treball arcilla

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ARCILLA (Resumen) María era una persona muy pequeña de estatura, tenía una nariz muy larga y una barbilla muy prominente. Trabajaba en una lavandería y todo el mundo estaba muy contento con ella. Esa tarde, María tenía fiesta e iba a visitar a Joe. (María había criado a Joe y a su hermano Alphy cuando eran pequeños. Joe y su mujer siempre le decían que se fuera a vivir con ellos y sus hijos pero a ella le gustaba trabajar en la lavandería. Cuando las mujeres terminaron de tomar el té, ella se fue a su habitación, se quitó el delantal y las botas de faena y se puso su falda, su blusa, y sus botas de vestir. Cuando salió, llovía, se subió al tranvía y pensó que pasaría una bonita tarde, pero le daba pena pensar que Alphy y Joe no se dirigieran la palabra. Bajó del tranvía en el pilar y entró en la pastelería Downes’s a comprar pasteles, y luego se fue a otra tienda y compró una rebanada de bizcocho de ciruelas, y luego cogió otro tranvía que la llevaría a la casa de Joe. En el tranvía de Drumcondra un anciano caballero hizo sitio para ella. Era un caballero para un bombín marrón, tenía la cara cuadrada y colorada y llevaba un bigote gris. El caballero se puso a hablar con ella del tiempo lluvioso y de la víspera de todos los santos. El comportamiento del caballero fue muy agradable. Cuando llegó a la casa de Joe, había los críos vestidos de domingo, había dos chicas mayores de la casa de al lado, Joe que acababa de llegar y la mujer de Joe. María entregó la bolsa con los pasteles a Alphy, el mayor de sus hijos, para que los repartiera. María se puso a buscar el bizcocho de ciruelas que había comprado para Joe y su mujer, y al no encontrarlo preguntó a los chiquillos si alguno se lo había comido, pero los chiquillos dijeron que no. María se dio cuenta que se lo había olvidado en el tranvía. Joe le dijo que no pasaba nada y se sentaron los dos junto al fuego, hablando de los buenos tiempos y María sacó el

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ARCILLA (Resumen)

María era una persona muy pequeña de estatura, tenía una nariz muy larga y una barbilla muy prominente. Trabajaba en una lavandería y todo el mundo estaba muy contento con ella. Esa tarde, María tenía fiesta e iba a visitar a Joe. (María había criado a Joe y a su hermano Alphy cuando eran pequeños.

Joe y su mujer siempre le decían que se fuera a vivir con ellos y sus hijos pero a ella le gustaba trabajar en la lavandería.

Cuando las mujeres terminaron de tomar el té, ella se fue a su habitación, se quitó el delantal y las botas de faena y se puso su falda, su blusa, y sus botas de vestir. Cuando salió, llovía, se subió al tranvía y pensó que pasaría una bonita tarde, pero le daba pena pensar que Alphy y Joe no se dirigieran la palabra.

Bajó del tranvía en el pilar y entró en la pastelería Downes’s a comprar pasteles, y luego se fue a otra tienda y compró una rebanada de bizcocho de ciruelas, y luego cogió otro tranvía que la llevaría a la casa de Joe.

En el tranvía de Drumcondra un anciano caballero hizo sitio para ella. Era un caballero para un bombín marrón, tenía la cara cuadrada y colorada y llevaba un bigote gris. El caballero se puso a hablar con ella del tiempo lluvioso y de la víspera de todos los santos. El comportamiento del caballero fue muy agradable.

Cuando llegó a la casa de Joe, había los críos vestidos de domingo, había dos chicas mayores de la casa de al lado, Joe que acababa de llegar y la mujer de Joe. María entregó la bolsa con los pasteles a Alphy, el mayor de sus hijos, para que los repartiera.

María se puso a buscar el bizcocho de ciruelas que había comprado para Joe y su mujer, y al no encontrarlo preguntó a los chiquillos si alguno se lo había comido, pero los chiquillos dijeron que no. María se dio cuenta que se lo había olvidado en el tranvía. Joe le dijo que no pasaba nada y se sentaron los dos junto al fuego, hablando de los buenos tiempos y María sacó el tema de Alphy (los hermanos no se hablaban) pero Joe se puso a gritar enfurecido y María dijo que sentía haber sacado el tema.

Después de esto Joe le pidió a su mujer que sacara mas cervezas, las dos vecinas organizaron juegos y la mujer de Joe tocó el piano para los niños.

Finalmente Joe le dijo a María que cantara alguna canción, María se sentó al lado de la señora Donelly (la mujer de Joe), Donelly ordenó a los chiquillos que callaran y escucharan la canción de María, cuando acabó de cantar Joe estaba muy emocionado.