Ula es una nia que pasa un dia tras otro leyendo

libros de la inmensa biblioteca de su padre. Bruno es

un nio que no siente simpata ni por Ulla, ni por los

libros. Ella y su mundo son muy extraos para l.

Pero un da Bruno para por la casa de Ula y ella lo

invita a entrar, literalmente, en uno de sus libros. Al

principio l siente aprensin, tanto por Ula como por

ese mundo al que ella lo est llevando. Bajan unas

escaleras y, cuando ella se agarra de un lazo para salir

volando juntos hacia un mundo desconocido, l no

tiene ms remedio que aferrarse a ella. Poco a poco

va perdiendo el miedo y empiezan a volar juntos.

Hasta que de pronto ella es raptada por un ser

fantstico y Bruno tiene que terminar de inventarse

esta historia, por su propia cuenta, para salvarla.

Enfrenta sus miedos, supera obstculos naturales,

visita lugares extraos, ajenos e inquietantes y se las

ingenia para salvar a Ula. Cuando ya estn a salvo, l

mismo navega de vuelta, viven juntos las aventuras

del regreso, Bruno termina tomando el control de ese

mundo imaginario del que ya se siente dueo hasta

que, al final, cierran el libro. Dos nuevas amistades

han nacido: la de Bruno y Ula, y la de Bruno y el

mundo de los libros que, aunque sea extrao y

distinto como ella, vale la pena volver a visitarlo.

Ula acomod la cinta separadora de pginas y

cerr el libro, Sorprendido bruno mir a su

alrededor:

-Dnde estuvimos?

-En el libro dijo Ula con aire de satisfaccin-

Por cierto, te hiciste una herida en el cuello

Una bandita?

- S, por favor -dijo Bruno, y ella le puso una

bandita grandota en el cuello.

- Quiero saber cmo lo hiciste dijo Bruno-

Puedes volver a hacerlo?

- Claro dijo Ula- Pero hoy ya no. Vuelve

cuando quieras.

A Ula Corazn le gustaba estar en casa.

Poda pasarse el da entero en la

biblioteca de su pap sin aburrirse .

Lea o pensaba o contemplaba las

dibujos de los libros . Su pap hasta le

haba dejado libre un aquel para sus

propios libros. Y adems tenan permiso

para tomar el que quisiera siempre y

cuando lo tratara con cuidado.No

cualquier nio puede hacer eso.

Bruno Dado pasaba todos los das por la

casa de la familia Corazn. Ula no le

agradaba especialmente. Pero cuando l

tena algo nuevo, un cromo, una camiseta,

una gorra o un cinturn, timbraba, entraba

un rato y ella tena que decirle cmo le

pareca la novedad.

Sin embargo, l le caa bien a Ula, y a ella

le habra gustado que se quedara un poco

ms. Por eso ensay un da con el libro.

No de inmediato. Primero le mostr sus

propios libros. Pero Bruno los hoje un

poco y despus los dej a un lado.

Pf, libros para nios dijo y, acto

seguido, sali.

La siguiente vez, ella se propuso empezar

con ms astucia y dijo:

Bueno, pues yo puedo tomar cualquiera

de los libros que estn aqu .

Y qu? dijo l.

Tambin los peligrosos!

Y qu pueden tener de peligrosos

estos libros? pregunt l.

Entonces Ula baj del anaquel el libro

grande y le mostr los dibujos que la

asustaban. Pero Bruno no se asust.

En esta ocasin, Ula tuvo que esperar

mucho hasta que Bruno volvi a pasar

por su casa. Al parecer haba cumplido

aos , y casi todo lo que llevaba era

nuevo: pantalones, chaleco, zapatos y

adems un monopatn.

Qu bonito dijo Ula.

Bruno se pase por la habitacin de un

lado para otro, para que ella pudiera

verlo bien, despus se dirigi hacia la

puerta. Pero Ula se le plant por delante,

de modo que l tuviera que fijarse en la

bandita. Y se fij!

Mordida de serpiente dijo ella y

esper.

Aqu en la habitacin? pregunt

Bruno y se baj del monopatn.

S, pero sali de libro dijo Ula.

No lo creo dijo Bruno. Mustrame!

Y de cul? pregunt l. En ese

momento, Ula respir profundamente:

Qu aburrido dijo y, una vez ms, sali.

Y de cul? pregunt l. En ese

momento, Ula respir profundamente:

All arriba, el azul. Creo que es un libro

encantado. Todo lo que hay en su interior

puede cobrar vida, no solo la serpiente. Hay

que leer con mucho cuidado

Ula subi por la escalera y baj el libro del

ltimo anaquel de la biblioteca. Lo puso en

el suelo y abri la cubierta con cuidado.

Entonces el libro qued tan ancho que los

dos podan contemplarlo, uno junto al otro.

Eso casi no se puede leer dijo Bruno y

seal los caracteres desconocidos.

Yo s dijo Ula . Escucha con atencin.

Y empez a leer en voz baja