UN ESTUDIO RECOMIENDA QUE LOS NIÑOS MENORES DE TRES AÑOS NO VEAN LA TELEVISIÓN

Antes de los tres años los niños no deberían ver la televisión ya que puede ser perjudicial para su desarrollo físico y psíquico, según ha revelado un reciente estudio

La televisión suele ser un recurso muy accesible para entretener a los niños, incluso los más pequeñitos, al que los padres suelen recurrir a la pequeña pantalla para mantenerlos entretenidos sin tener en cuenta el daño que puede provocar en sus hijos.

Los estudios cifran en más de dos horas la media de tiempo que los niños pasan viendo la televisión, un tiempo excesivo y nada beneficioso según los resultados de un estudio recientemente publicado por los científicos en la revista Archives of Disease in

Childhood,  que lleva por título "Remotely Controlled. How televisión is damaging our lives" (“Controlados remotamente: cómo la televisión no está afectando la vida”).

En el estudio se pone de relieve que entre ordenadores, tabletas, smarthphones, videojuegos y televisión, los niños británicos pasan cada día seis horas mirando una pantalla, una cifra similar a la de España. Con este promedio, cuando cumplen la mayoría de edad habrán pasado alrededor de tres años frente a una pantalla durante la etapa que se supone deber ser la más activa de la vida.

¿Es esto bueno? A esta pregunta responde el autor del estudio, Aric Sigman, quien destaca los problemas de salud que puede provocar a largo plazo. A los ya conocidos como obesidad debido al sedentarismo, añade otros como problemas cardiacos.

 En este sentido, el sedentarismo es una de las mayores causas de enfermedades como la diabetes y la artritis, por ende el causante de la mayoría de los decesos en los países desarrollados.

 Ante esta situación, recomienda no permitir el contacto con estos dispositivos antes de los tres años y procurar no excederlo más dos horas diarias que entre los 3 y los 16 años.

 De la misma forma, destaca que el desarrollo cerebral es fundamental especialmente en los primeros años de vida, cuando los niños aprenden a interactuar con sus padres y establecen vínculos afectivos.

 Esta sobreexposición a las pantallas podría ocasionar en consecuencia problemas de aprendizaje, concentración, socialización y empatía, además de los problemas físicos que ocasionan cada día más enfermedades, según el citado estudio

En España los padres deberían tomar nota de este informe, ya que según datos publicados por el Instituto de Creatividad e Innovaciones Educativas de la Universidad de Valencia, el 30 por ciento de los niños lo primero que hace al llegar a casa en encender la televisión, frente al 18,8 por ciento que juega con sus hermanos o amigos