Universidad de Antioquia Andrea Zuluaga Zapata

“El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación” Paulo Freire

Pedagogía del caos.

El presente trabajo intenta pensar el currículo desde la tradición anglosajona, donde esté fluye en su máxima expresión, así poder presentar la Pedagogía del caos como una de tantas formas de pensar las problemáticas que surgen entorno a la pedagogía.

En especial va dirigido a los maestros en formación, con la intención de delegarles la responsabilidad de generar nuevas propuestas y llegar a la escuela con otras miradas que permitan reconstruir y repensarse la educación hoy día. Por ello es necesario acercarse a la Pedagogía del caos como una de las tantas maneras que hay para crear nuevas reflexiones que apunten a las constantes transformaciones y que así como cambia la realidad, la educación se vea en la tarea de generar nuevos métodos que conecten la teoría y la práctica.Por lo anterior, este escrito pretende acercarse a esta propuesta y de igual forma precisar lo importante de la reflexión y la mirada crítica a los actuales métodos educativos.

La educación, sin lugar a duda es un tema de gran interés y del cual se ha hablado en gran magnitud, diferentes pensadores repasan constantemente su estado generando así nuevos planes y caminos para cruzar este tosco y apedreado sendero. Sin embargo, al ser la educación una de las grandes excusas de innumerables títulos, revistas, artículos y demás, es, sin vacilación, un tema que ha sido manipulado y al cual recaen miradas de diferentes posturas políticas e ideológicas ya que, al ser el “motor de un país o región”, es, también, el conducto para generar múltiples pensamientos que atañen a intereses de unos pocos, es decir, qué tan peligroso puede ser un discurso bien elaborado que beneficie a un grupo menor, donde se vea involucrado todo un conjunto poblacional, o en su gran defecto, todo un país. Es así como la Pedagogía del caos pretende traer a discusión todos estos discursos pedagógicos que han permeado la educación, mostrando cómo estos pensamientos se desarrollan precisamente bajo fundamentos que no

concuerdan muy bien con las realidades que rodean. Estrategias y metodologías salidas de contexto, con elementos no muy acertados para lo que compete en este entorno.

La Pedagogía del caos señala las problemáticas que generan las tradiciones pedagógicas y bajo esa nueva mirada plantea una propuesta que problematiza estos discursos que están tan bien aferrados a la educación; trae a colación su propio por qué y su para qué es necesario transformar desde la propia realidad. Por ello, este trabajo está encaminado en conocer esta idea para así generar nuevas posturas y pensamientos, que, en consecuencia, son tareas imperantes en la actividad docente.

Qué es la pedagogía del caos

Hablar de la pedagogía del caos es hablar de una alternativa a la reflexión pedagógica contextual y situada; esto se refiera a una propuesta pedagógica que, en especial, el docente-investigador Jorge Hernán Betancourt Cadavid, de la Universidad Lasallista CUL (Medellín), decide empezar a pensar a la luz de planteamientos que otro pensador en Latinoamérica venía haciendo. En caso concreto el profesor Carlos Manuel Calvo, en la Universidad de la Serena (Chile). En sus estudios en especialización, el docente investigador tuvo la oportunidad de conocer los textos del profesor Calvo y sus planteamientos con respecto a este tema.

¿Qué es Pedagogía del caos? hay que decir inicialmente algo y es que ha tenido de algunos teóricos de las pedagogías sistemáticas y directivas una diferencia y es que para ellos es imposible trasladar de la Física cuántica a un campo de tipo disciplinar como el de la pedagogía, es decir, algunos argumentan que es imposible desde la ciencias exactas transportar a las ciencias sociales. Lo que se logra leer del profesor Calvo es exactamente lo contrario, cómo un asunto de la física cuántica permite leer los fenómenos sociales tan válidos en la configuración de subjetividades como lo es la pedagogía.

¿En qué consiste la pedagogía del caos? Es la reflexión de sistemas formativos completamente abiertos. Si se va a la física cuántica, esta se pregunta por si es posible determinar la cantidad de elementos que configuran un sistema, un sistema en términos de relatividad, volviendo a Einstein es cuando varios elementos o varios cuerpos están establecidos y permanecen estáticos. Hablar de lo caótico significa hablar de un elemento exterior, los físicos lo llaman atractor que entra al campo y lo mueve en una mesa donde están las cosas organizadas. Un

brazo entra, ese sería el atractor y saca uno de los elementos de la mesa.

Por lo tanto caos no sería un desorden, caos es la posibilidad de un elemento de una cantidad infinita que existen y entra sobre el sistema para reconfigurarlo, hay un instante en el que ese sistema se mueve, y cuando lo hace, lo que queda es completamente un sistema nuevo. Lo anterior es lo planteado por la física cuántica, ahora bien, Hablar en esos términos de pedagogía del caos es hacer la misma pregunta que se hace la física cuántica en términos de la formación. ¿Será posible leer la cantidad de elementos que entran a un sistema, ese sistema sería el sujeto y que configuran exactamente la subjetividad de este? Tratar de leer esta cantidad sería imposible y todavía sería más imposible leer y decir que la escuela es el único elemento que entra en los procesos de configuración de la subjetividad ya que son muchos los elementos.

hablar de una Pedagogía del caos es hablar de una infinitud de elementos que hacen posible que el sujeto se vaya dando forma; todos los elementos que le dan forma a él no se circunscriben de manera exclusiva a la escuela, la escuela será solo uno de los elementos que entran en él como sistema, como sujeto que se va dando forma y otros tantos de la vida de lo cotidiano, de lo histórico, de lo político, de lo social, de lo cultural, harán de él un sujeto que se constituye. Eso es caótico, eso no es sistemático, eso no es decisivo, eso no es ordenado.

Tradición Anglosajona y la importancia de repensarse la educación

Hablar de tradiciones es hablar de aquellas corrientes que han sido modelo de innumerables métodos en la educación. Esta tradición, anteriormente mencionada, servirán para comprender lo importante que es reconfigurar nuevas estrategias y que más que reconfigurarlas es hacer un acercamiento a ellas. Sin lugar a duda no es un tema ajeno, gran cantidad de pensadores y estudiosos han reflexionado el tema de la pedagogía que, históricamente no puede olvidarse de lo que ha pasado con ella y que estos modelos o corrientes ayudan a modo de pretexto a dar piso para repensarse el aquí y el ahora.

El discurso pedagógico o las corrientes pedagógicas son fruto de la modernidad, aquella época del pensamiento positivista donde todo es pasado por el método científico, buscando universalización, explicación

científica, homogeneidad doctrinal para todos los paradigmas, en especial y el que compete en este escrito, la educación.

Tradición Anglosajona: (Inglaterra, Estados Unidos, Australia), esta tradición enseña el modelo pedagógico desde la idea de producción-economía, encaminando a aquello que está ahí, nunca visto desde un enfoque de humanización sino por el contrario un algo capaz de contribuir a la maximización de la producción que recae principalmente a la economía. Todo esto es reorganizado y entregado al método educativo por medio del currículo. Michael Apple en su texto Historia del currículo y control social lo señala:

Los valores morales llegaron a ser cada vez más aparejados a ideologías económicas y propósitos a cómo el país expandió su base industrial. Las escuelas en New York, Massachusetts y en cualquier parte se vieron más y más como un conjunto de instituciones que “produciría” gente con los valores tradicionales de la vida de la comunidad, y así mismo, también con las normas y disposiciones requeridas de laboriosos, vigorosos, y eficientes trabajadores para esta base industrial.(1993, pág. 34)

Sin embargo, las tradición Anglosajona toma gran fuerza en este contexto. Y es allí a donde se quiere llegar ¿Cómo es posible utilizar métodos y estrategias educativas traídas desde otro lugar? Una educación pensada para la producción o el universalismo difícilmente permitirá preguntarse por el sujeto, un sujeto puesto en otro contexto y cargado de otras preguntas, tan alejadas del modelo educativo impuesto como lo está este del hombre. En este modelo se desvía la reflexión, la crítica, la importancia de unir teoría-práctica-realidad, reduciendo la imagen del maestro a un simple reproductor de saberes.

En eso se reflejan dos importantes falencias: la primera es que al aplicar un método de universalización o estandarización a lo que se está llegando es que todos piensen igual, y creer que el ser humano apropia sus configuraciones al mismo tiempo que el otro es eliminar la línea de diferencia y equidad.

No es que estas estrategias deban ser derrocadas y que se deban implantar propios saberes. Se habla desde un algo que está, una realidad que el docente en formación enfrentará cuando termine su proceso académico. Lo que se pretende es que este docente tenga los suficientes fundamentos históricos y epistemológicos de la pedagogía

para que sobre esas bases tradicionales ya empleadas, cree su propia reflexión crítica e investigativa.

Desde allí, propone que las concepciones sean revisadas y recontextualizadas, desde la premisa de que las actitudes y lineamientos formativos, que en apariencia son sanos, pero que en otras no lo son; a veces constructivas y a veces destructivas. Se puede comprender que al llamar al desordenamiento, no se clama por el desorden ni la anarquía, y menos por la destrucción y la violencia. Se convoca a una revisión de orden presente en el ambiente escolar, a ponerlo en duda; proponemos a cada quien, a cada grupo, o a la comunidad en general, intentar variar en alguna medida lo que piensa, siente o hace y que trate de modificar, cambiar, dar otra forma o disposición a los espacios, tiempos, movimientos y sentidos que maneja (Betancourt, una respuesta al discurso pedagógico de la modernidad: Pedagogía del caos, 2009, Pág. 52)

El texto ha planteado por medio de la Pedagogía del caos una posible opción a la hora de pensar la tradicion que han permeado la educación en este contexto y la posibilidad de lograr con ella un pensar en el sujeto, sujeto olvidado en esta corriente. Johann Friedrich Herbart filósofo y pedagogo alemán plantea la idea de formación desde la posibilidad de pensar que el sujeto se da forma constantemente por medio de las configuraciones que ya hacen parte de él, y que lo obtenido es transformado y pasado por su propia subjetividad permitiendo que él mismo construya su formación; este concepto es conocido como “formabilidad”, diferenciando la idea de que el maestro es el encargado de influir en el sujeto para formarlo. El maestro y la escuela son solamente una parte de todo lo que conforma al sujeto.

La pedagogía del caos incluye particularidades; en ella la cantidad de variables individuales para tener en cuenta en la formación y la producción de la actividad pedagógica son fundamentales. Es hora de que los procesos educativos se piensen por fuera de los esquemas forzados y lineales como los paradigmas que ofrecen los modelos pedagógicos, y así caminar hacia un nuevo equilibrio que responda a la arquitectura de la naturaleza de los individuos, para generar la suficiente energía de activación sin necesidad de forzar el sistema. De esa manera, la existencia misma y la academia, a fin de cuentas serán, como lo propone Michel Foucault: “… el hacer de sí mismo una obra de arte” (Betancourt, pág. 54)

Conclusión

No es que la propuesta de la pedagogía del caos sea otra alternativa a las tradiciones pedagógicas, ésta es una manera, una iniciativa, otra de muchas para leer la pedagogía. Ya que las lecturas que devienen desde unas tradiciones situadas en otro lugar, quizás no permiten mirar el sujeto que se da forma contextual y situado. Esta propuesta da la posibilidad de reflexionar y buscar otra manera de leerlo. Se tendrán en cuenta las tradiciones porque históricamente no se puede olvidar lo que ha pasado en la pedagogía, pero sí debe ser un pretexto para embarcarse en una reflexión encaminada a la transformación.

La pedagogía del caos cuestiona y plantea la deconstrucción de la organización escolar que daba forma material a todas esas concepciones. En este sentido, rompe con los conceptos tradicionales de adquisición del juicio, la enseñanza, el aprendizaje, la autoridad, la disciplina, las asignaturas, el currículo, los programas y la evaluación. Es una nueva concepción y práctica de la pedagogía porque parte de nuevas formas de asumir la realidad y el conocimiento. Por supuesto también que partir del caos y del desordenamiento, y a través de procesos de auto-configuración, la pedagogía del caos propicia la formación de complejidades que en su movimiento generan rizos de realimentación, estos se auto-regulan tornándose reordenantes creadores de nuevas realidades (Betancourt, pág. 54)

“Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa” Paulo Freire

Bibliografía

Jorge Hernán Betancourt Cadavid. (2009), Una respuesta al discurso pedagógico de la Modernidad: La pedagogía del caos, Colombia, En clave social.

Michael Apple, (1993), historia del currículo y control social.

Jesús Alberto Echeverri, El lugar de la pedagogía dentro de las ciencias de la educación