Test 8 Temperamentos

54
CAMINO DE ALIANZA T alleres Cuatrimes tr ales AUTOCONOCIMIENTO Grupo: Inicio:

Transcript of Test 8 Temperamentos

Page 1: Test 8 Temperamentos

CAMINO DEALIANZA

Talleres Cuatrimestrales

AUTOCONOCIMIENTO

Grupo:

Inicio:

Page 2: Test 8 Temperamentos

1ª edición, noviembre de 2002

Sólo para uso interno del Movimiento de Schoenstatt

Responsable de la edición,

comentarios y sugerencias:

P. Pedro Kühlcke

Centro Padre Kentenich

Av. R. Núñez 3524

5009 Córdoba

Argentina

[email protected]

Portada:

Retiro de Ideal Personal,

Centro Padre Kentenich,

21 de agosto de 2001

Page 3: Test 8 Temperamentos

Introducción

Los Talleres cuatrimestrales que les proponemos quieren ofrecerles material para el crecimiento del grupo de vida y de cada uno de sus integrantes a lo largo de un cuatrimestre.

Cada grupo de vida de Schoenstatt se desarrolla según cuatro dimensiones fundamentales, que corresponden al organismo de vinculaciones principales: comunidad, apostolado, formación y espiritualidad (sigla mnemo- técnica: «CAFÉ»):

‚ La dimensión comunitaria: El crecimiento progresivo del grupo como comunidad de vida y fraterna, en el conocimiento, ayuda mutua y en su identidad (C: Comunidad).

La dimensión apostólica: El crecimiento en el espíritu de servicio y de responsabilidad por los demás y en la conciencia de misión (A: Apostolado).

La dimensión formativa o de autoeducación: Ella incluye elementos de formación doctrinal e intelec- tual, y acentúa la práctica de la autoeducación en la forjación de la personalidad (F: Formación).

La dimensión religiosa o de espiritualidad: Es la experiencia de crecimiento en la fe, de oración, de los sacramentos, del encuentro con Dios y María en el Santuario y en la Alianza, etc. (E: Espiritualidad).

El crecimiento de las cuatro dimensiones se da en

forma alternativa, acentuando un tiempo una, después otra; pero siempre teniendo presente las cuatro.

El mismo grupo tendrá que definir su cronograma cuatrimestral. Además de lo propuesto en este Taller, ustedes mismos verán qué otras reuniones hacer. Convie- ne que el cronograma sea bien variado: p. ej. que en el mes haya dos reuniones «F», una «E» y una «C». Hay que incluir también regularmente actividades apostólicas («A»), y las actividades de Rama y Movimiento (Misas de Rama, campamentos, fiestas, peregrinaciones, etc.). El aniversario de la Alianza de Amor es un hito en la vida de grupo; por lo tanto, debería tener un lugar importante en el cronograma, si toca, preparándolo seriamente y con Capital de Gracias, y celebrándolo con un Retiro y/o Misa de renovación de la Alianza.

Conviene también ya distribuir la responsabilidad por cada reunión y actividad. El Jefe de grupo le dará después una copia del cronograma a cada integrante, y una tam- bién al asesor, jefe de rama, etc.

-3-

Page 4: Test 8 Temperamentos

Itinerario del

Grupo:

cuatrimestre

Cuatrimestre – año:

-4-

Fecha Módulo – Encuentro Responsable

Objetivo del cuatrimestre:

Page 5: Test 8 Temperamentos

Sugerencias para las reuniones de grupo

La reunión de grupo es un elemento importante en la vida de grupo, pero no el único: es una actividad más, orientada al crecimiento del grupo y de cada uno de los hermanos de grupo. Las reuniones deben ser reuniones de vida, donde todos participan activamente, donde existe real comunicación y voluntad de transformación y creci- miento. Si las reuniones no son «buenas», si no están bien preparadas, si no son participativas y los integrantes no se sienten bien, difícilmente crecerá y prosperará el grupo.

1. Preparación de la reunión

‚ ¡Preparar una reunión es más que preparar un «tema»! Preparación remota: oración, Capital de Gracias, conocimiento y valoración de cada hermano de gru- po Distribución de tareas: quien se hace responsable de la temática o actividad, a quien invitar, quien prepara las oraciones de comienzo y final, que bibliografía preparar, etc. Preparación del tema: lectura, hojita de apuntes, clarificar posibles dudas. Preparación de las dinámicas: ¿Cómo hago para que cada uno se pueda involucrar vitalmente? ¡A una hora de reunión corresponden (por lo menos) dos horas de preparación!

2. Conducción de la reunión

‚ Crear ambiente acogedor: estar antes para recibir a los demás, preparar las dinámicas, algo para tomar, la sala de reunión... Comenzar puntualmente para poder terminar pun- tualmente. Oración de comienzo: el estilo debería nacer del propio grupo. Dedicarle tiempo (5 a 10 minutos) y ganas: Comenzar con algún canto (con guitarra), seguir con una lectura bíblica o del P. Kentenich (refe- rida al tema de la reunión), silencio de meditación, peticiones y agradecimientos personales, ..., terminar con la Pequeña Consagración o un Padre Nuestro y con la bendición. Revisión de la reunión anterior: propósito, intercam- bio de vida de c/u, ilación de la temática.

-5-

Page 6: Test 8 Temperamentos

Motivación: exposición del tema. Dinámica, ágil, con pizarrón, afiches, proyecciones, repartiendo hojas de resumen, etc. Dinámicas de intercambio y profundización: ¡debe ser lo central de cada reunión! Búsqueda de un propósito común. Definir o recordar contenido y responsables de la próxima reunión. Intercambio de informaciones varias («conexión» con el resto de la Rama y de la Familia) Oración final, bien preparada.

‚ ‚

3. Las dinámicas

Una reunión puede llegar a ser muy aburrida, si se trata de una «clase» sobre algo: uno solo habla, el resto trata de escuchar. Por eso es fundamental el uso de diná- micas, para que todo el grupo esté involucrado en la reunión. Pueden ser muy sencillas (preguntas y respuestas, fotocopias, debates, hojitas para llenar, etc.), o, mejor todavía, más elaboradas. Pueden inspirarse en algunas reuniones de la Rueda de Alianza (p. ej. la del video), y sobre todo guiarse por un buen libro con dinámicas para grupos, de los que deberían haber varios en su biblioteca.

Es muy importante que las «fichas» que ofrece este taller sean fotocopiadas antes de cada reunión, para poder entregárselas a los hermanos de grupo en el mo- mento indicado de la misma.

-6-

Page 7: Test 8 Temperamentos

Guías para los charlistas

Primer encuentro: La autoeducación en Schoenstatt

A todos nos interesa conocernos más, saber quiénes somos, cuál es el sentido y la meta de nuestra vida. Schoenstatt nos propone un camino concreto para descu- brirnos: el autoconocimiento y la autoformación. En primer lugar, se trata de conocer nuestro temperamento, nuestros valores, virtudes, limitaciones, defectos, etc. Después habrá que ir descubriendo nuestros anhelos más profundos, para llegar a formular nuestro Ideal Personal. Y finalmente, con la Autoformación, Schoenstatt nos plantea herramientas concretas para ir acercándonos cada vez más a la realización de ese Ideal.

En este Taller nos dedicaremos a la primera parte, el Autoconocimiento, para tener así todo el material para buscar nuestro Ideal Personal. Es una tarea eminentemen- te personal, pero no la vamos a encarar en forma aislada: la Mater nos regaló un grupo de vida, a través del cual ella nos quiere ayudar en esa tarea. Nuestro grupo es una comunidad de formación. Pero es más que eso: es una célula donde se gesta un nuevo tipo de hombre; está poseída por una gran conciencia histórica. En nuestro grupo queremos dar respuesta a los problemas de la época. Nos consideramos una célula de renovación que quiere hacerse portadora de una iniciativa de Dios, que comparte y prolonga la misión que el Dios de la historia confirió al Padre Kentenich.

La tarea de autoformarnos no la realizamos solos, contamos con la ayuda de los demás. El grupo schoen- stattiano no es simplemente un grupo de «buenos ami- gos», ni un círculo de intelectuales que se pierden en elucubraciones ideológicas; tampoco es un puro equipo de trabajo. En nuestros grupos queremos, sin duda, desa- rrollar una profunda amistad, también comprometernos seriamente en el apostolado y ganar una visión común de la realidad. Pero el grupo es algo más, es una comunidad de formación, es un taller donde María quiere ejercer su poder de educadora en nosotros y a través de nosotros.

Por eso, si ingresamos a un grupo schoenstattiano, no es para escuchar algunas ideas interesantes o simplemente para pasarlo bien. Queremos constituir un núcleo de formación, donde unos a otros nos ayudemos a superar- nos, a encontrar nuestra personalidad auténtica. Un grupo de Schoenstatt nace y crece en la medida que sus miem-

-7-

Page 8: Test 8 Temperamentos

bros se han decidido a «cambiar» personalmente, a «con- vertirse», y, al mismo tiempo, en la medida que estén dispuestos a ayudar al hermano a salir adelante. Quere- mos compartir las cargas, ejercer realmente la responsabi- lidad que tenemos por el hermano. Y esto lo hacemos, en primer lugar, por nuestro esfuerzo, por nuestra palabra oportuna, por la lucha codo a codo con él por alcanzar un ideal común. Solamente de este modo surge la vida en el grupo. Con puras ideas y buenas intenciones no sucede nada. Hay que bajar a la práctica personal y a la práctica del amor y responsabilidad fraterna.

De este modo queremos también vencer en el grupo el tipo de sociedad que reina hoy en día, que se caracteri- za por el aislamiento espiritual e indiferencia entre los hombres. Es la sociedad colectivista y masificada, la socie- dad del consumo y de la competencia. En este tipo de sociedad cada persona mira egoístamente sólo por su bien y provecho individual; es una sociedad donde, según las palabras del Apocalipsis, «el amor se ha enfriado», donde reina el frío cósmico y antropológico, donde el hombre a semejanza de Caín, dice: «¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?»

El tipo de sociedad a la cual nosotros aspiramos y de la cual el grupo debe ser un germen y taller, es la socie- dad que se basa en la responsabilidad del uno por el otro, donde reina la ley de la solidaridad, de la comunicación y ayuda recíproca.

Queremos y debemos contar con el hermano para poder llevar a cabo la labor de nuestra autoformación. Necesitamos del hermano que nos apoya cuando peligra- mos caer, que con su ejemplo nos anima a seguir luchan- do, que nos levanta si estamos en el suelo, que nos abre nuevas perspectivas y nos enciende con su fuego. De igual modo el hermano también necesita de nosotros. Él tam- bién puede caer y requiere la mano amiga que le ayude a levantarse, también precisa mi ejemplo para guardar la esperanza y cobrar nuevo ímpetu en la ascensión hacia la cumbre de los ideales.

Pero, no sólo desde este punto de vista es importante que el grupo se convierta cada día más en una verdadera comunidad de autoformación. También está el hecho que la propia formación se realiza fundamentalmente en cuanto me educo a mí mismo en relación con los demás. El Yo llega a su plenitud únicamente en la medida que se entrega al Tú. Quien quiera crecer y desarrollarse como persona no tiene otro camino sino el de salir de sí mismo y lanzarse a la conquista del Tú. Nuestro mismo amor a dios se muestra y se prueba auténtico, en la medida que se expresa en el amor al prójimo. Porque el que no ama, como dice San Juan, está en la muerte:

-8-

Page 9: Test 8 Temperamentos

«La noticia que oyeron desde el principio es esta: que nos amemos los unos a los otros… Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. Quien no ama permanece en la muerte. Todo el que abo- rrece a su hermano es un asesino… En esto hemos conocido lo que es amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos. Si alguno vive en la abundancia, y viendo a su hermano en la necesi- dad, le cierra su corazón, ¿cómo puede permane- cer en él el amor de Dios? Hijos míos, no ame- mos solamente con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad». (I Jn. 3,11 ss).

El grupo constituye, desde este punto de vista, un lugar extraordinariamente apto para crecer, para liberar- nos de las ataduras del yo individualista, para iniciar seriamente el camino hacia el otro, el único camino que nos enriquece interiormente y nos convierte en hombres nuevos, cristianos de corazón, verdaderos schoenstattia- nos que hacen del amor su ley fundamental.

Esta reunión la dedicaremos al comentario del Acta de Prefundación. Nos interesa comentar principalmente lo que dice el Padre Kentenich: el análisis del tiempo y el tipo de hombre que propone como ideal para los nuevos tiempos.

Quien llamó a la vida a Schoenstatt fue el Padre Kentenich, un hombre que podemos describir como una personalidad histórica genial, como uno de aquellos hombres que Dios suscita en los períodos de transición histórica, cuando termina una época y surge una nueva. Dios no desarrolla sólo sus iniciativas, busca y quiere asociar en ellas a los hombres. En épocas de crisis extraor- dinarias, cuando se da un cambio de la cultura y de la civilización que marca la historia del mundo por siglos, Dios elige hombres a los cuales confiere una misión histó- rica secular, a los cuales les regala un carisma de visiona- rios y los convierte en verdaderos arquitectos de un or- den nuevo.

Esta ha sido la pedagogía de Dios a lo largo de la historia de la humanidad. Recorramos el Antiguo Testa- mento y en el Nuevo Testamento, Abraham, Moisés, David y todos aquellos que Dios eligió en forma especial hasta llegar a Cristo, el enviado de Dios, Señor de la historia, el Alfa y Omega. Recorramos la historia de la Iglesia, los fundadores, San Benito, San Ignacio, San Fran- cisco y tantos otros que han influido decisivamente en su devenir, continuando la obra de Cristo como prolonga- ción viva de su presencia y de su acción en el mundo.

-9-

Hay que repartir ahora la ficha correspondiente.

Page 10: Test 8 Temperamentos

En este contexto vemos al Padre Kentenich. Lo consi- deramos un regalo extraordinario de Dios, no sólo para la Familia de Schoenstatt sino para la Iglesia y el mundo. Él es una de aquellas personalidades que se engranan vigorosamente en el tiempo, lo inspiran y lo transforman, de manera que su paso por el mundo deja huellas perdu-rables por siglos.

Las personalidades claves de la historia son hombres visionarios: tienen una mirada aguda para analizar el tiempo, para denunciar en él los signos de desintegración y decadencia y para descubrir las señales de una nueva aurora. Pero no se quedan sólo en ello, van más allá, son hombres capaces de proponer un nuevo camino, encar- nan ellos mismos en forma profética un nuevo tipo de hombre y hacen surgir en torno a sí una comunidad que se hace portadora de su carisma y depositaria de su misión histórica; son constructores del mundo que está por venir.

No es el objetivo de esta reunión ver todo lo que significa el Padre Kentenich para nosotros (para tener una información más detallada al respecto, podemos leer su biografía). Ahora sólo queremos detenernos a analizar la que fuera su primera charla dirigida a los jóvenes el 27 de octubre de 1912, cuando recibe el encargo de ser Director Espiritual, llamada posteriormente «Acta de Prefunda- ción», por su importancia. En esa plática ya podemos palpar la realidad del visionario en el P. Kentenich y su calidad de forjador de un nuevo tipo de hombre que da respuesta a los problemas del tiempo moderno. Leyendo la plática nos pareciera estar ante un documento escrito no hace 90 años sino hoy mismo, tan actuales son las ideas que allí expone.

En ella el P. Kentenich plantea claramente la auto- educación como un imperativo de nuestra época, de nuestra edad y la religión y muestra como meta la forma- ción de personalidades libres, recias y sacerdotales.

Destacamos tres cosas:

‚ La autoformación, tal como la concibe nuestro padre, implica una meta clara: la creación del hombre nue- vo, del hombre auténticamente libre que ha conquis- tado la libertad interior, del hombre recio, es decir que se guía por principios y es consecuente con ellos y del hombre sacerdotal, es decir que se guía por principios y es consecuente con ellos y del hombre sacerdotal, es decir, del hombre abierto a la realidad sobrenatural y animado por un fuerte espíritu apos- tólico.

La autoformación es un imperativo de nuestro tiem- po. La época actual produce al hombre masa; este tipo de hombre debe ser superado por un nuevo tipo

-10-

Para ganar un concepto históri- co del Acta de Prefundación, se pueden usar los libros «Bajo la protección de María», p. 19, y «Documentos de Schoenstatt», p. 11 y ss.

Les recomendamos p. ej. «Un profeta de María», del P. Este- ban Uriburu, muy ameno.

Page 11: Test 8 Temperamentos

de hombre que posea las tres características recién nombradas. En Schoenstatt, posteriormente, el hom- bre nuevo ha sido definido de diversos modos de acuerdo a los distintos puntos de vista desde los cua- les se le considera. Así, por ejemplo, se habla del hombre orgánico o del hombre mariano, del hombre vinculado, comunitario y apostólico, etc.

En tercer lugar, y en esto queremos detenernos espe- cialmente, el Padre Kentenich señala y describe la necesidad de la autoformación y la manera práctica de llevarla a cabo.

Para comprender el sentido de la autoformación, el Padre Kentenich muestra la realidad del hombre actual. Señala el flagrante contraste entre el avance de la técnica y la civilización moderna, la conquista del «macrocosmos» y la alarmante pérdida de la riqueza interior del hombre:

«No se necesita un conocimiento extraordinario del mundo y de los hombres para darse cuenta que nues- tro tiempo, con todo su progreso y sus múltiples experimentos, no consigue liberar al hombre de su vacío interior. Esto se debe a que toda la atención y toda la actividad tienen exclusivamente por objeto el macrocosmos, el gran mundo en torno a nosotros… Pero, a pesar de esto, hay un mundo siempre nuevo, el microcosmos, el mundo en pequeño, nuestro pro- pio mundo interior, que permanece desconocido y olvidado. No hay métodos, o al menos, no hay mé- todos nuevos capaces de verter rayos de luz sobre el alma humana... Por eso, la alarmante pobreza y vacío interior de nuestro tiempo».

El Padre Kentenich señala luego un doble aspecto de este problema. Muestra que no atañe sólo a los pueblos subdesarrollados que reciben todo el impacto de la civili- zación moderna y de la técnica, sin que se procure, simul- táneamente, el avance cultural, moral y espiritual del pueblo. No, también atañe, y en mayor medida aún, a los pueblos desarrollados. Se pregunta:

«¿Están los pueblos cultos y civilizados suficientemente preparados y maduros para hacer buen uso de los enormes progresos materiales de nuestro tiempo? ¿O no es más acertado afirmar que nuestro tiempo se ha hecho esclavo de sus propias conquistas? Sí, así es. El dominio que tenemos de los poderes y de las fuerzas de la naturaleza no han marchado a la par con el dominio de lo instintivo y animal que hay en el corazón del hombre. Esta tremenda discrepancia, esta inmensa grieta, se hace cada vez más grande y pro- funda. Así tenemos ante nosotros el fantasma de la cuestión social y de la ruina social, si es que no aplica-

-11-

Page 12: Test 8 Temperamentos

mos enérgicamente todas nuestras fuerzas para produ- cir muy pronto un cambio. En lugar de dominar nues- tras conquistas nos hacemos sus esclavos. También nos convertimos en esclavos de nuestras propias pasio- nes… En adelante no podemos permitir que nuestra ciencia nos esclavice, sino que debemos tener domi- nio de ella. Que jamás nos acontezca saber varias lenguas extranjeras, como lo exige el programa esco- lar, y que seamos absolutamente ignorantes en el conocimiento y comprensión del lenguaje de nuestro propio corazón…

El grado de nuestro avance en la ciencia debe corres- ponder al grado de nuestra profundización interior, de nuestro crecimiento espiritual».

Con esto queda planteado el problema: ¿No somos también nosotros víctimas de la tragedia del hombre moderno? El Padre Kentenich pronunció estas palabras el 27 de octubre de 1912. Han pasado decenios desde aquel entonces y, sin embargo, no podemos decir que el pro- blema haya perdido actualidad. Al contrario, cada día ha cobrado más importancia y mayores dimensiones. Es interesante constatar, por ejemplo, como M. Quoist en su conocido libro «Triunfo» decenios después llama la aten- ción sobre la misma problemática, casi con idénticas pala- bras a las usadas por el Padre el año 1912. Dice, entre otras cosas, después de señalar los problemas típicos de los pueblos subdesarrollados:

«Actualmente, otro mal, de mayor gravedad, si cabe, puesto que es más profundo, invade a la humanidad, comenzando –terribles vicisitudes de las cosas– por los pueblos más adelantados y por los hombres más - «civilizados». Trátase de una desintegración interior, de una putrefacción del mismo hombre… Gracias a sus extraordinarios logros, el mundo moderno es prodigiosamente bello y grande. El hombre, orgulloso de sus conquistas y de su poder sobre la materia y sobre la vida, parece como dominarlo cada día más. Pero a medida que con la ciencia y la técnica domina el universo, pierde el hombre el dominio de su uni- verso íntimo. Penetra en el misterio de los mundos, en el de los infinitamente pequeños y en el de los infinitamente grandes, y se pierde en su propio miste- rio. Quiere regir el universo y no sabe regir su propio universo. Domina la materia, pero cuando debería –libre de su tiranía– vivir más del espíritu, la materia perfeccionada se vuelve contra él, le esclaviza y el espíritu muere.

Si el hombre «pierde el espíritu», lo pierde todo. De- saparece el hombre, puesto que el espíritu es lo más importante» (p. 7 ss).

-12-

Page 13: Test 8 Temperamentos

Se podrían citar muchos otros autores contemporá- neos que comparten el mismo diagnóstico del Padre. Él, visionariamente, detectó el problema y lo señaló clara- mente. Pero no se quedó allí, sacó las consecuencias: puso con todas sus fuerzas manos a la obra, puso en movimien- to una gran cruzada de conquista de un nuevo tipo de hombre y señaló un método práctico al alcance de todos: la conquista del hombre nuevo por medio de la autofor- mación, bajo la protección de María.

Recapitulando...

El objetivo principal de esta reunión era conocer y analizar el Acta de Prefundación, pero viéndola, sobre todo, en su actualidad. Por eso, nos preguntamos sobre la validez del análisis del tiempo que hace el Padre:

¿Dónde encontramos hoy ese desequilibrio entre la conquista del macrocosmos y el microcosmos?

¿Cómo se manifiesta hoy en día ese vacío interior del hombre?

¿Cuáles son los signos de la masificación?

¿Hasta dónde esta masificación ha penetrado en la familia natural, en la sociedad y en la vida de la Iglesia, en nosotros mismos?

¿Creemos que disminuye o aumenta el proceso de masificación y despersonalización en la actualidad?

¿Qué hacemos para oponernos a este proceso?

-13-

Conviene que todo el grupo intercambie sobre estas pregun- tas, y trate de aplicarlas a la pro- pia vida.

Page 14: Test 8 Temperamentos

Segundo encuentro: La práctica del auto- conocimiento

Debemos crear un nuevo tipo de hombre que, a partir de su interioridad, sea capaz de poseer el autodo- minio y, con ello pueda, también, dominar el mundo que lo rodea. Es decir, un hombre «humano», capaz de huma- nizar. Para ello queremos aprender el arte de la autoedu- cación.

No sacaríamos nada con discutir en nuestros grupos teóricamente qué es la autoeducación y cómo debe practi- carse. Lo propio de nuestro trabajo no consiste en aclarar, con mayor o menor inteligencia, algunas ideas. Todo se decide en la voluntad de querer llevarlas a la práctica. En la medida que tratemos concretamente de autoeducarnos y de ayudarnos mutuamente en este arte de la autoedu- cación, por la misma práctica, obtendremos también una mayor claridad sobre el sentido y la importancia de la autoformación. Los frutos que obtendremos nos mostra- rán su valor.

La práctica de la autoeducación requiere que aprenda- mos a conocernos a nosotros mismos. En general nos preocupamos sólo de aprender más y más materias en el colegio o la universidad, nos llenamos la cabeza con conocimientos científicos, nos preocupamos de estar al tanto de todas las noticias, leemos los diarios, vemos televisión, etc. Pero, ¿nos hemos preguntado quiénes somos nosotros mismos, qué temperamento, qué carácter poseemos? Preocuparnos de descubrir nuestro mundo interior hará posible un serio trabajo de autoformación. Hay que acabar con esa superficialidad que reina en nues- tro ambiente, no podemos ser «vividos» por las circuns- tancias.

Para que sea posible lograr el conocimiento de sí mismo se requiere, sin embargo, cumplir una condición ineludible: hay que dejarse tiempo para la reflexión per- sonal. Esto es algo muy simple, pero, en la práctica, difícil de realizar. Estamos demasiado «tomados por la máqui- na», tenemos «demasiadas cosas que hacer». Todo nos parece más urgente y necesario, que dejarnos unos mo- mentos para estar tranquilos y encontrarnos con nosotros mismos.

En no pocos casos la raíz de esta «falta de tiempo» reside en el hecho que nos da miedo estar en silencio: nos da miedo toparnos con nuestro vacío interior. Nos damos cuenta, de pronto, que si miramos hacia adentro tratando de escudriñar lo que somos, no encontramos nada a que asirnos. No poseemos un «fondo interior», no hemos conquistado aún el «núcleo» de nuestra personalidad.

-14-

Page 15: Test 8 Temperamentos

Hacerlo es nuestra tarea. No lo alcanzaremos de un día a otro. La autoeducación, decía el Padre, «es la tarea de toda nuestra vida». Lo importante es ponerse manos a la obra y no dejarse desalentar por las dificultades.

Y en esto tenemos que ser prácticos. El tiempo para la meditación personal debe determinarse claramente. No sacamos nada con decir simplemente: «Esta semana me dejaré tiempo para la reflexión personal». Las «buenas intenciones» sirven de muy poco.

Como se puede suponer, al inicio no nos resultará fácil concentrarnos, es aconsejable, por lo tanto, ayudarse de un cuaderno personal. A veces anotando nuestros pensamientos nos resulta más fácil concentrarnos y evita- mos el peligro de que se nos pase el tiempo en divagacio- nes.

El conocimiento sobre nosotros mismos nos permitirá descubrir quiénes somos, de qué materia estamos hechos, cuáles son nuestras cualidades y defectos principales, cuál es la estructura de nuestra personalidad. Nuestra persona- lidad es compleja: somos producto de una historia, conta- mos con una herencia, estamos influenciados por nuestro ambiente, etc., etc. En los temas próximos tocaremos algunos aspectos básicos del conocimiento de sí mismo.

Nos detendremos a analizar nuestro temperamento. En la medida que lo logremos tendremos también «mate- ria» para llevar a la práctica el trabajo de la autoeduca- ción. Por ahora sólo queremos conquistar la costumbre o el hábito de la reflexión personal, convencernos de su valor y necesidad. En otras palabras, acabar con el vacío interior, conquistar nuestra propia interioridad. Tenemos que llegar a ser personas capaces de ejercer una profunda influencia en su medio ambiente en primer lugar, como dice nuestro Padre, «por la fuerza, por la riqueza interior de nuestra personalidad».

Les propongo que leamos y reflexionemos juntos el texto de M. Quoist, en la Ficha 2.

-15-

Ahora es el momento de repar- tir la ficha correspondiente.

Page 16: Test 8 Temperamentos

Tercer encuentro: Test de los ocho tempe- ramentos

Queremos comenzar desde ya a poner en práctica la autoeducación. Para ello, hemos dicho, es necesario cono- cerse a sí mismo. Un aspecto importante de este conoci- miento de sí lo constituyen los temperamentos. Sabiendo qué temperamento se posee, se tiene una clave para entender muchas de las reacciones y de la manera de comportamiento, de las cualidades y defectos típicos de la persona.

Por temperamento entendemos, en general, el tono o «atmósfera» anímica de la persona, que depende, en gran parte, de su constitución física y que se pone de manifies- to en la manera de reaccionar ante los diversos estímulos y en la duración y profundidad de la misma reacción.

Son muy diversos los modos de analizar el carácter y los temperamentos. En el test que les proponemos a continuación, llamado de «los ocho temperamentos» de Heymans y Wiersma, la tipología del temperamento se basa principalmente en la emotividad, la actividad y la primariedad o secundariedad. Oponiendo los emotivos a los no-emotivos, los activos a los no-activos y los secun- darios a los primarios se obtienen ocho tipos fundamenta- les. Este material está tomado de J. Ibáñez Gil, Pastoral Juvenil Diferencial, el cual recomendamos para su pro- fundización.

Instrucciones:

Al ser un cuestionario bastante extenso recomenda- mos hacerlo en dos reuniones seguidas. Cada uno de los chicos pondrá en una hoja en blanco su nombre, y anota el número de la pregunta y la clave de respuesta, X, —, o •, según corresponda. Muchas preguntas sólo tienen alternativas X o •. Si realmente uno siente que está «en- tre las dos», o no se siente identificado por ninguna de las dos, anotará —, aunque no figure expresamente. Pero sí tienen que contestar todas las preguntas.

Es importante que durante las respuestas los chicos traten de mantener un clima de silencio, no comenten las respuestas entre sí y no hagan juicios valorativos de nin- gún tipo. Hay que recomendar que contesten cómo son naturalmente, a lo que tienden instintivamente, no cómo «deberían» o «quisieran» ser, o cómo actúan por educa- ción o por criterios ya adquiridos. Que no elaboren de- masiado la respuesta, o sea que contesten rápidamente, sin pensar demasiado.

-16-

¡Ojo! Las fichas de evaluación se entregarán recién después de contestar todas las preguntas del test.

Page 17: Test 8 Temperamentos

Preguntas del cuestionario

Pregunta 1. X: ¿Se entusiasma usted o se indigna

con facilidad? (Aunque no lo mani- fieste exteriormente)

•: ¿O permanece siempre tranquilo, exterior e interiormente?

—: ¿O sólo en contadas ocasiones se entusiasma o se indigna?

Pregunta 5. X: ¿Cuándo se le ha hecho alguna in-

justicia u ofensa, tiende usted a pro- testar violentamente, «caiga quien caiga», enfrentándose enérgicamen- te con quién sea?

•: ¿O instintivamente (aunque se sien- ta por dentro herido) tiende usted por carácter a suavizar las cosas en lo posible, buscando «un arreglo»? Pregunta 2.

X: ¿Es usted muy movido e inquieto? (Gesticular, saltar vivamente del asiento, ir y venir en su cuarto sin que a ello le mueva una emoción viva, sino por «necesidad de mo- verse, de hacer ejercicio»)

•: ¿O está usted generalmente quieto, cuando no le agita una emoción?

Pregunta 6. X: ¿Le gusta a usted hablar casi siem-

pre de sus propias cosas, procuran- do atraer la atención hacia los pro- yectos que usted tiene, sus éxitos, los disgustos o alegrías que usted ha tenido, etc.?

•: ¿O más bien se interesa en saber lo Pregunta 3. X: ¿Tiene usted tendencia a insistir

mentalmente en las mismas ideas, recordar los mismos hechos alegres o tristes, «darle vueltas» a un mismo sentimiento, como si se le grabase todo fuertemente?

•: ¿O tiene usted en ello bastante va- riedad, sucediéndose unos a otros los sentimientos, recuerdos, etc.? (Facilidad para olvidar o prescindir de cosas pasadas)

que les ha sucedido a los otros, pre- guntándoles y atendiendo a sus ideas y proyectos, etc., juzgando de una manera como instintiva, que lo propio de usted interesa menos?

Pregunta 7. X: ¿Al enterarse (por el periódico, o

una conversación, etc.) de que al- guien ha sido justamente condena- do o sancionado, se conmueve us- ted interiormente, pensando en el reo, en su familia, etc.?

•: ¿O más bien piensa instintivamente en el delito y en que –aunque sen- sible– es necesario el castigo?

Pregunta 4. X: ¿Por temperamento, tiende usted

en sus tareas o trabajos a cumplir, honradamente, desde luego, pero «a grandes rasgos», a ceñirse a «lo esencial», sin angustiarse por des- cender a perfiles y detalles hasta lo último? («Ya está bien así....», «si no, uno se vuelve loco»)

•: ¿O no queda tranquilo si no va has- ta el último rasgo o matiz, perfilan- do hasta los mínimos pormenores, dejándolo todo «bien acabado»? («Todavía falta esto, este otro deta- lle»)

Pregunta 8. X: ¿Es usted de las personas que se «en-

cuentran en su elemento» rodeados de libros serios revistas de altura o, por lo menos de divulgación cientí- fica, etc., por su amor al estudio reposado, investigador?

•: ¿O más bien de las que necesitan del trato social intenso y activida- des predominantemente prácticas?

Pregunta 11. X: ¿Nota usted que su humor es muy

variable? (Pasar fácilmente de la alegría a la tristeza, del optimismo

-17-

Page 18: Test 8 Temperamentos

X: al abatimiento, por cosas de poca importancia y aun –a veces– sin saber por qué?

•: ¿O, sin esfuerzo alguno, tiene usted un humor siempre igual?

¿Desea usted casi siempre que los otros colaboren sus planes, disgus- tándose si no lo consigue?

•: ¿O más bien suele colaborar, con los planes de otro , o los de una organización a la que usted perte- nezca, etc., sin pensar en llevar us- ted la iniciativa?

Pregunta 12. •: ¿Le gusta a usted «soñar despierto»?

(Estar largo rato haciendo planes a veces quiméricos, castillos en el ai- re, recordando el pasado, etc.)

X: ¿O, como por impulso interior, prefiere usted más bien actuar, y cuando planea algo está impaciente hasta que lo realiza?

Pregunta 17. X: ¿Tiene usted necesidad de ver fre-

cuentemente a sus amigos? •: ¿O permanece largo tiempo sin

verlos –sin sentir su ausencia–, aun- que ello no debilite su amistad?

Pregunta 13. •: ¿Tiende usted mucho a adaptarse al

ambiente en que está? ¿Con fre- cuencia modifica su plan para adap- tarlo al de sus amigos, a lo que ha- ce el grupo, etc.? (nos referimos a cosas buenas y lícitas)

X: ¿O usted «sigue su camino» prescin- diendo de lo que hacen los demás; es decir –aunque se muestre cor- tés–, con dificultad le hacen cam- biar su plan?

Pregunta 18. X: ¿Es usted algo «teorizante»? ¿Le gus-

ta razonar sus ideas, su modo de proceder, acudiendo a razones teóricas, de una manera seria, pro- funda?

•: ¿O cree que basta el «buen sentido común» para justificar y explicar las cosas de la vida diaria, y lo otro es complicarla innecesariamente?

Pregunta 21. X:

—:

¿Empalidece o se ruboriza usted con facilidad, sin poder evitarlo? ¿O sólo en alguna que otra ocasión excepcional?

Pregunta 14. •: ¿Rechaza usted vivamente y por

instinto todo aquello que viene a sacarle de la ocupación en que está? ¿Se irrita usted –por lo menos inte- riormente– contra toda distracción?

X: ¿O acoge estas perturbaciones sin irritarse, con reacción suave y sin esfuerzo?

•: ¿O nunca le sucede esto?

Pregunta 22. X: ¿Cuando se trata de hacer algo

obligatorio (una tarea, un trabajo), tiene usted tendencia natural a em-pezar cuanto antes?

•: ¿O instintivamente tiende a diferir, a «esperar un rato», etc. (Aunque logre dominar esta tendencia, la siente)?

Pregunta 15. X: ¿Al actuar, por temperamento, se

despreocupa usted de lo que pue- dan pensar o sentir los demás? («Si no les gusta..., lo siento; pero yo soy así»)

•: ¿O no está usted tranquilo «si no está bien con todo el mundo», preocupándose, de una manera espontánea, de lo que pensarán y sentirán los otros para no chocar con ellos?

Pregunta 23. •: ¿Después de un acceso de cólera o

de haber sufrido una ofensa, se re- concilia usted inmediatamente, con facilidad, sin recordar más la cosa interiormente como si nada hubiera pasado?

—: ¿O queda usted algún tiempo de mal humor? Pregunta 16.

-18-

Page 19: Test 8 Temperamentos

X: ¿O encuentra usted –por tempera-mento– mucha dificultad en recon-ciliarse (rencor persistente, involun-tario)?

Pregunta 31. X: ¿Se siente usted fácilmente y pro-

fundamente herido en su interior, cuando le hacen alguna observa- ción descortés o burlona, o le criti- can? Pregunta 24.

•: ¿Prefiere usted las pinturas, cuadros, grabados, etc., en los que el dibujo es nítido, preciso, detallista?

X: ¿O más bien la pintura que con unos cuantos trazos o manchas de color produce un efecto de conjun- to, sin descender a detalles?

•: ¿O instintivamente no le da impor- tancia a esas cosas?

Pregunta 32. •: ¿Cuando la realización de un pro-

yecto o trabajo, tropieza usted con una dificultad, tiende usted natural- mente al desánimo y experimenta en seguida fuerte tentación de abandonar la tarea (aunque de he- cho la siga haciendo, dominándo- se)?

Pregunta 25. X: ¿Es usted aficionado a practicar o a

ver deportes violentos (boxeo, lu- cha, etc.)?

•: ¿O de una manera espontánea le atraen preferentemente los que exi- gen menos violencia física?

X: ¿O –como por instinto– se siente aguijoneado precisamente por la dificultad y ello parece que le esti- mula a redoblar sus esfuerzos?

Pregunta 26. X: ¿Es usted algo celoso en sus afectos,

respecto a sus amistades, familiares, etc.?

•: ¿O es usted poco accesible a los celos?

Pregunta 33. •: ¿Le encanta a usted todo lo que

suponga novedad y cambio? (Nue- vo domicilio, nuevas ocupaciones, ver «caras nuevas»?

X: ¿O más bien le molesta cambiar, y le gusta a usted lo ya usual y cono- cido? (Siente el gusto de «su casa», su lugar de trabajo, su tarea de ca- da día, bien conocida; el frecuentar a las mismas personas?

Pregunta 27. X: ¿Tiene usted afecto por los niños?

¿Le gusta su compañía? ¿Le agrada compartir sus juegos?

•: ¿O más bien lo ponen nervioso? ¿Le fastidian?

—: ¿O quizá los estima usted de una manera teórica y, por así decirlo, «desde lejos»?

Pregunta 34. •: ¿Le molestan a usted instintivamen-

te los encargos o tareas complejas, en que hay que atender a las vez muchas cosas (vigilar un local, re- partir objetos –tomando notas y contestando a la vez múltiples pre- guntas–?

Pregunta 28. X: ¿Siente usted la necesidad de buscar

la interpretación, el significado o «mensaje» de las obras de arte que le producen admiración?

•: ¿O le basta experimentar sencilla- mente «sin complicaciones» el pla- cer que produce la mera contem- plación y goce de esas obras de arte?

X: ¿O más bien «se encuentra usted en su elemento» en tales circunstancias, y atiende con facilidad y gusto mu- chas cosas a la vez, «sin perder deta- lle» y sin esfuerzo extraordinario?

Pregunta 35. •: ¿Cuando discute usted con otra per-

sona, tiende instintivamente a «lle- gar a un acuerdo», procurando con-

-19-

Page 20: Test 8 Temperamentos

vencer diplomáticamente al interlo- cutor, con simpatía, cediendo un poco de su parte, etc.?

X: ¿O más bien desea usted que «las cosas queden claras», y se fija en los puntos en que no está de acuerdo, para discutirlos con firmeza y ener- gía?

Pregunta 42. •: ¿Después de realizar los trabajos

obligatorios espontáneamente aprovecha usted los tiempos de descanso «descansando» plenamen- te?

X: ¿O no puede estar sosegado sin ocuparse en otra cosa o actividad, aún en tiempo de descanso?

Pregunta 36. X: ¿Cuando no se le ha dado lo que se

le debe en justicia o se le prometió, lo procura usted conseguir por re- clamaciones, o por gestiones «diplo- máticas» pero eficaces?

•: ¿O el «reclamar algo» o estar preo- cupado por conseguirlo, aunque sea con justicia y corrección, le es muy desagradable, y por su parte prefiere instintivamente no hacerlo, dejando con facilidad de percibir lo que se le debe?

Pregunta 43. X: ¿Es usted –sin esfuerzo, por tempe-

ramento– constante en sus proyec-tos y planes? ¿Acaba usted siempre con lo que ha comenzado?

•: ¿O a menudo siente el deseo de abandonar una cosa antes de aca- barla, para empezar otra cosa co-menzando muchas cosas y no aca-bando ninguna o casi ninguna?

Pregunta 44. •: ¿Tiene usted tendencia a repetir

una palabra o frase, algún gesto habitual o «tic» inofensivo?

Pregunta 37. X: ¿Comparte usted «por dentro» los

estados de ánimo ajenos, sintiéndo- se alegre o triste con los demás?

•: ¿O más bien «comprende» las ale- grías y penas ajenas, de una manera intelectual, diríamos «fría», sin re- percusión en el sentimiento?

X: ¿O no se repite usted casi nunca, ni tiene gestos «característicos» suyos (tics)?

Pregunta 45. X: ¿Cuando un compañero no le es

simpático, está usted instintivamen-te deseando la ocasión de decírselo claramente?

Pregunta 38. X: ¿En presencia de un aparato o una

máquina que usted no conoce, se interesa usted sobre todo por las aplicaciones que pueden tener?

—: ¿O más bien los principios científi- cos que fueron aplicados al cons- truirlo?

•: ¿O le interesa la ingeniosidad del mecanismo?

•: ¿O prefiere usted, por carácter, disi-mular y suavizar las cosas, evitando encontrarse con él, etc.?

Pregunta 46. X: ¿Es usted naturalmente inclinado a

la desconfianza? ¿Sospecha con faci- lidad de los otros?

•: ¿O es más bien espontáneamente confiado? Pregunta 41.

X: ¿Siente usted frecuentemente –por temperamento– la sensación de «nu- do en la garganta»? (cuando ha de hacer algo que le preocupa)

—: ¿O sólo le ha sucedido esto alguna que otra vez?

•: ¿O ni siquiera sabe usted qué es esto, porque nunca la sucede?

Pregunta 47. X: ¿Siente usted afecto por los anima-

les, como por seres que tienen una cierta personalidad y se inquieta por lo que puedan sentir?

•: ¿O, sin hacerles daño, los considera usted como ganado, rebaño, es decir, como «cosas» meramente?

-20-

Page 21: Test 8 Temperamentos

Pregunta 48. X: ¿Tiende usted a orientar espontá-

neamente la conversación hacia temas abstractos, de ideas (científi- cas, religiosas, filosóficas, etc.)?

•: ¿O –sin que ello quiera decir nada de su talento– le gusta más bien conversar de los acontecimientos diarios, o de proyectos, realizacio- nes, etc., de tipo práctico?

Recomendamos terminar aquí la reunión. En el siguiente en- cuentro retomaremos el test, para contestar las preguntas res- tantes y hacer la evaluación.

-21-

Page 22: Test 8 Temperamentos

Cuarto encuentro: Continuación del Test

Pregunta 51. X: ¿Se ve usted frecuentemente angus-

tiado por las dudas o escrúpulos respecto a lo que ha de hacer, o a lo que hizo?

•: ¿O no conoce sino muy raramente este doloroso estado de preocupa-ción?

Pregunta 55. X: ¿Con facilidad, cuando cree usted

que debe hacerlo, «dice usted las verdades» a otros, criticando su conducta?

•: ¿O le cuesta mucho esto, y evita verse en tales ocasiones?

Pregunta 56. X: Pregunta 52.

X: ¿No duda usted nunca en empren- der una transformación útil, arreglo de sus cosas, etc., aun cuando sepa que ello le exigirá trabajos, diligen- cias, etc.?

•: ¿O tiende instintivamente a retroce- der ante el trabajo que hay que emprender, contentándose más bien con dejar las cosas tal como están?

¿Cuando hace usted un regalo, aun- que lo haga con gusto, interiormen- te y «sin poderlo remediar» piensa en lo que vale tal objeto? ¿O cuan- do hace un favor o un servicio –re- petimos: con gusto, sin segunda intención– piensa espontáneamente en que el que lo recibe debe estar justamente agradecido al sacrificio de usted?

•: ¿O nunca se le ocurre pensar en esto?

Pregunta 53. •: ¿Es usted naturalmente improvisa-

dor? ¿Prefiere decidir «sobre el te- rreno» lo que ha de hacerse, sin muchos planes previos; o, si hace planes, después en el momento de actuar, no se sujeta a ellos, pues siempre se le ocurren nuevas ideas o procedimientos?

X: ¿O bien siente instintivamente ho- rror a toda improvisación, y en su acción realiza punto por punto lo que previamente ha planteado con todo detalle?

Pregunta 57. X: ¿ Es usted bastante sensible a las

manifestaciones de afecto de los demás, y –diríamos– «no puede vi- vir» sin sentirse querido, estimado por los que lo rodean?

•: ¿O más bien le fastidian –por ca- rácter– las manifestaciones de afec- to?

—: ¿O ello no le preocupa mucho?

Pregunta 58. X: ¿Prefiere usted las distracciones que

tienen un carácter intelectual? (Estu- dio, discusión de ideas, juegos de reflexión –ajedrez, etc.–?

Pregunta 54. •: ¿Cuando le explican a usted algo

nuevo, tiene tendencia por lo me- nos interiormente, a decir: «poco a poco; vayamos por parte». Prefiere descender a los detalles, analizan- do, para comprender a fondo una demostración, el funcionamiento de una máquina, etc.?

X: ¿O le molesta tanto análisis, y le basta a usted por lo general, una visión de conjunto para darse cuen- ta de lo que se trata?

•: ¿O distracciones de otro orden? (Bien sean físicas –deportes, excur- siones–; sociales – visitas, reuniones diversas–; o sentimentales –lecturas de novelas, músicas, etc.–)

Pregunta 61. X: ¿Es usted muy impresionable? (Por

ejemplo se sobresalta ante un ruido inesperado, sufre una profunda

-22-

Page 23: Test 8 Temperamentos

•: ¿Encuentra usted agrado –espontá- neamente– en prestar sus propios libros, útiles o instrumentos?

X: ¿O bien siente disgusto interior en prestarlos (aunque de hecho los preste cortésmente)?

conmoción interior por cosas que no tienen gran importancia, etc.)

•: ¿O no suele usted turbarse, por su temperamento tranquilo?

Pregunta 62. X: ¿Sí, con la suficiente compensación

o remuneración, le encargan a us- ted un trabajo o tarea nueva, que exija movimiento esfuerzo, etc., en el fondo se siente usted contento ante la perspectiva de esa activi- dad?

•: ¿O más bien interiormente le mo- lesta tal esfuerzo y actividad obliga- toria, e instintivamente piensa en excusarse o buscar ayuda?

Pregunta 67. X: ¿Adquiere usted afecto por sus cola-

boradores, empleados, camaradas de trabajo, hasta el punto de conti- nuar con ellos, aunque ello le sea abiertamente desfavorable? (Por ejemplo, no despedir a un emplea- do negligente, continuar la amistad con un amigo, etc., por puro afec- to)

•: ¿O no vacila usted en realizar esas Pregunta 63. •: ¿Olvida usted con facilidad lo que

ha prometido? (Sin culpa, es decir, sinceramente «sin querer», pero... casi siempre se olvida)

X: ¿O jamás olvida lo que prometió y lo recuerda con frecuencia? (Aun- que quizá de hecho, tarde en cum- plirlo por cualquier motivo)

separaciones útiles (reemplazar a un colaborador, cambiar de amistades, etc.)?

Pregunta 68. X: ¿Ante un problema serio (científico,

social, filosófico, etc.), se interesa usted, cuando busca la solución, en conocer por si mismo con rigor científico las opiniones diversas, analizando las razones en pro y en contra, etc.?

Pregunta 64. •: ¿Le gusta mucho usted el orden en

todo, y lo tiene en sus cosas? (Cada cosa siempre en su sitio, libros per- fectamente clasificados que después de usarlos, vuelven a su lugar; eti- quetas y apartados en sus cuader- nos, etc.)

X: ¿O es más bien, por temperamento, algo desordenado y nunca consigue tener un orden perfecto, aunque «usted sabe dónde está cada cosa»?

•: ¿O espontáneamente, pero de ma- nera consciente – y legítima – admi- te la solución que proponen perso- nas de autoridad científica (especia- listas en la materia) sin deseo de investigar por sí mismo dicho solu- ción o las razones teóricas que la justifican, etc.?

Pregunta 71. X: ¿Por su temperamento impresiona-

ble (aunque logre dominarse por completo – en lo cuál consiste el valor –), siente usted interiormente miedo con frecuencia e intensidad? (Oscuridad, parajes desconocidos, etc.)

Pregunta 65. •: ¿Es usted por temperamento muy

amable, obsequioso, y busca usted agradar y conquistar la amistad de los que le rodean –aunque no le tenga, necesariamente gran afecto?

X: ¿O más bien los trata usted con sencillez, es decir, con cierta rude- za?

•: ¿O nunca siente miedo, por no ser impresionable en absoluto?

—: ¿O sólo en contadas ocasiones de peligro excepcional?

Pregunta 66. Pregunta 72.

-23-

Page 24: Test 8 Temperamentos

•: ¿Le gusta a usted más mirar que hacer? (Por ejemplo, le gusta a us- ted más estar mirando, a menudo y largo rato, un juego o un deporte que practican otros)

X: ¿O –por el contrario– le gusta más hacer que mirar, y el simple espec- táculo pronto le resulta aburrido y le excita a pasar personalmente a la acción? (En el ejemplo anterior: deseo de entrar en el campo de deportes, a intervenir en el juego)

nible» para encargos y cosas de otros?

Pregunta 77. X: ¿Cuando tiene usted afecto por al-

guna persona, se siente inclinado a manifestárselo con palabras afec- tuosas o tiernas, con atenciones delicadas?

•: ¿O más bien eso «no le sale» espon- táneamente, y tiende más a probar el afecto con actos positivos (pres- tar servicios, ayudar, etc.)?

Pregunta 73. X: ¿Cuando usted se ha formado una

opinión es fácil convencerle de otra cosa? ¿Se mantiene usted firme –por lo menos en su interior– res- pecto a lo que considera evidente, aunque de hecho no le guste discu- tir?

•: ¿O con facilidad –instintivamente– tiende a coincidir con la opinión o el punto de vista de quien conversa con usted?

Pregunta 78. •: ¿Le gustan a usted las cosas poco

complicadas, las poesías que se en- tienden fácilmente, las historias sin complicaciones?

X: ¿O bien le desagradan las cosas de- masiado sencillas, y prefiere usted las obras y personas que dan oca- sión a la inteligencia para una in- tensa investigación o ejercicio men- tal?

Pregunta 74. •: ¿Es usted meticuloso en su pulcritud

y presentación personal? («No des- cuida detalle», aunque no sea usted amanerado)

X: ¿O más bien negligente en su pre- sentación (vestidos, etc.) porque le molesta fijarse en tanta cosa?

Pregunta 81. X: ¿Al hablar, gusta usted de palabras

muy expresivas? («formidable, fan- tástico, espantoso»)

•: ¿O no las usa casi nunca?

Pregunta 82. X: ¿Ante un caso práctico, difícil e

inesperado, tiende usted por tem- peramento a tomar decisiones rápi- das y actuar con prontitud?

Pregunta 75. X: ¿Es usted combativo por naturale-

za? ¿Busca usted –como instintiva- mente– la competición, la lucha?

•: ¿O más bien le repugnan natural- mente las peleas y las disputas? ¿Pre- fiere ceder al principio (al menos en las apariencias) antes que dar ocasión de conflicto?

•: ¿O es usted más bien indeciso, y duda largo tiempo, antes de inter- venir o actuar?

Pregunta 83. X: ¿Se siente usted frecuentemente

pensativo o preocupado por lo que tiene que hacer? ¿Da vueltas –men- talmente– a lo que puede suceder viendo los posibles riesgos, venta- jas, las consecuencias –quizá serias– de esta o la otra acción o decisión, etc.?

Pregunta 76. X: ¿Procura usted «sacar todo el parti-

do posible» del tiempo? ¿Organiza las cosas de manera que aprovecha hasta el último minuto, y, por lo tanto, pocas veces está disponible?

•: ¿O más bien procede con holgura, le suele sobrar tiempo y «está dispo-

-24-

Page 25: Test 8 Temperamentos

•: ¿O no piensa excesivamente en ello, prefiriendo espontáneamente «pensar cuando llegue el momento» , y confiando en que siempre habrá una solución para todo?

Pregunta 91. X: ¿Se pone usted interiormente muy

nervioso –sin poder remediarlo– cuando algo no sucede como usted desea, o «sale peor» de lo previsto, aunque no se trate de cosa grave o de importancia? Pregunta 84.

•: ¿Le absorbe a usted casi siempre lo que está haciendo, hasta el punto de no caer en la cuenta de lo que pasa en torno suyo?

X: ¿O bien le resulta fácil ejecutar lo que tiene que hacer, sin perder de vista lo que pasa en torno suyo, o atender a una conversación, etc.?

•: ¿O más bien acepta con calma inte- rior los contratiempos, sin tener que hacer gran esfuerzo para ello, porque es usted naturalmente poco nervioso?

Pregunta 92. X: ¿Tras un esfuerzo físico duro (mar-

cha, deporte fatigante, etc.), se re- cupera usted con rapidez? ¿Después de un descanso relativamente breve se siente con nuevas fuerzas, «dis- puesto a volver a empezar»?

Pregunta 85. X: ¿Le gusta a usted el riesgo? ¿Encuen-

tra usted particular placer en afron-tar un peligro?

•: ¿O rehuye más bien las aventuras inciertas (lo que no quiere decir que no tenga valor para afrontar un peligro sin haberlo buscado)?

•: ¿O, por constitución fisiológica, necesita usted descansar largamente para recuperar fuerzas? (Aunque sea usted físicamente robusto)

Pregunta 86. X: ¿Tiene usted tendencia instintiva a

sacar provecho de todas las ocasio- nes que se presenten, aunque usted no tuviera deseos particulares de lo que le ofrecen sino solamente para «aprovechar la ocasión»?

•: ¿O deja usted pasar indiferente- mente las ocasiones acerca de las cosas que no le interesaban antes?

Pregunta 93. X: ¿Le molesta mucho tener que cam-

biar de horario y salirse de su habi- tual y metódica distribución del tiempo, que cumple con gran cons- tancia y gusto?

•: ¿O más bien le molesta sujetarse a un horario metódico, porque ve que los problemas y asuntos que se presentan son siempre nuevos y hay que adaptarse a las circunstan- cias? Pregunta 87.

X: ¿Cuando en alguna ocasión ha teni- do usted que reñir a otra persona, sufría usted interiormente por tener que disgustarle?

•: ¿O espontáneamente, en esos mo- mentos, «se dejaba de sentimentalis- mos» y le reñía sin más?

Pregunta 94. •: ¿Cuando recibe usted un encargo,

le gusta que precisen bien la cosa, descendiendo a pormenores que después usted cumple escrupulosa- mente?

X: ¿O prefiere que le indiquen en lí- neas generales lo que se pretende, y le dejen a usted un margen de iniciativa?

Pregunta 88. X: ¿Busca usted a menudo la solución

de problemas desprovistos de toda aplicación práctica, por el solo gus- to de pensar, razonar, investigar?

•: ¿O le parece que eso sería solamen-te «perder el tiempo»?

Pregunta 95. X: ¿Encuentra usted gusto en mandar, en

«imponerse», aun en los casos en quees preciso obligar a los otros a

-25-

Page 26: Test 8 Temperamentos

obedecer y forzar su obediencia? •: ¿O más bien le repugna natural-

mente imponer a otros su volun- tad, prefiriendo maniobrar diplomáticamente para conseguir la realización de sus planes?

Pregunta 97. X: ¿Si alguien le cuenta una desgracia

–familiar, personal, etc.– para obte- ner su ayuda, espontáneamente –por dentro– se siente usted con- movido con facilidad?

•: ¿O instintivamente se mantiene más bien a la expectativa, sin conmo- verse fácilmente? (Aunque, de he- cho, después le ayude)

Pregunta 96. X: ¿Cuando se encuentra usted en cir-

cunstancias en que «cada uno suele mirar por sí» (conseguir rápidamen- te asiento en una aglomeración, alcanzar algo de lo que se reparten pocos ejemplares, etc.), siente usted vivo interés y ansia por conseguir- lo, y hace todo lo posible por ser de los favorecidos?

•: ¿O –de una manera instintiva, na- tural– no siente usted interiormente tal ansia y fácilmente se desprende de lo que ha conseguido, por satis- facer a quien «tendría un disgusto si no lo consiguiera»?

Pregunta 98. •: ¿De un modo espontáneo, entre las

novelas, prefiere usted aquellas en que «sucede algo», y en que todos los acontecimientos son contados con detalle (es decir: tienen mucho argumento)?

X: ¿O se siente instintivamente atraído por aquéllas que permiten investi- gar el juego de los mecanismos psicológicos en los personajes, o el valor de una idea filosófica, moral, social, etc.?

Cuando terminaron de contestar todas las preguntas, pasan a la evaluación del Test. Lo pueden hacer en esta misma reunión, si queda tiempo, o hacerlo en la próxima reunión, como prefieran.

-26-

Page 27: Test 8 Temperamentos

Instrucciones para la evaluación

Recién después de contestar todas las preguntas, cada uno hace su evaluación. Trasladan sus respuestas a la Ficha de evaluación, y después anotan el puntaje de cada respuesta según la siguiente clave: X – 10 puntos; — – 5 puntos; • – 0 puntos.

Después suman cada columna, e identifican sus rasgos principales:

COLUMNA 1 ES: Emotividad: Capacidad de conmoción psicológica, o impresionabilidad interior ante los diversos estímulos.

Emotivo (E): más del 50% No Emotivo (nE): hasta 50% inclusive

COLUMNA 2 ES: Actividad: Capacidad de pasar rápida- mente de la idea al acto; del plan o proyecto, a su ejecu- ción.

Activo (A): más del 50% No Activo (nA): hasta 50% inclusive

COLUMNA 3 ES: Secundariedad: Capacidad de obrar por estímulos no presentes (recuerdos, proyectos); los estados de ánimo se graban tenazmente. Lo contrario, «primariedad», es la tendencia a obrar por el estímulo presente: lo que ahora «veo», «pienso», «me dicen». En el primario, los estados de ánimo varían o se borran fácil- mente.

Secundario (S): más del 50% Primario (P): hasta 50% inclusive

COLUMNA 4 ES: Amplitud de campo consciente: Capacidad de atender a varias cosas a la vez (peligro: superficialidad). Lo contrario, «estrechez de campo cons- ciente», es la capacidad de atender y profundizar una sola cosa (peligro: la estrechez de juicio e incomprensión de los demás).

Amplio: más del 50% Estrecho: hasta 50% inclusive

COLUMNA 5 ES: Polaridad combativa: Gusto y deseo de lucha, disputa (peligro: falta de caridad). Lo contrario: «polaridad diplomática» (peligro: falta de firmeza o de sinceridad).

Combativo: más del 50% Diplomático: hasta 50% inclusive

COLUMNA 6 ES: Avidez caracterológica: Tendencia a acumular y conseguir cosas, en servicio de los propios fines (sin que ello diga nada malo acerca de tales fines, que pueden ser excelentes, pero son «los míos»). Este

-27-

Ahora se entregan las fotoco- pias de la «Ficha de evaluación»

Page 28: Test 8 Temperamentos

factor también se llama «egocentrismo caracterológico». Lo contrario, «alocentrismo», es la tendencia a servir los fines de los demás, desprendiéndose de las propias cosas.

Egocéntrico: más del 50% Alocéntrico: hasta 50% inclusive

COLUMNA 7 ES: Afectividad: Intensidad con las que uno se adhiere afectivamente a las personas, y –a su vez– necesita del afecto ajeno. No se confunda con la «emotivi- dad», pues hay personas muy impresionables y poco afectivas, y viceversa.

Afectivo: más del 50% Seco: hasta 50% inclusive

COLUMNA 8 ES: Tendencia teorética: Contrapuesta a la «tendencia practicista», no indica mayor o menor inteli-gencia, sino la inclinación a la investigación o abstracción teórica.

Teorético: más del 50% Practicista: hasta 50% inclusive

Las columnas decisivas para el temperamento son las primeras tres; las otras brindan información complemen- taria. La fórmula caracterológica o tipo es la combina- ción de los resultados de las primeras tres columnas (p. ej.: EnAP, nEAS, etc.). Existe un subtipo cuando alguno de los tres factores fundamentales tiene una intensidad aproximada a los 50 puntos (o exactamente 50). P. ej.: E: 70; A: 55; S: 25 da como tipo: EAP, y subtipo EnAP.

Ahora se reparten las fichas correspondientes al tipo y subtipo de cada uno. Durante la semana las revisan y subrayan (y agregan, si hace falta) las virtudes y los defec- tos con los que más se identifican.

-28-

Page 29: Test 8 Temperamentos

Quinto y sexto encuentro: El «Espejo Caracterológico I»

Reparten el formulario correspondiente, y cada uno hace el cuadro sinóptico de sus virtudes y defectos, o sea su «Espejo Caracterológico I», que queda como resumen de su autoconocimiento.

Es recomendable que en esta reunión y en la siguien- te, compartan lo hallado entre todos: Cada uno tiene un buen rato de tiempo para contar lo que encontró de su temperamento, sus virtudes y defectos. Luego de que habló, los demás, con mucho respeto, lo pueden comple- mentar enaltecedoramente.

-29-

Page 30: Test 8 Temperamentos

Séptimo encuentro: Introducción al Ideal Personal

‚ Problemática actual:

masificación, falta de personalidades, como piezas de una máquina anonimato: una gran "sociedad anónima", es de- cir, sin nombre en Dachau cada preso llevaba un número, reduci- do a un número cada uno es un Don Nadie llevamos mil máscaras tras las cuales nos oculta- mos Nosotros mismos, mirando a mi interior y a mi futuro: ¿quién soy? ¿cuál es mi verdadero nom- bre? ¿para qué estoy en el mundo, para qué vivo? ¡Dios llama a cada uno por su nombre!

<

<

<

< <

<

<

‚ Importancia de vivir por un ideal

< Sólo vale la pena vivir la vida si tengo un ideal por el cual vivir. Sin ideal nuestra vida es como un barco sin ti- món, un camino que no conduce a ninguna parte, un callejón sin salida, un absurdo. Sin un ideal claro somos vagabundos sin rumbo, errantes en el camino de la vida. Sin ideal la vida se torna insulsa, oscura, vacía.

<

<

<

‚ El Ideal Personal es la vocación única y original de cada uno:

< Es la idea original que Dios tiene de cada uno desde toda la eternidad, por la cual lo creó, el proyecto que tiene de cada uno. Cada persona es única, original, irrepetible, insustituible. El IP es la forma original como cada uno encarna los rasgos de Cristo, modelo de todo hombre, es aquel rayo único del sol de Cristo que se refleja en mi vida y mi persona. De ese modo cada uno está llamado a ser santo a su manera particular. El IP es el proyecto de mi vida, que está grabado y esbozado en mí. Es como la semilla original que Dios sembró en mi vida y que debo descubrir, reconocer y cultivar para que dé fruto abundante. El IP es algo a alcanzar, pero también algo que ya está latente en mí. En mí mismo tengo que descu- brirlo, en mi vida, mi historia, mi manera de ser.

<

<

<

-30-

Page 31: Test 8 Temperamentos

El IP abarca todos los aspectos de nuestra vida: ‚

< < < < < < <

como hombres como varón o mujer como casado o soltero, esposo, padre como laico, sacerdote o consagrado como profesional y trabajador como ciudadano como cristiano y schoenstattiano

El IP abarca todas las áreas de vida y le da a todas y cada una modalidad personal, única, original. En el IP se concretan individualmente todos esos aspectos en mi persona y mi vida. Pero, a la vez, el IP trasciende todo ello, lo realiza en esta vida y culmina en el cielo. Le da sentido a todo lo demás. Por el ideal vale la pena dar la vida, y sólo vale la pena vivir por algo si vale la pena morir por ello.

El IP podemos abordarlo por tres lados:

Ante mí mismo: proyecto de vida, realización personal, qué espero de mi vida, cómo seré feliz; ante los demás: servicio y misión, cómo puedo servir a los demás, serles útil, qué doy a los otros, qué esperan de mi; ante Dios: vocación, llamado, que espera Dios de mí, como puedo servirlo.

<

<

<

Influencia del Ideal: ‚

El IP le da unidad a mi vida y mi historia, ayuda a integrar todo y centrarme, le da «eje» a mi vida El IP es una clave para interpretar mi pasado, presente y futuro El IP es un criterio para tomar decisiones impor- tantes El IP potencia todas mis fuerzas, saca lo mejor de mí mismo El IP me «ubica» en mi lugar: ante Dios, personali- za mi espiritualidad originalmente, mi manera de vincularme a Él; ante los hombres, da una im- pronta personal a mi trato con los demás y me proyecta al mundo y la sociedad; ante mí mismo, da un colorido original a mi persona, marca mi estilo de vida original, mi manera de ser, de dar- me, de vestir, de hablar. En el IP uno está en perfecta «sintonía» consigo mismo, con Dios y con los demás, y así «transmite» con la más alta «fideli- dad».

<

<

<

<

<

-31-

Page 32: Test 8 Temperamentos

Culminación: Retiro de Ideal Personal

El objetivo de este Retiro es que cada hermano de grupo pueda encontrar y definir su Ideal Personal.

Sería bueno que este retiro se realice en el marco de una jornada de por lo menos dos días junto al Santuario o en una casa de retiros adecuada. Otra posibilidad es hacerlo durante tres noches seguidas.

Este Retiro será conducido por el asesor correspon- diente. No es bueno hacerlo sólos.

Antes del retiro el grupo preparará los aspectos prác- ticos (comida, etc.) y el Jefe de grupo discutirá con el asesor el desarrollo más detallado del retiro.

Es importante que el grupo se prepare bien en la oración y mediante algún propósito de Capital de Gracias para este retiro.

-32-

Page 33: Test 8 Temperamentos

Fichas que se entregan a cada her- mano de grupo

Ficha 1: El Acta de Prefundación

27 de octubre de 1912

5 «¿Cuál es, entonces, nuestro fin? La pregunta es importante, porque de su respuesta dependen nuestras relaciones en el futuro. Por eso les respondo clara y brevemente:

Bajo la protección de María, queremos aprender a educarnos a nosotros mismos, para llegar a ser personalidades recias, libres y apostólicas.

La realización y la práctica de esta meta nos ocupará todo el año. Hoy apenas quiero dar algunas explicaciones.

6 Queremos aprender. Por tanto, no sólo ustedes, sino también yo. Queremos aprender unos de otros. Porque nunca terminaremos de aprender, mucho menos tratándose del arte de la autoeducación, que representa la obra y tarea de toda nuestra vida.

7 Queremos aprender, no sólo teóricamente: así está bien, así, inclu- so, es necesario...

En realidad todo eso no serviría muy poco. No. Tenemos que aprender también prácticamente. Debemos poner manos a la obra cada día, cada hora. ¿Cómo aprendimos a caminar? ¿Se recuerdan cómo aprendieron, o por lo menos, cómo aprendieron sus herma- nos menores? ¿Acaso la mamá hizo grandes discursos diciendo: «Fíjate, Toñito o Mariíta, así hay que hacerlo»? Si así hubiese sido, aún no supiésemos caminar. No, ella nos tomó de la mano y así comenzamos a caminar. No, a caminar se aprende caminando, a amar, amando. Del mismo modo debemos aprender a educarnos a nosotros mismos por la práctica constante de la autoeducación. Y, en verdad, ocasiones no nos faltan.

8 Queremos aprender a educarnos a nosotros mismos. Esta es una tarea noble y alta. Hoy en día la autoeducación ocupa el centro de la atención en todos los círculos culturales. La autoeducación es un imperativo de la religión, un imperativo de la juventud, un impera- tivo del tiempo. No pretendo ahora explicar detalladamente todos estos pensamientos. Sólo diré algo sobre lo último.

-33-

Page 34: Test 8 Temperamentos

9 No se necesita un conocimiento extraordinario del mundo y de los hombres para darse cuenta de que nuestro tiempo, con todo su progreso y sus múltiples experimentos no consigue liberar al hom- bre de su vacío interior. Esto se debe a que toda la atención y toda la actividad tienen exclusivamente por objeto el macrocosmos, el gran mundo en torno a nosotros. Y realmente entusiasmados tribu- tamos nuestra admiración al genio humano que ha dominado las poderosas fuerzas de la naturaleza y las ha puesto a su servicio. Ha unido las distancias del orbe, ha explorado los abismos del mar, ha perforado las montañas y volado por las alturas del espacio. El instinto de descubrir no cesa de impulsar hacia adelante. Llegamos hasta el polo norte y penetramos continentes hasta ahora desconoci- dos; con nuevos rayos atravesamos el cuerpo humano; el microsco- pio y el telescopio nos revelan constantemente nuevos mundos.

10 Pero a pesar de esto, hay un mundo, siempre viejo y siempre nuevo, el microcosmos, el mundo en pequeño, nuestro propio mundo interior, que permanece desconocido y olvidado.

No hay métodos, o al menos, no hay métodos nuevos, capaces de verter rayos de luz sobre el alma humana. «Todas las esferas del espíritu son cultivadas, todas las capacidades aumentadas, sólo lo más profundo, lo más íntimo y esencial del alma humana es, con demasiada frecuencia, descuidado». Esta es la queja que se lee hasta en los periódicos. Por eso la alarmante pobreza y vacío interior de nuestro tiempo.

14 Por lo tanto, ¡adelante! Sí, avancemos en el conocimiento y en la conquista de nuestro mundo interior por medio de una metódica autoeducación. Cuanto más progreso exterior, tanto mayor profun- dización interior. Este es el llamado, ésta es la consigna que se da en todas partes, no sólo en el campo católico, sino también en el contrario.

De acuerdo a nuestra formación, también nosotros queremos incorporarnos a estas corrientes modernas.

15 En adelante no podemos permitir que nuestra ciencia nos esclavice, sino que debemos tener dominio sobre ella. Que jamás nos acontez- ca saber varias lenguas extranjeras, como lo exige el programa escolar, y que seamos absolutamente ignorantes en el conocimiento y comprensión del lenguaje de nuestro propio corazón. Mientras más conozcamos las tendencias y los anhelos de la naturaleza, tanto más concienzudamente debemos enfrentar los poderes elementales y demoníacos que se agitan en nuestro interior. El grado de nuestro avance en la ciencia debe corresponder al grado de nuestra profun- dización interior, de nuestro crecimiento espiritual. De no ser así, se originaría en nuestro interior un inmenso vacío, un abismo profun- do, que os haría desdichados sobremanera. ¡Por eso: autoeducación!

-34-

Page 35: Test 8 Temperamentos

17 Tenemos que aprender a educarnos a nosotros mismos. A educarnos a nosotros, con todas las facultades que poseemos. Después, más adelante, hablaremos sobre estas facultades, sobre la materia de nuestro autodominio.

18 Debemos autoeducarnos como personalidades recias. Hace tiempo que dejamos de ser niños pequeños. Entonces permitíamos que nos guiaran las ganas y los estados de ánimo en nuestras acciones. Ahora, sin embargo, debemos aprender a actuar guiados por princi- pios sólidos y claramente conocidos. Puede ser que todo vacile en nosotros. Vendrán con seguridad tiempos en que todo vacile en nosotros. Entonces ni siquiera las prácticas religiosas nos ayudarán. Sólo una cosa nos puede ayudar: la firmeza de nuestros principios. ¡Tenemos que ser personalidades recias!

19 Tenemos que ser personalidades libres. Dios no quiere esclavos de galera, quiere remeros libres. Poco importa que otros se arrastren ante sus superiores, les laman sus zapatos y agradezcan si se les pisotea. Nosotros, empero, tenemos conciencia de nuestra dignidad y de nuestros derechos. Sometemos nuestra voluntad ante los superiores no por temor o por coacción, sino porque libremente lo queremos, porque cada acto racional de sumisión nos hace interior- mente libres e independientes.»

El objetivo principal de esta reunión era conocer y analizar el Acta de Prefundación, pero viéndola, sobre todo, en su actualidad. Por eso, nos preguntamos sobre la validez del análisis del tiempo que hace el Padre:

¿Dónde encontramos hoy ese desequilibrio entre la conquista del macrocosmos y el microcosmos?

¿Cómo se manifiesta hoy en día ese vacío interior del hombre?

¿Cuáles son los signos de la masificación?

¿Hasta dónde esta masificación ha penetrado en la familia natural, en la sociedad y en la vida de la Iglesia, en nosotros mismos?

¿Creemos que disminuye o aumenta el proceso de masificación y despersonalización en la actualidad?

¿Qué hacemos para oponernos a este proceso?

-35-

Page 36: Test 8 Temperamentos

Ficha 2: Saber detenerse, de M. Quoist

Con demasiada frecuencia el hombre moderno se atormenta porque no tiene el placer de detenerse o no sabe ya darse el placer de detener- se, contemplarse, para adquirir conciencia de sí mismo. A copia de correr, no se atreve ya a recogerse porque se vería brutalmente coloca- do frente a responsabilidades que le dan miedo. Correr le da la impre- sión de vivir. De hecho se aturde, se evade de sí mismo y se condena a la vida instintiva. Ya no es hombre sino bestia. Resignarse a detenerse es el primer acto que le permitirá restituirse a sí mismo.

‚ Si «empujas» siempre el coche con mucha velocidad, cansarás el motor. Si vives sin cesar «bajo presión» tu cuerpo y tu espíritu se gastarán muy pronto.

Si tanto corres, no encontrarás a nadie y lo que es peor no te encon- trarás ni a ti mismo.

Si quieres captar lo más profundo que hay en ti, has de saber dete- nerte.

Comiendo de pie, digieres mal. Siéntate. Si discurres corriendo, reflexionas mal. Siéntate.

No esperes a que Dios te detenga para adquirir conciencia de que existes. Sería demasiado tarde; no podrías ya merecer.

El maestro desbordado por sus alumnos desearía escapar de la clase. El ama de casa que lo tiene «todo abandonado» no se halla a gusto en casa. El hombre que no se domina, se «abandona»; pasa ante su puerta sin osar jamás entrar en su casa.

Si te retrasas en el pago del alquiler, no deseas encontrarte con tu casero. Si por descuido has pasado mucho tiempo sin ver a tu amigo, te sientes molesto al verle y evitas salirle al encuentro. Si temes detenerte es por miedo de encontrarte de nuevo; y si temes encontrarte, es porque no estás ya acostumbrado a ti mismo, ya no te conoces, temes tus reproches y tus exigencias.

¿No tienes tiempo de detenerte? Sé leal, hay momentos libres en tus actividades. No corras a llenarlos con el ruido o el diario o una conversación o una presencia…

Cuando esperas, en la peluquería, no te precipites sobre una revista. Detente. Estás en el trolebús, apretado por la multitud, mecido por el rumor anónimo. Detén sus ensoñaciones. La comida no está a punto, no vuelvas a salir «un minuto» para ver a un compañero. Detente. Gozas de un minuto de silencio, no pongas un disco. Detente.

<

<

<

<

‚ Si el nadador eleva la cabeza es para «respirar». Si el automovilis- ta se para ante el poste de bencina es para «proveerse». Si te paras es para adquirir conciencia de ti mismo, unificar todas tus

-36-

Page 37: Test 8 Temperamentos

potencias, ordenarlas y dirigirlas para entregarte enteramente a tu vida.

Resignarse a detenerse es aceptar contemplarse; aceptar contem- plarse es ya entregarse, puesto que es obligar al espíritu a pene- trar en el interior de su propia mansión.

Sólo en la Luz de Dios te reconocerás y te comprenderás plena- mente. Sólo al unísono con la Acción de Dios actuarás con eficacia. Cuando te cites a ti mismo cita al mismo tiempo al Señor.

En el transcurso de tus días aprovecha todas las ocasiones que la vida te ofrezca, para recogerte y comunicar a Dios:

Que esperas el autobús, que el motor de tu coche se calienta antes de arrancar, que esperas tres minutos el huevo pasado por agua, que la leche va a hervir, que el agua está demasiado caliente, que el teléfono, que la línea ocupada, que la señal roja en la calle…

No «mates el tiempo»; por corto que sea, es providencial; ¡el Señor está presente en él, te invita a reflexionar y a decidirte a ser más hom- bre!

-37-

Page 38: Test 8 Temperamentos

Ficha 3: Evaluación del test de los ocho temperamentos

Forma de respuesta: Ejemplo:

Totales y resultado

Mi fórmula caracterológica: (Subtipo: )

-38-

1 |

2 |

3 |

4 |

5 |

6 |

7 |

8 |

11 |

12 |

13 |

14 |

15 |

16 |

17 |

18 |

21 |

22 |

23 |

24 |

25 |

26 |

27 |

28 |

31 |

32 |

33 |

34 |

35 |

36 |

37 |

38 |

41 |

42 |

43 |

44 |

45 |

46 |

47 |

48 |

51 |

52 |

53 |

54 |

55 |

56 |

57 |

58 |

61 |

62 |

63 |

64 |

65 |

66 |

67 |

68 |

71 |

72 |

73 |

74 |

75 |

76 |

77 |

78 |

81 |

82 |

83 |

84 |

85 |

86 |

87 |

88 |

91 |

92 |

93 |

94 |

95 |

96 |

97 |

98 |

1 (Nº de pregunta) (clave) X | 8 (puntos)

Page 39: Test 8 Temperamentos

Ficha 4: Comentarios a las fórmulas caracterológicas

Comentario al tipo 1: E A P (Emotivo, Activo, Primario)

1) Características generales

Es tal vez su nota más distintiva el deseo de actividad exuberante: una necesidad vital de hacer algo, y esto de un modo impulsivo. No se siente satisfecho sino en una ocupa- ción donde pueda descargar su ím- petu vital. Es combativo, proselitista, persuasivo en sumo grado y entusias- ta; emprendedor de gran iniciativa. Por lo general, optimista y alegre; y aunque pasa fácilmente y con rapi- dez de unos sentimientos a otros, su gran emotividad le suministra conti- nuamente entusiasmo y fogosidad para el desarrollo de sus actividades. Muchas veces esa actividad es febril, sin gran constancia en una misma dirección ni profundidad en su tra- bajo.

Sus sentimientos son abundantes, fuertes, expansivos en sumo grado. Tiene inclinación innata a comunicar lo que piensa y siente, para lo que le ayuda su relevante facilidad de pala- bra. Todas sus pasiones tienen este matiz marcado de fogosidad, pero ello es más notorio cuando se halla encolerizado, cosa que le sucede con frecuencia. Hombre dado a los ex- tremos, es propio para las grandes empresas, ya que no puede resignar- se con miras estrechas ni términos medios.

Ante las injurias reacciona vio- lentamente de palabra, y pasa a las obras sin esperar repetidas incitacio- nes. En los momentos de peligro se exalta y llena de entusiasmo, lanzán- dose a la acometida sin pararse mu-

cho a calcular las consecuencias. Cuando ha cometido una falta se llena de indignación consigo mismo. Ante las faltas ajenas no sabe des- preocuparse: las reprende y pone lo que esté de su parte porque se corri- jan usando los medios más eficaces.

Tiene instinto de mando y do- minación, y se contenta difícilmente con el puesto de súbdito. Su inteligencia es rápida y penetrante, predominantemente intuitiva, no pocas veces de vasta capacidad.

Todo su porte exterior suele es- tar de acuerdo con su modo de ser: facciones varoniles, mirada decidida, paso firme y movimientos enérgicos.

2) Aspectos tendenciales positivos

Su natural fortaleza, audacia y valentía le capacitan para grandes empresas. Es hombre de ideales ele- vados, a los que endereza sus ener- gías, y, en ello, no se queda conten- to con pequeñeces ni medianías. Todo lo cual le capacita –presupues- tas otras cualidades de inteligencia, etc.– para desempeñar cargos de importancia en la vida social. Cuenta con una voluntad decidida y una amplitud de miras muy grandes, que le permite extender sus actividades a muy diversos campos. Ha sido éste el carácter peculiar de muchos jefes, dadas sus cualidades de mando y conquista, combinadas con un ani- mo generoso y magnánimo.

Apto para la política, la enseñan- za, periodismo, la dirección de co-

-39-

Page 40: Test 8 Temperamentos

lectividades, tiene gran talento de improvisación y cualidades de ora- dor. Con frecuencia organiza acerta- damente las actividades del grupo social a que pertenece, y en ello sa- be seducir con su optimismo comu- nicativo. Aficionado al deporte, sue- le cosechar en él no pocos éxitos.

En la vida espiritual puede llegar a notable grado de santidad, ayuda- do por la gracia divina y un buen asesor espiritual.

tuaciones comprometidas, por no haber calculado con previsión las consecuencias.

Su riqueza psicológica y el reco- nocimiento de su propia superiori- dad en la acción le pueden llevar muy fácilmente al orgullo, o por lo menos a la vanidad, y a hacerle difí- cil el reconocer superiores. Confía en sí mismo, se basta a si mismo y quie- re siempre imponer su voluntad a los demás. Le cuesta reconocer sus defectos y fácilmente critica los aje- nos, siendo indulgente consigo mis- mo y exigente con los demás. Puede llegar a defender sus defectos como si fueran buenas cualidades, y aun a gloriarse de sus faltas. Esto hace que su caída sea más ignominiosa y más costosa su recuperación moral. Tam- bién es posible llegue a ser tan iras- cible que no pueda dársele el menor motivo de enfado, porque en segui- da se desata la tempestad de cólera, que llega a veces hasta la crueldad.

Otro peligro, en su acción, es el desear tan vivamente sus fines, que para conseguirlos llegue a usar de medios indignos.

3) Aspectos tendenciales negativos

Su temperamento le lleva a vivir el instante presente, interesándose casi exclusivamente por los resulta- dos inmediatos. Tiene, además, un gran peligro de dispersión y derro- che de su gran caudal vital, empe- zando muchas cosas sin acabarlas o comprometiéndose a más tareas de las que podrá realizar; o simultánea- mente varias ocupaciones, sin llevar bien ninguna de ellas. Bajo el domi- nio de su natural impulsividad, pue- de tomar fácilmente decisiones arriesgadas, que le conduzcan a si-

-40-

Page 41: Test 8 Temperamentos

Comentario al tipo 2: E A S (Emotivo, Activo, Secundario)

1) Características generales

El individuo perteneciente a este tipo caracterológico no puede estar inactivo; pero esta actividad no es impulsivo y voluble, sino enérgica y constante. Se mantiene en una espe- cie de alta tensión, la cual, sin em- bargo, se exterioriza poco; por ello, cuando se desborda, es violenta y avasalladora. Sabe recordar las lec- ciones de experiencias pasadas y aprovecharlas en el futuro. Su inicia- tiva y acometividad son muy gran- des, aunque calmadas en lo exterior salvo casos excepcionales, y dirigidas conscientemente a fines lejanos, defi- nidos y constantes.

Sus sentimientos y pasiones son fuertes, profundizan hondamente y arraigan en él, influyendo en su con- ducta durante mucho tiempo. Ante las injurias, su coraje se enciende interiormente, aunque no se exte- rioriza en seguida; si se repiten, al final estalla en una tempestad de ira duradera, que fácilmente deriva ha- cia el rencor y deseo de venganza. Ante el peligro reflexiona primero y pronto toma una determinación: si decide atacar, procederá con una violencia inaudita hasta vencer o morir; si juzga que debe tomar la actitud pasiva, es tenaz en tal postu- ra.

Las faltas propias y ajenas le cau- san gran enojo y se propone con firmeza corregirlas. Es constante en la acción, inmutable en sus juicios, a veces hasta la testarudez. Posee sen- timientos estables, de tal modo que su amistad es fidelísima aun después de largo tiempo, pero también le cuesta mucho olvidar una ofensa y perdonar.

Tiene notable capacidad de or- ganización y mando, no tanto sim- pático y atrayente cuanto eficaz, vigoroso y ordenado. Enérgico y sin gran peligro de dispersión, sabe ser firme, sistemático y orientado hacia un fin, al que se acerca por etapas bien meditadas.

Su inteligencia es amplia y más bien deductiva; su imaginación, fe- cunda, y a menudo goza de excelen- te memoria. Le interesan los proble- mas sociales, morales, religiosos, filosóficos. Es naturalmente honrado y digno de confianza. Sabe ser fiel a su palabra. Con respecto a los me- nos dotados, adopta espontánea- mente una actitud de protección y ayuda compasiva. En la vida social se muestra digno, ordenado y senci- llo, sin gran inclinación por la diplo- macia sinuosa, pero tampoco por el choque brusco; exteriormente es correcto por lo general, aunque po- co efusivo.

2) Aspectos tendenciales positivos

Cuando se encauza hacia un ideal grande, es capaz de una consa- gración, abnegación y actividad extraordinarias. Su rigor lógico en el pensamiento, su memoria, capaci- dad de invención y eficacia en la ejecución, le capacitan para las gran- des empresas, en cuya dirección o alta jefatura puede conseguir nota- bles objetivos. Toma sus propios asuntos y los que le encomiendan con mucha seriedad, y es de fiar cuando empeña su palabra o prome-te alguna cosa. En la dirección de los súbditos sabe unir la exactitud con la prudencia, aunque a veces le falte

-41-

Page 42: Test 8 Temperamentos

algo de simpatía atrayente; al final, si es consecuente con su natural rec- titud, se impone por su justicia y nobleza. No olvida los favores y es agradecido. Es notable su poder de previsión y sentido de responsabili- dad. Es un director o jefe nato, con tendencia afectiva y fundada hacia los grandes planes y objetivos. No está hecho para cosas de poca importancia. Sus aspiraciones son siempre grandes, en cualquier campo a que se dedique. Toma en serio el asunto de su propia vocación y le gusta resolverlo reflexivamente. Des- de el punto de vista caracterológico, es apto para casi todas las carreras superiores; menos apto para el arte.

Si encauza bien su vida espiritual, tiene dotes para un fecundo aposto- lado, y no se contentará con medio- cridades, sino que aspirará a la au- téntica santidad.

rran fácilmente. Encuentra fuerte dificultad en sujetarse a un superior. Puede ser susceptible, crítico, desconfiado, así como volverse hu- raño y poco social si acentúa en sí su actitud espontánea de reserva. Cuan- do odia, lo hace de todo corazón, y es difícil hacerle reconciliar con su enemigo. Tiende espontáneamente al rencor y la venganza.

Otro de sus defectos capitales es la testarudez: cuando se forma el juicio sobre una cosa, es casi imposi- ble hacerle cambiar de parecer. Na- turalmente, si se equivoca ha de ate- nerse a las consecuencias.

Como su pasión con frecuencia le oscurece el juicio, sus críticas son severas, y muchas veces injustas. Es también notable su amor propio, ya que no consiente ser vencido ni so- brepasado por nadie. No es raro que se note en él impaciencia respecto a los defectos ajenos y desconfianza hacia algunas personas. En la acción peca a menudo por exceso de ener- gía lo que le lleva a ser duro y exi- gente con los otros.

3) Aspectos tendenciales negativos

Sus defectos presentan los mis- mos matices que sus buenas cualida- des: grandes pasiones que no se bo-

-42-

Page 43: Test 8 Temperamentos

Comentario al tipo 3: E nA P (Emotivo, No-Activo, Primario)

1) Características generales

Abundancia de sentimientos suje- tos a una gran variabilidad. En un momento recorre toda su vasta ga- ma emotiva, sin que ello deje huella duradera. Por lo mismo, su vitalidad es tumultuosa: poco coherente y ordenada. Esto, y la excitabilidad, le dan apariencia de una impulsividad grande, pero todas estas impresiones e ímpetus no llegan a cristalizar casi nunca en realidades activas. Su vida subjetiva, rica y compleja, es lo que más atrae su interés: hombre de pro- blemas interiores, tensiones, intensos goces y sufrimientos, que se suceden unos a otros y le hacen pensar mu- cho en sí mismo. Pero esa variedad de sentimientos no constituye una regla infalible para todos los casos: pueden ser tan repetidos los estímu- los y tan viva la sensibilidad, que se mantengan las impresiones durante largo tiempo, aunque viene ello a suceder más por esa renovación constante que por tender de suyo a la permanencia.

Su imaginación es vivísima y su ingenio vivaz. Artista por naturaleza, con frecuencia posee talento musi- cal, y casi siempre notable facilidad de palabra y aun dotes literarias. La profusión de imágenes, unida a su fina sensibilidad, le hacen en extre- mo sugestionable: convierte la me- nor impresión en una sensación in- mensa, realísima. Curioso en extre- mo, ama lo que le causa placer mo- mentáneo, lo impresionante. Siente vivamente las injurias y da muestras de ello con alteraciones de genio bruscas, aunque pasajeras; esta excitabilidad puede hacerle muy in- disciplinado, rebelde y rudo en el

trato con quienes le hieren (o cree él que le ofenden, pues fácilmente es suspicaz y tacha a los demás de injus- tos para con él). Su imaginación le agiganta los peligros y se acobarda con facilidad; sin embargo, es amigo de aventuras fantásticas y estrambó- ticas. Cuando ha cometido una falta cae en una gran postración y hace propósitos de corregirse, pero pron- to se olvida de ellos; más bien tien- de a sobrevalorarse a sí mismo, sub- rayando mentalmente sus buenas cualidades y prestando poca aten- ción a sus defectos cuando estos no le han llevado a algún fracaso re- ciente y doloroso. Siente como una necesidad interior de llamar la aten- ción y ser admirado, así como de desahogar sus frecuentes arrebatos o impulsos.

Su inteligencia no suele ser muy amplia en su objeto: es de tipo más bien intuitivo que deductivo, más concreta que abstracta. En la activi- dad es ágil; sus nervios están siempre tensos, pero no persevera mucho en su esfuerzo continuo y penoso. Alta- mente influenciable por los amigos o por el ambiente social, tiende a pen- sar, sentir y actuar como los otros, a quienes comprende con rapidez por su gran capacidad de sintonía psíqui- ca. Ello le hace muy adaptable a los nuevos ambientes. Sabe ejercer so- bre los demás cierta seducción, pues suele ser de trato muy simpático con quienes congenian con él.

2) Aspectos tendenciales positivos

Tiene un corazón muy sensible a los demás, así como a los favores que se le hacen y atenciones de que

-43-

Page 44: Test 8 Temperamentos

es objeto. Es inclinado a la bondad y compasión y sumamente generoso. Nadie tan atento como él respecto a las necesidades y gustos ajenos, con una servicialidad espontánea y cari- ñosa cuando trata con aquellos a quienes admira o que sabe le apre- cian y quieren. Posee fino tacto y sabe ser diplomático cuando lo de- sea. Si le manda alguien a quien él aprecia como superior, es dócil y obediente. Su espíritu delicado le comunica una gracia y don especial para el trato. Pocos tan aptos como él para consolar a una persona abati- da. Son notables, por lo general, sus dotes de creación subjetiva y suele poseer un gusto exquisito para intuir el mensaje de los otros artistas.

chas veces a examinar previamente su humor. Si se deja dominar por sus sentimientos, se hace insoportable a sus compañeros. Puede llegar a ser tan susceptible que si se le mira se siente quizás herido porque le mira- mos; si no se le mira, porque se con- sidera despreciado. Inclinado tam- bién –si no se domina– a la vanidad y a la sensualidad. Vive de impresio- nes, de ímpetus momentáneos; si se abandona a ellos, no realizará nada grande y serio. Es imprevisor y ene- migo de todo lo que exija esfuerzo y disciplina metódica (mental o física). Esta inconstancia es su defecto prin- cipal; además, por tal dependencia de la impresión momentánea, fácil- mente cambia de parecer y de ocu- pación, puede llegar a ser esclavo del momento presente (lo que los otros dicen o hacen, bueno o malo) y corre serios peligros si no frena su afán de nuevas emociones y aven- turas.

3) Aspectos tendenciales negativos

Donde está la raíz de sus virtudes naturales, está también la de sus de- fectos, su sensibilidad. Los demás, para tratarle, se ven obligados mu-

-44-

Page 45: Test 8 Temperamentos

Comentario al tipo 4: E nA S (Emotivo, No-Activo, Secundario)

1) Características generales

Profundidad y perseverancia de sentimientos, los cuales, sin embar- go, se manifiestan poco exterior- mente. Muy sensible a toda clase de emociones o impresiones externas; la reacción íntima se concentra en el fondo del alma y allí se graba tenaz- mente y hasta se acentúa cada vez más. Por ejemplo, cuando recibe una ofensa, no es raro que aparezca exteriormente como poco impresio- nado; pero, una vez solo, saboreará su resentimiento, agrandando tal ofensa imaginativamente. Si se repi- ten las injurias, llegará un momento en que estalle violentamente, con reconciliación difícil, por la profun- didad de la herida en su espíritu. Por otra parte, en la amistad es fiel y constante. No suele tener muchos amigos y prefiere un pequeño grupo de íntimos. Recuerda y agradece cualquier favor y atención que con él se tuvo. No muy propenso a la risay expansión, lo es mucho a la seriedad, soledad y aun melancolía o escrúpulos.

Su fuerte no es la actividad (física ni intelectual), sino la afectividad. Fácilmente conmovido por los males ajenos, y viendo tantas miserias en el mundo, quisiera remediarlas. Pue- de entonces acongojarse por dos cosas: su dificultad en la expresión exacta de sus sentimientos (lo que le invita a encerrarse dentro de sí), y el poco potencial dinámico que experi- menta para la acción. Procura evitar todo lo que prevé le va a herir inte- riormente en su trato con los demás; y no es raro que sufra más que otro por los defectos ajenos, dada su sen-

sibilidad, que puede hacerle suscepti- ble.

Sumamente propenso a la refle- xión y análisis de sí mismo. Indeciso, vuelve mil veces sobre sus sentimien- tos y acciones, lo que, junto con su profundo sentido moral, le impide en muchas ocasiones seguir adelante y actuar. Siempre teme no haber hecho las cosas bien y de un modo recto. En la acción es más bien lento y no suele emprender obras por ini- ciativa propia. En momentos de peli- gro se muestra desconcertado y pre- fiere más bien una actitud pasiva que activa en la defensa. Ante sus propias faltas se desanima con facili- dad y desespera de corregirse. Ante las ajenas se subleva interiormente, aunque muchas veces no acierte a ponerles remedio. No gran sentido práctico. Soñador; muchas veces buen literato; amigo de escribir dia- rio íntimo. Frecuentemente sensible a los cambios meteorológicos.

Tiene seria concepción de la vida y, en general, ama todo lo grave y profundo. Su actitud ordinaria es de dulzura y amabilidad exterior. Aun- que no suele ofrecerse espontánea- mente, ayuda cuando es requerido. Muy apto para las obras que exijan consagración, silencio y caridad; su perseverancia es una característica marcada. Cumplidor de su deber, se da cuenta de sus responsabilidades y procura atenderlas con esmero. Es de apariencia sencilla y poco amigo de ostentación.

2) Aspectos tendenciales positivos

Sobresale en él la bondad y hon- radez. Incapaz de ser cruel o áspero

-45-

Page 46: Test 8 Temperamentos

con otros, aunque externamente su reserva parezca apatía. Con frecuen- cia halla gusto especial en el cuidado de enfermos. Compensa su escasa tendencia a la acción con su facilidad para la oración. En general, halla en el trato íntimo con Dios consuelo y paz interior. Sencillo, humilde y fide- digno; poco inclinado a la sensuali- dad. Propenso a ayudar a los demás. Perseverante. Trabaja con profundi- dad y acepta generosamente sus obligaciones.

Suele tener disposición para ma- temáticas y lenguas y también para aquellas ciencias que exigen minucio- sos análisis de las acciones humanas. Abundan en este tipo los moralistas y pedagogos, psicólogos, etc., así como los literatos y críticos de arte.

de al desánimo y a subestimar sus propias cualidades; con ello puede llegar a un pesimismo, amargura o timidez, molesta para sí mismo y para los demás. Y como compensa- ción, puede habituarse a juzgar y calificar interiormente al prójimo con falta de caridad. No es raro el peligro de orgullo y soberbia interior afectiva, como compensación tam- bién de ese sentirse inferior respecto a otros cuya acción y apariencia es más brillante.

Encuentra gran dificultad en per- donar las ofensas, y cuando odia lo hace intensamente. Por una injuria recibida se siente despreciado u odiado, desconfía de todos y juzga que le quieren hacer mal. Aficionado a fantasear mentalmente (huyendo de la acción y de organizar realista- mente su porvenir), corre el riesgo de agriar su carácter si cede excesiva- mente a su tendencia a la soledad, lo que puede hacerle egoísta.

3) Aspectos tendenciales negativos

Tiene el peligro de pecar siem- pre por defecto: por indecisión ante un partido que hay que tomar. Tien-

-46-

Page 47: Test 8 Temperamentos

Comentario al tipo 5: nE A P (No-Emotivo, Activo, Primario)

1) Características generales

Abundancia de sentimientos y sensaciones que no son profundos ni intensos y se suceden unos a otros con gran rapidez. No puede estar inactivo, aunque no suele ser cons- tante en continuar lo comenzado. Generalmente está siempre alegre, sonriente; muy locuaz, de viva y animada charla. Amigo de exagerar, de hacer ruido, de la animación. Tiene frecuentes sentimientos de afabilidad, benevolencia y admira- ción por los demás. Sociable, atento y cortés, gusta del compañerismo y las amistades. Ama la libertad; en política y religión no se apasiona; en general, sus pasiones no son muy fuertes. Suele tener disposición para la música y gusto en los deportes. Su imaginación es viva. Aunque necesi- ta ocupación continua, prefiere lo más agradable, gustoso y llamativo; se deja llevar fácilmente por las apa- riencias, y por ello con frecuencia es superficial en sus juicios. Para perse- verar en una obra comenzada nece- sita siempre nuevos estímulos, desea variar siempre, y por eso, en su ge- nerosidad, difícilmente llega al don total.

Expansivo y efusivo, todo lo di- ce, lo comenta, discute y comunica a los demás. No se irrita fácilmente ante las ofensas, y si lo hace, pronto estará reconciliado y alegre como antes. En los peligros es temerario: se lanza sin reflexionar y no es fácil acobardarlo. Cuando ha cometido una falta, fácilmente se consuela y renueva los buenos propósitos.

2) Aspectos tendenciales positivos

Es persona de agradable trato en la vida social: afable, bondadoso, lleno de alegría y de buen humor, animoso y comunicativo; muy servi- cial y cortés con todos. Fácilmente cae en la cuenta de lo que hace falta a los demás, y con agrado presta su ayuda. Compasivo y misericordioso para con las debilidades y males aje- nos. Posee notable sentido práctico e inteligencia intuitiva. Suele tener disposición para la música y gusto en los deportes. A veces tiene buenas dotes literarias (es descriptivo y hu- morista, más que lírico y profundo).

No se preocupa con angustia ni ahonda demasiado en los proble- mas. Tiene tacto especial para re- prender las faltas ajenas con delica- deza, pero con sinceridad. Amigo de decir siempre la verdad; poco parti- dario de simulaciones. No guarda rencores para con nadie. Perdona fácilmente. Muy dócil a las indicacio- nes de los superiores con sencillez de espíritu.

3) Aspectos tendenciales negativos

Su principal defecto suele ser la veleidad e inconstancia: muda fácil- mente de parecer, desiste de sus pri- meros propósitos, no acaba los tra- bajos comenzados. Se deja llevar fácilmente de las apariencias, ilusionándose por cualquier cosa y lanzándose a ella sin premeditar sus conveniencias y desventajas. Ello le puede hacer tremendamente superfi- cial y alocado, sin densidad de pen- samiento, al huir de la reflexión so- bre los temas profundos. Su afán de placeres, de gozar de la vida, puede

-47-

Page 48: Test 8 Temperamentos

hacerle esquivar todo aquello que requiera esfuerzo serio, preocupán- dose sólo por lo que gusta de mo- mento, sin pensar en el más allá.

También es serio peligro en él, según su enfoque de vida, el egoís- mo utilitario. Puede convertirse en un diplomático aprovechado y oportunista, degenerando en farsa exterior sus dotes de afabilidad, bon-dad y cortesía. Por su inclinación a la vanidad, le gusta hablar de sí mismo,

de sus obras y de sus fantasías; y puede caer en la envidia al compro- bar que no posee las cualidades de otros, llegando a perder todo senti- do de cooperación y servicio social. Tampoco es raro que pierda el tiem- po en galanteos y cortesías inútiles, así como también que se vea en peli- gros morales difíciles de superar si se abandona a su afán de diversión y aventuras.

-48-

Page 49: Test 8 Temperamentos

Comentario al tipo 6: nE A S (No-Emotivo, Activo, Secundario)

1) Características generales

Presenta una personalidad vigo- rosamente estructurada, sin quiebras, con un fondo riquísimo de energía activa. No tiene sentimientos inten- sos, pero sí constancia y tenacidad en la acción. Hombre sin grandes pasiones, difícilmente excitable, se mantiene en constante tranquilidad afectiva. En la acción, raramente violento o sobreexcitable. Sumamen- te paciente. Poco hablador, cuando se comunica lo hace con medida y casi nunca elevando la voz. Reduce a la mínima expresión las manifesta- ciones del afecto, dando muchas veces, sensación de frialdad. Conti- nuamente ocupado, minuciosamente ordenado y metódico en todo su proceder. No suele gustar de la vida social, aunque es fiel a las amistades.

Espíritu claro y lógico, sus intere- ses preponderantes son más bien intelectuales: estudios especulativos, matemáticos, jurídicos, literatura. Poco intensas sus inclinaciones eróti- cas, no suele ser propenso a la sensualidad; es sencillo en sus cosas y rara vez vanidoso. En la acción es asiduo, aunque lento y calmoso. Sus obras están de acuerdo con sus ideas y principios. Muestra gran rectitud moral, casi inflexible. Reflexivo y sumamente prudente, no se decide a ninguna empresa hasta no haber calculado las últimas probabilidades de éxito, ponderando todas las difi- cultades. Una vez decidido, se dedi- ca con seriedad y constancia al tra- bajo.

Ahorrador, honrado y sincero, nose inmuta ante las ofensas: no se da por enterado, o las toma con hu- moralegre. En momentos de peligro

es indeciso, aunque no se turba fácil- mente conserva su serenidad, pero no se resuelve con prontitud. Si co- mete alguna falta, no se angustia demasiado.

Su inteligencia es más apta para profundizar que para pensar con rapidez. Sobresale por su sentido práctico y conocimiento de los hom- bres. Buen organizador, objetivo y realista, tiene poco vigor imaginati- vo y no es muy inclinado a la crea- ción artística.

2) Aspectos tendenciales positivos

Suele ser notable su tranquilidad en recibir todos los acontecimientos sin angustiarse por las dificultades ni preocuparse inútilmente. Conserva fácilmente el equilibrio entre el pen- sar y el obrar; entre el sentimiento y la acción. Sin pasiones violentas, es sobrio y moderado, y no se deja llevar por sus primeros impulsos. Amigo de la reflexión y de la consi- deración lenta de las cosas, es de pensamiento maduro y profundo en sus convicciones religiosas y criterios fundamentales. Paciente en tolerar a los demás, sus sentimientos fácilmen- te son de benevolencia y amabili- dad. Poco inclinado a la pompa y al brillo, es natural y sencillo, sin ambi- ciones exageradas. No suele mentir nunca. Lo que no logra por una acti- vidad rápida, lo alcanza por su cons- tancia. Hombre práctico, sabe apro- vechar los medios y busca más lo útil que lo llamativo. Le gustan las obli- gaciones netamente definidas. Obra por convicción y es valeroso ante las pruebas más imprevistas. Apto para todo lo que requiera orden y cons-

-49-

Page 50: Test 8 Temperamentos

tancia, tiene por ello dotes de gran colaborador. Esto y su hondo senti- do del deber, le capacitan para car- gos directivos de gran responsabili- dad social y delicada administración. En sus trabajos suele ser eficiente, se- guro y asiduo.

Tiende a ser esclavo de su orga- nización, costumbres y método. Por otra parte, es posible que exagere su prudencia y previsión, hasta el extre- mo de no comenzar nada por pesar demasiado las posibles dificultades, desaprovechando así las ocasiones propicias. Ello le hace acobardarse en más de una ocasión y –lo que es paradójico en un carácter activo– puede hacerle perezoso, al rehuir la acción por evitar sus posibles fraca- sos o peligros, o sencillamente por defender su soledad e independizar- se del ajetreo y trato social. En estos casos, suele refugiarse en la actividad mental (preferentemente imaginati- va), prefiriendo sistemáticamente en su acción exterior lo cómodo y fácil, alejándose de cuanto pueda parecer difícil o arduo.

3) Aspectos tendenciales negativos

Su tranquilidad sentimental pue- de degenerar a veces en una especie de apatía, despreocupándose de to- do y sin mostrar interés o entusias- mo por cosa alguna. Ello puede en- durecer notablemente su corazón, haciéndole insensible y frío para con los demás, y llevándole paulatina- mente a un egoísmo calculador y al orgullo por autosuficiencia.

-50-

Page 51: Test 8 Temperamentos

Comentario al tipo 7: nE nA P (No-Emotivo, No-Activo, Primario)

1) Características generales

Muy rara vez se halla realizada esta fórmula en toda su plenitud y tiende a conjugarse con característi- cas de otros tipos, al acentuarse la emotividad o la actividad en el suje- to.

Muy influenciable por el am- biente; optimista, «buenazo» y ama- ble en el trato, notablemente sugestionable; sociable, pero con tendencia a rehuir el esfuerzo perso- nal que exigen los trabajos comunes. La falta de actividad, en los tipos radicales y en el subtipo emotivo, se manifiesta por la pereza; en su subti- po activo, esta pereza está disfraza- da. Los primeros «aceptan» las activi- dades (no las organizan), se dejan llevar, etc., por el ambiente. Los del segundo subtipo cumplen dócilmen- te un deber obligatorio a condición de que lo exija una autoridad fuerte; pero no hacen más que lo obligato- rio, dejando el esfuerzo para el últi- mo momento.

Se fatiga pronto y tiene poco sentido de lo real. Gusta mucho del afecto del hogar, aunque no se sien- te atraído por la vida metódica y ordenada.

bables ante un peligro. Es una verda- dera cualidad que puede engendrar estima de sí mismo y voluntad de afirmarse en otros campos. Poseen una notable capacidad de acomoda- ción, que puede aprovecharse muy bien cuando colaboran en tareas colectivas. Suelen tener entendimien- to práctico y son de extrema sociabi- lidad: necesitan de los otros para actuar. Lo hacen con gusto, y no pocas veces con verdadera aptitud en el arte escénico. Con frecuencia poseen dotes de ejecución musical.

3) Aspectos tendenciales negativos

El defecto más notable es la pe- reza. Por eso deja el esfuerzo para el último momento, hasta que la nece- sidad le obligue; naturalmente, esto le hace frecuentemente incumplidor e impuntual. Muchas veces esta pe- reza depende de causas orgánicas (astenia constitucional o accidental). Es más bien desmañado para las co- sas que requieren orden: negligente y a veces descuidado en la limpieza. Se deja influenciar muy fácilmente por el ambiente en que vive, y ello puede ponerle en serios peligros. Su inactividad es un obstáculo para la servicialidad, haciéndole cada vez más egocéntrico. Tiene el peligro de volar siempre a ras de tierra, sin ini- ciativas y sin gustar del esfuerzo y sacrificio por un gran ideal.

2) Aspectos tendenciales positivos

Son ordinariamente valientes; no con una valentía de conquista, sino de pasividad y resistencia; impertur-

-51-

Page 52: Test 8 Temperamentos

Comentario al tipo 8: nE nA S (No-Emotivo, No-Activo, Secundario)

1) Características generales

Se acusa la deficiencia fisiológica de su vitalidad. La secundariedad inactiva hace que prefiera la sole- dad, y por eso mismo declina las invitaciones a juegos y reuniones. Su aislamiento no se debe al deseo de llevar la contraria, sino que evita por su mismo carácter el mezclarse en el trato y actividad de los otros. No es que los compañeros le causen fasti- dio, sino que no suelen significar nada para el; no despiertan ningún eco en su afectividad. Son innumera- bles, en este carácter, los tipos inter- medios. Su igualdad de humor mani- fiesta el equilibrio de su afectividad. Posee también la docilidad, pero más bien es aparente; la causa de ello se debe buscar también en la poca tensión afectiva. La falta de simpatía por los demás, que se nota en él, muy pocas veces se convierte en positiva antipatía.

Aparece exteriormente digno, permaneciendo sin embargo enigmá- tica la intimidad de su persona. Pre- fiere la vida tranquila, independien- te, monótona, de poco ajetreo so- cial. No muestra gran inclinación por los trabajos prácticos, sino que tien- de más bien a lo teórico. Como es dócil y conformista por esencia, se acomoda al régimen de vida del grupo a que pertenece, aunque la asimilación de las nuevas costumbres es más bien lenta. Si ha vivido en un sano ambiente formativo, o él se lo procura, arraigarán profundamente en su espíritu buenos hábitos y cos- tumbres ordenadas. Lo contrario, y ello es grave peligro, sucederá si el

ambiente es adverso a tal formación moral y social.

2) Aspectos tendenciales positivos

En la fórmula caracterológica aparece como elemento positivo la secundariedad (fijeza, arraigo, tenacidad). Es capaz de disciplina y regularidad por automatización de las influencias del medio ambiente en que vive. No suele chocar con los demás. Su campo predilecto es el de la abstracción, y le agradan las ma- temáticas más bien que las ciencias experimentales o trabajos prácticos. Suele tener aficiones pictóricas (dibu- jo libre, etc.) y se encuentra bien en actividades uniformes tranquilas.

3) Aspectos tendenciales negativos

Se podrían reducir a la falta de dinamismo psíquico que casi siempre supone un desequilibrio del sistema neurovegetativo y, por consiguiente, una probable insuficiencia endocri- na. Tiende a no preocuparse ni de sí mismo ni de sus compañeros; a vivir pasivamente. Por su reserva, su aire meditativo, simula cierta riqueza interior. Pero hay peligro de que se trate sólo de un disfraz y en realidad carezca de interés y entusiasmo en su vida. También puede polarizarse su interés hacia un egocentrismo cerra- do en que sólo le atraiga su bienes- tar propio: cuidarse y gozar. Por ello tiende a no comprometerse en acti- vidades altruistas que exijan esfuerzo y sacrificio.

-52-

Page 53: Test 8 Temperamentos

Ficha 5: Espejo Caracterológico I

-53-

Virtudes Defectos

Page 54: Test 8 Temperamentos

Índice

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

Sugerencias para las reuniones de grupo . . . . . . . . . . . . . . . 5

Guías para los charlistas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Primer encuentro: La autoeducación en Schoenstatt . . . . . . 7

Segundo encuentro: La práctica del autoconocimiento . . . 14

Tercer encuentro: Test de los ocho temperamentos . . . . . . 16

Cuarto encuentro: Continuación del Test . . . . . . . . . . . . . 22

Quinto y sexto encuentro: El «Espejo Caracterológico I» . . 29

Séptimo encuentro: Introducción al Ideal Personal . . . . . . 30

Culminación: Retiro de Ideal Personal . . . . . . . . . . . . . . . 32

Fichas que se entregan a cada hermano de grupo . . . . . . . . . 33

Ficha 1: El Acta de Prefundación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

Ficha 2: Saber detenerse, de M. Quoist . . . . . . . . . . . . . . . 36

Ficha 3: Evaluación del test de los ocho temperamentos . . 38

Ficha 4: Comentarios a las fórmulas caracterológicas . . . . . 39

Ficha 5: Espejo Caracterológico I . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53

-54-