te arrepientes. Alguien olvidó prender las direc-cionalesy,peseaqueestásbiennutrido,correselries-go de que no te vea y se estampe contra tu persona.

Hayun intervalode tiempoenelque, si lospiesdecidenmoverseunotrasotrorápidamente,elpea-tón puede llegar al otro lado de la calle. Es ese lap-so en el que los semáforos deciden cambiar el co-lor. Dos carros más dan la vuelta, presurosos, parano tener que esperar a la siguiente oportunidad.Detrás de ellos, una estampida de automotoresarranca sobre avenida México. Tú atinas a correr.Estás del otro lado.

. . .

Aquí lo importante es cobrar el pasaje. En-tre más sea, mejor. Las generalidades, por regla(curiosamente general), son odiosas, pero enGuadalajara hay una que parte del absolutismocolectivo: a los camioneros les falta educación yles sobre ingenio.

¿Te deben entregar tu boleto? Sí, pero muchospadecen segundos de Alzheimer y sólo recuerdancobrar el pasaje. Tú, cansado de mantener el bra-zo alzado esperando ese papel que te mancha losdedosyquepresumeser tusegurodeviajero, tedasporvencidoy levantas lavista intentandoubicarunasiento desocupado, que pese a ser incómodo y es-

timulantedesudor,esmejorque irparadoyforzan-do las muñecas a cada arranque y frenazo bruscos.

¿El transporte público debería tener un lími-te de cupo? Sí, pero los c amioneros tienen unalógica que resulta simple: si los usuarios ya nopueden entrar por la puerta de adelante, lo ha-rán por la de atrás. Es justamente de ahí de don-de parte esta escena.

Tienes el brazo tan estirando como cuando, deniño, intentabas alcanzar los dulces que algúnadulto colocó en una repisa de la que apenas po-días tocar el borde con las yemas de los dedos. Pe-ro lo que ahora tu mano hace un esfuerzo por aga-rrar es ese tubo caliente y sudado que cientos depalmas han tocado a lo largo del día. Sólo un bra-zo está destinado a detenerte, por que el otro so-portaunlibroque, ingenuamente,pensastequepo-drías leer en el camión de la ruta 258-A a las cuatrode la tarde.

Tucadera tampocoestácómoda.Debeshacer-la tan atrás como sea necesario. Delante de ti estáparada una chica morena como de un metro sesen-ta, de cabello negro largo y despeinado, a la que sipor error llegas a rosarle el cuerpo con tu parte de-lantera, correrás el riesgo de terminar con un codohundiéndose en tus costillas.

El camión avanza por toda la calle San Felipey llega a la zona centro. Zona conflictiva por su na-turaleza estresante. El calor no da tregua y ya nosabes si la humedad que recorre tu cuerpo es tuyao de alguno de los pasajeros que hace unos minu-tos, igual que tú, subió por la puerta de atrás.

El camión da vuelta en la avenida Alcalde. Ho-ra de bajar. Lo único bueno de haber entrado por laque por ley es la salida, es que te ahorraste los co-dazos que habría significado llegar desde adelan-te hasta la puerta de atrás. Bajas y caminas entreotromardegentequeesperasucamiónyviviráunaexperiencia similar a la tuya.

. . .

De los tenis ya ni te preocupas: desde hace ra-to ya no podrían estar más mojados. Vas por el cen-tro pisando los charcos de agua que no sabes si ca-yó del cielo o salió de las alcantarillas.

El día, sin duda, pudo haber sido mejor. Fuistea ver la película Rec al Cinépolis de la Calzada; sa-liste de la sala con el estómago revuelto y no qui-

siste saber que pasaba en la pantalla después de laprimera media hora.

Sólo hay una situación que podría mejorar to-do: una chica te acompaña a tu casa, y tu imagina-ción, traviesa, ya visualiza lo que ahí podría pasar.

Los pantalones están tan arriba como pueden;al mero estilo “brincacharcos”. La lluvia ya se fue,pero a su paso dejó semáforos inservibles, autosatascados, y el suelo bajo un mini río que corre portodos lados.

Ahí, en el cruce de Juárez y Alcalde, nunca ex-trañaste tanto a un oficial de Tránsito. La fila de au-tos, quietos por ambas avenidas y hacia todos lossentidos, convierte a la zona en el estacionamien-

to más grande de la ciudad.Cruzar la avenida Juárez es una suerte de zig-

zag y los sentidos actúan tanto como les es posible.Los ojos supervisan que los autos frente a los quepasas no arranquen; una mano va con la chica quete acompaña y otra al frente por si es necesarioamortiguar el golpe provocado por un tropezón.

El camino se acaba. Abres el cancel de tu casay la chica, húmeda (por la lluvia, evidentemente),pasa primero. Lo que tu imaginación no supuso esque ella se iría al poco tiempo, y que tú terminaríasacostado, solo, con los tenis secándose en un rin-cón, y con el presentimiento de que mañana, la ciu-dad volverá a ser un caos.

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Page 10: Tapatío 18 marzo

PÁGINA 10-B Domingo 18 de marzo de 2012EL INFORMADOR

La tuya en bicicleta

Por Ivabelle Arroyo

Esta es una confesión pública. Lo que másdisfruto en la Ciudad de México es ejercerel chilanguísimo arte de burlarme del próji-mo, que insiste en subirse al auto para ir osalir del Centro.

No es una virtud esto de burlarse. Esegoísta y malsano, pero es un perverso pla-cer del que no quiero librarme. Y es que alas dos de la tarde, en el Centro de la Ciudadde México, específicamente sobre Donce-les, una horda de políticos, funcionarios,asesoresycomerciantes,sin importarsi tra-en chofer o cambio para el pesero, enloque-ce para ganar un espacio de calle antes deque el nudo se apriete. En un par de minu-tos, los taxis se llenan, el metro se atasca,los camiones sudan por dentro y los autosse convierten en hornos que ruedan a cua-tro kilómetros por hora.

El trayecto del Zócalo a la colonia Ro-ma, que está sólo a 4.6 kilómetros (como dela Catedral de Guadalajara a la AvenidaChapultepec),puedetomarunahoraycuar-to si felizmente no hay una manifestaciónsobre Reforma. Cuidado, un grupo de 15sindicalistas puede desquiciar la zona.

¿Y yo? Yo me burlo. A las dos o a las dosquince o dos y media, no importa la hora ala que decida regresar a comer a casa, haréexactamente 20 minutos. En el trayecto, sinimportar si hay una marcha, una pipa vol-teada, un nudo gordiano, un Presidente consu Estado Mayor o un semáforo descom-puesto, la bicicleta rueda sin contratiemposy con su timbre inconfundible parece que seburlaconmigode losautos lujososo jodidosque dejamos atrás. Para defender sus cos-tumbres, algunos osan preguntar que cómovoy a llegar así, después de hacer ejercicio,a una entrevista con la diputada Barrales oa un café con el líder del PRI. Creen que esoes para estudiantes, hippies, gente que nodebe vestir traje ni sabe usar tacones. Yo meburlo. Lo preguntan quienes viajaron codoa codo, pompa a pompa, con centenas depersonas,algunasmás limpiasqueotras,en

Ciudad de México

Yo me burlo

Es la matrícula de usua-rios inscritos en Ecobici,el primer sistema de ren-ta de bicicletas públicasen la Ciudad de México.Inició en 2010 como pro-grama piloto. En 2012 tri-plicarán la matrícula.

30,000ECOBICI

un vagón bajo tierra. Lo preguntan quie-nessalierondoshorasantesparaencon-trar lugar en un sórdido estacionamien-to con olor a gasolina y otros aromasindefinidos, y perdieron la compostura,la razón, la puntualidad y hasta el peina-do con la rabia de los atascamientos. ¿Yyo? Yo me burlo. Ni me acongojo, ni meretraso ni sudo. A un promedio de 10 ki-lómetros por hora, que debe ser lo másrápido que se puede andar en las bicicle-tas públicas, la transpiración es nula y elviento en el rostro es un placer infantil.

En el camino, bajo la sombra delos árboles que rodean la Avenida Re-forma, viendo la ciudad a la velocidadadecuada, el movimiento de piernas yla leve concentración para equilibrarmi bici, provocan un cambio de humor

inmediato. Uso falda de lino, taconesde seis centímetros, sonrío a los pea-tones y hasta platico con el agente detránsito que me queda al lado cuandoel semáforo se torna rojo. Se desvane-cen los pendientes, me distraigo vien-do a un ciclista con un bastón en la es-palda que me pasa a un lado. Se bajaa unas cuadras, toma el bastón quecarga a la Robin Hood y se convierteen mi anécdota del día cuando delatasu edad avanzada con pasos gallo-ga-llina, su espalda y las piernas encorva-das. Llego a mi cita a tiempo, con lamente clara, una buena historia y elarranque de conversación me turba:qué tráfico, van diciendo; no había ta-xis, añade otro; estoy agotado, dice untercero. ¿Y yo? Yo me burlo.

Después de casi dos siglos y medio, la Encyclopaedia Britannica deja deexistir en forma de libros impresos y pasa a habitar por completo en el ci-berespacio, para consultar en línea. Todo un símbolo, pues (aunque no sesabe todavía bien a bien símbolo de qué, pero en fin).

Esta enciclopedia producida en Edimburgo se remonta, precisamente, altiempo de los enciclopedistas franceses, cuando Diderot reclutó a un ampliogrupo de eruditos para compilar una obra que resumiera el conocimiento uni-versal en su Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts etdes métiers, que se fue publicando entre 1751 y 1772 y que marcaría definiti-vamente el llamado Siglo de las Luces. La Britannica es su estricta contem-poránea y la produjo un impresor, William Smellie, en tres volúmenes que sa-lieron en 1771. Pronto hubo unasegunda edición (1771-1784), a cargo deJames Tytler, autor de buena parte de los10 volúmenes que tenía (era químico, ci-rujano, impresor, poeta, activista políti-coyperiodista,ademásdehaberpilotea-do en el primer globo aerostático quevoló en la Gran Bretaña en 1784). Luegovinieron cambios de dueños y más edi-ciones; la cuarta tenía ya 20 tomos; si-guió publicándose en Escocia y despuésenLondres,hastaqueunosgringoscom-praron la compañía y en 1921 empeza-ron a publicar en los Estados Unidos.

La última edición impresa habrásido, según informan los despachos deprensa por estos días, la de 2010: 32 vo-lúmenes de encuadernación eleganteque cuestan alrededor de unos 18 milpesos. También se lee que “sólo el 1%de los ingresos de la compañía proce-den hoy de la venta de enciclopediasimpresas, frente al 85% de la venta deproductos académicos para materiascomo matemáticas, ciencias o inglés. El resto proviene de suscripcionesa la página de internet”.

En el Guardian esta semana, Dan Gillmor añade que “la versión en in-glés de Wikipedia tiene más de 30 veces el número de artículos (que la Britá-nica), incluyendo muchos que son del interés de la gente pero no llegan a es-tar en libros impresos. Y, en mi opinión, la calidad agregada de Wikipedia, entérminos generales, aumenta constantemente”. Pues bueno, pero nadie en susano juicio puede todavía confiarse de Wikipedia sin cruzar y verificar la in-formación, porque así como puede resultar útil como primera referencia, essumamente endeble como información de fondo.

En el Telegraph escribe Allan Massie, “se nos dice que el conocimientoestá cambiando tan rápido que la versión impresa pronto queda obsoleta,mientras que es fácil corregir o enmendar la versión en línea. El argumentoes plausible pero falaz. La interpretación de lo que sabemos puede variar, y aveces se descubren nuevos datos, pero el grueso de los conocimientos perma-nece... La verdadera razón para abandonar la edición impresa es que se havuelto excesivamente cara y las ventas han ido bajando”.

Adiós a laEncyclopaedia Britannica

DE LECTURAS VARIAS

María Palomar

•De paseo. En dos años, se han realizado más de tres mi-llones de viajes con Ecobici.

ESPEC

IAL

‘La interpretación de lo que

sabemos puede variar, y a

veces se descubren nuevos

datos, pero el grueso de los

conocimientos permanece...

La verdadera razón para

abandonar la edición

impresa es que se ha

vuelto excesivamente cara

y las ventas han ido

bajando’