The Clinic - Edición 361

32
RECARGO AéREO $ 200 $ 800 JUEVES 16 DE SEPTIEMBRE DE 2010 · AÑO 11· Nº 361 PUBLICACIÓN SEMANAL AUN EN KIOSCOS +2990 NO COMEN PERO LO CAGAN ¿TE QUEDÓ GRANDE EL PONCHO? (LOS PEÑÍS TE TIENEN IÑI PIÑI) PERCIVAL COWLEY “EL GOBIERNO HA ACTUADO CON SORDERA” HISTORIADORES CONTRA PREMIO NACIONAL DE HISTORIA 2010: “LATOSO, REY DEL REFRITO, MONÁRQUICO” EL INCREÍBLE REFUGIO DE MONOS DE PEÑAFLOR

description

Jueves 16 de Septiembre de 2010 - Año 11 - Nº361

Transcript of The Clinic - Edición 361

Page 1: The Clinic - Edición 361

recargo aéreo $ 200

$ 800

jueves 16 de septiembre de 2010 · AÑO 11· Nº 361 publicacióN semaNal

aun en kioscos

+2990

NO COMEN PERO LO CAGAN

¿TE QUEDÓ GRANDE EL PONCHO?

(LOS PEÑÍS TE TIENEN IÑI PIÑI)

PERCIvAL COwLEy “EL GObIERNO HA ACTUADO CON SORDERA”HISTORIADORES CONTRA PREMIO NACIONAL DE HISTORIA 2010: “LATOSO, REy DEL REfRITO, MONáRQUICO”EL INCREÍbLE REfUGIO DE MONOS DE PEÑAfLOR

Page 2: The Clinic - Edición 361

sabía usted que: ... El diputado Alinco no sólo metió las patas. (Marcos Riquelme)2

Renueva automóvil

ALINCO CAMBIA CAMIONETA POR UN PICASSO

Harold contento con el nuevo Nacional:

“AHORA fALTA RENOvAR A LOS JUGADORES y ESTAMOS”

Adiós a los viejos consoladores

keniTa coMPRa sTRaTa 950

Hugo Gutiérrez explica huelga de hambre:

“ES QUE ESTÁBAMOS ENGORDANDO MUCHO

CON LA DIETA PARLAMENTARIA”

Tras fallo de Plan D

VIEJITO PASCUERO ADELGAZA PARA ENTRAR

A LA MINA SAN JOSÉSigue imparable

GOLBORNE SALVA GATITO ATRAPADO EN ÁRBOL

Los años no pasan en vano

PATRICIO AYLWIN PIDE UN ASILO POLÍTICOAlinco, rostro de nueva campaña dieciochera:

“SI VA A CULIAR, PASÉ LAS LLAVES”

El Mamo cuenta por qué se enamoró de su asistente:“ES QUE UNA SECRETARIA BILINGÜE HACE

MARAVILLAS EN LA CAMA”

Pan con locos

CAFÉ TORRES LANZA SANDWICH HINZPETER

Page 3: The Clinic - Edición 361

3sabía usted que: ... La derecha salió del clóset y le dio la espalda al tata. (Marcos Riquelme)

Último minuto

MILITARES PRESOS INICIAN HUELGA DE HAMBRE… ESPEREN… YA NO

El animador adhiere a su manera

LUCHO JARA SÓLO COME 6 vECES EN EL DÍA PARA SOLIDARIZAR CON LOS MAPUCHES

“No sé si soporte hasta mañana”, dijo.

Sigue usando pieles

CAROLINA PARSONS ESTARÁ EN EL PELLEJO DE

JAVIERA CONTADORComprobado científicamente

IDEAS DE JUMBO DURAN MENOS QUE MILICO EN

HUELGA DE HAMBRE

Fernanda Hansen deja atrás sus miedos:

“DESPUÉS DE LO VIVIDO CON FELIPE, PENSÉ QUE NUNCA

VOLVERÍA A MONTAR”

Luego del vuelco

REvOLCÓN EN CASO ALINCOMilitares explican cancelación de

huelga de hambre:

“ES QUE NO PUDIMOS CON EL

HAMBRE DE PODER”

Demanda para terminar con huelga de hambre

MAPUCHES PIDEN IR A CONFITERÍA TORRES PARA COMERSE A PIÑERA

Page 4: The Clinic - Edición 361

4 sabía usted que: … Los trabajadores de Al Qaeda acusan a su empleador de explotarlos. (Marcos Riquelme)

por patricio FerNÁNdeZ

EDITORIAL

el gobierno de Sebastián Piñera anunció a comienzos de esta semana que alistaba un plan de alimentación forzada para los ma-puches en huelga de hambre. La instruc-ción es aplicarle sueros, incluso contra su

voluntad, a aquellos que se hallaren en riesgo vital. El presidente del partido Radical, el del partido So-cialista, y la mayor parte de la Concertación, según rezaba la noticia, no se opondrían a la medida. El dilema, qué duda cabe, es espeluznante. Para nadie es fácil ver morir al prójimo pudiendo salvarle la vida, y mucho menos para un político cuando esa muerte es precisamente el modo elegido para en-cararle una responsabilidad. ¿Es lícito, no obstante, impedir a la fuerza que un adulto, al tanto de los pe-ligros que corre, consciente de sus actos, persista en su protesta mortífera? Según José Miguel Vivanco, director de Human Rigths Watch, “no hay unani-midad al respecto, pero sí una posición mayoritaria en el derecho internacional que nosotros compar-timos. Ningún gobierno puede obligar ni forzar a alimentarse a una persona en huelga de hambre... Una alimentación forzada vulnera la autonomía y dignidad de la persona”. Para cierta mentalidad religiosa, esto resulta inaceptable. La vida, según estos creyentes, no le pertenece a los hombres, sino a Dios, y sólo Él podría disponer de ella. Pero ya sabemos que si en algún principio se fundan las democracias occidentales, aunque por estos parajes todavía le cueste entenderlo a algunos -el alcalde Ossandon aseguró semanas atrás que con el triun-fo de la Alianza había vuelto Dios a la política-, es en la separación de la Iglesia y el Estado, es decir, en la prescindencia de las creencias particulares, por respetables y prístinas que sean, a la hora de con-cebir las leyes que regirán a la colectividad. Yo soy de los que piensa que, en último término, la vida es el bien más caro que cada cual posee, y de ahí que cuando otro lo roba, lo humilla o maltrata en contra

de la voluntad de su dueño, comete un delito graví-simo. Hasta quien no tiene nada más, sin embargo, y a pesar de los juicios morales que pueda provocar en el resto, posee el derecho irrenunciable a dispo-ner de ese bien como mejor le plazca, siempre y cuando al hacerlo no atente contra la vida de los de-más. Personalmente, me cuesta mucho entender a alguien que se quita la vida. Soy un convencido de que este cuento del que participamos todos tiene tantas vueltas, que interrumpirlo por las motivacio-nes de un momento bordea la insensatez, pero eso es lo que pienso yo, y no soy quien para obligar a nadie a pensar lo mismo. Cuando mucho, uno pue-de desvivirse en convencer al vecino de que vale la pena continuar y de que la historia da sorpresas, y en la medida de las posibilidades y la razón, conce-derle todo cuanto esté a nuestro alcance para sedu-cirlo. No es fácil hacerlo, sin embargo, con alguien que vive torturado mientras no cese su martirio, y es sabido, de hecho, que la crueldad máxima de un torturador se manifiesta precisamente en impedir-le a su víctima que muera cuando es lo que más desea en el mundo. No es mediante la alimentación forzada que el Estado chileno debe salvar a estos huelguistas, sino aplacando sus tormentos. Porque, salvo que consideremos locos a estos 34 comune-ros, ha de ser bien grande la sensación de injusticia que sienten para estar dispuestos a morir antes de continuar padeciéndola. El tema mapuche está re-pleto de aristas, y la huelga de hambre como méto-do de presión infectado de complicaciones. Pero así no más es la condición humana, y no hay manera de acortar caminos. Los comuneros, aunque cueste aceptarlo, tienen todo el derecho a elegir la muerte si las condiciones que exigen para vivir no les son concedidas. Está en manos del gobierno evaluar si se las otorga o priman otros argumentos. En todo caso, hoy todo Chile los está escuchando. Tuvieron que llegar a la agonía para que sucediera.

de tripas coraZÓN

Foto

: ale

jand

ro o

livar

es

Page 5: The Clinic - Edición 361

sabía usted que... La mujer de Stephen Hawking tiene el tremendo físico. (Juan “Maco” Cáceres) 5

FERIADO BICENTENARIO: CUATRO DÍAS DE DESABASTECIMIENTO Y CAOS

Al dar feriado a los trabajadores de supermercados y grandes tiendas los cuatro días que durarán las celebraciones del Bicente-nario, los parlamentarios antepusieron sus fines electoralistas al bienestar y la estabilidad de Chile. El siguiente análisis grafica las

consecuencias que puede traer para el país tan irresponsable medida

Desabastecimiento: Sucederá los días anteriores al feriado. Ante el inmi-nente peligro de quedar sin alimentos ni insumos básicos, la población se volcará a los supermercados para comprar todo lo que esté a la mano, dejando las góndolas vacías y desatando la especulación de los mercados informales

saqueos: Primer día feriado. Frente a la desesperación por obtener bienes para su supervivencia, la población que no alcanzó a comprar en los supermercados y grandes tiendas intentará conseguir a cómo dé lugar productos de primera necesi-dad, desatando el caos y la vergüenza.

ola migratoria: Primer y segundo día feriado. Quienes tengan la posibi-lidad de arrancar de las grandes urbes ante el desabastecimiento generalizado se verán enfrentados al colapso de las carreteras y fronteras, que cerrarán por no dar abasto a la demanda. Florecerán los campamentos de refugiados, la consiguiente hambruna y el SIDA.

agotamiento De las fuentes De energía: Segundo y tercer día fe-riado. Por un fenómeno sicológico que sería largo de explicar, la gente consumirá todo el combustible disponible en la menor cantidad de tiempo, lo que provocará euforia colectiva, más saqueos, desgobierno y calentamiento global.

aparición De panDillas: Tercer día feriado. La gran cantidad de vivien-das abandonadas por aquellos que dejaron la ciudad será ocupada por grupos delic-tuales venidos de Centroamérica que controlarán el mercado negro y el narcotráfi-co, además de sembrar el terror, propiciarán la lascivia y amenazarán los principios más pétreos de la chilenidad.

pérDiDa De la fé: Tercer y cuarto día feriado. La sensación que inundará el alma de aquellos que ven con impotencia las puertas cerradas del Jumbo y el Líder será de abandono por parte de Dios. Eso provocará la quema de cruces y la persecución de los hombres de fe. Sin Dios la vida no tendrá sentido y la tasa de suicidios aumentará en 293%.

anarquía: Cuarto día feriado. Sin Dios ni gobierno –el presidente será asesi-nado entre el segundo y tercer día feriado- la gente perderá la razón y saldrá a las calles con el único ánimo de ver arder el mundo. La idea será no dejar piedra sobre piedra de lo que fue la civilización occidental.

intervención militar: Días postreros al feriado. Cuando ya no quede nada y el hombre haya extraviado el fin último de su existencia, los militares saldrán a la calle a restablecer el orden y la disciplina, restaurar las instituciones y promover la paz. Será un proceso difícil y doloroso, y no sería raro que el pago de nuestras generaciones futuras frente a su actuar sea el desagradecimiento, la cárcel y el olvido.

Page 6: The Clinic - Edición 361

sabía usted que: …A fin de mes, las contadoras son secas pa'l cierre. (Cristián Catalán)

La frustrada huelga de ham-bre que anunciaron este martes nueve militares presos en Punta Peuco fue la culminación de una serie

de actos y gestos pro 11 de septiembre que realizaron los pinochetistas y donde la libertad -a quienes ellos llaman- “pre-sos políticos” es la consigna. El sábado, en el Círculo de Generales en Retiro de Alameda, la “Corporación 11 de Sep-tiembre” realizó un acto en un salón de-

corado con fotos de los miembros de la Junta y una imagen de Pinochet al lado de O’Higgins. Los pinochetistas pifiaron a Piñera cada vez que fue mencionado por los oradores y Juan González -presi-dente de la corporación- aprovechó las pocas cámaras de televisión para pre-guntarle a Piñera “si al no liberar a los militares le tenía miedo a la izquierda”. Su encendido discurso fue aplaudido por más de quinientas personas que estaban de pie, levantando fotos de Pi-nochet y algunos pósteres que decían “Gracias, Presidente”.

La invitada especial fue Lucía Pino-chet hija, quien luego de ser vitorea-da dijo que al haber escuchado a Fidel Castro decir que el modelo cubano ya no funcionaba ni para ellos pensó “mi padre se pudo morir tranquilo y orgullo-so. Porque este país es lo que es gracias al gobierno encabezado por él”. La au-diencia de inmediato la proclamó para el 2014 al grito de “¡Se siente, se siente, Lucía, Presidente!”.

El día anterior, la fundación “Chile Mi Patria” -presidida por el ex general Ra-fael Villarroel- también hizo un acto en la calle Serrano, donde estuvo invitada la diputada María Angélica Cristi y otros ex miembros de las Fuerzas Armadas

que ahora presiden ONG pro militares presos. Vestida de azulino, la diputada Cristi -conocida entre sus cercanos como “Maqueca”- dio un discurso en que dijo que los militares no debían hablar más de “beneficios carcelarios” sino que de “derechos”; que ella habría abrazado esta causa aún sin que su padre fuera ex general de Carabineros y que debía confesar su decepción y tristeza por la omisión de la obra del “gobierno militar” en este año del Bicentenario.

Acto seguido, Maqueca Cristi soltó unas lágrimas. Y luego de recuperar el aire finalizó con una infidencia:

-Yo pensaba que hoy, o incluso ayer algo podría haber pasado, pero los ma-puches complicaron las cosas. Nuestro Presidente me ha reiterado que cum-plirá su compromiso, me ha dicho que confíe en él. Hay que tener esperanza, paciencia y fe.

beNeFICIOs Ya

Justo esa tarde de viernes, Noelia Ruiz se enteró que a su marido, el ex mayor de Carabineros Luis Fernando Romo, Gendarmería le daría el beneficio de la salida dominical. El año 2007 Romo fue condenado a cinco años y un día por el secuestro en Coihueco del artesano regi-dor comunista, Carlos Montesinos y del chofer mecánico, José Cofré. Ambos des-aparecieron el 25 de septiembre de 1973.

Romo, quien al retirarse de Carabine-ros estudió Derecho en la Universidad Central, se defendía a sí mismo y en ocho oportunidades le habían negado los beneficios. El domingo pasado estu-vo en su casa de La Reina. Almorzó con sus hijos y estuvo con su nieta.

-Estaba muy contento -dice Noelia, que además agradece la gestión de Ma-

queca Cristi y dice que algo había escu-chado del inicio de la huelga: “Pero eran rumores y, felizmente, no se concretó. Pero si a futuro no pasa nada, van a tener que hacerlo. ¿Por qué sino a qué recurre uno? ¿Qué hace ante tanta injus-ticia? Porque yo lo veo por mi marido. Él está ahí pagando las habas que se comió el buey y si lo hubiera hecho, como dice él, quizás se hubiera conformado, pero él está pagando por algo que no hizo”.

Según el comunicado que envió a los

medios la Agrupación de Militares Pre-sos, “la huelga de hambre” del martes perseguía, entre otros, la libertad para todos los suboficiales y civiles presos por delitos de DD.HH.; y la pena única y máxima de 10 años para los casos donde el monto sea igual o mayor a esa canti-dad, incluido, el presidio perpetuo. Tal y como se hizo -según escribieron- “en los gobiernos de los ex presidentes Aylwin y Lagos para liberar a 282 políticos pre-sos en actividades subversivas”.

Pero a pesar que Gendarmería dice que sólo existió intención de huelga, hay quienes como Álvaro Puga -ex director de comunicaciones de Pinochet y del Mamo Contreras- sostienen que la huel-ga sí se concretó. “La Segunda” informó que el líder era el ex brigadier José Zara, condenado a 15 años de presidio por el doble homicidio del Caso Prats, el mis-mo que antes del plebiscito del ‘88 sostu-vo que los hombres de Pinochet tenían los “corvos acerados” para mantenerlo en el poder. Pero Puga afirma que lo más lógico es que el líder haya sido el ex general Iturriaga Neumann -el más anti-guo de los oficiales- y explica los dichos de Zara: “lo que dijo en el ‘88 fue porque son comandos y los comandos siempre tienen que tener los corvos acerados o

las pistolas con la bala pasada. Esa es la idea de ellos, es la idea militar”.

PIdeN CLeMeNCIa

Ninguno de los defendidos del abo-gado Juan Carlos Manns, que están en Punta Peuco participó de la huelga. Sus clientes son el ex DINA Francisco Ferrer Lima y Hugo Salas, ex jefe de la CNI. Sin embargo, a varios de ellos el abogado los autorizó “para solicitar el indulto”.

Lo anterior, sumado “al intento de huelga” y el lobby político de los di-putados de la UDI, María Angélica Cristi y Gustavo Hasbún, Jorge Ulloa y el independiente Alberto Cardemil, conforman las “medidas de presión” a las que tendrá que responder Piñera, además de las dos cartas que le fueron entregadas en La Moneda. Una, en ju-lio, enviada por la Corporación 11 de Septiembre donde le recuerdan por qué los pinochetistas votaron por él; y la segunda, entregada a fines de agosto, que pide “clemencia” para el capitán de Carabineros Guillermo Cofré Silva, con-denado a 5 años y un día el 2009 por el secuestro calificado el ‘73 de la comer-ciante María Vásquez.

El general de Carabineros en retiro Osvaldo Muñoz, junto a la diputada Cristi entregaron la carta, ya que Cofré sufre un cáncer terminal y pasa sus días entre el Hospital de Gendarmería y de Carabineros.

-Sólo se está pidiendo que se le per-mita cumplir la pena en su casa con un gendarme que lo cuide. Este hombre no constituye un peligro para nadie, está postrado en cama –asegura Muñoz.

Javier Gómez, abogado del recién ca-sado Manuel Contreras, dice que no ha escuchado “aviso de huelga” en el Penal Cordillera. Y, por las diversas enferme-dades que aquejan a su defendido, con-sidera que en su caso no conviene este tipo de presión. “Pero sí él quiere ser sobreseído definitivamente, se lo reco-mendaría. Porque la muerte produce el sobreseimiento definitivo”.

por v. t. • ilustraciÓN: max bock

“Nuestro Presidente me ha reiterado que cumplirá su compromiso, me ha dicho que confíe en él”, contó el viernes Maqueca Cristi a los familiares de los militares presos.

Las presiones de los militares a Piñera por el indulto

La historia detrás de la “huelga de hambre” de Punta Peuco

Apurados por el Bicentenario los militares están buscando la forma de que el gobierno les dé una respuesta al tan “anhelado” indulto. Además del intento de huelga de hambre, los pinochetistas que apoyan a los presos han entregado cartas en La Moneda y el lobby de Maqueca Cristi ha sido tan intenso que ya uno de ellos consiguió salida dominical. ¿A Piñera le interesará revertir las pifias que le dieron en sus actos del 11 de septiembre?

Page 7: The Clinic - Edición 361
Page 8: The Clinic - Edición 361

8 sabía usted que: …Un cangrejo borracho camina hacia adelante. (Nombre completo)

por verÓNica torres • Foto: alejaNdro olivares

"El Gobierno ha actuado con sordera"

En su oficina del Colegio Sagrados Corazones de Manquehue tiene una foto con el Papa Benedicto XVI. El viaje lo hizo el año pasado en compañía de Michelle Bachelet. Y apenas muestra la foto acota "en Argentina no tienen capellán y eso que la Presidenta es católica y acá Michelle lo tuvo". Estuvo diez años en La Moneda (seis con Ricardo Lagos) y ahora mira de lejos la manera de actuar del nuevo gobierno. Le molesta que se utilice el nombre de Dios en cada discurso presidencial, pero sobre todo le preocupa la sordera con la que se enfrenta el conflicto mapuche. En cuanto a su terreno, la Iglesia, admite que lo de Karadima lo dejó dolido. James Hamilton lo puso al tanto años atrás y elevó a quienes correspondía las denuncias. Pero no pasó nada y aquí habla de esa desidia; y también explica por qué la Iglesia, que alguna vez defendió a las víctimas de la dictadura, hoy pide misericordia para los militares presos.

Percival Cowley, ex capellán de La Moneda:

¿Qué le parece que piñera incluya tanto a dios en sus discursos?

Debo decir que no me gusta. Es tan complicado utilizar

el nombre de Dios. Siempre nos queda grande. Y en la medida que uno lo usa a cada rato lo trivializa; uno se encarga de empequeñecer su imagen, su presencia. Y yo creo que desde el punto de vista hu-mano y racional, y también de la fe, Dios es siempre mayor; por lo tanto, los que tratamos de ser cristianos tenemos que procurar encontrar su rostro, buscándo-lo. Pero da la impresión de que algunos ya lo han encontrado.

el alcalde de puente alto, manuel josé os-sandón, dijo el otro día que "dios había vuelto del exilio" en este nuevo gobierno. Y lo dijo a partir del rescate de los mineros, que para él fue un milagro.

Yo no lo escuché, pero tengo una muy buena impresión del alcalde de Puente Alto. Es un hombre muy cristiano y no soy quién para hacer una crítica respecto de la persona, pero como ha estado en discusión la utilización del nombre de Dios para cualquier cosa, hay que tener cuidado porque no se le puede atribuir todo a Dios. Hay muchas cosas que de-

penden de la voluntad y de la libertad humana. Y que son responsabilidad nuestra y no de Dios. Dios no puede querer el mal y, sin embargo, el mal está presente. Y es, por eso, que me llama la atención cómo se ha procedido en rela-ción con los mineros del norte. Debo de-cir que lo encuentro espléndido y ojalá salgan cuanto antes, pero veo que en el norte hay todo un despliegue enorme de tecnología que avalo y celebro; y en el sur, en relación con nuestros hermanos mapuches donde no hay elementos de tecnología de por medio para resolver el conflicto, no se está usando ningún medio que permita el despliegue de la li-bertad humana. En el norte todo se hace muy bien y en el sur se hace pésimo. Y ahí hay una cuestión para reflexionar. Estamos en una sociedad y en una cultu-ra esencialmente materialista y aunque el alcalde de Puente Alto diga las mejo-res cosas respecto de las intervenciones de Dios, uno quisiera una intervención de Dios a través de las libertades huma-nas más bien ahora en el caso de nues-tros hermanos mapuches.

la iglesia aún está en ese tironeo de ser o no mediadores, ¿cómo se han comportado?

Mediadores, no; pero en el fondo, sí facilitadores. Vamos a tratar de hacer

puente, que eso es lo que significa la pa-labra "pontífice", "pontifex", "constructor de puentes". La Iglesia está llamada a tra-tar de ser puente, que los seres humanos podamos entender y en eso está el presi-dente de la Conferencia Episcopal y los mapuches ya designados para participar en una mesa de diálogo. Ahí es cuando uno dice por qué el gobierno no nombra también a alguien para que se ponga a conversar con ellos. Porque por lo que he escuchado -porque no conozco direc-tamente el mundo mapuche- el modo de conversar de ellos es distinto a nuestro modo de conversar.

¿por ejemplo?Fíjate que en la sede de la Universidad

Católica de Villarrica, el director -que era un sacerdote alemán- se dio cuenta que entre los alumnos winka y mapuches había una diferencia tremenda en las notas. Los winkas siempre sacaban mejo-res notas que los mapuches, entonces él reflexionó y decidió poner el estudio en las dos lenguas y los mapuches igualaron en notas a los winkas. Quiero decir que se trata de otro idioma, otra manera de pensar, por tanto, de acercarse a la reali-dad. Y de todo eso no nos habíamos dado cuenta. Y ahora por el mundo que está en el gobierno hoy, por el origen que tienen

y la formación que han recibido, es muy posible que no entiendan nada de lo que es la cultura mapuche. Y sin mala volun-tad, simplemente, no entienden y no se dan cuenta de lo que ha pasado con ellos a lo largo de la historia de Chile.

¿de ser así, la demanda mapuche podrá ser escuchada?

Pareciera que los proyectos de ley que han enviado estarían en la línea de sa-tisfacer las aspiraciones del pueblo ma-puche. Pero para los mapuches este no es un asunto que se resuelva con una votación en el Congreso, pareciera que para ellos se resuelve con una mesa de diálogo donde se asume esta realidad de diversidad cultural. Ahora, siguiendo el proceso histórico, uno se da cuenta que desde el mundo mapuche de más edad hay ciertas reivindicaciones que son más limitadas, pero desde el mundo ma-puche más joven uno diría que hay una suerte de "ideología". Es decir, hay mu-cho más reflexión. Ha habido muchas más posibilidades de preparación. Esa chica Natividad Llanquileo, una de las voceras, tiene 25 años y su discurso es de una lucidez impresionante.

va empezar la huelga seca. ¿Qué debería pasar?Monseñor Ezatti -el obispo de Concep-

ción- lo dijo: "nadie se humilla por sentar-

Page 9: The Clinic - Edición 361

9

se a conversar en torno a una mesa". Y con eso está llamando al gobierno a que se siente a la mesa. Porque todos están dispuestos a sentarse, pero el gobierno ha actuado con sordera, creyendo que las co-sas siempre se pueden resolver por arriba y muchas de ellas se resuelven por abajo, es decir, en relación horizontal.

este gobierno advirtió que buscaría eficiencia y no diálogo ciudadano.

Y ahí hay una cuestión tremenda. Mira, uno no puede sino desear que este sea un buen gobierno por el bien del país, pero yo quedé asustado cuando escuché en un comienzo la cantidad de veces que utilizaron la palabra "excelen-cia". Al declarar "somos excelentes" se ponen no sólo en el riesgo de no serlo tanto, sino que detrás de eso hay una cuestión no sólo cultural sino que tam-bién moral que es muy peligrosa. Voy a decir esto con temor y temblor, pero creo que el riesgo de eso es la soberbia. Y lo propio del soberbio es que no escucha porque siempre tiene la razón y hay que tener cuidado porque el pecado de la so-berbia es el que no tiene perdón. Porque el soberbio no es capaz de pedir perdón.KaRadIMa Y La VeRGüeNZa

imagino que leyó las declaraciones de Fe-lipe berrios antes de irse a África. dijo que el obispo de san bernardo, juan ignacio gonzález, que suena como sucesor del cardenal errázuriz, había participado en una oficina en la dictadura que espiaba a la iglesia y que elegirlo a él arzo-bispo sería un retroceso.

Te puedo hacer una afirmación más general. Todos los grupos de Iglesia que reemplazan a Jesucristo por su fundador son peligrosos. O si quieres poner son sospechosos, quien quiera leer y sacar las conclusiones, que las saque y no se va a equivocar.¿pero quién podría ser buen sucesor de errázuriz?

Me abstengo.¿por qué?Porque estoy con una pena tan profun-

da con todo lo que ha pasado que no quie-ro decir nada, no quiero pensar nada. Es-toy tratando de encontrar más al Señor. Y me doy cuenta que está cosa de la Iglesia es muy compleja, pero me da seguridad en lo esencial que el Señor está ahí.

como católico, ¿qué parte de la historia de karadima le dolió más?

Uh, todo, pero lo que más me ha dolido ha sido la desidia y la lentitud porque aquello ha producido dolor en las dos partes. En Karadima y en la eventuales víctimas. Y eso es por la desidia, la demora, la lentitud y en estas cosas hay que proceder con rapidez. La verdad es que me ha dolido y me aver-güenza, tremendamente.

¿desidia por parte del cardenal errázuriz?La autoridad eclesiástica, para no per-

sonalizar demasiado.

tengo entendido que james Hamilton habló con usted antes de denunciar el caso.

Fue poco antes del 2006. Vino a mi casa por razones de amistad. Yo soy muy amigo de un médico mayor, a quien Ja-mes le contó lo que había pasado y él le dijo que viniera a hablar conmigo.

¿Qué impresión le dio cuando lo escuchó? ¿le creyó de inmediato?

Mira, uno escucha y aquello que uno escucha tiene que tratar de entenderlo y de confiar en las personas que a uno le hablan, justamente, porque uno no es juez de nadie. Yo le dije a este hombre que había dos cosas que podía hacer. Por un lado, él estaba facultado de hacer la denuncia ante los tribunales eclesiásti-cos bajo juramento. Ahí claro existía el riesgo de que este asunto pudiese filtrar-se, con las consecuencias que esto podía tener en términos de su persona, de su familia, de sus hijos. Pero, por otro lado, si él tenía la convicción de que estas co-sas habían ocurrido era probable que si-guieran sucediendo y que por lo mismo él tenía una responsabilidad vinculada con el bien común. Ahora le dije que la toma de decisiones entre estas dos alter-nativas no me correspondía hacerla a mí, tú tienes que tomar tu propia deci-sión desde tu libertad.

¿Qué le pareció su decisión?De una valentía muy grande, pero

no, solamente, de él. Su mujer fue muy noble, ellos ya estaban separados. Y los otros testimonios también fueron muy valientes. El programa de televisión que vimos fue muy impactante y nadie hace un "show mediático" de esa naturaleza como fue llamado por un obispo auxiliar de Santiago (Fernando Chomalí). Aque-llo no se hace, no se dice, es una falta de respeto tremendo. Porque si es una cosa que se está hablando frente a todo el mundo es evidente que no puede ser un show mediático, sobre todo porque es una situación de dolor tremenda.

¿usted llamó al cardenal errázuriz cuando habló con Hamilton y le pidió una audiencia?

No, me comuniqué con uno de los obis-pos auxiliares a quien yo le dije lo que había escuchado y le manifesté lo grave que me parecía. Ese obispo auxiliar me dijo que en la tarde iba a estar con el arzo-bispo y le iba comentar lo que yo le había dicho. Me quedé esperando, pero no por mí sino que por quien denunciaba, pero hubo cero respuesta. Pasaron los años y volví a encontrarme con Hamilton, en-tonces, le pregunté "en qué van las cosas" y me dijo que no había pasado nada. Ahí yo tomé el teléfono y hablé con el secre-tario del arzobispo y pedí una audiencia para Hamilton; y el secretario -con todo derecho- me preguntó cuál era el tema y yo dije “es una materia grave y urgente”. Tampoco recibí respuesta.

¿por qué en la iglesia hay sacerdotes como usted que escucharon y acogieron a Hamilton y otros como andrés arteaga, que hasta hoy defien-de a karadima, a pesar de lo que ya conocemos?

Hay un poeta irlandés y católico, Tho-mas Eliot, que tiene una poesía sobre la Iglesia Católica que se llama "El hipopó-tamo" donde dice que la Iglesia Católica es como aquel animal: muy grande, de caminar lento, rugoso, muy antiguo, com-plejo en la contextura y que da cuenta del sentido del humor de Dios. La Iglesia es muy compleja. Y aquello nos permite mi-rar a la Iglesia por una parte con algún humor porque es una institución muy rara y, por otro lado, podemos mirarla en sus fallas y pecados como una demostra-ción evidente de la existencia de Dios.

¿en qué sentido?No hay ninguna explicación sociológi-

ca que diga cómo han pasado 2 mil años y todavía existimos con todas las emba-rradas que hemos hecho. Eso, para mí, prueba que la promesa de Jesús "estaré con ustedes hasta el final de los tiempos" es verdadera y se sigue probando a tra-vés de la historia. Ahora, estas cosas que pasan y que son dolorosas nos humillan y eso, nos hace bien.

MILItaRes PResOs ¿Qué opinión tiene sobre el indulto bicente-

nario? porque hace poco el jesuita Fernando montes dijo en una entrevista que era partidario del indulto a los militares presos por violaciones a los derechos humanos. él ha visitado punta peuco y ha confesado a muchos de ellos.

A nosotros comos sacerdotes nos toca acercarnos siempre al más débil y puede ser débil quien está enfermo, quien está muriendo, quien está en la cárcel. A no-sotros nos toca acercanos al ser humano y en la medida que el ser humano sea más frágil tenemos que acercarnos más. En ese sentido, lo que ha hecho Fernan-do Montes me parece muy significativo. Sin embargo, yo distinguiría lo que es la tarea de la Iglesia vinculada al amor y a la misericordia, a la opción por los pobres que están sufriendo, al tema de la culpa civil y la punibilidad en relación con esa culpa, y el castigo. Yo haría esa distinción y luego haría otra. Creo que los indultos- que pueden tener plena validez- tienen que ser prudentes. Diría que en caso de militares que han estado implicados en delitos relacionados con derechos huma-nos yo haría la distinción entre aquellos que pueden estar gravemente enfermos y aquellos que están sanitos. Dentro de los que están enfermos, a lo mejor habría que ver caso a caso, si alguno tiene algún tipo de participación no tan importante o que lo sucedido en su caso no fue tan significativo desde el punto de vista de las consecuencias sociales. Habría que mirar los matices en casos particulares.

pero las personas que están en punta peuco y cordillera están por delitos cometidos en dic-tadura. ¿eso no es justicia?

En una justicia fría de la pura razón, uno diría, bueno, si estas personas hicieron las barbaridades que hicieron que sigan ahí hasta que cumplan la condena y que se mueran ahí. Pero si tú le agregas miseri-cordia ¿qué pasa? ¿No empiezas a pregun-tarte si una de esas personas está con un cáncer terminal, qué pasa con esa persona desde el punto de vista de su familia, de sus afectos, de su condición esencialmente humana? Para estas cosas es bueno tratar de meterse en los zapatos del otro. Hay que ver cómo entra aquí la misericordia y en esa línea celebro lo de Fernando Mon-tes. Me parece valioso, válido. Claro, nos prestigiamos como Iglesia defendiendo a los perseguidos de la dictadura y a lo mejor hoy nos estamos desprestigiando frente a ellos porque estamos haciendo lo mismo que hicimos antes.

¿es lo mismo?Sí, esencialmente. Es jugarse por la

dignidad del ser humano. Ahora, las de-cisiones las toma la autoridad correspon-diente, son cuestiones de orden político.

la dictadura se ufanó de su catolicismo, pero no tuvo misericordia. ¿cómo le explica a los fami-liares de las víctimas que la posición de la iglesia es la que debe seguir sólo por ser iglesia?

Es incuestionable que en tiempos de dictadura nos jugamos hasta el fondo por los derechos humanos a pesar de las amenazas y los sacerdotes asesinados. Y en ese tiempo defendimos también a los comunistas y resulta que un católico y un comunista tenemos visiones distintas res-pecto de la vida. Ahora, un católico y un militar tenemos visiones muy distintas respecto de la vida, pero está en juego la vida de uno y otro. Mi mamá decía "menos averigua Dios y perdona" que es un decir popular, pero tiene su sabiduría como to-dos los dichos populares. Es, por eso, que yo invitaría a conversar. Haría otra mesa de diálogo para tratar de explicar a las víc-timas. Podría haber sido una buena fun-ción de la Vicaría de la Solidaridad.

los militares dicen que la justicia que se ha impulsado en democracia ha sido una venganza.

Yo creo que no es venganza. A lo me-jor hay algún inocente que esté metido en esto, que pueda decir algo así, porque está muy molesto y con toda razón. Pero los numeritos que se mandaron pues, las cosas que uno vio, escuchó. Mi herma-no abogado con todas las cosas que le tocaba escuchar en materia de derechos humanos se murió de pena. Entonces, uno podría decir "qué se han imaginado, dejaron la embarrada y ahora dicen que es venganza" y no: es justicia.

Y dentro de esa justicia. ¿la iglesia pide mi-sericordia?

En los casos que sea urgente.

"El Gobierno ha actuado con sordera"

sabía usted que... Cardoen siempre fue el arma de la fiesta. (Alberto Zamorano)

Page 10: The Clinic - Edición 361

10 sabía usted que: … Picasso murió de un vaginasso. (David Chandía)

Los únicos que han percibido mi presencia son una jauría de pe-rros que se abalanza en dirección a la reja haciendo alarde de sus colmillos. Una muchacha de ca-bellera cobriza se asoma desde

una casona y comienza a caminar rum-bo a la entrada. Por un momento pienso que todo es un error y que en vez de un centro de rehabilitación de monos he lle-gado a la perrera municipal.

-¿Es éste el centro de atención de pri-mates? -pregunto casi por instinto.

La pelirroja asiente con la cabeza y abre el portón.

Los perros comienzan a olisquearme mientras avanzo a duras penas. En el pick-up de una camioneta hay dos mu-jeres que revuelven con sus manos un arsenal de fruta picada. Más allá, en di-rección a los árboles, se aprecia una in-finidad de jaulas de distintos tamaños y alturas. Sólo ahora puedo apreciar el escenario en toda su magnitud: el lugar está plagado de monos.

Desde un estrecho sendero, renguean-

do y apoyada en un bastón, aparece una mujer de cabellera ensortijada. Es Elba Muñoz, la dueña del predio y principal gestora de esta extraña iniciativa que tie-ne habitando a 160 primates en la comu-na de Peñaflor, a varios miles de kilóme-tros de la selva tropical. Es un proyecto que lleva 14 años y que ha transformado a su propietaria en una suerte de “Reina de los monos”.

Hace un par de semanas, Elba apare-ció en televisión luego que el SAG, Servi-cio Agrícola Ganadero, decomisara a un

mono tití pigmeo, el primate más peque-ño del mundo, a un ciudadano peruano que pretendía ingresarlo ilegalmente al país. Su historia no es aislada.

Mientras Elba se interna por uno de los tantos caminos que se entrecruzan alrededor de las jaulas comenta que por cada uno de estos especímenes que llega a Chile existe una cadena de muerte de alrededor de 60 monos. Calculo que para que estos animales estén aquí los caza-dores han debido eliminar a lo menos 9.600 monos.

Por Claudio Pizarro. • Fotos alejandro olivares

Monos alcohólicos, jaleros y violados

La doctora Elba Muñoz tiene un centro de atención y rehabilitación de primates en Peñaflor. Al recinto no sólo han llegado monos epilépticos, mutilados, ciegos, inválidos y violados, sino también un puñado adicto a las drogas. Historias que impactan no sólo por la suerte que corrieron los macacos sino por las extrañas aficiones de sus amos.

Page 11: The Clinic - Edición 361

sabía usted que: …De la cruza entre Prat y la Mistral sale un billete de 15 lucas. (Jimi Leighton) 11

-Cada uno de estos animales es un sobreviviente, un verdadero atleta de la selva que para estar acá ha tenido que sortear un estrés tremendo -asegura.

Elba se sienta en una banca y comien-za un pormenorizado relato de una ca-cería. Cuenta que, por lo general, como las hembras trasladan a sus crías a 30 metros de altura, los traficantes les dis-paran y, luego de matarlas, les quitan a sus hijos. Es probable, dice, que algunas sólo queden heridas y mueran 10 días después por una infección o devoradas por algún depredador. Pero la cadena de muerte no termina ahí. Lo más proba-ble, asegura Elba, es que los líderes del grupo persigan al cazador en busca de la cría robada y mueran baleados.

-Por eso la gran mayoría de los trafi-cantes trae 10 ó 15 animales de los que, seguramente, sobreviven con suerte dos -asegura.

Pese a que los monos figuran en el lis-tado de especies en peligro de extinción, su caza indiscriminada aún continúa. Los primates son un negocio altamente lucrativo. Y no sólo para los traficantes. Con el boom de inmigrantes que ingresa a Chile, sostiene Elba, “se ha revitalizado el mercado de mascotas exóticas”.

-Existe un nuevo brote de tráfico prove-niente de gente indocumentada que, en vez de traerse unos dólares en el bolsillo, prefieren traerse un mono- cuenta Elba.

Situación refrendada por el ciudadano peruano que pretendía vender al mono tití en una cifra cercana a los dos mi-llones de pesos. Un chimpancé, agrega Elba, puede costar alrededor de 50 millo-nes. Una cantidad exorbitante si multi-plicamos el contenido de cada jaula que hay alrededor nuestro. El tráfico de ani-males en el mundo mueve más de 4.000 millones de dólares por año. Sólo el año pasado en Chile fueron decomisados más de 400 animales exóticos avaluados en más de 90 millones de pesos. Elba no está para recuentos trágicos.

“¿Y CóMO CRIstóbaL?”Luego de una breve interrupción pro-

ducto de la llegada de un mono capu-chino recién decomisado, Elba regresa a conversar. Nuevamente se sienta en el mismo banco justo al frente de la jaula de un adorable mono barrigudo. El ejemplar es uno de sus regalones. Hace 16 años tuvo uno igual y fue su primera aproxi-mación con el mundo de los primates. La llegada de Cristóbal, nombre con que bautizó al mono, fue casual: un vecino, enterado de la afición por los animales de la familia, un día golpeó la puerta de la casa y se los ofreció. Elba quedó encanta-da con el animal y su marido terminó por comprarlo en 400 mil pesos.

-De inmediato me tomó como su ma-dre. Con el tiempo fui aprendiendo que era uno de los monos que mejor se adap-taba a vivir con los humanos así que de-cidimos no tenerlo en cautiverio y que viviera como uno más en la casa… los niños estaban fascinados -recuerda.

La decisión, tomada a la ligera, no sólo terminó por transformar los hábitos del primate sino también de la familia, que comenzó a tratarlo casi como un huma-no. Cristóbal prácticamente se transfor-mó en el quinto hijo de Elba.

-Al principio no se alejaba más de dos metros de mí, saltaba arriba de mi hom-bro, ya no podía más con mi columna. Cuando jugaba me dejaba entera more-teada. Y el pelo, olvídate, tenía así una maraña en la cabeza -cuenta Elba.

A tal punto alcanzó la incorporación de Cristóbal a la familia, que un peque-ño sobrino, cuando su madre intentó quitarle los pañales argumentando que eran el único niño del clan que todavía usaba, el pequeño le contestó: “¿y cómo Cristóbal?”

El barrigudo utilizaba pañales para evitar orinarse en la mesa. En rigor, era tratado como un niño más. Cuando los primos jugaban a lanzarse desde un mueble a un sofá-cama, Cristóbal hacía la fila igual que todos antes de tirarse. La imitación era parte de su vida lúdica. En otros aspectos, sin embargo, se com-portaba como un perfecto mono. En el living de la casa, recuerda Elba, tenían una percha gigante donde se balanceaba hasta alcanzar el impulso necesario para volar hacia una palmera. A veces salían a comprar y el monicaco revolvía la coci-na completa. Cuando la familia regresa-ba de las compras los muebles estaban impregnados de huevos y harina.

-Tú no sabías si llorar, reírte o limpiar. Había que tener una paciencia infinita -cuenta Elba.

Pese a todo, la familia no claudicó. A lo más tomaron medidas para evitar las embestidas del primate. La colección de botellas de perfume que Elba traía de sus viajes terminó guardada en una caja, igual que una fina selección de adornos de porcelana.

Para una navidad, asegura Elba, des-cubrieron que Cristóbal le tenía terror a unas máscaras de Halloween. La estrate-gia aquel año fue rodear el pino navide-ño de máscaras.

-Cuando la gente llegaba, pensaba que éramos una familia satánica- rememora Elba.

Esa navidad el árbol resultó incólume, no así la exclusiva loza inglesa de Elba.

-Había armado una mesa maravillo-sa, con servicios de plata, todo precioso, cuando de repente me paro y siento un estruendo. Toda la loza estaba en el sue-lo. Al final terminamos con todas las si-llas amarradas a la mesa con un elástico -cuenta.

Elba, sentada en el asiento de madera, observa a un barrigudo colgado de una rama en su jaula, mueve la cabeza como recordando a Cristóbal, y luego suelta: “ahí me di cuenta que no puedes vivir con un mono en tu casa, te trastorna la vida y lo que es peor: tampoco lo haces feliz”.

Pese a las continuas recriminaciones, Cristóbal continuó viviendo dentro de la casa. Para colmo, algunos vecinos

comenzaron a abandonar a sus monos afuera de la casa de Elba. En menos de dos años ya tenía cinco macacos saltan-do en el living.

-Era una casa de locos... de repente, mientras tejía, uno me agarraba la lana y salía arrancando, a mi hijo le sacaban su estuche, corrían por los pasillos, se trepaban en las cortinas y le tiraban los lápices- recuerda Elba.

Vivir en esas condiciones era, literal-mente, como tener a diario un cumplea-ños de monos en su hogar. Mantener el aseo, una tarea titánica. Recién entonces fue cuando decidió enjaular a todos los animales y pedir una autorización al SAG para su tenencia. Un par de años más tarde solicitó un permiso para abrir un centro de rehabilitación de primates. Fue el 18 de marzo del año 1996. Desde entonces, cada mono decomisado por el SAG es enviado a la parcela de Elba.

síNdROMe de abstINeNCIaEn los 14 años que lleva el centro

abierto, Elba ha recibido todo tipo de monos: barrigudos, cai capuchinos, cai cariblancos, aulladores, titís, monos ar-dillas y monos arañas. Todos, indistin-tamente, han llegado con algún tipo de trastorno sicológico. Hace años, recuer-da Elba, el zoológico de la comuna de La Pintana le entregó un animal con instin-tos suicidas. Se llamaba Lucho.

-El mono estuvo guardado en una bodega, empezó a comerse la cola y se agarraba a cabezazos. También tuvimos una monita que fue encontrada en un bosque y que también se comía la cola. Son monos que, como no tienen la per-sonalidad para agredir a otros, se dañan a sí mismos. Son actitudes similares a las automutilaciones de los presos en la cárcel- cuenta Elba.

En todos estos años Elba Muñoz ha visto de todo: monos quemados, epilép-ticos, mutilados, ciegos e inválidos. In-cluso, asegura, no faltan los que llegan con algún tipo de adicción como el Nico, un cai capuchino, proveniente de un ta-ller de muebles en avenida Matta.

-El mono estaba completamente idio-tizado, azotaba su cabeza en la jaula, se mordía las manos, se sacaba los pelos y venía pasado a alcohol. Mi marido me dijo que, probablemente, padecía un sín-drome de abstinencia -cuenta.

Elba llamó de inmediato a sus anti-guos dueños quienes le confesaron que “a lo mejor le faltaba su dosis diaria de cervecita”.

-El gallo me contó, como si nada, que le daba al menos dos latas diarias y si no tenía le ofrecía un toquecito de pisco. Imagínate, si el mono pesaba apenas dos kilos y medio -recuerda.

El Nico finalmente logró desintoxicarse a puro jugo de betarraga y tranquilizan-tes. Sin embargo, nada pudieron hacer para salvar su hígado. En la actualidad padece una cirrosis hepática que incubó en sus duros días de encierro en la mue-blería. Elba muestra su jaula. Nico todavía

luce inquieto. No tanto como antes. Cues-ta imaginárselo aferrado a la botella.

-El problema es que el hígado de los monos sintetiza la anestesia y es imposi-ble realizar algún procedimiento sin ella -asegura Elba.

Panchito es otro espécimen que llegó al recinto con síndrome de abstinencia. Fue 10 años atrás. Venía de una casa par-ticular de Santiago y su afición era otra: la cocaína.

-Llegó con unos comportamientos es-pantosos, era un mono que de repente estaba eufórico y al rato súper deprimi-do. Era totalmente bipolar -recuerda.

Elba cuenta que su dueña le contó “carepalo” que su marido lo drogaba y luego le daba tranquilizantes. Panchito terminó tan reventado que una noche se escapó de la jaula y atacó a su “provee-dor”. Probablemente se trataba de una clásica mexicana. Nadie lo puede saber con exactitud. Lo cierto es que el mono no estaba en sus cabales y terminó agre-diendo a su “dealer”, quien terminó hos-pitalizado con horribles heridas en su cuerpo. Es probable que haya sido el precio que debió pagar para conquistar su libertad.

A la mañana siguiente Panchito fue encontrado a las afueras de un jardín infantil. El SAG lo capturó y se lo llevó a Peñaflor.

-Su dueña finalmente lo entregó de forma voluntaria, ahora el mono vive tranquilamente sin ningún problema- cuenta Elba.

De todas las historias contadas por Elba, la que viene a continuación es la más extraña. En rigor no sólo refleja la patología de un mono sino también la de su amo. Hace un tiempo atrás llegó al centro Damián, un cai capuchino prove-niente del norte del país que, al igual que sus antecesores, también tenía extraños comportamientos. Elba cuenta que en cuanto llegó se percataron que el mono se introducía continuamente “su mano en el ano”. La jaula por más que la lim-piaban pasaba salpicada de sangre.

-Era una conducta totalmente irracio-nal, cuando vino el veterinario lo exa-minó y concluyó que tenía profundas lesiones internas producto de abusos reiterados -asegura Elba.

Damián, según el especialista, había sido violado. “Yo lo encontré increíble. Ahí me di cuenta que el ser humano es capaz de todo lo que uno se pueda ima-ginar”, relata con encono.

Miro la jaula de Damián y pienso en las teorías acerca del origen del sida. Elba me cuenta que en Indonesia exis-ten prostíbulos con hembras oranguta-nes. La miro aún más incrédulo.

- ¿Quizá pudo ser otro animal?- pre-gunto.

- ¿Cuándo has visto a un perro abusan-do de otra especie?, me responde algo ofuscada. Luego agrega con rostro taci-turno mirando la jaula de Damián: “hay cosas súper oscuras en los humanos”.

Más fotos en www.theclinic.cl

“El gallo me contó, como si nada, que le daba al menos dos latas diarias y si no tenía le ofrecía un toquecito de pisco”, recuerda Elba que le dijo el dueño de un mono alcohólico.

Page 12: The Clinic - Edición 361

12 sabía usted que: … El jugador con más ropa es Miroslav Closet. (Raúl Rodríguez)

Esta semana amenaza con ser la más complicada para el go-bierno desde que asumió. El Bicentenario, el evento que se ha estado anunciando con

bombos y platillos desde hace años, está a punto de convertirse en el telón de fondo de una huelga de hambre que ya consiguió instalar en el país que las de-mandas de una treintena de presos eran más que razonables y ha obligado a se-nadores, obispos y ministros a darse ca-bezazos buscando una solución política a un conflicto que todos miraron crecer.

Y el control de la crisis no está en La Moneda: está en las celdas de las cárce-les del sur, donde los comuneros acaban de fijar un timming macabro: este lunes

pasaron a huelga seca y es más que pro-bable que de acá al 18 uno de ellos se agrave o muera.

Esta ha sido una de esas crisis que mu-chos alertaron. Pero el gobierno recién vino a ocuparse seriamente de ella hace apenas una semana. Y aunque reaccionó rápido anunciando modificaciones a la Ley Antiterrorista y a la Justicia Militar, los tirones en la alianza gobernante lo llevaron al empantanamiento. La Mo-neda perdió la iniciativa cuando los se-nadores Alberto Espina y Jovino Novoa pusieron peros a las modificaciones con que Hinzpeter y Piñera pretendían apa-gar el incendio.

Hoy la solución se ve lejana. Si bien el obispo Ricardo Ezatti aceptó actuar

como “facilitador” del diálogo y los fa-miliares de los comuneros esperan el llamado a sentarse a una mesa, lo que se ha avanzado en el terreno legislativo es poco. El senador PPD Jaime Quintana, que representa la Araucanía, reconoce que en la práctica la posibilidad que la ley beneficie a alguno de los huelguistas “es muy limitada, puede que a alguno le baje la pena a la que pueden ser conde-nados, pero a los otros no, porque hay acumulación de delitos”.

La pesadilla del gobierno es doble: al Bi-centenario hay que sumarle que en una semana más, Piñera tendrá que plantarse por primera vez en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Y llegar con una crisis así, es un escenario desastroso.

Y lo peor para el gobierno es que el problema está lejos de solucionarse con una ley corta o mesa de diálogo. Los huelguistas han señalado que la mesa es parte de cualquier arreglo y que el fu-turo dependerá de las conclusiones que salgan de esa instancia:

-Los mismos comuneros me dijeron

que ese proyecto no los satisfacía, que no era una solución porque estiman que no aclara cuáles son las conductas consideradas terroristas y además va en la línea de aumentar las facultades del ente investigador. Ellos se sienten des-ilusionados y ese proyecto no va a hacer que desistan de la huelga -explica Pelayo Viel, abogado de los presos de Concep-ción, imputados por el atentado al fiscal Mario Elgueta.

Hasta acá, los únicos ganadores son los huelguistas, militantes de la Coordi-nadora Arauco Malleco en su mayoría, que han conseguido instalar sus deman-das y reactivar el movimiento pro mapu-che, que en el último año se encontraba adormecido a raíz de los golpes propina-dos por los fiscales y la policía. La vuelta de mano de los presos ha sido potente. Algo que a fines de agosto, en entrevis-ta con The Clinic, Héctor Llaitul -el líder de la CAM- anunció en una entrevista: “Nuestro cuerpo es lo único que nos que-da para protestar”.

Dicho y hecho.

Al cierre de esta edición, los presos mapuche cumplían 65 días de huelga de hambre. Si las cosas no han cambiado espectacularmente, hoy acumularán 67 sin ingerir alimento (ni agua, desde comienzos de esta semana) y la crisis se habrá convertido en una bomba de tiempo que detonará esta semana en La Moneda, donde el gobierno sigue debatiéndose entre negociar o endurecer la mano, como le exigen sectores de la UDI y de la propia RN.

por pv Y jr

Huelga de hambreLa disyuntiva de Piñera

La huelga de hambre que desde hace más de 60 días llevan adelante 32 comuneros mapuche en diferentes cárceles es un hecho frente al que no se puede quedar indiferentes, es un cuestionamiento lacerante a las festividades del Bicentenario, que nos dice que la cues-tión indígena es el principal déficit que tenemos en la

construcción de la república.Tras décadas de desconocimiento de los temas indígenas, con

el retorno a la democracia el país dio pasos muy importantes. La ley indígena de 1993 reconoció por primera vez el despojo de tierras de que fueron víctimas los indígenas de Chile y se propuso repararlo a través de una política de restitución de tierras. Se creó una institucionalidad especializada, la CONADI, con par-ticipación de representantes de las comunidades indígenas. Se comenzaron a desarrollar políticas interculturales en educación y salud. Más recientemente, se dictó la ley del borde costero Lafkenche que reconoce los usos consuetudinarios de los pue-blos indígenas y otorga derechos preferenciales a partir de ese reconocimiento. Finalmente, el país aprobó y ratificó el convenio 169 de la OIT que reconoce los derechos de los indígenas como pueblo sobre sus tierras y recursos naturales y obliga al Estado a consultar con ellos todas las decisiones públicas que los afecten.

La visibilidad y relevancia de los temas indígenas creció sig-nificativamente y tanto la institucionalidad indígena, como en especial la política de tierras, terminaron colapsadas, cumplieron un ciclo y deben ser repensadas.

Las nuevas generaciones indígenas han accedido crecien-

temente a la educación y se han conectado con las corrientes mundiales que dieron nacimiento a una nueva conciencia indígena a nivel global. En ese contexto, surgieron grupos que, cansados de esperar soluciones en la entrega de tierras, optaron por expresar su impaciencia de manera directa a través de manifestaciones, tomas de terrenos y otras acciones ciertamente más violentas.

Responder a estas movilizaciones y protestas de los grupos indígenas radicalizados no es fácil. Las herramientas habituales de seguridad pública no han sido suficientemente eficaces y el endure-cimiento de las mismas suele incrementar la violencia y ser percibido como una nueva expresión de hostilidad por parte de los indígenas. En ese cuadro, la fiscalía ha invocado en varias oportunidades la ley antiterrorista y los últimos gobiernos también lo han hecho en los casos de mayor gravedad y connotación pública. Esto ha sido un error cuyas consecuencias se han hecho cada vez más evidentes.

Las acciones propias de las organizaciones terroristas, tales como Sendero Luminoso o las FARC, consisten en captura de rehenes, tráfico de materiales ilícitos, asesinatos selectivos, colocación de artefactos explosivos para asesinatos indiscri-minados y otras que develan una asociación ilícita con fines terroristas, lo que requiere de una respuesta excepcionalmente dura por parte del Estado. Nada de esto es lo que realizan las organizaciones indígenas radicalizadas en el país. En todos los años que hemos convivido con esta crisis, sólo hay víctimas fata-les del lado de los comuneros. Acciones violentas o delictivas no pueden quedar en la impunidad y el gobierno no puede dejarse sobrepasar. Pero la respuesta debe ser adecuada y justa, no

excesiva o descontrolada. La aplicación de la ley antiterrorista está mucho más cerca de lo segundo que de lo primero.

Tuve la oportunidad de visitar y ser recibida por los presos en huelga de hambre en la cárcel de Temuco. Vi allí a jóvenes de 19 años de edad que arriesgan penas de 80 años de cárcel, jóvenes que no han matado, violado ni secuestrado a nadie. Su demanda no es eludir la justicia sino ser procesados en forma justa, ser tratados como acusados de un delito y no como enemigos en una guerra. Acoger ese reclamo y reconocer que el camino de la ley antiterrorista no es el correcto no es un gesto de debilidad o rene-gación, no busca recriminar a nadie sino enmendar el camino antes de que sea tarde e incubemos más violencia y segregación donde ya ha habido demasiada.

Con motivo del bicentenario, bien nos merecemos como país un paso adelante en nuestra forma de entender el tema indí-gena. La violencia debe ser rechazada y sancionada, de eso no cabe duda. Pero la solución verdadera exige mucho más: debe reconocerse el carácter multicultural de nuestro país, desde la Constitución hacia abajo, generar formas de representación de los pueblos indígenas en nuestras instituciones democráticas, especialmente el parlamento, agilizar y hacer más eficiente nuestra política de tierras, dar un estatuto adecuado, más flexi-ble, a los territorios de alta población indígena, como ocurre en muchos otros países.

Sólo cuando termine la huelga de hambre podremos celebrar el bicentenario, pero la verdadera fiesta la podremos hacer cuan-do nos reconozcamos de verdad como un país multicultural.

SINTOMÁTICO BICENTENARIOPor Carolina Tohá

Page 13: The Clinic - Edición 361

sabía usted que: … Si en los JJ OO compitieran los dirigentes, todos sacarían plata. (César Vega) 13

Puede resultar paradójico, pero como mapuche mil veces hubiera preferido hoy haber nacido al otro lado de los Andes. En Puelmapu, en

la “tierra del este”, como llamamos noso-tros al territorio conocido por el resto del planeta como Argentina. Hace poco cru-cé nuevamente la frontera, invitado por organizaciones mapuches de aquel lado a compartir experiencias y aprendizajes en comunicación. No son pocos, debo decir. Según cifras oficiales, cerca de 300 mil mapuches viven entre las provincias de Buenos Aires y Chubut, incluyendo Neuquén y Río Negro. Y es que a pesar del silenciamiento de nuestra historia y poco más de cien años de colonialismo, porfiada es la memoria. No olvidamos. No lo hacen nuestros abuelos y menos aún podríamos nosotros. “Somos parte de un solo pueblo, una misma nación”, escuché decir a jóvenes mapuches re-unidos en “General Roca”, ciudad que homenajea con su nombre al Cornelio Saavedra del otro lado. Los mapuches, desde siempre, la han llamado “Fvske Menuco”. “Un solo pueblo dividido por dos Estados”, escuché decir a orgullosas mujeres mapuches de “Ingeniero Jaco-bacci”, en la desértica meseta de la línea sur de Río Negro. “Jacobacci”, era que no, homenajea a otro célebre responsable de la conquista argentina del territorio ma-puche: el ingeniero italiano Guido Ama-deo Jacobacci, jefe de obra del ferrocarril a la Patagonia. A Jacobacci los mapuches siempre la han llamado “Huahuel Ni-yeu”. Y es que a pesar de lo que diga la historia oficial, alguien recorrió esos pa-rajes y bautizó los lugares mucho antes que los argentinos descendieran de los barcos, escuche decir a un emblemático lonko. “Y ese alguien fuimos los mapu-ches. ¿O acaso usted cree que el “che”, el “gente” de los argentinos, es pura casua-lidad?”, me interrogó entre risas.

Cuando en Chile la huelga de ham-bre mapuche se acerca peligrosamente al día 70 y el gobierno sigue sacando cuentas políticas antes de negociar una salida humanitaria, cruzar la cordille-ra puede resultar pedagógico. Tan lejos y tan cerca. Si bien ambos procesos de invasión territorial datan de la misma época, entre 1880 y 1886, el tratamien-to que el Estado argentino ha otorgado

a los mapuches, al menos en las últimas dos décadas, contrasta notablemente con el chileno. Desde 1994, reconocida está en la Carta Magna del país vecino la “preexistencia” de los mapuches al Esta-do. Qué decir de su carácter de “pueblo”, concepto usado en diversas legislacio-nes y que a nadie pareciera escandalizar mayormente. Lo mismo sucede con el Convenio 169 de la OIT, aprobado por Argentina el año 1992 y ratificado y en plena vigencia desde el año 2000. Otro tanto con la bandera mapuche, usada de manera oficial en numerosos munici-pios de la Provincia de Neuquén. ¿Es Ar-gentina la copia feliz del Edén para los indígenas? En absoluto. Bien lo saben los mapuches y otra docena de pueblos originarios que habitan al interior de sus fronteras, estos últimos principalmente en la zona centro-norte del país. Con-flictos territoriales, avance de empresas multinacionales, negación de derechos consagrados en la ley e inclusive asesi-natos de líderes indígenas no son fenó-menos ajenos en el vecino país. Suceden y en el caso mapuche, tales atropellos riman por lo general con Repsol, Plus-petrol, Pionner y Chevron, entre otras gigantes petroleras. O bien con mineras

como Meridian Gold y Aquiline Resour-ces. O terratenientes como Luciano Be-netton o nuestro archiconocido Douglas Tompkins. De que hay conflictos no re-sueltos, los hay. Pero la diferencia radica en la voluntad del Estado argentino –y de algunos Estados provinciales, no to-dos- de abordarlos con altura de miras y no desde el cálculo político menor.

Prueba de ello es la Ley 26.160, deno-minada de “relevamiento territorial indí-gena”, aprobada el año 2006 por el Con-greso argentino. Dicho cuerpo legal, una verdadera excentricidad de seguro para los legisladores chilenos, reconoce la le-gitimidad del reclamo territorial de las comunidades mapuches, “suspendiendo por un lapsus de 4 años la ejecución de sentencias, actos procesales o adminis-trativos, cuyo objeto sea el desalojo de los ocupantes indígenas” de las tierras en disputa. Dicha ley, prorrogada este año hasta el 2014, ha resultado vital para canalizar por la vía institucional conflic-tos territoriales de larga data y progresi-va radicalización. Es lo que ha sucedido en la Provincia de Río Negro, donde un Parlamento Mapuche (leyó bien, un “Par-lamento”) encabeza el proceso de inter-mediación entre las comunidades y los

Estados provincial y nacional. Tan lejos, tan cerca. ¿Por qué no podría legislarse en Chile una normativa similar? ¿Qué impide que el Estado chileno, la clase po-lítica o las autoridades de turno sigan los pasos de sus pares trasandinos? Argen-tina, como punto de partida, reconoció el año 1994 en su Constitución Política aquello que resultaba a todas luces evi-dente para cualquier demócrata: que an-tes que argentinos, en suelo trasandino habitaron mocovies, pilagas, guaranies, huarpes, kollas, wichi, chorotes, tobas, mapuches y un largo etcétera de pueblos y naciones originarias. Y en base a este reconocimiento que sobre todo es polí-tico, se han propuesto –como sociedad- avanzar hacia el reconocimiento de de-rechos. Aquello fue lo que consagraron en el principal contrato social firmado entre un Estado y el conjunto de sus ciu-dadanos. En este punto, ¿qué compromi-so con Chile pueden sentir los huelguis-tas mapuches cuando el país ni siquiera les reconoce su existencia en la Constitu-ción? ¿Qué “compromiso patrio” puede pedirles en estas fechas el Presidente Pi-ñera? “Chile, una nación única e indivi-sible”. Este fin de semana dicho absurdo también cumple 200 años.

Tan lejos, tan cercapedro caYuQueo

en la defensa que Sócrates hizo de sí mismo, y que terminó en su condena a muerte, insistió en que no le tenía tanto amor a la vida (philo-phychia) como para renunciar a su estatuto de hombre libre, vivir en el exilio y salvar su vida. Para los griegos, un apego

demasiado grande a la vida, hacia el simple hecho de estar vivo, era signo de cobardía, puesto que lleva a los hombres a actuar conducidos por el miedo y no por la valentía. La huelga de hambre de los comuneros mapuches, poniendo en riesgo su propia vida me parece un gesto de valentía poco comprensible para quienes hemos sido educados en el miedo a la muerte, para quienes la vida y la propiedad son los bienes supremos. Jan Patocka, un filósofo checo muerto por oponerse al gobierno comunista de Gustáv Husák en 1977, decía que los hombres, al ser edu-cados en el miedo a perder la vida y la propiedad, son extremadamente manipulables, decía también que la libertad y la justicia son valores superiores incluso a la vida y la propiedad. Varios filósofos políticos comenzaron a cuestionar la supervaloración de la vida y la propiedad, en nombre de las que el siglo XX mató y sometió a millones de hombres y

mujeres. Se acuñó, entonces, el término bio-política para criticar la admi-nistración de un país como si se tratara de una fábrica o una empresa en la que los hombres son sólo cuerpos vivos que hay que alimentar y man-tener con vida, como si la política misma pudiera reducirse a ingeniería social. Hoy en Chile un grupo de mapuches pone su propia vida en peligro, en suspenso por el hambre, para pedir que sus casos pasen a la justicia penal y no terrorista, pero también para decir que el miedo imposibilita el diálogo. El gobierno quiere dialogar pero exige que antes se deponga la huelga de hambre, que se sienten a la mesa a comer lo que se les da, es decir, que acepten, no que dialoguen. El hambre obliga a aceptar lo que se ponga a la mesa, sea bueno o malo. El anfitrión pierde su poder cuando los que se sientan a la mesa demuestran que pueden aguantar el hambre hasta que lo que se ponga a la mesa sea digno, hasta que se restablezca la confianza necesaria para restablecer el diálogo. Son condenables los hechos de violencia de los grupos mapuches, eso no se discute, pero el trato que se les da, la estigmatización de terrorismo por el solo hecho de ser mapuches, sí se discute, se dialoga.

por josé aNdrés murillo

Huelga de Hambre Y bio-política

Page 14: The Clinic - Edición 361

14 sabía usted que: … Las ratas no juegan con los humanos porque hacen trampas. (Miguel Angel Palma)

PUNTA PEUCO: CRONOLOGÍA DE UNA HUELGA DE HAMBRE

Nueve militares en retiro condenados por supuestas violaciones a los Derechos Humanos en el penal de Punta Peuco iniciaron en la noche del pasado 13 de septiembre una huelga de hambre para que la justicia rectificara sus arbitrarias penas. La protesta duró unas pocas horas, pues los poderes fácticos se activaron con presteza y obligaron a los gallardos ex uniformados a deponer su decidida acción. ¿Qué pasó esa noche? Lea el siguiente informe y lo sabrá.

Lunes 13 de Septiembre:20 hrs. Comedor principal de la Cárcel de Punta Peuco: La cena está servi-da. Pollo con papas fritas. Los nueve uniformados comen en silencio. El gene-ral (R) Raúl Iturriaga comenta que los comuneros mapuches están poniendo en aprietos al gobierno con una miserable huelga de hambre. “Podríamos hacer los mismo”, propone el brigadier (R) José Zara mientras desmenuza un trutro con su corvo. Quedan de conversarlo tras la comida en el Salón de bajativos.

21:43 hrs. Salón de bajativos: “¡Escribe!”, ordena el general (R) Iturriaga al mayor (R) Carlos Herrera Jiménez, quien trajo un notebook desde su celda: “Los presos políticos militares iniciamos a partir de este momento una huelga de hambre irrenunciable e indeclinable mientras continúe este trato vejatorio”. El teniente coronel (R) Emilio Neira le hace ver a Iturriaga que hay maní y pasas en los platillos, y que los vasos todavía están servidos. “Comenzaremos después del bajativo”, señala Iturriaga.

23:07 hrs. Sala de juegos: Orlando, el mayordomo que habitualmente atiende a los ex militares, es enviado a su habitación porque, según el coronel (R) Juan Morales, “esta noche y las siguientes no requeriremos de servicio al-guno”. Se inicia un torneo de brisca para matar las horas en ayuno. “¿Quisiera saber si tomar una Sopa para Uno está dentro o fuera de esta huelga?”, pregunta el teniente (R) Sergio Rivera. El tema es discutido y por 9 votos contra 0 se de-cide dejar a la Sopa para Uno fuera de la lista de alimentos que no ingerirán en los próximos días, quizás meses.

Martes 14 de Septiembre:00:22 hrs. Sala de Puros: El teniente (R) Rivera ha preparado un número pertinente de sopas en sus variedades de crema de espárragos y oxtail. Su ami-go, el teniente (R) Jorge Vargas, consulta respecto a las marraquetas que sobra-ron de la comida para untarlas en la sopa. “Si no las comemos las van a botar”, argumenta. Por 9 votos contra 0 se opta por agregar los restos de marraqueta a la dieta líquida de los ex uniformados.

01:14 hrs. Quincho: El brigadier (R) Fernando Polanco cuenta anécdotas de la Operación Cóndor y todos ríen de buena gana. Colocan el disco de tonadas de Álvaro Corbalán para amenizar la velada. “Tengo unos Súper 8 en el living de mi celda: peguémosle un mordisco cada uno y seguimos con la huelga”, sugiere el brigadier (R) Christoph Willike, quien junto con los Súper 8 trae unas almen-dras y unos tapaditos que quedaron de su cumpleaños.

02:26 hrs. Celda del general (R) Raúl Iturriaga: Primer momento de ten-sión durante la huelga. El general (R) sorprende al mayor (R) Herrera Jiménez intentando abrir su frigobar. “Ya no soporto más”, explica Herrera Jiménez. Itu-rriaga, en un acto de profunda humanidad, le convida un poco del charqui que guarda bajo la almohada. “Pero no le cuentes a nadie”, ordena.

03:45 hrs. Cancha de Bowling: Los brigadieres (R) Zara, Polanco y Wi-llike juegan un partido para olvidar el hambre. Desesperados, deciden tomar prestado un frasco con erizos desde la cocina y comerlos con tostadas pero sin mantequilla, para no perder el sentido profundo de la huelga. Hacen un pacto de sangre –Zara le corta un dedo a cada uno con su corvo- y juran no contarle a nadie lo sucedido.

04:00 hrs. Cocina de la cárcel de Punta Peuco: Los brigadieres (R) Zara, Polanco y Willike son descubiertos robando erizos por los tenientes (R) Vargas y Rivera, quienes tampoco podían conciliar el sueño y fueron a la cocina “por si las moscas”. El brigadier (R) Zara le corta con su corvo un dedo a cada teniente y los integra al pacto de sangre, siempre y cuanto contribuyan con los limones, cebolla y perejil para hacer más “soportable” la ingesta de moluscos.

05:18 hrs. Centro de Internet de Punta Peuco: Ante la imposibilidad de pe-gar un ojo por el hambre, el general (R) Iturriaga emite una segunda declaración, donde señala que los ex militares “no han flaqueado ni física ni mentalmente”. Un persistente olor a erizos lo desconcentra de sus ocupaciones.

06:10 hrs. Sala de Solarium de Punta Peuco: Monseñor Juan Barros Ma-drid, obispo castrense, acude a ver el estado de salud de los ex militares en huelga de hambre. Además les da la comunión, que los huelguistas reciben con júbilo al punto de pedir repetición. “No puedo aprobar que atenten de esa mane-ra contra su vida, pero los entiendo. Por si las moscas, les dejé unas hostias sin consagrar para que desayunaran”, señala Barros a la salida del penal.

07:25 hrs. Comedor de Desayuno de la cárcel de Punta Peuco: El olor de los huevos revueltos proveniente de la cocina perturba a los ex militares, quienes se han sentado en la mesa con la firme decisión de no probar bocado. La palabra la toma el general (R) Iturriaga: “Compañeros de armas, una vez apagado el fue-go, Dios es olvidado y el soldado encarcelado. Creo que lo que hemos logrado hasta el momento con nuestra movilización ha estado por sobre nuestras expec-tativas. Pedir más sería un despropósito. Si no nos alimentamos en las próximas horas no tendremos fuerzas para nadar en la piscina ni practicar equitación este verano. Con el dolor de mi alma, les pido que abandonemos esta huelga“. Por 9 votos contra 0 se aprueba la moción del retirado general.

Page 15: The Clinic - Edición 361

sabía usted que: … Marcela Sabat sugirió mandar una paloma con comida a los mapuches. (Néstor Flores) 15

por raFael gumucio

L os países, como las perso-nas, son en gran parte lo que creen ser. Mientras ese deseo sea más alejado de la realidad, más dramática

y más intensa es su existencia. Chile a mediados del siglo XIX se creyó distinto, y hasta cierto punto superior, del resto de sus vecinos. Las bases de esta creen-cia, que casi todo desmentía, sería larga

de enumerar. Baste aquí decir que este sueño chileno fue, como tantos otros, importado, hijo de los exiliados argen-tinos, refugiados venezolanos y viajeros polacos, franceses, y bávaros que nos visitaron. Más ordenado, o más autori-tario, más compacto y más pobres, nos

creímos ese cuento que de alguna forma se hizo parte de nuestra verdad.

Gran parte de lo que fue nuestra clase media se educó bajo ese deseo expreso y subterráneo: ser una Latinoamérica ordenada y legal para llegar un día a no ser Latinoamérica del todo. La pobreza en que secularmente recaemos no per-mitió que ese sueño sea tan agobiante como en Argentina. El color de nuestra

piel, la pequeñez de nuestros cuerpos cuadrados hizo el resto. Nunca salimos del horroroso Chile. Los que iban a Pa-rís se descubrían ahí como los peruanos resfriados, los argentinos de provincia, los bolivianos a nivel de mar que en el fondo somos. Esos baños de realidad sin

embargo no ahogaron nunca del todo esa ilusión. Una de las cosas que la clase media chilena no le perdonó nunca a la Unidad Popular fue su latinoamericanis-mo. Gobiernos de todo pelo y señas han hecho de la desconfianza con el resto del continente la piedra angular de nuestra política exterior.

Malos para el futbol pero también para la guerrilla o los golpes militares,

le debemos a ese sueño el estúpido ra-cismo contra los peruanos y bolivianos, pero también el legalismo y la austeri-dad que tantas veces nos ha salvado del descalabro. De esta pretensión que expli-ca tantas cosas se han salvado dos clases sociales en Chile: el pueblo llano y los

millonarios. Sólo en la más rancia aristo-cracia o en el más bajo pueblo tener pa-rientes peruanos, o bolivianos, escuchar música mexicana, vivir como se vive en Colombia o en Lima, no es un descrédito sino una suerte de aspiración natural. Si para la clase media chilena Buenos Aires y luego París fue el sueño, en el campo y al fondo mismo de las poblaciones, era México y las cumbias colombianas.

Tanto para los extremadamente ricos como para los extremadamente pobres esa ilusión legalista, esa austeridad gris, ese nudo de restricciones y cuidado ha sido siempre un corsé del que han soña-do liberarse. Así en el Canal 13, el más universitario y conservador de todos, se instaló el pionero de la estética más pa-changuera, más sentimental, más mia-minesca de todos: Don Francisco. Así nuestros empresarios más grandes se han instalado con completa naturalidad en Perú o en Colombia, países en que hemos descubierto, mucho más que un mercado, un espejo.

Chile quiso ser diferente, y para bien o para mal lo fue. Su revolución lo fue, lo fue de cierta manera también su dictadu-ra (abriendo el mercado al mismo tiem-po que cerraba todo lo demás), lo fue aún más su transición. El gobierno de Piñera representa en cierta forma en ese sentido una normalización, un retorno de Chile a los estándares del continente. Cansados de ser ejemplares, agotados de jugar a ser serios, el gobierno de Piñera nos devuelve a la chapucería, el popu-lismo apatronado, la política como una sucursal de la televisión, el movimien-to perpetuo que en el fondo no mueve ni cambia nada. La política de un país que ha conseguido a través de procesos políticos inéditos peores estándares de igualdad que sus vecinos. Un país que rompió con muchas cosas menos con la concentración de la riqueza y la forma colonial de administrarla.

Pelotillehue ha ido tapando los aguje-ros de sus calles, esas por las que salían cocodrilos, despertando sonámbulos y reemplazando los rayados del roto Quezada por ideogramas exportados de Nueva York. Ya no es pobre pero tampo-co quiere ser honrada. Siente profunda-mente que esas dos palabras, pobreza y honradez, son dos caras de una misma moneda. No quiere ninguna de las dos cosas. La isla separada de sus virreina-tos posibles (el de La Plata y el Perú) por montañas, océanos y hielo de miedo y pretensión, se ha abrazado a su conti-nente. Lo ha hecho en el peor momento y por las peores razones, para venderles y comprarles baratijas. Se abre ahora al riesgo mestizo, al sueño de una Colom-bia sin guerrilla, de Miami austral donde Gabriela Mistral se mezcla con Lipigas y donde los que desconfiaban de todos los que tenían demasiado éxito fuera de Chile, desconfían ahora de los que no lo tienen. Resentimiento al revés, histeria bipolar, exigimos feriados, recreos, solu-ciones, luz, ecología, porque algo en no-sotros siente que hemos llegado.

El gobierno de Piñera representa un retorno de Chile a los estándares del continente. Cansados de ser ejemplares, de jugar a ser serios, el gobierno de Piñera nos devuelve a la chapucería, el populismo apatronado, la política como una sucursal de la televisión.

ADIÓS LATINOAMÉRICA

Page 16: The Clinic - Edición 361

16 sabía usted que: ...

Page 17: The Clinic - Edición 361

17sabía usted que: ...A los diputados en huelga de hambre, no les cambió la dieta. (Mauricio Junker)

La intensificación de las máquinas me-diáticas, ya se sabe, no sólo está allí sólo para controlar qué, cómo y cuánto se informa, sino que en su interesada selec-ción va paulatinamente envileciendo las

tramas sociales. Máquinas miméticas, que se replican las unas en las otras hasta convertirse en una mera re-petición que excava entre los escombros de la noticia buscando ese elemento, generalmente cursi o morboso o insulso, que les permita alimentar el paso del día ante una noticia que, definitivamente, ya fue despedazada al punto de ser distorsionada de sí misma.

Intensificadas máquinas mediáticas, siempre políti-cas, nunca inocentes ni menos ingenuas sino más bien filtros y dispositivos de poder que están dispuestos cer-teramente para cumplir con mandatos que cooperan ya con la coerción o con el debilitamiento de las fuer-zas sociales para beneficiar la expansión del capital. Los controles de estas máquinas mediáticas que producen realidad y administran la información le pertenecen a la derecha, la misma derecha que históricamente, a partir de los núcleos familiares, ha manejado en gran medida el país negociando (a regañadientes) cambios culturales y beneficios sociales con los partidos políticos.

En medio del reality minero, cuando ya el drama ha sido convertido en un moderno circo romano, se ad-vierte de antemano el futuro de su olvido. Sin embar-go, este presente permite ver hasta qué punto se han extremado las formas, las conductas o los signos que, en definitiva, consiguieron avasallar los dilemas que históricamente han experimentado los trabajadores de la minería del cobre.

Entre las múltiples situaciones que se han detonado a partir del derrumbe que mantiene cautivos a los mi-neros, quizás uno de los episodios más curiosos lo haya protagonizado Farkas (siempre latente precandidato a la presidencia de la República), una intervención en la tragedia que tal vez puede resultar paradigmática para pensar cómo ocurren los excesos y hasta dónde es legí-tima la obtención de un beneficio personal.

Haciendo gala de su dinero, Farkas regaló “compa-sivamente” a cada una de las familias de los mineros $5.000.000. Sólo que ese regalo fue público, personal y, más aún, estruendoso. Precisamente por la condición de reality que ha alcanzado la mina, el regalo de Farkas fue cubierto y hasta sobrecubierto por todos y cada uno de los medios de comunicación. De esta manera Farkas se hizo presente en el escenario nacional con la misma mecánica que ha construido su presencia públi-ca: regalando dinero a diestra y siniestra, ya median-te exageradas propinas, ya lanzando billetes hacia las multitudes, cumpliendo así puntillosamente su rol de millonario excéntrico dotado de su “look” de campeón de lucha libre.

Desde luego, no se trata de criticar el hecho de que las familias reciban donaciones, pero la pregunta es cuán-to dona Farkas y en qué medida sus donaciones repre-sentan, en realidad, simples inversiones en su propia imagen, que benefician directamente el buen curso de sus negocios. O dicho de otra manera, hasta qué punto el millonario invierte un (modesto) capital en familias mineras que le rentan muchísimo más que su aporte, pues le permiten acceder a una inmensa cobertura me-diática que resulta monetariamente invaluable.

Regalar dinero, ingresar al mundo mediático como Pedro por su casa, millones más, mientras atrás la re-presión policíaca se ensaña contra los estudiantes es-

trenando sus nuevos balines impregnados con pintura o las emprende contra los hinchas futboleros y ya es claro como el agua que esa fuerza policíaca se prepara para reprimir, empleando la máxima violencia, cual-quier manifestación que vulnere el orden piñerista.

Y más atrás todavía, la situación irresuelta de las “al-deas” (que es el término curioso que renombra a los antiguos campamentos), espacios ya abandonados por las máquinas mediáticas y que, sin embargo, continúan experimentando cotidiana y duramente la mediagua del retroceso, la carencia y el hacinamiento.

Y afuera de las tramas mediáticas, la ley antiterro-rista amenaza con más de cien años de cárcel a uno de los comuneros mapuches, Héctor Llaintul. Comuneros presos bajo la infame ley antiterrorista promulgada por

la dictadura y activada por la Concertación, una ley que los enfrenta simultáneamente a cortes civiles y cortes militares para añadir años sobre años a sus condenas. Cortes de justicia que admiten testigos encapuchados que prestan testimonio quebrando las lógicas jurídicas que se oponen a las capuchas.

El Estado chileno ha sido, de manera constante, amo-nestado por sus políticas indígenas en los espacios in-ternacionales. No sólo se acumulan muertos mapuche por la violencia policíaca en los más de 20 años de tran-sición a la democracia, sino que habría que recordar como símbolo de la violencia contra los comuneros al joven Matías Catrileo, baleado por la espalda, sin que su homicida haya recibido un día de cárcel.

En el norte, las cámaras, las radios, los parlamenta-rios, los personeros de gobierno, los chefs, Farkas, se instalan en la superficie de la mina para exhibir sus imágenes y ser reconocidos. En el sur el hambre es el arma mapuche. En la capital la policía cerca los espa-cios estudiantiles, allana a los okupas, intercepta telé-fonos buscando terroristas. Sí, un Chile que se pone a tono con los dilemas del mundo y genera sus propios terroristas. Jóvenes, mapuche, total, da lo mismo.

En el norte, las cámaras, las radios, los parlamentarios, los personeros de gobierno, los chefs, Farkas, se instalan en la superficie de la mina para ser reconocidos. En el sur el hambre es el arma mapuche. En la capital la policía cerca los espacios estudiantiles.

CIRCO Y TERRORISMO Por DiaMEla ElTiT

Foto

: ale

jand

ro o

livar

es

Page 18: The Clinic - Edición 361

18 sabía usted que: ... Los mancos sólo pueden tocar el piano de oído.

“VIOLETA PARRA NO PODÍA VIVIR SIN UN HOMBRE HACIÉNDOLE EL AMOR”

En la biografía novelada escrita en primera persona "Yo, Violeta", Mónica Echeverría narra pasajes desconocidos, ocultos y secretos a voces de la vida de Violeta Parra, la artista más universal de Chile. A través de las páginas, aflora la imagen que ninguno de sus hijos ha querido mostrar de ella: la Violeta malhumorada con un cáracter de mierda, la Violeta que le pega guitarrazos a los hombres que no la quieren y la Violeta que atenta contra su vida. Según la autora, es hora que conozcamos a la real Violeta Parra, la terrenal, "no esa Vírgen María que se ha insistido tanto que fue".

por macareNa gallo • Foto: alejaNdro olivares

Mónica Echeverría barre con los tabúes:

Page 19: The Clinic - Edición 361

sabía usted que: … A los albinos no les gusta el humor blanco. 19

“No sé si a los Parra les vaya a gustar este libro”.

Yo, violetamónica echeverríaplaza janés, 2010,

200 páginas, $9.500

¿por qué quiso contar la historia de violeta parra en primera persona?-Al comienzo lo empecé en

tercera persona y antes de la mitad dije “no puedo seguir así y tengo que hacer volver a la Violeta”. Quería usar su len-guaje. Leí muchas de sus cartas, me em-papé de sus décimas, de todo. Ella es uno de los genios del Bicentenario. Que en el siglo pasado una mujer de madre anal-fabeta, críada en la pobreza, con niños patipelados, con tan poca instrucción, produjera las maravillas que hizo, era para que le diéramos más importancia. Sabía que existían algunas biografías so-bre ella, muchos ensayos sobre su músi-ca, pero nadie, sentía yo, había descrito a la real Violeta sin tapujos.

además que hay tanta cosa que se quiere ocultar de ella, sobre todo sus cercanos. por ejemplo, ninguno de sus hijos menciona la pa-labra suicidio en sus libros. Y usted sí lo hace.

-No quieren volver a mencionarla. Pasa porque los chilenos no saben con-tar sus verdades. Y te lo digo fuertemen-te: este es un país que esconde todo lo que pueda ser perturbador y molesto. Y no llega nunca a la médula de las cosas. Está bueno ya que las cosas se digan por su nombre. No estemos así, dulcificando, santificando a todo el mundo. Porque, entonces, no somos seres humanos. Eso no es enfrentar los hechos con fuerza, ni aceptarlos. No sé por qué pasará eso. A Violeta la han transformado en la Virgen María de los campos, pero ella no es así, es la auténtica mujer de campo. Es mu-cho más fuerte, interesante, especial y milagrosa esta Violeta que describo que esa especie de Virgen María inmaculada y santa que sólo está componiendo.

parecido a lo que hicieron con gabriela mis-tral durante décadas.

-Claro, con ella hicieron lo mismo. Y son dos mujeres a las que es mucho más interesante verlas llenas de pasiones, eróticas, sensuales, con las iras a flor de piel. Porque Violeta era malhablada, iracunda, apasionada hasta unos límites increíbles. Por lo menos 14 guitarras fue-ron quebradas en hombres que no le co-rrespondían o la estaban insolentando. Ahí se desataba.

una actitud rockera mucho antes del rock-Claro, ella vendría siendo la maestra

de los rockeros. Hay una famosa, con este pintor…

julio escámez, del cual se enamoró hasta las patas.

-Todo el mundo se enteró de esa pa-taleta. Porque, además de pegarle con la guitarra, tiró por la ventana el colchón

en que habían hecho el amor y lo que-mó. Pero ella se enamoraba todo el tiem-po. Era una mujer que no podía vivir sin amor. Hay dos cosas sin las que Violeta no podía pasar el tiempo: sin cantar y sin un hombre a su lado haciéndole el amor. Las noches debía pasarlas con ese hombre, atrincada y apretujada a él.

¿usted le conoció algún pinche?-Varios. Tuvo un montón de pinches.

En su primer viaje, cuando sube al barco y deja a su marido a cargo de los niños en Chile, al poco tiempo ella se siente bastante decepcionada y despechada, porque la trataron de rota en muchos la-dos, entonces, inmediatamente se buscó al enfermero para pasar la pena. Ya en Europa se encontró a un español, Paco Ruz, otro gran amor de ella. Y siempre eran menores que ella, fue un gusto que se dio, como buena mujer de campo que no le importaba la edad.

“VIOLeNta” PaRRausted al comienzo del libro, hablando como

violeta, dice: “he quedado satisfecha y emocio-nada con las mentirillas piadosas con que me alaban y describen”. ¿cuáles serían esas men-tirillas?

-Por ejemplo, decir que no tuvo los grandes amores que sí tuvo, que nun-ca hablaba cochinadas, ¡mentira total! La mitad de lo que hablaba Violeta era a base de impertinencias y cochinadas. Era tremenda, hasta daba miedo cuando se enojaba. Matilde Urrutia, por ejem-plo, después de haberla ido a ver, me dijo “oye, qué manera la Violeta de tratar a sus hijos, vi cómo al Ángel, le daba de patadas y los arrastraba por el suelo por-que se había puesto insolente”.

en una parte en su libro, describe cuando le pega porque lo pilló durmiendo en su cama.

-Claro. Violeta era una madre muy es-

pecial. Debe haber sido difícil haber sido hijo de ella. De repente los abandonaba, otras los besaba, los acariciaba, los adora-ba, pero de repente andaba en otra y no los pescaba. No era un amor constante, parejo, de una madre siempre tierna. Era iracunda y tierna a la vez.

pero esa manera quizás venía de su padre. usted también narra otro episodio de violencia que él tuvo con una de sus hermanas…

-Eso fíjate que no lo contaron nunca. Lo de la hermana anormal, de la “yuqui-ta”, me lo contó Nicanor Parra y me lo aseveró después el Canarito. El padre era un vividor, farrero, le encantaban las cantinas, se pasaba las noches en chinga-nas. Para la madre debe haber sido bas-tante complicado. En ese momento, ella tenía una guagua en brazos, que era la

“yuquita”, y arremetió contra él cuando llegó tarde. Y él la empuja, la tira para un lado y se le cae esta guagua de los brazos. Se golpea en el brasero y queda retardada para siempre. De eso yo no sa-bía nada. Era un secreto. Y los hermanos se reían de este bultito, en fin, que juga-ban con esta hermana, todas estas cosas que cuento en el libro y que son bastante

patéticas. con todo esto que me cuenta, no creo que

a los hijos de violeta les guste su libro. tengo entendido que a la propia isabel no le agradó...

-No tengo idea. Mi relación con los de-más Parra ha sido muy buena. Las hijas de Ángel, sobre todo Javierita fue la que me proporcionó el cuadro con el que hice la tapa del libro. Ahora no sé si les vaya a gustar el libro.

con las entrevistas que hizo, podría haber hecho una biografía no novelada. ¿Fue para evi-tarse posibles problemas legales con la familia?

-Sí, puede ser también. Aunque ade-más me interesa la ficción, dentro de la historia, porque ayuda mucho más a comprender al ser humano y lo que está detrás del personaje: sus sueños, decep-ciones, lo que comenta la gente alrede-dor de ella, lo que uno además percibe o siente del personaje.

La CaRtaen el último capítulo del libro, usted care palo

le manda una carta escrita supuestamente por violeta a Nicanor, donde le exije que dé a co-nocer la última carta de ella: “con esa carta, darías a conocer a la rabiosa, hocico caliente de tu hermanita, y mi fama que no fue entre las mejores estando entre ustedes, echaría abajo la gloria en que me convirtieron después de muer-ta”. ¿cómo toma esta carta el antipoeta?

-Se la mandé por correo certificado hace unos cinco meses, donde le digo también en privado que si a él le parece que no deba publicar esta carta, que me lo diga y no la publico. Pero si él se que-da callado y no me contesta, quiere decir que la puedo publicar. No me contestó nunca. Pienso que en el fondo, tratando de meterme en el cerebro no fácil de Ni-canor, le debe parecer bien que Violeta le haya escrito esta carta.

Y usted qué sabe de esa carta final, ¿es tan terrible como muchos piensan?

-Hay varios, que no nombro en el libro, que han leído la carta. Según ellos, es te-rrible. Y aún, uno de ellos, un connotado profesor amigo de Nicanor, le dijo a él que por último le encontraba razón, que más valía no publicarla. Dicen que Vio-

leta decae como personaje si nosotros conocemos esa carta. Habla demasiado mal de la familia. Era una carta muy decepcionada del mundo que la había rodeado y querido. Ella se sintió abando-nada en ese momento, no comprendida, fracasada, que no le daban la mano, que no la acariciaban y que no la ayudaban económicamente. Porque estaba muy

endeudada y la presionaban por todos lados para que pagara. Ella sintió que el poder y la riqueza le habían dado la es-palda. Ese peso termina por aniquilarla. Además del amor no correspondido de Gilbert.

¿usted cree, como dice en la carta suya, que sus hijos se aprovecharon y sacaron provecho de su legado? incluso, se han cambiado el apellido

-Todos se aferraron a ese apellido, es un lindo apellido por lo demás, que pro-dujo grandes talentos también dentro de la familia. Dejémoselo a los Parra y que le sigan sacando provecho, porque no ha sido fácil el destino de ellos tampoco.

usted estuvo con violeta quince días antes que se pegara el tiro. ¿cómo la vio?

-Llevamos nuestras amistades a la car-pa. Había muy poca gente. Hace rato que no estaba entrando nadie por la le-janía del lugar. Nos convidó a tomarnos el último trago, como decía ella. Estaba metida en la cama con zapatos y tapada con esas colchas lindas que hacía ella. Estaba triste, pero la hicimos reír. Pero ella aparentaba, cantaba, hasta bailó una cueca. Se forzaba, pero la cosa es-taba demasiado mal para ella. Lamen-tablemente, nadie captó eso y terminó matándose.

“Violeta era malhablada, iracunda. Por lo menos 14 guitarras quebró en hombres que no le correspondían o la estaban insolentando”.

Page 20: The Clinic - Edición 361

sabía usted que: …El detective más vaca es James Bohn.TheClinic20

"Ha sido tan poderosa la demolición izquierdista de la verdad histórica... Hoy, a los jóvenes se les enseña que Pinochet quería perpetuarse en el poder. Falso... Se los inocula con la idea de que a los militares se les arrebató, se les reimpuso la democracia. Falso: ellos la restauraron... Se les muestra una población casi unánimemente contraria al Presidente Pinochet. Falso... Se lo presenta como aislado y solo. Falso: fue el gran articulador de los dos tercios que lo apoyaron en el plebiscito de 1980 y de los largos cuatro quintos que siguieron su recomendación en el de 1989".

GONZALO ROJAS, "El acuerdo nacional de Pinochet". El Mercurio, 08 de septiembre 2010.

“Vete -contestó Alicia- a tu caverna;Nada de besos para ti, prefieroa uno que es más hombre y a quien quiero.Si sigues, desde aquí lanzo una roca¡ándate al diablo con tu linda boca!que deseo dormir tranquilamente”.“¡Ay! -murmuró Absalón muy suavemente-un gran amor es siempre contrariado.No parto hasta que tú me hayas besado”.Contestó Alicia: “¿si te beso vuelas?”.“Con un beso pequeño me consuelas”.“Prepárate -dijo ella- que me visto”y luego en voz callada dijo al listo:“esto va a ser para morir de risa”.Se hincó Absalón cerca de una cornisay dijo así: “Soy todo un gran señor,sé que muy pronto me darás tu amor;ahora, te lo ruego, dulce alhaja,haz el favor de darme una migaja”. “Prisa -dijo ella, abriendo la ventana-aquí la gente es muy poco cristiana.Todo lo ve. Todo lo sabe, inclusolo que pasa de noche. ¡Es un abuso!”.Entonces Absalón limpió su boca,chupó su anís y se ordenó la ropa.Era una hora oscura y la mancebanegó sus labios y asomó su cueva.Puesto que no veía, el pobre pollosabrosamente la besó en el hoyo.Dio un salto atrás ¡qué cosa más curiosa!¡una mata de pelo portentosa!Sabía, claro, que era poco usualmujer con barba tan descomunal.

“Jiji”, rió su ninfa soberana,y de un gran golpe cerró la ventana.

geoFFreY cHaucer (1340-1400):

GEOFFREY CHAUCER: poeta londi-nense considerado, por sus inmortales “Cuentos de Canterbury”, uno de los pa-dres de la literatura inglesa. El pedagógi-co pasaje aquí reproducido corresponde a su “Cuento del molinero”, y es versión del peruano chileno Jorge Elliot.

“SABROSAMENTE LA BESÓEN EL HOYO”

Page 21: The Clinic - Edición 361

21sabía usted que: … El matrimonio del Mamo va a ser electrizante.

En su conferencia “Poética mu-sical”, pronunciada en Harvard en 1939, el compositor ruso Igor Stravinsky distinguía dos estados de la música: “la músi-

ca en potencia y la música en acción”. La primera corresponde a la música fijada en el papel o retenida por la memoria. La segunda, a la ejecución de la misma.

El paso lógico del primer estado al segundo, el encadenamiento de la es-

critura al papel y su posterior ejecución nos permite hoy –a más de cuatro si-glos– escuchar la primera ópera que se haya compuesto, como es el Orfeo de Monteverdi o –a más de tres siglos– ser auditores o intérpretes de alguna de las pasiones, misas o corales de Bach.

Pero la convergencia de estos dos “es-tados” musicales es también el vínculo indispensable entre compositores e in-térpretes, un vínculo que da vida a más y nueva música y que pone al arte de los sonidos en permanente transfiguración. Tal es el inmenso valor de las partituras.

Bajo el nombre de Figura Ediciones Musicales, los compositores chilenos

Francisco Silva, Juan Pablo Orrego y An-drés Núñez se han hecho cargo de estos asuntos a partir de la edición de sus pro-pias partituras y las de otros composito-res afines (Daniel Osorio, Pablo Aranda y Álvaro Núñez); y lo han hecho fundando una editorial que publica ediciones ma-nuscritas de lujo y que –en buena hora– fue financiada por el Fondo del fomento a la música nacional.

En el incipiente e invisible escenario

de la edición de partituras en Chile, este es sin lugar a dudas un hito importante, necesario. La decisión consciente, por parte de estos y otros compositores, de no escribir sus obras de manera digital y persistir en la escritura manuscrita (para luego digitalizarlas) está lejos de ser un capricho; antes tiene que ver con con-vicciones y principios fundamentales acerca de la experiencia creativa musi-cal: “escribir se vuelve, así, una forma de vivir la cotidianeidad desde dentro de la escritura”, dirá uno de ellos.

Pero esa escritura a mano es también lo que le da muchas veces un valor par-ticular –la posibilidad de un hallazgo– a

las partituras; dicho de otro modo, todo lo que da en comodidad y agilidad la es-critura musical por medio de softwares computacionales, lo quita en persona-lidad y originalidad de la propia grafía porque, como dice Francisco Silva, “nada más lejos” de su trabajo, vale decir el de escribir música, “que la rapidez”.

Obras para voz, violín o piccolo solo, un dúo para flautas, otro para clarinete y piano y un trío para trompeta y dos percusionistas son parte de este rico y variado catálogo que, considerando que se trata de compositores abocados casi exclusivamente al ejercicio de la compo-sición, felizmente crecerá con el tiempo.

Es así como este grupo de músicos

además de aumentar el repertorio de cá-mara chileno, fija parte importante del patrimonio musical, dejándolo inscrito con su puño y letra, a la espera de veni-deros intérpretes.

Para aquellos músicos y aficionados que se interesen en la lectura de partitu-ras, las de Figura Ediciones pueden en-contrarlas en la librería de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, o bien en la librería Accento, que, dicho sea de paso, es otra valiente apuesta que se en-carga de la venta de partituras en Chile, asuntos todos necesarios para hacer de Chile un país en donde la escritura mu-sical como registro histórico tiene lugar, aunque sea contra viento y marea.

Nace editorial de partituras musicales en chile

Figura edicioNes musicalesfiguraedicionesmusicales.blogspot.com

2010

En el incipiente e invisible escenario de la edición de partituras en Chile, la labor de Figura Ediciones Musicales es sin lugar a dudas un hito importante, necesario.

por juaN pablo abalocoNtra vieNto Y marea

¡¡sapo culiaooo!!

Page 22: The Clinic - Edición 361

sabía usted que: … El Mamo se unió a Liberen Punta Peuco.22

CRIstIÁN GaZMuRI:“No quiero decir lo que pienso”

-Si te doy la entrevista me meto en un lío muy fiero. No sé, hay que cambiar el jurado. Hay gente ahí que no son especialistas y que son los votos decisivos. En-tonces no es extraño que se les dé premios a personas que... no sé. Si te digo lo que realmente pienso, pelearía con dos o tres personas... y la verdad no quiero. Prefiero no pronunciarme al respecto.

aLFRedO JOCeLYN-HOLt:“Es nacionalsocialista, legitimador de la dictadura”

-El premio a Bernardino Bravo realmente no lo en-tiendo, en el sentido de que le dan un premio nacional a alguien que evidentemente, si uno examina su obra,

no tiene ninguna sensibilidad respecto a la natura-leza nacional de este país. Entonces se genera una contradicción. Él ha sido un gran defensor del mun-do hispánico y de la tradición española, y tiene una interpretación de la historia que desprecia el mundo republicano. Entonces me parece que ahí hay una contradicción insalvable.

La única explicación que yo tengo sobre que la hayan dado el premio a Bernardino Bravo es que él es nacio-nalsocialista. Y esto no lo digo livianamente. Bernardi-no Bravo fue un historiador legitimador de la dictadu-ra, es un admirador de Carl Schmitt, que fue uno de los intelectuales juristas más inportantes del Tercer Reich, y francamente, esa es la única explicación a final de cuentas. Lamentablemente, otorgamientos como éste se prestan para este tipo de críticas.

Se dice que tuvo un premio en la Escuela Chilena de Historia del Derecho. Pero la Escuela Chilena de la Historia del Derecho no la conoce nadie más allá del semáforo de Pío Nono con Santa María. Eso es clarí-

simo. Por lo tanto, me parece que eso es dudoso. Pero Bernardino Bravo no es el único caso. Anteriormente le dieron el premio a Mario Orellana, antropólogo, siendo la única razón que explica su premio que él era un ca-cique electoral en la Universidad de Chile que le entre-gaba los votos a Jaime Lavados cuando era rector. Hay otros premios nacionales de Historia que son bastante dudosos. Yo he sostenido que los dos únicos premios indiscutibles en historia son los de Mario Góngora y Gabriel Salazar. Todos los demás son cuestionables.

Una cosa más sobre Bernardino Bravo Lira. Resul-ta curioso pero sucede que si bien ha escrito mucho más que Ricardo Krebs (también Premio Nacional de Historia), Bravo tiene fama de ser el rey del refrito aca-démico, en otras palabras, de la repetición incansable de sí mismo, lo cual hace que sea autor de sólo el 25% de su propia obra publicada, un arte o mejor dicho un artificio no menor e insuperado en esas ligas.

Finalmente, yo comparto las críticas que se hacen a la manera en cómo se están otorgando los premios

bravo lira recibe la congratulación de manos del presidente del jurado.

¿Qué piensa Ud. del nuevo Premio Nacional de Historia, Bernardino Bravo Lira? Un jurado -presidido por el ministro Joaquín Lavín e integrado por Víctor Pérez, rector U. de Chile; Eduardo Cavieres, último galardonado; Patricio Sanhueza, rector U. Playa Ancha; y Antonio Dougnac, representante de la Academia Chilena de Historia- otorgó por unanimidad el Premio Nacional de Historia 2010 al ultraconservador Bernardino Bravo Lira -según Jocelyn-Holt, “el rey del refrito académico”-. The Clinic quiso entrevistar al galardonado, pero éste, sin decirnos que no abiertamente, se evadió. Dada la renuencia, quisimos conocer la opinión de sus colegas historiadores.

por rodrigo Herrera

ENCUESTA TOP:

Historiadores opinan

Page 23: The Clinic - Edición 361

23sabía usteZd que: … El Mamo sacó lista de novios en Din-a.

nacionales. No solo el de historia. Comparto la crítica respecto de la composición del jurado. Me parece que ya no corresponde más la presencia del rector de la Universidad de Chile, porque no está cumpliendo las intenciones originales. También soy muy crítico de la presencia del representante de la Academia de la Historia y la de los otros rectores me parece dudosa. Junto con el ministro de Educación, me parece que son demasiado pocos los jurados que realmente entienden, que tienen capacidad de criterio en la materia discipli-naria que están juzgando. Eso lleva a los desaciertos en el Premio Nacional de Literatura y, en este caso, en el de Historia.

JuLIa aNtIVILO:“¿Cuál es el merito de este señor?”

-Al parecer, hay cuotas en este equipo de premios na-cionales. El año pasado se distinguió a Gabriel Salazar y ahora, no sé cuál es el mérito de este señor. La verdad no me quedo para nada conforme con este nuevo pre-mio nacional. No encuentro el mérito de la obra de este señor y todo parece indicar que hay cuotas políticas.

PabLO MOsCOsO:“Bernardino es un latoso”

-El asunto me resulta un tanto paradójico. Evidente-mente, si me preguntas por Bernardino, te puedo con-tar que me resulta de lo más latoso; Ortega y Gasset lo definió bien: aquello que te quita la soledad y no te da compañía. No sé, una especie de fernet que lo to-mas para pasar la grasa historiográfica u otra especie de jarabe. Que sea ultra conservador, obviamente no es un problema. Muy al contrario, uno de los referentes que suele citar, Alberto Edwards, resulta alucinante. Sin embargo, no tiene los brillos e ingenios de éste o de un Encina. Es, como ya dije, una lata, el representan-te de un género historiográfico que huele a naftalina. Sin embargo, para todos los efectos, es un académico de tomo y lomo que realiza su pega con rigor y profe-sionalidad y que realiza sendos aportes bibliográficos. Simplemente un académico. Supongo que en este sen-tido se tiene bien ganado el premio; premio que por lo demás también huele a viejito de botica. En realidad rezuma Bravo Lira un traje a la medida. Afortunada-

mente no estamos hablando de un Pulitzer o algo por el estilo; ahí entraría a asustarme y supongo que eso sería otra pregunta.

PatRICIa aRaNCIbIa CLaVeL:“No estoy excited, pero me parece bien”

-Me parece bien. Creo que se está premiando un tra-bajo relacionado con la Historia del Derecho. También se está premiando una trayectoria larga, aunque mi candidato era otro. Pero en este caso, a mí no me parece mal que se haya premiado a Bernardino Bravo. Es un hombre serio. Pero con esto no quiero decir que estoy fascinada con que le hayan dado el premio. Tenía otro candidato. Pero no estoy disconforme como en otros casos, en que se ha premiado a personas que no están cien por ciento vinculadas a la Historia. Pero bueno, me parece bien. No te voy a decir que estoy “excited” con el premio, pero me parece bien.

sOFía CORRea sutIL:“Su premio es producto del lobby”

-Es súper complicado para mí comentar el premio de Bernardino, porque lo conozco personalmente. Trabajó conmigo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Eso, por una parte, hace que las relaciones personales influyan. Por otro lado, tengo sentimien-tos muy encontrados; pienso que es una persona que ha dedicado su vida al trabajo intelectual y ha escrito mucho y eso es meritorio. Es muy difícil en este país dedicarse al trabajo intelectual contra viento y marea. Ahora, para él es más fácil, porque integra el Opus Dei y tiene un marco donde instalarse para hacer su vida académica. Pero hacer vida académica en Chile es di-fícil, y entonces yo valoro cuando una persona se ha dedicado 100% a ello. Pero en cuanto a su obra yo dis-crepo enteramente de ella.

Me parece muy legítimo tener opiniones muy diver-sas respecto a la historia, a nuestra historia. Pero por otro lado encuentro complicado dar y recibir un premio nacional para una persona que no cree en la nación, sino que cree en el orden imperial español. Bernardino

no cree en la república, no cree en la independencia. Y este es un premio NACIONAL. Eso lo hace complicado. Entonces todo lo que te digo son cosas enredadas, no puedo ser tajante.

¿pero qué siente con este nombramiento? -Discrepo enteramente de su obra, creo que la histo-

ria política es más compleja que la historia jurídica. La verdad me es muy difícil opinar sobre este premio... Creo que, además, los últimos premios tienen que ver con todo un lobby y eso desmerece los premios y los pone en una situación crítica, porque tanto el premio nacional de historia como el de literatura re-flejan un lobby. El premio nacional de literatura es evidente que fue un lobby desde la Concertación, y al final Piñera por supuesto concedió ese gustito... a él le da lo mismo. Pero obviamente hubo un lobby político muy fuerte. Es decir, un premio político… es más que evidente.

¿el premio nacional de historia es un premio político también?-También. O sea, todos los premios nacionales sue-

len ser premios políticos, pero en este caso es más evi-dentemente producto de un lobby. El lobby para que funcione -para que sea exitoso- tiene que enmascarar su carácter de lobby. En este caso el lobby quedó en evi-dencia. En los dos premios. Entonces es como el triunfo y derrota del lobby. Porque fue muy evidente...

En este sentido es lamentable que el rector de la Uni-versidad de Chile se haga parte de un lobby y que lo único que considere en las premiaciones es si son o no académicos vinculados a la Universidad de Chile, porque eso deslegitima la participación de la Chile en el premio, porque ésta está en el premio en calidad de autoridad intelectual, y si el rector actúa en calidad de interés corporativo -la Universidad de Chile defiende a los académicos de la universidad-, le quita legitimidad a su participación en el jurado. Este premio pone en cuestión a los jurados.

IGOR GOICOVIC dONOsO:“No lo conozco lo suficiente”

-La verdad es que no conozco lo suficiente a Bernar-dino Bravo Lira como para pronunciarme responsa-blemente sobre su quehacer historiográfico. Y no me parece pertinente pronunciarme sobre sus opciones polìticas.

Page 24: The Clinic - Edición 361

24 sabía usted que: … Los mineros cambiarán sus fondos de pensiones al plan A.

el Bicentenario ha vuelto a poner en circulación o, mejor dicho, ha intensificado los debates so-bre la identidad nacional. Han reaparecido los dogmáticos de la cultura (nos une un tejido eterno), de la razón (caracteres inmensos en

un contrato nos obligan a ceder las armas y cumplir con los designios de la ley) y de todo lo demás. Una vez se apague el sonido bruto de esta fiesta patriótica, todas estas ideas volverán a la clandestinidad de la academia y los cenáculos técnicos de los think tanks, y los pocos en que hoy resuena este debate también volverán a lo mismo de siempre, ahora en el año dos-cientos uno de Chile.

Álvaro Bisama, para quien la novela de formación es

una especie de canto de sirena, en “Estrellas muertas”, su tercera novela, relata una historia de amor y despe-dida entre dos amantes que es también una historia de amor y despedida de una etapa de la historia nacional. En un café de Valparaíso una pareja se apresta -él, reti-cente, ella, decidida- a terminar su relación. Entre cafés, silencio y tristeza, ella descubre una foto en el diario de una ex compañera de universidad, Javiera, comunista, torturada, exiliada, y comienza a contar su historia, que es a su vez el relato de su juventud, y el del nacimiento del Chile democrático en la década de los noventa.

Javiera presenta una generación perdida; Javiera es la generación a la que Bolaño dedicó toda su obra: jóve-nes que sobrevivieron a las dictaduras latinoamerica-nas para convertirse en fantasmas, funcionarios o yup-pies. Javiera pertenece a la primera categoría. Obtusa y quebrada, no ve que su mundo se ha acabado, que en el nuevo Chile no hay espacio para ella. Y hace lo espera-ble: vuelve a la universidad, con el nada secreto anhelo de recuperar su tiempo perdido. Pero es una mujer a la deriva, asunto que Bisama se encarga de subrayar cada vez que puede -es más, las imágenes que abren y cierran el libro refieren a un naufragio-, y el desastre es inevitable, trémulo y terrible.

Por contraste, la narradora recién comienza su ma-durez. La novela insinúa que tampoco hay espacio para ella en este nuevo país. Su adicción al jarabe para la tos es una señal casi paródica de la nueva clase de joven post dictadura, al que no le alcanza para la cocaína, es

muy punk para la marihuana, y demasiado burgués para la pasta. El jarabe acentúa la sensación de no estar en ninguna parte, una melancolía de aspecto artificial en el Chile pujante.

Toda canción de despedida es una canción de amor. Esa es la ironía que Bisama bien resuelve en “Estrellas muertas”, su novela más kunderiana. Se va un Chile y llega otro, y con ese tránsito hay quienes quedan en un limbo, inseguros de su identidad, viviendo vidas que no les pertenecen, cisnes en la mitad de una laguna, en el centro de un bosque.

La adicción de la narradora al jarabe para la tos es una señal casi paródica de la nueva clase de joven post dictadura, al que no le alcanza para la cocaína, es muy punk para la marihuana, y demasiado burgués para la pasta.

estrellas muertasÁlvaro bisama

alfaguara, 2010, 185 páginas

sWaN soNg por tal piNto

Page 25: The Clinic - Edición 361

sabía usted que: … Los curas belgas tuvieron problemas por las vergas. 25

1)La carta que mandó el mi-nero de 63 años desde el fondo de la mina era para su esposa, ¿por qué la leyó primero Sebastián Piñera,

y delante de todo el mundo? Además, ¿con qué derecho lo hizo? 2) En esa car-ta se habla dos o tres veces de Dios. Y el presidente también habla de Dios. Pero se trata de un Dios distinto. El Dios de los ricos vive con los ricos. Y el Dios de los pobres vive con los pobres. Y en lo único que se parecen es en que ninguno de los dos existe. Pero eso les importa un pito a los creyentes que se llaman así porque creen que sí existe. A los ricos les sirve para pensar que se van a ir al cielo a pesar de vivir como viven y a los po-bres les sirve para soportar la vida que les dejan vivir los ricos. 3) También se habló de milagro cuando sólo se trató de buena suerte. Hasta el obispo de Copia-

pó dice que el hallazgo de los mineros no da para milagro. Que salieran todos disparados a través de la tierra como 33 Supermanes, ¡eso sería un milagro! 4) También hay un gran letrero afuera que dice Gracias a Dios. ¿Gracias a Dios

por qué? ¿Porque los puso donde los puso? No hay que olvidar los 2 ó 3 me-ses infernales que les quedan todavía. 5) Mientras escribo esto pienso en ellos ahí sentados, mirando, respirando, pen-sando a 36 grados centígrados, mientras nosotros seguimos aquí bajo la luz del sol sin darnos cuenta. 6) Acabo de ver en la tele el primer video que les hicieron, todos de barba y torso desnudo. Están muy bien organizados, tienen un “boti-quincito”, oran por aquí, allá se reúnen para planear su estadía, fabricaron un dominó de papel para entretenerse. Los meses, las semanas incluso, duran dema-siado, hay que pensar en los segundos entonces, que pasan volando (digo yo). 7) ¿Y cómo pasa el tiempo para los ma-puches con 46 días de ayuno en el cuer-po? Dejar de comer duele como usted sabe, no es un suavecito adormecerse y apagarse. 8) Y ya van 57 días de ayuno.

9) Una de las cosas más difíciles de vi-vir en democracia, si no la más difícil, es tener que tolerar que un senador de la república pinochetista salga en la tele di-ciendo que ama al pueblo mapuche y al tirito diciendo “digamos las cosas como

son, lo más terrible sería que un mapu-che muerto nos aguara el bicentenario”. (“nos aguara el bicentenario”, ¡por favor!: ¿fiesta y hueveo versus la vida de un ser humano?). 10) Cincuenta toneladas pesa el mástil de la bandera chilena que van a poner en la plaza de la Constitución, creo, 50 toneladas de chauvinismo idio-ta. Ya estoy hasta la coronilla con esto de las banderitas, con este patriotismo de la boca para afuera, ¿qué es lo que cuesta agitar una banderita, colgar una bande-rita, izar una banderita? Nada ¿O están esperando la guinda de la torta?: un co-munero mapuche muerto. ¿Y lo van a hacer flamear del mástil grandilocuente también? ¡Flor de bicentenario! 11) Ya

van 59 días de huelga y un comunero se autoinfirió heridas en el abdomen y un brazo: Que lo curen, que lo parchen con una banderita chilena, banderitaaa tricolooor. 12) Un par de parlamenta-rios pinochetistas (un hombre y una mujer) condiciona su voto para cambiar ley antiterrorista (que beneficiaría a los comuneros mapuches) por beneficios a los militares presos por crímenes de lesa humanidad. Eso me deja mudo: ¿Cruel-dad?, ¿Idiotez?, ¿Idiota crueldad? ¿O lisa y llanamente ignorancia? No estoy de acuerdo con los buses y los galpones incendiados por los comuneros ni con la violencia en general, donde por lo de-más sólo han muerto mapuches, pero compararlos con los militares y carabi-neros presos (en cárceles especiales ade-más, los perlas) por asesinatos y torturas, es una enormidad. 13) Y el mismo go-bierno que se luce trayendo tecnologías de punta de todo el mundo para salvar la vida de 33 mineros tiene al borde de la muerte a 32 comuneros mapuches. ¿Y qué tienen de común mineros y mapu-ches? Que ninguno vive en La Dehesa. 14) Ya van 61 días. 15) 62 días.

07 septiembre de 2010.

El mismo gobierno que se luce trayendo tecnologías de punta de todo el mundo para salvar la vida de 33 mineros tiene al borde de la muerte a 32 comuneros mapuches. ¿Y qué tienen de común mineros y mapuches? Que ninguno vive en La Dehesa.

Por ClaUDio BErToni

Foto

: ale

jand

ro o

livar

es

miNeros mapucHes

Page 26: The Clinic - Edición 361
Page 27: The Clinic - Edición 361

sabía usted que: … Alinco salió libre de ofensas al pudor gracias al poder. 27

por guillermo macHuca

el libro “El exterminador hizo bien su tra-bajo. Juicio contra William Burroughs” (La Felguera Ediciones) recoge las declaraciones de Norman Mailer y Allen

Ginsberg en el juicio por "obscenidad" que se siguió en 1965 contra “El almuerzo desnudo'”, la adictiva novela de Burroughs.

Este libro se edita por primera vez en español y recuerda uno de los últimos casos de censura y secuestro editorial en el mundo anglosajón, el cual se inició cuando la editorial estado-unidense Grove Press compró a la francesa Olympia Press los derechos de edición; tras su publicación en noviembre de 1962, comenzaron las voces que acusaban a la obra de obscena y estar alejada de la moral, ya que contenía numerosas alusiones a las drogas y al proceso de destrucción de un toxicómano, y también

fantasías sexuales, necrofilia y hasta cani-balismo. Pese que el juicio quedó absuelto en 1966, la obra no pudo ser leída hasta el año 89 en español, cuando Anagrama tradujo la obra.

La posibilidad de conocer la opinión del pro-pio autor sobre su obra, así como la de Mailer y de Ginsberg, dadas en el juicio, es sumamente sabrosa, sobre todo porque sus exposiciones ante el juez son crítica literaria del mejor nivel. Por ejemplo, Mailer le dice al magistrado: “No tengo ni idea de cómo compuso el libro. Los ingredientes son tan excepcionales… es como si te encontrases ante un banquete de treinta o cuarenta platos distintos. Uno puede comerlos en cualquier orden, y también puede cambiar de uno a otro”. Mailer y Ginsberg demostraron que su compañero contracultural había creado un estilo literario distinto a partir de una narra-

ción rota: “Sin puntos, ni comas, con un tono casi autobiográfico y golpeando al lector con su visión de las catacumbas de la sociedad, desde la politoxicomanía a la homosexualidad. Todo lo que esa sociedad bien pensante no quería admitir en los sesenta. El juez señaló entonces que era un libro obsceno porque se hablaba de sexo e incluso de canibalismo, pero Mailer y Ginsberg lo rebatieron con inteligencia al insistir en que no es que el libro fuera obsceno, sino que nuestra cultura ya era de por sí bas-tante obscena", contó a los medios españoles Servando Rocha, uno de los editores del libro.

Si bien “El exterminador hizo bien su trabajo” aún no se encuentra en librerías chilenas, se puede descargar la mayor parte del libro desde sitios en internet, mientras algún distribuidor o librero atina a traerlo.

De un tiempo a la fecha, un número nada desprecia-ble de artistas visuales han solido abrumarnos con su

infinita bondad, con su inestimable sen-sibilidad orientada hacia la indigencia ajena. Muchos de ellos son extranjeros,

principalmente de países desarrollados, pero también –aunque todavía en redu-cido número– compatriotas nuestros. Son herederos de cierto arte activista surgido en las revueltas estudiantiles y culturales en los años 60 y reactualizado en la era de los gobiernos liberales de de-recha como los de Ronald Reagan, Mar-garet Thatcher y Helmut Kohl en los 80. Menos dionisíacos y malditos que los anteriores (algunos incluso se visten en Prada o Dolce & Gabbana), los activistas actuales se mueven entre una sensibili-dad new age, de tipo Greenpeace, y una oportunista vocación asistencial onda

Hogar de Cristo. Son verdaderos pala-dines de la mala conciencia; insignes proveedores de productos estéticamente lagrimosos. ¡Nombres, por favor! Siem-pre lo mismo: suponer que la calidad moral de una constatación depende del riesgo que implica acompañar el juicio

con una acusación responsable, ¡con nombre y apellido!

Para estos talibanes de la transparen-cia, el contenido de lo expuesto importa poco; sólo el placer de visualizar el rostro de quien ha sido acusado. A veces, dar nombres supone una crueldad innecesa-ria, una actitud marcada por la venganza y el resentimiento. Por el placer malsa-no de ver caer al otro. Analicemos el siguiente extracto de Nietzsche: “Yo no ataco jamás a personas (…) Si yo hago la guerra al cristianismo, ello me está permitido porque, por esta parte, no he experimentado ni contrariedades ni

obstáculos -los cristianos más serios han sido siempre benévolos conmigo-. Yo mismo adversario de rigueur del cris-tianismo, estoy lejos de guardar rencor al individuo por algo que es fatalidad de milenios”. O este otro, enfocado a ironizar respecto de la cultura alemana en la segunda mitad del siglo XIX: “Y cuando yo he alabado ocasionalmente a Stendhal como psicólogo profundo, me ha ocurrido, estando con catedráticos de universidad alemanes, que me han he-cho deletrearles el nombre…”.

Aquí no importan los nombres. ¿A quién le podrían importar los nombres de los susodichos catedráticos alemanes del siglo diecinueve? ¿Significa esto que Nietzsche era acaso un cobarde? Nadie puede dudar de su franqueza. Cuando había que dar nombres no escatimaba ni el más mínimo esfuerzo en enfren-tarse de manera descarnada con sus enemigos intelectuales, culturales o po-líticos: George Sand, Bismark, Wagner, Darwin, Saint Beuve, entre otros. Más en estos casos se trataba de una reyer-

ta personal, no carente de humor, con nombre y apellido (en lo relativo a las ideas generales, que los particulares se pongan el sayo si gustan).

Pero volvamos al artista piadoso; a este paladín de los derechos humanos. Porque de eso se trata, ¿no? De defen-der a las minorías de toda índole: sexua-les, étnicas, culturales o geográficas. La mala conciencia, como se sabe, carece por completo de límites. Todo el mun-do, para este hedonismo piadoso, puede ser concebido como soporte de arte (en particular el proveniente de zonas geo-gráficas tercermundistas). Esta clase de

artista suele referirse a su producción como un proyecto y a la obra como una pieza; tanto proyecto como pieza han sido la resultante de una serie de gestiones suficientemente avaladas por una cantidad nada despreciable de espe-cialistas en las más variadas disciplinas de las ciencias humanas: antropólogos, etnógrafos, sociólogos, arqueólogos, cientistas políticos, avezados y compro-metidos ecologistas (pero sobre todo de un importante presupuesto económico, lo suficientemente jugoso si se toma en cuenta las tribulaciones experimentadas durante el trance surgido en el trato con tantas almas necesitadas de cariño y de asistencialismo social).

El artista piadoso recurre habitualmen-te a las disciplinas antes mencionadas, con el fin de compensar racionalmente su desbocada o descomedida sensibili-dad. Tanta sensibilidad requiere de la seriedad del proyecto, del programa, del fundamento con pretensiones científicas. Se ubica a medio camino entre el trabajo etnográfico realizado en terreno y el re-portaje periodístico tipo “Informe Espe-cial”. El problema, en este caso, consiste en determinar si dichos proyectos resul-tan más eficientes que los programas tele-visivos conducidos por periodistas como Santiago Pavlovic o Rafael Cavada. Sos-pechamos que se encuentran por debajo, incluso a nivel estético visual.

Pero el artista piadoso nos da a en-tender que lo decisivo en sus investiga-ciones no radica necesariamente en los aspectos visuales. Con la gratificación producida gracias a la ayuda desinte-resada prestada a los otros, es suficien-te: que el africano vuelve a su terruño; que el kurdo pueda al fin ser respetado; que el amazónico vuelva a gozar de su naturaleza selvática; que la musulmana deje de ser golpeada. Para ello, lo visual (cuestión frívola) debe ser castigado en beneficio del proyecto y su autorizada pléyade de expertos en el tema del dolor ajeno. Toda una cofradía de expertos en el arte de exacerbar una “excitable sen-sibilidad para la indigencia ajena” (para terminar con otra cita de Nietzsche).

giNsberg Y mailer Firmes juNto a burrougHs

Herederos de cierto arte activista surgido en los años 60, pero menos dionisíacos y malditos (algunos incluso se visten en Prada o Dolce & Gabbana), los activistas actuales se mueven entre una sensibilidad new age, de tipo Greenpeace, y una oportunista vocación asistencial onda Hogar de Cristo.

Artista ONG: Por un arte descafeinado

Page 28: The Clinic - Edición 361

28 sabía usted que: …. Piñera al fin encontró la mina que lo hizo feliz. (Rivo)

Hay cámaras que denuncian sin querer que-riendo, como decía el Chavo, ediciones que no logran salvar a las personas que apa-recen en televisión de declaraciones que

en otros países les costarían un juicio o el despido in-mediato. Si tuvieran que editarse quedaría muy poco, porque ni siquiera se dan cuenta de sus errores, de su incorrección política, de su ignorancia y falta de tacto. No lo pueden evitar. Eso pasa mucho en televisión. En cine pasa algo similar, pero en un sentido completamen-te opuesto: a veces la genialidad de ciertos directores lo-gra extraer esa toma precisa en que al actor se le salió involuntariamente, en un gesto muy sutil, la admiración por la belleza de la actriz. El director, con suerte o maes-tría o ambas cosas, logra captar un gesto inconsciente del actor, detalle que agrega veracidad y matices a la obra. Y que, por cierto, potencia y no denigra al actor.

En el primer caso, el de la TV, hay cámaras que denun-cian sin querer hacerlo, que no logran salvar del auto-gol y la grosería filmada a los que aparecen en pantalla. Pero esos errores son, en cierto sentido, obras maestras hechas sin intención: hay mucho cine que analiza estos gestos, estas torpezas delatoras en el póker de la imagen. Farocki analiza en su cine los gestos de una dictadura, o desmonta casi científicamente todo lo que se baraja en la selección de personal en las empresas. El peritaje cri-minalístico de la imagen, la lectura de gestos en búsque-da de desenmascarar la mentira. A veces los detectives no tienen que ser salvajes: muchas veces tienen que ser fríos para cachar quién y cómo te están mintiendo.

Una talentosa documentalista que trabaja en for-mato superocho me contó que por filmar escenas que dignificaban a unos trabajadores, ha terminado varias veces en cana. He visto esas imágenes: es una cámara enamorada y no humillante. Quizás con el triunfo del NO, se instaló –y ahora es el turno de la derecha, esa gendarmerí– en los recepcionistas, militantes de base con algún carguito, juniors, burócratas, etc, la cultura del NO. Les habían dicho demasiadas veces que NO los milicos, sus novias, el mundo, los jefes, los dueños de playas privadas, de territorios cercados (“Tiene que pe-

dir autorización para sacarse una fotografía dentro del edificio”). Hemos aceptado vivir de esa manera. Para ver una exposición de arte, para circular por un edificio público hay una serie de trabas, de miradas, de pregun-tas en un idioma gutural no descifrable realizadas por conserjes o guardias.

Una vez un amigo de referencias críticas de la Bi-blioteca Nacional me dijo que su jefe sólo contrataba gente de la Universidad Católica. Así se simple. Nadie de otra universidad. Ni currículum ni experiencia que valga. Me pregunto si eso es legal. Esos son trabajos fas-cinantes y placenteros: revisar incunables, epistolarios, ediciones antiguas. Nadie que no sea de la Católica. Orden de arriba. Punto. Se acabó. Impresiona bastante ver a las niñas de la PUC incómodas haciendo colas en el casino, y al resto del personal que luce como sus sirvientes. Un amigo, un gringo viejo, me preguntó si

eran extranjeras. Lo interesante de todo esto es que hay gente metiendo cámara en todos esos lugares, a veces metidas dentro de un envase de papas fritas grande: es divertido ser cómplice y cerrarles el ojo guardando silencio. “No se puee” (sic).

La cámara tiene que reparar en estas cosas, repetirlo lento y enmarcado, sin trucos como ruiditos que inten-ten imponer prejuicios o silencien o juzguen. Cada vez que hacía zapping y veía a un científico francés o ci-neasta alemán frente a nuestro Cristián Warnken, me daba cuenta cómo este sujeto les leía, por ejemplo, un pésimo poema ingeniosillo de Rodrigo Lira o J. L. Mar-tínez o altisonante de Anguita, y les hablaba de metafí-sica o de infinito o de alguna cosa semejante completa-mente desconectada del tema, y de cómo esos eruditos en ciencias exactas lo miraban entre serios y asombra-dos, como diciendo: “de qué mierda me está hablando este descerebrado” Recuerdo dos casos muy nítidos: 1) cuando este currutaco le leyó unos disparates, la peor parte de Juan Luis Martínez, a un matemático, y el ma-temático no sabía qué responder. En otro momento, ese mismo matemático declaró su férreo ateísmo y la cá-mara se posó sobre Warnken, sobre su mirada nerviosa y la descarga eléctrica de incomodidad, la brusquedad

de cambio de tema, fueron –y lo digo muy en serio– una verdadera joya visual. 2) Lo mismo ocurrió cuando entrevistó a Claudio Bertoni; Warnken se esmeraba en sacarle la versión más buena onda y espiritual al poeta de Hong Kong, pero de pronto Bertoni dijo la siguiente frase de Simone Wei:l “los ateos son los que están más cerca de dios”. Otra joya: verle la cara a Warnken, su in-comodidad, el electroshock que recibió fue demasiado evidente. Agradecemos de antemano a camarógrafos y editores por semejante autogol de media cancha. Nues-tros documentalistas y cineastas, afortunadamente, ya empiezan a reparar en esos momentos antológicos, a trabajar con esa suerte de metraje encontrado.

Es tan burdo lo que vemos en la pantalla de TV cuando la encendemos dos minutos, que podría pasar por ironía. Habría que cambiarle simplemente el títu-lo y pasarla por una obra y presentarla a un festival. Duchamp en la entrevista de Pierre Cabane dice que el título es más importante que la obra. Veo a veces –schop y sandwich mediante– algo de tele. El encendido de televisión ha bajado drásticamente, sobre todo en los estratos medios y altos: el target de la televisión es la clase baja. Por ese motivo se deberían hacer hasta talleres al respecto, de cine, en las poblas, en centros comunitarios y escuelas.

Cuando un sujeto de aspecto macho burdo que se an-daba agarrando a combos en la calle y que reporteaba de manera ridícula hace un tiempo desde Medio Orien-te junto a otro sujeto que dice ser poeta, presentaron un documental sobre el tema mapuche en Chile, la edi-ción fue demasiado obvia; recordaba a las campañas del terror de Pinochet en la franja electoral. Los latifun-distas en ese programa salían cosechando y comiendo en familia; y al lonko lo hicieron aparecer afilando un cuchillo enorme, hacían sonar el sonido de la afilación del cuchillo con una piedra con una amplificación exa-gerada, el trasegar de utensilios en el lugar donde vivía el lonko con su familia para que no se le entendiera lo que hablaba y para dar la impresión de caos, eso y otra serie de trucos, como hacerlo faenar un chancho. Es cu-rioso como el lonko –aunque no cachó los trucos que le montaban– seguía transmitiendo la serenidad de un viejo sabio, sus mujeres hablaban con calma denun-ciando abusos, sin ansiedad alguna, cocinando tortillas, hablando de cómo habían sido acosadas y torturadas por la policía con sus hijos y bebés como testigos. A pesar de todos los trucos de edición, una lectura en un barucho de Independencia dejaba las cosas en orden. Hasta el chino, vendedor ambulante, hizo su lectura y desmontó lo malintencionado de la edición.

Los autogoles o tiros por la culata son una joya cine-matográfica. Sobre eso ya trabajan algunos documen-talistas en Chile.

Cuando entrevistó a Bertoni, Warnken se esmeraba en sacarle la versión más buena onda y espiritual al poeta de Hong Kong, pero de pronto Bertoni dijo la siguiente frase de Simone Weil: “los ateos son los que están más cerca de dios”. Otra joya: verle la cara a Warnken, su incomodidad, el electroshock que recibió fue demasiado evidente.

Tiros por la culata como joyas cinematográficasAUTOGOLES

Por GErMán CarraSCo

Page 29: The Clinic - Edición 361

29sabía usted que: … El pirómano de Las Condes se hizo humo. (Carlos Sabag)

piñericosas

Page 30: The Clinic - Edición 361

30 sabía usted que: … El late de Schiappacasse es livianito.

Envíe sus cartas por e-mail a: [email protected]

www.theclinic.cl

Director Interino:PATRICIO FERNÁNDEZ CH. Editor General: PABLO VERGARA Editor Cultura: VICENTE UNDURRAGA Director Web: ÁLVARO DÍAZ Dirección de arte y diseño: LEO CAMUS Y MAX BOCK Editor Fotográfico: ALEJANDRO OLIVARES Web Master Manager: JUAN PABLO BARROS Secretaria: ALEJANDRA FIERRO Corrector de estilo: HUMBERTO AHUMADA Gerente general: PABLO DITTBORN Gerente comercial: CARMEN BURGOS Asistente comercial: XIMENA RIVAS Colaboradores: MÓNICA GONZÁLEZ ,PEDRO PEIRANO, RAFAEL GUMUCIO, CLAUDIO BERTONI, MARTÍN HOPENHAYN, GONZALO PERALTA, NICANOR PARRA, MATÍAS RIVAS, RENÉ NARANJO, JUAN PABLO ABALO, TAL PINTO, RASMUS SONDERRIIS, RENATO BERNASCONI, PAMELA JILES, ALEN LAUZÁN, ÁNGEL CARCAVILLA, JUAN CRISTÓBAL GUARELLO, PIEDAD RIVADENEIRA, ALEJANDRO ZAMBRA, MARCELA TRUJILLO, VERÓNICA TORRES, JORGE ROJAS, CLAUDIO PIZARRO, MACARENA GALLO, ANA RODRÍGUEZ, CRISTÓBAL OLIVARES, MARCELO MELLADO, GERMÁN CARRASCO, ALFREDO JOCELYN - HOLT, DIAMELA ELTIT, PAULA VIAL, FRANCISCO CASTILLO.

Impresión: QW (QUE SÓLO ACTÚA COMO IMPRESOR).

THE CLINIC ES PUBLICADO POR LA SOCIEDAD DE EDICIONES Y PUBLICACIONES BOBBY S.A. DOMICILIADA EN MERCED 280 OFICINA 71, SANTIAGO. Fono: 633 9584-639 0264. FAX 639 6584 E-mail: [email protected] / SUSCRIPCIONES, INFORMACIONES Y RECLAMOS AL FONO 633 9584 [email protected] /[email protected] / [email protected]

Este medio ha certificado su circulación y lectoría.

Around The World

mario lobo: “compañeros, mucho vino, un abrazo”. eL 11Este 11 de septiembre, fue más tris-

te, silencioso y doloroso aún que los anteriores, para muchos de nosotros los chilenos. Se me vienen a la mente las poéticas palabras pronunciadas en su último discurso por el Presidente mártir “Se abrirán las grandes Alamedas don-de pase el hombre libre”. Después de 37 años las grandes Alamedas no sólo no se han abierto, desgraciadamente cada vez se estrechan más. El hombre libre no existe, cada día somos más esclavos del sistema imperante y de nuestros propios errores. Los ricos, cautivos de su riqueza y de cómo incrementarla, ¡ a costa de cualquier asomo de ética y de humanidad. El terremoto del 27 de fe-brero, aunque a todos los chilenos se nos movió el piso, para los pobres siguen las réplicas hasta el día de hoy, sus casas y sus enseres, sus familiares perdidos, esos cuerpos sin encontrar. Se los tragó la ma-dre naturaleza enojada por tanto ultraje cometido por los seres humanos en su contra. Me recuerdan los cientos de de-tenidos desaparecidos en la dictadura de Pinochet y los ¿Dónde están? se siguen multiplicando. Los mineros en su soca-vón, protagonizando el más macabro reality. El gobierno sin desaprovechar ni el más mínimo signo de truculencia y morbosidad que pueda servir para mon-tar el más espectacular show mediático que en las encuestas demuestra el más eficaz de los resultados. Y nosotros, esta mayoría cada vez más dividida, más dis-persa, prisioneros de nuestras culpas y arrogancias. Equivocando absolutamen-te el norte, fraccionándonos en decenas de grupúsculos inofensivos y anárquicos cuyo accionar no consigue ni siquiera hacer trastabillar a la derecha poderosa y omnipotente, dueña absolutamente del país y ahora también, dueña del go-bierno, para terminar de apoderarse de lo poco que no estaba en sus fauces. Nuestros hermanos mapuches en huel-ga de hambre se debilitan, sus vidas de-penden de los poderosos, de los mismos que sistemáticamente les usurparon sus

tierras ancestrales. Los procesan como terroristas y jamás han matado ni siquie-ra a un huinca, varios de ellos han sido asesinados por la espalda, baleados por carabineros que, por supuesto, ahora se encuentran libres. La policía uniforma-da, está violando los espacios universi-tarios, entran a sus aulas, destruyendo todo a su paso, con el agua infectada de sus putrefactos zorrillos, con balines de pintura, ultrajando nuestra otrora pre-ciada “autonomía universitaria”. Se nota la distinta mano de carabineros, con pre-ocupación vemos su actuar semejante a su proceder en dictadura, cuya manga ancha significó para la disidencia, dece-nas de vidas humanas.

No me cabe ninguna duda que las grandes Alamedas se siguen cerrando, para dar paso al dios Dinero que en su más esplendoroso apogeo lo domina todo. Más esclavos que nunca seremos, mientras más divididos estemos las fuerzas progresistas. Este 11 de septiem-bre no me vestí de luto, como lo 35 años anteriores. No fui a ninguna romería, no me moví de mi casa. El tributo a Salvador Allende y a todos mis muertos lo hice en el regazo de mi soledad, más llena de melancolía y de desesperanza que nunca.

Iris Aceitón

FasCIsMO PROGReLe escribo después de haber recibido

una dosis a la vena de ''fascismo progre-sista''. Tengo 14 años y siempre he esta-do, por así decirlo, ''bastante interesado en la política'' y eso me ha valido más de un insulto entre mis pares. Estudio en el Instituto Alemán desde muy chico y siempre me han discriminado por te-ner ideología ''marxista-leninista'', pero nunca lo he tomado con seriedad hasta el día jueves pasado un amigable profe-sor nos empezó a hablar del Golpe de Es-tado, refiriéndose a él como un levanta-miento militar necesario. Para más tarde decir que se avanzó mucho en materia

económica y bla,bla, bla. El punto es que hacia cátedra y mis compañeros me mi-raban y me decían: “Sí, poh, Adolfo, viste que Allende era un asesino”

Llegué a la conclusión que no se pue-de dialogar en un país de sordomudos y que el fascismo se hereda.

Esperando que The Clinic siga para siempre, me despido

Atte. ARM

MaPuCHesHoy Chilevisión anunciaba en la pu-

blicidad de su programa "Tolerancia Cero" una cobertura especial del caso de la huelga de hambre de los terroris-tas pertenecientes a la CAM que, según ellos, conmueve a todo el país...

Quisiera a través de su generosa sec-ción preguntar a los ejecutivos de este canal de TV:

¿De dónde sacaron que TODO EL PAÍS está conmovido por la suerte de éstos TERRORISTAS?

Me parece muy inapropiado que un canal haga esta generalización antojadi-za para manipular a la opinión pública.

Creo que los chilenos estamos hartos de la delincuencia y el populismo de nuestras autoridades.

Atte: Gonzalo Díaz D.

te deuM bICeNteNaRIOComo ha sido tradicional en este "18"

bicentenario se celebrarán Te Deum ("A ti, oh Dios") en todas las iglesias del país (desde 1971, con Allende como Presi-dente de Chile, de carácter ecuménico).

Al respecto, pienso que la institución católica, históricamente altamente cen-tralizada desde Roma, no puede des-perdiciar la ocasión, aunque sea tardía, para darle un buena explicación, por lo menos a los chilenos de hoy y de maña-na, sobre las razones reales de por qué se demoró tanto en reconocernos como Re-pública separada irreversiblemente de la "bien amada" monarquía española (sólo lo hizo el 13 de abril de 1840, 30 años

después del Cabildo aquél, el pontificado de Gregorio XVI).

Se trataría de unas disculpas públicas dadas como institución dependiente verticalmente del Papado romano, debi-das a toda la nación, más allá que varios ilustres eclesiásticos de la época hayan sido saludables ejemplos de republica-nismo y de fe.

Además, será un Te Deum y unas conmemoraciones patrias bicentena-rias ensombrecidas por la brutal arbi-trariedad con que tratamos a la causa de nuestros hermanos mapuche, la cau-sa más profunda y primigenia de nues-tro "ethos" real.

CARLOS FUCHSLOCHER C., miem-bro de la SECH

COMuNIdad MuJeRSeñorasLaura Albornoz PollmanCarmen Andrade LaraAna Lya UriartePaula Quintana MeléndezClarisa HardyPatricia SilvaJeanette VegaDanae Mlynarz PuigXimena ErazoPresenteEstimadas,Lamentamos no contar con ustedes

con ocasión de nuestro almuerzo anual. Especialmente porque esta es una opor-tunidad valiosa para insistir y poner en el debate y en la agenda pública los pun-tos sobre los que hemos venido traba-jando en ComunidadMujer desde hace años. Esfuerzo que ha contado con el apoyo de ustedes.

Nuestro desafío es seguir luchando por la defensa y los derechos de las mujeres es nuestro país. Y hacerlo desde la trans-versalidad de ComunidadMujer, man-teniendo nuestro espíritu dialogante, ha sido un gran activo para avanzar en los objetivos que nos hemos propuesto.

Muchos saludos, Esperanza Cueto,

Presidenta ComunidadMujer.

Page 31: The Clinic - Edición 361
Page 32: The Clinic - Edición 361

recargo aéreo $ 200

$ 800

jueves 16 de septiembre de 2010 · AÑO 11· Nº 361 publicacióN semaNal

¡wINkA, ESCUCHA!

PEDRO CAyUQUEO:“¿Qué compromiso con Chile pueden sentir los huelguistas mapuches cuando el país ni siquiera les

reconoce su existencia en la Constitución?”HUELGA DE HAMbRE: ESCRIbEN CAROLINA TOHá, JOSé ANDRéS MURILLO, CLAUDIO bERTONI, DIAMELA ELTIT • LA VERDADERA HISTORIA DEL AYUNO EN PUNTA PEUCO