Semana 3 Febrero / Fecha: 02-17-2019 / Escuela: Edén

Tema: Eliseo y la mujer de Sunem

Lectura Bíblica: 2 Reyes 4:8-36 (NTV) OBJETIVOS:

1. Aprender que los hijos de Dios debemos mostrar hospitalidad hacía los

demás.

2. Entender que cuando hacemos las cosas por otros con amor y sin esperar

nada a cambio, seremos bendecidos por Dios.

INTRODUCCIÓN:

Sunem estaba en el camino entre Samaria y Carmel, un camino que Eliseo frecuentaba.

Allí vivía una mujer importante que además, era muy hospitalaria. Ella y su esposo

hicieron algo especial para el Profeta Eliseo, querían ser amables, ser una bendición

para él.

La palabra hebrea traducida como “importante” también puede significar

prominente o acomodada. Que tiene prestigio, poder o influencia.

Por ejemplo: Es una persona muy importante en su empresa. Referencia: https://es.thefreedictionary.com/importante

La mujer sunamita entonces buscó hacer más por el profeta. Con la aprobación de su

marido, construyeron un cuarto (un pequeño aposento de paredes) para que Eliseo se

quedara en sus frecuentes viajes sobre esa área.

La Biblia registra lo siguiente:

10 Construyamos un pequeño cuarto en el techo para él y pongámosle una cama, una

mesa, una silla y una lámpara. Así tendrá un lugar dónde quedarse cada vez que pase

por aquí. 2 Reyes 4:9-10 (NTV)

Sería un lugar tranquilo donde Eliseo podría orar, descansar y dormir. Eliseo sabía

que sus amigos habían trabajado duro en la construcción. Estaba muy agradecido de

que Dios le había dado amigos tan amables y maravillosos.

Entonces, Eliseo se preocupa por la mujer y pregunta que necesita ella. La necesidad

de esta familia no eran los bienes materiales, tenían todo lo que necesitaban para

vivir bien. Su necesidad era la falta de un hijo, pues la mujer era estéril.

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«En toda la Biblia se considera el tener hijos como una bendición de Dios. Y el no

tenerlos como algo indeseable, una tragedia. Incluso, a veces, como signo de

juicio. Una promesa de Dios para el pueblo de Israel era que “no habrá mujer que

aborte, ni estéril en tu tierra” (Salmos 113:9).» Referencia: www.bibliatodo.com

A la mujer sin hijos le da una familia y la transforma en una madre feliz. ¡Alabado sea

el Señor! Salmos 113:9 (NTV)

Él hace habitar en familia a la estéril que se goza en ser madre de hijos. ¡Aleluya!

Salmos 113:9 (RVR1995)

Nota Importante: Para que los niños puedan comprender los eventos milagrosos que realizo

Eliseo, es necesario repasar una vez más ¿quién es un profeta y de dónde proviene su autoridad?

¿Quién es un profeta? Un profeta es una persona elegida por Dios para ser su mensajero.

La autoridad del profeta, o su poder y derecho a ser escuchado, no proviene de su origen familiar,

su educación o su propia sabiduría. Su autoridad y su mensaje provienen solamente de Dios.

“17 »Entonces el Señor me dijo: “Lo que el pueblo dice es cierto. 18 Levantaré un profeta como

tú de entre sus hermanos israelitas. Pondré mis palabras en su boca, y él dirá al pueblo todo lo

que yo le ordene. 19 Yo mismo trataré con cualquiera que no preste atención a los mensajes que

el profeta proclame en mi nombre. 20 Pero todo profeta que falsamente afirme hablar en mi nombre

o hable en nombre de otro dios, tendrá que morir”.

21 »Tal vez se pregunten: “¿Cómo sabremos si una profecía viene o no del Señor?”. 22 Si el

profeta habla en el nombre del Señor, pero su profecía no se cumple ni ocurre lo que predice,

ustedes sabrán que ese mensaje no proviene del Señor. Ese profeta habló sin el respaldo de mi

autoridad, y no tienen que temerle.” Deuteronomio 18:14-22 (NTV)

LECTURA BÍBLICA:

2 Reyes 4:8-36 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Eliseo y la mujer de Sunem 8 Cierto día, Eliseo fue a la ciudad de Sunem y una mujer rica que vivía allí le insistió que fuera a

comer a su casa. Después, cada vez que él pasaba por allí, se detenía en esa casa para comer algo. 9 Entonces la mujer le dijo a su esposo: «Estoy segura de que este hombre que pasa por aquí de vez

en cuando es un santo hombre de Dios. 10 Construyamos un pequeño cuarto en el techo para él y

pongámosle una cama, una mesa, una silla y una lámpara. Así tendrá un lugar dónde quedarse cada vez

que pase por aquí». 11 Cierto día, Eliseo regresó a Sunem y subió a ese cuarto para descansar. 12 Entonces le dijo a su

sirviente, Giezi: «Dile a la mujer sunamita que quiero hablar con ella». Cuando ella llegó, 13 Eliseo le

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dijo a Giezi: «Dile: “Agradecemos tu amable interés por nosotros. ¿Qué podemos hacer por ti?

¿Quieres que te recomendemos con el rey o con el comandante del ejército?”».

«No —contestó ella—, mi familia me cuida bien». 14 Más tarde, Eliseo le preguntó a Giezi:

—¿Qué podemos hacer por ella?

—Ella no tiene hijos —contestó Giezi—, y su esposo ya es anciano. 15 —Llámala de nuevo —le dijo Eliseo.

La mujer regresó y se quedó de pie en la puerta mientras Eliseo le dijo: 16 —El año que viene, por esta fecha, ¡tendrás un hijo en tus brazos!

—¡No, señor mío! —exclamó ella—. Hombre de Dios, no me engañes así ni me des falsas esperanzas. 17 Efectivamente, la mujer pronto quedó embarazada y al año siguiente, por esa fecha, tuvo un hijo,

tal como Eliseo le había dicho. 18 Cierto día, el niño, ya más grande, salió a ayudar a su padre en el trabajo con los cosechadores, 19 y de repente gritó: «¡Me duele la cabeza! ¡Me duele la cabeza!».

Su padre le dijo a uno de sus sirvientes: «Llévalo a casa, junto a su madre». 20 Entonces el sirviente lo llevó a su casa, y la madre lo sostuvo en su regazo; pero cerca del

mediodía, el niño murió. 21 Ella lo subió y lo recostó sobre la cama del hombre de Dios; luego cerró la

puerta y lo dejó allí. 22 Después le envió un mensaje a su esposo: «Mándame a uno de los sirvientes y

un burro para que pueda ir rápido a ver al hombre de Dios y luego volver enseguida». 23 —¿Por qué ir hoy? —preguntó él—. No es ni festival de luna nueva ni día de descanso.

Pero ella dijo:

—No importa. 24 Entonces ensilló el burro y le dijo al sirviente: «¡Apúrate! Y no disminuyas el paso a menos que yo

te lo diga». 25 Cuando ella se acercaba al hombre de Dios, en el monte Carmelo, Eliseo la vio desde lejos y le dijo

a Giezi: «Mira, allí viene la señora de Sunem. 26 Corre a su encuentro y pregúntale: “¿Están todos

bien, tú, tu esposo y tu hijo?”».

«Sí —contestó ella—, todo está bien». 27 Sin embargo, cuando ella se encontró con el hombre de Dios en la montaña, se postró en el suelo

delante de él y se agarró de sus pies. Giezi comenzó a apartarla, pero el hombre de Dios dijo:

«Déjala. Está muy angustiada, pero el SEÑOR no me ha dicho qué le pasa». 28 Entonces ella dijo: «¿Acaso yo te pedí un hijo, señor mío? ¿Acaso no te dije: “No me engañes ni me

des falsas esperanzas”?». 29 Enseguida Eliseo le dijo a Giezi: «¡Prepárate para salir de viaje,[a] toma mi vara y vete! No hables

con nadie en el camino. Ve rápido y pon la vara sobre el rostro del niño». 30 Pero la madre del niño dijo: «Tan cierto como que el SEÑOR vive y que usted vive, yo no regresaré

a mi casa a menos que usted venga conmigo». Así que Eliseo volvió con ella. 31 Giezi se adelantó apresuradamente y puso la vara sobre el rostro del niño, pero no pasó nada. No

daba señales de vida. Entonces regresó a encontrarse con Eliseo y le dijo: «El niño sigue muerto». 32 En efecto, cuando Eliseo llegó, el niño estaba muerto, acostado en la cama del profeta. 33 Eliseo

entró solo, cerró la puerta tras sí y oró al SEÑOR. 34 Después se tendió sobre el cuerpo del niño, puso

su boca sobre la boca del niño, sus ojos sobre sus ojos y sus manos sobre sus manos. Mientras se

tendía sobre él, ¡el cuerpo del niño comenzó a entrar en calor! 35 Entonces Eliseo se levantó, caminó

de un lado a otro en la habitación, y se tendió nuevamente sobre el niño. ¡Esta vez el niño estornudó

siete veces y abrió los ojos!

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36 Entonces Eliseo llamó a Giezi y le dijo: «¡Llama a la madre del niño!». Cuando ella entró, Eliseo le

dijo: «¡Aquí tienes, toma a tu hijo!».

Dos puntos importantes:

1. Al profeta Eliseo conoce la necesidad de esta familia, ora a Dios y con la

autoridad que Dios le había otorgado como profeta, declara esta palabra

profética:.

• “El año que viene, por este tiempo, abrazarás un hijo” (2 Reyes 4:16). Para

esta mujer estéril esta promesa parecía muy buena para ser verdad. La

tristeza y la vergüenza asociadas con la esterilidad era duro en el mundo

antiguo, y este hijo prometido sería la respuesta al anhelo de su corazón y

eliminaría el estigma de la esterilidad.

• “Efectivamente, la mujer pronto quedó embarazada y al año siguiente, por esa

fecha, tuvo un hijo, tal como Eliseo le había dicho” (2 Reyes 4:17). La

mujer que tan generosamente había provisto cosas materiales para el profeta

de Dios ahora era bendecida por el Dios del profeta, bendecida mucho más allá

de las cosas materiales.

2. La fe de la mujer sunamita es probada. El hijo otorgado por una milagrosa

promesa, murió trágicamente en las piernas de su madre después de un fuerte

dolor de cabeza. Ella tomó la decisión de buscar en Dios una respuesta a su

necesidad.

« ¿Por qué un Dios bueno y amoroso nos permitiría pasar por cosas tales como la

muerte de un niño, enfermedades y daños a nosotros mismos y nuestros

seres queridos, dificultades financieras, preocupación y temor?

La Biblia enseña claramente que Dios ama a aquellos que son Sus hijos,

“y todas las cosas les ayudan a bien.” (Romanos 8:28).

Por lo tanto, para el creyente, todas las pruebas y tribulaciones deben tener un

propósito divino.»

Referencia: www.gotquestions.org.

• Ella estuvo dispuesta a luchar por una respuesta. Se aferró a Dios de tal

manera que sabía que obtendría el milagro. En su corazón estaba la fe que ella

necesitaba para ver este milagro hecho realidad.

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Pero la madre del niño dijo: «Tan cierto como que el Señor vive y que usted vive, yo

no regresaré a mi casa a menos que usted venga conmigo». Así que Eliseo volvió con

ella. 2 Reyes 4:30 (NTV)

• El profeta Eliseo oró con una fe verdadera porque sintió que Dios quería

levantar a este niño de la muerte. Dios sí sanó al hijo de la sunamita en

respuesta a la oración de Eliseo.

Nota: [Para comenzar, Dios hace todo con un motivo, pues Él es un Dios de propósito.

Sus actos no son arbitrarios. "Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se

hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado"

"Todo lo que Dios es y todo lo que Él tiene, puede ser recibido por medio de la

oración."] Referencia: Dr. Myles Munroe/Libro: Entendiendo el propósito y el poder de la oración (págs.

37 y 48).

TEMAS RELACIONADOS:

Ubicación de Sunem: En hebreo Shûnêm, tal vez "dos lugares de reposo [paraderos]". Referencia: https://www.bibliatodo.com/Diccionario-biblico/sunem

¿Qué significa hospitalidad? Cualidad de acoger y agasajar con amabilidad y

generosidad a los invitados o a los extraños. “Hospitalidad” se traduce del griego

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fi·lo·xe·ní·a, que significa literalmente “amor (afecto o bondad) a los extraños”. Referencia: https://www.bibliatodo.com/Diccionario-biblico/hospitalidad

Es una forma práctica de servir a Dios. Algunos ejemplos de hospitalidad en la Biblia:

• Una mujer llamada Marta recibió a Jesús en su casa. (Lucas 10:38)

• Una mujer llamada Lydia fue bautizada y después dio hospedaje al apóstol

Pablo y a sus compañeros de viaje. (Hechos 16:13’15)

No cambien de una casa a otra. Quédense en un lugar, coman y beban lo que les den.

No duden en aceptar la hospitalidad, porque los que trabajan merecen recibir su

salario. Lucas 10:7 (NTV)

Estén listos para ayudar a los hijos de Dios cuando pasen necesidad. Estén siempre

dispuestos a brindar hospitalidad. Romanos 12:13 (NTV)

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Las características del cuarto que se construyó para Eliseo:

• Estaba en un lugar aparte de las demás habitaciones de la casa, se construía

en el techo o azotea de la casa; así que brindaba al visitante mayor privacidad.

• Estaba construido de paredes, lo cual representa seguridad y protección del

clima.

Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del

Todopoderoso. Salmo 91:1 (NTV) 5¡El Señor mismo te cuida! El Señor está a tu lado como tu sombra protectora. 6 El

sol no te hará daño durante el día, ni la luna durante la noche. Salmos 121:5-6 (NTV)

Lo que representa espiritualmente los muebles que fueron colocados en la

habitación o cuarto para hospedar al profeta Eliseo:

➢ Cuarto [aposento, habitación]: Un lugar para tener comunión [intimidad,

relación, acercarnos a] con Dios.

Cuando alguno de ustedes ore, hágalo a solas. Vaya a su cuarto, cierre la puerta y

hable allí en secreto con Dios, su Padre, pues él da lo que se le pide en secreto. Mateo

6:6 (TLA)

➢ Cama: Lugar de descanso, en el cual renovamos nuestras fuerzas físicas,

pero también las fuerzas espirituales.

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Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas,

y yo les daré descanso. Mateo 11:28 (NTV)

➢ Mesa: En la cual podemos colocar el alimento físico, pero también el

alimento espiritual – la Palabra de Dios.

35 Jesús les respondió:

—Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree

en mí no tendrá sed jamás. Juan 6:34-35 (NTV)

➢ Silla: Si esperamos en Dios, él va a renovar nuestras fuerzas espirituales

y recibiremos respuesta a nuestras oraciones.

« Queremos que las cosas sucedan en nuestro tiempo, según nuestros planes. Pero

Dios no obra de acuerdo a nuestros calendarios, y si esperamos que él lo haga como

queremos, es ahí cuando vienen las decepciones. Dios tiene una visión más grande de

los eventos de la vida, y su punto de vista, sus planes y sus tiempos, son perfectos y

santos, porque él es perfecto y santo. El salmista nos dice que "En cuanto a Dios,

perfecto es su camino" (Salmos 18:30). Si los caminos de Dios son "perfectos",

entonces podemos confiar en que lo que él haga, sea cual fuere su tiempo, también

es perfecto. Cuando llegamos a comprender esa realidad, no solo va a ser menos

difícil esperar en Dios, sino que se convertirá en alegría.» Referencia: www.gotquestions.org

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➢ Lámpara: Que ilumine nuestro corazón, nuestros pensamientos y nuestro

caminar. Necesitamos ser llenos del Espíritu Santo de Dios. Es el Espíritu

Santo quien ilumina nuestro andar, nos guía a toda verdad, nos enseña a

orar, nos recuerda todo lo que Dios nos ha enseñado, nos convence de

pecado, valoramos el sacrificio de Jesús en la cruz y nos lleva a tener un

encuentro con Jesús.

Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me

siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida».

Juan 8:12 (NTV)

Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino. Salmos 119:105

(NTV) Referencia – Todas las Imagines: https://www.google.com/search?source

RESUMEN:

Dios nos pide que hagamos siempre el bien a nuestro prójimo y le ayudemos, que

seamos hospitalarios proveyendo para la necesidad de otros. Cuando hacemos esto

estamos impartiendo el amor que Dios nos enseñó a través de Jesús. Ese amor debe

ser sincero, nuestros actos debe reflejar agradecimiento a Dios y amor por nuestro

prójimo sin esperar nada a cambio. Dios bendice al hombre de corazón sincero y lleno

de amor.

VERSOS PARA MEMORIZAR:

NAZARET & EDÉN

Tu palabra es una lámpara que alumbra mi camino. Salmos 119:105 (TLA)

Your word is a lamp to my path. Psalm 119:105 (AMP)

VIDEO: Eliseo y la mujer de sunen

https://www.youtube.com/watch?v=KhkC-P0yG9Q

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LECCIÓN:

1ER SERVICIO: OBJETIVO 1: Hospedaje para el Profeta Eliseo:

Con objetos concretos la maestra explicará y recreará el cuarto que fue construido

por la mujer Sunamita y su esposo para hospedar a Eliseo.

Materiales:

Caja de cartón

Cama de juguete

Silla de juguete

Mesa de juguete

Lámpara/quinqué

2NDO SERVICIO: OBJETIVO 2: LA BENDICION DE DIOS VIENE CUANDO

HACEMOS BIEN A OTROS Y LE OBEDECEMOS

La maestra utilizará visuales para repasar los significados importantes (i.e. Dios, el

Profeta, etc. etc. (Las láminas serán provistas en tamaño grande para facilitar la

atención y el entendimiento de los niños)

NOMBRE: _____________________________

EJEMPLO

ORÓ AL SEÑOR PARA SANAR AL NIÑO

Semana 3 Febrero / Fecha: 02-17-2019 / Escuela: Edén

Tema: Eliseo y la mujer de Sunem

Lectura Bíblica: 2 Reyes 4:8-36 (NTV) “8 Cierto día, Eliseo fue a la ciudad de Sunem y una mujer rica que vivía allí le insistió que fuera a

comer a su casa. Después, cada vez que él pasaba porN allí, se detenía en esa casa para comer algo. 9 Entonces la mujer le dijo a su esposo: «Estoy segura de que este hombre que pasa por aquí de vez

en cuando es un santo hombre de Dios. 10 Construyamos un pequeño cuarto en el techo para él y

pongámosle una cama, una mesa, una silla y una lámpara. Así tendrá un lugar dónde quedarse cada vez

que pase por aquí».”

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NOMBRE: ______________________ 2ndo SERVICIO

Tema: Eliseo y la mujer de Sunem

Lectura Bíblica: 2 Reyes 4:8-36 (NTV)

Cierto día, el niño, ya más grande, salió a ayudar a su padre en el trabajo con los cosechadores, 19 y de repente gritó: «¡Me duele la cabeza! ¡Me duele la cabeza!». Su padre le dijo a uno de sus sirvientes: «Llévalo a casa, junto a su madre». 20 Entonces el sirviente lo llevó a su casa, y la madre lo sostuvo en su regazo; pero cerca del mediodía, el niño murió.

El profeta Eliseo oró con una fe

verdadera porque sintió que Dios quería

levantar a este niño de la muerte. Dios sí

sanó al hijo de la sunamita en respuesta

a la oración de Eliseo.