Terapia Gestalt y Gestion emocional

Sobre la gestión emocionalReconocer, sostener y gestionar lo emocional

Por Marta Grimalt Céspedes. Codirectora de Gestalt Salut

C/Sant Eusebi 53, 1º 2º. 08006 BarcelonaTel: 931 40 78 96 / 679 69 19 [email protected] / www.gestaltsalut.com

Con las emociones convivimos todo el día y durante toda la vida,

desde que nos levantamos hasta que nos acostamos y desde que

nacemos hasta que morimos. Están presentes siempre, aunque no

nos demos cuenta estamos sintiendo en todo momento, cada

situación, pensamiento, lo que vemos, lo que escuchamos, lo que

toco, lo que huelo todo tiene un impacto emocional en nosotros.

fotografia de Joel Robison

So

bre

la g

esti

ón

em

ocio

nal Reconocer, sostener y gestionar lo emocional


Ante cada acontecimiento que vivimos,

por pequeño que sea, sentimos una o

varias emociones, las cuales pueden

ser hasta contradictorias entre sí, que

nos permite posicionarnos ante las

vivencias del día a día, nos conectan a

lo que necesitamos en cada momento

(si las escuchamos). Por ejemplo ante

el hecho de tener poco dinero en la

cuenta puedo sentir miedo de no llegar

a final de mes y ahí darme cuenta de

que necesito ser prudente y organizar

mis gastos hasta el día del cobro

(situación: poco dinero, emoción: miedo

de no llegar a final de mes, darme

cuenta de una necesidad y gestionarla:

ser prudente y organizar mis gastos

hasta el día del cobro). Ante la misma

situación (tener poco dinero), puedo

sentir enfado con el hecho de tener un

salario pequeño que me obliga a hacer

filigranas para llegar a fin de mes y

desde ahí conectarme con la necesidad

de reclamar un aumento, buscarme

otro empleo o poner más energía en

algún proyecto propio que me puede

generar nuevos ingresos.

So

bre

la g

esti

ón

em

ocio



El haber conectado con la emoción me permite conectarme con lo que

necesito y eso me da la oportunidad de decidir cómo gestionar mi

necesidad (organizar mis gastos, pedir un aumento, buscar otro

empleo…). Si no conecto con lo que siento no me doy cuenta de lo que

necesito y no puedo decidir de una forma consciente cómo gestionarme,

en ese caso lo que hago es reaccionar sin decidir, actúo desde la

inconsciencia de lo que necesito, no puedo decidir, solo reacciono, como

una barco que ha perdido el timón y navega a la deriva sin capitán que

decida hacia dónde dirigirse, y en el mejor de los casos puedo esperar no

encontrarme con alguna roca y hacerme daño a mi mismo.

Después de esta reflexión sobre la importancia de lo emocional quisiera

resaltar tres aspectos fundamentales a la hora de gestionar mis

emociones:

>Reconocer la emoción

>Sostener la emoción

>Gestionar la emoción.

So

bre

la g

esti

ón

em

ocio



En el reconocimiento de la emoción, la guía es el cuerpo, es en el

cuerpo donde se manifiesta todo lo que sentimos, toda emoción

tiene un registro corporal que la acompaña, por lo que es importante

por un lado darme cuenta dónde estoy sintiendo la emoción, “siento

la alegría en la parte alta del pecho” o “siento la tristeza en los ojos

y en la boca del estomago”, en qué zona del cuerpo localizo mi sentir

de este momento, y por el otro cómo es la cualidad física de la

emoción que siento, “siento mi alegría como un cosquilleo en la

parte alta del pecho” o "siento la tristeza como una humedad en los

ojos y una sensación de vacío en el estómago”.

Todas mis emociones se acompañan de una sensación física que

puedo localizar y de unas cualidades físicas que puedo reconocer.

Aprender a escuchar y a reconocer esas sensaciones es fundamental

para ser consciente de lo que estoy sintiendo.

So

bre

la g

esti

ón

em

ocio



En el sostener la emoción, después de haber reconocido lo que

siento, tomo la emoción y la acompaño, es decir acepto lo que

estoy sintiendo en este momento sin pretender cambiarlo o

modificarlo, me dejo sentir la tristeza o la alegría sin negarla ni

alimentarla, no lucho ni a favor ni en contra, le doy espacio y dejo

que esté ahí sin juzgarlo. Cuando sostengo mi emoción (mi

tristeza, o mi alegría, o mi miedo, o mi enfado) es muy importante

darme el tiempo necesario, darle espacio y darle tiempo, para

que se manifieste.

Si yo no interfiero en mi emoción, alimentándola o conteniéndola,

permito el libre tránsito de lo emocional y voy pasando de una a

otra según las vivencias de mi mism@ que vaya teniendo a lo

largo del día.

So

bre

la g

esti

ón

em

ocio



En resumen, para poder sostener una emoción simplemente hay

que aceptarla tal cual es en ese momento, sin pretender

cambiarla. Por ejemplo, si “me siento triste porque mi amiga no me

ha felicitado por mi cumpleaños”, no alimento ni aumento la

intensidad de la tristeza (lamentándome porque no le importo lo

suficiente o desvalorizándome por ello con pensamientos, como

que no soy suficientemente divertida, inteligente, generosa o

cualquier otra cosa que valore como cualidad humana) ni la

penalizo o contengo para no sentir (me hago la fuerte y me digo a

mi mism@ que no me importa). En ambos casos lo que

provocamos es un bloqueo en lo que estamos sintiendo que no

nos permitirá poder gestionar lo que estemos necesitando en ese

momento (si me dejo sentir la tristeza que me produce que mi

amiga no me haya felicitado puedo darme cuenta que para mi es

importante que el otro, mi amiga, se acuerde de mi el día de mi

cumpleaños, que es un día importante para mi, y puedo

comunicárselo para que lo sepa y lo tenga en cuenta para el

próximo cumpleaños). Sin el espacio suficiente la emoción es

ahogada, no puede hablar , no nos puede dar su mensaje, su

utilidad.

So

bre

la g

esti

ón

em

ocio



En el gestionar la emoción, una vez reconocida y

aceptada la emoción, puedo saber qué necesito,

decidir conscientemente qué hago con ella y cómo la

expreso o la vivo conmigo mismo o con el otro. Por

ejemplo, “Estoy enfadad@ con mi compañer@”,

reconozco mi enfado (siento mi enfado como una bola

caliente en mi estómago), lo sostengo (acepto lo que

siento sin hacerlo más grande de lo que es, o sin

pretender minimizarlo quitándole importancia a mi

enfado, dándole el espacio y el tiempo que necesite) y

finalmente llega el momento de la gestión (ante lo que

siento, el enfado con mi compañer@, qué necesito, en

este caso podría ser por ejemplo expresar lo que me

pasa, una vez he tomado conciencia de lo que necesito

decido cómo llevarlo a cabo, dónde y cuándo, hasta qué

punto voy a defender mi enfado…). La gestión de la

emoción me permite completar el proceso, nutrirme de lo

experimentado, completar mi ciclo de necesidad y

reequilibrarme a nivel interno y con el medio.

So

bre

la g

esti

ón

em

ocio



Al reconocer, sostener y gestionar mi

emoción cierro una gestalt dejando

espacio a que se abra un nuevo proceso

emocional. Y en eso estamos todo el

tiempo, en el transitar de lo emocional, de

nosotros depende permitirlo o interferirlo,

con lo que eso nos pueda acarrear.

Somos responsables de nuestra vivencia emocional, por lo que es

nuestra decisión cómo vivirla; puedo decidir ser consciente de mis

propios procesos emocionales, escuchando, estando atento,

sosteniendo, reconociendo lo que necesito, y gestionarlo, siendo

así el capitán de mi propio barco, o puedo decidir no escuchar, no

estar atento a mí, reaccionar sin conciencia ante las diferentes

vivencias, no decidir cómo gestionarme, siendo en este caso un

barco sin capitán que navega a la deriva. Al final haga lo que

haga, ser un barco con capitán o un barco a la deriva, es

enteramente responsabilidad mía, yo decido cómo vivirme a mí

mismo.

Terapia Gestalt y Gestion emocional

Education

Transcript of Terapia Gestalt y Gestion emocional