Trabajo Sobre El Instructor

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o EL INSTRUCTOR: Es alguien que instruye, acción que se deriva del verbo latino instrure con el significado de enseñar o transmitir una doctrina de modo sistemático y en vistas a uno o más objetivos predeterminados. El instructor es quien dotado del saber científico, técnico o artístico, lo transmite a otro para que también lo posea. En general el instructor es un ser humano , pero podría bien llamarse instructor a aquel manual de instrucciones que le proporciona al usuario de un producto los pasos a seguir para utilizarlo en forma adecuada. Para ser instructor se necesita conocer sobre la temática y tener la habilidad de llegar comprensiblemente al destinatario. Es un concepto muy usado en el ámbito militar donde se instruye a los miembros de las fuerzas en el uso de las armas, en el cuidado del cuerpo y su ejercitación, en técnicas y estrategias de combate, etcétera. Es común además hablar de instructor o de entrenador en el contexto de actividades deportivas, para referirse a quien prepara física y competitivamente a los deportistas. En las empresas también se usan instructores o capacitadores, para perfeccionar los conocimientos y habilidades del personal Es también instructor aquel que instruye un sumario en el curso de una investigación administrativa o penal para averiguar de modo breve pero ordenado y fehaciente cómo, por qué y cuándo ocurrieron los hechos denunciados para luego poder a partir de ellos determinar la responsabilidad del autor. En el ámbito educativo es preferible hablar de educador y no de instructor para hacer referencia al docente que está encargado de enseñar a los alumnos no solo saberes y técnicas, como lo haría un instructor, sino también valores que hagan a

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Trabajo sobre el instructor

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o EL INSTRUCTOR:

Es alguien que instruye, acción que se deriva del verbo latino instrure con el significado de enseñar o transmitir una doctrina de modo sistemático y en vistas a uno o más objetivos predeterminados. El instructor es quien dotado del saber científico, técnico o artístico, lo transmite a otro para que también lo posea.

En general el instructor es un ser humano, pero podría bien llamarse instructor a aquel manual de instrucciones que le proporciona al usuario de un producto los pasos a seguir para utilizarlo en forma adecuada.

Para ser instructor se necesita conocer sobre la temática y tener la habilidad de llegar

comprensiblemente al destinatario.

Es un concepto muy usado en el ámbito militar donde se instruye a los miembros de las

fuerzas en el uso de las armas, en el cuidado del cuerpo y su ejercitación, en técnicas y

estrategias de combate, etcétera. Es común además hablar de instructor o de entrenador en

el contexto de actividades deportivas, para referirse a quien prepara física y

competitivamente a los deportistas. En las empresas también se usan instructores o

capacitadores, para perfeccionar los conocimientos y habilidades del personal

Es también instructor aquel que instruye un sumario en el curso de una investigación administrativa o penal para averiguar de modo breve pero ordenado y fehaciente cómo, por qué y cuándo ocurrieron los hechos denunciados para luego poder a partir de ellos determinar la responsabilidad del autor.

En el ámbito educativo es preferible hablar de educador y no de instructor para hacer

referencia al docente que está encargado de enseñar a los alumnos no solo saberes y

técnicas, como lo haría un instructor, sino también valores que hagan a

su desarrollo y perfección personal y social. La instrucción es solo una parte del proceso

de educación integral.

o COMPORTAMIENTO QUE DEBE DESARROLLAR UN INSTRUCTOR

Todo instructor tiene la responsabilidad ante el grupo de utilizar todos los medios a su alcance, como su capacidad para conducir, estimular y ayudar al grupo a lograr los objetivos, favoreciendo el aprendizaje en sus tareas.

El entusiasmo que muestre al cumplir con sus tareas, la seguridad en si mismo y sus conocimientos, la confianza que inspire, el interés por ayudar a los participantes, su personalidad, sus ademanes y postura, su voz y sus gestos, el uso que haga de su autoridad, en general, de su estado de ánimo y disposición serán factores determinantes para conducir un curso con éxito.

Sabemos que el desempeño que cada instructor tiene es diferente. Sin embargo, en todos los casos se deben cuidar ciertos aspectos que favorecen el buen desarrollo del curso.

A continuación se presentan algunas recomendaciones que pueden ayudar en la conducción de la enseñanza:

Iniciar puntualmente las sesiones. Cuidar que su presentación personal sea correcta y sin exageración, además debe

poner especial atención en la limpieza de su pulcritud personal.

Mantener una actitud de respeto y autenticidad con el grupo.

Evitar actitudes de superioridad.

Orientar y convencer, nunca imponer, ya que su papel principalmente debe ser el de conductor, moderador o facilitador del aprendizaje.

Dirigir la atención y la mirada a todos los miembros del grupo.

Brindar a todos los participantes la misma oportunidad de intervenir y motivar a los más introvertidos.

Conservar el dominio de la situación, no permitiendo que dificultades imprevistas (fallos de un aparato, interrupciones de personas extrañas, etc. le hagan perder seguridad en si mismo.

No alterarse. Cuando una situación irrita o impacienta es más difícil resolverla, hay que afrontar todo con calma y serenidad.

Colocarse siempre en un lugar visible para todos y emplear adecuadamente el territorio.

Procurar mantenerse de pie, en posición natural.

Evitar los extremos en el uso de ademanes y gestos, no abusar de ellos, pero tampoco permanecer inmóvil y rígido.

Emplear un tono de voz que todos puedan oír claramente.

Usar oportuna y correctamente los materiales didácticos y apoyos de instrucción, tal como fue señalado en el plan de sesión.

 

o ÉTICA PROFESIONAL

Concepto de Ética

Disciplina que trata de la valoración moral de los actos humanos, además de conjunto de principios y de normas morales que regulan las actividades humanas.

La ética viene del griego «ethos», el término ética equivale etimológicamente al de moral (del latín «mos, moris»: costumbre, modo de comportarse); sin embargo, el uso parece asignar a este segundo término una connotación teológico-religiosa, atribuyendo al primero otra más filosófica, o bien reserva el de moral para la moral práctica o vivida, mientras que designa con el de ética la reflexión sistemático-filosófica sobre dicha moral. Como filosofía moral, la ética habla del comportamiento humano bueno o malo; sin embargo, también apunta a aquella fuerza moral a la que aluden expresiones como moral elevada o alta y moral baja, que se manifiesta en sentimientos, inclinaciones y pasiones que a veces ciegan, pero cuya ausencia lleva a un estar sin moral, a la falta de esperanza, a la «acedia» de los medievales, esto es, a la pereza radical, al tedio y al hastío.

La moral ha de empezar como ética antropológica (enraizada en la misma estructura del hombre: estructura moral de libertad, autenticidad y responsabilidad).

Después de la ética antropológica vendrá la ética normativa que evalúe contenidos morales; sin embargo, ésta nunca ha sido única, sino que ha estado determinada por el criterio adoptado como norma: en la ética teleológica, el fin (que pudo ser a su vez el bien moral, en la ética de la virtud, o el bien supremo: ya fuese la felicidad, en el eudemonismo, o Dios, en la ética teológica); en la ética deontológica kantiana, el deber (el dictado de la conciencia y la buena voluntad), etc. Aún de forma inconsecuente (la conciencia del deber implica una dimensión social), el individualismo acompañó a la ética kantiana, provocó la reacción de Hegel y exige aún hoy buscar una ética civil de convivencia: aunque no puede suprimirse el pluralismo práctico de morales vividas, ha de convenirse en unos mínimos comunes a todo ciudadano (esto es, los mínimos propios de la convivencia democrática), jurídicamente establecidos por la constitución, de modo que el teórico de la moral pasa de la ética filosófica a la filosofía del derecho.

Más sutil que tales reduccionismos ha sido sin duda el de la metaética (discurso sobre el discurso ético), que sustituye la ética por la lógica del lenguaje moral y por el análisis lingüístico del mismo. Pero el hallazgo de la dimensión pragmática del lenguaje mismo (cuyos juegos resaltó Wittgenstein) abre una comprensión ética del juego del discurso y de la acción comunicativa.

o Historia de la ética

Desde el inicio de la reflexión filosófica ha estado presente la consideración sobre la

ética. Platón afronta la temática ética en diversos lugares y desde contextos diferentes. Así,

por ejemplo, en el Gorgias busca superar el hedonismo y la ley del más fuerte. En

el Fedón evidencia la importancia de lo que exista tras la muerte para regular el propio

comportamiento. En La República aborda juntamente la ética individual (desde la perspectiva

de una justicia dentro del alma) y la ética pública, con una compleja teoría del Estado, que

encuentra complementos y puntos de vista diferentes en otras dos obras, el Político y

las Leyes.

La Ética nicomáquea, seguramente el más importante tratado de ética de Aristóteles, se basa

en la premisa de que todo ser humano busca la felicidad (ética eudemónica). Para Aristóteles

todos los seres naturales tienden a cumplir la función que les es propia y están orientados a

realizar completamente sus potencialidades. El bien, que es lo mismo que la perfección de

un ser o la realización de las capacidades es cumplir su función propia, aquello a que solo él

puede realizar. También los seres humanos están orientados a la realización plena de la

función que les es propia. El problema que se suscita, entonces, es cuál es la función propia

del hombre. Y si acaso hay más de un bien propio del hombre, ¿cuál es el bien más alto y

más perfecto de los que puede alcanzar el ser humano?

Como en otras de sus obras, Aristóteles releva las opiniones de sus contemporáneos al

respecto y comprueba que todas parecen estar de acuerdo en que el objetivo supremo del

hombre es vivir bien y ser feliz, aunque hay muchos desacuerdos respecto de en qué

consiste la felicidad y el buen vivir. Para Aristóteles la vida feliz (plena) es la que permite

realizar la actividad superior (contemplación), con una suficiente autonomía (bienes

materiales, salud), y en compañía de un número suficiente de amigos (cf. Ética

nicomáquea I).

Sólo son morales las acciones en las que se puede elegir y decidir qué hacer. En cambio, no

son morales ni inmorales las acciones padecidas, compulsivas o forzosas. Lo que es moral

es la acción que depende de la voluntad, si se actúa de modo correcto. ¿Cuándo se actúa

correctamente? La forma correcta de actuar depende del ámbito de acción (dianoético o

intelectual, ético o moral) y en parte está pautada por las costumbres de la comunidad a la

que se pertenece (si la comunidad es éticamente sana, algo que supone Aristóteles para el

mundo griego quizá de modo acrítico) y se aprende con la educación. Cuando se actúa de

acuerdo con estas pautas, se vive bien y se es virtuoso.

Por otra parte, los filósofos estoicos y epicúreos propusieron teorías morales basadas en

principios opuestos: la virtud y la vida con moderación (estoicismo), y la búsqueda

del placer (epicureísmo).

o Ética y Política

 

El hombre es un ser libre, con capacidad de autodeterminación, es decir, capaz de obrar luego de una libre elección. Esta elección se lleva a cabo como resultado de un conocimiento que define el carácter de una conducta, ya que está vinculado con una conciencia moral que aprueba o desaprueba un determinado acto.

Tanto la moral, como el derecho y los usos sociales, forman parte de un todo mayor: la ética. Hablar de ética es hablar del bien y del mal. La ética no es una abstracción, es el otro. Cada acto está obrando directa o indirectamente sobre una vida: "Nunca se roba algo, se le roba a alguien".

La moral hace referencia a aquellas pautas interiorizadas por el individuo quien se las auto impone no como obligación sino como necesidad, por el simple hecho de provenir o formar parte de "lo bueno".

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El hombre, por naturaleza tiene la capacidad de perfeccionarse y de superarse día a día, por lo que tiende a alcanzar la plenitud. Para llegar a tan preciada meta como lo es la plenitud, es necesario vivir en sociedad; el ser humano necesita de los demás para construir un mundo o ambiente propicio en el cual alcanzar la plenitud, causa esencial de la felicidad.

Es por ello que el hombre necesita de la sociedad política, pues nada es pleno si no se comparte, confronta y comunica a los demás, ya que el bien es expansivo, comunicativo: "De nada sirve la sabiduría si no se la comunica mediante la educación".

El hombre se reúne en sociedad para el logro de un bien común a todos.

El bien común no es el bien individual, no es la suma de la porción de felicidad de cada individuo integrante de una comunidad, pero tampoco es un bien que nada deba a las partes. Es la integración sociológica de todo lo que hay de virtud y riqueza en las vidas individuales, y que tiende a perfeccionar la vida y la libertad de persona de cada ser. No es utilidad solamente, sino fin bueno es sí mismo, sujeto a la justicia y a la bondad. Es el fin último de la vida social.

El bien común no es sólo la tarea del poder político sino también razón de ser de la autoridad política. Por lo tanto, es el bien común el principio y fin ético de la política. Será bueno todo aquello que beneficie, tienda, acreciente o promueva el bien común. Será malo todo aquello que tienda a perjudicarlo, disuadirlo, disminuirlo, etc.

Es deber de todo estado democrático promover el bien general.

El bienestar general se logra por medio de una auténtica justicia social cuya finalidad es obtener una más justa distribución de la riqueza entre todos los grupos sociales. Hace falta la presencia de un estado capaz de generar este equilibrio. Un estado que no elimine la responsabilidad de las personas, de las comunidades y de las organizaciones intermedias. Un estado que no convierta en dependientes a los ciudadanos y en pupilas a las comunidades y organizaciones intermedias. Un estado que no les quite sus obligaciones. Esa orientación de la intervención estatal ha sido nefasta para la sociedad civil, la ha hecho débil.

o Tipos de Ética:

Ética Cristiana: el advenimiento del cristianismo marcó una revolución en la ética, al introducir una concepción religiosa de lo bueno en el pensamiento. Según la idea cristiana una persona es dependiente de por entero de Dios y no puede alcanzar la bondad por medio de la voluntad o de la inteligencia, sino tan solo con la ayuda de la gracia de Dios. La primera idea ética cristiana descasa en la regla de Oro.

“Lo que quieras que los hombres te hagan a ti, házselo a ellos” (Ud.7,12); en el mandato de amar al prójimo como a uno mismo (lev.19,18) e incluso a los enemigos (ut.5,44), y en las palabras de Jesús: “ Dad al cesar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios.”

Ética Axiológica: esta ética fue desarrollada en la primera mitad del siglo XX preocupada mas por el “contenido” que por la “forma” de la acción moral.

Esta corriente confiere al valor el puesto central de la teoría ética. Es bueno aquello que realiza un valor y malo aquello que lo impide. El valor moral de la persona radica en los valores objetivos, de carácter positivo o negativo, que encarnan en su conducta.

Algunos consideran el valor como un ser ideal, otros lo consideran como una cualidad objetiva que se da en los seres.

Los valores plasman ideales de perfección que el hombre capta intuitivamente y frente a los cuales se sienten atraídos en orden a una realización o práctica concreta del mismo. De la percepción del valor surge el sentido del deber moral

Ética Comunicativa: la ética comunicativa o dialógica, ha sido desarrollada en las ultimas décadas del siglo XX sobre todo por K.O. Apel y J. Habermas en Alemania. Es una ética formal, basada en él dialogo y la comunicación. Estos autores preocupados por la justificación y la fundamentación de la ética en una sociedad pluralista y demócrata como lo actual, colocan el énfasis en el procedimiento para llegar entre todos a una normativa moral universal.

Según ellos, él diálogo es el único medio que nos queda para saber si los intereses subjetivos puede convertirse en normas universales. Esta ética se fundamenta en la autonomía de la persona, que confiere al hombre el carácter de autolegislador, y en la igualdad de todas las personas que les da derecho a buscar una normativa universal mediante el diálogo. Para hacer posible la ética dialógica, todos los miembros de la comunidad se debe reconocer recíprocamente como interlocutores con los mismos derechos y se debe obligar a seguir las normas básicas de la argumentación.

o El objetivo de la Ética

Enseña Aristóteles en su ética a Nicómaco que lo pasado, las cosas ya hechas, jamás pueden ser objeto de la preferencia moral.

Este procede que es imposible deliberar sobre un hecho realizado. Solo se delibera sobre el porvenir y lo posible, porque lo que ha sucedido, es decir, lo pasado. Por esto el poeta Agathón tuvo razón al decir: “En este punto ni el mismo Dios tiene libertad. Lo que fue, necesariamente ha sido”.

Divídanse las virtudes del corazón y virtudes del espíritu. El hombre moral, el sujeto de la moralidad, se refiere al tiempo que aun no transcurre, y pasa el tanto las virtudes del corazón, como las de la mente, cobran sentido.

Los medios de que dispone el alma para la realización de las virtudes del espíritu son: la inteligencia, el arte, la ciencia, la prudencia y la sabiduría.

La inteligencia se distingue por ser el conocimiento cierto de los principios. Si no pudiésemos alcanzar los principios, ninguna seguridad poseeríamos para poder obrar virtuosamente, porque nuestra conducta se mostraría siempre indecisa y fluctuante ser.

Mas la inteligencia no solo conoce los principios, sino que en ellos mira las conclusiones que del mismo proceder.

Al lado de la inteligencia, posee el espíritu la ciencia. Por la ciencia alcanzamos el conocimiento de la aplicación de los principios. Además, como toda ciencia puede ser enseñada, el conocimiento que uno alcanza se difunde en todos, y en la cosa sabida puede también aprenderse.

o Importancia de la ética

La cuestión que se plantea ahora es la de saber con mayor precisión cuál es el objeto, tanto material como formal, de la ética y, al mismo tiempo, la importancia que tiene tanto en el orden especulativo como en el orden práctico. Antes de definir el objeto material y el objeto formal de la ética debemos señalar que muchas de las acciones que realizamos se producen sin la representación consciente por nuestra parte y sin intervención de nuestra libertad. Son acciones, por así decir, que radican en el hombre sin pertenecerle: "actos del hombre" pero no "actos humanos".

En efecto, hay una gran diferencia entre los "actos del hombre" y los "actos humanos". Los primeros son actos hechos por el hombre, voluntarios o no. Los segundos son actos propios del hombre y que, por tanto, provienen de su voluntad libre. Los actos que el hombre realiza inconscientemente no comprometen su libertad. Si por ejemplo, uno de estos actos perjudica a alguien, puedo sentir tristeza, pero no me puedo arrepentir ni sentir remordimiento.

Sin duda no parece que procedan de mi yo más real y más auténtico; yo no soy responsable de ellos. En todo caso, estos actos, considerados en sí mismo, no son morales.

Algo muy distinto sucede cuando, por ejemplo, yo decido materializar, libre y conscientemente, una acción determinada.

En este sentido se trata de un acto estrictamente humano, puesto que intervienen la voluntad y la libertad. De ahí que el acto moral implique una referencia a la fuente de donde emana, a saber, la voluntad libre. En otros términos, obrar humanamente es obrar libremente; pero obrar libremente es obrar con miras a un fin.

De lo dicho anteriormente se infiere que el objeto material de la Ética son los actos humanos, los hábitos o costumbres, el carácter de la persona. La vida, decía Ortega y Gasset, es un qué hacer, una tarea. El hombre va haciendo su modo de ser y cuanto mayor sea el número de actos, tanto mayor la determinación del ser humano: "puede decirse que el ir viviendo o existiendo consiste en ir haciendo cosas, no sólo materiales sino inmateriales, y al ir haciendo las uñas y las otras, ir haciéndose cada cual a sí mismo; y lo que cada cual va haciéndose es lo que va siendo" (Aranguren, Op. cit., pág. 395)

Lo expresado confirma que el objeto material de la ética es, en última instancia, no la vida, sino el carácter adquirid en ella. A lo largo de la vida conquistamos un carácter, un "haber" por apropiación, y éste es el que importa éticamente.

El carácter, éticamente considerado, es la personalidad moral: lo que al hombre le va quedando de suyo a medida que la vida pasa: hábitos, costumbres, virtudes, vicios, modo de ser. La tarea moral consiste en llegar a ser lo que se puede ser con lo que se es. Porque, como dice Zubiri:

o CÓDIGO DE ÉTICA PROFESIONAL

Respeto por los Derechos y la Dignidad de las Personas: El psicólogo/a se compromete a respetar y adherir a los principios establecidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos. En particular, respetar la dignidad y el valor de todas las personas y el derecho a la privacidad, confidencialidad, autodeterminación, diversidad y autonomía. Así mismo, respetar las diferencias individuales, culturales, de género, etnia, religión, ideología, orientación sexual, condición socioeconómica, u otras

Competencia:Es responsabilidad del psicólogo/a tener un nivel de competencia idóneo, proveyendo sólo aquellos servicios y técnicas para las que está capacitado por su formación profesional, al igual que reconocer las fronteras de su disciplina. Es también su responsabilidad la actualización permanente de sus conocimientos e información científica y profesional relevante a los servicios que brinda. Asimismo, tener presente que las competencias que se requieren en la asistencia, enseñanza y/o estudio de personas o grupos humanos, varían según las características diversas de éstos.

Compromiso Profesional y Científico: El psicólogo/a adherirá a los principios y normas de conducta contenidos en este Código, asumiendo la responsabilidad por su cumplimiento. Así como también el compromiso de promover la psicología en cuanto saber científico. En aquellas situaciones para las cuales aún no existen normas y/o criterios profesionales reconocidos, corresponderá al psicólogo/a ejercer un juicio cuidadoso, establecer redes de interconsulta, si es necesario interdisciplinarias, e informar y prevenir a las personas con quienes trabaja del carácter experimental de los instrumentos o intervenciones.

Integridad: El psicólogo/a se guiará por principios de probidad, honestidad, justicia y respeto por los otros en su ejercicio profesional. En este contexto, el psicólogo/a tendrá en cuenta sus propios sistemas de creencias, valores, necesidades y límites y del efecto que éstos tienen en su trabajo. Del mismo modo, el psicólogo/a evitará comportamientos en su vida privada que puedan generar dudas públicas sobre su honestidad o conformación ética que afecten la imagen de la profesión.

o MODELO QUE DEBE SEGUIR UN INTRUCTOR

Valores e intereses

El Instructor debe ser un modelo de integridad profesional y personal, proyectando una

imagen digna y obrando con los más altos estándares éticos  y morales de honestidad,

justicia, responsabilidad, lealtad, puntualidad, objetividad y eficiencia, dentro y fuera del

Centro de Instrucción. También debe tener siempre presente que la esencia de su

compromiso profesional está íntimamente ligado al cumplimiento de la Misión y el Proyecto

Educativo del centro de estudios donde presta sus servicios docentes.

El Instructor debe anteponer siempre el interés general de la Institución antes que cualquier

interés de orden individual o ajeno a la instrucción; asumiendo un comportamiento justo e

imparcial hacia el estudiante y favoreciendo su desarrollo, aplicando principios y valores

éticos, durante todo el desarrollo de los procesos de formación integral. También fomentará

en sus estudiantes el sentido crítico y la reflexión continua acerca de su propio aprendizaje

(metacognición).

Enfoque de la instrucción, equidad y pluralismo

El Instructor promoverá el diálogo, así como el pensamiento positivo y proactivo entre los

estudiantes, procurando la búsqueda de la verdad, la comunicación deliberante y

participativa, así como el trabajo en equipo, estimulando la innovación y creatividad en los

procesos educativos de investigación.

El Instructor debe garantizar la equidad, el pluralismo y el respeto por los demás, generando

una atmósfera de paz y tranquilidad, que alimenta una convivencia armoniosa y fortalece una

conciencia ética y moral individual. Asimismo, actuará con honestidad y transparencia en el

desempeño de todas sus actividades y funciones docentes, siendo tolerante con las ideas y

propuestas opuestas a su propio pensamiento.

Respeto a la interculturalidad y vocación de servicio

El Instructor debe aceptar y valorar la interculturalidad de sus estudiantes, sin discriminarlos

por ello y respetando sus ideales y la diversidad de sus opiniones, fomentando un paradigma

de aprendizaje, donde todos aprendemos de todos (aprender a aprender y a desaprender).

Como Instructores, siempre se preocuparán por servir a los demás, ya que ello los dignifica

y  hace más libres, los hace más felices y menos egocéntricos. Una actitud de servicio es un

principio ético moderno, que los ayuda a trabajar en el mundo realizando al mismo tiempo su

propia vida, que al usarla para servir a los demás, encuentra su significado más profundo,

que les permite cumplir con su vocación docente y trascender a ella misma.

Salvaguarda de la dignidad y prestigio de la profesión

El Instructor respetará a sus colegas, buscando que nunca se deteriore la dignidad de la

profesión, proyectando hacia la sociedad una imagen positiva y de prestigio. También

buscará el crecimiento y desarrollo constante en la práctica de la profesión docente, usando

este conocimiento para mejorar las experiencias y desempeño del personal en capacitación,

así como de sus colegas, manteniendo una permanente relación de colaboración y ayuda

profesional; tanto entre los colegas Instructores como entre los estudiantes.

Responsabilidad

El Instructor será muy responsable con el alto compromiso asumido como docente y 

reconocerá el efecto que pueda causar su alejamiento repentino del Centro de Instrucción,

así como cualquier otro contratiempo que se pueda generar por su ausencia o

incumplimiento. De otro lado debe constituirse siempre en actor directo en las decisiones,

cambios o proyecciones que se vayan a realizar en el ámbito de la instrucción aeronáutica,

así como un colaborador activo en todo lo concerniente a las actividades  académicas de la

institución educativa, procurando en todo momento que sus acciones causen el mayor

beneficio posible a sus alumnos.

Lealtad y compromiso

El Instructor actuará siempre con lealtad, teniendo en cuenta la confianza depositada en él

por la institución y por la sociedad; para formar profesionales que más adelante tendrán en

sus manos grandes responsabilidades que afrontar; por lo que estará comprometido con

altos estándares de calidad educativa y con la mejora continua del proceso de enseñanza-

aprendizaje.

Altruismo

El Instructor no deberá retener sus conocimientos y experiencias para sí mismo, ya sea por

pereza o para evitar que en un futuro los estudiantes sean una competencia en la vida

laboral profesional. El Instructor deberá tener siempre una actitud altruista y generosa,

teniendo siempre en cuenta la frase siguiente: “La más pura gloria y satisfacción del maestro

no es formar discípulos que lo sigan, sino que lo superen”.

Confidencialidad

El Instructor debe mantener estricta confidencialidad sobre todo lo relacionado a su quehacer

docente y a las situaciones que hayan podido acontecer en el desarrollo de la instrucción y

solo podrá revelarlo con el expreso consentimiento del educando, para propósitos

académicos, si el caso así lo amerita, rechazando toda acción indigna que dañe el patrimonio

moral de la Profesión y procediendo siempre con tacto y diplomacia.

Trascendencia

El Instructor buscará que sus pensamientos, palabras y obras logren el bienestar y el

desarrollo personal y profesional de los estudiantes y respetará en todo momento su dignidad

y libertad; siendo justo, veraz y preciso en sus apreciaciones, buscando una trascendencia

mayor a los propios contenidos de su tema de instrucción y observando estrictamente la

normatividad de su centro de estudios; impulsando una cultura que procure el logro efectivo

de justicia, creatividad, respeto y apoyo a todos los estamentos que forma el sistema de

capacitación de nuestra empresa.

o CARACTERISTICAS DE LA ETICA PROFESIONAL

La ética que es ciencia, dentro del ámbito de la filosofía, tiende a determinar la significación de la vida humana, obliga al estudio, a la investigación y al razonamiento sobre la biología moral, en cuanto al hombre se refiere. Estas circunstancias nos conducen a tocarlos amplios campos de la historia, la filosofía en sus variados aspectos, la sicología, etc. La ética está en relación con el hombre, por ser energía de la personalidad humana, que es generadora del progreso y la civilización. La ética es deber y obligación de la moralidad, conforme la voz interior del individuo que razona, lo que nos demuestra que es la base del saber y la voluntad humana

Las Principales característica de la Ética Profesional son:

Teórica o General: Por tener sus conocimientos especulativos puramente racionales, sobre el criterio o norma de la moral

Práctica o Especial: Por estudiar los medios particulares, las virtudes, los deberes, etc.

Ciencia Filosófica: Que actúa en el plano de los valores y la controversia.

Forma de Conciencia: Se ocupa de algo muy abstracto ``el debe ser´´

Establece principios universales: Busca formular explicaciones teóricas generales, aplicables en toda sociedad y todo tiempo.

Enfoca la moral como fenómeno: Toma en cuenta los valores, sean estos positivos o negativos, en cada época.

Orienta el Comportamiento Moral: Señala las normas adecuadas de la convivencia.

Está presente en todo acto humano: Es un elemento universal y básico cohesión social.

 

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA ÉTICA

La ética nos proporciona una serie de principios fundamentales, cuya finalidad es esclarecer ¿qué es lo correcto y lo incorrecto?

De Solidaridad: “Como seres humanos de naturaleza sociable, tenemos la obligación moral, de promover el bienestar de todos los seres humanos, y no solo del nuestro. Hay que dejar ese egocentrismo que nos impulsa a sobre salir sin importarme el prójimo, esa aptitud me trunca como persona y conlleva a estancar mi propia realización”

De equidad: “La única diferencia entre un ser animal y un humano es la inteligencia, por ello debemos forzarnos a actuar inteligentemente y consecuentemente”

De abstenerse de elegir dañar a un ser humano: 

“Existe un viejo adagio que dice: no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hiciesen, debemos tener cierto cuidado en no destruir la identidad los demás, aunque no sea posible medir el alcance de nuestros actos, de ninguna manera debemos elegir conscientemente hacer el mal.

De eficiencia: “Muchos hablamos del esfuerzo que realizamos en aras (en función de) de promover la realización humana pero, ¿será que sí nos estamos esforzando lo suficiente? O ¿será que no estamos utilizando los métodos más eficaces?

De la responsabilidad del papel que hay que desempeñar: 

“No somos responsables de todos los aspectos del bienestar humano, ya que nuestras responsabilidades van ligadas a la capacidad, compromiso, circunstancias y roles específicos que debemos descubrir y poner al servicio de la sociedad, esto nos da una responsabilidad prioritaria en nuestras vidas”

De la aceptación de efectos colaterales: “La aceptación es un principio que debemos cultivar en nuestro diario vivir, ya que todas nuestras acciones no son acertadas y probablemente estas provocaran efectos colaterales”

De la cooperación en la inmoralidad:“Aunque suene un tanto paradójico y enredado, entre ciertas circunstancias de la vida, puede ser razonable cooperar en actos inmorales de otras personas. Lo que no quiere decir que aprobemos tal acto, ni que desea su éxito; solo si la acción es una parte subordinada de la acción inmoral de otro, el participar seria solo material”

o Entrevista

1- Desde su punto de vista como debe comportarse un instructor?

Desde el punto de vista profesional un instructor debe ser profesionalmente madura: es cálida, honesta, abierta, respeta a sus seguidores o alumnos, se interesa por estos y se preocupa porque llegue lo que se está enseñando.

Un instructor además debe mantenerse siempre informado, actualizado, es responsable se muestra respetuoso y se le respeta sin que este lo exiga.

2- Cuales comportamientos catalogan a un instructor como ético?

Algo que aleja a las personas de un solo impulso es una actitud negativa y antitética, es por ello que un instructor debe ser amable y comprensivo, el mismo no debe tener favoritismo y algo muy importante nunca debe tener mucha confianza con los trabajadores.

3- Cuáles son esos valores que mantienen en pie a un buen instructor?

Dentro de los valores que no se le debe faltar a un instructor están: que un instructor debe ser un modelo de integridad profesional, personal dando a entender una imagen digna de sí mismo.

Un instructor debe ser responsable, honesto, leal, justo y moral.

``Estos valores hablan mucho de una persona´´

INTRODUCCION

En el presente trabajo trataremos el tema de la ética y el comportamiento de un instructor respectivamente para explicar lo bueno y lo malo de las acciones del ser humano. De aquí nacen las diferentes escuelas éticas, y con el transcurso de los años se va reformando todo lo relacionado a la ética.

El ser humano que adquiere una moral bien pertrechada espiritualmente se convierte en un ferviente defensor de la justicia y en un fermento de renovación en todos los aspectos de la vida.

La personalidad moral se va definiendo a través de cada uno de los actos humanos. Con cada nueva posibilidad que nos apropiamos, con cada actualización de un vicio o de una virtud, descubrimos, corregimos o subrayamos los rasgos de nuestro carácter.

El comportamiento de la gente es estudiado por las disciplinas académicas de la psicología, la sociología, la economía, la antropología, la criminología y sus diferentes ramas. 

CONCLUSION

La ética trata permanentemente y vigorosamente de combatir la separación o divorcio que se ha pretendido establecer entre las ideas y la vida, es decir, la actitud negativa del ser humano que considera que la regla moral hay que respetarla a distancia.

La ética debe ser considerada como constante disciplina para la vida, pues nos obliga a realizar nuestras labores con eficiencia y a mantener una actitud de rechazo frente a todo lo que minimice nuestra dignidad. De aquí es que se dice que el hombre es un ser inexorablemente moral, pues su vida no le viene dada con dignidad y moral, sino que debe hacerla, debe construirla con moral y dignidad.

El comportamiento de la persona (así como de otros organismos e incluso mecanismos), cae dentro del rango de lo que es visto como lo común, lo inusual, lo aceptable y por fuera de los límites aceptables. En sociología el comportamiento es considerado como vacío de significado, no dirigido a otro sujeto y por lo tanto una acción esencialmente humana.

UNIVERSIDAD DOMINICANA O&M

Presentación

Nombre: Rosangela Nolasco Guzman

Matricula : 11-SPSS-1-207

Numéro : 69

Trabajo De: Formación de Personal

Tema: La ética Profesional / Comportamiento del Instructor

Profesora: Maria Sosa del Pilar

Fecha de entrega: sábado 11 de abril

ANEXOS

Entrevista Realizada Al

encargado del departamento De

servicio al cliente D

e ARS PALIC