UNA TEO RIA SOBRE EL RETRATO Juan Amo Vazquez · EI retrato como entidad plasti ca es un genero que...

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UNA TEO RIA SOBRE EL RETRATO juan Ama Vazquez es docror en Bellas Aries por la Uni- versidad Camp/mel/se, emeliralico de Escuefa Ullivcrsito- ria, e investigadar en el campo de /a Percepcioll Esteric(I Y fa Ca mullicacio1/ Visual. ESUJ ell posesio", entre afros, de los siglliemes premios de pintura: " Pompano de Plaia" de Valdepelias; Prim er Premia Naeional de Alcazar de San Juan; Segundo Premia Nocia- flol del Ministerio de Edllcaci6n y Cieneia. Juan Amo Vazquez 171

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  • UNA TEO RIA SOBRE EL RETRATO

    juan Ama Vazquez es docror en Bellas Aries por la Uni-versidad Camp/mel/se, emeliralico de Escuefa Ullivcrsito-ria, e investigadar en el campo de /a Percepcioll Esteric(I Y fa Camullicacio1/ Visual.

    ESUJ ell posesio", entre afros, de los siglliemes premios de pintura:

    "Pompano de Plaia" de Valdepelias; Prim er Premia Naeional de Alcazar de San Juan; Segundo Premia Nocia-flol del Ministerio de Edllcaci6n y Cieneia.

    Juan Amo Vazquez

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    EI retrato como entidad plasti ca es un genero que se d~sarrolla en el ambi to de las artes visuales trad icionales como son el dibujo , la pin tura y la escu ltu ra y, que tiene como tema y moti vo principal de la obra de art e, la cabeza humana, tanto exenta, como con medio cuerpo , 0 de cuerpo entero; en ocasiones va n representados conjun -tamente varios retratos, obteniendo como resul tado un elemento unico pi{,stico, que confo rm a compositi vamente una ob ra. (I)

    EI criteri o a veces oido que consiste en opinar que el retrato hoy carece de vige ncia es opini6n que no comparto, pues la fil osofia del arte, ha e levado a este en todos los ge ~e ros, a tan altas co tas de trans-cende ncia, que 10 signi fican como elemento port ador de un gran con-ten ido ademas del esteti co . Prescindiendo de connotaciones sociol6-gicas, ambient ales, deco rat ivas, afect ivas , culto al ego, etc., el retrato como tema ha sido y es de un gran inten!s. (2) Todos los pinto-r'es, un ive rsa lmente incuesti onables en su va lia , han pintado retra-tosl') y han uti lizado al ser humano como argumento que en muchas ocasiones es casi imposible e ludir , porque es primordial por su inma-nencia, en el terre no de la histori a del hombre, y su representaci6n ha dado luga r a obras de un valor fund amental como muestra de claro mensaje acla ratorio para la esencia del hombre y del arte.

    Si pretendemos profundizar un poco mas en el enunciado y defi-nici6n de l re trato, debemos enfatiza r la idea de que para considerar re trato a un a obra plasti ca , ha de contener obviamente e l va lor este-lico, pues sin e l, la cosa quedaria simplemente en una expresi6n medi ocre que se identifica mas 0 menos aparentemente, con la fi sio-nomia de una pe rsona determinad a.

    EI re lrato en cierto modo es la visi6n pa rti cul ar de un individuo so bre Olro. Es una personal evocaci6n; por tanto , 'no es imagen fi el sino interp retacion. Se trata de un a obra cuyo lema 0 motivo princi-pal es un ser humano concreto , que se Ie reconoce en su dimension fisica, y dent ro del campo subjetivo en su dimension psiquica , todo e llo en un espacio in temporal.

    (1) Creer que el rclrato se limita a la representaci6n maso menosobjetiva de l objeto-modele es limi tar estc a un campo constreflido, simple y elementa l.

    (2) crr. FRANCASTEL. G. y P. EI retrata. Madrid , Oiledra 1978. p. I I , "EI deseo que tienen los seres humanos de contemplarse por media de in terpretacion de su propia imagen para form aT parte de los mas antiguos im pulsos de la humanidad , y el arte del rctrato individual es una de las actividades artisti cas mas universal-mentc presentes de todos los tiempos", Sin embargo, su evoluci6n no es conti -nua; a pesar de la facu ltad que posce para reaparecer siempre bajo fo rmas di ve r-sas. sufre ecl ipses , a causa, sin duda , de los obs taculos de carac le r extraordinario.

    (3) Ocsdc la antigua civi lizaci6 n egipcia hasta nuestros dias, pasando por Leonardo, Ourero. EI Greco . Tic iano, Moro , S. Coe llo, Velazquez, Remb randt , Goya, Picasso .... por citar algunos.

  • Algunas opi niones propugnan que la camara fotografica hab il-mente utilizada puede supl antar en cierto modo e l quehacer humane en este genero pictorico ; co mo , po r ejemplo. cuando Niepce y Daguerre manifestaron en 1839, por medi o de Fra n~o i s Arago en la Academia de Ciencias y Be ll as Artes que habfan conseguido fijar por procedimientos qufmi cos las figuras obtenidas por la camara oscura. que , co mo sabemos , la venfan utilizando varios pintores desde hace muchos aiios. (4)

    De acuerdo con aquellas opiniones, 10 logico es que hu biese desa-parecido y anulado por completo todo tipo de arte vi sual identifica-ble con la imagen objetiva, pe ro no fue, ni ha side asf ; coetanea y pos-terio rmente artistas de gran valia en el campo de la figuracion crea-ron y siguen creando grandes obras de arte . Lo que sf hizo el descu-brimiento de la fotografia fue da r la gran posibilidad al an ista de prescindir de la esclavitud y se rvidumbre (en mi opinio n grandi osa) del dibujo objetivo.

    La camara fotogrMica aun contando con su posible uso estetico. tiene su campo de actuacion en un ambito psicopercept ivo muy dis-tinto, y sus co mponentes tecnicos tambien. La obra plastica -en este caso el retrato- obtenida por la intencion este tica de la actividad creativa del hombre , y la obtenida con un a camara fotogratica. no tienen por que competir , pues parten y dependen de distintos plan-teamientos y conceptos ini ciales, diversas posibilidades de ejec u-cion , y, por tanto, diferentes ambitos del campo este ti co. La identi -dad del modelo escogido y la semejanza relativa obtenida , no justi-fi ca un paralelismo estetico , pues la conco rdancia aparente es sim-plemente superficia l, porque e l ana l isis de la form a rea lizada y obte-nida por la intervencion directa del hombre , con la de la camara foto-grMica , tiene muy poca sintonfa emoti voperceptiva para e l obse rva-dor sensib le. (5) Es mas, en e l concepto esencial y actual que del arte se tiene hoy, en su grandeza, ni quita ni pone figuracion ; su se r. su expresion , esta por encima de imagen objetiva sf, image n objeti va no.

    Pero volvamos a nuestro discurso, sabemos, que el rostro es la parte mas expresiva dentro de l conjunto que configura el se r huma-no , su dimensi6n enunciativa comunicati va es muy importante. Esto es posible por la existencia de las caracterist icas peculi ares qu e inte -gra toda cabeza humana y, como son individualmente signi fi ca ti vas, crean una infinita versatilidad ; como producto de esta vari acion so-

    (4) POT ejemplo: Johnncs Vermeer de D el ft. (S) Tres ca maras en iguates condiciones haran tres fOlOg ra ffa s igualcs; Ires pi ntores

    en igualcs condiciones haran Ires obms de arle difc rentes. lodos tomando como 173 modele el mismo.

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    matosiquica resulta un co njunto que lI ega a se r tal su variedad, que es practicamente imposible que dos rostros sean exactamente igua les, dentro de la cantidad de millones de perso nas que pueblan la Tierra.

    Toclo ello tiene luga r porque en la fi gura re lati vamente esferica que constituye la cabeza humana. hay una serie de "irregularidades" y asimetrias que caracterizan cada una de elias independientemente de toclas las demas , constituyendose cada e lemento citado en un a fo rm a perfectamente distinta y unica en cad a sujeto con su individua-lidacl propia. Intervienen en esta personalizacion, la forma del cn\-neo y las proporciones de las distancias que separan los e lementos fisiogno micos que integra n e l rostro. como los ojos, la nariz, la boca, el menton, las orejas. las pestaiias, et pelo y la barba, si ha lugar los matices cormaticos y tex turales etc., y por (t1timo la re lacion compo-sit iva cntre ell os. Este conj unto de elementos y sus casi infinitas variaciones son los const itu yentes de 10 que Ilamamos el ··parecido·'.

    Con la obse rvacion atenta del rostro. podemos adverti r la comu-nicacio n que nos muestra con claridad los estados de an imo del indi-viduo y sus diferentes posturas sentimenta les que pueden ser multi-ples y variadisimas. La cara nos manifiesta testimonial mente la ale-gria y la tristeza, la tranqu ilidad, la intranqu ilidad, la ira , la tempi an-za, el cansancio. la accion, la tol erancia y la intransigencia , etc., etc., Tambien quiza el semblante resista el anal isis perceptivo de la agu-deza del observador y pueda leer en e l, caracteristicas peculi ares y gene rales relativas a los signi ficados psicologicos del modelo , todo e ll o en el campo empiri co perceptivo. (6)

    A nte el rostro y las interpretaciones realizadas de el, nos encon-tramos con una obra plastica de la faz humana que repetidamente nos arti cula sign os que co nstitu yen un se mi6tico lenguaje de gran riqueza ca racte ristica. Los rasgos con significacion individua l que reconocemos. y las sensaciones que se ntimos al interpretarlos , son porque en otras y anteriores experiencias visuales de signos equiva-lentes comproba mos su significacion , y posteriormente ante iguales signos percibimos mensajes identicos que despues evidenciaron la realidad experimental.

    Como deciamos al principio, ratificamos la vigencia del retrato, porque siendo la autoge nesis e lmotivo inicial de toda investigacion filosofica, por extensio n consideramos la forma de la figura human a y concretamente el significado del rostro , vital para la comunicacion y conocimiento entre los hombres. No en vano, Leonardo dijo:

    (6) No debemos confundir 10 expuesto que se queda en el umbral de la conciencia intima y personal con la teorla del psiquiatra frances L. Corman que propugna una ciencia morfosicologica (que yo no compana) basada e n el cri teria fundado en la configuraci6n del rostro para pasar -empiricamente- el umbral citado.

  • " Las Imagenes de los hombres tienen expreslOnes apropiadas a su aCClon , de suene que. viendo-las, alcanzanis 10 que ellos piensan y dicen" (7)

    Cuando se dibuja , pinta 0 modela un retrato , todas las ci rcuns-tancias citadas y muchas mas que el ejecutor pllede anadir como con-secuencia de su particular manera de percibir y sentir el modele se ponen conjuntamente en funcionamiento ; conteniendo tam bien el hecho ffsico de la actividad artistica , y el condicionante " intenci6n" del ejecutante. EI resultado estetico obten ido sen! tan distinto como individuos reali cen el mismo sujeto-modelo , teniendo uni cameme como nexo comun de la obra el parecido fisico identificable. pero aun asi los discursos plasticos obtenidos senin completamente di stin-tos.

    Ruego que me permita el atrevimiento que puede supo ner para algunos artistas , olvidando por un momento toda clase de " Ismos", reco rdar la dificultad que el retrato encierra en si mismo , tanto teen i-camente como esteticamente ; esto quien mejor 10 conoce es el pro-pio artista y cualquiera que sea sincero sabe que estoy aseve rando un hecho incuestionable de las artes plasticas. Me refiero , por supuesto, al "Retrato" con mayusculas , e l que ha conseguido pasar a la histori a universal del arte como obra trascendente , y no precisamente como ente de frio mimetismo sobre un modele concreto , sino como retrato que integra y es sopone significante de arte puro y simplemente .

    Estamos vi en do que el retrato ti ene identidad propia y que si recordamos la historia de l arte comprobamos que esta repleta de obras de este genero, vigente siempre -aunque sujeto a modas pasa-je ras- porque pone de manifiesto la entidad somatosiquica del hom-bre, que aun a pesar de su casi infinita variaci6n percibimos perfecta-mente y con la mayor facilidad por la agudeza observadora que el ser humane despliega al analizar e l rostro de sus semejantes. (8)

    (7) DA VINCI. Tratado de /a pillfllra. B. Aires. J. GiL 1944. p. 15 1. (8) SPEED , H .. La praClica y /a ciellcia del diblljo. Madrid. CompaiHa Ibe ro Ame-

    ricana de Publicaciones, S.A. 1931, p. 230. "Una de las cosas mas cu ri osas rela -cion ad as con la maravillosa agudeza di sc riminati va del ojo hu mano, es la que en tre los millones de cabezas de l mundo , y probablcmente de Cllant as han cxisti-do , no hay dos que nos paTezcan exactamente iguales. Cuando se considera Ull" gran semejanza y e l pequeno marge n de dirercncia en tre e li as no cs realmcntc notable , la rap idez con que e l ojo d istingue a una persona de Olra. au n cs Ill:'" nOlable todavla , como se reconoce a veces a un amigo que ha dejado de verse durante muchos aoos y cuyo aspecto ha cambiado en tre tanl O. Y este parecido que percibimos no depende tanto como se cree gcneralmenle de ciertos rasgos particulares. Si se yen , por eje mplo , so lamente los ojos. quedando cubierto el resto de la cara, es casi imposibJe reconocer a una persona que tratamos con frc-cuencia. y ni siquiera podcmos decir que expresa ei llanto 0 la risa. Y a su vcz. que difled nos es reconocer a un individuo euando oculta los ojos y s610 deja vcr 13 parte inferior del rostro" .

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    EI art is ta plast ico , el buen crit ico de arle y e l esteta ensayista co nocen perfectamente las mencionadas circunstancias fo rmales y las captan intencionadamente pa ra poder percibir las fo rm as que Ie han de servir. al primero pa ra e l mime ti co y objetivo trabajo - dentro siempre de la inevitable interpre taci6n- que pre tende con e l retrato , ~ a 10, segundos para sus ensayos este ti cos. O tros condi cionantes produclO de este anal isis prece ptivo un ido a se nsaciones adq uiridas subliminalmente .'"l mas los co nd icionantes neoempaticos y de di s-tancia p,iquica. motivan tambien al artifi ce ante la percepci6n del modeJo. De\pll~\ ~ conjuntamente intervienen las condiciones inna-tas del aniqa ~ la H~cn i ca posiblemente adquirida por el inte ligente adie'tramlc nto. junto a su formaci6n humanistica,(lO) en el sentido ma, amplio. , por ul!imo y 10 mas illlportante aquell o que dij o Ortega ~ Ga,>set:

    ··La creati6n art istica es en 10 que tiene de tal, una misterio a labor inco nsciente" (11)

    Cntcrio que asumo totallll ente . Realmente en los nive les de fin a sensaci6n y percepci6n de las

    ideas. la, co as. ) mas aun de la faz humana helllos de reco nocer 10 diferentes e indi, idualistas que somos , y de que manera tan distinta las ' emos. enllmo ) juzgamos; todo eslO en e l matiz casi impalpable de la sutileza pcrcepti,a. nunca en e l terreno incuestionable circuns-tancias , hechos .

    Como ilustraci6n relacionada con 10 manifestado se reproduce un d ibuJo reahzado por mL el cual titulo "l oven manchega" y que ti ene toda su cxpresi, idad en los ojos que se mani fiestan po r encima de l resto del rostro. comunicando co n gesto atento y avispado una actitud paciente para se r dibuj ada.

    La tecnica se caracteriza por ser poco "acabada" que busca el vol umen por medio de ,·alorado claroscuro.

    (9) Me refiero al tlpo de percepcion que aun recibiendo un est fm u[o no es caplado plena y consc i~ntcmenlC por el observador por razoncs divcrsas , como pueden ser \