Trabajo de Campo Área Educativa. Educación Entornada

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Trabajo de Campo rea Educativa.Libro Educacin Entornada.

La escuela como un espacio de subjetivacin: del sujeto pedaggico al sujeto poltico. Cecilia Bixio.1- UnoActualmente en el mbito de las ciencias de la educacin, es costumbre ya, hablar de sujeto pedaggico para referirse al sujeto de la educacin. Sin embargo, esta denominacin es encubridora, en tanto nos aleja del centro del problema educativo y escolar: su razn de ser, su funcin social. Es en este sentido que decimos que la escuela no forma sujetos pedaggicos, sino que pedagogiza sujetos sociales, sujetos polticos.Hablar de sujeto pedaggico es ocultar la accin poltica de la educacin escolar.En todo caso, si de lo que queremos hablar es de la peculiar manera como la escuela construye subjetividad, hablaramos de un sujeto que se ha formado en el marco de procesos pedaggicos. Estaramos ante sujetos pedagogizados en el sentido que han sido atravesados por los procesos pedaggicos, y en este sentido, me refiero a los procesos pedaggicos que se dan en el marco de las instituciones escolares.Son entonces sujetos escolarizados, pero no pedaggicos, puesto que lo escolar, lo pedaggico, (en tanto un discurso y una prctica a las que definimos como constructoras de subjetividad), no es su cualidad del sujeto, sino la mediacin.Entiendo lo pedaggico como un discurso y una prctica que se producen en el marco de una determinada institucin, la escuela. Tomo aqu el concepto de institucin en tanto legalidad que funda una prctica y un discurso. Son procesos escolares, puesto que sus prcticas y discursos estn regidos, reglamentados por legalidades propias de la escolaridad.Defino entonces lo pedaggico, sin pretender con ello agotar el tema, segn dos condiciones: 1- Se da en el marco de la Institucin escolar, y 2- Implica una peculiar intencionalidad de enseanza que slo puede encontrarse en las instituciones escolares.Cuando dejemos de plantear al sujeto escolarizado como sujeto pedaggico, y podamos definirlo como sujeto poltico, es que podremos, desde la escuela, introducir la racionalidad tico-poltica. La escuela considera a los sujetos escolarizados como sujetos pedaggicos. A estos les llama alumnos, los caracteriza de una determinada manera y le atribuye determinados caracteres. Estn condenados al fracaso y a la expulsin.Introducir la racionalidad tico-poltica en la escuela significa un cambio en el eje de la cuestin. Dejar de interpelar a los alumnos, sujetos pedaggicos, para tener que vrselas con sujetos polticos. En el discurso pedaggico podra tener una posibilidad de acceso la justica, como construccin compartida de sentidos comunes para los miembros de la institucin. Esto es posible mediante una dialctica en la que la teora y la prctica escolar construyan sujetos polticos y no meramente pedaggicos.

2- DosTodo proceso de aprendizaje se da en una situacin, en consecuencia, esta situacin marca los modos en que se produce dicho aprendizaje, y en lo que se aprende queda ligado a la situacin contextual que lo ha hecho posible. Nos referimos, en este caso, a la institucin escolar.Tres grandes problemas a sealar:A- El problema del aprendizaje escolar: es de contenidos de la enseanza que se construyen con marcas sociales, institucionales que son producto de las condiciones institucionales (sociales, culturales, discursivas, procedimentales y materiales) en virtud de las cuales se construyen subjetividades. Entonces, los objetos de conocimientos construidos sern determinados por esas prcticas, y por tanto, el mismo sujeto quedara modificado porque habrn sido marcados institucionalmente esos conocimientos, por las condiciones (sociales, culturales, discursivas, procedimentales y materiales) en las que tal aprendizaje fue llevado a cabo.

B- El problema de la socializacin secundaria: se trata de un proceso de socializacin que se lleva a cabo sostenido y sostenindose en otro proceso, el de enseanza-aprendizaje. La transmisin de los saberes cientficos, se hace en el marco de una interaccin institucional, pautada y marcada por la cultura escolar, estn marcados por las relaciones sociales, institucionales y polticas; estas relaciones no son un mero contexto, son mucho ms que un simple contorno. Son constitutivas de esos saberes.

C- El problema de la organizacin escolar: se trata de una manera peculiar de organizacin y administracin de los espacios, los tiempos, los roles y los saberes. La forma de como la escuela se ha organizado para cumplir con sus funciones, ha creado una cultura escolar que pocas transformaciones ha sufrido a lo largo de la historia.Tenemos una institucin relativamente cerrada, con prcticas autoritarias, que se sostienen en la limitacin de la participacin de sus miembros, en la sancin de los comportamientos atpicos. Las reglamentaciones escolares actan ms sobre las obligaciones que a cada uno le compete que sobre los derechos que estos tienen de participar en la vida institucional. La trama institucional-burocrtica de la escuela, adquiere peculiaridades que implican una organizacin y administracin que compromete a su vez concepciones psico-pedaggicas y socio-polticas acerca del sujeto que aprende, la funcin social de la escuela, las normativas escolares, los criterios de evaluacin, las modalidades de enseanza, etc.; que hacen que la manera como la escuela ha organizado el proceso de enseanza-aprendizaje.La cultura del curriculum es una cultura mediatizada. Para los alumnos, el contexto de mediacin por excelencia del que reciben influencias es el ambiente escolar. La realidad no se reduce a lo que parece evidente de forma ms inmediata, es preciso escudriar en ella, descubrir lo que no es manifiesto.Cuando el nio comienza a construir el mbito de o institucional y construirse como sujeto social en esa relacin institucional en y con la escuela, generalmente realiza esa construccin desde el lugar de desconocimiento de su calidad de sujeto con derechos (sujeto poltico), en el que la institucin lo ubica. Cuando el nio intenta apropiarse de ese lugar (cvico y por tanto, poltico), la escuela anula y castiga dichas acciones interpretndola como actos de indisciplina. Los nios intentan comprender las instituciones, apropiarse de los sentidos que pautan las acciones institucionales y los modos de organizacin que stas se dan. Pero, simultneamente, la escuela acta sobre los nios en la medida en que tienen a producir su adecuacin a dicho sistema. En este sentido, los nios no se enfrentan a un objeto que permanece indiferente, sino que opera como si ellos fueran sus objetos (de disciplinamiento)Sostenemos que:1- El nio en edad escolar es un sujeto poltico que no espera pasivamente ser reconocido como tal, ni que se le otorgue un lugar legitimado institucionalmente desde donde discutir sus derechos o mostrar su discontinuidad. Por el contrario, permanentemente acta, interpreta e interpela a las instituciones. As, una de las condiciones para garantizar la calidad del proceso educativo, est dada por la posibilidad que la escuela brinda la participacin del nio en la vida poltico-institucional de la escuela.2- El desconocimiento de la calidad del sujeto poltico que se hace del nio en la escuela limita, no solo su participacin en la vida institucional, sino tambin su participacin en los procesos de enseanza-aprendizaje.3- El alumno, en tanto sujeto poltico, construye los objetos de conocimiento en la misma medida en que construye los datos ms significativos de la cultura escolar, de manera tal que, de lo que en las escuelas se habla, no es slo de objetos de conocimiento cientficos sino de un proceso de socializacin de los alumnos, en el que los contenidos del curriculum son los de esa socializacin.Las estrategias y procedimientos mediante los cuales se vinculan los sujetos a las instituciones educativas forman parte indisoluble de los procesos cognitivos y las connotaciones sociales que se le otorgan a estos procesos en el contexto escolar.3- Tres (Del objeto educable al sujeto de derecho)La concepcin del nio, como un sujeto activo, con derecho a opinar y decidir, no coincide con aqul otro nio que an vive en la concepcin escolarizada: ese ser inmaduro, al que las generaciones adultas deben educar, tbula rasa sobre la cual hay que construir una conciencia moral y social.El proceso pedaggico est garantizado entre otras cosas, por supuestos acuerdos previos acerca de lo que se debe y no se debe hacer, lo que se puede y no se puede hacer, las maneras como se toman las decisiones, las relaciones jerrquicas que se establecen entre los miembros de la institucin escolar y los deberes de cada uno de ellos. No se cuestionan las reglas institucionales; es sabido que as son y as deben aprenderse. El que alguien no lo haga, se explica por causas individuales, particulares de ese sujeto. Hay una criminologa del nio, como hay un criminologa del hombre hecho (Durkheim, 1974)Cuando el docente se pregunta cmo hacer para que sus alumnos entiendan determinadas normas escolares que deben cumplir, generalmente recibe como respuesta de parte de la organizacin escolar, una lista graduada de las sanciones a aplicar de acuerdo a la gravedad y/o reiteracin de la falta.Las acciones preventivas y directas que tienden a resolver el grave problema de los castigos disciplinarios en trminos de violencia simblica o fsica hoy siguen conmocionando a la escuela. La alternativa no consiste en buscar mejores y ms eficaces mtodos de vigilar y castigar, ni tampoco en adaptar, sino ms bien, en acciones institucionales que tiendan a otorgar un lugar ms protagnico al sujeto de la educacin y a su familia.El sujeto con el que trabaja no es un mero educando sino un miembro de la institucin educativa con deberes y derechos, inteligente y crtico, con capacidad de opinar y decidir, en suma, un sujeto poltico. Sin esto no ser posible democratizar las relaciones en la escuela.

En torno a la constitucin de un nuevo sujeto en la educacin.Vernica Morelli.Cullen asegura que es necesario aceptar que la educacin no tiene un nombre propio que la defina.Podemos ubicar en el periodo de la modernidad, el nacimiento de la escuela junto a la pedagoga. El mtodo se define en tanto inherente a la prctica misma y elevan esos conocimientos a la condicin de saber.Este dispositivo de unidad escolar, creado por el consenso entre familia y Estado, es el espacio de la legitimacin de la razn, la cual se funda ilusoriamente en la esencia misma de la educacin.Constructo propio de la modernidad, la infancia adquiere en este tiempo- un lugar privilegiado. Hubo as un nuevo sujeto, y el 20 fue conocido como el siglo del nio. La mirada puesta en el infante signific a este momento de la vida como un tiempo ideal, por su inocencia; se destac la desigualdad respecto a la posicin del adulto, convirtiendo a la infancia en el momento apropiado para construir su subjetividad. En el presente ser promesa de lo que en un futuro advendr: un buen ciudadano.La interrelacin entre Educacin, escuela, pedagoga y razn se dirige a construir un sujeto autnomo, racional, transparente, que garantizara su libertad individual.Heredero del pensamiento cartesiano la constitucin de este sujeto, estaba dada por el lugar que deba ocupar en la estructura escolar.Fue necesario vaciar lo heredado, desestimar la memoria popular. El ideal de ensear todo a todos se presentaba como una estructura cerrada, que garantizara su identidad cultural.La escuela tendr la funcin de calmar aquello que Freud consider inherente a la cultura misma: el malestar.Siento la escuela el primer sistema de iniciacin del ciudadano a la cultura y a la vida social, con escasas excepciones, la adaptacin escolar representaba en la actualizad un sntoma de Neurosis.La cita de Dolto nos remite al concepto de buen alumno en el sistema escolar, aquel que se transforma en el espejo desde donde el educador se puede mirar, al que solemos llamar el sobreadaptado escolar, considerado desde la institucin como signo de normalidad.Actualmente el espejo por un lado devuelve una imagen en la que parece ser mejor no mirarse, la de los llamados fracasos escolares, a quienes no se les pide, ni se espera nada.Por otro lado, cuando la voz del alumno aparece, cuando el hacerse escuchar insiste, emerge como sntoma el concepto de autoridad. Voz que representa la ruptura de un modelo institucional e interpreta su transmisin cultural.La transmisin se transforma en un discurso ajeno al sujeto. La prdida de vigencia de normas y valores que sostiene las relaciones entre pares, quedan a merced de interpretaciones arbitrarias y obstaculizan las posibilidades indentificatorias que dan lugar a un posicionamiento autnomo. La pregunta por la autoridad, es reflejo del desdibujamiento de funciones y la ausencia de referentes que organicen y regulen el lazo social.Uno de los indicadores es la ruptura del consenso fundacional de la escuela: el estado familia. En este contexto cada institucin se encuentra en situacin de soledad. Es imprescindible poder reconstruir referentes simblicos que posibiliten crear un nuevo lazo entre la institucin escolar y familiar. Y de este modo construir la escuela con otra identidad.Pensar la educacin como pos de prctica social discursiva, atravesada por conflictos de interpretaciones ideolgicas, sociales, polticas y econmicas que intentan imponerse como nicas.Conocer implica tiempo; poder transformarlo en un tiempo de aprendizaje ldico, creativo, desde diferentes historias; que estas mismas diferencias se transformen en sentidos de por qu y para qu aprender.Comencemos a relacionarnos con el conocimiento de una manera crtica, contextualizada y esperanzada. Nos encontramos con los sntomas, de una concepcin de educacin subordinada a una imagen ideal, incuestionable, omnipotente, propuesta por la pedagoga. Al invertir el lugar de los trminos y reflexionar sobre su ideal, emerge en las expresiones sintomticas, en el vaco, marca de insatisfaccin. No todo se alcanza a travs de la educacin. Analizar, Gobernar y Educar estn concernidos por un imposible, que al mismo tiempo es su condicin de posibilidad.La educacin como cualquier actividad humana, permite interrogarnos cmo practicarla. El sujeto es una construccin explicativa de la constitucin de redes de experiencias en los individuos y en los grupos. Tales redes tienen una cualidad: no son permanentes, ni definitivas y las experiencias que podan ser positivas pueden ser consideradas posteriormente como negativas y viceversa.Esta definicin implica poder pensar como sujetos a todos los miembros del sistema educativo, formando parte de una estructura con grietas; y desde all, del sin sentido, organizar nuestras experiencias. Es en este experienciar que se construye el sujeto; es en este dar sentido y resignificar la realidad; es un encuentro entre actuar y pensar, es la posibilidad de ser conciente del lugar que se ocupa.La cultura que produce y sostiene la escuela es una seleccin arbitraria impuesta por sectores hegemnicos como legitima, que produce violencia simblica. Pensar en la construccin de sujetos, es tener en cuenta quin es la persona, pero tambin en quin puede transformarse.Reflexionar sobre el lugar docente tiene que ver con la posibilidad de comprender crticamente formas y lugares concebidos al saber en la produccin social del conocimiento, en el que ha de tenerse en cuenta la dimensin tica, poltica y social.Cados los mitos que construyeron la infancia, el nio ya no slo es futuro, sino tambin presente; estas dimensiones temporales interactan en un juego de alternancias, el nio puede ahora- ir construyendo un modo de participacin activa en la institucin escolar. Se trata de una participacin vinculada a la tica y a la politica

La dispersin subjetivaPedro Ferretti.Cuando decimos que hay lazo social es porque nos estamos refiriendo a un discurso, es el discurso que funciona como un tiempo de asiento social y la importancia de todo discurso son las consecuencias que este genera, en estos trminos es que en tanto hay discurso hay lazo, pero para que haya lazo, en tanto siempre va a haber malestar en el lazo, es porque algo opera en el malestar del lazo social, hace suplencia, ordena el tiempo y el espacio, este ordenados en el lazo es lo que denomino la funcin de la promesa en el discurso, todo discurso encierra una promesa. La promesa es lo que viene al lugar de la falla en el discurso, es lo que hace suplencia en este imposible del lazo social del encuentro con el otro. La promesa funciona como ordenador temporal, en tanto hay algo prometido a cumplir, estamos a referencia a un futuro, esta posibilidad de pensar el futuro articulado a una promesa pone en relacin este futuro con un pasado y esto es lo que permite el reconocimiento de una historia, de la historia y una deuda con el pasado, as mismo, se puede pensar que el pasado tiene una deuda con el futuro y esto articula, pone en relacin una continuidad temporal entre las generaciones, la promesa funciona como un llamado con el futuro, un lugar donde ir. Podemos decir que la promesa es una causa: funciona como causa del deseo. Aqu hago una diferencia, si funciona como causa, la promesa no estara en relacin a un ideal, porque el ideal en tanto algo a conseguir, podemos decir que tambin marca un lugar y la relacin de la que se establece, nada tiene que ver con el deseo, porque los ideales son de u Otro, en todo caso el lazo que se establece con el ideal fracasa, si bien hace lazo social que congrega a la masa en relacin a un uno totalizante, son los lazos temporarios; porque en este sentido se puede decir que el ideal en definitiva termina aplastando el deseo, all no hay causa, sino lo que causa el deseo, en tanto el por-venir, derivar de la promesa por cumplirse y esto es toda una construccin, que se cumpla o no, no tiene ninguna importancia porque el porvenir tambin est incluido el azar, es por esta inclusin que podemos pensar en un movimiento, en una construccin, y la implicacin de alguien en esta posibilidad de articulacin entre el deseo y el azar que lo por-venir puede encontrar un lugar en el futuro, esto es posible porque la promesa y esto hace a su funcin es enunciada desde un principio pasado, es por esto que se puede decir que es en este punto donde el presente como existencia cobra un sentido, esta es una de las maneras de pensar la funcin del tiempo que opera en los discursos pudiendo establecer una continuidad generacional, una construccin histrica en el lazo social.Si hay algo que funciona como causa de deseo es la existencia de una promesa, esta articulacin hace a un tiempo lgico que opera discursivamente, un tiempo en el discurso, un tiempo ordenador, que la historia no comienza cuando uno llega, sino que hubo un espacio y un tiempo anterior, hubo un origen. Ubicando la temporalidad del discurso, como un ordenador, podemos pensar en un tiempo que no adormece, sino que promueve, que posibilita lo por-venir. El por-venir tiene una implicancia, no solamente temporal, sino tambin de un sujeto, alguien es responsable, en tanto la posibilidad de construccin de lo por-venir.Lo que ubico en este punto de la falla del discurso, lo que viene a ese lugar de la falla, a hacer suplencia como promesa, se puede ubicar ah el amor, la religin, la politica, la educacin, la ciencia.Aquello que hace suplencia funciona como promesa. Este fenmeno no promete nada, se est adentro o afuera.Al mercado no podemos considerarlo como un discurso, por eso se puede decir que el mercado no hace lazo social. El mercado demanda, demanda que se consuma. Qu necesita el mercado? Consumidores.

Un tiempo sin promesasCada discurso soporta como ideal y la relacin que se establece con las identificaciones que en relacin esos ideales se realizan, estos ideales son siempre del Otro. Estos ideales como una meta a conseguir, tambin el ideal conforma un lazo social pero podemos decir que conlleva en su estructura l fracaso. Pero esto no debera ser as?, pienso que no puede ser de otra manera, pero no es por este camino donde la causa funciona, la causa como causa de deseo, algo muy diferente del hacerse una causa en relacin a los ideales y es en este sentido donde podemos empezar a pensar y dar alguna respuesta a lo que se plantea actualmente cuando se enuncia la cuestin del fin de las ideologas.Podemos pensar que el discurso del capitalismo ha sido sustituido por algo que no es un discurso: el mercado que si bien puede estar entroncado con el capitalismo, no es un discurso, y si no es un discurso no hay produccin, no hay trabajo, no hay un sujeto implicado y en tanto es un fenmeno que expulsa, se est dentro o fuera del sistema, quedan en esta situacin sectores que se los puede denominar fuera del discurso.Nos encontramos entonces con una certeza, una afirmacin no hay futuro, en tanto no hay posibilidad de un pasado, de una historia, de una construccin de la historia. De una construccin de la historia, que se produce, que se construye en funcin del trabajo, como modo no solamente de produccin social, sino de constitucin subjetiva y temporal.Todo acontecimiento humano es producto o est en relacin lo que un discurso produce, o que el lazo social que se establece son las consecuencias de lo que un discurso genera como produccin. Es ante la prdida de la identidad que se produce no slo la fragmentacin social, sino que ante esta prdida, nos encontramos con la conformacin de grupos desorganizados, que no solamente produce la fragmentacin social, sino que estos grupos se ven obligados a partir de este fenmeno de expulsin a la migracin.Aquel que sin tener que movilizarse geogrficamente dentro de un territorio, no encuentra un lugar en el lazo social, no tiene posibilidad de discurso. Esto es como consecuencia de la prdida de la identidad, que hace organiza una forma de vidaEl nmade es aquel que tiene un lugar temporario, ya que no puede establecerse definitivamente, pero esto no se puede pensar sino como hecho de discurso, esto es lo que hace lazo social. Se trata de un lugar en el discurso, los nuevos nmades no tienen lugar en el discurso. No es posible pensar lazo social sin un discurso que estructura el lazo y sin una economa que produce el discurso, que tambin lo determina.La produccin es producto de un discurso y lo que el discurso como tal produce, lo que tiene como produccin en tanto es a partir de estos modos del discurso que hay lazo social. Entonces el lazo social es posible por lo que cada discurso genera como produccin y esto hace a un tiempo lgico a una temporalidad discursiva como sustento de un discurso, entonces, si hay un orden temporal es porque algo viene al lugar de la falla en el discurso, ac ubicamos la promesa como funcin y como causa de deseo.El mercado, que no es un discurso y en este orden de las cosas podemos decir, que si no hay discurso, no hay sujeto, si no hay sujeto, no hay produccin, no hay trabajo, una de las maneras de pensar la desocupacin a escala mundial, y a los desocupados como fuera del discurso.Por qu ocurre esto? Y esta pregunta hace a la tica del psicoanlisis, porque el psicoanlisis tiene en cuenta a un sujeto implicado en lo que le pasa, que es responsable de lo que padece. En todo caso el psicoanlisis trabaja para otra cosa, trabaja para hacer funcionar el goce en el discurso.El psicoanlisis no promete nada a los pacientes que inician un anlisis, pero tiene en cuenta la responsabilidad de un sujeto en su padecimiento, el psicoanlisis pone un sujeto a trabajar, a producir.Cules son las perspectivas? Es funcin y podramos decir, una obligacin de los psicoanalistas, intervenir ah donde los discursos vigentes fallan, interrogando los saberes constituidos. Porque los psicoanalistas sabemos por nuestra prctica que los saberes constituidos no hacen lugar a la verdad.No es asunto del psicoanlisis hacer promesas, eso corresponde a otros discursos, discursos que por estos tiempos no tienen en cuenta a los sujetos, los sujetos son descartables y nadie es responsable. Discursos, que nada prometen, porque no hay sujetos, sino solo seres que consumen hasta matarse. El psicoanlisis puede mostrar una salida, en la que el sujeto puede acceder a la risa, la risa ligada al entusiasmo que el acontecimiento del fin de un anlisis se promueve a un sujeto.Es precisamente por el entusiasmo con el que alguien se encuentra por haber accedido a su singularidad, a lo ms propio, puede con lo ms propio, con lo ms singular agujerear ese Otro de su tiempo.

La educacin, perspectivas tericas para su comprensin.Enrique Bars.Toda organizacin social genera mecanismos a travs de los cuales segura su vigencia. Nos referimos a los procesos de legitimacin de los universos simblicos y a la reproduccin diacrnica de las condiciones que sustentan el sistema socia. El lenguaje resulta, histrica y biogrficamente, el proceso objetivador por excelencia en tanto representacin flexible y antecedente del sujeto. El lenguaje adquiere relevancia para la legitimacin y transmisin cultural ya que el lenguaje se convierte en depositario de una gran suma de sedimentaciones colectivas, que puede adquirirse como conjuntos cohesivos y sin reconstruir su proceso original de formacinLa externalizacin y la objetivacin del mundo social son condiciones necesarias para la continuidad del sistema cuya dialctica se completa con la internalizacin de la realidad social objetiva a travs de los procesos de socializacin. Proceso conocido como reificacin vela la gnesis social a la conciencia de los hombres a la vez que atribuye estatuto de productor a procesos, mecanismos o entidades no humanas. La reificacin subyace a la legitimacin de los universos simblicos y opera como mecanismo de reaseguro para la vigencia del sistema y la afirmacin del poder de los sectores dominantes.El sistema de legitimacin de poder se organiza en dos modos:1- En la conciencia del gobernante: son los fundamentos de su derecho y la eliminacin de toda sospecha de usurpacin.2- En la conciencia de los gobernados: en tanto rgimen de cobertura y montaje trascendente al que se remitan todas sus acciones, las aceptadas para ser permitidas; las prohibidas, para su castigo o punicin.A este modo de legitimar el poder, Mar lo llama paradigma cristolgico. Este modo de legitimar el poder implica crear condiciones referenciales absolutas e irracionales de la sociedad; junto a subsidiarias de costumbres. Por tanto, se puede afirmar que este paradigma cumpla con una funcin lgico-racional (discursos del orden) e irracional (prcticas materiales).A partir de la modernidad, el referente trascendental de legitimacin fue sustituido por un criterio que intent enlazar el pensamiento del hombre con la racionalidad. Con la modernidad se asiste a un proceso de desacralizacin y desencadenamiento del mundo, como dice M. Weber, concepto por el cual cabe entender lo siguiente: la iglesia sigue siendo el lugar en que los cristianos tramitan su fe, pero como funcin intermediaria carece de capacidad para suministrar categoras de legitimidad. En el nuevo rgimen histrico aparecen cambios bsicos en la organizacin social y en las instituciones, se libera la filosofa y propone una nueva matriz: la razn que da cuenta del conocimiento, y aparecen nuevas concepciones de legitimacin seculares, adaptadas al dominio de la racionalidad imperante.El poder se entiende como el sistema de relaciones que hace posible que un sector, organizacin o individuo disponga de la capacidad necesaria y suficiente para ejercer influencia en un mbito ms o menos amplio del mundo social. El ejercicio del poder supone, por un lado, la posibilidad de decisin y ejecucin de las acciones que se propone a travs de mecanismos que van desde la persuasin hasta la imposicin por medio de la violencia fsica y, por otro, la susceptibilidad de ser influido recprocamente por el individuo, organizacin o sector social sobre el que se ejerce el poder.Si el poder deviene de las relaciones sociales y de las posiciones relativas intersectoriales, aparecern como sectores hegemnicos aquellos que, merced a la mayor densidad y amplitud de las redes vinculares, hayan definido una ms amplia cuota de poder, en virtud de la cual habrn de operar conforme a sus intereses sectoriales.Las condiciones histrico-sociales en las que se despliegan los dinamismos referidos, los efectos directos e indirectos de la configuracin de los mecanismos de reaseguro de la organizacin social y las tensiones y distensiones de la red social, modifican ms o menos profundamente las posiciones relativas de os diversos sectores concurrentes, lo que incide en la redistribucin de las fuerzas.Los diferentes espacios de poder y el consenso resultante de los dinamismos sociales son condiciones necesarias para la gnesis y vigencia de la organizacin den Estado que habr que requerir la concurrencia consensual de fuerzas sectoriales para la constitucin discursiva del bien comn y la emergencia hegemnica de un sector que se impone como dominante. A propsito de la gnesis del Estado, emplea el concepto de estatidad para referirse al grado en que un sistema de dominacin social ha adquirido el conjunto de propiedades expresado en su capacidad de articulacin y reproduccin de relaciones sociales- que definen la existencia de un estadoSeala Debray: El Estado puede estudiarse como un vaco semafrico: un espejismo de signos. Enseas, sellos, medallas, emblemas, escudos de armas, estampillas: estas marcas dan testimonio de la aparicin, a los ojos del historiador, e cualquier parte del mundo en que se encuentren, de algo como un Estado. El Estado se ocupa de difundir estos smbolos a lo largo de todo su territorio, de manera de garantizar que lleguen a toda la poblacin, produciendo as el sentimiento de pertenencia y cohesin de sus habitantes. Su obligacin es persuadir. El ejercicio del poder implica la intervencin de smbolos que transforman la pura y simple coercin violenta en persuasin asentada libre.El Estado que define Debray es tanto Estado espectculo como as tambin Estado tecncrata, puesto que se apropia y/o controla los diferentes sistemas tcnicos: de fabricacin y de transporte de los signos. Al incluir la institucionalizacin de las relaciones sociales, la estatidad y el sostenimiento y la reproduccin del sistema, debe necesariamente- hacerse referencia a la internalizacin de lo social y su consecuencia ms inmediata: la constitucin de una identidad comn. La identidad es un fenmeno psicosocial y, por ende, enraizado histricamente, va de suyo que la gnesis de una identidad comn deviene como sedimentacin de los procesos de internalizacin del mundo social objetivado. En el contexto de las relaciones sociales emergen tipificaciones que contribuyen a establecer lazos de cohesin entre los miembros de un mismo grupo social en tanto configuran referentes comunes construidos por la participacin de los actores comprometidos. La identidad comn es resultado de la internalizacin de tales referentes en una dimensin simblica. As, el lenguaje es vehculo de objetivacin pero, en la medida de su plasticidad, se convierte en soporte de la identificacin.El valor del lenguaje de los procesos constitutivos de la subjetividad (y en este sentido, de la sociabilidad, de la humanidad) ha sido largamente trabajado en el psicoanlisis. No es el mundo material quien nos instruye, sino que es el lenguaje y lo que en l se transmite, tanto por sus formas como por sus contenidos. El orden de lo simblico no es constituido por el hombre, sino que es lo que lo constituye.Por lo tanto, los procesos constitutivos del psiquismo tienen cierta continuidad, a nivel psicolgico, con los procesos constitutivos de los procesos de institucionalizacin, en tanto objetivacin y materializacin de los universos simblicos con el objetivo de mantenerlos y producirlos.Las instituciones se constituyen sobre la base del tejido social y aparecen como instituyentes de un orden del que, en realidad, tambin ellas dependen.las instituciones, en este sentido, seran la cristalizacin del poder que se genera en el seno del reticulado social, pero adquieren un nivel de formalizacin tal que reestructuran el poder gestando nuevos espacios e incidiendo en la matriz social que las sostiene. Las funciones conservadora y reproductora de las instituciones les es impuesta por las condiciones de su gnesis y por imperio de la propia dinmica social. Se requiere un esfuerzo metodolgico que permita desentraar los lazos que ligan a las instituciones con sus procesos constitutivos.El Estado, en tanto institucin, deviene del conjunto de la estructura social, aglutina los esfuerzos sectoriales y se alza invocando el inters general, aun cuando en su gnesis y predominan intereses de clase. All reside su singularidad; aun cuando lleve la impronta del inters general, velndose su carcter clasista y su condicin de aparato de dominacin. El Estado resultar entonces representante del inters general por instituir una legalidad aglutinante necesaria para la consecucin de intereses sectoriales coligados.Las relaciones interinstitucionales se desarrollan en el contexto de las relaciones sociales en su conjunto y se establecen particularidades que confieren al mbito interinstitucional los rasgos de una subestructura. Delimitan un mbito dinmico que est en estrecha vinculacin con los dinamismos de la estructura social y en relacin de interdependencia con sta.De este modo, el Estado, entendido como institucin paradigmtica, est en merced de tales dinamismos a la vez que se incide en la dialctica social en general y en el mbito interinstitucional en particular.La educacin, entendida como proceso social a travs del cual los sujetos se incluyen en el orden cultural, supone la convergencia de dimensiones micro y macrosociales. En este sentido, el concepto de educacin asimila al de socializacin y conlleva la nocin de conservacin y reproduccin de la cultura a travs de la internalizacin de la dialctica social. La escuela es la institucin que se ocupa de insertar al nio en el orden socio-poltico de su comunidad. Esta funcin es hoy delegada, en gran parte, a la escuela. De esta manera se definen sus funciones en orden a dos cuestiones: la instrumental, capacitadora, transmisin de los conocimientos considerados socialmente significativos. Y la socializadora, de formacin, que implica un determinado ideal de sujeto.Las funciones socializadora e instrumental se ponen juego de manera simultnea, siendo ambas constitutivas de los procesos de enseanza-aprendizaje. Es necesario atender a estas prcticas sociales para poder entender el tipo de objeto de conocimiento que el sujeto estar en condiciones de construir, ms aun cuando de lo que se trata es de un objeto que comparte una doble caracterstica: es un objeto de conocimiento a ser construido, pero tambin es constitutivo del sujeto que lo construye.Las teoras crtico-reproductivistas de la educacin han subrayado los aspectos conservadores de la educacin con especial referencia al sistema escolar y su condicin de instrumento de dominacin de clase. La funcin conservadora y reproductora no es privativa de la escuela sino que es lo peculiar de toda institucin, que la funcin transformadora de la educacin se redimensiona so se tiene en cuenta no slo la educacin formal, sino tambin la educacin no formal.La sociedad argentina ha ido construyendo una cultura poltica cuyos valores, reforzados por la ltima dictadura no son fcilmente trocables por la restauracin del rgimen republicano democrtico. Al tomar el problema especfico de la escuela, este arco de tensin adquiere una connotacin particular, puesto que la institucin escolar reconoce una cultura que, de alguna manera, le es propia, a la que los etngrafos escolares la llaman cultura escolar. Desde esta perspectiva, se considera a la escuela como el reflejo de la cultura de la sociedad en que se desarrolla y a la vez como la expresin de una cultura especfica, la cultura de la escuela. Entre ambas culturas se enlazan diferentes discursos que dan cuenta de las relaciones que entre Estado, Sociedad y Escuela se establece. La cultura escolar comparte rasgos propios con las diferentes instituciones polticas, incluso en contextos polticos, sociales y geogrficos que no son derivaciones directas de las culturas locales de os pases en los que estn insertas.El proceso de reproduccin y las propias transformaciones sociales generan los cambios que operan sobre aquello que se pretende reproducir. Si bien la paradoja de conservacin/transformacin es comn a los procesos histricos-sociales, aparece en la educacin como su carcter ms genuino.Decimos, entonces, que la educacin se ubica en el filo de la paradoja, en un hiato, un espacio virtual que se condiciona por el equilibrio/desequilibrio que, tensado por las relaciones sociales, se dirime en el seno de la estructura social. El cariz regresivo/progresivo de la educacin es independiente de las voluntades polticas y de los anlisis a que se someta el fenmeno; es, ms bien, su precisa condicin. Las instituciones no tienen un carcter conservador o reproductor per se sino que producen transformaciones independientes de sus propios objetivos, y a veces, pese a s.El poder que acumulan los sectores dominantes cristaliza en instituciones y el consenso sostiene a las mismas en tanto se mantengan en las condiciones histrico-sociales que permiten a un sector ubicarse en la posicin relativa de dominacin. Las instituciones asociadas a sectores dominantes, cristalizan como tales sostenidas por los espacios de poder de esos sectores y, eventualmente, de otros sectores coligados y su vigencia y fuerza quedan supeditados a las tensiones del tejido social y a las posiciones relativas de los sectores asociados a ellas. Nos interesa destacar algunos aspectos sealados en el prrafo anterior. Decamos:1- La institucin educativa tiene un carcter conservador en tanto su poder instituyente reconoce una gnesis social;2- Produce transformaciones como efecto necesario de su accin (aun cuanto sta sea productora en primera instancia);3- Que condensa las complejidades de la sociedad civil; y4- Sufre transformaciones algenas.La reproduccin de las relaciones sociales de produccin, del orden institucional y de la dimensin ideolgica aparece como una funcin de la educacin ligada a su carcter conservador. Adems, la presencia, afirmacin y continuidad de las instituciones educativas produce efectos en el seno de la matriz social que las genera y estos efectos deben tomarse como transformaciones toda vez que implican modificaciones de los sistemas de relaciones sociales.La educacin como funcin social, necesaria para la propia subsistencia del sistema, mbito, factor y efecto de transformaciones sociales, adquiere diversas particularidades a travs de un continuum que incluye desde los primeros contactos propios de los protoaprendizajes caractersticos de la relacin didica madre-hijo, hasta los ms sofisticados sistemas institucionales de enseanza. La escuela como institucin encargada de asegurar este continuum sostiene una concepcin de sujeto, y segn quede ste definido, se organizars las estrategias para dar lugar a esa transmisin que, por otra parte, implica garantizar algn aprendizaje.Al pensar la educacin enlazada a la constitucin del psiquismo, se destaca ntidamente un proceso al que ya se hizo referencia cuando hablamos de la internalizacin del mundo social objetivado; la identificacin. En este punto nos interesa subrayar dos conceptos; el carcter social de la constitucin del psiquismo y que el proceso de hominizacin es siempre un proceso de auto-produccin humana; dos conceptos que resultan de gran riqueza tanto en la psicologa como en la sociologa. As, entonces, el enunciado de que el hombre se produce a s mismo no implica de manera aluna una suerte de visin prometeica del individuo solitario. La auto-produccin del hombre es siempre y por necesidad, una empresa social.El sujeto humano se construye merced a la alteridad y la dimensin inconsciente de su psiquismo es su huella. Este sujeto, que debe construir una identidad que lo asemeje a lo humano de su cultura, a su vez que lo diferencie como nico y original, construye su universo significante por las sucesivas identificaciones con un mundo de objetos cuyo estatuto de realidad gesta el sujeto con arreglo al referente social. La socializacin primaria acontece en pleno proceso de constitucin del sujeto humano.Ese proceso de identificacin supone un movimiento de clausura, de cierre, que asegure la existencia del si-mismo. Esta operacin de clausura tambin se verifica en la dimensin cultural; de ese modo la sociedad adquiere consistencia, se cohesiona. La coherencia que adquiere el todo social, los rasgos que la hacen ser esa sociedad se nutren de aquello que Castoriadis llama el magma de las significaciones imaginarias sociales. El proceso de socializacin, no es homogneo ni simple. El individuo no puede advenir como ser humano si no es apuntalndose en el campo social. Slo un prjimo puede reconocerlo y asegurarle su lugar dentro de la simblica social.La transicin de la socializacin primaria a la socializacin secundaria supone la inclusin en un orden institucional progresivamente ms intrincado. En la socializacin secundaria tiene directa relevancia el orden poltico y, consecuentemente, las relaciones de poder existentes en la estructura social. Es aqu cuando la dinmica de las relaciones interinstitucionales reviste el mayor inters. En el proceso primario de alienacin de la sociedad civil en la sociedad poltica la funcin educativa o un segmento especializado de la misma se deriva a instituciones prximas al nudo aliengeno.

La inconsistencia del futuro.Pedro Ferretti.I- La Promesa en el lugar de la falta del discurso.Cules son las consecuencias que se introducen entre los seres humanos desde la existencia del psicoanlisis?Deberamos distinguir en principios, la condicin de seres vivientes, seres vivientes que tenemos la particularidad de hablar y tenemos una relacin con aquello que nos permite hablar que no es ni ms ni menos que la existencia del lenguaje.Tenemos un organismo y la cuestin sera, si ese organismo podr expresarse por medio del lenguaje o habr algo que har resistencia a esta posibilidad de expresarse todo por medio del lenguaje y por otra parte de qu manera se pasa del organismo al lenguaje.Para pasar del organismo al lenguaje debemos olvidar el cuerpo, en el sentido de las perturbaciones del organismo, porque si el cuerpo est presente, esto impide la posibilidad de hablar. Hablo con mi cuerpo sin saberlo, porque si pensara en esto no podra hablar. Entonces cuando hablamos, en lo que decimos, habr siempre algo que queda sin decir, que algo puede ser dicho. Cuando hablamos lo que se produce es una prdida del goce del propio cuerpo.Entonces el planteo que quiero hacerles es como desde el psicoanlisis podemos pensar la relacin social, el lazo social y los acontecimientos sociales de nuestra poca.El discurso es un modo de relacin fundamental y cada discurso hace lazo social por esta necesariedad del otro, precisamente esa necesariedad del otro es porque hay falta, entonces esta necesariedad del discurso hace lazo social. El lazo social est determinado por la existencia de un discurso.La lengua es el nico lazo social que une a los seres hablantes, la psicologa coloca en ese lugar a los afectos.Cada discurso responde a una lgica y de lo que se trata y de lo que se ocupan los diferentes discursos es de ceir lo que hay de goce en ellos, ceir este goce que hay en el lazo social. Es por eso que podemos decir que hay discurso y lazo social porque estamos en relacin al lenguaje, el ser humano es un ser del lenguaje. Todo discurso tiende a unir, el discurso, cualquier discurso tiende a propiciar una unin pero, en esa intencin se produce un fracaso y esto es as, es inevitable, si no hubiera fracasado no habra problemas, todos los problemas que conocemos se producen por este fracaso, por esta falla. Si esta pretendida unin fracasa es precisamente por la condicin misma de la existencia del lenguaje. La existencia del lenguaje hace que esa unin no se concrete. Esto lo podemos decir, porque el lenguaje no alcanza para decirlo todo, hay algo que estar siempre por afuera del lenguaje, como imposible de decir y es por este imposible de decir que algo puede ser dicho, pero no en el sentido de una intencionalidad de no querer decirlo, aqu de lo que se trata es de lo imposible de decir. Es por esto que podemos hablar, comunicarle algo a otro, como una manera de bordear aquello que est por fuera del lenguaje.Entonces, todo lo que se trata de discurso, conlleva una relacin con el saber.Cuando hablamos, el que habla lo hace en relacin a un saber determinado que es propio, un saber que constituye al sujeto que habla. El que escucha, tambin, escucha desde un saber determinado, que lo constituye; un saber que es indiferente de aquel que habla. Siempre que hablamos va a haber un mal entendido, que hay algo que qued por fuera de la conversacin, algo que en el acto de hablar, cae como resto.Ese resto es lo que hace hablar, es lo que funciona como causa, condicin necesaria para que alguien pueda comunicarle algo a otro.Ese resto est irremediablemente perdido para cada uno de los que habla, de lo que se trata entonces, es de lo que cada uno puede hacer con ese resto porque esto es lo que funciona como causa.Es en el mismo acto de hablar donde se confirma el desencuentro con el otro, que no hay unin posible, sino que lo posible es un mal entendido, un entre dicho. Ese resto que se desprende en el acto de hablar, en tanto est por fuera del lenguaje siempre va a constituir un enigma, para el que habla y para el que escucha. Es por esta condicin misma y la particularidad que tiene para cada uno, aquello que se constituye como un enigma, enigma para ambos, desconocido, confirma entonces el desencuentro, la imposibilidad de unin y al mismo tiempo, el enigma como funcin, opera como causa de deseo.Si todo discurso trata en esa unin de ceir el goce, se puede decir que ese goce nunca se va a alcanzar y esto va a llevar a una insatisfaccin o a una diferencia entre el goce esperado y el goce obtenido. Por eso, cualquier lazo social va a ser suplencia de esa unin que no es posible, o sea la pretendida unin de la relacin sexual, relacin que fracasa en la ambicin de hacer uno con el otro. Por eso, en esta separacin que se produce entre uno y el otro, esta imposibilidad de encuentro es lo que va a traer malestar en el lazo social.Si no hay una promesa como soporte del discurso, no podemos reconocer eso como un discurso y el discurso es la condicin necesaria para la existencia del lazo social.Contar con una promesa es contar con una respuesta sobre el futuro. Tal vez lo que le da consistencia a la existencia del futuro es la posibilidad de que haya una promesa aqu no se trata de que la promesa se cumpla o no, puede ser que si o que no, esto no est en cuestin, no tiene ninguna importancia.La falla hace al amorPodemos decir que siempre algo viene a este lugar en donde el discurso falla, en ese lugar de fracaso podemos ubicar all al amor.Qu nos dice el amor?El amor, siempre es reciproco y en el fondo es narcisista y que frente a esta imposibilidad de la relacin sexual surge el amor. El amor va a ese lugar de imposibilidad de hacer uno con el otro.El amor genera la ilusin a la manera de una promesa que sera posible ese encuentro, esa unin con el otro.Por qu decimos que el amor es narcisista? De qu se enamora alguien?, nadie ama una totalidad, siempre va a haber un rasgo, un recorte del cuerpo del otro, es este algo ms que uno encuentra efectuando el recorte del cuerpo de otro ser viviente, es eso lo que causa el amor, condicin necesaria para el deseo. Ahora, Por qu un rasgo determinado causa el deseo?, Por qu ese rasgo? Ese rasgo es reconocible por alguien, porque es un rasgo que le pertenece a ese alguien que lo reconoce, es un rasgo que antes fue reconocido, recortado de l. Uno se enamora de eso, de un rasgo propio, claro que eso se desconoce, pero lo que importa es que funciona, por eso podemos decir, que en el fondo el amor es narcisista. Tambin podemos decir que el amor falla, sino no habra desengaos amorosos, esto lo podemos pensar con relacin al rasgo que alguien recorta del otro, si esto fue visto y recortado por alguien, en algn momento ese rasgo puede no estar, desaparecer yy detrs de eso se va el amor.Sabemos que en el ser hablante, no se nace hombre o mujer, se trata de aquello a lo que cada uno tiene que devenir recorriendo el camino de la sexuacin, devenir hombre o mujer, identificndose a ciertos rasgos, segn el discurso del Otro a los significantes macho, hembra, varn, mujer y esto es lo que va a constituir el ideal.Esta identificacin conduce a una diferencia y es a partir de esa diferenciacin que aparece a modo de resolucin la posibilidad de complemento.La promesa de la religinLa religin introduce la temporalidad en el discurso y en el lazo social.En este punto, podemos tomar el acontecimiento historio de la religin judeo cristiana, su aparicin, destituye, termina con el tiempo provisorio del paganismo.La historia puede ser considerada o contada en forma lineal, en tanto se inaugura un lugar en el futuro a partir de la promesa de una vida ms all de la muerte. Entonces, las consecuencias del tiempo en el lazo social estn en relacin al discurso de la religin, de las prdicas, la creencia, la fe, sustentado en la palabra de Dios, el buen cristiano es merecedor del paraso y la vida eterna, despus de la muerte; la vida despus de la muerte.Esta promesa, que ubica un lugar en el futuro, ordena los tiempos y los espacios, tanto futuros como pasados y es a partir de este ordenador donde el presente toma consistencia como tal en tantos hay una promesa de un ms all enunciada desde el pasado que inaugura un lugar en el futuro al cual se puede llegar, este es el origen del tiempo y los espacios de la modernidad.Las promesas de la modernidad(Lo que el viento no se llev o lo que no se fue con el viento)A lo largo de la historia podemos ver como se va generando una adecuacin del lazo social al discurso dominante.Podemos ubicar el inicio de la modernidad con la revolucin francesa y la revolucin industrial.El discurso de la modernidad sostena sus premisas en el progreso, con relacin al avance cientfico y tecnolgico. Todo esto sustentado en el sujeto cartesiano, donde la razn prevaleca en el lugar que antes ocupada Dios, es a partir de esto que ahora era el hombre el que poda organizar las sociedades.Dentro de esta organizacin social que se constituye a partir de la modernidad debemos tener en cuenta lo que signific el avance de las ciencias y la tecnologa acompaando determinados intereses econmicos que estaban ligados al desarrollo y a la acumulacin del capital. Esto llev a la divisin de las sociedades en clases.Tanto el capitalismo como el marxismo, se desarrollaron sobre las bases misma de la modernidad, tanto uno como el otro sostienen en su discurso promesas muy parecidas, de bienestar, desarrollo, igualdad y justicia social y sobre todo los dos discursos toman al mismo sujeto, el sujeto racional, el sujeto cognoscente. Podemos decir que la modernidad cuenta con un sujeto, la aparicin del sujeto cartesiano produce una ruptura epistemolgica y una manera diferente de pensar tanto al hombre y su relacin con el universo, como la organizacin de las sociedades.Algunas promesas de la modernidad: el triunfo de la razn sobre el oscurantismo, la redistribucin de las riquezas, mayor ganancia. Si bien esto fracas, haba una promesa sobre el futuro, este cobraba existencia como porvenir.Si bien el proyecto moderno fracas podemos decir que la modernidad sostena en algn sentido una promesa.Podemos decir que la modernidad es la palabra que se descubre contando y deseando la historia moderna, la palabra no es ya el camino de la creacin de Dios.La modernidad se sostuvo en la sensibilidad igualitaria y la solidaridad, constitua una manera de pensar y resolver la contradiccin central de la sociedad democrtica, entre la igualdad de principios para todos los ciudadanos y las desigualdades sociales.Los ideales de una sociedad sin clase y el llamado Estado Benefactor, fuero las propuestas modernas para asumir esta contradiccin. En tanto se ha perdido la solidaridad, la posibilidad de movilizacin, de organizacin, como respuesta nos encontramos con mayor violencia o el surgimiento de los movimientos fundamentalistas o neonazis.Esto es un efecto del lazo social que el discurso dominante genera, un lazo que no enlaza, sino que disgrega la trama social.Despus, el fin de la guerra fra, la cada del muro de Berln, el planteo de los posmodernos con el fin de la historia.Entonces, surge a partir de la crtica que la posmodernidad hace a los fundamentos dela modernidad que podemos esbozar de la siguiente manera:Este fenmeno de la posmodernidad sobre el discurso del fin de la historia, son las expresiones del agotamiento del proyecto moderno como matriz paradigmtica de universalizacin. La posmodernidad es el signo del acabamiento del proyecto moderno como herramienta para el ordenamiento del poder global.Tambin es cultural e ideolgicamente un socavamiento del dispositivo estructurante del sentido que sostiene la modernidad:Los elementos que conforman este dispositivo son:1) La crtica a las tradiciones premodernas.2) El sentido unitario, reductivo y evolutivo de la historia.3) El orden mecnico como paradigma organizacional y cosmolgico.4) El sujeto racional como fundamento y dominio del protagonismo histrico y natural.5) La continuidad evolutiva y lineal como metfora figurativa del tiempo.6) La sobre valoracin del cambio y su vinculacin con la idea de revolucin como salvamiento mesinico.7) La sustitucin de la idea de revelacin cristiana por la idea de desarrollo histrico.8) El estado moderno como resolucin superior del orden cvico, socioeconmico y militar.9) La libertad como posibilidad de librarse de toda tutora mediante el dominio del conocimiento y la tcnica.Tomamos a la modernidad y es aqu donde quiero hacer hincapi, en la creencia de haber colonizado el futuro, podemos pensar en lo que hay ah como causa. Hay en el futuro una causa que nos evoca de las generaciones del pasado a la que debemos advenir.El posmodernismo gira sobre el reconocimiento de la obsolencia de este conjunto de elementos que se nombra como el fin de la historia, que conlleva el fin de las ideologas.II- La perseverancia del vaco la agona de la Democracia.Los tiempos de espanto.El planteo que quiero hacer est en relacin a qu significa y cmo poder pensar esto que llamo los tiempos de espanto. Para esto, parto de ubicar el espanto como un acontecimiento social dentro de estos tiempos. En su inicio debemos pensarlo como un proceso histrico, que estara en relacin a la mutacin del discurso del capitalismo moderno que conocimos, al cual era posible confrontar y combatir por su estructura como discurso y el efecto que como tal produca en el lazo social.Deberamos en primera instancia tomar una cuestin que tiene que ver con lo que considero que ha sido una derrota. Derrota en el sentido ideolgico y a partir de esto, cules seran las estrategias a seguir. En el diccionario nos encontramos con dos acepciones de la palabra derrota:Derrota: segn el diccionario la definicin de derrota: f. Mar. Rumbo de las embarcaciones./ camino, vereda. /Militar. Vencimiento completo de un ejrcito, seguido por lo comn de fuga desordenada.Teniendo en cuenta estas dos definiciones, podemos quedarnos con aquella que hace al derrotero pudiendo de esta manera convertir una derrota en una estrategia, para tomar entonces a partir de este norte, nuevas estrategias que nos permitan efectuar una lectura diferente.La cada del discurso del capitalismo, trae como consecuencia lo que podra leer como derrota del materialismo histrico. La cada del materialismo histrico como discurso amo, termina con una forma ideolgica y con la estructura del capitalismo mismo como discurso, provocando la imposibilidad d contraponer a este fenmeno cualquier otra estructura discursiva o ideolgica.Nos encontramos entonces ante dos cadas, la cada de dos discursos que se contraponan, quedando entonces un vaco, este vaco es lo que podemos llamar el espanto y es aqu donde tenemos que empezar a leer los nuevos modos de lazo social.Porque si se trataba entonces de un discurso que ha sido sustituido por algo que no sera un discurso, esta es la dificultad primordial a la que nos enfrentamos, hoy no es posible que desde un discurso se pueda contraponer a manera de un enfrentamiento o interpelacin, se trata de conformar un discurso nuevo, para que sea posible encontrar una forma operativa que pueda poner lmites.La produccin de lo inasibleLa construccin social de la realidad es un proceso que no se puede pensar exclusivamente desde las acciones humanas, sino de la accin de aquello que nos distingue de hablar y de tener todo lo conocido hasta ahora, de poseer la particularidad de hablar y de tener una relacin con aquello que nos permite hablar, la existencia del lenguaje. Es a partir del lenguaje y su agente mediador, el discurso y su interaccin con las acciones con los otros, lo que modifica el orden natural estableciendo as la posibilidad de un lazo. Estos lazos se sustentan en un discurso amo o hegemnico que ordena y pone en relacin a los dems discursos, que forman parte de la estructura de cualquier lazo social entre los seres hablantes.Es el discurso lo que hace un lazo entre los seres hablantes y se reproducen a partir de determinadas representaciones, que son el efecto y se originan dentro de la estructura del lenguaje. Cualquier lazo o acontecimiento entre los seres hablantes, se establece en relacin al lenguaje, las presentaciones y su posibilidad de mediacin o agente de interaccin es el discurso, que est conformado por una estructura, por cuatro lugares como lo plantea Lacan. No se podrn concebir las sociedades sin la existencia de estas representaciones.Estas acciones o hechos con los otros son hechos de discurso y todo discurso tiene una produccin que puede ser planteada en dos niveles.Como discurso tiene una produccin que es la constitucin de un lazo que permite o hace posible una unin.Este propiciamiento a la unin es lo que va a ir estableciendo un orden en el lazo social, que se sostiene en determinadas representaciones dentro de un orden simblico.Se pueden pensar dentro de stas representaciones todas las estructuras, que dentro de una sociedad, como las formas de gobiernos, los aparatos jurdicos, los sistemas educativos, etc., que ordenan y regulan garantizando el funcionamiento, el desarrollo y la interaccin entre los seres hablantes, no sin malestar, porque siempre en algn punto se produce una falla.Entonces dentro de lo que sera un discurso, siempre nos vamos a encontrar en el interior de su estructura, con algo que falla, esta es la condicin estructurante de cualquier discurso. En algn momento algo de lo que se espera que debera ocurrir no ocurre, de aquello que no ocurre y debera haber ocurrido, esto hace a la funcin de la falla y es lo que constituye a un discurso como tal. En lo que se refiere al modo de produccin econmica en el cual se sostiene el lazo social, ya que no podemos pensar ninguna relacin social humana, se nos presenta como una estructura de discurso, en tanto es lo que produce, sostiene y reproduce una forma econmica de relacin social.El lazo que se genera a partir de la economa y la forma de produccin, de consumo y de intercambio en una sociedad tambin producen las presentaciones en las cuales se sostienen las economas y los lazos que stas establecen.Estas representaciones estn dentro del orden de lo imaginario y pasan a formar parte de lo que sera el orden natural de los modos productivos de una economa. Pasan a formar parte de las estructuras, en donde hacen sustento las relaciones que se establecen dentro de las sociedades, regulando un modo de funcionamiento y de distribucin. Considerando lo que sera la divisin social del trabajo y esto se nos representa, entonces, como un acontecimiento de un orden natural, donde la sociedad se divide en diferentes clases sociales. Esta divisin social es tambin alguna manera, un modo de regulacin del lazo, como de regulacin del goce, regulacin que hace a la posibilidad de funcionamiento de las relaciones que se establecen entre los seres hablantes dentro del mismo lazo social.El discurso es un modo de relacin fundamental y cada discurso construye un lazo social por esta necesariedad que hay del otro, precisamente esa necesariedad del otro es porque hay la falta, es a partir de esta necesidad que el discurso hace lazo social. Estas relaciones fundamentales que se establecen entre los seres hablantes, no pueden realizarse sin la existencia del lenguaje.Se puede decir que el lazo social est determinado por la existencia de un discurso.Cada discurso responde a una lgica y de lo que se ocupan los diferentes discursos es de ceir lo que hay de goce en ellos, ceir ese goce que hay en el lazo social.Si todo discurso trata en esa unin de ceir el goce, se puede decir que ese goce nunca se va alcanzar y esto lleva a una insatisfaccin o a una diferencia entre el goce esperado y el goce obtenido. Por eso cualquier lazo social que se establece en relacin a un discurso, va a ser suplencia de una unin que no es posible; la pretendida unin de la relacin sexual, relacin que fracasa en la ambicin de hacer uno con el otro. Es a partir de esta separacin que se produce entre uno el otro lo que va a instalar el malestar en el lazo social.Pero cada condicin de su falla promueve dentro del lazo social un movimiento. Ya que es a este punto de la falla donde pueden ir otros discursos o determinadas promesas cuya funcin es la de articular el malestar que se instala dentro del lazo a una causa, que funciona como causa de deseo, que promueve un movimiento otro, dentro de la estructura de un lazo social.Esto es lo que se encuentra dentro de la estructura de cualquier discurso, es lo que permite lo posible e la constitucin del lazo social que todo discurso produce, que exista una falla y que all se instale una promesa como condicin necesaria para la existencia del lazo, estableciendo a partir de esto un cierto ordenamiento funcional dentro del lazo social.Como la promesa viene a completar la falla, hace posible la torsin o la vuelta necesaria para pasar de un discurso a otro para que se constituya un lazo entre los seres hablantes.El capitalismo como discurso contiene en su estructura la divisin social, que permite la posibilidad de la contradiccin y de la dialctica de la oposicin por establecer y sostener las diferencia sociales. Esta divisin que funda en si misma al capitalismo como discurso, sostiene tambin aquellas promesas que fundaron a la modernidad.Se establece entonces una divisin, que como efecto de un discurso en relacin a un nuevo modo de produccin, modifica las formas del trabajo humano y las interacciones en el nuevo lazo social, esta divisin es su punto de falla, ya que es en ese punto donde es posible interpretarlo como un discurso y como tal genera un lazo social determinado, sustentado en determinadas representaciones, tanto simblicas como imaginarias.Es en estas representaciones donde se sostiene el lazo, y se crean las nuevas maneras en que se regulan las interacciones de unas sociedades por medio de las formas de gobierno. Es por esto que las estructuras de los gobiernos que dirigen las sociedades van a pasar a constituir tambin aquello que se nos presenta como algo que est dentro del orden natural de las estructuras sociales.Entonces las democracias como forma de gobierno vienen a constituirse en el ideal de un modo en que los hombres han elegido como una forma de administrar y regular todo un sistema social.Dentro de estas estructuras de gobierno vamos a encontrar todas las instituciones que vienen a garantizar su funcionamiento, los aparatos jurdicos, las fuerzas del orden pblico, los sistemas educativos, los sindicatos, los sistemas de salud, etc. Y cada uno de ellos en su funcin, va a constituir sus propios ideales.Cmo podemos pensar entonces, cundo y cmo, desaparece o se obtura ste punto de falla en el discurso? Cuando se produce una obturacin de la falla, cesa la posibilidad de produccin en la cual se sostiene un lazo. Cuando lo que funciona como causa desaparece en su funcin porque es esto lo que articula un movimiento, produciendo un modo de relacin diferente, tanto en el lazo social, como en las formas de circulacin, de intercambio, de acumulacin y de distribucin.Si lo que rige en el funcionamiento del lazo est determinado por los imperativos de un nuevo mercado, que establece un orden diferente de consumir, un mercado que nace a partir de una mutacin, la del capitalismo moderno a un capitalismo globalizado, ya que sus posibilidades de desarrollo, se sostienen en una particularidad que hace al mercado mismo, pensndolo entonces al capitalismo globalizado no como un discurso, ya que cualquier discurso tiene una produccin, un punto de falla y pone en relacin a los dems discursos.El capitalismo globalizado se sostiene en un mercado, cuya estrategia se funda en la economa de la acumulacin como nico fin, hace del lazo social un bien de consumo, colocando en lo que sera el punto de falla de un discurso, algo que se puede consumir, pero ya no en los trminos de valor de cambio o valor de uso.El lazo social establecido dentro del capitalismo moderno por una parte se sostiene en determinadas representaciones imaginarias, que se desprenden de las formas de produccin de las mercancas, en donde interviene la fuerza humana como nico valor intercambiable dentro del proceso de la produccin de las mercancas, de la redistribucin y acumulacin del capital.Por otra parte, considerando al capitalismo como un discurso, todo discurso tiene una produccin ya no de mercancas, sino de determinadas representaciones simblicas en las cuales se sostiene y se regula el lazo social.La escuela como representacin.No sera posible imaginarnos una sociedad sin sistema educativo, sin escuelas, universidades, considerando que stas forman parte del principal proceso de socializacin y de transmisin de la cultura, como de formacin y transmisin de conocimientos.La escuela produce y reproduce a partir de un discurso, un lazo social que le es especifico, dentro de las instituciones entre los sujetos, constituyendo subjetividades y reproduciendo un modo de lazo social que interpela e interacta y entra en dialctica en el discurso dominante de cada poca, respondiendo y coincidiendo en determinados momentos histricos con los ideales demandados por los discursos que ordena el lazo social.La escuela tiene una funcin de igualacin y e construccin de las identidades nacionales y por eso es necesario borrar la cultura que cada sujeto trae. La escuela ser el lugar donde se accede a la calidad de ciudadanos, donde se adquieren los recursos mnimos para formar parte de la sociedad y de sus procesos de gobierno y legitimacin, esto es lo que conforma el ideal de esa poca.Se trata de un proyecto del progreso y la razn, de superar a travs de la transmisin de conocimientos los males de la sociedad.Es un proyecto que tiene una intencin y se sustenta en un ideal, que cuenta con un significante y pasa a formar parte de una representacin determinada dentro del lazo social. Se soporta adems en una promesa, que consiste en la superacin de los sujetos a partir del proceso educativo. Esta promesa superadora, que sustenta en un ideal determinados, va perdiendo su efectividad a partir de que lo ideales demandados por los discursos que ordenan el lazo social se van modificando, quedando la escuela capturada en aquella promesa, sustentada en un ideal que ha cado en desuso.Dentro de las sociedades, la escuela no ocupa el mismo lugar de antao, sin embargo dentro de ella es posible encontrar los viejos ideales merodeando las aulas, los modos de ensear y de aprender no constituyen un verdadero acto, sino que a veces nos encontramos con ciertas ritualizaciones que nos muestran una escena desgastada, llena de frustraciones y sin salidas. La educacin como hecho de discurso, como los dems discursos, no pueden entrar en dialctica con el discurso amo que ordena los discursos y que hace el lazo social, porque como lo he planteado no tiene estructura de discurso y en el lugar del ideal coloca lo inasible como objeto a consumir y esto se presenta como promisorio sin estar constituido como una promesa.La escuela de estos tiempos no cuenta con un ideal donde se puedan conjugar los ideales en que la masa se identifica y esto es lo que posibilita el acto. Este ideal se construye a partir de la posibilidad dialctica, de lo que demanda como ideal el discurso que ordena el lazo social.Hablar de fracaso de la escuela, si lo hubiera, debera tenerse en cuenta para entender la dinmica educativa de lo posmoderno, sobre que representacin se sostienen los discursos de las instituciones educativas.No es entonces la escuela la que fracasa, lo que falla es la representacin en la cual se sostiene. Esto no quiere decir que su funcin no sea operante, sino que la deja fuera de discurso, sin posibilidad de competir con lo promisorio de lo inasible, como ese producto que nos llega ya y al cual cualquiera puede acceder sin la necesidad de establecer un lazo con el otro.La abolicin de la muerteQuizs los dioses sean bondadosos con nosotros al hacernos la vida cada vez ms desagradable a medida que envejecemos. Al final la muerte parece menos intolerable que las mltiples cargas que arrastramos.Dentro del orden natural, la muerte es el acto ltimo de un proceso que hace al ciclo mismo de la vida.Cmo podemos pensar que sera entonces, cuando ste orden natural se interrumpe y el hechos de la muerte cobra otra dimensin adquiere un valor diferente?Me refiero especficamente al sacrificio. En primera instancia lo que signific como actor ritual de las ofrendas que se hacan. Los cuerpos ofrecidos al sacrificio eran cuerpos humanos, muchas de las veces pertenecan a los pueblos conquistados convertidos en esclavos o guerreros capturados en las batallas.La pregunta es sobre el valor de estos cuerpos, despojados de todo valor, salvo el de la vida que posean.Habra otra instancia en la cual la muerte adquiere una dimensin diferente, pero que tiene un punto de contacto con el sacrificio y que sera lo que consideramos como el holocausto judo y las fbricas del exterminio nazi.Donde quiero hacer hincapi es en la forma en que eran exterminados. Eran despojados de sus vestimentas. Eran cuerpos desnudos, en este punto, las ropas, las vestiduras pueden ser tomadas como un valor del cual deben ser despojados para ser asesinados. Cuerpos desnudos, sin nada que ocultar. Despojados de su valor, el cuerpo se convierte en una cosa, en un objeto del que se puede disponer.El holocausto, estas formas de exterminio tienen un contacto directo con el acontecimiento de lo real de la muerte y no pertenece exclusivamente a un momento puntual de la historia, el holocausto tiene un punto de contacto actual, presente y de convivencia permanente.Dentro de la estructura del capitalismo moderno, podemos decir, que aqu se trata de un despojo, como el de las vestiduras. Son cuerpos desposedos de un valor, que en otras instancias era posible de ser intercambiado. Este valor es lo que inscribe a manera de anudamiento un lugar, una identidad que se sostiene en una representacin, el proletariado, que hace a la constitucin de un lazo social determinado. Son los que estn desnudos, desposedos, son los que estn muertos in estarlo. Muertos subjetivamente, en tanto no hay una posibilidad de sujecin.El lazo social se modifica indefectiblemente, por la manera en que se nos presentan las representaciones, que hacen al sustento de las sociedades tal cual las conocimos y que dichas representaciones estaban en relacin con una forma de produccin y de acumulacin del capital que ha sido sustituida.Si consideramos el discurso del capitalismo moderno, como aqul discurso que por su estructura y forma de produccin establece la divisin social del trabajo y la divisin de las clases sociales, dentro de ste el discurso, por si estructura misma, hace posible la dialctica de la oposicin y la posibilidad de la confrontacin y de lucha de clases. Esta dialctica se sostiene y se reproduce en determinadas representaciones que la posibilitan y estas representaciones solamente son viables de operar en su fundacin, cuando se trata exclusivamente de un discurso que por su falla hace lugar a la posibilidad de dialectizar y confrontarse con otros discursos.Sin este punto de falla, nos encontramos con la imposibilidad de confrontacin, porque es esa falla la que introduce la diferencia, como anclaje necesario de cualquier discurso.

El campo problemtico de la educacin y los desafos del nuevo milenio.Laura Manavella.Marina Fausti.Toda sociedad necesita consumarse en torno a la adhesin de ciertos valores compartidos, que exista un lazo fundante, capaz de promover la cultura. Para su prolongacin y reproduccin en el tiempo ser indispensable que ese lazo se sostenga en la transmisin de generacin en generacin donde algo de lo que es donado deber ser resignificado, instalando una deuda, impaga por cierto, pero que permite que la subjetividad sea algo ms que un simple organismo.Durante el medioevo el sostenimiento y la fundacin del lazo estuvo a cargo de la Iglesia. Feudalismo mediante el hombre es participe del plan que Dios le tiene encomendado: sers amo o sers esclavo.Al iniciarse por va comercial la apertura lenta del mercado y al ir caducando el modo de reproduccin feudad instalndose en el capitalismo y la urbanizacin, la justificacin del orden social se modific. Advenimiento de la modernidad, sustentado en el sujeto cartesiano, donde la razn ocupa el lugar principal intentando descentrar a Dios, produce un ruptura epistemologa y ontolgica.La organizacin de la sociedad comienza a modificarse, por lo tanto se necesitar de un nuevo dispositivo institucional, al cual se le encomendar la tarde de sostener el lazo. Nace la escuela, originariamente ligada a la concepcin de infancia, comienzan a crearse las nociones enlazadas en la infantilizacin del concepto alumno que todava hoy encontramos arraigadas en el imaginario social. Las sociedades disciplinarias priorizan la construccin de espacios de encierros como la escuela, la fbrica, la prisin el hospital dispositivos que cumplen la funcin de vigilar y controlar el espacio, el tiempo, los lugares, los cuerpos.La pedagoga es el discurso que tomar a su cargo el formar sanamente a los sujetos, conformando una unidad con lo escolar.De esta forma se instala una modernidad de pensamiento convergente, donde la bsqueda de conocimiento deba vaciarse de significacin para poder unirse en una sola representacin.El discurso escolar normalizador construye un imaginario social en el cual las diferencias tienden a desaparecer mediante la educacin convalidando con esto la produccin de nuevos conflictos y vinculaciones hegemnicas.Hablar de educacin obligaba a finalidades, metas. Consista en la accin y efecto de educar que, en la tradicin latina, remita a lo que hacia la sociedad, dirigida a encaminar, desarrollar y perfeccionar las facultades morales e intelectuales de las generaciones jvenes por medio de preceptos doctrinarios.Vinculada a la raz edo (en griego, alimentarse, en latn, a construir a fondo, ensear puntualmente, ensear algo a cerca de algo a alguien), la palabra educacin alude a la necesidad humana de completarse, de cubrir una falta.La educacin moderna se encontr con una situacin de contradiccin. Educar era por definicin socializar y socializar era por definicin reprimir la singularidad, limitar su singularidad. La educacin asegura el consenso de todos al pacto social y al mismo tiempo permite dibujar un camino de acceso al poder a quienes iban a representar la soberana popular.El liberalismo concibe a la educacin como una garanta para el crecimiento, como una inversin prometiendo la ampliacin de los puestos de trabajo mediante el crecimiento del mercado.La crtica monetarista que brinca sentido a la perspectiva neoliberal de la educacin, rechaza tal concepcin enfatizando la necesidad de reformular el rol del Estado y las lgicas de inversin. Argumentan que los sistemas educativos latinoamericanos enfrentan hoy una crisis de eficiencia, eficacia y productividad, porque los gobiernos han sido incapaces de asegurar la democratizacin de la educacin mediante el acceso de las masas a las instituciones educativas y la eficacia productiva que debe caracterizar a las prcticas pedaggicas en la escuela, de calidad que el modelo neoliberal nos demanda.Para las polticas neoliberales el recorte presupuestario es necesario como innecesario aumentar cargos docentes sino mejorar su capacitacin, resulta irrelevante construir ms establecimientos sino hacer un uso ms racional del espacio escolar.El neoliberalismo extiende sus crticas a la democracia moderna hasta alcanzar sus caractersticas centrales, como por ejemplo, el sufragio universal.Estas polticas han desarrollado una serie de estrategias avaladas por los organismos internacionales, en especial el Banco Mundial que ha aportado toda clase de especialistas y expertos para sustentar las bases de las reformas educativas. Estas estrategias no solo apuntan a la descentralizacin de los mecanismos de financiamiento y gestin del sistema, sino tambin a la centralizacin del control pedaggico.Se trata de la transferencia de la educacin a la esfera de la competencia privada, es decir, a la poltica del mercado. Apelar a dicha transferencia es negar que la educacin es un derecho social, instancia donde las subjetividades a travs del vnculo pedaggico y entre pareca de lo pares, permite la construccin de nuevos lazos sociales. De all la importancia de lo pblico que no es solamente gratuidad, espacio que resiste la formacin de un individuo del consumo y por ende, a la equiparacin dela educacin a una mercanca.Una de las alternativas de sta poltica para el financiamiento es el arancelamiento. sta alternativa no lograra de todos modos cubrir el presupuesto.Los latinoamericanos tenemos la jodida fama de charlatanes, vagabundos, buscabroncas, calentones y fiesteros y por algo ser. Nos han enseado que, por ley del mercado, lo que no tiene precio no tiene valor, y sabemos que nuestra cotizacin no es muy alta.Llevamos quinientos aos aprendiendo a odiarnos entre nosotros y a trabajar con alma y vida por nuestra perdicin, y en eso estamos; pero todava no hemos aprendido a corregir nuestra mana de andar soando despiertos y chocndonos con todo, y cierta tendencia a la resurreccin inexplicable.La educacin nos remite a un proceso de enseanza-aprendizaje cuya funcin principal es trasmitir, adquirir cultura, o sea, es proceso de significacin. Por eso, el discurso escolar trabaja sobre los saberes adquiridos, los desorganiza y los organiza, pero esto no quiere decir que los asesine, sino que los resignifica. Algo se ensea, algo se aprende y mucho queda fuera del vnculo pedaggico constituyendo un reservorio para futuras significaciones posibles.A) El problema de los contenidosEl contenido es algo que se ensea y se aprende, es decir, saberes escolares que se transmiten dado un recorte hecho desde algunos criterios que legitime su incorporacin en el proceso de enseanza-aprendizaje.B) El problema de las cienciasLa escuela no tiene como funcin esencial la formacin de cientficos o de tecnlogos. Sin embargo, no puede cumplir su funcin de socializacin mediante la distribucin equitativa de saberes socialmente significativos y vlidos, sin incluir, entre sus tareas la formacin de competencia cientfico-tecnolgica.La decisin en la formacin de competencia cientfica es la insistencia en el carcter histrico-social de los conocimientos y la necesidad progresiva de racionalidad explorativa, experimental y argumentativa.C) El problema de la enseanza-aprendizajeEn nuestra historia de la educacin se ha privilegiado dos aspectos: cmo se ensea?: Mtodos y didcticas y cul es la madurez o inmadurez del que aprende. Hay vaciamientos de contenidos o rebasamiento de contenidos?. Ante la escuela tena que los contenidos inherentes a la memoria popular para llegar a la tbula raza y entonces construir subjetividad segura. Ahora la escuela tiene que llenar de contenidos para no llegar al sujeto desnudo y entonces construir superficies adaptadas exceso de informacin propio de las sociedades postindustriales.Si se conocen los diferentes paradigmas histricos de la educacin, cmo puede trabajar con los diferentes mtodos? Si no est claro qu se quiere ensear y porqu se lo quiere ensear, sirven los mtodos?D) Problema de la socializacinEn otros tiempos la funcin de la escuela estaba ligada a significantes que arcaban a la escuela como templo del saber, a la enseanza como normalizacin en la comunicacin del saber, al aprendizaje como disciplina en la apropiacin del saber. La significacin social de la escuela tiene que ver con el lugar de los saberes y el conocimiento, y con las formas de la transmisin y de la apropiacin.Hoy la escuela no es un templo, sino que pretende ser escuela del saber y los conocimientos: es el lugar donde el saber y los conocimientos podran hacerse escuela, es decir, procesos de enseanza-aprendizaje. Pero para que esto ocurra, la escuela necesita defenderse a s misma como espacio pblico, dando a los conocimientos y a los saberes universalidad, criticidad y comunicabilidad. Y como tal tendra significacin social.Cuando hablamos de prdida de significacin social estamos aludiendo a diferentes espacios donde la escuela hoy se encuentra en crisis. Carlos Cullen en Crticas a las Razones de Educar hace mencin a tres crisis en relacin a la prdida de significacin social de la escuela que aparece al mismo tiempo como crisis del sujeto social dejando sin identidad social al os cuerpos, como crisis del sujeto pblico que deja sin estado poltico a los ciudadanos y crisis de sujeto pensante que deja sin dinamismo creativo a las inteligencias que ensean y aprenden. Comencemos a analizarlas:Crisis de lo pblico en la legislacin de los saberes. La resignificacin parara por la vigencia de lo pblico en los criterios de legislacin.Crisis de lo histrico en la enseanza, como proceso de transmisin de los saberes. La escuela es una prctica social: la de ensear saberes y conocimientos. Fue comprendida en la modernidad como un proyecto normalizador/homogeneizador. La escuela perdi su significacin cuando la enseanza sabe dialectizar la normalizacin del saber con las innovaciones.Crisis de lo ldico en el aprendizaje y en la apropiacin de los saberes y conocimientos. Se aprende desde diferencias histricas que producen sentido, desde diversas reglas de apropiacin y constatacin social de saberes y conocimientos. El tiempo del aprendizaje no es un tiempo asctico, ni un tiempo empresarial, es un tiempo ldico que genera sus propias reglas de produccin diferenciada y comunicacin comprensiva. Es un tiempo creativo, integrador, gozoso.Resignificar la escuela es un intento de desmitificarla del lugar en que durante muchos aos estuvo colocada, e intentar alojarla y alojarnos en una poltica educativa que revalorice el pensamiento crtico.Unas de las tardeas del campo pedaggico es nombrar las nuevas formas del malestar educativo. El malestar de las instituciones dedicadas a ensear despojada de su significacin social, deja a sus actores sin identidad social clara, porque acumula frustracin en el trabajo cotidiano y en la singularidad de los sujetos.Dice Cullen: Ensear el conocimiento es una exigencia que se inscribe en una determinada forma de relacionarse con sus fines. Esto es lo que pblico: nos relacionamos con el conocimiento para publicarlo, ensearlo.Trabajo de campo permite encontrar un campo de trabajo, en tanto partimos de la idea de que dicho campo no se encuentra determinado de antemano, sino que el mismo se construye en las innumerables interpelaciones dirigidas al sujeto que investiga como al objeto a investigar, en cuyo proceso dialectico ambos se constituyen en su incesante resignificacin.Este ir y venir, saber estar en el campo se van construyendo preguntas que permiten formular un problema, en tanto otro ofrezca la posibilidad de sostener junto al sujeto, esas preguntas en el tiempo. Instancia donde afloran todo tipo de sensaciones: enojo, angustia, desconcierto que sin su atravesamiento sera imposible que esto que me inquieta sea transformado en un problema sostenido desde algn marco conceptual.En el campo de la educacin la produccin de conocimientos y de las prcticas sociales a ellos vinculadas se las puede definir como un movimiento siempre provisorio, incierto e imbricado en situaciones de poder, cuyo producto est inscripto al espacio de lo que es posible en u determinado contexto social, cultural, histrico y lingstico.El sujeto en el cual trabajamos se construye en un mar de experiencias. Lo cual nos permite pensar que ste sujeto no responde al ideal moderno de un sujeto racional, sino ms bien al modo en el Cullen lo propone, un sujeto desfondado, atravesado por el poder y el deseo. Sujeto que se construye en la incompletud de las experiencias adquiridas determinadas por las estructuras sociales, ideolgicas y polticas que las simboliza.

El acto educativo. Del intercambio al Don.Pablo Zenn.Luisina BourbandI- Puntuaciones filosficas.Para empezar situamos el concepto de acto desde su aceptacin aristotlica, ligado al concepto de potencia, o sea, de movimiento e tanto que devenir.Para Aristteles la nocin de acto se define como la realidad del ser, siendo el acto anterior a la potencia.Rescatamos esta idea ya que nos proporciona para este trabajo dos cuestiones sumamente interesantes. La primera es la imposibilidad de definir al acto como una cosa en s. La segunda, la de conectar el acto con las ideas de movimiento, de realidad y de potencialidad.Por otro lado, para Santo Toms la dificultad de definir la nocin de acto se resuelve dividiendo a ste en ocho estados.1. El acto piro incapaz de mezclarse con ninguna potencia, ligado a la perfeccin divina es anterior a todo.2. El acto no piro, puede ser entitativo o formal, el entitativo es el acto de ser, el que hace existir una esencia. El acto formal es el que constituye la substancia.3. El acto formal substancial puede ser o no subsistente.4. El acto subsistente puede ser completo o incompleto.5. El acto no subsistente puede ser substancial o accidental.6. El acto puede ser primero o segundo, el acto primero no supone otra cosa, siendo la forma, el acto segundo supone otra cosa siendo la operacin.7. El acto primero puede ser prximo o remoto.8. El acto puede ser inmanente o exterior, el acto inmanente es el recibido en el propio sujeto que lo produce (acto intelectual); el acto exterior o transitivo es el recibido en otro sujeto.Como vemos, para Santo Toms el ser que cambia consta de potencia y acto mientras que el ser que no cambia es slo acto.Descartes bas su visin de la naturaleza en la fundamental divisin entre dos reinos independientes y separados: espritu (una sustancia caracterizada por el pensamiento, el cual se lo atribuy solamente al hombre), y materia (una sustancia caracterizada por su extensin espacial). Afirmaba que todas las sustancias y fenmenos fsicos de la materia en movimiento y por ende su estudio poda reducirse a un estudio mecnico.Para Descartes, pensar en un acto cuya certeza nace de la duda, el mismo produce un acontecimiento: la afirmacin de la sustancia pensante, o sea, del cogitare, o la rescogitans.No slo hay en Descartes una idea de acontecimiento ligada a la de acto, sino tambin a la idea de desplazamiento, ya que la conciencia de s y la conciencia de lo que es otra cosa es transformada enseguida por Descartes en dualidad metafsica de pensamiento y de extensin de realidad espiritual y realismo corporal.Celebramos el planteo de Slavoj Zizek, que sale al cruce del pensamiento posmodernista, cuando nos dice que es hora de rescatar el cogito cartesiano, ya que considera al mismo como un acto productor de subjetividad.Entrada la modernidad, el filsofo Giovanni Gentile, propone una nocin idealista del acto, como un absoluto poner la realidad. Este absoluto es llamado atto puro siendo definido como un pensamiento que no puede objetivarse, sino que constituye el fundamento de toda objetividad engendrada.La actualidad de yo por la cual no es nunca posible que el yo se conciba como objeto de s mismo hace que el atto puro se oponga de continuo al hecho, el hecho es lo que se da, el acto es lo que se hace. Por eso el acto no debe entenderse como realidad abstracta, sino como realidad eminentemente concreta. El acto constituye al espritu, el cual es el sujeto que no es pensado como tal, sino actuado como tal.Gentile es considerado un idealista, ya que encuentra en la nocin de acto un instrumento para disipar contradicciones; en cambio en el acto cognitivo cartesiano, en su interior habita un genio maligno que en vez de disipar, promueve la aparicin de contradicciones.Por ltimo, en los finales de la modernidad, la nocin aristotlica de acto es rescatada por el matemtico francs Ren Thom, creador de la teora de las catstrofes.Thom llam forma saliente a toda forma que se separa netamente del fondo que la sostiene. Estas saliencias son la parte del acto que garantizan la percepcin del fenmeno que integran, es la experiencia primera de la discontinuidad. Para Thom la discontinuidad presupone lo continuo; por ejemplo: no hay nada ms continuo que la conciencia, es decir la experiencia del tiempo. No habr discontinuidad ms original que la aparicin de un ruido en medio del silencio.Entendemos a la teora de las catstrofes como un intento de inteligibilidad del acto en trminos de equilibrio y estabilidad. Es por ello que podemos ligarla a la Psicologa de la Gestalt. El pensamiento sistmico intenta abstraer los rasgos cualitativos que hacen que un objeto sea reconocido como el mismo una vez tras