Un ingeniero ejemplar - UNAM

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19 ¿cómoves? Aficiones. La astronomía y la aviación. Deportes que practica. Nadar, bucear, el patinaje sobre ruedas, del que fui cam- peón hace ya algunos años y subirme a los árboles, que es un ejercicio muscular com- pleto y muy divertido. ¿Y su casa? Cualquiera que va a mi casa pien- sa que es un relajo, sí lo es. Es taller, mu- seo, biblioteca, todo mezclado. Ahí tengo un laboratorio de electrónica y óptica, y un taller mecánico. Pasiones. Soy un entusiasta de la tecnología, de hacer las cosas y de la técnica porque me encanta experimentar. Me apasionan la ingeniería, la aviación, el deporte y la música. Toco el piano, el órgano y la gui- tarra. Me gusta la música clásica —sobre todo Beethoven y Bach— y de la música popular, Agustín Lara; he tratado de co- piar su estilo único. Personalmente Todo aquel que ha conocido al ingeniero José de la Herrán se refiere a él como un hombre caballeroso, simpático, cordial y amable y, en efecto, así es. En su oficina del Museo de las Ciencias Universum, donde ocupa el cargo de asesor técnico, nos habla de la inquietud que desde niño lo llevó a ser un apasionado amante de la técnica, de crear cosas. A los 12 años ini- ció su acercamiento a la ciencia cuando visitó, en Filadelfia, Estados Unidos, el museo científico y tecnológico Franklin Institute. En esa época vivía en las insta- laciones de la XEW porque fue su padre quien instaló la planta transmisora de esta estación de radio de amplitud modulada a la cual daba mantenimiento y servicio. Ahí el ingeniero de la Herrán armó su primer radio de un bulbo y fabricó su primer te- lescopio reflector de 12 centímetros de diámetro con una claraboya que encontró entre los alfalfares y las milpas. Con ese telescopio observó Júpiter: “¡te desmayas de la maravilla que es verlo rodeado de satélites y de bandas en la superficie y en- tonces te das cuenta que está suspendido en el espacio...!”. A partir de entonces comenzó a construir telescopios (algunos junto con su padre, que era un gran ex- perto en la materia), una labor que culmi- naría con la construcción del telescopio de 2.12 metros de diámetro, instalado en el Observatorio Astronómico Nacional en San Pedro Mártir, Baja California, uno de los mejores lugares del mundo para reali- zar observaciones astronómicas. Desde muy joven, el ingeniero de la Herrán colecciona y restaura aparatos, lo que a lo largo de 50 años le ha permitido integrar varias colecciones científico- didácticas, entre ellas las de microscopios, telescopios, motores Stirling, radios, cal- culadoras, computadoras y cámaras de cine y de vistas fijas. De estos instrumen- tos, donó 115 al Museo de las Ciencias Universum, donde ha colaborado amplia- mente desde su planeación. Rocío Muciño José de la Herrán Un ingeniero ejemplar Foto: Dante Bucio José de la Herrán ha goza- do de la vida intensamente en todos los aspectos. Sus estudios de ingeniería, con especializa- ción en la fabricación de aceros aleados y especiales, ingeniería óptica y electrónica de transmi- siones, junto con su enorme ha- bilidad, dedicación y esfuerzo, lo han llevado a obtener impor- tantes logros y reconocimien- tos, entre los que se encuentran el Premio Nacional de Ciencias en Tecnología y Diseño en 1983. Específicamente en el área de radio, instaló e inauguró la primera estación de FM en México, la XEQFM y, junto con su padre, inició las radiodifusoras de AM más potentes. En televisión, diseño y construyó dos cáma- ras de TV y fungió como director técnico de Telesistema Mexicano, instalando XEWTV Canal 2 y los canales 9, 7, 3 y 10 de su cadena nacional y una cadena de es- taciones de enlace de FM. Como divulga- ¿Cómo ves? felicita al Ingeniero José de la Herrán, quien es parte de nuestro Consejo Edi- torial, por su reciente distinción como miem- bro fundador de la Academia Mexicana de la Comunicación. dor de la ciencia, fue director de la revista Información Científica y Tecnológica del CONACYT y cofundador de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Cien- cia y la Técnica, SOMEDICYT, de la cual fue presidente. Todo lo anterior ha hecho que José de la Herrán sea una persona muy querida y respetada dentro del ámbito de la ciencia y la tecnología, pero él recono- ce sus defectos: “Soy una persona desor- denada pero como vivo en un país desordenado, casi no se me nota”. Investigador nacional desde 1984, ha dictado más de 400 conferencias, publi- cado decenas de artículos en diarios y re- vistas; realizado incontables programas de radio y televisión y ha recibido más de 200 reconocimientos. La energía que lo caracteriza y el aprovechamiento de cada minuto de su vida son un ejemplo, un ex- celente modelo a seguir por los jóvenes, a quienes recomienda: “El lugar te lo bus- cas, nadie te lo va a regalar, si logras ob- tenerlo, te sientes bien y plenamente realizado”.

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19¿cómoves?

Aficiones. La astronomía y la aviación.Deportes que practica. Nadar, bucear, el

patinaje sobre ruedas, del que fui cam-peón hace ya algunos años y subirme a losárboles, que es un ejercicio muscular com-pleto y muy divertido.

¿Y su casa? Cualquiera que va a mi casa pien-sa que es un relajo, sí lo es. Es taller, mu-seo, biblioteca, todo mezclado. Ahí tengoun laboratorio de electrónica y óptica, yun taller mecánico.

Pasiones. Soy un entusiasta de la tecnología,de hacer las cosas y de la técnica porqueme encanta experimentar. Me apasionanla ingeniería, la aviación, el deporte y lamúsica. Toco el piano, el órgano y la gui-tarra. Me gusta la música clásica —sobretodo Beethoven y Bach— y de la músicapopular, Agustín Lara; he tratado de co-piar su estilo único.

Personalmente

Todo aquel que ha conocido al ingenieroJosé de la Herrán se refiere a él como unhombre caballeroso, simpático, cordial yamable y, en efecto, así es. En su oficinadel Museo de las Ciencias Universum,donde ocupa el cargo de asesor técnico,nos habla de la inquietud que desde niñolo llevó a ser un apasionado amante de latécnica, de crear cosas. A los 12 años ini-ció su acercamiento a la ciencia cuandovisitó, en Filadelfia, Estados Unidos, elmuseo científico y tecnológico FranklinInstitute. En esa época vivía en las insta-laciones de la XEW porque fue su padrequien instaló la planta transmisora de estaestación de radio de amplitud modulada ala cual daba mantenimiento y servicio. Ahíel ingeniero de la Herrán armó su primerradio de un bulbo y fabricó su primer te-lescopio reflector de 12 centímetros dediámetro con una claraboya que encontróentre los alfalfares y las milpas. Con esetelescopio observó Júpiter: “¡te desmayasde la maravilla que es verlo rodeado desatélites y de bandas en la superficie y en-tonces te das cuenta que está suspendidoen el espacio...!”. A partir de entoncescomenzó a construir telescopios (algunosjunto con su padre, que era un gran ex-perto en la materia), una labor que culmi-naría con la construcción del telescopiode 2.12 metros de diámetro, instalado enel Observatorio Astronómico Nacional enSan Pedro Mártir, Baja California, uno delos mejores lugares del mundo para reali-zar observaciones astronómicas.

Desde muy joven, el ingeniero de laHerrán colecciona y restaura aparatos, loque a lo largo de 50 años le ha permitidointegrar varias colecciones científico-didácticas, entre ellas las de microscopios,telescopios, motores Stirling, radios, cal-culadoras, computadoras y cámaras decine y de vistas fijas. De estos instrumen-tos, donó 115 al Museo de las CienciasUniversum, donde ha colaborado amplia-mente desde su planeación.

Rocío Muciño

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José de la Herrán ha goza-do de la vida intensamente entodos los aspectos. Sus estudiosde ingeniería, con especializa-ción en la fabricación de acerosaleados y especiales, ingenieríaóptica y electrónica de transmi-siones, junto con su enorme ha-bilidad, dedicación y esfuerzo,lo han llevado a obtener impor-tantes logros y reconocimien-tos, entre los que se encuentranel Premio Nacional de Cienciasen Tecnología y Diseño en1983.

Específicamente en el áreade radio, instaló e inauguró laprimera estación de FM en México, laXEQFM y, junto con su padre, inició lasradiodifusoras de AM más potentes. Entelevisión, diseño y construyó dos cáma-ras de TV y fungió como director técnicode Telesistema Mexicano, instalandoXEWTV Canal 2 y los canales 9, 7, 3 y 10de su cadena nacional y una cadena de es-taciones de enlace de FM. Como divulga-

¿Cómo ves? felicita al Ingeniero José de laHerrán, quien es parte de nuestro Consejo Edi-torial, por su reciente distinción como miem-bro fundador de la Academia Mexicana de laComunicación.

dor de la ciencia, fue director de la revistaInformación Científica y Tecnológica delCONACYT y cofundador de la SociedadMexicana para la Divulgación de la Cien-cia y la Técnica, SOMEDICYT, de la cualfue presidente. Todo lo anterior ha hechoque José de la Herrán sea una persona muyquerida y respetada dentro del ámbito dela ciencia y la tecnología, pero él recono-ce sus defectos: “Soy una persona desor-denada pero como vivo en un paísdesordenado, casi no se me nota”.

Investigador nacional desde 1984, hadictado más de 400 conferencias, publi-cado decenas de artículos en diarios y re-vistas; realizado incontables programas deradio y televisión y ha recibido más de200 reconocimientos. La energía que locaracteriza y el aprovechamiento de cadaminuto de su vida son un ejemplo, un ex-celente modelo a seguir por los jóvenes, aquienes recomienda: “El lugar te lo bus-cas, nadie te lo va a regalar, si logras ob-tenerlo, te sientes bien y plenamenterealizado”.