Thomas Traherne
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REFLEXIONES SOBRE EL MISTICISMO
Jos ngel Valente, La experiencia abisal, Crculo de Lectores/Galaxia
Gutenberg, Barcelona, 2004, 234 pp.
La experiencia abisal es la tercera entrega de los libros que Jos
ngel Valente (Orense, 1929-Ginebra, 2000) urdi cuando an estaba con
vida. El primero de ellos es Fragmentos de un libro futuro (2000),
un libro de poemas que mereci el premio de la Crtica y el Premio
Nacional de Poesa; luego apareci Cuaderno de versiones (2002), la
recopilacin de todas sus traducciones de poesa. Adems, habra que
agregar Las nsulas extraas, la antologa de poesa en lengua espaola
de la segunda mitad del siglo XX, que prepar con Blanca Varela,
Andrs Snchez Robayna y Eduardo Miln.
La experiencia abisal es una recopilacin de artculos y ensayos que
fueron apareciendo casi siempre en la prensa espaola, entre 1978 y
1999. Aunque a veces los libros de este tipo se constituyen como un
saco de materias dispersas y desarticuladas, en este caso sorprende
la cohesin y vibracin unsona del pensamiento de Valente. En l como
en Paz o Borges o Haroldo de Campos la poesa y el ensayo van de la
mano. Los ensayos son de algn modo glosas de los poemas y los
poemas son versiones hermticas, intensas, de los ensayos. As, las
personas asiduas de la obra de Valente saben que las lecturas de
Material memoria (la recopilacin de su poesa de 1979 a 1989) deben
ir acompaadas de una revisin cuidadosa de los libros de ensayos La
piedra y el centro (1982), Variaciones sobre el pjaro y la red
(1991) y, ahora, de La experiencia abisal. Una lectura de los
mismos arrojar claves para comprender mejor los poemas de Mandorla
o El fulgor.
Pero los ensayos de La experiencia abisal no slo ayudan a
comprender al propio escritor gallego. Son, a la vez, comentarios,
guas, lcidos anlisis, sobre varios temas relevantes para la
filosofa y la poesa. Todo lector interesado en la articulacin de
lenguaje ante el "sentir iluminante", la bsqueda espiritual del
vaco y la nada, el misticismo cristiano o el judo, el exilio tambin
como raz del acto creador o el descenso a la memoria como aspiracin
de la palabra del absoluto, encontrar en este volumen muchos textos
que iluminan y marcan sendas del conocimiento.
Valente vuelve a sus escritores favoritos: San Juan de la Cruz,
Miguel de Molinos, Antonio Machado, Csar Vallejo, Jos Lezama Lima,
Luis Cernuda, Mara Zambrano, la cbala juda a travs del Sefer Yetzir
o de los estudios de Gershom Scholem, Paul Celan y Edmond Jabs,
entre otros. Como si se tratara de trazar un cuadro de afinidades
ticas y estticas, Valente se filia con estos escritores huyendo de
cualquier demarcacin que lo site dentro de un grupo o generacin en
Espaa. De hecho, son casi nulas las referencias a los escritores
espaoles actuales. Indica su admiracin por poetas como Machado,
Unamuno, Juan Ramn o Cernuda, pero a la vez critica con severidad
lo que l considera "la pobreza de reflexin sobre lo potico" en la
Generacin del 27 y en las subsiguientes.
Aunque los 36 textos del volumen estn organizados por orden
cronolgico de publicacin, habra que destacar que lo que da cohesin
a todo el volumen es su insistencia ya desde el ttulo del libro y
de su texto homnimo en la nada. Aqu, desglosamos algunos de los
planteamientos desarrollados en el volumen. Son todos ellos
diversas maneras de hablar de lo mismo.
1. La nada asociada (en alusin a Claros del bosque, de Zambrano) a
la palabra absoluta que "no tiene an significacin en ella misma,
pero est encinta de significacin" (cita de Gershom Scholem). Ese
lenguaje inefable se aproxima al lugar de la reconciliacin, al
espacio de lo potico-utpico, donde se renen de nuevo la palabra y
la cosa el vocablo dabar, en hebreo, tiene ambos sentidos.
2. La nada asociada (en alusin a las primeras investigaciones de
Saussure y no al conocido que marca la arbitrariedad del signo) a
la palabra oculta, la que est latente, silenciosa y dicha, que yace
como raz, como si se tratara del nombre de Dios. En este sentido,
retoma la cbala juda (en este caso, acude al Sefer Yetzir, aunque
eso escape por completo a Saussure) para referir el origen del
mundo como la mltiple combinatoria de las consonantes del alfabeto
hebreo.
3. La nada del libro vaco que es pura receptividad; la posibilidad
infinita la plenitud de la inscripcin: "Un libro vaco escribi en el
siglo XVII el poeta ingls Thomas Traherne es como el alma de un
recin nacido, en la que todo puede ser escrito. Es capaz de todas
las cosas, pues no contiene nada".
4. La nada que est en el intersticio, en el margen en blanco que se
encuentra entre una cosa y otra: "Entre una flor que se coge y una
flor que se da/ la inexpresable nada" (Ungaretti).
5. La nada esplendente, la nada mstica, que es el hallazgo mximo a
que aspira el ser en bsqueda espiritual: "Ver a Dios es,
finalmente, no ver nada, es no percibir ninguna cosa particular, es
participar en una visibilidad universal que ya no supone el acto de
recortar escenas singulares, mltiples, fragmentarias y mviles en el
que se fundan nuestras percepciones... La Escritura dice que no se
puede ver a Dios sin morir... Ver es no ver. Entrar en la cegadora
plenitud de la luz." [Cita tomada de un libro de Certeau.]
6. La nada asociada al exilio y al acto creador. Si en un principio
"todo estaba ocupado por la infinita plenitud de lo divino", el
primer acto de Dios es una retraccin, un exilio de s, para de esa
forma establecer una nada desde la cual se pueda crear el mundo.
Valente logra ver en la tortuosa y cruel condicin del exilio
(utilizando como muestra a los judos expulsados de Espaa) la
posibilidad de generar una nada creadora.
7. La nada como el "espacio vaco y fecundante" del sexo femenino.
Ya sea en conexin con la filosofa oriental (la sunyata, o la
plenitud vaca), o con la sacralizacin del eros trazada en
Occidente, hay una intensidad mstica en la bsqueda por unir los
contrarios, en el afn por encontrar el lenguaje perdido, en figurar
un camino que lo nuble todo en la consagracin del instante: "Me
respiraste/ en tu vaco lleno/ y yo lata en ti y en ti latan/ la
vulva, el verbo, el vrtigo y el centro" (Valente).
Hay desde luego otros modos ms de acercamiento al tema, y muchos
otros aspectos que resaltar de este fascinante volumen. El lector
podr acudir a l y comprobar que estos ensayos breves no tienen
desperdicio. -
THOMAS TRAHERNE
Pero de lo que ms me maravillo, en lo que ms Estim mi dicha, de lo que ms me jacto,Y siempre me regocijar, es aquello de dentroQue sent, sin mancha ni resto de pecado.
Ninguna oscuridad entonces ensombreci,Pero dentro todo era puro y brillante.Ninguna culpa (me) abrum, ningn miedo (me) invadi.Pero toda mi alma estaba llena de luz.
Una sensacin de alegra y purezaEs todo lo que puedo recordar;La noche cerrada era para mi brillante,Era verano en diciembre.
Una seria meditacin ocupEl interior de mi alma, que elevada con jbiloNo percibi nada externamente, pero s volarTodos los objetos que alimentan el ojo
Mientras esto (ocurra) los objetos Admiraron, y apreciaron, oraron y amaron,Que en su gloria los ms son ocultos,Y cuya presencia slo queda extirparse
En su presencia constante diaria, yoRegocijndome, vi;Y aquello que los absorbe del ojoDe otros, fue ofrecido a mi.
No sent ninguna inclinacin interiorHacia la avaricia o el orgullo; mi alma se arrodillEn admiracin todo el da. Ninguna lujuria, ni luchaContaminaba entonces mi vida infantil.
Ningn fraude ni clera en mi se movan,Ninguna maldad, celosa o rencor.Todo lo que vi, en verdad lo am.Alegra slo y deleite
Estaban en mi alma. Cielos! Qu dichaDisfrutaba y senta!Qu deleite tan poderosoInspir! Por esto diariamente me arrodillo.
Si ser de aquella condicin es tan puro,Y la costumbre slo vicio, o seguroQue Dios hizo el milagro de quitar la culpaY fabricar mi alma para sentir su amor.
Tan temprano o as ocurri un daEn el que esta felicidad yo encontr;Cuya fuerza y resplandor son como el rayo,Que an parece rodearme.
Que antes de que sea, hay una luzTan infinita hacia miQue yo en un mundo de deleiteEstuve entonces y hasta este da realmente veo.
Aquella perspectiva era la puerta del Cielo, aqul daLa luz antigua del Edn transportAl interior de mi alma. Yo era un Adn all,Un pequeo Adn en una esfera
De alegras! All mi sentido embelesadoFue recibido en el paraso,Y tena una vista de inocenciaQue estaba fuera de todo lmite y todo precio.
Un anticipo del Cielo, seguro!Sobre la tierra rein;Dentro, sin mi, todo era puro;Debo hacerme nio otra vez.