Un sábado con los amigos

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Andrea Camilleri Traducción del italiano de Teresa Clavel Lledó U N S ÁBADO CON LOS A MIGOS

Transcript of Un sábado con los amigos

  • Andrea Camilleri

    Traduccin del italiano de Teresa Clavel Lled

    Un Sbado con loS amigoS

  • Un Sbado con loS amigoS

    Ttulo original: Un sabato, con gli amici

    Ilustracin de la cubierta: Night, William Utermohlen, 1991, Private Collection/Bridgeman Images

    Copyright Arnoldo Mondadori Editore, S.p.A, Miln, 2009Copyright de la edicin en castellano Ediciones Salamandra, 2014

    Publicaciones y Ediciones Salamandra, S.A.Almogvers, 56, 7 2 - 08018 Barcelona - Tel. 93 215 11 99

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    ISBN: 978-84-9838-597-7Depsito legal: B-12.925-2014

    1 edicin, julio de 2014Printed in Spain

    Impresin: Romany-Valls, Pl. Verdaguer, 1Capellades, Barcelona

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    Cundo vuedve pap?Uf, qu pesado!Pod qu se ha ido pap?Pero si te lo dijo l mismo: Voy a Palermo por

    un asunto de trabajo, pero volver pronto.Y cundo es pronto?Jo, ests insoportable!Pod qu no me dices cundo vuedve pap?Pero si te lo he dicho mil veces! Cmo es posi

    ble que no lo entiendas, tontorrn? Hagamos una cosa: dame la mano.

    Cul, mam?La que quieras. Eso, muy bien. Ahora presta

    atencin. En cada mano hay cinco deditos, ves? El ms pequeo, ste, se llama meique; el hermanito que est junto a l, anular; el ms largo, corazn; el de al lado, ndice; y el ms gordo, pulgar. Uno, dos, tres, cuatro y cinco. Cinco dedos, est claro? Como pap vuelve dentro de cinco das, a partir de maana, cuando vayas a acostarte, cierras un dedo cada noche. Cuando no te quede ningn dedo porque estn todos cerrados y la

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    mano se haya convertido en un puo, pap volver a casa. Y ahora ve al bao. Te quitas la ropa, me llamas, y voy a lavarte y acostarte.

    En el sueo ha notado los labios de pap sobre la frente. Despus llega mam, que la despierta acaricindole el pelo. Al abrir los ojos, ve su cara sonriente. Como siempre.

    Hola, mam.Buenos das, pequeina ma.La coge en brazos. Bao.Mira qu vestido ms bonito te he preparado

    para hoy.El verde. Mam le ha dicho que ese color se llama

    verde, como el del csped.Te gusta?T.Bien. Ahora te vas a tu cuarto como una nia

    buena y te pones a jugar, que mam tiene que irse a la oficina. Prtate bien y no hagas ninguna trastada. Dentro de una hora viene Gemma, pero, si necesitas algo, vas a la habitacin de to Eugenio.

    Es el hermano de pap, que es muy peludo y tiene una pierna torcida. Nunca sonre, nunca sale de su cuarto y en la mesa tampoco habla, pero de vez en cuando, a escondidas, le da un caramelo.

    A esas horas, el 28 no suele ir tan lleno. Erminia ocupa un asiento junto a la ventanilla y lo acomoda sobre sus

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    rodillas para que pueda mirar la calle. En cierto momento, lo levanta cogindolo por las axilas.

    Dame la mano.La mano de Erminia no es suave como la de mam.

    A l no le gusta drsela.Bajan en la parada habitual, echan a andar por el

    gran paseo arbolado y llegan a su banco de la glorieta. Erminia saluda desde lejos a una amiga y se sienta. l, en cambio, ha visto que ya estn all Luca, Simone y Mara, sus amigos.

    Quiedo id...Ve.El juego de esta maana es una carrera de coche

    citos de cuerda. Mara es la mejor, siempre gana ella.

    Estn sentados a la mesa, cenando. En los sitios de costumbre: ella al lado de mam, y enfrente su hermano Angelo, que es dos aos mayor, al lado de pap.

    A ella le gustaba escuchar a pap y mam cuando se hablaban, aunque no entendiera lo que decan.

    Pero ahora pap y mam ya no se hablan; ms an, ni siquiera se miran, como Angelo y ella cuando se han peleado.

    De pronto advierte que mam est llorando en silencio, aunque intenta disimular ponindose la servilleta delante de la cara.

    Qu te pasa, mam?Tengo pupa.Y, sin decir nada ms, se levanta y se va al dormito

    rio. Al cabo de un momento, pap se levanta tambin y va a encerrarse en el despacho.

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    Hace unos das pusieron en el despacho una camita para pap. Mam dijo que haban tenido que hacerlo porque pap ronca mucho y no la deja dormir.

    Ahora oye rer a Angelo y levanta los ojos.Su hermano est yendo de puntillas hacia la cocina.

    Al cabo de un momento, vuelve con una enorme porcin de tarta entre las manos y empieza a comrsela.

    Ve a coger t tambin.No, ella no har lo mismo que Angelo. Porque

    mam ha dicho que la tarta es para maana, cuando vengan los tos, y que por eso no hay que tocarla. Ella es una nia obediente.

    Pero por qu Popeo est siempre durmiendo? Nada ms comer, se pone a dormir. Se adormece despus de hacer sus necesidades. Vuelve a dormir despus de dar unas vueltas por la casa. Por la maana, cuando mam lo despierta, Popeo sigue durmiendo a los pies de su cama. Y cuando va a acostarse, Popeo ya est all dormido.

    Un da se lo pregunta a mam:Pod qu Popeo duedme tanto?Porque Popeo, como todos los gatos, es un ani

    mal que duerme de da y est despierto por la noche.Y qu hace?Va de caza.Qu caza?Debera cazar ratones, pero como, por suerte, en

    casa no hay, caza bichitos.Qu bichitos?Pues no s, araitas...

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    Adaitas no! Le dan pavor.Vmonos a ota casa.Por qu quieres irte a otra casa?Podque aqu hay adaitas.Pero si te he dicho que est Popeo! No te preo

    cupes, tesoro, que l se encarga de eso.l no aade nada, pero est seguro de que las cosas

    no son como dice mam.l cree que Popeo tambin duerme cuando est os

    curo.Y una noche u otra las adaitas treparn por su

    cama, le mordern la nariz hasta hacerle sangre y se la arrancarn mientras Popeo sigue durmiendo tranquilamente.

    Y adems, cmo pueden saber los mayores que Popeo est despierto por la noche, si todos ellos duermen?

    Dale un beso a pap dice llorando ta Anna, la hermana de mam.

    Oye a mam llorando tambin en la habitacin de al lado y que ta Francesca, la otra hermana de mam, dice:

    nimo, Michela, nimo, tienes que ser fuerte...Cuntos parientes en casa! Y todos han venido a

    ver a pap, que est durmiendo en el saln dentro de una caja y completamente vestido de negro! Aunque su aspecto es un poco cmico, porque lleva corbata pero se le ha olvidado ponerse los zapatos.

    Dale un beso a pap insiste ta Anna, empujndolo hacia delante.

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    l se acerca, se pone de puntillas, se estira. La caja es demasiado alta, est apoyada sobre dos soportes; no llega. Entonces ta Anna se da cuenta, lo coge en brazos y lo inclina hacia pap. l posa los labios sobre su frente.

    Pap tiene fdo! exclama mientras lo dejan en el suelo.

    A su ta se le escapa una especie de aullido, como los que profieren los lobos que salen en la televisin.

    Le entra miedo y corre hacia el comedor, donde est sentado to Carlo, el marido de ta Francesca, hablando con otros hombres. Su to lo coge de un brazo, lo sienta sobre sus rodillas, lo besa en la mejilla.

    Quiedo id con mam.No, no vayas con mam; tiene cosas que hacer y

    no quiere que la molesten. Ahora ya eres un hombrecito y puedes estar con los mayores.

    Pero l no es un hombrecito y no quiere estar con los mayores.

    Entonces me voy a mi cuadto.

    Est sentada en el suelo con la espalda apoyada en el tronco del rbol ms bonito del jardn; pap le ha dicho muchas veces su nombre, pero a ella siempre se le olvida. Mira los dibujos de un libro de hadas que le ha comprado mam. A su hermana Tilde le ha comprado otro casi igual, pero Tilde tiene tres aos ms y, aparte de mirar los dibujos, tambin sabe leer. Lo que pasa es que a Tilde no le gusta leer ni mirar los dibujos; a Tilde le gusta gastarle bromas que le dan mucho miedo y la hacen llorar, y aunque en dos ocasiones mam la

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    ha dejado sin comer pasteles porque la haba asustado mucho, Tilde sigue gastndole bromas. Tilde es mala.

    Mrala, por ah viene, pero ella finge no verla.Qu haces?No le contesta.Qu haces?No quiero hablar contigo.Venga, no seas as. Qu haces?Miro las hadas.Yo tambin quiero mirarlas.Se sienta a su lado y le da un empujoncito con el

    hombro para conquistar una porcin ms ancha de tronco. Al cabo de un momento, pregunta:

    Por qu esa hada tiene dos narices?A ella le parece que slo tiene una. Para verla

    mejor, se inclina hacia el libro que descansa sobre sus rodillas.

    Y en ese momento nota la mano de Tilde en la nuca, y al punto algo horrible, una cosa larga y muy fra, empieza a corretear frenticamente por su espalda, entre la piel y la camiseta. Se levanta gritando y echa a correr hacia la casa. Grita y llora tan fuerte que mam sale asustada por la puerta de la cocina. Mientras tanto, la cosa fra parece haberse encallado en la goma de las braguitas. Ella se da manotazos en la espalda intentando ahuyentarla.

    Est aqu! Est aqu! Ha sido Tilde!Espera le dice mam, ponindose detrs de

    ella.En un momento, le quita el vestido y la camiseta.

    La lagartija, que se haba quedado atrapada, cae al suelo y corre a meterse bajo una piedra.

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    No llores; era una lagartija pequeita y ya se ha ido.

    Tilde es mala, mam.Ahora me ocupar yo de ella.Y empieza a llamarla. Pero Tilde no contesta, no

    se deja ver.A saber dnde se habr escondido! Voy a bus

    carla.

    Mam lo rie mucho si algn da se hace pip en la cama y por la maana encuentra las sbanas mojadas.

    Si se te escapa, ve al bao.Pero pap, al orlo, se enfada con mam.Pero qu dices? Quieres que el nio se levante

    de noche, con todo a oscuras, para ir al bao? Es demasiado pequeo para andar por la casa solo. Ni siquiera sabe cmo se enciende la luz!

    S s replica l, orgulloso.Pero no llegas al interruptor.As que, un da antes de que pap se fuera, mam

    le compr un pequeo orinal del mismo color que el cielo. Por la noche, a la hora de acostarse, mam lo coge del cuarto de bao y se lo pone al lado de la cama, en el suelo.

    Precisamente ahora se le est escapando.Mam siempre le deja encendida en la mesilla una

    lmpara que da una luz tenue. Y por eso enseguida se da cuenta de que esa noche a mam se le ha olvidado llevarle el orinal.

    No le queda ms remedio que ir al cuarto de bao, que est justo despus del dormitorio de pap y mam.

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    El bao tiene dos puertas, una que da al pasillo y otra interior, para que pap y mam puedan utilizarlo sin necesidad de salir al pasillo.

    Baja de la cama. Fuera de su cuarto la oscuridad es total, pero a l nunca le ha dado miedo la oscuridad. Adems, al final resulta que no est tan oscuro, porque por debajo de la puerta del dormitorio de pap y mam se cuela una franja de luz. Mam debe de estar leyendo todava.

    Camina con seguridad, llega al bao y, a tientas, encuentra el tirador del armario: ah est el orinal.

    Pero se le ocurre una idea. Por qu no lo hace en el retrete?

    No. Siempre que tiene que hacer pip, mam lo coge en brazos porque, si no, el chorro caera fuera; an es demasiado pequeo. Est a punto de cerrar la puerta del armario con la mano izquierda no puede utilizar la derecha porque tiene tres dedos cerrados, lo que significa que ya falta poco para que vuelva pap, cuando oye a mam hablando en voz baja.

    A lo mejor est hablando con pap por el telfono que tiene en la mesilla de noche.

    Pero despus un hombre le contesta, tambin en voz baja. As que no puede ser el telfono.

    Es pap, que ha vuelto!

    Le gusta mirarse en el espejo cuando lleva el vestido verde y los zapatos brillantes. Su camita todava est deshecha; ms tarde vendr Gemma y lo pondr todo en orden. Coge a Gogghi, que, como siempre, ha dormido con ella, la sienta en la cama de espaldas y em

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    pieza a cepillarle la larga melena rubia. Gogghi est desnuda; habr que escogerle un vestido.

    Cmo quiedes vestidte?No oye la respuesta de Gogghi, pero est segura de

    que quiere vestirse como ella, de verde.Hola, guapsima.La voz de to Eugenio la asusta; no lo ha odo en

    trar.Se vuelve para mirarlo. El to lleva pantalones y

    camisa, y en los pies, slo calcetines. A menudo no se pone zapatos porque dice que le duelen los pies. Est sonrindole. Se agacha y le da un caramelo. Luego se sienta en la silla grande.

    Sigue peinando a Gogghi.Ya he acabado dice ella.No es verdad; ha dicho una mentira. Pero a Gog-

    ghi no le gusta que nadie la mire cuando la peinan, as que la tapa con la sbana. Le quita el papel al caramelo y se lo mete en la boca. To Eugenio sigue sonrindole.

    Esta vez, Mara no ha conseguido ganar; el cochecito ha chocado contra una piedra y se ha parado. Y el suyo y el de Luca han llegado los primeros a la vez, los dos juntos. El de Simone llega el ltimo.

    He ganado yo! proclama Luca.No, yo! protesta l.Los dos interviene Mara para poner paz.Pero Luca no cede:He ganado yo!No, yo!

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    Entonces Luca le pega un empujn en un hombro. Luca tiene su misma edad, pero es ms grande y fuerte. l, que no se lo esperaba, cae al suelo de culo.

    Se vuelve para mirar a Erminia, confiando en que no se haya dado cuenta.

    Y, en efecto, Erminia no ha visto nada; est hablando con ese marinero que va a verla todas las maanas y se sienta a su lado.

    Algunas veces, el marinero le rodea los hombros con un brazo, pero esa maana no lo hace; es ms, el marinero levanta una mano hacia la cara de Erminia y ella se la agarra para detenerlo.

    Nota que Erminia est muy enfadada y est rindolo, pero las palabras no llegan a sus odos.

    Se levanta.Hacemos otda cadeda? propone Simone.

    La despierta un lamento y se asusta. De noche, la lucecita azul est siempre encendida, as que ve a su hermano Angelo medio sentado en la cama. Es l quien se queja.

    Qu te pasa?Me duele la barriga.Bien merecido lo tiene! Con ese enorme trozo de

    tarta que se ha comido!Voy a decdselo a mam.No!Ella se queda mirndolo. De pronto, Angelo pone

    una cara rara, baja de la cama, apoya las dos manos en la mesilla de noche y empieza a vomitar.

    Qu asco! Qu mal huele!

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    Aprovechando que l le da la espalda, baja de la cama, sale y empuja la puerta de la habitacin de al lado, la de pap y mam, pero la puerta no se abre; mam debe de haber cerrado con pestillo. Nunca lo haba hecho. Entonces va corriendo al despacho para decrselo a pap. La puerta del despacho est abierta y dentro est oscuro.

    Pap... Pap...?Nadie contesta. Se acerca a la cama plegable y, a

    tientas, descubre que est intacta. Pap debe de haber salido. Vuelve sobre sus pasos y se detiene delante de la puerta del dormitorio.

    Mam! Mam!Mam tampoco responde. Le entra miedo, se pone

    a llorar y gritar.

    Popeo, tumbado a los pies de la cama, duerme panza arriba. l, en cambio, se ha despertado y no consigue volver a dormirse. Quin sabe cuntas adaitas estn recorriendo la casa a estas horas! Se le ocurre protegerse la nariz escondiendo la cabeza bajo la almohada, pero no lo hace, pues sabe que es intil; las adai-tas tambin pueden meterse ah. No hay nada que hacer. La nica defensa sera Popeo, que se come las adaitas. Pero Popeo duerme. Por qu no hace lo que debera? Pap y mam siempre le dicen lo que tiene que hacer y l lo hace. De lo contrario, no hay golosinas, no hay besito de mam, no hay nada de nada. Lo castigan. A Popeo nunca lo castigan. Quiz habra que castigarlo. As se aprende. Pero qu castigo podra ponerle? Ya lo tiene: obligarlo a despertarse, le

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    vantarse y recorrer la casa cazando adaitas. En la cama grande, al lado de la suya, pap ronca y mam duerme. Si se mueve despacio, no hay peligro de que lo oigan. Aparta muy lentamente la manta, baja de la cama. Popeo no se ha despertado ni movido.

    Debajo del armario tendra que haber un trozo largo de cordel que l escondi al fondo de todo, donde no llega la escoba. Junto con el cordel hay un corcho, dos monedas encontradas en el suelo y un botn dorado. Pero en este momento slo necesita el cordel.

    Pap no debe de haber querido salir de la caja, y a lo mejor por eso al final han venido dos hombres y se lo han llevado. Entonces l se ha quedado solo en casa; se han ido todos menos ta Anna, que le ha preparado la comida. Despus le ha dicho que se acostara. Y, cuando se ha despertado, ta Anna an estaba all.

    Y mam? Dnde est?En su habitacin. Se senta un poco cansada,

    ha ido a descansar. Quieres ver los dibujos animados?

    S.Lo sienta en la butaca y enciende el televisor. Lue

    go se levanta mam y lo coge en brazos, lo estrecha muy fuerte, lo besa, vuelve a sentarlo. Ms tarde, ta Anna se va y mam empieza a preparar algo para cenar. Poco despus le dice que vaya a lavarse las manos, que la cena est lista.

    Como le cuesta mucho llegar al grifo y abrirlo, y en vista de que mam no est mirndolo, se lava con agua del bid. Luego vuelve al comedor y se sienta en

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    su sitio. Entonces ve que mam ha puesto la mesa slo para l.

    Y t, mam?No tengo hambre.Cuando termina de cenar, mam enciende el tele

    visor y le dice que se va porque necesita darse un bao. Al cabo de un rato, mam regresa oliendo muy bien y apaga el televisor.

    Ahora ve a lavarte t.l se lava y se pone el pijama. Despus ve que mam

    ha recogido la mesa.Esta noche duermes en la cama grande conmigo.l sonre, feliz.

    No he conseguido encontrarla dice mam, regresando a la cocina. Pero cuando vuelva va a orme.

    Ella s sabe dnde est escondida Tilde. Al fondo del jardn, bastante lejos de casa, hay una cisterna seca, y dentro, una escalera de madera muy muy larga que va desde el borde hasta el fondo del pozo. Una vez vio entrar all a Tilde sin que ella se diera cuenta. Est a punto de decirle a mam dnde se ha escondido, pero se lo piensa mejor. Se le ha ocurrido una idea. Esta vez va a ser ella quien le gaste una broma a Tilde.