TOLEDO, CIUDAD MILENARIA CREADA POR EL TAJO

Toledo es la Ciudad de las Tres Culturas –hebrea, musulmana y cristina- para

las que el agua es signo de purificación. Toledo es la ciudad milenaria creada

y esculpida bajo el cincel de las aguas del río Tajo, limpias y glosadas por

infinidad de autores, como Garcilaso de la Vega, Miguel de Cervantes o Pedro

Alcocer, y en cuyas cualidades se han documentado antiguos tratamientos de

enfermedades de diferente consideración, además de una rica y nutritiva

despensa autóctona.

Como muestran los cuantiosos azudes con los que el Tajo abraza la ciudad,

Toledo y sus gentes han tenido una dependencia de su río casi existencial. La

antigua bravura de la crecida de sus aguas, sus refrescantes estiajes y la

calidad de las mismas han permitido durante siglos que Toledo encuentre en

sus aguas innumerables actividades sostenibles.

El río Tajo ha sido río de pescadores, azacanes, curtidores, barqueros,

bañistas, nadadores, gancheros, ingenieros, poetas, cronistas, hortelanos,

pastores, lavanderas, ceramistas, alfareros, molineros, artesanos, judíos,

moros y cristianos. Toledo no hubiera sido Ciudad Patrimonio de la Humanidad

sin su patrimonio primigenio, sin el alma de la ciudad y de sus gentes, sin el

río Tajo.

Nosotros, quienes ahora denunciamos ante la Unión Europea el atentado

ecológico perpetrado contra el río Tajo, fuimos los últimos niños que gozaron

del baño de sus limpias aguas, antes de que las autoridades lo prohibieran en

el año 1972. La creciente contaminación producida por el desarrollo urbano e

industrial de Madrid se agravó con la detracción de caudales de cabecera a

otras cuencas externas, desde 1980. En aquel tiempo, al Tajo se le consideró

excedentario y hoy día la legislación1 -urdida al margen de la Directiva Marco

del Agua- blinda esa consideración y la exime de cualquier evaluación

ambiental bajo el pretexto del interés general. Tal interés general se ha

documentado inexistente científicamente2 pues representa un millonario

agujero económico anual para España en general y para la cuenca del Tajo en

particular. Con todo ello, se ha materializado la colonización hídrica del

patrimonio natural, social y económico más importante de toda la cuenca del

Tajo y de sus poblaciones ribereñas.

0,00

200,00

400,00

600,00

800,00

1.000,00

1.200,00

1.400,00

1.600,00

1.800,00

2.000,00

2.200,00

2.400,00

2.600,00

1954/5

5

1955/5

6

1956/5

7

1957/5

8

1958/5

9

1959/6

0

1960/6

1

1961/6

2

1962/6

3

1963/6

4

1964/6

5

1965/6

6

1966/6

7

1967/6

8

1968/6

9

1969/7

0

1970/7

1

1971/7

2

1972/7

3

1973/7

4

1974/7

5

1975/7

6

1976/7

7

1977/7

8

1978/7

9

1979/8

0

1980/8

1

1981/8

2

1982/8

3

1983/8

4

1984/8

5

1985/8

6

1986/8

7

1987/8

8

1988/8

9

1989/9

0

1990/9

1

1991/9

2

1992/9

3

1993/9

4

1994/9

5

1995/9

6

1996/9

7

1997/9

8

1998/9

9

1999/0

0

2000/0

1

2001/0

2

2002/0

3

2003/0

4

2004/0

5

2005/0

6

2006/0

7

2007/0

8

2008/0

9

2009/1

0

2010/1

1

Disminución de salidas hacia el Eje del Tajo desde la cabecera. En hm3/año

Salidas hacia el Tajo

1 Ley 21/2013 de 9 de diciembre de Evaluación Ambiental:

https://www.boe.es/boe/dias/2013/12/11/pdfs/BOE-A-2013-12913.pdf 2 http://www.fundacionaquae.org/sites/default/files/enrique_san_martin_doc_5_tesis_0.pdf

El Tajo, que antaño era un río vivo y dinámico, es, desde entonces, un río sin

pulso3, un río muerto, un río de encefalograma plano.

La declaración de excedentes condena al Tajo a servir de enorme alcantarilla

del madrileño río Jarama, que sólo lleva los efluentes de las depuradoras de

Madrid, sin encontrar a su paso suficiente corriente de agua natural que le

devuelva la vida4.

3 Término con el que investigadores del proyecto europeo ATTENAGUA-SUDOE califican al Tajo como el

río más maltratado de Europa Occidental. Véase el artículo “La gestión insostenible del Tajo”, de San Martín y otros, 2015, en http://www.ub.edu/geocrit/b3w-1133.pdf 4 Véase https://youtu.be/GTPzBLzCA3M

De este modo, la Ciudad Patrimonio de la Humanidad que es Toledo presenta,

bajo sus azudes y sus puentes, la misma estampa desde hace más de 40 años:

espumas, sopas flotantes y peces muertos denunciando el trato indigno al río

más largo e internacional de la península ibérica y a sus ecosistemas.

El río que fue hasta hace 50 años el mayor elemento de socialización y

configurador del paisaje de Toledo, hoy es una cloaca a cielo abierto, un

colector de deshechos, de muerte y de putrefacción. La planificación y

gestión del río Tajo en España es absolutamente incompatible con el espíritu,

la esencia y el mandato de la Directiva Marco del Agua.

Al amparo de esa directiva, el río Tajo no puede ser declarado excedentario

de agua y al mismo tiempo quedar seco a su paso por la ciudad que le debe

todo al río, o abrazarla con un manto de espumas contaminantes y detritus,

impropios de algo que se llame río.