Una canción para los míos en nuestras vacaciones de invierno

Alumnos

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¿Hay algo que cambia en tu casa durante el mes de diciembre?

¿Te has planteado alguna vez de dónde vienen esos cambios?

¿Podrías decir en qué consisten exactamente?

¿En tu casa se sigue la misma rutina en las vacaciones de invierno que en el resto del año?

¿Exisite algo para ti que convierta estas fechas en algo especial?

¿Hay alguna tradición vinculada especialmente a este momento que sea de tu agrado?

Una canción para los míos en nuestras vacaciones de invierno

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En esta actividad te proponemos un regalo que puedes hacer a tu familia durante este solsticio de invierno. Seguro que te has dado cuenta de que una de las cosas que cambia en nuestro país es la música que escuchamos durante estas semanas. Los comercios, las plazas, los centros comerciales, los templos… se llenan de unas canciones típicas de la estación que tradicionalmente llamamos villancicos. Estos tienen que ver con la tradición religiosa de la Navi-dad en su gran mayoría, aunque cada vez emergen más canciones que hablan de la época para todos nosotros, independientemente de nuestra fe. Probablemente te gus-ten muchos de estos villancicos y probablemente otros te parezcan un poco distantes de tu realidad social y familiar.

El trabajo va a consistir en adaptar cualquiera de estas canciones a nuestro entorno más inmediato. Para ello, lo primero que tendremos que hacer es escoger una melodía que conozcamos muy bien. Prefe-rerentemente esta melodía debería tener algún tipo de significado en nuestro hogar, bien porque per-tenece al grupo de canciones que cantamos habitualmente, bien por-que nos recuerda a algún momento especial o porque está relacionada con nuestra identidad cultural, social y/o religiosa.Cuando tengamos muy clara la melodía, pensaremos en un men-saje que nos gustaría transmitir a nuestra familia en este momento del año: puede ser un deseo, una anécdota compartida, el recuerdo de las personas que ya no están con nosotros, etc. Cuando tengamos

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escogidos el tema y el contenido principal, pasaremos a escribir una letra que exprese lo que hemos preferido y que encaje con la melo-día que hemos seleccionado pre-viamente. Este proceso puede ser complicado, así que necesitaremos a mano todos nuestros recursos retóricos: metáforas, sinónimos, circunloquios, hipálages…Una vez compuesta nuestra can-ción de solsticio, nos encargaremos de aprendérnosla bien porque se va a convertir en nuestro himno de las vacaciones. En un momento que sea especial para tu familia (al terminar la cena de Nochebuena, por ejemplo) cantarás la canción que has creado y se la enseñarás a todas las personas con las que estás compartiendo ese instante tan especial para poder cantarla juntos. ¿Hay regalo más bello que

cantar juntos lo que nosotros mismos hemos creado?Si has escogido una melodía que es conocida por todos, ¡aprenderse la letra no va a suponer ningún problema! Seguro que consigues sorprender a tus seres queridos y se dejan fácilmente contagiar por tu regalo.Puedes animar al resto de perso-nas a participar contigo con ins-trumentos de pequeña percusión como unas maracas, una pande-reta, la tradicional botella de Anís del Mono con un cuchillo, una zambomba, ¡incluso una guitarra! También puedes animarles a que completen tus letras con estrofas distintas a las que tú has planteado y repetir todos juntos el estribillo.El objetivo es que todos paséis un rato inolvidable creando algo hermoso que construye vuestra propia historia.

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