Tesis Doctoral JUICIO Y REFLEXIÓN EN LA...

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TESIS DOCTORAL JUICIO Y REFLEXIÓN EN LA FILOSOFÍA CRÍTICA DE KANT Óscar Cubo Ugarte Licenciado en Filosofía Universidad Nacional de Educación a Distancia Facultad de Filosofía Departamento de Filosofía MADRID 2008

Transcript of Tesis Doctoral JUICIO Y REFLEXIÓN EN LA...

  • TESISDOCTORAL

    JUICIO Y REFLEXIN EN LA

    FILOSOFA CRTICA DE KANT

    scarCuboUgarte

    LicenciadoenFilosofa

    UniversidadNacionaldeEducacinaDistanciaFacultaddeFilosofa

    DepartamentodeFilosofa

    MADRID2008

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    Departamento de Filosofa. Facultad de Filosofa. UNED.

    Juicio y reflexin en la filosofa

    crtica de Kant.

    Doctorando: scar Cubo Ugarte. Licenciado en Filosofa.

    Director de Tesis: Jacinto Rivera de Rosales Chacn.

    Catedrtico de Filosofa.

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    A Jos Mara y Mari Carmen.

    Todo se lo debo a ellos.

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    Agradecimientos

    Esta tesis ha sido realizada, en su primera fase, gracias a una Beca Doctoral de

    Humanidades de la Fundacin Caja Madrid, y en una segunda fase, gracias a una Beca

    de corta duracin del Servicio Alemn de Intercambio Acadmico (DAAD), que me ha

    permitido terminar mi investigacin en la Universidad de Trier (Alemania), y entrar en

    contacto con la Kant-Gesellschaft de la mano del Profesor Bernd Drflinger, y gracias

    a la ayuda inestimable de mi director de Tesis Jacinto Rivera de Rosales.

    En este sentido quiero agradecerer en primer lugar, el apoyo que me ha

    prestado y me presta el Profesor Jacinto Rivera de Rosales. No slo me ha ayudado en

    lo anteriormente dicho, sino tambin en la elaboracin y correccin de esta Tesis

    Doctoral en su totalidad. Me ha orientado y animado mucho en los momentos ms

    difciles de la misma, ha revisado cuidadosamente cada pargrafo y sus comentarios y

    consejos han sido decisivos para los resultados finales de esta Tesis Doctoral.

    En segundo lugar, quiero agradecer el apoyo inestimable de Amanda Nez,

    compaera de Tesis, controversias, alegras y penas. Sin ella y sin el apoyo

    incondicional de la Profesora Teresa Oate y Zuba, que siempre me ha orientado

    sabiamente en el difcil camino del pensar, habra sido muy difcil llevar a buen puerto

    la presente Tesis Doctoral.

    Y por ltimo, mi agradecimiento, por una parte, a los Profesores Werner Euler,

    Manfredt Kugelstadt, Mara Jess Vzquez Lobeiras, Juan Manuel Navarro Cordn,

    Mara Jos Callejo, Carlos Fernndez Liria, Felipe Ledesma, y Nuria Snchez Madrid,

    de quienes tanto he aprendido. Por otra parte, a los Profesores Quintn Racionero,

    Jos Mara Ripalda, y Flix Duque por una visin del pensamiento hegeliano, que de

    algn modo sigue presente en esta Tesis; y a los compaeros del grupo

    Palimpsestos, por la amistad que siempre proporciona el pensar.

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    NDICE

    Introduccin: metodologa y objetivos de la investigacin. .................................17

    I. Apartado primero.

    Presentacin del problema del Juicio en la filosofa crtica.35

    1. Planteamiento sistemtico......................................................................................35

    2. Crtica, metafsica y sistema ..................................................................................40

    3. Introduccin enciclopdica a la Crtica del Juicio ................................................44

    4. El Juicio y el problema del trnsito (bergang) ...................................................48

    5. Crtica y metafsica en relacin al problema de lo suprasensible ..........................52

    6. Presentacin del problema del Juicio en Crtica de la razn pura ........................56

    6.1. Juicio y entendimiento en la Analtica trascendental de

    la Crtica de la razn pura........................................................................57

    6.2. Juicio y razn en la Dialctica trascendental de

    la Crtica de la razn pura........................................................................64

    7. Presentacin del problema del Juicio en Crtica de la razn prctica ..................71

    7.1. Una inversin en el orden de los elementos. .............................................72

    7.2. La tarea especfica del Juicio en la Analtica de la razn pura

    prctica de la Crtica de la razn prctica..............................................76

    7.3. Los dos grandes peligros del Juicio en Crtica de la razn prctica ........82

    7.4. A propsito del uso regulativo de las ideas morales en la

    Dialctica de la razn prctica de Crtica de la razn prctica .............88

    8. Replanteamiento, en las Introducciones a la Crtica del Juicio de un

    problema del Apndice a la Dialctica trascendental de la Crtica

    de la razn pura ..................................................................................................93

    8.1. El Apndice a la Dialctica trascendental de la Crtica de la

    razn pura y el problema de un sistema emprico de la experiencia.........96

    8.2. La presuposicin del orden de la naturaleza emprica en las

    dos Introducciones a la Crtica del Juicio ..............................................103

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    8.3. El principio de una finalidad formal de la naturaleza y la

    nocin de una tcnica formal de la naturaleza........................................... 114

    8.4. Del peculiar sentimiento de placer en el uso lgico del

    Juicio Reflexionante ................................................................................... 121

    II. Apartado segundo.

    De la divisin y estructura de la Crtica del Juicio ........................................... 130

    1. Del uso reflexionante de la facultad de juzgar en general..................................... 132

    2. La dimensin esttica del Juicio reflexionante ..................................................... 140

    3. El Juicio esttico y el Juicio teleolgico.

    Dos regmenes del discurso reflexionante........................................................... 155

    4. Fin natural y finalidad objetiva de la naturaleza .................................................. 164

    5. El Juicio teleolgico y el problema de una tcnica real de la naturaleza.............. 180

    6. El Juicio reflexionante y la triple demarcacin de una finalidad sin fin ............... 193

    III. Apartado tercero.

    De la peculiar heautonoma del Juicio esttico. .................. 200

    1. Presentacin del problema de gusto en la Crtica del Juicio ................................ 200

    2. De la cudruple definicin de lo bello en la Crtica del Juicio ............................ 204

    2.1. Definicin de lo bello, segn la cualidad ................................................. 207

    2.2. Definicin de lo bello, segn la relacin .................................................. 223

    2.2.1. Belleza y teleologa. La finalidad sin fin....................................... 224

    2.2.2. Del encanto y la emocin en los juicios puros de gusto................ 228

    2.2.3. Perfeccin y belleza ...................................................................... 232

    2.2.4. Belleza libre y belleza adherente .................................................. 236

    2.2.5. El problema de un ideal de belleza ............................................... 240

    2.3. Definicin de lo bello, segn la cantidad ................................................. 255

    2.4. Definicin de lo bello, segn la modalidad .............................................. 264

    3. Consideraciones a cerca de los ejemplos de la Analtica de lo bello

    de la Crtica del Juicio ........................................................................................ 273

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    IV. Apartado cuarto.

    Lo sublime al menos entre nosotros los hombres ..............................................284

    1. Presentacin de la Analtica de lo sublime.........................................................284

    2. Lo sublime y el problema del trnsito (bergang)................................................287

    3. La imaginacin en la Analtica de lo bello y la Analtica de lo sublime ........291

    4. De lo bello a lo sublime. Coincidencias y diferencias. .........................................303

    5. Lo sublime matemtico..........................................................................................313

    5.1. Lo sublime, segn la cantidad...................................................................313

    5.1.1. Lo absolutamente grande como

    medida fundamental de lo sublime ...............................................313

    5.1.2. Lo monstruoso, lo colosal, y lo absolutamente grande .................324

    5.2. Lo sublime, segn la cualidad330

    6. Lo sublime dinmico .............................................................................................336

    6.1. Lo sublime, segn la relacin ..................................................................338

    6.2. Lo sublime, segn la modalidad...............................................................348

    7. Consideraciones acerca de los ejemplos de la Analtica de lo sublime .............354

    V. Apartado quinto.

    El papel de la Deduccin trascendental y de la Antinomia del gusto

    en la Crtica del Juicio esttico.......................................................................367

    1. La tarea de una Deduccin de los juicios estticos puros ..................................368

    1.1. Los juicios puros de gusto y la heautonoma del Juicio esttico...............371

    1.2. El sentido comn en relacin a la constitucin subjetivo-trascendental

    de nuestras facultades de conocer ..............................................................377

    1.3. Sentido comn y sano entendimiento comn ............................................384

    2. La Dialctica del Juicio esttico.........................................................................394

    2.1. Presentacin de las Antinomias de la Crtica de la razn pura.............395

    2.2. De la importancia de las Antinomias de la Crtica de la razn pura

    para el uso prctico de la razn .................................................................399

    2.3. Presentacin de la Antinomia de la Crtica de la razn prctica ..........402

    2.4. Solucin crtica de la Antinomia del gusto en la Crtica del Juicio ......408

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    2.5. La doble dimensin del Juicio reflexionante ............................................ 414

    2.6. El problemtico inters emprico en lo bello ............................................ 420

    2.7. El verdadero inters vinculado a lo bello ................................................. 425

    2.8. Smbolismo analgico y belleza ............................................................... 431

    VI. Apartado sexto.

    El arte bello y el Juicio esttico ........................................................................ 444

    1. Las obras del arte y los efectos de la naturaleza ................................................... 444

    2. Tcnica en sentido terico y prctico.................................................................... 448

    3. Arte y artesana...................................................................................................... 451

    4. Artes mecnicas y artes estticas .......................................................................... 455

    5. De la extraa aparicin de la naturaleza en el arte............................................... 460

    6. El genio y las reglas del arte bello......................................................................... 464

    7. El genio como facultad de las Ideas estticas ....................................................... 476

    8. El sensus communis como lmite (Grenze) del arte bello ..................................... 487

    9. Consideraciones acerca de los ejemplos de arte bello........................................... 500

    VII. Apartado sptimo.

    Conclusiones. Kant: un gegrafo de la subjetividad ...................................... 515

    VIII. Apartado octavo.

    Bibliografa ..................................................................................................... 530

    1. Fuentes de I. Kant...... 530

    2. Otras fuentes.............. 530

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    ABREVIATURAS

    Mencionamos a continuacin la lista de correspondencia entre ttulos y

    abreviaturas de las obras de I. Kant, siguiendo en su gran mayora las abreviaturas

    utilizadas por el profesor Jacinto Rivera de Rosales en su libro: El punto de partida de

    la metafsica trascendental. Un estudio de la obra kantiana.

    Los textos son citado por la Kants gesammelte Schriften, Hrsg. von der

    Preussichen und der Deutschen Akademie der Wissenschaften, Berlin, 1902, excepto la

    KrV que es citada por la edicin de Wilhelm Weischedel: Werke in zwlf Bnden, en

    Suhrkamp.

    Anfang. Muthmasslicher Anfang der Menschengeschichte Probable comienzo

    de la historia de la humanidad.

    Anfangsgrnde. Metaphysische Anfangsgrnde der Naturwissenschaften Principios

    metafsicos de las ciencias de la naturaleza.

    Anthropologie. Anthropologie in pragmatischer Hinsicht Antropologa en sentido

    pragmtico.

    Aufklrung. Beantwortung der Frage: Was ist Aufklrung? Respuesta a la

    cuestin: Qu es Ilustracin?

    Beobachtungen. Beobachtungen ber das Gefhl des Schnen und Erhabenen

    Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime.

    Beweisgrund. Der einzig mgliche Beweisgrund zur einer Demonstration des

    Daseins Gottes El nico fundamento posible para una demonstracin

    de la existencia de Dios.

    Dissertatio. De mundi sensibilis atque intelligibilis forma et principiis Sobre la

    forma y los principios del mundo sensible y del mundo inteligible.

    Ende. Das Ende aller Dinge El fin de todas las cosas.

    Entdeckung. ber eine Entdeckung, nach der alle neue Kritik der reinen Vernunft

    durch eine ltere entbehrlich gemacht werden soll Sobre un

    descubrimiento, segn el cual toda nueva Crtica de la razn pura es

    innecesaria debido a [la existencia de] otra anterior.

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    Fortschritte. Welche sind die wirkliche Fortschritte, die die Metaphysik seit

    Leibnizens und Wolffs Zeiten in Deutschland gemacht hat?-- Cules

    son los progresos reales que la metafsica ha realizado en Alemania

    desde los tiempos de Leibniz y de Wolff?

    FdP. Verkndigung des nahen Abschlusses eines Tractats zum ewigen

    Frieden in der Philosophie Anuncio de la prxima conclusin de un

    tratado de paz perptua en la filosofa.

    Gemeinspruch. ber den Gemeinspruch: Das mag in der Theorie richtig sein, taugt

    aber nicht fr die Praxis Sobre el tpico: Eso puede ser correcto en

    teora, pero no sirve para la prctica.

    Grundlegung. Die Grundlegung zur Metaphysik der Sitten - Fundamentacin de la

    Metafsica de las costumbres.

    Idee. Idee zu einer allgemeinen Geschichte in weltbrgerlicher Absicht

    Idea para una historia universal en sentido cosmopolita.

    Jsche. Immanuel Kants Logik. Ein Handbuch zu Vorlesungen. Herausgegeben

    von Gottlob Benjamin Jsche. Lgica.

    KpV. Kritik der praktischen Vernunft Crtica de la razn prctica.

    Krankheiten. Versuch ber die Krankheiten des Kopfes - Las enfermedades de la

    cabeza.

    KrV. Kritik der reinen Vernunft - Crtica de la Razn pura.

    KU. Kritik der Urteilskraft Crtica del Juicio.

    LB Fortschritte. Lose Bltter zu den Fortschritten - Papeles sueltos preparatorios de

    los Fortschritten.

    Misslingen. ber das Misslingen aller philosophischen Versuche in der Theodicee

    Sobre el fracaso de todo ensayo filosfico en la teodicea.

    ML1. Metaphysik L1 Apuntes de alumnos de Kant sobre sus cursos de

    metafsica hacia la segunda mitad de la dcada de 1770.

    MS. Metaphysik der Sitten Metafsica de las Costumbres.

    Mutmasslicher. Muthmasslicher Anfang der Menchengeschichte Probable inicio de

    la historia humana.

    Negative Grssen. Versuch den Begriff der negativen Grssen in die Weltweisheit

    einzufhren Ensayo de introducir en la filosofa el concepto de

    magnitudes negativas.

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    Nova dilucidatio. Principiorum primorum cognitionis metaphysicae nova dilucidatio

    Nueva elucidacin de los primeros principios del conocimiento

    metafsico.

    Orientieren Was heisst: sich im Denken orientieren -- Qu significa orientarse en

    el pensar?

    Pdagogik. ber Pdagogik Pedagoga.

    Preischrift. Untersuchung ber die Deutlichkeit der Grundstze der natrlichen

    Theologie und der Moral Investigacin sobre la claridad de los

    principios de la teologa natural y de la moral.

    Prolegomena. Prolegomena zu einer jeden knftigen Metaphysik, die als

    Wissenschaft wird auftreten. Prolegmenos a toda metafsica futura

    que haya de poder presentarse como ciencia.

    Reflex. Reflexionen Reflexiones que anotaba ocasionalmente Kant y que le

    servan para elaborar sus notas.

    Religion. Religion innerhalb der Grenzen der blossen Vernunft La religin

    dentro de los lmites de la mera razn.

    Smmering. Aus Smmering: ber das Organ der Seele Sobre el rgano del

    alma de Smmering.

    Spiztfindigkeit Die falsche Spitzfindigkeit der vier sylogistischen Figuren erwiessen

    Sobre la falsa sutileza de las cuatro figuras silogsticas.

    Streit. Der Streit der Fakultten El conflicto de las facultades.

    Trume. Trume eines Geistersehers, erluten durch Trume der Metaphysik

    Sueos de un visionario explicados mediante los ensueos de la

    metafsica.

    Teleol. Prinz. ber den Gebrauch teleologischer Prinzipien in der Philosophie

    Sobre el uso de principios teleolgicos en la filosofa.

    Ton. Von einem neuerdings erhobenen vornehmen Ton in der Philosophie

    De un tono de distincin que se ha adoptado recientemente en

    filosofa.

    Verkndigung Verkndigung des nahen Abschlussen eines Traktats zum ewigen Friede

    in der Philosophie Anuncio de la prxima conclusin de un tratado

    de paz perpetua en la filosofa.

    ZeF. Zum ewigen Frieden. Ein philosophischer Entwurf Hacia la paz

    perpetua. Un esbozo filosfico.

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    El Juicio y la reflexin en la filosofa crtica de Kant.

    Puede decirse que la Crtica del Juicio de Kant,

    la obra en la que est expuesta su esttica, slo ha

    tenido efecto hasta ahora por obra de malenten-

    didos, proceso corriente en la historia de la filosofa

    (M. Heidegger. Nietzsche I. p.109).

    Introduccin: metodologa y objetivos de la investigacin.

    Nuestra investigacin se centra en una de las obras ms complejas y prolferas

    en cuanto a efectos de I. Kant, a saber la Crtica del Juicio. No es balad la cita de M.

    Heidegger con la que da comienzo nuestra investigacin. En efecto, desde su aparicin

    la Crtica del Juicio ha sido un texto que ha dado pie a numerosas lecturas e

    interpretaciones filosficas. Tanto es as, que de esta tercera Crtica llega a decir G.

    Deleuze que se trata de una obra de senectud, [de] una obra desenfrenada detrs de la

    cual sus descendientes no dejarn de correr1. Ahora bien, que podamos llamar

    malentendidos o no a todas estas lecturas y corrientes que ha suscitado la Crtica del

    Juicio es algo que no se puede dilucidar sin una previa actividad reflexionante. Nuestro

    trabajo se centrar en esa actividad cuya labor es precisamente, como veremos a lo largo

    de este estudio, la de propiciar distintas interpretaciones sobre aquello que de ningn

    modo se puede esclarecer de una manera objetivo-determinante. Se trata de una

    actividad reflexionante decisiva, como dice el propio I. Kant, para no repetir

    idnticamente la letra de una filosofa y aprender a filosofar2.

    Dentro de las grandes recepciones que ha propiciado la Crtica del Juicio cabe

    diferenciar a modo de ensayo tres posicionamientos esenciales a la hora de hacerse

    cargo de esta obra del filsofo. Nosotros simplemente los vamos a indicar y a esbozar,

    sin ninguna pretensin de completitud y exhaustividad, ya que el objetivo de nuestra

    investigacin es algo muy concreto, a saber, investigar el papel que juega el Juicio

    dentro de la filosofa crtica de Kant. De modo que antes de pasar a mostrar el itinerario

    1 G. Deleuze y F. Guattari. (1995): Qu es la filosofa? Anagrama. Barcelona. p. 6. 2 Vase a este respecto, KrV B 864-866 / A 836-838 y Jsche Ak.-Ausg. IX, 25-26.

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    de nuestra investigacin vamos a presentar estas tres grandes corrientes de lectura de la

    Crtica del Juicio, para notar lo que este trabajo deja fuera de su investigacin, y que

    debido a la finitud y concrecin del mismo no podremos tratar en su debido alcance y

    extensin.

    A modo de ensayo creemos que se pueden encontrar tres grandes

    posicionamientos ante la Crtica del Juicio.

    En primer lugar, aquel que pone el acento en la esttica kantiana y en su teora

    acerca de la produccin de objetos artsticos por parte del genio. Estas lecturas de la

    Crtica del Juicio se centran sobre todo en la Crtica del Juicio esttico por

    encontrarse all la teora esttica kantiana. Estas lecturas hacen de la primera parte de la

    Crtica del Juicio una pieza esencial de la esttica filosfica (philosophische sthetik).

    El inters de esta lnea de investigacin se debe a que permite hacernos reflexionar

    sobre las distintas teoras estticas de nuestros das y a pensar las obras artsticas de

    nuestra epocalidad, como por ejemplo, las obras de M. Duchamp, R. Magritte, etc. Este

    modo de interpretar la primera parte de la Crtica del Juicio mantiene un enlace muy

    importante tanto con las bellas artes como con los estudios de esttica relacionados con

    las mismas. En esta linea de investigacin se pueden localizar trabajos como los de H.

    G. Gadamer (2002): La actualidad de lo bello. Paids, Barcelona; F. Kaulbach (1984):

    sthetische Welterkenntnis bei Kant, Wrzug, Knigshausen- Neuman; B. Drflinger

    (1988): Die Realitt des Schnen in Kants Theorie rein sthetischer Urteilskraft. Zur

    Gegenstandsbedeutung subjektiver und formaler sthetik. Bouvier, Bonn ; T. Duve.

    (1996): Kant after Duchamp, Massachusets Institute of Technology; J. Rivera de

    Rosales (2007a): La exigencia racional del sentir comn. La esttica kantiana ante el

    arte moderno. En: Kant. Revisin crtica del concepto de razn. M. C. Paredes Martn

    (Ed.). Sociedad Castellano-Leonesa de Filosofa. Salamanca. pp. 89-106. S. Marchn

    Fiz (2000): Es esto una obra de arte? (La realizacin artstica de una idea esttica

    kantiana por un desconocido Mr. Mutt). En: Endoxa, n 12, pp. 857-883. F. Kaulbach

    (1985): Aspectos vigentes de la esttica kantiana. En: THMATA. Revista de

    Filosofa. Universidad de Mlaga y Sevilla. N 2. pp. 55-63, entre otros.

    En un segundo lugar y enlazando con esta primera postura que acabamos de

    indicar, encontramos otra lectura y otro modo de acercarse a la Crtica del Juicio. Esta

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    segunda postura tambin pone el acento en la Crtica del Juicio esttico, haciendo ver

    que se trata de un problema profundamente arraigado en la filosofa kantiana, y que se

    extiende ms all del periodo crtico de Kant, registrando y rescatando dicha

    problemtica esttica desde el Kant precrtico hasta el Opus Postumun. Sin duda estos

    estudios abren una perspectiva muy interesante para la lectura de la Crtica del Juicio,

    porque hacen notar el proceso de construccin que la esttica y el juicio esttico tiene a

    lo largo de toda la obra kantiana, es decir, desde su estatuto emprico y psicolgico del

    periodo precrtico hasta su tratamiento trascendental en la ltima de las Crticas.

    Adems, en este tipo de recepcin histrico-evolutiva de la Crtica del Juicio se pone en

    relacin el planteamiento kantiano del juicio esttico con los grandes interlocutores de

    Kant: A. G. Baumgarten, G. F. Meier, D. Hume, E. Burke, etc. En esta lnea de

    investigacin que aborda la compleja problemtica de la evolucin del pensamiento de

    Kant sobre esttica, tomando como punto de partida las fuentes del legado manuscrito

    de Kant (Lecciones y Reflexiones), as como los textos del Kant precrtico, se

    encuentran trabajos como: O. Schlapp (1901): Kant Lehre vom Genie und die

    Entstehung der Kritik der Urteilskraft. Vanderhoeck-Ruprecht, Gtinga; A. Bumler.

    (1923): Kants Kritik der Urteilskraft: ihre Geschichte und Systematik. Niemeyer; M.

    Frank (1991): Kants Reflexionen zur sthetik. Zur Werkgeschichte der Kritik der

    sthetischen Urteilskraft, Revue Internationale de Philosophie, 176, pp.552- 580 ; M.

    J. Vzquez Lobeiras (2005): Comunicabilidad y gusto. Fragmentos de Kant sobre

    esttica. En: H. Delfosse y H. Reza Yousefi Wer ist weise? Der gute Lehr von jedem

    annimmt. Festschrift fr Michael Albrecht zu seinem 65. Geburstag, Traugott Bautz,

    Nordhausen, pp. 277-295, entre otros.

    Un tercer modo de adentrarse en la lectura de la Crtica del Juicio, en el cual

    incluimos en cierta medida este trabajo, es el que trata de acercarse a la compleja

    problemtica que aborda esta tercera y ltima Crtica, desde una perspectiva sitemtica.

    Desde esta perspectiva se estudia sincrnicamente lo puesto en juego en la Crtica del

    Juicio y lo dicho en las dos primeras Crticas. Dentro de esta perspectiva se pueden

    diferenciar aquellas lecturas que ponen su centro de atencin en la primera parte de la

    Crtica del Juicio, es decir, en la Crtica del Juicio esttico y aquellas que se centran

    ms en la Crtica del Juicio teleolgico. En este ltimo caso se encuentran trabajos

    como los de K. Dsing (1968): Die Teleologie in Kants Weltbegriff. Kant-Studien

    Ergnzungshefte 96, Bonn; P. McLaughlin (1989): Kants Kritik der teleologischen

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    Urteilskraft. Bouvier, Bonn; B. Drflinger (2005): Das Leben theoretischer Vernunft.

    Teleologische und praktische Aspekte der Erfahrungstheorie Kants. De Gruyter,

    Berlin/New York; J. Rivera de Rosales (1998): Kant: la Crtica del Juicio teleolgico

    y la corporalidad del sujeto, UNED, Madrid: J. D. McFarland (1970): Kants Concept

    of Teleology. University of Edinburgh Press, Edinburgh, por slo mencionar algunos de

    ellos. Por otro lado, entre las lecturas que se centran en la Crtica del Juicio esttico y

    que investigan explcitamente el principio trascendental del Juicio reflexionante como

    tal se encuentran: W. Bartuschat (1972): Zum systematischen Ort der Kritik der

    Urteilskraft, Vittorio Klostermann, Frankfurt a.M; R. H. Wettstein (1981): Kants

    Prinzip der Urteilskraft, Forum Academicum, Knigstein; P. Joachim. (1992): Das

    transzendentale Prinzip der Urteilskraft. Eine Untersuchung zur Funktion und Struktur

    der reflektierenden Urteilskraft bei Kant. Walter de Gruyer. Berln/New York; C. La

    Rocca (2003): Esistencia e Giudizio. Linguaggio e ontologia in Kant, Eds. Ets,

    Florencia; G. Lebrun (1970) Kant et la fin de la mtaphysique. Essai sur la Critique de

    la facult de juger, A. Colin, Pars ; J. M. Navarro Cordn (2002): Facticidad y

    trascendentalidad en R. Rodrguez (Ed), Mtodos del pensamiento ontolgico, Sntesis,

    Madrid; F. Martnez Marzoa (1989): Releer a Kant. Anthropos, Barcelona, etc3.

    Pues bien, el objetivo de nuestro trabajo es investigar desde un punto de vista

    sistemtico o estructural la heautonoma del Juicio reflexionante. La hiptesis de

    nuestro trabajo es que hay un vnculo esencial entre el principio trascendental del Juicio

    y el problema ms amplio de la finitud de la subjetividad en general. Creemos, y

    mostraremos a lo largo de este trabajo, que al indagar el principio trascendental del

    Juicio se gana una perspectiva privilegiada para poner de relieve el horizonte subjetivo

    en el que se mueve la entera filosofa crtica de Kant. Debido a la concrecin de nuestra

    investigacin nos vamos a centrar sobre todo en las obras crticas de Kant, es decir, en

    los textos que van de 1781 a 1800. Por regla general no recurriremos a los escritos

    pstumos (Opus Postumum), ni al legado manuscrito de Kant, vinculado a su actividad

    docente, Apuntes de lecciones (Vorlesungsnachschriften) y Reflexiones (Reflexionen),

    salvo que sean del todo pertinentes para pensar aquello que estamos investigando.

    Debido al carcter limitado de nuestra investigacin dejaremos para ms adelante, como

    3 Para un mayor conocimiento de los trabajos de los autores que acabamos de mencionar, vase el captulo dos del apartado VII de nuestra investigacin, que ofrece un amplio ndice bibliogrfico al respecto.

  • 21

    una tarea por realizar, el estudio de dichos textos una vez sentadas las bases de nuestra

    interpretacin del problema del Juicio y la reflexin en la filosofa crtica de Kant.

    Nuestro estudio es, pues, una investigacin inmanente a Kant (Kant-immanent)4, pero

    inmanente a su filosofa crtica, y tiene como centro la peculiar heautonoma de la

    facultad de juzgar.

    Con vistas a indagar la peculiar dimensin subjetiva de la facultad de juzgar, y

    para desplegar el sentido y el alcance de su heautonoma, hemos dividido nuestra

    investigacin en siete grandes apartados, que a su vez estn subdivididos en distintos

    captulos.

    El primer apartado de nuestra investigacin lo hemos dedicado a presentar el

    problema del Juicio en las dos primeras Crticas. En ellas, como muestra O. Hffe, el

    Juicio juega ya un papel muy importante5 y por eso creemos esencial detenermos a

    indagar el lugar que ocupa el Juicio en la Crtica de la razn pura y en la Crtica de la

    razn prctica. Pero antes de adentrarnos en las dos primeras Crticas, debemos situar a

    la misma facultad de juzgar en el lugar en el que aparece explcitamente, a saber, la

    Crtica del Juicio. Por lo tanto, en los primeros cinco captulos de este primer apartado

    investigamos el lugar sistemtico que atribuye Kant a la Crtica del Juicio dentro del

    conjunto de la filosofa trascendental y dentro del sistema de las facultades de conocer,

    y nos detenemos en el hecho de que a esta tercera y ltima Crtica no le corresponde ni

    le puede corresponder ninguna nueva legislacin objetiva, ni ninguna metafsica distinta

    de las conquistadas en las dos primeras Crticas.

    En los captulos seis y siete indagamos propiamente el papel que juega el Juicio

    en las dos primeras Crticas. Por lo que respecta a la Crtica de la razn pura

    investigamos el papel que juega el Juicio en el captulo I de la Analtica de los

    principios, es decir, en el Esquematismo de los conceptos puros del entendimiento,

    que constituye una doctrina trascendental para el Juicio terico-determinante. En este

    captulo se pone de manifiesto a la facultad de juzgar como la facultad responsable del

    4 W. Bartuschat (1972): Zum systematischen Ort der Kritik der Urteilskraft, Vittorio Klosterman, Frankfurt a. M. p. 9. 5 O. Hffe (2008a): Einfhrung in Kants Kritik der Urteilskraft. En: Kritik der Urteilskraft. O. Hffe (Ed.), Akademie Verlag, Berln, p. 3.

  • 22

    correcto uso de los conceptos del entendimiento y de la razn. Respecto a esta ltima

    cuestin, tambin nos detenemos en la Dialctica trascendental de la Crtica de la

    razn pura, para ver cmo las ideas de la razn requieren (para su correcto uso y

    aplicacin) algo anlogo al esquematismo de los conceptos puros del entendimiento,

    presuponiendo de algn modo el uso reflexionante de la facultad de juzgar.

    Por lo que respecta a la Crtica de la razn prctica, nos detenemos en la

    Analtica de la razn pura prctica, en especial en la Tpica del Juicio puro prctico,

    donde aparece el simbolismo del Juicio como una alternativa al Esquematismo de los

    conceptos puros del entendimiento, all precisamente donde no hay manera de

    sensibilizar directamente la ley moral de la razn, a la que ninguna intuicin sensible

    puede serle enteramente adecuada. Este proceder simblico analgico lo volveremos a

    estudiar al final del apartado quinto de nuestra investigacin, a propsito del Juicio

    esttico-reflexionante. Tambin mostramos la estrecha relacin que mantienen la

    validez subjetivo-prctica de los postulados de la Dialctica de la razn pura prctica

    con el ejercicio reflexionante del Juicio en general, y el importante papel que juega el

    Juicio en el correcto uso (regulativo) de las ideas morales de la razn a la hora de fundar

    una fe prctica.

    Por ltimo, en el captulo ocho de este primer apartado de nuestra investigacin,

    retomamos un problema del Apndice de la Dialctica trascendental de la Crtica

    de la razn pura, a saber, el de la unidad sistemtica de la naturaleza emprica. Se trata

    de un tema fundamental para transitar a la problemtica general del Juicio reflexionante,

    tal y como es abordado sobre todo en las dos Introducciones a la Crtica del Juicio. Se

    trata de un problema con el que Kant atisba por primera vez que la facultad de juzgar

    maneja un principio propio a la hora de organizar los conocimientos empricos del

    entendimiento. Este es un principio con el que el Juicio supone una finalidad formal y

    subjetiva de la naturaleza, as como una tcnica formal de la naturaleza. El Juicio

    aparece entonces como una facultad del nimo humano destinada no solamente a la

    subsuncin, sino tambin y sobre todo a la reflexin. Al final de este apartado se

    muestra asimismo la peculiar relacin que mantiene este principio del Juicio con el

    sentimiento de placer y displacer, por lo que respecta a la unificabilidad de las leyes

    empricas y heterogneas de la naturaleza.

  • 23

    En el segundo apartado de nuestra investigacin abordamos la divisin y

    articulacin de la Crtica del Juicio en Crtica del Juicio esttico y Crtica del Juicio

    teleolgico. En el primer captulo de este segundo apartado se atiende a los lugares

    ms importantes de las dos Introducciones a la Crtica del Juicio, donde se aborda la

    diferencia entre el Juicio determinante y el Juicio reflexionante. Se trata de las dos

    actividades fundamentales del Juicio: subsumir, cuando se trata del Juicio determinante,

    y reflexionar, cuando se trata del Juicio reflexionante. Son dos actividades, que no estn

    restringidas a la KU, sino que se encuentran ya presentes en las dos primeras Crticas.

    En efecto, la actividad del Juicio reflexionante puede vislumbrarse tanto en el uso

    regulativo de las ideas de la razn (en sentido terico y prctico), como en el

    simbolismo analgico de la Tpica del Juicio prctico. Ciertamente, la peculiar

    heautonoma de la facultad de juzgar como tal permanece oculta (verborgen) en las

    dos primeras Crticas6. Pero slo leyendo las dos primeras Crticas desde atrs, es

    decir, desde la Crtica del Juicio, puede entenderse el importante papel que juega el

    Juicio reflexionante en ellas.

    La diferencia entre el Juicio determinante y el Juicio reflexionante nos sirve en

    los captulos dos y tres de este segundo apartado de nuestra investigacin para decantar

    el problema de la Crtica del Juicio por el lado del Juicio reflexionante. Desde la

    heautonoma del Juicio reflexionante explicamos la divisin y la estructura de la propia

    Crtica del Juicio en Crtica del Juicio esttico y Crtica del Juicio teleolgico.

    Ambas se enmarcan en el espacio de accin del Juicio reflexionante, pero de distintas

    maneras. En el caso de la Crtica del Juicio esttico se pone de relieve la peculiar

    relacin que mantiene el principio trascendental del Juicio con el sentimiento de placer

    y displacer en especial en los juicios puros de gusto. En el caso de la Crtica del Juicio

    teleolgico emerge la necesidad subjetiva del Juicio de pensar ciertos productos

    naturales como fines naturales, para poder siquiera comprender la organizacin interna

    de ciertos productos naturales.

    Aunque el Juicio esttico y el Juicio teleolgico pertenecen al Juicio

    reflexionante, ambos se diferencian en que slo en el caso del Juicio esttico el Juicio

    maneja un principio propio y autnomo, mientras que el Juicio teleolgico tiene que

    6 W. Bartuschat. 1972:79.

  • 24

    recurrir a un principio de la razn para poder enjuiciar la organizacin de ciertos

    productos naturales. Aquel es un principio del Juicio para regular subjetivamente su

    propia actividad judicativa y se encuentra vinculado a un determinado sentimiento de

    placer y displacer, cuya legislacin no tiene ningn tipo de validez objetiva. A

    diferencia del entendimiento o de la razn, que poseen un principio constitutivo en

    relacin a la naturaleza o a la libertad respectivamente, el Juicio reflexionante posee un

    principio que slo prescribe la ley a s mismo. Sin este principio, que funda la

    heautonoma de la facultad de juzgar, el Juicio sera una facultad subordinada a la razn

    y al entendimiento, y a sus respectivas legislaciones objetivas, y no sera una facultad

    superior de conocer.

    En el caso del Juicio teleolgico, el Juicio reflexionante tiene que manejar un

    principio de la razn, para poder hablar de fines naturales (Naturzwecks). En el cuarto

    captulo de este segundo apartado de nuestra investigacin analizamos la nocin de una

    finalidad objetiva de la naturaleza por lo que respecta a la aparicin en la naturaleza de

    los mencionados fines naturales. A pesar de que esta finalidad objetiva de la naturaleza

    tiene que diferenciarse de la finalidad formal y subjetiva de la naturaleza, ambas poseen

    un marcado carcter reflexionante. Tambin en el caso del Juicio teleolgico se

    presupone la idea de una tcnica de la naturaleza. Pero la idea de una tcnica real de la

    naturaleza tambin permanece dentro de los lmites de lo que es posible conocer al

    menos entre nosotros los hombres, ya que por medio de dicha idea no se atribuye

    dogmticamente a la naturaleza ningn tipo de causalidad intencional por lo que

    respecta a la produccin de los fines naturales.

    El carcter subjetivo-reflexionante de esta finalidad objetiva de la naturaleza se

    debe a que dicha nocin pertenece al Juicio reflexionante, ya que el concepto de un fin

    natural es un concepto que le sirve al Juicio para reflexionar sobre la organizacin

    interna de ciertos productos naturales. La nocin de una finalidad objetiva de la

    naturaleza, as como la idea de una tcnica real de la misma, pertenece al Juicio

    reflexionante, ya que por medio de ellas no se puede ni afirmar ni negar

    dogmticamente nada acerca de una hipottica causalidad intencional de la naturaleza

    en la produccin de los fines naturales, justamente porque la naturaleza no llega al

    concepto, a la reflexin. En este sentido, en el ltimo captulo de este apartado de

    nuestra investigacin se muestra cmo la idea de una tcnica de la naturaleza (real o

  • 25

    formal) siempre ha de mantenerse dentro de la idea de una finalidad sin fin de la

    naturaleza, tanto por lo que respecta a sus leyes empricas y a sus formas bellas, como

    por lo que respecta a los fines naturales. En ambos casos sin fin significa lo mismo

    que sin concepto7 , es decir, sin poder atribiur a la naturaleza voluntad alguna por

    medio de dicha finalidad.

    En el tercer apartado de nuestra investigacin emprendemos un anlisis

    pormenorizado del mencionado principio trascendental del Juicio, y de la peculiar

    heautonoma del Juicio esttico. En el primer captulo presentamos el problema del

    gusto dentro de la Crtica del Juicio esttico, y especialmente, mostramos la relacin

    que mantiene dicho principio con el sentimiento de placer y displacer. Los juicios puros

    de gusto manifiestan este enlace de una manera especialmente clara. El lugar donde

    mejor se pone de relieve este placer asociado al uso reflexionante del Juicio en general

    es en los juicios puros de gusto. Por este motivo, en este apartado realizamos una

    detallada lectura de la Analtica de lo bello, y exponemos el alcance esttico del

    Juicio reflexionante como tal. Para entender esta dimensin esttica del Juicio

    reflexionante es preciso atender a la exposicin de los juicios estticos puros sobre lo

    bello.

    En dicha exposicin Kant ofrece una cudruple definicin de lo bello. En el

    captulo dos investigamos cada una de estas definiciones. En primer lugar, examinamos

    la definicin de lo bello, segn la cualidad, en relacin al peculiar desinters de los

    juicios puros de gusto. Esta primera definicin de lo bello es muy importante para

    diferenciar el placer que pone en juego el Juicio reflexionante del placer siempre

    interesado de la facultad de desear. En segundo lugar, nos detenemos en la definicin de

    lo bello, segn la relacin, prestando especial atencin a la finalidad sin fin de los

    juicios puros de gusto, una finalidad sin fin que impide cualquier tipo de explicacin

    teleolgica del enjuiciamiento esttico de lo bello. Desde este punto de vista

    distinguimos la belleza de la perfeccin, y dentro de la propia belleza distinguimos la

    belleza libre (pulchritudo vaga) de la belleza adherente (pulchritudo adhaerens). Por

    ltimo, tambin mostramos la radical heterogeneidad de la belleza y la moral en

    relacin a la problemtica nocin de un ideal de belleza en general.

    7 J. Rivera de Rosales (2008b): Relation des Schnen ( 1-9), Modalitt des Schnen ( 18-22). En: Kritik der Urteilskraft. O. Hffe (Ed.), Akademie Verlag, Berln, p. 81.

  • 26

    En el captulo tercero y cuarto analizamos la ntima conexin que mantienen la

    definicin de lo bello, segn la cantidad y segn la modalidad. En este sentido,

    prestamos una especial atencin a la peculiar universalidad y necesidad de los juicios

    puros de gusto. Para dar cuenta de la universalidad y necesidad de los juicios puros de

    gusto es necesario presuponer la idea de una tonalidad o acorde universal (allgemeinen

    Stimme) y la idea de un sentido comunitario (gemeinschaftlichen Sinnes). En estos

    captulos mostramos cmo a la base de la universalidad condicionada y ejemplar

    necesidad de los juicios de gusto est la idea de un sensus communis; idea, que tanto el

    empirismo como el racionalismo del gusto malinterpretan constantemente.

    Para los objetivos de nuestra investigacin, la peculiar pretensin de los juicios

    puros de gusto de universalidad y necesidad ofrece un lugar privilegiado para indagar la

    conexin que mantienen Juicio y subjetividad. En esta pretensin de universalidad y

    necesidad de los juicios de gusto est en juego la heautonoma del Juicio esttico, y se

    plantea el problema de las condiciones subjetivas del conocimiento y de la

    comunicacin entre los hombres, en tanto seres que tienen que enlazar entendimiento y

    sentidos a la hora de juzgar8. Esta pretensin de universalidad y necesidad de los juicios

    de gusto pone especialmente de relieve el fundamento (inter)subjetivo de la filosofa

    trascendental, ya que remite a la libre e indeterminada armona de la imaginacin con la

    facultad de los conceptos en general.

    Consideramos que tras el problema de la necesidad y universalidad de los juicios

    de gusto se esconde algo ms que un problema esttico, si por tal se entiende un

    problema de una determinada disciplina llamada esttica. Tras la exposicin de los

    juicios de gusto lo que hay es una indagacin ontolgica de las condiciones subjetivo-

    transcendentales del conocimiento y de la comunicacin al menos entre nosotros los

    hombres. Con la exposicin de los juicios de gusto se pone de relieve la dimensin

    subjetivo-trascendental de la filosofa crtica, puesto que la idea de un sensus communis

    tambin funda una comunidad subjetivo-trascendental entre todos aquellos seres, que

    tienen que enlazar entendimiento y sentidos a la hora de juzgar. Se trata de una idea que

    en ningn caso depende de la constitucin emprica y contingente de cada sujeto

    8 Cf. KU. Ak-Ausg. V, 219.

  • 27

    particular. Por medio de esta idea se presupone a priori una sociabilidad trascendental,

    que est a la base de todos los conocimientos posibles al menos entre nosotros los

    hombres.

    Por ltimo, en el captulo tercero se analizan los ejemplos que Kant utiliza en la

    Analtica de lo bello, para acometer la exposicin de los juicios estticos

    reflexionantes. Estos ejemplos son especialmente importantes por el carcter ejemplar

    que ellos tienen. Adems ofrecen una ocasin excepcional para reflexionar sobre la

    posibilidad de errar en el enjuiciamiento esttico de lo bello. La posibilidad de errar es

    en este tipo de juicios especialmente importante, puesto que el Juicio no posee en estos

    casos un principio objetivo de subsuncin para enjuiciar lo bello.

    En el apartado cuarto de nuestro trabajo investigamos el enjuiciamiento esttico

    de lo sublime. En los dos primeros captulos de este apartado presentamos el papel que

    juega la Analtica de lo bello dentro de la Crtica del Juicio esttico. Kant parece

    tratar la Analtica de lo sublime como un mero apndice de la Crtica del Juicio. Sin

    embargo, creemos que la Analtica de lo sublime posee un importante significado a la

    hora de plantear correctamente la pregunta acerca del trnsito (bergang) dentro de la

    Crtica del Juicio. El problema del trnsito es planteado desde la perspectiva de la

    finitud de la capacidad esttica de la imaginacin y las exigencias incondicionadas de la

    razn.

    En el tercer captulo mostramos que la Analtica de lo sublime suministra una

    ocasin excepcional para investigar el papel de la imaginacin en el enjuiciamiento

    esttico de lo bello y lo sublime. En la experiencia esttica de lo sublime juegan un

    papel fundamental las ideas de la razn y la imaginacin. Pero en este caso, la

    imaginacin se topa con su propio lmite esttico, ya que su proceder esquemtico

    fracasa en el enjuiciamiento esttico de lo sublime. El problema en este caso reside

    tambin en que no hay ni puede haber ningn esquema adecuado para las ideas de la

    razn. Lo problemtico del trnsito reside en que la imaginacin tiene que intentar

    sensibilizar ideas de la razn, que sobrepasan todo aquello que nos puede ser dado en el

    mbito de los fenmenos.

  • 28

    En el captulo cuarto comparamos el enjuiciamiento esttico de lo bello y el

    enjuiciamiento esttico de lo sublime. En ambos casos, analizamos las coincidencias y

    las diferencias de ambos tipos de juicios, desde el punto de vista de la cantidad,

    cualidad, relacin y modalidad. Si el enjuiciamiento esttico de lo sublime puede

    formar parte de la Crtica del Juicio esttico es porque pone en juego una validez

    universal desde el punto de vista de la cantidad, desinters desde el punto de vista de la

    cualidad, una finalidad subjetiva desde el punto de vista de la relacin, y una peculiar

    necesidad desde el punto de vista de la modalidad9.

    Siguiendo el mismo procedimiento que en la Analtica de lo bello, en el

    captulo quinto de este apartado de nuestra investigacin exponemos el enjuiciamiento

    esttico de lo sublime segn la cualidad. En este caso, resulta imprescindible distinguir

    lo absolutamente grande como nico criterio de medida de lo sublime de lo que es

    grande y tiene una determinada magnitud (magnitudo y quantitas), as como de lo que

    es enjuiciado como monstruoso (Ungeheuer) y lo colosal (Kolossalisch). En el caso de

    lo sublime matemtico, la capacidad comprehensin de la imaginacin se ve superada

    por medio de dicho criterio de medida de la razn. Como mostramos en el sexto

    captulo de este apartado de nuestra investigacin, en el caso de lo sublime dinmico, la

    imaginacin se topa tambin con un lmite esttico al entrar en contacto con las ideas

    morales de la razn, puesto que tampoco se puede ofrecer ninguna intuicin adecuada a

    la destinacin suprasensible del hombre en la tierra. En el sptimo captulo analizamos

    los ejemplos que Kant emplea en la Analtica de lo sublime, para ilustrar el

    ejnuiciamiento esttico de lo sublime dinmico y sublime matemtico.

    Lo que a lo largo de todo este apartado se pone de relieve es que la experiencia

    esttica de lo sublime confirma indirectamente lo dicho en las dos primeras Crticas,

    por lo que respecta a los lmites de la sensibilidad y al problema de lo suprasensible en

    general. La Analtica de lo sublime explora una experiencia lmite (Grenzerfahrung)

    de la imaginacin. Pero esta experiencia lmite no significa ni un trnsito objetivo hacia

    lo suprasensible, ni tampoco una intuicin intelectual de aquello, a lo que no puede

    corresponder ninguna intuicin sensible. La experiencia esttica de lo sublime al menos

    entre nosotros los hombres se basa en un sentimiento espiritual (Geistesgefhl) en el

    9 Vase a este respecto: KU. Ak.-Ausg. V, 247.

  • 29

    que se pone en juego todo lo ganado en las dos primeras Crticas, especialmente en

    relacin a lo sensible y suprasensible. Por este motivo, la experiencia esttica de lo

    sublime debe ser correctamente interpretada por la facultad de juzgar. Se debe evitar esa

    subreption del Juicio que consiste en tomar la experiencia esttica de lo sublime por una

    experiencia objetiva de lo suprasensible. La experiencia esttica de lo sublime ha de

    mantenerse, pues, en el marco de la finitud de las facultades de conocer del nimo

    humano, conservando la radical heterogeneidad de nuestra imaginacin y las ideas de la

    razn.

    En el quinto apartado de nuestro trabajo investigamos el papel de la Deduccin

    de los juicios estticos puros y de la Antinomia del gusto en la Crtica del Juicio

    esttico. En el primer captulo de este apartado exponemos y analizamos

    pormenorizadamente la Deduccin de los juicios estticos puros. Volvemos a retomar

    la idea de una tonalidad universal (allgemeinen Stimme) y la idea de un sentido

    comunitario (gemeinschaftlichen Sinnes), porque la Deduccin de los juicios estticos

    puros tiene como tarea principal legitimar la pretensin de universalidad y necesidad

    de los juicios de gusto. Este captulo est ntimamente relacionado con la exposicin de

    los juicios estticos reflexionantes, en especial, con los captulos dedicados a la

    cantidad y modalidad de los juicios puros de gusto. En este sentido creemos que esas

    tres partes de la Crtica del Juicio ( 6-9, 18-22, y 30-40) deben leerse en relacin

    unas con otras10

    Por medio de esta Deduccin se legitima el principio trascendental del Juicio

    esttico reflexionante. Este principio recibe el nombre de sensus communis aestheticus,

    y tiene que diferenciarse del sano entendimiento comn debido a su carcter esttico.

    Este sensus communis aestheticus hace referencia al libre e indeterminado juego de la

    imaginacin y el entendimiento. La pretensin de universalidad y necesidad de los

    juicios de gusto slo se puede legitimar poniendo a su base una libre e indeterminada

    armona de la imaginacin y el entendimiento. Esta armona constituye la condicin

    formal y subjetiva del conocimiento al menos entre nosotros los hombres, y es

    imprescindible para evitar el escepticismo, el relativismo, y el dogmatismo.

    10 J. Rivera de Rosales. 2008b: 93.

  • 30

    En el segundo captulo de este apartado de nuestra investigacin ponemos en

    relacin la Antinomia del gusto de la Dialctica del Juicio esttico con las

    Antinomias de la Crtica de la razn pura y de la Crtica de la razn prctica. En la

    Antinomia del gusto se investiga el fundamento de los juicios de gusto por lo que

    respecta a la problemtica relacin que guarda el libre juego de la imaginacin y el

    entendimiento con el fundamento suprasensible de todas las facultades de conocer del

    nimo humano. De la correcta interpretacin del principio trascendental del Juicio

    reflexionante depende la solucin de la Antinomia del gusto, puesto que el

    fundamento ltimo del gusto apunta a lo suprasensible como tal ( 59 KU). nicamente

    en relacin a lo suprasensible pueden ser resueltas las Antinomias de las tres Crticas.

    El Juicio reflexionante juega un papel fundamental en la solucin de las mencionadas

    Antinomias, porque la solucin de las mismas depende de la distincin entre los

    fenmenos y las cosas en s mismas. Y esta distincin slo puede realizarse, si se tiene

    en cuenta la constitucin subjetiva de las facultades de conocer del nimo humano.

    Al final de este segundo captulo diferenciamos la belleza no slo de la

    moralidad, sino tambin de cualesquiera intereses (intelectuales o empricos) de la razn

    en lo bello. A pesar de ello examinamos tambin los mecanismos del Juicio

    reflexionante, que permiten hablar de la belleza como smbolo de la moralidad, sin por

    ello suprimir su radical heterogeneidad. El proceder analgico del Juicio es fundamental

    para enlazar crticamente la belleza y la moralidad. El Juicio reflexionante puede as ser

    caracterizado como la facultad responsable de construir las analogas, y por tanto, como

    la facultad responsable del correcto modo de hablar acerca de lo suprasensible en

    general. El enlace de belleza y moralidad es abordado desde la perspectiva ms amplia

    del proceder analgico del Juicio reflexionante en general, que ya est presente en las

    dos primeras Crticas.

    Este proceder analgico del Juicio se presenta como una alternativa al

    Esquematismo de Juicio determinante, para pensar lo suprasensible por relacin

    indirecta con lo sensible, es decir, sin suprimir por ello su radical diferencia y

    heterogeneidad. De este modo se ampla nuestro modo legtimo de hablar de lo

    suprasensible, sin invalidar por ello lo dicho en el Esquematismo de los conceptos

    puros del entendimiento de la Crtica de la razn pura. El proceder analgico del

    Juicio no permite conocer aquello que al menos entre nosotros los hombres ha de

  • 31

    permanecer desconocido. Este proceder analgico del Juicio respeta los lmites entre

    conocer y pensar, y no conduce a la exaltacin (Schwrmerei). El simbolismo

    analgico del Juicio reflexionante es decisivo a la hora de pensar el trnsito de lo

    sensible y lo suprasensible. Se trata de un proceder analgico que, aunque es tematizado

    explcitamente en la Crtica del Juicio, estaba ya presente en las dos primeras Crticas.

    Por ltimo insistimos en que este proceder analgico del Juicio es incomprensible, si no

    se pone a la base del mismo la particular constitucin del nimo humano.

    En el sexto apartado de nuestra investigacin tratamos la relacin que guarda el

    Juicio esttico con las obras del arte bello. En el primer captulo distinguimos las obras

    del arte de los efectos de la naturaleza. A su vez, dentro de las obras del arte

    distinguimos, en el tercer y cuarto captulo, los productos del arte de los productos de la

    artesana, as como las obras de las artes estticas de las obras de las artes mecnicas.

    Las artes estticas son caracterizadas por Kant como artes agradables o artes bellas.

    Slo en este ltimo caso pueden las obras del arte considerarse como obras del genio. El

    genio es un talento natural (Naturgabe), que se expresa en ciertos individuos a la hora

    de producir obras del arte bello. La naturaleza juega un papel muy importante en la

    produccin del arte bello, porque el mencionado talento es un don natural innato al

    genio.

    En el captulo quinto profundizamos en la problemtica aparicin de la

    naturaleza en el genio y en el captulo sexto analizamos el paralelismo entre obras del

    arte bello y obras del genio. El genio pone en juego un talento natural, que ninguna

    tcnica humana puede producir arbitrariamente. La emergencia de la naturaleza en el

    genio obliga a pensar en una finalidad a-teleolgica en relacin al arte bello, que es

    completamente desconocida para la actividad tcnica y teleolgica del hombre. Por

    medio de este don natural el genio es caracterizado como la facultad de las ideas

    estticas. El arte bello es un producto del genio, que ninguna tcnica o escuela puede

    producir ni generar. Sin un cierto don natural no hay arte bello. Pero este talento del

    genio tiene que ser limitado por el gusto, para que los productos del genio no resulten

    completamente disfinales para el libre juego de la imaginacin y el entendimiento.

    Esta ltima cuestin es tratada pormenorizadamente en el captulo ocho, donde

    interpretamos el sensus communis como lmite (Grenze) del arte bello. La idea de un

  • 32

    sensus communis es la idea de un lmite insuperable para la creatividad del genio, y es

    decisiva para poder hablar en el caso del arte de arte bello. En el caso del enjuiciamiento

    esttico del arte bello, al igual que en el caso del enjuiciamiento de la belleza natural, el

    Juicio reflexionante juzga con independencia de los conceptos de la razn o del

    entendimiento. El Juicio muestra tambin su peculiar heautonoma en relacin al arte

    bello, gracias a la presencia del gusto en las obras del genio. Esto significa que las obras

    del genio slo pueden propiciar un juicio de gusto, cuando fomentan el libre juego de

    nuestras facultades de conocer.

    No hay ninguna antinomia entre el gusto y el genio. Simplemente, las obras del

    genio no deben ser disconformes al gusto si quieren ser enjuiciadas como obras del arte

    bello. Es decir, la originalidad del genio tiene que armonizar con el gusto, para

    convertirse en una originalidad ejemplar. Slo as pueden las obras del genio ser

    ejemplares, y no un mero sinsentido esttico. La originalidad del genio es una condicin

    indispensable del arte bello (conditio sine qua non), que debe, sin embargo, ser limitada

    por el gusto, para proporcionar un ejemplo duradero a otros genios.

    Finalmente, en el captulo noveno analizamos los distintos ejemplos que da Kant

    de bellas artes. Estos ejemplos son especialmente problemticos en relacin a las artes

    del juego bello de las sensaciones, porque las sensaciones conciernen por definicin a lo

    agradable. Pensamos que nicamente pertenecen al arte bello las artes de la palabra

    (poesa y oratoria) y las artes de la forma (las artes plsticas y la pintura). Slo estas

    obras de arte pueden propiciar juicios puros de gusto, lo cual es decisivo para poder

    hablar de obras del arte bello. En cualquier caso, sin las mencionadas obras del arte

    bello sera imposible pensar una finalidad sin fin dentro del arte en general y slo en

    virtud de dicha finalidad pueden corcernir estas obras del arte bello al Juicio esttico

    como tal.

    Por ltimo, en el sptimo y ltimo apartado de nuestra investigacin retomamos

    todos aquellos pasajes en los que se ha ido poniendo de relieve el vnculo esencial que

    mantiene el Juicio y la reflexin con la constitucin subjetiva de las facultades de

    conocer del nimo humano. En las conclusiones mostramos que semejante referencia a

    la constitucin subjetiva de las facultades de conocer del nimo humano dibuja el

    subsuelo subjetivo de la filosofa crtica de Kant. Esto nos lleva a plantear la pregunta

  • 33

    por una antropologa trascendental como horizonte fundamental de la reflexin en

    condiciones de finitud y a profundizar en la legitimacin y limitacin de las facultades

    fundamentales del hombre11 como una de las tareas fundamentales de la filosofa

    crtica.

    11 O. Hffe 2008a: 2.

  • 34

  • 35

    I. Apartado primero.

    Presentacin del problema del Juicio en la filosofa crtica.

    1. Planteamiento sistemtico.

    La importancia y la especial dificultad de la Crtica del Juicio son de sobra

    conocidas. La Crtica del Juicio es la ltima de las Crticas, y en virtud de sus

    presupuestos es especialmente difcil, ya que presupone lo ganado en las dos primeras

    Crticas. Ahora bien, la Crtica del Juicio es la tercera de las Crticas de Kant no slo

    en el sentido de que, al publicarla, Kant suponga conocidas por el lector las dos

    anteriores, sino tambin en un sentido estrictamente sistemtico12. En un sentido

    sistemtico, en primer lugar, por el lugar central que ocupa el Juicio o la facultad de

    juzgar13 dentro del conjunto de nuestras facultades de conocer, y en segundo lugar, por

    el importante papel que juega esta tercera y ltima Crtica para comprender el alcance y

    los lmites de la entera filosofa crtica.

    Por lo que se refiere al primer punto, la importancia cada vez mayor del Juicio

    dentro de la filosofa crtica en su conjunto llega hasta tal punto que Kant se ve en la

    necesidad de escribir una tercera Crtica dedicada a esta facultad. Hasta entonces, la

    facultad que haba merecido dos importantes Crticas era la razn, a saber, la Crtica de

    la razn pura (KrV) y la Crtica de la razn prctica (KpV). En estas dos primeras

    Crticas se presenta al Juicio como una facultad superior de conocer, pero siempre

    como una facultad heternoma, es decir, subordinada a los dictados del entendimiento

    en el caso de KrV, o de la razn en el caso de KpV. Sin embargo, poco a poco esta

    facultad va adquiriendo una mayor envergadura dentro de la filosofa crtica, y se va

    perfilando como una facultad central para el andamiaje de nuestras facultades de

    conocer, y para la propia articulacin y arquitectnica de las dos primeras Crticas.

    12 F. Martnez Marzoa (1992): La Crtica del Juicio esttico. Hlderlin y el idealismo. En R. Aramayo y G. Vilar (Eds). En la cumbre del criticismo. Simposio sobre la Crtica del Juicio de Kant. Anthropos, Barcelona, 1992. p.139. 13 M. Garca Morente traduce Urteilsfraft por Juicio, y Urteil por juicio al ser el juicio una operacin particular del Juicio (Crtica del Juicio, Espasa Calpe, Madrid, 1995). Por la misma traduccin apuesta tambin J. L. Salabardo en: I. Kant. Primera Introduccin a la Crtica del Juicio (Visor, Col. La balsa de la medusa, Madrid 1987). Nosotros tambin seguimos esta lnea de traduccin, slo que por razones de claridad, optaremos por traducir Urteilskraft unas veces por Juicio, y otras por facultad de juzgar.

  • 36

    Como veremos a lo largo de este primer apartado de nuestra investigacin, el

    aparente papel menor que juega el Juicio en las dos primeras Crticas ha de ser

    matizado, precisamente, por los lugares tan sealados en los que aparece el Juicio en

    cada una de ellas. Sin embargo, y aunque su lugar sea en cada caso muy destacado, no

    es hasta la tercera Crtica, donde Kant se plantea la cuestin de si la mencionada

    facultad de juzgar posee un principio a priori propio que regule trascendentalmente su

    propia actividad de juzgar. Ser, sobre todo, un problema heredado del Apndice de

    la Dialctica trascendental de KrV lo que fuerce a hablar a Kant de una peculiar

    heautonoma de la facultad de juzgar como algo que haba quedado impensado en las

    dos primeras Crticas.

    Lo que paulatinamente ir descubriendo Kant es que el Juicio no es una simple

    facultad mecnica de enjuiciar subordinada siempre y en cada caso a los principios de la

    razn y del entendimiento, sino una facultad creativa, que posee empero un principio a

    priori y trascendental para su propia autorregulacin, un principio del que depende el

    modo de pensar la unidad y la diferencia de las dos primeras Crticas. Es por ello por lo

    que la Crtica del Juicio resulta decisiva a la hora de entender la unidad arquitectnica y

    sistemtica de las dos primeras Crticas. Su propio estatuto dentro de la filosofa crtica

    es de lo ms problemtico. En efecto, la Crtica del Juicio ocupa un extrao lugar en el

    edificio crtico, ya que no supone ninguna nueva regin de objetividad distinta de la

    terica y la prctica. El principio trascendental del Juicio no introduce una nueva

    legalidad objetiva distinta de las leyes trascendentales del entendimiento y la ley moral

    de la razn. nicamente el entendimiento y la razn poseen mbitos de validez objetiva,

    a saber, la validez que podemos llamar conocimiento, y la validez que podemos llamar

    decisin.

    En efecto, no hay un tercer modo de validez, un tercer tipo de discurso vlido,

    aparte de cognoscitivo y el prctico. Y, sin embargo, hay una tercera Crtica, que tiene

    una estructura bien diferente a la de las dos anteriores14. Pero, aunque no hay un

    tercer modo de validez objetivo distinto del terico y del prctico, s que hay un tercer

    tipo de discurso vlido a nivel subjetivo para pensar la problemtica relacin de las dos

    14 F. Martnez Marzoa (1992): La Crtica del Juicio esttico. Hlderlin y el idealismo. p.139.

  • 37

    primeras Crticas. Un discurso subjetivo-trascendental, cuya peculiar legitimidad debe

    explorar la tercera Crtica.

    Este discurso subjetivo-trascendental es fruto no tanto del entendimiento o de la

    razn, sino del Juicio en tanto que facultad responsable de la reflexin en general. En

    virtud de este ejercicio reflexionante se puede pensar un trnsito subjetivo entre lo

    terico y lo prctico sin transgredir los lmites establecidos en las dos primeras Crticas,

    es decir, sin cancelar la heterogeneidad radical de lo terico y lo prctico, y asumiendo

    que no se trata de partes de un todo, ni de especies distintas de un mismo gnero. Se

    trata de un ejercicio reflexionante del Juicio que nos permite pensar ese trnsito a partir

    de lo que podramos llamar la sustraccin del todo, puesto que esa unidad del uso

    terico y el uso prctico de la razn no aparece jams antes de la escisin

    cognoscitivo-prctico, ni en el punto cero de esta escisin15.

    En la Crtica del Juicio Kant investiga un principio trascendental del Juicio que

    debe regular el modo de pensar dicha unidad, sin suprimir su radical diferencia. Se trata

    de un modo de pensar y de hablar que excluye por principio cualquier derivacin o

    gnesis unitaria de las dos legislaciones objetivas de la razn y del entendimiento a

    partir de una tercera superior y omniabarcante. La reflexin que ejerce la facultad de

    juzgar debe desarrollarse en un plano subjetivo-trascendental, es decir, en un plano

    donde no hay gnesis posible de ambos modos de validez.

    Esto explica en cierto modo el peculiar estatuto que tiene la Crtica del Juicio

    dentro del sistema de la filosofa crtica. Como veremos a continuacin, que a la Crtica

    del Juicio no le pueda corresponder ninguna metafsica especfica tiene que ver con el

    peculiar carcter subjetivo del principio trascendental del Juicio reflexionante. En

    efecto, no se trata de un nuevo principio objetivo (en este caso del Juicio), sino de un

    principio subjetivo-trascendental que constituye el verdadero suelo de la filosofa

    crtica. Por medio de l se instaura una nueva diferencia que atae no slo a la

    diferencia entre lo terico y lo prctico, sino la diferencia entre lo doctrinal y la crtica.

    15 Ibidem.

  • 38

    La Crtica del Juicio no ofrece ninguna doctrina objetiva para juzgar, sino un

    criterio subjetivo para orientarse en el pensar, precisamente en aquellos casos en los que

    no se puede disponer de ningn criterio objetivo para juzgar. La Crtica del Juicio no

    conduce a ninguna doctrina y a ninguna metafsica, porque su proceder es

    esencialmente reflexionante. La Crtica del Juicio es una suerte de regreso a la tierra

    de la razn pura misma, para fundar la posibilidad del proceder crtico como tal en la

    restitucin del plano de trascendentalidad subjetivo (es decir, no determinante de

    esfera objetiva alguna) que liga sentir, pensar, y comunicar el pensamiento,

    antes de toda dualidad de sujeto y objeto, antes de la divisin entre el uso terico y el

    uso prctico de la razn []. La crtica aqu es, por decirlo con el lenguaje de ciertos

    conocidos crticos de Kant, meta-crtica de la razn16.

    Lo que pretendemos explorar a lo largo de nuestro trabajo es, precisamente, este

    plano subjetivo de la filosofa crtica a partir del principio trascendental del Juicio

    reflexionante en general. La importancia de esta dimensin subjetiva es tal, que sin ella

    sera imposible comprender la aseveracin de Kant segn la cual con respecto al Juicio

    la crtica hace las veces de doctrina. La importancia del proceder crtico del Juicio se

    debe a que su actividad reflexionante no slo est a la base de las dos primeras Crticas

    y sus respectivas metafsicas, es decir, a la base de la diferencia entre el uso terico y el

    uso prctico de la razn, sino a la base del correcto modo de pensar su problemtica

    unidad, sin recurrir para ello a una tercera esfera de objetivad que conlleve la

    superacin de lo establecido en las dos primeras Crticas. En este sentido es por lo que

    la KU no ofrece ninguna parte a la filosofa trascendental, en tanto que doctrina

    objetiva, sino que slo constituye la conexin o el enlace (Verband) de las dos

    facultades superiores de conocer (el entendimiento y la razn)17, es decir, el enlace

    subjetivo de las dos legislaciones objetivas del entendimiento y la razn.

    La Crtica del Juicio culmina esa ontologa de la sustraccin, por utilizar una

    expresin de A. Badiou18, en la que se cierra las puertas a cualquier presunto

    16 M.J. Callejo Hernanz (1998): Primado de la presencia o experiencia de la libertad. Heidegger y la cuestin kantiana de los lmites de la sensibilidad (Introduccin a un estudio sobre el tratado Besinnung). Lgos. Anales de Seminario de Metafsica, Vol. 1, Nota 43. p.222. 17 KU. Ak.-Ausg. XX, 242.

    18 Vase: A. Badiou. (2002): La ontologa de la sustraccin de Kant, en Breve tratado de ontologa transitoria, Barcelona, Gedisa, pp. 131- 139.

  • 39

    conocimiento objetivo de lo suprasensible, como punto de unin de todas nuestras

    facultades de conocer, y como punto de unin de las legislaciones de la razn y del

    entendimiento. No hay ningn camino para adentrarse objetivamente en este sustrato o

    fondo que nos pueda llevar ms all de esas dos legislaciones del entendimiento y de la

    razn, y con respecto al cual estas dos legislaciones se conviertan en una suerte de

    apariencia (Schein) por relacin al todo.

    La Crtica del Juicio sigue en este punto, como veremos ms adelante, lo ganado

    en las Dialcticas de las dos primeras Crticas. La Crtica del Juicio es consecuente

    con la entera empresa crtica, porque es un lugar esencial para desacreditar esta suerte

    de meta-discurso totalizante, que pretende cancelar la diferencia y escisin del

    entendimiento y la razn, o mejor dicho, conquistar una nueva y ms elevada

    objetividad por medio de ellos. El nico Faktum al que remite la Crtica del Juicio, si

    podemos seguir hablando en estos trminos, es a la peculiar constitucin subjetiva de

    nuestras facultades de conocer, y al carcter subjetivo-trascendental del discurso del

    Juicio reflexionante. Este es un discurso del que depende el modo de pensar el enlace

    entre las dos facultades superiores de conocer, y que debe de ser regulado a un nivel

    subjetivo por el principio trascendental del Juicio. De dicha autorregulacin, como

    veremos a lo largo de nuestra investigacin, depende el correcto modo de pensar su

    desconocida raz comn, o si se quiere, el correcto modo de hablar de lo que no se

    puede en ningn caso conocer, a saber, el sustrato suprasensible de las distintas

    legislaciones de la razn y el entendimiento.

    Ahora bien, ste tipo de meta-discurso abre una nueva brecha en el seno de la

    propia filosofa crtica. Una brecha que no slo afecta a la diferencia entre lo terico y

    lo prctico, sino a la diferencia entre los usos objetivos del entendimiento y la razn, y

    las condiciones subjetivas de la reflexin. Una reflexin que en ningn caso se mueve

    en el punto cero de esa escisin, sino en el estrecho desfiladero, de lo que a pesar de no

    poderse conocer, se puede empero pensar. El carcter reflexionante de este meta-

    discurso crtico se debe a que pone en relacin el problema de lo suprasensible en

    general con la constitucin subjetiva de nuestras facultades de conocer.

  • 40

    2. Crtica, metafsica y sistema.

    Kant seala en las dos Introducciones a KU, que nuestra entera facultad de

    conocer slo tiene dos esferas (Gebiete): la del entendimiento, que instaura el concepto

    de una naturaleza en general, y la de la razn, que abre el espacio de la libertad prctica.

    En la primera de esas esferas el entendimiento legisla a priori, mientras que en la

    segunda es la razn quien legisla a priori. La filosofa se divide conforme a ello en

    filosofa terica y prctica. El resultado de las dos primeras Crticas es, por tanto, que

    el entendimiento y la razn tienen dos diferentes legislaciones sobre uno y el mismo

    territorio de la experiencia (Boden der Erfahrung), sin que les est permitido hacerse

    perjuicio la una a la otra. Pues as como el concepto de la naturaleza no tiene influjo

    en la legislacin de la libertad, de igual modo, sta no influye en nada en la legislacin

    de la naturaleza19.

    Ahora bien, cada una de estas legislaciones es el suelo para distintas metafsicas.

    En el propio Prefacio de la Fundamentacin de la Metafsica de las Costumbres Kant

    insiste en que de esta doble legislacin del entendimiento y de la razn surge la idea

    de una doble metafsica: una metafsica de la naturaleza y una metafsica de las

    costumbres20. La primera de estas legislaciones, a saber, la legislacin del

    entendimiento, es abordada en la Analtica trascendental de KrV. Esta Analtica

    trascendental de KrV constituye, dice Kant, el verdadero ncleo de la ontologa o

    filosofa trascendental. Gracias a esta Analtica se gana el concepto de una naturaleza

    en general. Sin este concepto de una naturaleza en general no tiene sentido hablar de

    una metafsica de la naturaleza, porque la mencionada metafsica de la naturaleza no es

    sino la materializacin de la ontologa en una fsica pura o en una fsica racional.

    La metafsica de la naturaleza presupone y a la vez ampla la mencionada

    ontologa al investigar la naturaleza, no como una naturaleza en general, sino como una

    naturaleza corprea por oposicin a la naturaleza pensante. A diferencia de la

    mencionada Analtica, que trata de las leyes que hacen posible una naturaleza en

    general, la metafsica de la naturaleza trata la naturaleza como una naturaleza corprea

    y material. Esta metafsica de la naturaleza presupone una positividad determinada, y 19 KU. Ak.-Ausg. V, 175. 20 Grundlegung. Ak.-Ausg. IV, 388.

  • 41

    slo a partir de ella establece su ulterior determinacin a priori. El discurso que la

    metafsica de la naturaleza es por eso, ciertamente, a priori, si bien esencialmente

    particular (ontologa regional, dira Heidegger.)21.

    La diferencia entre la Analtica trascendental de KrV y la metafsica de la

    naturaleza afecta tambin a su universalidad. Lo que hace a un principio universal y a

    otro regional o particular es la distinta pureza del a priori en cuestin. Se puede decir

    que un principio trascendental es un principio a priori puro, mientras que el

    principio metafsico es a priori, pero no puro. [] Que el principio metafsico sea

    a priori y no puro, quiere decir que, aun no tratndose de una generalizacin emprica,

    siendo, pues, rigurosamente a priori, y en su circunscripcin estrictamente universal y

    necesario, es, sin embargo, inderivable de lo trascendental22.

    Pues bien, lo mismo sucede con la segunda de las Crticas. A la Crtica de la

    razn prctica le corresponden tambin una metafsica, pero en este caso, una

    metafsica de las costumbres. Dentro de esta metafsica de las costumbres el concepto

    de hombre juega un papel anlogo al que desempea el concepto de cuerpo dentro de la

    metafsica de la naturaleza. El hombre es aqu un concepto que restringe la metafsica

    de las costumbres por lo que respecta a la universalidad de la exposicin del principio

    supremo de la razn pura prctica. En efecto, en el caso del uso prctico de la razn, el

    principio supremo de la razn no presupone el concepto de hombre, sino el concepto de

    un ser racional finito en general. En KpV no se ofrece la determinacin particular de

    los deberes como deberes humanos. Esta tarea no pertenece a una crtica de la razn

    prctica en general, que slo tiene que dar de un modo completo los principios de la

    posibilidad de la extensin y de los lmites de la razn prctica, sin referencia

    particular a la naturaleza humana23.

    Sin embargo, a la crtica de la razn prctica [debe] seguir una metafsica de

    las costumbres que se divide en principios metafsicos del derecho, y principios

    metafsicos de la virtud (como rplica a los principios metafsicos de la ciencia de la

    21 J. M. Navarro Cordn (2002): Facticidad y trascendentalidad en R. Rodrguez (Ed), Mtodos del pensamiento ontolgico, Sntesis, Madrid, p.81-2. 22 Ibid. 82. 23 KpV. Ak.-Ausg. V, 8.

  • 42

    naturaleza, ya publicados)24. La tarea de una metafsica de las costumbres es

    suministrar ciertas pautas o reglas para aplicar el principio supremo de la razn prctica

    a la naturaleza del hombre. Y aunque la naturaleza humana puede slo conocerse por

    experiencia y no es la Metafsica de las Costumbres quien se ocupa de ella, s que le

    est encomendada a ella la tarea de pertrecharnos de principios a priori que puedan

    servir de puente para la aplicacin del principio moral a la naturaleza humana25.

    La Metafsica de las Costumbres, a diferencia de KpV, s que toma en

    consideracin la naturaleza humana, e intenta desentraar las condiciones subjetivas de

    aplicacin del principio supremo de la moralidad. Esta es la labor complementaria que

    realiza la Metafsica de las Costumbres en relacin a la KpV: intentar desentraar un

    a priori material que, sin abandonar el campo de la razn pura, no ingresa en la

    antropologa emprica, pero muestra las consecuencias que para ella tiene la

    aplicacin de los principios morales26. En este sentido, dice Kant, que del mismo

    modo que en una metafsica de la naturaleza tiene tambin que haber principios

    para aplicar los principios supremos universales de una naturaleza en general a los

    objetos de experiencia, no pueden faltar tampoco en una metafsica de las

    costumbres, y tendremos que tomar frecuentemente como objeto la naturaleza

    peculiar del hombre, cognoscible slo por la experiencia, para mostrar en ella las

    consecuencias de los principios morales universales, sin disminuir por ello, sin

    embargo, la pureza de los ltimos, ni poner en duda su origen a priori27.

    En cualquier caso, a las dos legislaciones objetivas de la razn y del

    entendimiento les corresponde una doble metafsica. De acuerdo con esto, la filosofa se

    divide en filosofa terica y filosofa prctica, y sus respectivas metafsicas: la

    metafsica de las costumbres y la metafsica de la naturaleza. Sin embargo, a la Crtica

    del Juicio no le corresponde ni le puede corresponder metafsica alguna A qu se debe

    esta asimetra?

    24 MS. Ak.-Ausg. VI, 205. 25 A. Cortina (2002): Estudio preliminar a la Metafsica de las Costumbres de Kant. En La Metafsica de las Costumbres, Tecnos, Madrid, p. XXXVI. 26 A. Cortina. 2002: XXXVII. 27 MS. Ak.-Ausg. VI, 217.

  • 43

    La respuesta, creemos, hay que buscarla en la nueva brecha que se abre dentro

    del discurso crtico entre las dos facultades de la objetividad (la razn y el

    entendimiento) y el Juicio reflexionante, cuyo carcter subjetivo es del todo irreductible

    a la cuestin de la objetividad. La KU no permite erigir sobre s ninguna nueva

    metafsica, porque no se mueve en el campo de la objetividad. Es el carcter subjetivo-

    trascendental del principio que maneja el Juicio para su reflexin lo que hace imposible

    la aparicin de una tercera metafsica, un principio que no tiene parangn alguno, si se

    lo compara con los principios que manejan el entendimiento y la razn. El Juicio es la

    fuente de una discursividad no objetiva, que sin embargo hilvana y recorre la entera

    filosofa crtica, y de la que depende el modo de pensar el trnsito entre las distintas

    facultades de conocer. Una discursividad, que habla y piensa en un tono menor, pero

    que tiene un carcter constitutivo para todos aquellos seres (que como el hombre)

    necesitan para juzgar enlazar sensibilidad y entendimiento.

    Este principio no es ningn principio objetivo, y no legisla objetivamente ni

    sobre la naturaleza ni sobre la libertad. Es un principio subjetivo que subyace a la entera

    Crtica del Juicio, con el que se culmina la idea de un sistema de la razn pura. Ahora

    bien, en la medida en que en esta tercera Crtica aflora el plano subjetivo de la entera

    filosofa crtica, se introduce una importante discontinuidad frente a las dos primeras

    Crticas. Ciertamente, con la Crtica del Juicio el sistema de la filosofa crtica queda

    concluido, pero al mismo tiempo se abre el espacio para repensar el estatuto del propio

    discurso crtico, que en principio no se apoya en ninguna jurisprudencia objetiva. Es,

    pues, esta dimensin subjetiva de la Crtica del Juicio lo que impide convertir al

    principio trascendental del Juicio en una doctrina objetiva para el Juicio, y lo que hace

    imposible erigir una tercera metafsica, ya que no constituye una tercera legislacin

    objetiva. Se trata, en efecto, del nico momento en el que la la crtica hace las veces

    de doctrina.

  • 44

    3. Introduccin enciclopdica a la Crtica del Juicio.

    En la primera Introduccin a KU28, Kant seala que hay, por as decirlo, dos

    estrategias para introducir la Crtica del Juicio dentro del sistema de una crtica de la

    razn pura en general. Una de ellas es la introduccin propedutica (propedeutische),

    otra la introduccin enciclopdica (enzyklopdische). La introduccin propedutica es

    aquella que prepara y presenta una teora que de algn modo precede y est ya presente

    con anterioridad a la propia introduccin. La introduccin enciclopdica es, por el

    contrario, aquella que a la manera de una conclusin de la teora que se trata de exponer,

    introduce la mencionada teora dentro de un sistema al que pertenece como parte. En los

    dos casos se da una cierta precedencia de la teora, pero lo caracterstico de la

    introduccin enciclopdica es que no presupone una teora afn (verwandte)

    preparatoria de la teora a presentar, sino la idea de un sistema, que slo se completa

    por medio de aquella29.

    Pues bien, la presentacin que hace Kant de la Crtica del Juicio es ante todo

    enciclopdica porque presupone la idea de un sistema. Pero de un sistema que afecta

    tanto a la idea sistemtica de una doble metafsica, como a la unidad sistemtica de

    todas nuestras facultades de conocer. La introduccin enciclopdica que hace Kant de la

    Crtica del Juicio busca situar la mencionada Crtica dentro del sistema de la razn

    pura, pero no dentro del sistema de las ciencias (o de las metafsicas) de la razn

    pura, sino slo en la crtica de todas las facultades del nimo determinables a priori, en 28 Es un hecho conocido que la segunda introduccin sustituy en la edicin alemana a la as llamada Primera Introduccin. Esta ltima no se llama primera slo porque precediese a la segunda, sino sobre todo porque, contrariamente al habitual carcter postfactum de las introducciones, fue redactada por Kant antes de que la tercera crtica fuese completada. Sobre la exactitud del momento hay una polmica, centrada en si la Primera Introduccin fue redactada antes o despus de la deduccin y la dialctica de los juicios de gusto. G. Tonelli (1954) en La formazione del testo della Kritik der Urteilskraft, en Revue Internationale de Philosophie n 8, pp. 423- 448, y tambin A. Lpez Molina (1984) en Razn pura y Juicio reflexionante en Kant, Editorial de la Universidad Complutense de Madrid, p.4, se decantan por la segunda opcin, mientras que otros autores como, por ejemplo, Helga Mertens (1975) en su Kommentar zur ersten Einleitung in Kants Krtitik der Urteilskraft: zur Systematischen Funktion der Kritik der Urteilskraft fr das System der Vernunftkritik. Johannes Berchman, Mnchen, p. 239, se decantan por la primera. En cualquier caso lo que Tonelli muestra convincentemente es que su redaccin en todo caso es anterior a la Crtica del juicio teleolgico (1954: 449 ss). El principal motivo que da Kant para desechar esta introduccin de la edicin definitiva es la excesiva longitud de la misma. As se lo escribe a Beck en 1792: para su uso en un futuro resumen de la Crtica del Juicio le mando el manuscrito de la introduccin que redact en primer lugar a tal obra, la cual deseche simplemente por su extensin desproporcionada, pero que me parece contener todava alguna contribucin a la intuicin completa de una finalidad de la naturaleza (Ak. Ausg. XI, n 549, 396). 29 KU. Ak.-Ausg. XX, 242.

  • 45

    cuanto que estas facultades constituyen un sistema en el nimo30 del sujeto. Es decir,

    la presentacin que lleva a cabo Kant de la C