Me llamo Rafaelito.

Mi mamá supo que yo venía cuando ya tenía 12 semanas de vida.

Durante esas

12 semanas,

ella tomó un

multivitamínico

que podía

ocasionarme un

grave daño

neurológico.

Saber de mi

existencia

fue una

sorpresa muy

preocupante

para mis

papás,

porque ya

tenían 7 hijos,

de 14 a 4 años.

Además,todos mis hermanoshabían nacido porcesárea, y yo también tendríaque nacer así.

Por otro lado,la medicina consideraque tener un bebéa los 44 años,como mi mamá,entraña muchos riesgos.

Uno de esos riesgos

es que el bebé tenga

Trisomía 21, o sea,

que yo fuera

un niño Down.

Entonces mi mamá se hizo el Doble Test; para ello le tomaron una muestra de

sangre.

El resultado fue concluyente:

yo era Down.

Para muchas

personas

en este caso:

8vo. hijo,

8va. cesárea,

44 años,

síndrome de Down

positivo,

la solución inevitable

es el aborto.

Sólo la oración ayudó a mis papás a tener fe en que:

Dios hace concurrir todas las cosas para el bien de los que le aman.

Romanos 8, 28

Vine al mundo cuando tenía sólo 29 semanas:

2 meses y una semana antes de lo normal.

La causa no fui yo sino la placenta previa y la presión alta de mi mamá.

Al nacer, el Padre Juan me bautizó enseguida

como Rafael y

me pusieron en una

termocuna.

Durante 7 días estuve muy grave: intubado con oxígeno,

tuve neumonía, un infarto cerebral de 3.8 mm por 1.9 mm y una hemorragia intracraneal

grado 2.

Estar en peligro

de muerte,

hace que

algunos

valoren la vida

que antes

pensaban destruir.

Todos rezaron con mucha fe para que yo me salvara.

Una jaculatoria le dio

fortaleza a mi mamá:

“Señor,

no comprendo

mi dolor,

pero CREO

que es parte de

TU PLAN

PERFECTO

DE AMOR”.

MiPadre Diosno permitió

que medieran otras

enfermedadesgraves de los

prematuros como:

enterocolitis,

membrana hialina

y los temibles

ductos en el

corazón.

Este soy yo ahora.

No soy Down ni tengo daño neurológico

alguno.

Oremos por todos mis

hermanos que fueron

abortados...

Estoy rodeado de amor.

Mis 7 hermanos me adoran.

Mis abuelos se pusieron

“chochos” conmigo,

aunque…

…soy el nieto # 16 de los unos y el # 13 de los otros.

Mi madrina es feliz conmigo, pues hace años ella perdió un

bebé que también se iba a llamar Rafaelito.

Yo he llenado ese vacío.

Mis papás sienten que no se merecen el regalo tan grande

que soy yo.

Nadie se lo merece: un bebé es el

Regalo de Amor más grande de

nuestro Padre Dios.

Yo y todos los bebés del mundo somos un verdadero Milagro.

“Tú no fuiste un error, porque todos tus días están escritos en mi libro…” Salmo 139:15-16

Y aunque muchos

digan que es

un error tener

un bebé en

circunstancias

como la mía…

Yo,

Rafael,

he sido

enviado

por Dios

con un

mensaje…

…para todas

las futuras mamás

del mundo:

“Recibe con amor el fruto de Amor que Yo te estoy mandando, pues debes saber que

la Vida es un Regalo

de mi Voluntad Divina.

Los accidentes naturales, como una enfermedad o los rasgos físicos no

cuentan…

Si pudieras comprender la grandeza

y la belleza de la vida eterna del alma

que a ti te estoy confiando,

caerías de rodillas,

dándoMe gracias”.