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TRABAJO PRÁCTICO FINAL DE

COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA

Comunicación oral y escrita Dozo, Dardo

Gamarra, Ivan

Dirección de cine

89635

11-12-15

Una historia de mi familia: La forma de afrontar la sexualidad no siempre es hermosa

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CUERPO A

Comunicación oral y escrita Dozo, Dardo

Gamarra, Ivan

Dirección de cine

89635

11-12-15

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Guia del Examen Final

El realto oral es la forma disursiva más antigua en la humanidad, esencial en la transmisión de experiencias y costumbres personales, familiares y sociales. Desde tiempos inmemoriables el relato es un instrumento muy valioso en la construcción de la identidad individual y social. En este sentido esta asignatura se constituye como el espacio de creación y expresión de los relatos tanto individuales como familiares. En todas las familias circulan relatos muy ricos y diversos que merecen ser redescubiertos, difundidos y compartidos por el grupo no sólo para construir la identidad personal y social sino también para indagar en el origen de uno mismo y en el de la propia vocación.

Objetivos

Explorar en la historia familiar.

Elegir una tamática susceptible de ser narrada.

Aplicar trabajo de campo.

Aportar a la identidad.

Entrenarse en la producción de los relatos escritos, orales, y visuales.

Lograr una correcta expresión verbal frente al público.

Aplicar técnicas de exposición y presentación.

Trabajar en el armado de una puesta en escena para la Semana de Proyectos Jóvenes.

El trabajo es estrictamente individual y deberá respetar, para ser aceptado, las pautas de presentación descriptas a continuación.

Título del trabajo: “Una historia de mi familia” El subtítulo será creado por el alumno.

Consigna: Investigar una historia familiar y crear un relato visual y escrito. Etapas del trabajo:

1) Realización de una investigación exploratoria por medio de entrevistas a miembros de su familia, observaciones y relevamiento en fuentes documentales de la época.

2) Selección de la temática central: migraciones, traslados, mudanzas, vocaciones, historias insólitas o divertidas, historias de personajes conocidos, casas y espacios de la familia, amores y desencuentros, protagonismos, en hechos históricos , retratos desconocidos, objetos de la familia, pueblos y ciudades de origen, entre otros.

3) Escritura del relato testimonial, sobre base real. 4) Elaboración del relato visual (a partir de fotos, dibujos, ropas, objetos,

recortes de diarios y revistas, canciones, músicas, poemas, películas familiares o de la época)

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Materialización Estructura sugerida:

El estudiante debe entregar tres carpetas anillladas conteniendo: Cuerpo A

Carátula Guía del trabajo práctico final Síntesis del trabajo (entre 10 y 30 líneas, interlineados 1,5) Aportes significativos del trabajo (de ½ a 1 página en 1° persona, 1 por

alumno) Currículum vitae (máximo una página) Declaración jurada de autoría (utilizar la ficha institucional)

Cuerpo B

Carátula Índice Introducción (media a una carilla) Desarrollo: capítulos (en total entre 5 y 8 carillas) Conclusión de la historia (de media a una carilla) Bibliografía (ver normativa para citar)

Cuerpo C (si corresponde)

Carátula Trabajos de campo relevado (la interpretación va en los capítulos del cuerpo

B) Fotocopias de artículos periodísticos, imágenes y otros.

No se debe fotocopiar los capítulos de los libros

Criterios para la evaluación del Trabajo Práctico Final

Presentación en tiempo y forma (se requiere consulta previa y entrega con una semana mínimo de antelación al exmanen).

Dedicación y preparación de acuerdo a las consignas.

Calidad tanto del trabajo como de su presentación.

Actitud y argumentación en la defesa del trabajo.

Respeto de las normas de presentación de los trabajos en Diseño y Comunicación (ver recuadro en la guía)

Criterios para la evaluación del Examen Final

Consulta previa (dos veces como mínimo) con el profesor.

Concurrir al Examen con el 100% de los trabajos prácticos de cursada y con la documentación solicitada en la presentación (Guía de Trabajo Práctico Final y Planificación)

Calidad del discurso acorde al ámito universitario y al nivel alcanzado en la carrera.

Calidad de la argumentación en la defensa del Trabajo Práctico Final.

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El esmero para relacionar los resultados obtenidos en Trabajo Práctico Final con el marco teórico y la bibliografía correspondiente.

Dominio de los contenidos de la asignatura y su correspondiente bibliografía.

PRESENTACIÓN DEL PROYECTO

Presentar anillado // Hojas A4 // Páginas numeradas // Fuente no superior a 12 pto. para cuerpo de texto; libre para títulos y paratexto // Carátula con: Título del TPF, nombre y mail de los alumnos y del docente, indicación de la carrera, materia, comisión y fecha de entrega. Este informe deberá ser presentado en formato papel y digital y deberá además cumplir con las condiciones explicitadas en el Proyecto Pedagógico: Proyectos Jóvenes de Investigación y Comunicación. (Ver http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/subpaginas/calendario/coe.html)

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Síntesis

Como consigna de este trabajo práctico final, correspondiente a la materia

Comunicación oral y escrita, se buscó realizar una investigación acerca de un

suceso familiar. Para llegar a la misma se buscó una historia concreta, no

anecdótica, que haya marcado con su suceso la historia familiar. La misma no

debía superar las cinco páginas narrando los acontecimientos.

Este trabajo está logrado gracias a la indagación y reflexión que hizo

Liliana Montiel sobre su propia vida. Esta joven, nacida en la provincia de

Formosa, descubrió a la edad de cinco años su identidad sexual, que difería

de la heteronomía, y debido a esta discrepancia, en referencia a la

comunidad social, tuvo que vivir sumida en una depresión interna por el

hecho de reprimirse y de no poder asumir y vivir libremente su sexualidad. La

misma, también, afronta hechos concretos que han marcado su personalidad

y, de cierto modo, también su vida.

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Aportes significativos de la investigación

La realización de este trabajo me ha permitido poder conocer, aún más, a

un miembro de mi familia a quien estimo mucho, mi prima Liliana. Cuando

toda esta serie de hechos, que marcaron su vida, sucedieron, yo era aún muy

pequeño y eso, en ese momento, no me permitió poder entender la magnitud

de lo que estaba aconteciendo y de cómo había influido y afectado en su

familia que también es parte de la mía. Su vida siempre me ha parecido muy

enternecedora y sobre todo ejemplificadora, con todo lo que le ha pasado en

la vida, ella aún se mantiene de pie, fuerte, valiente y con ganas de

conquistar al mundo. Creo que son estas cualidades, que la caracterizan, las

que me van a quedar siempre presentes de ella en mis recuerdos y en mi

vida.

Estos acontecimientos narrados y revividos, para ella y para mí, me

permitieron, particularmente, tener otro enfoque de acerca de la sexualidad,

de cómo enfrentarse y plantear los sentimientos propios para tener una vida

plena.

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Currículum vitae: Gamarra Ivan

Información personal

Edad: 21 años

Fecha de nacimiento: 07 de abril de 1994

DNI: 38140684

CUIL: 23-38140-684-9

Lugar de nacimiento: Formosa, capital

Nacionalidad: argentina

Estado civil: soltero

Formación académica

Universitaria: Dirección cinematográfica

Universidad de Palermo

En curso

Secundaria: E.P.E.T N°7 Vicente Arcadio Salemi (Formosa, cap) (2007-2012)

Título obtenido: Técnico en informática

Informática

Sistemas operativos Mac y Windows

Paquete office (Word, excel, powert point, access)

Photoshop

Idiomas

Inglés: nivel intermedio

Estudio cursados: Instituto MÁS (2014)

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Declaración jurada de autoría

A: Facultad de Diseño y Comunicación. Universidad de Palermo.

Por la presente dejo constancia de ser el autor del Trabajo Práctico Final

titulado

“La forma de afrontar la sexualidad no siempre es hermosa”

que presento para la asignatura Comunicación oral y escrita

dictada por el profesor Dozo, Dardo

Dejo constancia que el uso de marcos, inclusión de opiniones, citas e

imágenes es de mi absoluta responsabilidad, quedando la UP exenta de toda

obligación al respecto.

Autorizo, en forma gratuita, a la UP a utilizar es te material para concursos,

publicaciones y aplicaciones didácticas dado que constituyen ejercicios académicos

de uso interno sin fines comerciales.

Fecha: 11/ 12/ 15

Firma y aclaración

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CUERPO B

Comunicación oral y escrita

Dozo, Dardo

11-12-15

Gamarra, Ivan

Dirección de cine

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Índice

Introducción……………………………………………………………………………………12

Desarrollo……………………………………………………………………………………..13

Conclusión…………………………………………………………………………………… .17

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Introducción

Esta es la historia de Liliana Montiel, quien desde muy chica tuvo que enfrentarse a las

adversidades ideológicas de su espacio y de su tiempo. Liliana, nació en 1986 en la

provincia de Formosa, y su identificación sexual surgió a una edad muy temprana, a los 5

años, pero ella tuvo que esconder y reprimir su sexualidad por las presiones sociales y por

miedo a la no aceptación de sus amigos y de su familia, pero sobre todo al rechazo de su

madre, quien era una mujer sumamente estricta y religiosa, y estaba en contra de la

homosexualidad, de la que decía “atentaba contra la naturaleza y los mandatos de Dios”.

La adolescencia de Liliana no fue fácil, tuvo que vivir ocultando su sexualidad lo cual

resultó en una vida bastante solitaria y depresiva, que estuvo marcada por la

discriminación, la marginación social y familiar, hasta que pudo encontrar el amor y

liberarse de las convenciones regidas en la sociedad, alcanzando la felicidad.

Esta historia expone las experiencias de vida de Liliana Montiel, demostrando que cada

uno debe luchar por lo que es, sin importar cuán negativa sea la recepción y/o percepción

que tengan los demás acerca de uno.

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La forma de afrontar la sexualidad no siempre es hermosa

El 4 de junio de 1986, en el Hospital Central de la provincia de Formosa, nació Liliana,

hija de Hermelinda Rodríguez y Ricardo Montiel. El nacimiento llenó de alegría a la familia,

que incorporó a la niña a otros dos niños, Federico y Joaquín, que tenían 3 y 5 años

respectivamente. En la familia todo iba más que bien, Ricardo había tenido a la nena que

siempre había anhelado, después de tener a dos varones seguidos, por fin se le había

cumplido el sueño de poder tener a su nena, a “la nena de papá”.

Los meses pasaron rápidamente y Liliana creció, le salieron sus primeros dientecitos,

dio sus primeros pasos y dijo sus primeras palabras “mamá y papá”. La fiesta del primer

año fue todo un evento, la familia, aunque era de clase media-baja, trataba de dar lo mejor

a la pequeña. Asistieron todos los primos, los vecinitos y todos los amigos de los padres. Al

ritmo de canciones infantiles y de gritos de niños corriendo por toda la casa se armó una

gran fiesta muy típica de los barrios formoseños. Ricardo le regaló una bicicleta rosada y,

dijo que de grande iba a ser una gran ciclista.

1991 no fue un gran año para la familia, el mismo los marcó para siempre. Ricardo se

enteró que tenía cáncer de pulmón, el cigarrillo que durante mucho tiempo había sido su

mejor amigo, se convirtió en su peor pesadilla. Lógicamente, la pequeña Lili, que tenía 5

años en ese momento, no entendía todo lo que sucedía a su alrededor, su mamá se la

pasaba todo el día llorando y todos los familiares y amigos visitaban a Ricardo muy

seguido en la casa. Aunque estaba enfermo, él nunca se olvidó de su nena, así que

siempre que podía y se sentía con fuerzas salía de su cuarto, donde estaba acostado casi

todo el día y la sacaba a pasear. Él estaba casi desganado pero no quería irse sin

enseñarle a andar en bicicleta a Liliana. Primero la dejó usar las rueditas y, después le

preguntó si se animaba a andar sin ellas, Liliana sin dudarlo dijo “sí”, él, contento, las sacó

y la animó a pedalear, primero la guió sujetándola por detrás y después la dejó seguir sola.

Se cayó dos veces, la primera no fue grave, la segunda fue un poco fuerte, se raspó las

rodillas y se lastimó la mano, pero sorprendentemente no lloró, ni exclamó ningún sonido

de dolor. Hermelinda vino corriendo para ayudarla, pero Ricardo mientras la levantaba le

dijo a su esposa “Mirala, no llora, es tan fuerte como un hombre”. Él quería que su hija

fuera fuerte para que nada la hiciera sufrir en la vida. Ricardo murió el 13 de septiembre y

con él parte de la infancia feliz de Liliana.

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La pequeña no entendió lo que había pasado, Hermelinda le dijo que él se había ido a

un viaje muy largo y que ya no volvería más. De pronto, la sonrisa que siempre había

invadido su cara, se borró y empezó a retraerse, la madre pensó que se debía a la

profunda tristeza por la pérdida de Ricardo. En su interior hubo una conjunción de

sentimientos raros e incomprendidos, por un lado, sí, estaba triste por no ver más a su

padre, pero por otro, comenzó a percibir sensaciones raras cuando se acercaba a las

niñas. De alguna u otra manera ella se había dado cuenta que esas sensaciones que tenía

estaban mal por experiencias que a lo largo de su niñez fue viviendo, como en una ocasión

cuando jugaba con sus amigas del barrio y, de pronto, le agarró la mano a una amiga y

todo el mundo comenzó a reír de forma sarcástica; o un día cuando estaba con Joaquín

sentada en el patio delantero de su casa y vieron pasar a un hombre con apariencia y

actitudes femeninas y éste le dijo que esas personas raras no eran buenas y que Dios los

iba a mandar al infierno cuando se murieran; o cuando le robó a Federico algunas ropas y

se vistió de hombre con la intención de divertir a todos y Hermelinda la obligó a sacárselas

diciéndole que era inmoral y que las nenas solo se debían vestir con polleras y remeras de

color rosa. Reacciones y comentarios como éstos hicieron que Liliana no se aceptara y

ocultara lo que estaba sintiendo porque entendió que socialmente no estaba aceptado que

una persona actuara como el sexo opuesto, o que le gustara otra de su mismo sexo, e

incluso que los colores definían al género al que pertenecían, pensó que lo que estaba

sintiendo iba a ser castigado y creció con un gran temor hacia Dios.

En la escuela todos la veían de manera rara, los niños decían que era fea y que no se

arreglaba como las otras niñas, y éstas no se le acercaban porque decían que se

comportaba como hombre. Tenía una sola amiga, Mariana, una niña que también era un

poco retraída y sufría el bullying de sus compañeros, juntas tuvieron que aguantar las

burlas y críticas que éstos les hacían por sus apariencias. Los años pasaron y su amistad

creció, cursaron toda la escuela y parte de la secundaria juntas, eran inseparables. Liliana,

empezó a descubrir su sexualidad pero vivirla libremente era una tortura, vivía sumida en

una depresión constante que no la dejaba ser y ni siquiera se animaba a confesar a su

mejor amiga que a ella le gustaban las mujeres porque no sabía cómo iba a reaccionar.

Los malos comentarios comenzaron a rondar a esta pareja de amigas, y lógicamente a la

madre de Mariana no le gustó nada, así que la cambió de colegio y le prohibió volver a ver

a Liliana. Era tal la homofobia que había y que sentía hacia ella sin que asumiera su

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condición de homosexual que creía que si lo hacía todo iba a ser peor, así que trató de

ocultarlo lo máximo posible.

Con el alejamiento de Mariana, Liliana se sentía y se había quedado más sola que

nunca, así que sus primas, Amelia y Karen, quienes siempre habían sido buenas con ella,

comenzaron a visitarla y a invitarla a salir, se creó un gran vínculo entre ellas y, por primera

vez, Liliana se animó a hablar sobre su orientación sexual. La exposición de sus

sentimientos no causó rechazo por parte de sus primas, sino que éstas la animaron a

revelar a su madre y a la sociedad lo que ella era en realidad, pero se opuso

terminantemente, sentía un gran miedo al rechazo que podría generar en su madre, la

amaba tanto que el temor de sentir su odio por su sexualidad la hizo desistir de esa idea.

Nunca había ido a una fiesta, así que su cumpleaños número dieciocho fue la excusa

perfecta para que las primas la invitaran a una fiesta que iba a dar un amigo de ellas. Allí

se encontró con muchos conocidos que la miraron mal y murmuraron comentando sobre

ella y su vida. Su orientación sexual siempre había sido la comidilla del barrio y parecía

que todos tenían derecho a hablar de eso, lo cual atemorizaba a Liliana que parecía

mostrarse débil ante los demás. En la fiesta, además de encontrarse con gente negativa,

las primas le presentaron a Silvia, una chica a la cual sus padres habían corrido de la casa

por su inclinación sexual, la historia de ella conmovió y atrajo a Liliana y las dos sintieron

atracción mutuamente. Poco a poco se fue dando su amistad, se mandaban mensajes y se

visitaban constantemente y, así fue surgiendo el amor. Liliana, por primera vez, después

de muchísimo tiempo, volvió a sentir que era feliz y que era amada sinceramente. Las

primas fueron las primeras en enterarse y se alegraron por ellas y además las ayudaron a

mantener en secreto su relación.

A Hermelinda siempre le habían llegado los rumores sobre la sexualidad de su hija,

pero parecía no creer o no querer creer en algo que se estaba convirtiendo en evidente.

Llena de intrigas y temor, un día decidió revisar el cuarto su hija, aprovechando que ella se

estaba bañando revisó todo, los cajones, debajo de la cama, su bolso, hasta que

finalmente dio con el celular, en él pudo comprobar eso que tanto la atemorizaba. Al salir

de la ducha, Liliana, se encontró con su madre que le dio una cachetada y comenzó a

gritarle. Sorprendida le preguntó por qué lo hacía y ésta le mostró los mensajes de su

celular. La madre, muy enojada, le dijo que le daba dos opciones, ir a un psicólogo y dejar

su gusto por las mujeres o irse de la casa. No estaba dispuesta a cargar y ser la

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vergüenza del barrio y que la gente hablara sobre ellos. Entre lágrimas, Liliana, decidió

irse, se vistió rápidamente, tomó su bolso y su celular y se fue. Su madre le prohibió volver

a la casa y le dijo que ella ya no era su hija. Al llegar los hermanos, Hermelinda, les contó

lo que había descubierto y les prohibió volver a tener contacto con ella y éstos, debido a la

homofobia que también tenían, no sintieron interés en volver a verla. La familia la olvidó.

Liliana, le mandó mensajes a Silvia y le contó lo que le había pasado, así que ésta la

invitó a su casa para quedarse con ella. Aunque por fin podía estar libremente con la

persona que amaba, su tristeza era enorme y le impedía ser feliz, le dolió mucho la actitud

de su madre y comprobar que esos miedo que ella tenía sobre revelar su secreto se

hicieran realidad. Entre Silvia y las primas, intentaron hacer que se sintiera mejor, pero no

funcionó, estuvo una semana totalmente deprimida. Después de varios días de total

tristeza, se dio cuenta que no podía seguir así y que necesitaba hacer algo con su vida así

que decidió buscar trabajo, no tenía experiencia ni otros estudios aparte del colegio, así

que eso le dificultó mucho para que la contrataran. Probó postulándose como secretaria y

como cajera en supermercados pero nada, hasta que finalmente la contrataron como

personal de seguridad en una importante empresa. De esta manera, Liliana pudo trabajar,

tener su propia plata, pero sobre todo tener independencia.

Pasaron varios años y Liliana se enteró que su madre estaba enferma, había sufrido un

derrame cerebral y su salud se estaba deteriorando. Karen, que siempre visitaba a su tía,

trató de convencerla para que hablara y se reconciliara con ella. Puede que el hecho de

sentir el final cerca movilizó su corazón y le pidió que le dijera a Liliana que la quería ver.

Habían pasado cinco años de silencio y alejamiento entre ellas, fue tanto el tiempo que

pasó y vivieron tantas cosas lejos una de la otra, que ese encuentro que las dos ansiaban

secretamente no se dio de manera rápida. Liliana fue la que más resistencia puso, al

principio no quiso verla, aún se sentía dolida por lo que había sucedido, pero por

insistencias de Silvia y de sus primas accedió. Ese día, llegó y los hermanos, que visitaban

bastante seguido a la madre, la recibieron con un abrazo distante y frío, pero, la madre,

que estaba acostada en su cuarto, la abrazó fuertemente y juntas empezaron a llorar.

Liliana empezó a hablar y Hermelinda le tapó la boca y le ofreció disculpas, estaba

arrepentida por lo que había hecho y le dijo que se había sentido culpable todo ese tiempo

y le ofreció volver a la casa, pero Liliana le dijo que no, que ya tenía una propia. De todas

maneras, ese día comieron juntos y quedaron en que se verían seguido. Silvia había sido

invitada un día y accedió, el encuentro emocionó a Liliana, por fin sintió que los

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fragmentos que estaban separados en su vida comenzaban a unirse. Acompañaba a su

madre a las consultas médicas y también a pasear por la plaza, la enfermedad, de ésta,

empeoró a los pocos meses. Hermelinda murió en 2011, y Liliana sintió un gran dolor por

su pérdida, pero sobre todo una angustia por el hecho de no haber estado más tiempo

junto a ella, sintió que les faltó vivir y compartir más, pero lo único que la confortó es que

ella al final pudo aceptarla con su pareja.

La vida ha cambiado para Liliana, ya quedaron atrás esos años de vivir atormentada por

los pensamientos ajenos, e incluso, por sus propios pensamientos automarginales. Su

familia y sus vecinos ya aprendieron a convivir y sobre todo a aceptar esas pequeñas

diferencias que encontraban ella, y entendieron que es una persona normal como cualquier

otra. Hoy Liliana sigue viviendo con Silvia, y tienen su propia casa y contemplan planes

para casarse y tener hijos.