UNIVERSIDAD IBEROAMERICANAErica, Héctor y Zair, Paz, Pedro, Emilio y Sofía, Fernando, Mara, Fer e...
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UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA Estudios con reconocimiento de Validez Oficial por Decreto
Presidencial del 3 de abril de 1981
“NUEVOS DERECHOS COMO DERECHOS DE LOS
POBRES. UNA FUNDAMENTACIÓN DESDE LA FILOSOFÍA POLÍTICA DE LA LIBERACIÓN”
TESIS
Que para obtener el título de
MAESTRO EN DERECHOS HUMANOS
P r e s e n t a:
ALEJANDRO CASTILLO MORGA
Director: Dr. Enrique Dussel Ambrossini Lectores: Mtro. Ricardo Nava Murcia
Dr. Rafael Reygadas Robles Gil
México, D. F., 2009
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
2
Agradecimientos
A los movimientos sociales. Porque “Otro mundo es posible”…
Al Comité de Derechos Humanos “Asís”: Luci, Chabelita, Sofi (+), Jose, Juanita, Rodo,
Mago y Víctor, Erica, Héctor y Zair,
Paz, Pedro, Emilio y Sofía, Fernando, Mara, Fer e Ian,
Vero, Moy y Jaime.
A mi familia y a la OFM.
A Pilar, por cada día.
Contenidos
Introducción Justificación Problema Objetivos Marco teórico Metodología Capítulo
I. Elementos de discusión en torno al problema de la fundamentación. 1.1 Panorama general 1.2 Algunos hitos en la historia de los derechos humanos
a. Código Hamurabi (1792-1750 a. C.) b. Flor y canto de los pueblos nahuas (1492-1531)
1.3 Cultura de los DH 1.4 Las tendencias filosóficas en torno a la fundamentación de los derechos humanos.
a. Crisis de las fundamentaciones de los derechos humanos b. Iusnaturalismo c. Iuspositivismo d. El derecho alternativo en América Latina
Capítulo
II. Filosofía de la Liberación en el contexto de la exclusión. 2.1 El contexto de la exclusión. 2.2 Criterios metodológicos y desarrollo de la filosofía de
la liberación. a. Un pensar desde las víctimas del sistema
hegemónico vigente b. Ética de la liberación
2.3 Política de la liberación. a. Elementos constitutivos de la política b. Voluntad de vivir, voluntad de poder c. Articulación de las esferas y niveles de lo político
Capítulo
III. Nuevos derechos humanos como conquistas históricas de los excluidos.
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3.1 Movimientos populares de derechos humanos. a. Utopía, proyecto, estrategia, medios b. Praxis anti-hegemónica y nueva hegemonía
3.2 Transformación histórica del derecho. a. Tensión: Derechos naturales vs. Derechos positivos.
Tensión: Derecho vigente vs. Nuevos derechos históricos
b. Transformación de las instituciones para el respeto de los nuevos derechos humanos
3.3 Derechos de los pobres en el proyecto político de liberación.
a. Derecho al trabajo b. Derechos humanos y justicia ecológica
Conclusiones Generales Bibliohemerografía
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184
185
188 200 202
207 219
Introducción
La fundamentación filosófica de los derechos es una tarea urgente que no
se reduce al ámbito académico o profesional, sobre todo del sector –ciudadano o
del servicio público autónomo1- ocupado en observar, promover y defender los
derechos de las/los ciudadanos, poniendo límites al ejercicio delegado del poder
del estado. Dicha tarea rebasa los ámbitos mencionados porque los derechos
humanos aún no han llegado a ser un elemento central de nuestra cultura –a
pesar de importantes esfuerzos y avances que existen en la sociedad-, o mejor
dicho, los derechos humanos no se han hecho cultura2
Es cierto que para responder semejante desafío, no es suficiente un
discurso filosófico como el que nos proponemos desarrollar aquí, sin embargo,
trataremos de exponer porque es una tarea útil y urgente; por otra parte, para
aspirar a una cultura de los derechos humanos, requerimos el aporte y la
participación de todos los ámbitos sociales como generadores de cultura, es decir,
toda construcción cultural es una síntesis del conocimiento humano en el cual
y esto es un asunto de la
sociedad en general, del pueblo, y no solamente un quehacer de la academia y del
Estado en el conjunto de sus instituciones.
1 El servicio público autónomo de Derechos Humanos, llamado también "Sistema del Ombudsman", ha sido una conquista de la sociedad civil en el conjunto de la lucha democrática de las últimas dos décadas en nuestro país. "La investigación y difusión de violaciones a derechos humanos que han venido realizando tanto el organismo nacional como los locales, sin duda ha contribuido a la toma de conciencia, disminución en la frecuencia de violaciones y combate a la impunidad". Sin embargo, el servicio público autónomo de Derechos Humanos no ha mostrado a cabalidad su imparcialidad y tenacidad frente al Estado, salvo honrosas excepciones; en este sentido, el diagnóstico citado, al referirse a los obstáculos identificados en el Sistema del Ombudsman, señala que las quejas que atiende "no son realmente representativas de todo el universo de violaciones que corresponden a la competencia de la CNDH", Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, Diagnóstico sobre la situación de los Derechos Humanos en México –en adelante se citará: OACNUDH (2003)- p. 7. A lo anterior se añade que la mayoría de las recomendaciones emitidas no son cumplidas por el Gobierno. Por su parte las organizaciones de la sociedad civil, de diferentes tendencias políticas, siempre se ven rebasadas por el incontable número de casos en que son violados los derechos humanos a pesar de los limitados recursos con los que cuentan la mayoría de estos organismos. 2 Más aún, existen incontables notas de prensa y diferentes informes de derechos humanos que demuestran cómo estamos caminando hacia una sociedad sin derechos; por sólo mencionar un dato, hay quienes declaran que estamos entrando a una etapa en la que se ha perdido el trabajo: desvalorización del trabajo y degradación de las condiciones laborales. Cfr. Villegas (2004) 285 p.
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entran en juego no una disciplina sino el conjunto de la comprensión e
interpretación de la vida3
En este sentido, la propuesta filosófica que desarrollaremos no será desde
cualquier discurso filosófico, esto es, queremos señalar que nuestra lectura
filosófica se ubica en el conjunto de la Filosofía que, como discurso, está
constituida por diferentes corrientes y respuestas diversas a las aspiraciones del
grupo social con el que establece interlocución, por ello toda propuesta discursiva
tiene un lugar social desde donde se profiere, no existen posturas neutrales. Es
así que, nosotros queremos hacer esta propuesta de fundamentación filosófica
desde la filosofía de la liberación (FL) y, más concretamente, desde la filosofía
política de la liberación (FPL) desarrollada por el Dr. Enrique Dussel.
, desde el lugar donde ese grupo humano vive su vida,
construye su historia.
4
El porqué elegir una fundamentación filosófica desde la FPL es algo que se
explicará a lo largo de esta investigación, sin embargo, desde el inicio queremos
dejar claro que esta propuesta filosófica es un pensar desde las víctimas del
sistema vigente, como desde su inicio lo ha hecho la FL. Dicha propuesta
3 Cfr. Fornet-Betancourt (2001) p. 224. 4 La filosofía de la latinoamericana es el resultado de un largo proceso en el han intervenido varias generaciones. Ya en la primera mitad del siglo XX, fueron varios los pensadores latinoamericanos que se esforzaron por definir, explicar y connotar la identidad propia de lo latinoamericano; entre estos autores podemos señalar a José Vasconcelos, José Carlos Mariátegui, Antonio Caso, Alfonso Reyes, Samuel Ramos. Sin embargo, la proliferación y consolidación de un pensamiento latinoamericano propio se afirma hacia la segunda mitad del siglo XX; entre los autores que realizan esta tarea ubicamos a Arturo Ardao, Augusto Salazar Bondy, Francisco Miró Quesada, Leopoldo Zea, Juan Carlos Scannone, Horacio Cerruti y, desde luego, Enrique Dussel –por sólo mencionar algunos de una lista inmensa-, todos y cada uno de ellos han contribuido al debate por definir y precisar los alcances de un pensar latinoamericano. En el caso de la filosofía de la liberación se abrió camino en un contexto político concreto que, aunque ha cambiado, sus propuestas esenciales siguen vigentes. De hecho, para algunos académicos el título quedó ya superado y prefieren hablar de una filosofía de la liberación Latinoamericana, más que de una filosofía de la liberación. En 1998 la revista Anthropos 180 dedicó el número completo al pensamiento del Dr. Enrique Dussel; ahí se hace un recuento de sus principales obras por Mariano Moreno Villa y un análisis temático de su obra en general corre a cargo de: Hans Schelshorn, Mariano Moreno Villa, Germán Martínez Argote, Juan Carlos Scannone, Eduardo Mendieta, Domenico Jervolino y Luis Manuel Sánchez Martínez. En el número de Anthropos, Dussel escribe su autobiografía como un constante proceso de transformación, atinadamente titulada: "En búsqueda del sentido (origen y desarrollo de una filosofía de la liberación)". Existe un CD con todas sus obras publicadas desde la década de los 60' hasta 2004; además están incluidas algunas tesis y libros sobre el pensamiento de nuestro autor.
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filosófica, en efecto, quiere ser un pensar comprometido desde la periferia, desde
los países que están postrados ante el capitalismo globalizado el cual vive a costa
de la expoliación de las vidas de los pobres del mundo; desde ahí, se construye
[…] una Filosofía de la Liberación de la periferia, de los oprimidos, de los excluidos, la sombra que la luz del ser no ha podido iluminar, el silencio interpelante sin palabra todavía. Desde el no-ser, la nada, lo opaco, el otro, la exterioridad, el excluido, el misterio de lo sin-sentido, desde el grito del pobre, parte nuestro pensar. Es entonces, una “filosofía bárbara”, que intenta sin embargo un proyecto de trans- o meta-modernidad.5
5 Dussel (2001a) p. 32.
En consonancia con lo anterior, quiero decir que este trabajo está motivado
no sólo por una curiosidad intelectual o el cumplimiento formal para acreditar un
grado académico, nuestra motivación honda nace del trabajo popular en la
difusión y promoción de la cultura de los derechos humanos. Son los grupos de
base, los colectivos ciudadanos, los comités populares de derechos humanos
quienes en sus debates nos han motivado a poner por escrito el cómo los pobres,
los excluidos, siempre ofrecen ideas y prácticas para renovar, recrear, el conjunto
de la sociedad y, por consiguiente, de los derechos humanos irrenunciables que
dignifiquen sus vidas y las de toda la humanidad.
La filosofía de la liberación nace en un contexto histórico concreto, más
aún, el término liberación en la década de los 60's, 70's, sonaba acorde con los
proyectos políticos de boga; la coyuntura de los inicios del nuevo siglo es un tanto
diferente en relación con el contexto en el cual surgió la FL y, sin embargo, el
proyecto filosófico iniciado está en pleno desarrollo y con mucho más brío debido
a que los discursos han cambiado con el cambio de coyunturas, pero lo que no ha
cambiado es el proyecto político de dominación/exclusión de la modernidad-
posmodernidad. Con la caída de las utopías, algunos pensaban que era inútil
cualquier empresa de fundamentación, pero fue una valoración falsa.
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La FL no solamente ha afinado sus categorías en el nuevo contexto sino
que ha visto acrecentradas las posibilidades de argumentar desde los excluidos,
alteridad del sistema; para la FL se han confirmado sus intuiciones principales en
la elaboración de nuevas síntesis críticas de la ética de la liberación y,
recientemente, con una política de la liberación; ambas propuestas están
generado un debate que no estaba previsto, pero sobre todo, está dando nuevas
herramientas a los intelectuales y a los líderes de movimientos sociales para
reactivar los procesos de liberación. No está dicha la última palabra y, en todo
caso, la ruta que deba seguir esta reflexión crítica, se la darán los movimientos
sociales que han nacido de las luchas de los excluidos, para reivindicar sus
derechos.
Aclaración semántica de algunos términos de la filosofía de la liberación
Llegados a este punto, consideramos oportuno clarificar las categorías6
Dado que la FL es una filosofía situada en un lugar hermenéutico, es
necesario definir el espacio desde donde elabora su discurso crítico.
que
vamos a usar en adelante para hacer un planteamiento de fundamentación de los
derechos humanos a partir de la política de la liberación, última fase del desarrollo
de la filosofía de la liberación.
7 No se refiere
a un espacio vacío de la física de Newton o el espacio existencial de la
fenomenología heideggeriana; se refiere al espacio ético-político de las víctimas
de la exclusión. A diferencia de la ontología clásica, que inicia su despliegue
argumentativo a partir de los griegos, la FL de la liberación no tiene su punto de
partida en el "ser" sino en el "otro", el "no-ser", en la exterioridad de la totalidad. La
FL no se propone explicitar lo implícito en la realidad, sino pensar lo impensable,8
6 El cuerpo categorial que ha desarrollado la FL es muy basto y, por consiguiente, no explicaremos todo el conjunto de categorías sino apenas las más significativas para nuestro trabajo y también las que, a nuestro juicio, aglutinan e interrelacionan al resto. Es, pues, una exposición parcial e intencionalmente limitada. 7 Cfr. Dussel (2001a) pp. 13-25. 8 Cfr. Bautista (2005) pp. 30s.
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es decir, piensa lo que no interesa a la totalidad, lo que está oculto o encubierto en
la periferia, lo que está más allá del sistema. Este espacio ético-político, obliga a
desentrañar el sentido de las interpretaciones existentes comenzando por la
historia; las víctimas del sistema nos ayudan a desenmascarar a la totalidad, a
ponerle nombre a la interpretación que el centro hace de la periferia, a nombrar la
dominación y exclusión que padecen millones de seres humanos ocultos,
encubiertos, a los ojos de la totalidad.
En ese sentido, otra categoría fundamental de la FL es la de exterioridad.
Lo que "no es" para el sistema, carece de interés para las ciencias. En todo caso,
el pensar se interesa por la experiencia que puede conducirnos a lo que puede ser
visto, controlado, dominado; la experiencia de lo conocido acontece cuando el ser
se aproxima a las cosas, eso será llamado la proxemia en la FL.9
La totalidad es autoreferencial, dentro de ella podemos encontrar
autosuficiencia y armonía de las relaciones entre los entes; el Mismo piensa lo
Mismo. Heidegger decía que al comprender el mundo podremos movernos con
Pero si estamos
en el no-lugar, el espacio exterior de la totalidad, entonces quiere decir que
históricamente nos aproximamos al "otro" al acortar la distancia, el encuentro
podrá ser por el tocar, palpar, darnos la mano, herirnos o besarnos; esto es algo
muy distinto del comprender el ser.
La alteridad se revela a través del rostro, epifanía o manifestación del otro
que no puede pasar desapercibida en el caso de la víctima, el rostro sufriente del
otro no nos puede ser indiferente, a no ser que nuestra sensibilidad esté colmada,
enceguecida, por la satisfacción y seguridad que da la totalidad de comprender el
mundo. Estamos frente a la libertad de no enfrentar el rostro del otro o hacernos
cargo responsablemente de él. De ahí que la revelación, la epifanía, del otro sea,
más que un acto de libertad, la liberación por medio de la cual desafía al sistema,
lo interpela en su constitución y en su auto justificación.
9 Cfr. Dussel (2001a) pp. 35-40.
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libertad dentro de él. Las cosas cobran sentido en un cosmos adyacente, tangible;
la única realidad posible es el mundo, en esto han versado la mayoría de
corrientes filosóficas como el idealismo, el empirismo o el materialismo. La
diferencia dentro de la totalidad es la determinación del ser que comparten los
entes, pues al compartir sustancialidad adquieren fundamento, es decir, si los
entes comparte algo del ser entonces tienen fundamento y, por lo tanto, identidad
porque son idénticos con el ser. El ser es, así de simple, pero así de caótico
porque aunque la totalidad se precie de armonizar un cosmos, la exclusión del otro
hace que su armonía esté fundada sobre la indolencia por el otro.10
Históricamente, la totalidad se ha constituido como el imperio o el estado, dentro
de los cuales cobran sentido las instituciones o las leyes vigentes que armonizan
la totalidad, la modernidad como expresión del sistema mundo que domina a todo
lo "incivilizado", la otra cara de la modernidad; con cuanta arrogancia ha
proclamado este sistema mundo los valores vigentes para jerarquizar y reconocer
o desechar lo que es válido dentro de su hegemonía. El rostro ajado del
campesino o de la campesina, la mirada profunda del indígena, "feos para el
sistema, son la belleza primera, belleza futura, belleza popular".11
Lo anterior nos lleva a expresar en breves palabras lo que la FL considera
como el punto de partida: la ética como filosofía primera. Si la ontología no puede
establecer un pensar que inicie desde la exterioridad, porque simplemente no es
de su interés, entonces la FL establece un pensar ético metafísico trans-
ontológico, lo cual quiere decir que hay que salir de la totalidad y dejarse interpelar
cara-a-cara con el otro. La ética como filosofía primera es responsabilidad por el
otro, en la cual, los que hemos sido formados dentro de la totalidad estamos
invitados a reconfigurar nuestra mirada desde el otro y recrear otra sensibilidad.
En cierto modo, dice Dussel siguiendo a Levinas, somos rehenes para la
liberación del otro. Sin embargo, la ética podría quedarse en la mera expresión de
compasión que podría enturbiar la epifanía del otro, de ese modo se convertiría en
10 Ibídem, pp. 40-49. 11 Ibídem, p. 65.
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ontológica o reformista; por ello, debe desplegarse un ejercicio crítico para ir más
allá y ese más allá es el ejercicio práctico de la política como práctica de
liberación.12
12 Ibídem, p. 98.
La política en el desarrollo del discurso de la FL tiene varias connotaciones,
sin embargo, en la última etapa ha desplegado ampliamente lo que significa la
política como responsabilidad por el otro en un sistema que sea viable a partir del
ejercicio delegado del poder. Dentro del capítulo segundo abordaremos con
detalle esta breve descripción que, dicho sea de paso, el discurso crítico y
complejo que ofrece la FL no ha dejado de plantearse una y otra vez las
categorías empleadas con tal de ir siempre hacia la búsqueda de las mejores
herramientas argumentativas para la liberación de las víctimas del sistema
vigente.
En las aproximaciones conceptuales de la FL, que estamos señalando,
también es pertinente incluir la categoría Pueblo. Así como la categoría de Otro es
la salida de la totalidad, la constitución de la comunidad de víctimas como sujeto
colectivo, o actor político, es la base del Pueblo para la construcción del proyecto
de liberación, proyecto trans-moderno, trans-ontológico. Pero dada la carga
histórica de la categoría pueblo es necesario aclarar que la FL toma distancia del
populismo, achacado a ciertos regímenes políticos latinoamericanos que tenía una
facha socialista pero en realidad su objetivo era un capitalismo entreguista,
complaciente con las metrópolis: Estados Unidos o Europa.
El pueblo, también, no es simplemente la suma de todos los ciudadanos, el
populus (en latín); en cambio, la plebs (en latín) quiere indicar lo popular como lo
opuesto a las élites, a las oligarquías, es la experiencia de comunidad de víctimas,
como comunidad política, actor que es capaz de sumar los esfuerzos, las agendas
de otras víctimas para conformar un conglomerado, aun con contradicciones.
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El pueblo actúa coyunturalmente en la medida que una demanda aglutina
los diferentes agravios sociales, pero incluso podrá desaparecer una vez
conquistado ese derecho o conseguido esa demanda. Pueblo es pues, el "bloque
social de los oprimidos".13
Es común definir los derechos humanos como: valores, normas o
aspiraciones de la humanidad, entre otras características; por nuestra parte,
queremos hacer énfasis en el aspecto que los derechos humanos como
conquistas históricas de los pueblos.
Definición del concepto de derechos humanos
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Ningún derecho ha sido concedido como una mera concesión arrancada al
poder establecido o por medio de algún contrato, con toda la carga economicista
que esto supone. Al referirnos a que los derechos humanos son conquistas
Los derechos humanos concebidos como valores nos llevan a
cuestionarnos sobre el papel del derecho y la moral, con el riesgo de
entramparnos en un debate técnico e idealista, a la vez, aunque desde luego que
la filosofía del derecho y política, aborda tal distinción. Por otra parte, si los
derechos humanos los colocamos como valores ya dados de la naturaleza,
entonces caemos en una visión estática en la que se invisibilizan las luchas de los
pueblos para hacer valer sus derechos, pues ya dados los derechos en la
naturaleza humana van más allá de cada etapa histórica y de la política que
implementa un determinado gobierno; cabe señalar que la necesidad de
fundamentar los derechos como valores, sería un momento segundo en el que
tales valores sean una formalización del reconocimiento material de la vida. En el
desarrollo de nuestro trabajo expondremos los límites que supone sostener la
dignidad humana en una concepción desde el derecho natural.
13 Cfr. Dussel (2006) pp. 87-93. 14 Véase Gallardo (2006) p. 20.
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históricas queremos destacar dos elementos que pareciera que se han diluido en
el marasmo de la sociedad actual, en este sentido, hay que destacar que ningún
derecho es eterno o permanece intacto porque las sociedades son dinámicas y
entonces en cada generación el derecho conquistado, y garantizado por medio de
alguna norma o ley suprema, tendrá que ser revisado y confrontado con las
nuevas circunstancias para adecuarse a las nuevas necesidades poniendo
especial cuidado en proteger a los más vulnerables de la sociedad y cuidar que
nadie quede excluido de sus beneficios. Por otra parte, todo proyecto político en
cuanto prescinde del consenso popular y autoritariamente para por encima de los
acuerdos o convenios para garantizar la convivencia pacífica y equitativa,
entonces necesariamente el pueblo, es decir la sociedad adherida a diferentes
movimientos que actúan para hacer valer los derechos humanos desde nuevas
demandas sociales, especialmente los movimientos que nacen entre los pobres y
excluidos, tiene ahora la misión de movilizarse y garantizar que sus derechos sean
reconocidos bajo nuevas formas jurídicas que incluya los derechos ya
conquistados.
El mecanismo que queremos resaltar entonces es que los derechos
humanos se conquistan y se defienden y esto es una tarea constante, lo cual
exige que el pueblo, confluencia de movimientos, se mantenga dinámico, vigilante,
participativo, es decir que el proyecto político esté en sus manos y haga realidad lo
que proclama el artículo 39 de nuestra Carta Magna: "El pueblo tiene el derecho
de modificar en cada momento su forma de gobierno". Es el pueblo el actor
político principal, el soberano que tiene la capacidad de ejercer el poder y conducir
su destino pleno de dignidad desde las luchas de los pobres y excluidos. La
aspiración de la humanidad será, por lo tanto, alcanzar un máximo de vida plena
para todo el conjunto de la sociedad, aspiración por la que se ha propugnado
desde distintos movimientos que luchan por el respeto y reconocimiento integral
de los derechos humanos.
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No debemos olvidar que al definir los derechos humanos como "límites al
poder", aún cuando es un concepto que nació dentro del liberalismo moderno con
un sentido que limitar al gobierno del Estado, el argumento en la actualidad es
radicalizado por las corporaciones trasnacionales para apelar a la desregulación
del Estado para que el mercado pueda actuar con toda libertad. Aquí tenemos
varios desafíos para la filosofía política que no puede repetir la teoría clásica del
estado porque ante éstas nuevas realidades es insuficiente dicha teoría. Por lo
tanto, hay que dar un nuevo contenido a los términos para referirnos al estado, la
ley, el poder, la legitimidad y la validez de los derechos humanos.
En el primer capítulo del presente trabajo, describimos un panorama
general por medio de la exposición de algunos hitos de la historia y de la cultura
de los derechos humanos, más adelante hacemos un brevísimo recorrido por las
diferentes posturas en torno al tema de la fundamentación filosófica y sus
principales problemas.
En el segundo capítulo desarrollamos un recuento de la situación general
de los derechos humanos y cómo son violados sistemáticamente en el contexto de
la globalización neoliberal como expresión del sistema mundo como totalidad en
crisis. Así mismo, planteamos un bosquejo general de la filosofía de la liberación,
especialmente en sus enunciados más significativos para responder a la crisis
actual.
En el tercer capítulo queremos abundar en la praxis de liberación cuando
los excluidos se auto-constituyen sujeto, actor político. Pero no se trata de
describir sus luchas solamente, sino cómo a través de sus prácticas contribuyen al
enriquecimiento de las formas de lucha así como al proyecto de liberación. De
esta forma, las prácticas de liberación ayudan a la teoría a salir de los cauces
formales para incrustarse en el devenir histórico, pero sobre todo se llenan de
contenido material. Este planteamiento nos permitirá explicitar el sustento
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filosófico que pueden tener los derechos humanos desde la política de la
liberación.
Una vez alcanzado un desarrollo aceptable de los momentos de la política
de la liberación, en este momento estamos en condiciones de hacer una
propuesta sobre el sentido de los derechos humanos, su fundamentación y las
líneas que habrá que destacar en la defensa de nuevos derechos y consolidación
de los ya reconocidos.
Justificación
En el presente trabajo de investigación, pretendemos desarrollar una
propuesta crítica, en la que señalemos claramente: cómo el neoliberalismo
deshumanizante está llevando al género humano a un caos, al querer someter
todos los órdenes al capricho del movimiento del capital. Es un hecho que lo que
condiciona el actuar de la sociedad es el ámbito económico, pero lo alarmante de
este momento es que los capitales reducen lo económico al movimiento del
capital.
También es importante desarrollar una crítica a la posmodernidad, la cual
es el resultado de una insatisfacción con las promesas de la modernidad y, por
ello, conduce a amplios sectores de la humanidad a la desmovilización y a la
despolitización. La crisis de sentido de la vida no es una moda o un problema de
generación espontánea, es principalmente la deshumanización que ha implantado
el capital lo que hace que cada vez más sectores, de corte posmoderno, refuercen
la idea de la crisis de todo sistema político, pero sin dar alternativas de liberación.
Nuestro argumento central consiste en analizar, proponer y desarrollar
cómo la fuerza de los pobres y excluidos, organizados como "pueblo", ha
demostrado su capacidad para transformar los caminos de la historia y ser luz
para muchos movimientos, solidarios con su causa, al proponer otras formas de
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organizar a la sociedad y al Estado. A partir de este dinamismo histórico surgen
nuevos derechos que, además de hacer justicia a los pobres y excluidos,
replanteen los caminos de que “es posible otro mundo”.
Problema
¿Cómo podemos hablar de los nuevos derechos humanos y su real
cumplimiento en el contexto de exclusión y empobrecimiento de las mayorías, que
actualmente se manifiesta como una realidad escandalosamente absurda? ¿Cómo
proponer otra argumentación más allá de la comprensión burguesa-occidental que
implantó la modernidad a nivel mundial? ¿Cómo plantear una argumentación de
los derechos humanos, desde los excluidos, con pretensión de validez universal?
Objetivos
General: Presentar de manera sistemática las principales tesis de la
Filosofía de Enrique Dussel, para sustentar los derechos humanos como una
práctica de liberación del pueblo.
Específicos:
1. Analizar filosóficamente el contexto de globalización y exclusión en que
vivimos.
2. Desenmascarar la inmoralidad del sistema vigente, que tiene como
pretensión última: el excluir a las mayorías para concentrar la riqueza en
unas cuantas manos.
3. Plantear las consecuencias éticas y políticas de una praxis de liberación
nacida desde los excluidos.
4. Comprender los derechos humanos -fuera del paradigma egocéntrico de
la modernidad- como práctica de liberación del movimiento popular.
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Marco teórico
Los derechos humanos, actualmente, son un componente político
inevitable. Los diferentes sistemas políticos han convenido en su reconocimiento
y, aunque en el periodo de la llamada "guerra fría" se acentuó de diversa manera
la importancia de cada uno de los grupos de derechos –pacto internacional de
derechos civiles y políticos y pacto de derechos económicos sociales y culturales-,
ni el socialismo ni el capitalismo negaron que la base de la convivencia pacífica en
la sociedad radicaba en el cumplimiento de los mismos.
Sin embargo, tanto el socialismo como el capitalismo enfrentaron serias
críticas ante los vacíos de diferente índole en el reconocimiento y convalidación de
los derechos de los ciudadanos. Más aún, ambos sistemas demostraron que los
vacíos se debían a fallas estructurales y hasta contradicciones en los sistemas
jurídicos que pretendían su reconocimiento. En ese marco de discusión, los
derechos humanos están reducidos al mero campo de lo "jurídico" -el cual tiene
como principio que lo importante del derecho es salvaguardar el respeto y la
aplicación de la ley-, lo que no implica un pleno reconocimiento y ejercicio de los
mismos.
Pese a los avances aparentes que ofreció la modernidad, al impulsar el
establecimiento del "Estado de Derecho democrático" como garante del
reconocimiento de los derechos y libertades fundamentales del individuo, consintió
que el reconocimiento de la dignidad humana fuese reducida a un mero ámbito
formal –ley positiva- y no tomó en cuenta que en su mayoría los estados se
constituyeron como tales y, lentamente, alcanzaron la democracia, gracias a las
luchas de los pueblos. Esa formalidad o positivación del derecho siempre entró en
crisis cuando se levantaron dudas sobre si de verdad la ley reflejaba el contenido
de los valores naturales, reconocidos y convalidados por la sociedad moderna
occidental. De este modo, se produjo una tensión que se ha hecho tradicional en
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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los ámbitos del derecho e incluso de las organizaciones defensoras de los
derechos humanos, la cual contrapone el iusnaturalismo al iuspositivismo.
Por lo anterior, la plataforma de discusión se ha reducido a determinar la
validez del derecho, si es fiel al cumplimiento de la ley escrita y reconocida
oficialmente por los estados o bien si es fiel al valor determinado por la naturaleza
humana, es decir, si se apega al derecho natural. En otras palabras, esta
contraposición sugiere que los derechos humanos estarían garantizados si el
estado cumple con la ley positivada o si esa ley se fundamenta en el respeto al
derecho natural. Desgraciadamente, el actual contexto mundial pone en evidencia
que tanto una como otra tendencia están rebasadas por la crisis actual de las
instituciones y de los mismos estados democráticos.
En primer lugar, existe una aguda crisis del sistema jurídico internacional y
una severa crisis del derecho doméstico, en el sentido que la globalización del
libre mercado ha impuesto condiciones extralimitadas a los estados, concebidos
ahora como meros reguladores y promotores del mercado, todo esto a cambio de
dejar su papel de promotores y protectores de los derechos de la ciudadanía.
Como tal, el mercado –movido por los capitales privados- dice respetar la ley
establecida en cada estado, sin embargo, las reglas establecidas por él mismo
violan sistemáticamente los derechos de los ciudadanos, al grado de reducirlos a
meros consumidores. Por lo tanto, una ley, por muy severa que fuese, para
resguardar el respeto de los derechos humanos, muestra una debilidad grande en
tanto que los estados han aceptado como poder fáctico a los capitales privados,
de ahí que hay que fortalecer al estado democrático como garante de los derechos
humanos. Ante la situación actual resulta insuficiente el reestablecimiento de las
instituciones democráticas, sobre todo si éstas de verdad no parten de las luchas
reivindicatorias de los excluidos, constituidos como pueblo.
Por otra parte, la falacia naturalista que sustenta el concepto de derecho
natural ha sido el canal discursivo de un sector importante que defiende el genuino
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interés ético y moral del fundamento de los derechos humanos. El juicio de valor
normativo se basa en la moral que, a su vez, tiene como fundamento la ley
natural, principio bajo el cual se concibe que el género humano sea capaz de
compartir y atender a la validez de todos aspectos de la vida sobre el sustento la
naturaleza humana.
No existen derechos naturales; en todo caso, la naturaleza de los derechos
humanos es histórica, porque cada ámbito de derechos se ha ganado el
reconocimiento gracias al despertar y a la lucha organizada del pueblo.
Metodología
Dadas las exigencias de la materia a desarrollar, la metodología empleada
será básicamente indagar en la documentación bibliográfica y hemerográfica que
existe acerca de la Filosofía de la Liberación, centrada especialmente en la
propuesta teórica desarrollada por el doctor Enrique Dussel.
Nuestro trabajo se enfoca en el análisis de las condiciones sociales,
políticas y culturales que produce la globalización, como una nueva fase de la
colonización occidental emprendida por la modernidad y que, actualmente, arrolla
a todos los pueblos del mundo. Sin embargo, nuestro trabajo no consiste en un
análisis sociológico de la realidad mundial, aunque el énfasis sean las condiciones
de los excluidos por el sistema vigente. Antes bien, este trabajo pretende hacer
una argumentación filosófica de la exclusión mundial y cómo desde esas
condiciones sociales, y bajo las categorías filosóficas de la filosofía de la
liberación, se puede reconstituir el discurso de los derechos humanos claramente
definidos como derechos de los pobres.
En ese sentido, se pretende exponer una serie de categorías
epistemológicas que nos puedan ayudar a nombrar la realidad de exclusión y nos
permitan ir más allá del acotamiento que impone la manera oficial de reconocer la
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vigencia de una teoría argumentativa. De este modo, la argumentación filosófica
de la filosofía de la liberación es un cuerpo teórico que se propone desenmascarar
la pretensión promovida por la globalización occidental de comprender toda la
realidad, y desarrollarla teóricamente, desde las categorías del colonizador.
Capítulo I
Elementos de discusión en torno al problema de la fundamentación.
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Capítulo I
Elementos de discusión en torno al problema de la fundamentación.
Amo el canto del zenzontle,
pájaro de cuatrocientas voces. Amo el verde del jade y el enervante perfume de las flores.
Pero más amo a mi hermano el hombre. Nezahualcóyotl.
Introducción
Hablar de una fundamentación filosófica de los derechos humanos
parecería ser una tarea secundaria, incluso una tarea superada, pues en el ámbito
de protección y promoción de derechos humanos lo que más preocupa es su
defensa y la auténtica validez de innumerables documentos que los protegen.
Lamentablemente, éstos son letra muerta porque la impunidad se ha vuelto una
constante en los sistemas políticos contemporáneos llamados contradictoriamente
"democracias modernas", hoy en día sometidas al capricho del mercado libre.
No obstante, en este panorama general queremos dar cuenta,
sucintamente, de las problemáticas en torno a la cuestión de la fundamentación,
abordadas desde diferentes tendencias. De hecho, creemos oportuno aclarar que
la filosofía tiene gran relevancia, especialmente en el ámbito de aportar
argumentos convincentes para alentar el diálogo y la convivencia pacífica que
tanto urgen en la sociedad.15
15 Beuchot (2005), p. 7. Véase también Galvis (1996), pp. 22s.
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Por ello nos interesa el tema de la fundamentación, porque sabemos que la
defensa y promoción de los derechos humanos dependerá de cómo definimos lo
que son y cómo percibimos al sistema político que mejor provea, a todos y todas,
de las condiciones indispensables para garantizar una vida digna.16
1.1 Panorama general
Este panorama general servirá como telón de fondo para luego abordar el
tema central de nuestra investigación: la fundamentación de los derechos
humanos desde la Filosofía Política de la Liberación. En este sentido,
consideramos que los nuevos movimientos sociales tienen mucho que aportar y,
por ello, el diálogo con sus causas y agendas de lucha contienen un caudal que
hace que la tarea de la fundamentación sea no sólo oportuna sino
extremadamente útil y urgente, con el fin de seguir construyendo una cultura de
respeto a los derechos humanos.
Los derechos humanos, reivindicados por innumerables luchas de los
pueblos a lo largo de la historia de la humanidad y, en la llamada época
"moderna", proclamados solemnemente en incontables encuentros
internacionales, hoy parecen estar en una profunda crisis de credibilidad, como
ocurre con el resto de los ámbitos de la sociedad contemporánea, incluidas, desde
luego, las instituciones del Estado moderno. En una sociedad dominada por las
comunicaciones, el vertiginoso correr de la información ha sumido a muchos en
una crítica escéptica, cuando no cínica, porque los conflictos sociales se enfrentan
al muro de la insensibilidad de los gobernantes quienes, muy a menudo, optan por
disolver cualquier protesta social mediante la administración de los conflictos o, en
el peor de los casos y de manera cada vez más recurrente, mediante el uso de la
fuerza policíaca o militar. En este sentido, por citar un ejemplo, el reciente conflicto
de Oaxaca muestra cómo todas las instituciones del estado sirvieron para reprimir
el movimiento social. La Comisión Civil Internacional de Observación de Derechos
16 Cfr. Rabotnikof (2005) p. 30.
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humanos (CCIODH) visitó Oaxaca del 16 de diciembre de 2006 al 20 de enero de
2007, en la que fue su quinta visita a nuestro país. Los testimonios recogidos son
reveladores y, entre ellos, se remarca constantemente la desconfianza de la
ciudadanía en las instituciones públicas:
Inclusive el cuerpo de bomberos de la ciudad, sirvió para llenarles sus tanquetas a la policía [Federal Preventiva], la Cruz Roja se negó a dar servicio a los compañeros heridos en los enfrentamientos [...] Pensamos, y tenemos la certeza que están totalmente al servicio de sus intereses [del gobierno] para golpear y reprimir a la gente, así que no, no hay ninguna confianza hacia las instituciones de procuración de justicia, ni a ninguna otra.17
Sobran ejemplos para mostrar cómo se ha incrementado la desconfianza
ciudadana en las instituciones del estado. Aunado a lo anterior, es patente la
vulnerabilidad del estado, sometido a las leyes del mercado. Este es otro elemento
que a muchos hace pensar que la vía institucional está rebasada y, por
consiguiente, se reafirma el escepticismo y la desconfianza que nutren la
despolitización de la sociedad. Este ambiente es propicio para los partidarios de
posturas postmodernas
18 o anarquistas,19
17 CCIODH (2007), p. 204. 18 Filósofos como Rorty, Lyotard, Vattimo, entre otros, desde hace casi dos décadas han afirmado que la posmodernidad es el lado crítico de la modernidad. A partir de la alteridad y la diferencia, la razón secular entra en crisis por su fallida lectura autoreferencial de la totalidad dominante. Los meta-relatos y las utopías se derrumbaron para dar paso a la fragmentación; se impone el desencanto, la desmovilización social y la despolitización; surge el culto al cuerpo, el retorno a lo religioso y a la naturaleza como fuentes de espiritualidad; cobran vigor todas las propuestas espirituales, especialmente la de los pueblos indios. La era de las comunicaciones obliga a dejar atrás un punto de vista supremo, la pluralidad de cosmovisiones está a la vista por medio de la tecnificación de las redes de comunicación. Cfr. Vattimo (1994) pp. 9-19. Para una valoración crítica de la posmodernidad, véase también Boff (2003), pp. 17-27; Dussel (2001) pp. 403-407 y (2006) pp.21-69. 19 El anarquismo, como el marxismo, son teorías anticapitalistas; ambos proyectos políticos están de acuerdo en socializar los medios de producción, eliminar las clases sociales, abolir la división enajenadora del trabajo y eliminar al estado. Sin embargo, el marxismo propone un modelo de estado socialista para luego pasar al comunismo, mientras que el anarquismo toma distancia del marxismo en la "dictadura del proletariado", porque de ese modo existiría un grupo que nuevamente absorbería las decisiones que deben ser comunes a todos los ciudadanos. El objetivo es el mismo, pero los medios para concebir y democratizar el poder son distintos. Algunos teóricos hablan de la necesidad de articular estos momentos de la revolución en un solo proceso. Cfr. González Rojo (2003) pp. 14-30.
quienes definitivamente no creen en la
acción del estado. Los posmodernos no creen en la acción de las instancias del
estado, aunque hacen un uso pragmático de ellas; en cambio, los anarquistas
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refuerzan una despolitización al valorar a las instituciones del estado desde el
prisma que mira al poder sólo como corrupción y coerción. Precisamente para
contrarrestar la argumentación conservadora,20 que todo cree someter y controlar,
es necesario formular un discurso crítico capaz de enfrentar la inoperancia del
estado, la resignación de los posmodernos, el acomodamiento de un sector de la
"izquierda" y la incredulidad de los anarquistas; pero sobre todo, fortalecer la
acción estratégica de los movimientos sociales que, en sus agendas políticas,
evocan la necesidad de acciones coordinadas y contundentes contra el sistema de
dominación sustentado en la exclusión de millones de seres humanos. Para dar
respuesta a lo anterior, hemos optado por la propuesta crítica de la Filosofía de la
Liberación.21
El discurso crítico de liberación debe por tanto abandonar la fragmentariedad de su relato, y debe comenzar a producir un macro-relato crítico (con pretensión de verdad, es decir, con conciencia de que es inevitablemente falible, pero que no avanza como falible sino con pretensión de verdad) para que el imaginario de las víctimas, de los dominados, tenga la capacidad de proyectarse en un lugar histórico con sentido, con sentido global (que deberá ser corregido; por tanto el dicho macro-relato es inevitablemente falible). Por múltiples experiencias personales en grupos de base, populares, feministas, ecologistas, luchadores contra el racismo blanco [...] esas víctimas piden un macro-relato positivo para tener al menos una referencia que pueda evitarles el aceptar sin otra alternativa el relato fundamentalista del mercado, helenocéntrico, eurocéntrico y hoy americano-céntrico.
22
20 En amplios sectores de la abogacía en México, los patrones que rigen la interpretación de la ley son bastante ortodoxos y conservadores. Algunos de los maestros del derecho reflejan, a lo largo de sus escritos o intervenciones públicas, una visión muy estática del ser humano y sus valores en la sociedad; tal es el caso de Sergio García Ramírez e Ignacio Burgoa Orihuela, entre otros. Cfr. Burgoa (2002), especialmente pp. 9-55. Hay otros juristas que, tratando de renovar el discurso conservador, expresan una preocupación por reforzar el carácter coercitivo de la ley en la sociedad para hacer frente al pluralismo, el relativismo, la permisividad y el excesivo libertinaje de amplios sectores, según su manera de percibir la conflictividad social. Cfr. Hoyos Castañeda (2001), pp. 133-136. 21 Hay que tomar en cuenta que la Filosofía de la Liberación, en sus inicios (1969-1972), se llamó "postmoderna" como una manera de decir: "más allá de la modernidad egocéntrica", precisamente porque la recepción que se hizo de E. Levinas en América Latina ayudó a develar el "rostro del otro (el indio, la mujer, el extranjero)", que había sido encubierto desde el "descubrimiento de América" en 1492. Cfr. Dussel (1992). "La Filosofía de la Liberación, al final de los años 60’s fue ya una Filosofía postmoderna desde la periferia mundial, como superación de la ontología (la Ueberwindung) inspirada en la miseria latinoamericana y la alteridad levinasiana". Dussel (2001b) p. 451. 22 Dussel (2007), p. 16.
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El efecto de la posmodernidad influye poderosamente en amplios sectores
de la sociedad; de hecho, se impuso como una moda inevitable ante el fracaso de
las utopías. Entre los neoconservadores, por ejemplo, existe una mezcla de cierto
cinismo y satisfacción triunfalista al emular una aparente actualización crítica en
sus posturas, porque su manera de imponer criterios únicos para la economía, la
política, las prácticas morales en la sociedad, que puede resumirse en el
pensamiento único y el fin de la historia, no tienen otro argumento sino el sólo
hecho de ostentarse como sectores dominantes en la globalización neoliberal.23
Esta postura no es otra cosa sino afirmar la razón occidental como razón
dominante y excluyente. Pero aunque estos sectores reivindiquen esta
racionalidad, es evidente que las instituciones del estado moderno están en crisis
porque el mercado ha sometido a las democracias occidentales, dejando un
reducto cada vez más estrecho de interacción en los asuntos públicos y en el
mercado, de modo que el ciudadano deja de existir para convertirse únicamente
en consumidor; "se produce una inclusión simbólica de la población en el mundo
del consumo, y por otro, y al mismo tiempo, ella sufre la exclusión social-material
del mismo".24
En el extremo opuesto a estos sectores neoconservadores se encuentran
los movimientos antisistémicos. Aunque han ahondado en el análisis de la crisis
del capitalismo, algunos académicos y activistas alientan una visión anti-
institucional y, por lo tanto, promueven la multiplicación de resistencias fuera del
sistema vigente que, de algún modo, es una fragmentación; muchos movimientos
sociales se debaten en el dilema de ser antihegemónicos o de conformar una
nueva hegemonía, alimentada por las agendas de las luchas sociales.
25
23 Boaventura-Rodríguez (2007), p. 7. 24 Villamán, (2005) p. 67. Véase también Chomsky (1995) pp. 29-39, y Hinkelammert (1998) pp. 37-49. 25 Para algunos estudiosos solidarios con los movimientos sociales, nos encontramos en una "primavera social" en el mundo, alimentada y sostenida en el conjunto de encuentros internacionales convocados desde 1996 por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y, más adelante, por el Foro Social Mundial, donde convergen grupos y movimientos con agendas políticas diversas. La tarea del Foro ha sido aglutinar y construir agendas en grandes ejes temáticos de acción, como una alternativa a la globalización neoliberal. Cfr. Seoane-Tadei (2001) pp.105-126.
En el
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27
fondo, esta postura está influenciada por sectores anarquistas que no dan crédito
a ninguna institución, dado que éstas conllevan en su naturaleza la corrupción y la
coerción de la ciudadanía. Es evidente que en estos sectores no se comparte el
pesimismo nihilista de los posmodernos, sin embargo, hay algunas coincidencias
como el no dar crédito a la racionalidad que sustenta al Estado moderno. La falta
de incidencia de muchos de estos movimientos hace que, de facto, promuevan
una despolitización aunque, paradójicamente, su intención sea netamente política.
Lo anterior se puede entender porque algunos movimientos sociales, más que
apostarle a la transformación del Estado moderno, orientan todos sus esfuerzos a
construir alternativas fuera del sistema; en algunos casos entienden la autonomía
como algo totalmente fuera del sistema.
Especialmente en el ámbito de la defensa y promoción de los derechos
humanos, se comparte una fundamentación filosófica tradicional, en cierto sentido,
porque los organismos o asociaciones, especialmente las civiles26
la crítica de la razón moderna se hace en nombre de una racionalidad diferencial (la razón ejercida por los movimientos feministas, ecologistas, culturales, étnicos,
, ponen todo su
empeño en la defensa, dejando para otro momento el preguntarse por el
fundamento de los mismos. En ocasiones, esa acción política pasa por alto la
intencionalidad de los procedimientos legales y políticos con que opera la
burocracia gubernamental a nombre del estado porque, en un afán pragmático, no
se pone en cuestión el fundamento de los procedimientos sino los resultados que
arrojen las gestiones para hacer valer los derechos humanos. Por eso nuestra
crítica se dirige a la necesidad de valorar el sustento, la racionalidad, a partir de
una crítica a la razón moderna, fundamento del estado de derecho y de todas sus
instituciones. Sin embargo,
26 Una parte de las organizaciones civiles plantea el análisis del contexto a partir de la necesidad de defender los derechos humanos en diálogo con las condiciones que pone el mercado global; contradictoriamente, es el mercado global el que está eliminando las instituciones democráticas del estado moderno. La garantía de respeto de los derechos humanos no se logrará ni en un contexto autoritario populista, que aparente respetar ciertos derechos económicos y sociales a costa de violar los derechos civiles, ni tampoco en un sistema de derecha liberal, que garantice algunos derechos civiles y viole flagrantemente los derechos económicos, sociales y culturales. El debate está sobre la mesa sin conclusión definitiva. Cfr., San Juan (2005) pp. 53s.
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de la clase obrera, de las naciones periféricas, etc.) y universal (como la razón práctico-material, discursiva, estratégica, instrumental, crítica, etc.). La afirmación y emancipación de la Diferencia va construyendo una universalidad novedosa y futura. La cuestión no es Diferencia o Universalidad, sino Universalidad de la Diferencia y Diferencia en la Universalidad.27
1.2 Algunos hitos de la historia de los "derechos humanos"
Lo anterior nos permite sostener que los derechos humanos son un
horizonte que ha alentado los anhelos profundos de liberación y defensa de la
dignidad humana en distintas épocas de la historia mundial. Los sistemas
democráticos han pretendido convalidar estas luchas en el establecimiento de un
estado de derecho; sin embargo, la crisis actual nos obliga a realizar una
argumentación –desde las víctimas de la exclusión- en la que pueda mantenerse y
profundizar la promoción integral de los derechos humanos, por medio del
establecimiento de instituciones democráticas capaces de hacerlos valer y
garantizarlos. Sobre todo, nuestra argumentación pone su atención en el
reconocimiento de nuevos derechos exigidos por nuevos movimientos sociales,
encabezados por sectores excluidos que con su lucha piden ser reconocidos como
diferentes en el conjunto de la universalidad; es decir, "Universalidad de la
Diferencia y Diferencia en la Universalidad".
28
La propuesta que queremos sustentar nos obliga a dejar en claro, desde el
inicio, la importancia de optar por un "lugar hermenéutico"
29 desde el cual elaborar
nuestra exposición crítica. El "lugar hermenéutico" que hemos elegido son las
víctimas del sistema vigente,30
27 Dussel (2001b) p. 450. 28 Se da el nombre "oficial" de Derechos Humanos, al consenso surgido de los convenios, declaraciones, tratados y otros documentos de la Organización de Naciones Unidas y sus mecanismos. Sin embargo, nosotros queremos darle un sentido distinto al concepto "derechos humanos", los cuales puede ser ya comprensible desde épocas remotas de la historia de la humanidad anteriores a la así llamada "era de los derechos humanos". 29 "El gesto de la hermenéutica es un gesto humilde de reconocimiento de las condiciones históricas a las cuales está sometida toda comprensión humana bajo el régimen de finitud", Ricoeur (2002), p. 334. 30 Cfr. Dussel (2007) p. 15.
lugar hermenéutico que se nos impone como una
responsabilidad ética y política, dadas las condiciones de miseria y exclusión que
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29
padecen millones de seres humanos en el mundo, pero especialmente en México.
Es por ello que no podemos hacer una filosofía meramente argumentativa, sino
una filosofía de los derechos humanos en resistencia contra ese sistema que
encubre en aparente legalidad sus violaciones a los mismos y goza de
impunidad.31
El planteamiento histórico es un elemento clave para el desarrollo de una
fundamentación.
Aunque ésa será una premisa que estará presente a lo largo de todos los
capítulos, es importante señalar que especialmente en este capítulo se propone
un breve recorrido crítico por algunos de los principales problemas en torno al
tema de la fundamentación filosófica. Así mismo, haremos una referencia
resumida de las fundamentaciones filosóficas tradicionales y de algunos
problemas de ciertos contextos políticos polémicos, en los cuales surgieron
algunos temas particulares en torno a la fundamentación de los derechos
humanos.
Esta apretada síntesis sobre algunos hitos de la historia de los derechos
humanos tiene una intención filosófica. En ella, y a partir de ella, queremos ya ir
explicitando nuestra intención de fundamentar los derechos humanos desde los
momentos de las conquistas de los pueblos, como luchas de los pobres, y, con
ello, descentrar la historia de Europa no para demeritar el aporte de sus pueblos,
sino para equilibrarlo con el del resto de la humanidad.
32
31 Beuchot (2005) p. 52. 32 Cfr. González y González (1988), pp. 55-74.
Los estudiosos del tema que nos ocupa han fijado, de alguna
manera, los parámetros para determinar los momentos de la historia de la
humanidad en donde colocar el tema del surgimiento y desarrollo de los derechos
humanos como un reconocimiento a la protección y defensa de la dignidad
humana. Formalmente, colocan el inicio de este proceso en el momento de la
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
30
Independencia Americana (1776) y/o la Revolución Francesa (1789),33 hasta
culminar con la Declaración Universal de los derechos humanos -proclamada el 10
de diciembre de 1948 por la Organización de las Naciones Unidas- y las
declaraciones, pactos, convenciones y tratados subsiguientes, emanados de este
aparato burocrático concebido para la convivencia internacional. Algunos llaman
incluso a esta etapa como: "la era de los derechos humanos".34
En este caso, veamos cómo la independencia americana de 1776 se
adelantó en reconocer legalmente la libertad e igualdad que gozan los "hombres",
sí, pero los hombres blancos, aquéllos que aspiran a ser capitalistas y resguardan
sagradamente la propiedad privada. Cabe recordar que John Locke es un ideólogo
de obligada referencia para la independencia americana
A este hito de la
modernidad no puede restársele importancia en su contribución al reconocimiento
de los derechos humanos, pero debe ubicársele críticamente para evitar
exaltaciones ciegas que olvidan el reverso de la modernidad.
35
33 Cfr. Beuchot (20045) pp. 49-119, quien nos ofrece un recorrido histórico del iusnaturalismo como un aporte de la tradición cristiana. Cfr. también Galvis (1996) pp. 1-21; su trabajo lo realizó como funcionaria del Centro de derechos humanos de la Comisión de derechos humanos de la ONU; la visión de la historia es demasiado eurocéntrica pero, dato curioso, pretende denunciarlo y mirar los derechos humanos desde otras culturas, cosa que se diluye en el desarrollo del texto. Asimismo, véase Osset (2001) pp. 15-43; como activista e investigador del tema, este autor hace una síntesis sobre la historia de los derechos humanos tratando de superar el eurocentrismo, ofrece datos reveladores de diferentes etapas de la historia de la humanidad y, de hecho, invita a los interesados en el tema a asumir con seriedad el desafío de escribir la Historia Universal de los derechos humanos desde la visión de los movimientos sociales. Véase también González, N., Los derechos humanos en la historia, (1998), en donde aborda la historia de los derechos humanos y ofrece abundante bibliografía del tema, sobre todo del contexto y del texto de las declaraciones y convenios internacionales; sin embargo, la exposición se asume decididamente como eurocéntrica. 34 N. Bobbio, P. Ricoeur, entre otros, sostiene que la "era de los derechos humanos", en la cual se han multiplicado los documentos que reconocen su existencia y conminan a su protección, coincide con la llamada etapa "moderna". Curiosamente, en esta etapa también se ha multiplicado la violencia entre los pueblos y los avances tecnológicos remarcan la discriminación y la exclusión social y política. Por lo anterior, nos parece urgente una fundamentación crítica que nos sirva para replantearnos el contenido y la práctica de los derechos humanos. 35 González (1998) pp. 68s.
y, por lo tanto, sus
postulados sobre la libertad del individuo y la libertad privada se usarán en el
diseño de la Declaración de Virginia y en la definición de las instituciones del
estado naciente. Así, el primer tropiezo de la Declaración de Virginia tiene que ver
con la concepción de libertad e igualdad. Como se sabe, en ese momento
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
31
convivían en el espacio de las trece colonias: blancos, negros e indios. El 20% de
la población eran esclavos negros (alrededor de 500,000)36, de ahí que algunos
miembros de la comisión que elaboró la Declaración –como George Mason y
Patrick Henry- se opusieran a la esclavitud, aunque estaban concientes de que era
la base de la economía de las colonias. Es por ello que los conservadores –como
Carter Nicholas- veían como un peligro la práctica de la igualdad. Para conciliar
ambas posturas hicieron una enmienda formal, en el fondo cínica, concluyendo
que, como "ni los negros ni los indios estaban representados en la Asamblea,
nada de lo que allí se deliberase les concernía".37 Para reafirmar lo anterior, en el
artículo 6 de la Declaración se puso la siguiente condición para el sufragio: que
"fuesen hombres que hubieran dado pruebas suficientes de permanente interés
por la comunidad y vinculación a ella".38
Por lo que se refiere a la Revolución Francesa de 1789, inicio de la
modernidad madura, ordinariamente se asume como la matriz de la que han
derivado las demás generaciones de derechos humanos,
Pasaron casi dos siglos para que
mujeres, negros e indios gozasen del reconocimiento de sus derechos en Estados
Unidos, país que tanto se arroga el papel de líder en el tema; pero el mismo modo
de proceder, bajo esos principios liberales, cuántas veces lo hemos visto en el
actuar de los políticos de nuestros días.
39 al menos por la
elaboración de documentos con carácter universal. Aunque estamos de acuerdo
con esa proposición, algunos autores llegan a afirmar que, por haber sido una
"revolución burguesa", a la burguesía se debe entoncesel haber sacado "a los
derechos humanos de la oscuridad de siglos de vida oculta al nivel de
proclamaciones universales".40
36 Hinkelammert (1998) p. 47. 37 González (1998) p. 62. 38 Ibídem, p. 63. 39 Según el planteamiento de Karel Vasak, existen tres generaciones de derechos humanos que coinciden con grandes momentos de la historia de la modernidad occidental: primera generación, derechos civiles y políticos, coincide con la revolución francesa; segunda generación, derechos económicos, sociales y culturales, con la revolución rusa; y tercera generación, derechos colectivos, a la paz, a un orden internacional, a la solidaridad, a un medio ambiente sano, coincide con la creación de la ONU y los documentos que han emanado de su accionar. 40 Cfr. González (1998) p. 26.
Ante tal afirmación hay que hacer algunas
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32
precisiones. Desde luego que el hecho del reconocimiento "universal de los
derechos humanos" es un avance, pero no se trata de un logro exclusivo de la
burguesía. La revolución francesa, como sabemos, fue una revuelta popular
impulsada fehacientemente por los campesinos pobres, pero los burgueses
aprovecharon el momento para ubicarse en una posición política que les
permitiera determinar la legislación que regiría al estado naciente; sin embargo,
dentro de la asamblea hubo un contrapeso del ala progresista, o de "izquierda" por
su ubicación dentro de la sala de plenos.41
Un detalle que no queremos pasar por alto en el contexto de la Revolución
Francesa, es lo ocurrido por las mismas fechas en América Latina. En los inicios
del siglo XIX, ocurrió la guerra contra la corona española en la mayoría de las
naciones de nuestro sudcontinente, para conseguir su independencia; al menos en
el caso de México, la guerra la hizo el pueblo, convocado en sus inicios por
Hidalgo y Morelos, entre otros y otras independentistas, pero hacia el final de la
revuelta fue la burguesía,
Esta postura social, que quiso dar
fuerza a las proposiciones de los campesinos pobres, tuvo pocos logros, aunque
se mantuvo activa en el desarrollo posterior de la asamblea.
42
41 Ibídem, pp. 83-117. En su momento, la polarización entre capitalismo y comunismo tenía una arista irreconciliable, a saber, la pugna entre derechos individuales y derechos colectivos. El socialismo, específicamente, acusaba a los derechos humanos de justificar el individualismo, lo que derivaba en un cierto escepticismo hacia ellos; más aún, acusaba a la Revolución Francesa como burguesa, pues con ella se había fortalecido el establecimiento de estados capitalistas. 42 Cfr. González y González (1983) pp. 83-92.
compuesta en su mayoría por criollos, la que se
adjudicó el triunfo. Este hecho histórico marcó a la sociedad mexicana, en el
sentido de que la burguesía retuvo el poder político porque se atribuía haber
asimilado claramente lo que era ser un estado realmente moderno, como si los
pobres levantados en armas contra la corona española no hubiesen actuado en
conciencia para conseguir su libertad, eliminar los fueros para vivir en igualdad y el
reparto de las tierras, que fueron las demandas que aglutinaron a grandes
sectores de la población. Este dato nos alerta sobre la necesidad de hacer una
interpretación crítica de los hechos históricos, todavía muy marcados por una
lectura eurocéntrica y colonialista.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
33
Así pues, hay que reivindicar la defensa y el reconocimiento del valor de la
vida "material" como condición fundamental para el respeto y la integridad de la
vida en todas las generaciones de la historia de la humanidad, y no solamente una
reivindicación de occidente, como suele exaltarse. El proceso de reconocimiento y
percepción de los derechos humanos de cada pueblo depende de sus luchas,43 y
más tarde se armoniza con el resto de los elementos culturales que forman su
contexto para ir trazando el rumbo de su propia historia. Por ello, la recuperación
de la memoria histórica de las luchas por la defensa de la integridad de la vida
humana no pretende suprimir la importancia de los documentos modernos que
recogen esas demandas; lo que pretendemos hacer aquí es poner a dialogar las
luchas históricas con los documentos, sabiendo de "la dificultad [para] ponderar
adecuadamente la contribución de las etapas 'teóricas' (vinculadas a los textos, a
las declaraciones, a las intuiciones intelectuales) con la contribución de las etapas
'prácticas' (vinculadas a las luchas sociales y a las revoluciones)".44
La modernidad occidental, especialmente a partir de los filósofos alemanes
del romanticismo, pone sus raíces en los griegos y luego, a partir de ellos,
describe y justifica todas las demás ciencias; especialmente la historia se narra
como in crescendo: sin tropiezos ni alteraciones, hasta alcanzar su etapa más
desarrollada, que es el capitalismo europeo y luego norteamericano. La
modernidad occidental, toma como referente antiguo la propuesta de Aristóteles,
quien sustentó este sistema político en la razón del hombre y sólo a éste le
Con el fin de mostrar las contradicciones de la modernidad occidental,
tenemos que ir a su origen, al menos a su caracterización ideológica, para ubicar
más allá de ella el hontanar de la sabiduría humana y su dignidad.
43 Por eso afirma Miguel Osset: "Nunca creí en las esencias ni en las claridades celestiales. Es todo cuestión de lucha, de pelea. [...] Por eso no creo en el Derecho Natural como fundamento de los derechos humanos: demasiados tratados, componendas, borradores y, sobre todo, demasiados cadáveres han quedado por el camino para creer que el cielo los ilumina. Son cuestión de griterío, de barricada, de bronca y, más que nada, de convicción y fuerza. Luego vienen los papeles, los tratados, las componendas y los borradores, pero, primero, el grito". Ibídem, p. 11. 44 Ibídem, p. 15.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
34
atribuyó el ejercicio legítimo del poder. El Estagirita apeló a la Naturaleza como la
dadora de tal capacidad a los seres humanos, de tal suerte que la mujer poseía la
razón de manera relativa, los varones menores la poseían de manera relativa
hasta alcanzar la mayoría de edad y sólo los varones adultos alcanzaban a
poseerla en grado máximo; por lo tanto, eran los legítimos depositarios del
ejercicio del poder en la sociedad.45 La democracia griega, sobre la que se
sustenta toda la tradición occidental, estaba conformada por los hombres libres;
los esclavos, las mujeres y los niños (as) estaban excluidos de ella.46
En efecto, la tradición occidental, desde los griegos, colocó a la razón
(logos) como la capacidad de nombrar y ordenar la realidad en función de la vida
del ser humano. Fue la modernidad la que consolidó esta razón como Totalidad
absoluta, excluyente, la cual tiene como fundamento el Ser. "El Ser es, el no-ser
no es", afirmó Parménides, lo que políticamente se tradujo como: el Centro es, la
Periferia no-es,
Desde luego
que esto es un contrasentido, y aunque al paso de las generaciones se ha
modificado, persiste en el fondo esta manera de tasar social, política y
culturalmente a la sociedad.
47 es decir, el Centro poseía los atributos del Ser: Bueno,
Verdadero y Bello; la periferia, al No-Ser, no existía, ni tenía nada que aportar a la
Totalidad, mientras ésta existiera como hegemonía vigente. Europa-Occidente se
auto-constituyó como la entidad máxima poseedora de la verdad, de la bondad, y
no puso en duda "su deber" de "civilizar o democratizar" a los demás pueblos,
tomados como bárbaros o subdesarrollados. De este modo se ignoraron otros
saberes, otras formas de concebir la dignidad humana; la dicotomía occidental
(alma-cuerpo) puso en el centro a la razón (alma) e ignoró al cuerpo, la
materialidad.48
45 Cfr. Aristóteles, La política, Libro 1 caps. I, II y V. 46 Cfr. Galvis (1996) pp. 2s. 47 Cfr. Dussel (2001a) pp. 20s.
48 Para abundar sobre el tema de la represión de la corporalidad dentro de la cultura occidental, cfr. Berman (2001) p. 130. Esta referencia temática e indicativa la desarrollaré ampliamente en el capítulo II, por ahora quiero resaltar los ejes centrales del heleno-eurocentrismo. En este mismo sentido, conviene recordar lo que afirmó John Locke para justificar la invasión a territorios bárbaros, como en el caso de la conquista de los indios en América; dado que los frutos de la tierra
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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Lo anterior nos ayuda a comprender cómo por mucho tiempo estuvieron
ocultas a la "civilización" las tradiciones orales y los documentos de las culturas
ancestrales, que guardan las aspiraciones más profundas de otros pueblos para la
salvaguarda de la dignidad humana. El surgimiento de los derechos humanos
como una cuestión moderna hizo que, lentamente, tales tradiciones culturales
"emergieron a la superficie desde el fondo obscuro, subterráneo en que se
encontraban, adquirieron unidad y cohesión interna y comenzaron a ser ese
'discurso de la cosa', dicho ya en términos formales, Declaración -con el tiempo
declaraciones- de derechos humanos".49 Si bien el binomio "derechos humanos"
es de cuño moderno occidental, los textos y las tradiciones orales50
La visión colonialista occidental ha visto en Europa-Estados Unidos el
origen de los mejores avances para la humanidad; "los pueblos europeos
aparecen como gestores de doctrina de legislación y sistemas filosóficos,
antiguas
reivindican su contenido desde tiempos inmemoriales hasta nuestros días, lo cual
constituye un aporte valioso recuperado por el movimiento mundial hacia una
cultura de derechos humanos.
no tienen el mismo valor para los indios que para un hombre europeo civilizado, es preciso hacerlas propiedad privada porque así cobran sentido los frutos de la naturaleza: "En cuanto al dinero y a las riquezas o tesoros de esa clase que se suelen arrebatar, no son bienes naturales y sólo tienen un valor imaginario que la Naturaleza no les han dado. Estimándolos por su valor natural, no lo tienen mayor que el que tendrían para un príncipe de Europa los wanpompeke (collares de conchas) de los indios americanos o la moneda de plata de Europa para los indios primitivos de América". § 184, Locke (1990), p. 239. El argumento podría desarrollarse aún más, sin embargo, para efectos de este breve apartado queremos dejar claro que la visión del hombre moderno occidental suprimió otras cosmovisiones para imponer la suya propia. Por ello queremos desvelar la omisión de otras concepciones de los derechos humanos en el trayecto de la humanidad, dado que ha sido un hecho con intencionalidad política. 49 González (1998) p. 30. 50 La interacción entre texto y acción está supuesta en esta reconstrucción histórica de los derechos humanos. Es común justificar la historia a partir de documentos que convaliden los hechos a los que nos remitimos, sin embargo, en una visión crítica, de sobra sabemos cómo muchos documentos se ocultan para anular una voz, sobre todo si va contra los intereses del sistema que tiene el poder de dominación. A este respecto Ricoeur afirma que: "Los textos […] son, sin duda, conjuntos de signos que cortaron poco o mucho sus vínculos con las cosas que se supone que designan. Pero, en medio de esas cosas dichas, hay hombres que actúan y padecen; es más, los discursos son ellos mismos acciones; por eso, el vínculo mimético –en el sentido más activo del término- entre el acto de decir (y de leer) y el actuar real nunca se rompe del todo". Ricoeur (2002) p. 12.
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religiosos y políticos considerados hegemónicos, los que fueron sus colonias son
los receptores de ese legado ajeno y distante".51
Dicho lo anterior, procedemos ahora a explicitar algunos hitos de la historia
de los derechos humanos para mostrar cómo, en otros pueblos, la lucha por el
reconocimiento de la dignidad humana se encuentra en la interpelación ética del
rostro sufriente, el cuerpo del pobre que grita por pan, techo, trabajo,
reconocimiento como persona, etc. Esto lo afirmamos para romper con la visión
helenocéntrica
De ahí que Europa-Estados
Unidos se asuma como en ascenso hacia la consolidación de una hegemonía
mundial. Ellos son los productores de una cultura universal; los demás pueblos
mediante la colonización, la negación y la conquista, son receptores de tal cultura;
precisamente este discurso político es el que nos proponemos rebatir desde las
víctimas de la exclusión.
52
En la historia mundial de la humanidad, el inicio de las civilizaciones se
desarrolló a las orillas de grandes afluentes de agua dulce que proveyeran de
sustento a los asentamientos humanos de la antigüedad. El establecimiento y
aprovisionamiento de los centros urbanos implicó una complejización en las
relaciones del ser humano con la naturaleza, así como la relación entre los
diferentes pueblos ubicados en las cuencas del Eufrates, el Tigris y el Nilo. El
intercambio comercial y el establecimiento de milicias indican el alto grado de
desarrollo político que alcanzaron dichos pueblos.
que, incluso en la cuestión de los derechos humanos, sostiene
como fundamento un logos-razón que organiza y proclama valores inmutables y
eternos, válidos para todas las generaciones.
a. Código Hamurabi (1792-1750 a. C.)
53
51 Galvis (1996) p. 1. 52 Cfr. Dussel (1998) p. 27. 53 Cfr. Martínez (1988) pp. 27-30; véase también Dussel (2007) pp. 20-22.
Este es el marco en el que se
desarrolla uno de los hitos más antiguos de la humanidad, en relación con la
historia mundial de los derechos humanos.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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Herederos de las tradiciones de las tribus bantúes del norte y el centro de
África, los egipcios plasmaron en su sistema religioso la importancia de la vida
cotidiana; es así como el culto a los muertos (procedentes del sur –negros por lo
tanto-), condensó el sentido último de la vida: la resurrección. Como la carne es
valiosa se le venera y honra en el cuerpo54 del que yace muerto: se le momifica,
se le perfuma, pues irá al encuentro de los dioses en la resurrección eterna, como
indica El libro de los muertos55
¡Hacedle venir! dicen los dioses hablando de mí ¿Quién eres tú? me dicen ¿Cuál es tu nombre? me preguntan.
(1500-1200 a. C.):
No cometí iniquidad contra los hombres [...] No empobrecí a un pobre en sus bienes [...] No hice padecer hambre [...] No añadí peso a la medida de la balanza [...] No robé con violencia [...] No robé pan [...] Satisfice al dios cumpliendo lo que él deseaba. Di pan al hambriento, agua al sediento, vestí al que estaba desnudo y [di] una barca al náufrago [...]
56
No es ocasional que esta tradición haya pervivido entre los pueblos
semitas, que padecieron en carne propia el establecimiento de los grandes
En la oración fúnebre no deja de llamar la atención el sentido de la carne, el
cuerpo, que permanece en la memoria del pueblo por medio de la veneración a los
muertos en tanto ha cumplido con los preceptos ético-históricos, ético-políticos; al
favorecer al pobre, al huérfano, a la viuda, al hambriento, al náufrago, ha
favorecido la vida de la comunidad.
54 Desde luego que la referencia a la veneración al cuerpo, a la carne, no tiene una correlación con el "culto al cuerpo" tan de moda en el momento posmoderno que vivimos. Sin embargo, en nuestra crítica a occidente si está el reclamo de la exclusión de la corporalidad, la materialidad, de manera destacada la corporalidad del pobre que interpela al Ego occidental, el Otro metafísico que reclama ser escuchado por el Yo ontológico, que incluso se ha olvidado de sí mismo en medio del vacío moderno tecnificado. Cfr. Berman (2002) p. 339. 55 Cfr. Dussel (1998) p. 26. 56 Martínez (1988) pp. 117-119.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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imperios egipcio o mesopotámico -que oprimían con mano dura a sus
trabajadores, según testimonios de la época-, de ahí que la tradición ético política
del oprimido formase parte esencial de su dimensión simbólica como pueblo.
En ese sentido, el Código Hamurabi mantiene viva esa tradición, común a
los pueblos del primer sistema regional Egipto-Mesopotamia. El rey babilonio
indica en estos términos la importancia de la defensa de la dignidad humana:
Entonces Anum y Enlil me señalaron a mí, Hamurabi, el príncipe piadoso temeroso de mi dios, para proclamar el derecho en el país, para destruir al malvado y al perverso, para impedir que el fuerte oprimiera al pobre. [...] Para que el fuerte no oprima al pobre, para hacer justicia al huérfano y a la viuda, en Babilonia, la ciudad cuya dignidad realizaron Anum y Enlil. Que el oprimido afectado en un proceso venga delante de mi estatua de Rey de Justicia y se haga leer mi estela escrita.57
Los textos jurídicos del Código Hamurabi, traducen la tradición ético-política
del oprimido a la práctica jurídica de la justicia, del derecho, por ello podemos
decir que este conjunto normativo es ya, de algún modo, un documento de
defensa de los derechos del pobre, pues remite al cumplimiento de las
necesidades básicas de todo ser humano, a saber: vestir, comer, beber, habitar,
etc. La defensa de la vida del pobre que clama por justicia, es la llamada a
reconocer que todo sistema que viole las condiciones básicas de la vida humana
tendrá que ser denunciado y reemplazado por otro, donde la vida del pobre, hecha
concreta en su cuerpo, no sea oprimida. Su situación reclama, reivindica, la
"dignidad del sujeto ético-corporal"
58
57 Dussel (1998) p. 27. Cfr. González (1998) p. 31 y también Osset (2001) p. 16. 58 Dussel (1998) p. 27.
de todo ser humano. El contenido de los
derechos humanos en estas tradiciones milenarias fue sepultado en el camino de
la historia, y no corresponde con la actual organización de los derechos humanos
como un conjunto de garantías jurídicas basadas en un modelo racional, que
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
39
omite la corporalidad humana como fundamento; sin embargo, su rescate podría
iluminar mejor la comprensión de la integralidad de los derechos humanos.
Es muy probable que las premisas normativas del Código Hamurabi no se
hayan llevado totalmente a la práctica. Sabemos que los imperios egipcio y
mesopotámico fueron crueles explotadores de la mano de obra de sus
trabajadores, de suerte que el control económico, político y religioso se concentró
en las dinastías reales que retenían el poder; sin embargo, la estela que conserva
el conjunto de leyes de Hamurabi sienta un precedente en la tradición ético-
política de la defensa del oprimido y, por consiguiente, de la dignidad humana. De
hecho, estos códigos primitivos indican ya la advertencia de poner límites al poder
de dominación, esclavista y patriarcal, lo cual anima la utopía de establecer un
modelo de gobierno que "haga justicia" al pobre, al huérfano, a la viuda, al
extranjero. En la cultura semita59, esta herencia fue pieza clave del sistema legal,
político y religioso, particularmente expresada por medio de la institución del
profeta –asceta del desierto, vidente.60
59 Cfr. Smith (20002) pp. 225s. Judaísmo e islam están en relación directa con el semitismo, en tanto que el cristianismo tiene su raíz semita en su composición cultural, sin embargo, su constitución vino a marcarse por el contacto que ha recibido con innumerables pueblos y sus culturas, empezando por los pueblos de Europa: griegos y romanos en la antigüedad y, más tarde, con los pueblos germanos, galos, ibéricos, etc. De este amplio proceso nació occidente y la cristiandad. 60 El profeta era un hombre "llamado por Dios", que transmite su palabra para orientar a sus contemporáneos e indicarles el camino recto. La interacción natural entre lo político, lo legal y lo religioso para las culturas semitas, toma cabal relevancia cuando un profeta emite su juicio como "palabra de Dios", por eso "su misión principal es iluminar el presente, con todos los problemas concretos: injusticias sociales, política interior y exterior, corrupción religiosa, desesperanza y escepticismo". Sicre (1986) p. 20.
El profeta tiene un lugar importante en el
judaísmo, el cristianismo y el islam, como nos lo indican sus textos sagrados al
colocar la palabra del profeta como palabra revelada, siempre incómoda para el
orden establecido que produce la opresión. Cabe aclarar que los textos que vamos
a señalar como ejemplo deben situarse en el contexto en que fueron escritos,
pues obedecen a una situación concreta; sin embargo, evocamos y apelamos al
contenido moral concreto como un modo de colocar el rostro del pobre que
reclama la deshumanización de su pueblo.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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El profeta Amós, por ejemplo, reprendió a los gobernantes y poderosos del
pueblo judío por oprimir al pobre:
Ay de ustedes, que transforman las leyes en algo tan amargo como el ajenjo y tiran por el suelo la justicia. Ustedes odian al que defiende lo justo en el tribunal […] ya que ustedes han pisoteado al pobre, exigiéndole una parte de su cosecha, […] que exigen dinero anticipado y hacen perder su juicio al pobre en los tribunales. (Amós 5, 10-13).
La opresión que padece el pobre es una llamada de atención a la sociedad
para cambiar las estructuras políticas injustas. Por otra parte, dando continuidad a
esta tradición profética, en el cristianismo la referencia central es Jesús, el
Nazareno, el Gran Profeta de Israel. En un texto paradigmático, el evangelio de
Mateo pone en boca de Jesús, el Mesías, las siguientes palabras:
Vengan benditos de mi Padre, y tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo. Porque: tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa. Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver. (Mateo 25, 34-36)
El texto es una síntesis de todo su mensaje y claramente se puede ver en él
el indicativo ético-político de velar por los derechos de los pobres y excluidos.61
Finalmente, en el islam, Mahoma, el Sello de los Profetas,62
61 Cfr. Hoornaert (1994) pp. 47-57; véase también. Küng (2004) pp. 78-86. 62 "Al seguir el linaje de Ismael en Arabia llegamos hacia finales del siglo VI hasta Mahoma, el profeta a través del cual, según los musulmanes, el islamismo tomó su forma definitiva. Antes de Mahoma habían existido auténticos profetas de Dios, pero él fue culminante, de ahí que se le llamase 'El Sello de los Profetas'". Smith (20002) p. 226.
llamará a los
musulmanes a no atentar contra la vida de otro ser humano porque ello sería un
atentado contra la humanidad:
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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Aquel que ha matado a un hombre que no ha matado a nadie, o que no ha cometido violencia alguna sobre la tierra, se considera que ha matado a todos los hombres, pero quien salve a un hombre, es como si hubiera salvado a todos los hombres. (Corán, 5, 32)
En este conjunto de textos proféticos, podemos ver cómo se salvaguarda
esa visión antiquísima de velar por los derechos del pobre; sobre este principio
material significado por la vida del pobre, podrán elaborarse principios normativos
que den contenido político a la salvaguarda de las condiciones básicas de vida
para todo ser humano.63
b. Flor y canto de los pueblos nahuas (1492-1531)
El aporte de esta tradición ético-política, sin duda tiene
algo que decir en nuestros días, sobre todo porque necesitamos superar las
visiones fragmentarias o absolutistas, con el fin de sustentar la universalidad que
requieren los derechos humanos. Hoy en día bien podríamos decir,
metafóricamente, que los defensores de los derechos humanos son la
actualización secularizada de la institución profética nacida de la tradición ético-
política de estas culturas del desierto.
64
El segundo hito en la historia de los derechos humanos que nos interesa
destacar es el humanismo contenido en la cultura náhuatl, su defensa por parte
de los mismos mexicanos y algunos misioneros europeos del siglo XVI, así como
su destrucción y persecución desde la conquista hasta nuestros días. El mestizaje
obligó a sintetizar aspectos de la riqueza cultural de ambas culturas:
65
63 Cfr. González (1998) p. 32. 64 Fechas simbólicas no cronológicas. 1492 descubrimiento de América y debacle de las culturas indias en el Continente, aunque no fue inmediato sino procesual –contradictoriamente los mexicas creían que se cumplía la profecía del retorno de Quetzalcoatl-, y 1531 fecha marcada por el relato del Nican Mopohua como el año que volvía la esperanza al pueblo humillado, sometido. 65 Diversos autores han explicado el mestizaje para desmitificar la preponderancia de una y otra cultura. Por ejemplo, tanto Carlos Fuentes (1998) como Enrique Florescano (1995) son de la opinión que hay una colaboración de las dos raíces, a lo que nosotros queremos añadir que dicho proceso ha sido no sin dolores y frustraciones, sobre todo en estos tiempos que se consideraban un tiempo oportuno para el enriquecimiento mutuo. Después de tantos siglos de racismo y discriminación, resulta incomprensible el no reconocimiento de los derechos de los pueblos indios como derechos colectivos; es oportuno resaltar la deuda que tenemos como sociedad.
hispana y
náhuatl.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
42
Si bien queremos destacar la importancia del aporte de los pueblos
nahuas66
En las versiones occidentales de la historia de los derechos humanos, lo
único que se destaca de los pueblos indios es la denuncia que hicieron los
misioneros occidentales de la humillación y explotación que ocasionaban los otros
occidentales, todos implicados en la empresa de conquista, civilización y
cristianización de las culturas, llamadas por sus sojuzgadores europeos
"bárbaras".
a la construcción de la cultura de los derechos humanos, aporte que
sigue vivo hasta nuestros días en la cotidianidad de nuestros pueblos indios,
somos concientes de la importancia y la riqueza de los aportes de otros pueblos,
tanto en nuestro continente como en el resto del mundo.
67
La cultura náhuatl se fue conformando desde el siglo IX a. C.,
68
66 "Las culturas de la Cuenca o Valle de México provienen de diversos pueblos y regiones que van sucediéndose en esta zona, desde el periodo más remoto del preclásico inferior, hacia 1800 a. C., hasta la cultura azteca que encontraron los españoles a principios del siglo XVI. Por otra parte, no existe una denominación satisfactoria para el conjunto de estas culturas del altiplano, puesto que mexicas se refiere únicamente a Tenochtitlan y Tlatelolco, y aztecas, o provenientes de Aztlán, podría incluir a estos dos pueblos más Tezcoco y Tlacopan o Tacuba. Así pues se ha optado por llamarlos nahuas, por la lengua náhuatl que hablaban los pueblos del altiplano, y que podemos suponer que hablaban, en una modalidad antigua, los teotihuacanos y los toltecas". Martínez (1988) p. 9. 67 "Con un sentido irónico, y profundamente crítico, Montaigne escribió que a los caníbales 'podemos llamarlos bárbaros con respecto a nuestras reglas de la razón'. 'Nuestras reglas de la razón' serán siempre el fundamento de la justificación, y por ello el silogismo será tautológico o autorreferente". Dussel (2007) p. 196. 68 Cfr. León-Portilla (1980), p. 11.
a través de
grandes periodos en que fue naciendo un sistema de códigos y valores al que
contribuyeron teotihuacanos, toltecas, texcocanos, mexicas y aztecas, entre otros
pueblos. Hubo diferentes momentos de auge, según el pueblo que ejercía la
hegemonía mesoamericana, sin embargo, fueron los aztecas los que alcanzaron
una mayor expansión de su dominio desde el Valle de México hasta lo que ahora
es Nicaragua. El esplendor del imperio azteca fue constatado por los
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
43
conquistadores ibéricos, en 1519, quienes no dejaron de maravillarse por el
alcance civilizatorio que habían logrado los pueblos originarios.69
La visión náhuatl del mundo y de la vida
70 contiene un rico caudal de
enseñanzas que sustentan una concepción de la persona, la sociedad y el devenir
en la historia pasada, presente y futura; de hecho, entre los elementos que le dan
consistencia a toda cosmovisión está la organización del tiempo y el espacio,
plasmada en el cemanáhuac, "los rumbos del universo" y los caminos
subterráneos que conducen a mictlán: "la región de los muertos".71 El fundamento
de todo cuanto existe es Ometéotl, "la deidad de la dualidad",72
69 "[…] el 8 de noviembre de 1519, contemplaban con ojos atónitos la metrópoli de México-Tenochtitlan, la gran ciudad construida por los aztecas en medio de los lagos en el Valle de México". León-Portilla (199222) p. 12. 70 Algunos autores, como Miguel León-Portilla, defienden la aplicación del término occidental filosofía a la sabiduría náhuatl. Cfr. León-Portilla (1980) p. 13. Otros autores, como Francisco Larroyo, ponen en duda la utilización del concepto, sobre todo refiriéndose a la falta de una organización sistemática del pensamiento indígena. Véase Villalpando Nava, José Manuel (2002), pp. 325-339. Sin embargo, nosotros queremos ir más allá de si existe o no filosofía en los pueblos originarios del continente; más aún, podemos decir que los pobladores de esta "tierra madura" -Abya yala- son portadores de una sabiduría que engloba a muchas otras disciplinas que la cultura occidental ha fragmentado, en aras de una supuesta especialización del saber humano. En ese sentido, la sabiduría indígena contiene no sólo filosofía sino también teología, pedagogía, política, psicología, derecho, etc. Para este estudio queremos destacar algunos rasgos ético-políticos del pensamiento náhuatl, contenidos en diferentes documentos que recuperaron los misioneros del siglo XVI y en recientes investigaciones arqueológicas; esto nos permitirá argumentar el sentido de la fundamentación filosófica de los derechos humanos y cómo ciertos sistemas normativos, por medio de criterios y principios, salvaguardaban y promovían el respeto a la dignidad humana. 71 Cfr. León-Portilla (1980) p. 12. 72 Curiosamente, existe una constante en la concepción de la divinidad, como dualidad, en la mayoría de los pueblos del continente: "el/la Alom-Qaholom (Madre/Padre) de los mayas, la/el Tocapo-Imaymana Viracocha de los amautas entre los incas, los “gemelos” de todas las culturas, desde los Grandes Lagos o praderas de Norteamérica hasta los caribes y tupí-guaraníes o los alakaluf de la Patagonia austral". Dussel (1998) pp. 29s. Por otra parte, hay que puntualizar que el dualismo de estas tradiciones nada tiene que ver con el dualismo occidental alma-cuerpo, origen de muchas otras contradicciones éticas y antropológicas padecidas por la humanidad hasta nuestros días; algunos autores han querido hacer una analogía entre ambas tradiciones, pero el dualismo indígena apunta a señalar la correlación dialéctica entre unidad y diversidad, no entre la división alma-cuerpo.
la deidad suprema
Tloque Nahuaque, "dueño del cerca y del junto". Todas estas doctrinas eran
enseñadas por los tlamatinime, "los que algo saben", como un conjunto de
sabiduría de la vida que hacía de la náhuatl una cultura con instituciones y una
organización altamente ejemplar en el universo de civilizaciones de la humanidad.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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Los tlamatinime buscaban esa sabiduría en las palabras verdaderas, en
aquellas cosas y sobre todo en las personas que "tienen raíz", es decir, en aquello
que es "flor y canto", in xóchitl in cuícatl. Flor y canto, sin embargo, tiene muchas
interpretaciones; por ejemplo, es "el descubrimiento del símbolo, que puede llevar
a decir 'palabras con raíz' y a enseñar a mentir a lo que carece de vida: la piedra y
el barro, para transformarlos en imagen de lo que el propio corazón ha
percibido".73
se reparten, se esparcen…
A pesar de los diversos sentidos de flor y canto, su sentido principal
es la poesía, el sustento de lo verdadero, lo único que permanece, algo que
escapa a la destrucción final. Flor y canto, como lo que tiene raíz, es aquello que
está en pie, que se levanta y no se doblega. En una interpretación literal, la flor es
el símbolo de la belleza, pero la metáfora se refiere no sólo a la poesía sino a
aquello que es finito, aquello que es la existencia; esta aparente contradicción
contiene un sentido profundo, implícito en la comprensión de lo que le da sustento
a la vida, como lo resume el rey poeta Nezahualcóyotl:
No acabarán mis flores, no cesarán mis cantos: Yo cantor los elevo:
74
por eso lloro, me pongo triste!
Como si fueran flores los cantos son nuestro atavío, oh amigos: con ellos venimos a vivir en la tierra. […] Con cantos nos alegramos, nos ataviamos con flores aquí. ¿En verdad lo comprende nuestro corazón? ¡Eso hemos de dejarlo al irnos:
75
La flor, símbolo de la finitud, puede permanecer por medio del canto,
porque ambas realidades forman la palabra verdadera. El interés metafísico del
pensamiento náhuatl nos habla de un devenir histórico que ocurre en tlaltícpac,
"sobre la tierra"; ello evoca una realidad cambiante, efímera y, por lo tanto,
siempre misteriosa, que no puede abstraerse de la divinidad que nos rodea con su
73 León-Portilla (1980) p. 12. 74 Citado por León-Portilla (20019) p. 146. 75 Romances de los señores de la Nueva España, citado por Martínez (1988b) p. 79.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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presencia, el Tloque Nahuaque, "dueño del cerca y del junto", "dador de la vida".
En el mundo se anda, se camina, gracias a Ipalnemohuani, "aquel por quien se
vive". El pensamiento náhuatl propone una teología basada en una metafísica
trans-ontológica;76 el vivir transcurre en taltícpac no sin dificultades y
contradicciones, de ahí que flor y canto, el símbolo la poesía, sea aquel sustento
verdadero, como es verdadera la dignidad de la persona humana, expresada por
el difrasismo77
In ixtli, "el rostro", saca del anonimato al ser humano.
in ixtli in yólotl, "rostro y corazón".
78
76 La distinción entre metafísica y ontología la ha colocado al centro del debate, de una manera radical, la Filosofía de la Liberación. Al respecto, baste decir que el absolutismo racional expresado en la modernidad, vino a avasallar una comprensión más cercana a la historia concreta de los pueblos; en ese sentido, al referirnos a una metafísica trans-ontológica, estamos indicando la necesidad de dar un paso más allá de la ontología clásica para insertarnos en la historia de la humanidad, especialmente desde los excluidos, de modo que puedan formularse conceptos de contenido material; más aún, el principio que origina toda reflexión ético-política posible es material, de contenido racional y estructuración dinámica estratégica e histórica. En el capítulo II abundaremos sobre este punto. 77 El difrasismo es "un procedimiento que consiste en expresar una misma idea por medio de dos vocablos que se completan en el sentido, ya por ser sinónimos, ya por ser adyacentes. Varios ejemplos del castellano explicarán mejor: 'a tontas y a locas'; 'a sangre y fuego'; 'contra viento y marea'; 'a pan y agua', etc. Esta modalidad de expresión es rara en nuestras lenguas, pero es normal en el náhuatl. Pongo una serie de ejemplos, tomados de este repertorio de textos, como de otros lugares. Casi todas estas frases son de sentido metafórico, por lo cual hay que entender su aplicación, ya que si se toman a la letra, torcerían el sentido, o no lo tendrían adecuado al caso […]", Ángel Ma. Garibay K., citado por León-Portilla (20019) p. 143. El propio León-Portilla indica que el difrasismo "son dos vocablos de cuya conjunción se desprende metafóricamente un tercer concepto". León-Portilla (2002) p. 22. Aunado a lo anterior, hay que decir que el difrasismo es un modo de expresión del principio dual, aquello que sostiene toda la existencia humana en el mundo, según la cosmovisión náhuatl. 78 Cfr. León-Portilla (20019) pp. 189-192.
La tarea propia de
los tlamatinime en el calmécac -"casa de educación"- era ayudar a la gente a
adquirir y a desarrollar un rostro (teixcuitiani, teixtomani), no porque no tuviesen
rostro las personas, sino para ayudar a definir el rostro del educando; pero no lo
inventa, no lo suple; más aún, ayuda a que cada uno se cuide del engañador, el
que pierde los rostros (teixpoloa), el sofista. El rostro es la metáfora de la
subjetividad del ser humano, el yo definido que posee cada persona y le hace un
sujeto concreto con dignidad. Pero esta concepción del sujeto se aleja de la
comprensión egocéntrica occidental del yo. In yólotl, "el corazón o vitalidad" de
cada ser humano, le conduce a anhelar y forja un dinamismo con el yo, el rostro.
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46
Sin embargo, los sabios nahuas alertan sobre el rumbo que puede llevar el
corazón:
Por esto das tu corazón a cada cosa sin rumbo lo llevas: vas destruyendo tu corazón. Sobre la tierra, ¿puedes ir en pos de algo?79
Esta idea de la persona humana y su dignidad, está lejos de ser una
comprensión egocéntrica; por el contrario, deja abierto el camino para que cada
ser humano se asuma responsable y libre en la búsqueda de definir su rostro y su
corazón; se trata de una comprensión integral de la vida humana en la que
interviene una formación del rostro a través de la humanización del querer, la
humanización de los deseos del corazón.
El corazón es dinamismo, vitalidad de cada ser humano que, sin embargo,
también puede perder al hombre, por eso hay que educar el corazón y no reprimir
los deseos o anhelos (como es el sentido de una moral occidental); así se puede ir
con rostro y corazón bien definidos por la tierra. Rostro y corazón sintetiza a la
persona, es decir, en ello consiste la personalidad de cada uno; se trata de la
identidad y de la dignidad que confieren la energía y la fisonomía de su
humanidad. Rostro y corazón no es un dualismo simplista de alma y cuerpo; es
una visión integral del ser humano, la síntesis del cuerpo que al humanizarse y
formarse, aspira a lo verdadero, busca lo que "tiene raíz" para así ponerse de pie,
es flor y canto que hace que se levante y no se doblegue.
80
Lo anterior es fundamental para nuestro tema, si tomamos en cuenta que la
función ético-política de la sabiduría náhuatl, por medio del difrasismo "rostro y
corazón", nos da la pauta normativa del comportamiento humano en la sociedad y,
jurídicamente, indica la importancia del respeto a la dignidad de cada persona: lo
79 Ibídem, p. 191. 80 Ibídem, p. 192.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
47
verdadero, flor y canto. En este sentido, el Huehuetlatolli,81
la perversión y la avidez.
"conversación de los
viejos", nos ofrece un texto que indica el contenido de la educación basada en el
principio ético-político: rostro y corazón, base del respeto entre las personas. Aquí
el texto:
Comenzaban a enseñarles: cómo han de vivir, cómo han de respetar a las personas, cómo se han de entregar a lo conveniente y recto, han de evitar lo malo, huyendo con fuerza de la maldad,
82
Aunque el texto indica el contenido de la educación, es interesante saber
que el trasfondo de estas enseñanzas se refería a los tlamanitiliztli: "conjunto de
cosas que deben permanecer", "uso o costumbre del pueblo", "ordenanzas que en
él se guardan".
83 Los tlamanitiliztli, por tanto, eran una serie de principios
normativos por medio de los cuales los jóvenes educandos aprendían el respeto a
las demás personas; los castigos para reprimir cualquier abuso eran extremos,
especialmente para los jueces que torcían la justicia, quienes eran castigados con
pena de muerte.84 Pero el objetivo principal de la educación era evitar la peor de
las desgracias para los nahuas: "perder el propio corazón", "destruir tu propio
corazón".85
81 "Huhuetlatoli A", publicado por Garibay y citado por León-Portilla, Op. Cit. p. 233. Recordemos que los códices, textos o relatos nahuas recogidos por los misioneros, fueron leídos con las categorías del ambiente académico y la cosmovisión europea del siglo XVI, en tanto las recientes traducciones y relecturas de los mismos nos brindan una nueva comprensión que, sin embargo, no deja de estar marcada por la influencia occidental. Lo anterior no pretende ser una valoración negativa que le resta méritos a dichos trabajos, sino que hacemos la aclaración precisamente para denotar que la tradición nahua, como la de otras tantas culturas, fue opacada y luego, al ser rescatada, el entramado ha resultado difícil de completar. A pesar de estas limitaciones, nos atrevemos a hacer una relectura aproximativa al sentir de los pueblos, corriendo el riesgo de quedar cortos en la interpretación. 82 Ibid. 83 Ibídem, p. 234. 84 Cfr. Ixtlixóchitl (19854) pp. 103-105. 85 Véase León-Portilla (20019) p. 234.
Se trata, pues, de enseñar un respeto a las personas, no por la
coerción sino por el convencimiento de "cómo han de vivir".
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
48
En ese sentido, si releemos el texto del Huehuetlatolli a la luz de los
tlamanitiliztli, caemos en cuenta que no se trata simplemente de prescripciones
jurídicas separadas del principio ético-político "rostro y corazón". La comprensión
integral de la sabiduría náhuatl interconectaba la educación con la ética, la
psicología, la política, la teología, la filosofía y las leyes para regular la vida
cotidiana, por medio de in quállotl in yécyotl -"la conveniencia y la rectitud"- en el
"pueblo" -altépetl-, auténtica comunidad política constituida por los calpolli:
"barrio", grupo interfamiliar de base.86
[…] in quállotl es un sustantivo colectivo y abstracto a la vez, deriva del verbo qua: comer. Al unirse esta forma verbal con el sufijo –llotl toma el concepto un sentido abstracto y universal: "la cualidad de todo aquello que es comible", o sea, más abstractamente aún, "de lo que puede ser asimilado por el propio yo, o le es conveniente". Y al lado de ese término que metafóricamente señala la exigencia de que lo bueno sea "comible" (asimilable, conveniente), se añade enseguida algo que apunta más a la constitución de lo bueno en sí mismo: in yécyotl (la rectitud). Derivada a su vez esta palabra de yectli (recto) y hecha abstracta gracias al sufijo –yotl, viene a connotar la cualidad inherente a cualquier objeto o sujeto de ser algo no torcido o desviado, sino precisamente recto, de acuerdo con su propia regla o modo de existir.
A partir de las referencias anteriores, podemos señalar que los principios
sobre los que se sustenta in quállotl in yécyotl, no son principios meramente
racionales sino complejos, es decir, los principios ético-político-jurídicos favorecen
la conveniencia y la rectitud en el pueblo, la comunidad política. Si bien son
prácticas cotidianas del pueblo, formuladas racionalmente son abstractas -lo que
implica, en cierto modo, una complejización de la realidad. Para abundar en esta
relación dinámica entre lo cotidiano y lo complejo, citamos la explicación que nos
ofrece el Dr. Miguel León-Portilla:
87
Esta sabiduría de y para la vida, ofrecida por los tlamatinime en el
calmécac y expresada en los tlamanitiliztli, es un conjunto de "usos y costumbres"
que bien podemos llamar el derecho del pueblo. Los principios normativos no se
86 Cfr. Dussel (2007) p. 30. Conviene decir que los roles del hombre y la mujer estaban bien definidos y distan mucho de la situación machista que padecen las mujeres indígenas de nuestros días. Véase León-Portilla (19955) pp. 268-274 y 300-308. 87 León-Portilla (20019) p. 235.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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encuentran solamente en el conocimiento exclusivo de los sabios, sino que son
socializados para que el pueblo pueda defenderse, pero sobre todo para que sepa
"cómo han de vivir", motivo principal de la educación. Esta forma de organización
social con toda certeza la podemos asociar a lo que ahora llamamos cultura de los
derechos humanos. La base de quállotl yécyotl, "lo conveniente, lo recto",
asimilada por medio de la educación, es la introyección de los usos y costumbres
para la mejor organización del pueblo, comunidad política.
No queremos cometer aquí algún anacronismo que pudiera colocarnos en
una sobrevaloración de la cultura náhuatl que sustentaba a los pueblos mexicas o
aztecas; bien sabemos que éstos constituyeron un imperio temible para los
pueblos vecinos, al punto que los tlaxcaltecas no dudaron en forjar una alianza
con los ibéricos para liberarse de la sujeción a que estaban sometidos, alianza que
pondría fin al esplendor y desarrollo de la cultura náhuatl. No obstante, los
principios ético-políticos normativos de los pueblos nahuas, in ixtli in yólotl, in
quállotl in yécyotl –rostro y corazón, conveniencia y rectitud, respectivamente-,
son un aporte importante en la cultura de los derechos humanos. El hecho de su
existencia en la sociedad náhuatl, nos indica una comprensión de la dignidad
humana que debe ser protegida y respetada.
Toda esta sabiduría, que contenía una sólida fundamentación ético-política-
jurídica sobre la dignidad humana, fue sepultada por la conquista, la invasión por
medio de la cual se comenzó a forjar la modernidad europea que más tarde se
impuso en todo el mundo. El encuentro con el "otro" marcó el inicio de una
destrucción que comenzó por el "yo conquisto" hasta culminar con el "yo pienso"
moderno.88 Como en toda guerra en que el vencedor somete a los caídos a sus
condiciones y prebendas,89
88 "El 'conquistador' es el primer hombre moderno activo, práctico, que impone su 'individualidad' violenta a otras personas, al Otro". Dussel (1992) p. 50.
la conquista de México-Tenochtitlan encubrió al "otro"
89 "La 'conquista' es un proceso militar, práctico, violento que incluye dialécticamente al Otro como 'lo Mismo'. El Otro, en su distinción, es negado como Otro y es obligado, subsumido, alienado a incorporarse a la Totalidad dominadora como cosa, como instrumento, como oprimido, como
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
50
y, por medio del saqueo de sus riquezas, erigió un nuevo modelo de
estructuración social (económica, política y cultural) que permanece vigente: la
modernidad.
Con el fin de desmitificar el hecho de la modernidad, sobre todo en un
sentido de denuncia y reestructuración del discurso de los derechos humanos, en
este apartado hemos situado intencionalmente las fechas de la caída y defensa de
"flor y canto" náhuatl, entre 1492-1531; desde luego, no se trata de un orden
meramente cronológico, sino de un periodo simbólico en el cual el pensamiento y
práctica humanista náhuatl estaba vigente cuando llegaron los españoles, durante
la conquista fue defendido por los sabios nahuas y en la nueva época se inició un
proceso de mestizaje presente incluso hasta nuestros días. La identidad mexicana
se reconfiguró a partir de ese mestizaje, en el que la resistencia de los pueblos
indios ha sido un factor clave en la defensa de los derechos humanos, desde
luego sin dejar de mencionar la defensa que ejercieron algunos misioneros
europeos.
El hecho traumático y violento de la conquista y colonización fue de tal
magnitud, que los pueblos indios vieron desaparecer sus costumbres e identidad90
'encomendado', como 'asalariado' (en las futuras haciendas), como africano esclavo (en los ingenios de azúcar u otros productos tropicales)". Ibídem, p. 52. 90 Cfr. Galvis (1996) p. 13.
por la onerosa violación de sus derechos como pueblo; prácticamente fueron
arrasados. Aún sabiéndose derrotados, los sabios indígenas tienen el valor y la
dignidad para defender su raíz cultural, su palabra verdadera, aquélla que les
hacía vivir. Dicen los sabios indígenas a los doce misioneros franciscanos:
[…] Tal vez a nuestra perdición, tal vez a nuestra destrucción, es sólo a donde seremos llevados [Mas] ¿a dónde deberemos ir aún? Somos gente vulgar, [del pueblo] somos perecederos, somos mortales, déjennos pues ya morir, déjennos ya perecer,
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puesto que ya nuestros dioses han muerto.91
no solían hablar así.
Para los sabios nahuas es "mejor morir" ante tanta destrucción, pues "los
dioses han muerto"; el profundo dolor expresa la alteración del orden de vida y el
atropello a su dignidad como pueblo; los conquistadores y misioneros traen otra
palabra que les es ajena y que no entienden:
Vosotros dijisteis que nosotros no conocemos al Señor del cerca y del junto, a aquel de quien son los cielos y la tierra. Dijisteis que no eran verdaderos nuestros dioses. Nueva palabra es ésta, la que habláis, por ella estamos perturbados, por ella estamos molestos. Porque nuestros progenitores, los que han sido, los que han vivido sobre la tierra,
92
91 Colloquios y Doctrina Cristiana , citado por León-Portilla (199222) p. 25. 92 Ibídem, pp. 25s.
Los sabios nahuas ejercen una defensa en función de una memoria
histórica que había pervivido por generaciones. Sus principios de vida y
pensamiento están arraigados en la historia del pueblo, en su cosmovisión y en
sus mitos. No se trata simplemente de aferrarse al pasado, se trata de defender lo
que les da vida, lo que sustentaba a los progenitores, "los que han vivido sobre la
tierra".
De una manera muy parecida a la defensa que ejercen los sabios nahuas
ante los doce misioneros franciscanos, tenemos el testimonio recogido por el
célebre oidor Alfonso Zurita, quien en su Breve y Sumaria Relación, da fe de la
organización social y la administración de justicia en la sociedad náhuatl, como
también lo había testificado Sahagún. El relato de Zurita transcribe la respuesta
que le ha dado un indio principal sobre el por qué los indios andan en pleitos y
vicios:
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
52
Porque ni vosotros nos entendéis, ni nosotros os entendemos, ni sabemos qué queréis. Habéisnos quitado nuestra buena obra en orden y manera de gobierno; y la que nos habéis puesto no la entendemos, e ansí anda todo confuso y sin orden ni concierto. Los indios hanse dado a pleitos porque habéis vosotros impuesto en ellos, y síguense por lo que les decís, e ansí nunca alcanzan lo que pretenden, porque vosotros sois la ley y los jueces y las partes y cortáis en nosotros por donde queréis, y cuándo y cómo se os antoja. Los que están apartados que no tratan con vosotros, no traen pleitos y viven en paz; y si en tiempo de nuestra gentilidad había pleitos, eran muy pocos, y se trataba mucha verdad e se acababan en breve porque no había dificultad para averiguar cuál de las partes tenía justicia, ni sabía poner las dilaciones ni trampas de ahora.93
En medio de este dolor que parece un grito ahogado;
La defensa de sus derechos como pueblos nahuas estaba en relación
directa con las prácticas y el orden social que llevaban los antepasados; todo
estaba interrelacionado. Las instituciones que regían la vida cotidiana y de
gobierno estaban basadas en el orden y en la justicia, para nada se trataba de
instituciones políticas improvisadas o incivilizadas como consideraron los
colonizadores por verlos "semidesnudos" y, principalmente, por adorar a ídolos.
Por ello, la colonización es un momento de confusión para los pueblos indios
porque altera el orden existente; la desesperanza y el caos son tales que muchos
empiezan a pervertirse y a actuar con avidez, justamente las cosas "que hacen
perder el corazón" según las enseñanzas de la sabiduría náhuatl.
94 se imponen la
cristianización y la civilización occidental sin respetar al "otro".95 No obstante, a
pesar del dolor, la resistencia hace resurgir aquello que les da vida; Flor y canto
vuelve a aparecer en otro relato que reunirá al pueblo y le devolverá la esperanza
ante tanta calamidad. Nos referimos al relato del acontecimiento Tonantzin
Guadalupe.96
93 Citado por León-Portilla (20019) p. 239. 94 Galvis (1996) p. 13. 95 Ibídem, pp. 14s.
Éste nos interesa como matriz de identidad cultural, como lo
96 En la recolección de los testimonios nahuas, fray Bernardino de Sahagún constata el fuerte arraigo a sus tradiciones, especialmente a Tonantzin: "en este lugar [Tepeyac] tenían un templo dedicado a la madre de todos los dioses, que llamaban Tonantzin, que quiere decir nuestra madre; allá hacían muchos sacrificios a honra de esta diosa y venían a ella de muy lejas tierras, de más de veinte leguas, de todas esas comarcas de México, y traían ofrendas; venían hombres y mujeres, y mozos y mozas a estas fiestas; era grande el concurso de gente en esos días y todos decían
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
53
atestiguan las gestas libertarias del pueblo mexicano, en las que ha estado
presente el símbolo del Tepeyac. El estandarte lo empuñó Hidalgo para declararle
la guerra a la corona española; también fue empuñado por Zapata para levantarse
en armas contra los latifundistas al grito de: ¡Tierra y Libertad!;97 y recientemente,
los pueblos indios de Chiapas han levantado un estandarte de la guadalupana con
su pasamontañas, igual que ellos,98 para decir: ¡Ya Basta! El símbolo-síntesis que
reúne Tonantzin Guadalupe nos muestra cómo los pueblos indios resignifican la
defensa de sus derechos e identidad cultural. Por lo tanto, Tonantzin Guadalupe
no es un hecho aislado ni meramente un patrimonio de la tradición judeocristiana;
es una de las principales fuentes de identidad cultural de la nación mexicana,
alimentada por la honda raíz indígena que pervive hasta nuestros días. En este
sentido, el hecho histórico guadalupano es de menor relevancia si tomamos en
cuenta que, a pocos años del trauma de la conquista, 1531 se establece como una
fecha simbólica en la que el pueblo recobra el ánimo y la esperanza en un símbolo
de lo verdadero, lo que tiene raíz y, por tanto, lo que hace ponerse de pie, lo que
es flor y canto. El relato del Nican mopohua99
[…] el Nican mopohua expresión de flor y canto, símbolos que, como el poema de inspiración prehispánica, entretejen "la antigua sabiduría", in huehueh tlamatiliztli, con el mensaje evangélico que los frailes daban a conocer a los indios. En la trama y la urdimbre del nuevo tejido los hilos son de muchos colores. Con mirada indígena se escogen. La mano los toma y los va entretejiendo. Cual cantos y flores, del nuevo tejido las palabras brotan y abren sus corolas.
es la expresión simbólica de este
hecho liberador.
100
Tanto la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, como el relato indígena del
Nican mopohua ("Aquí se relata") sobre sus apariciones, contienen toda la
simbología que le habla al corazón del pueblo. Por eso en este hecho el pueblo
deposita su confianza, se siente reconfortado porque ve defendida su dignidad,
vamos a la fiesta de Tonantzin". Citado por Florescano (1995) p. 394. Véase también Dussel (2006) pp. 234-240. 97 Cfr. León-Portilla (2002) pp. 14s. 98 Metáfora desafiante: "cubrirse el rostro, para ser vistos". 99 Atribuido a Juan Antonio Valeriano, discípulo de fray Bernardino de Sahagún en el colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco. 100 León-Portilla (2002) p. 56.
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54
recobra su identidad como pueblo, como actor político en defensa de sus
derechos.101
Los argumentos expuestos por Ginés de Sepúlveda, padre de la filosofía
moderna,
Tal pareciera como si la poesía de Nezahualcoyotl resonara aún en
este acontecimiento simbólico, que preserva la cultura y los derechos de los
pueblos indios: "No acabarán mis flores, no cesarán mis cantos…"
Este desarrollo esquemático de la cultura náhuatl y su defensa ante los
conquistadores, hecha por los mismos sabios nahuas, nos permite apreciar cuánto
superaba el humanismo indígena a la postura asumida por Juan Ginés de
Sepúlveda en su controversia con Bartolomé de Las Casas, hecho que no
queremos descontextualizar sino más bien enfatizar los elementos presentes en la
gestación de la modernidad, hoy en declive en su fase posmoderna de
globalización. Dicha controversia no fue ociosa, y mucho menos una mera
discusión de la época, dado que hubo una argumentación a favor de la
dominación de la corona española, es decir, desde la cúpula del poder del
sistema-mundo, y otra que ejerció la defensa de las víctimas de la invasión,
llamada conquista, descubrimiento, encuentro, invención, colonización,
evangelización, etc. Tanto Ginés de Sepúlveda como Las Casas apelaron al
derecho natural para emitir su juicio sobre la justificación de la conquista o la
denuncia y rechazo de la explotación que padecían los indígenas del continente,
respectivamente.
102
101 "Precisamente en los años que siguieron a la Conquista, 'cuando ya descansaron la flecha y el escudo' y la inmensa mayoría de los vencidos habían quedado en situación de desposeídos y marginados, el mensaje se ofrece a ellos. Son los destinatarios de esa presentación sencilla, bella y a la vez profunda de los misterios de la nueva religión enseñada por los frailes. A ellos, los macehuales representados por Juan Diego, se dirigen las palabras de Tonantzin que habla de sí misma, del Dador de la vida, del sufrimiento, la muerte y el destino de los seres humanos". Ibídem, p. 69; véase también Árias (1998) pp. 56-59. 102 Ginés de Sepúlveda fue uno de los defensores de la conquista como medio para la evangelización, al considerar que los indios eran bárbaros por naturaleza y, por tanto, estaban destinados a ser esclavos. Cfr. Beuchot (1992) p. 51. La modernidad se asienta sobre esos argumentos; por más despolitizados que se quisieran considerar, ése fue el punto de partida para esclavizar a los "bárbaros" y ocupar las "tierras vacías" "fuera" de Europa, tarea en la que se empeñaron no sólo por la vía armada sino por medio de la razón. Cfr. Dussel (2007) pp. 195-199.
son los mismos que más tarde desglosarán Locke y Hegel para
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
55
hablar de las ventajas de la modernidad occidental. Desde luego que dicha
argumentación se daba en el contexto histórico que rodeaba a los monarcas
españoles, que acababan de poner fin -en 1492- a más de siete siglos de
presencia musulmana en la península ibérica. Al mismo tiempo, la corona
española encarna mejor que nadie la política de la contrarreforma atizada por
Roma.103
Y será siempre justo y conforme al derecho natural que tales gentes [bárbaras] se sometan al imperio de príncipes y naciones más cultas y humanas, para que por sus virtudes y la prudencia de sus leyes, depongan la barbarie y se reduzcan a vida más humana y al culto de la virtud.
En este sentido, los argumentos de Ginés de Sepúlveda exponen las
"ventajas" de la cultura civilizada "europea" sobre las naciones "bárbaras" que,
incluso, deben ser sometidas por su propio beneficio.
104
Es decir, además de pensar que la imposición del modelo de civilización
occidental no atentaba contra el derecho natural, se consideraba que estas gentes
"bárbaras" habían de ser sometidas al mando de naciones "más cultas y
humanas". Si esto era rechazado, "se les puede imponer por medio de las
armas",
105 y tal guerra sería justa porque los hombres virtuosos pueden y deben
dominar a los que son inferiores por naturaleza. La guerra podría evitarse si se
encontrase al menos "alguna gente culta, civilizada y humana que no adorase los
ídolos, sino al Dios verdadero".106
103 Cfr. Florescano (1995) p. 280. En 1519 Marín Lutero publicó sus famosas 95 tesis para la Reforma de la cristiandad, colocándolas simbólicamente fuera de la puerta de Wüttemburgo, lo cual fue un claro desafío a la hegemonía controlada desde Roma. En respuesta, el Papa convocó a un Concilio en 1545-1565 en la ciudad de Trento, con la intención de promover una contrarreforma y llamar a toda la cristiandad a la unidad con Roma. Sin embargo, esa unidad y fidelidad a Roma no fue posible, toda vez que la naciente sociedad moderna ya había empezado a transitar por otras vías sin la necesidad de la tutela papal. 104 Juan Ginés de Sepúlveda, citado por Dussel (2007) p. 196. 105 Ibídem, p. 197. 106 Ibid.
Ya hemos dicho que dichos argumentos se
esgrimían sin el más mínimo conocimiento de la cultura náhuatl que contenía,
contiene, muchos elementos humanistas que fueron apreciados por muy pocos
misioneros y colonizadores del "nuevo mundo".
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
56
Tales argumentos fueron contestados por Bartolomé de Las Casas,
apelando también al derecho natural.107
[Han] publicado que no eran gentes de buena razón para gobernarse, carecientes de humana policía y ordenadas repúblicas […] Para demostración de la verdad, que es en contrario, se traen y copilan en este libro [tantos ejemplos]. Cuando a la política, digo, no sólo se mostraron ser gentes muy prudentes y de vivos y señalados entendimientos, teniendo sus repúblicas […] prudentemente regidas, proveídas y con justicia prosperadas […].
No sólo lo asistían los argumentos de la
razón, sino la experiencia de haber sido encomendero y, más tarde, haber incluso
recogido testimonios de la opresión, al escuchar de viva voz a alguno de los
líderes alzados en armas contra la invasión española. En contra de lo dicho por
Ginés de Sepúlveda sobre la falta de "razón" de los amerindios, Las Casas apela
a la buena organización social y política en las repúblicas indianas.
108
Como hemos visto anteriormente, el humanismo indiano era tan sólido
como las instituciones políticas a que se refiere Las Casas. No obstante, su
aproximación a la organización política de los indígenas no es a través de la
filosofía náhuatl, sino que defendió "la condición humana de los indígenas […]
dotados de alma y de condiciones para la obediencia"
109 desde la ley natural, es
decir, "fray Bartolomé apelaba en su defensa al Derecho Natural (Ius Naturae) y a
los diferentes tipos de justicia aristotélica a fin de argumentar que todo hombre es
libre desde su origen […] y que, en consecuencia, todo hombre debe ejercer su
voluntad conforme a la razón".110
107 Al decir que el derecho natural sirvió para la defensa de los derechos de los amerindios, no queremos decir que sea una teoría suficiente para la fundamentación de los derechos humanos, sino que fue la argumentación posible en el contexto del siglo XVI. En los números subsiguientes de este capítulo esbozaremos brevemente los argumentos y los límites del derecho natural o iusnaturalismo. Aquí sólo queremos destacar que fueron la sensibilidad y el compromiso evangélico de Las Casas los que lo llevaron a denunciar las atrocidades de la colonización y cristianización de los indígenas, utilizando para ello los argumentos disponibles en su época; es decir, la crítica lascasiana se hace desde dentro de la modernidad temprana, naciente, pero no sólo para argumentar dentro del mismo sistema sino para alertar de las atrocidades que eran visibles en la explotación y la supresión del "Otro". Los rostros de la injusticia no le fueron ajenos. 108 Bartolomé de Las Casas, citado por Dussel (2007) p. 201. 109 Galvis (1996) p. 15. 110 Osset (2001) p. 24.
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Lo anterior se refuerza con otro argumento esgrimido por Las Casas, al
señalar que es injustificable el dolor ocasionado por la dura explotación y despojo
a que eran sometidos los indios, motivo por el cual es lícita la defensa de su
religión y su cultura por cualquier medio, incluso tomando las armas, por tratarse
de una guerra justa.
Dado que ellos se complacen en mantener […] que, al adorar a sus ídolos, adoran al verdadero Dios […] y a pesar de la suposición de que ellos tienen una errónea conciencia, hasta que no se les predique el verdadero Dios con mejores y más creíbles y convincentes argumentos, sobre todo con los ejemplos de una conducta cristiana, ellos están, sin duda, obligados a defender el culto a sus dioses y a su religión y a salir con sus fuerzas armadas contra todo aquel que intente privarles de tal culto […]; están así obligados a luchar contra éstos, matarlos, capturarlos y ejercer todos los derechos que son corolario de una justa guerra, de acuerdo con el derecho de gentes.111
[…] la justísima causa, y causas muchas, llenas de toda justicia, que los indios tienen por ley natural, divina y humana, de los hacer pedazos, si fuerzas y armas tuvieren, y echarlos de sus tierras.
112
Las Casas replica los argumentos de Ginés de Sepúlveda en sus obras
sobre las Indias, pero también frente al Rey y su Consejo exige el respeto al
derecho que tienen los indios de defender a sus gentes, su cultura y su tierra.
Dichos argumentos parecen fortalecerse aún más con la defensa que asume
posteriormente del indígena Francisco Tenamaztle, apresado por levantarse en
armas y encabezar la guerra de Miztón.
113
111 Bartolomé de Las Casas, citado por Dussel (2007) p. 204. 112 Bartolomé de Las Casas, citado por León-Portilla (20052) p. 30. 113 Fue una de las revueltas más importantes contra los invasores ocurrida en el mismo siglo XVI. "Es cierto que la guerra de Miztón por mucho tiempo quedó en la penumbra. Sin embargo, los argumentos que Tenamaztle suscribió teniendo a su lado a fray Bartolomé mantienen su fuerza y son como suma o compendio de principios clave en la defensa de los derechos humanos. Bien preparado se hallaba el infatigable dominico cuando dio todo su apoyo al indio caxcán. Poco antes, en 1550 y 1551, había participado en el célebre debate teniendo por contrincante a Juan Ginés de Sepúlveda y como jueces a catorce teólogos y juristas, hombres de la talla de Domingo de Soto, Melchor Cano y Bernardino de Arévalo". León-Portilla (20052) p. 14.
Tenamaztle es deportado a España y
encarcelado en Valladolid, la misma ciudad en que se lleva a cabo el debate
referido entre Ginés y Las Casas. El encuentro entre éste y Tenamaztle refuerza
la denuncia que había venido sosteniendo el dominico quien, consecuentemente,
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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asume la defensa del indígena recluido. Con el auxilio de Las Casas, Tenamaztle
escribe lo siguiente:
Las injusticias y crueldades que un Juan de Oñate y Cristóbal de Oñate y un Miguel de Ibarra, que hizo capitanes, cometieron en aquel reino, no pudieron ser vistas ni pensadas. Ahorcaron a nueve principales señores, otros deudos míos, nobles y vasallos principales, porque por las vejaciones y azotes y palos, y otros diversos malos y crueles y no sufribles malos tratamientos que recibían los comunes indios, no pudiendo más sufrir tanta impiedad y maldad, húyanse a los montes, como naturalmente huye el buey manso de la carnicería […] Y yo, viendo que tan inhumanamente a los nueve caciques juntos, sin justicia, hallándolos en sus casas y tierras seguros, habían ahorcado y muchos e innumerables de mis vasallos habían perecido… no habiendo justicia ni remedio de haberla, ni persona a quien nos quejar y a quien pedirla porque todos eran nuestros enemigos capitales… acordé también huir… este natural huir y defensa muy poderosos señores, llaman y han llamado siempre los españoles, usando la mal propiedad de los vocablos en todas las Indias, contra el rey levantarse… 114
Hechos una voz por la justicia, Las Casas y Tenamaztle reclaman el abuso
de autoridad y la sin razón de la opresión y vejaciones que sufrían los indios en la
colonización de América, verdadero inicio de la modernidad
115
La disputa por los derechos de los amerindios muestra la cara oculta de la
modernidad, considerada premoderna. Sin embargo, en América Latina nunca
hemos sido premodernos, y nuestras culturas no están rebasadas por la
civilización occidental. América Latina está al origen de la modernidad occidental
que institucionaliza
el despojo y la destrucción del Otro como fuente de la acumulación egocéntrica de
riqueza y poder, base sobre la que se sustenta el origen del capitalismo.
114 Carta de don Francisco Tenamaztle, citada por León-Portilla, Op. Cit., pp. 32s. 115 "El de la modernidad en una Europa todavía periférica, secundaria, con respecto a China y a Indostán, e incluso al mundo islámico otomano, pero sin embargo punto de arranque y de conexión con lo que será el “novísimo sistema-mundo”. Europa, nexo de unión de América (el “nuevo” mundo) con el “antiguo” mundo (el sistema regional asiático-afro-mediterráneo en su estadio III), construye el nuevo sistema, el primer sistema mundial (al incluir a América como la “cuarta” parte del mundo, siendo las otras “tres” desde siempre Asia, África y Europa). Esa Europa periférica irá construyendo, a partir del mundo colonial, un nuevo tipo de estructuras civilizatorias que, desde la Revolución industrial a finales del siglo XVIII le permitirá, sólo entonces, hace dos siglos, ser “centro”. Todo comenzó por el “Imperio-mundo” (con España y Portugal), para posteriormente desplegar propiamente un “sistema-mundo” capitalista -según la propuesta de I. Wallerstein-. Iremos mostrando el desarrollo teórico-político de las sucesivas etapas de esta historia tantas veces relatada, pero, opino, ahora mostrada desde una perspectiva no eurocéntrica y por tanto postcolonial". Dussel (2007) p. 186.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
59
en la otra cara, mientras la cara reconocida y vista es Europa y, más tarde,
Estados Unidos, los cuales gozan de los avances económicos, tecnológicos y
políticos.
América Latina –india, negra, mestiza-, está cargando sobre sus hombros el
peso de la opulencia y derroche que ejerce el mundo "civilizado" gracias al saqueo
de nuestras minas, la explotación de nuestra mano de obra y la destrucción de
nuestras culturas. Ese eco de sufrimiento e injusticia sigue vivo hasta nuestros
días; pero, curiosamente, también pervive el eco de la denuncia que asumieron los
indios y sus defensores, sus argumentos, las imágenes y las prácticas simbólicas
de la resistencia, que son un punto de referencia obligado para rearticular una
fundamentación de los derechos humanos, para mantener su defensa y su
promoción.
Nos encontramos entonces en un sistema que no sólo ha maquillado las
formas de opresión y encubrimiento del otro, sino que pretende también vaciar de
identidad y derechos a todo ciudadano y reducir a innumerables seres humanos a
la categoría de seres desechables y excluidos.
Esta referencia a dos hitos de la historia de los derechos humanos, nos
alerta sobre la imperante necesidad de reescribir la historia mundial de la
humanidad desde la perspectiva de los excluidos.
1.3 Cultura de los derechos humanos
La cultura de los derechos humanos se ha ido conformando a la par del
proceso histórico de la humanidad. Como hemos mencionado, no se trata de un
crecimiento gradual equilibrado, sino de un camino en construcción, un ir y venir
en la historia tan llena de atisbos, contradicciones y aciertos que se entremezclan
sin un guión preestablecido. Por otra parte, la cultura de los derechos humanos no
es un mero discurso retórico o demagógico –aunque así sea considerada por
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
60
políticos cínicos o intelectuales pragmáticos-, porque no se trata de un tema propio
de la época en que surgen o un tema de moda.
Por este motivo, debemos de estar atentos a que la cultura de los derechos
humanos no es la solución instantánea a todos los males de la sociedad, y que "el
objetivo de los derechos humanos no es promover las condiciones para la
felicidad, ni tampoco simplificar la vida en comunidad".116 Un poco más
modestamente, y con afán propositivo, podemos decir que se pretende que la
cultura de los derechos humanos sea un punto de equilibrio social, cultural, político
y económico, de modo que todo ser humano pueda contar con las condiciones
indispensables para tener vivir digna y equilibrada con quienes le rodean y en su
entorno natural de vida. En síntesis, no se quieren crear falsas expectativas ni
convalidar ese "sano pesimismo" que considera a los derechos humanos "válidos
metafísicamente, falsos políticamente".117
Por otra parte, aunque la educación para los derechos humanos
118
Trataremos de abordar el tema de la cultura de los derechos humanos en el
actual contexto multicultural, concientes de que existen muchas opiniones al
es
encomiable y necesaria, no basta "tomar conciencia" de los mismos. La cultura de
los derechos humanos exige tanto el conocimiento como la práctica de los
mismos; muchos estados, cínicamente, piensan que por el hecho de mencionar
los derechos humanos dentro de sus programas de gobierno están cumpliendo
con su responsabilidad, cuando sabemos que la impunidad es una práctica común
entre ellos. La cultura de los derechos humanos no pretende solamente cambiar
las apariencias de las estructuras autoritarias e injustas, sino también llegar a la
vida concreta de toda comunidad, de toda persona, para dignificar sus relaciones y
su vida. En eso consiste que los derechos humanos se hagan cultura.
116 Hersch, (1985) p. 153. 117 González (1998) p. 21. 118 "Nuestra aspiración como educadores y como defensores de los derechos humanos es generar, afianzar, desarrollar una cultura de respeto, promoción y plena vigencia de estos derechos fundamentales". Fernández, (2003) p. 51.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
61
respecto.119 Uno de los principales conflictos que aparece en la actualidad es el
reconocimiento de nuevos derechos humanos y la vigencia de los que han sido
conquistados por la sociedad; esto acontece en una época de cambios profundos
que sensiblemente han trastocado las estructuras sociales120 que sustentaban el
andamiaje de dichos derechos. Sin acabar de prefigurarse un nuevo modelo para
las instituciones sociales, las que amparaban al estado moderno han entrado en
crisis, incluidos los derechos humanos en su dimensión práctica, mas no en su
contenido material y formal.121
119 Los argumentos varían pero el objetivo es el mismo: "alentar a la sociedad en general para que los derechos humanos se hagan cultura". Cfr. Osset (2001) p. 320, Galvis (1996) pp. 27-42, Canto (2005) p. 50. En este apartado nos serán de mucha utilidad los argumentos de Dussel (2006) p. 329, Beuchot (2005) p. 121 y Díaz-Polanco (2004) pp. 15-42. 120 Es un lugar común aceptado el cambio de estructuras sociales. Tzvetan Todorov y otros desarrollan la tesis de un "desorden mundial" en el que las instituciones modernas están quedando al margen de la coyuntura actual en la cual presenciamos un cambio de época. Cfr. Todorov (2003) pp. 27-38. Véase también, Borón (2003) pp. 19s. Kurnitzky (2002). pp. 5s. 121 Siguiendo las categorías de la Filosofía de la Liberación, que desarrollaremos más detenidamente en los siguientes capítulos, conviene destacar que la práctica de los derechos humanos está en crisis dado que las argumentaciones que la sustentan han entrado igualmente en crisis.
Parte de esta crisis está dada por el conflicto cultural propiciado por la
globalización, en la cual es inevitable la interacción entre culturas diferentes, lo
que obliga a aceptar un multiculturalismo. Lamentablemente, no hemos llegado
todavía a una convivencia intercultural equilibrada. Ante tal desafío, se nos
imponen algunas preguntas obligadas: ¿cómo mantener la igualdad entre culturas
diferentes y aceptar la universalidad de los derechos? ¿cómo hacer valer la
igualdad de culturas sin anular la diversidad? Los frutos culturales, de grupos
étnicos o sectores específicos ¿deben entrar al mercado para sobrevivir?
Sabemos que la respuesta a estas interrogantes supera el propósito de este
trabajo, sin embargo, no queremos dejar de comentar brevemente los problemas
que se derivan del multiculturalismo o pluralismo cultural, y la diversidad como
valor y como posibilidad de hacer surgir la solidaridad más allá de una convivencia
"tolerante".
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
62
Comencemos por asumir una comprensión del término cultura. Podemos
decir que "la cultura es el proceso social de producción de sentido y significación
de la vida de un grupo humano" –comunidad, pueblo o nación.122
Atendiendo a lo dicho anteriormente, podemos hablar de la cultura como
una aspiración o anhelo, como cultura de la Paz o de la Solidaridad, cuyo
contenido bien puede cubrir nuestra intención de señalar la existencia y promoción
de una "cultura de los derechos humanos". Sintetizando, podríamos decir que la
cultura de los derechos humanos pretende fortalecer los procesos de construcción
de sentido y significado de los pueblos, de modo que la liberación de las
estructuras opresoras, la inclusión del otro y la solidaridad entre las culturas y los
pueblos sean un anhelo históricamente realizado para dignificar y defender la vida
humana y su equilibrio con las demás formas de vida. Dicho de otro modo, la
cultura de los derechos humanos es la pedagogía del encuentro con el otro en
igualdad de condiciones para que, por medio del respeto a las diferencias y la
aceptación del pluralismo, se genere una convivencia social justa y solidaria en el
En esta
definición tratamos de incluir la dimensión histórica de la cultura, es decir, el
proceso social de producción de sentido que ocurre gracias a la memoria
adquirida y transmitida de generación en generación en cada pueblo o comunidad.
Por otra parte, en esta visión de la cultura pretendemos no ignorar la asimetría
social, tomando en cuenta que en un contexto de dominación y exclusión –como lo
es la globalización neoliberal-, las culturas de los pueblos o grupos sometidos
encontrarán muchas maneras de reorganizar el sentido y significación de la vida
por medio de la resistencia. En la misma línea, la cultura es un ámbito que puede
crear ambientes que garanticen un cierto cosmos -recrear el sentido de la vida-
que, si bien no son plenos históricamente, sí cubrirán la dimensión utópica tan
necesaria en la sociedad para dinamizar el sentido de esperanza de cada
generación.
122 Castillo (1998) p. 31. Hemos confrontado los argumentos sobre el tema de Olivié (1999) y (2004); Díaz-Polanco (2004) , Hannerz (2001) y Dussel (2006) .
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
63
ámbito económico, político y cultural, universalmente válido para el concierto
solidario de las naciones.123
Nuestra percepción de cultura, aunque pretende ser una definición, de
ninguna manera consideramos que sea completa o exhaustiva; sabemos que en
estos tiempos lo más sano es estar abiertos al debate y a la construcción de ideas
y prácticas que enriquezcan la comprensión de la cultura de los derechos
humanos. Para esclarecer un poco más el sentido de la cultura y la interrelación
propiciada por el multiculturalismo, hay que señalar la asimetría que se da en esta
forma de intercambio, pues, aunque es inevitable la diversidad cultural,
124
La globalización supone un mayor flujo e intercambio de información, de tal
suerte que podría ser el estado ideal para favorecer el diálogo y la convivencia
pacífica. Desafortunadamente, teóricos como Samuel Huntington
no deja
de existir una cultura dominante como la que se impone a través de la
globalización neoliberal.
125 han alertado
al occidente sobre el supuesto "peligro" que puede desatar un choque de
civilizaciones, lo que viene a reafirmar la asimetría que ocurre en la no tan
"pacífica" multiculturalidad globalizada. En el fondo hay un temor latente hacia el
Otro, hacia la diversidad y lo diferente; a esto se suma, como afirma Ulf Hannerz,
que algunas culturas locales tienden a cerrarse ante la globalización, lo que
denota una cierta incapacidad para la intercomunicación con el resto de las
culturas o también puede ser que éstas sean irrelevantes para la "cultura global",
como el caso de muchos grupos étnicos africanos.126 Sin embargo, no hay que
olvidar que esta visión de las culturas de los otros es una visión de la
multiculturalidad desde dentro de la globalización occidental. Una mirada desde la
exterioridad del sistema nos la ofrece Paulin Hountondji,127
123 Cfr. Galvis (1996) p. 24. 124 Cfr. Díaz-Polanco (2004) p. 20. 125 Huntington (1993, 1996). 126 Hannerz (2001) pp. 19-41. 127 Cfr. Hountondji, (1985) pp.352-368.
quien denuncia cómo
la llamada a hacer valer los derechos humanos es una hipocresía de occidente; en
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
64
África, el discurso de los derechos humanos es un "discurso del amo" que en
muchas ocasiones se usa como una manera de limpiar su culpa, limpiar su
conciencia por todos los crímenes cometidos contra los pueblos del continente
negro. Una multiculturalidad basada en los derechos humanos tendría que
incentivar el respeto mutuo y poner freno a cualquier tipo de dominación.
Otro ejemplo de cómo los derechos humanos son un problema, más que
una solución a la pluralidad cultural de nuestro contexto, es el caso de Japón. En
esa cultura oriental no existe la palabra derecho; la moral de ese pueblo está
basada en la honorabilidad de las personas, quienes están guiadas por deberes
que le dan sentido a la organización social. Allí no es comprensible que alguien
tenga que exigir algún derecho según la cultura occidental; si toda persona cumple
con honorabilidad sus deberes, está garantizado que se respetarán sus derechos.
También llama la atención el ejemplo de la cultura hindú,128
Estos ejemplos de otras culturas, esta mirada desde la exterioridad, nos
ayudan a mostrar cómo la pluralidad cultural obliga a matizar nuestras
argumentaciones y a ser críticos ante una tendencia que asocia directamente a la
multiculturalidad con la globalización neoliberal. Por esa razón, algunos
especialistas
en la que todo
derecho es adquirido mediante el esfuerzo propio. En este caso, no tiene sentido
el derecho natural; la acción individual propia es la garantía para conseguir un
derecho.
129
En estas condiciones, para hablar del multiculturalismo en el contexto de la
globalización tenemos que detallar las posibilidades y límites de las culturas en
en el tema -como León Olivié o Héctor Díaz-Polanco- sugieren
usar términos como "interculturalidad" o "autonomismo" o "movimiento
autonomista" para distinguirlo del proyecto hegemónico occidental y plantear la
necesidad de construir un proyecto multicultural democrático e incluyente.
128 Cfr. R. C. Pandeya, (1985) pp. 295-307. 129 Cfr. Olivié (2004) p. 24 y Díaz-Polanco (2004) p. 28.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
65
interrelación, las posibilidades que se ofrecen como la capacidad de reinterpretar y
reafirmar identidades particulares, así como las posibilidades de hacer crecer el
respeto y la solidaridad hacia grupos y comunidades que defienden su derecho a
ser diferentes. Por otra parte, esta discusión tiene muchas aristas que debemos
aclarar para que ninguna expresión cultural se sienta o sea excluida y, al mismo
tiempo, se genere una mayor responsabilidad entre una y otra cultura; más que
tolerancia, hay que propiciar la solidaridad. Es por eso que, al referirnos a los
límites de interrelación, no estamos pensando en un modelo restrictivo sino en un
sano pluralismo que respete cada expresión.130
Así pues, la globalización como el momento de mayor intercambio de flujos
de información, conlleva el establecimiento de mecanismos que facilitan no sólo la
mayor comunicación sino, incluso, el tan anhelado entendimiento, el diálogo y la
posibilidad de construcción de consensos. Las nuevas tecnologías han
sobrecargado las expectativas de la comunicación, de lo que se desprende que es
posible hablar de una "sociedad del conocimiento", en la que el conocimiento se
genera por medio de una auto organización, producción y distribución sin un
centro determinado, sino por la libre interrelación entre culturas según el tipo de
necesidades que motive la comunicación. Este tipo ideal de intercambio del
conocimiento parece bastante aceptable y hasta democrático, sobre todo si
tomamos como modelo "la sociedad red".
131 Sin desalentar la participación e
interrelación abierta en el contexto de la globalización, estamos de acuerdo con la
crítica que Olivié hace a este modelo de "producción del conocimiento", pues para
participar en esta sociedad-red se exige una cierta asimilación de códigos y
estrategias de intercambio que propiciarán una homogeneización.132
130 Beuchot (2005) p. 58. 131 Olivié (2004) pp. 19s. 132 Ibid.
Si una de las
críticas a la modernidad fue precisamente la tendencia a homogeneizar, entonces
esta nueva fase de globalización consistiría en repetir la misma estrategia pero
con los nuevos instrumentos de comunicación. En este sentido, el acceso a los
conocimientos es limitado porque la pobreza extrema de millones de personas
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
66
hace que queden excluidos de esos aparentes beneficios, pudiéndose hablar de
"nuevos analfabetas"133
La interrelación multicultural que vivimos limita aún más las posibilidades de
participación en la comunidad de comunicación, debido a una polarización entre
absolutismo y relativismo, de modo que, para que los derechos humanos tengan
validez universal, se hace necesario hacer frente al desafío de argumentar sobre
el sentido de un universalismo que no sea absolutista y de un comunitarismo que
no caiga en el relativismo. Para afrontar este problema, Beuchot
de este tipo de "producción del conocimiento". Lo anterior
nos lleva a concluir que en el contexto de la multiculturalidad es preciso reivindicar
el derecho a la diferencia, a la diversidad cultural, a la democratización de los
medios de comunicación, al libre acceso a nuevas tecnologías y, al mismo tiempo,
garantizar una comprensión de la necesidad de mantener principios normativos
universales, que hagan posible la validez integral de los derechos humanos,
prestando especial atención a las demandas de quienes han sido excluidos de los
beneficios del sistema dominante.
134 propone una
hermenéutica analógica que tome como base la phrònesis aristotélica, es decir, la
prudencia como sabiduría práctica a fin de buscar un equilibrio entre la validez
universal de un principio particular, y viceversa, una ley universal que tenga cabal
aplicación en un caso particular. La hermenéutica analógica trata de evitar los
extremos por medio de una interpretación proporcional de las culturas, es decir,
convalida la salvaguarda de principios universales en proporción equitativa con las
valoraciones particulares, sin demeritar otras percepciones específicas. Este
conjunto ordenado obliga a priorizar y jerarquizar para hacer posible una
interpretación y decidir cuándo es verdadera o falsa, o cuál se apega más al
texto.135
133 "En todas partes el acceso a Internet afianza y amplifica la diferencia entre los ya educados y los iletrados" AA.VV., Guía del mundo (2002) p. 32. 134 Cfr. Beuchot (2005) pp. 21-67. 135 Ibídem, pp. 33-35.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
67
La intención de Beuchot es sostener el argumento: "universalizar sin
absolutizar y particularizar sin relativizar". Esto será posible gracias a la aplicación
de una analogía de atribución y una analogía de proporcionalidad. "La analogía de
proporcionalidad da apertura, permisividad, extensión; la de atribución ata y sujeta,
pone algo como primero, coloca un principio, que es obtenido por su aproximación
a la verdad, por lo menos a la verdad textual".136 La propuesta de Beuchot quiere
ser complementaria e integradora de lo "universal con lo particular" y viceversa.
Sobre todo busca poner en pie de igualdad las distintas expresiones culturales,
jerarquizando el acercamiento o alejamiento en relación a su semejanza o
diferencia. Todo lo anterior nos ayuda a comprender la tensión entre absolutismo y
relativismo, que no es más que una respuesta a la crisis de los universales. La
respuesta esquemática de Beuchot incluye muchos elementos y, como
latinoamericano, asume que su lectura es crítica de las violaciones sistemáticas de
los derechos humanos, en contra de la impunidad y en resistencia, al lado de las
víctimas, "capaz de aducir argumentos para detener esa práctica y actitud
violatoria, conculcadora".137
A todo ello hay que contraponer la crisis de las argumentaciones
metafísicas propias de la modernidad, donde la razón ha excluido al pobre como
tema, problema o argumento; más aún, el pobre (indígena, mujer, niño, migrante,
etc.) es anulado como persona de derechos y no interesa sino como potencial
consumidor del mercado. La herencia de la modernidad, aunque en crisis,
mantiene su veta homogeneizadora que ha inhibido y reprimido a muchas culturas
por medio de la domesticación, la asimilación y la integración. Sin embargo, en el
Considera que con argumentos y concientización
podremos hacer frente al tirano y también a la positivación jurídica, evasiva de las
violaciones a los derechos humanos; una argumentación iusnaturalista analógica,
nos dice Beuchot, es suficiente para desarrollar las tareas mencionadas pero
también puede servir para hacer valer los derechos humanos en un contexto
multicultural.
136 Ibídem, p. 37. 137 Ibídem, p. 52.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
68
seno del modelo de civilización occidental se ha dado una cierta resistencia y, por
más presión que ejerciera la cultura dominante, nunca pudo controlar
absolutamente a todas las culturas que se situaban dentro de sus fronteras
coloniales. Como afirma Díaz-Polanco, a pesar de esas presiones siempre ha
existido una diversidad cultural y étnica.138 Pero no sólo nos referimos a la
resistencia dentro de la modernidad occidental, pues dicha resistencia ha ocurrido
principalmente desde la exterioridad de las víctimas del sistema, las cuales han
desafiado el andamiaje conceptual y práctico de la modernidad occidental. Este
hecho nos proporciona otros elementos para sustentar la validez de principios
ético-políticos que nos conduzcan a encontrar una práctica liberadora desde las
víctimas en su exterioridad.139
El argumento que se levantaba contra el socialismo era su hermetismo de
estado, así como su excesiva burocratización en la aplicación dogmática del
marxismo,
La oposición de lo universal versus lo particular, está reflejada en el terreno
de los derechos humanos en la polarización derechos subjetivos y derechos
colectivos. En décadas pasadas, dicha tensión era evidente por la existencia de
los dos bloques políticos: capitalismo y socialismo. El primero ha pugnado por la
validez de los derechos subjetivos-individuales, en tanto que el segundo pugnaba
por los derechos colectivos.
140
138 Cfr. Díaz-Polanco (2004) p. 18. 139 Aquí correspondería desarrollar la comprensión de la cultura y la práctica de la liberación como lo ha propuesto el Dr. Dussel en diferentes obras. Sin embargo, esto lo haré en los capítulos subsiguientes. 140 Cfr. Markovic, (1985) p. 132.
en la que el individuo quedaba ahogado, sin que se respetaran sus
libertades fundamentales, porque se consideraba más importante el cumplimiento
de los derechos de la colectividad. Sin embargo, esos mismos argumentos pueden
ser útiles para hacer una crítica a las "democracias occidentales" capitalistas, o
mejor, neoliberales, en las que además del hermetismo de la clase política, la
burocratización excesiva para el cumplimiento de los derechos civiles y políticos y
la dogmática aplicación de la economía de mercado libre, también observamos
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
69
una corrupción generalizada, tanto en las instituciones del estado como en las
empresas privadas que se erigen como un modelo social de organización. En el
fondo de la discusión permanece la tesis hegeliana de la absolutización del
concepto que le da sustento a los valores universales; desafortunadamente, la
crisis de la modernidad está contaminada por un relativismo posmoderno que
poco contribuye con auténticas respuestas.
Además de la tensión antes mencionada, para nuestro contexto
latinoamericano -y más específicamente mexicano-, consideramos más relevante
la tensión entre derechos subjetivos, asumidos como derechos fundamentales por
las democracias "civilizadas", y los derechos colectivos de los pueblos indios, que
han sido negados dentro de las legislaciones domésticas de muchos países de la
región. En el fondo, aquí también prevalece la discusión referida entre validez
universal y validez particular.
La negación al reconocimiento de los "usos y costumbres" de un pueblo
particular, está en relación directa con la dominación y sojuzgamiento que han
sufrido los pueblos indios durante varios siglos; como hemos dicho, se les ha
querido "civilizar", "integrar", "domesticar" y, en el caso extremo, se les ha querido
reducir a "reservas", como si fueran pieza de un jardín o hábitat. A lo largo de
estos años de opresión y represión, los pueblos indios han luchado por su derecho
a ser reconocidos como tales, reclamando su libre derecho a la determinación, a la
autonomía, a la validez de sus usos y costumbres. La clase política "moderna", por
el contrario, ha apelado a la ley general establecida como Constitución Política del
Estado para justificar que los pueblos ya están reconocidos en su carácter de
"ciudadanos" del país y que no se le pueden otorgar derechos específicos a algún
grupo particular de la sociedad, porque eso equivaldría a conceder privilegios a
dicho grupo, lo cual resulta irónico, por decir lo menos.141
141 Cfr. Cruzalta, (1998) pp. 14-19.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
70
En el fondo, pues, pervive la confrontación entre lo universal y lo particular.
La pieza clave para explicarnos esta contradicción es la falta de capacidad para
reconocer la exterioridad por parte de una ontología occidental que permanece en
la justificación del respeto a la norma general, aceptada por "todos". La
exterioridad, en cambio, desafía a salir de la razón dominante pero no para
abandonarla, sino para ir más allá de ella, es decir, para entrar en un nuevo
entendimiento partiendo de la particularidad material del Otro, cuyo rostro desafía
al Yo absoluto que se ha ostentado como fundamento racional vigente. Tal
entendimiento o encuentro no está dado sólo por el conflicto; es posible descubrir
caminos de salida no sólo por la tolerancia o el diálogo, sino principalmente por
medio de la solidaridad.
En este sentido, cobra fuerza la propuesta ofrecida por Dussel cuando se
refiere a llamar a esta fase no posmoderna, ni hiper moderna, como se hace en
general, sino que podemos hablar de una fase trans-moderna, más allá de la
modernidad.
"Transmodernidad" indica todos los aspectos que se sitúan "más-allá" (y también "anterior") de las estructuras valoradas por la cultura moderna europeo-norteamericana, y que están vigentes en el presente en las grandes culturas universales no-europeas. Un diálogo transversal intercultural que parta de esta hipótesis se realiza de manera muy diferente a un mero diálogo multicultural que presupone la ilusión de la simetría inexistente en las culturas.142
Las víctimas excluidas del sistema vigente, llámense pueblos, sectores o
comunidades, deberán trazar su liberación trans-moderna por medio de la
autovaloración. Esto podrá ser a partir de una crítica interna como grupo y estando
preparados para un largo camino de resistencia que supone la acumulación de
fuerzas y de maduración.
143
142 Dussel (2006) p. 49. 143 Ibídem, pp. 58s.
En este proceso es posible ir facilitando la simetría,
siempre deseable aunque difícil de moldear por el peso de la inercia que impone la
razón dominante. Con todos estos elementos, podemos afirmar que la
construcción de una cultura de los derechos humanos, como proyecto trans-
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
71
moderno, arranca desde la exterioridad del sistema para asumir críticamente sus
valores propios así como lo mejor de la modernidad occidental, a fin de ir más allá
de los horizontes vigentes establecidos, recreando espacios para la inclusión
simétrica en un nuevo sistema, basados en los derechos conquistados y abiertos
al reconocimiento de nuevos derechos humanos.
1.4 Las tendencias filosóficas en torno a la fundamentación de los derechos humanos.
Ya desde el inicio de este capítulo hemos planteado nuestra preocupación
por la urgencia de elaborar una fundamentación filosófica de los derechos
humanos. Otro elemento que también hemos mencionado es el referido a la
fundamentación en cuanto tal, es decir, a la referencia directa que existe entre
ésta y la práctica y el reconocimiento de los derechos humanos. Por ello no se
trata simplemente de cavilar sobre el mejor tipo de argumentos para defender la
existencia los derechos humanos, sino cómo éstos se ponen en práctica, cómo se
defienden y cómo van armonizándose en un proyecto político concreto. De ahí que
cada tendencia pondrá el énfasis en algún grupo de derechos, o bien,
comprometerá su visión con algún proyecto político concreto; en este sentido,
ninguna fundamentación es completa, siempre necesita de un diálogo con las
demás tendencias para un mejor entendimiento del problema en cuestión. En este
apartado señalaremos brevemente algunas de las tendencias de la
fundamentación filosófica de los derechos humanos, con el fin de cubrir el objetivo
de presentar un panorama general del debate en torno al problema de la
fundamentación.
a. Crisis de las fundamentaciones de los DH
La crisis de las fundamentaciones no ocurre solamente en el terreno de los
derechos humanos. En el ambiente sociocultural existe una preocupación por lo
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
72
práctico, vertiente que nace desde mediados del siglo XIX144
Las violaciones a los derechos humanos ponen de manifiesto la evidencia
del no cumplimiento de los mismos, por ello más que fundamentarlos hay que
defenderlos. Esto afirman quienes se manifiestan a favor de un sentido práctico,
pues consideran que con fundamentarlos no se consigue gran cosa; en todo caso
habría que buscar un consenso fáctico, no teórico ni filosófico, sino un contrato
internacional que los haga vigentes.
; más tarde, dicha
tendencia se vino a fortalecer en corrientes filosóficas como el utilitarismo de Mill,
el pragmatismo de Putman, el comunitarismo de MacIntyre o Taylor, a propósito
de la filosofía analítica. En las últimas décadas del siglo XX, un sector de la
posmodernidad ha dirigido una crítica frontal a los metadiscursos o
argumentaciones fuertes, para suplantarlos por el pensamiento débil; los
posmodernos promueven no sólo la exaltación de la práctica sino también la
validez de la diversidad de discursos argumentativos, lo que supone una
fragmentación y una relativización de toda argumentación en contraposición a los
discursos totalizantes; sin embargo, una y otra vez ha quedado demostrado que lo
práctico, por sí mismo, no es suficiente para superar o suprimir las
fundamentaciones teóricas.
145
144 Por una parte se encuentra el Positivismo de Compte, quien afirma que en el estadio científico actual, ilustrado, ya están superados el estadio ontológico y el teológico, por lo tanto, hay que dedicarse no a pensar el mundo sino a saber cómo explotar sus riquezas. En un sentido radicalmente opuesto, Marx afirmó, en su famosa tesis sobre Feuerbach, que la filosofía mucho tiempo se ha empleado en pensar la realidad, pero lo urgente es transformarla. La preocupación por la acción práctica es muy distinta en el positivismo y en el marxismo; Habermas ha retomado la discusión marxista con el afán de teorizar la acción práctica como pragmática universal. 145 "Que exista una crisis de los fundamentos es innegable. Es necesario ser consciente de ella, pero no intentar superarla buscando otro fundamento absoluto para sustituir el perdido. Nuestra tarea, hoy, es mucho más modesta, pero también más difícil. No se trata de encontrar el fundamento absoluto –empresa sublime, pero desesperada-, sino, cada vez, los varios fundamentos posibles. Sin embargo, también esta investigación de los fundamentos posibles –empresa legítima y no destinada como la otra al fracaso- no tendrá importancia histórica si no es acompañada del estudio de las condiciones, de los medios y de las situaciones en las que este o aquel derecho puede ser realizado. Tal estudio es la tarea de las ciencias históricas y sociales. El problema filosófico de los derechos humanos no puede ser disociado del estudio de los problemas históricos, sociales, económicos, psicológicos, inherentes a su propia realización: el problema de los medios y de los fines. Esto no significa que el filósofo está solo. El filósofo que se obstina en permanecer solo termina por condenar la filosofía a la esterilidad. Esta crisis de los fundamentos es también un aspecto de la crisis de la filosofía". Bobbio, citado por Hoyos Castañeda (2001) p. 143. Véase también Beuchot (20045) p. 24.
Ya la moral está dada a priori, así que no
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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hay que mostrar su existencia o probar su validez, en todo caso habría que
descubrirla para contrastarla con las realidades que vivimos, así que más que
fundamentar los derechos humanos hay que descubrirlos, sugiere Camps.146
Algunos otros piensan que las argumentaciones éticas o jurídicas carecen
de sentido porque son inoperantes; los discursos metafísicos o epistemológicos
son inalcanzables; lo que ahora persiste son innumerables discursos
fragmentados y parciales. El fracaso de los sistemas políticos ha hecho que el
consenso o la validez universal de ciertos principios sean buenos propósitos, ya
que en la práctica cada quien actúa de acuerdo a ciertos intereses en su ámbito
propio.
Ello
supone afirmar siempre a la par tanto la dignidad humana como la exigencia de
justicia, puesto que estas dos realidades son la base para hablar de todos los
derechos humanos. A fin de cuentas, aunque niegue un fundamento de los
derechos, se afirma la dignidad y la exigencia de justicia, con lo que podemos
decir que aún una visión tan pragmática como la de Camps no niega la existencia
de valores, o incluso de una idea clásica de fundamentación en la ética.
147
A nuestro modo de ver, estas tendencias son un reflejo de la crisis de la
sociedad contemporánea. Curiosamente, la salida propuesta es la fundamentación
ética o una razón no absoluta sino parcial. La crisis de la modernidad occidental,
postura invariable de los posmodernos, ha llevado a imponer la idea de que, al
Esta postura alienta el escepticismo, pero admite la necesidad de la
democracia y el respeto a los derechos humanos; en este sentido, deja la
posibilidad de encontrar una fundamentación posible, siempre y cuando se haga
una sana depuración de la modernidad ilustrada. En efecto, una posibilidad de
fundamentación no deberá atribuirse ser absoluta sino parcial y complementaria,
aunque sí debe ser sólida y suficiente. De ello dependerá la búsqueda de un
consenso, no absoluto sino suficiente, para hacer valer los derechos humanos.
146 Ibid. 147 E. Burke afirma que los derechos humanos son reales como máximas metafísicas, pero políticamente inexistentes. Véase González (1998) p. 21. Entre los juristas y filósofos que se amparan en esta postura, aunque aclaran no compartir posiciones extremas del posmodernismo, se encuentran Carlos Thiebaut, Julio Seoane y Ángel Rivero. Cfr. Beuchot (20045) p. 25.
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derrumbarse occidente, acabarán todas las instituciones que éste fundó en su
afán de "civilizar" al mundo -aunque en realidad fue un subsumir al resto de los
pueblos y sus culturas con tal de saquear sus riquezas. Se puede decir que son
posturas euro-americanocéntricas, que no miran una salida más allá de los
parámetros que ellos han establecido para elaborar principios, normas,
instituciones, etc. Sin embargo, en el actual contexto pluricéntrico y pluricultural,
podemos decir que existen otras argumentaciones más allá de lo que occidente ha
concebido como válido, especialmente cuando innumerables pueblos, culturas y
movimientos sociales, promovidos por las víctimas de la exclusión, se levantan
para decir su palabra.
b. Iusnaturalismo
Una de las principales corrientes de la fundamentación filosófica de los
derechos humanos, la más tradicional quizá, es el iusnaturalismo. Esta tendencia
considera la existencia de un derecho natural previo a la positivación de los
derechos, los cuales, se puede decir, son extrajurídicos o, más aún,
prejurídicos.148
Los derechos humanos, como un concepto de la modernidad ilustrada,
están enmarcados en las preocupaciones sociales y políticas de la irrupción del
estado moderno. Sin embargo, la discusión sobre la naturaleza humana parte
desde los griegos, sigue su trayectoria en la escolástica, el renacimiento y
finalmente en torno a las discusiones sobre el ser persona de los indios, durante el
descubrimiento y la conquista de América. Todo este pasaje histórico político de
occidente fue permeado por la misma base antropológica y filosófica, lo cual ha
hecho que algunos afirmen la inexistencia de los derechos humanos antes de la
Su fundamento es la dignidad humana concebida a la base de la
naturaleza humana; en ella se encuentran todos los atributos del ser humano y la
posibilidad de que de ella deriven los valores morales que regulan la conducta
humana.
148 Cfr. Beuchot (20045) p. 29.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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modernidad occidental, o bien que se diga que existen desde siempre, como
dando sustento absoluto y permanente al iusnaturalismo.
El derecho natural toma como punto de referencia a la naturaleza humana.
Ubicada desde el inicio de la existencia de la humanidad, la naturaleza es el
sustento de los atributos del ser y, como tal, el fundamento ontológico del ser
humano; dichos atributos tratan de indicar las necesidades básicas del ser
humano, por lo cual derivan en atributos morales que pretenden ser válidos
permanentemente.
El iusnaturalismo, por lo tanto, se ha ostentado como una fundamentación
ontológica de los derechos humanos, válida más allá de la cultura y de la historia.
En todo caso, la contingencia de la historia y los sistemas de organización política
deberán adaptarse a dicha naturaleza humana, predeterminada desde siempre
para ser convalidada en cada época histórica. Según Eusebio Fernández,149 los
derechos morales derivados de la naturaleza humana son exigencias éticas que
trascienden cada época histórica y tratar de justificarlos histórica, política,
ideológica o culturalmente sería relativizarlos y entorpecería su defensa. "Lo que
es histórico es su captación como fundamentales; pero, su propio ser de tales, no
lo es".150
El iusnaturalismo ha sido muy criticado por su tendencia ontológica
totalizante. En la actualidad sectores neoconservadores, desde diferentes
disciplinas, se empeñan en sostener un pensamiento único sobre la base
antropológica y filosófica de la naturaleza humana, alimentando con ello posturas
inflexibles y excluyentes.
151
149 Citado por Beuchot (20045) pp. 32s. 150 Ibídem, p. 33. 151 Cfr. Gallardo (2006) pp. 23-34.
Hay que destacar, sin embargo, que no todos los que
están a favor del iusnaturalismo comparten las posturas neoconservadoras del
pensamiento único; no obstante, esta corriente sigue vigente en amplios sectores
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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que coinciden en sustentar los derechos humanos únicamente desde los valores y
la naturaleza humana.
De lo anterior podemos destacar dos problemas que están en la base de la
fundamentación iusnaturalista de los derechos humanos. El primero se refiere al
sentido del concepto "naturaleza", de donde se desprende la sustancialidad de lo
humano. El segundo se refiere a la "falacia naturalista", que se puede resumir en
que todo ser deviene en deber ser. Nuevamente nuestro punto de referencia es el
Dr. Beuchot,152
Respecto del concepto "naturaleza humana", mucho se ha discutido sobre
su sentido y las consecuencias morales y jurídicas que se derivan de su
comprensión.
quien sostiene una fundamentación iusnaturalista analógica de los
derechos humanos y, por ello, responde a los dos problemas planteados
anteriormente.
153
A este respecto, Beuchot
Sin embargo, las discusiones pueden mostrar que se trata de un
término ambiguo, que ha sido utilizado para fundamentar posiciones contrarias.
Recordemos, por ejemplo, la controversia entre Ginés y Las Casas sobre la
naturaleza de los indios, en la que ambos apelaban el derecho natural. La
naturaleza humana, como concepto unívoco, pretende abarcar en su comprensión
la sustancia individual del ser humano y, en ello, su individuación ontológica;
quienes defienden esta corriente afirman que no se pretende sustentar la
naturaleza humana como una noción abstracta, pues comprende lo concreto y
dinámico de la realidad que es el ser humano y aquello que lo circunda.
154
152 Cfr. Beuchot (20045 y 2005). 153 Cfr. Stevenson (199821) 173. 154 Beuchot (20045) pp. 123-134.
afirma que la misma filosofía analítica aporta
elementos para clarificar el sentido y la comprensión de términos como "clases
naturales" y "naturaleza", de lo que infiere que es posible sostener como
fundamento último a la naturaleza humana de la que se desprende una ley ética y
jurídica, es decir, el "derecho natural", que sigue vigente en el debate de la
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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filosofía contemporánea. Aunque por medio de la filosofía analítica se quiere
salvaguardar el carácter esencial y no convencional de los términos "naturaleza" y
"clases de naturaleza", el argumento resulta débil porque no exime la
argumentación de un estatismo, una hegemonización y una totalización, herencia
histórica de una ontología occidental.
Para superar la crítica mencionada, Beuchot155 asume la defensa del
iusnaturalismo a partir de una propuesta que él llama "hermenéutica analógica".156
En lo que toca a la falacia naturalista, la tradición iusnaturalista argumenta
que no hay una contradicción entre el ser y el deber; es decir, el "ser" no se deriva
del "deber". Los atributos del ser -sea como principios o modos de razón teórica-
no derivan mecánicamente al deber ser, porque indican principios indemostrables,
se trata de bienes innegables. El "ser" que deriva en "deber ser", en cuanto que
realizaría esos bienes atribuidos al ser, no perfecciona al ser sino que lo haría más
En primer lugar, propone una reconciliación entre teoría y práctica, pues en el
terreno de los derechos humanos hay que promover ambas. A partir de una
ontología "sanamente debilitada", sugiere que es posible sostener que el
iusnaturalismo, desde una argumentación hermenéutica analógica, es una
propuesta que asume tanto la sustancia de los derechos humanos como el
proceso histórico que acompañan; de igual modo, dice, se puede asumir tanto lo
hermenéutico como lo ontológico, lo unívoco y lo equívoco, la universalidad,
necesaria para convalidar los derechos humanos, y la particularidad de los
derechos colectivos reivindicados por minorías marginadas históricamente o
sectores de las nuevas expresiones culturales. Aunque la argumentación es, como
él mismo indica, concreta pero suficiente, no deja de ser una argumentación
meramente formal; la complejidad encubre muchos rostros y, sin un punto de
partida desde la alteridad, es difícil que aparezca en el debate la materialidad de
los derechos.
155 Beuchot (2005) pp. 77-99. 156 Ya hemos explicado este concepto en el apartado de cultura de los derechos humanos. Vid supra pp. 42 ss.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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pleno. Esta argumentación formalista pretende ubicar metodológicamente el
procedimiento diferenciado que ocurre entre el paso epistemológico y el paso
ontológico, con el fin de demostrar que no existe un paso obvio de lo especulativo
a lo práctico. Al respecto, Beuchot concluye:
Nos parece que lo principal para excluir la falacia naturalista del iusnaturalismo tomista es mostrar que no se trata de una inferencia a partir del ser, de la naturaleza. La inferencia se da a partir del bien, que es un aspecto trascendental del ser, y que está en el primer principio de la razón práctica. A partir de ese principio (tan formal) de la razón práctica, y de las inclinaciones naturales así como de otras consideraciones de la naturaleza humana, se infieren los preceptos de la ley natural o derecho natural. No se infieren premisas puramente descriptivas, sino que el silogismo contiene una premisa normativa y otra descriptiva. Por lo anterior, la conclusión no puede ser descriptiva, tiene que ser prescriptiva, y así no hay paso del sólo "ser" al "debe"; más bien, en las premisas ya se encuentra contenido el "debe", de ahí que en la conclusión sólo se extraiga lo contenido en las premisas.157
Finalmente, y creo que sería el argumento más contundente, el
iusnaturalismo ha invisibilizado las luchas por el reconocimiento de los derechos
humanos.
La explicación parece suficiente, incluso sutil, pero no supera la relación
formalista que opera en el argumento, esto es, existe un trasfondo moral en la
ontología iusnaturalista. Por otra parte, el iusnaturalismo es una fundamentación
de la totalidad que no se propone establecer una interlocución con el "otro", con lo
diverso, a pesar de que existe un esfuerzo de responder por medio de la
hermenéutica analógica. La manera de sustentar y convalidar dichas posturas
hace que se introyecte una postura excluyente e impositiva, aunque no se lo
proponga.
158
157 Cfr. Beuchot (20045) pp. 143s. 158 Cfr. Gallardo (2006) p. 29.
Si, como hemos señalado, los pobres se han movilizado para
conquistar derechos que luego son reconocidos por el conjunto de la sociedad, el
iusnaturalismo ha neutralizado los alcances ético, político y, sobre todo, jurídico,
contenidos en las movilizaciones históricas por el reconocimiento de los derechos
básicos. Es verdad que los intentos de readecuación del discurso son importantes
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
79
y muestran un interés, pero lamentablemente el punto de partida se coloca en un
lugar diferente al del interés de pueblo que se moviliza para defender la
integralidad de sus derechos; en este sentido, la búsqueda de una
fundamentación no tiene que suponer sólo el despliegue elocuente de argumentos
y principios formales, sino que tendrá que ir más allá de los conceptos para partir
de otra sensibilidad política que se refleje en el conjunto de la argumentación. El
iusnaturalismo está lejos, por decir lo menos, de esta pretensión metodológica.
c. Iuspositivismo
Otra de las corrientes importantes en la fundamentación filosófica de los
derechos humanos es el iuspositivismo. En franca oposición con el iusnaturalismo,
y como respuesta a su fracaso argumentativo, el iuspositivismo coloca la
fundamentación de los derechos humanos como dependientes de la historia y de
la cultura de cada época; su máxima expresión sería que los derechos humanos
son válidos mientras estén positivados en la legislación vigente, es decir, "la
inserción de esos valores en normas jurídicas en el Derecho positivo, y la
configuración de los derechos fundamentales como derechos públicos
subjetivos".159
159 Peces-Barba, G., citado por Beuchot (20045) p. 27.
Sin embargo, esta postura es considerada por algunos como
extrema.
En este sentido, Peces-Barba propone un nuevo iuspositivismo fundado en
la moral, aunque los derechos sólo tienen validez cuando acceden al cuerpo del
Derecho positivo. Aunque la diferencia parezca mínima, lo que pretende elaborar
Peces-Barba es una diferencia significativa entre una fundamentación
estrictamente ontológica y una fundamentación moral capaz de darle un contenido
material. La distinción cobra sentido cuando hace la distinción entre derecho y
moral, pero más aún cuando se refiere a los derechos humanos:
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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los derechos humanos no se completan hasta su positivación, y tienen que contar con esa dimensión de la realidad. Fundamentar los derechos humanos es buscar la raíz de un fenómeno que se explica sólo plenamente cuando está incorporado en el Derecho positivo, aunque su origen se encuentre en el plano de la Moral.160
La justificación histórica y material de la moral, y por lo tanto de los
derechos humanos, son elementos de suma importancia. Estamos de acuerdo en
que el derecho debe transformarse según las exigencias y necesidades de cada
época, además de estar plasmados en condiciones materiales, y que esto deviene
en valores morales que necesariamente tienen que ser positivados por el
legislador. Todo parece estar armonizado, pero cabe la pregunta de si el legislador
o el estado siempre se mantendrán sensibles a las necesidades de la sociedad;
El sentido de esta fundamentación quiere ser histórica, porque el derecho
irá cambiando de acuerdo a las exigencias de cada época, pero toma distancia de
un historicismo para no caer en una tendencia de cambios sin fin. Lo que se
pretende es que la fundamentación esté integrada por la positivación y no sólo por
la reflexión teórica.
161
la tarea legislativa de los años recientes nos da innumerables ejemplos de cómo
las instituciones del estado y sus representates muchas veces están al margen de
las necesidades históricas de la sociedad, especialmente de las necesidades de
los pobres y excluidos. El reconocimiento y formulación de los derechos sería
entonces una tarea estrictamente formal y establecida por medio de pactos
estatales o interestatales, lo que a la larga se volvería contra el pueblo.162
hoy se puede decir que el fundamento de los derechos humanos ha tenido su solución en la Declaración Universal de derechos humanos […], sólo después de la Declaración podemos tener la certidumbre histórica de que la humanidad, toda la humanidad, comparte algunos valores comunes y podemos creer finalmente en
Con la intención de superar los formalismos mencionados anteriormente,
Bobbio propone una fundamentación consensualista. A este propósito refiere:
160 Peces-Barba, G., citado por Beuchot (20045) p. 28. 161 Cfr. Gallardo (2006) p. 35. 162 Ibídem, p. 38.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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la universalidad de los valores en el único sentido en que tal creencia es históricamente legítima.163
Dentro del iuspositivismo ha aparecido una nueva tendencia conocida como
garantismo.
Parece válido y encomiable el argumento de Bobbio sobre el acuerdo
alcanzado en Naciones Unidas para aprobar la Declaración Universal; sin
embargo, en las décadas subsiguientes a la aprobación, hemos constatado que
aquél consenso práctico fue una buena señal que inmediatamente se contaminó,
pues los derechos contenidos en la Declaración no pasaron a formar parte de las
legislaciones y programas de gobierno de los países comprometidos en esa
ocasión. Los intereses particulares de los países, y la política económica de los
países ricos, obstruyeron el reconocimiento y, así, dicho consenso fue perdiendo
interés al punto de quedar solamente como un buen deseo. Esta postura
netamente política de muchos países, ha hecho que los consensos sobre
derechos humanos queden desprestigiados y, en muchos casos, relativizados.
164 Su principal promotor es el jurista italiano Luigi Ferrajoli, quien
expone un iuspositivismo crítico165
163 Bobbio, N., "Presente y porvenir de los derechos humanos", citado por Saldaña (2001) pp. 200 y 203. 164 El garantismo es una teoría multidisciplinaria que nace como teoría del derecho penal y se propone dar respuesta a los grandes problemas del derecho, tales como la legitimidad, la legalidad, la vigencia, la validez y la efectividad, entre otros. La idea del garantismo está ubicada también en relación con el movimiento constitucionalista, el cual hace una fuerte crítica al estado de derecho; por este motivo se propone que la Constitución esté más allá del sentido estricto de la ley, con el fin de salvaguardar tanto su vigencia como su validez. Cfr. Ferrajoli (20046) especialmente capítulo 4; véase también Ferrajoli (1999 y 2004a). 165 Cfr. Ferrajoli (2002) pp. 11s. y véase también Ferrajoli (20046) p. 213.
para explicar los derechos fundamentales a
partir de argumentos tanto intra como extra jurídicos, a fin de incluir el aporte de
otras teorías. Lo propiamente jurídico, lo intra, se refiere a la vigencia del derecho,
en tanto que lo extra jurídico se refiere a la validez del derecho; para encontrar un
punto crítico de equilibrio entre vigencia y validez, Ferrajoli propone asumir los
derechos fundamentales no como un mero formalismo iuspositivista, sino
atendiendo a la sustancia de los mismos que se expresa en los objetivos y la
razón social, así como en la viabilidad constitucional del estado. Sólo los
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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derechos fundamentales pueden alimentar una democracia sustantiva y ésta, a su
vez, puede regular una democracia formal.
Según su opinión,166
Por todo lo anterior, Ferrajoli llama la atención sobre la dificultad de
fundamentar los derechos humanos en el actual contexto complejo que vivimos;
sugiere que, si se quiere encontrar una fórmula que haga contrapeso a la
discrecionalidad política -sobre todo en el contexto de confusión ideológica entre
izquierda y derecha- y al mercado neoliberal, hay que definir los derechos
humanos como "aquellos derechos que son adscritos universalmente a todos en
cuanto personas, en cuanto ciudadanos o en cuanto capaces de ejercicio".
las corrientes tradicionales de fundamentación de
derechos humanos, y del derecho mismo, caen en diferentes falacias que
conviene aclarar. El iusnaturalismo, por ejemplo, confunde lo axiológico con lo
interno jurídico; a este hecho se le catalogaría como falacia idealista. Por otra
parte el iuspositivismo, al no indicar los límites entre el derecho positivo y la
justicia y la moral, caería en una falacia ético-legalista. Una tercera y cuarta
confusión podría ser entre lo jurídico y lo fáctico y viceversa, por lo que se estaría
develando una falacia normativista o una falacia realista, respectivamente.
167
La propuesta de Ferrajoli tiene muchos elementos que en este trabajo
dejamos fuera por razones metodológicas. Sin embargo, en voz de sus críticos,
Toda definición pretende ser estipulativa, además de ser explicativa, pero
consolidará su sentido en la medida que alcance su desarrollo máximo en
colaboración con otras disciplinas. La eficacia de los derechos podrá juzgarse
después de su aplicación empírica, su capacidad explicativa y su fecundidad para
la resolución de problemas. Para ir más allá del derecho, pero sin abandonar lo
propio, el jurista italiano insiste en la importancia de la dogmática constitucionalista
que concibe como "derecho sobre el derecho".
168
166 Cfr. Ferrajoli (2004a) pp. 283-289. 167 Ferrajoli (2004a) p. 287. 168 Cfr. Pintore, citada por Moreno (2006) p. 34.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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no logra abandonar el paraguas iuspositivista, toda vez que el despliegue de la
complejidad del derecho y su relación con el conjunto de la política no cubre el
vacío con respecto a la filosofía política; tal vez queda clara la complejidad
jurídica, pero no la política, especialmente para denunciar la asimetría de la
sociedad actual. Por lo anterior, algunos llegan a calificar esta propuesta como
una falacia garantista, porque aunque tiene una postura crítica frente al
iuspositivismo, confía en los procedimientos formales que ofrece el derecho para
dirimir los conflictos.169
En las últimas cuatro décadas del siglo pasado y la década que corre de
éste nuevo siglo, los procesos de liberación se han intensificado en el mundo. En
América Latina, especialmente, los pueblos asumieron un protagonismo
No obstante, sus argumentos han ubicado los derechos
humanos en un terreno multidisciplinario atinadamente oportuno, aunque no esté
plenamente desarrollado, pese a los considerables avances y colaboraciones
entre la academia, el servicio público y las organizaciones civiles de derechos
humanos.
d. El derecho alternativo en América Latina
170
169 Cfr. Sánchez Rubio (2004) p. 2. 170 Cfr. Wolkmer (2007b) p. 3.
que
generó una práctica de transformación y un pensamiento que ha repercutido más
allá de sus fronteras, fortaleciendo, incluso, los procesos de liberación en otros
continentes. No olvidemos que en medio de estos procesos surgió la pedagogía
del oprimido de Paulo Freire; la teología de la liberación de Gustavo Gutiérrez,
Leonardo Boff e Ivonne Guevara, entre otros teólogos y teólogas; la psicología de
la liberación de Martín Baró; los aportes a la economía de Franz Hinkelammert y
Celso Furtado, entre muchos otros aportes de otras disciplinas que han
introyectado una visión propia de la transformación emancipadora de nuestro
continente.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
84
En ese contexto hay que ubicar el surgimiento del derecho alternativo (DA),
pues a diferencia del pluralismo jurídico, que es una manifestación de la crisis de
la "unicidad" del derecho occidental moderno, el DA surgió como una necesidad
de dotar de más herramientas al pueblo pobre, con el fin de construir y fortalecer
sus procesos de liberación. Una definición, con base en el proceso del DA, la
podemos encontrar en
el magistrado Amilton B. Carvalho, [quien] en su obra “Derecho Alternativo en la Jurisprudencia”, propone que el “movimiento del Derecho alternativo” en su sentido general, comprende los siguientes frentes de lucha: 1º) Uso alternativo del Derecho: utilización, vía interpretación diferenciada, de las “contradicciones, ambigüedades y lagunas del derecho legislativo en una óptica democratizante”. 2°) Positivismo de combate: uso y reconocimiento del derecho positivo como arma de combate, es la lucha para la efectivización concreta de los derechos que ya están en los textos jurídicos pero que no están siendo aplicados. 3º) Derecho alternativo en sentido estricto: “derecho paralelo, emergente, insurgente, encontrado en la calle, no oficial, que coexiste con aquél otro emergente del estado, es un derecho vivo, actuante, que está en permanente formación/transformación.171
El DA, en referencia a las tendencias que hemos desarrollado
anteriormente, no se desprende mucho de los conceptos y la teoría existente,
puesto que estratégicamente debe usar de la jurisdicción vigente. Por eso los
aportes de Jesús A. de la Torre Rangel, David Sánchez Rubio o Carlos Antonio
Wolkmer,
172
171 Wolkmer (2007a) p. 8. 172 Véase Torre Rangel (1997 y 2006); Sánchez Rubio (1999), Wolkmer (1998, 2000, 2002, 2006), Salamanca Serrano (2003, 2006), Rosillo (2008), entre otros. En la misma línea tenemos a César Rodríguez Garavito y Luis Carlos Arenas, quienes recientemente han publicado, en coordinación con Boaventura de Sousa Santos, El derecho y la globalización desde abajo (2007). Sin embargo, considero que los aportes de Santos y Rodríguez Garavito apuntan más a la casuística del derecho que al desarrollo de un conjunto teórico; el interés por analizar casos concretos sobre la manera cómo se ha usado el derecho de forma alternativa es importante, porque contribuye con elementos procedimentales. Esta aplicación alternativa del derecho aportaría elementos para construir una teoría crítica de lo que pretende ser el derecho alternativo.
toman como punto de partida tanto el iusnaturalismo como el
iuspositivismo, pero dan un paso adelante al interpretar el derecho y los derechos
humanos desde las luchas solidarias de los pobres, inspirados por la propuesta
crítica de la Filosofía de la Liberación. Seguramente para los juristas,
conservadores o modernos, y de otras disciplinas, esta interpretación sería una
mera aplicación historicista o sociológica del derecho, pero hay que tomar en
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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cuenta que la mayoría de las propuestas teóricas al servicio de la liberación del
pueblo pobre, son elaboraciones en construcción y hasta ahora no tienen la última
palabra porque el proceso sigue abierto, lo cual no quiere decir que carezcan de
validez o no tengan algo que aportar al conjunto del desarrollo de los derechos
humanos o del derecho, así como de las demás ciencias. La propuesta del DA que
hace Torre Rangel consiste en una aplicación de la hermenéutica analógica, es
decir, usar el iusnaturalismo en la defensa de las causas de los pobres. En este
sentido, cuando se afirman los derechos subjetivos, analógicamente se afirma la
validez de las normas secundarias que los concretizan, siempre y cuando estén
reflejados en ellas las demandas de los pobres.
Wolkmer173 sugiere que antes de desarrollar el DA como tal, es necesario
construir un cuerpo teórico crítico, con categorías que aclaren lo propio del DA a
partir los pobres, pues no se trata de un discurso meramente ideológico, retórico o
demagógico. El objetivo de esta propuesta es superar el idealismo iusnaturalista,
el formalismo iuspositivista y el realismo del iuspositivismo crítico, además de
colocar como categoría básica la materialidad de los excluidos, pues sólo desde
ahí cobran otro sentido las categorías ontológicas y fácticas del derecho, así como
los pactos, convenios y acuerdos internacionales sobre derechos humanos.174
Para atender al desafío planteado por Wolkmer, A. Salamanca y un grupo
de juristas han desarrollado una nueva propuesta dentro del DA llamada
iusmaterialismo. Este neologismo expresa “la positivación de la justicia por el
pueblo bajo la sanción coactiva de la fuerza física”;
175 por una parte, el
iusmaterialismo como positivación de la justicia indica que “el Derecho positivo es
la formulación normativa del contenido material de la justicia”,176
173 Cfr. Wolkmer (2007a) pp. 2-4. 174 Cfr. Diemer (1985) p. 109. 175 Salamanca Serrano (2006) p. 11. 176 Ib.
es decir, las
necesidades de la vida del pueblo quedan formuladas en la norma legal; dichas
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necesidades, en tanto necesidades humanas, se refieren a las condiciones
materiales por las cuales el pueblo produce, reproduce y desarrolla su vida.
Otro elemento del iusmaterialismo es la categoría pueblo. Éste es el sujeto,
en tanto actor político, trabaja para que dichas “condiciones materiales que
aseguran la reproducción de su vida adquieran formulación jurídica”.177
Finalmente, el iusmaterialismo apela a la sanción coactiva de la fuerza física lo
cual quiere decir que “es la última instancia que tiene el pueblo para garantizar el
cumplimiento de los derechos, como positivación de las necesidades materiales
de vida que ha considerado merecedoras de protección jurídica”.178 La fuerza
coactiva cuando la usa un poder deslegitimado pierde su función normativa y se
convierte en una violencia tiránica, por más que argumente que su acción está
fundada en el derecho. Sin embargo, hay que hacer hincapié que la sanción
coactiva de la fuerza física es “la última instancia” y de ninguna manera es la única
forma que tiene el derecho para conseguir su cumplimiento, A. Salamanca
Serrano sugiere también las saciones morales, las cuales pueden ser un recurso
eficaz para hacer valer la normatividad validada por el pueblo.179
Éste habrá de ‘hacerse cargo de la realidad’ delo pueblo, como derecho de revolución; ‘cargar con la realidad del pueblo’, como derecho para la revolución; y se ‘encargará de la realidad del pueblo’, como derecho en la revolución. El Derecho a la revolución es la necesidad material de la vida de los pueblos,
El iusmaterialismo es el fundamento teórico-práctico del Derecho a la
Revolución, el cual es comprendido como “la innovación de la vida en la materia
como praxis de los pueblos que quieren producir y reproducir su existencia”;
Salamanca Serrano sigue la ética de la liberación de Ignacio Ellacuría, por ello
plantea que el Derecho a la Revolución.
177 Ibidem p. 12. Especialmente en el capítulo III volveremos a abordar esta categoría, pues una definición positiva no puede olvidar una connotación negativa, en el sentido que también el pueblo puede enajenarse y alienar el Derecho. Claro está que el Derecho es una institución autónoma, pero es el accionar del pueblo el que marca una relación dinámica para determinar comunitariamente las necesidades que producen, reproducen y desarrollan su vida. 178 Ibidem p. 13. 179 Ibidem pp. 13-14.
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necesidad que no es una ilusión virtual, ni su satisfacción es posible únicamente con la ‘buena voluntad’.180
180 Ibidem pp. 14-15.
Esta propuesta supone una política crítica en diálogo con las demás
fundamentaciones iusfilosóficas, pero su finalidad es desenmascarar las
formalidades de cada tendencia, con el fin de evidenciar que el único objetivo
posible es garantizar la producción, reproducción y desarrollo de la vida del
pueblo.
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Capítulo II
Filosofía de la Liberación en el contexto de la exclusión.
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Capítulo II
Filosofía de la Liberación en el contexto de la exclusión.
La libertad, Sancho,
es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.
Miguel de Cervantes Saavedra181
La exclusión de las condiciones mínimas de vida de millones de seres
humanos, a causa del hambre y la pobreza principalmente, así como la posibilidad
de una hecatombe ecológica mundial, son temas centrales para la filosofía en este
nuevo siglo que comienza.
Introducción
182
Desde luego que en el conjunto de discursos filosóficos encontramos
diferentes énfasis en los aspectos antes mencionados, incluso discursos
La contribución crítica de la filosofía, como lo ha hecho la FL desde hace
más de tres décadas, no consiste en desempeñar un papel de observadora
inquisitorial, ni tampoco como gestora de conceptos que expliciten abstracta y
suficientemente la realidad que vivimos; la tarea crítica del discurso filosófico,
especialmente de la FL, es argumentar a partir de las condiciones materiales de la
vida de los excluidos, formular los conceptos que expresen sus aspiraciones de
mejoramiento de vida, así como explicitar las estratégicas argumentativas y
prácticas que alienten la construcción de utopías viables para la liberación de los
pueblos excluidos.
181 Don Quijote de La Mancha IIª, 58. 182 Cfr. Dussel (2001a) p. 9.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
90
explícitamente en contra dadas las complicidades, concientes u omisas, con el
poder dominante. Nosotros acentuamos estos aspectos porque hoy, más que
nunca, es necesario un discurso éticamente comprometido y políticamente crítico,
dadas las condiciones actuales de exclusión.
Con estas premisas como telón de fondo, queremos desarrollar en este
segundo capítulo el contexto de globalización. En él no pretendemos hacer un
análisis coyuntural con base en datos duros de los principales ámbitos sociales;
nuestro objetivo es tratar de desglosar filosóficamente los mecanismos de
dominación y exclusión presentes en la actual coyuntura, los cuales tienen raíces
históricas183
2.1 El contexto de la exclusión.
y también la intención de establecerse como proyectos a futuro. Dicho
de otro modo, lo que nos interesa no es tanto cuantificar las problemáticas
sociales, sino ir más allá de lo estadístico para desentrañar lo simbólico y el
contenido estratégico de las políticas actuales, sean gubernamentales o de los
movimientos sociales. Será, pues, un análisis social con intención filosófica.
Más adelante queremos entrar de lleno a la propuesta temática y el
desarrollo histórico de la filosofía de la liberación, su consolidación a partir de la
ética de la liberación y, recientemente, su contribución en la conformación
sistemática de una política crítica y de la liberación. Este apartado pretendemos
poner las bases para sustentar una propuesta política que avale una práctica del
derecho a partir de las luchas de los movimientos sociales.
183 Algunos autores que nos ofrecen una síntesis histórica del liberalismo económico y sus actuales transformaciones: Borón (2004) pp. 19-50; Amin (2001) pp. 15-29; Kurnitzky (2002) pp. 19-44; Villegas (2004); AA. VV., Guía del Mundo. El mundo visto desde el Sur, (2001-2002) 627 p., –en adelante se citará: Guía del mundo (2002). Para el caso de México: Aguayo (2007, 2008) ofrece abundantes datos estadísticos de todos los rubros del contexto nacional; Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, Diagnóstico sobre la situación de los derechos humanos en México, (2003) 192 p. –en adelante se citará: OACNUDH (2003)-; AA. VV., Informe alternativo al IV Informe periódico del Estado Mexicano sobre la aplicación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales 1997-2006, 124 p. –en adelante se citará: Informe DESCA (2006).
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
91
La globalización neoliberal, y su consecuente decadencia posmoderna, se
encuentra en un callejón sin salida debido a la imposición de una ideología
egocéntrica y totalitaria. La inviabilidad de la globalización neoliberal está
demostrada no sólo por el estancamiento actual de los índices macroeconómicos
y la disminución del consumo en los mercados, sino por los millones de seres
humanos que cotidianamente quedan excluidos de conseguir lo necesario para
vivir, así como por la destrucción incontrolable de los recursos naturales.
Sin embargo, para los tecnócratas neoliberales el problema de la pobreza y
exclusión de millones de seres humanos no radica en la redistribución de las
ganancias del capital acumulado, sino en la "potenciación del capital humano" que
pondrá fin a las incapacidades de los pobres. Estos, una vez superadas sus
incapacidades, estarán capacitados para competir en el mercado.
Desde una perspectiva liberal, la pobreza se define como la falta de “acceso a libertades fundamentales de acción y decisión que los más acomodados dan por descontadas” (Sen, Amartya, 1999 citado en el Informe sobre Desarrollo Mundial 2000/2001). Frente a una problemática definida de esta forma, la alternativa que se propone es el “desarrollo del capital humano”, que se centra en que los individuos desarrollen por sí mismos las capacidades necesarias que les permitan superar su condición de pobreza, para lo cual se desarrollan distintas estrategias, que tienen como fin brindar oportunidades, potenciar capacidades y seguridad (Informe sobre Desarrollo Mundial 2000/2001).184
La anterior definición de pobreza contiene una doble contradicción. Por una
parte, la pobreza es considerada como la falta de acceso a libertades de acción y
decisión; los tecnócratas piensan que los pobres tienen alguna incapacidad para
actuar y saber decidir, como si el mundo globalizado estuviera abierto y en
condiciones equitativas para que todo ser humano accediera sin demora a las
ventajas del desarrollo. Por otro lado, la cuestión del "capital humano" es una
concepción economicista instrumental del ser humano, típica de la mentalidad
empresarial, que mide todo como una posibilidad de obtener alguna ganancia, de
184 AA., VV., Agenda pública ciudadana de derecho humanos. Memoria de los Encuentros y Diálogos de Organizaciones de la Sociedad Civil con Candidatos y Candidatas a la Presidencia de la República y al Congreso de la Unión, México (2006) –en adelante se citará: Agenda Pública Ciudadana (2006) p. 34.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
92
hacerlo rentable. Ahí termina el valor de la vida y empieza un modelo pragmático,
casi mecánico, de adecuar la vida y la naturaleza a la lógica de medios-fines.
Irónicamente, el triunfo del neoliberalismo es el fin de la historia, la crisis
económica y ambiental es el dato duro que confirma el crecimiento de la
macroeconomía;185
La visión neoliberal no ignora que toda persona es conciente de las
estructuras de explotación y exclusión; por eso el sistema le ha quitado la palabra,
lo ha ocultado para no responsabilizarse de su dolor, pues a este sistema le
conviene la desaparición del sujeto. Sin embargo, esta regresión premoderna es
sólo formal. La desaparición del estado benefactor es sólo un eslogan que se
aplica en los países pobres, mientras que en los países ricos, sedes de las
corporaciones que lucran con la vida humana y la naturaleza, se salvaguardan las
principales políticas sociales.
la sociedad perfecta neoliberal es el ocultamiento de lo real
por el mundo ideal del mercado total.
186
Si yo volviera a nacer la verdad pediría no ser yo, pero si pudiera estar en otro lado, me gustaría estar en la capital, ahí todos tienen forma de conseguir unos pesos, se visten mejor que uno y hasta hay donde pasear. […] Ya estando ahí me consigo un buen trabajo y a lo mejor hasta me llevo a mi mamá conmigo. Mi trabajo antes era de rezagador, aquí todos aprendemos el oficio cuando estamos trabajando. La verdad, yo prefiero trabajar afuera, se siente uno mejor; no que allá abajo nos duele la cabeza o hasta a veces nos mareamos, asegún se trate del lugar donde nos pongan. Sale uno cansado, como si el cuerpo casi no nos aguantara, dicen que es toda la cochinada que uno está oliendo (en la mina). Allá adentro hay muchos gases, polvos y cosas que uno no ve, pero el cuerpo lo
Es así como estos países se sostienen gracias a
políticas proteccionistas, al mismo tiempo que aplican la receta de "potenciar el
capital humano" de los países pobres, como si el problema de la injusticia
estructural obedeciera a la baja autoestima de los pobres. Esto no es sino una
mera actitud evasiva del dolor que causa la injusticia del mercado. Con esta
actitud buscan más bien evadir su responsabilidad en las injusticias del mercado y
el dolor que éstas provocan. El siguiente texto recoge lo que un pobre piensa de
su situación:
185 Hinkelammert (1995) p. 133. 186 Cfr. Chomsky (1995) pp. 31s.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
93
resiente pronto. Una vez vinieron unos de México y nos dijeron que estamos así de jodidos porque queremos, y eso no es cierto, estamos así porque el 'pinche' gobierno nos aplasta todo el tiempo, porque roba dinero de los campesinos, porque mata a los que decimos algo o alzamos la voz. No, no estamos así por nuestra culpa estamos así porque los pobres no tenemos quién nos oiga.187
Un pobre sabe que es el sistema el que lo mantiene al margen de la
sociedad de consumo y de la ganancia del capital, mientras que el sistema
considera que es pobre porque carece de educación y su autoestima es baja. Sin
embargo, esta valoración del pobre como aquella persona con baja autoestima y
sin reconocimiento de sus capacidades es totalmente errada, porque prefiere
ignorar que la sobreexplotación del sistema no se reduce al ámbito laboral, sino
que también hay una "plus represión" anímica y pulsional
188
Esta máquina de deshumanización impone como principio máximo la
obtención de ganancias
y que la asimetría
social ha sumido en el olvido a los pobres, al punto que muchos sienten "que
nadie los escucha" y a nadie interesa su dolor porque están excluidos. La
indolencia es la "correcta sensibilidad" neoliberal posmoderna.
189 bajo la condición del desmantelamiento del Estado. La
imposición de la economía especulativa del neoliberalismo sobre la desregulación
de los estados, es la sustitución de la economía por la política.190
187 Israel Leyva, 21 años, minero de Angangueo, Michoacán, en: IMDOSOC (2001) pp. 75-76. 188 Cfr. Dussel (1998) p. 358. 189 Cfr. Kurnitzky (2002) pp. 42-43. 190 Este punto es debatido por Viviane Forrester, quien afirma que no es la economía la que anula la política, sino que es una política neoliberal con vocación totalitaria la que destruye a la economía. Cfr. Forrester (2000).
El capital, para
obtener máximas ganancias, debe estar exento de reglas o de estructuras
políticas que impidan su libre circulación. El estado sirve como mero espectador
en el libre juego de las fuerzas económicas, dejando en total vulnerabilidad y
exclusión a amplios sectores de la población –pueblos indígenas, mujeres,
campesinos, pobres, entre otros-, pues aunque estos sectores saben que son un
"capital humano", carecen de reconocimiento como personas y de los medios para
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
94
hacer frente a la desventaja en la sociedad de competencia, que funciona por
medio de tratados de libre comercio.191
La actual etapa trasnacional del capitalismo, pone ahora en la periferia el momento productivo del capital (las fábricas) de las industrias que dejan de ser "de punta", absorbiendo el bajo salario del miserable proletariado externo (en Asia o América Latina). La "asimetría" es total. Los "Siete Grandes" (el "Grupo de los siete": G7) deciden el destino de la Humanidad. La concentración de riqueza en manos de Estados Unidos, Japón y Europa (población que no alcanza el 15% de la humanidad) controla, usa, consume y destruye irresponsablemente hasta el 80% de los bienes no renovables de la tierra.
192
La teoría de la acción racional parte de la acción medio-fin, de su eficiencia y de su medida por la rentabilidad lograda en relaciones de competencia en los mercados. Al analizar toda la realidad en forma de su parcialidad medio-fin, su criterio de validez empírica en última instancia es un criterio de falsificación/verificación. Si un fin es realizable, se tienen que demostrar los medios para alcanzarlo. Esta demostración es falsada en el caso de que los medios indicados no logren el fin propuesto. Hay que abandonar el fin o indicar otros medios capaces de realizarlo. Este proceso de falsación/verificación es tan parcial como lo es la relación medio-fin. Toda su racionalidad es también lineal.
Como si no fuera suficiente el control que ejercen, los grandes capitales,
respaldados por el aparato de estado de los países ricos, difunden la idea de que
la generación de riqueza y bienes para la sociedad, en su conjunto, es competir
eficientemente. Sin embargo, tal competencia y eficiencia son una falacia
irracional, porque nadie puede considerar eficiente una competencia que nos está
conduciendo al colapso mundial. Este modo de proceder está fundado en una
racionalidad instrumental, que asume como valores máximos la eficiencia y la
competencia. Todo esto, a su vez, se basa en la teoría de la acción racional que
Max Weber propuso para explicar el funcionamiento de la sociedad, y de manera
especial el de la teoría económica. Veamos la síntesis de esta teoría que nos
ofrece Hinkelammert:
193
La aplicación de esta teoría a la práctica del mercado ya estaba anticipada,
de algún modo, por Adam Smith, quien se refería a la libre acción del mercado
191 Cfr. OACNUDH (2003) pp. 63-64. 192 Dussel (2001b) p. 373. 193 Hinkelammert (2005) p. 48.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
95
gracias a la "mano invisible" que se encargaría de dinamizar la producción y el
intercambio en el mercado para realizar el bien común. Pero la radicalización de
este argumento, en la fase neoliberal actual, se concreta en la obtención de la
máxima ganancia, fin último del mercado; éste es regulado por la "mano invisible",
así sea por los medios más contradictorios, y hasta mezquinos, que generan
ordinariamente una competencia desleal.194
Hay quienes afirman que tal situación irracional sólo es sostenible gracias a
la militarización internacional, que se hace presente en la cotidianidad de casi
todos los ambientes sociales. Por medio de una estrategia del miedo y la
inseguridad, el estado se hace presente como un superpolicía que cuida los
intereses de las grandes empresas. La violencia se establece con mayor facilidad
en una sociedad que ha perdido la confianza, es decir, cuando el tejido social se
ha roto. Esta violencia hace que la gente actúe irracionalmente y que muchas
veces deje salir, en un acto de aparente autodefensa, represiones acumuladas en
forma de agresión contra todo lo que provoque un cierto estado de inseguridad.
Ante ello, la constitución política del
estado, el estado de derecho y los derechos humanos, prácticamente dejaron de
ser referentes obligados para la regulación de la convivencia pacífica en la
sociedad y en la comunidad internacional. Por otra parte, se impone
ideológicamente una hegemonía de pensamiento único que fragmenta identidades
culturales y crea un prototipo de consumidor, dejando así al ciudadano como cosa
del pasado.
195
Este ambiente provocado, hace que muchas personas estén más preocupadas
por cuidar su seguridad personal y sus intereses que en analizar las causas de
esa violencia. No obstante, este ambiente de inseguridad y violencia cobra más
fuerza en las urbes que en el campo, y no es una novedad porque históricamente
las potencias han usado la violencia para controlar y regular sus mercados.196
194 Cfr. Hinkelammert (1996) p. 16. 195 Cfr. Kurnitzky (2002) p. 60-61. 196 Cfr. Dussel (2001b) pp. 371-372.
Los
movimientos sociales de resistencia son concientes que esta incitación a la
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
96
violencia es una manera de descalificar la protesta social contra el sistema
neoliberal.
Todo lo anterior lleva a afirmar a muchos analistas que vivimos en un nuevo
tipo de imperialismo.197 Los posmodernos y neoconservadores consideran que el
concepto es típico de una crítica de la izquierda al poderío capitalista y, por lo
tanto, anacrónico. Sin embargo, el señalamiento ha cobrado fuerza en los
movimientos anti-globalización y puede describir a partir del control que ejercen
los países que retienen la hegemonía global en los siguientes aspectos: "a) el
monopolio de las nuevas tecnologías; b) el control de los flujos financieros a
escala mundial; c) el control del acceso a los recursos naturales del planeta; d) el
control de los medios de comunicación; e) el monopolio de las armas de
destrucción masiva".198
En este contexto, el tema de los derechos humanos es muy complejo. De
manera oficial los estados, y hasta las empresas, se muestran interesados en
ellos. Sin embargo, los documentos, las declaraciones, los pactos, entre otras
normatividades que contienen los principales acuerdos sobre derechos humanos,
han quedado al margen de la estrategia política del mercado. Contra todo sentido,
parece que se impone la práctica de que no existen los derechos de las personas
Aunque evidentemente este control fáctico en los campos
de la economía y de la política es determinante, lo que nos interesa en esta fase
es su modo de adaptación y su capacidad de multiplicación de controles sobre la
sociedad, aunque en realidad es una nueva cara del viejo ego
moderno/capitalista/colonial /machista/excluyente, sustento ideológico de la
civilización euro-americanocéntrica.
197 Petras, James, "Construcción imperial y dominación: EE. UU. e Iberoamérica", en: Villegas (2004) pp. 125-190; Gallardo (1994) pp. 1-3; Amin (1993, 1996, 1996, 2001); González Casanova, et al, (1994). Sin aludir al imperialismo, Viviane Forrester habla de "una extraña dictadura" para referirse al liberalismo como un régimen totalitario, Cfr. Forrester (2000). 198 Amin (2001) p. 25. Por su parte James Petras, señala que ese imperialismo está encabezado por Estados Unidos, pero no tanto por el estado norteamericano sino por las corporaciones multinacionales que ejercen el control en todo el mundo, en los aspectos antes señalados. De las 500 corporaciones multinacionales que ejercen dicho control, el 48% son de capital norteamericano; la militarización del mundo está controlada por Estados Unidos con sus 120 bases militares distribuidas estratégicamente por todo el orbe. Op. Cit., pp. 128-136.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
97
corporales, personas concretas, pues los derechos que valen en el mercado son
los derechos de las personas jurídicas, es decir, los derechos de los corporativos
como "Siemens", "Sony", "IBM",199 etc. Esta inversión no obedece solamente a los
intereses económicos que persiguen los corporativos sino, principalmente, a la
política que neutraliza la acción del ciudadano concreto y se ampara en el aparato
jurídico del estado para proteger los intereses de los capitales trasnacionales.200
Por ejemplo, si hacemos un repaso de los últimos conflictos internacionales,
podemos ver que todos los pactos, acuerdos y declaraciones han sido violados
sistemáticamente. En 1986 Nicaragua promovió un juicio contra los Estados
Unidos ante la Corte Internacional de La Haya, denunciando un acto de agresión y
violación a su soberanía; sabiendo que perdería el caso, Estados Unidos se retiró
de la Corte desconociendo su competencia. En 1991, en la "guerra del Golfo
Pérsico", Estados Unidos aceptó -contra toda lógica- que "su trabajo" había
ocasionado "daños colaterales", en franca violación al derecho internacional. El
mismo argumento repitió la OTAN en los conflictos de Kosovo y recientemente de
nuevo los Estados Unidos, en la invasión irracional que sostiene en Afganistán e
Irak,
De una "era de los derechos humanos" estamos caminando a una "era de los sin
derechos".
201 con la ayuda de países "clientes". Las instancias intergubernamentales
han quedado rebasadas y mudas delante de semejantes violaciones al derecho
internacional202
199 Hinkelammert (1998) p. 5. 200 Cfr. Sánchez Rubio (2004) p. 3. 201 Cfr. Hinkelammert (1995, 1998, 2005). 202 Cfr. Amnistía Internacional (2003).
y a la más elemental razón de civilidad para resolver los conflictos
por vías legales y legítimas. Como un reflejo de lo que pasa en el exterior, en este
momento en México los conservadores han secuestrado las instituciones del
estado y el ejercicio de la política, en la medida que los diferentes sectores de la
sociedad mexicana no están representados en los supuestos acuerdos para la
gobernabilidad del estado. Los representantes de los poderes de la unión, se han
empeñado en seguir los mismos métodos para controlar, reprimir y enjuiciar a la
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
98
oposición; recordemos los recientes conflictos de Atenco y Oaxaca, por ejemplo,
donde se violaron todas las normas específicas y la Constitución, utilizando para
ello las instituciones del estado.203
Por otra parte, es lamentable también que algunos documentos emitidos
por los mecanismos de la ONU para denunciar las violaciones a los derechos
humanos por parte de los estados, al describir los conflictos, masacres, genocidios
o crímenes contra la humanidad, se han referido a las víctimas con términos
como: "limpieza étnica", "desechables" y otros, que han sido adoptados y
difundidos por los medios de comunicación. No se trata de simples términos de
ocasión para calificar un conflicto, sino que tienen toda la intención de incentivar la
discriminación en la sociedad al referirse a las víctimas de los conflictos como
personas prescindibles.
Detrás de todos los conflictos internacionales mencionados, Estados
Unidos, Japón y los países europeos han dejado ver sus intereses económicos
geoestratégicos en las zonas de tensión, es decir, los gobiernos actúan como
agentes protectores de los intereses de las grandes corporaciones. Esta forma de
actuar, propia de los neoconservadores, también está presente en amplios
sectores de la clase política mexicana, pues los métodos de represión son los
mismos que han usado para "salvaguardar el Estado de derecho" las grandes
potencias.
204
El trasfondo de toda esta situación de caos global,
205 aparece por medio de
argumentos que no se dicen abiertamente pero las interpretaciones de los
conflictos están a la vista de todos: "las víctimas tienen la culpa", "el victimario es
inocente", entre otros. La "mano dura" de los regímenes autoritarios, llamados
democracias, no se mancha de sangre;206
203 Para el caso de Oaxaca, CCIODH (2007) pp. 224ss. 204 Cfr. Galvis (1996) p. 41. 205 Cfr. Todorov (2003). 206 Cfr. Hinkelammert (1998) p. 97.
la historia de occidente construida por
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
99
una larga cadena de ultrajes e imposiciones de tipo ideológico van desde el
"cristianízate o te aniquilo" del siglo XVI, al "civilízate o te aniquilo" del siglo XIX, al
"desarróllate o te aniquilo" del siglo XX, hasta llegar al "neoliberalízate o te
aniquilo" y "democratízate o te aniquilo" de nuestros días.207
Al respecto, el Foro Internacional sobre Globalización señala: [...] las corporaciones globales insisten en que las pequeñas comunidades no deben reservarse este valioso material genético, sino que todo el mundo debe tener acceso a él. En efecto, las empresas emplean el lenguaje de los comunes globales hasta el momento en que confirman su patente monopolista sobre el material. En este punto, se abandonan todos los argumentos en defensa de los comunes. En su lugar, las grandes empresas dicen que se les debe permitir reservarse esos materiales genéticos mediante las patentes, con el fin de tener la posibilidad de recuperar la inversión hecha en investigaciones, en beneficio de toda la humanidad.
Occidente vigila y
acusa, todo debe estar en orden porque como guardián de los derechos humanos
está siempre alerta, a él, nadie lo acusa.
Finalmente, otro factor que no puede pasar desapercibido en este contexto
de exclusión, es el creciente interés de privatizar los recursos naturales como el
agua, la biodiversidad, el patrimonio genético, las reservas ecológicas y los
energéticos, entre otros aspectos atractivos a la inversión privada. La comunidad
internacional cataloga a todos los bienes mencionados como res communis, por
tratarse de bienes de la humanidad; sin embargo, las corporaciones
multinacionales insisten en que pueden ser res nullis, es decir, pueden ser
susceptibles de inversión pues se trata de bienes que deben aprovechar a toda la
humanidad, de manera que podrían enajenarse. De esta manera, las
corporaciones saldrían beneficiadas, al obtener el monopolio sobre la riqueza de la
biodiversidad y las ganancias que generaría su explotación.
208
Lo anterior lleva a muchos a preguntarse si serán viables los derechos de
las futuras generaciones o nos tendremos que adaptar de algún modo a la "era de
207 Cfr. Grosfoguel (2006) p. 41. 208 Sánchez Rubio (2004) p. 7.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
100
los sin derechos"; más bien la pregunta sería si es viable la vida para el futuro bajo
las condiciones de destrucción de la vida humana y de la naturaleza toda.
Pero tal sistema de dominación y control no es una realidad nueva.
Llevamos poco más de 500 años con la misma estrategia económica, política,
militar y cultural, que desde luego se ha ido perfeccionando y ampliando al paso
de cada generación, pero siempre desde los intereses de las metrópolis europeas
y, ahora, norteamericana.209 El sistema mundo encabezado por occidente, ha
determinado no sólo las condiciones de explotación de la naturaleza y la fuerza de
trabajo de los habitantes de la periferia, sino que también ha establecido los
patrones culturales y de diverso tipo en los que deben basarse las relaciones:
políticas, económicas, raciales, religiosas, militares, de género, de sexo, de
conocimiento e, incluso, lingüística; expresándose en todos los ámbitos
mencionados la dominación y el control ideológico.210
209 Cfr. Dussel (2001) p. 375; Grosfoguel (2006) pp- 25-26. 210 Cfr. Grosfoguel (2001) pp. 27-28.
Se trata de una racionalidad
que centraliza, adiestra y opera para mantener este tipo de flujos de relación; no
obstante, la globalización y las posibilidades de intervención en la realidad actual
son nulas, porque la asimetría, como hemos señalado antes, es total. De ahí que
se está gestando una serie de alternativas al margen de este sistema.... en el que
los derechos humanos adquieren un contenido estratégico, institucional y
normativo diferente.
Con todos los elementos mencionados en este breve análisis de la
exclusión, hemos querido destacar sus características generales para identificar
los argumentos que tenemos que responder desde una filosofía comprometida con
sus víctimas. Cabe señalar que, si bien nuestros comentarios se refieren al ámbito
de los derechos humanos, la respuesta tendrá que darse desde los diferentes
campos del saber y de las ciencias.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
101
Los principales problemas señalados nos exigen desarrollar una propuesta
ética capaz de hacer frente a la actitud pragmática e indolente de los promotores
del neoliberalismo. Sin embargo, dadas las condiciones hegemónicas totalitarias
del capital trasnacional, es necesario desarrollar también una propuesta que
ayude a reconfigurar los niveles, los principios y las estrategias de la acción
política, a partir de las luchas de los movimientos sociales que asumen la defensa
y el reconocimiento de los derechos de los excluidos del sistema.
2.2 Criterios metodológicos y desarrollo de la filosofía de la liberación.
En la introducción ya hemos abordado algunas categorías clave de la FL.
También en el desarrollo del panorama de los derechos humanos del capítulo 1, y
en la descripción de la exclusión que acabamos de hacer, hemos desglosado
otras categorías con sus respectivos contenidos. Lo anterior nos ha permitido
presentar un marco general, para ahora entrar de lleno a la crítica de lo estudiado
hasta ahora, con las herramientas de la FL. En este sentido, conviene recordar
que la propuesta que estudiamos no está desligada de la biografía de nuestro
autor. En efecto, el Dr. Enrique Dussel211
211 Para una bibliografía del Dr. Enrique Dussel, véase: Dussel (1992) pp. 50ss; (1998a) pp. 14-18; Moreno Villa (1993) pp. 14-64; Mendieta (2001) p. 17.
deja bien claro que su propuesta
filosófica está marcada por las diferentes etapas de su vida: su nacimiento (1934)
en un pueblo periférico, compartiendo en sus primeros años la vida del pueblo
pobre; después de sus estudios en la universidad (1952-1957), su mentalidad
colonial le hizo ir hacia la experiencia europea (1957-1966), que le enseñó lo que
es lo periférico para los del centro; más tarde, de regreso en América Latina,
empieza un proceso de madurez de su pensamiento filosófico, desde la primera
etapa de conformación de la FL en Argentina (1966-1975) hasta la experiencia del
exilio en México (1976), donde se estableció y posteriormente adquirió la
nacionalidad mexicana.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
102
Todas las etapas de su vida se reflejan en su obra, tanto filosófica como
histórica y teológica. De una manera clara vemos plasmadas en su obra sus
grandes preocupaciones a lo largo de este proceso de asimilación crítica: la
situación de las masas empobrecidas le lleva a verlas a la luz de la teoría de la
dependencia, bajo regímenes políticos populistas y posteriormente dictaduras
militares, no sólo en Argentina sino en diversos países latinoamericanos. Más
tarde, con la caída de los socialismos históricos, se afina su crítica al marxismo
ortodoxo y se reafirma su crítica a la modernidad occidental en decadencia
posmoderna.
Quizá convenga mencionar que, a su regreso de Europa, Dussel se sumó a
la lista de pensadores latinoamericanos que buscaban responder, suficientemente,
a la pregunta por nuestra identidad como pueblos, especialmente marcados por
ser la periferia del mundo. Sin embargo, la visión antropológica y la preocupación
por la filosofía de la cultura, sostenidas en general por el andamiaje
heideggeriano, bien pronto se vieron confrontadas por la interpelación del otro que
le aportó el estudio de la obra de Levinas.212 Con esto no solamente cambiaría de
la antropología a la ontología,213
212 La mayor parte de la primera etapa de la FL se inspira en Totalidad e Infinito. Ensayo sobre la exterioridad. Levinas (19872). En la recepción de Levinas hay una lectura crítica de su obra, Dussel-Guillot (1975). 213 Cfr. Mendieta (2001b) p. 18.
sino que dio un giro hacia la ética, la cual
establece como cimiento de todo su proyecto filosófico. Recientemente, este
proceso se ha consolidado en la elaboración de una política de la liberación.
Con estos elementos como marco referencial, entremos ahora a desglosar
el contenido temático de algunos momentos en el desarrollo de su pensamiento.
a. Un pensar desde las víctimas del sistema hegemónico vigente
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
103
Detengámonos un poco en la influencia que recibió de Emmanuel Levinas.
La crítica a la filosofía europea, sintetizada por una totalidad totalizante,214
La crítica de Levinas se dirige al trasfondo de la tradición filosófica en la
cual el ser es "lo visto", "lo comprendido y lo definido, lo permanente o eterno y
divino".
egocéntrica y autorreferencial, es el objetivo a superar en la naciente FL (1969-
1970). Siguiendo a Levinas, Dussel cuestiona las bases y el desarrollo de la
ontología clásica, principalmente europea, centrando su atención en Hegel y, más
adelante, en Husserl y Heidegger.
215 Hegel inmanentiza la subjetividad del ser y Heidegger reduce la
comprensión a la totalidad del mundo. ¿Cómo salir de esta prisión hermenéutica
del ser totalizante? Parece que la respuesta se encuentra en la ética, ella nos
ayuda a ver más allá de lo Mismo, porque nos conduce a la exterioridad. El rostro
del otro, el cara-a-cara, puede ser el momento redentor que va más allá de "lo
visto", más allá de la "comprensión del mundo". El otro como lo no-visto es lo in-
totalizado y nos abre a la novedad de lo creado. Cuando Levinas habla del otro, se
refiere al judío que padeció bajo el totalitarismo nazi; en cambio, Dussel al hablar
del otro se refiere al oprimido latinoamericano, las masas empobrecidas por la
totalidad nordatlántica.216
Estas categorías que ayudan a salir de la ontología nordatlántica, colocan
en un desafío a la FL. Desafío que lleva a pensar lo no-pensado por la totalidad y,
por lo tanto, se requieren nuevas categorías, un nuevo método que tome como
punto de partida el pueblo empobrecido por las oligarquías de los países
latinoamericanos, dependientes del poder central europeo-norteamericano. Surge
entonces el método ana-léctico, método que pretende ir más allá de la totalidad; a
diferencia de la dia-léctica, como camino de autoafirmación de la totalidad, "El
214 Dussel (1974) p. 170. 215 Ibídem, p. 171. 216 Ibídem, pp. 174ss.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
104
método ana-léctico es el pasaje al justo crecimiento de la totalidad desde el otro y
para 'servir-le' (al otro) creativamente".217
Es aquí donde la FL encuentra su veta creativa que obliga a Dussel a
reorganizar su programa filosófico. Curiosamente, la preocupación por escribir una
historia desde América Latina se confirma y toma nuevos bríos para sustentar
mejor sus "hipótesis" planteadas hasta ese momento.
218 Sin embargo, más que
interesarse propiamente por escribir una historia desde la periferia
latinoamericana, la exterioridad oprimida "descubre" otros rostros y no sólo el del
emprobrecido. Por lo anterior, en la primera gran elaboración de una ética de la
liberación219 se contempla el planteamiento de una visión histórica desde las
víctimas y luego pasa a concretizar diversos rostros de la opresión; así aparece el
rostro sexuado-oprimido de la mujer220 por el varón. Aunque el tema es
"descubierto" en el desarrollo de la ética de la liberación, más adelante es motivo
de un volumen sobre la erótica latinoamericana o la liberación de la mujer,221
Por medio de la aplicación de la analéctica, la ética de la liberación
"descubre" el rostro oprimido del alumno, sea por el padre o el maestro. La
opresión que padece el hijo, el niño; como inmaduro o adulto en potencia, debe
caminar hacia su liberación por medio de la pedagógica,
en el
que se explicitan las condiciones de liberación de la mujer mediante la
construcción de relaciones de equidad.
222
217 Ibídem, p. 182. 218 Cfr. Dussel (2006). 219 Dussel (1973). 220 Ibídem, pp. 128-137. 221 Dussel (19904). 222 Cfr. Dussel (1973) pp. 137-144.
esto es, el maestro o
padre, en lugar de tratarlo como menor de edad, lo interpela a partir de lo que
piensa y siente, estableciéndose una relación no de enseñanza jerárquica, sino de
una enseñanza de igual a igual, por medio de un amor pedagógico. Finalmente, la
ética de la liberación aborda la política, la cual es la aplicación de la analéctica a la
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
105
relación hermano-hermano; en esta relación de servicio se debe desmantelar la
voluntad de poder, como sustrato de la relación: señor-esclavo.223
El momento analéctico, como ya dijimos, se coloca en la exterioridad para
ver el rostro del otro y escuchar su voz. Ese encuentro nos coloca en una
pedagogía analítica, que orienta el estudio y análisis de los distintos autores o
corrientes filosóficas. Así, el ubicarnos desde la exterioridad, en el primer
momento supone un estar con el autor, lo que implica una lectura profunda y
comprensiva de sus principales tesis; en el segundo momento se opta por una
actitud crítica del autor, para desentrañar las inconsistencias o contradicciones de
su propuesta teórica; y, en el tercer momento, es un ir más allá del autor, lo cual
quiere decir que la FL sale enriquecida en el estudio de un determinado autor o
corriente filosófica, todo esto realizado como un servicio para la liberación del
oprimido, del excluido. A diferencia de la dialéctica, la analéctica no "acumula"
conocimiento para la totalidad o para "ella misma", como refinamiento intelectual o
erudición arrogante, sino para la exterioridad, y no para ser subsumida en la
totalidad sino para trascenderla liberadoramente.
Toda esta lectura política recogió lo que diversos sectores populares en
América Latina (sindicatos, partidos de izquierda, comunidades eclesiales de
base, movimientos, etc.), se proponían como proyecto de liberación en los 60's y
70's, liberación que suponía una alternativa frente a las dictaduras militares y la
imposición de nuevas condiciones de dependencia económica, principalmente de
los Estados Unidos. Pero, además de la importancia de sus consecuencias
políticas, el método analéctico se convirtió en una herramienta constante en el
futuro de la FL.
224
223 Ibídem, pp. 144-156.
224 No mencionamos aquí todo el despliegue de la analéctica, el cual desató una nueva visión latinoamericana de la educación, la cultura, la ciencia, el arte, la religión, la estética, etc., todo lo cual quedó recogido en los cinco tomos de la Ética de la liberación (I y II 1973, 1977, 1979, 1980). Sin embargo, como ya dijimos, hubo algunos tomos especiales para abordar la cuestión de La liberación de la mujer y la erótica Latinoamericana (19801, 19904), La pedagógica latinoamericana (1980) y posteriormente escribió una síntesis de su pensamiento en Filosofía de la Liberación (19771, 20017, obra que ha sido traducida al portugués, inglés, alemán e italiano. La analéctica fue
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
106
Las posturas políticas del Dr. Dussel provocaron serias reacciones en
amplios sectores conservadores. Aunado a esto, la descomposición del clima
político y el hostigamiento al grupo de filósofos que sostenían una postura crítica -
que culminó con un atentado con bomba en su casa- fueron el caldo de cultivo
para que en 1975 Dussel saliera como exiliado político de su patria y se
estableciera en México.
Sin embargo, el país anfitrión marchaba a otro ritmo en las causas de
América Latina y fue evidente la incomprensión hacia su proyecto filosófico. En
nuestro país operaban tres corrientes: los latinoamericanistas encabezados por
Leopoldo Zea, los marxistas dogmáticos encabezados por Adolfo Sánchez
Vázquez y los analíticos encabezados por Mario Bunge. Si bien se le ubicó dentro
de los latinoamericanistas, el proyecto filosófico de Dussel distaba mucho del
historicismo que desarrollaba el grupo de Zea.225
Para mantenerse unido a las causas de América Latina, encontrar una
cierta resonancia en México, pero sobre todo, para responder a algunas críticas
226
de su falta de inclusión de la principal referencia teórica de los movimientos de
izquierda, empezó una profundización de Marx.227
motivo de duras críticas, como todo el conjunto de la FL, algunas de las cuales fueron respondidas inmediatamente por Dussel en su Praxis latinoamericana y Filosofía de la Liberación (1983), en donde matiza la distinción entre método y momento analéctico, es decir, que el primer momento de la FL es "guardar silencio para escuchar al otro", de ahí la relevancia de la analéctica, pues ordinariamente la ontología clásica parte de la teoría de un autor y aunque dialécticamente se busca superarlo con mejores razonamientos, en todo caso lo que se acrecienta es la teoría, los conceptos, pero a veces al margen o, incluso, contra la liberación de los excluidos. Sin embargo, con una postura más conciliadora, hay quienes dicen que es mejor hablar de un método ana-dialéctico, para indicar que la crítica a la razón totalitaria no es una negación de la razón en sí misma, por el contrario, la crítica a la totalidad es una manera de discernir todos los rasgos excluyentes e insensibles de una razón que se autonombra como única verdad posible, para que de ese modo pueda usarse la racionalidad para ir más allá de la totalidad. 225 Cfr. Bautista (2006) pp. 8s. 226 Algunas de las críticas a la FL las respondió dentro del volumen Praxis latinoamericana y Filosofía de la Liberación (1983).
El estudio no sólo de El Capital,
227 Hay que decir que, en la primera fase de la FL, Marx había sido leído como parte de la totalidad occidental y, por lo tanto, no cobraba mayor relevancia. Incluso se aludía que Marx había escrito desde la realidad europea en la que el explotado era el proletariado, mientras que en América Latina el proletariado no figuraba como una clase significativa o, en el extremo del dogmatismo de
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
107
sino de los Grundrisse,228 los Manuscritos 1861-1863 y los manuscritos de la
Tercera y Cuarta redacción de El Capital, todo esto dio como resultado tres tomos:
La producción teórica de Marx, Hacia un Marx desconocido y El último Marx;229
El punto de partida del pensamiento marxiano es la crítica, crítica al orden
establecido; aquí, propone Dussel,
en
dichos estudios, publicados durante la década de los 80's, más que responder a
las interrogantes o relecturas de Marx de la izquierda dogmática, Dussel fue
cautivado por la profundidad del pensamiento marxiano, especialmente por lo no
publicado hasta ese momento. Desde luego que su lectura de Marx la hace desde
las categorías de la FL y, por lo tanto, sus conclusiones enriquecen con mucho su
proyecto filosófico.
230 Marx sigue más a Schelling que a Hegel,
porque ya en su crítica a Feuerbach sugiere que "la filosofía antigua decía: sólo lo
racional es lo verdadero y real; la nueva filosofía enuncia por el contrario: sólo lo
humano es lo verdadero y lo real";231
izquierda, anulaban a otros sectores excluidos como los indígenas, las mujeres, etc. Una difusión del marxismo dogmático, relectura de Marx desde la totalidad, ofrecía un Marx distante a las realidades de exclusión en América Latina. Pero, afortunadamente, la lectura de Marx desde la FL resulto ser creativa y fecunda, de modo que pudo ubicársele en el horizonte del proceso de liberación; más aún, desde aquí pudo entenderse mejor la relectura latinoamericana de un José Carlos Mariátegui quien, en la década de los 20's, señaló las inconsistencias del marxismo dogmático y "descubrió" el rostro del indígena como parte de la clase explotada, así pues, los explotados no sólo eran los obreros de las fábricas, sino los trabajadores rurales, los indígenas, etc. Pero estas distinciones, aunque parezcan ociosas o inútiles, nos ayudan a desentrañar y a precisar el sentido de "la clase"; en la medida que la crítica al sistema establecido se aplica a otras realidades, va cobrando otro sentido la palabra clase para cobrar más relevancia la palabra pueblo. 228 "Elementos fundamentales para una crítica de la economía política (borradores)" Dussel (19912) p. 21. 229 Ya desde inicios de los 70's, Dussel incluyó en su Método para una filosofía de la liberación, el ensayo: "El ateísmo de los profetas y de Marx" (1974) pp. 244-258; como fruto de sus investigaciones en la década de los 80's (1985-1990), además de publicar: Carlos Marx. Cuaderno tecnológico-histórico (1984), Las metáforas teológicas de Marx (1993). Pero para Dussel no es suficiente con hacer un análisis crítico de la obra de Marx; su interés y objetivo final es que cada uno de sus lectores no se contente con su análisis crítico, sino que vaya directamente a la obra de Marx para confrontar las categorías de análisis y su aplicación para transformar nuestra realidad latinoamericana, como parte del conjunto de los países pobres del mundo. 230 Cfr. Dussel (1988) pp. 290-297. 231 Marx (1843), citado por Dussel (1988) p. 292.
por ello, Dussel desentraña el origen de la
crítica marxiana a partir del trabajo vivo del proletario, del pobre explotado por el
capital, es decir, lo más real del capitalismo. La crítica a la economía política, no
es sólo crítica al capitalismo sino crítica a la realidad capitalista. Lo más abstracto
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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para Marx es el capital, mientras que lo más concreto es el trabajo vivo del
proletario, explotado por el sistema de lucro del capitalismo.
El trabajo vivo es la fuente creadora de todo valor, es la misma vida
humana entregada en jornadas extenuantes de la que el capital obtiene sus
ganancias. Es el trabajo vivo lo que le añade un valor a lo producido, plusvalor; por
eso cuando un producto sale de las manos del trabajador, ese producto lleva parte
de la vida del trabajador, de su sangre, de su humanidad. Sin embargo, el capital
sólo considera al trabajo objetivado, esto es, al trabajo como cosa que se puede
intercambiar como otro producto del mercado, así el trabajo queda enajenado del
trabajador porque el trabajo objetivado pasa a ser una realidad de la Totalidad
cósica que es el capitalismo. Por lo tanto, el trabajo vivo queda en la exterioridad,
la vida humana del trabajador no importa, es no-capital, porque lo que importa
para el capital es el producto, no la vida entregada para forjar ese producto.
La distinción entre trabajo vivo y trabajo objetivado, será el punto de apoyo
para que Dussel afirme que Marx no propone una ontología sino una ética, una
meta-física. Marx hace una crítica a la realidad del capitalismo desde la
exterioridad del proletario explotado, el cual entrega su fuerza de trabajo en un
producto que el capitalista tasa según el movimiento del mercado. El capitalismo
se coloca así como una ontología que especula con los valores del mercado y deja
fuera la vida, al hombre de carne y hueso que sostiene la producción de la
plusvalía.
Este aspecto ha pasado inadvertido para muchos en la tradición marxista, al confundirse frecuentemente trabajo vivo (como exterioridad creadora y subsumible), capacidad de trabajo (como pura capacidad que se produce con el valor del salario), fuerza de trabajo o potencia productiva (el trabajo vivo subsumido en el capital), trabajo (concepto abstracto y por tanto ambiguo en cuanto indeterminado), trabajo productivo (sólo el que produce plusvalor, en sentido estricto) y trabajo asalariado (trabajo subsumido a cambio de salario), etc. Ahora puede vislumbrarse lo que indica Marx cuando escribe que es necesario realizar "la crítica general de todo el sistema de las categorías de la economía".232
232 Dussel (1988) p. 294.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
109
Desde luego esta valoración está realizada a partir de las categorías de la
FL, sin embargo, cobra mucho sentido en estos momentos en que las políticas del
liberalismo económico se han radicalizado. Por ello, más que hacer una relectura
del "materialismo histórico" de Marx, Dussel propone retomar el sentido material
de los principios de toda crítica hecha desde la exterioridad de la totalidad. Esto
nos abre una nueva visión de Marx, pues para la tradición marxista sólo existía un
Marx joven y uno viejo; el primero, dialéctico y humanista, el segundo, científico y
materialista; habría que rescatar al pensamiento marxiano como humanista y
metafísico, crítico de toda totalidad posible. Esta puede ser una lectura de Marx
para el siglo XXI, en la que la ética se reafirma como filosofía primera.233
Finalmente, en el horizonte de la FL no existía un diálogo con la filosofía
analítica, ni con la crítica que hacía de ella Karl Otto Apel y Jürgen Habermas, éste
último representante de la segunda Escuela de Frankfurt. La caída del muro de
Berlín y la consiguiente crisis del marxismo, vinieron a poner de relieve la
necesidad de dialogar con otras escuelas filosóficas, no para abandonar el
proyecto original de la FL sino para afinar sus categorías y dinamizar la causa de
la liberación, ahora más urgente que nunca en un contexto en que la explotación
pasó a ser un "privilegio", pues lo imperante de la globalización fue la exclusión de
inmensas mayorías empobrecidas. En este contexto, el diálogo con Apel, Ricouer,
Rorty y Habermas, entre otros (entre 1989 y 1996 aproximadamente), ofreció
posibilidades de enriquecimiento mutuo y, sobre todo, manifestó la necesidad de
generar un diálogo intercultural norte-sur.
234
La discusión con la ética del discurso de Apel-Habermas, vino a alertar a la
FL que se mantenía en el plano de la conciencia. La crítica al "giro lingüístico" de
la filosofía analítica estaba dada ya por la pragmática universal de Habermas.
Para la filosofía analítica importaba lo dicho más que el decir; el acto de habla
233 Cfr. Mendieta (2001) pp. 23s. 234 Cfr. Fornet-Betancourt (1992) pp. 7-10. A la par de este diálogo Norte-Sur, ya desde décadas anteriores existía el interés por desarrollar un diálogo Sur-Sur. Éste se concretizó en el V Congreso de la Asociación Filosófica Afro-Asiática realizado en el Cairo, en 1994. Cfr. Dussel (1998b) p. 17.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
110
como mera locución no toma en cuenta quién lo dice y desde dónde lo dice, pero
esto es fundamental para la FL, que se colocó en la exterioridad no sólo para
saber lo que decía el otro sino para dejar que éste se manifestara en el cara-a-
cara, tal cual es, sin maquillajes. Su rostro y su cuerpo desnudo ultrajado por la
explotación y exclusión, son el mejor decir desenmascarador de la totalidad.
Para la filosofía analítica todo acto de habla contiene signos que deben
interpretarse por medio de la sintáctica, la semántica y la pragmática;235 pero lo
dicho, el acto de habla, siempre busca un interlocutor y es aquí donde la
pragmática universal "subsume" el mero hecho lingüístico cuando la comunicación
se dirige a otro, así surge la comunidad de comunicación,236 propuesta por Apel.
Aunque esta interpretación de la comunicación es correcta, es incompleta para la
FL. Hinkelammert dirá que esa comunidad ideal de comunicación será meramente
formal porque los que dialogan no pueden prescindir de sus condicionamientos
históricos, así que un diálogo desde la exclusión del sistema es imposible si no se
toman en cuenta sus condiciones materiales, esto es, para dialogar hay que haber
comido, más aún, estar con vida.237 Dussel por su parte dirá que conducir el
diálogo, la comunicación, por un mero camino formal, puesto que se respalda en
el aparato kantiano, lleva a invisibilizar el cuerpo o la corporalidad sentiente.238
235 Dussel (1998a) pp. 25s. 236 Dussel (1992a) pp. 65s. 237 Cfr. Bautista (2005) p. 17. 238 Cfr. Mendieta (2001) p. 27
Sin
embargo, a pesar de la crítica al formalismo, los aportes de la ética del discurso o
de la ética de la comunicación de la responsabilidad solidaria tienen aportes que
llevan a la FL a precisar sus momentos de elaboración de contenidos formales y
críticos para una nueva ética de la liberación. Esto supone la nueva elaboración de
una poderosa síntesis en diálogo con los nuevos desafíos de la globalización
moderna-posmoderna.
b. Ética de la liberación
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
111
El contexto de finales del siglo XX, obligó a la FL a entrar en una nueva
etapa de discernimiento. La crítica hacia ciertas características del capitalismo,
propias del momento de la guerra fría, ya no era tan precisa en la etapa de crisis
desatada por la globalización neoliberal, aunque ésta sigue basada en la misma
totalidad excluyente pero ahora en una fase de decadencia posmoderna. Ante el
peligro de caminar hacia el suicidio colectivo de la humanidad, es ineludible
formular una defensa de la vida humana no como "un concepto, una idea, ni un
horizonte abstracto, sino [como] el modo de realidad de cada ser humano en
concreto, condición absoluta de la ética y exigencia de toda liberación".239 Este
nuevo desafío estaba marcado además por otros dos hechos que no son menores
y que, además, dan nuevas razones de la no sólo necesidad sino más bien
urgencia de la FL; nos referimos a la celebración de los 500 años del
"descubrimiento" de América240
Así pues, la emergencia de ciertos sectores excluidos como los pueblos
indios, y los aportes del diálogo con la ética del discurso, orientaron a la FL a
replantearse la necesidad de dar una respuesta sistemática a tales desafíos, una
vez más, por medio de la Ética de la Liberación, en la edad de la globalización y la
exclusión.
y al levantamiento indígena de los pueblos mayas
de Chiapas contra el gobierno Mexicano, en 1994.
241
239 Dussel (1998b) p. 11. 240 Sobre este hecho Dussel publicó su obra 1492, el encubrimiento del otro, la cual es una compilación de conferencias que impartió en Frankfurt, Alemania. Dussel (1992). 241 Dussel (1998b).
En este apartado queremos destacar los momentos de dicha obra,
aunque somos concientes que no será un comentario detallado pues, sin duda
alguna, su contenido es abundante y complejo; por otra parte, ya otros
investigadores y alumnos de diferentes universidades le han dedicado sendos
trabajos que abordan en detalle la Ética de la Liberación. Nosotros
desarrollaremos un comentario esquemático, con el fin de evidenciar las
constantes en la obra de nuestro autor y, sobre todo, aquello que nos permita
sustentar una fundamentación filosófica de los derechos humanos.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
112
La Ética de la Liberación está dividida en dos partes, cada una de las
cuales contiene tres capítulos que corresponden a los principios en que está
basada dicha ética. Así, la primera parte dedica cada capítulo a uno de los tres
principios fundamentales que toda ética debería desarrollar, esto es, el principio
material o de contenido, el principio formal o de validez intersubjetiva y el principio
de bondad o de factibilidad ética. En la segunda parte, desglosa los principios
críticos propios de la FL, es decir, el principio crítico-material de afirmación de la
vida frente a todo sistema que niegue la corporalidad o la dignidad del otro, el
principio de validez anti-hegemónica de la comunidad de víctimas o la crítica-
discursiva deslegitimadora del statu quo y, finalmente, el principio liberación, el
cual se desarrolla a través de una transformación viable y la construcción de un
nuevo orden donde sea posible la vida de las víctimas. Las dos grandes partes de
la ética están precedidas por una introducción en la que Dussel deconstruye la
historia de la ética occidental, a partir de una historia mundial de las eticidades de
la humanidad.
Pasamos ahora a comentar cada uno de los apartados señalados,
mencionando algunas de las tesis más importantes y haciendo un comentario
esquemático e indicativo de cada una de ellas.242
a) En un primer estadio, el 'sistema interregional' fue sólo la estructura de las relaciones de la región egipcio-mesopotámica. La India, China y Amerindia no se conectaban directamente todavía.
Tesis 1. Historia de las eticidades. Llamaremos 'sistema mundo' al 'sistema interregional' (si por 'región' se entiende una alta cultura o sistema civilizatorio) en su fase actual, mundial o planetaria, fruto de un proceso con cuatro estadios, según nuestra interpretación:
b) En un segundo estadio, el 'sistema interregional' creció abarcando desde el Mediterráneo y el norte del África hasta el Medio Oriente, la India y la China a través de las estepas euroasiáticas (las regiones influenciadas por los 'indoeuropeos'), hegemonizando o teniendo por centro-conector el mundo persa o el helenístico de los seléucidas o de los Ptolomeos.
242 En el Apéndice 1 de dicha obra se encuentran 17 tesis que sintetizan los argumentos de la ética de la liberación. Ibidem, pp. 617-630. En las 7 tesis que desarrollamos en el presente trabajo, pretendemos resumir y comentar esas 17 tesis en que nuestro autor resume su obra, de ahí que la numeración no es equivalente a la del libro de Dussel.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
113
c) En un tercer estadio, el mundo cristiano, el bizantino primero y musulmán después reemplazan al helenístico y juegan el rol de bisagra en todo el sistema (desde la China y la India al Mediterráneo). d) En un cuarto estadio, la Europa periférica reemplaza al mundo musulmán-turco y constituye el primer 'sistema-mundo' propiamente dicho, colocando a Amerindia como su primera periferia. De una manera abstracta y simplificada, llamo por ahora 'centro' y 'periferia' a los horizontes culturales de 'mundos de la vida' determiados por su 'lugar' dentro del 'sistema-mundo' (World System) desplegado desde fines del siglo XV. Hoy el 'centro' de dicho sistema está constituido por los países del Norte (Europa occidental, Estados Unidos y Japón). China y Rusia guardan una posición especial. El resto es la 'periferia'.243
Esta tesis manifiesta la necesidad de colocar el surgimiento de las
eticidades a la par de la historia mundial de la humanidad, intencionalmente
propuesta para de-construir la historia "oficial" de la humanidad vista desde
occidente. Como sabemos, el conjunto de las disciplinas llamadas científicas por
la modernidad, inicia su fundamentación histórica colocando su inicio a partir del
auge de la cultura heleno-romana. En contraposición a esta postura "ordinaria", la
humanidad comenzó su despliegue "civilizatorio" en el África bantú, negra, y de allí
avanzó hacia el oriente; este origen desencadenó una eticidad basada en el
De acuerdo con Dussel, la historia de las eticidades no comienza con los
griegos y su "normal" expansión hacia occidente, hasta llegar a su máxima
expresión en la modernidad europea-norteamericana. La historia de las eticidades
de la humanidad inicia con los sistemas regionales en Egipto y Mesopotamia, se
desarrolla hacia oriente con las civilizaciones regionales: persa, helenística, china,
india, muy tardíamente se desarrolla hacia el mediterráneo y luego el imperio
bizantino. El despliegue del Islam logró formular una eticidad que mantuvo su
vigencia por más de siete siglos desde Mindanao, Filipinas, hasta el Califato de
Córdoba en la península ibérica. El actual sistema-mundo comenzó su
implantación con el encubrimiento y saqueo de América india, más tarde negra y
mestiza; justificó su preponderancia sobre las demás culturas y eticidades desde
la ilustración moderna en el siglo XVIII, hasta alcanzar su máxima expansión en el
mundo por medio de la globalización neoliberal.
243 Ibidem (1998), p. 617.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
114
cuerpo, la carne, el culto a los muertos, como lo atestigua no sólo la cultura
egipcia sino también la mesopotámica y su sello posterior en la cultura semita,
origen de al menos tres grandes tradiciones de la humanidad, a saber: judía,
cristiana y musulmana; este sustento del ethos humano dista mucho del
formalismo ontológico griego.
De acuerdo con esta tesis, hemos hablado ya en el capítulo 1 del código
Hamurabi, en el apartado sobre los hitos de la historia de los derechos humanos.
En efecto, si la cultura de los derechos humanos, y a través de ella su
fundamentación, tiene como fuente la necesidad humana del excluido, entonces
todo sistema que trate de posibilitar la vida humana deberá partir del dolor del otro
y, en él, reconocer el propio. Se trata de una fundamentación de los derechos
humanos a partir de la materialidad del excluido, de un ethos que está fuera de la
argumentación del centro, de la totalidad.
Por otra parte, en cada fase regional (persa, helénica, china, india, incluso
mesoamericana e inca) se desarrolló un ethos que distaba mucho de la imposición
que sufrieron todas las culturas con la expansión de la modernidad y ahora con la
globalización neoliberal. Pero además del origen particular de cada ethos cultural,
el ethos occidental, periférico hasta 1492, se impuso al resto de las culturas por
medio de la sumisión, la explotación y el saqueo de sus riquezas, como se
atestigua hasta nuestros días, a través de los capitales privados que no detienen
su afán de lucro. Las eticidades de la humanidad son una riqueza para la historia y
sobre todo para las futuras generaciones, así que se hace necesario rescatar su
origen, desarrollo y validez, como exterioridad a la totalidad
occidental/machista/egocéntrica/excluyente. La validez del ethos de cada cultura
no conduce a una fragmentación, como lo propone hoy la posmodernidad, sino a
reconocer la diversidad en la universalidad, de ahí que sigue siendo necesario
hablar de una ética universal.
Tesis 2. Principio material, de la corporalidad sensible.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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El que actúa éticamente debe (como obligación) producir, reproducir y desarrollar autorresponsablemente la vida concreta de cada sujeto humano, en una comunidad de vida, desde una 'vida buena' cultural e histórica, que se comparte pulsional y solidariamente teniendo como referencia última a toda la humanidad, es decir, es un enunciado normativo con pretensión de verdad práctica y, además, con pretensión de universalidad.244
244 Ibidem, p. 140.
La formulación del principio material, que debe formar parte de toda ética
que se precie de universal, es el resultado del diálogo de la FL con propuestas
filosóficas como: la inteligencia sentiente de X. Zubiri, el utilitarismo de S. Mill, el
comunitarismo de A. MacIntyre, M. Walzer y C. Taylor, hasta la oposición de lo
material de Marx frente a lo formal de Hegel. La poderosa síntesis de cada una de
las escuelas filosóficas mencionadas, desarrollada por Enrique Dussel en la Ética
de la Liberación, nos ofrece innumerables razones para afirmar, en primer lugar, la
necesidad de una ética universal, la cual no se funda únicamente a partir de
valores sino de las condiciones materiales de la vida humana.
Por lo anterior, aunque el tema de la vida humana es tratado ya por el
vitalismo o el personalismo, el avance de la neurobiología alerta a la FL sobre la
necesidad de precisar el tema de la conciencia y de la corporalidad. A través de
los avances de la biología y las neurociencias, la FL aprende a nombrar con mayor
agudeza las implicaciones de una inteligencia emocional o sensible, más allá de la
pura sensibilidad; asimismo, los estados de conciencia manifiestan una
complejidad que ayuda a nombrar mejor el tema de las necesidades humanas,
para desenmascarar su mero carácter ideológico. Con estos aportes cobran un
nuevo sentido los temas de la corporalidad y la conciencia, los cuales tenían otro
enfoque muy distinto en la primera ética de la liberación. En ese entonces, lo ético
se levantaba como una denuncia ante el escándalo de la marginación y la pobreza
de la mayoría de los pueblos de América Latina, motivo por el cual algunos
tomaron a la FL más como teología que como filosofía, o incluso menospreciaron
su discurso exhortativo considerándolo meramente demagógico o populista, en el
mejor de los casos.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
116
La radicalización de la marginación y la pobreza, hasta llegar a la exclusión
de millones de seres humanos en el mundo y no sólo en una región continental, ha
obligado a la FL a afinar su crítica a la totalidad. En lugar de abandonar el
proyecto filosófico original, se ha puesto más cuidado en nombrar las
implicaciones de la vida humana; si bien la vida en cuanto tal puede ser
reconocida y valorada por quienes se colocan desde la totalidad o desde la
exterioridad del sistema, su fragilidad y sus límites necesariamente tienen que
expresarse en las condiciones materiales de su constitución misma, al punto de
evidenciar el riesgo de su desaparición, a la que nos conduce este sistema
excluyente. Es verdad que el discurso de la primera ética de la liberación tenía un
carácter exhortativo en la medida que convocaba a la conversión, a la sensibilidad,
ante la realidad lacerante de millones de seres humanos; sin embargo en la
actualidad, y más dramático aún, lejos de haberse superado la indiferencia se
impone una "razón indolente", por lo cual es pertinente y urgente una
fundamentación de la ética a partir de la afirmación de la vida material.
Este criterio de verdad práctica pretende afirmar la vida humana como lo
más común que compartimos los seres humanos y, aunque parezca un enunciado
tautológico, hay que decirlo de ese modo porque la "razón indolente" pretende
ofrecer una sensibilidad enajenante, incluso contra la vida misma, ya no digamos
la no responsabilización del dolor de las víctimas de la exclusión. El principio
material es un principio de contenido que puede expresarse como la "voluntad de
vivir" de cada ser humano, pero sabemos que expresar la materialidad de la vida
muy a menudo implica un choque emotivo-existencial, no siempre fácil de
expresar en una racionalidad intersubjetiva.245 Ahora bien, esa "voluntad de vivir"
puede ser un camino para enriquecer el "cara-a-cara" expresado en la primera
ética de la liberación; si cada sujeto actúa en su espacio246
245 Cfr. Beorlegui (2004) p. 751. 246 Cfr. Dussel (1998b) p. 143.
de autoconciencia,
libertad, responsabilidad y autonomía, así será posible que la intersubjetividad
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
117
discursiva ofrezca principios formales de validez moral, puesto que el contenido
material de la necesidad del otro está subsumido como una responsabilidad
primaria.
Tesis 3. Principio formal, o de validez intersubjetiva. El que argumenta con pretensión de validez práctica, desde el reconocimiento recíproco como iguales de todos los participantes que por ello guardan simetría en la comunidad de comunicación, acepta las exigencias morales procedimentales por las que todos los afectados (afectados en sus necesidades, en sus consecuencias o por las cuestiones éticamente relevantes…) deben participar tácticamente en la discusión argumentativa, dispuestos a llegar a acuerdos sin otra coacción que la del mejor argumento, enmarcando dicho procedimiento y decisiones dentro del horizonte de las orientaciones que emanan del principio ético-material ya definido.247
El diálogo con la moral trascendental de Kant y el neoestructuralismo de
Rawls, ofrece a la FL varios elementos para aclarar el sentido de lo formal dentro
de la ética de la liberación. En primer lugar, de Kant se recupera el proceso de
constitución de todo acto moral en el que el sujeto debe tener alguna actitud
práctica ante esa situación; así pues, los aspectos procedimental y de aplicación
de la ética serán dos elementos que servirán para el desarrollo de la ética de la
liberación. Sin embargo, tanto Kant como Rawls proponen que la acción moral es
un acto de la razón individual, el proceso de asimilación y puesta en práctica
ocurre en la conciencia individual de cada sujeto, es un procedimiento solipsista;
Nuevamente, Dussel hace una exposición precisa del diálogo de la FL con
morales formales como la de I. Kant y J. Rawls, así como con la ética del discurso
de K-O. Apel y J. Habermas. En realidad, éste es el punto medular de la mayoría
de las filosofías morales, las cuales, sin tomar en cuenta el contenido material de
la moral, toman como fundamento (de fuente) la proposición, descripción y
jerarquización de los principios morales que "deberían" regir cada campo de la
vida humana. Aunque en principio la FL admite la necesidad de un conjunto de
principios normativos para la vida humana, es necesario partir del principio
material, como ya lo hemos explicado.
247 Ibidem, p. 214.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
118
de ese modo, la práctica de la justicia dentro del sistema económico liberal es un
mero formalismo, debido a que los aspectos prácticos concretos están remitidos a
la conciencia moral de cada individuo.
En relación a ese modo de aplicación formal de la moral, la ética del
discurso hizo su aparición con mucha creatividad, con su propuesta de la
comunidad de comunicación. El giro lingüístico en la filosofía ofreció las
posibilidades de integrar el tema del discurso como "comprensión del mundo".
Este proceso de expresión no se da aislado, porque siempre acontece como
intersubjetividad, es decir, el lenguaje sólo puede darse en una comunidad; sin
embargo, como hemos dicho antes, tal comunidad está formada por sujetos que
antes de discurso tienen cuerpo, por eso aunque la comunidad esté supuesta, en
ética de la liberación se habla de una comunidad de vida. Esta radicalización de la
ética del discurso es un paso adelante que Dussel da ante la propuesta de Apel,
es un paso crítico frente a la extrema formalidad que es el lenguaje. En América
Latina, y en la mayoría de los países excluidos, los cuerpos de los pobres han sido
negados, su palabra carece de validez y, por ello, el principio formal cobra sentido
cuando hablamos de una comunidad crítica antihegemónica.
A pesar de que la comunidad de comunicación concluye sus acuerdos
formales libres, autónomos y consensuales, es necesario indicar que esos
acuerdos no pueden omitir en qué condiciones materiales están los que participan
en la comunidad de comunicación; un acuerdo formal válido es aquel que aplica el
contenido material ético, dándose así una síntesis entre el principio material y el
principio formal. ¿En qué estructuras o instituciones deben aplicarse tales
principios? Esto es tema del principio de factibilidad.
Tesis 4. Principio de factibilidad ética: 'el bien'.
El que proyecta efectuar o transformar una norma, acto, institución, sistema de eticidad, etc., no puede dejar de considerar las condiciones de posibilidad de su realización objetiva, materiales y formales, empíricas, técnicas, económicas, políticas, etc., de manera que el acto sea posible teniendo en cuenta las leyes de la naturaleza en general, y humanas en
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
119
particular. Se trata de elegir las adecuadas o eficaces mediaciones para determinados fines. El criterio de la verdad abstracta (teórica y técnica) dice relación a dichos fines; su validez se juega por la 'eficacia' formal de compatibilidad del medio al fin, calculada por la razón instrumental-estratégica.248
La dimensión práctica como acto humano no es un momento aislado.
Hinkelammert demuestra que la razón instrumental medio-fin es necesaria pero no
debe magnificársela, incluso se la puede fetichizar, como concluye Marx
refiriéndose críticamente al papel de la tecnología en el sistema capitalista. Dussel
crítica a las morales materiales y formales de Europa y Estados Unidos por
equivocar el sentido de necesidad humana (comer, vestir, habitar una casa) y
preferencia (como "ofertas" del mercado). En este sentido, la FL llama la atención
sobre la necesidad de hacer un ejercicio crítico frente a la manera de concebir los
fines en el liberalismo económico; "la vida, para Marx, no es un fin en sí misma
sino un modo de realidad del sujeto que abre el ámbito desde donde se ponen los
El planteamiento de este principio cierra el modo general de cómo opera
una filosofía moral fundamental. En este tercer principio fundamental de la ética,
es necesario explicitar la razón instrumental y estratégica por medio de la cual
podrá ser factible la realización de un acto humano, no aislado, sino en comunidad
y determinando, hasta donde sea posible, sus consecuencias. Es un principio con
pretensión de eficacia y rectitud.
De igual modo que en los principios anteriores, Dussel pone en cuestión los
principios de la pragmática de C. Pierce y de H. Putman, pero al mismo tiempo
recoge algunos elementos de la filosofía analítica, tales como: la coherencia
significativa, la intersubjetividad válida de los acuerdos en una comunidad de
comunicación y la referencialidad hacia lo real, los objetos o las cosas reales.
Respecto de la pragmática, se recoge el desglose de la razón instrumental,
aunque con una aclaración pertinente entre el funcionalismo de N. Luhmann y la
crítica al pragmatismo de F. Hinkelammert.
248 Ibidem, p. 266.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
120
fines";249
A. El criterio de criticidad o crítico (teórico, práctico, pulsional, etc.) de toda norma, acto, micro estructura, institución o sistema de eticidad parte de la existencia real de víctimas [… porque] es criticable lo que no permite vivir.
de hecho, los valores y los fines se fundamentan en la razón práctico-
material de reproducir la vida, la cual es su contenido.
La factibilidad, en sí misma, consiste en lo que puede-hacerse, lo que va de
lo éticamente permitido-hacerse a lo que necesariamente debe-operarse. Este
principio supone una articulación lógico-técnica con los principios material y
formal. La factibilidad supone una aplicación de la razón instrumental y estratégica
que deberá ser conducida por la racionalidad ético-orientadora, es decir, por la
razón práctico-material y la discursivo-intersubjetiva; si omite a alguna de éstas,
puede caer un mero voluntarismo ilusorio o en una fetichización de los sistemas
formales al tenerlos como autorreferenciales. Sin embargo, el cumplimiento de los
principios fundamentales de la moral no nos garantiza actos perfectamente
buenos; en todo caso, una conjugación óptima de los tres principios nos puede
garantizar una pretensión de bondad. Toda acción acontece en un marco de
posibilidades que no necesariamente agota o suple al resto de acciones posibles,
sin embargo, esto no quiere decir que se favorece un relativismo sino por el
contrario, se favorece un pluralismo racionalmente universalista que no reprime la
diversidad de acciones, sino que las incentiva democráticamente, siempre y
cuando cada acción esté respalda por un mínimo de coherencia en sus criterios y
principios: material, formal y de factibilidad.
Tesis 5. Criterio y principio crítico material o ético.
250
A.1 La condición de posibilidad de la crítica-positiva es el reconocimiento de la dignidad del otro sujeto, de la víctima, pero desde una dimensión específica: como viviente.
251
A.2 El criterio negativo, material o de contenido, es el hecho mismo de la imposibilidad de reproducir la vida de la víctima.
252
B. Principio ético-crítico: Los que operan ético-críticamente han re-conocido a la víctima como ser humano autónomo, como el Otro como otro que la norma, acto,
249 Ibidem, p. 262. 250 Ibidem, p. 369. 251 Ibidem, p. 371. 252 Ib
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
121
institución, sistema de eticidad, etc., al que se le ha negado la posibilidad de vivir (total o parcialmente), de cuyo re-conocimiento simultáneamente se descubre una corre-sponsabilidad por el Otro como víctima, que obliga a tomarla a cargo ante el sistema, y, en primer lugar, criticar al sistema (o alguna parte del sistema) que causa esa victimación.253
253 Ibidem, p. 376.
Aquí es donde verdaderamente inicia la Ética de la Liberación. La primera
parte apenas era una descripción indicativa de los elementos fundamentales de
toda ética o filosofía moral. En esta segunda parte, el conjunto de criterios,
condiciones de posibilidad y principios críticos son el verdadero sistema complejo
de la ética de la liberación de Dussel. En efecto, el discurso de la crítica no es una
simple deconstrucción de la totalidad moderna/excluyente; la crítica es un discurso
desenmascarador de la totalidad en la que el rostro del Otro reclama, interpela; de
ese modo la crítica es una meta-teoría que se ejercita por medio de la razón
práctica -desde la praxis histórica de las víctimas- y los discursos que han sido
descalificados por colocarse del lado de las víctimas.
No se trata de una Teoría crítica, como lo fue la primera Escuela de
Frankfurt -la cual, por cierto, era una crítica desde dentro de la misma totalidad,
así como lo han sido otros tantos teóricos de la modernidad y de la
posmodernidad. La Teoría crítica apela a la razón dentro de los márgenes de la
razón misma y, por lo tanto, reafirma los criterios que critica aunque con nuevos
conceptos que finalmente fortalecen la totalidad. Se trata, entonces, de una crítica
desde la exterioridad del sistema, no para hablar en nombre de las víctimas sino
desde lo más común a nuestra humanidad: su dolor y su anhelo de una vida sin
exclusión. La crítica desde la exterioridad no omite la razón, pero no nace del
logos solamente; la interpelación crítica desde las víctimas apela a la humanidad
misma, a la sensibilidad, a la corporalidad indiferente de la corporalidad
masacrada, humillada, excluida. De esta suerte, el contenido crítico de la ética
será la sensibilidad corporal de la víctima excluida. A partir de este contenido se
pueden elaborar conceptos formales para el debate, el diálogo y la posibilidad de
construir estrategias de liberación.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
122
La construcción del principio crítico nace de la relectura aguda que la Ética
de la Liberación hace del marxismo, la primera Escuela de Frankfurt, la llamada
dialéctica pulsional –Schopenhauer, Nietzsche y Freud- y la meta-física
levinasiana.
Ya en el apartado anterior indicamos los principales aportes de Dussel a
partir de su estudio atento de El Capital y demás escritos de Marx; sin embargo,
en la relectura asumida para la construcción de la Ética de la Liberación, nuestro
autor profundiza y consolida mejor el significado de algunos conceptos clave, con
el fin de cimentar bien el principio crítico material de la Ética. En este sentido,
cobra relevancia destacar el término material, el cual contiene un sentido muy
distinto al materialismo histórico de la tradición marxista ortodoxa, en el cual basó
su construcción ideológica. Lo material para Marx, y para Dussel, es el contenido
de la razón ético crítica desde donde se hace la crítica al capitalismo, sistema
"enajenante, injusto, victimario, sacrificial; […] estructura histórica que niega la
vida del trabajador, que lo oprime, desrealiza, empobrece y mata".254
En cuanto a la Escuela de Frankfurt, la Ética de la Liberación le es deudora,
desde su primera elaboración -Para una ética de la liberación-, del proceso de
elaboración de una teoría crítica desde las víctimas del sistema vigente. En sus
diferentes obras,
La capacidad
destructiva del capitalismo deja a los trabajadores sin posibilidades de reproducir
su vida, aún cuando es el obrero quien con su trabajo vivo produce la acumulación
del capital (plusvalor); ahí entrega su tiempo, su salud y su familia, al punto de
objetivizar su vida sin condiciones para recuperarla. Por tanto, este sistema debe
ser criticado porque deja fuera de las posibilidades de vida al trabajador.
255
254 Ibidem, p. 320. 255 Adorno, Dialéctica negativa; Marcuse, El hombre unidimensional; Benjamin, Discursos interrumpidos; Horkheimer, Teoría Crítica.
Horkheimer, Adorno, Marcuse y Benjamín, principalmente,
hacen una crítica a la "Ilustración" occidental decantando sus límites y
contradicciones; una de sus aportaciones es señalar la negatividad de las víctimas
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
123
en el sistema vigente. La negatividad es el lado oscuro u omiso de la Ilustración. El
idealismo occidental se ha construido sobre la falacia del conocimiento perfecto,
absoluto, en el que es posible positivar todo, en tanto puede ser tema de la ciencia
moderna; para alcanzar dicho objetivo, la totalidad ha desarrollado la razón
instrumental, dando como resultado la burocratización del sistema, al cual
Marcuse nombra "unidimensional". La negatividad es, entonces, el resultado de la
dominación y explotación del ser humano y la naturaleza, en aras del progreso
civilizatorio. Sin embargo, la negatividad no es un concepto abstracto o vacío; la
negatividad es el reverso de la historia en la cual está en juego la vida de las
víctimas. Éste es el sentido de toda crítica posible, señalar por medio de la
argumentación las condiciones de la exclusión del sistema vigente. Por ello, "la
razón crítica es material y negativa, presupone una Totalidad vigente, una víctima
de dicha Totalidad, y la reflexión de aquélla (la víctima) negativamente sobre ésta
(la Totalidad)".256
La 'corporalidad' reprimida por el trabajo alienado por el capital, tal como lo explica Marx, es la misma 'corporalidad' ahora reprimida por el Super-yo que aliena las pulsiones de la estructura libidinal bajo la imagoPatris analizado por Freud, dentro de la familia autoritaria burguesa.
La teoría crítica, además, cobra sentido cuando se articula a las víctimas
para fortalecer su praxis social, a partir de donde se elaborará una nueva visión de
las ciencias y se constituirán nuevos sujetos para una praxis liberadora. Esto sólo
será posible cuando las víctimas tomen conciencia, y esto es a partir de analizar,
ver y escribir la historia desde los vencidos, lo cual debe realizarse por medio de
una reconstrucción histórica crítica. Sin embargo, en diálogo con las diferentes
coyunturas de mediados del siglo XX, la Escuela de Frankfurt va afinando su
crítica hacia nuevas formas de opresión, especialmente cuando el sistema vigente
muestra claramente una decadencia que lleva de por medio la vida de los
oprimidos, vida que se materializa en una corporalidad reprimida por el sistema
por medio de una moral autoritaria de la familia burguesa.
257
256 Dussel (1998b) p. 330. 257 Ibidem, pp. 339s.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
124
El diálogo entre Marx y Freud, que proponen algunos de los representantes
de la Escuela de Frankfurt, da como resultado la caracterización de los modos
sutiles de opresión que padecen los trabajadores por medio de la moral burguesa,
encubierta o deliberadamente impuesta psicológicamente, la cual se suma a la
opresión económica ya señalada por la crítica marxiana. El sistema civilizatorio
acontece por medio de una cierta represión de la libido, "como una postergación
disciplinada del deseo por el trabajo",258
Schopenhauer, por ejemplo, afirma que detrás de la Voluntad está la Vida.
Sin embargo, la vida no puede eximirse del dolor pues la voluntad de vivir se
realiza inevitablemente en el ser humano, pero su egoísmo provoca el dolor de la
sociedad, así que esa voluntad de vivir será la causante de los males de la
sociedad; ante esta visión determinista, la única salida es la compasión o la
contemplación, es decir, el éxtasis estético o la santidad ascética. Esta Voluntad
de tal suerte que el capitalismo está
asentado sobre el plus-trabajo que genera plus-valor, pero también por medio de
una plus-represión; el capitalismo no sólo sangra la vida del trabajador, también
reproduce los modelos sociales de represión social y psicológica. Marcuse, por
ejemplo, afirma que la civilización occidental educa a la sociedad para alcanzar la
cualidad de reprimir los instintos primarios sexuales y agresivos por medio de una
regresión hacia la muerte; sin embargo, la Ética de la Liberación toma distancia de
esta lectura falseando el 'principio Muerte', sostenido por Freud y seguido por
Marcuse, dado que, aunque rescata el sentido de la represión de la libido, sería
contradictorio afirmar, a partir de ello, el 'principio Vida'.
El 'principio Vida' que sostiene la Ética de la Liberación analiza críticamente
la dialéctica pulsional de Schopenhauer, Nietzsche y Freud, quienes afirman, con
diferentes énfasis, que nuestras tendencias al erotismo, al dolor y la muerte son
meros propósitos inevitables de la condición humana; todos estos instintos son
propios de la especie humana en su inclinación a la autoconservación de la vida.
258 Ibidem, p. 340.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
125
de Vida, Nietzsche la interpreta como Voluntad de Poder, es decir, la vida es una
pulsión a la que no podemos renunciar, de manera que el Poder será entendido
como factibilidad, poder obrar, hacer, vivir, etc. Sin embargo, dicho poder causará
opresores y víctimas, los cuales invierten la historia según el grupo que retiene el
poder; la historia será un eterno retorno del cual la humanidad no se puede liberar.
Esta lectura de la condición humana no es ocasional; a partir de ella se da un giro
ideológico en el cual se fortalece el heleno-eurocentrismo: occidente leerá desde
esta clave de interpretación toda la historia de la humanidad, tomando como punto
de partida la civilización occidental; todo inicia con los griegos, las demás culturas
se valorarán como incivilizadas o como una débil copia de occidente.
Finalmente, Freud convierte la voluntad de vida en voluntad de muerte. Esta
interpretación coloca a la muerte como pulsión original que motiva el instinto de
autoconservación de la vida; el principio de Vida, transformado ahora en principio
de Muerte, está constituido por los instintos de autoconservación, los instintos
agresivos y los instintos de placer o sexuales. Freud propone que la dialéctica
pulsional entre estos instintos hace que la vida sea una constante liberación de
éros reprimido, el Yo débil controlado por el Súper Yo pecaminoso hacen que la
historia se defina por medio de los convencionalismos que ofrece la sociedad,
cuestión que, como ya hemos mencionado, es tema de crítica de la Escuela de
Frankfurt. Esta visión tampoco se libera del pesimismo señalado en los casos
anteriores de Schopenhauer y Nietzsche. Estas tres propuestas de entender la
paradoja de la condición humana, son una crítica a occidente, dentro de la cual es
rescatable la pulsión original del instinto de autoconservación de la vida, pulsión
que, lejos de considerarse como un determinismo pesimista, es la creatividad y
dinámica de la vida humana que la Ética de la Liberación propone rescatar a partir
de la exterioridad del sistema, pues uno de los límites de la dialéctica pulsional es
hacer una crítica al sistema dentro del mismo sistema.
En la corporalidad sufriente de la víctima explotada, que se le sobre-reprime sus pulsiones por las exigencias de la autoconservación feliz de los miembros hegemónicos del sistema cultural, encontramos el efecto no-intencional del orden
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
126
institucional: el dolor, la infelicidad (que deseaban evitar los utilitaristas) y la plus-represión de las víctimas dominadas (por ejemplo, los esclavos del esclavismo, los proletarios del capitalismo, o las mujeres del patriarcalismo-machista, las razas no-blancas del racismo, etc.). […] la dialéctica de la Totalidad (de 'lo Mismo') y el Otro nos abre un camino desde donde deberemos reconstruir todo el discurso hasta ahora avanzado.259
Sin embargo, un pensar éticamente comprometido con las víctimas no
puede sino argumentar sistemáticamente a favor de la liberación de las víctimas
de un sistema opresor y en contra de éste y de todas las formas posibles que
atenten contra la vida. Concluyendo, podemos decir que el principio material ético-
crítico se puede enunciar como "re-sponsabilidad por la vida negada del Otro que
funda un enunciado normativo: porque debo producir, reproducir y desarrollar la
vida humana en general, hay razón para reproducir la vida negada de la víctima de
En el apartado anterior, al describir el proceso cronológico de la elaboración
de la filosofía de la liberación, ya apuntamos que E. Lévinas es una de las bases
más sólidas de la Ética de la Liberación. En efecto, sólo la meta-física levinasiana
nos ayuda a ir hacia la exterioridad de la totalidad, por ello el tema de la voluntad
no está determinado drásticamente por el sistema. La voluntad se convierte en re-
sponsabilidad por el Otro, lo cual es el punto de partida de toda ética crítica en
solidaridad con las víctimas.
La Ética de la Liberación es una ética de la vida y no sólo para la vida, de
tal modo que el principio Vida es el punto de partida material, el contenido a partir
del cual se construye el andamiaje ético de toda ética posible; en adición a lo
anterior, el principio material crítico, que afirma la Vida, supone toda su
complejidad y no sólo una parte de ella. La aspiración de vida de los pobres es un
grito extremo de ayuda delante del cual tenemos la re-sponsabilidad de hacernos
cargo o la libertad de actuar éticamente con responsabilidad o cínicamente con
indiferencia.
259 Ibidem, pp. 358s.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
127
un sistema opresor".260 Esta re-sponsabilidad por el otro, si bien no se centra en la
propia vida, apunta no sólo a la reproducción feliz de la vida del otro, sino al
desarrollo de la vida de cada sujeto en una comunidad dada. Cabe mencionar
que, recientemente, Dussel aclara que las víctimas del sistema vigente no sólo
son los seres humanos sino también la sobre explotación de los ecosistemas, los
cuales también están en peligro de garantizar la viabilidad de toda forma de vida;
por ello, el principio material crítico-ético en su llamado? a la re-sponsabilidad por
el otro, tiene que ampliarse para incluir a la tierra, la pacha mama.261
B. El principio ético crítico-discursivo comunitario de validez propone: el que obra ético-críticamente debe (está 'obligado' deónticamente por re-sponsabilidad) participar (siendo víctima o articulado como 'intelectual orgánico' de ella) en una comunidad de comunicación de víctimas, que habiendo sido excluidas se re-conocen como sujetos éticos, como el Otro como otro que el sistema dominante, aceptando simétricamente siempre para fundamentar la validez crítica de los acuerdos la argumentación racional, motivados por una pulsión solidario-alterativa creadora.
Tesis 6. Criterio y principio crítico de validez antihegemónica de la
comunidad de las víctimas. A. El criterio crítico discursivo de validez consiste en la referencia a la intersubjetividad de las víctimas excluidas de los acuerdos que les afecta. Se alcanza validez crítica cuando, habiendo constituido una comunidad las víctimas excluidas que se re-conocen como dis-tintas del sistema opresor, participan simétricamente en los acuerdos de aquello que les afecta, sosteniendo además que dicho consenso crítico se fundamenta por argumentación racional y es motivado por co-solidaridad pulsional.
262
En la primera parte de la Ética de la Liberación se desglosó el sentido de la
validez de una comunidad de comunicación. En esta segunda parte, lo explicado
hasta este momento se subsume sobre la base del contenido ético-crítico, por ello,
el principio de validez antihegemónica está precedido, y presidido, por una
comunidad de víctimas, las cuáles se reconocen como tales y levantan su voz,
desde la exterioridad, para ser escuchadas. Este proceso de reconocimiento no
acontece de manera espontánea. La razón ético-originaria se produce en la
conciencia de cada excluido, en el propio reconocimiento de las condiciones de
260 Ibidem, p. 375. 261 Cfr. Dussel (2007b) pp. 145-154. 262 Dussel (1998) pp. 463s.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
128
vida tal como el Otro las padece, pero indudablemente que se requiere de un
proceso pedagógico; es un reconocimiento a partir de las condiciones materiales
compartidas; en efecto, el mutuo reconocimiento de la pobreza, la frustración, el
hambre, la ignorancia, la humillación patriarcal, el despojo de la tierra o su
arrasamiento –no como propiedad privada, sino como fuente que garantiza la
sobrevivencia-, etc., todo ello nace de una indignación ético-originaria de aquél
que en su cuerpo siente la misma exclusión que padece el otro; o como lo indica
Lévinas, esta sensibilidad y exposición de una subjetividad provoca el surgimiento
de una moral intersubjetiva, filosofía ética primera que orienta toda reflexión meta-
física a partir de las víctimas.
Para iluminar este proceso de mutuo reconocimiento, Dussel se vale de la
experiencia de una indígena, campesina, mujer, guatemalteca, pobre y trabajadora
doméstica, como lo fue Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz 1992. Desde
luego que la narración contiene muchos elementos que ilustrarían cada uno de los
momentos que hemos indicado anteriormente; el rostro que ha sido en-cubierto
por el sistema, se re-conoce como sujeto ético digno en la co-rresponsabilidad con
el Otro como comunidad antihegemónica en construcción de un proceso de
liberación, además, junto con aquéllos "rehenes" que dentro del sistema toman
conciencia en la sensibilización de las condiciones de quienes viven en la
exterioridad de dicho sistema.
En su desarrollo argumentativo, Dussel muestra cómo la formación de una
conciencia ético-crítica está precedida por un momento pedagógico, es decir, el
momento de reconocimiento entre los afectados los mueve a hacerse cargo de su
condición de víctimas, a través de un momento pedagógico crítico. Desde luego
que esto se nutre con los aportes pedagógicos de Paulo Freire y su Pedagogía del
oprimido, sin embargo, para colocar en su justa dimensión el sentido de una
comunidad ético-discursiva como dialogicidad entre las víctimas y como discurso
argumentativo frente a la Totalidad, nuestro autor hace una revisión de los aportes
de los pedagogos Piaget, Kholberg, Feuerstein y Vygotsky. Los matices al proceso
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
129
pedagógico del niño, están dados no sólo por las corrientes teóricas e históricas
en las que vivió cada uno de los pedagogos mencionados, sino que Dussel
sugiere que es importante tenerlos como referencia, considerando los aportes
críticos que abonaron a la pedagogía para encontrar caminos de salida a la
educación repetitiva que implanta la totalidad; sin embargo, aunque estas
propuestas sistemáticas están bien articuladas, su fin es la adquisición de
conocimientos; son propuestas pedagógicas cognitivas. Ahora bien, una
pedagogía que no sólo pretende salir de la totalidad sino que se ubica en la
exterioridad, en el lugar de la comunidad de afectados, tiene la responsabilidad de
asumir como tarea prioritaria la generación de una conciencia ético-crítica, por
medio de una educación en la que el educando-excluido "se eduque a sí mismo en
el proceso mismo de su liberación".263
La propuesta pedagógica de Freire tiene como contenido central el proceso
de la concientización, mediante el cual no se trata solamente de adquirir
conocimientos sino problematizar el hecho del aprendizaje, esto es, a partir de la
realidad en la que se ubica el educando y la participación crítica del educador, se
trata de adquirir una conciencia ético-crítica. De esta manera, la concientización
parte de la situación de opresión en la que se encuentra el educando, interpela al
oprimido desde su realidad; al descubrir su conciencia ingenua, le ayuda a
confrontar sus miedos para vivir en libertad; la participación del educador es
crítica, pues cada momento implica una praxis en la que educando y educador
están implicados a fin de construir los contenidos teóricos de esa praxis. Todo este
proceso tiene como finalidad tomar una conciencia ético-crítica, a partir de la cual
el oprimido se transforma en un sujeto histórico para la transformación de esa
realidad adversa, pero dicha transformación será posible sólo en la conformación
de una intersubjetividad comunitaria que se hace cargo de la realidad; la
mencionada comunidad de víctimas se establece como tal mediante el diálogo que
Este es el propósito de la pedagogía de
Freire.
263 Ibidem, p. 430.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
130
da fruto en la denuncia de la realidad de explotación y el anuncio de un proyecto
de liberación.
[…] Freire desarrolla un discurso propio a partir de la realidad de las víctimas del Nordeste brasileño y de América Latina, para generalizar su teoría y práctica pedagógica en África primero, y posteriormente otros países periféricos, e igualmente centrales. Es una pedagogía planetaria que se propone el surgimiento de una conciencia ético-crítica. Su acción educadora tiende, entonces, no sólo a un mejoramiento cognitivo, aun de las víctimas sociales, o afectivo pulsional, sino a la producción de una conciencia ético-crítica que se origina en las mismas víctimas por ser los sujetos históricos privilegiados de su propia liberación. El acto pedagógico crítico se ejerce en el sujeto mismo y en su praxis de transformación: la liberación así es el 'lugar' y el 'propósito' de esta pedagogía.264
Con el fin de afirmar el contenido de validez a partir de la comunidad de
víctimas, excluidas del sistema, nuestro autor propone una discusión temática con
diferentes científicos sociales y naturales, representantes de diferentes corrientes
pero ubicados indistintamente en los parámetros de la totalidad.
265
La validez intersubjetiva crítica que se alcanza por el consenso argumentativo gracias a la razón discursiva de la comunidad simétrica de las víctimas, con la articulación de la retaguardia de los intelectuales orgánicos (que usan y recrean a
Este diálogo
problematizador se propone, justamente, porque algunos opinan que toda aquella
argumentación que se hace fuera de la metodología "científica" sería meramente
cientificista, pues carecería del rigor requerido en las ciencias. Por ello, Dussel
inicia un estudio esquemático e indicativo que va desde Popper hasta Lákatos,
con la intención de revisar posibles cuestionamientos que pudieran falsear la
pretensión de "validez de la comunidad antihegemónica de las víctimas". De lo
anterior concluye que es necesario afirmar la necesidad de usar una
argumentación crítica, tanto en la filosofía como en las ciencias sociales y
naturales, lo cual quiere decir que es posible usar elementos científicos pero sin
un sentido hegemónico o dominante, sino con un sentido de servicio para la
liberación de las víctimas.
264 Ibidem, p. 439. 265 Especialmente dedica este apartado al diálogo con la propuesta de Niklas Luhmann, esto es: “una descripción del ‘sistema social’ autopoiético, autorreferente, sin sujeto ni posibilidad de tal.” Ibidem, p. 253
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
131
las ciencias sociales y filosofías críticas), confronta así la antigua validez intersubjetiva hegemónica. La simetría creada entre las víctimas gracias a su ardua lucha por el reconocimiento, por el descubrimiento de la no-verdad (aun con la colaboración del método científico), de la no-validez (por el procedimiento formal participativo-democrático del estamento de víctimas concientes, críticas y militantes), de la no-eficacia (factibilidad tecnológica, instrumental o estratégica…) ante el sistema hegemónico, abre las puertas a la creatividad positiva en la formulación de la utopías posibles.266
Con estos elementos se pretende afirmar que la comunidad de víctimas no
es una simple innovación vanguardista, cuestionadora de la razón moderna
totalizante. La comunidad de víctimas se re-conoce como sujeto político para
ejercer la razón crítico-discursiva frente a la totalidad como: a) una crítica científica
de la eticidad funcional del sistema, como una razón crítica de-constructiva; por
otra parte, b) como una "proyección creativa por medio de la razón utópico-
La problematización de la validez antihegemónica de la comunidad de
víctimas tiene como objetivo sostener la elaboración de un discurso capaz de
desenmascarar los argumentos de la totalidad, que en todo momento se ofrecen
como los únicos válidos y auténticamente científicos. La comunidad de víctimas
tiene a su favor un argumento ético de facto; por esa vía pretende autentificarse
no sólo a nivel discursivo sino también a nivel práctico material. Sin embargo, para
profundizar el alcance del principio de validez intersubjetiva crítica, Dussel recoge
atinadamente el aporte de E. Bloch en su obra El Principio Esperanza, con el que
pretende fortalecer la argumentación y sentido del principio crítico de validez pues,
siguiendo a Freire, la toma de conciencia ético-crítica de la comunidad de víctimas
cumple su objetivo al momento de conformar su proyecto de liberación. Por otra
parte, el sentido utópico del principio esperanza viene a dar coherencia al resto de
los criterios y principios de la ética de la liberación, delante de posturas escépticas
–que se precian de ser realistas, incluso objetivas, pero al mismo tiempo son
desmovilizadoras e inmovilizadoras-; la dimensión utópica del proyecto de
liberación da una alternativa a los millones de excluidos, pero especialmente a los
movimientos sociales que se organizan para revertir las causas de la exclusión.
266 Ibidem, p. 452.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
132
constructiva".267
A. El criterio crítico de factibilidad: el criterio de transformación ético-crítico es un criterio de factibilidad en referencia a las posibilidades de liberación de la víctima ante los sistemas dominantes, desde la existencia de la víctima como capacidad efectora (el 'ser', lo dado) la realidad objetivo-sistemática se manifiesta como la oposición a su plena realización (el 'desarrollo' de la vida humana en general). El sistema aparece como contradicción, ya que pretendiendo ser la mediación factible de reproducción de la vida (como toda institución) opera como la causa de la negatividad de dicho sujeto, de su vida (manifestada en la víctima misma). La víctima misma revela la contradicción del sistema, su imposibilidad in the long run –de no mediar transformaciones necesarias- de producir y reproducir la vida humana de los afectados (las víctimas), es decir, muestra una cierta 'ineficacia' (un problema de no-factibilidad) en referencia a la existencia de las víctimas. La transformación necesaria es ahora visualizada como posible o imposible (factibilidad ético-crítica), que se enfrenta a una cierta 'ineficacia' sistémica.
Con estas dos tareas se abre el camino para alcanzar el horizonte
utópico de la liberación, proyecto que se impone con urgencia, a pesar de que
muchos se cuestionen la viabilidad de las utopías en un momento de profundo
escepticismo; precisamente por ello es necesario afirmar la dimensión utópica con
una clara intención ética y política.
Tesis 7. Principio Liberación.
268
B. El Principio-Liberación: El que opera ético-críticamente debe (está obligado a) liberar a la víctima, como participante (por 'situación' o por 'posición', diría Gramsci) de la misma comunidad a la que pertenece la víctima, por medio de a) una transformación factible de los momentos (de las normas, acciones, microestructuras, instituciones o sistemas de eticidad) que causan la negatividad material (impiden algún aspecto de la reproducción de la vida) o discursivo formal (alguna simetría o exclusión de la participación) de la víctima; y b) la construcción, a través de mediaciones con factibilidad estratégico-instrumental críticas, de nuevas normas, acciones, microestructuras, instituciones o hasta sistemas completos de eticidad donde dichas víctimas puedan vivir, siendo participantes iguales y plenos. Se trataría, como hemos ya frecuentemente repetido, de un desarrollo, de un 'progreso cualitativo' histórico. Esta obligación tiene pretensión de universalidad; es decir, vale para todo acto y en toda situación humana. El interés liberador (que se funda en la idea regulativa de una sociedad sin víctimas –aunque se sepa de su imposibilidad empírica-, y, en concreto –y esto sí es empíricamente posible-, sin este tipo histórico de víctima –de la cual cada uno es empíricamente responsable, y por lo que hay que luchar para que sea posible su liberación-) mueve pulsionalmente y abre el horizonte de esta obligación llevada a cabo por la razón liberadora (razón ético-crítica práctico-material, discursiva consensual y estratégico-instrumental).
269
267 Ibidem, p. 468. 268 Ibidem, p. 553. 269 Ibidem, pp. 559s.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
133
Con el principio liberación llegamos al final del conjunto argumentativo de la
ética de la liberación. Este principio supone los demás principios y los subsume,
de modo que su contenido y desarrollo no se entiende sin la argumentación hecha
hasta este momento. Como ya hemos destacado anteriormente, ésta es una ética
de la vida y para la vida, la vida en su conjunto y en respeto e integración con
todas las formas de vida para su viabilidad y sustento. El hecho de recoger
argumentos en diálogo creativo con otras corrientes sociales y humanas,
funcionales y críticas, ha tenido como fin consolidar una propuesta argumentativa
sólida y sistemática, para desmitificar el hecho de que este tipo de reflexión no
está de moda o es inviable ante la fragmentación que vivimos, como consecuencia
de la "crisis de los meta relatos". El uso de los diferentes tipos de racionalidad es
una manera creativa de hacer frente a la irracionalidad de los posmodernos y la
totalidad autorreferente. Por otra parte, y la más importante para sustentar este
principio, se trata de ofrecer una reflexión sistemática para profundizar en las
necesidades prácticas, formales y estratégicas del proyecto de liberación. Dado
que la racionalidad totalizante trata de absorber para sí la convalidación de toda
reflexión posible, el proyecto de la ética de la liberación –y de toda la filosofía de la
liberación-, pretende ofrecer una alternativa para quienes padecen este sistema,
para que sus prácticas de liberación tengan un bagaje argumentativo y proyección
viable; de otro modo, nunca podrían ser justificadas por la totalidad.
El principio liberación tiene como punto de partida la razón liberadora, la
cual, a su vez, se sustenta en la razón estratégica. Dussel concluye esto a partir
de una revisión de la microfísica del Poder de Michel Foucault. A diferencia de
Marx, que se sitúa en la macrofísica del Estado, Foucault explica el poder como la
"relación de fuerzas" que sostienen la gestión de la vida. El conjunto de relaciones
forma un mapa en el que pueden apreciarse subsistemas asimétricos; el equilibrio
entre los subsistemas o instituciones está dado por el Saber disciplinario, que
incluso discierne sobre quién debe estar fuera, en el límite: el enfermo, el asesino,
etc. La física del Poder es, pues, dominio sobre el cuerpo a través de
innumerables mecanismos de control. En este caso, la razón liberadora asume el
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
134
contenido material y formal para sintetizarse en la razón estratégica o factibilidad
crítico-práctica.
Lo anterior, sin embargo, no apunta a la ambigua separación: teoría y
praxis. Para desmenuzar a detalle la relación teoría y praxis, Dussel ofrece un
diálogo entre la autoemancipación de Marx y la estrategia organizativa de los
obreros propuesta por Rosa Luxemburgo.
Aunque estos autores no fueron contemporáneos, su discusión se ubica en
la antesala de la formación de algunos partidos socialistas y la institucionalización
del socialismo al triunfo de la Revolución Rusa. Ante la emergencia de dar cierta
organización al proletariado y conquistar el poder del Estado, surgió un
espontaneísmo y una cierta vanguardia que dictaba las adecuaciones de la acción
estratégica del movimiento social obrero, y que terminó por ahogarlo. El
vanguardismo consistía en la sobre valoración de los expertos responsables de los
órganos centrales; la toma de decisiones de "arriba-abajo" creó un excesivo
burocratismo, por el contrario, el espontaneísmo era la confianza extrema en el
poder autorregulador o creador de la masa de víctimas.
A partir de esta discusión histórica, Dussel rescata los aportes de
Luxemburgo -con quien, por otra parte, coinciden en gran medida Gramsci, Lukács
o Habermas-, respecto de los principios éticos que fundamentan (teóricamente) la
razón o acción estratégica, la cual se desglosa de la siguiente manera: a) los
principios (enunciados en la ética de la liberación), b) la Teoría, las causas o el
fundamento de la negatividad de las víctimas, c) el proyecto de liberación decidido
intersubjetivamente; todo ello se sustenta en: d) los fines (las estrategias o
programa estratégico), e) los medios, definidos igualmente en comunidad
consensualmente, f) los métodos o modos de organización. Este conjunto de
elementos es el fundamento de la praxis crítica del sujeto histórico de
liberación.270
270 Ibidem, p. 507.
Si alguno separase los principios, la teoría y el proyecto de liberación
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
135
de los fines, los medios y los métodos de la acción estratégica, caería en una
fetichización maquiavélica medios-fines, de modo que esto anularía el contenido
material ético-crítico, exaltando la praxis sobre la teoría.
La acción estratégica es realizada por un sujeto histórico que asume su
causa y también la responsabilidad por el otro. De esta manera, nuestro autor
hace un recorrido crítico a través de las corrientes filosóficas que desglosan un
perfil del sujeto. Sin embargo, es claro que esta revisión se hace para identificar y
superar: un sujeto metafísico emblemático de la totalidad; un sujeto del
estalisnismo ortodoxo que coloca al "proletariado" como único sujeto posible de la
historia; un sujeto de la posmodernidad, que se opone al sujeto epistemológico
cartesiano y manifiesta la 'Diferencia' de diversos sujetos o cuasisujetos, debido a
la pluralidad fragmentaria actual. Finalmente, el autor concluye con la definición de
un sujeto corporal, vivo, presente en la funcionalidad del mercado,271
El proyecto de liberación, emprendido por la comunidad de víctimas, tiene
diferentes momentos de realización según la acción estratégica y los parámetros
presentes en la coyuntura histórica. Por ello, la racionalidad estratégica tendrá que
pero
también, al margen del sistema y fuera de él, está presente este sujeto corporal,
vivo, el cual está siendo oprimido por las condiciones de trabajo y de vida que le
impone dicho sistema y está excluido. El sujeto negado por el sistema: es la
aparición de la víctima. El sujeto de la praxis de liberación es el sujeto vivo que se
descubre víctima y se articula corresponsablemente con otros que como él son
vida en riesgo, desde ahí conforman un discurso crítico que hace suya la razón
estratégica. Estos nuevos sujetos históricos, reconocidos entre sí por la
intersubjetividad comunitaria, hoy se hacen presentes en los nuevos movimientos
sociales que luchan por el reconocimiento de nuevos derechos.
271 Es un mito que el mercado opera autorreguladamente, de hecho los corredores de la Bolsas de Valores, los banqueros, los ejecutivos de las empresas y sus empleados necesitan suspender sus labores, después de una jornada de actividades, pues necesitan comer, descansar, recrearse según su nivel cultural, aunque en este sistema funcional se cree que todo opera armónicamente gracias a los sistemas electrónicos que los operativizan, pero dichos sistemas no serían nada sin la mano humana que los echa a andar, los alimenta y les da mantenimiento, la vida humana es imprescindible.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
136
distinguir entre una acción funcional, dada dentro de los marcos del sistema para
reproducir al mismo sistema, o una acción reformista que, aunque actúa bajo las
normas del sistema, busca modificar el tipo de relaciones entre los actores de un
sistema. Sin embargo, la fetichización de los medios dentro de los parámetros de
los fines hace que la racionalidad instrumental difumine la acción estratégica, pues
nunca alcanzará a ir más allá del sistema. Ahora bien la racionalidad estratégica
deberá tener en cuenta también la acción anarquista que, en su idealismo, tratará
de cambiar el sistema pero sin alternativas viables, sino a través del colapso de
las instituciones, provocando así un auténtico caos que ocasiona, por lo menos, la
desmovilización social. El dilema "reforma-transformación" es así objeto de estudio
dentro del desarrollo argumentativo del principio liberación.
Para tal efecto, Dussel nuevamente confronta la propuesta de Luxemburgo
y de Marx. Esto le lleva a afirmar que la Ética de la Liberación no es una ética
exclusivamente para momentos propiamente revolucionarios, ni sirve sólo para
sustentar la revolución, sino que es una reflexión en la línea que Marx ya había
anunciado en su Tesis 11 sobre Feuerbach. Es decir, la diferencia entre revolución
y transformación radica en que la revolución supone una conflagración crítica
como último recurso ante la imposibilidad de seguir tolerando un sistema opresor,
en cambio la ética de la liberación, y en ella el principio liberación, a través de la
transformación busca por diferentes medios cambiar de raíz este sistema, es
decir, cambiar el rumbo, la norma, el contenido. Es el cambio completo del sistema
de eticidad, lo cual implica cambios en el sujeto histórico mismo con repercusiones
en el sistema en su conjunto. La transformación es total, pero el proceso debe ser
gradual y regulado por la acción estratégica, fundada en tácticas, medios y
programas de acción viables.
Por otra parte, en nuestro contexto actual por ejemplo, ante el aparente
dominio militarista que ejerce el Pentágono sobre todos los países, a excepción de
algunos que están condicionados por severos acuerdos comerciales, la pax
americana se impone como un sistema hegemónico que prácticamente está
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
137
siendo calcado por otras potencias emergentes como Rusia, India o China. Ante
esta realidad, los diferentes movimientos sociales, ecologistas, feministas, pueblos
indios, etc., deben evaluar en extremo su praxis, para no reproducir un
funcionalismo formal del sistema y estar alertas ante un posmodernismo
desmovilizador que, paradójicamente, roza en los linderos del anarquismo
igualmente desmovilizador. La responsabilidad histórica no es menor, pues
también debe evaluar cada acción estratégica para diferenciar entre reformismo y
auténtica transformación, con tal de no perder rumbo y capacidad de movilidad.
Llegados a este punto, es necesario aclarar si la acción liberadora
necesariamente debe hacer uso de la violencia para alcanzar la transformación
deseada. Para esto, en el desarrollo de la ética de la liberación se afirma la
necesidad del uso coercitivo de las normas e instituciones en un sistema, con el fin
de hacer respetar los acuerdos alcanzados consensualmente en la comunidad de
afectados, pero esto dista mucho de la coerción que hace un sistema hegemónico
para someter a sus disidentes. Aunque algunos llaman a esto violencia
institucional, Dussel prefiere llamar violencia al "uso de la fuerza contra el derecho
del Otro, sin validez ni consistencia objetiva".272
272 Ibidem, p. 541.
Lo anterior se entiende en el
sentido de distinguir la violencia revolucionaria como último recurso para
defenderse de un sistema opresor, para salvaguardar un proyecto legítimo y justo
que termine con las desigualdades en la sociedad. Pero el autor deja muy claro
que el uso de la violencia es un último recurso, porque la violencia que ejerce un
sistema como solución permanente a los conflictos sociales es, en todo caso, una
práctica que deja ver que las leyes e instituciones han perdido consenso y
legitimidad. De ahí la necesidad de aclarar el sentido y la utilidad de las
instituciones del Estado, sobre todo cómo desde la ética de la liberación puede
hablarse de la legitimidad de las mismas, siempre y cuando se sustenten sobre el
resto de los principios y necesidades de la comunidad de afectados. Así pues,
cuando un sistema deja de cubrir las necesidades de una parte de sujetos, por
mínima que sea, es necesario iniciar una transformación de las normas e
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
138
instituciones, es decir, el sistema se agota cuando pierde consenso y los
derechos, aun los que ya están reconocidos, deben replantearse desde una
perspectiva de nuevos derechos, lo cual no quiere decir anular los anteriores sino
afirmar y defender los alcanzados, pero sabiendo ubicar la urgencia y pertinencia
de los nuevos.
Como vemos, la praxis de liberación como táctica y estrategia, como realización de una factibilidad ético-crítica, camina siempre sobre el filo de la navaja: entre el anarquismo anti-constitucionalista y el reformismo integracionista. Por ello deberán tenerse muy en claro el criterio y el principio general de la praxis de liberación en referencia a las mediaciones para cumplir fines estratégicos enmarcados dentro de los principios generales previos, ético y formal-discursivo, como hemos visto, a fin de que con factibilidad ético-crítica se puedan negar efectivamente las causas de la negación de la víctima, como lucha reconstructiva que exige medios proporcionados a aquellos contra los que se entabla la lucha. Pero, como remate de la compleja arquitectónica que sólo hemos bosquejado inicialmente, dicha praxis promueve en definitiva transformaciones constructivas, posibles y exigidas; en último término: un orden en base a un programa concretamente diseñado que va realizando progresivamente, pero nunca del todo, la utopía posible, el proyecto de liberación que anhelaba en su esperanza Ernest Bloch.273
273 Ibidem, pp. 552s.
La transformación pretendida por el principio liberación, y por toda la
filosofía de la liberación, apunta a la constitución de un nuevo orden incluyente
que se irá realizando como un proceso, pero siempre abierto y atento a la crítica;
en el momento que este sistema cause víctimas, deberá ponerse en crisis para
conseguir la liberación de las nuevas víctimas y que sus derechos sean
reconocidos. Lo importante es mantener viva la esperanza de la humanidad.
Aunque hacia el final de Ética de la liberación se indicaba que la siguiente
reflexión sería acerca de los "Frentes de liberación", el proyecto filosófico del Dr.
Dussel dio un giro, no tan inesperado y bastante sensato, hacia la sistematización
de una Política de la Liberación, precisamente para seguir alentando y
acompañando la causa de los excluidos y sus movimientos de reivindicación,
además de responder a sus críticos.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
139
En la ética de la liberación aparece en varios momentos la necesidad de
transformar el sistema vigente de derecho por medio del establecimiento de
normas, instituciones o sistemas completos de eticidad, que sean hechos sobre la
base del acuerdo de la comunidad de víctimas y sus aliados;274
2.3 Política de la liberación.
la irrupción de los
nuevos derechos pasa por un momento histórico de ilegitimidad, como ocurrió con
la revuelta de las colonias americanas o la independencia de las colonias
españolas en América Latina, pero el sistema autoritario vigente en crisis cae ante
la resistencia y la praxis de las víctimas. Las transformaciones no en todos los
casos son revolucionarias, es decir, se usa la gesta armada como último recurso;
sin embargo, puede haber transformaciones sincrónica y diacrónicamente
evolutivas, en las que cambian de raíz las instituciones y los principios normativos
gracias a la acción estratégica de las víctimas; dicha transformación no puede
equipararse a un mero reformismo por el hecho de efectuar cambios sin la
necesidad de la revolución. La transformación propuesta por la ética de la
liberación es una transformación histórica y sustenta nuestra hipótesis principal, es
decir, la fundamentación (de fuente) de los derechos humanos, o el surgimiento de
nuevos derechos, acontece por medio la movilización de las víctimas del sistema;
dichos derechos son reconocidos como conquistas históricas alcanzadas por
nuevos acuerdos que suplen al entonces vigente sistema de derecho, ahora
caduco. Dicho proceso quedará mejor explicado en el siguiente apartado.
La actual crisis del contexto ha esterilizado prácticamente todos los ámbitos
y, de alguna manera, se impone una cierta incertidumbre, especialmente en
aquellos sectores que encabezaban iniciativas importantes para la liberación de
los pobres y excluidos. Esto se da en parte por la necesaria renovación de las
reflexiones críticas, o para repensar las utopías viables de los movimientos
sociales. En sectores académicos, o en amplios sectores de la llamada "clase
política", la lógica del mercado se acepta como una verdad irremediable; se
274 Ibidem, p. 549. Véase también, Dussel (2008) [249] pp. 23s.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
140
sobrevive sometiéndose a ella o tomando una actitud pseudocrítica posmoderna
que raya en el cinismo. Pareciera inviable una crítica auténtica. La lógica de la "ley
de la selva" determina un uso burdo y lastimoso de la política para la sociedad,
pero sus consecuencias son desastrosas para quienes carecen de lo
indispensable para sobrevivir cada día. Mientras las "tendencias" de la "clase
política" hacen uso del escenario público, compitiendo por la decisión más absurda
y escandalosa, el drama de la exclusión avanza, al punto de poner en peligro la
viabilidad de la vida humana. La política se ha esterilizado y fetichizado; por ello,
es preciso construir un nuevo discurso crítico para reformularla.
La tarea de este momento es breve: trataremos de hacer un comentario
general a la Política de la Liberación del proyecto filosófico del Dr. Dussel. En el
siguiente capítulo aplicaremos el contenido de la misma a la comprensión del
fundamento de los nuevos derechos humanos como derechos de los pobres y
excluidos.
La obra actual: Política de la Liberación está proyectada en tres tomos, de
los cuales ya ha publicado el tomo I Política de la Liberación. Historia mundial y
crítica,275 está a punto de publicarse el tomo II Política de la Liberación. La
arquitectónica276 y, se encuentra todavía en elaboración el tomo III Política de la
Liberación. La crítica. Sin embargo, podemos considerar dentro de esta fase otras
publicaciones que apuntalan la necesidad de una política de la liberación. Nos
referimos a obras como: Hacia una filosofía política crítica,277 20 tesis de política278
y Materiales para una política de la liberación.279
275 Dussel (2007a). 276 Dussel (2008). Obra en proceso de publicación. Sólo contamos con su promanuscrito electrónico, el cual citaremos de acuerdo con la paginación ofrecida en este documento. 277 Dussel (2001). Es un conjunto de artículos y ponencias presentadas en diferentes foros de Filosofía; sin embargo, esta obra tiene la peculiaridad de hacer una exposición indicativa de la filosofía política de la liberación, especialmente los seis principios de esta filosofía. 278 Dussel (2006). En este pequeño volumen, Dussel expone el conjunto de sus tesis a desarrollar en tres volúmenes. Tiene la ventaja de dar la visión de conjunto de la Política de la Liberación, sin embargo, en cada tesis se indica una serie de categorías que suponen un desarrollo argumentativo complejo.
En todas estas obras el objetivo
279 Dussel (2007b). En este volumen recoge otros artículos y conferencias magistrales en los que responde a varios críticos de su proyecto filosófico. El volumen está organizado en tres apartados:
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
141
es el mismo, a saber, sustentar la política desde la práctica de los movimientos
sociales de los excluidos, encaminados a reivindicar la urgencia de nuevos
derechos, el cual es el objetivo que nos hemos propuesto en esta investigación. La
fundamentación de una nueva teoría política desde los excluidos, no tiene como
fundamento un afán protagónico de innovar con una teoría de vanguardia; por el
contrario, Dussel se ha propuesto explicar el sentido y sustento que contienen las
acciones y palabras de los excluidos, de los que jamás se ha arrogado el papel de
"auténtico" traductor; más bien ha buscado poner al servicio de los movimientos
sociales de los excluidos todo un instrumental teórico, ético y político.
En esa línea, Dussel aclara la necesidad de plantear una filosofía política no
eurocéntrica, no helenocéntrica, no occidental y, principalmente, una filosofía que
inicia un "giro descolonizador".280
Si en la ética de la liberación resumimos en una sola tesis su propuesta de
reorganización de la historia, en la política de la liberación dedica un tomo
completo a la historia de la política, para responder a cada una de las barreras a
superar, esto es, el helenocentrismo, el euro-americanocentrismo, etc.,
recuperando aportes que no nacen en occidente sino en otras latitudes y épocas
históricas, tales como la filosofía china, árabe, azteca o inca, entre otras, sin
La mayoría de los estudiosos del tema ha
permanecido sometida, repitiendo tácitamente los esquemas de la política euro-
americanocéntrica, motivo por el cual considera que padecen un verdadero
coloniaje mental. El anterior desafío no es una crítica superficial a la producción de
la filosofía política de corte occidental, es ante todo un llamado urgente para
reelaborar las categorías de una filosofía crítica en un momento en que se impone
la hegemonía de pensamiento único.
el primero contiene varios artículos sobre la filosofía latinoamericana, en el segundo enriquece la discusión sobre la ética de la liberación y, en el tercero, trata sobre la política de la liberación. 280 La filosofía analítica, desde hace varias décadas, había establecido una ruptura tácita con la ontología ordinaria para establecer un nuevo renacer de la filosofía, ahora matizado por el "giro lingüístico". Éste fue respondido por la "pragmática universal" o la "comunidad ideal de comunicación"; la filosofía de la liberación, haciendo una crítica de estas dos escuelas filosóficas, propone un "giro descolonizador" pues no sólo se trata de superar la ontología, sino también la comunidad abstracta de comunicación; se trata de una "comunidad antihegemónica de víctimas" que se organiza para liberarse.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
142
olvidar los aportes del avanzado desarrollo político de las instituciones de
Bizancio. La visión crítica de la historia tiene como objetivo poner en cuestión la
ordenación de la historia mundial, vista desde occidente como: antigua, medieval y
moderna, "sin ninguna justificación científica".281
Fijando nuestra mirada en el "lugar de enunciación", por ejemplo el Foro Social Mundial, deberemos superar una "razón indolente", una filosofía perezosa que sólo transita por los caminos trillados, y deberemos plantearnos una y otra vez la misma pregunta: ¿dónde se sitúa históricamente el que expone la filosofía política para hacer frente a los acontecimientos continentales socio-económicos y políticos?
Por otra parte, el desarrollo de la
propuesta histórica es una relectura desde el lugar epistemológico de los
oprimidos y excluidos del Planeta, como ya antes hemos señalado; con ello no
sólo se confirma la congruencia teórica y temática de nuestro autor y su proyecto
filosófico, sino que principalmente se ha confirmado la vigencia de su propuesta a
pesar del escepticismo acrítico que pervive en nuestro días.
282
Como podemos ver, el lugar hermenéutico desde donde se construye una
teoría no es un mero asunto académico o una cuestión de moda, es un servicio
para la liberación de los oprimidos, asumiéndolos como sujetos y protagonistas de
la transformación histórica. Ante la incredulidad de muchos, en América Latina han
ocurrido cambios que parecían imposibles; los triunfos de partidos de izquierda,
con el respaldo de amplios movimientos sociales de excluidos, han puesto un
límite a la intervención autoritaria de las empresas trasnacionales y han frenado el
arrogante autoritarismo de las oligarquías internas, como es el caso de Bolivia,
Venezuela, Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador. No podemos decir que son
transformaciones ya en absoluto desde los/las pobres y excluidos/as, sin embargo,
en algunas decisiones políticas han tomado un rumbo distinto al de la hegemonía
nortatlántica. Por lo tanto, no podemos despreciar esta oportunidad para
reflexionar críticamente la política, pues "lo que viene es una nueva civilización
transmoderna, y por ello transcapitalista, más allá del liberalismo y del socialismo
real, donde el poder era un tipo de ejercicio de dominación, y donde la política se
281 Dussel (2007a) p. 551. 282 Ibídem, pp. 555s.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
143
redujo a una admnistración burocrática".283 Presentamos ahora un bosquejo de las
principales tesis de la filosofía política de la liberación.284
a. Elementos constitutivos de la política
Construir un discurso político crítico no es tarea fácil, sobre todo si tomamos
en cuenta que en el sector de la clase política lo propio es la retórica, cuando no la
demagogia. Es verdad que, en la actualidad, muchos transitan por las sendas
trilladas de la política de corte occidental, sin embargo, la política de la liberación
se propone gestar un nuevo horizonte a partir de las prácticas, las palabras y las
acciones simbólicas de los nuevos movimientos sociales, en parte para
devolverles una reflexión sistemática de aquello que deberán tomar en cuenta en
sus futuras construcciones utópicas y programas de acción. De aquí que sea
importante caracterizar los contenidos e implicaciones de la política como tal, para
plantear más adelante una política crítica.
La hegemonía vigente ejerce el poder con autoritarismo. La totalidad,
conformada a partir del saqueo y el control de las metrópolis hacia sus periferias,
centradas todas en una gran metrópoli de referencia, logró establecer un
consenso que le concedió legitimidad y validez. La modernidad conformó un
modelo político de Estado y de instituciones que, en apariencia, mostraban la
madurez del sujeto racional; sin embargo, los procesos de liberación y la
consiguiente transformación del contexto político mundial han hecho surgir
innumerables actores políticos, sujetos que han tomado a conciencia y en
profundidad la defensa de sus derechos. En la actualidad, la crisis de la
modernidad, en su fase de decadencia posmoderna, ha mostrado su incapacidad
para dar carta de ciudadanía a los nuevos sujetos que resisten a pesar de su
exclusión "formal" de la vida política. 283 Dussel (2006) pp. 7s. 284 Abordar todas las tesis de la política de la liberación rebasaría los propósitos de este trabajo, toda vez que la complejidad de la argumentación dusseliana abre el debate en diferentes flancos. Sólo abordamos el aspecto de los derechos humanos, pero existen muchos otros canales para debatir y acrecentar la discusión en torno a la liberación de las víctimas del sistema.
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La vida política se ha banalizado en la hegemonía vigente, debido a una
fetichización del poder. Ante ello, muchos sectores sociales se autoexcluyen de la
participación política, mientras los "profesionales" de la política engrosan sus
bolsillos gracias a la desmovilización y la exclusión de los sectores oprimidos.
La corrupción originaria de lo político, que denominaremos el fetichismo del poder, consiste en que el actor político (los miembros de la comunidad política, sea ciudadano o representante) cree poder afirmar a su propia subjetividad o a la institución en la que cumple alguna función [...] –sea presidente, diputado, juez, gobernador, militar, policía- como sede o la fuente del poder político.285
Es necesario, entonces, aclarar lo que implica una definición de la política y
del poder y una delimitación del campo de lo político. Comencemos por definir lo
que es la política. Para Dussel, el noble oficio de la política "consiste en tener
'cada mañana un oído de discípulo', para que los que 'mandan manden
obedeciendo'".
286 Recalca también que es importante partir de una noción positiva
de la política, especialmente para quienes son parte de un movimiento social; el
contexto está tan corroído por el escepticismo acrítico, que algunas posturas
teóricas posmodernas se arrogan el papel de ser "críticas realistas",287
Concebir la política como escucha atenta del otro no es un simple hecho
comunicativo o una cuestión de diálogo entre iguales -hecho necesario pero
insuficiente-; se trata de una acción compleja que debe dejar claro el límite de lo
político y de la acción política como tal. En efecto, lo político es uno de los
campos, entre muchos otros, donde el sujeto es actor; sin embargo, el campo en
sí es el espacio político en el que acontecen conflictos, cooperación o
coincidencias, y aunque cada campo está delimitado por una normatividad
implícita, "puede estar institucionalizado por un sistema liberal o socialista real, o
por el sistema de participación creciente (como lo intenta la Revolución bolivariana
pero eso
resulta ser tan desmovilizante como una postura conservadora.
285 Dussel (2006) p. 13. 286 Ibidem, p. 8. 287 Cfr. Laclau (1996) pp. 92-93. Véase también Hinkelammert (1996) pp. 123-165.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
145
de Venezuela o la de Evo Morales en Bolivia)".288 La complejidad e interacción del
sujeto en los diferentes campos, y de los mismos campos entre sí en relación al
desarrollo de la vida del sujeto, plantea una noción de la política no simplemente
como el ámbito propio del bien común, sino como la correlación dinámica entre las
acciones, las instituciones y los principios; todo esto implica el campo político.289
Otro elemento fundamental es la intersubjetividad de lo público y lo privado.
La modernidad llegó a radicalizar este binomio al punto de ocasionar una
dicotomía en la política; por asumir los asuntos públicos o el bien común, se
desentendió cínicamente de la vida concreta de cada ser humano, en una sutil
conclusión no explícita en la que la lucha por el sustento básico se reducía a la
esfera privada. En parte esta fórmula moderna se refleja en el modo en que el
Estado liberal asume la tutela de los derechos humanos; esto es, los derechos
civiles y políticos -o garantías y libertades individuales-, adquieren una
responsabilidad tácita del Estado, mientras que los derechos económicos, sociales
y culturales se asumen como derechos programáticos, que se cumplirán según los
recursos con que cuente un Estado para garantizar su cumplimiento; esto, desde
luego, es una falacia y una contradicción.
290
La sociedad panóptica, analizada por Foucault,
Sin embargo, los acuerdos
construidos en una democracia con objetividad son producto de una aceptación
intersubjetiva, es decir, ningún ser humano puede prescindir de los otros para
allegarse de los bienes indispensables para vivir.
291
288 Ibidem, p. 18. 289 Cfr. Dussel (2008) [247] p. 20. 290 Cfr. Gallardo (2006) pp. 19-23. 291 Foucault (200332) pp. 199-230.
mantiene la tendencia a
exacerbar los límites de la coerción de Estado, al punto de llegar a asumir la
vigilancia de la ley aun con la represión como estrategia preferente. El
autoritarismo desconfía de casi todos los ámbitos sociales para, incluso,
videograbar momentos de la vida privada de las personas en los lugares menos
sospechados, pero absurdamente no "vigila" a los criminales de "cuello blanco" o,
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
146
mejor aún, videograba al opositor para canalizar el descontento social contra la
corrupción.
Vivimos en un individualismo neoliberal degradante que empantana el
sentido de lo público y lo privado, relativizando y confundiendo su sentido hasta
llegar a apoderarse de las decisiones realmente importantes para la vida pública y,
por otra parte, banalizar la vida privada para hacerla pasar como "show" televisivo.
Salvo esas precisiones y la complejidad intersubjetiva entre lo público y lo privado,
es importante considerar lo privado como aquella posición intersubjetiva en la que
nos sentimos protegidos, es el círculo próximo inmediato de "los nuestros"; es una
posición en la que podemos movernos con confianza y no vivir bajo la tensión de
ser agredidos o señalados. En cambio, lo público es aquella posición intersubjetiva
que necesariamente nos coloca "con otros" como "actores" que decidimos, "ante
la mirada de todos los otros actores",292
292 Dussel (2006) p. 20.
para definir lo más visible de la vida
humana que es la política.
Los elementos que hemos mencionado, sin duda alguna, no agotan todos
los contenidos de la política. La necesidad de sustentar un discurso crítico nos ha
llevado a plantear los riesgos en los que cae una política que se sujeta a los
parámetros del poder autoritario, o como ejercicio fetichizante de la política; así
mismo, hemos señalado el campo de la política y de lo político para determinar el
alcance de la acción política y la incidencia de lo político en la vida humana; por
último, la distinción y relación entre lo público y lo privado apunta a una visión más
allá del liberalismo moderno, por medio del cual se ha sustentado una racionalidad
solipsista del sujeto individual; muy diferente ha sido mencionar lo público y lo
privado a partir de la intersubjetividad determinada por los diferentes campos de
acción. Insistimos, estos elementos son apenas una insinuación de los contenidos
de la política; es necesario ahora profundizar en el sentido del poder y de la
interrelación de la política en diferentes niveles.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
147
b. Voluntad de vivir, voluntad de poder
El poder ha sido uno de los temas centrales en la filosofía política,293 sin
embargo, el pragmatismo neoliberal294
La política de la liberación opta por una concepción positiva del poder
definiendo su contenido a partir de la "voluntad-de-vivir", pues esa fuerza originaria
obliga a defender la vida y a evadir la muerte. La tarea cotidiana de cada ser
humano radica en la búsqueda de los insumos básicos para cubrir sus
necesidades; desde luego que para quien vive en condiciones de riqueza el
esfuerzo es mínimo, en cambio, para quien se encuentra en una situación de
pobreza límite o en la exclusión, la vida se enfrenta como un riesgo cada día. Sin
embargo, a pesar de las distancias entre uno y otro grupo humano, lo más
evidente es la "voluntad-de-vida". Esta fuerza es el contenido material de la
política. "Es decir, la política es una actividad que organiza y promueve la
producción, reproducción y aumento de la vida de sus miembros [de una
comunidad]".
y posmoderno ha vilipendiado el contenido
central de las implicaciones del poder como una esfera humana indispensable
para desarrollar la vida. Esa práctica recurrente ha hecho que se agudice el
escepticismo entre amplios sectores de la sociedad, incluso dentro de ciertos
movimientos sociales; según su propia nomenclatura, los sectores anarquistas
confirman la connotación negativa del poder y de las instituciones del Estado.
Nuevamente nos enfrentamos a la imperiosa necesidad de elaborar un discurso
crítico y original para enfrentar estas tendencias.
295
293 Cfr. Del Águila (20002) pp. 21-34. 294 Dentro de la tradición moderna occidental, el pragmatismo se inspira desde Hobbes y Maquiavelo. Recientemente hay un diálogo entre sectores de izquierda con un liberalismo no individualista. Cfr. Buenfil (1996) 208 p. 295 Dussel (2006) p. 24.
La "voluntad-de-vida" no es una tarea individual, aunque sea una
responsabilidad personal que no se reduce al sujeto, sino que cobra su sentido
como una tarea comunitaria; la "voluntad-de-vida", como una fuerza que dinamiza
lo político, favorece la composición de acuerdos y consensos que dan razón de
ser a la comunidad política.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
148
En efecto, nuestro autor indica que
El consenso debe ser un acuerdo de todos los participantes, como sujetos, libres, autónomos, racionales, con igual capacidad de intervención retórica, para que la solidez de la unión de las voluntades tenga consistencia para resistir a los ataques y crear las instituciones que le den permanencia y gobernabilidad.296
Como podemos ver, el contenido del poder dista mucho de la concepción
tradicional en la filosofía política.
La corresponsabilidad ciudadana no es sólo un bien deseable, sino el móvil
para crear las condiciones intersubjetivas necesarias para salvaguardar la vida en
comunidad. Aunque el liberalismo también sustenta un tipo de consenso racional,
no va más allá de la intención formal de cada sujeto aislado para beneficiarse con
los acuerdos tomados en consenso. Por otra parte, el poder como "voluntad-de-
vivir" debe proyectar las condiciones de factibilidad, las cuales dependerán de las
mediaciones "técnico-instrumentales" para la realización fáctica del consenso
comunitario.
297
296 Ibidem., p. 25. 297 “Weber define el poder como la posibilidad de que un actor en una relación esté en disposición de llevar a cabo su propia voluntad, pese a la resistencia de los otros, y sin que importe por el momento en qué descansa esa posibilidad (en la persuasión, en la manipulación, en la fuerza, en la coacción, etc.)”. Del Águila (20002) p. 24.
Ordinariamente, los diferentes grupos políticos
no buscan construir el poder sino "tomarlo" y, una vez teniendo los medios de
"control", se disponen a ejercerlo para beneficiar a la sociedad en un efecto
cascada: primero concentrar el poder y luego descentrarlo, para que los beneficios
alcancen a los grupos más periféricos o "vulnerables", cuando no "incapaces";
pero tal idea es irreal y lo que vemos, como fruto de la concentración de poder, es
el puro beneficio y enriquecimiento de la "clase política". Por otra parte, tampoco
es viable una visión negativa del poder, asumiendo de facto que todo poder
corrompe; desde luego que el poder corrompe si se le "toma" o, mejor, "se le
secuestra", pues de esa manera hay una fetichización del mismo. El poder como
"voluntad-de-vivir" también debe definirse estratégicamente, para saber emplear
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
149
los recursos, las tácticas y los mejores propósitos de la comunidad de vida, de
manera que todo quede legitimado en un sistema e instituciones adecuadas para
este objetivo. De aquí que sea importante reconocer y hacer valer el poder como
ejercicio comunitario: a este hecho Dussel lo nombra potentia.
Denominaremos entonces potentia al poder que tiene la comunidad como una facultad o capacidad que le es inherente a un pueblo en tanto última instancia de la soberanía, de la autoridad, de la gobernabilidad, de lo político. Este poder como potentia, que como una red se despliega por todo el campo político siendo cada actor político un nodo (usando las categorías de M. Castells), se desarrolla en diversos niveles y esferas, constituyendo así la esencia y fundamento de todo lo político. Podría decirse que lo político es el desarrollo del poder político en todos sus momentos.298
Esta institucionalización del poder del pueblo, o ejercicio delegado del
poder, Dussel la llama potestas.
Este poder original, como fuente de lo político, se ejerce de manera
delegada; es decir, cuando el pueblo alcanza un consenso simétrico con la mayor
participación e inclusión de sus demandas, entonces es necesario que el poder
original o potentia asuma un modo de institucionalizarse, de lo contrario ocurrirían
confusión y caos, si los acuerdos no se materializan en prácticas delegadas de
poder a través de una distribución de responsabilidades.
299
298 Dussel (2006) p. 27. 299 Cfr. Dussel (2008) pp. 42-43 y también 176-177.
Es claro que la política concentra su atención
en el ejercicio del poder; la potestas oscila entre el ejercicio delegado por la
comunidad o el ejercicio corrompido por una clase política espuria. Por lo anterior,
el pueblo deberá ejercer constantemente una abierta evaluación de quién ejerce
delegadamente el poder, porque los consensos públicos pueden estar empañados
por otros intereses que tenderán a suplantar la voluntad popular de vida. Ejemplos
recientes, como la usurpación de las elecciones en Estados Unidos por George W.
Bush o por Felipe Calderón en México, muestran la fragilidad de las instituciones
públicas frente a los poderes económicos fácticos. Pero en contraposición a los
intereses de Washington, vemos cómo se consolida poco a poco una forma
alternativa de ejercer la democracia en América Latina, bien sea por un Hugo
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
150
Chávez, un Evo Morales o, recientemente, un Fernando Lugo, aunque esto no
quiere decir que ya esté garantizado el ejercicio delegado de la potestas. Para tal
efecto, la vigilancia y el control del pueblo tendrán que entrar como factores
permanentes de la vida política, relegados a último término dentro de los
regímenes dominados por el libre mercado.300
En un sentido clásico de la política, Weber estableció la distinción entre
política como profesión o política como servicio, como vocación.
301 Sin embargo,
esa distinción respaldaba el hecho de la necesidad práctica del ejercicio de la
política como profesión, relegando a buen deseo la política como servicio. Con
todo, el sentido de la política se ha enriquecido por medio de las luchas de los
excluidos; por ejemplo, el "mandar obedeciendo" ha llenado de un nuevo
contenido al poder y, con él, a todas las esferas de la política como una forma
auténtica de ejercerla como vocación, como "el noble oficio de la política". En ese
sentido, Dussel desentraña el sentido etimológico de "vocación" y de "obediencia";
si "vocación" (con-vocare) quiere decir "el que es llamado" y "obediencia" (au-dire),
"saber escuchar al otro, entonces, el contenido del poder obediencial será la
llamada a ejercer delegadamente la autoridad como pretensión política de justicia,
el gobierno, en este caso, queda retenido en el origen de toda acción política, esto
es, en manos del pueblo".302
Por todo lo anterior, no es tarea menor la de aquél que es electo como
"representante" del pueblo para ejercer delegadamente el poder. Es un grave
mandato, pues no puede jugarse con la confianza del pueblo. La suerte que corre
aquél que traiciona el mandato y desoye la voluntad del pueblo, debe ser
proporcional al grado de responsabilidad que tiene entre sus manos, juzgándole
La legitimidad de las acciones, las instituciones y los
principios políticos, adquiere vigencia en la medida que es conducida por la
voluntad consensual del pueblo, auténtica comunidad política.
300 Democracias que no precisamente son libres pero que tampoco son dictaduras, aunque bien podríamos usar el neologismo: “dictablandas”. 301 Cfr. Del Águila (20002) pp. 24-28. 302 Cfr. Dussel (2006) p. 34-37.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
151
con severidad para evitar más los abusos que muchos han cometido, hasta ahora
escondidos en la debilidad de la ley y las instituciones vigentes a modo de los
poderes fácticos.
La autoridad se legitima por medio del servicio, no por la fetichización del
ejercicio de poder como acción dominadora. Cuando el político de "profesión"
suple la voluntad del pueblo, el poder se ejerce como dominación; de esta manera,
el pueblo pasa a ser un objeto pasivo que "elige" a una elite política para ejercer el
poder profesionalmente, una elite que "sabe cómo hacer las cosas"; esto es la
total fetichización del poder, poder como dominación. Este modelo de poder actúa
debido a la desorganización del pueblo, pero también por la corrupción que es el
sino de las instituciones del Estado, las burocracias, los partidos, etc., los cuales
viven en una especie de esfera autómata que lucha por la "cuota de poder", por
ganar el mayor número de candidatos dentro de la elite del poder. El pueblo es
visto "clientelarmente", como el banco de votos para ratificar la perversión política
de esta elite profesional de la corrupción. Puede ser que el pueblo sea engañado o
se corrompan grupos populares de amplia incidencia, pero la corrupción es la
señal de la decadencia. Basta mirar la experiencia de la humanidad; la historia nos
muestra cómo ésa ha sido la causa de la caída de los grandes imperios. Ahora
bien, el pueblo no debe esperar más a que caiga por su propio peso el poder
corrompido; más aún, está obligado a recuperar su papel como sujeto popular,
como actor político, recuperando su poder, es decir, el contenido fundamental para
reestructurar las acciones, las instituciones y los principios de la política, esto es,
la "voluntad-de-vivir" como la condición material para defender y salvaguardar la
viabilidad de la vida. No es una tarea menor la que enfrenta el pueblo en este
momento.
c. Articulación de las esferas y niveles de lo político
Para comprender la política de la liberación, es necesario tener como
referencia el desarrollo esquemático y de contenidos de la ética de la liberación,
pero con un grado de complejidad mayor. Como recordaremos, la ética de la
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
152
liberación desglosa la ética fundamental en los tres primeros principios, mientras
que la crítica se explica en los siguientes tres principios; la correlación entre
ambas desarrolla la ética, hasta llegar a un grado de complejidad que armoniza y
supone un solo conjunto argumentativo para la liberación de los excluidos. El
siguiente esquema nos puede dar una idea sintética de la Política de la
Liberación.303
En la política de la liberación están supuestos tanto el esquema
fundamental como el crítico pero, nuevamente, con una mayor complejidad que
amplían los seis principios desarrollados en la ética de la liberación. El punto de
partida esencial es tomar como base los argumentos presentados por la mayoría
de las escuelas de la filosofía política, pero organizados de tal manera que,
metodológicamente hablando, la acción estratégica exprese tanto los niveles como
las esferas del contenido político; es decir, el contenido del campo político, en el
cual se despliega el poder, está compuesto por las acciones estratégicas, el nivel
de las instituciones y el nivel de los principios normativos. Esta división
metodológica comprende los tres niveles arquitectónicos de toda política; a su vez,
tanto el nivel de las instituciones como el nivel de los principios normativos
contienen tres esferas en las que se desglosa su sentido, esto es, la esfera
303 “Aclaraciones al esquema. A: nivel de las acciones estratégicas. B: nivel de las instituciones o mediaciones; Bm: esfera material; Blf: esfera de legitimidad formal; Bfe: esfera de factibilidad estratégica. C: nivel de los principios implícitos. Cpm: principio material; Cfd: principio formal democrático; Cfc: principio de factibilidad.” Dussel (2008) p. 23.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
153
material o principio material, la esfera del sistema de legitimación o principio
democrático y la esfera de factibilidad o principio de factibilidad estratégica.304
La acción estratégica. El poder está distribuido en todo el campo político, en
la compleja red de relaciones que implican los niveles y las esferas de la política;
en el caso de la acción estratégica, expresa públicamente la voluntad del
ciudadano como poder, el cual está referido de manera posible y eficaz. Es decir,
la acción estratégica no sólo es instrumental, puramente técnica, porque se dirige
hacia otros sujetos entre los que trata de encontrar su viabilidad, aunque en medio
de diferencias evidentes. Por ello es preciso alentar la razón práctica, es decir, la
prudencia. El potencial estratégico que asimile una comunidad, un pueblo, será la
garantía para la construcción de consensos. A diferencia de otras posturas
legalistas o formales del liberalismo,
Brevemente explicaremos cada uno de ellos para dar cuenta de la complejidad
argumentativa de la política de la liberación, la cual pretende ser una
argumentación necesaria y suficiente.
305
La acción estratégica pretende ser hegemónica, en el sentido que trata de
sumar voluntades para dar una fuerza abarcadora que haga viable el poder
popular y sus consensos; sin embargo, hay que señalar que nunca será perfecta,
de ahí que su validez dependerá del mayor número de reivindicaciones sociales
que aglutine, del feminismo, de la diversidad cultural, de los desempleados, de los
ecopacifistas, etc. "La acción hegemónica es el ejercicio delegado pleno del poder
la acción estratégica se funda en la
fraternidad/sororidad como valor positivo y exigente para que el pueblo realmente
sea actor político y construya acuerdos delegados en la autoridad establecida por
él mismo.
304 Ibídem, p. 48. 305 Como lo sugieren J. Rawls o Carl Schmitt, para quien la sociedad está basa en relaciones de facto "amigo-enemigo". Pero no olvidemos que esa connotación negativa de la Política es una herencia occidental, ya presente en el Leviatán de Hobbes, o El Príncipe de Maquiavelo, o la necesidad de un Contrato Social como en el caso de Rousseau; el germen de la competencia individualista del liberalismo moderno se fue consolidando poco a poco, hasta llegar a ser el centro de la política, lo cual da como consecuencia entender a la política como dominación y al poder en sentido negativo, aunque necesario para la organización de la sociedad.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
154
(potestas), y cuenta con el consenso, la fraternidad y el fundamento del poder del
pueblo".306 Aunque en el siglo XX latinoamericano existió cierto tipo de populismos
independientes del poder metropolitano, especialmente de Estados Unidos, que
de algún modo reivindicó algunas demandas populares y consiguió un consenso
importante, no se puede confiar ciegamente en una acción hegemónica, pues han
existido innumerables gobiernos autoritarios, disfrazados de democracias, que
aplican ciertas acciones como si contaran con el respaldo de la ciudadanía.307
La necesidad de las instituciones está dada por una fundamental aspiración
de organización y sentido de las acciones políticas. La política de la liberación
explicita claramente el papel de las instituciones, pues para el conservador
representan el respeto por sí mismas aunque carezcan de consenso; debido a su
falta de legitimidad, aclaman su validez por encima de la misma sociedad, pero
son ellos –los conservadores- los primeros en no respetar su legalidad y
legitimidad; por otra parte, también llama la atención la descalificación acrítica que
le dan sectores anarquistas, los cuales asumen que las instituciones están
socavadas por la corrupción y el poder en un sentido autoritario, de modo que es
imposible hacer una auténtica transformación a partir de ellas y todo esfuerzo
sería un simple reformismo o continuismo.
El
consenso alcanzado por el pueblo favorece el cumplimiento del mandato por la
autoridad legítimamente establecida; este "bloque histórico en el poder" constituirá
la materialización de la potestas, pues es alcanzado como la conjunción de una
serie de fuerzas presentes en una coyuntura y que dan institucionalidad al poder
que podrá ser obediencial; con todo, la disolución de dicho bloque puede perder
consenso y también fetichizarse como poder de dominación. Es necesario, por
ello, mantener siempre una valoración crítica o autocrítica para crear y mantener el
consenso suficiente del pueblo.
308
306 Ibídem, p. 52. 307 V. gr., la política de "combate al crimen organizado" del presidente espurio Calderón, en México. 308 Cfr. Dussel (2008) pp. 163-166.
Es verdad que para los excluidos las
instituciones representan el poder que les excluye de las condiciones mínimas de
vida, de ahí su natural desconfianza; sin embargo, en la medida que ellos mismos
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
155
creen las instituciones sobre la base del contenido de sus acuerdos para alcanzar
su liberación, en esa medida las instituciones no sólo son necesarias sino
indispensables para ir dando solidez al proceso de emancipación. Toda institución
necesita de un grado de coerción, siempre y cuando éste se ejerza para dar
cumplimiento a los acuerdos que ha tomado la comunidad humana, constituida por
todos los sectores sin excluir a nadie. En este sentido, es evidente que puede
existir el derecho al disenso, pero éste se ejercerá sin detrimento de los acuerdos
alcanzados y necesariamente limitado por el consenso crítico sin asimetrías.
El nivel de las instituciones consta de tres esferas, cada una de las cuales
aporta elementos diferentes a la operación de las instituciones. Dichas esferas
son: la material, la formal o procedimental-normativa y la de factibilidad o de
realización empírica.
En cuanto a la esfera material de las instituciones, su proceder está
determinado por el contenido del principio vida, el cual implica la producción,
reproducción y desarrollo de la vida de la comunidad -en el mejor de los casos, de
toda la humanidad. Por lo anterior, Dussel considera lo social como el cruce del
campo político por otros campos como el ecológico, el económico, el cultural.309
En el mismo sentido, conviene acotar que el proceder en las instituciones está
dado por la correlación entre la Sociedad Civil y la Sociedad Política; la sociedad
civil significa lo no-político, en el sentido que cada sujeto es actor de otros campos
prácticos; por otra parte, la sociedad civil también distingue a quienes no son
representantes dentro del sistema político, es decir, quienes no han sido electos
para ejercer el poder delegadamente.310
Las instituciones en el orden de la esfera material tendrían que sustentar,
legitimar, la viabilidad de la vida en el campo ecológico; si, como constatamos, el
deterioro de las condiciones de vida es un problema a escala mundial, la política
309 Ibidem, pp. 180-185. 310 Ibidem, p. 187.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
156
debe poner especial cuidado en establecer las relaciones adecuadas para que, en
primer lugar, la viabilidad de la vida en el planeta Tierra sea una de sus tareas
esenciales. En el mismo sentido, el campo económico es, desde luego, uno de los
campos que desde la antigüedad ha estado presente en el desarrollo de las
instituciones políticas; en la actualidad no debe reducirse al sistema capitalista,
sino a las condiciones para sustentar el bien común y el acceso equitativo a los
bienes indispensables para desarrollar la vida, de modo que el sistema capitalista
resulta inviable y hasta un peligro, pues está conduciendo al caos de la
humanidad. En cuanto al campo cultural, en él las instituciones expresan el
contenido simbólico y de sentido, incluido el religioso, dentro de los cuales se
recrean las expectativas utópicas del pueblo, tal como lo ha expresado la teología
de la liberación, por ejemplo. Cabe mencionar que en el marxismo tradicional
había una resistencia implícita hacia lo simbólico-religioso.311
La esfera formal en el nivel de las instituciones coloca en interrelación el
modo de convalidación procedimental de la acción política o la institución,
orientada a su legitimidad. En este aspecto, cabe señalar que la validez es
respaldada por el consenso asumido por una comunidad, en condiciones
simétricas de participación, lo cual es el requisito para que ese acuerdo válido
éticamente sea reconocido como legítimo políticamente. Ahora, en la democracia
el consenso alcanzado no consiste solamente en un modo procedimental, sino en
una condición normativa, es decir, el consenso obliga a ser respetado porque es
legítimo, lo cual será la base de lo legal, tomando en cuenta que quien aplica la ley
ejerce el poder delegadamente. Es el modo institucional de poner en práctica el
El nivel de las
instituciones debe responder a las reivindicaciones materiales de los campos
descritos; ésta es su responsabilidad, su objetivo histórico. Aquella institución que
no responda a estas aspiraciones debe desaparecer, para ser sustituida por
nuevas instituciones que sí lo hagan, con base en la construcción de un consenso
que incluya a los sectores afectados.
311 En el caso de nuestro país, esa resistencia fue además acrecentada por el conflicto histórico entre la Iglesia y el Estado, origada en el siglo XIX con su separación.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
157
"mandar obedeciendo", enunciado concreto y a la vez complejo, si tomamos en
cuenta que supone todos los elementos que hemos mencionado anteriormente.
La legalidad política tiene como referencia central el sistema del derecho.
Como elemento formal de las instituciones, el sistema de derecho es la síntesis
de: a) la positivación constitucional de los derechos humanos, b) un poder
legislativo que ejerce delegadamente el poder, que deriva a su vez de un poder
constituyente (potestas), c) un poder político originante de todo poder posible, el
cual está sustentado en la pluralidad de voluntades consensuadas (potentia) o
poder del pueblo soberano. El sistema de derecho, a su vez, deriva en la puesta
en práctica de un marco jurídico, "Estado de derecho", que rige: d) al poder
judicial, e) al poder ejecutivo. Lo anterior cobra vigencia sólo si es habilitado por el
f) poder electoral, que deriva del g) poder ciudadano. Todo esto muestra cómo la
legalidad o sistema del derecho no es una pura formalidad procedimental, sino un
complejo de relaciones fundado en la validez ética de una comunidad política,
asiento de todo poder legítimo posible. Si los derechos humanos, y éste es
nuestro tema central, son una formalidad positivada en una Constitución política,
no están dados como meras normas, sino como el resultado de la concretización
de las demandas materiales del pueblo, condiciones necesarias para la
producción, reproducción y desarrollo de la vida. El siguiente esquema, clarifica el
sentido formal de las instituciones.312
312 “Aclaraciones al Esquema: a. El poder indiferenciado (potentia) decide determinarse institucionalmente; b. El poder se determina en primer lugar como poder instituido (potestas), que con respecto a la Constitución es poder constituyente (que se concreta como Asamblea constituyente); c. La Constitución (que debe positivizar los Derechos humanos) establece un Poder legislativo; d. El Poder legislativo promulga el Sistema del Derecho constitucionalmente; e. El Poder judicial interpreta el sistema del derecho y lo aplica a los casos singulares, resolviendo los conflictos que se presentan en la comunidad política, lo que crea un “Estado de Derecho” (f). El Poder ejecutivo actúa acciones dentro del marco legal. El Poder electoral determina y juzga la validez de todos los procesos electorales de todos los Poderes restantes y de todas las instituciones (políticas y civiles, si lo requieren estas últimas). El Poder ciudadano es la última instancia fiscalizadora de todos los demás Poderes e instituciones.” Ibidem, p. 266.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
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Poder político: pluralidad de voluntades consensuadas institucionalizable (potentia) (Opinión pública)
Poder instituyente soberano a
Poder instituido (potestas) Poder constituyente
b
Constitución (Poder constituido) c
Derechos humanos e d
Poder judicial Sistema del Derecho Poder el Juez f legislativo
el Juicio “Estado de Derecho”
Poder ejecutivo
Poder electoral
Poder ciudadano
En cuanto, la esfera de factibilidad de las instituciones consiste en el modo
como se hacen posibles los objetivos o fines propuestos y los medios adecuados
para concretizar, estratégicamente, todo acto político. La factibilidad deberá
suponer el adecuado cumplimiento de las condiciones materiales, respaldadas por
un consenso procedimental-normativo, es decir, legítimo y legal, para que el acto
político sea instrumentalmente benéfico, incluso administrativamente
satisfactorio.313
313 Por ejemplo, la reforma energética que se discutió en nuestro país, durante mayo-julio del año pasado, es un caso que ejemplifica de manera tangible cómo el poder de dominación debilita, y pretende suprimir, todo acto político, hace inviables a las instituciones y sus esferas de competencia y, más aún, contradice los principios de la ética y de la política. Un análisis serio de las condiciones técnicas y del aprovechamiento de recursos del petróleo, pone al descubierto cómo la oligarquía, coludida con el corrupto sindicato petrolero, deja la política fuera de toda incidencia, hace un derroche irresponsable de los recursos que son de la nación mexicana y descubre las ambiciones incontrolables de las empresas trasnacionales que pretenden robar un recurso estratégico. Afortunadamente, el Senado de la República salvó parte de las instituciones políticas de nuestro país, aunque esto no sea una garantía pues conocemos a nuestra clase política.
De aquí que sea necesaria una reconstitución de toda la política:
la acción estratégica, las instituciones y los principios bajo los cuales deben
conducirse.
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La no utilización de los medios adecuados y el no establecimiento de fines
precisos, hace que la política camine por una vía de ingobernabilidad. La libertad
burguesa no puede funcionar como un principio rector, como pregonan los
neoliberales, puesto que antes de ejercer la libertad todo ciudadano debe tener
cubiertas todas sus necesidades básicas, y no sólo algunos que se benefician de
acuerdos tomados por una oligarquía. En este sentido, la opinión pública viene a
ser un factor insustituible en las esferas formal y de factibilidad, que se encargará
de la evaluación y aprobación que hace el pueblo, la comunidad política, de los
consensos alcanzados; sólo aquí cobra importancia el papel de un auténtico
monitoreo y contraloría popular, más allá de la simple "transparencia" neoliberal
que se ajusta a los intereses de la clase política.
Finalmente, el último componente de la acción política es el nivel de los
principios, aquí Dussel hace la aclaración314
En cuanto al principio material, la acción política y las instituciones deben
actuar con pretensión política de verdad práctica, es decir, la política debe
salvaguardar la pretensión política de justicia del gobernante y de las instituciones
que garantizan el desarrollo y la conservación de la vida. El principio democrático-
que no se trata de una simple
referencia a la constitución ética de los principios sino, específicamente, a la
referencia política de los mismos, es decir, a su carácter normativo y no solamente
moral. Nuestro autor nos recuerda que la ética contiene principios universales,
pero su aplicación dependerá del campo práctico aludido, de tal manera que, en el
caso de la política, los principios éticos son subsumidos y aplicados como
principios normativos. En la tradición marxista, el principio material operaba como
última instancia en la política, en cambio para la tradición burguesa liberal, el
principio democrático-formal ocupaba el sentido último de las decisiones políticas.
En el cinismo posmoderno o neoconservador, lo pragmático o factibilidad opera
sin restricción alguna: es la eliminación de la política y la pérdida del sentido de la
comunidad política.
314 Ibidem, pp. 304ss.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
160
formal, como ya se ha dicho, no consiste en el mero procedimiento apegado a
derecho, sino en el reflejo real del consenso de la comunidad de afectados; lo que
es válido en ética, es legítimo en política. Respecto del principio de factibilidad
estratégica, no puede enunciarse aisladamente, sino en el conjunto de la
construcción de los principios anteriores; la factibilidad estratégica consiste en
realizar empíricamente lo que es imposible para el consenso conservador; se trata
entonces de una audacia realista pero muy autocrítica, para no caer en el
idealismo anarquista de izquierda –el comunismo perfecto- o de derecha –el
mercado total, la competencia perfecta-; es la pretensión de eficacia política,
sabiendo que toda decisión será imperfecta, pero viable y suficiente para alcanzar
la transformación.
Por todo lo anterior, la Política de la Liberación, en su momento
arquitectónico, propone un desarrollo complejo, y codeterminado, de los principios
material, formal y de factibilidad. De esta manera, la acción política necesita
sobreponer a lo estratégico, el nivel de las instituciones y el nivel de los principios.
Se trata de una correlación dinámica, en la que cada acción política supone el
desglose de los demás niveles, actuando según el momento y el tipo de respuesta
que exige el nivel de operación.
La exposición sucinta y esquemática que hemos desarrollado, pretende
exponer el conjunto de la política fundamental; es decir, los elementos o
momentos que cada escuela política sigue, según su muy particular modo de
construir el discurso político. Así pues, la articulación propuesta desde la Política
de la Liberación consiste en mostrar la complejidad del discurso político, y la
manera en que es posible argumentar "metafísicamente" una Política de la
Liberación "crítica", que tenga como origen y horizonte la liberación de los
excluidos del sistema vigente. El apartado de la crítica de la Política de la
Liberación la desglosaremos en el siguiente capítulo, para fundamentar el origen,
la formalización-positivación y la proyección estratégica de los nuevos derechos
humanos como derechos de los pobres.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
161
Capítulo III
Nuevos derechos humanos como conquistas históricas de los
excluidos.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
162
Capítulo III
Nuevos derechos humanos como conquistas históricas de los excluidos.
La boruca que venía de allá abajo se salía a cada rato de la barranca
y nos sacudía el cuerpo para que no nos durmiéramos. Y aunque queríamos oír, parando bien la oreja,
sólo nos llegaba la boruca: un remolino de murmullos, como si se estuviera oyendo de muy lejos
el rumor que hacen las carretas al pasar por un callejón pedregoso. Juan Rulfo315
En las últimas dos décadas, los movimientos sociales se han diversificado.
Desde su surgimiento en la segunda mitad del siglo XIX
Introducción
316
La fractura y las nuevas búsquedas que supuso el movimiento estudiantil de
1968, hicieron que poco a poco los movimientos sociales o populares buscaran
hasta la década de los
60 del siglo pasado, mantuvieron ciertas características, tales como la tendencia
revolucionaria y la "toma del poder" por diferentes medios; lo cual no siempre se
reflejó en mejores condiciones de vida de las bases que los conformaban sino
que, en muchos casos, se formaron elites que se beneficiaron de los puestos del
poder, a los que accedieron gracias al movimiento social.
315 El llano en llamas. 316 Cfr. Favaro (2005) pp. 107-122. Véase también Seoane-Taddei (2001); Rauber (2003), entre otros y otras que se han dedicado al tema, tales como: Raúl Zibecchi, Inmanuel Wallerstein, Ana Esther Ceceña, Atilio Borón, etc. Hay que hacer notar que, en el caso de México, el clientelismo de los partidos políticos ha demeritado lo que diferentes movimientos emprenden para establecer otro tipo de correlación de fuerzas. Últimamente, el movimiento obradorista no ha superado algunas prácticas clientelares, sin embargo, existen elementos rescatables que, con toda claridad, se ven en otras expresiones políticas como el movimiento zapatista o el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra o la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, entre otros. Estos procesos no tienen la misma incidencia en las coyunturas políticas recientes, como sí la han tenido los movimientos sociales en otros contextos nacionales, latinoamericanos y caribeños.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
163
otras formas de organización, pero no fue sino hasta la caída de los socialismos
históricos, en 1989, cuando abiertamente comienza otra etapa de participación
política en la sociedad aunque, para algunos, era el fin de dicha forma de
organización social y sólo quedaban las vías de la política liberal moderna, sea por
medio de alguna expresión partidista o por medio de la sociedad civil y sus
organizaciones ciudadanas.
No obstante, tanto las organizaciones de este tipo de acción política como
las instituciones del Estado moderno han sido trastocadas por la crisis actual. A
pesar de esto, desde 1994 el movimiento indígena zapatista en México, o la gran
movilización social antiglobalización en 1997 en Seatle contra la Ronda del Milenio
-integrada por los países más ricos del mundo-, así como la plataforma de
iniciativas sociales de los Foros Sociales Mundiales, regionales, temáticos y de los
Pueblos, han marcado una nueva etapa de reorganización de dichos movimientos
sociales. Todo lo anterior está marcado por la diversidad y pluralidad del momento
actual, pero expresado de una manera unificante bajo el lema: "Otro mundo es
posible"
En cuanto al desarrollo de este capítulo, queremos hacer una presentación
de los movimientos sociales que luchan por la reivindicación de nuevos derechos
humanos. Nuevamente aclaramos que no hacemos un desarrollo sociológico de
los movimientos,317
317 Isabel Rauber, doctora en filosofía estudiosa del tema, expone como los movimientos sociales son el nuevo sujeto político capaz de reestructurar el ámbito político, hecho añicos por la idolatría del mercado. Son los movimientos sociales, desde su práctica, los que le dan otro contenido al poder y a las instituciones para su ejercicio democrático y participativo desde abajo, desde los que han sido despreciados por la política liberal. Entre sus principales obras se encuentran: Movimientos sociales y representación política, Transformación social en el siglo XXI ¿camino de reforma o de revolución?, Construir una amplia fuerza de liberación, Sujetos políticos y políticos para el socialismo, entre otras.
sino una lectura crítica de lo que sus acciones pretenden
manifestar. Más adelante alcararemos lo que se quiere decir con "nuevos"
derechos humanos, en el sentido de la transformación del sistema de derecho,
enunciado ya en el capítulo anterior, especialmente a partir de la Política de la
Liberación y retomando lo que hemos expuesto sobre el "derecho alternativo".
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
164
Finalmente, enunciaremos los "nuevos" derechos humanos, su intención política y
su consecuente ubicación dentro del desarrollo de la Política de la Liberación en
su apartado crítico, es decir, a partir del prisma hermenéutico de las luchas de
los/las pobres y excluidos.
En el transcurso de estas reflexiones, hemos querido afirmar el sustento de
los derechos humanos a partir de las conquistas históricas de los pueblos, no
como momentos específicos del devenir histórico sino como el momento taxativo
en proceso de conquista de la dignidad humana frente a la opulencia y arrogancia
de cualquier sistema impositivo y represor. En este sentido, hemos venido
afirmando que los derechos humanos son el contenido material que se expresa en
un momento histórico dado, preñado de dignidad, que hace parir a la humanidad
como un nuevo renacer, y son precisamente los movimientos sociales de los
pobres y excluidos los que encabezan tal tarea, muchas veces ninguneada y otras
tantas enmudecida, reprimida; sin embargo, al mantenerse en resistencia, los
movimientos sociales hacen que permanezcan vivas la utopía y la esperanza de
una humanidad dignificada. El contenido material de los derechos humanos,
entonces, es la fuente de toda movilización histórica; no obstante, es necesaria
una positivación en instituciones políticas y confrontarlos siempre con los
principios normativos políticos, mecanismo que pretende conformar la autocrítica
social y el potencial de renovación de cada generación de derechos.
Antes de entrar a detallar cada una de las temáticas anunciadas, es preciso
explicar cómo operan críticamente los momentos de la política, dado que en el
capítulo anterior hemos explicado únicamente el apartado fundamental o
arquitectónico de la política de la liberación.318
318 Continuamos en este apartado con el comentario de las Veinte tesis de política de Enrique Dussel (2006), especialmente la tesis 11.
En este orden de ideas, en dicho
capítulo hemos afirmado que la comunidad política está en la base del edificio de
la Política –acción política, instituciones y principios normativos-; si la correlación
entre los diferentes niveles y esferas cumpliera a cabalidad las demandas de dicha
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
165
comunidad política, entonces no habría más protesta social de movimientos
populares pero, ante el incumplimiento de necesidades básicas, surge la
movilización por nuevas reivindicaciones que no se alcanzan como simple
concesión sino a través de una conquista histórica que reconfigura las fuerzas de
la sociedad. Este es el caso de innumerables movimientos: de los pueblos indios,
feministas, ambientalistas, etc., los cuales encabezan una necesidad negada a
amplios sectores de la sociedad. Aparentemente, cada movimiento tiene una
agenda de lucha sin conexión con el resto de los movimientos, sin embargo
Dussel,319 siguiendo la propuesta de Laclau,320
Lo anterior remite a momentos históricos en que los pueblos conquistaron
su libertad. En 1810, por ejemplo, el cura de Dolores convocó a la población a
atacar el gobierno español, al grito de ¡Libertad! el pueblo encontró una causa
para unirse y así poner en común sus justos reclamos. ¡Tierra y Libertad! fue otra
proclama con la que el pueblo se sintió identificado para exigir mejores
condiciones de vida en la Revolución de 1910. En otros tantos ejemplos históricos
podemos apreciar que existe un hegemón analógico que consigue sumar a todos
los sectores movilizados de la sociedad y aún a sectores críticos de la comunidad
política, como es el caso de los desempleados, intelectuales y profesionales
críticos, entre otros. Esto no quiere decir que siempre se consiguen los objetivos
de la movilización, con todo, es importante el proceso que se genera pues
lentamente la acumulación de fuerzas alcanzará la reivindicación planteada; dicho
bloque social viene "desde abajo", con mayor conciencia popular.
afirma que mediante el
intercambio, el diálogo y la traducción de las demandas, es posible construir una
hegemonía que las adhiera en una reivindicación universal.
321
Una categoría política que puede englobar a todos los movimientos sociales
es la de pueblo. Más allá de su sentido sociológico o económico, el pueblo
(hiperpotentia) es evocado como el actor político eminente que lucha por
319 Cfr. Dussel (2006) p. 88. 320 Cfr. Laclau (2005) pp. 193-197. 321 Cfr. Dussel (2006) p. 89. Véase también, Rauber (2004) p. 18.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
166
reivindicaciones justas. En este sentido, Dussel recurre a la definición que ofrece
Fidel Castro322
Cabe señalar que no es fácil desligar la categoría pueblo de la concepción
occidental, por ello, es importante destacar el contenido que se ofrece desde las
culturas indígenas de nuestro continente, pues por pueblo se entiende a todas los
sectores que lo componen y no solamente a la base o lo propiamente popular, en
contraposición a las élites o las oligarquías. Para atenuar tal distinción, Dussel
llama plebs a los sectores marginados, en contraposión a la burguesía, pero con el
fin de construir un nuevo sentido del pueblo como actor político. En este caso, a
los ciudadanos
en su famoso discurso "La historia me absolverá", en donde se
señala como pueblo a la "gran masa irredenta" que lucha por "grandes
transformaciones"; se trata de otra percepción que no toma al pueblo como el
objeto de caridad de la clase política o del caudillo que le conduce a la liberación,
sino como un actor político y, por ello, dentro de esta categoría se encuentran
todos los excluidos y excluidas.
323 que se movilizan más allá del poder dominador, sean
marginados o sectores críticos de la comunidad política, se les llama populus. El
significado de la comunidad y del pueblo, rescatado en gran medida por los
movimientos sociales o populares, despertaron una conciencia colectiva324
El pueblo, como actor político, es un sujeto histórico que construye su
destino, por eso los movimientos populares indican que el poder se construye
desde abajo, con su propia emergencia y tiempo. El pueblo no necesariamente es
que en
muchos ámbitos se asume como el motor estratégico de los cambios sociales.
322 “Entendemos por pueblo, cuando hablamos de lucha, la gran masa irredenta … la que ansía grandes transformaciones de todos los órdenes y que está dispuesta a logralo, cuando crea en algo y en alguien, sobre todo cuando crea suficientemente en sí misma.” Castro, F., La historia me absolvera, citado por Dussel (2006) p. 90. 323 En la teoría política, el tema del ciudadano es central, en el sentido que se refiere al sujeto individual o colectivo que es consciente y exige sus derechos. En este caso queremos hacer énfasis en que el ciudadano, y la ciudadanía, es capaz de exigir sus derechos y, por lo tanto, se organiza en colectivo para lograrlo; pero es en definitiva la confluencia de diversas organizaciones, colectivos y movimientos lo que conforma el pueblo, el eminente actor político. 324 Es importante remitirnos a las tesis 5 y 6 del apartado sobre Ética de la Liberación, del capítulo II. En esos apartados mencionamos la importancia de la conciencia colectiva y la definición de un sujeto colectivo, sin ignorar la voluntad de cada sujeto para sumarse a un colectivo.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
167
homogéneo o uniforme. La confluencia de las agendas de lucha en una sola
demanda hace posible la configuración del "bloque social de los oprimidos"; sobre
esta acción se establece la aspiración del pueblo a conformar la sociedad civil y,
más tarde, la sociedad política. Dadas estas condiciones, el pueblo pasará de ser
"el bloque social de los oprimidos" a ser "bloque histórico en el poder" -evocando
la propuesta de Gramsci-, pero no para tomar el poder sino para darle otro
contenido.
Es oportuno señalar la correlación entre el pueblo y lo popular. Lo popular
se refiere al cúmulo de sabiduría presente en las formas de organización, de
expresión y de vivir, que emerge en los procesos cuando se expresan las
demandas propias. Al ser un actor político, el pueblo apunta a una toma de
postura crítica delante de la modernidad; su acción política, por lo tanto, no será
'posmoderna' sino 'transmoderna'.325
Entre los años 30 y 50 del siglo pasado,
326 diferentes países de América
Latina fueron encabezados por gobiernos populistas, los cuales fueron electos por
el pueblo y, en ese sentido, el populismo fue una opción para mejorar las
condiciones de vida de las grandes masas populares gracias a una cierta
independencia económica de las metrópolis –básicamente Estados Unidos y
Europa. Sin embargo, en las últimas cuatro décadas el populismo degeneró en un
paternalismo autoritario y clientelar que opacó los posibles beneficios de las
políticas públicas y ha quedado enquistado en la estrategia de los partidos
políticos –sean de izquierda o de derecha-, como una forma de ofrecer dádivas,
exclusivamente durante las campañas electorales. Este populismo, promovido
también por los grandes empresarios,327
325 La posmodernidad, fase de decadencia de la globalización neoliberal, es todavía moderna, eurocéntrica y metropolitana. Ibidem, p. 92. 326 Cfr. Laclau (2006) p. 118. También Dussel (2006) pp. 92 s.
se usa, sin embargo, como una
327 Recordemos la campaña electoral 2006 del Doctor Simi, o los programas de asistencia social –educación, salud, infraestructura y servicios públicos- impulsados por empresas como: Televisa, TV Azteca, Ford, Bimbo, Grupo Carso, Wall Mart, Bonafont, Coca Cola, etc. Por medio de dichos programas sociales, los grandes capitales controlan y manipulan la política pública de los Estados,
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
168
descalificación abierta a cualquier opción política de izquierda, lo cual tiene todo
un sentido demagógico y fascista que la extrema derecha usa según su
conveniencia.
3.1 Movimientos populares en lucha por nuevos derechos.
La crisis de las instituciones, a la que nos hemos referido desde el capítulo
primero de este trabajo, se manifiesta no en la falta de más leyes que protejan la
dignidad humana sino en la franca contradicción en la que incurren las
instituciones del Estado, condicionadas, acotadas, por el juego del libre mercado.
El hecho de que existan en nuestro país casos como los de Atenco, Oaxaca o
Puebla, donde las autoridades flagrantemente actúan contra derecho, y contra el
sentido común, pero amparando su modo de proceder en el apego irrestricto al
Estado de Derecho; la prisión injusta a la que ha sido condenado Ignacio del
Valle,328 por ejemplo, líder del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra,
condena ratificada por los tribunales competentes, hace que parezca ingenuo
sostener sólo la acción ciudadana en los documentos e instancias legales que
existen para convalidar los derechos humanos. A lo anterior, se suma la crisis
mayor de las instituciones del Estado en el fraude electoral del 2006, así como la
represión al movimiento social en Oaxaca,329
además de beneficiarse del tráfico de influencias y la evasión de impuestos. Esta es otra forma de populismo. 328 De acuerdo con el Boletín Nº 33 de la Comisión Civil Internacional de Observación de Derechos Humanos (CCIODH), la condena de Ignacio del Valle asciende a 112 años y medio de prisión por supuestos delitos contra el orden federal y estatal. Tomado de: http://cciodh.pangea.org/?q=es/node/265. 329 Sobre el caso de Oaxaca, la CCIODH ha presentado dos informes de la situación de los derechos humanos en la entidad, a los que habría que añadir el caudal de denuncias que realizaron no sólo organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, sino un sinnúmero de instituciones, organismos y movimientos sociales del hecho escandaloso de la represión en aquella entidad sureña de México. Cfr. Informes V y VI de la CCIODH, 2007 y 2008 respectivamente.
con el agravante que desató la
ruptura del frágil tejido social propiciado por la polarización y la cadena de
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
169
agravios que se acumulan sobre las espaldas de los excluidos y marginados de
nuestro país.330
Lo anterior muestra que, cuando las instancias para defender y hacer valer
los derechos humanos son rebasadas, no hay otro camino que hacer valer la vida
de quienes son reprimidos, victimizados. Ante el autoritarismo disfrazado de
democracia, que mal gobierna y demuestra que, en tal sistema, las víctimas no-
pueden-vivir, es necesario anteponer y recuperar la voluntad de vida
331 como
fuente de reorganización y reconfiguración del poder para la acción política. Esta
voluntad de vida, como hemos dicho, no se refiere sólo a la 'mejor calidad de
vida'332
Por otro lado, debemos afirmar que ningún derecho puede perpetuarse, o
considerarse sagrado, si no se lucha por él y se defiende en cada momento
histórico.
sino principalmente a anteponer las condiciones materiales de la vida de
los excluidos, las víctimas del sistema, para desde ahí reconfigurar las prácticas,
la positivación de los derechos humanos y los principios normativos que obliguen
a la sociedad a tenerlos como un parámetro necesario para reconstituir el tejido
social.
333 Aunque existe una fórmula clásica en el derecho civil para asumir esta
defensa, concebida como autotutela,334
330 En el Capítulo primero citamos el estudio de A. Salamanca Serrano, el cual propone el iusmaterialismo, para sustentar y defender las luchas de los pueblos. Por ello afirma que “el derecho humano universal a la vida es la cara de una moneda que tiene que ser completada en su contenido con el derecho humano concreto a la revolución.” Salamanca Serrano (2006) p. 8. 331 Cfr. Dussel (2006) p. 94. 332 El "gobierno" mexicano promueve su política social mediante el slogan: "Vivir mejor". Estas y otras expresiones muestran cómo para la ideología neoliberal la aspiración del individuo es la "calidad de vida", pero ésta no dista mucho de la base material que reclaman los oprimidos: "vida digna para todos y todas". Autores como Ignacio Ellacuría han desarrollado un vitalismo que nutre a la Filosofía de la Liberación en la manera de comprender la vida, en su totalidad, a partir de la vida de las víctimas del sistema. Se trata de una comprensión de la vida digna o del "bien vivir", según los aymaras y quechuas, reivindicada recientemente en su nueva Constitución Política. Cfr. Proyecto de Constitución Política del Estado de Bolivia (2009) p. 15. 333 Cfr. Gallardo (2006) p. 97. 334 Cfr. RTDT (2008) p. 7.
destaca el sentido que supone autotutelar
los derechos humanos como movimientos sociales, esto es, garantizar que la
petición pública a una autoridad sea a través de la protesta social, la huelga o la
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
170
libertad de expresión, en muchos casos la única herramienta con la que cuenta el
pueblo para hacerse oír o para hacer ver al resto de la sociedad la necesidad de
luchar por esa demanda.335
Nuevos Movimientos Sociales han tomado fuerza en el continente, y con ellos, las demandas por el reconocimiento de nuevos Derechos Humanos han tomado importante protagonismo: los derechos de la mujer, derechos indígenas, derechos de las víctimas de la discriminación racial, cultural y étnica, y derechos de las generaciones futuras, a recibir un entorno natural y social que les permita vivir y desarrollarse como seres humanos.
336
A pesar del riesgo que supone la movilización social, para los gobiernos
autoritarios pues ellos usurpan la función pública para imponer sus intereses por
medio de la fuerza, es obligado remitirnos a la experiencia de 2006 en Oaxaca,
337
La Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) sintetiza la cultura política local nacida de las asambleas populares, el sindicalismo magisterial, el comunalismo indígena, el municipalismo, el extensionismo religioso, la izquierda radical, el regionalismo y la diversidad étnica de la entidad. Expresa además las nuevas formas asociativas que se crearon en Oaxaca a raíz del levantamiento popular pacífico: las organizaciones de los barrios pobres de la ciudad de Oaxaca y su zona conurbada, las redes juveniles y las barricadas.
lugar en el cual se formó un gran movimiento popular sobre la base de las más
diversas demandas y formas de organización social.
338
La APPO fue, y ha sido, una expresión popular frente al autoritarismo y
como una emergencia generalizada del pueblo para participar y manifestar sus
335 Cfr. OEA-CIDH (2006) p. 215. 336 Gutiérrez (2003) p. 23. 337 Tomamos este ejemplo por aparecer muy nítidamente los elementos de la política de la liberación, al menos en la fase de constitución del pueblo; no obstante, es importante destacar el papel político que han jugado los nuevos movimientos sociales en otras partes del continente y del mundo, tales como: Movimiento de trabajadores rurales sin Tierra, Coordinadora Latinoamericana y Caribeña de Organizaciones del Campo y la Vía Campesina, Grito de los Excluidos, Convergencia de los Movimientos Sociales, Jubileo Sur, Coordinación Regional de la Alianza Internacional de Habitantes, entre otros. Aunque La Otra Campaña no ha cobrado la fuerza de los movimientos sociales mencionados, es importante destacar el papel que ha desempeñado el movimiento zapatista desde sus bases de apoyo así como los municipios rebeldes y las Juntas de Buen Gobierno. 338 Hernández (2006) p. 27.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
171
reclamos de justicia.339 Este hecho es significativo si destacamos el ser una
asamblea popular de los pueblos; la reiteración no sobra, en el entendido que el
pueblo se hizo una sola voz para recuperar su papel histórico: el pueblo está a la
base de todo poder (potentia) y forma delegada del poder (potestas).340 Por otra
parte, esta necesidad de ser escuchados y hacer ver, refleja claramente la
exclusión y marginación a la que han sido sometidos por siglos; esa fuerza
contenida hace que las víctimas cobren conciencia de su protagonismo como
actores políticos, es un consenso crítico, de los cuales siempre han sido negados,
excluidos o encubiertos. Es evidente que la coyuntura de 2006 en Oaxaca fue un
momento privilegiado para la conjugación de las fuerzas sociales y la exigencia
ancestral de justicia en un solo grito: "fuera el tirano, Ulises Ruiz". El día que la
PFP intentó desmantelar la barricada que protegía la entrada de Ciudad
Universitaria, un niño de 11 ó 12 años exclamaba con nerviosismo, pero con
indignación: "aquí nadie se va a rajar porque somos pueblo".341
339 Aunque en el inicio de la movilización social aparece como actor principal la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, luego de la represión del 14 de junio de 2006, se aglutinaron otras organizaciones como: Frente Amplio de Lucha Popular, Consejo Indígena Popular de Oaxaca, Frente Popular Revolucionario, Organización Indígena de Derechos Humanos, Comité Democrático Ciudadano, Consejo de Defensa del Pueblo, Organización de Pueblos Indígenas Zapoteca, Ayuntamiento Popular de San Blás Atempa, Nueva Izquierda de Oaxaca. También se sumaron otras organizaciones sindicales como: el Frente de Sindicatos y Organizaciones Democráticas de Oaxaca y el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Univesidad Autónoma 'Benito Juárez' de Oaxaca, además de muchas organizaciones civiles que llevan a cabo una lucha política distinta a la de la izquierda tradicional, pero siempre contra la explotación de los pobres, como: Educación Alternativa y el Comité de Apoyo al Movimiento Popular de Oaxaca. Innumerables grupos de jóvenes encontraron también en el movimiento popular el espacio para expresar su creatividad que la marginación y el 'orden' les prohibe: universitarios, normalistas, punketos, cholos, anarcos, jóvenes y niños de la calle. Paulatinamente, los pueblos indios de todas las regiones -Mixteca, Sierra Norte, Istmo y Costa-, expresaron también su deseo de formar parte de esta gran movilización. Finalmente, vecinos que se organizaron como unión de colonias populares o simplemente como vecinos unidos de una calle, por ejemplo: 'de la calle de Crespo', del 'Cerro del Fortín', etc. Cfr. Martínez Vásquez (2007) pp. 70-75. Véase también Esteva (2007) pp. 21-25. Gustavo Esteva hace un recuento histórico muy acertado sobre la movilización social en Oaxaca. 340 No queremos sobrevalorar el surgimiento y la acción política de la APPO. Como toda organización social, por ser histórica, tuvo errores y contradicciones; pese a ello, el movimiento social fue un ensayo político de singular importancia, especialmente en la forma de construir el poder desde abajo, precisamente como "voluntad de vida". 341 Cfr. Mal de Ojo TV, Video: Victoria Todos Santos, 1 de noviembre de 2006, http://www.youtu-be.com/watch?v=Jf6H_sxCx3k, abril 2008. Se trataba de un niño de la calle a quien los manifestantes de la barricada llamaron "Amor", pues siempre se entregaba con fervor a cualquier tarea que le era encomendada. Al igual que para muchos otros niños y jóvenes en la misma situación, las barricadas se convirtieron en su hogar, su refugio, el lugar donde encontraba comida y se identificaba con los demás al compartir la demanda de echar abajo al tirano.
Tal expresión no
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
172
necesitó un curso especializado de teoría política, la voluntad de vida se hizo
presente de manera clara. Hablamos pues del pueblo no como la masa
manipulada por algún caudillo, sino del pueblo conformado por una diversidad de
sectores, movimientos y organizaciones sociales que coinciden en defender su
dignidad humana.
Con base en lo anterior, señalamos algunas características de los
movimientos populares que luchan por nuevos derechos:342
• se identifican dentro del abanico de expresiones de la izquierda y en
diálogo por ser una auténtica expresión de la misma,
• se plantean ejercer el poder (la APPO, luego de sus primeras sesiones,
emitió algunos bandos de gobierno para suplir la ingobernabilidad
existente),
• tienen una composición heterogénea e incluyente,
• existe diversificación de objetivos y estrategias,
• aunque se reivindican los derechos humanos conquistados, la
insensibilidad del autoritarismo obliga a la reformulación de los derechos
humanos,incluyendo nuevos derechos
• si bien hay diversidad de agendas y reclamos sociales, se plantean una
demanda global; en el caso de la APPO, se asume "la salida del
gobernador Ulises Ruiz",
• se intensifica la democracia participativa; en Oaxaca, la participación de
los pueblos indios en la APPO hizo que se formalizaran sus prácticas
políticas ancestrales, tales como el tequio –trabajo comunitario-, los
topiles –servidores públicos-, la guelaguetza en los plantones y
barricadas –compartir comunitario-, entre otros servicios,
• se usan de manera inteligente, y alternativa, los medios de comunicación
social como periódicos, revistas, radio, televisión, Internet, etc.,
342 Cfr. Osset (2001) pp. 231-234.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
173
• se articula estratégicamente lo local con lo global; en el caso de la
APPO, el descontento social se sumó a la demanda nacional de limpiar
las elecciones, pero el movimiento fue mucho más allá al plantear otra
forma de ejercer la política 'desde abajo'. La solidaridad y articulación
internacional fueron evidentes.
En el caso de la APPO, algunos acentuarán la carencia de logros y dirán
que fue una simple expresión de rebeldía sin objetivos claros. Sin embargo, no
puede negarse que fue una praxis de liberación. Al ser un evento coyuntural, no
puede juzgarse aisladamente la falta de logros y más bien hay que ubicar –a la
APPO- como un proceso dentro del conjunto de las demás fuerzas políticas
locales y nacionales específicamente en la coyuntura nacional y la lucha por el
control autoritario del Estado y sus instituciones. Aún con todo en contra, el
ejemplo de la APPO muestra que el germen y sentido de la política que nace
desde el pueblo, tiene otros contenidos y prácticas y que, por lo tanto, el poder
autoritario siempre tratará de desalentarlo o encubrirlo, por ello, es necesario
teorizar esas prácticas y aspiraciones del pueblo, que se expresan en los
momentos en que éste toma en sus manos el ejercicio del poder, como voluntad
de vivir. Documentar la memoria histórica de lucha y sistematizar sus prácticas, ha
sido el objetivo de mayor envergadura del pensamiento de la liberación y, en
medio de este, la filosofía política de la liberación.
El poder del pueblo nace desde su pobreza y exclusión, cuando asume su
papel protagónico para terminar con la injusticia y con toda forma de exterminio;
su fuerza entonces es superior a la muerte, la represión y el olvido.343
La política de la liberación en su momento crítico pretende evidenciar la
garantía de que sean los excluidos, su voz, su inclusión, sus decisiones y
a. Utopía, proyecto, estrategias, tácticas y medios
343 Cfr. Dussel (2006) p. 112.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
174
consenso crítico, los que le dan contenido a la acción política, a la transformación
de las instituciones y a la reformulación de los principios políticos normativos. Por
ello nos hemos referido a los movimientos populares en lucha por nuevos
derechos, a partir de su articulación, su necesidad de crear un consenso crítico y
su praxis de liberación. Todo esto requiere una organización fundamental que se
da a partir de tener claridad en su: utopía, proyecto, estrategias, tácticas y medios.
Pero esta organización tendrá sentido sobre la base de principios normativos
críticos, que brevemente enunciamos a continuación.
Las expresiones: "Todos somos APPO", "¡Ya Basta!" o "¡Que se vayan
todos!" muestran el grito hondo del pueblo por una vida sin explotación ni
exclusión; esa voluntad de vida está basada en su demanda de condiciones
mínimas para garantizar la vida. Es un grito que niega, que critica el sistema
vigente porque es opresor y acaba con la vida del pueblo, de ahí que las víctimas
de dicho sistema clamen por otro sistema positivo que aspira a una vida plena
para todos y todas. Ese grito, por lo tanto, tiene un primer contenido material.
El pueblo clama por pan, trabajo, libertad y tierra, clamor que resume muy
bien el contenido material del principio normativo. Esto es, el contenido material de
la vida es ecológico, en cuanto que hay que trabajar para transformar los dones de
la madre Tierra –hoy amenazada de colapso global y por ello también nos exige
cuidar de ella- en pan que alimenta el cuerpo; es económico, en cuanto que se
administran los bienes extraídos por el trabajo y, finalmente, la vida tiene también
un ámbito cultural, en cuanto que los bienes de la tierra son representados
simbólicamente como el fruto de la tierra y del trabajo humano, con el fin de
reforzar la identidad de las culturas de los pueblos oprimidos. El principio material
crítico, en cuanto principio normativo, opera para afirmar la vida de las víctimas.
Dussel lo define así:
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
175
Debemos producir y reproducir la vida de los oprimidos y excluidos, las víctimas, descubriendo las causas de dicha negatividad, y transformando adecuadamente las instituciones, lo que de hecho aumentará la vida de toda la comunidad.344
El segundo principio normativo, como se señaló en el apartado de la
arquitectónica, es el crítico democrático. Ya hemos mencionado la solidez que
alcanza la lucha por la democracia participativa, basada en el consenso crítico de
las víctimas; precisamente sobre esta base el ejercicio del poder, especialmente el
poder delegado, debe estar respaldado, legitimado, por la voluntad de las
víctimas, de otra forma sería un ejercicio del poder fetichizado. El principio
normativo crítico democrático apunta a promover el consenso crítico de las
víctimas, por su participación real y en condiciones simétricas.
345
Las asambleas populares de los pueblos indios, sin idealizarlas, muestran
cómo es viable un consenso que realmente sea incluyente, pero además que ese
consenso sea crítico porque incluye a todos los afectados o los integrantes de una
comunidad; esto será el motor de la transformación y no la simple inclusión. La
voluntad de cambiar la simulación y la corrupción de las instituciones del Estado,
hizo que la APPO, por ejemplo, emprendiera ciertas acciones que a la postre
fueron trascendentes, como fue el caso de tomar las oficinas sedes de los poderes
del Estado, con lo cual no sólo demostró su capacidad de movilización, sino que
también logró detener prácticamente toda la vida pública en la capital del Estado,
evidenciando así la debilidad política del gobierno ilegítimo de Ulises Ruiz -el cual
se sostuvo sólo por el uso de la fuerza. En el mismo sentido, fueron relevantes los
diferentes foros convocados por la APPO, por medio de los cuales llamaron a la
conformación de un Congreso Constituyente con base en el consenso alcanzado
en el movimiento popular.
346
344 Dussel (2006) pp. 102 s. Esta concepción va más allá de la formalización totalizante con que opera el sistema vigente. Lo ecológico va más allá del simple ambientalismo, lo económico, más allá de la ganancia y la destrucción de la tierra, y la cultura, más allá de la homogenización que propaga la globalización neoliberal, por ello se afirma la diferencia cultural como horizonte desde el cual los oprimidos defienden su identidad y su dignidad como pueblos. 345 Cfr. Dussel (2006) p. 105. 346 Cfr. Martínez Vásquez (2007) p. 101.
Es claro el alcance transformador al que apunta el
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
176
consenso crítico de las víctimas, en la medida que se dirige a transformar el
sistema institucional de raíz.
Finalmente, el principio normativo crítico de liberación estratégica condensa
el proyecto político de los afectados por el sistema. Consecuentemente, existe una
promoción de la organización política posible; es decir, la creación y sustitución de
instituciones, para transformar la opresión y la exclusión, necesariamente deberá
transformar de raíz las instituciones del antiguo régimen; esto requiere un proceso
de transformación por medio de la acción estratégica de los excluidos.347 El
principio normativo crítico de liberación estratégica se encuentra entre los dos
polos: reforma o revolución; esta disyuntiva hace que, para el conservador,
cualquier acción liberadora sea revolucionaria y, por lo tanto, desestabilizadora de
la sociedad y sus instituciones, en cambio, para el anarquista el actuar del político
crítico será un simple reformismo y, en el peor de los casos, un puro y llano
oportunismo. El actor político que pone en práctica el principio crítico de liberación
estratégica no deberá temer estas acusaciones, sobre todo si es conciente que
sus acciones son una forma de servicio a la liberación de los oprimidos.348
La puesta en práctica del principio normativo crítico de liberación
estratégica aconteció en el seno del movimiento social en Oaxaca, aunque sus
trazos fueron tenues debido a una falta de profundización sobre la toma de
decisiones políticas con sentido reformista o revolucionario. A pesar de ello,
algunos sectores críticos se manifestaron a favor de seguir el proceso
organizativo, apostando a la transformación de las instituciones, cosa que para
Por lo
tanto, la acción política deberá utilizar siempre la prudencia, sabiduría práctica, por
medio de la cual debe radicalizar al máximo toda acción para que sea
transformadora del sistema vigente y su raíz devastadora de la vida y la
humanidad, en tanto dichos cambios sean posibles.
347 Cfr. Dussel (2006) p. 107. 348 Ibidem.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
177
algunos era más reformista que revolucionaria.349 Sin embargo, la impasibilidad
del régimen autoritario, tanto federal como estatal, no permitió poner en práctica
ninguna de las decisiones democráticas de la APPO, pues fue brutalmente
reprimida; aunque esto no desarticuló la revuelta social.350
1) Constituirse en una organización y un espacio de carácter estatal al servicio de los pueblos de Oaxaca; 2) Transformar la revuelta popular en 'una revolución pacífica, democrática y humanista' y 3) Vincularse y articularse al contexto nacional e internacional en la lucha contra el neoliberalismo y todas las formas de injusticia contra la sociedad.
Cabe destacar que, para hacer realidad los principios críticos normativos
expuestos en los párrafos precedentes, es necesario hacer referencia a una
mínima organización popular. En ese sentido, el Congreso Constitutivo de la
APPO determinó:
351
Las referencias al movimiento popular nos muestran algunos rasgos
organizativos que nos permiten avanzar hacia el siguiente momento de la política
de la liberación. En el inicio de este apartado, evocamos la importancia de plantear
la organización popular sobre los principios normativos críticos ya desarrollados,
de este modo podremos ahora comprender la complejidad que supone la praxis de
liberación, la cual exige principios, coherencia, testimonio e, incluso, perseverancia
hasta entregar la vida.
352 Al menos eso es lo que muestran las prácticas políticas
desde los movimientos sociales. Sobre la base expuesta, podemos mencionar en
primer lugar la necesidad de una utopía, como la que aglutina a la mayoría de los
movimientos y organizaciones sociales en el Foro Social Mundial: ¡Otro Mundo es
Posible! Tal sustento de esperanza es necesario como condición de posiblidad
para que acontezca lo demás.353
349 Como era el caso de conformar una Constituyente, el reconocimiento de Ayuntamientos Populares, reformas a la Ley Orgánica Municipal, emanados del Congreso Constitutivo de la APPO. Cfr. Martínez Vásquez (2007) pp.135-138. 350 Cfr. Esteva (2007) pp. 22-24. 351 Martínez Vásquez (2007) p. 139. 352 Cfr. Dussel (2006) p. 112. Véase también, Gallardo (2006) p. 97. 353 Cfr. Dussel (2006) p. 113.
Son los pobres y excluidos los que, con su
práctica, anuncian que ese 'Otro Mundo Posible' empezará a concretizarse en las
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
178
conquistas históricas, nunca completas ni agotadoras de la utopía, pero que
servirá de modelo para evaluarse autocríticamente.
En segundo término tenemos la necesidad de formular un modelo de
transformación o paradigma por el que la hegemonía popular vea concretizados
los cambios institucionales, más allá del orden liberal, ahora en crisis. Un modelo
más allá de este capitalismo voraz que acaba con la humanidad y con la tierra,
nuestra única fuente de sustento, deberá plantearse la necesidad de disponer de
otra forma de administrar sustentable y efizcamente los bienes de la tierra, un
nuevo 'pacto social' en que las necesidades de los excluidos marquen el rumbo de
la humanidad.354
En cuarto lugar nos encontramos con las estrategias, en quinto lugar, con
las tácticas eficaces y en sexto lugar, con los medios apropiados. Estos tres
elementos no deben confundirse con una racionalidad instrumental
exclusivamente, pues el sentido estratégico de este programa es una puesta en
práctica del principio liberación y no sólo conseguir los fines propuestos con
cualquier tipo de medios.
En tercer lugar se encuentra la necesidad de contar con un proyecto político
viable y, por lo tanto, evaluable. Aunque tradicionalmente esta tarea era
competencia exclusiva de las organizaciones o partidos políticos, el pueblo, como
actor político deberá aplicar las mediaciones para no dejar esta tarea en manos de
los 'políticos profesionales' sino destacar el papel que puede tener un movimiento
organizado comunitariamente desde las bases.
El proyecto político, si bien puede tener etapas concretas de realización,
deberá apuntar a metas de mediano y largo plazo, especialmente en el ámbito de
la sustentabilidad ecológica, hoy amenazada por el modelo neoliberal.
355
354 Ibidem, pp. 113 s. 355 Ibidem, pp. 114 s.
Las estrategias deben estar conducidas por la
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
179
sabiduría práctica y determinarse democráticamente en todos los niveles de la
acción política. Por su parte, las tácticas adecuadas deben evitar la improvisación
de líderes o aprovechar con simpleza la militancia de un líder carismático; en todo
el proceso es necesaria una formación ideológica acorde con principios
normativos críticos. Finalmente, los medios apropiados se establecen de acuerdo
con las condiciones de posibilidad; la viabilidad de un proyecto de liberación
deberá preguntar siempre por la coherencia entre los principios normativos y las
prácticas de los políticos que ejercen delegadamente el poder -ejercicio del poder
obediencial-, pues, en último término, lo que está en juego es el servicio al pueblo
con toda la complejidad que eso supone.
La movilización social acontecida en Oaxaca contiene algunos de los
elementos mencionados, pero es evidente que su organización sobre la marcha
obedeció más a estrategias de respuesta inmediata que a la estructuración de un
programa organizativo a largo plazo. Sólo algunos movimientos, principalmente
indígenas, y algunas organizaciones sociales se han dado a la tarea de recuperar
y sistematizar los aprendizajes, para continuar en la construcción de un proyecto
político a largo plazo.356
El proceso que sigue un proyecto político no supone un desarrollo lineal.
Dicho proceso supone un desarrollo diacrónico, pero también sincrónico; esto es,
las transformaciones sociales como conquistas históricas podrán traer avances o
retrocesos, pero también contradicciones internas en los movimientos dada la
compleja relación de voluntades que coinciden en este tipo de colectivos. Si bien
la praxis liberadora despierta y suma voluntades, no supone que el grado de
b. Praxis anti-hegemónica y nueva hegemonía
356 Tanto los foros indígenas, convocados por autoridades y pueblos indios, mantienen estos espacios para seguir delieando la estrategia de resistencia y exigencia de respeto a sus derechos como pueblos. También las organizaciones civiles han convocado a diferentes espacios de reflexión y análisis, pero como su propuesta organizativa no pretende la formación de un movimiento sino de fortalecer las acciones de la sociedad civil por vías pacíficas. Cfr. Dalton (2007) pp. 77-79.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
180
conciencia sea homogéneo, aunque sí sea generalizada la indignación y la
percepción de las injusticias. El deseo de cambio no siempre se traduce en una
conciencia crítica de los participantes, ni en una movilización social; no nos
referimos solamente al grado de conciencia individual, sino a la complejidad que
supone el proceso de liberación y el paso hacia una conciencia colectiva. De
hecho, la praxis antihegemónica va cobrando relevancia en la medida que el
sistema vigente pierde consenso y, por lo tanto, legitimidad. Por ello es necesario
fortalecer la suma de voluntades y el crecimiento de la conciencia crítica colectiva
en cada momento de la práxis de liberación.
Un sistema político y sus instituciones tienen vigencia mientras cuentan con
el consenso, pues de otro modo su legitimidad se puede ver mermada a pesar de
tener grandes instituciones que nacieron para responder a las demandas
ciudadanas. Mientras un sistema tiene el consenso, puede legítimamente defender
las instituciones, incluso por medio de la coacción. Pero el sólo uso de la fuerza, la
mano dura, demuestra que un sistema ha perdido la legitimidad; dicho sistema
empieza a caer por su propio peso, como aquella metáfora del gigante de hierro
pero con pies de barro que proclama el profeta Ezequiel.357 Por ello, los
movimientos sociales y los sectores críticos de la comunidad política deberán
basar su práxis de liberación, haciendo crecer la conciencia crítica antihegemónica
del pueblo, 'desde abajo'.358
Cuando el pueblo consigue definir sus demandas como 'nuevos derechos'
comienza un nuevo problema, dado que esta nueva legalidad se basa en una
nueva legalidad –el consenso crítico de los afectados del sistema-, comenzando
Esta será la clave para que el pueblo se mantenga
movilizado y logre tranformar la praxis antihegemónica en una nueva hegemonía,
lo cual supone un momento de mayor organización y respeto al consenso crítico
de las víctimas para transformar el sistema vigente.
357 Cfr. Dussel (2006) p. 120. 358 En este lugar es importante destacar el papel que juegan los medios de comunicación y la opinión pública. Los avances tecnológicos hacen que de éste un ámbito estratégico que los movimientos han aprendido a usar pero, obviamente, con menos recursos que la clase política beneficiada del poder de dominación.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
181
entonces una nueva correlación de fuerzas políticas. Es decir, el poder político
autoritario que ha perdido legitimidad impone el 'Estado de derecho' por la fuerza;
mientras que el poder que construye su nueva legitimidad desde abajo no tiene el
uso de la fuerza del Estado, pero debe defender sus nuevos derechos
humanos.359
Casos como los de las Juntas de Buen Gobierno de los municipios
indígenas autónomos, los ayuntamientos populares, la nueva gobernabilidad a la
que apuntaba el movimiento social en Oaxaca, han usado toda su creatividad para
difundir sus acciones por los medios de comunicación (principalmente la radio y el
Internet), o para protegerse creando alguna fuerza de seguridad. Recordemos, por
ejemplo, el caso de la policía comunitaria en Guerrero
En el caso de los movimientos sociales vemos que han optado por
diferentes vías, pero la que más destaca es la búsqueda de reconocimiento por
medios pacíficos y democráticos; sin embargo, ante las provocaciones de los
aliados del poder de dominación, los movimientos han hecho uso de la
autodefensa como una respuesta a la violencia estructural y sistemática, que el
Estado aplica ilegítimamnete contra ellos.
360
Las barricadas se volvieron otro símbolo del movimiento popular oaxaqueño, un mecanismo más de identidad y aglutinamiento social, se conocía en ella a los vecinos, se creaba un sentimiento de solidaridad y de grupo. Fueron famosas las de Brenamiel, Calicanto, la colina Alemán, entre otras, también las más agredidas y perseguidas. La ciudad vivía en la zozobra, se imponía prácticamente un toque de queda, para la defensa de los campamentos y barricadas del magisterio y la APPO frente a los "escuadrones de la muerte". La ciudad vivía una especie de guerra no declarada.
, la acción por más de
diez años del EZLN en Chiapas y, en el contexto del conflicto de Oaxaca, la
formación de barricadas para proteger a los plantones del movimiento; éstas
fueron un símbolo de lucha y resistencia, pero también un servicio al que mucha
gente espontáneamente avaló y respaldó de muchas formas.
361
359 El poder de dominación buscará provocar al movimiento social y, por diferentes medios, tratará de dividirlo, utilizando todo el peso de la opinión púlica en su contra y, en la mayoría de las veces, el uso indiscriminado de la fuerza pública para retener el poder. 360 Ver http://www.policiacomunitaria.org/ abril 2008. 361 Martínez Vásquez (2007) p. 109.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
182
Sin embargo, aunque este momento de autodefensa es una acción límite,
una manera de protegerse frente al poder dominador, no hay que confundir estos
conceptos extremos con una normalidad política. El conjunto de la transformación
social descansa más en el movimiento social democrático y pacífico, de ahí que
sea de vital importancia la creación estratégica de una hegemonía desde los
movimientos, desde el pueblo, no para suplir demandas particulares sino para
reforzar la demanda que aglutina y que hace viable la transformación de raíz.
3.2 Transformación histórica del derecho.
En el último apartado del capítulo primero, planteamos una visión de
conjunto de las principales tendencias de la fundamentación filosófica de los
derechos humanos. Hemos afirmado en diferentes momentos de este trabajo que
la fundamentación obliga a asumir una postura en derechos humanos, pues ésta
influye en el sesgo que se le da a la defensa y práctica de los mismos. En ese
breve recorrido concluimos que la clave era partir de los movimientos sociales o
populares en lucha por el reconocimiento de nuevos derechos.
El marco teórico al que nos hemos referido nos sirve de base para entrar
ahora a la discusión sobre cómo las instituciones deberán transformarse para
atender los nuevos derechos que el pueblo reclama. Evidentemente estamos en
una nueva coyuntura en la que las instituciones sociales tienen que cambiar, pero
no lo harán solas, sino por la presión de la movilización social. Diversos
estudiosos vienen haciendo propuestas teóricas sobre el tema que tienen amplia
aceptación en los ámbitos académicos, e incluso en el sector de las
organizaciones civiles y de defensa de derechos humanos.362
362 Entre otros y otras, tenemos el caso de: Gerardo Pissarelo, Víctor Abramovich o, evidentemente es de suma importancia recordar el aporte de Jürgen Habermas. En su obra Facticidad y Validez hace un análisis de las corrientes del derecho, además de explicar la evolución de la comprensión de los derechos humanos y del cambio del sistema de derechos. Sin embargo, aunque los nuevos tiempos apuntan hacia una transformación radical de la sociedad, Habermas afirma que el humanismo contenido en las grandes declaraciones de derechos humanos, la democracia y la soberanía popular, son algo que deberá permanecer. Sin restar créditos al aporte de Habermas, Dussel hace una crítica frontal y propositiva a la propuesta habermasiana, pero antepone a los
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
183
Por consiguiente, la transformación histórica del derecho consiste en el
reconocimiento del excluido y sus demandas, así como la capacidad de
responsabilizarse por el otro. Nos referimos a la transformación de las
instituciones, especialmente al derecho y al Estado de Derecho, a partir del
reconocimiento del otro, o mejor, tomando como punto de partida la alteridad y no
simplemente la igualdad, precisamente porque el momento exige incluir a los no-
iguales en las categorías y las instancias de transformación de derecho, es decir,
tener presentes a las mujeres, los pueblos, los integrantes de pueblos de raza no
blanca, etc. Cada sector, o movimiento social, tiene sus propias demandas
materiales (ecológicas, económicas, culturales) y, al mismo tiempo, su manera de
participar como actor político en la conformación del consenso crítico para dar
legitimidad a las reivindicaciones -por medio de asambleas populares, comunidad
de comunidades, representantes, etc. Con todo, la diversidad requiere un
momento de confluencia, porque de otra forma conduciría a la dispersión. Puede
decirse que tales elementos son constitutivos de un sistema de derecho, aunque
es claro que ningún sistema de derecho puede ser perfecto.
Se trata de la institucionalización de un derecho heterogéneo, diferenciado, respetuoso de prácticas jurídicas diversas. Por ejemplo en el derecho moderno (de larga historia a partir del derecho romano y medieval) el que asesina a otro ciudadano es encarcelado, a veces de por vida. Entre los mayas de Chiapas el que mata a otro miembro de la comunidad se le castiga, en primer lugar, debiendo cultivar el terreno del asesinado a fin de alimentar a la familia que ha quedado sin sustento. Los mayas muestran la irracionalidad del derecho moderno, ya que en este derecho el asesino y el asesinado dejan a dos familias sin sustento, siendo castigadas las familias sin protección y no el actor del acto. Por otra parte, el asesinado no gana con la prisión de su asesino, pero pierde mucho aun con la pobreza y la miseria de su familia. Se muestra así la superioridad de un derecho penal sobre el otro.363
La transformación del sistema de derecho apunta a la comprensión de la
materialidad, la corporalidad de las víctimas, cuya vida está en riesgo y clama por
postulados mencionados anteriormente la emergencia del pobre y el excluido, como una clave para desarrollar las categorías materiales, formales y de factibilidad capaces de explicar y contener una política realmente democrática e incluyente. 363 Dussel (2006) p. 142.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
184
justicia. Sólo si los miembros de una nueva Constituyente tienen la sensibilidad
para comprender y asumir esta demanda, estarán en posibilidades de formular o
positivar los nuevos derechos que reclama el pueblo. Reafirmamos, por ello, que
los integrantes de una Constituyente, no basta con que vengan de abajo, surjan de
los movimientos, sino que ejerzan delegadamente el poder de su representación y
mantengan la sensibilidad con la que nacieron, políticamente hablando, dentro de
dichos movimientos de los excluidos. No existe, por lo tanto, un derecho natural a
priori, sino que la lucha por el reconocimiento y conquista de nuevos derechos es
una convalidación a posteriori, que con el triunfo del movimiento se convierte en
una conquista histórica.364
"Por naturaleza los derechos humanos son históricos",
a. Tensión: Derechos naturales vs. Derechos positivos. Tensión: Derecho
vigente vs. Nuevos derechos históricos
365
así que la lista de
derechos humanos se va conformando en el devenir histórico, pues no existe una
lista previa con todos los derechos que necesita el ser humano. El derecho natural
y su tesis metafísica resulta inviable e inútil. Ya en el capítulo primero indicamos el
sinsentido de la tensión iusnaturalismo vs iuspositivismo, la cual es una discusión
formalista que elimina el valor histórico que precede a la conformación de un
conjunto de valores o normas que deben ser reconocidas legítimamente: en esto
último estamos de acuerdo, pero es un momento segundo.
364 Es importante recordar aquí el proceso de elaboración, discusión, aprobación y aplicación de la nueva Constitución Política del Estado de Bolivia. En ella se muestra claramente la articulación de los momentos: material, formal y de factibilidad, de la política de la liberación. La Contitución, ahora vigente, en los artículos 7, 8, 9 y 10, son una muestra de la importancia que tiene cada uno de los momentos señalados. Precisamente el reconocimiento de nuevos derechos implicó de facto una transformación del sistema del derecho. La organización y movilización del pueblo boliviano, a partir de la confluencia de diferentes movimientos sociales, logró conquistar una nueva carta de derechos a partir de los excluidos, esto es, de los pueblos indios de Bolivia. En efecto, el artículo 8 manifiesta la base de la transformación del sistema de derecho: “El Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal), y qahpaj ñan (camino o vida noble).” Constitución Política del Estado de Bolivia, art. 8 (2009), p. 17. 365 Dussel (2001b) p. 152.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
185
El fundamento de los derechos humanos acontece en la arena histórica,
pues si en la modernidad existen las mismas oportunidades para todos, de todas
las tendencias “esto no es así y el más mínimo ejercicio de historización muestra
que las libertades y sus condiciones no se regalan, sino que se conquistan en un
proceso histórico de liberación.”366
De este modo, la tensión pasa a manifestarse entre derecho vigente vs.
nuevos derechos. En esta tensión entrarán en juego los derechos que deben
permanecer o consolidarse, los derechos que deben quitarse de los códigos o
leyes vigentes, los que o bien deberán reformularse integrando nuevas demandas
y, finalmente, los nuevos derechos por los que luchan los sin derechos, pues hasta
entonces eran excluidos. Este rejuego o correlación de fuerzas ocurre en la arena
política histórica,
367
Esta formulación histórica no es una simple politización de los derechos
humanos, como sugieren los sectores conservadores
no en la definición conceptual académica, aunque será de
utilidad la participación del conjunto de sectores de la sociedad en el momento de
positivar tales demandas.
368, de hecho, la historia es
“un proceso discontinuo y sometido a retrocesos y estancamientos, de adquisición
de capacidades por parte del sujeto humano, y de actualización de posibilidades
en la realidad social e histórica.”369 Este rejuego apunta a una correlación, aunque
no armónica sino en tensión, entre universalización y contingencia; este momento
crítico del derecho nos aleja de una compresión ahistórica del derecho y de la
moral, de un orden natural previo, pero no nos conduce a un relativismo
posmoderno ni a un universalismo abstracto. A partir de lo anterior, podemos
reafirmar la fuerza histórica del iusmaterialismo370
366 Ellacuría (1996) p. 417. 367 Novoa Monreal (1975) p. 81. 368 Cfr. Hoyos Castañeda (2001) pp. 133-136. 369 Ellacuría (1996) p. 561. 370 El cual ya hemos expuesto en el capítulo primero.
por medio del cual los
movimientos sociales de los excluidos expresan la validez de sus exigencias como
“nuevos derechos”.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
186
La tensión entre derecho vigente y nuevos derechos no supone
necesariamente un cambio violento; desde luego que la movilización popular
deberá ser exigente y decidida, pero los procesos históricos muestran los frutos
que puede dar una movilización pacífica y democrática frente a otras que han
hecho el uso de la fuerza. En cada proceso y contexto los movimientos sociales
deberán evaluar, discernir, sus modos de acción.
La bipolaridad universalidad y contingencia devuelve el protagonismo al
conjunto de sectores de la sociedad, como pueblo -confluencia de movimientos-
quienes tiene un papel preponderante como actor político en un proceso crítico y
creativo.
La pretensión política de justicia a la que se dirige la acción política del
movimiento de los excluidos es institucionalizar los nuevos derechos, pero no para
beneficio propio sino de la sociedad entera. Todo este proceso no es mecánico ni
gradual, tiene avances, retrocesos y hasta contradicciones, sin embargo, es el
conjunto de la historia lo que se va llenando de un nuevo contenido, gracias a la
acción y la participación del movimiento popular, contenido futuro que apunta a
vivir en mejores condiciones de vida.371
La implantación de mecanismos institucionales para la viabilidad de los
nuevos derechos humanos, depende de la diversificación de las formas de
participación en la sociedad. De acuerdo con la propuesta que ofrece la Política de
b. Transformación de las instituciones para el respeto de los nuevos
derechos humanos
371 Cfr. Dussel (2001b) pp. 155-157. En el caso de Oaxaca, que veníamos usando como ejemplo, este paso no se concretó debido a la represión implantada por la clase política y los poderes fácticos; además, en el momento de mayor violencia oficial, el movimiento se fue desuniendo a causa de la persecución, represión selectiva y castigos "ejemplares" a los detenidos durantes el levantamiento de los plantones de protesta contra el tirano Ulises Ruiz. También, recordemos aquí, el caso de la Constitución de Bolivia o Venezuela, las cuales han tomado como eje de consolidación de nuevos derechos las luchas de los pobres.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
187
la Liberación, el pueblo y sus instancias organizativas y de coordinación colman el
protagonismo de la participación ciudadana; esto tiene como objetivo promover
una idea de sujeto colectivo, y desde luego del ciudadano, conciente, crítico, pero
jamás aislado. Conviene señalar que, en el contexto reciente, un sector de
izquierda que milita en las organizaciones civiles372
El referendo, la consulta popular, la revocatoria del mandato, el poder ciudadano y el electoral, la manera de elegir jueces del Tribunal Supremo de Justicia desde el poder ciudadano y organizaciones de la sociedad civil, el que un simple ciudadano pueda iniciar el proceso para dictar una ley, todo ello nos indica un espíritu político nuevo: el de la participación ciudadana en una democracia en la que la soberanía la tiene el pueblo y puede ejercerla permanentemente, no sólo en esas erupciones volcánicas que son las elecciones sexenales. La democracia representativa (que tiende a ser un movimiento de arriba hacia abajo) debe ser articulada con la democracia participativa (como movimiento fiscalizador de abajo hacia arriba).
enfatiza la participación
ciudadana y el fortalecimiento de la sociedad civil. Dentro de la Política de la
Liberación esta forma de acción política no se ignora, pero se hace una
integración crítica pues el pueblo encuentra en estos sectores importantes aliados
para consolidar la transformación de las instituciones y la implantación de nuevos
derechos, hasta alcanzar otro "estado de derecho" caracterizado por aplicar en su
estructura y proyecto "la pretensión política de justicia".
En este sentido, la elección de representantes o la democracia
representativa no anula la democracia participativa. El representante ejerce
delegadamente el poder y, por ello, el pueblo debe constituir instancias para
fiscalizar a sus representados. Esto sería una gran escuela política y de formación
de la opinión pública benéfica para la sociedad y no sólo de quienes militan en los
movimientos sociales. Casos como los de Venezuela, Bolivia y Ecuador, están
dando validez a todo este tipo de participación ciudadana. Basta revisar las
Constituciones aprobadas en momentos recientes.
373
Los diferentes momentos del proceso se articulan de tal modo, que los
esfuerzos de movimientos y organizaciones civiles confluyen en una nueva etapa.
372 Cfr. Álvarez (2003) p. 373 Dussel (2006) pp. 147 s.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
188
En muchas ocasiones, las organizaciones civiles han tomado a los movimientos
como lastres del movimiento populista de masas que en el pasado promovió la
izquierda dogmática; pero, de igual forma, entre los movimientos sociales las
organizaciones civiles despiertan suspicacias por considerárseles como
organizaciones reformistas. Por lo tanto, uno y otro sector están obligados a
establecer vínculos efectivos de articulación, pues si bien el modelo de acción de
los movimientos sociales es "movilizar al pueblo", las organizaciones civiles
pretenden "movilizar al ciudadano"; ambos modelos son complementarios, pues
se trata de diferentes momentos del proceso político de liberación. La manera de
interrelacionarse para una articulación efectiva, debiera partir de una revisión
crítica de sus referentes teóricos pues, con frecuencia, la urgencia política de una
coyuntura impone el pragmatismo como dogma y sepulta los procesos.374
El diálogo en condiciones equitativas y simétricas entre movimientos,
organizaciones civiles y otros sectores críticos, hará posible un ejercicio amplio del
poder ciudadano. Incluso en este nivel se busca una interlocución con partidos
políticos críticos que asuman las condiciones del movimiento ciudadano, ahora
ampliado como sociedad civil.
375 Sociedad civil y sociedad política serán un nuevo
momento para la transformación de las instituciones. De otro modo, si la clase
política permanece insensible al movimiento social que avanza y pone en crisis el
estado de derecho vigente, tal clase política corre el riesgo de que el soberano, el
pueblo, declare inexistente e inválido el ejercicio dominante del poder. Esto puede
ejemplificarse con el grito que clamó el pueblo argentino: "¡Que se vayan
todos!".376
374 Ya hemos indicado anteriormente que se está llevando a cabo una revisión crítica entre los movimientos sociales, con el fin de superar las interpretaciones limitadas de Marx, leído generalmente desde la interpretación de Engels o Kautsky. Cfr. Dussel (1988), también Rauber (2003). En cuanto a las organizaciones civiles que prefieren hablar de ciudadanía y sociedad civil en lugar de movimientos sociales y pueblo, es importante señalar que no es suficiente un "liberalismo progresista", pues se considera necesario un equilibrio entre Estado y Mercado. Cfr. Canto (2005). 375 Una comprensión de la "sociedad civil" desde la teoría política liberal es insuficiente, pues se basa en una referencia el ciudadano como individuo, como sujeto de derechos y obligaciones, sí, pero al fin un sujeto moderno. De este modo, la "sociedad civil" pierde fuerza como actor político pues la política liberal desdeña el sentido colectivo de un sujeto. Cfr. Galvis (1996) pp. 44 s. 376 Dussel (2006) p. 149.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
189
Todo este proceso político tendrá mucho que aprender del sistema de
cargos aplicado en muchos pueblos y municipios indígenas. La distribución de
responsabilidades y servicios en la comunidad se ejerce de manera rotativa y sin
cobro alguno de cuotas. Existe una forma complementaria de atender las
necesidades económicas, políticas y religiosas, sin conflicto pero, más allá de
idealizar este tipo de ejercicio delegado del poder (potestas) -pues en algunos
casos hace falta integrar a las mujeres en los sistemas de cargos-,377
3.3 Derechos de los pobres en el proyecto político de liberación.
el hecho
muestra que es posible gobernar obedeciendo al pueblo (hiperpotentia). En el
mismo sentido se encuentran las Juntas de Buen Gobierno en la zona zapatista en
México; sin embargo, es evidente la complejidad organizativa de una nación en
comparación con una comunidad local. Lo anterior no es motivo para desalentar
el ejercicio del poder como voluntad de vida sino, por el contrario, nos muestra la
viabilidad de un régimen que tiene como proyecto la "pretensión crítico-política de
justicia". Esto no quiere decir que sea un sistema perfecto, pero la ayuda
fiscalizante del pueblo hace que quien está al frente de las instituciones deba
actuar honestamente.
Mencionamos anteriormente que la transformación histórica del derecho
acontecía en tres ámbitos: un grupo de derechos que permanece y se consolida,
otros que son reformulados o caducan de la lista de derechos humanos y,
finalmente, los nuevos derechos humanos, sea porque las necesidades han
cambiado -generalmente complejizándose aún más- o porque existe una
necesidad totalmente nueva que debe ser formalizada para garantizar la vida del
grupo o sector que lo reclama, pero en beneficio del resto de la sociedad una vez
reconocido.
377 García-Castro (2003) pp. 22-25.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
190
En el ámbito de los derechos humanos, con un sentido pedagógico pero
también político,378 se ha hecho una división histórica en tres generaciones,
acorde con las conquistas históricas de las sociedades modernas.379
La segunda generación de derechos aparece gracias a los movimientos
sociales inspirados por las nuevas demandas colectivas; la revolución rusa y la
revolución mexicana tienen una clara influencia del socialismo y, sobre todo, de un
humanismo marxista que hace una crítica estructural al capitalismo, señalándolo
La primera
generación de derechos humanos se refiere a las luchas que libraron las colonias
británicas norteamericanas y el pueblo francés, en 1776 y 1789 respectivamente,
por medio de las cuales consiguieron el reconocimiento de derechos civiles y
políticos; dichos derechos fueron avalados por la Declaración Universal de
Derechos Humanos de 1948 y los Pactos internacionales firmados en 1966: Pacto
de Derechos Civiles y Políticos y Pacto de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales. En este grupo o lista de derechos se encuentran el derecho a la vida, a
la libertad, a la igualdad del ciudadano frente a la ley, a un juicio justo, a la
privacidad, entre otros; cabe recordar que son la filosofía de la Ilustración, el
Constitucionalismo, la teoría del Contrato Social y el liberalismo progresista, las
corrientes de pensamiento que sustentan y promueven tales derechos. Durante la
conformación de los estados nacionales, en el siglo XIX, este grupo de derechos
dominó la escena política; el ciudadano, sujeto moderno, adquiere autonomía
frente a las instituciones del Estado y, gracias a las legislaciones, podrá delimitar
el ejercicio del poder estatal.
378 No olvidemos en este punto la exposición de la historia de los derechos humanos que ya comentamos en el capítulo primero de este trabajo. Sin embargo, aquí nos ceñimos a esta división histórico-pedagógica para colocar los nuevos derechos humanos como un aporte crítico para la reformulación de los mismos; a partir de la "pretensión política de hacer justicia al pobre y oprimido", el contenido político de los derechos humanos destaca su raíz histórica, como ya hemos explicado. 379 Cfr. Bustamante (2003) pp. 64s. Véase también González (1998) pp. 18 s. Tanto el aporte de Karel Vasak a propósito de las tres generaciones -véase Mendoza (1998) p. 9-, como el de T. H. Marshall (1973), que subdivide los derechos humanos en: civiles (s. XVIII), políticos (s. XIX) y sociales (s. XX), ubican los dos primeros grupos en el sistema de la democracia liberal –véase Becerra (2005) pp. 218s. Ante esto hemos querido colocar el aporte crítico de los pobres y excluidos, para visualizar cómo los derechos humanos son replanteados por los sin derechos. En este sentido, los nuevos derechos humanos deben ir más allá de la formalidad moderna alcanzada por los grupos de derechos mencionados.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
191
como responsable de la pobreza, la miseria y la desigualdad a nivel mundial. A
finales del siglo XIX y principios del XX, estas ideologías cobran fuerza y
configuran un nuevo panorama político internacional, definido después de la
llamada segunda guerra mundial como bloque socialista. Si en la primera
generación de derechos se exigía la autonomía del ciudadano frente al Estado, en
esta segunda generación se pide la intervención del Estado en su papel de árbitro
con el fin eliminar las desigualdades sociales y garantizar que toda la ciudadanía
acceda con igualdad a la educación, a la salud, a un salario justo, a la
alimentación, al goce y disfrute de la cultura y los avances de la ciencia, entre
otros. Estos derechos fueron igualmente avalados por la legislación internacional
señalada en el párrafo precedente, pero es curioso que su formulación no es
obligatoria sino programática,380
Después de la Declaración Universal de Derechos humanos en 1948, y no
sin dificultades, se desató una serie de convenciones y conferencias en las que se
destacaba la necesidad de ir hacia delante en los derechos de solidaridad,
basados en la convivencia Pacifica y la cooperación internacional.
es decir, su viabilidad depende del grado de
desarrollo alcanzado por los Estados.
381
380 Cfr. Gallardo (2006) p. 80. Véase también González (1998) p. 209. 381 Los principales instrumentos internacionales de derechos humanos de las Naciones Unidas se encuentran son: la Carta Internacional de Derechos. la Declaración Universal de Derechos Humanos (aprobada en 1948), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (aprobado en 1966, entró en vigor en 1976), el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (aprobado en 1966, entró en vigor en 1976), la Convención sobre la Eliminación de Todas las formas de Discriminación Racial (aprobada en 1965, entró en vigor en 1969), la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (aprobada en 1979, entró en vigor en 1981), la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (aprobada en 1984, entró en vigor en 1989), la Convención sobre los Derechos del Niño (aprobada en 1989, entró en vigor en 1990), la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familias (aprobada en 1990, entró en vigor en 2003), la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas (aprobada en 2007). En cuanto al sistema interamericano de derechos humanos, tenemos: la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (1948), la Convención Americana sobre Derechos Humanos (1969), la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas (1994), la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura (1985), la Convención para la Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra la Mujer (1994). Esto sin mencionar al sistema de instituciones y mecanismos de ejecución de estos instrumentos de protección.
Esto da
origen a los derechos humanos de tercera generación, los cuales se refieren a los
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
192
llamados derechos de los pueblos: la solidaridad, la Paz, un Medio Ambiente sano
y los derechos de las futuras generaciones. La correlación asimétrica entre las
naciones ricas y el mayoritario "Tercer Mundo", implantó la idea de promover el
desarrollo en todas las naciones, por medio de un apoyo especial a las naciones
pobres. Tales expresiones, sin embargo, dejan ver que los derechos humanos
parecieran un proyecto utópico y no llegan a ser, por lo menos, un ejercicio
programático en la responsabilidad de los Estados. La política y la legislación
internacional, a partir de la segunda mitad del siglo XX, abrían la posibilidad de
alcanzar una convivencia pacífica internacional, pero muy pronto se evidenció la
vulnerabilidad de esta tensa correlación internacional de fuerzas políticas, en un
primer momento por la llamada guerra fría y, en lustros recientes, por la
devastación que sufrieron los mecanismos intergubernamentales a causa de la
implantación totalitaria del libre mercado.
No podemos negar que la multiplicación de los tratados, convenios,
acuerdos y nuevas declaraciones para salvaguardar los derechos humanos, se
han diversificado para atender a los distintos sectores sociales, principalmente a
los sectores vulnerables. Este hecho hizo que algunos definan a este periodo
como "la Era de los Derechos Humanos".382
382 Cfr. Bobbio (1991) 257 pp.
Con todo, los derechos de tercera
generación –al igual que los de las generaciones anteriores- son una tarea
pendiente para la sociedad en general, pues los retos existentes nos obligan a dar
respuestas claras y concretas para garantizar la viabilidad futura de la vida.
En diferentes ámbitos, sean académicos o de participación y acción social,
existe la preocupación de atender las nuevas necesidades de las personas y, en
consecuencia, las nuevas condiciones que impone la era de la comunicación y la
información. Las redes informáticas, así como la consecuente globalización
económica, ideológica y simbólica, establecen una serie de condiciones con las
que es necesario establecer parámetros de responsabilidad para el Estado y la
convivencia pacífica que favorecen estos nuevos medios telemáticos.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
193
Caminamos de una sociedad de la información a una sociedad del
conocimiento,383
Es evidente que la innovación científica y tecnológica puede ser un
beneficio para el avance de la humanidad. Aunque el modelo capitalista impone un
uso excluyente de tales tecnologías, los movimientos sociales se han encargado
de hacer un uso alternativo de los medios de comunicación,
con lo que se podría hablar de la existencia de una cuarta
generación de derechos humanos marcada fuertemente por el derecho a la
libertad de expresión, frente al riesgo de una tendencia a establecer nuevas
formas de dominación y control. En efecto, debido a las asimetrías sociales,
existen nuevas formas de analfabetismo y exclusión social que se imponen en el
uso y acceso a las tecnologías de punta en este ámbito, lo cual nos obliga a hacer
algunas precisiones, antes que aceptar como consecuente el establecimiento de
una cuarta generación de derechos humanos.
384
La Internet es global en sí misma; basta conseguir un ordenador y una
conexión a la red mundial para intercambiar información directa con personas de
aunque no con la
misma capacidad, acceso y libertad con que son usados por los grandes
emporios. Esto reafirma la necesidad de exigir y re-evolucionar el derecho a la
libertad de expresión así como la necesidad de discutir y defender otras formas de
participación democrática que abren los medios de comunicación, principalmente
la Internet. La tensión que ocurre entre quienes acaparan las herramientas
tecnológicas como medio de dominación y control, y quienes las usan como un
medio de defensa de la justicia y la dignidad, nos obliga a valorar dichas
herramientas, no sólo como infraestructura material sino como una auténtica
estructura social que ofrece un nuevo modo de relacionarse y la posibilidad de
mejorar las condiciones de vida.
383 Cfr. Bustamante (2003) p. 65. 384 Como hemos mencionado, los casos de Chiapas, Oaxaca o Atenco no hubiesen tenido el mismo impacto político, nacional e internacional, sin el uso de las radios que transmitieron en su frecuencia normal y también a través de la Internet.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
194
otras localidades. Sus características, tales como la inmediatez, la interactividad y
la superación de fronteras nacionales, hacen de la Internet un espacio para la
dinamización del flujo e intercambio de información. Estas características pueden
entenderse como meras condiciones pragmáticas, pero si fueran usadas como
una manera de democratizar a la sociedad, entonces redundarían en otras
maneras de construir el poder desde abajo, tal como son usados alternativamente
los medios electrónicos por los movimientos sociales. Este modo de relaciones
interactivas en sí mismas puede entenderse como un uso pragmático de las
herramientas electrónicas, pero si tomamos en cuenta que existen innumerables
fines para los que son utilizadas, entonces son una oportunidad para que los
sectores excluidos interactúen con otros sectores, constituyéndose así otra
manera de formar pueblo y una nueva ciudadanía.
Al respecto, ya existe una propuesta de Declaración Universal de Derechos
Humanos en el Ciberespacio. Dicha propuesta fue escrita por Robert B.
Gelman,385
385 Citado por Bustamante (2003) pp. 79 s. Puede verse la declaración íntegra en el sitio electrónico: http://www.ieid.org/ieid/pdf/DECLARACIÓN%20DE%20DERECHOS%20DEL%20 CIBERESPACIO.pdf
y quien en ella intenta reflejar una ética más dinámica y respetuosa de
la pluralidad que vivimos en nuestros tiempos; sus aportes son interesantes para
comprender otra manera de hacer eficaz el funcionamiento de la sociedad, sobre
todo ayudando a democratizar la información y a mejorar la calidad de vida. Tal
propuesta, sin embargo, podría caer en una mera instrumentalización de los
Derechos Humanos. En este sentido, es importante destacar no sólo el mero
beneficio que alcanza cada persona al entrar a formar parte de la red electrónica,
sino las condiciones en las que accede a estos medios. Una persona, un sujeto,
antes de hacer uso de estas herramientas necesita comer, un lugar donde habitar,
tener educación, trabajar, recrearse, descansar, etc.; es decir, para que la red
electrónica sea un medio realmente democrático, no se trata solamente de tener
acceso, sino de que los sistemas operativos de la red electrónica reflejen la
pluralidad de los usuarios, pero especialmente la importancia de ese medio para
garantizar y mejorar las condiciones materiales de vida de la humanidad misma. El
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
195
reto es fuerte y por ello no podemos contentarnos sólo con la interacción, eficacia
o inmediatez para obtener información; la eficacia de estas herramientas estará
dada si están al servicio de la dignidad de la vida en todas sus manifestaciones.
Otro aspecto llamado también de cuarta generación de derechos humanos
es el referido a los derechos sexuales y reproductivos. El avance de la tecnología
en los campos de la biología, la ingeniería genética386 y la reproducción asistida
desató muchas expectativas para solucionar problemas de salud, sea porque
algunas "enfermedades pueden ser comprendidas, previstas y tratadas por la
ingeniería genética"387 o porque es posible reproducir la vida humana por caminos
inimaginables hasta hace algunas décadas. Muy pronto, sin embargo, aparecieron
signos de alerta debido al uso arbitrario o al abuso comercial que se ha provocado
en algunos casos. Cuestiones como "la clonación, las terapias génicas, los bancos
de datos de información genética, el derecho de patentes sobre el genoma
humano, las 'madres de alquiler', etc.,"388 han generado inquietudes justificadas y
un debate en los medios de comunicación que no siempre es tratado con
profundidad, debido al interés de las grandes corporaciones para inclinar a su
favor a los medios electrónicos influyentes en la opinión pública. Estas situaciones
exigen una respuesta desde el ámbito de la ética y el derecho389 pero,
especialmente, es necesario tener como "criterio regulador e inspirador" a los
Derechos Humanos; asimismo, es preciso formular posibles nuevos derechos ante
tales cambios.390
Las políticas mundiales y nacionales de población,
391
386 La ingeniería genética también tiene un apartado relacionado con la modificación genética de ciertas semillas y plantas para mejorar y proteger la producción agrícola. Este problema lo comentaremos en el inciso referente a la Justicia ecológica. 387 Osset (2001) p. 131. 388 Ibidem, 389 Cfr. Puerto (2000) p. 129. 390 Osset (2001) p. 132.
unidas a diversos
problemas referidos a los derechos económicos, sociales y ambientales, así como
391 Los conceptos y programas de control de la natalidad (Bucarest 1974) continuaron con las políticas de planificación familiar, lo que derivó en diversas propuestas para promover la salud reproductiva y sexual durante la tercera Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (Cairo
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
196
el desfase en el desarrollo de la biotecnología y la ingeniería genética, hacen que
la visión desde América Latina, en relación con Europa y Estados Unidos, sea
diferente, pero no ajena en cuanto a derechos humanos se refiere. En este orden
de ideas, la clonación, la ingeniería genética y la reproducción asistida han tenido
el mismo impacto social que en Estados Unidos y Europa.392 En cambio, en
nuestro contexto latinoamericano, todavía es necesario avanzar en la comprensión
de una moral realmente de la vida, pero de la vida en su integralidad,393 pues tanto
en lo moral como en lo jurídico perduran visiones bastante anquilosadas, en
modelos que ya no responden a nuestra realidad actual;394
[el] derecho a decidir de forma libre sobre el propio cuerpo y sexualidad, a manifestar públicamente los afectos, a decidir con quien compartir la vida y la sexualidad, a vivir libre de violencia sexual, a la libertad reproductiva, a la igualdad de oportunidades y a la equidad, a vivir libre de toda discriminación, a información completa, científica y laica sobre la sexualidad, a la educación sexual, a servicios de salud sexual y salud reproductiva de calidad, a la participación en las políticas públicas sobre sexualidad.
por ello, la lucha por
los derechos humanos no es tanto en el nivel del avance científico y tecnológico,
sino más bien en el campo de la promoción de los derechos sexuales y
reproductivos, tales como
395
Por otra parte, este grupo de derechos están en consonancia con las
preocupaciones internacionales sobre la protección de la vida, en todas sus
1994). En este evento se aceptó por consenso que los derechos reproductivos son elementales para lograr la salud reproductiva y sexual. Pero no fue sino hasta la cuarta Conferencia Internacional de la Mujer (Pekín 1995) cuando se reconoció la importancia de los derechos sexuales para el bienestar social, incluyendo el derecho a tomar decisiones libre y responsablemente, sin coacción, sin discriminación ni violencia, en todo lo relacionado con la vida sexual y la salud sexual y reproductiva de las personas. Cfr. Agenda Pública Ciudadana (2006) pp. 165 s. 392 Cfr. Osset (2001) pp. 137-143. 393 Ya hemos explicado en el segundo capítulo que la ética de la liberación presenta una argumentación a favor de la vida en su integralidad. El principio material crítico afirma la necesidad de "producir, reproducir, conservar y desarrollar la vida, en especial la de los empobrecidos, víctimas del sistema excluyente". Por lo tanto, la vida no puede entenderse sólo como la vida humana sino todas las expresiones de la vida, que redundan en una mayor corresponsabilidad entre los seres humanos y el medio ambiente. 394 Desde luego que existen avances como los referidos a la aprobación de la ley sobre la "interrupción del embarazo" y la ley sobre las "sociedades de convivencia", que están en consonancia con la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, firmada y ratificada por el gobierno de México. 395 Cfr. Agenda Pública Ciudadana (2006) pp. 166 s.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
197
expresiones. La UNESCO, por ejemplo, aprobó y adoptó la Declaración Universal
sobre el Genoma Humano y los Derechos de la Persona Humana. Entre otras
cosas se afirma que
El genoma humano es patrimonio de la humanidad y la base del reconocimiento de la dignidad humana (art. 1); el genoma humano, en su estado natural, no puede dar lugar a beneficios pecuniarios (art. 4); la necesidad de una investigación, tratamiento o diagnóstico genético, del consentimiento previo, libre e informado de la persona interesada (art. 5b); el carácter de excepcionalidad a toda aquella investigación que no represente un beneficio directo previsible para la salud (art. 5c); la no discriminación en base a características genéticas (art. 6); ninguna investigación relativa al genoma humano ni ninguna de sus aplicaciones […] podrá prevalecer sobre el respeto de los derechos humanos, de las libertades fundamentales y de la dignidad humana […] ( art. 10), específicamente: la clonación con fines reproductores (art. 11).396
396 Osset (2001) pp. 142 s.
En el caso de los países latinoamericanos, aunque no recibimos los
beneficios directos de estos avances científicos, no estamos exentos de ellos,
como tampoco de las implicaciones de la tecnología en nuestra forma de vida. La
globalización nos coloca frente a estos desafíos inevitables y, por ello, debemos
responder de acuerdo a nuestra realidad concreta. En nuestros pueblos, sus
movimientos sociales u organizaciones civiles, es necesaria una mayor
profundización y asimilación de los avances en este campo, pues todavía es un
desafío asumir los derechos de género y equidad en nuestros ambientes
impregnados de patriarcalismo. La exigencia de los nuevos derechos que derivan
de estas nuevas situaciones, necesita una intensificación de la democracia
participativa en todos los niveles de acción política. En buena medida, los avances
científicos y tecnológicos están edificados desde una moral individualista y, por lo
general, carecen de un sentido social crítico y están dominados por el juego de
intereses del libre mercado; de ahí que, si bien nuestra cultura latinoamericana
tiene muchos aportes comunitarios, es necesario ir abriendo los cauces para el
conocimiento y la democratización real de los beneficios de la ciencia y de la
técnica, como es el caso de los derechos sexuales y reproductivos.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
198
Nos hemos referido a las tres generaciones de derechos humanos y a una
posible cuarta generación de derechos,397 acorde con su uso más difundido
gracias a la globalización. En efecto, para la mayoría de las naciones los derechos
humanos se han convertido en un desafío y, por medio de diferentes mecanismos
sociales de participación, los Estados están cada vez más presionados para
garantizar su realización, de acuerdo al contexto local. Pero de acuerdo con
nuestra exposición, esta manera de comprender, promover y defender los
derechos humanos sería meramente formal en el sentido que es el marco en el
que los Estados permiten interactuar.398 Y ésta es la mayor paradoja del sistema
actual;399 nunca como ahora existió un consenso tan claro sobre la necesidad de
conducir la globalización bajo el rasgo fundamental de los derechos humanos, no
obstante, esa inercia discursiva encubre una esquizofrenia porque vivimos en un
sistema que, en nombre de los derechos humanos, aniquila a pueblos enteros;400
El objetivo de la política de la liberación es argumentar a partir de las
condiciones materiales de los empobrecidos, pues sólo un consenso crítico de las
víctimas podrá transformar las instituciones y asumir una comprensión de los
principios normativos críticos para la liberación integral. Por lo tanto, más que
hacer un planteamiento de nuevos derechos, en el sentido de una nueva
generación, planteamos los derechos a partir de las prácticas de los "sin
las instituciones del Estado moderno liberal y, por consiguiente, su teoría política
están rebasadas, por eso nuestra propuesta está sustentada en otra teoría política
que parte de una lectura de las nuevas prácticas políticas de los movimientos
sociales y los nuevos sujetos políticos.
397 Existen otros campos en los que también se habla de una cuarta generación de derechos humanos, este es el caso del derecho a un subsidio universal en caso de no tener trabajo estable. Véase: http://webs.uvigo.es/ consumoetico/subsidiouniversalgarantizado.htm 398 Sin duda alguna, es encomiable la labor de innumerables organizaciones civiles y de derechos humanos; sin ninguna intención negativa actúan en el marco que 'permite' el Estado moderno pero, como sabemos, su monitoreo queda en denuncia, recomendación y vigilancia acotada, con lo que los violadores de derechos se jactan de ser receptivos a tales llamados de atención pero no modifican sus prácticas, estableciendo con ello un clima de terror e impunidad. Es preciso, pues, replantearse la teoría que fundamenta nuestras acciones por los derechos humanos. 399 Cfr. Canto (2005) p. 11. 400 Cfr. Hinkelammert (2008) p. 194.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
199
derechos", que poco a poco aparecen como nuevos actores políticos. En
consonancia con esta propuesta política, el planteamiento de Antonio Wolkmer
entiende los nuevos sujetos históricos como
identidades colectivas conscientes, más o menos autónomas, compuestas por diversos estratos sociales, con capacidad de auto-organización y auto-determinación, interligadas por formas de vida con intereses y valores comunes, compartiendo conflictos y luchas cotidianas que expresan privaciones y necesidades de derechos, legitimándose como fuerza transformadora de poder e instituidora de una sociedad democrática, descentralizadora, participativa e igualitaria.401
El protagonismo de los nuevos sujetos políticos, los cuales actúan como
pueblo, nos obliga a replantearnos la prioridad de los derechos humanos y, con
ello, el carácter de novedad que traen consigo. No olvidemos el orden
esquemático de la política de la liberación, la cual tiene como telón de fondo
niveles y esferas
402
El presupuesto final de la Ética de la Liberación, como se expresó en su
momento en el capítulo anterior, es la pretensión de bondad. Pero la bondad no es
la ausencia del mal en los actos del sujeto, sino la disponibilidad de actuar con
rectitud sabiendo críticamente que "el justo comete siete faltas al día", como reza
la sabiduría semita. La comprensión de la bondad no es tomada como un
que parten y desembocan en la acción política del actor
político, especialmente la acción política del excluido que, organizado a través de
movimientos, forma el pueblo, auténtico actor político; por otra parte, hemos dicho
que la liberación, en cuanto proyecto político e ideológico, tiene como horizonte
utópico conseguir vida digna para las víctimas, vida plena que ponga fin al
hambre, la falta de vivienda, de trabajo; es decir, se trata de un modelo teórico y
práctico que tiene como contenido la materialidad de la vida.
401 Citado por Sánchez Rubio (1999) p. 266. 402 Niveles: nivel de la acción política, nivel de las instituciones, nivel de los principios normativos. Esferas: esfera material de las instituciones, esfera formal-democrática de las instituciones, esfera de factibilidad de las instituciones; esfera material del principio normativo: fraternidad y principio crítico normativo: solidaridad; esfera formal-procedimental del principio normativo democrático: igualdad y principio crítico normativo: alteridad; esfera de factibilidad o de eficacia performativa del principio normativo: libertad y principio crítico normativo: liberación. Dussel (2008) pp. 304-355.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
200
absoluto, pero sí como un universal por medio del cual confrontar actos concretos
de los sujetos que viven en comunidad; la pretensión de bondad, por tanto, es
obrar con toda la disponibilidad de hacer el bien como "responsabilidad por el
otro", en solidaridad con "el pobre, el huérfano, la viuda, el extranjero".403
En la Política de la Liberación, por su parte, el presupuesto de pretensión
de bondad, analógicamente, se transforma en pretensión política de justicia.
404 La
búsqueda de la justicia tendrá igualmente una intención de mostrar toda la
capacidad de obrar con disponibilidad de rectitud estratégica en la comunidad
política, con rectitud institucional que busca no sólo el cumplimiento de la ley, o
que los actos políticos sean legales, sino que deberá estar sustentada por la
legitimidad democrática que garantiza el consenso crítico del pueblo.405
En ese sentido, los nuevos movimientos sociales reclaman mejores
condiciones materiales de vida, como nuevos derechos. La nueva legalidad no
apela sólo al establecimiento de nuevas leyes sino al reconocimiento de la nueva
comunidad política, que reclama ese derecho, y sus condiciones materiales de
vida. Al establecer otros contenidos del derecho y de la política, los nuevos
derechos suponen la integralidad de todos los derechos conquistados con
La pretensión política de justicia, en cuanto tal, es un principio de
normatividad que atraviesa toda la complejidad de la acción política. Por todo lo
anterior, al referirnos a los nuevos derechos como parte de la pretensión política
de justicia, estamos apelando también a la transformación crítica del derecho, y no
sólo a la referencia al Estado de Derecho como última instancia de la política. Esta
correlación implica una complejidad que tiene como punto de partida las
condiciones materiales de vida que reclama en nuevo derecho, y la transformación
formal-democrática que deben tener las instituciones.
403 Cfr. Dussel (2008) pp. 453 s. Afirma Dussel que el "injusto no comete errores porque no tiene conciencia del mal por eso es injusto". 404 Ibidem, p. 455. 405 Ibidem, pp. 457s.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
201
anterioridad, pero reformulados en el nuevo contexto.406
La creciente precarización de la vida ha excluido a millones de seres
humanos de las condiciones mínimas de sobrevivencia; con dolor, y a la vez
admiración, constatamos cómo muchos excluidos, con ingenio y creatividad,
arriesgan su vida con tal de conseguir el sustento diario, el de sus familias y los
que están cerca de ellos. Abundan las historias de migrantes que aceptan
transportar droga entre una ciudad y otra con tal de conseguir un poco de dinero
que les ayude para llegar a su destino, de mujeres y hombres que se prostituyen
con tal de dar de comer a sus familias, de innumerables personas que día a día
desafían las estructuras económicas vigentes por medio del comercio informal y
otras actividades "ilícitas" para el sistema, pero que son el último recurso para
mantener su vida. Todas estas situaciones, por extremas que sean o aunque
estén fuera de lo vigente, expresan su reclamo de tener derecho al trabajo, es
decir, a seguir con vida, a mantener la vida de su familia y los que los rodean. Por
tanto, no puede entenderse el derecho a la vida sin el derecho a un trabajo la
garantice.
A partir de las luchas de
los "sin derechos" del sistema vigente, los nuevos derechos se empiezan a hacer
realidad en diferentes alternativas de autonomía e interacción más allá del orden
establecido, que los movimientos sociales o pueblos enteros ya están llevando a
cabo.
a. Derecho al trabajo
407
En este sentido, el trabajo es aquella actividad humana que mantiene la
vida, es la transformación de la naturaleza y del uso de los medios a nuestro
alcance para mantenernos vivos y en solidaridad con los que nos rodean. El
trabajo como actividad humana expresa la capacidad creativa de cada ser humano
406 La Conferencia Internacional de Derechos Humanos, celebrada en Viena en 1993, proclamó que los derechos humanos son: universales, indivisibles e interdependientes. Por lo tanto, sugerimos los siguientes nuevos derechos humanos no en el sentido de su inexistencia, sino en orden a una nueva priorización y articulación de los mismos. 407 Cfr. Sánchez Rubio (1999) p. 271.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
202
y su misma dignidad. Un pensamiento comprometido con las víctimas, nos ayuda
a ver cada actividad humana no como un mero funcionalismo social en la lógica
del capital, sino con toda la profundidad con que los distintos pueblos han
construido sus culturas, que lentamente han sido modificadas, o truncadas, por la
modernidad occidental. La relación entre trabajo y medio ambiente no es, pues,
una mera relación pragmática, sino una relación transformadora que garantice la
vida de la comunidad en el presente y en solidaridad con las futuras
generaciones.408
el esfuerzo humano como un derecho fundamental condicionado y, a la vez, condicionante pues gracias al trabajo es posible el disfrute de otros derechos, como puede ser el más elemental y básico, el derecho a la vida y el que permite la elección entre distintas formas de vida, el derecho a la libertad. Con los bienes producidos con el esfuerzo humano, se consigue la satisfacción de aquellas necesidades que se vinculan con el mantenimiento de la vida humana. No obstante, a pesar de su importancia, resulta que es un derecho ocultado por las políticas tanto de las grandes empresas capitalistas y de los gobiernos de los países privilegiados, como de las elites de los países periféricos y semiperiféricos.
Es cierto que el trabajo nos ayuda a conseguir los bienes básicos para
cubrir nuestras necesidades, pero debemos de mirar críticamente el surgimiento
de nuevas necesidades, especialmente las que son inducidas por el mercado
global. En este sentido, el trabajo tiene una concepción ideológica de la tecnología
como progreso; por medio de las mejorías de la modernidad, la subsistencia
humana camina hacia una sociedad del confort y la mejor 'calidad de vida'. Para
enfrentar esta discusión entre los tipos de necesidades, Sánchez Rubio propone
409
El derecho al trabajo, entendido desde los pueblos, es más que la actividad
que nos trae la subsistencia, pues garantiza las condiciones materiales al derecho
al pan, al techo, a la educación. De este modo, se concibe a la actividad humana
408 Cfr. Rojas (2008) p. 76. 409 Sánchez Rubio (1999) p. 271. Si el ser humano se reduce a un ser de necesidades y se ignoran sus potencialidades, aspiraciones o capacidades, especialmente su capacidad de autodeterminación, entonces se estaría dando prioridad a una explicación puramente economicista del ser humano y se estaría excluyendo una comprensión más amplia, con una referencia no sólo a sus derechos sino a sus responsabilidades (deberes), incluyendo su ámbito de intersubjetividad. Cfr. Rojas (2008) pp. 78 s.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
203
como la capacidad creativa y de dignidad que convive responsablemente con su
entorno natural y ambiental y lo preserva para las futuras generaciones. Esta
concepción del derecho al trabajo enriquece la concepción que se contiene en
diferentes tratados internacionales,410 que se concretan a señalar las posibilidades
de acceso, esto es, "las fuentes de empleo, la libertad para la búsqueda y la
aceptación de un trabajo, la contratación laboral, la remuneración equitativa que
asegure la satisfacción de las necesidades del trabajador y de los miembros de su
familia, la igualdad de salario para el mismo trabajo".411
El derecho al trabajo tiene como primacía la dignidad humana. El trabajo es
el primer momento de autorrealización del ser humano, personal y
comunitariamente; en la fuerza de trabajo el ser humano entrega parte su vida, de
ahí que el fruto del trabajo no es un simple producto que se coloca con un valor en
el mercado, es ante todo una expresión humana que tiene parte de la vida de
aquél que puso su mano de obra para que fuera posible. El respeto a toda obra
humana lleva a comprender el derecho al trabajo interdependiente con los demás
derechos, especialmente con el derecho a la vida, el derecho a la salud, el
derecho a la paz, el derecho a la educación y el derecho a la seguridad. El trabajo
humano es, pues, un elemento humanizador, no sólo de la vida humana misma,
sino de toda la naturaleza y de toda expresión del espíritu humano en la ciencia, la
cultura o la espiritualidad.
412
410 DUDH art. 23; PIDESC arts. 6 y 7; Convenio 122 de la OIT sobre Política de Empleo; Convenio 168 de la OIT relativo a la Promoción del Empleo y la Protección contra el Desempleo; Convenio 10 de la OIT sobre la Igualdad en la remuneración entre la Mano de Obra Masculina y la Femenina por un Trabajo de Valor Igual; Convenciones sobre Trabajos Forzados y Eliminación de Trabajos Forzados. 411 Galvis (1996) p. 97. 412 Cfr. Sánchez Rubio (1999) pp. 277-282.
Por tanto, el derecho al trabajo no es una exigencia
individualista sino un derecho de los pueblos para garantizar la producción,
reproducción y desarrollo de su vida en comunidad.
b. Derechos humanos y justicia ecológica
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
204
En el horizonte argumentativo de la Ética y la Política de la Liberación existe
una preocupación fundamental por el futuro de la vida, especialmente la de
aquellos que viven bajo constante amenaza de ser privados de ella, los
empobrecidos y excluidos. La voracidad del sistema, bajo la lógica del capital, no
sólo pone en riesgo la vida de los seres humanos sino también la viabilidad de las
distintas formas de vida en el planeta. La ciencia ha llegado a conocer los ámbitos
más remotos de la vida, develando la maravilla de la existencia de la vida en el
universo pero, contradictoriamente, también constatando la fragilidad de su
permanencia.
El modo de producción y desarrollo humano, atendiendo sólo a la lógica del
mercado, está poniendo en riesgo la capacidad de resiliencia de innumerables
ecosistemas. Esta lógica mercantil, guiada por la eficiencia y la rentabilidad, nos
está conduciendo a un caos. La modernidad occidental estableció el mito del
progreso a costa de la destrucción de la naturaleza, colocando al centro de la
atención la vida confortable del ser humano. Bajo esta lógica, la naturaleza queda
reducida a mero medio, a objeto manipulable, controlable o destruible, a mero
instrumento útil al ser humano;413
De hecho, el modelo antropocéntrico occidental concibió las necesidades
humanas como una satisfacción del deseo,
por ello el mercado propagó una serie de
comodidades para la vida humana, como si la tierra y sus ecosistemas fuesen
inagotables.
414
413 Cfr. Rojas (2008) p. 78. 414 Cfr. Mo Sung (1998 118 p.
por tal motivo, no asume una
responsabilidad con la naturaleza pues la comprensión de la materialidad de las
necesidades humanas se considera de menor valor, el cual depende de su
inclusión como mercancía consumible; en este sentido, es más importante el
consumo que los medios de producción o incluso que la fuente de donde se
sustraen los satisfactores de las necesidades. Como hemos venido mencionando,
la materialidad ocupa un lugar central y tiene consecuencias importantes, tanto en
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
205
la manera de comprender y asumir una valoración como en el sentido que tomen
nuestras acciones. Al explicar la comprensión de la materialidad en la Política de
la Liberación, hemos dicho que el campo de la política está atravesado por el
campo económico, el campo de la cultura y el campo de la ecología; estos campos
se articulan e interprenetran de acuerdo a la lógica de la "producción, reproducción
y desarrollo de la vida" humana del sujeto en comunidad, especialmente la vida de
los excluidos en su aporte crítico.
De esta forma, la comprensión material de la vida no se refiere
exclusivamente a la vida humana de un sujeto aislado, solipsista. La complejidad
de la vida material a la que nos referimos, contiene un complejo de relaciones y
articulaciones que apunta a salvaguardar la viabilidad de la vida de las víctimas de
la exclusión y de la tierra, como único espacio que reúne las condiciones de vida
óptimas no sólo para el ser humano, sino para innumerables especies y formas de
vida asociadas a la funcionalidad del sistema solar y del universo. Cada campo
expresa una connotación específica de la corporalidad viviente o de las
condiciones necesarias para la producción, reproducción y desarrollo de la vida;
en este sentido, en el campo de lo político la corporalidad viviente del sujeto en
comunidad se expresa como ciudadano y como pueblo –consenso crítico de las
víctimas-; en el campo de lo económico, ocurre el intercambio de productos y
bienes de consumo, no exclusivos de un tipo de mercado capitalista sino de otros
tipos de intercambio; el campo de la ecología, como la fuente y correlación de las
formas de vida equilibrada en una frágil y compleja relación para la preservación
de la comunidad de vida; el campo de la cultura como el ámbito de la construcción
simbólica de las relaciones en comunidad.415
De lo anterior se deriva la relevancia como nuevo derecho humano el
derecho a un medio ambiente sano y el imperativo de una justicia ecológica.
Concientes de la existencia de innumerables tendencias que argumentan y
defienden este derecho, nos referimos a este derecho como la condición mínima
415 Cfr. Dussel (2008) pp. 180-217.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
206
en la cual el ser humano, sujeto en comunidad -y especialmente los
empobrecidos-, tenga acceso a la producción, reproducción y desarrollo de la vida,
cuidando de no rebasar los límites de autoreproducción de los ecosistemas y de
las diferentes formas de vida que contribuyen a un equilibrio armónico en el
planeta.
Junto con el derecho al trabajo, el derecho a un medio ambiente es
necesario para realizar y garantizar el derecho a la vida, a la libertad, a la vivienda,
a la alimentación, a la salud, a la educación;416
Esta comprensión de los derechos humanos y la justicia ecológica,
pretende dar importancia a la complejidad de la base material de los nuevos
derechos; sin embargo, no ignoramos la doctrina tradicional de los derechos
económicos, sociales y culturales o, expresamente, el derecho a un medio
ambiente sano y el derecho al desarrollo.
de este modo, el ser humano en
comunidad, pero especialmente los "sin derechos" desde sus luchas, están
colocando la importancia de dar un contenido específico a la vida digna a que
aspira la humanidad entera.
417 La materialidad de vida que exigen los
"sin derechos" en sus agendas de lucha, es un aporte crítico a la formalidad
alcanzada por los diversos documentos y tratados de los derechos humanos en el
ámbito de la justicia ecológica,418
Un esfuerzo significativo e integrador de las más diversas comprensiones
del medio ambiente, es la síntesis lograda por la comisión encargada de escribir
especialmente en su comprensión de este grupo
de los DESCA como derechos progresivos, lo cual es un franco cinismo de las
economías que concentran los beneficios del capital.
416 Cfr. Rojas (2008) pp. 77 s. 417 Cfr. Galvis (1996) pp. 99-110; véase también Osset (2001) pp. 113-121. 418 Declaración de Estocolmo (1972); DUDH (1948), arts. 21, 22, 24, 25, 26y 27; PIDESC (1966) arts. 9, 11, 12, 13, 14 y 15; PIDCP (1966) art. 25; Declaración sobre el Progreso y el Desarrollo en el Campo Social; Declaración Universal sobre la Eliminación Definitiva del Hambre y la Malnutrición; Declaración Universal sobre la Utilización del Progreso de la Ciencia y de la Técnica en Interés de la Paz y en Provecho de la Humanidad; Declaración sobre el Derecho de los Pueblos a la Paz; Declaración sobre el Derecho al Desarrollo; Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
207
una Declaración Universal de Derechos Humanos con una perspectiva de la
dignidad de la vida humana y de la tierra. La así llamada "Carta de la Tierra",419
Prácticamente como un colofón, pero como parte de la justicia ecológica,
señalamos la importancia de defender y promover el derecho humano al agua
no
ha logrado el consenso de los gobiernos para admitir frenar el desarrollo
depredador del mercado. La lucha por una vida auténticamente digna y en respeto
a los derechos de las futuras generaciones todavía es una tarea que hay que
alentar.
420
Ahora bien, el derecho de acceso al agua, así como la defensa de la
biodiversidad, están siendo cada vez más temas de las agendas de los
movimientos sociales.
.
Junto con los demás elementos de la naturaleza, el agua es la base que sustenta
la vida de la humanidad. La amenaza de su privatización es ya una realidad en
diversos países, mientras que en nuestro país avanza lentamente y muchas veces
imponiéndose sin la consulta y la información necesaria, afectando a
comunidades enteras.
421 En este sentido, es paradigmático el caso conocido como
"Guerra del Agua en Cochabamba",422
419 Véase http//:www.cartadelatierra.org. 420 Cfr. Osset (2001) pp. 124-130. Véase también COMDA (2006) 195 pp., y Hall et al. (2005) 303 pp. 421 En el caso de México, entre otros movimientos campesinos y organizaciones en defensa de la biodiversidad, existe el Movimiento de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos, integrado por organizaciones locales que están siendo afectadas por la construcción de presas como: Arcediano, San Nicolás, El Zapotillo y La Yesca, en Jalisco; La Parota y San Juan Tetelcingo, en Guerrero; Benito Juárez, en Oaxaca; El Cajón y La Yesca, en Nayarit; Cañón de la Cabeza y El Tigre, en Coahuila. 422 Cfr. Shultz (2008) pp. 17-50. Ofrece un amplio análisis del caso.
donde la organización popular logró el
consenso de todos los movimientos, organizaciones civiles y ciudadanos en torno
a la defensa del agua. En el año 2000 lograron frenar los intentos privatizadores
del Estado, encabezado por Hugo Banzer, el cual dio todas las facilidades a la
empresa norteamericana Bechtel para usufructuar la red de servicios de agua en
la ciudad de Cochabamba. Pero los pobladores, organizados en el movimiento
popular, lograron echar fuera a la empresa norteamericana, dejando claro que el
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
208
actor político por excelencia es el pueblo, el cual obligó a las autoridades a no dar
privilegios a las empresas privadas ¿Cómo logró el pueblo constituirse como actor
político? Aquí es donde radica la interrelación y complejidad de los campos
mencionados anteriormente, pues el pueblo echó mano de su memoria histórica y
espiritual, según la cual no se puede privatizar el agua porque es la sangre de la
tierra, de ahí que privatizarla es privatizar la vida.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
209
Conclusiones Generales
Elementos de discusión en torno al problema de la fundamentación.
En el capítulo I, nos propusimos dar un panorama general de los problemas
y las tendencias iusfilosóficas de fundamentación de los derechos humanos.
Nuestra propuesta ha sido desarrollar no un mero discurso académico sino, por el
contrario, favorecer un diálogo entre la academia y el movimiento social en
defensa de los derechos humanos, a partir del contexto de exclusión y
empobrecimiento que padecen millones de personas en nuestro país y en el
mundo, así como un diálogo con los nuevos movimientos sociales y sus luchas de
reivindicación. También hemos ido perfilando esta discusión desde el ámbito de la
filosofía política hacia la filosofía del derecho, más allá de una lectura meramente
Occidental-moderna; todo esto con el objetivo de desarrollar un pensar en defensa
de las víctimas y en defensa de la vida, amenazada por el sistema vigente.
En el apartado de recuperación de la historia, tomamos como referencia
textos, discursos emblemáticos, imágenes y acciones simbólicas, además de
cubrir las exigencias de la hermenéutica,423 todo lo anterior, con el fin de hacer
aflorar nuestro modo de percibir la concepción de la vida;424
En el código Hamurabi –trasfondo de la tradición profética judeo-cristiana-
islámica-, subsiste el reclamo de hacer justicia al pobre, al huérfano, a la viuda, al
esto nos ha permitido
ir más allá del mero acontecimiento histórico y leer entre líneas la presencia del
excluido, del pobre, de aquél que en su rostro lleva las huellas de la injusticia y es
prueba de la deshumanización a la que ha llegado un grupo humano –etnia,
pueblo, cultura, etc.-, o la humanidad misma, de suerte que ese rostro inocultable
demanda un cambio de fondo, a partir del respeto a la vida.
423 Beuchot (2005) p. 34. 424 Bautista (2005) p. 29.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
210
extranjero, como condición de vida comunitaria y práctica de la justicia, no sólo en
su carácter legal o religioso, sino principalmente ético. La tradición náhuatl, por su
parte, nos plantea que la exigencia de justicia ocurre por medio de la bondad y la
rectitud para "no perder el corazón", por eso siempre llama a estar atentos a "flor y
canto", "rostro y corazón" que son la síntesis de nuestra humanidad porque en
nadie puede mostrar algo que no nace del corazón, por lo tanto, la práctica de la
justicia no será una mera apariencia sino una práctica profundamente humana que
nace de las entrañas de cada ser humano.
Así pues, el estudio de esos dos hitos de la historia nos permite afirmar que
el rostro del Otro, del excluido, ha generado un movimiento social que, a la larga,
estableció una tradición ética y política que ha contribuido al sustento de la "cultura
de los derechos humanos", más allá de sus parámetros establecidos por la
modernidad occidental. Lo que pretendemos es apuntar algunos elementos para
reescribir la historia de la humanidad a partir de las víctimas, hacer una
contrahistoria pero no como una "apología de la víctima sacrificada, ni menos aún
como elogio del linchamiento social, sino como una ruptura con el mecanismo de
la violencia que anida en el corazón de los insensatos y necios que imponen su
miedo mediante mecanismos de explotación y exclusión".425
A lo largo de este recorrido, nos hemos propuesto recuperar la historia
como un elemento clave para la fundamentación, lo cual no es trabajo ocioso sino,
ante todo, una responsabilidad ética y política en un contexto marcado por el
pragmatismo y el reconocimiento evasivo del Otro, del diferente, del excluido. Por
nuestra parte, al señalar estos dos hitos de la historia de los “derechos humanos”,
queremos llamar la atención sobre cómo, en la visión histórica occidental
dominante, hay muchas culturas que son tomadas como una reliquia de museo,
sin embargo, escudriñando sus argumentos y prácticas desde la perspectiva de la
exterioridad, podremos descubrirles como un rico tesoro de la humanidad, el cual
está en la base de lo que entendemos como cultura de los derechos humanos, la
425 Mendoza, (1998) p. 7.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
211
dignidad inviolable de todo ser humano y el respeto a toda forma de vida. Hemos
dicho al inicio de este apartado que esta manera de recuperar la historia tenía una
intención filosófica y ahora queremos reafirmarlo. Los principios ético-políticos de
las culturas que acabamos de explicitar, nos han permitido rescatar rasgos de
elementos filosóficos que nos servirán más adelante al hablar propiamente de una
fundamentación filosófica de los derechos humanos.
En el apartado sobre la cultura de los derechos humanos, revisamos
críticamente a la modernidad como una "era de los derechos humanos"426
El análisis del contexto multicultural actual nos ha llevado a concluir que la
interculturalidad cobra un sentido diferente desde un proyecto trans-moderno,
, pero
constatamos que el progreso civilizatorio se construyó sobre las ruinas provocadas
por la colonización, el saqueo y la sujeción de casi todos los pueblos
empobrecidos del orbe. La proclama de la Revolución Francesa: "Libertad,
Igualdad, Fraternidad", no sólo resultaba contradictoria, sino que en los mismos
países beneficiados por la "civilización" occidental era un eslogan ambiguo. Es
sabido que la modernidad occidental se obsesionó por afianzar y destacar las
"libertades individuales"; éste fue el prisma desde donde se valoraban los
derechos humanos pues, al hablar de ellos, se hacía referencia a la: libertad de
expresión, libertad de tránsito, libertad de pensamiento, derecho a la propiedad
privada, todo referido al individuo. En el mismo sentido se han ubicado las
libertades civiles y políticas, canalizadas sólo al ejercicio de la democracia
representativa, pues poco se ha avanzado hacia una democracia participativa;
más aún, desde esa visión individualista, los derechos económicos, sociales y
culturales, que tienen sentido sólo en referencia a una colectividad, son aceptados
como meras expresiones secundarias del individuo y, por tanto, prescindibles; en
el ámbito de la Igualdad y de la Fraternidad, la modernidad avanzó poco y la
globalización neoliberal está terminando con lo alcanzado en el terreno de los
derechos.
426 Bobbio, (1991) 157 pp.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
212
dentro del cual, la libertad tendría que concebirse como liberación, la igualdad
como alteridad y la fraternidad como solidaridad. Esto podría conducirnos a una
nueva comprensión de los derechos humanos, de la cultura y de la globalización
misma. La liberación de los pueblos sería la autentificación de las diversas
identidades de cada pueblo porque, aunque algunos han asociado la liberación
con la conflagración violenta entre los pueblos sometidos y la cultura dominante, la
irrupción de los pueblos excluidos como sujetos es un proceso que avanza a pesar
de las estrategias de exclusión y violencia que el sistema difunde en la
globalización neoliberal. Por ello la marcha de los pueblos por su liberación sólo es
posible gracias a la resistencia y a la autotutela427
Dado que la conflagración entre dos frentes supone la eliminación de
alguno de ellos para superarlo, el proceso de liberación supone la alteridad. Los
pueblos excluidos han irrumpido, se han "revelado" en la historia como
exterioridad, aquella realidad que no cabe en ninguno de los moldes de la totalidad
vigente; la alteridad supone entonces "epifanía", manifestación, no anulación del
"yo" absoluto sino encuentro por medio del diálogo equitativo, diálogo que
desenmascara la razón dominadora para humanizar a ambos: "yo y otro"; dicho
encuentro puede ser sanador pero sólo si es equitativo, justo. Finalmente, al
referirnos a la solidaridad más que a la fraternidad, o aun a la tolerancia,
remarcamos la necesidad de revertir lo que muchos llaman "darwinismo social".
de sus derechos, avanzando en
un proceso histórico que no tiene un guión ya predeterminado.
428
La llamada "segunda guerra mundial"
429
427 Cfr. Courtis (2006). 428 El primero en proponer este término fue Herbert Spencer, en su obra La estática social (1851). A diferencia de la teoría de la evolución de Charles Darwin, el "darwinismo social" supone la supervivencia del más fuerte, con lo que se justifica la discriminación, el racismo y otras desigualdades sociales. "Para el neoliberalismo, la ley de la libre competencia es la única válida, aunque formulada de una manera más refinada: en lugar de "survival of the fittest", lo que se entiende es: laissez faire, pero sin ningún tipo de restricción impuesto por una ética, un contrato social o una ley". Véase Kurnitzky (2002) pp. 40 y también 69.
parecía haber erradicado la
capacidad destructiva del ser humano, es decir, del ser humano educado bajo la
429 Dussel (2007) analiza el carácter de "mundial" de la gran guerra europea pues, aunque se la ha querido presentar como una conflagración mundial, en realidad la crisis ocurrió entre Europa,
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
213
influencia de una ideología de superioridad, la ideología del yo absoluto
dominador; con pena asistimos al inicio del siglo XXI con el mismo temor y la
misma intencionalidad de venganza y odio, el mismo afán destructor de la vida y
del medio ambiente con tal de sustentar un modelo de vida occidental.
No es alarmista pensar que caminamos hacia el suicidio colectivo, sobre
todo si vemos la arrogancia de los señores del dinero que no ceden ante los
argumentos que demuestran la fragilidad de los límites de la vida. Por ello, es
preciso argumentar a favor de la solidaridad. No es sólo una buena intención, ni un
puro voluntarismo práctico. El proceso de resistencia y de lucha de los pueblos, de
los movimientos sociales, ubicados desde la exterioridad, llama a una
comprensión de la existencia humana desde la experiencia donde han estado los
límites de la vida (la pobreza, la marginación, el dolor, el hambre, los sin techo, sin
tierra, sin trabajo digno, sin identidad, etc.). La solidaridad puede ser la clave de
salida de la crisis actual de la humanidad: el auténtico diálogo transversal
intercultural, el respeto por las diversas formas de vida, el vertiginoso flujo de
información para la construcción colectiva del conocimiento, la posibilidad de la
superación de toda discriminación y exclusión.
Finalmente, en el conjunto de tendencias presentadas en el último apartado
del capítulo primero, hemos querido mostrar la diversidad de argumentos, los
cuales deben entenderse arraigados siempre a un proceso histórico y político.
Ninguna escuela o tendencia puede ser entendida como un producto solamente
de la academia o de una práctica jurídica dogmática, por el contrario, las
tendencias son el resultado de un ejercicio del derecho –y de los derechos
humanos-, comprometido con un sector de la sociedad.
Algunas de las tendencias iusfilosóficas arguyen que todo discurso, para
ser auténtico, debe estar validado por la objetividad más que por un compromiso
Estados Unidos y Japón; desde luego que no se minimiza la participación de otras naciones, pero hay que tomar en cuenta que algunas fueron obligadas a tomar partido como un intercambio de intereses.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
214
ético y/o político, dado que eso sería motivo de manipulación e ideologización de
un cuerpo teórico, lo que impediría su aplicación imparcial. Aunque en parte
compartimos esta visión, consideramos que no es una razón suficiente, porque
cada escuela le da un contenido diferente a la "objetividad" de las ciencias. Por
otra parte, la clarificación de términos no consiste en un mero problema
semántico, pues no se trata de resolver un conflicto de significados sino de
contenidos, por ello apelamos a la complicidad política de ciertas escuelas que
pretenden estar aparentemente alejadas de este ámbito, pues en su aparente
objetividad e imparcialidad contribuyen al sostenimiento del statu quo. Aun con el
riesgo de parecer parcial nuestra propuesta, la asumimos como éticamente
comprometida porque consideramos importante destacar la práctica, defensa y
promoción de los derechos humanos desde los sectores empobrecidos de nuestra
sociedad, como una práctica estratégica de liberación en el actual contexto
político.
Filosofía de la Liberación en el contexto de la exclusión.
El contexto actual de exclusión es un tema que la filosofía debe analizar
críticamente, no por mera urgencia coyuntural sino por el riesgo al que se enfrenta
la viabilidad de la vida humana y ecológica en el planeta, debido a la
sobreexplotación a que está siendo sometida por el sistema neoliberal.
La crisis de los derechos humanos, como la del resto de las instituciones
del Estado moderno, no se debe a la inviabilidad de los mismos sino a la
decadencia que enfrenta el sistema neoliberal y su consecuente tiranización de las
leyes y las instituciones, en las que se ampara cínicamente para mostrar, aunque
sólo aparentemente, su inviabilidad práctica. En efecto, los derechos humanos son
una hechura de la modernidad liberal y, por lo tanto, deben ser releídos a la luz de
la otra cara de la modernidad que es la exclusión y las víctimas que genera.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
215
La modernidad enfrenta una crisis en sus fundamentos debido a que se
asentó sobre la explotación, el saqueo y el encubrimiento de los pobres. La
exclusión es una nota característica del sistema que se ostentó como la única
racionalidad válida y se impuso hegemónicamente hasta colapsar en su núcleo de
eficiencia "medios-fines".
El surgimiento de una argumentación crítica "fuera" de la Totalidad vigente,
es un esfuerzo que la Filosofía de la Liberación ha desempeñado como un servicio
para la liberación de las víctimas del sistema. Evidentemente, el desarrollo de la
Filosofía de la Liberación no ha sido lineal; la coyuntura en la que surgió planteó
ciertas exigencias que se han complejizado, sin embargo, las intuiciones con las
cuales ha ido sustentando la validez del discurso crítico, muestran una coherencia
y madurez que le ha permitido sortear diferentes críticas e, incluso, responder con
creatividad a quienes han vaticinado su desaparición o falta de actualidad.
La Política de la Liberación, en cuanto al tema de los derechos humanos se
refiere, ha mostrado que el sustento histórico de los mencionados derechos no se
limita a una fundamentación exclusivamente ética, aun a pesar de la complejidad
desarrollada por el discurso crítico de la liberación. En la madurez alcanzada, la
Filosofía de la Liberación ha elaborado una propuesta política en la que con
precisión puede desarrollar el sentido material, formal-democrático y de factibilidad
estratégica de los derechos humanos; ello quiere decir que los derechos humanos
no surgen como una mera institución o conquista de la modernidad occidental,
sino como un conquista histórica arraigada en el proceso de liberación de todos
los pueblos de la humanidad, con las salvedades que cada proceso histórico le ha
impregnado a los derechos humanos.
Nuevos derechos humanos como conquistas históricas de los excluidos
El surgimiento de nuevos movimientos sociales, en los cuales se expresa la
urgencia de establecer un nuevo orden que garantice los derechos humanos sin
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
216
excepciones, hace que sea fundamental una reflexión sobre los nuevos derechos
como derechos de los pobres. Los movimientos sociales, en su larga trayectoria,
han comprobado su eficacia no por el número de victorias conseguidas, sino por la
forma de reconstituir las fuerzas políticas y obligar a las oligarquías a renunciar a
sus privilegios; aunque los cambios no son perpetuos, sí es posible una
transformación parcial y profunda.
En su apartado crítico, la Política de la Liberación postula la voluntad de
poder como voluntad de vida de las víctimas del sistema. El consenso crítico de
las víctimas, traducido a la configuración de una nueva hegemonía o consenso de
movimientos sociales, configura al actor político por excelencia, al pueblo. Sin
embargo, es importante destacar la diferencia entre lo popular y lo populista,
especialmente en este momento en que las oligarquías tachan a cualquier
movimiento social como populista, cuando ellos mismos han empleado una
política populista de control de las masas, por ejemplo; la política pública de los
gobiernos conservadores es una mala copia de la política populista de ciertos
gobiernos llamados de izquierda. En todo caso, los sectores que quieren retener el
poder y usarlo como factor de control, conciben al pueblo como una masa, y a los
movimientos sociales como masas moldeables, cada época de campaña política
electoral. Distanciados de esta concepción, entendemos al pueblo como los
movimientos que hacen confluir sus agendas sociales en búsqueda de nuevos
derechos; por ello, el pueblo está constituido por ciudadanos que se movilizan en
colectivos, en comunidad; esto es importante para ejemplificar otra forma de
ciudadanía, y no sólo la que ofrece la teoría política liberal clásica.
Existe un sin número de nuevos movimientos sociales que han irrumpido en
la escena política, rompiendo los moldes tradicionales de participación. Casos
como los de Atenco, Guerrero, Chiapas, Oaxaca, muestran a un pueblo harto de la
marginación, que se organiza por su cuenta para hacer frente a la política
secuestrada por las oligarquías. Particularmente, el caso de Oaxaca nos sirvió
para explicitar los elementos de la política de la liberación en su apartado crítico.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
217
Sin embargo, nuestra intención era rescatar los aprendizajes que el movimiento
social dejó en el pueblo oaxaqueño; a pesar de la brutal represión a la que han
sido sometidos, diferentes grupos se han reunido para evaluar la participación
dentro del movimiento, definir estrategias para mantener la organización y
recuperar los aprendizajes.
Por otra parte, aunque los logros alcanzados por el movimiento social no
fueron pocos, nuestra reflexión quiso ir más allá de ellos. El planteamiento de un
proyecto de liberación y sus requerimientos organizativos, son motivo de futuras
expresiones del movimiento social; los aprendizajes no pueden olvidarse, pero
tampoco debe olvidarse que cualquier acción social tendrá sus límites históricos,
de modo que ningún movimiento social será perfecto y las transformaciones
logradas no serán perpetuas. Hablamos por ello de la necesidad de mantener una
evaluación crítica de los movimientos sociales, en la medida que cualquier sistema
que pierda el consenso popular está destinado al fracaso; será necesaria entonces
la movilización social permanente tanto para evaluarlo como para transformarlo.
El desglose de los elementos de la política de la liberación fue necesario
para llegar al punto central de este trabajo: los derechos humanos son de
naturaleza histórica y su fundamento está dado por la movilización social
encabezada por el pueblo. Por lo anterior, fundamentaciones como el
iusnaturalismo o el iuspositivismo están rebasadas y, aunque son los argumentos
más recurrentes en los ambientes académicos, e incluso en los sectores de
defensa de derechos humanos, estos argumentos formales están distantes y
discordantes de las prácticas de los movimientos sociales. El desencuentro entre
los sectores críticos –por una parte, los movimientos sociales de corte
revolucionario y, por la otra, las organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la
promoción del desarrollo-, se hace evidente, al grado que hay un distanciamiento
que desmerece los esfuerzos de uno y otro sector, cuando sería encomiable una
articulación estratégica y crítica, capaz de impulsar las transformaciones
necesarias.
Alejandro Castillo Morga Los nuevos derechos humanos como…
218
Vemos entonces que los nuevos derechos humanos no se dan en relación
a una nueva generación de derechos -que no olvidamos- sino en cuanto a una
nueva fundamentación de teoría política de los mismos. Los nuevos derechos
humanos, como nuevas demandas, apuntan a una nueva práctica política, capaz
de transformar las instituciones políticas guiada por otros principios normativos,
que tienen como punto de partida la materialidad de las demandas de los nuevos
movimientos sociales.
Somos concientes de la necesidad de profundizar y ampliar una filosofía del
derecho de acuerdo con esta propuesta política, lo cual apenas hemos
mencionado en este trabajo. Sin embargo, antes de desarrollar dicha tarea es
importante señalar la urgencia de renovar la teoría política con que son defendidos
los derechos humanos en prácticamente todos los ámbitos de la sociedad. Esta es
la causa por la que muchas veces el discurso suena a retórica o a demagogia,
cuando no a palabras huecas, caducas y anacrónicas.
Consideramos que la exposición desarrollada apenas es un apartado de otras
reflexiones críticas que deberán desarrollarse conforme se reconfigure la acción
política de los movimientos sociales, pues no tratamos de reflexionar teorías
abstractas que no existen, sino que retomamos prácticas políticas históricas, aun
sabiendo de las desventajas y contingencias con que nos enfrentamos. Sin
embargo, ello no es motivo para suprimir las reflexiones, sino por el contrario,
hemos querido indicar lo importante que es explicitar la universalidad de los
derechos humanos en prácticas concretas y por lo tanto mejorables.
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