UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE CIENCIAS … · 2018. 9. 27. · comunes que viven...

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS CARRERA DE POLÍTICA Fantasmagoría, patrimonio y espectáculo: análisis de las políticas públicas sobre turismo y patrimonio en el Centro Histórico de Quito. Periodo 2014-2017. Proyecto de Investigación previo a la obtención del título de Politólogo. AUTOR: Espinosa Páez Pedro Amaru TUTOR: Mgs. Omar Adrián Bonilla Martínez Quito, 2018

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  • UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

    FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS

    CARRERA DE POLÍTICA

    Fantasmagoría, patrimonio y espectáculo: análisis de las políticas

    públicas sobre turismo y patrimonio en el Centro Histórico de

    Quito. Periodo 2014-2017.

    Proyecto de Investigación previo a la obtención del título de

    Politólogo.

    AUTOR: Espinosa Páez Pedro Amaru

    TUTOR: Mgs. Omar Adrián Bonilla Martínez

    Quito, 2018

  • ii

    DERECHOS DE AUTOR

    Yo, Pedro Amaru Espinosa Páez, en calidad de autor y titular de los derechos morales y

    patrimoniales del trabajo de investigación Fantasmagoría, patrimonio y espectáculo:

    Análisis de las políticas públicas sobre turismo y patrimonio en el centro histórico de

    quito. Periodo 2014-2017, modalidad Proyecto de Investigación, de conformidad con el

    Art. 114 del CÓDIGO ORGÁNICO DE LA ECONOMÍA SOCIAL DE LOS

    CONOCIMIENTOS, CREATIVIDAD E INNOVACIÓN, concedo a favor de la

    Universidad Central del Ecuador una licencia gratuita, intransferible y no exclusiva para

    el uso no comercial de la obra, con fines estrictamente académicos. Conservo a mi favor

    todos los derechos de autor sobre la obra, establecidos en la normativa citada.

    También autorizo a la Universidad Central del Ecuador para que realice la digitalización

    y publicación de este trabajo en su repositorio virtual, de acuerdo a lo dispuesto en el Art.

    144 de la LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN SUPERIOR.

    El autor declara que la obra objeto de la presente autorización es original en su forma de

    expresión y no infringe el derecho de autor de terceros, asumiendo la responsabilidad por

    cualquier reclamación que pudiera presentarse por esta causa y liberando a la Universidad

    de toda responsabilidad.

    ______________________________

    Pedro Amaru Espinosa Páez

    C.C. 1720448230

    [email protected]

  • iii

    APROBACIÓN DEL TUTOR

    Yo, Omar Adrián Bonilla Martínez, en mi calidad de Tutor del Trabajo de Titulación,

    presentado por PEDRO AMARU ESPINOSA PAEZ, para optar por el Grado de

    Politólogo, cuyo título es: FANTASMAGORÍA, PATRIMONIO Y

    ESPECTÁCULO: ANÁLISIS DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS SOBRE

    TURISMO Y PATRIMONIO EN EL CENTRO HISTÓRICO DE QUITO.

    PERIODO 2014-2017, considero que dicho trabajo reúne los requisitos y méritos

    suficientes para ser sometido a la presentación pública y evaluación por parte del tribunal

    examinador que se designe.

    En la ciudad de Quito, a los 22 días del mes de febrero del 2018.

    ___________________________

    Mgs. Omar Adrián Bonilla Martínez

    TUTOR- DOCENTE

    C.C. 1716166234

  • iv

    DEDICATORIA

    Para quienes luchan por cada centímetro de su espacio de vida. Para quienes resisten la

    injerencia del capital en la cultura y en la naturaleza. Para quienes defienden la ciudad

    como su derecho

    Para Luis, amigo del alma y sujeto apasionado del turismo y las teorías críticas

  • v

    AGRADECIMIENTOS

    Este trabajo ha sido realizado gracias a la inspiración de muchos personajes. De personas

    comunes que viven todos los días enfrentado a las injusticias y sobreviviendo a ellas a

    pesar de todo. De pensadora/es valiosos y sus letras que ha impregnado en mí, el amor al

    conocimiento y la crítica al poder. De amigos y familiares que me han enseñado la

    importancia de la constancia y la felicidad

    Agradezco a todxs mis profesores quienes han sido de vital importancia en mi formación

    y me han salvado de uno que otro lio. Especialmente a Omar Bonilla quien me involucro

    en la geografía crítica y me soportó en el laborioso periodo de realización de tesis. A

    Napoleón Saltos, por sus grandiosas conversaciones que motivaron el tema de este trabajo

    Agradezco a mi madre y a mi padre por nunca dejarme de contar historias y estar siempre

    a mi lado. A mi hermano y hermana por todas las alegrías que aliviaron los momentos de

    estrés.

    Agradezco a mis amiga/os, a todos ella/os con los que he compartido las mejores

    bohemias y aventuras. Especialmente a lxs que conformamos el colectivo Walter

    Benjamin, a la asociación de repartidores y la “santa trinidad”. Sin ellxs caminar no

    tendría sentido.

    Mis agradecimientos fraternos también para la Unidad Educativa “Pensionado

    Universitario Nelson León Vizcarra”, sus autoridades y profesores del plantel. En

    especial a Ramiro Jaramillo por la confianza, el apoyo y los consejos, y a las colegas

    profesoras del Área de Sociales: Marianita, Marthita, Blanquita y Anita Maria, por el

    cariño y la fuerza para terminar este trabajo.

    La información que posee este trabajo ha sido conseguida gracias a la predisposición de

    lxs vecinos del Centro Histórico y de algunas instituciones y autoridades municipales,

    como Instituto de la Ciudad y su director Julio Echeverría, al Instituto de Patrimonio y su

    directora Angélica Arias, y a la concejala Susana Castañeda y al concejal Mario

    Guayasamín. A todxs ellxs, un especial agradecimiento.

  • vi

    ÍNDICE DE CONTENIDOS

    DERECHOS DE AUTOR ............................................................................................................. ii

    APROBACIÓN DEL TUTOR ..................................................................................................... iii

    DEDICATORIA .......................................................................................................................... iv

    AGRADECIMIENTOS ................................................................................................................ v

    ÍNDICE DE CONTENIDOS ....................................................................................................... vi

    LISTA DE GRÁFICOS ............................................................................................................. viii

    LISTA DE TABLAS .................................................................................................................... ix

    RESUMEN .................................................................................................................................... x

    ABSTRACT ................................................................................................................................. xi

    INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 1

    Capítulo 1 ...................................................................................................................................... 5

    La fantasmagoría y el Centro Histórico de Quito ...................................................................... 5

    La irrupción de la modernidad en Paris................................................................................. 5

    La Fantasmagoría de los pasajes ........................................................................................... 8

    El turismo como fantasmagoría ........................................................................................... 11

    Centralidad y Patrimonio del Centro Histórico de Quito .................................................... 17

    Capítulo 2 .................................................................................................................................... 21

    La conformación de la política pública de patrimonio y turismo para el Centro Histórico de

    Quito ........................................................................................................................................ 21

    La metodología de la investigación sobre política pública ................................................. 21

    Las premisas de la declaratoria ........................................................................................... 22

    La construcción de la fantasmagoría ................................................................................... 25

    Los 2000. Renovación y propuesta ..................................................................................... 29

    Capítulo 3 .................................................................................................................................... 34

    Centro Histórico: Zona Especial Turística .............................................................................. 34

    Para pensar una segunda fase .............................................................................................. 34

    La Zona Especial Turística .................................................................................................. 38

    Plan de Gestión Para la Zona Especial Turísticas del Centro Histórico ............................. 40

    Reglamentaciones y proyectos para la ZET del Centro Histórico ...................................... 49

    Programas y proyectos de la planificación .......................................................................... 53

    Capítulo 4 .................................................................................................................................... 58

    Políticas públicas de turismo y patrimonio sobre el centro histórico durante el periodo 2014-

    2017 ......................................................................................................................................... 58

  • vii

    Políticas de Turismo ................................................................................................................ 60

    Certificación y gestión para actividades turísticas .............................................................. 60

    El turismo sustentable en la ZET del Centro Histórico y sus alrededores .......................... 65

    Políticas sobre Patrimonio ....................................................................................................... 71

    Capítulo 5 .................................................................................................................................... 77

    A manera de conclusión .......................................................................................................... 77

    Bibliografía ................................................................................................................................. 82

  • viii

    LISTA DE GRÁFICOS

    Gráfico 1. Sectores ZET del Centro Histórico. 43

    Gráfico 2. Mapa de ocio. Recreación turística del Centro Histórico. 46

  • ix

    LISTA DE TABLAS

    Tabla 1. Planificaciones urbanas del Centro Histórico. 33

    Tabla 2. Negocios catalogados como turísticos 50

    Tabla 3. Programas y proyectos de planificación 53

  • x

    Título: Fantasmagoría, patrimonio y espectáculo: Análisis de las políticas públicas

    sobre turismo y patrimonio en el Centro Histórico de Quito. Periodo 2014-2017

    Autor: Pedro Amaru Espinosa Páez

    Tutor: Omar Adrián Bonilla Martínez

    RESUMEN

    A partir de la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad, el Centro Histórico

    de Quito fue protagonista de múltiples intervenciones destinadas a mantener y recuperar

    su legado histórico reflejado en sus edificaciones arquitectónicas. La atención prioritaria

    tuvieron los monumentos coloniales, los que se presentaban como posibles atractivos del

    significado histórico que visitantes locales y extranjeros podrían admirar. El turismo del

    centro nace en el escenario de actividad que justificaba la rentabilidad de las inversiones

    hechas sobre la recuperación de bienes patrimoniales, pero también, se mostraba como

    solución a los problemas urbanos del entorno. La presente investigación es un esfuerzo

    por problematizar las consecuencias de cómo se ha pensado el turismo en el Centro

    Histórico de Quito, a través de las políticas públicas del periodo 2014-2017, para lo cual

    se analiza como las actividades turísticas reconfiguran el espacio y provocan su

    alejamiento de las necesidades de quienes lo habitan y benefician a quienes lo utilizan

    con fines lucrativos. Mostrando, entonces, un problema de cómo se entiende el espacio

    bajo las dinámicas del capital, y en el caso específico, como sus bienes patrimoniales son

    mercancías de espectáculo que justifica el vaciamiento de habitantes y vanaglorian el

    recurso fantasmagórico de su elitización.

    PALABRAS CLAVE: ESPACIO / PATRIMONIO / MERCANCIA /ESPECTACULO

    / FANTASMAGORIA / POLÍTICAS PUBLICAS

  • xi

    Title: Phantasmagoria, heritage and show: Analysis of public policies on tourism

    and heritage in the Historical Center of Quito. Period 2014-2017

    Author: Pedro Amaru Espinosa Paez

    Tutor: Omar Adrian Bonilla Martinez

    ABSTRACT

    Since its designation as a Cultural Heritage of Humanity, the Historical Center of Quito

    was the protagonist of multiple interventions intended to maintain and recover its

    historical legacy reflected on its architectural structures. Priority attention was focused on

    colonial monuments, which were considered as possible attractions of historical

    significance for the enjoyment of local and foreign visitors. Tourism to the city center

    was born as an activity to justify the profitability of the investments made in the recovery

    of heritage assets, but also, it was shown as a solution to the urban problems of the city.

    This research is an effort to open a debate on the consequences of how tourism has been

    approached in the Historical Center of Quito, through the public policies of the period

    2014-2017; to this effect, it has been analyzed how tourist activities reconfigure the space

    and provoke the dissatisfaction of the needs of those who inhabit it, and benefit those who

    use it for profit purposes. Establishing in this way, the issue of how space is understood

    under the dynamics of capital, and in this specific case, how their patrimonial assets

    become merchandise of amusement that justifies the emigration of people and boast the

    phantasmagorical resource of their gentrification.

    KEY WORDS: SPACE / HERITAGE / MERCHANDISE / SHOW /

    PHANTASMAGORIA / PUBLIC POLICIES

    I certify that I am fluent in both English and Spanish and that I have prepared the detached translation

    from the original in Spanish to the best of my knowledge and belief.

    Martha Rivadeneira

    C.I. 170361292-7

    Date of Translation: September 10, 2018

    Address: Figueroa & Machala C. 29

    Quito-Ecuador

    Mobile: 0997161982

    Translator authorised by the British Embassy

    M&R Translation Services

  • 1

    INTRODUCCIÓN

    Los Centros Históricos son los espacios más conflictivos para su acoplamiento completo

    a las dinámicas y necesidades del urbanismo contemporáneo. Su estructura física,

    simbólica y social, ha contemplado barreras para su incorporación plena a las dinámicas

    del capital a diferencia del resto de territorios que conforman las metrópolis. En el caso

    del Centro Histórico de Quito, las barreras han provocado que las medidas para su

    intervención sean aplazadas en el tiempo o que su formulación se plasme como proyectos

    a largo plazo.

    Quito ha crecido longitudinalmente, su condición de capital lo ha llevado a que sea uno

    de los centros productivos y administrativos más importantes del país. Desde la segunda

    mitad del siglo XX, los esfuerzos de la administración pública estuvieron concentrados

    en proyectos modernizadores de la urbe. El Centro Histórico bajo sus limitaciones de

    estructura propia, en muchos casos, era espectador de las intervenciones a lo largo de la

    ciudad. Retazos de grandes proyectos de transporte como de ordenamiento territorial se

    llegaban en ciertas ocasiones, bien porque su territorio era vital para el funcionamiento

    total de las obras o porque los problemas a resolver, también ocurrían con cierta

    preocupación en el Centro Histórico.

    La falta de interés sobre los problemas que presentaba, como las complicaciones que

    posee el espacio, provocó que en un momento dado, exista una política de olvido. Esto

    generó que varios de los conflictos que padecía fueran agudizándose y por ende, las

    condiciones del espacio y de la habitabilidad para sus residentes como para quienes

    transitan el lugar, se vayan degradando.

    La declaratoria de patrimonio mundial, inauguró un momento interesante para el Centro

    Histórico desde 1978. Por fuera de su importancia como centro administrativo de

    instituciones estatales, su legado patrimonial reflejado en sus edificaciones históricas le

    haría adquirir una importancia especial frente a la administración pública. El

    reconocimiento internacional mencionado, daba ciertas garantías para que el Centro sea

    un espacio que pueda generar valor a través de la promoción de sus recursos

    patrimoniales.

  • 2

    Los rasgos de identidad de la quiteñidad, se encuentran reflejados en mucho de lo que es

    el Centro Histórico, no solo en los sentidos que generan su infraestructura, sino y

    sobretodo, por las tradiciones y costumbres que preservan sus habitantes. Leyendas, mitos

    y demás relatos sucedían entres calles, plazas y casas. Algunas fiestas tradicionales del

    país, en especial de la sierra, alegorizaban la vida residencial en el efecto cultural de las

    migraciones que llegaban al centro. Oficios de larga data e indicios de cómo era la ciudad

    antes de los españoles estaban vigentes. El centro era el lugar de residencia de una buena

    parte del patrimonio inmaterial.

    La noción material e inmaterial del patrimonio era evidente de resaltar en un proyecto de

    recuperación o fortalecimiento de los baluartes históricos del centro. Más no obstante el

    inicio de los trabajos estuvo concentrado en destacar la imagen que comúnmente, y a

    veces burdamente, se piensa en los proyectos urbanos. La imagen de los monumentos y

    edificaciones como cara visible de lo que podía convertirse el centro histórico de Quito a

    partir de su declaración como patrimonio mundial. La imagen icónica del turismo en la

    ciudad.

    La declaratoria permitió el inicio de todo un proceso de inversión de recursos económicos

    para la intervención de bienes patrimoniales. Fundaciones españolas e instituciones

    internacionales aportaron para la creación de un fondo que administre los recursos y

    ejecute obras de rehabilitación. La capacidad económica de inversión, llegó a cifras tales

    que permitió la intervención de forma completa sobre edificaciones patrimoniales y la

    realización de obras en los alrededores del patrimonio material, solucionando “posibles”

    amenazas a la estética de la monumentalidad.

    La preocupación sobre la funcionalidad de los monumentos ya rehabilitados,

    correspondería a un segundo momento de accionar en el Centro Histórico. Tras treinta

    años (desde la declaratoria hasta el 2008) de intervención y recuperación patrimonial, era

    momento de cumplir la funcionalidad con la cual se invirtió en este tema. El turismo se

    presentó como alternativa de actividad económica, que permitía entrar a funcionar o

    potenciar los usos de las edificaciones monumentales, con el fin de generar riquezas y

    justificar las inversiones hechas.

    El turismo, bajo su noción de espectáculo, es uno de los mecanismos por los cuales el

    capital ha logrado apoderarse de espacios complicados para su reconfiguración urbana.

    Su enmascaramiento de actividad recreativa, permite que su entrada sea recibida con

  • 3

    beneplácito, como alternativa que alegoriza lugares y que genera recursos importantes

    para agentes del mercado. La composición del turismo en la estructura capitalista creará

    fantasmagorías, ilusiones donde el ejercicio de la actividad oculta y enmascara los rasgos

    materiales y culturales, de quienes han invertido su fuerza de trabajo como su relación de

    sentido con los monumentos y las prácticas, que el turismo mostrara como atractivos.

    La aprobación del Plan de Zonas Especiales Turísticas y la adherencia del Centro

    Histórico a este Plan, como espacio identificado para la realización de prácticas turísticas,

    nos muestran el horizonte de garantizar programas de sustentabilidad de los bienes

    intervenidos en el centro bajo esta actividad, pero también la importancia superlativa que

    adquirirá el turismo en este espacio.

    La investigación que a continuación se presenta, es un esfuerzo por analizar cómo, a partir

    de las políticas públicas sobre turismo y patrimonio desde la Alcaldía de Quito, el espacio

    del Centro Histórico se ha venido reconfigurando. Reflexionando qué actores han

    promulgado dichas medidas, quiénes se han beneficiado, quiénes han resultado

    perjudicados y bajo que enfoque se han planificado las acciones estatales.

    Hacemos énfasis en el periodo 2014-2017, debido a que en esta temporalidad, uno de los

    planes que define la política pública sobre turismo en la ciudad, empezará a aplicarse

    dentro de uno de los espacios catalogados como ideales para esta actividad, el Centro

    Histórico de Quito.

    Partiremos del marco teórico de algunos postulados de la geografía y teoría crítica y el

    derecho a la ciudad, que nos permitirán problematizar la actividad del turismo, en el

    contexto de su funcionalidad como mecanismo para la apropiación del espacio por parte

    de las lógicas del capital. El concepto de fantasmagoría, será tratado para reflexionar

    sobre cómo las prácticas de consumo en la admiración del espectáculo patrimonial,

    legitiman la apropiación del espacio y a la vez, cómo estas prácticas provocan conflictos

    para los/las habitantes, que llegan a generar situaciones de expulsión de su lugar de

    realización material.

    La metodología con la que hemos trabajado se incrusta en las formas de estudio y análisis

    de políticas públicas, donde la revisión de la documentación oficial creada por la

    municipalidad como los puntos de vistas y discurso de las autoridades, son un punto de

    partida para entender el enfoque de las acciones del cabildo como sus objetivos. Dentro

  • 4

    de las metas propuestas, nos hemos planteado analizar la posición de los habitantes frente

    a las medidas creadas, por lo que un segundo punto de nuestra metodología consiste en

    investigar los puntos de vista y las demandas de las personas que habitan y trabajan en el

    Centro Histórico de Quito.

  • 5

    Capítulo 1

    La fantasmagoría y el Centro Histórico de Quito

    La irrupción de la modernidad en Paris

    La ciudad y su condición moderna constituyeron el escenario idóneo para el desarrollo

    del capital. Por supuesto, se constituyó en un proceso donde todos los actores de todas las

    clases intervinieron. El estado y la sociedad, los empresarios y los trabajadores, los poetas

    y los arquitectos. Unos pensaron la ciudad como proyecto, la percibieron y se encantaron,

    y otros se resistieron. Pero la construcción del espacio tomaba una nueva dinámica: en el

    discurso, prometía satisfacer las necesidades de sus pobladores; en la práctica, los

    despojaba de su material de representación simbólica en el concreto.

    Las ciudades desde su nacimiento fueron el germen del desarrollo de las civilizaciones

    antiguas. El factor de la vida en conjunto de individuos lograba que estos encuentren

    formas inéditas de cooperación, de donde crearían estilos de vida propios e instrumentos,

    grandes y pequeños, que permitían la realización de una forma de convivencia (Watson,

    2013, pág. 118). En esta construcción, se logró precautelar los procesos de desarrollo

    humano. La dominación de la naturaleza salvaje fue lograda a través de la idea de ciudad.

    El periodo de industrialización, a partir del siglo XVII en Europa, construyó un modelo

    de ciudad, donde se priorizó dos ideas: la supremacía y negación de lo urbano a lo rural

    y la ciudad como espacio de inversión del capital para la generación de ganancia, es decir

    la urbe como mercancía. Estas ideas no están jerarquizadas sino interrelacionadas. No

    solo suceden al mismo tiempo sino que no existen independientemente una de la otra.

    “La ciudad y lo urbano corren el riesgo de

    convertirse en la riqueza suprema de los

    privilegiados, en el bien superior de consumo

    que confiere un cierto sentido a este

    consumo” (Lefebvre, 1972, pág. 99)

  • 6

    El campo y la ciudad han mantenido ideas distintas de la conformación de sus lógicas de

    funcionamiento, pero entre sí se respaldaban y posibilitaban la existencia del otro.

    Aunque cada uno tuvo momentos de dominio en la historia. El campo proveía de

    alimentos y de riqueza a través de la renta de la tierra, mientras la ciudad administraba las

    ganancias y se convertía en el centro del funcionamiento del estado y la religión. Esto se

    refleja en los tipos de ciudad anteriores al momento de industrialización.

    La modernidad replanteó esta relación. Las grandes ciudades “se prolongan hacia el

    campo e intenta deponerlo de su antigua dignidad, doblegarlo finalmente y reducirlo a la

    condición de prolongación de la periferia industrial” (Echeverria, 2013, pág. 76). El

    campo se niega como espacio colindante, no posee autonomía para determinar sus

    funciones, ni satisface sus necesidades propias; la ciudad lo absorbe y lo transforma a

    dinámicas que comprenden su lógica de funcionamiento económica. La agricultura no es

    funcional si su producción no es masiva o a corto plazo. La dinámica industrial invade

    todo a su paso.

    Una dominación totalitaria de las ciudades que asume tamaños gigantescos, a partir de

    este momento, no solo lo hace bajo mecanismos productivos y de división del trabajo,

    sino también bajo modelos de vida que se implantan y que determina la relación de los

    habitantes en su entorno. Los ritmos de vida, necesidades y anhelos urbanos, tipos de

    construcciones, etc. Es decir, el tipo de urbanización del capital se apodera del campo. La

    negación sucede en términos objetivos y subjetivos.

    La modernidad trajo consigo no solo un nuevo tipo de organizar la vida económica y

    social para las sociedades que se habían hastiado y revelado frente al dominio del

    feudalismo, sino también toda una ola de expresiones artísticas y literarias, que

    encontrarían el espacio de las urbes como lugares para desarrollarse. París es un claro

    ejemplo de aquello, pues era el escenario de los grandes conflictos, donde las promesas

    de libertad e igualdad, se pensaban y planteaban el sentido propio de la condición de lo

    moderno; y por lo tanto, era el campo de inspiración perfecto para encontrar algunos

    relatos o figuras exquisitas.

    Sin duda pensar este momento en París es distinto que pensarla en cualquier parte del

    mundo, en especial de ciudades como Londres, donde el desarrollo del capital tuvo

    especial protagonismo, y que determinó bajo las condiciones de los conflictos propios, la

    realidad de su constitución urbana moderna.

  • 7

    Con la revolución de 1848, la conflictividad parisina salía de los límites del control del

    Estado, que teniendo su problema propio de definición como república, con serios rasgos

    nostálgicos de la época imperial, tenía que apaciguar u organizar la disputa en la sociedad.

    El fin, construir un momento posible para la realización del proyecto político del Estado-

    Nación.

    La configuración urbana estuvo en la mira. La clase de insurgencia permanente, el

    proletariado, ocupaba barrios y calles aledañas a los monumentos y palacios del estado

    nación en construcción. Su ocupación era un constante peligro, tanto en los beneficios

    geográficos que tenían para levantar grandes insurgencias o bien para denotar en la

    cotidianidad, las contradicciones y la lucha entre quienes no eran iguales. La

    transformación de tal escenario posibilitaba que el espacio pueda ser moldeado para los

    beneficios del poder, que si bien, en un principio, aparecen como preocupaciones de orden

    y control, luego se revelan como preocupaciones de un modo de producción en sí.

    Haussman es el hombre designado por el bonapartismo para la transformación urbana en

    1853. Emprende todo un proyecto de reorganización de barrios enteros, se expropian y se

    demuelen edificaciones antiguas, se ensanchan calles y veredas, y se readecuan espacios

    públicos. Los trabajadores son desalojados de sus casas y se trasladan a los espacios por

    fuera del accionar de las readecuaciones urbanas, la periferia. Los pasajes, exposiciones

    universales, restaurantes y cafeterías, pueblan el espacio vaciado. “Los centros del

    dominio mundano y espiritual de la burguesía, engastados en el marco de las calles

    principales, encontrarán allí su apoteosis” (Benjamin, 2012, págs. 59-60).

    Sin duda, la obra de Haussman no es una invención personal, que responde a un

    imaginario individual, sino a un proyecto mayor. Capitales excedentes encontraron

    lugares de inversión y con ello “no sólo la transformación de las infraestructuras urbanas,

    sino también la construcción de un nuevo modo de vida y de persona urbana” (Harvey,

    El derecho a la ciudad, 2008, pág. 26). Todo esto en el proyecto industrializador francés,

    que tras haber tenido insurgencias importantes, que pusieron límites momentáneos al

    ritmo de acumulación de capitales, encontraría, en el espacio urbano, una instancia para

    potenciar estos procesos.

    Anterior a esto, los pasajes eran espacios que iban adquiriendo importancia en la ciudad

    de París. Entre edificios y pequeñas calles, tiendas de diversos tipos, vestidos con estéticas

    propias que adornan las mercancías, se forman espacios que transforman la dinámica del

  • 8

    paseo y el consumo en la ciudad. Se forman templos de la mercancía donde la adoración

    como tal, se realiza en el acto y en el deseo de la adquisición. Crea sujetos propios para

    la idolatría. Crea toda una ilusión que determina la vida cotidiana. A esto, Walter

    Benjamin referiría el concepto de Fantasmagoría.

    La Fantasmagoría de los pasajes

    Los centros comerciales que hoy pueblan las ciudades vieron una de las semillas para su

    constitución en los pasajes parisinos, lugares donde se juntaban varios tipos de tiendas

    con una gran gama de mercancías para la venta. Restaurantes, cafeterías y bares también

    rondaban a sus alrededores y alegorizaban la dinámica de consumo. Poco a poco los

    pasajes se convirtieron en el espacio ideal para el disfrute del paseo por la ciudad, el

    entretenimiento y el placer, todo alrededor de relaciones mercantiles que establecían los

    asistentes entre sí y por su puesto con los bienes y servicios que adquirían.

    Estos lugares no establecieron nada más que un reducto de tiendas, sino dieron una nueva

    dinámica al consumo, acción que planteaba una lógica distinta de la significación de la

    mercancía en la sociedad, y por ende, una forma inédita del dominio del capital.

    El fetichismo de la mercancía es el mecanismo que cristaliza la enajenación del trabajo,

    y que permite que un bien disfrace el proceso social de su conformación, para la

    generación de riqueza de quien asume su propiedad, el dueño del capital. Para Marx, esta

    condición es la supremacía del valor de cambio por sobre el valor de uso y que determina

    la existencia de un objeto, fruto de un proceso de trabajo, como mercancía. El entorno

    ideológico que enmascara la contradicción entre estos tipos de valor y que enaltece a la

    mercancía, Benjamin lo denomina como fantasmagoría.

    “La devaluación del mundo de las cosas

    en la alegoría es sobrepujado dentro del

    mundo de las cosas mismo por la

    mercancía” (Benjamin, 2012, pág. 249).

  • 9

    Las “imágenes engañosas que enmascaran las relaciones de producción y las estructuras

    de dominio de la sociedad” (Zamora, 1999, pág. 136), como se podría definir, en un

    principio, la fantasmagoría en la modernidad, tiene su primera revelación mostrando en

    el espacio de los pasajes la idea de protohistoria. Esta idea muestra a la sociedad vacía de

    contradicciones y por ende, vacía de clases sociales. Siguiendo el planteamiento de

    Benjamin, esta formulación se desarrolla en la imagen ambivalente alrededor de estos

    lugares, donde la sociedad “busca tanto superar como transfigurar lo inacabado del

    producto social así como las carencias del orden social de producción” (Benjamin, 2012,

    pág. 47).

    Tanto la superación como la transfiguración son finalidades bajo el pretexto de que la

    imagen de los pasajes es una imagen que se construye tanto en el deseo de la aplicación

    de las promesas del capital, obnubilando sus contradicciones de clase, como en el deseo

    de que tales promesas se radicalicen, y alcancen nuevas dimensiones en el tiempo. Esta

    es la condición de que la imagen de la fantasmagoría se presenta como imagen onírica

    (Benjamin, 2012, pág. 58)

    La fantasmagoría ya no se vuelve en el entorno que solo construyen los dueños de los

    medios de producción sino la sociedad en sí, pues ella se representa en el mundo de la

    mercancía, en su fetiche, por su condición de productora de las mismas (Zamora, 1999,

    pág. 138) y por lo tanto, acepta su condición enajenada.

    Sin embargo, la realidad de los pasajes, que hoy lo podemos percibir con mucha más

    fuerza en los centros comerciales, radicaliza el concepto de fetichismo de la mercancía.

    En parte porque todo el espectro de la cultura de la sociedad moderna está inserta en la

    dinámica de la mercancía, pero sobretodo porque la supremacía del valor de cambio

    adquiere una nueva dimensión. El valor de uso ya no queda replegado nada más que por

    la alienación que se da en el proceso productivo del trabajo y por la obnubilación de este

    proceso en el acto de consumo por las necesidades a satisfacer, sino que ahora, el

    transcurso para el acto de consumo es deleitado. Por lo tanto, el disfrute del ritual del acto

    de consumo, convierte también en mercancía para quien lo realiza.

    Al igual que las exposiciones universales1 “el hombre se abandona a estas manipulaciones

    de la enajenación respecto de sí mismo y de los otros” (Benjamin, 2012, pág. 52) y se

    1 Asi se les denomina a las ferias del siglo XIX

  • 10

    constituye como un sujeto putativo de la fantasmagoría de la modernidad. El flâneur,

    personaje que se caracteriza por el deleite del transcurrir por los pasajes de Paris, los

    pasajes para él son casa y calle, lugares para su producción y reproducción, donde se

    constituye como sujeto y donde se place de aquello (Benjamin, 2012, pág. 57).

    La radicalización del fetiche de la mercancía se plasma en la acción deleitosa del acto de

    consumo, que no implica necesariamente el consumo concreto de las mercancías en los

    pasajes, sino también la idolatría a estas como el deseo próximo de su adquisición; y,

    claro, esto sucede en todo un ambiente que fomenta la diversión de otros tipos pero que

    tienen el mismo fin. Esto lo vemos en los cines, patinajes de hielo, teatros, iglesias, y

    demás, que pueblan los centros comerciales.

    El espacio bajo el presupuesto del espectro fantasmagórico se vacía de relaciones sociales

    por fuera de la dinámica del consumo, y prima a que el mismo tenga proyectos que

    fomenten dinámicas mercantiles a favor del capital. En la posmodernidad los espacio

    vacíos, en su totalidad, de cualquier interacción por fuera de las dinámicas de compra y

    venta (Bauman, 2002, pág. 105) se han denominado como no lugares; y aunque estos

    hacen referencia a espacios de transición con cierta espontaneidad en su visita, dan

    muestra de que el marco que la modernidad inauguró, y que creó una lógica de espacio;

    hoy no se desarrolla en pequeños ni recónditos lugares, sino que llegan abarcar partes

    importantes del casco urbano con tamaños gigantescos.

    La negación de la condición social de un espacio, fruto de la dominación de las relaciones

    de mercado, da origen al sentido del concepto no lugar, que con simplicidad arguye a un

    proceso histórico complejo y de varios años. La enajenación del espacio.

    La existencia y el fortalecimiento de relaciones enajenantes entre propietarios de los

    medios de producción y los sujetos que producen valor, ha generado que el fenómeno de

    la enajenación no solo se desarrolle a nivel de los individuos en sí mismos, sino, en todo

    los otros lugares de realización de la materialidad de los individuos, como la cultura y el

    espacio social.

    Esta pauta marca el escenario de una contradicción, donde, en términos de Marc Augé,

    los lugares no antropológicos, al ser espacios abordados por la lógica de acumulación y

  • 11

    consumo pueden desarrollar riegos que afecten a la existencia misma del espacio físico,

    al igual que lo que sucede en la contradicción capital/trabajo2

    El turismo como fantasmagoría

    La transformación urbana de París dio paso a que los pasajes, bulevares y actividades

    económicas recreativas empiecen tomarse el espacio del actual centro de París. Poco a

    poco estas actividades irían adquiriendo fama y poder con lo que lograrían convertir la

    dinámica clásica del centro de la capital francesa, de un barrio residencial y funcional por

    compartir el espacio con instituciones del Estado y mercados de víveres, a un espacio de

    recreación y turismo de consumo. El centro de París empezaría a convertirse en el centro

    de modas, arte y chic más popular de Europa y del mundo.

    El flujo de personas extranjeras en el centro de la ciudad configuraba la condición turística

    de París. Los pasajes eran lugares que acogían galerías de arte, restaurantes, tiendas de

    ropa y cafeterías. Estos eran visitados tanto por su condición de ofertar un servicio como

    también por considerarse atractivos en sí mismo. A la par, los monumentos de la historia

    francesa y los espacios de acontecimientos especiales dentro del discurso de la nación

    bonapartista eran lugares destacados que complementaban el tour de los sitios turísticos

    que visitar.

    Para el caso y momento histórico que analizamos, la actividad turística nace alrededor de

    los espacios fantasmagóricos de la mercancía, los pasajes, que aparecieron en la vida

    moderna tras una intervención urbana propicia para el aparecimiento de esta dinámica.

    Sin embargo, la condición de fantasmagoría que puede tener el turismo no es en tanto

    parte de un espacio ya enajenado como podría sugerir la referencia histórica en cuestión,

    sino que en el desarrollo de este contexto, la actividad turística simulará la lógica y el

    escenario de los templos de la mercancía para desenvolverse hasta la actualidad y será

    una de las causas de la enajenación.

    La reforma de Haussman en París planteo la posibilidad real y exponencial de la conquista

    del espacio por el capital. El turismo, en este momento, construyó las bases de su

    2 Contradicción que denota que el proceso de incremento de valor para el aumento de la acumulación de capitales requiere empeorar las condiciones del trabajo humano, acción que puede llevar al deterioro y muerte dela fuerza laboral. Con ello, el fin de la capacidad de producción y riqueza. En la posmodernidad, la contradicción se plasma en escenarios más complejos, con mecanismo más sofisticados, que tienen como resultado el mismo fin, pero que son más llevaderos al disfrazar las formas de explotación clásicas.

  • 12

    condición de mecanismo para expropiar el carácter social del espacio para llevarlo a las

    lógicas de pleno consumo. Se trata de un acto legitimado por la sociedad en tanto la

    actividad se constituye en fantasmagoría.

    El turismo, en el escenario del capitalismo, se regirá como una actividad económica que

    busca generar ganancias a través de la visita y consumo de servicios alrededor de objetos

    o espacios para su contemplación y admiración de visitantes. Bajo esta definición, el

    primer paso que el turismo debe emprender para su funcionamiento es el hallazgo de un

    posible atractivo público, que pueda ser transformado para convertirse de un espacio

    creado en el escenario de una colectividad o en la naturaleza, a un lugar que pueda ser

    consumido y genere ganancias en el acto, en la dinámica de una mercancía.

    Guy Debord se referirá al turismo en estos términos

    “Subproducto de la circulación de las mercancías, la circulación humana considerada

    como un consumo, el turismo, se reduce fundamentalmente al entretenimiento de ir a ver

    lo que ha llegado a ser banal. El acondicionamiento económico de la frecuentación de los

    lugares diferentes es ya por sí mismo la garantía de su equivalencia. La misma

    modernización que ha extirpado del viaje el tiempo, le ha también retirado la realidad del

    espacio” (Debord, 1967, pág. 102)

    La condición de banalidad a la que Debord se referirá sobre los atractivos que visitan los

    turistas está dada en tanto estos lugares provienen de una condición enajenante, que al

    igual que los pasajes entenderá el aspecto de subordinación del valor de uso por el valor

    de cambio y la imagen de disfrute que causa la admiración del atractivo por parte de sus

    creadores que se han visto desposeídos de él. Sin embargo, la condición especial de la

    banalidad, basa en que los atractivos se mueven dentro de un escenario turístico

    mercantilizado, pues la dinámica turística tiende a crear espacios completos a la actividad,

    donde entran en juego atractivos conexos como servicios que complementan la dinámica,

    por lo que el acto de deseo de consumo mismo, en el espacio turistificado, como el

    consumo del atractivo, son parte de esta condición.

    La banalidad entiende la transformación del sentido de un espacio a un atractivo turístico.

    Los monumentos o los sitios de patrimonio material, construidos en un momento histórico

    para responder a creencias, formas de organización, conquistas sociales y demás, se

    desprenden de su significado en relación a los sujetos que lo crean y que lo conforman,

    para convertirse en lugares de admiración que restringen su uso público y cultural, y lo

  • 13

    llevan a ser mercancías comercializadas para quienes se deleita de observar las huellas

    del pasado en el presente. Se convierten en elementos de toda una imagen que presenta a

    los sitios históricos como espectáculo de la vida pasada de una ciudad

    El espectáculo denota la imagen de los residuos históricos de una sociedad, y los muestra

    como eso, residuos recuperados que existen para que el mundo pueda apreciar lo que

    queda. La nostalgia de revivir o admirar los factores tradicionales de la vida en los

    espacios antiguos de la ciudad, justifica que el acceso a la experiencia tenga un precio y

    por lo tanto una ganancia para quien la permite (Hiernaux, 2010, pág. 38).

    Tomando en cuenta nuestro caso de estudio, un ejemplo claro es lo que sucede con los

    monumentos católicos del periodo colonial que han sido declarados bienes patrimoniales.

    El acceso a ellas se encuentra restringido, es necesario comprar boletos para entrar y

    observar la edificación misma como de algún lugar especial que ella guarda3. Rituales

    religiosos de rutina se realizan en horas donde no existe flujo turístico para no interrumpir

    la jornada de visitas, como para no cobrar la entrada a feligreses que asisten a los ritos.

    Ritos religiosos especiales tienen altos precios y limitaciones para su realización.

    Por fuera de lo monumental, los atractivos en torno al patrimonio inmaterial, costumbres,

    festividades o tradiciones, en la dinámica del turismo, no suceden bajo las reglas o

    espontaneidad de las poblaciones que habitan el espacio. Estas se realizan de forma

    planificada con agrupaciones artísticas, artesanos y pobladores contratados para mostrar

    la parte cultural de las poblaciones y dar una experiencia más viva del espectáculo sobre

    los recursos de lo tradicional o del tiempo pasado4. Esto son los mecanismos folclóricos

    de la valorización de la cultura.

    La fantasmagoría del espacio turístico se presenta como espectáculo, como la imagen

    creada en torno a edificaciones, tradiciones y personas que muestra su condición de

    objetos que generan valor y a la vez, de espacio bellos que ocultan problemas y

    contradicciones que son enaltecidos por propios y extraños. Espacios que pueden

    desarrollar toda una dinámica de consumo desprovista de relaciones sociales, en tanto

    3 Catacumbas, altares, cuartos de oficios y penitencias, salas de arte o de reuniones, claustros y conventos son algunos de los sitios que acompañan el atractivo mismo del monumento eclesiástico. 4Las tradiciones culturales de las festividades por los solsticios y equinoccios de los andes son representadas en cualquier época del año en las plazas principales de los centro históricos de países como Ecuador, Perú y Bolivia .

  • 14

    estas relaciones se incorporan como mercancías turísticas o se retiran del espacio por la

    falta de condiciones para desarrollar habitabilidad.

    Los centros históricos en las ciudades de Latinoamérica son los espacios en donde la

    dinámica turística puede apoderarse de todo un lugar y establecer nexos entre atractivos

    físicos como culturales. Sin embargo, el momento de posibilidad para pensar un proyecto

    de estas dimensiones, donde el espacio todo de un centro histórico, es tomado bajo los

    intereses del capital, es el momento de inserción del neoliberalismo. La modernidad

    capitalista dio una pauta de lo que significaba reconfigurar el espacio y aprovechar sus

    circunstancias para generar ganancias, pero no llegó al punto de monopolizar las

    dinámicas del urbanismo a favor de estas prácticas. Esto para el caso de América Latina5.

    El neoliberalismo como doctrina económica radicaliza los formulados de liberalismo y

    plantea al mercado como máxima institución que debe regir la vida social, incluso, por

    encima del Estado. En el urbanismo la doctrina se presenta como el mecanismo que

    intensifica las prácticas de “ajustar el espacio a las exigencias del sistema de

    acumulación” (Franquesa, 2007, pág. 7) donde todo tipo de cambio en la urbanidad debe

    pensarse en beneficio de la acumulación de capitales y por ende dela ganancia económica.

    Parte de las prácticas para lograr el objetivo neoliberal es dotar a los espacios de nuevas

    dinámicas productivas, reconfigurándolo para que cada parte de un territorio brinde

    condiciones ideales para dinámicas de inversión de capitales. Se desmantela la situación

    que el espacio ha ido configurando a partir de sus dinámicas productivas, sociales y

    culturales, y se lo reconfigura. Acontece una situación de destrucción creativa del espacio

    (Harvey, 2004)

    Harvey6 expone que la condición de destrucciones creativas sucede en el marco de las

    necesidades del sistema por encontrar espacios de inversión de capitales excedentes en

    territorios. Proyectos de desplazamiento temporal a largo plazo con fines sociales o

    5 En el caso de Europa, la modernidad si logro hacer grandes transformaciones urbanas para el apoderamiento del espacio social bajo las lógicas del capital. Lo sucedido en París, con los pasajes es una muestra de ello. En América Latina la modernidad no logo plasmarse en los mismos lineamientos ni con las mismas posibilidades que Europa. Las razones han provocado un gran debate en nuestra región, pero nosotros nos alineamos a la línea de tesis que refieren a una condición periférica del desarrollo del capitalismo, que originó condiciones particulares para nuestra modernidad, y claro, puso barreras para que su proyecto se plasmen como tal. 6 David Harvey filósofo, geógrafo y catedrático universitario británico. Es autor de vario obras como “Ciudades Rebeldes”, “La condición de la posmodernidad”, “17 contradicciones y el fin del capitalismo”, etc.

  • 15

    proyectos de expansión geográfica para alcanzar nuevos escenarios dentro de espacios

    reconfigurados, son las alternativas que el excedente encuentra para incrustarse (Harvey,

    2004, pág. 101). El neoliberalismo para el autor entra bajo las determinaciones de nuevo

    imperialismo, momento en donde el capitalismo debe encontrar nuevos y potentes

    mecanismo de inversión, para depositar capitales ya acumulados, y continúe en la

    dinámica de acumulación en otros ámbitos económicos. Logra así evitar crisis de

    sobreacumulación de plusvalor.

    La reconfiguración de espacios ya desarrollados dentro de procesos históricos es factible

    en tanto la economía presenta recursos sobrantes, que antes de ser mal gastados sirvan

    como recursos de inversión para generar nuevos escenarios para el crecimiento

    económico. El desarrollo de actividades turísticas es un ejemplo de lo antes dicho. El

    turismo se presenta como una actividad que parte de las condiciones del espacio para

    desarrollarse, requiere atractivos que puedan atraer a visitantes como facilidades que

    preste el lugar para satisfacer las necesidades de estos. Se plasma como ejemplo de

    expansión geográfica a partir del reordenamiento de las lógicas de un espacio, pero

    también se presenta como desplazamiento temporal en tanto oferta mejoras sociales a

    partir de los beneficios de la actividad.

    El cumplimiento de la subordinación del Estado al mercado debe darse para plasmar

    cambios en la lógica del espacio. El ente debe garantizar intervención pública sobre sus

    competencias para generar un contexto favorable a las inversiones de excedente y al

    mismo tiempo debe facilitar, desde los mecanismos legales de control, libertades para que

    las inversiones puedan constituirse según sus propios mecanismos para garantizar su

    rentabilidad.

    La subordinación de la entidad Estatal al mercado conlleva a que las demandas sociales

    de los habitantes queden relegadas radicalmente frente a los requerimientos de los agentes

    empresariales, lo que puede generar conflictos en el pleno desarrollo de la vida de los

    pobladores, puesto que el espacio que habitan, deja de responder a las necesidades de

    quienes lo han constituido.

  • 16

    La intervención en el espacio bajo las lógicas planteadas presenta dos características para

    su implementación según la autora Jaume Franquesa7. La primera que hará referencia a

    justificar la reconfiguración del espacio para recuperar o resaltas cualidades histórico

    culturales del lugar, y, como segundo, la implementación de medidas que garanticen y

    fomenten el involucramiento de los distintos sujetos del mercado a la dinámica que

    ocupará el espacio (Franquesa, 2007, pág. 130). Siguiendo a la autora, estas características

    son evidentes al momento de pensar las reconfiguraciones urbanas en centros históricos

    para fomentar el turismo.

    La posibilidad que todo un espacio se involucre dentro de la dinámica de consumo ha

    sucedido en tanto el escenario del desarrollo capitalista, hasta el momento, ha demando

    conquistar nuevos lugares para solucionar sus crisis económicas y saciar sus lógicas de

    expansión y acumulación. El turismo se presenta como una de las dinámicas que hace

    posible invadir el espacio y reconfigurarlo para apropiarse de la totalidad de los valores

    cambio que puede generar. Los centros históricos, al ser lugares que presentan ciertas

    facilidades por las edificaciones o monumentos que poseen, que pueden ser atractivos de

    visita, son escenarios posibles para que el turismo y la reconfiguración que requiere sobre

    el territorio puedan darse. Pero sucederán, tras encontrar soluciones frente a los

    pobladores que se resistirán por defender su derecho al espacio.

    La fantasmagoría entonces logrará constituirse a plenitud en el escenario neoliberal de la

    expansión capitalista, sobre todo, porque tal condición, al inmiscuirse en el espacio y

    proveerlo de toda una dinámica de consumo en él, garantiza la radicalización de la ilusión

    de las mercancías tanto en el acto de compra de ellas como en el trascurso deleitoso de la

    admiración de su posible adquisición. Así los centros comerciales como los centros

    históricos apropiados por las lógicas del turismo de masas, pueden establecer una relación

    en tanto son espacios destinados al consumo de mercancías que generan ganancias en

    cada centímetro del deleite de sus atractivos.

    La característica propia de este escenario en los centro históricos es que la mercancía se

    presenta como patrimonio y su consumo se desarrolla en tanto es espectáculo.

    7 Franquesa posee un doctorado en Antropología por la Universidad de Barcelona y un Pos doctorado en geografía en la Universidad de Toronto. Profesor de la Universidad de Buffalo/New York y es autor de libros de geografía crítica como “Urbanismo neoliberal, negocio inmobiliario y vida vecinal”.

  • 17

    Centralidad y Patrimonio del Centro Histórico de Quito

    Los centros históricos en América Latina no se han constituido en espacios donde las

    dinámicas del capital se desarrollen de igual manera que sucedió en Europa o en los

    Estados Unidos, tampoco las ciudades en general de nuestro continente. No obstante los

    centros históricos han sido espacios que ha sufrido un sin número de configuraciones

    debido a diversas y malas planificaciones del entorno. En el caso de la ciudad de Quito,

    históricamente el centro se ha configurado por ser un espacio donde se concentran

    importantes actividades económicas, políticas y religiosas de la ciudad y del país.

    El centro histórico de Quito, como sus semejantes en toda Latinoamérica, constituyeron

    el germen de las urbanidades metropolitanas, lo que les permitía constituir la idea de

    centralidad como eje organizador de la ciudad. Este factor entra en crisis desde el hecho

    que los “centros históricos dejan de ser la ciudad toda y como tal, comienzan a perder la

    propia diversidad de cada urbe” (Carrión, 2005, pág. 92). Además, que surgen nuevas

    centralidades en toda la ciudad según las demandas de la industria, comercio o transporte.

    La ausencia de la función de centralidad de los centros históricos hace pensar para autores

    como Ciro Caraballo que el concepto de centro no tiene vigencia teórica y lo correcto es

    referirnos aquellos como espacios con valor histórico (Caraballo Perichi, 2000, pág. 108)

    pues las políticas urbanas han hecho acento sobre la importancia de lo histórico, reflejado

    especialmente en los monumentos que en él se hallan.

    El proceso de vaciamiento de la condición de centralidad conlleva a pensar las posibles

    funciones que este espacio puede ir adquiriendo a futuro, pero que necesariamente deberá

    partir de una idea de renovación. La idea de renovación del factor fundacional de todo

    centro histórico, que incide a pensar a este espacio más allá de cierta centralidad o bajo

    una nueva idea de este concepto, partiría de pensar diversos proyectos urbanos que

    aprovechen ciertas condiciones propias de su configuración histórica, sobre todo para

    darle un sentido.

    Carrión refiere a que una posibilidad de aparecimiento de “nuevas y novedosas formas de

    centralidad histórica” es en la integración de diversas formas de centralidad, que permite

    tener un lazo de interrelación entre lo que ofrece cada uno de estos espacios, como es el

    caso del centro histórico con el barrio de la Mariscal en la ciudad de Quito (Carrión, 2005,

    pág. 93). Dentro de esta afirmación hay que resaltar, que son los servicios y atractivos

  • 18

    turísticos, que ofrecen estos dos lugares mencionados, que permite constituir una

    centralidad continua, y por lo tanto es el turismo el eje articulador que posibilita el acto

    de renovación de ciertos espacios

    Ahora, el acento sobre el concepto histórico dentro de los antiguos centros de las ciudades

    coloniales, tomó relevancia en la década de los 50s en América Latina, en el momento

    “cuando la imagen urbana construida fue convertida en símbolo de las identidades

    colectivas, al asumirse el patrimonio edificado como ícono y representación del espíritu

    de una nación o una comunidad” (Caraballo Perichi, 2000, pág. 95) al cual figuraba la

    idea de congelarlo en el tiempo, y sea recurso de admiración y muestra de los espíritus de

    la nación y la patria hacia los extraños. Esto empoderando a los centros históricos en

    espacios monumentalizados de atracción turística internacional.

    La declaratoria del centro histórico como Patrimonio Cultural de la Humanidad generó

    que la administración municipal tome mayor énfasis sobre la temática de conservación

    de monumentos, pero también posibilitó a que se piense sobre qué realmente constituye

    el patrimonio intangible. Para esto han existido dos visiones: la monumentalista y la

    funcional simbólica. La primera atribuye a características de forma, estilo, tipo de

    construcción, tiempo de trabajo invertido y que datan del periodo colonial; mientras la

    segunda refiere a los lugares donde han acontecido eventos importantes para la

    construcción de identidades referidas sobre el Estado-nación ecuatoriano, como también

    eventos de concentración y simbología religiosa (Amézquita Ochoa, 2011, pág. 134)

    Como todo parámetro se delimita que es y que no es, y en este caso, hablando sobre el

    patrimonio, se establece qué es considerado patrimonio y qué no. Las consideraciones

    para identificar los baluartes principales del centro histórico están ajenos a cualquier tipo

    de visión de patrimonio “popular”, entendido esto como los objetos o lugares que no

    necesariamente han sido construidos (de forma material o simbólica) por una

    institucionalidad o que representa alguna de ellas, sino que han sido creados en la

    ejecución de tradiciones y costumbres de los pueblos.

    La visión de exaltación de monumentos, transforma al espacio entorno a los

    requerimientos que permiten que tales monumentos sean conservados y sobretodo

    admirados. La población es excluida y es marginalizada de este proyecto, pues no importa

    la relación que ella mantiene con las edificaciones sino la edificación aislada y en sí

    misma. Esta admiración o contemplación pasa necesariamente por sujetos ajenos al

  • 19

    sentido de las dinámicas de la cotidianidad que pueden brindar los monumentos. El

    espacio se transforma en un museo, que preserva, de lo histórico, cierto legado material

    y no la riqueza, que dentro del legado material habita: la cultura y la cosmovisión que dan

    sentido de ser de la edificación. Nos referiríamos entonces, a que la propia forma de

    construcción del espacio, que no se da en un hecho físico de ingeniería o arquitectura,

    sino en un proceso social, está enajenado.

    “El patrimonio, concebido en términos espaciales antes que sociales, ha pasado a

    constituirse en signo identitario a la vez que en escaparate o postal destinado al mercado

    internacional de “oportunidades”. (Kingman Garcés, 2004, pág. 26). Lo formulado por

    Kingman enmarca el objetivo del discurso y las políticas públicas sobre el patrimonio en

    la ciudad, con lo cual aludirá a la alienación de los monumentos y edificaciones de las

    múltiples relaciones culturales y sociales, que libremente puede construir la sociedad con

    ellos, para la construcción de una identidad desde el poder y a su vez para empoderar el

    espacio para fines turísticos.

    La visión de museo que adquiere el espacio, transforma a los valores histórico-culturales

    en mercancías, que al igual que el resto de sus semejantes en el mundo capitalista, pierde

    las determinaciones y su importancia de su valor de uso frente a su valor de cambio. En

    esta idea podríamos plantear algunos debates sobre el patrimonio, sobre todo para

    interrogarnos hasta qué medida las regulaciones internacionales sobre el cuidado de tales,

    expresan políticas que fomentarían más su conversión a atractivos turísticos antes que a

    vestigios, que deben ser cuidados, como evidencia que datan la vida de las poblaciones

    en el tiempo. Junto a esto hay que pensar qué tipo de patrimonio se está fomentando y

    cuidando, en espera de difundir modelos coloniales que den vigencia a la identidad blanca

    mestiza por sobre la identidad indígena prehispánica.

    La dimensión que permite determinar a las políticas de patrimonio por sobre políticas que

    atiendan las necesidades de la población, está marcado por los réditos económicos que se

    generan a través del turismo. La condición de ganancia desplaza a la satisfacción de

    necesidades de la población en todos sus sentidos, pues la visión de turismo y de

    patrimonio que se ha fomentado no ha priorizado a los habitantes como principales

    actores para su divulgación, tanto como ofertantes de servicios turísticos como sujetos

    que dan vida al patrimonio en relación con sus actividades culturales. Para este caso, el

    despojo sucede en dos vías: material y simbólico.

  • 20

    La importancia de hacer la relación entre las necesidades de los habitantes del centro

    histórico con las políticas municipales sobre patrimonio y turismo, permite delimitar el

    marco de disputa que existe entre cómo piensan el espacio los pobladores frente a la

    noción del espacio que tiene el poder. Delimitar como se genera la disputa entre la

    satisfacción de necesidades y la adquisición de ganancias, marca el escenario de conflicto

    entre capital y sociedad en el espacio histórico del centro de Quito.

    Partir del hecho de cómo los actores se interrelacionan, habitantes, poder y empresas, nos

    eleva a plantear discusiones sobre qué tipo de turismo se fomenta en espacios con

    patrimonio histórico, cómo se determina a este patrimonio, y a la vez, en cómo estamos

    pensando las ciudades desde los grandes proyectos urbanos o la planificación urbana que

    mira lo local.

    Plantear la centralidad del análisis sobre el turismo también logra que problematicemos

    en qué condiciones se desarrolla este, y por lo tanto cómo las actividades de

    entretenimiento que atraen a propios y a extraños, denotando todo lo que puede ser una

    cultura, mostrando una fantasmagoría en torno a lo que puede reflejar nuestro patrimonio

    frente a las medidas de despojo que han sucedido sobre los actores principales de ese

    patrimonio.

    La forma en cómo construye el espacio la actividad turística no es una forma aislada. Está

    basada en el mecanismo en como el capitalismo, tanto en la modernidad y

    posmodernidad, construye un lugar con base en las lógicas de acumulación; y, por lo

    tanto, esta forma de configuración del espacio, donde este se convierte en una mercancía,

    determina un tipo de vida y de habitante alrededor de este.

  • 21

    Capítulo 2

    La conformación de la política pública de patrimonio y turismo para el Centro

    Histórico de Quito

    La metodología de la investigación sobre política pública

    La política pública es uno de los temas de mayor discusión dentro de la ciencia política,

    lo demuestra la basta cantidad de definiciones que se ha dado sobre este concepto y el

    marco del debate alrededor de la forma de su análisis. Pero la tendencia de su

    comprensión conceptual está dedicada a la funcionalidad técnica que puede dar la

    categoría para su implementación en la burocracia del estado.

    Sin embargo, podríamos mencionar que la concordancia entre todas las definiciones de

    política pública y que es útil para una discusión teórica del tema, señala que hay cuatro

    líneas para caracterizar la categoría, según André Roth: “implicación del gobierno,

    percepción del problema, definiciones de objetivos y proceso” (Roth Deubel, 2002, pág.

    27). Lo que en otras palabras y, alterando un poco el orden, podríamos decir:

    identificación de una problemática por parte de actores políticos, sociales y el Estado8,

    afirmación del compromiso del Estado para resolver el conflicto, delimitación de los

    logros que se quiera alcanzar y mencionar el procedimiento de acción desde los distintos

    participantes en las medidas a realizar.

    Un problema vital que nace de esta caracterización es: ¿cuándo una problemática adquiere

    la dimensión de pública? y ¿cuándo un problema entra en la agenda pública del estado?

    Para algunos autores como Pierre Muller, las dos preguntas podrían ser redundantes, pero

    la respuesta estaría marcada por tres características, donde se destaca: la capacidad de

    lucha de los actores políticos y la difusión de la problemática para que llega a ser de

    interés del Estado (Muller, 1998, pág. 70).

    Para esta idea, es importante pensar también el marco ideológico por el cual el Estado

    entiende la demanda y direcciona su actuación en ella, y cómo esta se une o confronta

    con el marco ideológico del resto de actores políticos y sociales. Así, el análisis traspasa

    8 Esto sería una de las bases para entender la dimensión de público que puede adquirir determinadas circunstancias dentro de un estado

  • 22

    del elemento técnico de cómo se formula y se aplica la política pública bajo el trámite del

    Estado, y llega a cómo se piensa y hacia donde se plantea llegar la política pública.

    Ahora, no toda política pública nace desde las demandas de la sociedad, sino también,

    nace desde los enfoques de quienes están a cargo de la administración pública, y en este

    caso, el reto consistirá en qué las problemáticas, como las medidas para resolverla, sean

    legitimadas por la sociedad, en consecuencia de que esta considere a tal evento como un

    problema público, que afecta al conjunto de la sociedad.

    Para el caso de nuestra investigación, analizaremos el enfoque teórico-ideológico desde

    el cual son pensadas las políticas públicas, la participación de los actores políticos y

    sociales en su elaboración y ejecución. Cómo se define los problemas públicos alrededor

    de nuestro tema en el centro histórico y cuáles son las reacciones de los pobladores frente

    a ellas. Los planes y programas se convierten en el documento técnico que interpela la

    visión sobre el espacio con las medidas a realizar y del cual podemos partir para tener una

    relación sobre el trabajo del Estado frente a las demandas de la población.

    Las premisas de la declaratoria

    En el año 1978 el centro histórico de Quito fue declarado, por parte de la UNESCO,

    patrimonio cultural de la humanidad, hito que marco relevancia tanto por ser la primera

    ciudad que recibió este reconocimiento en América Latina como también porque significó

    la consolidación e inicio de un conjunto de medidas destinadas a la recuperación,

    mantenimiento y difusión del patrimonio.

    Antes de este momento, en Quito, el patrimonio no era considerado como un menester de

    intervención por parte del estado a nivel de política pública, los cuidados que se daban a

    edificaciones monumentales y casas antiguas correspondían a propietarios privados de

    los bienes inmuebles, que actuaban por voluntad propia, sin ningún tipo de lineamiento

    técnico para su regulación. Sin embargo, antes de la declaratoria, ocurrieron medidas que

    dejan precedentes sobre el accionar del Estado en temas de patrimonio.

    En la década de los 1940s, bajo la alcaldía de Jijón y Caamaño, se crea el Plan Regulador

    de la Ciudad o Plan Odriozola, nombrado así por el apellido de su creador9, el cual

    establece parámetros para el crecimiento y la administración de la urbanidad. En el tema

    del centro histórico se resalta la importancia de este sector en tanto su sentido funcional

    9 Juan Odrizola arquitecto uruguayo

  • 23

    urbanístico de centralidad como su valor histórico (Granja Vizcaino, 2010, págs. 40-41).

    Se toma una visión de realce patrimonial dedicada para “construcciones y monumentos

    que resaltaban la influencia española en la conquista” (Granja Vizcaino, 2010, pág. 41)

    Iglesias y claustros, casas y plazas coloniales son algunos ejemplos. Son hitos que

    reflejaban la identidad que se quería fomentar.

    El Plan Odriozola, tras algunos ajustes, marca el precedente para que en la década de los

    1960s se cree el “Plan del Centro Histórico de Quito” y el “Plan Piloto de Preservación

    Monumental de Quito”, los cuales definen el marco de acción sobre la recuperación y

    utilización del patrimonio. Por fuera de la imagen simbólica de identidad, el patrimonio

    monumental empezaría a pensarse dentro de una actividad económica. En las normas de

    Quito, documento del cual parte los planes nombrados aborda lo siguiente referente al

    uso del patrimonio:

    “Poner en valor un bien histórico o artístico equivale a habitarlo en las condiciones

    objetivas y ambientales que, sin desvirtuar su naturaleza, resalten sus características y

    permitan su óptimo aprovechamiento. La puesta en valor debe entenderse que se realiza

    en función de un fin trascendente que en el caso de Iberoamérica sería contribuir al

    desarrollo económico de la región” (Municipio de Quito, pág. 4)

    La puesta en valor del patrimonio tiene como objetivo generar recursos económicos para

    el territorio en el que se encuentra, que llegue alcanzar tales condiciones que su

    aprovechamiento sirva para la economía de la región. El turismo se piensa ya como el

    incentivo que las políticas sobre patrimonio debían llegar a cumplir y donde capitales

    extranjeros puedan invertir (Cifuentes, 2008, pág. 103)

    En la década de los 1970s, la recuperación del patrimonio monumental en general

    adquiere interés internacional. Se aprueba por parte de la UNESCO la convención sobre

    la protección del patrimonio mundial, cultural y natural, y se realiza el proceso para

    identificar y señalar los lugares que llevarían la categoría de Patrimonio Cultural o Natural

    de la humanidad. Este proceso lograría que los espacios nombrados bajo estas categorías

    tengan legitimidad internacional de su valor histórico, cultural y natural, y con ello exista

    una presión constante sobre el mantenimiento del patrimonio catalogado.

    Las consecuencias alrededor de la declaratoria fue que el municipio empiece a elaborar

    un sistema de políticas públicas que en principio proteja el patrimonio monumental y lo

  • 24

    ponga apto para su deleite. Se tramitan préstamos de instituciones internacionales para

    desarrollar estudios, planificación y ejecución de obras. Sin embargo, hasta el año de

    1987, tras un terremoto que vivió la ciudad, se crea el Fondo de Salvamento del

    Patrimonio de Quito (FONSAL), institución que estaría a cargo de liderar iniciativas de

    recuperación arquitectónica y de administrar los recursos económicos para este fin (Del

    Pino, 2009, pág. 27)

    La segunda mitad del siglo XX, donde la discusión sobre el patrimonio aflora, el centro

    histórico está pasando por algunas transformaciones en su configuración urbana. Los

    ciclos de auge y crisis de la economía ecuatoriana afectaban a las ciudades principales

    como Quito, que experimentaba los beneficios de la dualidad de la riqueza. Se moderniza

    la ciudad, se fomenta el desarrollo de la producción, pero a la vez, tales proyectos

    encuentran barreras en la ausencia de inversión en situaciones de declives de la economía.

    En este contexto, las migraciones del campo a la ciudad, dadas por problemas en el agro

    como por las promesas del desarrollo urbanístico de la capital, contempló uno de los

    fenómenos determinantes para la reconfiguración del espacio.

    La condición de centralidad que tiene el centro histórico lo convierte en un lugar propicio

    para el desarrollo de actividades económicas. Una de ellas fue el comercio, que desde

    tiempos prehispánicos logro asentarse. Pero consolido también una fuerte disputa entre

    quienes habitaban el lugar. Los lugares donde se concentraban los mercados eran vistos,

    para las élites, como los puntos de infección donde sujetos no higiénicos, las clases

    populares, se realizaban (Kingman, 2006, pág. 273). La delimitación de estas áreas y su

    continua separación del espacio habitacional de las élites era la continua demanda que

    este estrato peleaba. El Plan Odriozola logró cumplir estas ambiciones al fomentar

    categorías para los barrios de la ciudad, etiquetándolos tanto de primera, segunda y tercera

    clase según su composición social, diferenciándolos y estableciendo fundamentos de

    segregación (Espinosa Apolo, 2012, pág. 66).

    El centro histórico contemplaba un escenario micro donde tal segregación se reflejaba

    hasta la década de los 1950s. El casco principal que llega desde el norte con la calle

    Manabí, hasta el sur con la calle Rocafuerte, y al este con la calle Flores y al oeste con la

    calle Cuenca (Espinosa Apolo, 2012, pág. 65) era el sector donde los poderes del país y

    las élites habitaban, las lomas a los alrededores eran la periferia donde residían las clases

    populares y donde se les permitía que realicen sus actividades económicas.

  • 25

    En esta época, el norte, bajo las delimitaciones del Plan Odrizola, se convirtió en el nuevo

    espacio de poblamiento de las clases medias y altas de la ciudad. Estas empezarían a

    desocupar el centro para trasladarse a un nuevo entorno en donde su configuración urbana

    estaba por iniciarse y podía moldearse en torno a los requerimientos de sus nuevos

    pobladores. Al mismo tiempo, se generaba un vaciamiento del centro. Este empieza a

    convertirse en lugar de cabida masiva para pobladores migrantes, pues no solo era uno

    de los primeros espacio de la ciudad que pisaban al llegar, sino también era fuente de

    posibilidades laborales en tanto el vaciamiento no afectó la condición de centralidad y

    desplazó a los sujetos que impedían la población masiva de sujetos populares.

    El incremento de la demanda y de las actividades económicas fue generando que las

    edificaciones vayan acoplándose a esta realidad. Casas se subdividieron en varios

    departamentos, se transformaron en locales comerciales o en bodegas (Granja Vizcaino,

    2010, pág. 44) lo que generó que parte del patrimonio edificado se transforme. Se

    desarrollaron condiciones de hacinamiento y tugurización en algunos barrios.

    Para la década de los 1970s y 1980s el comercio había crecido impresionantemente. Se

    había especializado como “centro de provisión de bienes para familias de ingresos medios

    y bajos” (Arregui, 2007, pág. 404) lo que significó que tenga un mayor desarrolló frente

    a su contrario, el comercio formal, pues la accesibilidad económica de sus bienes permitía

    que una gran cantidad de demanda se acerque. La fuerza del comercio logró que el uso

    de suelo del centro histórico este destinado a esta actividad, lo que conllevo a procesos

    de desplazamiento de los habitantes del centro hacia las altas lomas que rodeaban la

    pequeña meseta del centro histórico (Cifuentes, 2008, pág. 104).

    Las discusiones sobre el mantenimiento del patrimonio se desarrollaban a la par que el

    centro histórico vivía todo un proceso de reconfiguración urbana, generada por las

    medidas de organización territorial

    La construcción de la fantasmagoría

    La creación del FONSAL casi diez años después de la declaratoria de la UNESCO y tras

    las secuelas del terremoto de 1987 refleja la incapacidad de la política pública de accionar

    en torno a una institucionalización de las demandas a partir de la declaratoria en materia

    de patrimonio, sobre todo al no disponer de mecanismos de respuesta y protección frente

    a la destrucción parcial o deterioro a causa de un desastre natural. Al mismo tiempo, en

  • 26

    1980s, los comerciantes no tuvieron mayor impedimento para realizar su trabajo en el

    centro y fue la temporalidad donde lograron radicarse en las calles.

    El trabajo municipal, junto a organismos internacionales como la Agencia Internacional

    para el Desarrollo, estuvo concentrado en la elaboración de estudios para catalogar las

    edificaciones patrimoniales (Cifuentes, 2008, pág. 106), mas no en la elaboración de

    medidas de acción sobre las edificaciones. Un trabajo parecido se realizó sobre el

    comercio informal en los 1980s. Los estudios buscaban cuantificar y mostrar la situación

    de la actividad (Granja Vizcaino, 2010, pág. 47). Se partió de una lógica de estudios

    técnicos de campo, que si bien mostraban las realidades sobre los temas de investigación,

    también tenía el fin de que el ejercicio investigativo mismo sea un parámetro a cumplir

    para la acreditación de préstamos y asistencia internacional en temas de patrimonio.

    A partir del aparecimiento del FONSAL existe un trazado de las obras a realizar, pero

    también existe un vehículo que administra y busca financiamiento que hace factible que

    la planificación logre ser ejecutable. Desde 1988 hasta el año 2000, se invirtió en estudios

    y obras de rehabilitación de bienes patrimoniales con un monto aproximado de 36,2

    millones de dólares (Samaniego Ponce, 2007, pág. 224), dinero proveniente tanto del

    presupuesto de la institución, y sobre todo, de donaciones de organismos

    internacionales10y de préstamos al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

    La superioridad de los aportes de entes internacionales para la recuperación del

    patrimonio contemplan que éstas no tengan un rol pasivo en las decisiones sobre la

    materia a la que estará destinada la inversión, sino que tengan capacidad de decisión sobre

    qué aspectos deben considerarse prioritarios de intervención, pues si bien tienen los

    requisitos técnicos como primera forma para tomar postura frente a lo que se puede

    aprobar o no, tienen también la capacidad de que solo a través del financiamiento

    internacional, las políticas sobre recuperación de patrimonio podían llevarse a cabo.

    El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es uno de los organismos principales de

    financiamiento vía deuda que intervino en las obras de patrimonio en el centro histórico

    de Quito. Una primera parte del préstamo estuvo enfocado en el mejoramiento de

    condiciones de infraestructura monumental patrimonial, mejoramiento del entorno y

    alianzas con instituciones público privada, con el objetivo de garantizar un espacio ideal

    10 Los organismos que realizaban aportaciones permanentes al FONSAL eran: Junta de Andalucía, Gobierno de Bélgica. Agencia de Cooperación Española y UNESCO (Samaniego Ponce, 2007, pág. 221)

  • 27

    para inversiones privadas destinadas a la actividad turística de talla internacional (Banco

    Interamricano de Desarrollo, 2004, pág. 3). La segunda parte del préstamo estaría pensado

    en generar proyectos de sostenibilidad para los bienes intervenidos como también de

    financiar obras restantes.

    Es a finales del siglo XX que grandes proyectos sobre restauración de edificaciones

    monumentales se llevan a cabo como la restauración de la Iglesia de la Compañía,

    Convento de San Francisco, recuperación de la Avenida 24 de Mayo, reconstrucción de

    la Plaza de Toros Belmonte y demás. Aunque existieron obras sobre iluminación de

    calles, mejoramiento de vivienda y habilitación como recuperación de edificaciones de

    instituciones públicas, las obras sobre el patrimonio colonial y eclesiástico fueron más y

    de mayor presupuesto. Habría que añadir que la mayoría del conjunto de obras sucedieron

    en el casco principal del centro histórico, aquel que contempló, hasta la década de los

    cuarentas, el espacio habitacional de las clases altas y medias de la ciudad.

    Este aspecto no solo refleja el interés sobre la recuperación de edificaciones aptas para el

    deleite turístico sino también el interés de exaltar un tipo de legado histórico como

    referente de identidad. Por eso la necesidad de entablar una relación entre quienes prestan

    el financiamiento y las obras que se benefician de aquello, entendiendo entonces la

    participación de instituciones españolas en el financiamiento del FONSAL y luego la

    ejecución de obras sobre edificaciones coloniales en nuestra ciudad.

    El patrimonio es entendido entonces como monumentalidad colonial, y el cuidado del

    mismo no solo entendía su rehabilitación con fines turísticos sino también de protegerlo

    de “amenazas” a su deterioro como se afirmaba que era el comercio informal. Es así que

    una parte de los planes sobre centro histórico ya en la década de los noventas, estaba

    dedicado a resolver esta actividad a través de propuestas como la reubicación de la

    dinámica informal. (Granja Vizcaino, 2010, pág. 51)

    Otra institución de vital importancia que canalizó parte de los fondos internacionales y

    que tenía el fin de generar proyectos de sostenibilidad con la empresa privada sobre las

    obras monumentales recuperadas, fue la Empresa del Centro Histórico (ECH), que la

    conformaban autoridades municipales y empresarios del centro. Esta institución manejó

    el total del préstamo del BID de 41 millones de dólares con un aporte añadido de 10

    millones de dólares por parte del municipio, los cuales estuvieron destinados para algunas

    inversiones en proyectos de: administración de espacios culturales, comercio informal,

  • 28

    actividades culturales, centros comerciales, restaurantes, hoteles, vivienda y proyectos

    menores en el plano turístico (Samaniego Ponce, 2007, págs. 233-234)

    De los temas que adquirió competencia la ECH solo los que tenían relación con la

    actividad turística presentaron ganancias en sus actividades, esto nos muestra Samaniego

    en su artículo, antes ya citado, en las cifras de gastos e ingresos de los diversos proyectos

    a cargo de la ECH en el periodo 2001-2004. Las inversiones en vivienda y comercio

    informal, específicamente los proyectos de centros comerciales del ahorro, no tuvieron

    márgenes de ganancia importante, incluso solo unos pocos proyectos de estos temas

    presentaron cifras positivas. Este dato es interesante pues resalta los espacios en que la

    sustentabilidad de proyectos es factible, pero también nos provoca pensar, que tal

    sustentabilidad es fruto de una preocupación especial en las dinámicas de relación directa

    con el turismo y por ende una despreocupación en otros temas.

    El proceso de reubicación de los comerciantes ubicados en las calles del centro histórico

    en los nuevo centros comerciales del ahorro tuvo algunos aspectos que denotan una

    planificación conflictuada y carente de una visión completa y a largo plazo de estos

    espacios. La investigadora Ángela Granja plantea algunas problemáticas alrededor del

    tema en su tesis de maestría, donde señala una ausencia de claridad en cómo se iba a

    realizar el proceso de ubicación, y muestra la improvisación para la selección de puestos

    en los centros comerciales creados, los cuales se designaron según sorteo, al estilo de

    bingo, entre los afiliados a las asociaciones beneficiadas d