Trabajo Antropologia Simbolicocognitiva - Borrador
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LAURA AYÉN VOUILLAMOZ
Antropología Simbólico - Cognitiva (A1)
LA IMPORTANCIA DEL FLAMENCO EN LA
COMUNIDAD GITANA DEL BARRIO DE SAN ROQUE.
Introducción:
En el presente trabajo me propongo analizar el concepto del duende dentro de la
comunidad gitana que vive en el barrio de San Roque. A efectos de arrojar un poco de
luz sobre estas y a otras cuestiones, el análisis que sigue se estructura en cinco partes
fundamentales y una conclusión final. Con el primer punto intentaré poner en
antecedente; incluiré de donde nació la idea sobre este estudio, como he ido elaborando
el trabajo y cuales han sido los pasos que he ido siguiendo para ir solventando las
pequeñas complicaciones que han ido apareciendo durante mi experiencia. Por otro lado
en este punto también hablaré sobre las entrevistas elaboradas, las personas a las que he
ido entrevistado y daré el porqué de la configuración final del trabajo. Este primer
apartado será muy breve y simplemente lo aprovecharé de manera introductoria. Por
otro lado con el segundo punto empezaré a exponer ya una parte importante del ensayo,
hablando sobre la importancia del arte, sobretodo de la música flamenca para el
colectivo gitano que vive en San Roque. Para continuar ya de lleno, presentaré el
concepto del duende, que me ha parecido muy curioso y extremadamente interesante de
presentar y exponer aquí; hablaré sobre su definición, también sobre cómo lo exponen y
como lo ven y lo viven. Por otro lado, hablando con mis informantes y compartiendo
tiempo con ellos, mientras se reunían para cantar flamenco, me di cuenta de que usaban
en sus canciones un lenguaje propio y particular. Al preguntar por ello me explicaron
sobre su lengua, el caló. Así en el cuarto punto hablaré de estas otras significaciones
propias de la cultura gitana, exponiendo primeramente a que me refiero con el lenguaje
caló y posteriormente algunos conceptos que me han parecido muy interesantes. Por
ultimo expondré una breve conclusión, en ella me permitiré algo de libertad expresando
un poco mi opinión sobre el trabajo y sobre cómo ha ido cambiando mi percepción
sobre la comunidad gitana y el aprendizaje llevado a cabo a medida que elaboraba el
trabajo.
Primeros pasos: Entrevistas en profundidad:
Me ha parecido de suma importancia añadir este primer apartado al trabajo ya
que me parecía muy interesante exponer los inicios, la problemática y finalmente la
resolución de la misma en un breve punto que pueda poner en antecedente a cerca del
trabajo. Hace un par de años hice un trabajo sobre el barrio de San Roque, y en él me di
cuenta de que existía una diferencia muy grande entre los componentes del mismo: Por
un lado se encontraban los inmigrantes recién llegados, de Paquistán y China,
sobretodo, conviviendo armónicamente. Por otro, un grupo muy diferenciado
compuesto por la comunidad gitana que desde hace más de medio siglo vive en el
barrio. Esta última fue la que más me llamó la atención ya que tenían una identidad
cultural muy distinta y diferenciada, que se podía respirar en cada parque, cada calle y
cada casa del barrio. Desde aquel momento siempre me quedé con ganas de conocer un
poco más, y al presentarse la oportunidad vi muy claro sobre el tema sobre el que quería
elaborar este trabajo. Aun así en un principio no fue sencillo, ya que todo aquello que yo
había observado en mis estadas anteriores en el barrio condicionaban mi discurso, y lo
encaraban, desde un punto de vista preconcebido. Por ello, olvidándome de todo, decidí
empezar de cero. Contacte con la promotora gitana, que se encarga de actividades
culturales en el barrio, así como también presta apoyo a aquellos niños y niñas que
quieren seguir con los estudios después de la ESO, les aconseja y los guía. Con ella tuve
hasta tres encuentros, durante los cuales elaboré dos entrevistas, bastante completas, en
las que, sin tener ninguna idea preconcebida le pregunté por todo. Cada cosa que me
decía, le pedía que lo explicara, cada concepto y cuanto más me parecía entenderla, más
aun le preguntaba. Después de estos tres encuentros, decidí que tenía material suficiente
para empezar con las entrevistas a otras personas de etnia gitana. Decidí, porque en las
entrevistas había sido un punto importante, empezar hablando con mujeres, para que
ellas me hablaran sobre su identidad, sobre su papel dentro de la comunidad, dentro del
barrio, dentro de la familia. Y en una de estas entrevista fue cuando, sorprendida, decidí
cambiar por completo el tema del trabajo y lo redirigí hasta lo que hoy es. Fue hablando
con María, una mujer “paia”, es decir, que no forma parte de la comunidad gitana, que
se casó con un hombre de etnia gitana y se fue a vivir con él al barrio; yo le preguntaba
por su vida, antes y después de su matrimonio, ella en un momento me respondió: “Lo
que más me gusta de la vida gitana es que tienen una forma de ver la vida bonita; el
paio ve al gitano bailando, tocando la guitarra todo el día, sin gana de trabajar, pero
esas misma personas se sientan delante de la tele y tampoco hacen nada.” En ese
momento me di cuenta de que, a pesar de querer empezar de cero, mis prejuicios
volvían a traicionarme, intentando hacer de este trabajo algo controvertido, buscando un
tema que tocara sensibilidades, indagando en las observaciones que yo había hecho
cuando fui al barrio dos años atrás. Me di cuenta de que lo único que iba a conseguir
sería un trabajo sesgado, por una visión prejuzgada. Olvidando el esquema que
previamente había preparado en casa para aquella entrevista comencé a preguntarle por
el tema de la música, el tema del flamenco y surgió el concepto del duende. Desde ese
momento, además, el tono de la conversación cambió, mi entrevistada se relajó y
surgieron cuestiones muy interesantes que más adelante expondré detenidamente. En
ese momento tuve claro que el tema del ensayo se había definido solo, hacia una de las
vertientes, bajo mi punto de vista, más significativa, de cualquier cultura, la música.
Por otro lado creo que es importante mencionar que realicé, a parte de las tres
entrevistas con Montse, la promotora gitana, y las que hice a varias mujeres antes de
elegir el tema para el trabajo, cinco entrevistas más: dos de ellas con un grupo formado
por dos familias aprovechando que habían quedado precisamente, para tocar flamenco
en la calle, y tres más a dos de los integrantes de ese mismo grupo, Antonio y Manuel,
abuelo y nieto, respectivamente. Aclarar también que cuando hable citando
textualmente algunos de los comentarios que me han ido haciendo lo señalaré
escribiéndolo en cursiva y entre comillas.
La importancia la música en la comunidad gitana: El flamenco:
Existe un fuerte vínculo del pueblo gitano con el arte, sobre todo con la música y la
danza. Las diversas ramificaciones de la etnia gitana, en tanto que ha sido un pueblo
nómada, han hecho suya la música folklórica de aquéllos países donde se han asentado.
Los músicos gitanos constituyeron y aún hoy constituyen un factor importante en el
enriquecimiento, cultivo y preservación de dichos estilos populares. Éste ha sido el caso
del flamenco en España, con figuras gitanas de la talla de Camarón de la isla, Manolo
Caracol, José Mercé o Raimundo Amador, o la música de Europa del Este. Durante
su edad dorada (1869-1910), el flamenco se desarrolló hasta su forma definitiva en los
numerosos cafés cantantes de la época. La forma más intensa del flamenco, el cante
jondo, que expresa lo más profundo de los sentimientos, apareció en este periodo. Y en
los cafés cantantes, el arte del baile flamenco alcanzó nuevas cimas y los bailaores se
convirtieron en la mayor atracción. He podido comprobar, en base a mis entrevistas,
como la música en general, y el flamenco en particular, es un pilar fundamental y básico
también para la vida de la comunidad gitana que vive en el barrio de San Roque, “el
gitano es de por sí flamenco, le sale solo de dentro este tipo de cantes” como ellos
mismos definen. Por las tardes, algunos fines de semana, familias y amigos sacan sus
sillas a la calle, sobre todo cuando “hace bueno”, los cajones, las guitarras y se crean
pequeños corros en los que unos cantan, otros tocan y los demás palmean, pasando así
una tras otra las horas, hasta que el sol se pone y cada uno debe volver al mundo real, a
sus quehaceres. Nadie me ha sabido decir bien de donde ha salido el flamenco, lo que sí
que todos tienen claro es que “no hubiera sido posible sin la aportación del pueblo
gitano”. Además “el pueblo gitana ha aportado mucho porque el flamenco siempre va
unido al pueblo gitano. Casi todo, porque el flamenco creo que quienes lo cantaban
éramos los gitanos. Aporta mucha riqueza, pureza, naturalidad, 'duende'… el flamenco
para el gitano lo es todo. Nosotros estamos muy unidos al flamenco, es la música que
sentimos con el corazón, la que cantamos de verdad, con todos nuestros sentimientos.”
Otra cosa que me ha parecido interesante acerca de este tema es que mayores y
pequeños difieren en los conceptos, pero eso no evita que el flamenco los siga uniendo.
En una de mis entrevistas en grupo, puede hablar con dos de las familias que, después
de comer, solamente de vez en cuando, quedan y tocan flamenco juntos. Mayores y
pequeños, incluso tienen un pequeño “bailaor”, un niño de tres años del que todos se
sienten muy orgullosos. Aun así existen pequeñas diferencia, siempre reconciliables
entre generaciones: Los más mayores lloran la muerte del flamenco más puro, los más
jóvenes necesitan esta evolución, sentir que ponen un granito de arena y hace ese arte
suyo también. Una de las últimas entrevistas que hice fue a Antonio y a Manuel,
bisabuelo y padre del pequeño “bailaor” respectivamente, una tarde después de haber
estado con ellos y que unos y otros mostrarán su arte a la desconocida antropóloga que,
sin saber bien porque, de repente se interesaba tanto por aquello que para ellos era algo
tan común y corriente. Antonio me contaba su enfado ante la pérdida inevitable del
flamenco, ante la irremediable aparición de un flamenco nuevo, donde los intérpretes,
sin abandonar la tradición, tratan de encontrar un sello personal menos “correcto”.
Manuel le respondía que no tenía razón, con ese tono que se usa cuando la discusión
está ya muy manida. Él me contaba que el flamenco, como lo ha hecho siempre, estaba
evolucionando. Que el flamenco no es lo que era, pero la sociedad tampoco es lo que
era, y el flamenco lo refleja, porque es uno de sus pilares. También recordaba a “ los
grandes innovadores de antaño” los Chacón, Mairena, Carmen Amaya… “fueron en su
tiempo acusados de irrespetuosos con el flamenco y hoy los consideramos clásicos”. Él
pensaba que lo mismo pasará con los mejores de los actuales intérpretes, que siendo hoy
rompedores, en el futuro se les considerarán clásicos, pues lo único que habrán hecho,
es pasar por el tamiz flamenco la realidad cotidiana, como hicieron sus abuelos.
Por otro lado Antonio también me habló de los cafés cantantes. Su auge va de
finales del siglo XIX y mediados del XX; eran locales diseñados al estilo andalucista, en
un ambiente de humo y alcohol, donde además del flamenco se podía disfrutar de los
más variopintos espectáculos, se iluminaban con velones, quinqués y, posteriormente,
con lámparas de gas. Mi informante me explicaba que los cafés cantantes “no tenían
buena reputación social…”. Fueron calificados de sitios inmorales y lascivos, propios
de gente de mala vida. La bebida, las peleas, las mesas de juego, los señoritos y las
prostitutas, todos convivían con el flamenco. Sin embargo, el flamenco encontró en los
cafés cantantes un espacio donde representarse durante una de sus épocas más gloriosas,
de la que surgieron muchos artistas en las tres disciplinas: cante, toque i baile. Aun así
me hablaba de estos lugares con añoranza, con ese brillo en la mirada que dice:
“cualquier tiempo pasado fue mejor”. Me confesó que él era un niño, cuando su abuelo
lo llevó, y que solamente recuerda el ambiente “sí que era libertino… y un poco
disoluto, pero no tanto… ¿sabes? y a la vez también ingenuo… yo era muy niño…” que
se respiraba en estos lugares. Y, después de efectuar una breve búsqueda en la
bibliografía seleccionada, no me extraña que lo recuerde así. Gracias a los cafés
cantantes el que el flamenco dio el salto definitivo a la luz pública, dando paso a la
profesionalización definitiva de los artistas. A partir de este momento el flamenco se
convierte en un arte con clara explotación comercial. Esta profesionalización aportó
también al género una competitividad muy positiva entre los artistas; se creó mucha
afición y singularidad entre los cantaores que, poco a poco, fueron desarrollando las
variedades estilísticas personales y crearon nuevos estilos de cante. Fue en los cafés
cantantes donde se asentó la rítmica, la estructura, las cadencias armónicas y la forma
definitiva que define cada uno de los estilos del flamenco, y consecuentemente, la
configuración del clásico cuadro flamenco, formado por cante, toque y baile. Este
período estableció las bases que actualmente se conocen como clásicas. Pero, por otro
lado, esta explotación comercial del flamenco también atrajo cosas negativas. Antonio
se quejaba de la degradación de estos locales, que han acabado desembocando en los
actuales tablaos, que se pusieron de moda a partir de los 60, “en esos sitios ya no se
respeta el flamenco… se vende; hoy en día ya se comercia con todo” acababa enfadado.
El concepto: El duende:
Tras una enérgica búsqueda, el huidizo duende del flamenco se deja atrapar. En
las siguientes líneas intentaré concretar su significado y captar algo de su esencia, la
más buscada. “¡Tiene duende!” es una expresión muy conocida en el mundo del
flamenco. Duende es un concepto difícil de definir. Se utiliza para describir un arte, en
concreto el flamenco, y si algo tiene duende es que es especial, auténtico, carismático, y
mágico, algo que por ejemplo, tiene alma. Si una actuación tiene duende, significa que
ha tenido éxito. El duende es algo instintivo, animal y que hasta roza con lo divino. Es
la lucha interna del artista cuando crea puro arte. Además es una de las señas de
identidad más reconocible pero también más difíciles de explicar del pueblo gitano que
se enuncia en su forma de expresar el arte. Al hacerlo el artista recurre a una cualidad
distintiva e innata que dota a su arte de emoción y esencia. “Se dice de una persona que
tiene un talento especial, que le sale de dentro, del alma”, me explicaba Antonio
mientras miraba a su bisnieto bailar “es un don”. Podríamos decir que el duende es el
sentimiento del artista convertido en puro arte, un artista cuyo talento roza la perfección,
es algo que consideran “mágico y auténtico”. Además alcanza su máxima expresión en
el flamenco. Ellos me contaban que “con el duende se nace y que es algo imposible de
aprender”, “cuando uno baila, o canta y le salen cosas que hace un minuto no sabía,
eso es duende. No sé cómo explicarlo…”. Además no se puede contar con él, ni hacer
que aparezca a propósito. Probablemente uno sólo lo siente al dejar de perseguir la
perfección, al dejar la mente en blanco. Cuanto mayor es el esfuerzo, más difícil resulta
alcanzarlo; es un espíritu rebelde y libre que no se puede apresar, me da la sensación, al
verlos reflexionar sobre el tema, que ni siquiera en palabras. Por otro lado también me
cuentan que el duende es algo que solo pueden sentir los gitanos, “igual que uno es
futbolista, dios a nosotros nos ha dado el flamenco, y el duende.” Además añaden que
“hay un duendecillo ahí que se menea más en nosotros, no por nada, sino por la forma
de vivir que tenemos, la música que escuchamos, de nuestras fiestas y de nuestra
cultura también un poco. A lo mejor porque te levantas y nosotros tenemos un disco
puesto, en vez de escuchar las noticias”. Por otro me explicaban que “eso del duende
son palabras mayores, es algo que te llega, es como una comunicación especial con la
gente que está viéndote.” También me pareció interesante saber que se le ha aportado al
duende y a la cultura flamenca desde fuera de la comunidad gitana y aunque reconocen
que “hay castellanos que son buenísimos, incluso algunos mejores que nosotros, no
pueden tener duende” y saben que realmente “nosotros tenemos algo especial, somos
más puros además de importantes artistas gitanos.” A pesar de lo que los integrantes de
la comunidad gitana puedan pensar no hay exclusividad de raza ni de nacionalidades,
aunque lo que sí se puede decir es que el duende se siente más a gusto alrededor de todo
lo que tenga olor a flamenco: cante, baile, toque y todas aquellas personas que tengan
que ver con este arte, ya sea payo o gitano. Duende, una palabra que evoca la magia.
Una palabra que no se puede traducir a otros idiomas, porque sus significados en otros
idiomas no captan su esencia. Lo que está claro que el duende es un don, la esencia
pura que brota del alma del artista. No se puede domar ni controlar. El duende nace por
sí sólo. Se tiene o no se tiene.
Una mirada antropológica: El lenguaje caló:
Antes de abordar este tema concreto, quiero hacer algunas consideraciones
generales, ciertas precisiones e, incluso, una confesión personal que me brota
espontánea al hablar de las aportaciones de la lengua y cultura gitana a la lengua
española. En efecto, al hablar de los préstamos del caló y de las aportaciones de los
gitanos a la cultura española, intento romper con una actitud o perspectiva histórica en
la que siempre el pueblo gitano aparece como mangante (del caló mangar «pedir»),
siempre pidiendo y no aportando nada. Porque a raíz de este trabajo he descubierto
algunas de sus grandes aportaciones. Los gitanos, por supuesto, pueden crear conflictos;
pueden, naturalmente, beneficiarse de la sociedad en la que viven; pero también (ésta es
la perspectiva que a mí me gustaría resaltar) hay que dejar claro cuánto han enriquecido
todos los países donde se han asentado. El caló, que es el lenguaje característico de los
gitanos españoles, constituye una variedad del romanó (el idioma del pueblo gitano) y
presenta bastantes rasgos peculiares debido a la influencia de las distintas lenguas de los
países por donde fueron pasando estos hasta llegar a España. Una vez aquí, la influencia
de la lengua española ha sido tan grande que, en la actualidad, la mayoría de los gitanos
ha adoptado su fonética, su morfosintaxis y su léxico, conservando tan solo algunas
formas gramaticales y un considerable repertorio de palabras y expresiones, que, en
muchos casos, han pasado a las hablas del español popular. Aun así, el caló, como
lengua natural de los gitanos españoles, apenas se usa en nuestros días. Aunque existen
compendios de gramáticas y varios diccionarios gitanos, son muy pocos los gitanos que
conocen y hablan el caló. Solo los más ancianos y algunos otros gitanos, de diferente
edad y estamento social, que conscientemente quieren mantener viva la cultura gitana,
estudian y emplean el caló. El uso del caló, como medio de comunicación entre gitanos,
antes frecuente en las ferias o en el trabajo temporal en el campo, está desapareciendo.
Aunque la comunidad gitana del barrio de San Roque sigue empleando, de forma
generalizada, un pequeño repertorio de palabras gitanas en el entorno familiar. Por eso
actualmente se tiende a entender por caló solamente esos elementos léxicos que los
gitanos españoles conservan de la antigua lengua romanó. Así mismo, como he
intentado ir exponiendo a lo largo de todo el trabajo, los gitanos no solamente han
enriquecido la lengua española con abundantes prestamos léxicos, sino que también han
aportado mucho al mundo del arte, de la música, del baile, de las fiestas... y han
enriquecido, sin duda, el mundo del flamenco, uno de los valores culturales más ricos de
nuestra tierra (La UNESCO lo ha declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad).
Pues bien, el flamenco, a pesar de ser de origen andaluz, es impensable sin la aportación
gitana (de hecho hay estudios que muestran como casi un 40% de las palabras de los
cantes flamencos son de origen gitano). Este léxico y, sobre todo, las letras de los
cantes, son la expresión más genuina del sentimiento del pueblo gitano y de su hablar
característico. Dentro de su sencillez y estilo directo, los cantes gitanos son de una
extraordinaria belleza literaria, y transmiten la riquísima cultura oral gitana, con valores
trascendentales como el amor por la justicia y la libertad, el respeto a los mayores, la
importancia de la madre en el seno de la familia, la reivindicación de la fidelidad, la
amistad y el amor, que no nacen del interés ni del dinero. Junto a esta temática, el
flamenco tiene una dimensión existencial y refleja una cosmovisión gitana.
A continuación, voy a describir, de forma práctica, como la lengua y la cultura
gitana ha ejercido una importante influencia sobre las letras de los cantes flamencos. En
primer lugar, al estudiar la presencia del léxico caló y su temática en las letras de los
cantes, comprobaremos como la lengua y cultura gitanas han jugado un papel destacado
en la configuración histórica del flamenco. A continuación ofrezco la relación de
algunos de los “gitanismos” que he encontrado realizado una búsqueda en un
diccionario de terminología gitana1 y voy a añadir a esta lista alguna de la terminología
allí encontrada, para demostrar cómo, sin saberlo, en nuestro hablar cotidiano usamos
términos en caló, ya que me ha parecido muy curioso. Además también añadiré
conceptos que he podido aprender durante la elaboración del trabajo, presentes en las
letras de los cantes2. Para empezar con los términos usando en nuestra lengua podemos
encontrar, entre muchos otros: camelar (enamorar o engatusar); cameló (engañó);
chaval (muchacho); chalar o chalado (enloquecer o loco); chinorri (niño, hijo
pequeño); gilí (tonto, bobo); jalar (comer con mucho apetito); mangar (pedir); menda
(yo, mi persona); parné (dinero); penar (decir); pinrel (pie); pirar (escapar). Por otro
lado, algunos de estos términos en caló que podemos encontrar en los cantes flamencos
son: sacais (ojos) en un verso que recita: ≪Por tu personita, de tanto llora, los míos
sacáis, compañera mía, se van a secar.≫; anaquerar (hablar): ≪Delante de mi madre,
no me yores mas, porque me anaqueran mu chunguitamente cuando tú te vas≫; calé,
1 BLAS VEGA, J. y RIOS RUIZ, M. “Diccionario enciclopédico ilustrado del flamenco”, Cinterco (1988).
2 ROPERO NÚÑEZ, M. "El léxico caló en el lenguaje flamenco" Universidad de Sevilla. (1991)
calorro (gitano), jaray (hombre no gitano): ≪Soy jaray en el vestir, calorro de
nacimiento; yo no quiero ser jaray, siendo calé, estoy contento≫; najar (escapar):
≪Una noche oscura pensé yo najarme, porque estaba sin delito alguno metido en la
cárcel≫; parné (dinero): ≪El dinero es mu bonito: a to’l que tiene parné le yaman
señorito≫.
Conclusiones:
Como he explicado al principio a modo de conclusión expondré mi opinión,
tomándome un poco de libertad, para explicar cómo los cambios que ha habido a lo
largo del trabajo y todo lo que he podido aprender en el transcurso de este. Para
empezar debo decir que, al inicio de este estudio pensaba que se encaminaría hacia una
dirección muy diferente, muy distinta, y al acabar me he dado cuenta de que he
aprendido mucho más de lo que me imaginaba. Al inicio quería elaborar un trabajo
desde el punto de las diferencias lingüísticas y culturales, y como sumado al
nomadismo, los gitanos han sido objeto de persecución y discriminación por parte de
muchos pueblos y naciones. Quería plasmar el estereotipo popular gitano y como los
contempla la sociedad, como ladrones y vagabundos, y como todo ello ha contribuido al
rechazo general de este pueblo. Mi intención era conformar como, debido a este general
rechazo, la sociedad gitana actual funciona de una forma hermética y prefieren no
mezclarse con payos (o no gitanos) en general, aunque existen muchas excepciones.
Proponía el trabajo remarcado la diferencia, entre “nosotros” y “ellos”, ya que veía su
cultura totalmente alejada de la nuestra. Sin embargo he acabado dándome cuenta, a
medida que he ido elaborando el trabajo, de que en el fondo hay muchas más cosas que
nos unen de las que podría parecer que nos separan. Me ha parecido un trabajo muy
interesante ya que he aprendido mucho, sobre todo a tomar una mirada objetiva,
olvidando lo que pudiera conocer sobre el tema y preguntando más, cuanto mayor me
parecía entender, comprendiendo finalmente que de eso se trata la antropología.
Por otro lado, también debo decir que al principio me costó acercarme a las
personas a las que pensaba entrevistar, tal vez también porque empecé yo distanciada.
Posteriormente todo fue muy bien, disfruté elaborando las entrevistas y hacer el trabajo
ha sido una gozada, dándome cuenta de que, el hermetismo que caracteriza la visión que
tenemos de la cultura gitana no solo funciona en un sentido, sino que puede funcionar
como dos caras de una misma moneda: el hermetismo contra el rechazo. A demás he
disfrutado mucho ya que una de mis pasiones es la música, y el hecho de elaborar este
trabajo me ha abierto puertas y me ha dado oportunidades para trabajar en la música
desde la antropología, haciendo de articulación entre mis dos grandes vocaciones. Por
ultimo tengo que recalcar la importancia que tiene el flamenco, y que ha tenido en la
historia, encontrando una gran cantidad de estudios antropológicos, sobre flamencología
y sobre su cultura. Además el interés por el arte flamenco a nivel universal siempre ha
existido, siendo promovido por las poderosas figuras de Manuel de Falla y Federico
García Lorca. Este trabajo me ha abierto los ojos hacia un mundo profundamente
atrayente, como es el mundo del flamenco, por el que antes siempre había pasado de
largo. A pesar de las dificultades, he disfrutado mucho elaborando el trabajo y me ha
servido de gran aprendizaje.
Bibliografía:
ALCALA VENCESLADA, A. “Vocabulario Andaluz (VA)” Madrid (1951).
ASTUTI, R. “What happens after death?” en ASTUTI, R.; PARRY, J. andSTAFFORD, C. “Questions of anthropology”. Oxford, UK, Berg Publishers (2007) pp.227-247.
BLAS VEGA, J. y RIOS RUIZ, M. “Diccionario enciclopédico ilustrado del flamenco”Cinterco (1988).
GARCIA LORCA, F. “Teoría y juego del duende” Conferencia.
LEBLON, B. “El cante flamenco. Entre las músicas gitanas y las tradicionesandaluzas” Madrid, Editorial Cinterco (1991).
MENDOZA, G. “Ser flamenco no es una música, es un estilo de vida”, el Diario deHoy: 52, (2011).
ROPERO NÚÑEZ, M. "El léxico caló en el lenguaje flamenco" Universidad de Sevilla(1991).
Filmografía:
NEVILLE, E. “Duende y misterio del flamenco” (1952).