TONI NEGRI

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6 | ADN CULTURA | Viernes 2 de noviembre de 2012 A ntonio Negri es un filósofo que atra- viesa las transformaciones y los de- bates del siglo XX desde una particu- lar relación entre consistencia conceptual y militancia política. Un pensador que rechaza la figura del intelectual como “profeta” al mis- mo tiempo que valora la capacidad de una multitud dinámica y heterogénea. Su lectura de Marx excede al Estado como figura organizadora y reactualiza la idea de trabajo como capacidad de crear, establecer vínculos y organizar nuevos modos de insti- tucionalidad. Estas nuevas instituciones no se basan en el presupuesto del hombre como “lo- bo del hombre”, sino en una concepción afir- mativa e igualitaria de las capacidades. Fue Spinoza su principal aliado en la cárcel, donde reflexionó sobre la soledad y la comunidad. Llegó a afirmar: “Tal vez el futuro pueda llegar a construirse a partir de la cárcel”. En tiempos en que la política como poten- cia de la multitud es el único antídoto a los Ariel Pennisi y Adrián Cangi para la nacion Ética y política. El controvertido pensador italiano considera fundamental recuperar la idea de emancipación como práctica de resistencia y creación cooperativa Toni Negri. “Es necesario volver a las palabras que significan algo” fundamentalismos –entendidos como impo- sición de valores trascendentes en todos los órdenes–, Negri sostiene que “la resistencia de los cuerpos produce la subjetividad no en una condición aislada e individualista, sino en un complejo dinámico en el cual se concatenan las resistencias de los otros cuerpos”. De este modo, liga la resistencia frente a las nuevas formas de explotación a la productividad de los cuerpos colectivos y singulares, como ex- periencias populares, organizaciones socia- les y diversos modos de asociación entre las personas. El trabajo no puede parcializarse ni dividirse como en otros tiempos, por eso Negri apela a una noción ampliada de cuerpo como capacidad de componerse para incrementar la potencia, y a una nueva mirada sobre la inte- ligencia como herramienta fundamental. Lo Común supone tanto las riquezas del mundo material como el conjunto de la produc- ción social, los llamados bienes naturales como los conocimientos, los lenguajes, los códigos, la información, los afectos… y sus consecuen- cias. Si lo Común es la condición de toda pro- ducción de libertad y de innovación material, son imprescindibles nuevas formas de organi- zación, nuevas instituciones emergentes de la multitud que habiliten el libre acceso y uso de lo producido para cualquiera, así como tam- bién la libertad de expresión e interacción. El control privado tanto como el control público acotan las posibilidades de la esfera común, en la medida en que separan capacidades, dirigen los movimientos y reparten funciones desde ló- gicas preestablecidas, transformadas en credos durante la historia de la modernidad. Negri cree que Spinoza es el subsuelo de la modernidad porque allí reside la fuente permanente y continua de ruptura frente a la voluntad de dominio con sus modos del te- mor y la esperanza. En la fuente de ruptura anida la sabiduría de un poder constituyente como principio de cambio y transformación del mundo material. Su camino obrerista, po- lítico y filosófico que, entre otras cosas, lo lle- vó a la cárcel y al exilio, enlaza a Maquiavelo, Spinoza, Marx y Deleuze para insistir en que sólo la potencia común es punto de partida de alegrías inmediatamente compartidas, desde la autonomía de las redes afectivas, sociales y productivas. Afirma que lo esencial para transformar lo propio en común es el amor que no cesa de abrirse a comunidades más vastas que uno mismo y sus allegados. –¿Cuál es la importancia del concepto de multitud para pensar las condiciones po- líticas del presente y cómo evalúa la per- tinencia de la noción ampliada de “multi- tud de los pobres”, según su último libro en colaboración con Michael Hardt, Co- mún. Más allá de lo privado y lo público? –Cuando se habla de “multitud de los pobres” la primera referencia tiene que ver con el na- cimiento del término “multitud”. Es una dis- tinción que se da en el marco de la Revolución Inglesa, en medio de la discusión entre los re- volucionarios que se manifiestan en contra de la propiedad privada y los partidarios del ejército republicano. Mientras que los pri- meros dicen ser una multitud que represen- ta a los pobres como aquellos que no tienen propiedad, del otro lado se da la definición de pueblo para aquellos otros que tienen la pro- piedad como fin. La revolución concluye evi- dentemente a favor de la República. Es decir, la República de los que poseen la propiedad. Aquellos que no tienen la propiedad se trans- forman en el proletariado que luego atravie- sa el proceso de acumulación primitiva para volverse la clase obrera. Desde este punto de vista, existe una dimensión de pobreza en el hecho de ser un viviente sin propiedad. –¿En qué medida afecta al concepto de multitud la transformación sufrida por el trabajo en las últimas décadas? –El concepto de multitud encuentra su genea- logía en este proceso histórico. Actualmente esto va acompañado de la disgregación de la clase obrera que está ligada a la desintegración del trabajo. El trabajo, en la medida en que se transforma en trabajo social, resulta un tipo de actividad que se arranca de cierta espacia- lidad específica de los modos tradicionales de producción. Es decir, de un lugar o una deter- minación local, e incluso de una determina- ción temporal, entendidas como lugar de la jornada laboral. La medida del trabajo estaba normalmente dada en relación con el espacio de trabajo y con la jornada laboral, que con- tribuía, por un lado, a reproducir el capital y hacerlo fructificar y, por otro, a reproducir al trabajador mismo. Hoy estas medidas clásicas son trasvasadas tanto espacial como tempo- ralmente. Desde este punto de vista, la multi- tud deviene en una multitud de trabajadores precarios. Pero existe otro aspecto en relación con esta precariedad que es la potencia social y cooperativa del trabajo. La multitud se disgre- ga en singularidades que son ante todo trabajo vivo: trabajo singular y capacidad de produc- ción que se presenta como cooperación virtual. El problema político pasa por llegar a revelar cómo esta multitud virtual que contiene lo Co- mún logra expresarse. –¿Se trata entonces de una dimensión potente de lo precario? –Sí, hay una dimensión potente en lo precario. Se da desde un punto de vista político en cuan- to la multitud contiene la cooperación virtual. Es importante para la cooperación el proble- ma de la transición como verdadero dilema político. En la Argentina, es un problema que ha sido tratado en un sentido fuerte. Sobre to- do cuando la transición en distintas latitudes no ha sido problematizada seriamente, cuan- do aún se intenta hablar de la transición sin considerar la fuerza del fascismo. La necesi- dad del sistema capitalista es la de mantener de cualquier manera una continuidad. Es lo que ha sucedido en Chile. Se trata de un proble- ma filosófico de primer orden: entender qué es la transición y cómo afecta la potencia social productiva. En España, esta transición se está dando por primera vez desde la derrota de la República: aparece hoy el movimiento de los Ariel Pennisi es licenciado en Comunicación y Adrián Cangi, doctor en Filosofía. Ambos son docentes de la Universidad Nacional de Avellaneda, entre otras instituciones, y ensayistas. Foto: valerio bispuri

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  • 6 | ADN CULTURA | Viernes 2 de noviembre de 2012

    A ntonio Negri es un filsofo que atra-viesa las transformaciones y los de-bates del siglo XX desde una particu-lar relacin entre consistencia conceptual y militancia poltica. Un pensador que rechaza la figura del intelectual como profeta al mis-mo tiempo que valora la capacidad de una multitud dinmica y heterognea.

    Su lectura de Marx excede al Estado como figura organizadora y reactualiza la idea de trabajo como capacidad de crear, establecer vnculos y organizar nuevos modos de insti-tucionalidad. Estas nuevas instituciones no se basan en el presupuesto del hombre como lo-bo del hombre, sino en una concepcin afir-mativa e igualitaria de las capacidades. Fue Spinoza su principal aliado en la crcel, donde reflexion sobre la soledad y la comunidad. Lleg a afirmar: Tal vez el futuro pueda llegar a construirse a partir de la crcel.

    En tiempos en que la poltica como poten-cia de la multitud es el nico antdoto a los

    Ariel Pennisi y Adrin Cangi para la nacion

    tica y poltica. El controvertido pensador italiano considera fundamental recuperar la idea de emancipacin como prctica de resistencia y creacin cooperativa

    Toni Negri. Es necesario volver a las palabras que significan algo

    fundamentalismos entendidos como impo-sicin de valores trascendentes en todos los rdenes, Negri sostiene que la resistencia de los cuerpos produce la subjetividad no en una condicin aislada e individualista, sino en un complejo dinmico en el cual se concatenan las resistencias de los otros cuerpos. De este modo, liga la resistencia frente a las nuevas formas de explotacin a la productividad de los cuerpos colectivos y singulares, como ex-periencias populares, organizaciones socia-les y diversos modos de asociacin entre las personas. El trabajo no puede parcializarse ni dividirse como en otros tiempos, por eso Negri apela a una nocin ampliada de cuerpo como capacidad de componerse para incrementar la potencia, y a una nueva mirada sobre la inte-ligencia como herramienta fundamental.

    Lo Comn supone tanto las riquezas del mundo material como el conjunto de la produc-cin social, los llamados bienes naturales como los conocimientos, los lenguajes, los cdigos, la informacin, los afectos y sus consecuen-cias. Si lo Comn es la condicin de toda pro-duccin de libertad y de innovacin material, son imprescindibles nuevas formas de organi-zacin, nuevas instituciones emergentes de la multitud que habiliten el libre acceso y uso de lo producido para cualquiera, as como tam-bin la libertad de expresin e interaccin. El control privado tanto como el control pblico acotan las posibilidades de la esfera comn, en la medida en que separan capacidades, dirigen

    los movimientos y reparten funciones desde l-gicas preestablecidas, transformadas en credos durante la historia de la modernidad.

    Negri cree que Spinoza es el subsuelo de la modernidad porque all reside la fuente permanente y continua de ruptura frente a la voluntad de dominio con sus modos del te-mor y la esperanza. En la fuente de ruptura anida la sabidura de un poder constituyente como principio de cambio y transformacin del mundo material. Su camino obrerista, po-ltico y filosfico que, entre otras cosas, lo lle-v a la crcel y al exilio, enlaza a Maquiavelo, Spinoza, Marx y Deleuze para insistir en que slo la potencia comn es punto de partida de alegras inmediatamente compartidas, desde la autonoma de las redes afectivas, sociales y productivas. Afirma que lo esencial para transformar lo propio en comn es el amor que no cesa de abrirse a comunidades ms vastas que uno mismo y sus allegados.Cul es la importancia del concepto de multitud para pensar las condiciones po-lticas del presente y cmo evala la per-tinencia de la nocin ampliada de multi-tud de los pobres, segn su ltimo libro en colaboracin con Michael Hardt, Co-mn. Ms all de lo privado y lo pblico?Cuando se habla de multitud de los pobres la primera referencia tiene que ver con el na-cimiento del trmino multitud. Es una dis-tincin que se da en el marco de la Revolucin Inglesa, en medio de la discusin entre los re-

    volucionarios que se manifiestan en contra de la propiedad privada y los partidarios del ejrcito republicano. Mientras que los pri-meros dicen ser una multitud que represen-ta a los pobres como aquellos que no tienen propiedad, del otro lado se da la definicin de pueblo para aquellos otros que tienen la pro-piedad como fin. La revolucin concluye evi-dentemente a favor de la Repblica. Es decir, la Repblica de los que poseen la propiedad. Aquellos que no tienen la propiedad se trans-forman en el proletariado que luego atravie-sa el proceso de acumulacin primitiva para volverse la clase obrera. Desde este punto de vista, existe una dimensin de pobreza en el hecho de ser un viviente sin propiedad. En qu medida afecta al concepto de multitud la transformacin sufrida por el trabajo en las ltimas dcadas?El concepto de multitud encuentra su genea-loga en este proceso histrico. Actualmente esto va acompaado de la disgregacin de la clase obrera que est ligada a la desintegracin del trabajo. El trabajo, en la medida en que se transforma en trabajo social, resulta un tipo de actividad que se arranca de cierta espacia-lidad especfica de los modos tradicionales de produccin. Es decir, de un lugar o una deter-minacin local, e incluso de una determina-cin temporal, entendidas como lugar de la jornada laboral. La medida del trabajo estaba normalmente dada en relacin con el espacio de trabajo y con la jornada laboral, que con-tribua, por un lado, a reproducir el capital y hacerlo fructificar y, por otro, a reproducir al trabajador mismo. Hoy estas medidas clsicas son trasvasadas tanto espacial como tempo-ralmente. Desde este punto de vista, la multi-tud deviene en una multitud de trabajadores precarios. Pero existe otro aspecto en relacin con esta precariedad que es la potencia social y cooperativa del trabajo. La multitud se disgre-ga en singularidades que son ante todo trabajo vivo: trabajo singular y capacidad de produc-cin que se presenta como cooperacin virtual. El problema poltico pasa por llegar a revelar cmo esta multitud virtual que contiene lo Co-mn logra expresarse.Se trata entonces de una dimensin potente de lo precario?S, hay una dimensin potente en lo precario. Se da desde un punto de vista poltico en cuan-to la multitud contiene la cooperacin virtual. Es importante para la cooperacin el proble-ma de la transicin como verdadero dilema poltico. En la Argentina, es un problema que ha sido tratado en un sentido fuerte. Sobre to-do cuando la transicin en distintas latitudes no ha sido problematizada seriamente, cuan-do an se intenta hablar de la transicin sin considerar la fuerza del fascismo. La necesi-dad del sistema capitalista es la de mantener de cualquier manera una continuidad. Es lo que ha sucedido en Chile. Se trata de un proble-ma filosfico de primer orden: entender qu es la transicin y cmo afecta la potencia social productiva. En Espaa, esta transicin se est dando por primera vez desde la derrota de la Repblica: aparece hoy el movimiento de los

    Ariel Pennisi es licenciado en Comunicacin y Adrin Cangi, doctor en Filosofa. Ambos son docentes de la Universidad Nacional de Avellaneda, entre otras instituciones, y ensayistas.

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