Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

16
Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México Texto y fotografías Jorge Paz [email protected] Los manglares representan uno de los ecosistemas más complejos y productivos del planeta. Entre sus cualidades destaca el papel que desempeñan como filtro natural de las corrientes que fluyen hacia el océano y la mitigación del efecto de fuertes vientos y oleaje ante la presencia de ciclones. Aquí, los cuerpos de agua continentales se mezclan con el agua del mar creando ambientes con diferente salinidad, temperatura y transparencia, lo que permite la existencia de formas de vida particulares. Ante la abundancia de agua, la vegetación muestra una extraordinaria adaptación a base de formas, tamaños y sistemas de reproducción, como son las enormes raíces aéreas que les brindan soporte en un suelo fangoso e inestable además de soportar fuertes vientos como ya se mencionó. Por ejemplo, el mangle rojo produce una semilla llamada localmente “candela” cuya forma le permite que al desprenderse el árbol, caiga verticalmente enterrándose en el sustrato lodoso, o bien flotar y esperar una mejor oportunidad para fijarse al lecho de la laguna para su germinación. La densa maraña de raíces y la gran cantidad de árboles hacen un sitio prácticamente inaccesible para los humanos, gracias a lo cual estos ambientes son refugio de fauna muy particular, contando en sus registros (SEMARNAT, 1999; p 30) 94 aves migratorias, grandes mamíferos como el jaguar (Pantera onca) o menores como el mono araña (Ateles geoffroyi) y el oso hormiguero (Tamandua mexicana), además de reptiles como cocodrilo real (Crocodylus acutus), anfibios, peces, moluscos y crustáceos. Tuve la oportunidad de compartir este recorrido con amigos que elaboran la cartografía de humedales y realmente la zona en sus contextos natural, socioeconómico y cultural me cautivó. El viaje inicia en el poblado de Escuintla, enclavado en la llanura costera del Pacífico a 150 km al sureste de Tuxtla Gutiérrez y a 60 km al noroeste de Tapachula. Junto con otros municipios del sur conforman la región del Soconusco famosa por sus escenarios, diversidad biológica y productiva. Su cercanía al océano permitió que en 1897 llegaran a la zona grupos de japoneses, chinos y alemanes principalmente (Gobierno de Chiapas, 2005), quienes se establecieron definitivamente trayendo consigo distintos sistemas productivos y elementos culturales que aun prevalecen en la actualidad. Navegando en Cayuco, Laguna Panzacola Guardaparques en la Reserva de la Biosfera La Encrucijada

Transcript of Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

Page 1: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

Un viaje por la Reserva de la Biosfera La

Encrucijada, sur de Chiapas, México

Texto y fotografías Jorge Paz [email protected]

Los manglares representan uno de los

ecosistemas más complejos y productivos

del planeta. Entre sus cualidades destaca

el papel que desempeñan como filtro

natural de las corrientes que fluyen hacia

el océano y la mitigación del efecto de

fuertes vientos y oleaje ante la presencia

de ciclones. Aquí, los cuerpos de agua

continentales se mezclan con el agua del

mar creando ambientes con diferente

salinidad, temperatura y transparencia, lo

que permite la existencia de formas de

vida particulares.

Ante la abundancia de agua, la vegetación muestra una extraordinaria adaptación a

base de formas, tamaños y sistemas de reproducción, como son las enormes raíces

aéreas que les brindan soporte en un suelo fangoso e inestable además de soportar

fuertes vientos como ya se mencionó. Por ejemplo, el mangle rojo produce una semilla

llamada localmente “candela” cuya forma le permite que al desprenderse el árbol,

caiga verticalmente enterrándose en el sustrato lodoso, o bien flotar y esperar una

mejor oportunidad para fijarse al lecho de la laguna para su germinación. La densa

maraña de raíces y la gran cantidad de árboles hacen un sitio prácticamente

inaccesible para los humanos, gracias a lo cual estos ambientes son refugio de fauna

muy particular, contando en sus registros (SEMARNAT, 1999; p 30) 94 aves

migratorias, grandes mamíferos como el jaguar (Pantera onca) o

menores como el mono araña (Ateles geoffroyi) y el oso

hormiguero (Tamandua mexicana), además de reptiles como

cocodrilo real (Crocodylus acutus), anfibios, peces, moluscos y

crustáceos. Tuve la oportunidad de compartir este recorrido con

amigos que elaboran la cartografía de humedales y realmente la

zona en sus contextos natural, socioeconómico y cultural me

cautivó.

El viaje inicia en el poblado de Escuintla, enclavado en la llanura

costera del Pacífico a 150 km al sureste de Tuxtla Gutiérrez y a

60 km al noroeste de Tapachula. Junto con otros municipios del

sur conforman la región del Soconusco famosa por sus

escenarios, diversidad biológica y productiva. Su cercanía al

océano permitió que en 1897 llegaran a la zona grupos de

japoneses, chinos y alemanes principalmente (Gobierno de

Chiapas, 2005), quienes se establecieron definitivamente

trayendo consigo distintos sistemas productivos y elementos

culturales que aun prevalecen en la actualidad.

Navegando en Cayuco, Laguna Panzacola

Guardaparques en la Reserva de la Biosfera La Encrucijada

Page 2: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

Ubicación de la zona de estudio y algunos puntos de interés que se mencionanen el documento.

Page 3: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

Imagen de Google Earth de la zona

Page 4: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

Junto con Acacoyagua y Acapetahua forma un sistema de pueblos físicamente muy

cercanos lo que establece una estrecha relación sólida y permanente. Predomina la

actividad comercial y de servicios. Durante mi estancia se celebraba la fiesta en honor a

Santo Domingo (8 de agosto), por lo que los alrededores de la iglesia se encontraban

ocupados con varios puestos ofreciendo diferentes productos a los lugareños. Reconocí el

“chucho seco” que es un pan regional típico de las ferias locales, inconfundible por el

azúcar rosada que le adorna; había

también rosquillas y diversos frutos

curtidos como jobo y nanche.

Una grata sugerencia fue comer en

el Dragón de Beijin, en donde

disfruté de la auténtica comida

china, reflejo del mosaico cultural

que se vive, siente y paladea en

este lugar. El kai tian, elaborado con

pollo, cerdo, vegetales y cacahuate;

sazonado con salsa de soya, y

acompañado de arroz cocido,

desde luego, usando los palitos,

fueron un aliciente para el viaje de 6

horas que había realizado.

Kai tian, en el Dragón de Beijin

Panorámica de Escuintla, Chiapas

Page 5: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

Al siguiente día muy temprano, un buen desayuno y nos

trasladamos a Acapetahua, poblado localizado a 5 km al

suroeste para encontrarnos con personal que administra la

Reserva de la Biosfera “La Encrucijada”, quienes nos guiaron

en el recorrido. En sus oficinas disponen de varias figuras

elaboradas con coco, lo que se ha convertido en una artesanía

representativa de la zona.

El lapso en que mis compañeros afinaban detalles y cargaban combustible para la lancha,

aproveché y realicé un breve recorrido a la zona comercial del pequeño poblado. Poco

antes habíamos realizado algunas compras de productos enlatados, pan, tortillas y

refrescos para nuestra estancia en el campamento, fue entonces que conocí la famosa

tienda de “Doña Hermila”, sin duda un sitio que cautiva por la variedad, colores y cantidad

de mercancía que ofrece. Abarrotes, juguetes, escobas, papelería, hieleras, ropa,

huaraches y seguramente también medicinas. Es uno de esos antiguos y versátiles

negocios que al pasar el tiempo ha prosperado y no podíamos dejar de visitar. Doña

Hermila accedió de buena manera a que tomara algunas fotografías.

Continué la interesante visita por la antigua estación del ferrocarril que transitaba entre

Guatemala y Veracruz. Inhabilitado desde fines del siglo pasado, la gente rumora que el

gobierno está reparando los puentes que cruzan los numerosos ríos y próximamente

entrará en operaciones este importante medio de transporte conocido como el Ferrocarril

del Istmo que recorre más de 300 kilómetros de la llanura costera.

El viejo edificio y las vías ahora son ocupados por puestos de comida, frutas y pollo entre

otros productos. La pizarra junto a la taquilla, parece haber quedado suspendida en el

tiempo, conservando los destinos y sus respectivos números.

Artesanías a base de coco

Vistosa mercancía

Rambután Pepino

Page 6: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

Llamó mi atención el pequeño e improvisado puesto de una señora que entre otros

productos locales vendía pepino y rambután, esta última es una fruta exótica originaria del

sureste asiático que se ha adaptado bien a la condición tropical de Chiapas, siendo

exportado a Japón y Estados Unidos de América (Gobierno de Chiapas, 2007; p 6).

Accedió a la toma de fotografías después de conversar un poco con ella y comprarle una

bolsa de esta curiosa fruta.

Al medio día visitamos el Centro de Información Ambiental (CIA) en el Embarcadero Las

Garzas, en donde realizamos un recorrido por los senderos y conocimos la información

sobre los diferentes tipos de mangle (SEMARNAT, 1999; p23) (Visita al CIA, 2009): rojo

(Rizophora mangle) el más abundante, negro o botoncillo (Conocarpus erectus), blanco

(Laguncularia racemosa) y el madre sal (Avicennia germinans). Tuvimos la oportunidad,

dentro de la reserva, de observar el amarillo (Rizophora harrisonii) que reportara Rico-

Gray en 1990. Frecuentemente están asociadas, en un proceso sucesorio dependiendo

del nivel que alcanzan las mareas; sin embargo, prevalece una especie o una asociación

de dos o tres especies dependiendo del lugar en donde se hayan asentado (CONABIO,

2008; p 8). De ahí nos preparamos para abordar la lancha,

mientras comíamos unos sándwiches que compramos en

Escuintla por la mañana.

Reynerio Ovalle y Candelario Girón, ambos nativos de la

zona y celosos guarda parques de La Encrucijada, junto con

el biólogo Don Efraín Gutiérrez, quien se encarga del aspecto

Estación del Ferrocarril

Centro de Información Ambiental,

Las Garzas, Chiapas CIA, Las Garzas, Chiapas

Page 7: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

de tenencia de la tierra, serían nuestros guías. Mauricio

Ocaña, biólogo responsable del trabajo cartográfico

estableció contacto previo con el personal que administra la

Reserva. Trabajó algunos años en la década de los 90´s por

lo que conocía no solo el territorio sino también aspectos

importantes como la organización de las comunidades y sus

costumbres, algo que fue de gran ayuda durante el recorrido.

Lo apoyó Néctar Nucamendi, agrónomo de profesión y persona con amplio conocimiento

de la vida del campo, además de hábil y respetuoso en el trato con la gente.

De Las Garzas parten lanchas a diferentes comunidades ribereñas cuyo único acceso es

por la vía fluvial.

Bajo el intenso sol y el bochorno típico de la región debido a la atmósfera saturada de

humedad, iniciamos el recorrido zambulléndonos en la fresca sombra a lo largo del canal

bordeado de mangle rojo. De una orilla a otra los árboles se entrelazaban formando un

enramado que nos brindaba un agradable ambiente. Estaba emocionado y maravillado

del paisaje que forman las largas raíces aéreas como si fueran zancos que permitieran a

los grandes árboles desplazarse en este medio acuático. Las diferentes tonalidades de

verde al filtrarse la luz solar a través del dosel le brindan un toque especial al paisaje.

Llegamos al estero y observamos el poblado La Palma, asentado en la barra que divide

este cuerpo de agua del océano Pacífico. Por comentarios de nuestros guías, se

estableció hace más de 100 años. La Lupe es otra comunidad muy cerca de la

“bocabarra”, es decir, de la zona en donde se da el intercambio del agua dulce con la

Embarcadero, Las Garzas, Chiapas

Canal en la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, Chiapas

Page 8: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

oceánica. Este sitio nos dejó maravillados cuando al atardecer

cruzábamos mientras el mar “llenaba” la laguna, provocando

fuerte agitación en el agua. Hicimos una parada para observar

la vegetación de la franja costera, que de la orilla de la laguna a

la costa mide aproximadamente 300 m. observamos selva

espinosa y vegetación de dunas, esta se considera invasora

colonizando arenas móviles (SEMARNAT, 1999; p 25). Ahí se encuentra un faro de apoyo

para la navegación marítima.

La historia de La Encrucijada es interesante: desde el primer viaje de Don Miguel Álvarez

del Toro - sabio naturista que dejó un gran legado a Chiapas - a mediados del siglo

pasado (SEMARNAT, 1999; p 39), se reconoció la importancia y valor de este complejo

sistema de humedales. Es a partir de 1972 que se inicia el proceso de establecer un área

Natural Protegida. Finalmente, en 1995 obtiene la categoría de Reserva de la Biosfera. En

este viaje recorrimos la porción sureste del sistema lagunar Chantuto-Panzacola.

Cerca de las 17:00 llegamos al Centro Ecoturístico Barra de Zacapulco, en donde

disfrutamos de una excelente comida a base de pescado y mariscos. Este sitio a la orilla

del Pacífico se encuentra muy cerca del poblado del mismo nombre. Ofrece a los

visitantes un buen servicio de restaurante con precios accesibles además de pequeñas y

acogedoras cabañas para 2 personas con precios que van de los $ 200.00 a los $ 350.00,

dependiendo de la temporada. Para su visita, es conveniente reservar con Don Francisco

(tel 9181017092) para garantizar el espacio. Vale la pena visitarlo.

Faro

Centro Ecoturístico “Barra de Zacapulco”, Acapetahua, Chiapas

Faro

Faro, Acapetahua, Chiapas

Page 9: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

Partimos satisfechos del sazón y servicio rumbo a las instalaciones que la administración

de la Reserva tiene establecidas al interior del área Natural para su operación. Nos

acompañaba un hermoso atardecer que teñía las nubes de un suave color rojo-naranja, la

brisa nos refrescaba con su fragancia oceánica, mientras la puesta del sol marcaba el

final de la jornada para la gente de la región, pues ya no se apreciaba la misma intensidad

de movimiento que observamos a lo largo del día.

La instalaciones del campamento muestran el esplendor que en otra época alcanzó este

centro: oficinas, cocina, dormitorios, baños, muelle; todo esto ahora deteriorado como

consecuencia de las inundaciones del 2005 y por el saqueo que algunas personas

inconscientes.

Los mosquitos y zancudos, fieles acompañantes en nuestro viaje, se habían multiplicado.

Mientras mis compañeros revisaban las muestras botánicas colectadas durante el día,

armé las casas de campaña que representaban un buen refugio para reposar y

protegernos de los insectos. Nuestro dormitorio fue uno de los amplios corredores de la

oficina principal.

Algunos compañeros aprovecharon para refrescarse en el muelle con agua del estero,

mientras yo observaba el cielo que en momentos amenazaba con un aguacero al

nublarse y emitir innumerables destellos que dibujaban momentáneamente la enorme

silueta de la Sierra Madre de Chiapas; sin embargo, el viento ligero disipaba por ratos las

Atardecer en La Lupe, Acapetahua, Chiapas

Page 10: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

nubes y permitía deleitarme con una impresionante cantidad de estrellas en la diáfana

atmósfera de este rincón del trópico mexicano.

Mi afición a la astronomía siempre me permitió identificar los astros y constelaciones más

sobresalientes de cierta época a lo largo del año. Ahora en cambio, encontrándome en

una latitud de 15°16´ norte (INEGI, 2005), en uno de los sitios de México más próximos al

ecuador geográfico, para mí todo era confusión. “Me oriento, verifico la hora en mi reloj y

busco en el cuadrante sureste de la bóveda la imponente constelación de Escorpión…,

simplemente no la distingo entre la inmensa cantidad de estrellas y los breves espacios

que me dejan las nubes que viajan con el viento. Esto me mantiene absorto y ocupado

repasando mentalmente las técnicas de orientación utilizando los astros… Es inútil… En

un claro momentáneo, logro identificar la constelación del delfín; eso me complace…

Abandono mi labor de identificarlas y me dejo envolver con ese maravilloso manto de

nubes, estrellas y brisa marina…” (Fragmento de mi diario de campo).

Descansé bien, la lluvia nocturna refrescó el

ambiente e hizo más confortable el sueño en

nuestras reducidas casas de campaña. Muy

temprano, después de tomar jugo y café nos

conducimos por el estero; el destino era el

punto conocido como el “Encuentro”, en

donde confluyen los ríos Huixtla y Hueyate

pero la poca profundidad y la invasión de lirio

nos hicieron desistir y emprender el regreso

después de tomar algunas fotos de la zona de

popal, vegetación que se caracteriza por

plantas de tipo herbáceo que ocupa zonas

pantanosas de agua dulce (SEMARNAT,

1999; p 24).

El viaje continuó y Reynerio, nuestro hábil

conductor, detectó una falla en el motor. Con

apoyo de Candelario ambos sumaban una

incomparable experiencia en situaciones

como esta. Hicieron un arreglo provisional y

recomendaron visitar la comunidad de la

Palma en donde lo repararían. Llegamos a

este sitio que ya habíamos visto durante

nuestro recorrido del día

anterior. Paramos frente

al taller de Don Gilberto

quien inmediatamente

destapó el motor y

realizaba ajustes con un

desarmador, mientras

Vegetación de popal, “El Encuentro”, Chiapas

Reparación del motor, La Palma, Acapetahua, Chiapas

Granja camaronícola, Acapetahua, Chiapas

Page 11: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

preparamos uno sándwiches de atún, pues para esa hora ya

sentíamos apetito.

Néctar y yo recorrimos algunas calles para comprar

refrescos, ya que el calor era intenso. Nuevamente captaron

mi interés las coloridas viviendas y una pequeña tienda muy

bien abastecida con gran cantidad de mercancía. La

propietaria accedió a mi solicitud y logré tomar unas fotos a

cambio de comprar refrescos. Las calles bien trazadas y

limpias están cubiertas de arena. El poblado dispone de

energía eléctrica y, lógicamente, su sustento principal es la

actividad pesquera.

Continuamos rumbo a la laguna Panzacola y en el trayecto

pasamos por la laguna Cerritos y por un estrecho canal que

no aparece en muchos mapas; sobre este encontramos una

granja camaronícola construida a base de madera y redes

abarcando el ancho del canal, cuidando dejar un espacio

para el tránsito de las lanchas y cayucos.

En esta bella laguna teníamos puntos de interés señalados en los mapas. Durante un

rápido reconocimiento del borde oriental, el manglar formaba una compleja maraña de

raíces, ramas y bejucos, por lo que nuestra lancha de 12 plazas con motor fuera de borda

no era la apropiada para explorar esas regiones de la laguna que se nos mostraban tan

interesantes como inaccesibles. Muy cerca de nosotros, un anciano y su hijo a bordo de

un cayuco, lanzaban sistemáticamente

su “atarraya” (red), vaciando el

contenido en el interior de su pequeña

lancha. Nos acercamos para negociar

un préstamo momentáneo;

sorprendidos por su amabilidad, nos

dirigimos al sitio que nos señaló en

donde atado a unos bejucos del tular,

encontramos otro cayuco aun más

reducido. Lo remolcamos hacia la zona

de nuestro interés y lo abordaron Efrén,

Néctar, Mauricio y Candelario, quien

era hábil con el remo. Se distribuyeron

cuidadosamente ya que se trata de una

nave muy inestable que requiere de

gran destreza no solo para su manejo,

sino también para mantenerse seguro y

evitar volcarse.

Un negocio bien abastecido, La Palma, Acapetahua, Chiapas

Casas, La Palma, Acapatehua, Chiapas

Page 12: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

Lentamente se internaron entre los reducidos

pasajes que dejaban las largas raíces y las

tendidas ramas hasta desaparecer de nuestra

vista…

Era el medio día; el sol y el calor eran intensos. A

nosotros nos guarecía la sombra de los árboles a

los cuales habíamos anclado la lancha. Reynerio y

yo permanecimos a bordo y mientras él se

acomodó en el asiento posterior para tomar una

siesta, yo me recosté en la proa del bote. No había

nada por hacer, solo esperar que nuestros

compañeros volvieran.

“Los moscos ya no son tan agresivos como el día

anterior, o al menos ya estoy más acostumbrado a

ellos. Bajo la sombra de estos mangles rojos y con

el ligero balanceo de la lancha me doy cuenta que

por el momento todo lo que hay que hacer es

disfrutar de este ambiente. Agudizo mis sentidos y

percibo el zumbido de las chicharras, los cantos

de distintas aves que cruzan el cielo azul; de vez

en cuando los sambucos saltan en el agua.

Recordé que en mi mochila guardé un poco de rambután y amenizo el momento

saboreando este fruto exótico.

¡Qué agradable es este remoto lugar! Disfruto de un ambiente en el que todo es vida y

movimiento en el agua, en el manglar, en el océano, en la laguna, en el aire, en mi

mente... Los planes personales encuentran el tiempo y el espacio ideales para clarificarse

en el pensamiento, mientras el universo sigue su marcha” (fragmentos de mi diario de

campo).

Reynerio despierta y discretamente llama mi

atención señalándome hacia uno de los miles de

árboles sobre el cual se encuentra una águila

canela (Busarellus nigricollis) (SEMARNAT, 1999;

p 150) esperando el momento apropiado para

lanzarse al agua en busca de un pez. Después de

dos vanos intentos se aleja batiendo sus largas

alas con exquisita elegancia consiguiendo que

olvidemos su falla y nos concentremos en su

vuelo.

Raíces de manglar, Laguna Pazacola,

Pescador, Laguna Panzacola

Page 13: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

La inconfundible silueta de otros pescadores aparece

a la distancia. Se acercan sin dejar de lanzar

hábilmente su red una y otra vez a la laguna. Son

personas diestras en su manejo y en el difícil arte de

mantenerse de pié en el cayuco. Reynerio les saluda

y llama indicándoles que en la zona en donde

estamos hay gran cantidad de sambucos (Dormitator

litifrons) (SEMARNAT, 1999; p 142). Observo el agua

y entre los destellos que forman las pequeñas olas al

recibir la luz logro distinguir varios ejemplares de este

pez que merodean curiosos cerca de nuestra lancha; sus ojos saltones sobresalen de su

pequeño cuerpo y nos miran como si nos recordaran que este territorio les pertenece.

Intento tomar algunas fotografías, pero los destellos y la austeridad de mi cámara digital

impiden una buena imagen; sin embargo, decido integrarla a mi escrito en el intento de

compartir estos bellos detalles con el lector.

Aprovecho el momento y la experiencia de Reynerio, persona nativa del la región. Me

cuenta acerca del sambuco, pez que años atrás no representaba interés para la gente; en

cambio ahora, durante la época de reproducción (marzo-abril) capturan para obtener su

“hueva” ya que se ha convertido en un producto muy apreciado en la zona. Algunas

señoras esposas

de pescadores lo

usan como objeto

de intercambio

para obtener otros

productos de

primera

necesidad como

maíz, frijol, jabón,

frutas, entre otros,

al recorrer las

localidades

ribereñas. Es

interesante la

manera en la que

dentro de este

ecosistema se

tienden lazos

comerciales tan

antiguos como el

trueque.

Pescador, Laguna Panzacola

Sambuco entre reflejos

Page 14: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

Por fin, después de un par de horas, regresaron nuestros compañeros, y emprendimos el

camino hacia el Embarcadero Las Garzas. Durante el trayecto observamos gran cantidad

de ninfas (Nymphaea amplea) (también llamada balona) (SEMARNAT, 1999; p 126)

vegetación acuática cuyos tallos se encuentran sumergidos en el agua y sus raíces fijas

en el fondo. Se caracterizan por sus legendarias hojas flotantes de un color verde intenso,

su flor es muy bella.

Internándose por uno de los reducidos pasajes, Laguna Panzacola

Ninfas, Reserva de la Biosfera La Encrucijada

Navegando en cayuco, Reserva de la Biosfera

La Encrucijada, Chiapas

Page 15: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

En la laguna Cerritos encontramos un grupo de pescadores muy activos; después de

intercambiar saludos e información continuamos con el recorrido. Hicimos una última

parada antes de que me separara de este incansable equipo, pues debía regresar a

Tuxtla Gutiérrez. Paramos en un pastizal donde rescatamos algunos datos de interés para

el estudio. Eran cerca de las 14:00 h y el calor era intenso. Ante una atmósfera saturada

de humedad, nuestro sudor no se evaporaba, sino que escurría por el cuerpo. Candelario

y Reynerio encontraron la solución: de un grupo de palmas cortaron algunos cocos. Con

una destreza envidiable en el manejo del machete realizaron un par de cortes estratégicos

dejando solamente un orificio suficiente para llevarnos el fruto a la boca y refrescar

nuestra garganta con la deliciosa agua. ¡Ummm! Otro privilegio que tuvimos en este

último tramo de la jornada, fue ver un águila pescadora (Pandion haliaetus) (SEMARNAT,

1999; p 150) llevando entre sus afiladas garras un pescado que de vez en cuando

picoteaba sin dejar de volar, buscando un sitio especial para saborearlo.

Arribamos a Las Garzas, me despedí de mis compañeros y

amablemente Efrén y Néctar me llevaron a Escuintla para

alcanzar el autobús de las 18:00 h. A su regreso comprarían

gasolina. Continuamos el viaje en sentidos opuestos; yo, hacia

el noreste rumbo a la capital Tuxtla Gutiérrez; ellos,

afortunados, hacia el suroeste para continuar por dos días más

el recorrido a lo largo de los inhóspitos canales y rincones de la

reserva de la Biosfera La Encrucijada.

Bebiendo agua de coco. Foto: Mauricio Ocaña

Ninfas, Reserva de la Biosfera La Encrucijada

Page 16: Un viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, sur de Chiapas, México

“A bordo del autobús y a manera de distracción, intento reconfortarme y comienzo a

revisar mis notas para la integración del reporte, pero no encuentro la manera de

comenzar a describir las maravillas que el manglar atesora. Después de varios intentos,

repaso las escenas que recorren mi mente buscando los momentos más

trascendentes…no los encuentro, no los hay ¡No logro aplicar el tamiz adecuado para

plasmar en palabras los paisajes que me cautivaron! Nuevamente, como la noche anterior

al observar el cielo, decido cesar en mi labor y cierro mi libreta. Pienso en mi familia y en

las personas que han dejado huella en mi vida. Observo a través de la ventanilla... Afuera,

la lluvia hace su trabajo, aportando grandes cantidades de agua al suelo, arroyos, ríos y

tarde o temprano a la laguna y al manglar que he visitado. Finalmente, en estas frases

encuentro la conexión con ese sitio mágico al que me propongo algún día regresar. Es

entonces cuando comienzan a fluir los primeros párrafos que acompañan este escrito…”

(Fragmentos de mi diario).

Fuentes consultadas:

Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. Manglares de México. México

2008.

Gobierno de Chiapas. Secretaría del Campo. Mercado Agropecuario. Edición 77 *02 de Marzo ’07.

http://www.agrochiapas.gob.mx/boletines/gaceta%20virtual_77.pdf

Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Carta Topográfica escala 1:50 000 D15B41La Palma.

Segunda Edición. México, 2002.

Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal. Enciclopedia de los Municipios de México. Gobierno del Estado de Chiapas, 2005. Disponible en

http://www.iturbide.gob.mx/work/templates/enciclo/chiapas/municipios/07003a.htm.

Miranda, F. La vegetación de Chiapas. Primera parte. Ediciones del Gobierno del Estado. Tuxtla

Gutiérrez, Chis. México, 1952.

Secretaria de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca. Programa de Manejo de la Reserva de la Biosfera La Encrucijada. Instituto Nacional de Ecología. México, 1999.

Agradezco al Biol. Mauricio Ocaña y al Ing. Néctar Nucamendi de la Coordinación Estatal Chiapas de INEGI, el apoyo para este recorrido.

Igualmente las facilidades otorgadas por el personal de la Reserva de la Biosfera La Encrucijada: Biol. Efraín Gutiérrez, responsable de tenencia de la tierra. Reynerio Ovalle y Candelario Girón, guarda parques. Gracias también a la Biol. Sandra Mora Corro, por la información proporcionada, y a la Mtra. Maili González Machorro por los comentarios y observaciones al documento.

Recorrido: agosto 2009 Elaboración del reporte: septiembre-octubre/2009

Cangrejos, Reserva de la Biosfera La Encrucijada