Si bien el proyecto carbonífero impulsado por Mina Invierno en Isla Riesco se plantea como una ambiciosa apuesta empresarial, esta iniciativa está marcada por el trabajo de entusiastas colaboradores que también p u s i e r o n s u s e s p e r a n z a s laborales y personales en este

Marcelo Aguila Vera (42) egresó de la especialidad de Mecánica del Instituto Don Bosco y desde un principio optó por trabajos ligados a la minería. “El trabajo de la minería siempre me cautivó más que otras funciones. La minería es un trabajo bastante atípico y yo siento que en esta actividad he logrado realizarme. En el caso de la Mina Invierno, yo siempre me mantuve informado sobre cómo iba el proyecto y cuando me enteré que estaba aprobado decidí postular y tenía muchas ganas de quedar”, señala.Marcelo se incorporó a la minera en una apuesta en la que también incluye a su esposa y sus dos hijos de 15 y 13 años. Con estudios universitarios de Instrumentación y Automatización Industrial, este entusiasta trabajador está empeñado en poner lo mejor de sí para ayudar al desarrollo del proyecto minero.Ahora su trabajo le implica un sistema de roles de 7 días en Isla Riesco y otros 7 en su hogar. Dice con este formato que disfruta más el tiempo en las faenas y el tiempo que tiene en casa. Está contento y siente que su grupo familiar también está feliz porque lo ven

Para Mario Hardie Rogel (43) su ingreso a la Mina Invierno se convirtió en un proceso por el que se preparó minuciosamente. Trabajaba en Komatsu, en Calama, cuando decidió retornar a Magallanes para postular a la minera. Al volver a la región trabajó en Enap pero siempre con el objetivo de incorporarse al proyecto en Isla Riesco. Se fue a trabajar a Komatsu para fortalecer su capacitación para que, llegado el momento, pudiera incorporarse al proyecto de la Mina Invierno.Respecto a uno de los primeros desafíos en la mina, destaca los óptimos resultados obtenidos en el armado de los camiones, ya que no hubo complicaciones en la división de las obligaciones. Prueba de ellos es que no hubo accidentes laborales.Valora el buen fiato logrado entre los compañeros de trabajo,

Con 24 años de servicio y el grado de sargento segundo en la especialidad de Mecánica en Combustión Interna, Washington Alvarez Campos (43) optó por acogerse a retiro en la Armada. Al igual que sus compañeros, este magallánico recorrió varios destinos mientras se desempeñaba en su anterior trabajo. Fue una decisión familiar la que dio paso a que dejara el uniforme de marino y se planteara sobre lo que quería hacer a futuro. Fue ahí cuando surgió la posibilidad de postular a Mina Invierno. Quiso incursionar en un campo de trabajo muy nuevo para él, aunque tiene similitudes en aspectos como maquinaria. “Me retiré el año pasado, me di

Armin Licandeo Mora (35) es el supervisor de armado en Mina Invierno. Egresado del IDB y con estudios de Ingeniería en Ejecución Industrial que espera retomar en el corto plazo.Este locuaz funcionario cuenta que cumplió 17 años trabajando en faenas mineras (mayoritariamente en Komatsu en la Región de Atacama) hasta que surgió la necesidad de retornar a la zona para estar más cerca de sus hijos y de incorporarse al proyecto de Mina Invierno.“Yo soy magallánico ‘neto’ pero casi toda mi carrera la he realizado afuera. Hace dos años que estaba tratando de volver a mi tierra. Renuncié a Komatzu en enero del año pasado y sin ninguna oferta

María Cristina Muñoz Vilches es la esposa de Marcelo Aguila, uno de los trabajadores que se incorporó a las faenas de Mina Invierno en septiembre pasado.Recuerda que era tal el entusiasmo de su marido por ingresar a la empresa que su hijo mayor, el de 15 años, lo ayudó a confeccionar el currículo que presentó para postular al trabajo. “Afortunadamente él quedó seleccionado y nosotros estamos muy contentos. Sabemos que se siente valorizado en términos profesionales y que está contento porque trabaja en lo que le gusta”, advierte.Esta esposa y mamá dice que la familia tuvo que acostumbrarse al cambio de horario de trabajo de Marcelo, ya que antes él tenía un sistema de trabajo diario y ahora éste incluye roles de 7 días en la mina y 7 días en casa. “Aunque lo extrañamos cuando no está, sabemos que lo tenemos cerca y que podemos comunicarnos con él. Cuando vuelve de su turno lo aprovechamos más y siento que lo recibimos con más cariño todavía. Con este cambio la familia se afiató más”, sentencia.

emprendimiento que poco a poco ha comenzado a materializarse.Varios son los nombres de magallánicos que se unieron a esta propuesta, algunos de los cuales optaron incluso por dejar otros trabajos con el objetivo de unirse a una iniciativa que está comprometida con una forma

eficiente de hacer las cosas.He aquí las historias de algunos de los colaboradores de Mina Invierno, que se incorporaron en septiembre pasado al proyecto y que tuvieron el estratégico rol de armar importante equipamiento que ayudará al desarrollo de las faenas carboníferas.

laboral concreta, trabajé en otras faenas mineras en la zona hasta que se dio esta posibilidad de ingresar a la mina”, advierte.Sobre su trabajo en Mina Invierno, menciona que el armado de equipos no era nuevo para él, y que lo que ha significado más esfuerzo es “hacer coincidir distintos tipos de visiones. Aquí te vas encontrando con muchos desafíos, está el apoyo técnico de Komatsu y eso no genera complicaciones. En mi caso en la empresa la proyección es para lograr estabilidad y tiempo en la zona. Por eso hay que cuidar este proyecto porque es muy bonito y por la visión con que se ha creado”.Armin se despide recalcando que “éste es un grupo muy unido y muy profesional. Hay mucha unión en los equipos de trabajo y eso hace que sean exitosos, se han afiatado fuertemente los dos turnos y hemos podido concretar los propósitos que se han propuesto”.

un tiempo para ordenar mi tema familiar, postulé a este trabajo y gracias a Dios quedé. Así que aquí estoy, muy contento, muy motivado y creo que es un desafío muy grande para mí por el proyecto y por lo que se viene más adelante”, comenta.La familia lo apoyó desde un principio para postular al trabajo. Y Washington señala que esta decisión fue acertada porque se convirtió en una estabilidad familiar, ya que le permite estar más presente en su hogar compuesto por su esposa y tres hijas de 21, 17 y 10 años.Aunque reconoce que el cambio de la vida uniformada a la civil no ha sido del todo fácil, destaca la camaradería que ha encontrado en sus nuevos compañeros de trabajo.

donde todos están atentos a sus funciones y todos, a su vez, se muestran expectantes por lo que irá ocurriendo a medida que avanza el proyecto.En cuanto a su familia, cuenta que ellos están contentos con el paso que tomó y la proyección que éste le puede dar a su estabilidad laboral y doméstica.Ahora que sus hijos tienen 14 y 9 años tiene pensado casarse con su compañera de toda la vida. “Puedo decir que gracias a la mina me voy a casar”, confiesa.

realizado en términos profesionales y personales.