Trastornos de La Personalidad

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Trastornos de la personalidad M. Valdés Aunque la psicología de cada individuo es idiosincrásica, hay datos psicobiológicos que permiten establecer tipologías (patrones de procesamiento de la información biológica y de interacción con los otros). Esos patrones estables de procesamiento y de interacción se consideran anormales cuando generan sufrimiento e inadaptación; es decir, cuando dan lugar a psicopatología y a problemas biográficos. Sujetos extraños Existe un tipo de trastornos de la personalidad que se caracteriza por el procesamiento aberrante de la información, la experimentación de estados mentales inusuales, y el aislamiento y la marginación social. Son sujetos raros y solitarios, proclives a presentar sintomatología psicótica, introvertidos, desajustados socialmente e independientes. Incapacidad para establecer y mantener relaciones interpersonales debido a su introversión y a una dificultad para aprender habilidades sociales elementales. Viven aislados y carecen de sentido de humor y de intereses afiliativos. Son altamente vulnerables a la patología psiquiátrica (esquizofrenia, trastornos afectivos, adicciones). Se modifican a lo largo de la biografía del sujeto, declinan en intensidad en la edad madura y se agudizan en los últimos años de vida. Trastorno paranoide de la personalidad Desconfianza excesiva e injustificada, Hipersensibilidad. Dan significado a los detalles más mínimos, exagerada autoimportancia real o no. Proclives a la autoreferencia. No suelen tener amigos y contraen con facilidad resentimientos y enemigos. Son rectos, justicieros, racionales y normativos. Sus relaciones suele basarse en la subordinación, y son desconsiderados y déspotas con los que consideran inferiores y obedientes con la autoridad. Acaban viviendo solos, solo con apoyo social laboral. Trastorno esquizoide de la personalidad Parecen indiferentes a las relaciones sociales. No invitan a la interacción personal debido a su frialdad y falta de expresividad emocional. Viven ensimismados y ausentes. Su incapacidad para las relaciones sociales se acompaña de vivencias autorreferenciales, fobias, mecanismos de evitación y alta disconformidad con la autoimagen. Se caracteriza por la introversión, el aislamiento y la vida al margen de la estructura sociofamiliar

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Trastornos de la personalidad   M. Valdés

Aunque la psicología de cada individuo es idiosincrásica, hay datos psicobiológicos que permiten establecer tipologías (patrones de procesamiento de la información biológica y de interacción con los otros). Esos patrones estables de procesamiento y de interacción se consideran anormales cuando generan sufrimiento e inadaptación; es decir, cuando dan lugar a psicopatología y a problemas biográficos. 

Sujetos extraños

Existe un tipo de trastornos de la personalidad que se caracteriza por el procesamiento aberrante de la información, la experimentación de estados mentales inusuales, y el aislamiento y la marginación social. Son sujetos raros y solitarios, proclives a presentar sintomatología psicótica, introvertidos, desajustados socialmente e independientes.

Incapacidad para establecer y mantener relaciones interpersonales debido a su introversión y a una dificultad para aprender habilidades sociales elementales.

Viven aislados y carecen de sentido de humor y de intereses afiliativos. Son altamente vulnerables a la patología psiquiátrica (esquizofrenia, trastornos afectivos, adicciones). Se modifican a lo largo de la biografía del sujeto, declinan en intensidad en la edad madura y se agudizan en

los últimos años de vida.

Trastorno paranoide de la personalidad

Desconfianza excesiva e injustificada, Hipersensibilidad. Dan significado a los detalles más mínimos, exagerada autoimportancia real o no. Proclives a la autoreferencia. No suelen tener amigos y contraen con facilidad resentimientos y enemigos. Son rectos, justicieros, racionales y normativos. Sus relaciones suele basarse en la subordinación, y son desconsiderados y déspotas con los que consideran

inferiores y obedientes con la autoridad. Acaban viviendo solos, solo con apoyo social laboral.

Trastorno esquizoide de la personalidad

Parecen indiferentes a las relaciones sociales. No invitan a la interacción personal debido a su frialdad y falta de expresividad emocional. Viven ensimismados y ausentes. Su incapacidad para las relaciones sociales se acompaña de vivencias autorreferenciales, fobias, mecanismos

de evitación y alta disconformidad con la autoimagen. Se caracteriza por la introversión, el aislamiento y la vida al margen de la estructura sociofamiliar

Trastorno esquizotípico de la personalidad

Anormalidades de la percepción, del pensamiento, del lenguaje y la conducta. Llaman la atención por su aspecto externo, desaliñado y extravagante. Son fríos e impenetrables. Con frecuencia hablan solos de temas ininteligibles y sostienen puntos de vista excéntricos (pensamiento casi

primitivo y mágico) Crédulos de lo paranormal (telepatía, clarividencia, extraterrestres, etc) Suelen ser internados por presentar ideación paranoide y autorreferencial, estados distimicos o episodios

psicóticos breves (una vez remitidos tras el tratamiento, quedan tan mal como estaban antes d ela complicación psiquiátrica sobre añadida).

Suele encontrarse en mendigos, vagabundos y marginados y afiliados a sectas.

Sujetos inmaduros

El segundo grupo reúne a las personas desajustadas socialmente y propensión a la ansiedad, e incluye a sujetos con necesidades desmedidas de atención y de afecto, proclives al malestar psicológico, al descontrol emocional, y que con frecuencia recurren a conductas impulsivas. A veces reciben el nombre de malcriados, déspotas o caprichosos, y dan la impresión de no ser fiables debido a su dificultad para regularse según reglamentos sociales y códigos interpersonales.Son extrovertidos y resistentes a la adquisición de aprendizajes sociales,

Trastorno histriónico de la personalidad

Conducta teatral, reactiva y expresada intensamente. Relaciones interpersonales marcadas por su superficialidad, egocentrismo, hipocresía y manipulación. Extrovertidos y necesitados de afecto y de atención, son cálidos y seductores, establecen con facilidad

relaciones poco elaboradas y en ocasiones, emiten señales equivocas que producen malos entendimientos (exceso de expresividad).

Son incapaces de modular, viven los acontecimientos con subjetividad total. Hipersensibles y suspicaces. Carecen de estabilidad emocional (destruyen relaciones con peleas, rencores) Se expresa en la clínica a través de episodios distimicos consecuencia de la fragilidad emocional, síntomas de

conversión, intentos de suicidio y trastornos de conducta en edad juvenil. Pueden surgir en un marco familia de sobreprotección y también, en condiciones de privación afectiva.

Trastorno antisocial de la personalidad

Conducta antisocial continua y crónica, en la que se violan los derechos de los demás Se presenta antes de los 15 años y persiste en la edad adulta. Se destacan por su frialdad y falta de miedo. Extrovertidos y de alta impulsividad. Se regulan solo ante señales de recompensa y gratificación inmediata. Inconstantes y volubles. No son propensos a presentar trastornos psicóticos. Presentan síndromes tóxicos (consumo de drogas) Historia infantil: madres demasiado tolerantes y padres excesivamente débiles.

Trastorno narcisista de la personalidad

Sentimiento de importancia y grandeza, y una hipersensibilidad a la valoración de los demás. Carentes de empatía, sin capacidad de generosidad, tienden a la explotación interpersonal. Se consideran merecedores de trato privilegiado y tienen fantasías de éxito, belleza y prestigio y tienen

necesidad exhibicionista de atención y admiración. Envidiosos y descalificadores. Viven en fantasía, sin aceptar reglas de la realidad ni sus defectos o limitaciones. Culpan a su familia de sus frustraciones y sus fracasos. Tienden a la autocontemplacion, cuidan su aspecto y adquieren signos que reflejan alto status social. Presumidos, egoístas, no inspiran afecto o aprobación. Determinación genética que se manifiesta precozmente a través de dificultades en aprendizajes escolares y en

los procesos de socialización.

Trastorno límite de la personalidad

Inestabilidad en de estados de ánimo, la identidad, la autoimagen y la conducta interpersonal. Puede dar lugar a sintomatología alternamente (histriónica, obsesiva, antisocial y psicótica) que hace

inoperantes los tratamientos. Jóvenes menores de 20 años (mayormente mujeres) que presentan comportamientos absurdos de tipo

antisocial o psicótico. Pueden presentar mecanismos histriónicos, estados disfóricos incomprensibles, rigidez de pensamiento de

apariencia obsesiva, o intentos de suicidios a propósito de nimiedades. No toleran la soledad, son hipersensibles al rechazo y carecen de recursos personales para controlar su

angustia. Pueden consumir tóxicos, frecuentar ambientes marginales, prostitución o delinquir. Presentan reacciones de ira intensa y conductas agresivas de descontrol. Van mejorando con el transcurso del tiempo, se ve normalizaciones conductuales y estabilizaciones

progresivas. Aunque subsisten las anomalías del pensamiento y propensión a trastornos distímicos.

Sujetos temerosos

El tercer grupo reúne a las personas que presentan distintas formas de miedo patológico. Temen la opinión de los otros y evitan el contacto social, viven en un estado de preocupación permanente y/o pueden adherirse o someterse a otras personas para mitigar su desvalimiento. 

Introvertidos Mal socializados Desajustados emocionalmente y dependientes.

Trastorno de la personalidad por evitación

Hipersensibilidad al rechazo. Temen la evaluación negativa de los demás, no toleran la crítica, la humillación o la vergüenza.

Necesitan garantías de aprobación, para establecer relaciones interpersonales. Retraimiento social, pesar del deseo de afecto. Baja autoestima. Frecuentes episodios depresivos o estados de ansiedad que se alternan con estados de

bloqueo emocional propios de la inhibición de la acción. Carecen de recursos para interaccion personal (no sabes qué hacer ni qué decir, etc) por lo que recurren a

estreteias de evitación para liberarse de sentirse examinados. Atribuyen hostilidad y malevolencia a las personas. Tienden a vivir aislados desde muy jóvenes y evitan el contacto con los demás recurriendo a mecanismos

psicológicos de negación y proyección, sin un discurso intelectual presentable. Desaprovechan oportunidades laborales por temor a la responsabilidad y no tienen apoyos sociales. Alto nivel

de dependencia familiar y autoculpaciones agresivas.

Trastorno personalidad por dependencia

Miedo a la soledad. Hipersensibilidad a la aprobación. Pasividad para que los demás asuman las responsabilidades y las decisiones.

Subordinación e incapacidad para valerse solo. Relaciones sociales casi nulas. Falta de autoconfianza y autoestima. Son escasas sus fuentes de gratificación y tienen muchos sentimientos de

insuficiencia. Presentan depresiones y estados distimicos por acontecimientos banales o discusiones menores con la

persona protectora. Aparece tempranamente y sugiere alteraciones biológicas precoces en relación con procesos de impregnación,

maduración neural y socialización.

Son capaces de cualquier cosa con tal de no perder la estima y la aprobación ajenas.

Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad

Perfeccionismo, necesitan orden, limpieza y meticulosidad. Indecisión. Tienden a dudar sistemáticamente por lo que recurren a repeticiones y comprobaciones. Obstinación. No toleran la menos incertidumbre y siempre especulan con posibilidades catastróficas. Tienen miedo a todo y viven atrincheradamente, a la defensiva Dificultad para expresar emociones cálidas y tiernas. Usan mecanismos de defensa: se valen de la racionalización para tranquilizarse, se acogen a la superstición, o

a la delegación de decisiones a otros. Son conductualmente desorganizados (lentos, reiterativos, rígidos) Excesiva devoción al trabajo y al rendimiento, son disciplinados y tenaces.

Trastorno pasivo-agresivo de la personalidad

Resistencia laboral o social expresada de forma indirecta (tozudez, demoras, olvidos, etc) Viven contrariados, ponen objeciones, discuten por cualquier cosa. Están en un perpetuo estado de irritación y mal humor. Les molesta la autoridad y las normas Son personas rencorosas y hostiles. Recurren a mecanismos defensivos de negación y de proyección Propensos a estados distímicos y depresivos y al consumo de alcohol.

La personalidad autodestructiva y sádica

Personalidad autodestructiva o masoquista: Se define por un patrón generalizado de conducta generadora de evidentes y continuas desgracias que son vividas con incomprensible resinación.

Personalidad sádica: se expresa a través de comportamientos crueles, desconsiderados y agresivos para con el prójimo, unido a una curiosa fascinación por la violencia y tendencia a torturar organismos vivos, sin conciencia de alteración psíquica.

Son perturbaciones que pueden darse en otros trastornos de personalidad y presentes en distinto grado en relaciones interpersonales independientes insalubres.

Los trastornos de personalidad, tiene tratamiento?

Aunque los trastornos de la personalidad presuponen por definición la existencia de un patrón disfuncional estable, alteraciones emocionales y ausencia de habilidades específicas y de aprendizajes sociales, los tratamientos psicofarmacológicos y las técnicas de intervención psicológica sirven para neutralizar los estados psicopatológicos y para mejorar notablemente las estrategias de interacción de los pacientes.