Tesis Lesiones Edgar

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ANTROPOLÓGICAS ____________________________________________________________ Del signo al hecho. Bases anatómicas, criminalísticas y médicas del estudio de lesiones craneales para la antropología forense. T E S I S QUE PARA OPTAR AL GRADO DE MAESTRO EN ANTROPOLOGÍA P R E S E N T A EDGAR GAYTÁN RAMÍREZ DIRECTORA DE TESIS: DRA. MARÍA VILLANUEVA SAGRADO . CIUDAD UNIVERSITARIA, D.F. 2007

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Del signo al hecho. Bases anatómicas, criminalísticas y médicas delestudio de lesiones craneales para la antropología forense.

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  • UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO

    FACULTAD DE FILOSOFA Y LETRAS INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ANTROPOLGICAS

    ____________________________________________________________

    Del signo al hecho. Bases anatmicas, criminalsticas y mdicas del estudio de lesiones craneales para la antropologa forense.

    T E S I S

    QUE PARA OPTAR AL GRADO DE MAESTRO EN ANTROPOLOGA

    P R E S E N T A EDGAR GAYTN RAMREZ

    DIRECTORA DE TESIS: DRA. MARA VILLANUEVA SAGRADO .

    CIUDAD UNIVERSITARIA, D.F. 2007

  • NDICE Agradecimientos PREMBULO........................................................................................................... 6 INTRODUCCIN..... 10

    CAPTULO I. La antropologa forense y el cuerpo como evidencia. 1.1. Antropologa fsica, cuerpo y crimen 17 1.2. Una antropologa forense en el siglo XX 24 1.3. La antropologa aplicada al medio forense 27 1.4. Cruce de caminos. Antroplogos mdicos y mdicos antroplogos 31

    CAPTULO II. La muerte: sus causas y sus efectos. 2.1. De indicios, evidencias y pruebas en la investigacin criminal 34 2.2. Consideraciones sobre el principio de causa de muerte 41 2.3. Aspectos mdico-legales de la muerte 46 2.4. Carcter antropolgico de la muerte 50

    CAPTULO III. El tejido conectivo ms persistente 3.1. Los traumas, las heridas y las lesiones 52 3.2. Traumatismos al tejido seo 62 3.3. El intervalo, antemortem, perimortem y posmortem 67 3.4. Lesiones craneales y crneo-cerebrales 74 CAPTULO IV. Datos sobre la violencia en Ciudad Jurez. Estudios de caso 4.1. La muerte en Ciudad Jurez 95 4.2. Casustica. Lesiones crneo-cerebrales 98 4.3. Resultados y consideraciones finales 136 4.4. Consideraciones generales para la antropologa forense en la investigacin criminal 152 CONCLUSIONES 156 BIBLIOGRAFA 159

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    INDICE DE FIGURAS 167 ANEXO ANATMICO 169 I. El crneo y su contenido

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    Dedicatoria 1: A quienes viven interminablemente levantando nuestro mundo de los escombros abandonados por otros.

    Dedicatoria 2: A todos los miembros de mi gran familia mexicano-chilena.

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    AGRADECIMIETOS

    El ejercicio personal de investigacin es tambin un esfuerzo de muchos, por tanto, resulta imposible mencionar al conjunto de actores que se vieron involucrados directa e indirectamente en la produccin de sta tesis.

    En primer lugar, quiero agradecer la ayuda de mi tutora, por segunda ocasin, la Dra. Mara Villanueva, quin con dedicacin, compaa y mucha paciencia, me entrego mucho apoyo anmico y sabidura.

    Un especial agradecimiento a mi compaera Varinia Barra, quin me brind incontables veces su tiempo y me aport su punto de vista a travs de dilogos y reflexiones en aspectos metodolgicos durante la escritura de la tesis. Otra vivencia muy similar la tuve con el Mtro. Carlos Jcome, con quien compart dos aos de maestra y experiencia laboral en tan fascinante rea antropolgica. Un profundo agradecimiento al Lic. Samuel Fuentes, por dedicarme largas horas de desvelo en afinar la redaccin y en la correccin de conceptos afines al derecho penal.

    Siempre estarn en mi memoria por supuesto, la Dra. Josefina Mansilla, con quin he intercambiado experiencias en la investigacin y publicacin, esperando que dicha relacin se continu en el futuro.

    A los sinodales, el Dr. Lus Alberto Vargas, el Dr. Jos Lus Vera, y a la Mtra. Abigail Meza por su amabilidad y absoluta confianza.

    Por ltimo agradezco a los licenciados, mdicos y especialistas, que dedican su vida a la investigacin forense, tanto en Ciudad Jurez como en Chihuahua. Una especial gratitud a la antroploga Yessmin Antilln y al Lic. Aragons, por su confianza, en permitirme acceder libremente a los archivos y protocolos mdicos y criminalsticos del SEMEFO de la Procuradura del Estado de Chihuahua.

    Por ltimo, agradezco a la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, y a todas las personas annimas que la conforman, y posibilitan que la ciencia antropolgica se continu desarrollando, en especial a quienes facilitan los medios y recursos para que las nuevas generaciones prolonguen tan importante ciencia humanstica.

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    PREMBULO

    Los contenidos vertidos en esta tesis, luego de ser integrados en un solo eje rector, conectan tpicos tanto de orden discursivo como de carcter prctico provenientes de distinta procedencia. Nuestro intento es amalgamar dos grandes corrientes de la antropologa, las cuales se expresan cotidianamente en un mismo pero multifactico entorno: aqul en donde prevalecen los delitos, los crmenes de guerra, los de Estado y los de lesa humanidad. Los factores que nos condicionan se perpetan interminablemente hasta traspasarnos, an cuando la postura ha sido abordada anteriormente, es de reconocer la dificultad en reunir ambas lneas en una sola postulacin. Sobre dicho eje de integracin, la primera corriente, a la cual hago referencia, es la llamada antropologa de la muerte, un campo amplio, complejo y de antigua investigacin etnogrfica, y la segunda, es la antropologa forense, con una considerable historia cientfica ampliamente instalada en el mbito jurdico y en la investigacin acadmica.

    Adentrarse en cualquiera de estas dos corrientes o lneas de estudio, tanto por el lado de la simbolizacin de la muerte como en su tratamiento cientfico, en principio, obliga a reflexionar sobre cmo se representa colectivamente dicho fenmeno en nuestra cultura, cmo se maneja en el interior de las instituciones y por ltimo que interpretaciones colectivas se suscitan en cada grupo.

    Un nfasis especial requiere el tema de la muerte violenta y sus indeseadas consecuencias, tanto biolgicas como sociales. Los daos y la muerte causada por la violencia son el resultado de una serie de factores de diversa ndole; biolgicos, psicolgicos, sociales, educacionales, econmicos, polticos y legislativos. Por tanto, el problema de la violencia en las sociedades actuales, se ha convertido en la principal causa de defuncin en sectores poblacionales focalizados. Por ello, para ser erradicada, primero es necesario entender sus causas y sus consecuencias a los distintos niveles en los cuales se manifiesta. La antropologa forense se acerca al fenmeno de la muerte violenta por dos razones fundamentales, la primera de ellas est dada por su relacin con el rea penal, y la segunda, porque su materia de interpretacin recae sobre los restos seos humanos.

    El campo penal en realidad es muy amplio y est integrado por muchas reas bien delimitadas. En esta tesis nos referimos, particularmente, as a los delitos graves como a las

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    violaciones de los derechos tutelares fundamentales. La intervencin antropolgica forense, reservada al aporte de informacin probatoria para quienes se encargan de perseguir el delito e impartir justicia en contextos criminales, es una de sus manifestaciones exclusivas; pues otra de ellas, igualmente muy extendida internacionalmente, se da como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, cuando se abren los canales legales para castigar los crmenes de guerra denunciados, que incluyen los crmenes de Estado, los de genocidio y los de lesa humanidad1. En Latinoamrica este acontecimiento, dio paso a la formacin de distintos equipos, bufets y asociaciones cientficas vinculadas a organizaciones desinteresadas y comprometidas con la denuncia de tales atropellos, lo cual logr iniciar varios procesos legales, sobre todo en Japn, frica, Europa del Este y en Amrica: Argentina, Guatemala y Per, en una atmsfera de impunidad gubernamental e inaccin estatal.

    Ahora, con respecto a la perspectiva epistemolgica de la llamada antropologa de la muerte, sta se sustenta en una ptica interdisciplinaria, que se esmera por abarcar la mayora de las otras visiones relacionadas con dicho fenmeno: la biolgica, la social, la legal y la psicolgica. Esta bsqueda interdisciplinaria del fenmeno de la muerte, parte de un intento sustantivo por comprender, explicar y manejar nuestra propia vida. De hecho, puede sostenerse que a travs de la muerte se definen procesos de identidad y alteridad, al igual que se construyen y reconstruyen prcticas culturales. En este sentido, la muerte se comprende como un smbolo universal del hombre que nos aproxima a la comprensin del mundo que nos envuelve.

    Pero no puede olvidarse que la simbolizacin de la muerte es, tambin, parte de la naturaleza humana, lo cual se diferencia notablemente de la que se refiere a otras especies animales. A medida que la especie humana fue evolucionando, toda su biologa fue modificndose, de la misma manera que sus capacidades cognoscitivas se fueron diferenciando; y este principio es necesario para adquirir nuestra conciencia del ser. La capacidad reflexiva del hombre deriv en un pensamiento abstracto sobre la muerte, el cual incluye la nocin de finitud, nocin que, a su vez, involucra necesariamente, los conceptos de tiempo y espacio (Vincent, 1983).

    La muerte como fenmeno incuestionablemente natural y social, adquiri un carcter en cierto sentido ms autnomo, que no se contradice con la construccin de la identificacin primal de lo vivo y lo muerto. La diferencia entre uno y otra, crea una identidad, y sta, a su

    1 Definidos en el Estatuto de la Corte Penal Internacional como cualquiera de los actos siguientes cuando se cometen como parte de un ataque generalizado o sistemtico contra la poblacin civil y con conocimiento de dicho ataque: asesinato; exterminio; deportacin; tortura y desaparicin forzada (Mller, 2003).

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    vez, una definicin de cada uno de esos procesos. La visin materialista enuncia la idea de la muerte como esencia de la propia vida y

    encuentra su justificacin, as como su categorizacin, en la muerte real, fsica y tangible, en el cadver que la confirma irrefutablemente, ya que ste es la materia inerte que representa la muerte biolgica, el cese total de las funciones orgnicas, esto es, la extincin definitiva y absoluta del individuo.

    Pero por otro lado, bajo una segunda perspectiva, que es la ecolgica, vemos que aquel cadver inerte (conforme a la visin anterior), experimenta una interaccin con el ecosistema, durante su descomposicin, pasando a formar parte ntima de un proceso mayor de transformacin, degradacin y reincorporacin consubstancial a los ciclos entrpicos de la naturaleza. En esta interpretacin bio-ecolgica, destaca Weissman y sus sucesores, quienes enunciaron que la caracterstica de lo orgnico, o mejor dicho de la vida, es la perennidad, la inmortalidad, y no la muerte (Morin, 1994)

    En trminos antropolgicos, la muerte brinda un sentido de identidad al sujeto, nos remite a la nocin de pertenencia, como en el caso de los ancestros, de ubicarnos en una lnea contina entre ellos (los muertos) y nosotros (los vivos).

    La preocupacin funeraria y legal respecto del cadver, como prctica humana, se caracteriza por una relacin tanto tangible como intangible con el difunto, en donde se asigna un espacio sacralizado como lugar comn que deber tener el muerto (tumbas, cementerio, parques del recuerdo, etc), todo lo cual tiene una significacin que va de la mano con el pensamiento religioso y, por ende, conlleva referentes sociales de carcter particular. As, la prctica fnebre cumple la finalidad de discriminar entre la parte somtica y la parte anmica, aislando y sepultando a la primera, y reviviendo o divinizando a la segunda, tanto a travs de los ritos como de las invocaciones y de las creencias.

    Aqu nos encontramos con la prctica de la antropologa forense como auxiliar, tanto de carcter cientfico como de carcter humano. Los casos de desaparecidos o los restos seos no identificados, pasan a constituir la materia prima del especialista en osteologa humana. As, el objetivo principal de dicho especialista es el de aportar informacin que contribuya a la determinacin de la identidad del cadver, y tambin descifrar lo ocurrido en torno a l. En este aspecto, las ciencias forenses abogan, entre otras consideraciones, por el resguardo del bienestar de la sociedad y del individuo, como es el derecho de ste a morir con dignidad, de acuerdo a su identidad y antecedentes.

    Para el antroplogo o especialista en restos esquelticos, la dimensin biolgica del cuerpo, que persiste tiempo despus de iniciarse la descomposicin y modificacin

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    cadavrica, se transforma en la nica evidencia y fuente de informacin de los hechos acontecidos en el pasado reciente o remoto.

    De este modo, en cualquiera de los campos de aplicacin mencionados, existen espacios de experiencia humana, que slo pueden ser vistos a travs de un enfoque biocultural; comprendiendo la vida social del individuo desde su nacimiento y su evolucin ontognica como una compleja interaccin de eventos ambientales y genticos modificables as el uno como el otro. De tal modo, buscamos entender cmo el complejo entramado de experiencias humanas, se refleja en el cuerpo vivo y tambin en el cuerpo muerto, con modificaciones, alteraciones, mutilaciones, patologas y muerte. Tambin, conocer las prcticas culturales que igualmente modifican la naturaleza del cuerpo ya fallecido, interviniendo en momentos anteriores a la inhumacin, para desviar la atencin de los procesos de descomposicin, o reutilizndolos para fines y propsitos rituales o religiosos, en muchos casos vitales para la consolacin de familiares y deudos, y tambin para la confirmacin de las creencias sociales sobre la prolongacin de vida en un hipottico ms all.

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    INTRODUCCIN

    En los ltimos aos, debido a una gran mediatizacin televisiva de origen anglosajn sobre el quehacer forense, la figura del especialista que analiza e identifica restos seos y que, gracias a su astucia y su ciencia, logra resolver el crimen ms espinoso, ha generado una idealizacin y sobrevaloracin de la antropologa fsica. Sin importar el grado de veracidad de lo que se muestra en stos programas, el uso de la antropologa fsica forense en las instituciones de imparticin de justicia est proliferado lentamente. Esta situacin, ha acarreado consecuencias directas e indirectas sobre la disciplina: por un lado, la antropologa recibe indirectamente la validacin que el gremio mdico le otorga, mientras que directamente, las ciencias forenses le exigen estandarizar sus tcnicas de acuerdo a los criterios cientficos que comparten dichas reas. Si bien, el conocimiento osteolgico no es representativo y nico de la antropologa fsica, el manejo de restos seos procedentes de distintos contextos, principalmente arqueolgicos, si ha sido exclusivo de sta. Su enfoque, difiere lgicamente del uso clnico, el cual sobre todo, se orienta a la prevencin y curacin de los procesos patolgicos. No obstante, en la prctica forense, aparece un espacio de contacto y traslape de conocimientos suscitndose entonces conflictos de identidad y competencia entre cada una de ellas, debido a que la medicina como la antropologa fsica comparte saberes generales y comunes del cuerpo humano. De manera consuetudinaria en el mbito forense, notamos como la primaca de la ciencia mdica, frente a otras ciencias humanas, como la propia antropologa, est propiciando grandes desafos como son, la formacin de protocolos de actuacin y propuestas de intervencin e investigacin. An cuando los procedimientos y protocolos para la actuacin del antroplogo forense, son compartidos entre especialistas independientes, o comunidades cientficas avaladas institucionalmente, presentan diferencias importantes entre stas, lo cual refleja una ausencia de identidad propia y una falta de definir el quehacer de sta rea. Si bien, en los aos setenta, a raz del reconocimiento de nuestra especialidad en el interior de la Academia americana de ciencias forenses (AAFS, por sus siglas en ingls), hoy en da, este proceso de normativizacin, no le ha otorgado la suficiente autonoma al antroplogo, en las situaciones que perfectamente entran dentro de su marco de competencia.

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    En tales circunstancias, y haciendo uso de la ya clsica definicin de Dale Stewart (1979) establecemos que, el antroplogo forense aplica su saber anatmico para individualizar e identificar restos seos desconocidos o cadveres putrefactos. De tal forma que su papel es coadyuvar en problemas de ndole mdico-legal. Al mismo tiempo, se plantea que el antroplogo forense tiene la capacidad de arrojar datos que ayuden a determinar la causa y la circunstancia muerte.

    A partir de estas definiciones operativas, surge la pregunta que sirve como eje para ejercicio de investigacin. Hasta dnde los restos seos -como objeto de estudio del antroplogo fsico-, permiten determinar la causa y circunstancia de muerte, y cules son los insumos metodolgicos ms apropiados para acercarse a dicha determinacin? Este planteamiento, implica reconocer cuales son los obstculos, las problemticas, y las necesidades metodolgicas, que requieren para acercarse a emitir interpretaciones sobre la causa de muerte en cadveres putrefactos y restos seos.

    El acercamiento que en este trabajo planteo, es una nueva propuesta nacida de nuestra experiencia y formacin como novel especialista en el rea forense. No obstante, aquella, no pretende agotar el tema ni negar nuevas posibilidades de abordaje, como quiera que desde ya reconozco cules son las problemticas que deberan trazarse en un futuro inmediato, desde dnde partir y hacia dnde dirigirnos. Como cientficos, debemos reconocer hasta dnde la evidencia permite deducir aspectos como la causa de muerte, considerando las limitantes que tiene nuestra materia prima de investigacin.

    Veamos nuevamente, sobre el concepto relativo a la antropologa forense. La definicin, la cual alude nicamente a la forma en que el conjunto de mtodos y tcnicas de la antropologa fsica son aplicados a la resolucin de problemas mdico-legales. Dentro de esas labores, se encuentra el coadyuvar en la investigacin exclusiva en el campo del laboratorio, mediante el anlisis de las evidencias que presuntamente conectan algn hecho delictivo.

    Esta definicin operativa enuncia una relacin intrnseca y tradicionalista con la antropologa fsica. Sin embargo, con el fin de no reducirla a un mero bastidor de tcnicas antropomtricas, algunos autores (Rodrguez, 1994; Morgan, 2005) comenzaron a plantear una antropologa forense sustentada en un punto de apreciacin ms completo y aplicado al fenmeno de la muerte violenta. Esta valoracin toma en consideracin, los contextos sociales y polticos vinculados a los hechos violentos, con el objeto de llevar a cabo, con mayor aprecio, el estudio antropolgico-forense de los restos seos desconocidos, tomando as en cuenta su filiacin biocultural y su pertenencia a una comunidad dada. De esta manera, se da lugar al desarrollo de una conciencia histrica que debe asistir al antroplogo enfrentado al

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    trabajo forense. No podemos seguir clasificando nuestro quehacer como una mera casustica policaca, y en vez de ello, hilar los eventos criminalsticos con procesos de continuidad histrica y social de un determinado pas, regin o comunidad.

    En el plano jurdico, en general la inmensa mayora de las propuestas antropolgico-forenses tanto en Latinoamerica, como en Europa, en Oriente y en Norteamrica- se asemejan y/o coinciden en numerosos puntos; es ms, algunas de esas propuestas incluso comparten lineamientos y protocolos comunes, pues su labor engloba desde la ubicacin, proteccin, fijacin, rescate y custodia de los indicios, hasta la organizacin, el anlisis y los estudios de ellos en laboratorio.

    En terreno y en laboratorio, el primer objetivo del antroplogo forense es individualizar biolgicamente el esqueleto hallado. Esto significa, por un lado, interpretar los caracteres anatmicos para determinar su sexo, estimar su edad y estatura, determinar su complexin, valorar estigmas ocupacionales y profesionales y, por ltimo, diagnosticar su filiacin tnica o grupal. En segundo lugar, el antroplogo forense debe centrar su atencin en reconstruir una historia de vida y de muerte.

    En segundo lugar, el origen, el mecanismo y la modalidad de muerte que se examina, al constituir uno de los objetivos ms esenciales de la investigacin criminal, pasa a tener la ms relevante trascendencia. As lo evidencia el hecho de que los importantsimos datos que aportarn los exmenes que se practican, habrn de tener alcances decisivos en las consecuencias jurdicas y sociales del suceso que se investiga.

    En este problema necesitamos poner la mxima atencin durante las pesquisas investigativas y, al mismo tiempo, ampliar el conocimiento en torno a la interpretacin y al estado de las lesiones que lleguen a afectar el plano seo del occiso. Hay que detectar qu factores se involucraron en un agravio de esta naturaleza, y cules son las caractersticas de la violencia ejercida sobre la vctima, relacionndola incluso con su contexto social.

    Nuestra propuesta plasmada en esta tesis intenta ir ms all del nivel descriptivo de las lesiones, buscando el verdadero sentido de la interpretacin antropolgica sobre los factores que inciden en el fenmeno criminal. De este modo el antroplogo podr dar cuenta de los resultados y de las posibilidades de su estudio, al articular su conocimiento osteolgico con su saber biomdico. En otras palabras, esto significa manejarse en un contexto de correlacin del plano seo antedicho con los tejidos y estructuras blandas del organismo. Como parte del conocimiento que debe poseer el antroplogo fsico, est el que sepa, adems, reconocer y diferenciar la naturaleza y caractersticas de las lesiones, teniendo presente sus circunstancias etiolgicas, -tanto internas como externas, tanto anteriores como concomitantes con el hecho

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    delictuoso-, as como la condicin patolgica vinculada al evento traumtico. Sin embargo, aqu no se detiene la informacin que proporcionan los restos seos. Las

    lesiones o las fracturas de los huesos adquieren un nivel distinto de alteracin y repercusin somtica, segn sea el rea que se hubiere afectado y segn sea la naturaleza de las estructuras orgnicas adyacentes. Para ello, proponemos diferenciar las distintas regiones corporales que contienen estructuras que fisiolgicamente tienen mayor trascendencia en la sustentacin de la vida. Pueden presentarse lesiones como los politraumatismos que, obligadamente, impliquen un alto grado de destruccin corporal, el cual inevitablemente provocar la muerte de la vctima; en tanto habr otras que no tendrn como resultado la muerte del sujeto.

    Sin duda, existen lesiones que necesitan de un tratamiento exploratorio integral. En esa exploracin deben indagarse, las eventuales conexiones que el sector traumatizado pudiere tener con otras reas de alta sensibilidad cuyo dao pudiere conducir a la extincin de la vida. El conocimiento de esa conexin es fundamental para determinar la vinculacin etiolgica entre el traumatismo experimentado por la vctima y su muerte eventual.

    Basados en lo anteriormente descrito, planteamos que en este estudio sobre las lesiones que ataen directamente al sistema seo, se debe considerar la totalidad de la anatoma estructural a nivel macroscpico y microscpico.

    Como parte de la metodologa de esta investigacin, nos propusimos revisar los archivos clnicos de personas lesionadas y los dictmenes mdico-legales de cadveres con presencia de traumatismos craneoenceflicos, incluidos politraumatizados. Estos antecedentes los obtuvimos directamente en el Servicio Mdico Forense de Ciudad Jurez y Chihuahua. Adems, llevamos a cabo un minucioso cotejo sobre los dictmenes de necropsia efectuados por los mdicos legistas respecto de diferentes occisos. Dicho estudio lo desarrollamos en el marco de las investigaciones periciales practicadas durante una temporada de campo de julio a septiembre del 2005 y en mayo del 2006 en la ciudad de Chihuahua y en Ciudad Jurez, a invitacin de la Fiscala Especial para la Investigacin de los homicidios perpetrados a mujeres en Ciudad Jurez.

    En el primer captulo, revisamos los momentos claves que vieron el nacimiento de la Antropologa criminal en Europa y Amrica, para entender que, dentro de un contexto social e ideolgico, se generaron los cambios estructurales que afectaron a la gobernabilidad y el nuevo orden penal surgido de las concepciones ms humanitarias de la Revolucin Francesa. En aras de explicar la criminalidad nata del individuo, la presencia mdica y antropolgica en el campo penitenciario estuvo justificada durante un periodo de gran inters para la construccin del Estado nacional mexicano. No es de extraar, entonces, que durante el

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    perodo de crecimiento cientfico -testificado histricamente durante el siglo XIX- el pensamiento positivista gozara de un gran prestigio social y poltico. Esta concepcin alcanz a influenciar el discurso biologicista que explicaba la criminalidad nata del sujeto y, al mismo tiempo, particip de las reformas introducidas a las leyes penales. Los pioneros de la antropologa criminal dieron origen, en suma, al conocimiento de las manifestaciones del delito y sus mltiples expresiones de la conducta antijurdica. As vemos cmo el elemento de mayor predileccin e inters entre los mdicos, los criminlogos, los juristas y los antroplogos positivistas del siglo XIX, fue la sistematizacin de los caracteres fisonmicos del delincuente, asociados a sus conductas propensas a la criminalidad.

    Con el advenimiento de otras corrientes criminolgicas propias del siglo XX, y dotadas de variantes psicolgicas y sociolgicas, desaparecieron nominalmente las prcticas lombrosianas sobre los determinantes atvicos del comportamiento violento. Las experiencias mdicas de la poca anterior al siglo XX, impregnadas de una antropologa de corte estrictamente raciolgica -y ajena a otros aspectos que ahora son eje de la antropologa fsica contempornea- compartieron escenario en la produccin de una tipificacin biomdica de las lesiones y de sus consecuencias fsicas en el individuo, trasuntndose su tratamiento jurdico en los nuevos cdigos de derecho penal y de procedimiento penal.

    Dentro de la temtica de este mismo captulo, tambin abordo las confusiones que se producen en la prctica profesional de las llamadas ciencias penales (criminalstica, criminologa, polica cientfica, polica tcnica, policiologa y medicina legal) se refieren a los procedimientos y a los saberes que acompaan mtodos y objetivos muy distintos entre si. Por ello, tambin resulta de gran importancia conocer la distincin entre un antroplogo forense, un patlogo forense, un mdico forense y un criminalista. Las consideraciones con respecto a estas distinciones, no parecen tener en teora mayor desajuste intrnseco. En efecto, las propias definiciones y conceptos que all se contienen, contribuyen a evidenciar la verdadera dificultad tanto en los procedimientos como en su prctica separacin de funciones o an en la incapacidad por llevar adelante un trabajo conjunto y coordinado.

    En el segundo captulo, abordo la integracin de aquello que consider necesario para revisar cabalmente el tema de las lesiones, desde la traumatologa clnica hasta las clasificaciones de orden criminalstico. Trato en l varios de los elementos anatmicos integrales, criminalsticos y mdicos que son elementales en el tratamiento de las heridas craneales, desde el punto de vista de la medicina legal y, por ende, lo que sera su abordaje desde la antropologa forense.

    Este captulo concluye con mi propuesta metodolgica sobre la forma de investigacin

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    de lesiones craneales, la cual surgi de los casos revisados en el Servicio Mdico Forense de la Procuradura del Estado de Chihuahua y Ciudad Jurez de Mxico.

    En el captulo tercero se estructura la parte casustica de nuestra tesis. Aparecen uno a uno los casos forenses observados y tratados en los Servicios Mdicos Forenses antes citados.

    La importancia concerniente al estudio de casos (segn el autor Yacuzzi, 2005), brinda una herramienta de investigacin de suficiente profundidad sobre los fenmenos tratados. Los datos que aporta el caso, amplan las caractersticas que les son constitutivas, describiendo cabalmente el objeto y participando de la definicin de la esencia del fenmeno. Es importante aclarar, que la validez de los estudios de casos en la construccin de modelos tericos, no est sujeta a la cantidad de experiencias analizadas, ni tampoco su fiabilidad se sustenta por la va de la generalizacin de la casustica especificada.

    La investigacin sobre experiencias concretas, provino de dos distintas fuentes. Los primeros fueron estudiados en el medio forense, mientras que la segunda fuente fue examinada dentro del rea clnica, en urgencias traumatolgicas del Seguro Social. El flujo de eventos traumticos, en los centros de atencin clnica, es muy alto por el nivel creciente de la violencia en la Ciudad de Mxico, la tasa de accidentes laborales y de las vas de circulacin. La intencin de la investigacin de archivos clnicos, en los casos revisados en los servicios de urgencia, no sern incorporados individualmente, mas bien pasan a formar parte del conocimiento mdico en torno a las respuestas fisiolgicas previas a la muerte de la vctima de un traumatismo craneoenceflico. Por tanto, la informacin de cada uno de ellos no se explicita en la tesis.

    La exploracin de los casos, fue posterior al diseo del marco terico-conceptual. Pero conforme fue mostrando el estudio sus avances, se hizo necesario ir replanteando algunos tpicos, anteriormente desatendidos. La nitidez del estudio estuvo entonces bajo constante vigilancia.

    Para darle fortaleza a la propuesta, al final de este trabajo se anex, a modo de suplemento, el estudio anatmico correspondiente a la seccin enceflica. La idea de incorporarlo es brindar los elementos que son imprescindibles y que facilitan la consulta del lector. Por razones obvias, la base anatmica es una pieza fundamental de la estructura de esta propuesta. Un mtodo de interpretacin sustentado en la correlacin entre los signos resultantes de un evento traumtico, requiere obligadamente del manejo del cuerpo anatmico en toda su amplitud.

    El conjunto de reflexiones que aporta esta tesis, en la bsqueda del reconocimiento de la antropologa contempornea en el mbito penal, pretende alentar a aquellos interesados en

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    esta apasionante disciplina, para que conozcan cules son los alcances y limitaciones tcnicas que tenemos como antroplogos, en general, y como antroplogos forenses, en particular. Si queremos tener un espacio de reconocimiento frente al conjunto de las ciencias forenses, se requiere de la participacin de todos quienes se interesen en estas materias. Debemos persuadir a esas personas de que nuestra disciplina no es slo una tcnica ms de apoyo de otras ciencias, si no que ella posee una rigurosidad autntica y tan slida que nos sentimos en condiciones de dialogar, analizar y coinvestigar en las arduas tareas de las llamadas Ciencias Forenses.

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    CAPTULO I

    1.1 Antropologa fsica, cuerpo y crimen

    el crimen recluta la inmensa mayora de sus porferos en las clases bajas de nuestro pueblo, que pertenecen a la raza indgena, (compuesta) de individuos que tienen los signos caractersticos de un tipo uniforme y muy poco variado. La identificacin actual de los criminales de esa clase, tal como hoy se realiza, es nula, porque la filiacin y hasta el retrato de un procesado pueden convenir y en realidad convienen a muchos.

    Manuel de la Hoz, 1892 (Uras, 2000)

    En la cita anterior quedan planteadas dos cuestiones de gran inters para el desarrollo de este captulo: la evolucin de la idea de criminalidad en la ciencia y su impacto en la prctica jurdica. Para comprender el origen de la antropologa forense es necesaria la revisin del concepto de criminalidad desde una perspectiva histrica y la relacin que la utilizacin de los mtodos y prcticas de esta disciplina tuvo con la ciencia jurdica.

    Durante el siglo XIX, a partir de los postulados penales importados de Europa, se adopt en Mxico la idea de una criminalidad innata. Esta idea presupona la existencia natural de un nexo entre la conducta criminal y el aspecto fenotpico del individuo, negando la existencia de factores socioculturales como agentes desencadenantes del delito. La nocin de una criminalidad innata desconoca la accin cultural, y reafirmaba el supuesto carcter natural inmutable y primitivo de los pobres y de los pueblos indgenas, que propendan a comportamientos inapropiados y punibles. La recepcin que tuvo la antropometra en el mbito penal, como una herramienta al servicio del mdico, fue en funcin de establecer las diferencias morfolgicas asociadas a caractersticas psicolgicas que distinguiran a las razas humanas.

    El segundo aspecto que se desprende del texto del jurista Manuel de la Hoz, se relaciona con la conformacin de la nueva Ciencia del Hombre, nominacin que reciba en aquella poca la disciplina antropolgica. Enmarcada en concepciones biologicistas, la Historia Natural y la Ciencia Anatmica, fueron las reas del conocimiento que reorientaron las concepciones acerca del hombre, de su variabilidad biolgica y de su relacin con el resto del reino animal. La antropologa, entonces, se dio a la tarea de establecer sus propias bases,

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    delimitando su objeto de estudio a la caracterizacin de los diversos grupos humanos y de aquellas entidades que compartan un supuesto origen comn. En esta lnea, a mediados del siglo XIX, fue teniendo mayor resonancia -dentro del pensamiento biologicista- el estudio morfocomparativo,2 apoyado sobre las primeras propuestas taxonmicas de la especie humana.

    Al mismo tiempo que en el Estado mexicano se fueron dando movimientos de transformacin poltica inspirados en el liberalismo europeo, se importaron corrientes tericas de las ciencias sociales y naturales desarrollas en Espaa, Francia, Italia y Alemania. Estas nuevas ideas se unificaron en funcin de una nueva concepcin del sujeto y de su participacin en la sociedad, la que otorg al individuo derechos y garantas.

    A partir de estas transformaciones, el nuevo Estado dejaba de intervenir directamente en la sociedad como una corporacin oligarca, en donde el monarca decida sobre el perdn y el castigo de los individuos. Ahora exista un entramado de reglas y normas, que al ser transgredidas, ponan en operacin medidas para canalizar los conflictos a travs de la privacin de la misma libertad del individuo. En este nuevo Proyecto de Nacin, en Mxico se sostuvieron dos tendencias con respecto al tratamiento de los delincuentes, y sobre el discurso social inherente a la sociedad mexicana. Por un lado, la ley promova la uniformidad jurdica y moral, ignorndose la historia, condicin social y origen del delincuente. Y, por otro lado, las ciencias sociales y naturales, influenciadas por las teoras raciolgicas europeas, buscaban los determinantes biolgicos de la criminalidad en los grupos indgenas (Uras, 2000).

    Con la introduccin de categoras jurdicas universales a los cdigos penales, las singularidades y especificidades sociales, histricas y culturales, fueron desdibujadas. De ese modo, se negaba la realidad indgena dentro del conjunto de la sociedad novo hispana, realidad que tanto se distanciaba de la que vivan los descendientes de peninsulares. Cabe mencionar que dichos cdigos eran consecuentes nicamente con los supuestos culturales de una minora.

    Los derechos que adquiri el sujeto en este nuevo rgimen eran: la presuncin de inocencia y el derecho de defensa. stos fueron inscritos en un nuevo cdigo penal que estableca una relacin proporcional entre delitos y penas, que fueron fijas e iguales para todos. De estos planteamientos se derivaron consecuencias importantes: se descart que la 2 El estudio morfocomparativo se refiere a un mtodo que busca similitudes de forma y funcin entre elementos de una misma o de distinta naturaleza.

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    tortura fungiera como elemento probatorio; el acusado tena derecho a saber las causas de acusacin y detencin, y que ellas se sujetaran a pruebas legales. Se dejaron de considerar como faltas, y ser objeto de una sancin penal, las infracciones a la religin o ciertas modalidades de la moral individual; a su vez se aboli el suplicio como castigo (Uras, 2000).

    Con el cambio constitucional, se acompa la transformacin en la percepcin del cuerpo, sujeto y responsabilidad de l; se estableci el dogma sobre la materialidad del cuerpo, en donde una misma experiencia corprea poda definir dos principios simultneamente: curar y enjuiciar.

    As, el cuerpo se convirti en una fuente de conocimiento y al mismo tiempo en testimonio de la verdad. La participacin mdica se vio requerida en la caracterizacin morfofisiolgica de las lesiones, mediante un claro diagnstico y un pronstico del herido. La nocin de un cuerpo sujeto a las leyes de la naturaleza, haca legtimo percibir con conocimiento y causa, la realidad que se ofreca al observador, -pero no a simple vista-, y ste requera de un ejercicio cognoscente previamente amaestrado, que implicara distinguir la forma sobre el contenido. As, lo patolgico se vuelve lesin localizable, pero slo identificable a travs de los sntomas que el enfermo revela (Jernimo Miloina, 2006).

    En esta ecuacin se hilaban los sntomas del herido y los signos ledos por el mdico, constituyndose la experiencia de lo patolgico, la enfermedad, las lesiones y las disfunciones, nicamente conseguido por un entrenamiento riguroso de los sentidos.

    En la esfera jurdica, el dominio del legislador o del juez, abarcaba determinar la naturaleza de las lesiones, esclarecer las circunstancias, la causa necesaria de muerte, el pronstico del curso de la lesin, para lo cual requiri una alianza nica establecida con la relacin de un conocimiento cientfico discriminador y racional, alejado de los prejuicios sociales y criminolgicos. La participacin del mdico recaa en la indagacin de la verdad clnica), es decir, encontrar la verdad jurdica a travs de la materialidad y el mtodo cientfico (Miloina idem).

    Con sta doble actuacin negociada y con beneficio para ambas, aquellas categoras de acusacin como eran, la fractura del honor o el insulto a la persona, como representaciones simblicas de la herida, quedaban puestas en duda. La signatura de la herida adquiri el carcter de evidencia, lo cual trastoc el concepto del hecho, sobre el cual descansaba el conocimiento cientfico: la medida de la justicia. Esta importante reforma constitucional, en parte reforzada con los adelantos mdicos, fue eficaz ayuda en el nacimiento de esta bsqueda

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    de la verdad jurdica posibilitada por una verdad clnica.

    Ahora, los mismos agravantes o atenuantes durante el ejercicio penal, desincorporaban a la materialidad de su castigo, mediante la implementacin del rgimen penitenciario como mecanismo institucional de control social, pero al mismo tiempo, incorporaban al cuerpo como el testimonio fehaciente para evidenciar el hecho criminal.

    Dentro de estas coordenadas sociales y jurdicas, acompaadas de prcticas en los campos de la medicina y la criminologa, el arbitraje y la supeditacin que tenan las leyes en el rgimen monrquico en torno a las penalizaciones arbitrarias y parciales entre los espaoles y los nativos, se agravaban por la carencia de un conocimiento mdico sobre el tratamiento, legislacin y tipificacin del delito. La medicina legal an no gozaba de una tradicin acadmica institucionalizada; sin embargo su opinin se torn obligada y era exigida por las leyes que demandaban la creacin de clasificaciones para diferenciar las lesiones mas all de la divisin establecida en el pas por el auto de heridores3 empleado desde el siglo anterior. El eco que lograron dar las ideas de los mdicos culmin finalmente en su injerencia directa sobre la dictacin de las leyes. A finales del siglo XIX se llega a la elaboracin de un proyecto del primer Cdigo Penal, que consideraba de capital importancia las cuestiones de orden mdico, para dar una opinin fundamentada en la ciencia biomdica, consistente en un conocimiento que tuviera un carcter de autoridad. En este contexto se deja ver la influencia que ejercan, y que an mantienen las ciencias biolgicas, sobre los discursos socio-polticos (Chauvenet, 1989).

    La laboriosa injerencia del Dr. Carpio, cautiv la atencin de las autoridades, en la clasificacin de las lesiones y las condiciones de ejercicio de los mdicos.

    Describo a continuacin la valoracin diferenciada de la penalidad entre los espaoles y nativos:

    Que los que dieran heridas leves despus de pagar la dieta, curacin y costas, sufrirn precisamente la pena de cincuenta azotesen el principio, y otros tantos al tiempo que conste la sanidad, siendo de color quebrado; si fueren espaoles la multa es de $25.000 y dos meses de crcel; y siendo pobres cuatro meses de prisin por la primera vez y doble por la segunda; si la herida fuere grave por accidente los primeros (es decir, los de color quebrado),. Despus de cincuenta azotes pblicamente en la picota, sern condenados a oficina cerrada por espacio de un

    3 Este decreto mdico legal, dictado en 1765, si bien estableca la divisin de lesiones en leves y graves, estas ltimas por esencia o por accidente, quedaba pues confundido el dao causado al herido, que ameritaba sancin legal, y el que reciban sus intereses que ameritaban sancin penal, y el que reciban sus intereses que ameritaban sancin civil. Hidalgo y Carpio insisti y consigui separar el dao causado a la persona y el sufrido en sus intereses (Jernimo Molina, 2006).

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    ao, y los espaoles eran irremisiblemente por dos aos a presidio, por la primera vez y doble por la segunda; si fuere grave la herida por su esencia a los primeros se les darn cien azotes en forma de justicia e irn por dos aos a oficina cerrada, ganando para s, pagando dieta, curacin y costas; y los espaoles, adems de pagar esto, sern condenados irremisiblemente a cuatro aos de presidioTodo lo cual, debe entender aunque sea una sola herida; y si fueren dos o ms, se reserva la Real Sala la facultad de aumentar a su arbitrio la pena de azotes, obraje y presidio, conforme a la calidad y circunstancias del hecho aunque siga la sanidad (En Cuarn, 1980.p:33).

    Por otro lado, dentro del discurso raciolgico, predominaban las ideas sobre la degeneracin de los grupos raciales, sobre la inferioridad evolutiva de las razas, y es bajo estos esquemas, como se fue construyendo la nocin de una transformacin educacional, econmica, social y poltica. Hubo entonces que caracterizar a los grupos indgenas, darles un nuevo perfil y otorgarles diferentes condiciones dentro de los nuevos esquemas jurdicos. El indio ahora reapareca como un nuevo sujeto poltico, con la condicionante de ser convertido por decreto en ciudadano espaol, que deba asimilar las categoras de la cultura dominante. La obligacin de una inculturacin le proporcionaba una existencia dentro del universo social. El discurso era: debe procurarse que los indios olviden sus costumbres y hasta su idioma mismo si fuera posible. Solo de ste modo perdern sus preocupaciones, y formarn con los blancos una masa homognea, una nacin verdadera (Francisco Pimentel, en Uras, 2001, p.15).

    Sin embargo, la heterogeneidad biolgica y la pluralidad cultural ponan en entredicho ese gran avance de la nueva entidad estatal; entre tanto la antropologa buscaba en lo ms profundo del ser, la naturaleza y el origen de las diferencias. Los huesos y los cerebros fueron el objeto de estudio de la antropologa descriptiva, enfocada en determinar los rasgos de ese atavismo crimingeno.

    Los distintos discursos sobre la criminalidad, proliferaron en Mxico durante la ltima parte del siglo XIX y principios del XX; las teoras sobre las razas humanas se mantuvieron impregnadas por el pensamiento positivista criminolgico italiano, cuyas ideas tuvieron resonancia en el medio legal, literario, periodstico y, entre otros divulgadores de la nueva sociedad (Uras, 2000). El discurso de la ciencia reflej la construccin de un estereotipo que equiparaba la figura del indgena con la del criminal, de tal forma que la difusin de esta relacin natural entre el indgena y el sublevado, configur la idea de la relacin entre el atraso y la inferioridad de los grupos pobres con una inclinacin natural al desorden. Este mismo discurso se engarz sobre tres ejes temticos del pensamiento social y antropolgico, que podan ser las claves de la diferenciacin biocultural mexicana: la fisiologa, la cultura y

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    la lengua, es decir, el aspecto biotipolgico, el intelecto, las caractersticas morales de las razas y los dialectos indgenas.

    An cuando la discusin sobre las variantes humanas continuaba arraigada en los preantroplogos, enfrascados en el estudio craneomtrico comparativo entre poblaciones africanas y europeas; todo con fines de diferenciar las etnias y naciones desde una perspectiva biologicista y su transferencia a lo social. El pensamiento evolucionista de corte poligenista4 tuvo un fuerte eco en la etnologa francesa.

    Los crculos de estudio de estos primeros antroplogos versaban sobre la naturaleza y el carcter humano; consideraban los presupuestos biologicistas y adaptacionistas sobre las variantes raciales como una emergencia adaptativa directamente relacionada al medio ambiente, cuya inmensa variedad en s misma es proporcional a la diversidad humana. Asimismo se promovieron ideas sobre las distancias morfolgicas, aunque con diferencias verticales en relacin al atraso y superioridad de los pueblos. En medio del creciente expansionismo colonial europeo, entra en escena el darwinismo social, una versin alternativa pero inmensamente distorsionada y simplificada de la teora biolgica de la seleccin natural, cuya base fctica redondeaba una esfera de pensamientos racistas basados en la naturalidad del hombre.

    Diversos elementos del evolucionismo alemn llegaron a Mxico, los cuales fueron muy tiles para proponer polticas eugensicas, muy acordes con una sociedad donde los caracteres fsicos y culturales se inscriban en una jerarqua que permita clasificar fcilmente a las razas en superiores e inferiores.

    La misma tendencia de investigacin sobre los determinantes biolgicos de la criminalidad y los atavismos morfolgicos, continuaron teniendo resonancia, hasta que se desacreditaron dcadas ms tarde. Empero, la temtica que prevaleci se manifest durante aos con la medicin de las morfologas craneales de los criminales, quienes mayoritariamente eran mestizos e indgenas, prcticamente reclutados en las penitenciaras. El protocolo era el siguiente: los reos pasaban por una serie de procesos de chequeo, inicindose en la oficina de antropometra, en donde eran catalogados sistemticamente bajo los estndares que dictaba la somatologa francesa. La ficha de cada reo contena una fotografa, en norma frontal y de perfil, una descripcin de las caractersticas faciales externas y el registro dactilar. Posteriormente cuando el reo falleca, ste era autopsiado para determinar la 4 Los postulados poligenistas proponan un origen diverso y separado de las razas humanas, frente a la posicin antagnica de los monogenistas que crean en un origen nico para toda la humanidad.

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    causa de muerte y se les proporcionaba el segmento craneal a los mdicos antroplogos para su ulterior anlisis craneomtrico. Es as, siguiendo esta prctica, como se llegaron a juntar inmensas colecciones craneales, que, a la fecha, an estn en espera de ser descritas y medidas, por el metro de la craneologa.

    En Mxico, la prctica craneomtrica se influenci significativamente por el checoslovaco Ales Hrdlicka y el estadounidense Frederick Star. Para que se diera el consecuente desarrollo de la antropologa fsica mexicana, junto con Nicols Len (considerado el padre de la antropologa fsica mexicana) ellos establecieron la orientacin clasificatoria y el enfoque anatmico que dominaba la corriente de antropologa fsica extranjera practicada por los mdicos y naturalistas europeos. Las ideas raciales encontraron espacio en los estudios sobre reos y restos seos antiguos hallados en Mxico, y que, a su vez, dieron una pauta en la tradicin de pensamiento acerca del mundo indgena, tocando simultneamente otras interrogantes sobre las condiciones jurdicas, histricas y culturales de los pueblos que vivan en el atraso (Uras, 2000).

    Es as como la antropologa fsica en Mxico, muy vinculada a los museos, se mantuvo durante un largo tiempo aadida al servicio del sistema judicial y penitenciario, enmarcada exclusivamente en la somatologa y en la craneologa. Los mdicos antropologistas sobredimensionaron el estudio de los cerebros y crneos, al punto de darle explicacin a las asimetras craneales como manifestaciones de signos atvicos heredados. La idea medular radicaba en sostener una proporcin directa del grado de civilizacin y el perfeccionamiento de los individuos y razas (Uras, 2000).

    Los mismos estudios que defendan estas preconcepciones enraizadas en la conciencia pblica, postularon ideas eugensicas, que insistan en prejuicios biologicistas, sobre atavismos identificados en la anatoma craneana de los mestizos e indgenas mexicanos; esta prctica muy difundida en Mxico, marc una tendencia que prolifer en los servicios penitenciarios.

    Este contexto de auge de positivismo criminolgico, de influencia espaola e italiana, se deja sentir sobre los juristas mexicanos de la ltima parte del siglo XIX. Sus ideas bsicas se reducan a ver una forma de locura moral, observada directamente en las patologas sociales, en donde se hallaba el alcoholismo, la prostitucin, la homosexualidad. Sin embargo, la mayor fuerza del positivismo mexicano se dio posteriormente con la influencia a mediados del siglo XX, del exilio republicano espaol, con la llegada de grandes criminlogos y

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    abogados, quienes tuvieron una influencia determinante en mdicos y criminlogos de renombre como Quiroz Cuarn y Lucio Mendieta, fundadores de la revista Criminalia (Uras, 2000).

    Recientemente, en la dcada de los setenta, hubo inters en algunas tcnicas de identificacin craneofacial, provenientes de Alemania y Norteamrica; stas fueron corrientes enraizadas fuertemente en el pensamiento evolutivo y desacreditaban enrgicamente el pensamiento positivista criminolgico. Al respecto, hay poca informacin en Mxico sobre las primeras aplicaciones en estas reas. Hoy en da persisten algunas publicaciones aisladas, escritas en su mayora por mdicos; ejemplo de esto es el estudio sobre Mtodos de superposicin radiolgica craneal con fines de investigacin identificativa, publicado en Criminalia, misma revista que auspici a los mdicos antropologistas interesados en el rea de la antropologa criminal. Por ltimo, cabe sealar que en materia de lesiologa, su confeccionamiento tom mayor entusiasmo y rigurosidad al describir las lesiones acaecidas en crneo, en donde se inscriban todo tipo de agresiones, desde las heridas por arma de fuego y arma blanca producto de una circunstancia violenta, hasta aquellas que por efecto de alguna prctica ritualizada, como son las trepanaciones, requeran distinta clasificacin. Tanto como se fueron incorporando al anlisis antropolgico aspectos de salud y medicina, y a la par que se fue escudriando la fisiologa microscpica del tejido seo, la antropologa fsica se adentr a una nueva fase de desarrollo, caracterizada por mltiples disertaciones y nuevas preguntas para plantearse.

    1.2 Una Antropologa forense en el siglo XX

    Nuevamente, haciendo uso de la historia, en este apartado situaremos y contextualizaremos los sucesos y los acontecimientos sociales vinculados con la conformacin de la antropologa fsica en Estados Unidos. Ello, nos permitir entretejer el hilo que conduce al entendimiento de la formacin de la antropologa fsica forense contempornea en el mbito Latinoamericano, la cual se vi influenciada en todos sus niveles por la antropologa americana.

    A principios del siglo XX, en Estados Unidos, se deja ver una fuerte tradicin de la antropologa aplicada a los contextos forenses, con el advenimiento de las otras ciencias que manejaban el tema de la criminalidad, las cuales asimismo estaban relacionadas con el

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    conocimiento del cuerpo humano, vivo o muerto.

    Los norteamericanos se atribuyen la calidad de pioneros en cuanto coadyuvantes con los cuerpos policiales para recolectar informacin que contribuyera a resolver un caso criminal por medio del anlisis morfolgico de los restos seos de la vctima. Es as como se plante la posibilidad de estructurar una osteologa antropolgica, utilizable a la criminalstica y al derecho penal. Lo anterior es cierto, en gran parte, aunque no totalmente, ya que hay que tomar en consideracin las innovadoras experiencias alemanas en materia de identificacin humana mediante sus caractersticas faciales, siendo stos realmente los primeros avances en materia de identificacin craneofacial (Wilkinson, 2004).

    Los anatomistas alemanes apuntaban a establecer las correlaciones anatmicas entre las estructuras blandas y la matriz sea craneal subyacente. Esto hecho con fines de reconstruir la fisonoma de algunos personajes histricos; prctica simultneamente ampliada por la academia anatmica rusa desde la segunda dcada del siglo XX. En los Estados Unidos, el inters, mientras tanto, gir en torno a la bsqueda de la identidad5, exclusivamente biolgica.

    Pero los casos en los que ya no era posible reconocer la identidad del sujeto, por sus condiciones de destruccin fsica, sobre todo en estados de reduccin esqueltica, el Doctor Thomas Dwight, lleg a convertirse en el padre de la antropologa forense americana, con la aplicacin de la anatoma mdica, y con un dejo de antropologa fsica, establecindo as el origen de la antropologa forense en su pas (Ferllini, 2002).

    La vanguardia que caracteriz la osteologa aplicada a la medicina legal, fue la capacidad de auxiliar a los mdicos, en la estimacin del perfil biolgico, el cual increblemente era posible obtener de los reducidos y estriles huesos; adems de identificar las caractersticas raciales distintivas de los grupos humanos en el esqueleto. Estos resultados fueron imprescindibles para una sociedad como la norteamericana, con una variabilidad importante de personas de origen no europeo. Ahora, la antropologa tena las herramientas tcnicas con las que le era posible determinar si los huesos haban pertenecido a un individuo masculino o femenino, con mtodos validados estadsticamente.

    Lo mismo fue para la estimacin de la edad fisiolgica del sujeto, para su peso corporal y para su estatura. De este modo, a partir del auxilio con el examen de tales aspectos, 5 En su acepcin ms simple, la identidad de un individuo est dada por aquellas caractersticas fsicas, psicolgicas y moleculares que lo hacen ser uno y diferenciarse del resto dentro de un universo social (Vicente, 2001).

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    se fue estableciendo el mtodo de la antropologa clsica americana, coextendindose as en otros pases. El siguiente salto de crecimiento, fue la necesidad sociopoltica que se gener, ya teniendo conocimiento de esta nueva disciplina, por parte de las instituciones de investigacin federal estadounidense, de la misma forma que hoy en da en el mundo se requiere de la mayor incorporacin de especialistas de esta rea para identificar los numerosos osarios de restos humanos que son inhumados sin ser reconocidos.

    Con el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial, y las consecuentes devastaciones blicas, iniciadas con la intervencin transversal del nuevo imperio estadounidense, se replante la formacin de un Centro de Investigacin en Identificacin Humana, a causa de la incuestionable demanda social por repatriar a los soldados muertos en combate. Ahora se presentaba una nueva situacin: el aumento de agresividad y devastacin que inflingan los nuevos armamentos sobre el cuerpo humano (Ferllini, 2002).

    Estos equipos se conformaron por diversos especialistas y numerosos antroplogos forenses que se trasladaban a distintas localidades por la inmensa labor que significaba la identificacin de miles de cuerpos, del servicio militar norteamericano, que nunca fueron identificados durante la guerra con Corea o durante el conflicto en Vietnam (Ferllini, 2002).

    En estos contextos de resarcimiento social y de enjuizamiento internacional, se abran nuevos requerimientos tcnicos que aseguraban no caer en errores en las identificaciones. De antemano, haba que diferenciar las caractersticas que definan los conjuntos morfolgicos de grupos humanos nativos frente a los desaparecidos norteamericanos, con la ayuda de personal cientfico que conociera sobre la variabilidad poblacional intraespecfica. En este sentido, fue solicitndose la ayuda de bilogos locales. De esta forma se fueron generando bases de datos, para correr modelos estadsticos apropiados. Es as como se inici el trabajo forense externo y privado, participando en investigaciones legales, asistiendo a organizaciones de derechos humanos en cortes internacionales, en casos de genocidios y de guerras, para descubrir e identificar restos humanos en todo el mundo.

    Otro evento importante en Estados Unidos y Canad, durante la dcada de los setenta, fue el hecho de reconocer a la antropologa fsica dentro de la Academia de Ciencias Forenses, como una de las especialidades oficiales. Ello marc los lineamientos sobre el ideal del perfil acadmico que deberan tener los especialistas para identificacin de restos biolgicos humanos en distintos contextos.

    Mientras tanto, en el mbito del derecho internacional, los acuerdos de trabajo en

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    materia de identificacin humana fueron atendidos por parte de los pases interesados en dicha rea. La protocolizacin de las prcticas de intervencin forense convino a las organizaciones no gubernamentales, para trabajar los casos de violaciones a los derechos humanos, sujetndose a los manifiestos en la edicin del Manual para la Efectiva Prevencin e Investigacin de Ejecuciones Extra-legales, Arbitrarias y Sumarias (Protocolo de Minnesota), emitido por el Consejo Econmico y Social de las Naciones Unidas. Por primera vez, a nivel mundial y de forma oficial, se plante estandarizar los requerimientos tcnicos mnimos de este tipo de investigaciones.

    Resumiendo, vimos que durante la consolidacin de la antropologa norteamericana, ocurri algo muy singular en ella. Por un lado la prctica antropolgica-forense no era acotada y restringida a un personal con perfil antropolgico, si no que era extendida a todo profesional biomdico, con distintos conocimientos anatmicos, patolgicos y fisiolgicos que pudieran aportar alguna luz sobre las circunstancias de muerte, tanto en contextos criminales con en el terreno de los derecho humanos internacionales.

    1. 3. La antropologa aplicada al medio forense

    Hoy en da, en el medio laboral las ciencias forenses, cada vez ms, acogen en su interior, aunque con cierta mesura, la participacin del antroplogo forense. Brindndole la oportunidad de atender, exclusivamente, las problemticas biolgicas en materia de identificacin humana. Los llamados de las organizaciones no gubernamentales, las fiscalas y las comisiones internacionales de derechos humanos para la bsqueda de la verdad, han sido bien correspondidos por los equipos independientes en nuestra rea, lo que nos dio un buen estatus en dicho mbito penal. Este tono mantenido con vehemencia, en la colaboracin con organismos sociales e instituciones que velan por el respeto de los derechos humanos, creo que se debe al carcter humanstico que figura en la personalidad del antroplogo.

    En la prctica antropolgica-forense se aprecia un epifenmeno que est en relacin con la teora antropolgica tradicional. En ella se suscitan interesantes hechos que influyen cuantiosamente en los esquemas de la antropologa fsica. Muchos de estos esquemas tericos propios a la ciencia antropolgica, se alimentan por la va de la prctica, como la estandarizacin de parmetros comparativos o estimativos biolgicos. De este modo, su construccin de conocimiento se condiciona por los parmetros que emplea la antropologa

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    aplicada, si se quiere, manejar sta como una extensin de la teora con implicaciones epistemolgicas importantes.

    Una definicin clsica de antropologa aplicada es: el empleo de los conceptos, teoras y metodologas de investigacin en el desarrollo de programas que tienen como fin, resolver problemas sociales, econmicos y tecnolgicos del mundo contemporneo. O bien, entendido de otra manera, la antropologa aplicada, recaba datos sobre los cambios en los comportamientos humanos orientados al mejoramiento de condiciones de vida de ciertas comunidades. Ambas definiciones extradas del texto de Arnold, titulado La antropologa aplicada, ahondan en la discusin, en torno las caractersticas que debiera tener la antropologa aplicada; para ello propongo revisar los aspectos generales que tratan sobre la manera en que esta rea se ha identificado con una faccin de la misma antropologa independiente a ella, o bien, como la extensin de sta, con el nico propsito de incorporar programas de innovacin sociocultural.

    La prctica de la antropologa aplicada ofrece interesantes oportunidades para obtener la experiencia directa, que de otro modo resulta difcil de obtener en otros medios, en especial en el medio acadmico o en las formas ms tradicionales de hacer antropologa. Por ello, en el rea bioantropolgica, existen fuertes motivos por los cuales algunos profesionales se dedican a las aplicaciones forenses, ya que contadas veces concurren oportunidades de confronta y contrastacin de conocimiento en un solo espacio. Por ejemplo, para contrastar correlaciones entre indicadores esquelticos poblacionales y registros mdicos. En general, gracias a ella es posible extraer sistemticamente datos sobre la biologa esqueltica de poblaciones contemporneas, que de otra manera sera inasequible para conseguir datos directos, confiables y crebles. Finalmente, esta prctica le permite al especialista aplicar sus conocimientos en la solucin de problemas sociales concretos, sin perder de vista la diacrona de los fenmenos, en tanto lo que se busca, es producir un cambio sociocultural para beneficio de todos.

    As, la prctica de la antropologa aplicada se encuentra ms cerca de lo que podra ser la verificacin y la experimentacin cientfica, por el hecho que en su intervencin se comprueban las hiptesis que el antroplogo hubiera generado para explicar determinado fenmeno. Aqu resulta importante mencionar dos puntos que diferencian la aplicacin antropolgica, de la antropologa terica, que slo busca crear conocimiento.

    En el medio acadmico, el antroplogo es quien decide el problema que est por

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    resolver, basado en un inters personal y en su evaluacin sobre la pertinencia y la factibilidad para tratar un tema en particular (Morgan, 2005).

    - La investigacin aplicada, tanto en la seleccin del problema, como en la forma de su abordaje, corresponde a una institucin que se propone implementar una innovacin tcnica o social. Esta organizacin tendr sus propios objetivos, y que no estarn del todo comprometidos con la creacin de conocimientos, si no ms bien, con los beneficios de stos en su institucin y en la comunidad estudiada (idem.).

    Cabra afirmar an, segn las dos acotaciones, que la antropologa aplicada en el mbito forense, presenta y busca ambos intereses. Particularmente, su teorizacin nace sobre la marcha de la prctica, pero regresa a la academia con un sentido distinto. Ahora, el reordenamiento de datos que correspondan con la problemtica contextual y las necesidades de construir una metodologa inherente a su prctica, plantea nuevos presupuestos tericos en torno a las realidades sociales vistas directamente.

    Creo que, la antropologa aplicada, no consiste slo en el uso de datos que se han producido en la parte acadmica de la disciplina, para la solucin de problemas especficos. En la antropologa no existen modelos ni verdades paradigmticas, que permitan una aplicacin predictiva directa; as, el antroplogo no se identifica de ninguna manera con un tipo de ingeniero social. En realidad, la antropologa se basa en amplios conceptos generales y especficos de la cultura, como sus dinamismos, valores, relaciones interpersonales y variabilidad biolgica, que empleando una metodologa bsicamente comparativa y a travs de una particular visin holstica de los fenmenos, lo llevan a comprender la pluralidad cultural del ser humano (Foster, 1974).

    La antropologa fsica tambin ha girado la mirada hacia la praxis, buscando nuevas formas de continuar en la teora y extenderse a la bsqueda de influir y transformar el entorno. La antropologa aplicada en la prctica forense se mueve en distintos entornos con implicaciones diversas, en el manejo de tcnicas y herramientas, y por ello, se plantea constituir una metodologa que satisfaga ambas prcticas.

    Adems, actualmente existen muchas investigaciones, publicaciones y desarrollo de tcnicas que se generan en universidades y centros de investigacin forense. Se han suministrado grandes avances durante estas ltimas cuatro dcadas por detrs del escenario de la prxis y se han construido valiosas herramientas en casi todos los ramos forenses: criminalstica, bioqumica y balstica, entre otras.

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    En gran medida la antropologa forense latinoamericana, se ha caracterizado por manejarse independiente de la institucionalidad y las agencias de investigacin, procuracin y administracin de justicia. Desafortunadamente el desconocimiento formal de sta en el interior de la institucin (salvo excepciones), en parte ha propiciado la formacin de equipos independientes de especialistas en las distintas reas legales. Esta condicin asentida ha sido muy frecuente en Amrica Latina, atestiguando hechos criminales y multitudinarias violaciones a los derechos humanos producto del ambiente de impunidad instalado en pases como Guatemala, Chile, Mxico, Argentina, El Salvador y muchos otros ms.

    Resumiendo, hay una visin tradicional de antropologa fsica forense que se reduce a fungir como una tcnica de apoyo en la identificacin de restos esquelticos y limitada a un trabajo en laboratorio, similar al mdico o patlogo forense.

    De otro modo, el esquema que se plantea aqu sustentndose en la integracin multidisciplinaria, que sustituya la visin tradicional, por lo regular extralimitada a la individualizacin de osamentas, tendera a descompartimentalizar los resultados vertidos en el informe pericial (Morgan, 2005).

    Recientemente, se han planteado actualizaciones del enfoque integral de la segunda visin, que dirigen su atencin sobre todo hacia la conformacin de tres compartimentos principales: la antropologa fsica forense, la arqueologa forense y la antropologa cultural forense. Pese a que este modelo de integracin, tiene la deficiencia de no construir la perspectiva epistemolgica, que englobara el fenmeno de la muerte violenta y los procesos sociales suscitados alrededor de ella; no obstante, el problema principal que vemos en l, es que en el trabajo de campo, por lo regular, no se presenta el entrecruzamiento de datos, dejando perdidas pruebas importantes para la investigacin forense. Sus estndares en contenido son muy similares a los impuestos internacionalmente por la antropologa norteamericana, por tanto, el privilegio exclusivo en el manejo eficiente de la evidencia, se convierte en la prioridad, quedando en completa oscuridad la aproximacin antropolgica.

    El esquema que plantea el Equipo Forense de Guatemala, para el anlisis de la investigacin antropolgicoforense, incluye varios aspectos que son fundamentales e indisolubles para cualquier intento de aproximacin a los fenmenos de la muerte (Morgan, 2005).

    En este modelo, la propuesta integra los siguientes aportes:

    a) el aporte etnogrfico,

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    b) el aporte arqueolgico,

    c) el aporte antropofsico,

    d) la integracin de los tres.

    Sobre este eje, la ltima aportacin que hacemos nosotros es, el carcter antropolgico criminal y criminalstico, ingresado con el fin de integrar la dimensin espacial y regional del entorno micro y macro-urbano, el mapeo de puntos con concentracin de mayor ndice de violencia y hechos criminales, prcticas de victimacin, etc.

    En esta lgica, compuesta por un mosaico de distintas reas unidas bajo un mismo principio, el manejo integral de la evidencia externa conduce a resultados ms resistentes, frente al frgil manejo inductivo de la criminalstica. En oposicin parcial al modelo tradicional que envuelva el ejercicio criminalstico, en nuestra propuesta los ruidos o datos externos, procedentes de todos los especialistas que aportan informacin, continuamente adicionan significados ms tiles a la evidencia (Morgan, 2005).

    1.4. Cruce de caminos. Antroplogos mdicos y mdicos antroplogos

    La constante retroalimentacin de la ciencia en su continua interaccin con la naturaleza,

    siempre se acompaa del espritu clasificatorio, el cual pone de relieve la compleja diversidad

    de los fenmenos que espera comprender y explicar. Pero desde dnde queremos abordar el

    fenmeno?, de qu forma y bajo qu esquemas? Estas son interrogantes que cada da diluyen

    las fronteras mismas de la ciencia. La delimitacin del objeto de estudio, implica tener que

    concordar con el tipo de enfoque y con los objetivos que se busca alcanzar en la

    investigacin. Esto, en principio, no debera acarrear ningn enfrentamiento interdisciplinario.

    El problema verdadero surge en la prctica, cuando se quiere abordar el fenmeno en razn de

    la manipulacin del objeto, y tambin debido a la interpretacin parcial de ste; por ende, ello

    tambin va a afectar a los resultados que se deduzcan de la investigacin.

    En el caso particular de la antropologa fsica, sta se ve enfrentada muy de cerca con otros campos cientficos, los cuales comprenden la biologa humana, la biologa celular, la molecular y hasta la propia biomedicina. El carcter distintivo de la antropologa, radica en el enfoque sociocultural que le otorga una mayor amplitud a su peculiar anlisis. No obstante, ocurre que en muchos campos prcticos estas disciplinas colisionan en el intento que realizan

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    por brindar su respectiva ayuda.

    En relacin con los lineamientos establecidos por la antropologa fsica para el abordaje del cuerpo y de las poblaciones humanas a partir de la osteologa, ha estado desde su origen muy enlazada con la medicina misma. Es claro que ambos conocimientos giran en torno a la condicin corporal de sus respectivos estudios, abocndose al anlisis de la eventual influencia de los factores endgenos y exgenos que operan sobre el individuo.

    La hegemona biomdica alimenta el saber bioantropolgico, y lo mantiene en vigencia a travs del incesante crecimiento del saber biolgico del cuerpo humano. Por lo tanto, el saber biolgico de la antropologa est sujeto, en el fondo, a las orientaciones renovadas de la fsica, la bioqumica y la medicina. Es evidente que las investigaciones paleopatolgicas dejan de relieve la referida impronta clnica. Entonces, no es raro que en el mbito legal se vuelva a presenciar este hecho, cuando el conocimiento rector en materia forense est circunscrito a las parcelas de la patologa, de la tanatologa y de la antomo-fisiologa.

    La intrusin de pautas externas en el arbitraje del saber bioantropolgico en reas como la paleodemografa, paleopatologa y en las ciencias forenses- involucra intereses institucionales y disciplinas polticas, que actan como creadoras de tendencias cientficas, tendencias que son extensivas a todas aquellas que estn dentro de los lmites de su dominio. Esto siempre afectar a las especializaciones en formacin, y tambin a aquellas distanciadas de los saberes tradicionales que no gozan de un status frente al resto del conocimiento tradicional. Este conocimiento tiene, por supuesto, un enorme arraigo institucional, y las entidades que all se generan son las peticionarias y las empleadoras de innumerables servicios. El caso de la medicina legal es interesante por la fuerte interdependencia que mantiene con el derecho y la jurisprudencia. Sus normas se establecen en dos cuerpos de disposiciones legales: uno interno, propio de la academia mdica, y otro constituido por el Cdigo de Procedimiento Penal. Bajo este ltimo, se regula toda la investigacin pericial y probatoria propiamente, y se definen los objetivos y las actuaciones de los participantes, quienes buscan ser los ms eficaces en el apoyo tcnico, en la ejecucin de la ley y en el respeto a los derechos humanos.

    Con el involucramiento de la antropologa en el campo de la medicina forense y la criminalstica, su reconocimiento oficial, se convirti en una bsqueda por parte de algunos antroplogos. Mientras, del otro lado, en el gremio mdico, se dej sentir un sutil rechazo por

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    la reaparicin de esta antigua disciplina que continuamente se mantuvo rozando su campo y que ahora se roba su protagonismo6. Surge, entonces, un asfixiante cercamiento por parte del rea mdica, amn de un indisimulado rechazo hacia los antroplogos interesados en trabajar en dicha rea. Sin embargo, como todo fenmeno acompaado de alguna contradiccin, hoy en da no son pocos los mdicos que, a pesar de lo antedicho, recurren cotidianamente a la experticia y a la metodologa antropolgica introducida, precisamente, por aquellos investigadores que ellos rechazan sin motivo alguno.

    La pregunta podra ser, ahora, una sola y bastante sencilla: a qu especialidad le correspondera el manejo de los restos seos desconocidos, considerando aspectos acadmicos, tcnicos y humanos? Por excelencia, el manejo de restos seos en un contexto forense, bajo los estndares internacionales, le corresponde al antroplogo forense. Sin embargo, no hay que olvidar que la base de sustentacin de los procedimientos en la Identificacin Humana, es compartida por antroplogos forenses y mdicos forenses, por lo que no debera de existir ningn conflicto con la investigacin que los antroplogos se proponen realizar. Por otro lado, la experticia del criminalista juega un rol imprescindible en toda investigacin del suceso punitivo, simpatizando activamente con la medicina legal. Con ello, la criminalstica se posicion como la ciencia que da forma y sentido a los elementos que atestiguan un hecho criminal, y se situ como la ciencia matriz adjunta a la justicia y al derecho penal.

    El problema que planteo sobre el roce entre dominios y campos del saber en el medio legal -o bien durante el curso de una investigacin pericial- no est presente en la teora o en los espacios correspondientes a la investigacin cientfica de cada disciplina. Se ve claramente, que la problemtica aparece nicamente en la prctica profesional, como ya se ha dicho, y recae sobre los intereses institucionales e individuales.

    La tarea comn est en reconocer la fuerza que adquiere la unin de todos los especialistas, quienes logran un mayor alcance durante el intercambio y conjugacin de miradas y maneras de abordar la investigacin. La dilucidacin de las circunstancias que acompaaron a una muerte violenta, son hechos complejos que nos obligan a observarlos desde distintos ngulos, considerando las condiciones y particularidades de cada caso, la naturaleza de la evidencia y las caractersticas del respectivo entorno.

    6 Pongo como ejemplo, el auge de las series televisas, las mltiples publicaciones, seminarios y cursos, y la tendencia en aplicar tcnicas antropolgicas, predominantemente aquellas que emplean la imagen facial, como son la reconstruccin o sobreposicin, en la resolucin de casos penales.

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    CAPTULO II

    Las causas, son los factores que modifican y crean cambios en el cuerpo o materia, ya que producen una respuesta en sta, al modificarse

    Hume, 1740

    2.1. De indicios, evidencias y pruebas en la investigacin criminal

    Para continuar con la reflexin del captulo anterior, comenzar por definir y diferenciar cada una de las disciplinas involucradas en la prctica forense, tal como estn instituidas en nuestro pas al servicio del derecho penal.

    En opinin del especialista Juventino Montiel, quien define a la criminalstica como una ciencia penal auxiliar que mediante la aplicacin de sus conocimientos, metodologa y tecnologa al estudio de las evidencias materiales, descubre y verifica cientficamente la existencia de un hecho posiblemente delictivo, aportando las pruebas a los rganos que procuran y administran justicia (Montiel, 1991, p:12).

    De la definicin anterior se deduce que el objeto de estudio, u objetivo material de la criminalstica general, recae en el anlisis de las evidencias o indicios que se utilizan y que se generan en la comisin del delito. Ahora bien, el estudio de los indicios, lleva consigo algunas consideraciones ya definidas y circunscritas a cinco tareas bsicas:

    1) Investigar tcnicamente y demostrar la existencia de un hecho en particular, probablemente delictuoso.

    2) Determinar los fenmenos y reconstruir el mecanismo del hecho, sealando los instrumentos u objetos de ejecucin, sus manifestaciones y las maniobras que se pusieron en juego para realizarlo.

    3) Aportar evidencias o coordinar tcnicas o sistemas para la identificacin de la vctima o de las vctimas, si existiesen.

    4) Aportar evidencias para la identificacin del o los presuntos autores. 5) Y, aportar las pruebas indiciarias para probar el grado de participacin del o

    los presuntos autores y dems involucrados.

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    La criminalstica, con todas sus reas tcnicas y disciplinas cientficas, auxilia tcnicamente al rgano jurisdiccional mediante la elaboracin de los dictmenes periciales, la reconstruccin de los hechos, y la evacuacin de consultoras tcnicas, que los jueces, fiscales, magistrados y ministros deseen aclarar o complementar con las pruebas correspondientes (Montiel, op cit).

    Con este modelo criminalstico, las ciencias forenses durante la pesquisa auxilian a las ciencias jurdico-represivas y, en caso de requerirse un apoyo ms especializado -cuando el conocimiento requerido sobrepasa las responsabilidades de las investigaciones policiales- son solicitados los tcnicos como los bilogos, los antroplogos, los qumicos y los fsicos, para que intervengan y proporcionen la informacin precisa e inobjetable que el caso requiera (Moreno, 2004).

    No hay que olvidar la diferencia que existe entre la criminologa y la criminalstica: la criminologa, se especializa en el estudio del delito como conducta humana y social, investiga las causas de la delincuencia, de la prevencin, asistencia y tratamiento del delincuente. Su campo de accin est inserto dentro de tres rubros generales: la administracin de justicia, el campo penitenciario y la prevencin del delito, buscando que las formas en que se imparta la justicia sea ms ecunime y particularizada (Marchiori, 2004). En tanto que la criminalstica, como dijimos anteriormente, tiene por objeto el anlisis de la evidencias o indicios que se generan en la comisin de los hechos punibles.

    Para concluir con estas aclaraciones, y poder redondear la descripcin de estas tres importantes disciplinas, la medicina forense, segn Montiel, es una disciplina de aplicacin de conocimientos cientficos de ndole fundamentalmente mdica, para la solucin de problemas biolgicos humanos que estn en relacin con el derecho. Ella estudia los efectos de aquellos hechos que pueden ser delictivos o no, para aportar a los tribunales las pruebas periciales de carcter mdico-legal, pruebas eminentemente tcnico-cientficas (Montiel, 1991).

    Con el incesante avance en otros campos, con el aumento de especialistas, y con la mejora en tcnicas de indagacin en ciencias bsicas, se han ido aadiendo ms ciencias penales, las cuales casi siempre participan y coadyuvan en la investigacin de cierto tipo de hechos. Por otro lado, en los casos en que se requiera ampliar o aclarar alguna interrogante no suficientemente explicada, se acude a la opcin de una diligencia externa, sea cientfica o tecnolgica. Sin embargo, la persona que practique la respectiva ciencia o arte, deber acreditarse como experto en su materia, ya a travs de un certificado universitario, en el caso

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    de ser una ciencia reconocida institucionalmente, o bien demostrar su experiencia en el oficio que profesa, si se trata de una tcnica.

    En conclusin, la Criminalstica descubre la forma del hecho con sus mecanismos, instrumentos y manifestaciones, en tanto la Medicina Forense determina las causas de la muerte por medio del estudio de las lesiones, si existieren en el occiso o, en su caso, dar la solucin a las problemticas de ndole biolgico-humanas (Montiel, 1991).

    Las disciplinas cientficas que integran la criminalstica, provienen de las ciencias naturales, fsicas y qumicas, y, sobre todo complementan la querella en laboratorio. Por otro lado, en la actuacin en terreno, se utilizan otros procedimientos, otras tcnicas, las cuales entran en juego desde la fotografa hasta la entomologa.

    El tipo de anlisis aplicado sobre las evidencias que se producen en la comisin de los hechos, es de tipo identificativo, cuantitativo, cualitativo y morfocomparativo. Todos ellos buscan la manera de constituirse como pruebas indiciarias, nico elemento fsico de validez penal.

    De la prueba de los hechos

    La prueba consiste en una actividad procesal dirigida a alcanzar la certeza judicial de ciertos elementos, con vista a encontrar la verdad en un conflicto sometido a proceso. La prueba no es el hecho mismo que se investiga. Una cosa es la prueba y otra el hecho que se intenta acreditar. La prueba es la demostracin de la efectividad de un hecho. A medida que el Juez va observando el estado de las cosas o la conducta de las personas (reuniendo elementos probatorios), ir formando su criterio hasta quedar convencido de la existencia o no existencia del delito y de la responsabilidad o inocencia del autor.

    Pero tambin el vocablo prueba alude al acto procesal durante el cual, las partes presentaran al juez los medios probatorios de que disponen para acreditar los hechos que alegan en su favor. Naturalmente que la presentacin de estos medios de prueba estar sujeta a determinadas normas procesales a las cuales ceirse las partes si quieren tener xito en sus pretensiones (Fuentes, 2007, comunicacin personal).

    No debe confundirse la indagacin que se practica respecto de un hecho punible con la prueba del mismo. La primera constituye un trmite propio de la investigacin y en el cual se rastrea el esclarecimiento de los hechos que pudieran ser constitutivos de delito. En cambio, la prueba est constituida por aquellos elementos, en general de tipo material (testigos,

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    documentos, frutos de pericias, confesiones, huellas, etc.). Pero es cierto que la indagacin tiene por objeto recolectar las pruebas destinadas acreditar la efectividad o no efectividad de un hecho (Fuentes, op cit). Con las reformas que se estn planteando en el Derecho Penal, la rendicin de las pruebas nicamente tiene lugar exclusivamente en la etapa del juicio oral. Es aqu donde el tribunal verifica las afirmaciones en las cuales se basan la acusacin y la defensa. Como veremos, toda la actividad que precede al juicio oral y que se lleva a cabo durante la etapa de investigacin, no constituye propiamente actividad probatoria destinada a verificar hechos, si no actividad de instruccin destinada averiguar tales hechos, lo cual exigir reconocer las diferencias existentes entre los actos desarrollados en cada una de las referidas etapas.

    Elementos de prueba y medios de prueba

    El segundo aspecto que resulta necesario destacar en la definicin, es la referida a los elementos y a los medios de prueba, lo que nos resultar de particular utilidad al estudiar los nexos entre los actos de investigacin y los actos de prueba. Elemento de prueba es todo dato objetivo que se incorpora legalmente al proceso, capaz de producir un conocimiento cierto o posible acerca de los extremos de la imputacin delictiva. Por medio de prueba entenderemos, en cambio, los instrumentos establecidos por la ley para lograr la acreditacin de los hechos susceptibles de ser imputados o que la eximen de responsabilidad penal. Los medios de prueba son, de esta manera, un conjunto de elementos constitutivos de eventuales medios probatorios, cuya rendicin o presentacin al tribunal, est regida por ciertas garantas y que tiene su razn de ser en la necesidad de que se presenten en la debida forma los medios de prueba ante el juez para que este adquiera un cabal conocimiento de los hechos. En jerga jurdica, el periodo en el cual las partes deben presentar al tribunal sus respectivos medios de prueba para acreditar los hechos que alegan se denomina trmino probatorio, el cual tiene un periodo predeterminado de duracin, a parte de las reglas que se establecen respecto de la forma en que deben ser presentados los respectivos medios de prueba. Todo esto implica que en el procedimiento penal hay un control bastante necesario, de la clase, oportunidad, forma, etctera, en que deben presentarse los medios de prueba al tribunal, sin perjuicio de la iniciativa que ste tiene para ordenar por su propia cuenta las diligencias probatorias que estima necesarias. Ciertamente, la conviccin de culpabilidad o inocencia, que un juzgador tenga respecto del o de los imputados de un hecho criminal, no pueden consistir en meras sospechas o intuiciones y mucho menos en sistemas de averiguacin de corte irracional, o de

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    escasa o nula fiabilidad. Y este es un aspecto fundamental, de lo que se entiende hoy en da por lo que se llama el debido proceso a que tiene derecho todo imputado de un hecho delictivo (Fuentes, 2007, op cit).

    Indicios y hechos

    Con el afn de procesar, metdica y objetivamente, todo el material que se recuper y asoci en el escenario del hallazgo, se deben tener presentes varias premisas. Para empezar, los indicios, al constituirse como la parte inicial de toda investigacin criminalstica, deben ser manejados con mucho cuidado, limpieza y prudencia, para lo cual conviene definir los dos aspectos medulares que juegan en el engranaje de la antropologa forense y de las ciencias criminalsticas y penales. La primera premisa la encontramos en el ordenamiento y estandarizacin de los trminos comunes a toda investigacin criminal. La segunda premisa consiste en el manejo de la evidencia material, de carcter sensible y de nivel probatorio, al referirnos explcitamente a los restos biolgicos humanos, lo cual requiere un tratamiento especial, ordenado y jerarquizado.

    Esta situacin concreta se inscribe en el marco de un orden tcnico-cientfico, principalmente de carcter penal, es decir, que desde el comienzo mismo de la identificacin y constatacin de los indicios, y hasta que ellos se constituyen en medios de prueba aceptables para dar por acreditados los hechos, no pueden ser aportadas al tribunal para que sobre tal base emita un pronunciamiento condenatorio o absolutorio.

    Los hechos y las pruebas debern ser exhibidas y apreciadas con arreglo a derecho, ante un tribunal determinado de antemano y debern quedar establecidas antes que se proceda a juzgar al o a los imputados.

    En un hecho cualquiera se da un intercambio de materia y energa con el entorno, quedando los correspondientes rastros o huellas de esa actividad. El trabajo en campo consiste en reunir todos los antecedentes de naturaleza material que puedan ser transformadas en indicios.

    La palabra indicio proviene del latn indictum, y significa signo aparente y probable de que existe alguna cosa (de que exista algn hecho imputable). A su vez, es sinnima de sea, muestra o indicacin (Diccionario Larousse, 2000).

    Otra definicin que estableci Ceccaldi (en Moreno, 2004. p: 36), se refiere al indicio como aquel signo aparente que tiende a establecer un hecho sin ser prueba convincente; en

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    materia judicial, es indicio toda presuncin que, aunque pueda resultar falsa, tenga por lo menos un carcter verosmil y pueda constituir un principio de prueba.

    As, el indicio puede ser todo objeto, instrumento, huella, marca, seal o vestigio que se usa y se produce en la comisin de un hecho.

    En algunos pases suelen usarse indistintamente los trminos de indicio y evidencia para designar lo mismo vale decir la materi