El Endulzamiento Del Gas Se Hace Con El Fin de Eliminar El H2S y El CO2 Del Gas Natural
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ZARAGOZA
INGENIERÍA QUÍMICA
“ALTERNATIVAS PARA EL MANEJO SEGURO Y
EFICIENTE DEL H2S CONTENIDO EN EL GAS
ASOCIADO A LA EXTRACCIÓN DEL PETRÓLEO
EN INSTALACIONES COSTA FUERA”
T E S I S
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
I N G E N I E R O Q U Í M I C O
P R E S E N T A :
JOSE FERNANDO CARRASCO LUGO
Director: I.Q. René de la Mora Medina
México D.F 2014
AGRADECIMIENTOS
A MI ASESOR, I.Q. René de la Mora Medina, por su apoyo y asesoría invaluables en la elaboración de este trabajo.
A LOS INTEGRANTES DEL JURADO, por su tiempo asesoría y participación en la revisión de este trabajo.
AL INSTITUTO MEXICANO DEL PETRÓLEO (IMP), por ser la instancia que me ha permitido un mayor desarrollo profesional y personal.
A MI PADRE, Estevan Fernando Carrasco Ortega, por su incansable esfuerzo y arduo trabajo para que yo pudiera ser un hombre de bien. Gracias papá por ser mi ejemplo a seguir y la más grande razón por la que hoy soy un profesionista.
A MI MADRE, Leticia Lugo Ramírez, por todo su esfuerzo y apoyo para que yo pudiera concretar todas mis metas. Gracias por ser la mujer fuerte y luchadora que nos ha sacado adelante a mí y a mis hermanos.
A MIS HERMANOS, Martín y Orlando, por ser una parte importante en mi vida y ser partícipes de lo que hoy he logrado.
A LOS INGENIEROS DEL IMP, Gabriel Mario Morales Urdiales, Víctor Manuel Santa Cruz Negrete, Domingo Badillo Abrego, José Isaac Muñoz Ocotero, Arturo Jorge Acuayte Soni por su apoyo y enseñanzas.
A Karina Georgina Noriega Espíndola el amor que tanta alegría me ha traído, la persona más importante que forma parte de mi vida, gracias por tu paciencia y comprensión. Te amo, eres parte de mí ser.
A MIS AMIGOS, Yesenia, Manuel y Pedro, por compartir conmigo tantos momentos agradables y por estar conmigo cuando más los he necesitado.
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Índice
OBJETIVO. ................................................................................................... 2 JUSTIFICACIÓN. .......................................................................................... 2
I. INTRODUCCIÓN. ...................................................................................... 3 II. TECNOLOGÍAS EXISTENTES DE EQUIPO DE INCINERACIÓN. ....... 9
II.1 INSTALACIONES COSTA AFUERA. ............................................... 10 II.1.1 EXTRACIÓN DE HIDROCARBUROS. .......................................... 11
II.1.2 DESCRIPCIÓN DE PLATAFORMAS MARINAS DE
PERFORACIÓN Y PRODUCCIÓN. ......................................................... 12
II.1.3 NECESIDADES DE USO DE INCINERADORES O
QUEMADORES. ...................................................................................... 17
II.2 INCINERADORES EN CAMPO. ....................................................... 22 II.2.1 TIPOS Y DESCRIPCIÓN. ............................................................. 24
II.2.2 DISEÑO Y ESPECIFICACIÓN. ..................................................... 30
II.2.3 VENTAJAS Y DESVENTAJAS. ..................................................... 50
II.3 QUEMADORES ELEVADOS............................................................ 52 II.3.2 DISEÑO Y ESPECIFICACIÓN. ..................................................... 57
III. MARCO REGULATORIO. .................................................................... 79 III.1 NORMATIVIDAD NACIONAL. .......................................................... 84 III.2 NORMATIVIDAD INTERNACIONAL. ............................................... 87
IV. MECANISMOS DE COMBUSTIÓN. .................................................... 91 IV.1 REACCIONES DE COMBUSTIÓN. .................................................. 97 IV.2 COMBUSTIÓN DEL H2S. ............................................................... 104 IV.3 CARACTERIZACIÓN DE Y DISPERSIÓN DEL H2S. ..................... 114 IV.4 CARACTERIZACIÓN DE Y DISPERSIÓN DEL SO2 Y FORMACIÓN DE LLUVIA ÁCIDA.................................................................................... 117
V. COMPARACIÓN DE TECNOLOGÍAS EXISTENTES. ....................... 120 V.1 EFICIENCIA.................................................................................... 121 V.2 COSTOS. ....................................................................................... 122 V.3 SERVICIOS REQUERIDOS. .......................................................... 125 V.4 RIESGOS Y ACCIDENTES. ........................................................... 126 V.5 EMISIONES. ................................................................................... 134 V.6 MANTENIMIENTO. ......................................................................... 136 V.6 OPERABILIDAD. ............................................................................ 139 V.7 COMPARACIÓN TECNOLÓGICA. ................................................. 146
VI. EVALUACIÓN DE LA TECNOLOGÍA PROPUESTA. ........................ 147 VI.1 EVALUACIÓN DE LA TECNOLOGÍA. ............................................ 149 VI.2 CRITERIOS A CONSIDERAR EN EL DISEÑO Y ESPECIFICACIÓN DE LA TECNOLOGÍA PROPUESTA. ....................................................... 158
CONCLUSIONES. ....................................................................................... 162 BIBLIOGRAFÍA. .......................................................................................... 164 ANEXOS. ..................................................................................................... 167
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OBJETIVO.
Se pretende sustentar que un quemador bien diseñado y especificado,
genera más beneficios que un incinerador en campo, asimismo se propone
considerar un nuevo criterio para el diseño y especificación de los
quemadores elevados, basado en la velocidad de salida de los gases ácidos.
JUSTIFICACIÓN.
La intención de esta trabajo es evaluar los problemas a los que se enfrenta la
industria petrolera en la eliminación del ácido sulfhídrico (H2S), los riesgos
asociados a su eliminación, los efectos ecológicos, los daños en salud
pública, las restricciones gubernamentales durante sus emisiones, los
beneficios que se esperan de la combustión de los gases ácidos y sus
mecanismos de dispersión.
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Capítulo l
I. INTRODUCCIÓN.
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Durante la extracción en México de petróleo crudo en las plataformas
marinas, se produce gas amargo asociado a la mezcla del petróleo líquido
extraído. La composición de este gas contiene H2S cuyas proporciones
dependen del campo explotado; en la actualidad este gas ácido alcanza hasta
un 5 % de la composición del gas producido, provocando diferentes tipos de
corrosión en equipos, tuberías y accesorios.
Para el uso de gas amargo como gas combustible es necesario eliminar el
H2S mediante un proceso denominado endulzamiento. Existen diferentes
tecnologías para el endulzamiento del gas amargo, todas eliminan el gas
ácido, produciendo lo que se denomina gas dulce y como desecho, se
obtiene una corriente de gas ácido.
Este gas ácido es enviado a los quemadores elevados con la intención de ser
incinerado en estos equipos, sin embargo los reportes muestran que la
combustión del gas ácido no es efectiva, por lo que a través del quemador
estos gases son enviados al medio ambiente para su dispersión en la
atmósfera.
El gas ácido está constituido principalmente de H2S con un porcentaje
significativo de CO2 y en menor grado pequeñas cantidades de hidrocarburos.
El ácido sulfhídrico (H2S) es un producto tóxico con un alto grado de letalidad
que difícilmente es quemado en condiciones normales. Al igual que todos los
desfogues y venteos está regulado por normas ecológicas y de sanidad,
cuyas restricciones son cada vez más estrictas.
Bajo este escenario, varias entidades de la industria petrolera nacional (y
también internacional) han propuesto que los gases ácidos como el H2S sean
quemados o incinerados en equipos especiales, cuya principal ventaja es la
conversión por combustión del H2S a SO2 garantizando hasta un 99% de
eficiencia.
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Los incineradores son equipos que demandan diferentes servicios, son
voluminosos y su operabilidad genera un riesgo a las instalaciónes, en tanto
que los quemadores elevados, aunque son equipos indispensables para la
seguridad de las plataformas, en lo que respecta a los gases ácidos, al
parecer, no son eficientes en el quemado del H2S.
El propósito de esta trabajo es evaluar los problemas a los que se enfrenta la
industria petrolera en la eliminación de estos gases ácidos, los riesgos
asociados a su eliminación, los efectos ecológicos, los daños en salud
pública, las restricciones gubernamentales durante sus emisiones, los
beneficios que se esperan de la combustión de los gases ácidos y sus
mecanismos de dispersión.
Finalmente, el trabajo pretende sustentar que un quemador bien diseñado y
especificado, genera por mucho más beneficios que un incinerador en campo,
la tesis plantea durante su desarrollo, que un sistema de incineración además
de no traer ventajas ecológicas, de seguridad o sanidad pública constituye un
gasto innecesario en la compra del paquete de inciniración, complicaciones
operativas, mantenimiento, consumo adcional de gas combustible y riesgo
asociado a la operabilidad de estos equipos.
La tesis propuesta propone considerar un nuevo criterio para el diseño y
especificación de los quemadores elevados, basado en la velocidad de salida
de los gases ácidos como un parámetro que determinará el tiempo requerido
para la combustión de estos gases, este valor estará en función del flujo y
diámetro de la boquilla del quemador seleccionada (actualmente el diámetro
de la boquilla está asociado a la velocidad de salida del gas bajo un criterio
hidráulico expresado en MACH, y determinado por la normatividad existente y
la tecnología actual de quemadores, el cálculo del diámetro de los
quemadores, actualmente no se asocia al tiempo de combustión).
Los puntos fundamentales que se determinan en esta evaluación considera:
la eficiencia de destrucción del H2S, la dispersión del H2S, la letalidad en la
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salud del personal operario, los criterios de la EPA y el consumo de gas
combustible.
Las aportaciones del trabajo, pueden resumirse en los siguientes puntos:
1. Identificación y descripción de las tecnologías existentes para la
disposición de gases ácidos.
2. Determinación de los riesgos, daños ecológicos, daños a la salud
pública y a las instalaciones provocados por la emisión de gases
ácidos.
3. Regulaciones ambientales y normas ecológicas.
4. Descripción técnica de quemadores elevados, incineradores y
equipo de detección de gases ácidos; diseño y especificaciones.
5. Filosofías y mecanismos de combustión de las tecnologías
existentes que se presentan.
6. Evaluación técnica de las tecnologías existentes y contraste de
estás.
7. Contraste y beneficios de los quemadores elevados contra los
incineradores en campo.
8. Nuevos criterios de ingeniería para el diseño y especificación de
quemadores elevados.
Este trabajo, está orientado a incrementar la seguridad operativa en
instalaciones costafuera, disminuir los efectos ambientales por las emisiones
petroleras, evitar gastos innecesarios en plataformas marinas y disminuir las
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complicaciones operativas y de manteniemiento en las instalaciones
petroleras.
El desarrollo de esta tesis comprende los siguientes puntos:
En el capítulo uno, se indica que durante la extracción del petróleo se
produce gas amargo asociado a la mezcla del petróleo extraido, se menciona
la necesidad de utilizar ese gas amargo como gas combustible para el cual se
necesita remover el acido sulfhídrico (H2S) mediante un proceso llamado
endulzamiento, este proceso genera corrientes de desecho que contiene gas
ácido, para el cual es necesario quemarlo en equipos llamados “quemadores”
o “incineradores”.
En el capítulo dos, se describe de manera general el funcionamiento de las
instalaciones costa fuera (plataformas de perforación y producción), además
se presentan las tecnologías existentes empleadas para el quemado de
gases ácidos, especialmente los quemadores elevados y los incineradores de
gas, su operabililidad, sus filosofías y una tabla comparativa de ventajas y
desventajas de ambos. Adicionalmente se describe brevemente su
metodología de diseño y la especificación de los mismos.
El capítulo tres, presenta el marco regulatorio; Normatividad mexicana (NRF,
NOM y NMX), normatvidad internacional (EPA, ISO, OSHA).
El cuarto capítulo, trata sobre los mecanismos de combustión y las variables
consideradas en las tecnologías analizadas. Características técnicas y
sanitarias de las sustancias involucrados en este proceso; H2S, SO2 y gases
de combustión. Tambien se revisan los mecanismos de dispersión de estos
gases y sus efectos primarios y secundarios en su medio ambiente y salud
pública. En este capítulo se analiza qué tanto ganamos al convertir el H2S a
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SO2, para que posteriormente este se convierta a H2SO3 que constituye el
compuesto principal de la lluvia ácida.
En el quinto capítulo, se realiza el contraste entre un quemador elevado y un
incinerador de campo, en esta comparación se considera la eficiencia de
cada uno, la disperión, el costo, el control del sistema, los servicios
requeridos, mantenimiento, inversión y asistencia del operador.
En el sexto capítulo, se realiza la evaluación y se establecen los criterios que
deberán considerarse para la adquisión de un quemador que maneje gases
ácidos.
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Capítulo II
II. TECNOLOGÍAS EXISTENTES DE EQUIPO DE INCINERACIÓN.
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II.1 INSTALACIONES COSTA AFUERA.
Una de las necesidades primarias en el progreso de la civilización ha sido la
energía. Avances industriales se abastecieron, primero por el carbón,
después el petróleo y el gas. Hoy en día, el petróleo y el gas son productos
esenciales en el comercio mundial.
La exploración que en un principio comenzó en tierra se ha movido a zonas
costa fuera (offshore), en un principio, en aguas poco profundas y ahora en
aguas más profundas, debido a las posibilidades cada vez más reducidas de
nuevos yacimientos en aguas poco profundas.
Una estructura costa fuera (offshore) no tiene acceso fijo a la tierra seca y
puede ser obligada a permanecer en su posición en todas las condiciones
climatológicas que se presenten. Las estructuras costa fuera (offshore)
pueden ser fijadas al fondo marino o pueden estar flotando. Las estructuras
flotantes pueden ser amarradas al fondo del mar, posicionadas
dinámicamente por propulsores o puede estar a la deriva libremente.
Para la producción de crudo desde pozos ubicados en altamar, es necesario
instalar y operar plataformas en las cuales se utilizan instrumentos equipos y
sistemas que permitan extraer, recolectar y bombear a terminales o barcos el
crudo, condensados (gasolinas ligeras) o gas obtenidos.
Las instalaciones costa fuera, se encuentran localizadas en la Sonda de
Campeche principalmente frente a las costas de los estados de Tabasco y
Campeche. Estas instalaciones de producción de petróleo crudo y gas, se
encuentran ubicadas sobre estructuras de acero, llamadas plataformas. Estas
estructuras por su diseño pueden ser:
Trípodes: Estructura metálica de tres patas (columnas) donde generalmente
se localiza equipo para prueba de pozos o equipo para telecomunicaciones.
Tetrápodos: Estructura metálica de cuatro patas (columnas) donde
generalmente se localiza equipo de servicios y módulos habitacionales.
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Octápodos: Estructura metálica de ocho patas (columnas) donde
generalmente se localiza equipo de proceso y de servicios auxiliares para la
extracción de petróleo crudo y gas, producción de petróleo crudo, compresión
de gas amargo, tratamiento y bombeo de agua utilizada para la recuperación
secundaria.
Dodecápodos: Estructura metálica de doce patas (columnas) donde
generalmente se localiza equipo de proceso y de servicios auxiliares para
producción de petróleo crudo y compresión de gas amargo.
II.1.1 EXTRACIÓN DE HIDROCARBUROS.
La extracción, producción o explotación del petróleo se hace de acuerdo con
las características propias de cada yacimiento. Para poner un pozo a producir
se baja una especie de cañón y se perfora la tubería de revestimiento a la
altura de las formaciones donde se encuentra el yacimiento. El petróleo fluye
por esos orificios hacia el pozo y se extrae mediante una tubería de menor
diámetro, conocida como "tubería de producción".
Si el yacimiento tiene energía propia, generada por la presión subterránea y
por los elementos que acompañan al petróleo (por ejemplo gas y agua), éste
saldrá por sí solo. En este caso se instala en la cabeza del pozo un equipo
llamado "árbol de navidad", que consta de un conjunto de válvulas para
regular el paso del petróleo.
Si no existe esa presión, se emplean otros métodos de extracción. El más
común ha sido el "balancín", el cual, mediante un permanente balanceo,
acciona una bomba en el fondo del pozo que succiona el petróleo hacia la
superficie.
El petróleo extraído generalmente viene acompañado de sedimentos, agua y
gas natural, por lo que deben construirse previamente las facilidades de
producción, separación y almacenamiento. Una vez separado de esos
elementos, el petróleo se envía a los tanques de almacenamiento y a los
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oleoductos que lo transportarán hacia las refinerías o hacia los puertos de
exportación.
II.1.2 DESCRIPCIÓN DE PLATAFORMAS MARINAS DE PERFORACIÓN
Y PRODUCCIÓN.
a) Plataformas de perforación.
El crudo y gas extraídos del yacimiento de los pozos de producción, se
recolectan en una plataforma de perforación. Estas plataformas son capaces
de captar el flujo de varios pozos de producción. La plataforma de perforación
se encarga de controlar la presión de descarga de crudo-gas de cada uno de
los pozos asociados, así como del control de la "camisa" del ducto que
conecta dichos pozos a la plataforma.
El control de las variables mencionadas es importante debido a que el
rebasar niveles críticos puede conducir a situaciones difíciles e incluso
ocasionar el descontrol total del pozo. En la plataforma de perforación
además se realizan muestreos para determinar la relación de gas - crudo
proveniente de cada uno de los pozos mediante el uso de un separador de
prueba y en algunas ocasiones esta plataforma juega el papel de enlace con
plataformas de perforación más distantes.
Las plataformas de perforación tienen como función, realizar la perforación de
los pozos, extraer y separar las corrientes de crudo y gas, además de su
medición, para poder integrar estas corrientes a las plataformas de
producción y compresión respectivamente. Generalmente, la perforación se
realiza mediante equipo marino fijo, el cual está integrado por paquetes,
localizados en el segundo nivel de la plataforma. En la figura 2.1 se muestra
un diagrama de bloques de la plataforma de perforación.
Paquete de lodos.
Paquete de líquidos,
Paquete de bombas.
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Paquete de almacenamiento.
Paquete de máquinas (motogeneradores)
Torre o mástil de perforación, localizada en la zona de pozos.
Paquete habitacional.
Helipuerto.
Una vez realizada la perforación de los pozos, el equipo de perforación es
retirado y llevado a otra estructura. Una vez retirado el equipo de perforación,
el equipo de proceso instalado en el primer nivel de la plataforma queda
operando.
Pozos productores o inyectores.
Separador de prueba con medición de crudo y gas.
Separador de crudo y gas.
Envío del crudo por ducto a otra instalación, con dispositivos de
limpieza (trampa de diablos).
Envío del gas por ducto a otra instalación, con dispositivos de limpieza
(trampa de diablos).
Figura 2.1 Diagrama de bloques plataforma de perforación. (Jose Fernando
Carrasco Lugo).
POZO MEDICIÓN
SEPARACIÓN
ENVIO DE GAS-ACEITE PRODUCCIÓN
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Figura 2.2 Plataforma perforación. (http://www.publicdomainpictures.net)
b) Plataformas de producción.
Las plataformas de producción llevan a cabo la separación primaria de crudo,
gas y agua de tal manera que crudo y gas puedan ser transferidos a tierra a
través de líneas independientes.
La alimentación en dos fases (gas y crudo-agua) proveniente de la plataforma
de enlace se separa, se precalienta y envía a la primera etapa de separación
donde se separan crudo, gas y agua a alta presión. El crudo se envía a una
segunda etapa de separación donde se lleva a cabo la operación anterior a
baja presión. La corriente de crudo del separador de la segunda etapa se
deshidrata y enfría para su posterior bombeo a la plataforma de enlace.
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El gas del separador de la segunda etapa, se enfría y envía a la primera
etapa de compresión, mientras que el gas del separador de la primera etapa
se une con el gas de salida de la primera etapa de compresión, se enfría y
somete a una segunda etapa de compresión, seguida de enfriamiento y de
una tercera etapa final de compresión. El gas comprimido se enfría y separa
en dos corrientes, una de las cuales se deshidrata y envía a la plataforma de
enlace de gas, y la otra se endulza para ser utilizada como combustible en la
misma plataforma.
El agua eliminada en los drenajes a presión (descargas intermitentes
provenientes de las purgas de bombas, filtros, etc.) y en cada una de las
etapas de estabilización, se somete a un tratamiento con el fin de recuperar el
crudo arrastrado y evitar así la contaminación por la descarga de aguas
oleosas; el agua remanente es enviada al mar.
Las plataformas de producción tienen como función principal, recibir el
petróleo crudo para estabilizarlo, deshidratarlo y realizar el bombeo de éste a
través de ductos de transporte a tierra.
Las operaciones principales que se realizan en este tipo de plataforma son:
Recibo de crudo por ducto, con dispositivo de limpieza (trampa de
diablos).
Separación de crudo y gas.
Estabilización de crudo.
Deshidratación de crudo.
Bombeo de crudo.
Envío del crudo por ducto a tierra con dispositivos de limpieza (trampa
de diablos).
En la figura 2.3 se muestra un diagrama de bloques de la plataforma de
producción.
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Figura 2.3 Diagrama de bloques plataforma de producción. (Jose Fernando
Carrasco Lugo).
Figura 2.4 Plataforma de Perforación, Enlace y Producción/Compresión
(www.icai.es)
GAS-ACEITE
PERFORACIÓN GAS ACEITE
SEPARADORES
PRODUCCIÓN
COMPRESIÓN TIERRA
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II.1.3 NECESIDADES DE USO DE INCINERADORES O QUEMADORES.
Para muchos desechos, la incineración o el quemado es una elección
atractiva y necesaria para la gestión de estos residuos. En la actualidad, en
las plataformas de producción se puede contar con más de una planta
endulzadora con capacidades considerables de gas. La operación de estas
plantas endulzadoras implica la generación de una cantidad importante de
gases ácidos en las secciones de regeneración de DEA para la cual es
importante contar con la infraestructura necesaria que permita la disposición
de dichos gases ácidos de manera eficiente y segura, cumpliendo con la
normatividad vigente.
Procesos de Endulzamiento.
En una clasificación general existen dos clases de procesos de
endulzamiento regenerativos, dependiendo del tipo de agente que se utilice
para endulzar el gas amargo:
a) Procesos con agentes líquidos.
b) Procesos con agentes sólidos.
Los procesos con agentes líquidos involucran la recirculación de una solución
a contracorriente con la corriente gaseosa. La solución que se enriquece en
gas ácido, se regenera por medio de calor y/o reducción de presión.
Los procesos con agentes sólidos de endulzamiento emplean un lecho a
través del cual el gas amargo fluye para extraerle los componentes del gas
ácido. La regeneración del lecho sólido generalmente se realiza reduciendo la
presión y suministrando calor.
Los procesos de absorción líquida son los más empleados para el
endulzamiento del gas amargo.
Absorción química con un líquido.
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Proceso Extrae
H2S CO2
Medio absorbente Estado
Monoetanolamina SI SI MEA Activo
Dietanolamina SI SI DEA Activo
Trietanolamina SI SI TEA Comerc. no es
importante
Metildietanolamina SI
NO
MDEA Comerc. no es
importante
Econoamina SI SI DGA Activo
Sulfinol SI SI Sulfolane/Diisopro-
panolamina
Activo
Tabla 2.1 Procesos de endulzamiento. (Jose Fernando Carrasco Lugo).
El proceso de DEA se aplica comúnmente en el endulzamiento de gas de
refinería y líquidos amargos, estas corrientes contienen además de H2S y
CO2 cantidades apreciables de sulfuro de carbonilo y disulfuro de carbono,
contaminantes con los que la DEA no reacciona. Actualmente este proceso
se está empleando también para el endulzamiento de gas natural. Una
ventaja que tiene sobre la MEA consiste en que su presión de vapor es
menor, con lo que se tienen menores pérdidas por vaporización de la
solución.
El proceso de DEA no es selectivo y remueve tanto el H2S como el CO2. El
H2S puede eliminarse tanto en el gas como en el líquido dulce hasta una
concentración de 50 ppm, y el CO2 hasta 1,000 ppm, sin embargo, para el
tratamiento de gas natural y operando a presiones superiores a 220 psig se
obtiene el gas dulce con 4 ppm de H2S.
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A continuación se hará la descripción del proceso general que comprende el
endulzamiento de gas y líquido amargos, figura 2.5.
El gas amargo se alimenta al Absorbedor para ponerse en contacto a
contracorriente con una solución de DEA pobre (DEA regenerada) que se
inyecta por la parte superior. Por el domo del Absorbedor se obtiene gas
dulce como producto y por el fondo una solución de DEA rica (DEA con gas
ácido). En los tres primeros platos de la parte superior se recircula agua a
contracorriente con los gases ácidos, con el fin de llevar a cabo el lavado de
éstos y evitar pérdidas de DEA por arrastre. El líquido amargo se alimenta al
Contactor por la parte inferior y a contracorriente se pasa solución de DEA
pobre. El líquido dulce obtenido en el domo se envía a un Separador, donde
por diferencia de densidades se separa la DEA que eventualmente pudiera
haber sido arrastrada. La solución de DEA rica proveniente del Absorbedor se
une con la del Contactor y se envía al Acumulador de DEA rica, donde por
reducción de la presión, se separan aquellos hidrocarburos que se habían
solubilizado.
Figura 2.5 Proceso de endulzamiento.
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La solución se filtra (filtro de cartuchos) para remover los sólidos producto de
la erosión/corrosión y parte de los productos de degradación de la DEA para
posteriormente alimentarse al regenerador previo calentamiento con solución
de DEA pobre.
El gas ácido obtenido por el domo del regenerador se separa del agua
mediante condensación de ésta y se envía a recuperación a una planta de
Azufre.
La solución de DEA regenerada después de intercambiar calor con la
solución de DEA rica se enfría, se filtra (20% en volumen de la corriente) en
un filtro de carbón activado para eliminar hidrocarburos condensados,
partículas de sulfuro de fierro y de óxido de fierro, productos de degradación
de la DEA y contaminantes que son causa de corrosión y formación de
espuma, para luego alimentarse al absorbedor y al contactor, cerrándose de
esta manera el ciclo. El medio de calentamiento para proporcionar el calor
necesario para la desorción de los gases ácidos puede ser vapor saturado de
baja presión o aceite de calentamiento.
La preparación de la solución de DEA a la concentración especificada, se
hace en la Fosa de DEA y de aquí se bombea para su almacenamiento a un
tanque atmosférico. A este tanque se le inyecta una cantidad adecuada de
querosina para evitar la oxidación de la solución de DEA. Cuando en el
sistema disminuye la concentración especificada para la solución, del tanque
atmosférico se realiza una inyección de solución hasta restablecer la
concentración en el sistema.
Sección de regeneración.
- Regenerador de DEA.
En este equipo se lleva a cabo la regeneración de la solución de DEA al
separar de ella los gases ácidos mediante el calor que se desprende de la
condensación de los vapores producidos en el rehervidor, al subir la
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temperatura de la amina. Esta torre puede ser empacada o de platos. La
altura que se recomienda para el lecho empacado es de 32 ft. Para el caso en
el que se emplee una torre con platos, el número de unidades de
transferencia será de 23 del tipo válvulas. Los primeros tres platos se utilizan
para lavar el gas ácido que irá a una planta de azufre, al mismo tiempo que
se evitan pérdidas de DEA. La alimentación de la solución de DEA rica se
realiza en el plato 4. La extracción de solución hacia el rehervidor se lleva a
cabo del último plato (23). La máxima temperatura de operación en el fondo
de la torre es de 260°F (21 psig) para evitar problemas de corrosión debidos a
la degradación de la amina.
Condensador del Regenerador.
Este equipo proporciona el reflujo necesario para efectuar la regeneración de
la solución de DEA. Se recomienda una relación de reflujo en el rango de 2 a
3. La temperatura de condensación normalmente es de 120°- 100°F
dependiendo de las condiciones que se requieran en límites de batería para
la entrega del gas ácido.
Acumulador de Reflujo del Regenerador.
La función de este equipo es la de separar agua del gas ácido que sale como
producto a una planta de azufre o que se envía a quemadores. Cuando el
destino del gas ácido es a una planta de azufre se aconseja instalar en el
recipiente una malla para evitar corrosión en la tubería, lo que ocasionaría
fallas en la misma y probablemente algún accidente al personal. También
para ayudar a la separación se instalará una mampara de choque en la
entrada de la alimentación.
Rehervidor del Regenerador.
Este equipo proporciona la carga térmica necesaria para llevar a cabo la
regeneración de la amina. Esta carga térmica incluye:
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- El valor sensible requerido para elevar la temperatura de la solución de
amina que se alimenta al regenerador hasta aquella de la solución
regenerada que sale del rehervidor.
- El calor de reacción requerido para la disolución de los gases ácidos de la
amina.
- El calor de vaporización del agua que deja la sección de agotamiento y que
se condensa para retomar a la torre como reflujo.
Tanque de Almacenamiento de DEA.
Este equipo es un tanque atmosférico que tiene como función almacenar la
solución de DEA que se va a alimentar a la planta y así mismo la de
almacenar la solución de DEA total de la planta cuando ésta se encuentre en
mantenimiento.
II.2 INCINERADORES EN CAMPO.
La incineración ha sido desarrollada en el transcurso del tiempo como un
medio principal de disposición de varios tipos de desechos. Recientemente la
aplicación de la incineración para los desechos peligrosos ha tenido una gran
importancia. Desde un punto de vista ambiental, la incineración puede ser el
mejor método para disponer de ciertos desechos peligrosos. Sin embargo
aproximadamente el 60% de los desechos peligrosos puede ser incinerados
con éxito.
La incineración es un proceso que usa la descomposición térmica por
oxidación para reducir el volumen del desecho, toxico o no toxico. Un
desecho debe ser combustible para la incineración, para que sea una
disposición aplicable. Existen dos importantes condiciones de operación para
una incineración apropiada, las cuales son la temperatura y el tiempo de
residencia.
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La incineración es la combustión completa de materia orgánica e inorgánica
hasta su conversión en cenizas, la cual es usada sobre todo en el tratamiento
de residuos sólidos urbanos, industriales peligrosos y hospitalarios, entre
otros. Los productos de la combustión son cenizas, gases y partículas
tóxicas, así como calor.
Un incinerador de gases ácidos es un equipo que consta de una cámara de
combustión, una chimenea, un sistema de regulación de gas y un sistema de
monitoreo y control de quemado. El objetivo del equipo es incinerar el H2S
mediante la siguiente reacción de combustión controlada:
H2S + 3/2 O2 = SO2 + H2O + Calor combustión
Para llevar a cabo la combustión el incinerador requiere aire ya sea a través
de una tubería o alimentado en forma natural y gas combustible como apoyo
para la combustión y calentamiento de los gases de combustión. El
incinerador es uno de los equipos utilizados para la quema de gases
residuales, ya que tienen una eficiencia de conversión de H2S del 99.99%,
emitiendo a la atmósfera los gases de combustión como dióxido de carbono
(CO2), vapor de agua (H2O) y dióxido de azufre (SO2).
En comparación con un quemador, donde la combustión depende de la
composición del gas y de las condiciones ambientales, en un incinerador la
combustión se produce en un lugar cerrado que no es afectado por los
vientos, evitando el desprendimiento de partículas contaminantes a la
atmósfera.
El tipo de incinerador utilizado para disponer de un residuo peligroso tendrá
una influencia sobre las continuas emisiones expuestas en el medio ambiente
al que está expuesto. Los Incineradores operan a diferentes temperaturas,
presiones y niveles de exceso de aire y estos factores afectan las
concentraciones relativas de los componentes de los gases.
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Aunque una variedad de diseños de incineradores han sido utilizados para
eliminar los desechos peligrosos, se describirán algunas tecnologías
comerciales usadas por la industria:
a) Incinerador Térmico.
b) Incinerador Tipo Regenerativo.
c) Incinerador Tipo Recuperativo.
d) Incinerador Catalítico.
II.2.1 TIPOS Y DESCRIPCIÓN.
a) Incinerador térmico.
La incineración u oxidación térmica, es el proceso de oxidar materiales
combustibles elevando la temperatura del material por encima de su punto de
auto-ignición en la presencia de oxígeno y manteniéndolo a alta temperatura
por un tiempo suficiente para completar su combustión a bióxido de carbono y
agua. El tiempo, la temperatura, la turbulencia (para mezclado) y la
disponibilidad de oxígeno afectan la velocidad y la eficiencia del proceso de
combustión (Ver Figura 2.6).
Figura 2.6 Proceso de Combustión de un Incinerador Térmico.
(http://www.bvsde.paho.org)
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Un incinerador térmico sencillo está compuesto por la cámara de combustión,
sin incluir recuperación de calor de los gases de escape. La mayoría de las
unidades térmicas están diseñadas para proporcionar no más que un
segundo de tiempo de residencia al gas de desecho con temperaturas de 650
a 1100°C (1200 a 2000°F).
Características de la corriente de emisión:
Flujo de aire: 0.24 - 24 m3/s (500 - 50,000 PCSM).
Temperatura: 980°C - 1200°C (1800°F - 2200°F).
Carga de Contaminantes: La concentración de orgánicos en el gas de
desecho debe ser menor al límite Explosivo Inferior (25% del LIE).
Límite Inferior de Explosividad (LIE): Se define como la concentración mínima
de gas en el aire, por debajo de la cual no existe propagación de la llama al
ponerse en contacto con una fuente de ignición. Aunque un gas este en
concentración dentro de los límites de explosividad, si no hay punto de
ignición o no se alcanzó la temperatura de auto-ignición no habrá inflamación.
b) Incinerador Tipo Regenerativo.
A este tipo de incinerador también se le refiere como un oxidador térmico
regenerativo (OTR), el cual utiliza un medio de alta densidad tal como un
lecho empacado en cerámica todavía caliente de un ciclo previo para
precalentar una corriente de gas de desecho cargada de compuestos
orgánicos volátiles (VOC´s).
Los gases precalentados y parcialmente oxidados entran a una cámara de
combustión en donde son calentados por la combustión de un combustible
auxiliar (gas natural) a una temperatura de oxidación final típicamente entre
760°C a 820°C (1400°F a 1500 °F) y mantenidos a esta temperatura para
alcanzar una destrucción máxima de los VOC´s; sin embargo, se pueden
alcanzar temperaturas hasta de 1100°C (2000°F) si fuera necesario, para
eficiencias de control muy altas de ciertos VOC´s tóxicos. Los gases
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purificados y calientes salen de esta cámara y son dirigidos hacia uno o más
lechos empacados en cerámica enfriados por un ciclo anterior. El calor
proveniente de los gases purificados es absorbido por estos lechos antes de
que los gases sean ventilados al ambiente.
El lecho empacado y recalentado empieza entonces un nuevo ciclo
calentando una nueva corriente entrante de gas de desecho (Ver Figura 2.7).
Figura 2.7Proceso de Combustión de un Incinerador Regenerativo.
(http://www.marketplacelists.com)
Para el caso de los incineradores tipo oxidador catalítico regenerativo (OCR)
operan de la misma manera que un oxidador térmico regenerativo (OTR); sin
embargo, utiliza un material catalítico en vez del material de cerámica en el
lecho empacado. Esto permite la destrucción de los VOC´s a una temperatura
de oxidación más baja. Un oxidador catalítico regenerativo (OCR) utiliza un
catalizador de metal en el lecho empacado, permitiendo que la oxidación
ocurra a aproximadamente 400°C (800°F).
El requisito de una temperatura más baja reduce la cantidad de gas natural
necesario para alimentar el sistema de reducción de los VOC´s y el tamaño
total del incinerador. Los catalizadores utilizados típicamente para la
incineración de VOC´s incluyen el platino y el paladio.
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Características de la corriente de emisión:
Flujo de aire: Las velocidades típicas del flujo de aire para los incineradores
regenerativos son de 2.4 - 240 m3/s (5,000 - 500,000 PCSM).
Temperatura: Un oxidador termal regenerativo (OTR) utiliza gas natural para
calentar el gas de desecho entrante típicamente de 760°C a 820°C (1400°F a
1500°F), sin embargo, es capaz de operar hasta los 1100°C (2000°F) para
aquellos casos en donde una destrucción máxima es necesaria. Un oxidador
catalítico regenerativo (OCR) usa catalizador de metal, el cual permite que la
oxidación ocurra a aproximadamente 400°C (800°F).
Carga de Contaminantes: La concentración de orgánicos en el gas de
desecho debe ser menor al Límite Inferior de Explosividad (25% del LIE).
Otras Consideraciones:
Hay que evaluar las características de la corriente de entrada en detalle,
debido a la sensibilidad de los sistemas oxidador catalítico regenerativo
(OCR) a las cargas de entrada de materia y VOC´s, las cuales podrían causar
la desactivación del catalizador.
c) Incinerador Tipo Recuperativo.
El incinerador recuperativo está compuesto por la cámara de combustión, el
precalentador del gas de desecho y, si fuese apropiado, un intercambiador de
calor por recuperación de energía secundario (Ver Figura 2.8).
Los dos tipos de intercambiadores de calor utilizados más comúnmente son el
de “placa a placa” y el de “armazón y tubo”.
La mayoría de estas unidades se diseñan para proporcionar no más que un
segundo de tiempo de residencia al gas de desecho con temperaturas típicas
de 650 a 1100°C (1200 a 2000°F). Una vez que la unidad es diseñada y
construida, el tiempo de residencia no se cambia fácilmente, de manera que
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la temperatura de reacción requerida se vuelve una función de la especie
gaseosa en particular y del nivel de control deseado.
Figura 2.8 Proceso de Combustión de un Incinerador Recuperativo.
(http://www.inghor.es)
Características de la corriente de emisión
Flujo de aire: 0.24 - 24 m3/s (500 - 50,000 PCSM).
Temperatura: La mayoría de los incineradores de desechos son operados de
980°C a 1200°C (1800°F - 2200°F) para asegurar la destrucción casi
completa de los compuestos orgánicos en el equipo.
Carga de Contaminantes: La concentración de orgánicos en el gas de
desecho debe ser menor al Límite Inferior de Explosividad (25% del LIE).
d) Incinerador Catalítico.
Los incineradores catalíticos operan de una manera muy similar a los
incineradores térmicos/recuperativos, con la diferencia principal de que el
gas, después de atravesar el área de la flama, pasa a través de un lecho de
catalizador. El catalizador tiene el efecto de incrementar la velocidad de la
reacción de oxidación, permitiendo la conversión a menores temperaturas de
reacción que en las unidades de incineradores termales. Por lo tanto, los
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catalizadores también permiten un tamaño menor de incinerador. Los
catalizadores utilizados típicamente para la incineración de VOC´s incluyen el
platino y el paladio.
En un incinerador catalítico, la corriente de gas es introducida a una cámara
de mezclado donde también es calentada. El gas de desecho generalmente
pasa a través de un intercambiador recuperativo de calor donde es
precalentado por un gas de post-combustión. El gas calentado atraviesa
enseguida el lecho de catalizador.
El oxígeno y los VOC´s emigran hacia la superficie del catalizador por medio
de difusión gaseosa y son absorbidos en los sitios activos del catalizador
sobre la superficie del catalizador en donde enseguida ocurre la oxidación.
Los productos de la reacción de oxidación a su vez son desorbidos de los
sitios activos por el gas y transferidos de vuelta por difusión hacia la corriente
de gas (Ver Figura 2.9). Los incineradores catalíticos de lecho fijo pueden
usar un catalizador monolítico o un catalizador de lecho modular:
Figura 2.9 Proceso de Combustión de un Incinerador Catalítico.
(http://www.bvsde.paho.org)
Características de la corriente de emisión
Flujo de aíre: 0.33 - 24 m3/s (700 - 50,000 PCSM).
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Temperatura: El gas de desecho es calentado por quemadores auxiliares a
aproximadamente 320°C a 430°C (600°F a 800°) antes de entrar al lecho
catalítico. La temperatura máxima de escape de diseño del catalizador es
típicamente de 540°C a 675°C (1000°F a 1250°F).
Carga de Contaminantes: Los incineradores catalíticos han sido utilizados
efectivamente a bajas cargas de entrada; por debajo de 1 parte por millón por
volumen (ppmv) o menos.
Tal como con los incineradores termales y recuperativos, por consideraciones
de seguridad, la concentración de orgánicos en el gas de desecho debe ser
menor al Límite Inferior de Explosividad (25% del LIE).
Otras Consideraciones
Los incineradores catalíticos ofrecen muchas ventajas para la aplicación
apropiada. Sin embargo, la selección de un incinerador catalítico debe ser
considerada cuidadosamente, ya que la sensibilidad de los incineradores
catalíticos a las condiciones del flujo de la corriente de entrada de los COV y
la desactivación del catalizador limita su aplicabilidad para varios procesos
industriales.
II.2.2 DISEÑO Y ESPECIFICACIÓN.
A continuación solo se mencionara el diseño de dos de las tecnologías más
usadas el incinerador térmico y el incinerador catalítico.
a) Incinerador térmico.
La incineración térmico (ver figura 2.10) es una técnica de control de la
contaminación del aire ampliamente utilizado mediante el cual los vapores
orgánicos se oxidan a altas temperaturas. La incineración (ambas termal y
catalítica), se considera un método de disposición final en el que las
corrientes gaseosas contaminantes son convertidas y colectadas.
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Figura 2.10 Incineración térmico. [1] Control Technologies for Hazardous Air
Pollutants.
Una de las principales ventajas de la incineración es que prácticamente
cualquier corriente orgánica gaseosa puede ser incinerada de manera segura
y limpia, teniendo en cuenta el diseño, la instalación, operación y
mantenimiento. Además del alto porcentaje (99%) de eficiencia de
destrucción manejan una amplia variedad de flujos de emisión. A
continuación se presenta una metodología para estimar rápidamente el
diseño del incinerador térmico.
Las variables más importantes a considerar para el diseño de los
incineradores son la temperatura de combustión y el tiempo de residencia
porque estas variables de diseño determinan la eficiencia de destrucción en el
incinerador. Esta eficiencia también asume que hay suficiente oxígeno
presente en la cámara de combustión de manera que no se requiera aire.
Además, a una temperatura de combustión dada y tiempo de residencia, la
eficiencia de destrucción se ve afectada por el grado de turbulencia, o
mezclando la corriente de emisión y los gases calientes de la combustión, en
el incinerador. Los gases de combustión del incinerador se descargan a altas
temperaturas y contienen un valor energético de calor.
Las corrientes de emisión de los incineradores contienen vapores orgánicos
con alógenos o componentes de azufre que requieren un control adicional.
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Por ejemplo si el azufre y/o el cloro están presentes en la corriente de
emisión, el resultado es un gas que contiene dióxido de azufre (SO2) y/o
cloruro de hidrógeno (HCl). Dependiendo del grado de concentración de estos
componentes presentes en la corriente de gas y las regulaciones aplicables,
se requiere depurar para reducir la concentración de estos componentes.
Los datos necesarios para realizar un cálculo de la corriente de la emisión:
Flujo máximo.
Temperatura.
Contenido calórico.
Contenido de oxígeno.
Presencia de compuestos orgánicos halogenados.
Pre tratamiento de la corriente de emisión requerimientos de aire de
dilución.
Si la corriente de emisión contiene oxigeno/aire y vapores inflamables, la
concentración de los vapores inflamables está limitada generalmente a
menos del 25% del límite inferior de explosividad (LIE), para satisfacer los
requisitos de seguridad impuestos por las compañías de seguros. El límite
inferior de explosividad (LIE) para un vapor inflamable se define como la
concentración mínima de gas en el aire, por debajo de la cual no existe
propagación de la llama al ponerse en contacto con una fuente de ignición.
Aunque un gas este en concentración dentro de los límites de explosividad, si
no hay punto de ignición o no se alcanzó la temperatura de auto-ignición no
habrá inflamación.
En general las emisiones de las corrientes a tratar en un incinerador termal
son mezclas diluidas de compuestos orgánicos volátiles y aire y por lo general
no requieren más dilución. Para emisiones de corrientes con concentraciones
de oxigeno menores a 20% y contenido calorífico grande de 176 BTU/lb o 13
BTU/scf (en la mayoría de los casos correspondientes a la concentraciones
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flamables del vapor de aproximadamente 25% del límite inferior de
explosividad (LIE). La siguiente ecuación se puede utilizar para obtener un
valor para el aire de dilución Qd:
0 0/ 1 ....... . 2.1d dQ h h Q Ec
Donde:
Q0 = Flujo máximo, SCFM.
Qd = Requerimiento de aire de dilución, SCFM.
h0 = Contenido calorífico de la corriente de emisión, BTU/SCF.
hd = Contenido de calor deseado de la corriente de emisión.
Variables de diseño, eficiencia de destrucción.
Las siguientes tablas 2.2 y 2.3 contienen valores de la temperatura de
combustión y tiempo de residencia para los incineradores térmicos para lograr
una eficiencia de destrucción determinada.
CORRIENTE NO HALOGENADA.
Eficiencia de
destrucción requerida
(%)
Temperatura de
combustión T0(°F)
Tiempo de residencia tr
(seg)
98 1,600 0.75
99 1,800 0.75
Tabla 2.2 Variables de diseño del incinerador térmico [1] Control
Technologies for Hazardous Air Pollutants.
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CORRIENTE HALOGENADA.
Eficiencia de
destrucción requerida
(%)
Temperatura de
combustión T0(°F)
Tiempo de residencia tr
(seg)
98 2,000 1.0
99 2,200 1.0
Tabla 2.3 Variables de diseño del incinerador térmico [1] Control
Technologies for Hazardous Air Pollutants.
Se muestran dos conjuntos de valores en las tablas, un conjunto para los
flujos de emisión no halogenados y otro conjunto para los flujos de emisión
halogenados. La temperatura de combustión y los valores del tiempo de
residencia mencionados, asumen una mezcla adecuada de gases en el
incinerador y una mezcla adecuada de oxígeno en la cámara de combustión.
Los criterios establecidos en estas tablas 2.2 y 2.3 no son las únicas
condiciones para lograr las eficiencias de destrucción especificadas.
Para una eficiencia de destrucción dada, las corrientes de emisión pueden ser
incineradas a temperaturas más bajas con tiempos de residencia más largos.
Sin embargo los valores reflejados en las tablas 2.2 y 2.3 reflejan
temperaturas y tiempos de residencia encontrados en aplicaciones
industriales, basados en una eficiencia de destrucción requerida.
Puesto que el rendimiento de un incinerador térmico está altamente
relacionado con la cámara de combustión y la temperatura de salida del gas,
debe estar equipado con un sistema de seguimiento continuo de la
temperatura.
La mayoría de los vendedores rutinariamente equipa los incineradores
térmicos con tal sistema. Sin embargo, algunas unidades pueden no tener un
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sistema de vigilancia continua de la temperatura. En este caso, el revisor
debe solicitar una retroalimentación del sistema. Para obtener una indicación
del volumen de la cámara de combustión correspondiente a un tiempo de
residencia dado.
La correcta mezcla de las corrientes de gas es esencial para su correcto
funcionamiento. Desafortunadamente, la mezcla no puede medirse y
cuantificarse como una variable de diseño. Típicamente, la mezcla se mejora
y se ajusta en un incinerador después de la puesta en marcha. En última
instancia es responsabilidad del usuario para garantizar el correcto
funcionamiento y el mantenimiento del incinerador térmico, una vez que se
realice la puesta en marcha.
La tabla 2.4 contiene la combustión teórica da la cámara con temperaturas
del 99.99% de eficiencia de destrucción para varios componentes con un
tiempo de residencia de 1 segundo. Note que las temperaturas teóricas de la
tabla 2.4 son considerablemente bajas que las que se muestran en las tablas
2.2 y 2.3.
Esta diferencia de valores es porque en la tabla 2.4 son valores teóricos de
componentes específicos. Mientras los valores dados en la tabla 2.3 son
valores más generales diseñados para ser aplicables a una variedad de
compuestos y son conservativamente altos.
La tabla 2.4 se proporciona para indicar que ciertas aplicaciones específicas
pueden no requerir una temperatura tan alta en la cámara de combustión
como los que figuran en la Tabla 2.2 y 2.3. Dado que los valores indicados en
la tabla 2.4 son teóricos, pueden no ser tan precisos como los valores dados
en la tabla 2.2 y 2.3.
Como una cuestión práctica, una temperatura específica para proporcionar
una eficiencia de destrucción específica no se puede calcular a priori. Por lo
general, los proveedores de incineradores pueden proporcionar guías
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generales para la eficiencia de la destrucción basado en una amplia
experiencia.
Compuesto Temperatura de
combustión (°F)
Tiempo de residencia
(segundos)
Acrilonitrilo 1,344 1
Cloruro de alilo 1,276 1
Benceno 1,350 1
Clorobenceno 1,407 1
1,2-dicloroetano 1.368 1
Cloruro de metilo 1,596 1
Tolueno 1,341 1
Cloruro de vinilo 1,369 1
Tabla 2.3 Combustión teórica y tiempos requeridos para un 99.99% de
eficiencia de destrucción. [1] Control Technologies for Hazardous Air
Pollutants.
Las tablas 2.2, 2.3 y 2.4 se presentan para mostrar una amplia gama de
diferencia entre los valores teóricos y generales. En esencia, estas tablas se
utilizan como un sustituto para las ecuaciones de diseño relacionadas con la
eficiencia de destrucción de los parámetros de los equipo, ya que las
ecuaciones de diseño rara vez se utilizan en el análisis.
La mayoría de los problemas operativos con los incineradores térmicos
afectan al quemador. Los problemas típicos encontrados incluyen bajas tasas
de quemado, la mala atomización del combustible, flujos de aire/ combustible
pobres, suministro de aire inadecuado y extinción de la llama del quemador.
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Estos problemas conducen a bajas eficiencias de destrucción de los
contaminantes aéreos peligrosos.
Estos problemas incluyen la producción de humo o una disminución de la
temperatura de la cámara de combustión. Si un sistema incinerador térmico
comienza a mostrar estos síntomas, el operador de la instalación debe tomar
medidas inmediatas para corregir cualquier problema de funcionamiento.
Determinación de las variables de operación del incinerador.
Requerimientos de combustible suplementario:
El combustible suplementario es añadido al incinerador térmico para alcanzar
una combustión deseada (T0). Para una temperatura de combustión dada la
cantidad de calor necesaria para mantener la temperatura de combustión en
el incinerador térmico se proporciona por: (a) el calor suministrado por la
combustión del combustible suplementario, (b) el calor generado por la
combustión de hidrocarburos en la corriente de emisión, (c) el calor sensible
contenido en la corriente de emisión a medida que sale de la fuente de
emisión, y (d) el calor sensible adquirido por la corriente de emisión a través
de intercambio de calor con una corriente caliente gaseosa.
En general, las corrientes de emisión tratadas por incineración térmica son
mezclas diluidas de (VOC) y aire, y por lo general no requieren aire de
combustión adicional. Utilizando la siguiente ecuación simplificada para los
flujos diluidos para el cálculo de los requerimientos de calor adicionales
(basados en gas natural):
0 0 0 0 0
0
1.1 0.1....... . 2.2
1.1r
aire h r
f
f f ire
D Q Cp T T T hQ Ec
D h Cp T T
Donde:
Qf = Flujo del gas natural, SCFM.
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D0 = Densidad de la corriente del gas, lb/SCF.
Df = Densidad del gas combustible, lb/SCF.
Q0 = Emisión del flujo de la corriente, SCFM.
Cpaire = Significa la capacidad de calor de aire entre T0 y Tr, BTU/lb-°F.
T0 = Temperatura de combustión °F.
Th0 = Emisión de la temperatura de la corriente después de la recuperación
de calor, °F.
Tr = Temperatura de referencia, 77°F.
h0 = Contenido de calor del gas, BTU/lb.
hf = Valor bajo de calentamiento del gas natural, Btu/lb.
Se calcula el valor de Th0 utilizando la siguiente expresión si el valor para Tho
no se especifica:
0 0 0/100 1 /100 ....... . 2.3hT HR T HR T Ec
Donde:
HR = recuperación de calor en el intercambiador, %.
T0 = temperatura de la corriente de emisión, °F.
Se asume un valor del 70 por ciento de HR si no se dispone de información
acerca de este valor. El factor de 1.1 en la ecuación 2.1 es para tomar en
cuenta una pérdida estimada de calor del 10 por ciento en el incinerador.
Los requerimientos de calor suplementario se basan en la tasa de flujo de la
corriente máxima de emisión, y por lo tanto dará lugar a un diseño
conservador.
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Flujo de gas.
El gas de combustión se genera como resultado de la combustión del
combustible suplementario y la corriente de emisión. Se Utiliza la siguiente
ecuación para calcular el flujo de gas de combustión:
0 ....... . 2.4fg f dQ Q Q Q Ec
Donde:
Qfg = flujo de gas, SCFM.
Q0 = flujo de la corriente de emisión, SCFM.
Qf = flujo del gas natural, SCFM.
Qd = requerimientos de aire de dilución, SCFM.
Volumen de la cámara de combustión.
Para obtener una indicación del tiempo de residencia, el volumen de la
cámara de combustión (V0) debe calcularse. Primero la emisión del flujo de la
corriente a condiciones actuales debe ser calculada con la siguiente
ecuación.
0 460 / 537 ....... . 2.5fga fgQ Q T Ec
Donde:
Qfga = flujo actual del gas, ACFM.
Qfg = flujo de gas, SCFM (de la ecuación 2.3).
El volumen de la cámara de combustión V0 es determinada por medio del
tiempo de residencia tr, los valores de la tabla 2.2 y 2.3 y el valor de qfga que
se obtiene.
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0 / 60 *1.05....... .2.6fga rV Q t Ec
El factor de 1.05 se usa para tomar en cuenta las fluctuaciones en el flujo
como lo practican en la industria.
b) Incinerador catalítico.
El incinerador catalítico figura 2.11 es una técnica por la cual una corriente de
emisión que contenga compuestos orgánicos volátiles sean oxidados con la
ayuda de un catalizador. Un catalizador es una sustancia que acelera una
reacción a una temperatura dada sin ser apreciablemente cambiada durante
la reacción. Los típicos catalizadores usados para la incineración de los
compuestos orgánicos volátiles incluyen al platino y paladio, otras
formulaciones también se utilizan, incluyendo óxidos metálicos para
corrientes de emisión que contengan componentes clorados. La cama del
catalizador (o matriz) en el incinerador es generalmente una malla-tapete,
panal de cerámica, u otras estructuras cerámicas de la matriz estructurada
para maximizar el área de superficie del catalizador. Los catalizadores
también pueden estar en forma de esferas o gránulos. Antes de pasar a
través de la cama catalizadora, la corriente de emisión es precalentada, si es
necesario, en un precalentador de gas natural y/o por medio de intercambio
de calor con el gas de combustión.
Figura 2.11 Diagrama esquemático de un incinerador catalítico. [1] Control
Technologies for Hazardous Air Pollutants.
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Los recientes avances en catalizadores han ampliado la aplicabilidad de la
incineración catalítica. Los catalizadores que ahora existen son relativamente
tolerantes a compuestos que contienen azufre o cloro. Estos nuevos
catalizadores son a menudo óxidos metálicos simples o mixtos y son
soportados mecánicamente por un transportador mecánicamente fuerte. Una
cantidad significativa de esfuerzo se ha dirigido hacia la oxidación de
compuestos orgánicos volátiles que contienen cloro. Estos compuestos se
usan ampliamente como disolventes y desengrasantes, y con frecuencia se
encuentran en las corrientes de emisión. Catalizadores tales como el
cromo/alúmina, óxido de cobalto, y óxido de cobre/manganeso se han
demostrado para controlar las corrientes de emisión que contienen
compuestos clorados. Catalizadores a base de platino se emplean a menudo
para el control de compuestos orgánicos volátiles que contienen azufre, pero
son sensibles al envenenamiento por cloro.
A pesar de los avances en los catalizadores, algunos compuestos
simplemente no se prestan bien a la oxidación catalítica estos incluyen a
compuestos que contienen átomos de arsénico y fósforo. A menos que la
concentración de tales compuestos sea suficientemente baja, o se haga uso
de un sistema de eliminación corriente arriba, la oxidación catalítica no debe
ser considerada en estos casos.
El funcionamiento de un incinerador catalítico es afectado por los siguientes
factores: (a) temperatura de operación, (b) velocidad espacial (reciproco al
tiempo de residencia), (c) composición y concentración de los compuestos
orgánicos volátiles, (d) propiedades del catalizador, (e) presencia de
venenos/inhibidores en la corriente de emisión. En el diseño del incinerador
catalítico, las variables importantes son la temperatura de operación en la
entrada de la cama del catalizador, la temperatura aumenta a través de la
cama del catalizador, y la velocidad espacial suponiendo que hay suficiente
oxígeno. La temperatura de operación para una eficiencia de destrucción en
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particular depende de la concentración y composición de los compuestos
orgánicos volátiles en la corriente de emisión y el tipo de catalizador utilizado.
La velocidad espacial se define como el flujo volumétrico de las corrientes
combinadas de gas (por ejemplo corriente de emisión + combustible
suplementario + aire de combustión) la cama del catalizador está dividida por
el volumen de la cama. Así como la velocidad espacial también depende del
tipo de catalizador usado. A una velocidad espacial dada, incrementa la
temperatura de operación a la entrada de la cama del catalizador
incrementando la eficiencia de destrucción. Los incineradores catalíticos
pueden lograr una eficiencia de destrucción de compuestos aéreos peligrosos
de alrededor del 95% con velocidades espaciales en el rango de 30,000–
40,000 hr-1, usando metales preciosos como catalizadores o 10,000-15,000
hr-1, usando metales como catalizadores.
El funcionamiento de los incineradores catalíticos es sensible a las
características de contaminantes y condiciones de proceso (por ejemplo
fluctuaciones de flujo). Después de la oxidación de la corriente de emisión, la
energía en los gases de combustión que salen de la cama del catalizador se
puede recuperar de varias maneras, incluyendo: (a) el uso de un
intercambiador de calor recuperativo para precalentar la corriente de emisión
y/o aire de combustión, o (b) mediante el uso de la energía disponible para
los requisitos de calor de proceso (por ejemplo, el reciclaje de los gases de
combustión para el proceso, producción agua caliente o vapor, etc). En el
intercambio de calor recuperativo, sólo un precalentamiento limitado es
posible debido a la elevación de la temperatura a través de la cama del
catalizador, como resultado de la combustión de los compuestos orgánicos
volátiles en la corriente de emisión. Altas temperaturas de precalentamiento
acompañadas por un incremento de temperatura a través de la cama del
catalizador conducir altas temperaturas en la cama del catalizador, causando
un sobrecalentamiento en la cama del catalizador y eventualmente pierde su
actividad.
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Los datos necesarios para realizar un cálculo de la corriente de la emisión:
Flujo máximo, SCFM.
Temperatura, °F.
Contenido calorífico, BTU/lb o BTU/SCF.
contenido de oxígeno, %.
Pre tratamiento de la corriente de emisión:
Requerimientos de aire de dilución.
En general, la aplicación de un incinerador catalítico es empleada para la
dilución de corrientes de emisión. Si la corriente de emisión con una alta
concentración de contaminantes orgánicos volátiles, son tratadas por el
incinerador catalítico que pueden generar suficiente calor tras la combustión
para desactivar el catalizador. Por lo tanto, es necesario reducir la
concentración de los compuestos orgánicos volátiles diluyendo la corriente de
emisión con el aire. Estos valores de corte se suelen tomar de una
publicación de la EPA.
Típicamente la concentración de los vapores inflamables en las corrientes de
emisión contienen aire que se limitan a menos del 25% del límite inferior de
explosividad (LIE) correspondiendo a un valor calorífico de 176 BTU/lb/ o 13
BTU/SCF por requerimientos de seguridad. Para corrientes de emisión que
sean mezclas o gases inertes y componentes orgánicos volátiles, se sume
que la aplicación de un incinerador catalítico es aplicable si el contenido de
calor de la corriente de emisión es menor o igual a 15 BTU/SCF.
De lo contrario el aire de dilución será requerido para reducir el contenido de
calor a niveles por debajo de estos valores de corte. Por ejemplo 10 y 15
BTU/SCF). Para corrientes de emisión que no puedan ser caracterizadas
como aire + compuestos orgánicos volátiles o inertes + mezclas de
compuestos orgánicos volátiles se aplica el valor más conservativo de corte
de 10 BTU/SCF para determinar los requerimientos de aire de dilución.
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Los requerimientos de dilución pueden ser calculados con la siguiente
ecuación:
0 0/ 1 ....... . 2.7d dQ h h Q Ec
Donde:
Qd = Requerimientos de aire de dilución, SCFM
h0 = Contenido calorífico de la corriente de emisión, BTU/SCF.
hd = Contenido calorífico deseado de la corriente de emisión, BTU/SCF.
Tomando en cuenta que el aire de dilución cambiara los parámetros de la
corriente de emisión.
Variables de diseño, eficiencia de destrucción.
La tabla 2.5 presenta los valores y límites de las variables de diseño de un
sistema de incinerador catalítico para lograr una eficiencia de destrucción del
95% sugerido. La mayoría de los incineradores catalíticos que actualmente se
venden están diseñados para lograr una eficiencia del 95 %.
Eficiencia de
destrucción
requerida (%)
Temperatura
en el
catalizador
entrada de la
cama Tci (°F)
Temperatura
en el
catalizador
salida de la
cama Tco (°F)
Velocidad espacial (hr -1)
95 600 1,000-1,200 Metal Metal
precioso
98-99 600 1,000-1,200 10,000-15,000
30,000-40,000
Tabla 2.5 Variables de diseño para un incinerador catalítico. [1] Control Technologies for Hazardous Air Pollutants.
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En casos seleccionados, los incineradores catalíticos pueden alcanzar
eficiencias del orden de 98 a 99 %, pero las pautas generales para
velocidades espaciales en estas eficiencias no se pueden encontrar. Para
aplicaciones específicas, otras temperaturas y velocidades espaciales pueden
ser apropiadas dependiendo del tipo de catalizador empleado y las
características de la corriente de emisión (es decir, composición y
concentración).
Por ejemplo, la temperatura del gas de combustión que sale de la cama del
catalizador puede ser menor que 1,000 °F para los flujos de emisión que
contienen compuestos fácilmente oxidables y aun así lograr la eficiencia de la
destrucción deseada.
La eficiencia de destrucción para un compuesto dado puede variar
dependiendo de los compuestos orgánicos volátiles en la corriente de
emisión, o es parte de una mezcla de compuestos orgánicos volátiles. La
eficiencia de destrucción para un compuesto dado en diferencia de las
mezclas de los compuestos orgánicos volátiles puede variar con respecto a la
composición de la mezcla.
El funcionamiento de un incinerador catalítico depende en gran medida de la
temperatura y la presión diferencial a través de la cama del catalizador
suponiendo una temperatura de operación correcta en la entrada de la cama
del catalizador. La diferencial de temperatura o un aumento a través de la
cama del catalizador es el índice de referencia fundamental para un sistema
de incineración catalítica, ya que indica directamente la oxidación de
compuestos orgánicos volátiles. La diferencia de presión a través de la cama
del catalizador sirve como una indicación del volumen presente en el
catalizador. La caída de presión disminuye con el tiempo.
Para asegurar el funcionamiento adecuado del sistema, se recomienda que
tanto el aumento de temperatura sobre la cama del catalizador y la caída de
presión a través de la cama del catalizador sean controlados continuamente.
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Actualmente la mayoría de vendedores incluyen un monitoreo continuo de
estos parámetros como parte de un paquete.
Determinación de las variables de operación del incinerador.
Requerimientos de combustible suplementario.
El combustible suplementario se añade al sistema de incineración catalítica
para proporcionar el calor necesario para llevar la corriente de emisión hasta
la temperatura de oxidación catalítica necesaria (Tco) para un nivel deseado
de eficiencia de destrucción. Para una Tco dada, la cantidad de calor adicional
que se necesita es proporcionada por: (a) el calor suministrado por la
combustión del combustible suplementario, (b) el calor sensible contenido en
la corriente de emisión, ya que entra en el sistema de incinerador catalítico, y
(c) el calor sensible ganado por la corriente de emisión a través de
intercambiado de calor con el calor de combustión del flujo de gas.
Dado que los flujos de emisión tratados por la incineración catalítica son
mezclas diluidas de compuestos orgánicos volátiles y aire, por lo general no
requieren de aire de combustión adicional. Antes de realizar cálculos los
requisitos de calor suplementarios, la temperatura del gas de combustión que
sale de la cama del catalizador (Tco) debe ser estimado para asegurar que
una velocidad de reacción global adecuada se puede lograr para dar la
eficiencia de destrucción deseada sin dañar los catalizadores. En otras
palabras Tco cae en un intervalo de 1,000 °F- 1,200 °F para asegurar una
eficiencia de destrucción alta sin dañar el catalizador. La siguiente ecuación
es utilizada para calcular Tco esta ecuación asume 50 °F de incremento de
temperatura para 1 BTU/SCF de contenido calorífico:
050 ....... . 2.8co ciT T h Ec
Donde:
h0 = contenido calorífico de la corriente de emisión, BTU/SCF.
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En esta expresión, se asume el contenido calorífico de la corriente de
emisión, y la combinación de la corriente de gas.
Para determinar Tco que se encuentra en el rango de 1,000 °F-1,200 °F. Si
esto es verdadero entonces el valor inicial de Tci es satisfactorio. Si Tco es
menor que 1000 °F se debe de usar la siguiente ecuación para determinar el
apropiado valor para Tci (por encima de 600 °F) y se debe usar el nuevo valor
de Tci en los cálculos.
01 50 ....... . 2.9ciT h Ec
El valor de Tci obtenido de la ecuación 2.9 es usado en la ecuación 2.10.
Para los incineradores catalíticos, se asume un 50% de eficiencia en el
intercambiador de calor, mientras que para la incineración térmica se asume
un 70% de eficiencia en el intercambiador. Para calcular los requerimientos
de calor suplementario (basados en el gas natural como combustible), se
utiliza la siguiente ecuación simplificada para la dilución de corrientes de
emisión que no requieren de aire para la combustión adicional:
0 0 01.1 0.1
....... . 2.101.1
aire ci h r
f
f f aire ci r
D Q Cp T T TQ Ec
D h Cp T T
Donde:
Qf = flujo del gas combustible, SCFM.
D0 = densidad de la corriente de emisión, lb/ft3 (típicamente 0.0739 lb/ft3).
Df = densidad del gas combustible (0.0408 lb/ft3).
Q0 = flujo de la corriente de emisión, SCFM.
Cpaire = calor específico medio del aire en un intervalo de temperatura dado,
BTU/lb-°F.
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Tci = temperatura combinada de la corriente de gas entrando a la cama del
catalizador, °F.
Tr = temperatura de referencia, 77 °F.
Th0 = temperatura de la corriente de emisión después del recuperador de
calor, °F.
hf = valor bajo de calentamiento del gas natural, BTU/lb.
Note que para el caso de no contar con un recuperador de calor Th0 = T0. El
factor 1.1 se estima para una pérdida de calor del 10 por ciento en el
incinerador. Los requerimientos de calor suplementario están basados en la
emisión de un flujo máximo y por lo tanto dará lugar a un diseño conservador.
En contraste con la incineración térmica, no hay ningún requisito de calor
suplementario especificado para la incineración catalítica ya que no se
necesita combustible para la estabilización de la llama. Dependiendo de la
concentración de los contaminantes aéreos peligrosos, la temperatura de la
corriente de emisión, y el nivel de recuperación de calor, los requisitos de
calor suplementario pueden ser cero cuando se emplea la recuperación de
calor.
El cálculo de Th0 se determina de la siguiente ecuación si el valor para Th0 no
se especifica.
0 0/100 1 /100 ....... . 2.11h coT HR T HR T Ec
Flujo combinado de la corriente de gas entrando a la cama del
catalizador.
Para calcular la cantidad requerida de catalizador, el flujo combinado de la
corriente de gas (corriente de emisión + productos de la combustión de
combustible suplementarios) a la entrada de la cama del catalizador tiene que
ser determinado. Usando la siguiente ecuación:
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0 ....... . 2.12com r dQ Q Q Q Ec
Donde:
Qcom = flujo de la corriente combinada de gas, SCFM.
Q0 = flujo de la corriente de emisión, SCFM.
Qf = flujo del gas natural, SCFM.
Qd = requerimientos de aire de dilución, SCFM.
Flujo del gas dejando la cama del catalizador.
Con el fin de determinar los costos para los incineradores, se debe determinar
la tasa de flujo de gas de combustión que sale de la cama del catalizador.
Supongamos que la velocidad de flujo de la corriente de gas combinada que
entra en la cama del catalizador es aproximadamente igual a la velocidad de
flujo del gas de combustión que sale de la cama del catalizador en
condiciones estándar.
El cambio de volumen a través de la cama del catalizador debido a la
combustión de lo contaminantes aéreos peligrosos en la corriente de gas
mixta es pequeña, especialmente cuando se tratan corrientes de emisión
diluidas. Por lo tanto: Qfg = Qcom
Donde:
Qfg = flujo del gas dejando la cama del catalizador, SCFM.
Cuando se calculan los costos, se asume que el incinerador catalítico está
diseñado para un mínimo Qfg de 2,000 SCFM. Por lo tanto si Qfg es menor
que 2,000 SCFM, Qfg se define como 2,000 SCFM.
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En algunos casos, los costos de operación se basan en la tasa de flujo de gas
de combustión en condiciones actuales. Sin embargo, si es necesario la
siguiente ecuación se puede usar para convertir de SCFM a ACFM:
460 / 537 ....... . 2.13fga fg coQ Q T Ec
Donde:
Qfga = flujo de gas a condiciones actuales (ACFM).
Requerimientos para el catalizador de la cama.
El volumen total del catalizador requerido para una eficiencia de destrucción
dada se determina a partir de la velocidad espacial de diseño de la siguiente
ecuación:
60 / ....... . 2.14bed comV Q SV Ec
Donde:
Vbed = volumen requerido del catalizador de la cama, ft3.
II.2.3 VENTAJAS Y DESVENTAJAS.
a) Incinerador térmico.
Ventajas:
Tiene una eficiencia de hasta el 99.9999%. Los incineradores térmicos
son la mejor selección cuando se necesitan altas eficiencias y el gas
de desecho está por encima del 20% del límite inferior de explosividad
(LIE).
Desventajas:
Los costos de operación del incinerador térmico es relativamente alto
debido a los costos del combustible suplementario.
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Los incineradores térmicos no están bien indicados para corrientes con
flujo altamente variable debido al tiempo reducido de residencia y al
mezclado deficiente durante condiciones de flujo incrementado, los
cuales disminuyen por completo la combustión. Esto causa que la
temperatura de la cámara de combustión descienda, y de este modo
disminuya la eficiencia de destrucción (Ref. EPA, 1991).
Los incineradores, en general, no son recomendables para controlar
gases que contengan compuestos que contienen halógeno o azufre
debido a la formación de gases altamente corrosivos. En tales casos,
pudiera ser necesario instalar un sistema de tratamiento de gases
ácidos de post-oxidación, dependiendo de la concentración en la salida
(Ref. EPA, 1996a).
b) Incinerador catalítico.
Ventajas.
Menores requisitos de combustible.
Menores temperaturas de operación.
Pocos o ningún requisito de aislamiento.
Peligros de incendio reducidos.
Problemas reducidos de retroceso (flashback).
Menor volumen / tamaño requerido.
Desventajas.
Costo inicial alto.
Es posible el envenenamiento del catalizador.
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El catalizador usado que no pueda ser regenerado pudiera necesitar
ser desechado.
II.3 QUEMADORES ELEVADOS.
Es frecuente encontrar en la literatura técnica el término de "flare", el cual se
asocia directamente a un quemador de campo. Un "flare", es un quemador de
campo especialmente diseñado para quemar en forma segura gases de
desecho durante una operación normal o de emergencia, originados en
refinerías, plantas químicas, terminales de almacenamiento, tuberías y
servicios de producción, incluyendo instalaciones costa fuera. Los
quemadores de campo se pueden clasificar en; quemadores elevados,
quemadores encerrados. Algunas de las consideraciones principales de
seguridad en el diseño de un quemador de campo son; propiedades el fluido
y masa a relevar, emisión de humo, estabilidad de flama, arrastre de líquidos,
radiación térmica, riesgo de explosión, nivel de ruido, partes mecánicas
movibles, espacio para su instalación, costos de instalación y operación, etc.
El hecho de que los quemadores sean elevados reside principalmente en
mantener la flama y el calor generado que la misma irradia lo suficientemente
alejado de los equipos de proceso y zonas de operación, de tal manera que
no resulten dañados la infraestructura y el personal operativo, además de que
los gases contienen en la mayoría de los casos sustancias tóxicas que se
tienen que dispersar. Un quemador elevado consiste de una chimenea, la
cual puede ser guiada con una estructura soporte o auto soportado, con una
boquilla de quemado, quemadores pilotos, con un sistema de gas
combustible asociado, un ignitor y dispositivos auxiliares. Los sistemas de
quemado son usados comúnmente para disponer gases y vapores por
combustión en una atmosfera abierta. El objetivo del quemado es convertir, a
través de la oxidación, de los combustibles en la corriente del gas para ser
oxidados de una manera segura. En el caso de los hidrocarburos, los
productos más deseables son el dióxido de carbono y el vapor de agua. Un
buen diseño debe tener en cuenta las cuestiones de seguridad, así como las
emisiones de otros contaminantes de humo, incluido el ruido, la radiación y el
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olor. El quemado de una manera segura también es una preocupación para la
industria pública y los gobiernos. Un sistema de quemado básicamente forma
parte de un sistema de relevo de seguridad, pero si está bien diseñado,
puede funcionar como sistemas de control de emisiones con altas eficiencias
de combustión.
II.3.1 Tipos y descripción.
Los quemadores pueden ser agrupados bajo las siguientes categorías.
a) vertical.
Los quemadores verticales generalmente están orientados para el fuego en
ascenso o hacia arriba. El punto de descarga es en una posición
relativamente elevada con respecto a los alrededores y/o equipos cercanos.
Existen muchos tipos de soporte para los quemadores verticales los cuales
son:
Auto - soportado.
En la figura 2.12 se muestra un diseño mecánico y estructural de un
quemador auto soportado.
Figura 2.12 Quemador auto soportado. [20] API standard 537 first edition.
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Guiado.
Un quemador elevado con el apoyo de cables. Los cables están unidos a la
estructura del quemador, para limitar la deflexión de la estructura. Los cables
(guy-wires) son típicamente posicionados en un plan triangular para
proporcionar un soporte fuerte, ver figura 2.13.
Figura 2.13 quemador guiado. [20] API standard 537 first edition.
Soporte “derrick”.
Estructura de acero que soporta uno o más quemadores elevados.
1) Derrick fijo. El quemador está permanentemente soportado por la
estructura. la unta puede ser mantenida por una grúa. el quemador
debe estar fuera de servicio cuando se retira la punta ver figura 2.14.
2) Derrick desmontable (múltiples secciones elevadas).
El quemador está montado a una estructura ascendente, para permitir
un grado de servicio. Este grado permite un nivel de acceso hacia el
quemador. Muchos Derrick desmontables son diseñados para soportar
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múltiples quemadores elevados. El Derrick puede ser diseñado de
manera que todos los quemadores, excepto el que está siendo
mantenido, puede ser operado durante el mantenimiento.
Figura 2.14a Derrick fijo. [20] Figura 2.14b Derrick múltiple desmontable.
[20] API standard 537 first edition.
La figura 2.14a ilustra un Derrick con una sección simple desmontable en una
posición normal de operación. Con secciones superiores levantadas
ligeramente en el inicio de la operación de descenso ver figura 2.14b, durante
el proceso de reducción de la sección inferior ver figura 2.14c y con la sección
inferior completamente bajada ver figura 2.14d.
3) Derrick desmontable (sección simple elevada).
Un Derrick con un simple cable (riser), utilizando un sistema guía el
cual permite que el quemador se eleve. La figura 2.15 ilustra un Derrick
con una sección simple desmontable en una posición normal de
operación (A), durante el proceso de descenso (B), y completamente
bajado para permitir un nivel de acceso hacia el quemador (C).
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Figura 2.15 Derrick desmontable (sección simple elevada). [20] API standard
537 first edition.
b) Quemadores horizontales.
Los líquidos y gases a quemar son transportados mediante una tubería hacia
el quemador horizontal, que descargan en un pozo de excavación ver figura
2.16.
Figura 2.16 Quemadores horizontales. [20] API standard 537 first edition.
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c) Quemadores enclaustrados.
Los quemadores enclaustrados son construidos para ocultar la flama a vista
directa. Pueden reducir el ruido y minimizar la radiación.
A diferencia de un incinerador una amplia cobertura es inherente a estos
sistemas. El flujo normal permite la facilidad para la puesta en marcha,
apagado, y operar sobre una base diaria sin exposición a la flama del
quemador.
A veces múltiples etapas son usadas en el quemador enclaustrado, la figura
2.17 ilustra un quemador enclaustrado.
Figura 2.17 Quemador enclaustrado. [20] API standard 537 first edition.
II.3.2 DISEÑO Y ESPECIFICACIÓN.
a) Quemadores elevados.
Los componentes principales y opcionales para un quemador elevado son:
Quemador (flare burner) con o sin capacidad de supresión de humo.
Pilotos.
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Pilotos de ignición.
Detectores de flama a pilotos (opcional).
Flotabilidad o velocidad de sello (opcional).
Estructura de soporte.
Tanque “Knock-out drum” (opcional).
Arrestador de flama/detonación (opcional).
Sello líquido (opcional).
Tubería.
Sistema de control para la supresión de humo (opcional).
Sopladores (opcional).
Flujo, composición, contenido de calor o video monitoreo (opcional).
Escaleras (enjaulado o con sistema de seguridad para escalar) y
plataformas (opcional).
Escudos para la radiación de calor (opcional).
Escudos para la lluvia (opcional).
El diseño de un quemador debe aproximarse desde un punto de vista
sistemático. Cada uno de los criterios de diseño debe ser evaluado por su
impacto en otros criterios, los principales criterios de diseño para un sistema
de quemado son los siguientes:
1) Quema efectiva fiable.
La combustión efectiva es necesaria para reducir emisiones hasta niveles
permitidos.
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2) Hidráulica del sistema.
La hidráulica del sistema debe ser suficiente para que se distribuya todo el
gas de desecho y gas combustible auxiliar. La presión del sistema no puede
exceder la presión máxima permisible de trabajo a cualquier causa de relevo,
venteo o servicios suministrados.
3) Eliminación de líquidos.
Los líquidos deben ser removidos para prevenir una combustión pobre, gotas
de líquido quemándose, y obstrucción del quemador (flare burner).
4) Infiltración de aire.
La infiltración de aire dentro del sistema puede causar daño o lesiones para
todo el equipo cercano, estructuras y personal.
5) Supresión de humo.
La supresión de humo puede ser requerida donde las consideraciones
ambientales o estéticas lo ordenen.
6) Ruido y luz visible.
El ruido y la luz visible se deben limitar a los niveles permitidos. El diseño del
sistema debe considerar a comunidades cercanas al quemador.
Equipos que componen un quemador elevado.
1) Quemador (flare burner).
Su diseño debe proporcionar la descarga segura del flujo máximo de gas
relevado a la caída de presión permisible del sistema. El quemador (flare
burner) mezcla combustible y aire a velocidades turbulentas y
concentraciones requeridas para establecer y mantener una correcta ignición
y una combustión estable. El quemador (flare burner) enciende y los vapores
descargados en el proceso, para una condición de arranque y emergencia.
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Este dispositivo mecánico debe controlar el proceso de combustión de las
condiciones específicas de relevo, y debe producir la eficiencia de
destrucción/combustión deseada.
2) Quemador sin asistir.
Un quemador sin asistir es usado donde no se requiere la quema sin humo.
La ignición de la flama del quemador es producida por los pilotos. Los pilotos
se encienden por un sistema de ignición de piloto. El quemador sin asistir
puede tener dispositivos mecánicos u otros medios para mantener una flama
estable. El encendido de la descarga de gas es inicialmente encendido por la
interacción con las flamas de los pilotos. Una vez que el piloto se enciende el
quemador estabiliza la flama, el quemador debe mantener la estabilidad de la
flama sobre el rango de diseño de operación.
La flama producida por un quemador sin asistir será función de la
composición de gas de relevado y la velocidad de salida del gas. A
velocidades altas del gas, la energía de descarga del gas jalara el aire de
combustión dentro de la flama, y producirá una flama corta que tiene una gran
resistencia para la deflexión ocasionada por el viento. A una baja velocidad
de salida del gas, el aire será principalmente atraído a la flama por la
flotabilidad de los productos de combustión calentados. Una flama flotante es
típicamente suave, larga y más afectada por el viento, que una flama que
utiliza altas velocidades de salida de gas.
La velocidad baja de salida de gas y la flotabilidad dominando la flama
pueden ser empleados para una combustión exitosa de un valor bajo de
calentamiento del gas de relevo. La velocidad alta de salida del gas puede ser
empleada para el relevo de gases de hidrocarburos de alto valor de
calentamiento o gases relevados ricos en hidrogeno.
El ruido de la combustión en el quemador es influenciado por la velocidad de
salida del gas. Incrementando la cantidad relevada del gas la velocidad de
salida puede producir una mayor turbulencia de combustión y tener niveles de
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ruido de combustión altos. El nivel de ruido de combustión es realizado
cuando el quemador (flare burner) se le permite operar a una velocidad de
salida del gas, donde ocurre una inestable combustión. La combustión
inestable es definida como una flama que se ilumina.
La acción del viento a flujos bajos de quemado puede producir quemado
interno y/o flamas externas que permanecen unidas en el quemador (flare
burner). El quemador (flare burner) debe ser diseñado para resistir los efectos
de dicho quemado interno y las flamas externas. Revestimientos refractarios
internos se emplean a veces para mitigar los efectos térmicos de un quemado
interno. Los revestimientos refractarios reducen el alto gradiente térmico que
produce abolladuras en el quemador (flare burner). Las abolladuras en el
quemador (flare burner) es la primera señal de casi todas las fallas en el
quemador (flare burner).
3) Quemador asistido por vapor.
La estabilización de la flama para para un quemador asistido por vapor es
similar al quemador descrito anteriormente. El equipamiento para el vapor
asistido no debe interrumpir los mecanismos básicos de estabilización de la
flama en el quemador (flare burner) y puede en algunos casos ser hecho para
asistir la estabilización de la flama, las velocidades de salida del gas son
limitadas para el quemador asistido por vapor (flare tip).
La inyección potencial de vapor diluye los gases de relevo, incluso
operándolo con un flujo mínimo de purga, por consiguiente requieren más
mezcla de gas combustible para lograr una eficiencia de destrucción
deseada. La flama producida por un quemador asistido por vapor es función
de la característica de los gases relevados, la velocidad de salida del gas y el
diseño de la inyección del vapor.
El quemador asistido por vapor es utilizado para controlar la formación de
humo que acompaña a los gases de hidrocarburos relevados. Las funciones
de inyección de vapor para producir la combustión sin humo por educción de
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aire de combustión, por consiguiente incrementa la turbulencia en la flama del
quemador. La adición del aire de combustión y la turbulencia pueden producir
una flama característica sin humo donde se produce una flama más corta e
intensa. Estas flamas tendrán una gran resistencia para la deflexión
ocasionada por el viento y puede reducir fracciones de radiación.
La cantidad requerida de vapor para un quemado sin humo es una función de
la composición del gas, el tamaño del quemador y el diseño, el diseño del
inyecto de vapor y la presión de operación y las condiciones ambientales.
Mientras que el vapor asistido mejora la combustión de los gases relevados
que producen humo adversamente hará el mismo efecto para la combustión
de los gases con alto nivel de inertes.
El relevo de los gases con altos niveles de inertes para un quemador asistido
por vapor puede requerir un gran valor calorífico para mantener la estabilidad
requerida de la flama y la eficiencia de destrucción de hidrocarburos.
El vapor a menudo es inyectado en la descarga de los gases relevados en la
punta del quemador (flare burner). Típicamente, es empleado un anillo de
vapor que tiene un número de boquillas de inyección o ranuras. El diseño y la
ubicación para las boquillas de inyección varían debido a los diferentes
diseños que proporcionan los fabricantes. El consumo de vapor varia
ampliamente en función particular del gas que está siendo quemado y los
diseños de fabricantes del quemador.
La función de inyección de vapor en la parte superior del quemador es para
proporcionar aire y fuerza a la descarga de los gases de relevo en el
quemado. El patrón de inyección de vapor también debe mejorar la mezcla de
aire y combustible y puede agregarse en el momento de la descarga de los
gases de relevo. El vapor y el aire actúan para diluir el contenido de
hidrocarburos combustibles contenidos también reduce la tendencia de humo.
El vapor de agua también puede participar en la cinética de combustión que
ayuda a la conversión del carbono en monóxido de carbono.
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Aire comprimido u otros gases a alta presión, incluyendo vapores de
hidrocarburo con peso molecular ligero, pueden ser usados en un anillo de
vapor, pero el vapor es el medio más efectivo. La adición efectiva del vapor
desde una parte superior utilizando un anillo de vapor incrementa la
turbulencia en la combustión, el nivel de ruido de combustión incrementara.
También se producirá ruido en las boquillas de vapor. Los quemadores
asistidos por vapor pueden tener un incremento significativo en los niveles de
ruido en comparación con quemadores que no están asistidos por vapor.
Se debe de poner mucha atención al flujo de vapor que se inyecta, si se
agrega muy poco vapor al quemador se producirá una flama ligera y tendera
a ser de flexionada por el viento.
Una inyección alta de vapor proporcionara una flama fuerte limpia y no habrá
deflexión ocasionada por el viento, la inyección de vapor a altos flujos
ocasionara un incremento del nivel de ruido. Si se excede en los flujos de
inyección de vapor producirá una inestabilidad en la combustión acompañada
de un ruido excesivo de quemado. Si se sobre excede el flujo puede extinguir
la flama.
4) Quemador asistido por aire.
Los quemadores asistidos por aire son utilizados cuando se requiere un
quemado sin humo. Esto es utilizado cuando no se dispone de vapor. Los
quemadores asistidos por aire a menudo emplean distribuidores de gas para
promover el mezclado de los gases relevados con un soplador a baja presión
que suministra el flujo de aire.
La flama producida por una baja presión, en el quemador asistido por aire es
una función de una mezcla de energía combinada de la descarga de los
gases relevados y la fuerza ocasionada por la velocidad del flujo de aire.
Típicamente la baja presión de aire en el soplador distribuye solo una fracción
estequimetrica sin humo flujo del consumo de aire de combustión. Esta
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fracción de aire es usada para promover el mezclado con la descarga de los
gases de relevo.
El flujo de quemado sin humo y la característica de la flama de alguna
manera es ajustado por la cantidad de aire de combustión utilizado y por la
energía de descarga. La altura para un quemador asistido por aire debe ser
diseñado limitando los casos cuando el quemador pueda ser requerido para
operar sin asistencia de aire. Este caso puede producir una gran radiación.
La principal preocupación con la operación de un quemador asistido por aire
es el diseño hidráulico para el sistema de quemado (la caída de presión
permitida y los límites de velocidad de combustión de la flama) y las
características de quemado de la flama deseada.
El quemado sin humo es alcanzado con un suministro de aire forzado. La
cantidad y velocidad del flujo de aire forzado puede ser proporcionado para el
flujo de gas por un soplador. Alternamente, el flujo de aire forzado puede ser
controlado por pasos, por el uso de múltiples sopladores.
El sistema de soplado debe ser diseñado para proporcionar un flujo y una
velocidad del aire al quemador considerando la distribución de aire en el
sistema. La potencia del soplador debe ser seleccionado con respecto a la
distribución del aire más denso (temperatura ambiente más fría). Sopladores
de todo tipo, incluidos axiales, centrífugos, etc. Han sido utilizados para el
quemador asistido por aire.
5) Quemador a alta presión.
Los quemadores a alta presión son utilizados donde se requiere un quemado
sin humo y los gases de relevo son descargados del quemador a alta presión.
La presión requerida depende de la composición del gas, el diseño del
quemador y otros factores. La presión del gas relevado es convertida en
energía cinética para promover el arrastre de aire y el mezclado que produce
la quema sin humo.
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La flama de los quemadores a alta presión puede ser estabilizada usando
efectos aerodinámicos de la descarga de los gases de relevo. A menudo no
se necesitan dispositivos mecánicos de retención de flama. Como un
quemador a alta presión opera con velocidades de salida alta de gas la
composición de gas quemado con este equipo debe ser rica en hidrocarburo
combustible contenido y/o hidrogeno.
La tecnología del quemador a alta presión no bebe ser usada para la
estabilidad de combustión de gases limitados de relevo, tales como los que
contienen alto contenido de inertes. Para los casos de gas relevado con
suficiente contenido de hidrocarburo combustible, los quemadores de alta
presión han mostrado una muy alta eficiencia de destrucción de hidrocarburos
excediendo un 98%.
La flama producida por un apropiado diseño y operando el quemador a alta
presión, convierte la presión del gas en energía cinética que entra y la mezcla
de aire de combustión con el combustible para producir una flama sin humo
que es resistente a la deflexión ocasionada por el viento. El uso adecuado de
la energía de presión de gas requiere que la energía cinética del gas tiene
acceso a arrastrar aire de combustión. Para algunos tipos de flujo de gas y
composiciones esto requiere el uso de múltiples boquillas o distribuidores de
gas.
La tecnología de un quemador de alta presión es particularmente efectiva
para las instalaciones de producción de gas y petróleo. Los quemadores a
alta presión pueden reducir en gran medida la radiación de la flama emitida
por el quemador.
La operación de un quemador a alta presión tiene como objetivo primordial
que el flujo de la descarga del gas relevado desde la punta del quemador
ocurra con el diseño hidráulico para el sistema de quemado (con la caída de
presión permisible y los límites de velocidad de combustión de la flama).
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Si se utilizan múltiples boquillas, estas boquillas deben estar ubicadas para
asegurar un encendido adecuado de la descarga de gas desde cada boquilla.
La composición del gas y/o flujos bajos no son compatibles con el diseño del
quemador de alta presión deben ser evitados.
La operación de un quemador a alta presión producirá ruido en la combustión
(debido a la alta intensidad de la flama producida). La operación de un
quemador a alta presión produce flamas que son dominadas por la energía
cinética del gas descargado. Estas flamas no son afectadas por el efecto del
viento.
6) Pilotos.
El piloto debe encenderse de manera viable. Si el piloto falla los
hidrocarburos sin quemar y/o gases tóxicos pueden liberarse hacia la
atmosfera, potencialmente resultando en una nube de vapor explosiva,
problemas de olor y efectos adversos a la salud. En la mayoría de la
aplicación de los quemadores elevados, el piloto no puede tener servicio o
remplazamiento cuando el quemador está en operación.
El sistema piloto debe ser lo suficientemente confiable para operar durante
años sin mantenimiento, ver figura 2.16.
Existen muchos diseños de pilotos. La mayoría se puede describir como la
liberación de calor fijo, auto-inspirada, pre-mezclada. Las principales ventajas
de este tipo de pilotos son:
La fiabilidad del piloto depende solo de un servicio (por ejemplo gas
combustible) desde que el aire es auto-inspirado.
El tipo de diseño pre-mezclado permite una mayor estabilidad y
fiabilidad en relación con el gas crudo o el tipo de difusión de la flama.
En algunos casos, los pilotos pre-mezclados con aire comprimido tienen que
ser usados en lugar del piloto del tipo inspirado. En adición para el suministro
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de gas combustible pilotos de aire comprimido dependen de la fiabilidad del
sistema de aire comprimido Para utilizar de forma segura los pilotos de aire
comprimido, se debe hacer un esfuerzo para garantizar que la instalación se
realiza a través de una de las siguientes condiciones:
El sistema de aire comprimido tiene la suficiente fiabilidad. La
probabilidad de falla del piloto debido a la falta de suministro de aire es
aceptablemente bajo.
El quemador se puede tomar inmediatamente fuera de servicio si el
sistema de aire comprimido falla
La función del piloto automáticamente se revertirá a inspirado si el
suministro de aire comprimido falla.
Un ajuste independiente de piloto inspirado es instalado como apoyo.
Con el fin de garantizar una operación e ignición estable para el quemado del
gas la recomendación mínima de calor liberado por el piloto es 13.2 MW
(45,000 BTU/hr), cuando los gases de hidrocarburo se queman con un valor
bajo de calentamiento de 11175 KJ/Nm3 (300 BTU/SCF) o mayor. El calor
liberado por el piloto en rangos de práctica común oscila en los 102.5 MW
(350,000 BTU/hr).
El piloto debe permanecer encendido y mantener la ignición en el quemador
con vientos que van desde los 160.9 Km/hr (100 mph) bajo condiciones secas
y 136.7 Km/hr (85 mph) cuando se combina con 2 pulgadas de lluvia por
hora. El número de pilotos requeridos es una función del diámetro del
quemador, para quemadores pequeños un solo piloto 13.2 MW (45,000
BTU/hr) el piloto encenderá de manera fiable el gas en el quemador.
Sin embargo, cabe señalar que si sólo se utiliza un único piloto, un solo fallo
del piloto representaría un fallo completo del sistema de encendido. El
número mínimo de pilotos recomendado para la mayoría de los quemadores
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esta dado en la tabla 2.6. Como función del diámetro del quemador (flare
burner) tamaño de la conexión actual, no diámetro hidráulico. Cuando los
gases de hidrocarburo se queman con un valor bajo de calentamiento de
11175 Kj/Nm3 (300 BTU/SCF) o mayor.
Número mínimo de
pilotos recomendado
Diámetro del quemador
(mm)
Diámetro del quemador
(in.)
1 Arriba de 200 Arriba de 8
2 Arriba de 600 Arriba de 24
3 Arriba de 1050 Arriba de 42
4 Arriba de 1500 Arriba de 60
Tabla 2.6 Número mínimo de pilotos recomendados para la mayoría de los
quemadores. [20] API standard 537 first edition.
Mientras que el número mínimo recomendado de pilotos para un quemador
de 200 mm (8 in) o menos es solo uno, se puede alcanzar una mayor
fiabilidad si por lo menos son instalados dos pilotos en cada quemador.
Figura 2.16 Piloto. [20] API standard 537 first edition.
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b) Quemador enclaustrado.
Hay circunstancias en las que es deseable que la totalidad o parte de una
carga a quemar sea dispuesta de alguna manera que cause el mínimo de
perturbación para la localidad inmediata.
1. Para eliminar o reducir la radiación de calor a equipos cercanos o
áreas de trabajo.
2. Para reducir el ruido.
3. Para hacer menos visible la flama del quemador.
4. Para lograr potencialmente emisiones mejoradas.
La flama producida por el quemador enclaustrado quema el gas desde u
quemador colocados tan cerca del suelo como sea posible para garantizar un
buen funcionamiento. Las flamas resultantes están ocultas a simple vista por
un muro o cámara que rodea al quemador. Lo alto de la cámara se encuentra
abierto a la atmosfera y el fondo de la cámara esta echo para permitir el
ingreso de aire para la combustión. Es común para la cámara estar rodeada
por protección contra el viento para modificar el efecto del viento cruzado
sobre el proceso de combustión y para prevenir acceso no autorizado.
Un sistema de quemador enclaustrado tiene un número de componentes
clave, estos son:
Cámara de combustión.
Quemadores.
Sistema de tubería.
Protección contra el viento.
Control operacional y de seguridad.
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La flama producida por un quemador enclaustrado es más compleja que un
simple instalado de una tubería de quemado dentro de una cámara de
combustión. El diseño de este quemador requiere ingeniería del proceso de
combustión, con consideraciones para el flujo de aire dentro de la cámara de
combustión y el flujo de gas desde la cámara. El diseño de los quemadores
tiene un desarrollo especial para los requerimientos de la combustión de la
flama del quemador enclaustrado.
Tamaño de la cámara de combustión y forma.
La cámara de combustión de un quemador encerrado necesita
consideraciones para dar el tamaño de la flama. El tamaño de la flama es
función del diseño del quemador, la caída de presión del lado del aire, la
energía de descarga del gas, el combustible y condiciones de aire. Las flamas
pequeñas pueden producirse con el uso de mayor energía de aire y gas.
La cámara de combustión típicamente diseñada para resultados en liberación
de calor volumétrico aproximadamente de 1.12 M Kj/Nm3 (30,000
BTU/Hr/Ft3). El diseño del calor volumétrico liberado es función del diseño y
tamaño del quemador, la geometría de la cámara de combustión,
composición del gas relevado y otros factores. La flama larga de un
quemador enclaustrado opera a capacidad más allá de 90,000 kg por hora
(200,000 libras por hora). La flama pequeña de un quemador enclaustrado
opera a capacidad solo a unos pocos cientos de libras por hora de flujo de
gas de relevado.
La cámara de combustión puede ser configurada en muchos formas
incluyendo cilíndrica vertical, rectangular y con varios lados. La elección de la
forma incluye un número de procesos, seguridad, preocupaciones
estructurales y económicas. Fabricación del sitio y los factores económicos a
menudo son de suma importancia en la selección de la forma de un
quemador encerrado.
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La parte superior de la cámara de combustión es normalmente abierta para la
descarga gas. Ninguna de las formas de la cámara de combustión tiene una
ventaja inherente en la mitigación del ruido en la combustión ver figura 2.18.
Figura 2.18 Quemador enclaustrado. [20] API standard 537 first edition.
Quemadores.
Los quemadores y el sistema de control de quemado para los quemadores
enclaustrados esta ingeniado específicamente para flujo de gas y
composición. Los quemadores pueden ser in asistir, asistidos por vapor,
asistidos por aire o energizados por presión para producir un quemado sin
humo y para asistir el control del volumen de la flama. Los quemadores
pueden enriquecerse con gas combustible para alcanzar una eficiencia de
combustión deseable para un valor bajo de calentamiento y una fuerte
combustión de los gases relevados.
Todos los quemadores enclaustrados, a excepción de los más pequeños en
tamaño, los quemadores múltiples típicamente operan en sistema de etapas.
Los quemadores típicamente tienen una combustión variada de la
composición del gas y el flujo. Los sistemas con etapa y sin etapa de
quemado necesitan diferentes consideraciones de diseño. Con un sistema de
quemado por etapas, sólo la primera etapa rechaza el flujo de purga. Además
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de que el quemado proporciona el control de la energía del gas descargado
en los quemadores para asegurar un mezclado apropiado del combustible
con el aire y por lo tanto el control del volumen de la flama.
Grandes flujos de gas a presiones de descarga bajas producen flamas más
suaves y largas, tales flamas pueden ser difíciles de contener en la cámara
de combustión y tienen una propensión a producir humo y mala combustión.
Si se utiliza un sistema de quemado sin etapa entonces todos sus
quemadores requieren rechazar el flujo mínimo de purga.
El diseño de los quemadores para el quemador enclaustrado es
proporcionado por los fabricantes. El diseño del quemador debe considerar:
Se ingeniado para los flujos de gas relevado y su composición, los
posibles rangos de presión y temperatura de los gases.
Considerar los servicios que estén disponibles para la operación del
quemador.
Considerar las condiciones de operación conocidas.
Operar flujos de aire y velocidades con los rangos diseñados.
Lograr el nivel deseado de las emisiones de combustión de flama con
volúmenes que están contenidos dentro de la cámara de combustión.
Producir flamas estables para todas las condiciones y composiciones
de flujo de gas relevado.
Experiencia con el diseño del quemador operando como parte de un diseño
completo de quemador enclaustrado es recomendado. El diseño del flujo de
aire dentro de la cámara de combustión establece la distribución y velocidad
con la cual el aire es mezclado con la descarga del combustible. Una vez que
el quemador principal es establecido, el quemador debe ser estable y
mantener una ignición continua de la flama. La estabilidad de la flama de un
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quemador principal no debería tener que depender totalmente de la flama del
piloto. La estabilidad de la flama en el quemador es proporcionada por el
fabricante.
Flujo de gas combustible y aire.
El diseño de un quemador enclaustrado debe proveer el flujo de aire dentro
de la cámara de combustión y el flujo de los gases calientes saliendo de la
cámara de combustión. El calor producido en el proceso de combustión es
absorbido por largas cantidades de aire en exceso de manera que la
temperatura del gas de combustión resultante es lo suficientemente baja para
permitir el uso de materiales refractarios comunes.
El flujo de aire en la cámara de combustión puede ser por tiro natural o tiro
forzado. El tiro natural es a menudo lo más empleado en tamaños largos de
quemadores enclaustrados. El nivel de tiro natural producido a cualquier flujo
quemado es función de:
Flujo de gas, composición y calor liberado.
Dinámica del flujo de aire dentro de la cámara de combustión.
Perdidas de presión por fricción y como se propaga al flama.
Flujo a través de la cámara de combustión.
La pérdida de presión de los gases de los gases de combustión que
salen de la cámara.
Dimensiones de la cámara de combustión.
Estos factores pueden ser ingeniados para un desempeño del quemador
desde flujos mínimos hasta flujos máximos. La cámara de combustión opera
a un máximo de temperatura y es ajustada por la ingeniería. Para tiro natural
la temperatura de la cámara de combustión en el quemador encerrado a
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cualquier flujo menor que el máximo será menor y el exceso de aire operando
será mayor. Los quemadores enclaustrados pueden obtener una mayor
combustión y eficiencia de destrucción con el quemador contenido en una
cámara de combustión.
El tiro natural del flujo de aire puede también ser controlado por el uso de
amortiguadores u otros medios para controlar el flujo de aire en la cámara de
combustión. El control del flujo de aire puede permitir el control de la cámara
de combustión operando la temperatura sobre la variación del flujo de gas
relevado y la composición. El control de la temperatura de combustión puede
alcanzar una mayor eficiencia de destrucción de hidrocarburos.
El movimiento de aire de tiro forzado puede ser usado para múltiples
propósitos en los quemadores enclaustrados.
1. Algunos diseños de aire asistido usan aire forzado para suplemento de
la energía de la flama, ocasionando una flama sin humo y reduciendo
su volumen.
2. Diseños para un 100% de volumen de aire de tiro forzado son
controlables, y así controlar la temperatura de combustión en la
cámara del quemador enclaustrado.
El uso excesivo del tiro forzado en el quemador enclaustrado puede contribuir
al ruido, resonancia y preocupación de vibraciones. El uso de un ventilador de
tiro forzado impacta en la disponibilidad de todo el sistema.
El flujo de gas desde el quemador enclaustrado ocurre a temperatura de
operación dada en la cámara de combustión. Típicamente el factor de la
temperatura domina la dispersión de los productos de la combustión. Si el
volumen de la flama es contenido con la cámara de combustión, es muy
pequeña la posibilidad de medir la radiación térmica desde la pluma. El flujo
del gas a través del quemador, el flujo de aire dentro de la cámara de
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combustión y el flujo de los gases calientes saliendo de la cámara de
combustión, todo debe ser diseñado para un exitoso quemador encerrado.
Protección contra el viento.
Los quemadores enclaustrados con tiro natural utilizan protección contra el
viento u otros diseños para mitigar el apagado potencial por el viento. EL flujo
uniforme de aire en todos los lados del quemador es importante para
conseguir un control de la combustión.
La protección contra el viento en los alrededores del quemador protege a la
entrada de aire y es diseñado para permitir el flujo de aire distribuyéndose
hacia los quemadores. Sin protección contra el viento, el viento puede
perturbar el tiro natural de la cámara de combustión. Esto puede resultar en
flamas saliendo de la base del quemador enclaustrado, ver figura 2.19.
La protección contra el viento también ofrece seguridad y protección al
personal de la radiación y las superficies externas de la cámara de
combustión, el interior de la superficie de la protección contra el viento y todos
sus componentes dentro de la cámara de combustión deben ser ingeniados
para temperaturas que se experimentaran a partir de la radiación térmica de
las flamas visibles.
El acceso del personal dentro de la protección contra el viento en la operación
de un quemador enclaustrado está restringido. La protección contra el viento
también aísla la toma de aire para el quemador enclaustrado desde el entorno
del nivel de suelo adyacente. La elevación de la toma de aire puede mitigar la
posible ignición de combustibles de hidrocarburos a nivel del suelo (nube de
vapores).
Este es un importante factor para localizar el quemador enclaustrado en la
cercanía de almacenamiento de hidrocarburos o equipo de proceso.
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Figura 2.19 Protección contra el viento. [20] API standard 537 first edition.
II.3.3 Ventajas y Desventajas
a) Quemador elevado.
Ventajas
1.- El quemador elevado requiere una área menor debido a su alta elevación
puede estar situado dentro de un área de proceso o en la periferia del sitio de
la planta, ya que los efectos de radiación y la concentración de contaminantes
puede mantenerse dentro de los límites permisibles.
2.- El costo de la tubería suele ser bajo.
Desventajas
1.- El costo de operación inicial es demasiado alto.
2.- El mantenimiento es difícil y tedioso.
3.- La visibilidad de la flama.
4.- El sistema requieren más vapor para producir un brote sin humo.
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5.- El nivel del ruido es relativamente alto.
b) Quemador enclaustrado.
Ventajas.
1.- No requiere una estructura de soporte.
2.- La construcción es relativamente sencilla y requiere partes ligeras.
3.- El mantenimiento es fácil.
4.- La flama del quemador no es visible ya que está escondida en una
cámara. Se requiere menos vapor para producir un brote sin humo, el
quemado produce una flama no luminosa relativamente debido a la
combustión controlada.
Desventajas.
1.- Deben estar bien aislados del resto de la planta y de las líneas de
prioridad, por lo que requiere un espacio considerable y tuberías de
interconexión largas.
2.- La concentración de los gases tóxicos es relativamente alta, debido a que
la combustión se realiza a nivel de suelo.
3.- Utiliza atomización de agua, esto a menudo es evitado por un alto
consumo de agua, además de la posibilidad de extinguir el quemado de
pilotos.
4.- Existe un potencial daño a la instrumentación ocasionado por la
atomización del agua.
La selección del tipo de quemador y los factores para el diseño deben estar
influenciados por la disponibilidad del espacio, características del gas a
quemar (por ejemplo la composición, cantidad y el nivel de presión), los
costos de operación.
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En general, los quemadores elevados se recomiendan con más frecuencia. A
pesar de las numerosas ventajas de los quemadores de suelo, el requisito de
la gran área requerida y el correspondiente alto costo inicial lo hace menos
atractivo que al sistema del quemador elevado. Sin embargo, en algunos
casos, la visibilidad de la flama, dependiendo de las regulaciones locales,
podría ser el factor determinante.
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Capítulo III
III. MARCO REGULATORIO.
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El impacto del quemado de interés nacional e internacional, es uno de los
problemas energéticos y ambientales más difíciles que enfrenta el mundo hoy
en día. En las instalaciones donde existe el quemado existe una gran presión
para eliminar el humo y reducir la contaminación a la atmosfera. Una de las
fuentes de contaminación es el humo, que resulta de una insuficiente
aireación de la flama de los hidrocarburos. El humo es producido por el
agrietamiento y reacciones de polimerización que toman lugar en regiones de
la flama donde el oxígeno es carente, y existen altas temperaturas.
Los productos químicos intermedios de tales reacciones y las partículas de
carbón emiten una fuerte radiación en la banda infrarroja y contribuyen
significativamente a la radiación emitida por el quemador. El humo puede ser
eliminado por la improvisación de mezclado de aire atmosférico (oxigeno)
dentro del quemador, desde que las reacciones de oxidación son
cinéticamente muy rápidas estas implican la formación de humo precursor. La
reducción en las partículas de carbón y automáticamente reduce la radiación
emitida.
Igualmente es de suma importancia la dispersión del ácido sulfhídrico (H2S) y
el SO2 (dióxido de azufre). El ácido sulfhídrico (H2S) es toxico, corrosivo e
inflamable a concentraciones de 10 – 500 PPM, causa dolores de cabeza, tos
y dolor en vías respiratorias, mareo, nausea e irritación ocular. La exposición
a concentraciones de 500 – 700 ppm causa un moderado envenenamiento.
La inhalación a concentraciones mayores a 700 ppm provoca un paro
respiratorio. Por otro lado, el dióxido de azufre (SO2) es muy irritante debido a
su formación de ácidos sulfurosos y sulfúricos en contacto con tejidos
húmedos y las membranas mucosas. Las exposiciones agudas son,
afortunadamente, poco frecuente, pero dan lugar a una intensa irritación de
los ojos y en el sistema respiratorio.
El grado en que los contaminantes descargados de diversas fuentes
concentrados en un área particular dependen de las condiciones
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meteorológicas. Incluso si la descarga total de contaminantes a la atmósfera
en un área determinada se mantiene constante día a día, el grado de
contaminación del aire puede variar ampliamente debido a las diferencias en
las condiciones meteorológicas y sólo las condiciones climáticas pueden
desencadenar un episodio de contaminación del aire.
Por lo tanto, es necesario el conocimiento de las condiciones climáticas
locales y algunas condiciones meteorológicas para evaluar la intensidad de la
contaminación del aire. Las condiciones meteorológicas importantes que
influyen en la contaminación del aire son:
Dirección y velocidad del viento: El viento en o cerca del punto de descarga
lleva los contaminantes lejos de la fuente. La velocidad del viento es la
principal fuente de dispersión horizontal.
Altura de la mezcla: La altura de mezcla puede ser definida como la altura
sobre la superficie de la tierra a la cual los contaminantes relacionados se
ampliarán, principalmente a través de la acción de la turbulencia atmosférica.
La estabilidad atmosférica y la temperatura: En condiciones normales la
temperatura disminuye en la dirección hacia arriba. Esto hace que el
movimiento de flotación de aire, que mejora inestabilidades atmosféricas, la
mezcla y dispersión de contaminantes en dirección vertical. Si este no es el
caso, habrá menos movimiento y los contaminantes se mantendrán en el
nivel del suelo. La clase de estabilidad atmosférica va desde la A hasta la F,
donde A: extremadamente inestable, B: moderadamente inestable, C: un
poco inestable, D: neutral, E: estable, y F: muy estable.
Una norma se define como la especificación técnica establecida con la
cooperación y el consenso o la aprobación general de todas las partes
interesadas, basada en los resultados conjuntos de la ciencia, la tecnología y
la experiencia.
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Los documentos emitidos son:
Jurídicos: Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos,
tratados y convenios internacionales, leyes y reglamentos.
Administrativos: Políticas, bases y lineamientos.
Técnicos: Normas oficiales mexicanas, normas mexicanas, normas
internacionales y normas de referencia.
Las características de un documento normativo son:
Emitidos por comités de normalización o áreas con facultades y
atribuciones en la materia.
Objetivo específico o propósito regulatorio.
Alcance o ámbito de aplicación claro y específico.
Cubren una necesidad regulatoria.
En cuanto a la organización de documentos normativos se muestra en la
figura 3.1
Figura 3.1 Organización de los documentos normativos.
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Para aplicar correctamente los marcos normativos es importante tener
siempre en cuenta lo siguiente:
La jerarquía de los documentos normativos.
La clasificación de los documentos normativos (genéricos, específicos,
externos, internos).
Una norma oficial mexicana (NOM), es una regulación técnica de observación
obligatoria que establece reglas, especificaciones, atributos, características o
prescripciones aplicables a un producto, proceso, instalación, sistema,
actividad, servicio o método de producción u operación, y como finalidad.
Proteger la seguridad de las personas.
Proteger la salud humana, animal o vegetal, el medio ambiente general
y laboral y preservación de los recursos naturales.
Información al consumidor o usuario.
Proteger las vías generales de comunicación.
Apoyos a las denominaciones de origen.
La norma mexicana (NMX), regulación de aplicación voluntaria que constituirá
referencia para determinar la calidad de los productos o servicios,
particularmente para la protección y orientación de los consumidores.
La elabora un organismo nacional de normalización privado.
Son de aplicación voluntaria, salvo que los particulares manifiesten que
sus productos, procesos o servicios son conforme a las mismas o
cuando las NOM´s requieran su observación para fines determinados.
La norma de referencia (NRF), es una norma emitida por las entidades de la
administración pública federal (PEMEX, CFE, IMSS, etc.), conforme al
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artículo 67 de la LFMN (ley federal sobre metrología y normalización). Se
emiten cuando las normas oficiales mexicanas, normas mexicanas o
internacionales no cubran los requerimientos de las entidades o bien, las
especificaciones contenidas en dichas normas se consideren inaplicables u
obsoletas.
Una norma internacional es la norma que elabora un organismo internacional
dedicado a la normalización y el cual ha sido reconocido por el gobierno de
México en los términos del derecho internacional, algunas de ellas son:
ISO: Organización internacional de normalización.
IEC: Comisión electrotécnica internacional.
NFPA: Asociación Nacional de Protección contra Incendios.
ASTM: Sociedad Americana para Pruebas y Materiales.
ASME: Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos.
API: Instituto Americano del Petróleo.
III.1 NORMATIVIDAD NACIONAL.
Existen un número de normas aplicables en nuestro país las cuales son:
Norma Oficial Mexicana NOM-137-SEMARNAT-2003.
Esta Norma Oficial Mexicana tiene por objeto establecer las especificaciones
y los requisitos del control de emisiones de las plantas desulfuradoras de gas
y condensados amargos, así como los métodos de prueba para verificar el
cumplimiento de la misma.
Esta norma es de observancia obligatoria para todos los responsables de
plantas desulfuradoras de gas amargo y condensados amargos en todo el
territorio nacional, con excepción de aquellas cuya capacidad nominal sea
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menor a 2 toneladas al día, de las ubicadas en plataformas marinas, así como
de las plantas utilizadas en las refinerías de petróleo. Esta norma permite una
emisión de H2S a la atmósfera menor de 10 ppm en volumen para
endulzadoras de gas. Y una eficiencia mínima del 98 % en las plantas
recuperadoras de azufre para cualquier capacidad. Y permite que el gas
ácido restante que no se alcanza a recuperar como azufre sea incinerado
para convertirlo a SO2.
NOM-085-SEMARNAT-2011.
Esta norma establecer los niveles máximos permisibles de emisión de humo,
partículas, monóxido de carbono (CO), bióxido de azufre (SO2) y óxidos de
nitrógeno (NOx) de los equipos de combustión de calentamiento indirecto que
utilizan combustibles convencionales o sus mezclas, con el fin de proteger la
calidad del aire. Es de observancia obligatoria para las personas físicas o
morales responsables de las fuentes fijas de jurisdicción federal y local que
utilizan equipos de combustión de calentamiento indirecto con combustibles
convencionales o sus mezclas en la industria, comercios y servicios.
No aplica en los siguientes casos: Equipos con capacidad térmica nominal
menor a 530 megajoules por hora, equipos domésticos de calefacción y
calentamiento de agua, turbinas de gas, equipos auxiliares y equipos de
relevo. Tampoco aplica para el caso en que se utilicen bioenergéticos.
En esta norma se establece los niveles máximos permisibles de emisión a la
atmósfera de humos, partículas suspendidas totales, bióxido de azufre y
óxidos de nitrógeno para fuentes fijas que utilizan combustibles fósiles
sólidos, líquidos o gaseosos o cualquiera de sus combinaciones. Es de
observancia obligatoria para el uso de los equipos de calentamiento indirecto
por combustión, e igualmente sólo en emisiones de bióxido de azufre, para el
uso de los equipos de calentamiento directo por combustión.
En esta norma se indica que se exceptúan los quemadores industriales de
campo, el sistema de regeneración de las plantas de desintegración catalítica,
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las plantas recuperadoras de azufre y los procesos de calentamiento directo
que producen bióxido de azufre adicional al proveniente del combustible.
NRF-031-PEMEX-2011.
Establece los requisitos técnicos, documentales y criterios generales que
deben cumplir los contratistas y/o proveedores en el suministro de los
sistemas de desfogues y quemadores para las instalaciones industriales
terrestres y costa afuera. Esta norma de referencia cubre los requisitos
técnicos para el diseño, especificación de materiales, fabricación, inspección,
pruebas, almacenamiento y transporte e instalación, de sistemas de
desfogues, incluye los dispositivos de relevo de presión, tuberías, tanques de
desfogues y de sello líquido, quemador, instrumentación y equipos auxiliares
para instalaciones industriales terrestres y marinas.
Esta norma de referencia es de aplicación general y observancia obligatoria
en la contratación de los bienes y servicios objeto de la misma, que lleven a
cabo los centros de trabajo de Petróleos Mexicanos y Organismos
Subsidiarios. Por lo que se debe ser incluir en los procedimientos de:
licitación pública, invitación a cuando menos tres personas, o adjudicación
directa, como parte de los requisitos que debe cumplir el proveedor,
contratista, o licitante.
Resolución CNH.06.001/09.
Esta resolución fue emitida por la Comisión Nacional de Hidrocarburos. Este
documento da prioridad a las inversiones para evitar o reducir al mínimo la
quema de gas o venteo. Establece metodologías que se deberán seguir en el
diseño de proyectos de explotación para evitar extraer, aprovechar, conservar
o trasferir el gas natural de un yacimiento y evitar su destrucción.
Define a la destrucción controlada, la quema, incineración o venteo de gas
que no puede ser conservado o aprovechado por razones económicas o
técnicas. Además, define quema rutinaria, la combustión controlada y
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planificada de gas extraído de un campo, hasta un volumen máximo
establecido en las presentes disposiciones, que ocurre dentro de condiciones
normales de operación y se realiza con objeto de mantener las condiciones
necesarias de seguridad.
También define la destrucción del gas: La incineración, quema, venteo o
fugas de gas. Estas prácticas tienen por efecto la pérdida o menoscabo del
patrimonio de la nación, en virtud de que se está desperdiciando un recurso
que tiene un valor económico, o de que dicho gas puede ser utilizado para
otros fines.
En caso de nuevos descubrimientos de hidrocarburos susceptibles a
explotación, se debe evaluar y determinar la cantidad de gas asociado
presente en el yacimiento, el aceite a producir durante las distintas etapas de
su ciclo productivo, desde el inicio de las operaciones hasta su abandono y
los requerimientos técnicos que se considerarán para el diseño de los
equipos e instalaciones necesarias para la conservación, aprovechamiento o
en su caso, para la quema o venteo de gas extraído. Por otra parte, se indica
que queda prohibido el venteo de gas que contenga más de 2 a 3 mol de H2S
(ácido sulfhídrico).
III.2 NORMATIVIDAD INTERNACIONAL.
De igual manera también existe una agencia de protección ambiental “EPA”
perteneciente a los Estados Unidos de Norte América. La “EPA” dirige las
ciencias ambientales, así como también los esfuerzos investigativos,
educativos y de evaluación. La “EPA” trabaja para desarrollar y hacer cumplir
las normas y reglamentos que implantan leyes ambientales establecidas por
el congreso de los Estados Unidos. La “EPA” es responsable por investigar y
establecer estándares nacionales para una variedad de programas
ambientales, cuando los estándares correspondientes a los Estados Unidos
no son cumplidos, la “EPA” puede emitir sanciones y tomar otras medidas
para alcanzar los niveles deseados de calidad ambiental.
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La “EPA” se enfrenta a serios retos de salud y medioambientales referente a
la contaminación atmosférica. Ha propuesto normas de calidad de aire más
estrictas que ayudarán a millones de personas a respirar más fácilmente y a
vivir de manera más saludable. Usando eso como base, la “EPA” desarrolla
una estrategia completa para un sector energético más limpio y más eficiente
con metas firmes pero alcanzables para reducciones de emisiones de SO2,
NOx, mercurio y otros tóxicos del aire.
Fortaleciendo sus estándares de calidad de aire para contaminantes como
SO2, y NO2 y logrando reducciones adicionales en tóxicos de aire para una
amplia gama de instalaciones industriales. Mejorando el monitoreo, el
proceso de permisos, y el acatamiento serán bloques críticos esenciales para
mejorar la calidad del aire.
De igual manera la EPA emite manuales o instructivos que presenta una
metodología para determinar el rendimiento y el costo de las técnicas de
control de contaminación del aire diseñadas para reducir o eliminar las
emisiones de contaminantes potencialmente peligrosos a la atmosfera.
Algunos de los documentos emitidos por la EPA son los siguientes:
“Characterization and Minimization of Fine Particulate Emissions from Waste
Incinerators by Real-Time Monitoring of Size-Resolved Mass and Chemical
Composition” (REPORTE).
Hay una necesidad crítica para la cuantificación en tiempo real de los
contaminantes asociados con las partículas finas (las menores de 2.5 micras)
en los gases de escape desechados. Los sistemas de control de partículas se
utilizan actualmente en los incineradores de residuos son menos eficientes
para aquellos tamaños de partícula para el cual los efectos sobre la salud son
más grande debido a su penetración profunda en el pulmón humano.
Además, estas partículas tienden a ser enriquecidas en compuestos
orgánicos condensables tóxicos, sales de ácidos, y metales.
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EPA, 1991. U.S. EPA, Office of Research and Development, “Control
Technologies for Hazardous Air Pollutants,” EPA/625/6-91/014, Washington,
D.C., June.
La Ley del aire en el artículo 189 contaminantes tóxicos del aire limpio que
deben ser controlados dentro de períodos de tiempo específicos. Dado que
muchos de estos compuestos son controlables por las tecnologías de control
similares con el diseño adecuado del sistema, este manual ofrece información
genérica que pueda ser aplicable en situaciones específicas. Esta edición
sustituye el primer manual publicado en 1986 con el mismo título (EPA/625/6-
86/014). No hay nuevas tecnologías que se hayan descrito, pero todos los
costos han sido actualizadas desde la última literatura y la información del
proveedor. El objetivo de este Manual es presentar una metodología para
determinar el rendimiento y el costo de las técnicas de control de
contaminación del aire diseñadas para reducir o eliminar las emisiones de
contaminantes potencialmente peligrosos (HAP) de origen industrial o
comercial.
“Standards for Owners and Operators of Hazardous Waste Incinerators and
Burning of Hazardous Wastes In Boilers and Industrial Furnaces”.
En esta propuesta, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) propone
enmendar el reglamento de incineradores de desechos peligrosos para
mejorar el control de las emisiones de metales tóxicos, las emisiones de
cloruro de hidrógeno, y las emisiones orgánicas residuales; modificar las
definiciones de los incineradores y hornos industriales, proponer definiciones
de plasma incineradores e incineradores de arco infrarrojos.
EPA 325-F-012-002 “EPA Enforcement Targets Flaring Efficiency Violations”.
EPA está dedicando importantes recursos a la aplicación de la corrección de
incumplimiento de las normas en los quemadores. Este documento tiene
como objetivo informar a los dueños y operadores de esta iniciativa de
cumplimiento y para educarlos sobre el funcionamiento adecuado del
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quemador. EPA espera que esta alerta impulsara la mejora de las prácticas
de explotación de gas residual, incluyendo un mejor control y seguimiento de
gas suplementario, aire, vapor de agua, y reducir así las emisiones nocivas
para el medio ambiente.
El mejoramiento de las prácticas de operación del quemador tendrán el
potencial de mejorar la salud pública a través de: 1) la reducción de las
emisiones de contaminantes tóxicos del aire que pueden suponer un riesgo
para la salud, y 2) la reducción de las emisiones de compuestos orgánicos
volátiles, que a su vez, reducir la formación de ozono, que es potencialmente
dañino a las poblaciones vulnerables, como los jóvenes, los ancianos y las
personas con problemas respiratorios. Por otra parte, la mejora de la
eficiencia de combustión del quemador puede resultar en un ahorro de costos
debido a la reducción del uso de vapor.
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Capítulo IV
IV. MECANISMOS DE COMBUSTIÓN.
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La combustión es una reacción química de oxidación, en la cual
generalmente se desprende una gran cantidad de puntos en forma de calor y
luz, manifestándose visualmente gracias al fuego.
En toda combustión existe un elemento que arde (combustible) y otro que
produce la combustión (comburente), generalmente el oxígeno en forma de
O2 gaseoso. Los explosivos tienen oxígeno ligado químicamente, por lo que
no necesitan el oxígeno del aire para realizar la combustión.
Los tipos más frecuentes de combustible son las materias orgánicas que
contienen carbono e hidrógeno. En una reacción completa todos los
elementos que forman el combustible se oxidan completamente. Los
productos que se forman son el dióxido de carbono (CO2) y el agua, el dióxido
de azufre (SO2) (si el combustible contiene azufre) y pueden aparecer óxidos
de nitrógeno (NOx), dependiendo de la temperatura, la cantidad de oxígeno
en la reacción y sobre todo de la presión.
En la combustión incompleta los productos que se queman pueden no
reaccionar con el mayor estado de oxidación, debido a que el comburente y el
combustible no están en la proporción adecuada, dando como resultado
compuestos como el monóxido de carbono (CO). Además, puede generarse
carbón.
Para iniciar la combustión de cualquier combustible, es necesario alcanzar
una temperatura mínima, llamada temperatura de ignición, que se define
como la temperatura, en °C y a 1 atm de presión, a la que los vapores de un
combustible arden espontáneamente.
La temperatura de inflamación, en °C y a 1 atm, es aquella a la que, una vez
encendidos los vapores del combustible, éstos continúan por sí mismos el
proceso de combustión.
En cualquier sistema de combustión en el cual el azufre o un compuesto que
contenga azufre el producto predominante es el dióxido de azufre. La
concentración del trióxido de azufre encontrada en un sistema de combustión
es muy interesante. Incluso en condiciones muy pobres, la cantidad del
trióxido formado es sólo un pequeño porcentaje del dióxido de azufre.
Sin embargo, generalmente la concentración del trióxido de azufre es alta que
en el valor del equilibrio, como se puede apreciar en la siguiente reacción.
SO2 + ½O2 SO3 (1)
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Estas concentraciones altas en el equilibrio aparecen debido al hecho de que
las reacciones homogéneas reducirían el SO3 a SO2 y el O2 se conoce por
ser lento. Se sabe que el SO3 tiene una gran afinidad por el agua y que a
bajas temperaturas aparece como ácido sulfúrico. Por encima de los 500 °C,
se disocia el ácido sulfúrico casi completamente en trióxido de azufre y agua.
Bajo condiciones ricas de combustible, en adición de dióxido de azufre los
productos estables son el sulfuro de hidrógeno, el sulfuro de carbonilo y el
azufre elemental. Hay otros óxidos de azufre que, debido a su reactividad,
sólo aparecen como productos intermedios en varias reacciones de
oxidación. Estos son el monóxido de azufre SO, su dímero (SO)2, y el
monóxido de disulfuro S2O.
Ha habido una gran confusión con respecto a estos óxidos y lo que ahora se
conoce como S2O se pensaba que era SO o (SO)2. El más importante de
estos óxidos es el monóxido de azufre, que es el intermediario crucial en
todos los sistemas de alta temperatura. Johnson en 1970, calculó la
concentración de equilibrio para varias especies de azufre para un
equivalente de 1% de SO2 en una flama de propano – aire. Sus resultados,
como una función de la relación combustible - aire, se muestran en la figura
4.1. El dominio del SO2 en la composición del producto para estos cálculos de
equilibrio, incluso en condiciones de aire deficientes, debería señalarse. Los
sistemas prácticos revelan que las concentraciones de SO3 (1 – 2 %) son
mayores que los que se representan en la figura 4.1.
Figura 4.1 Equilibrio distribuido de especies de azufre en una flama propano-
aire con gases sin quemar inicialmente conteniendo 1% SO2 [22] IRVIN
GLASSMAN, “COMBUSTION”.
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La característica del quemado de los combustibles de azufre es que
presentan una flama pálida azul a veces muy intensa. Este color se produce a
partir de las emisiones como resultado de la siguiente reacción.
O + SO SO2 + hv (2)
Y puesto que se encuentra en todas las flamas de los combustibles de azufre,
este color azul sirve para identificar el SO como una reacción intermedia
importante en todos los casos. La mayoría de los estudios de oxidación de los
combustibles de azufre se han realizado utilizando H2S como el combustible.
La figura 4.2 es una representación general de los límites de explosión de las
mezcla H2S / O2. Sin embargo, hay una importante diferencia en el carácter
de los datos experimentales que determinan los límites de la mezcla H2S / O2.
En la península de la mezcla H2S / O2 y en la tercera región limite, la
explosión se produce después de un período de inducción de varios
segundos. El esquema de reacción principal para la oxidación a baja
temperatura del H2S, aunque no explícitamente conocido, parece ser.
ΔH
H2S + O2 SH + HO2 42 Kcal/mole (3)
SH + O2 SO + OH - 21 Kcal/mole (4)
H2S + SO S2O + H2 - 7 Kcal/mole (5)
OH + H2S H2O + HS - 30 Kcal/mole (6)
Figura 4.2 Limites de explosión aproximados para mezclas estequiometricas
ácido sulfhídrico y oxígeno. [22] IRVIN GLASSMAN, “COMBUSTION”.
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La adición de la reacción número (5) para este esquema es necesaria para la
identificación del S2O en los estudios de los límites de explosión. Merryman y
Levy (1971) en su estudio a un quemador demostraron que el S2O se da
corriente arriba del máximo de la concentración del SO y el azufre elemental
se encuentra presente en la zona de la pre-ignición.
El sistema más probable para la introducción de azufre elemental es:
SH + SH H2S + S - 3 Kcal/mole (7)
S + SH S2 + H - 15 Kcal/mole (8)
No parece factible cinéticamente a la temperatura en la zona de pre-ignición y
a la presión global, de los estudios de la flama se lleve a cabo la reacción:
S2 + O + M S2 + H (9)
Podría ser responsable de la presencia del S2O. La desproporción del SO
suele dar SO2 así como S2O. Como el SO2 no se encuentra certeramente en
experimentos donde el S2O puede ser identificado.
Entonces la desproporción no sería factible y la reacción (5) parece ser el
mejor candidato para la presencia del S2O. La reacción (4) es el paso de
ramificación en el mecanismo. Davies y Walsh (1973) sugieren que:
SH + O2 + M HSO2 + M (10)
Compite con la reacción (4) y determina el segundo límite. Cullis y Mulcahy
(1972) sugieren la siguiente reacción.
S2O + O2 SO2 + SO (11)
Como el deterioro del paso ramificado. El mecanismo explicito para formar
S2O y su papel en el proceso de la flama debe ser considerado como una
gran incertidumbre. A temperaturas más altas la reacción seria:
O2 + SO O + SO2 (12)
Se vuelve competitiva con la reacción (7) e introduce radicales de O dentro
del sistema. La presencia de los radicales de oxigeno da otra reacción de
ramificación:
O + H2S OH + SH (13)
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Específicamente la ramificación se mantiene bajo control por la reacción (5)
que remueve el SO, y la reacción rápida termolecular:
O + SO + M SO2 + M (14)
Que elimina tanto los radicales de O y de SO. En los estudios de choque, el
SO2 es formado antes de que aparezcan los radicales de OH. Para explicar
este resultado se ha postulado que la reacción es posible:
O + H2S SO + H2 - 53 Kcal/mole (15)
Esta reacción y la reacción (12) dan el paso global:
O2 + H2S SO2 + H2 (16)
Un muestreo detallado de la flama por Sachjan en (1967), indica que el H2S
se oxida en un proceso de tres pasos. Durante la primera etapa, la mayor
parte del H2S se consume, y los productos son principalmente dióxido de
azufre y agua. En la segunda etapa, la concentración del SO disminuye, la
concentración del OH alcanza su valor máximo, el SO2 alcanza su
concentración final, y la concentración del agua pasa por un máximo. La
interpretación de estos resultados durante la primera etapa el H2S y el O2 son
consumidos principalmente por las reacciones (17) y (12).
O + H2S SO + H2 (17)
O2 + SO O + SO2 (18)
Con algún grado de cadena de ramificación por la reacción (13).
O + H2S OH + SH (13)
En la segunda etapa la reacción (12) predomina sobre la reacción (17) por
que el agotamiento del H2S y la elevación de la concentración del OH por la
reacción (13) y se inicia la oxidación del hidrógeno:
O + H2 OH + H (19)
Por supuesto, el mecanismo completo de la flama debe incluir:
H + O2 OH + O (20)
OH + H2 H2O + H (21)
Las reacciones (13) y (17) junto con la rápida reacción a temperatura alta:
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SO + OH SO2 + H (22)
Explica el hecho conocido de que el H2S inhibe la oxidación del hidrógeno.
IV.1 REACCIONES DE COMBUSTIÓN.
La combustión es una rápida combinación de oxigeno con un combustible,
resultando en la liberación de calor, el oxígeno proviene del aire el cual
contiene un porcentaje de oxigeno correspondiente al 21% y 78% de
nitrógeno en volumen. La mayoría de los combustibles contienen carbón,
hidrogeno y a veces azufre. Como una simplificación podríamos decir que la
combustión se compone de los siguientes tres procesos:
Carbono + Oxigeno Dióxido de Carbono + Calor
Hidrogeno + Oxigeno Vapor de Agua + Calor
Azufre + Oxigeno Dióxido de Azufre + Calor
Los tres productos de la combustión mencionados anteriormente se
denominan compuestos químicos, y se componen por moléculas en las que
los elementos se combinan en ciertas proporciones fijas. Por ejemplo una
molécula de dióxido de carbono contiene un átomo de carbono más dos
átomos de oxígeno, una molécula de vapor de agua contiene dos átomos de
hidrógeno más un átomo de oxígeno. La materia no se crea ni se destruye en
el proceso de combustión el calor desprendido en cualquier proceso de
combustión es simplemente el exceso de energía que las nuevas moléculas
son forzadas a liberar debido a su energía interna. En la figura 4.3 se muestra
como un átomo de carbón más dos átomos de oxigeno (una molécula) se
queman para formar una molécula de dióxido de carbono y calor.
Figura 4.3 C + O2 CO2 + Calor [15] RICHARD J. REED, “NORTH
AMERICAN COMBUSTION HANDBOOK.
Asimismo, cuando dos átomos de hidrogeno se queman, una molécula de
agua se forma, ver figura 4.4.
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Figura 4.4 H2 + ½ O2 H2O + Calor o 2H + O2 2H2O + Calor [15]
RICHARD J. REED, “NORTH AMERICAN COMBUSTION HANDBOOK.
La segunda de estas dos figuras es la forma más común de describir este
proceso, porque el oxígeno por lo general viene en unidades de paquetes, o
moléculas di-atómicas, que contiene dos átomos de oxígeno. La cantidad de
calor liberado en este caso es dos veces más grande cuando sólo un átomo
de oxígeno y dos átomos de hidrógeno se utilizan.
La combustión perfecta es obtenida por mezclado y quemando solo
exactamente las proporciones adecuadas del combustible y el oxígeno para
que no quede nada más como se ilustra en la figura 4.3 y 4.4.
Si se suministra demasiado aire (exceso de aire), se dice que la mezcla es
pobre y que el fuego se oxida. Esto da como resultado una flama que tiende a
ser más corta y clara. El exceso de oxígeno no juega ningún papel en el
proceso. Por ejemplo, si cuatro átomos de oxígeno (en lugar de dos) se
mezclaron con un átomo de carbón, sobrarían dos átomos de oxígeno. (Esto
es como tener seis ruedas para cada chasis).
Si el combustible es demasiado (o no hay suficiente oxigeno) suministrado,
decimos que la mezcla es rica y que el fuego se está reduciendo. (Esto
resulta en una flama con tendencia a ser larga y a veces humeante). Este
resultado usualmente se llama combustión incompleta es decir, todas las
partículas del combustible se combinan con un poco de oxígeno, pero no
puede obtener suficiente oxígeno para quemar completamente. (Al igual que
el chasis con sólo tres ruedas.)
Por ejemplo, si se mezclan dos átomos de carbono (en lugar de uno) con dos
átomos de oxígeno, los átomos de carbono pueden compartir el oxígeno
disponible, pero no tiene suficiente para convertirse en dióxido de carbono.
En su lugar, se puede formar monóxido de carbono (CO), un compuesto que
se quemara para proporcionar más oxígeno al dióxido de carbono. El
combustible y el aire no solo deben ser proporcionales también deben
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mezclarse completamente. De lo contrario una parte del fuego puede ser rica
mientras que la otra parte seria pobre.
El suministro de oxígeno para la combustión normalmente proviene del aire.
Dado que el aire contiene una gran proporción de nitrógeno, el volumen de
aire requerido es mucho mayor que el volumen requerido de oxígeno puro. El
nitrógeno en el aire no participa en la reacción de combustión. Sin embargo,
absorbe parte del calor como el resultado de la disipación de la energía
térmica que se transmite a lo largo de una gran cantidad de nitrógeno y los
productos de combustión. Esto se refiere a que se produce una temperatura
de flama baja como resultado de usar aire en lugar de oxígeno puro. El
mismo fenómeno ocurre cuando se suministra aire en exceso como se
muestra en la figura 4.5. El aire primario es aquel que se mezcla con el
combustible (o en) el quemador. El aire secundario usualmente es aquel que
rodea al quemador.
Figura 4.5 C + 2O2 CO2 +O2 + Calor [15] RICHARD J. REED, “NORTH
AMERICAN COMBUSTION HANDBOOK.
El carbono, hidrogeno y azufre raramente se queman en su forma pura. La
mayoría de los combustibles son mezclas de compuestos químicos llamados
hidrocarburos (combinaciones de hidrógeno y carbono). Cuando estos se
queman, los productos finales son dióxido de carbono y vapor de agua a
menos que exista una escasez de oxígeno, en tal caso los productos pueden
contener monóxido de carbono, hidrógeno, hidrocarburos no quemados, y
carbono libre.
Hasta ahora se ha hablado sólo de los productos finales de la combustión.
Aunque estos productos finales generalmente se limitan a los mismos
compuestos para todos los combustibles de hidrocarburos, no siempre se
producen por el proceso de combustión. Dentro de diferentes flamas muchos
procesos variados y desconocidos junto con los productos intermedios que se
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producen a pesar de que los productos finales son los mismos. El carbono y
el hidrogeno se forman y reforman dentro de una sucesión de aldehídos
inestables y otros compuestos que finalmente se combinan para formar CO2 y
H2O. Los tipos de compuestos intermedios formados, y su velocidad de
formación, dependerán de factores tales como la temperatura, la presión, la
cantidad de oxígeno presente, y el grado de mezcla. Una buena combustión
requiere:
Una dosificación adecuada de combustible y aire.
Una mezcla completa del combustible y del aire.
Una ignición inicial de la mezcla.
Estos tres puntos, junto con el posicionamiento de la flama, son las funciones
de un sistema de combustión.
Mezcla: Un buen mezclado del combustible y el aire es importante para que
la mezcla sea uniforme, cada partícula de combustible debe comunicarse con
una partícula de aire. La mayoría de los combustibles se convierten en gas
antes de que se quemen. Una acción de lavado altamente turbulento
contribuye a esta conversión en gas y el mezclado del gas con el aire.
Los combustibles líquidos usualmente se evaporan, y los vapores
combustibles resultantes se queman en forma de gases. La velocidad de
atomización de la evaporación de los líquidos produce millones de pequeñas
partículas por consiguiente se proporciona de este modo una gran cantidad
de superficie para la evaporación. El calor de la flama adyacente a veces
ocasiona un agrietamiento en el combustible o lo descompone, antes de que
pueda evaporarse. Este agrietamiento por lo general produce un hidrocarburo
más ligero (que se quema como un gas) y un hidrocarburo pesado (que se
quema como carbono sólido, produciendo una flama amarilla muy luminosa).
Cuando el carbono sólido se quema el proceso se complica aún más por el
hecho de que cada átomo de oxígeno debe estar en contacto con la
superficie del carbono, en forma de CO, y luego se desalojan para que pueda
entrar más oxígeno. Por lo tanto la combustión de combustibles sólidos
consiste en un fenómeno de transferencia de masa (del oxígeno a la
superficie y del CO alejándose de la superficie), el mezclado, y de la
combinación química. Si los combustibles sólidos se queman en altos rangos
comparables a los alcanzables con combustibles gaseosos y líquidos, deben
ser pulverizados para aumentar el área superficial para la transferencia de
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masa. (Esto puede ser comparado con la situación existente en una estación
de autobuses con plataforma de carga única. No importa cuántos autobuses
están esperando fuera o cuántas personas están esperando en el interior, el
rango máximo de personas que se puede tomar depende de qué tan rápido
un autobús puede levantar la plataforma y la rapidez con la que se puede
separar para que permita entrar el próximo autobús. La pulverización de un
combustible sólido o la atomización de un combustible líquido seria como
agregar más plataformas de carga).
Ignición: La combinación química de los combustibles y el aire ocurrirá a
temperatura ambiente, pero muy lentamente. Si una pila de carbón se
encuentra en un lugar cerrado, la pequeña cantidad de calor liberado por
oxidación lenta se acumulara gradualmente, por lo tanto la temperatura en la
pila aumenta. A medida que la temperatura se eleva gradualmente, el rango
del incremento de la oxidación aumenta y la temperatura se eleva un poco
más. Esto continua hasta producirse un incendio, esto se conoce como
ignición espontanea. Esto sólo puede ocurrir en lugares muy cerrados donde
se permite que el calor se acumule en el material combustible y el aire
estancado adyacente.
La ignición se logra generalmente mediante la aceleración de la reacción de
oxidación mediante la adición de una fuente de calor externa hasta que la
propia reacción libera calor más rápido, que el calor que se pierde en los
alrededores hasta que continuamente se enciende sin la fuente de calor
externa. La temperatura más baja a la que esto es posible es la temperatura
mínima de ignición de la mezcla aire - combustible. Se puede reducirse
mediante el aumento de la presión en una mezcla. Una corriente de aire frío o
el contacto con una pared fría puede apagar partes de una flama, enfriándola
por debajo de la temperatura de ignición, de modo que parte del combustible
no se quema.
Estabilización de la flama: Lo que puede hacer la diferencia entre la
combustión útil e inútil, es generalmente una función de la configuración de la
boquilla del quemador. Una posición de soporte de la flama, el área de
iniciación de la flama proporciona:
Temperatura de ignición.
Localización de la mezcla aire - combustible dentro de los límites de
inflamabilidad.
Velocidad de alimentación igual a la velocidad de la flama.
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Los quemadores industriales deben proporcionar la estabilidad de la flama en
un amplio intervalo del rango de quemado y las proporciones del combustible
/ aire.
Calor disponible de los combustibles: Las cantidades de calor son
medidas en BTU, Kilocalorias, Watt-segundo o Joules. Las medidas
experimentales se han realizado para determinar el calor liberado por la
combustión perfecta de varios combustibles. Si un cierto combustible se
mezcla con la cantidad adecuada de aire y se coloca en una cámara cerrada
donde el calor desprendido por la combustión se recogió y se midió, la
cantidad total de calor dependerá de la temperatura final de los productos de
la combustión. Cuando una mezcla perfecta de combustible -aire
originalmente a 60 °F (15.6 °C) es encendida y después enfriada a 60 °F
(15.6 °C) el calor total liberado se denomina el valor calorífico superior o valor
calorífico bruto del combustible. El termino valor bajo de calentamiento o valor
neto de calentamiento raramente se usa.
Temperatura de la flama: El calor liberado por la combinación química de un
combustible con aire:
Calienta los productos de la combustión y la mezcla entrante de aire y
combustible.
Irradia el entorno.
Es llevado por contacto directo con el entorno.
Naturalmente la temperatura de la flama se incrementa cuando las pérdidas
en los alrededores son menores. La adición de aire en exceso o combustible
en exceso sólo proporciona más materia para absorber el calor de
combustión por lo que la temperatura de la flama no puede ser tan alta como
en una mezcla perfecta aire- combustible, tal como en un horno que se
calienta en una pequeña casa a 68 °F (20 °C) puede calentar una casa
grande a solo 60 °F (15.6 °C).
Bajo ciertas condiciones, particularmente a temperatura alta, ocurre un
fenómeno conocido como disociación. La disociación es simplemente
combustión inversa, es decir, es la descomposición de los productos de la
combustión en combustibles y en oxígeno de nuevo. Este proceso absorbe el
calor que originalmente se liberó por la combustión, por ejemplo:
Calor + CO2 CO + ½ O2 (23) y Calor + H2O H2 + ½ O2 (24)
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Cuanto mayor sea la temperatura, mayor es la tendencia a disociarse. Por lo
tanto, lo más caliente de la flama, la mayor cantidad de calor re-absorbido
para revertir el proceso, y el aumento de la temperatura de la flama se
detiene en alguna temperatura de equilibrio en el intervalo de 3400 °F a 3800
°F (1,870 °C a 2,090 °C) para la mayoría de los combustibles. Una ecuación
simplificada para la temperatura de flama adiabática es:
Con grandes cantidades de aire en exceso, esto se conoce como temperatura
de la mezcla caliente.
La temperatura actual de la flama es la temperatura teórica de llama menos
la caída de temperatura causada por el calor transferido al entorno antes de
que el proceso de liberación de calor se complete.
Amenos que el combustible y el aire estén pobremente mezclados resultara
una combustión incompleta, la temperatura teórica de la flama no es función
del diseño del quemador. Sin embargo la temperatura actual de la flama es
intencionalmente baja por el incremento de calor transferido de la flama en el
quemador diseñado para el exceso de aire, flamas luminosas o con retraso
de mezcla.
Velocidad de la flama: Una flama es meramente una cobertura o una zona
dentro de la cual la reacción de combustión se produce a una velocidad tal
como para producir radiación visible. El frente de la flama es el contorno de
tres dimensiones a lo largo de la cual la combustión se inicia, la línea divisoria
entre la mezcla aire - combustible y los productos de combustión. En las
flamas estables del quemador, el frente de la flama parece ser estacionario.
Esto se debe a que la llama se está moviendo hacia el quemador con la
misma velocidad que la mezcla de combustible - aire sale del quemador.
Si la mezcla del combustible - aire se introduce en el quemador a una
velocidad demasiado rápida, la flama puede apagarse. La mayoría de los
quemadores, sin embargo, permiten una considerable gama de velocidades
de alimentación mediante un diseño adecuado de la boquilla del quemador. Si
la mezcla de combustible - aire se introduce en el quemador a un ritmo
demasiado lento, la flama puede retroceder en el quemador. La flama puede
retroceder hasta el punto de mezcla.
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La velocidad de la flama depende de factores tales como presión,
temperatura, tipo de combustible, la relación primaria del combustible / aire, la
turbulencia (mezclado), y efectos de enfriamiento del entorno no se puede
predecir de forma fiable, excepto en casos muy específicos.
Límites de inflamabilidad: No todas las mezclas de un combustible con aire
u oxígeno se queman continuamente en una combustión auto-sostenida. Un
ejemplo común de esto es la inundación de un motor de automóvil cuando se
produce un exceso de combustible, una mezcla demasiado rica para arder
(por encima del límite superior de inflamabilidad). Incluso dentro de los límites
de inflamabilidad, hay ciertas limitaciones prácticas para las mezclas de
combustible - aire que se pueden utilizar. Una de ellas es que los gases
combustibles inseguros CO producidos por un fuego rico. Otro límite es la
temperatura o condiciones atmosféricas requeridas para determinados
procesos. Los límites de inflamabilidad, también conocidos como límites de
explosión (LEL) se expresan como porcentajes en volumen de combustible en
una mezcla de combustible - aire.
Intensidad de combustión: Interrelacionada con la temperatura de la flama
y la velocidad de la flama son el tiempo de reacción y la intensidad de
combustión, que son aproximadamente inversos uno de otro. La intensidad
de combustión, como la velocidad de la flama, aumenta con la presión
absoluta.
IV.2 COMBUSTIÓN DEL H2S.
La reacción de combustión se basa en la reacción química exotérmica de una
sustancia (o una mezcla de ellas) denominada combustible, con el oxígeno.
Como consecuencia de la reacción de combustión se tiene la formación de
una llama. Dicha llama es una masa gaseosa incandescente que emite luz y
calor.
Clasificación de combustible.
Los combustibles se clasifican teniendo en cuenta su estado de agregación
en sólidos, líquidos y gaseosos. Un ejemplo de combustible sólido es el
carbón o la madera. Un ejemplo de combustible líquido es el gasóleo, y de
combustibles gaseosos, el propano y el gas natural.
Los combustibles fósiles son aquellos que provienen de restos orgánicos
vegetales y animales y se extraen de la naturaleza. Un ejemplo es el petróleo,
que si bien es un combustible, no se utiliza directamente como tal, sino como
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excelente materia prima de muchos combustibles, como el kerosene o las
naftas.
Conceptos básicos.
La combustión puede llevarse a cabo directamente con el oxígeno o con una
mezcla de sustancias que contengan oxígeno. Esta mezcla de sustancias que
contiene oxígeno se denomina comburente. El aire es el comburente más
usual.
Si se supone (caso más común) que la combustión se realiza con aire, la
reacción química que se debe plantear es la del proceso por el cual el
combustible reacciona con el aire para formar los productos
correspondientes, es decir.
Combustible + Aire = Productos
Una forma general de plantear una reacción química es la siguiente:
a A + b B = c C + d D
Donde las letras escritas en mayúsculas indican las sustancias químicas y las
minúsculas indican la cantidad de moles de dichas sustancias. Se denominan
genéricamente reactantes a las sustancias escritas antes del signo igual (A y
B) y productos a las escritas detrás (C y D).
Como se indicó anteriormente, la combustión es una reacción de oxidación
exotérmica. Esto significa que durante la reacción se libera calor. La variación
de entalpía que acompaña a la combustión completa de un mol de un
compuesto se denomina calor de combustión.
Este calor de combustión puede determinarse tanto en forma experimental
como por medio de cálculos (teniendo en cuenta las entalpías de los reactivos
y productos).
La reacción química entre el combustible y el oxígeno origina sustancias
gaseosas. Los productos más comunes son CO2 y H2O. A los productos de
una reacción de combustión se los denomina, en forma genérica, humos.
Es importante hacer notar que el combustible sólo reacciona con el oxígeno
del aire. La composición del aire es 20.99% de O2, 78.03% de N2, 0.94% de
Ar (argón), 0.03% de CO2 y 0.01% de H2. Debido a que ni el N2 ni el Ar
reaccionan durante la combustión, se los suele agrupar considerando que el
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aire está formado por 21% de O2 y 79% de N2. Por lo tanto, el N2 pasará
íntegramente a los humos.
Se puede dar el caso en que el combustible esté formado por una mezcla de
sustancias entre las cuales hay una o más que no reaccionan con el O2, por
ejemplo SO2. En este caso, estas sustancias también pasarán en forma
completa a los humos. Otro caso en que parte de algún reactivo pasa al
producto es cuando hay más aire del que se necesita para la combustión; el
O2 que no se utiliza en la reacción formará parte de los humos. Se habla
entonces de reacciones con exceso de aire.
Por último, es útil indicar que los humos pueden contener parte del
combustible que no haya reaccionado y sustancias con un grado de oxidación
incompleto, como el CO. Cuando el O2 que se necesita para la reacción no es
suficiente, se habla de reacciones con defecto de aire, en la tabla 4.1 se
indican las sustancias más comunes que se pueden encontrar en los humos.
El objetivo principal de estudiar los procesos de combustión es contar con los
conocimientos necesarios para introducir mejoras y lograr controlar una
combustión eficiente, económica y limpia (sin contaminantes).
Propiedades de los combustibles.
Las propiedades más importantes que caracterizan a los combustibles son las
siguientes:
Composición.
Poder calorífico.
Viscosidad.
Densidad.
Límite de inflamabilidad.
Punto de inflamabilidad o temperatura de ignición.
Temperatura de combustión.
Contenido de azufre.
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Formula química. Nombre. Procedencia
principal.
Otras
procedencias.
CO2 Dióxido de
carbono.
Combustión de
sustancias que
contienen C.
Componente no
combustible del
combustible.
H2O Vapor de agua.
Combustión de
sustancias que
contienen H2.
Combustible
húmedo.
N2 Nitrógeno. Aire.
Componente no
combustible del
combustible.
O2 Oxígeno.
Combustión
realizada con aire
en exceso.
Un gas
combustible puede
tener O2 en su
composición.
CO Monóxido de
carbono.
Combustión
realizada con
deficiencia de aire.
Un gas
combustible puede
tener CO en su
composición.
H2 Hidrógeno.
Combustión
realizada con
deficiencia de aire.
---
C Carbono (hollín).
Combustión
realizada con
deficiencia de aire.
---
SO2 Dióxido de azufre.
Presencia de S
(azufre) en el
combustible.
Un gas
combustible puede
tener SO2 en su
composición.
Tabla 4.1 Sustancias que se pueden encontrar en los humos. [23] DR. ING.
E. BRIZUELA – DRA. ING. S. D. ROMANO, COMBUSTIÓN 1RA PARTE.
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Composición.
La composición de un combustible es fundamental para poder determinar los
parámetros estequiométricos característicos de la reacción de combustión.
Además, establece si el mismo es apto o no para el uso que se requiere, en
función de la presencia de componentes que puedan ser nocivos o
contaminantes. La forma habitual de indicar la composición de un gas es
como porcentaje en volumen de cada uno de sus componentes, en
condiciones normales de temperatura y presión. Si se expresa este
porcentaje relativo al 100% total, se obtiene la fracción molar, xi. Por lo tanto,
si el combustible gaseoso tiene n componentes deberá cumplirse que:
1
1 ....... . 4.1n
i
i
x Ec
La unidad es [xi] = mol del componente i / mol de combustible
Los componentes más habituales en un combustible gaseoso son:
Hidrocarburos, de fórmula genérica CnHm.
Dióxido de carbono: CO2.
Monóxido de carbono: CO.
Hidrógeno: H2.
Oxígeno: O2.
Nitrógeno: N2.
Dióxido de azufre: SO2.
Sulfuro de hidrógeno: SH2.
Vapor de agua: H2O.
Si se trata de un combustible sólido o líquido, lo más usual es indicar la masa
de los n componentes referida a un kilogramo de combustible. En
consecuencia, si el combustible sólido o líquido tiene n componentes deberá
cumplirse que:
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1
1 ....... . 4.2n
i
i
y Ec
La unidad es [yi] = masa del componente i / masa de combustible con cenizas
Muchas veces se suele expresar la composición seca del combustible; es
decir, relativa a la masa de combustible sin agua. Llamando yi’ a la fracción
másica de combustible sin agua, se tiene que:
´ 1....... . 4.3
1i i
a
y y Ecy
Siendo ya la fracción másica de agua.
Poder calorífico.
El poder calorífico de un combustible es la cantidad de energía desprendida
en la reacción de combustión, referida a la unidad de masa de combustible.
Viscosidad.
La viscosidad es una propiedad intensiva (no depende de la cantidad de
muestra que se tome para su estudio) que tiene importancia para
combustibles líquidos. Su determinación se hace en forma experimental.
Densidad.
La densidad es otra propiedad intensiva que se determina
experimentalmente. En el caso de combustibles gaseosos se utiliza tanto la
densidad absoluta en (Kg/m3)
como la relativa al aire (adimensional), definida como:
....... . 4.4r
a
Ec
Siendo ρ la densidad absoluta del gas y ρ a la densidad absoluta del aire,
ambas medidas en las mismas condiciones de temperatura y presión. La
densidad relativa tiene mucha importancia por el hecho de que determina, por
ejemplo, si el gas se acumula en el techo o en el suelo, en caso de una fuga
en un local cerrado.
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La densidad absoluta del aire, en condiciones normales (0 °C y 1 atm), es de:
ρa = 1.287 kg / m3
Si un combustible está formado por n componentes, cuyas densidades
relativas son ρri, se puede calcular la densidad relativa media del combustible
gaseoso, como:
1
....... . 4.5n
r i ri
i
x Ec
Otra unidad de densidad que se utiliza normalmente, son los grados API (G).
La relación que existe entre ρ (SI: kg/m3) y G (°API) es:
141.5131.5 ....... . 4.6G Ec
Límite de inflamabilidad.
Esta propiedad se utiliza en combustibles gaseosos. Establece la proporción
de gas y aire necesaria para que se produzca la combustión, mediante un
límite inferior y uno superior.
Los gases más inflamables son el H2 y el C2H2 (acetileno). En la tabla 4.2 se
muestran los límites inferiores y superiores de distintos gases combustibles.
Por ejemplo, una mezcla de NH3 y aire es inflamable si contiene un
porcentaje de NH3 comprendido entre 15.5 y 27% V/V.
Si se quiere determinar los límites de inflamabilidad de una mezcla gaseosa,
se puede utilizar la siguiente ecuación:
1
1....... . 4.7
ni
i i
L Ecx
L
Siendo xi la fracción molar del componente i y Li el límite de inflamabilidad de
dicho componente.
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Tabla 4.2 Límites de inflamabilidad de sustancias gaseosas. [23] DR. ING. E.
BRIZUELA – DRA. ING. S. D. ROMANO, COMBUSTIÓN 1RA PARTE.
Punto de inflamación o temperatura de ignición.
Para que se produzca la reacción de combustión, la mezcla de combustible y
comburente debe alcanzar una temperatura mínima necesaria, que recibe el
nombre de punto de inflamación o temperatura de ignición. Una vez que se
alcanza dicha temperatura, el calor producido mantendrá la temperatura por
encima de la de ignición y la reacción continuará hasta que se agote el
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combustible o el comburente. El punto de inflamación depende del
comburente.
Temperatura de combustión.
Otra temperatura importante es la temperatura de combustión o temperatura
máxima de llama que se alcanza durante el proceso de combustión.
Contenido de azufre.
Es importante conocer el contenido de S de los combustibles ya que esto
determina la cantidad de SO2 que aparecerá en los humos, como resultado
de la combustión.
El SO2 se oxida lentamente a SO3 (trióxido de azufre) que es el responsable
de las llamadas lluvias ácidas. Una forma de reducir la formación de SO3 es
controlar el exceso de aire, de forma tal que se emplee el “mínimo” exceso de
aire posible.
Las reacciones de oxidación del S y SH2 son las siguientes:
En la combustión.
S + O2 = SO2
SH2 + 3/2 O2 = SO2 + H2O
En la atmósfera.
SO2 + 1/2 O2 = SO3
SO3 + H2O = H2SO4
Siendo el H2SO4, ácido sulfúrico.
Distintos tipos de combustión.
Los procesos de combustión se pueden clasificar en:
Combustión completa.
Las sustancias combustibles del combustible se queman hasta el máximo
grado posible de oxidación. En consecuencia, no habrá sustancias
combustibles en los humos. En los productos de la combustión se puede
encontrar N2, CO2, H2O y SO2.
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Combustión incompleta.
Sucede lo contrario que en la combustión completa. O sea, como el
combustible no se oxida completamente, se forman sustancias que todavía
pueden seguir oxidándose; por ejemplo, CO.
Estas sustancias se denominan inquemados. La presencia de inquemados
indica que la combustión se está realizando en forma incompleta. Otros
inquemados pueden ser H2, CnHm, H2S y C. Estas sustancias son los
contaminantes más comunes que escapan a la atmósfera en los gases de
combustión.
Combustión teórica o estequiométrica.
Es la combustión que se realiza con la cantidad teórica de oxígeno
estrictamente necesaria para producir la oxidación total del combustible sin
que se produzcan inquemados.
En consecuencia, no se encuentra O2 en los humos, ya que dicho O2 se
consumió totalmente durante la combustión. Esta combustión se denomina
teórica porque en la práctica siempre se producen inquemados, aunque sea
en muy pequeña proporción.
Combustión con exceso de aire.
Es la combustión que se lleva a cabo con una cantidad de aire superior a la
estequiométrica. Esta combustión tiende a no producir inquemados. Es típica
la presencia de O2 en los humos.
Si bien la incorporación de aire permite evitar la combustión incompleta y la
formación de inquemados, trae aparejada la pérdida de calor en los productos
de combustión, reduciendo la temperatura de combustión, la eficiencia y la
longitud de la flama.
Combustión con deficiencia de aire.
En esta combustión, el aire disponible es menor que el necesario para que se
produzca la oxidación total del combustible. Por lo tanto, se producen
inquemados.
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IV.3 CARACTERIZACIÓN DE Y DISPERSIÓN DEL H2S.
La caracterización de una emisión es el proceso donde se definen las fuentes
que producen la emisión y la recolección de datos necesarios específicos de
cada una de las fuentes de emisión, de manera que la deposición atmosférica
y modelos de riesgo se pueden realizar.
La estrategia de la caracterización de las emisiones enfatiza la utilización de
los datos de emisiones reportadas. Los datos de las emisiones se pueden
obtener de las bases de datos de emisiones reguladoras federales y
estatales, y mediante la revisión de la documentación de registro, las
solicitudes de permisos y otros documentos relacionados, tales como
informes de las quemas.
El enfoque para la caracterización de las emisiones en términos generales se
centra en:
La identificación de la existencia de fuentes de emisiones potenciales.
La obtención de los datos sobre las emisiones, necesarios para
completar los componentes del aire y de modelización del riesgo en
concordancia con los objetivos del estudio.
La caracterización de emisiones para literalmente cientos de fuentes ubicadas
en el área de evaluación debe considerar:
Asegúrese que los datos adecuados estén disponibles para apoyar los
componentes de modelización de aire y riesgos, para un riesgo a
escala comunitario.
Minimizar el seguimiento y la gestión de datos innecesarios para que
los recursos de gestión de datos no sea difícil.
Apoyar el diseño flexible de la fuente y la evaluación de los riesgos
específicos de contaminantes, priorización y gestión.
Como se señaló anteriormente, la caracterización de las emisiones y los
parámetros físicos de cada fuente de emisión, requieren de información para
apoyar la implementación de los componentes del aire y de modelización del
riesgo de para una evaluación de dimensión comunitaria.
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Las emisiones gaseosas como tales, sufren una dispersión en la atmósfera
que rebaja la concentración de la sustancia emitida, al tiempo que la extiende
sobre regiones cada vez mayores de espacio.
El uso de modelos de dispersión permite predecir las concentraciones de la
sustancia emitida para un lugar y tiempo determinado, esto es función de las
condiciones de la emisión y las condiciones atmosféricas.
Los modelos de dispersión se utilizan para predecir el área afectada en
función del tamaño y forma de la nube; la distancia a la cual se alcanza una
concentración de interés, como puede ser el límite de explosividad inferior,
(LEI) de los vapores corriente abajo del punto de emisión y en todas
direcciones; para evaluar efectos por explosión y fuego; estimar datos de
concentración en función del tiempo a distancias dadas para evaluar efectos
tóxicos en trabajadores y al público en general.
Los modelos de dispersión describen el transporte aéreo de los materiales
tóxicos o inflamables desde el sitio de la emisión hacia otros puntos. Estos
modelos se basan en la ecuación de difusión gausseana de un gas y para su
aplicación es necesario establecer una concentración máxima permisible de
exposición, lo cual permite estimar el área de evacuación en caso de una
contingencia.
Se tiene una amplia variedad de parámetros que afectan la dispersión
atmosférica de los modelos tóxicos, siendo los principales:
Dirección de la fuga: Determina la dirección principal de propagación de la
emisión, y por lo tanto, las áreas con mayor probabilidad de sufrir las
consecuencias generadas.
Velocidad del viento: Conforme aumenta la velocidad, las sustancias
emitidas llegarán más rápido a un receptor, pero también se favorece la
dilución al estar involucrada una mayor cantidad de aire y una turbulencia. La
velocidad del viento hace referencia a la dirección horizontal. Conforme la
velocidad del viento se incrementa, la pluma se vuelve más larga y
puntiaguda incrementándose al mismo tiempo la dilución de la misma y las
sustancias se transportan más rápido corriente abajo.
Frecuencia y Persistencia: La frecuencia del viento en una dirección
determinada indica el porcentaje de tiempo durante el cual el viento tiene esa
orientación. La persistencia es la cualidad que se refiere a la constancia con
que el viento sopla en una dirección determinada.
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Estabilidad Atmosférica: La estabilidad atmosférica hace referencia a
condiciones meteorológicas relevantes respecto al nivel de mezclado vertical
entre las capas de aire, provocada en gran medida por los efectos de
gradientes de temperatura. Debido a lo difícil que es tener en cuenta todas las
condiciones meteorológicas, se ha desarrollado un parámetro que resume las
condiciones relevantes desde el punto de vista de la dispersión de vapores en
la atmósfera. El modelo relaciona el mezclado vertical del aire al considerar la
temperatura, la humedad relativa y la radiación solar en el medio.
La escala de estabilidad más utilizada es la de Pasquill, con seis clases de
estabilidad desde la A (inestabilidad alta, mezcla intensa) hasta la F (la más
estable con poca mezcla).
CATEGORÍAS DE ESTABILIDAD DE PASQUILL
Velocidad del
viento Radiación solar recibida Cobertura de nubes nocturna
m/s (mph) Fuerte Moderada Ligera
Delgada
< 3/8
Moderada
> 3/8
Nublado
> 4/5
< 2 < 5 A A – B B - D
2 – 3 5 – 7 A – B B C E F D
3 – 5 7 – 11 B B – C C D E D
5 – 6 11 – 13 C C - D D D D D
> 6 > 13 C D D D D D
A: Condiciones muy inestables.
B: Condiciones inestables.
C: Condiciones ligeramente inestables.
D: Condiciones neutras.
E: Condiciones estables.
F: Condiciones muy estables.
Tabla 4.3 Categorías de estabilidad.
Durante el día, la temperatura del aire atmosférico decrece, por lo general, a
medida que aumenta la altura sobre el terreno. Si una masa de aire se
desplaza desde una altura Z1 hasta otra mayor Z2, donde existe una presión
P2 > P1, el aire se expande.
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La máxima inestabilidad (clases A y B) se favorece con vientos ligeros y
radiación solar alta o moderada. Por lo que en un día despejado con una
radiación fuerte se esperaría una mezcla intensa, es decir, alta inestabilidad.
La inestabilidad moderada (clase C) ocurre con las mismas condiciones de
radiación pero con vientos más altos, o bien con vientos ligeros si el
calentamiento solar es ligero (Ej. Una tarde soleada de otoño). La clase D,
prevalece en condiciones de nublado completo, tanto de noche como de día,
ya que en este caso el calentamiento solar está atenuado.
La clase E y F tienden a ocurrir de noche, con vientos moderados y cielos
claros o poco nublados, en cuyo caso las pérdidas de calor por radiación
disminuyen rápidamente la temperatura del terreno, que a su vez enfría las
capas bajas de aire, con lo que se inhibe la convección natural y aumenta la
estabilidad. El fenómeno de aparición de temperaturas crecientes al ascender
en la atmósfera se denomina inversión térmica, y tiene gran importancia
desde el punto de vista de la dispersión de sustancias en la atmósfera ya que
inhibe el movimiento vertical convectivo.
IV.4 CARACTERIZACIÓN DE Y DISPERSIÓN DEL SO2 Y FORMACIÓN
DE LLUVIA ÁCIDA.
En muchas ocasiones el gas ácido es quemado y libera a la atmosfera (SO2 o
H2S) causando contaminación. Se reconoce que existe una fuerte relación
entre los contaminantes ambientales y las enfermedades peligrosas tales
como el cáncer. Las emisiones del dióxido de carbono (SO2) y el ácido
sulfhídrico (H2S), derivados del quemado, incineración o combustión del gas
ácido o amargo tienen daños potencialmente adversos.
La lluvia ácida se refiere a veces como la deposición ácida. Se forma cuando
los contaminantes del aire el SO2 se transportan a través de largas distancias
y se llevan a la tierra después de ponerse en contacto con algún tipo de
humedad en la atmósfera (por ejemplo, la lluvia) y se formar el ácido sulfúrico
(figura 4.6). Teniendo en cuenta que a pesar de un nivel de fondo natural de
la lluvia ácida (por ejemplo, las erupciones volcánicas) que han existido
durante mucho tiempo, siempre a existido un aumento dramático en los
niveles de lluvia ácida en los últimos dos siglos, debido a la proliferación de la
combustión.
Los componentes primarios causantes de que la lluvia sea ácida son el ácido
sulfúrico (H2SO4) y peróxido de hidrógeno (H2O2), con ácido nítrico (HNO3)
también es un factor. La lluvia común es ligeramente ácida (pH <7) debido a
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la presencia de dióxido de carbono en la atmósfera. En ausencia de
contaminación, el pH típico de la lluvia sería de aproximadamente 5.6.
Si bien no es universalmente aceptado, la lluvia se define a veces en forma
de lluvia ácida con un pH de menos de 5.6. La lluvia ácida fue inicialmente
relacionada con la quema de carbón en las centrales eléctricas, pero desde
entonces se ha ampliado para incluir a todos los tipos de procesos de quema
de combustibles. Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a
la lluvia ácida pueden recorrer grandes distancias, antes de precipitar en
forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve, niebla o neblina. Cuando la
precipitación se produce, puede provocar importantes deterioros en el
ambiente.
La lluvia normalmente presenta un pH de aproximadamente 5.6 (ligeramente
ácido), debido a la presencia del CO2 atmosférico, que forma ácido carbónico,
H2CO3. Se considera lluvia ácida si presenta un pH de menos de 5.6. Estos
valores de pH se alcanzan por la presencia de ácidos como el ácido sulfúrico,
H2SO4, y el ácido nítrico, HNO3. Estos ácidos se forman a partir del dióxido de
azufre, SO2, y el monóxido de nitrógeno que se convierten en ácidos. Los
hidrocarburos y el carbón usados como fuente de energía, en grandes
cantidades, pueden también producir óxidos de azufre, nitrógeno, y dióxido de
azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman
carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de
agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas
sustancias químicas suben a la atmósfera forman una nube y después caen a
la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.
Figura 4.6 Formación de lluvia ácida. (www.epa.gov)
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En general muchas especies diferentes de contaminantes se encuentran en
la atmósfera. Aquellos de principal importancia para la deposición ácida son
el dióxido de azufre, óxido nítrico, amoníaco, hidrocarburos y sus derivados.
Estos se derivan de diferentes fuentes, algunas naturales, otras derivadas de
las actividades del hombre. En principio, es importante conocer la elevación
de cada fuente por encima del suelo, cualquier aumento inherente debido a la
flotabilidad, la magnitud media de la emisión, las tendencias y los ciclos que
pueden ser evidentes. Las emisiones a menudo presentan ciclos diarios,
semanales y anuales, en respuesta a las necesidades del hombre y los
patrones de trabajo, así como las variaciones más impredecibles en
respuesta a las condiciones climáticas.
Existe un nivel de incertidumbre básica en los valores de emisión de cualquier
área en cualquier momento. Después de haber entrado en la atmósfera, los
contaminantes son disipados por el viento. La propiedad principal del viento
en este sentido es su dirección. Tanto la dirección del viento y la velocidad del
viento son determinados objetivamente analizando los vientos y presiones
medidas en una red escasa de estaciones de observación meteorológica.
Las reacciones químicas pueden tener lugar en la nube, a menudo durante la
absorción en las gotas de lluvia en crecimiento. Estas reacciones son a veces
rápidas, lo que implica que lo que sale en la lluvia es física y químicamente
muy diferente de la que entró en la nube. Otras transformaciones que tienen
lugar fuera de la nube llamadas reacciones en fase gas.
En conjunto, estos cambios se producen más lentamente, transformando las
emisiones contaminantes primarias por ejemplo dióxido de azufre (SO2) y
óxido de nitrógeno (NO) a contaminantes secundarios por ejemplo (sulfato y
ácido nítrico) a una velocidad típica de un poco porcentaje por hora. Por
consiguiente, en términos muy generales, los contaminantes primarios son
importantes en un alcance corto cerca de las principales regiones de origen
mientras que los contaminantes secundarios se vuelven relativamente más
importantes en largas distancias. Debido a las transformaciones implicadas,
las propiedades de deposición y los efectos ecológicos pueden ser muy
diferentes en los dos rangos.
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Capítulo V
V. COMPARACIÓN DE TECNOLOGÍAS EXISTENTES.
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Para la disposición de los gases de desecho es de suma importancia
contrastar ambas tecnologías en cuanto a su eficiencia, dispersión, costo,
servicios auxiliares etc. Para poder tener un punto de vista para la disposición
de los gases de desecho.
V.1 EFICIENCIA.
Incineradores.
a) Incinerador térmico.
La eficiencia de destrucción de COV depende de los criterios de diseño (esto
es, la temperatura de la cámara, el tiempo de residencia, la concentración de
COV a la entrada, el tipo de compuesto, y el grado de mezclado). Las
eficiencias típicas de diseño de un incinerador térmico varían dentro de un
rango de 98 a 99.9999%, dependiendo de los requisitos del sistema y las
características de la corriente contaminada.
Las condiciones típicas de diseño necesarias para satisfacer un control de
98% o una concentración de salida del compuesto de 20 partes por millón por
volumen (ppmv) son: una temperatura de 870°C (1600°F), un tiempo de
residencia de 0.75 segundos, y un mezclado adecuado. Para las corrientes
de COV halogenados, se recomienda una temperatura de combustión de
1100°C (2000°F), un tiempo de residencia de 1.0 segundo, y el uso de un
depurador de gases ácidos en el ducto de salida.
b) Incinerador catalítico.
La eficiencia de destrucción de los compuestos orgánicos volátiles (COV)
depende de la composición y concentración de COV, la temperatura de
operación, la concentración de oxígeno, las características del catalizador, y
la space velocity (velocidad en el espacio). La velocidad en el espacio se
define comúnmente como el flujo volumétrico de gas entrando en la cámara
de la cama del catalizador, dividido por el volumen de la cama del catalizador.
La relación entre la velocidad en el espacio y la eficiencia de destrucción está
fuertemente influenciada por la temperatura de operación del catalizador. A
medida que aumenta la velocidad en el espacio, disminuye la eficiencia de
destrucción de COV, y a medida que aumenta la temperatura, aumenta la
eficiencia de destrucción de COV. Como ejemplo, una unidad catalítica
operando a aproximadamente 450°C (842°F) con un volumen del lecho del
catalizador de 0.014 a 0.057 metros cúbicos (m3) (0.5 a 2 pies cúbicos (ft3))
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por 0.47 metros cúbicos a condiciones estándares por segundo (m3/s) (1,000
SCFM – pies cúbicos estándar por minuto) de gas de emisión pasando a
través del dispositivo puede alcanzar una eficiencia de destrucción de COV
del 95 por ciento. Se pueden lograr mayores eficiencias de destrucción (98 -
99 por ciento) pero requieren mayores volúmenes de catalizador y/o
temperaturas más altas, y son diseñados generalmente en base a un sitio
específico.
Quemador.
a) Elevado.
La eficiencia depende de una temperatura adecuada de la flama, el tiempo de
residencia suficiente en la zona de combustión, y un mezclado turbulento.
Esto incluye a los quemadores asistidos o vapor, asistidos por aire, no
asistidos, asistidos por presión y quemadores a nivel del suelo.
Un quemador operado apropiadamente puede alcanzar una eficiencia de
destrucción del 98 por ciento o mayor al controlar corrientes de emisión con
contenidos de calor mayores de 11 Megajoules por metro cubico estándar
(MJ/SM3) (300 BTU).
V.2 COSTOS.
Incineradores.
a) Incinerador térmico.
A continuación se presentan los rangos de los costos (expresados en dólares
correspondientes al año 2002) para incineradores térmicos de diseño modular
bajo condiciones típicas de operación, desarrollados utilizando los formatos
de la “EPA” para la estimación de costos (Ref. EPA, 1996a) y referidos a la
velocidad del flujo volumétrico de la corriente de desecho tratada.
Como regla, las unidades más pequeñas que se encuentren controlando una
corriente de desecho a una concentración baja serán mucho más costosas
(por unidad de velocidad de flujo volumétrico) que una unidad grande
limpiando un flujo con una carga alta de contaminantes.
Costo de Capital: $53,000 a 190,000 por m3/s ($25 a $90 por scfm).
Costo de Operación y Mantenimiento: $11,000 a $160,000 por m3/s
($5 a $75 por scfm), anualmente.
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Costo Anualizado: $17,000 a $208,000 por m3/s ($8 a $98 por scfm),
anualmente.
Efectividad de Costo: $440 a $3,600 por tonelada métrica ($400 a
$3,300 por tonelada corta), costo anualizado por tonelada por año de
contaminante controlado.
b) Incinerador catalítico
A continuación se presentan los rangos de los costos (expresados en dólares
correspondientes al año 2002) para incineradores catalíticos de diseño
modular con lechos fijos, bajo condiciones típicas de operación desarrollados,
utilizando los formatos de la EPA para la estimación de costos (EPA, 1996a) y
referidos a la velocidad del flujo volumétrico de la corriente de desecho
tratada. Los costos pueden ser sustancialmente más altos que los rangos
mostrados cuando son utilizados para las corrientes con concentraciones
bajas de COV (menores de alrededor de 100 ppmv).
Como regla, las unidades más pequeñas que se encuentren controlando una
corriente de desecho a una concentración baja serán mucho más costosas
(por unidad de velocidad de flujo volumétrico) que una unidad grande
limpiando un flujo con una carga alta de contaminantes. Los costos de
operación y mantenimiento, el costo anualizado, y la efectividad de costo
están dominados por el costo del combustible suplementario necesario.
Costo de Capital: $47,000 a 191,000 por m3/s ($22 a $90 por scfm).
Costo de Operación y Mantenimiento: $8,500 a $53,000 por m3/s ($4
a $25 por scfm), anualmente.
Costo Anualizado: $17,000 a $105,000 por m3/s ($8 a $50 por scfm),
anualmente.
Efectividad de Costo: $105 a $5,500 por tonelada métrica ($100 a
$5,000 por tonelada corta), costo anualizado por tonelada por año de
contaminante controlado. Sin embargo, cuando se le utiliza para
controlar concentraciones muy bajas de contaminantes peligrosos del
aíre (menos de 100 ppmv), el costo por tonelada removida podría ser
de muchos miles de dólares, porque solamente una pequeña parte del
contaminante está siendo destruido.
Quemador
a) Elevado.
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Los costos para los sistemas de quemadores elevados pueden variar entre
los $10,000 y $3,000,000 (expresados en dólares correspondientes al año
2002), dependiendo de la aplicación. Los factores que controlan el costo de
los quemadores son la estructura básica de soporte del quemador, el tamaño,
la altura, y el equipo auxiliar. Otros factores que influyen en el costo son el
grado de sofisticación deseado (esto es, si se desea un control manual o un
control automático) y el número de accesorios seleccionados, tales como los
tanques (knockout drum), sellos, controles, escaleras, etc. El diámetro mínimo
de un quemador es de 1 pulgada; el diámetro máximo de los quemadores
disponibles comercialmente en la actualidad es de 90 pulgadas.
Los costos de operación para un quemador elevado depende mayormente del
diseño del quemador (o sea, un quemador asistido por vapor requerirá vapor),
la velocidad de flujo (esto determinará el diámetro de la boquilla del
quemador), y el valor de calentamiento del gas a ser controlado (esto será un
factor en la determinación de la altura del quemador y la cantidad de gas
natural auxiliar requerido para alcanzar la temperatura de destrucción
deseada).
A continuación se presentan los rangos de costo (expresados en dólares
correspondientes al año 2002) para quemadores elevados asistidos por vapor
de diseño convencional bajo condiciones típicas de operación, desarrollados
utilizando los formatos de la EPA para estimación de costos (EPA, 1996) y
referidos a la velocidad de flujo volumétrico de la corriente de desecho
tratada.
Los costos fueron calculados para quemadores con boquillas entre 1 pulgada
y 90 pulgadas de diámetro, quemando el 100 por ciento del gas de desecho
(sin aire) con un contenido calorífico de aproximadamente 4000 kilocalorías
por metro cúbico (kcal/m3) (450 Btu por pie cúbico a condiciones estándares
(Btu/scf)), y operadas entre 1 hora y 100 horas por año. Debido a que los
quemadores son sobre todo dispositivos de seguridad que tratan con flujos de
corta duración (por lo general una condición alterada o liberación accidental
proveniente de un proceso) más bien que un dispositivo de control que trata
una corriente de desecho continua, no es del todo apropiado comparar la
efectividad de costo de los quemadores a otros dispositivos de control.
El costo por tonelada de contaminante controlado depende grandemente de
las horas de operación anuales. El uso infrecuente del quemador
(aproximadamente diez horas por año) resultará en un mayor costo por
tonelada de contaminante controlado, mientras el uso más frecuente
(aproximadamente 100 horas por año) está representado por los costos
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menores por tonelada de contaminante controlado en los rangos presentados
a continuación.
Costo de Capital: $30,000 a $2,000,000 por m3/s ($15 a $1,000 por
scfm).
Costo de Operación y Mantenimiento: $1,500 a $130,000 por m3/s
($1 a $60 por scfm), anualmente.
Costo Anualizado: $5,000 a $350,000 m3/s ($2 a $165 por scfm),
anualmente.
Efectividad de Costo: $14 a $6,400 por tonelada métrica ($13 a
$5,800 por tonelada corta), costo anualizado por tonelada por año de
contaminante controlado.
V.3 SERVICIOS REQUERIDOS.
A continuación se mencionan los servicios auxiliares que se requieren en
estos equipos.
Incineradores.
a) Incinerador térmico.
Gas combustible.
Aire.
b) Incinerador catalítico.
Gas combustible.
Aire.
Catalizador.
Quemador.
a) Elevado.
Gas combustible.
Energía eléctrica.
Aire de planta e instrumentos.
Agua.
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V.4 RIESGOS Y ACCIDENTES.
Incineradores.
Un primer paso en la realización del análisis de accidentes para las
tecnologías industriales de incineración es identificar escenarios de
accidentes que pueden tener el potencial de causar efectos adversos para la
salud humana o a la comunidad circundante. Estos escenarios se identifican
a través de una revisión general del diseño y operación de las instalaciones
para las tecnologías industriales de incineración. Dado que un gran número
de escenarios hipotéticos de potencial preocupación, se selecciona un
subconjunto de eventos de accidentes para el análisis cuantitativo. Estos
eventos son elegidos para representar a los tipos generales o clases de
accidentes que pudieran ocurrir, tal como un derrame o incendio. La
identificación inicial de los escenarios de accidentes implica los siguientes
pasos:
Una revisión de antecedentes generales del diseño de las instalaciones
y el diseño, junto con información sobre los procedimientos de
operación y los controles. Los datos sobre accidentes disponibles
reportados para las tecnologías industriales de incineración.
Elaboración de una lista preliminar de los eventos de accidentes
basados en la revisión de antecedentes.
Una opinión general a fondo de la información pertinente a los accidentes en
las instalaciones de tecnologías industriales de incineración se centra en la
identificación de áreas en las que se transportan materiales peligrosos,
recibo, manipularse, almacenarse o tratarse. Esto implica una revisión de la
solicitud de permiso y el permiso para la instalación de la tecnología industrial
de incineración, así como una revisión del plano de localización general.
Los incendios en las instalaciones industriales de incineración son
detectados, atreves de un sistema computarizado de monitoreo y control, es
puesto en marcha por un operador que se en cuenta en el cuarto de control.
A través de un panel de control. El operador es capaz de controlar todas las
áreas de proceso, asegurando así que estén funcionando normalmente. El
operador es capaz de cerrar los procesos y equipos de las instalaciones,
incluyendo la electricidad, calefacción, ventilación, aire acondicionado y
sistemas de escape, debe surgir un problema. La instalación fue diseñada por
cierre ordenado en el caso de una falla del equipo o corte de energía.
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Muchos de los eventos son muy similares, difiriendo solo de la localidad
donde ocurre el accidente y las cantidades de químicos involucrados. Los
escenarios potenciales de accidentes de las tecnologías de incineración
pueden ser agrupados dentro de las siguientes categorías generales:
Derrame o escape de residuos líquidos, seguido por:
Evaporación y dispersión atmosférica de los componentes peligrosos.
Fuego con el arrastre y la dispersión de componentes peligrosos,
generación y dispersión de productos peligrosos de la combustión o la
combustión incompleta, de ebullición, vaporización y la dispersión de
los componentes peligrosos en estrecha proximidad al fuego.
La mezcla de desechos incompatibles, seguido por:
Ventilación y dispersión de la reacción de productos gaseosos.
Explosión del tanque o tubería y liberación de residuos líquidos.
Explosión del tanque o tubería (hidráulica o sobrepresión térmica) con
la liberación de los desechos líquidos.
El fallo del equipo de control de contaminación del aire.
Liberación y dispersión de sustancias peligrosas del incinerador debido
a fugas, explosiones o fallo de componentes.
Accidentes de transporte, seguido de un derrame o fuga.
Los escenarios que implican incendios o generación rápida de gas, también
pueden implicar explosiones, dependiendo de la naturaleza del accidente y de
los residuos. A continuación se mencionan algunos escenarios generales que
se consideran de preocupación primordial.
Derrame – “dentro de la instalación”.
El derrame ocurre a causa de numerosas situaciones, incluyendo fugas
desde los tanques que no están en buen estado o se encuentran dañados,
fugas ocasionadas por un mal sello, sobrellenado de tanques, líneas de
transferencias defectuosas o defectos estructurales.
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Fuego – “dentro de la instalación”.
Varios eventos, incluyendo un derrame dentro de la instalación, podrían
causar un incendio si una fuente de ignición se encuentra presente. El fuego
puede resultar debido al aumento de la volatilización de los componentes de
desecho, así como la formación de productos de combustión de
preocupación, particularmente cuando los residuos contienen nitrógeno,
azufre o halógenos (por ejemplo, cloro o bromo) son quemados.
Mientras que la combustión completa típicamente resulta en la formación de
compuestos relativamente simples, tales como dióxido de carbono (CO2),
agua (H2O), óxidos de nitrógeno (NOx), dióxido de azufre (SO2) y cloruro de
hidrógeno (HCl), otras sustancias más complejas también puede ser
producida como resultado de la combustión incompleta.
Los tipos de sustancias que se forman dependerán de un número de factores,
incluyendo la composición química de los residuos, la temperatura de
combustión, y el grado de mezcla con el aire. Además de la liberación de
estos productos de la combustión y la combustión incompleta, los efectos del
fuego podrían provocar que el contenido de los tanques de almacenamiento
cercanos hierva.
La mayoría de los incendios y explosiones en instalaciones de incineración de
residuos peligrosos se han asociado con las operaciones del sistema de
combustión. Los eventos más frecuentes incluyen explosiones de vapor que
resultan de la caída de desechos fundidos, incendios y explosiones en el
equipo de control de contaminación del aire.
Mezclado de desechos incompatibles. - “dentro de la instalación”.
Los desechos que contienen ciertos productos químicos pueden reaccionar
cuando se mezclan, dando como resultado una variedad de consecuencias
adversas, incluyendo la generación de gases inflamables o tóxicos, incendios
o explosiones, o los efectos del calor. Los residuos que reaccionan para
producir dichos efectos adversos se refieren a veces como residuos
"incompatibles". El resultado específico de la mezcla de residuos
incompatibles depende de las concentraciones y los volúmenes de los
reactivos, la velocidad de reacción, el tipo de recipiente en el que se produce
la reacción, y la presencia o ausencia de dispositivos de mitigación.
Entre estas posibles consecuencias, la generación de un producto de
reacción gaseoso tóxico (por ejemplo, HCl o Cl) puede afectar a la mayor
área fuera del sitio debido a que los productos químicos se pueden llevar a
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distancias considerables a favor del viento. Por ejemplo, la liberación y
migración de vapores tóxicos y corrosivos como HCl, fosgeno y otros
gaseosos halogenados se pueden producir compuestos si los hidrocarburos
halogenados se mezclan con ácidos minerales (oxidante o no oxidante),
aminas (alifáticos o aromáticos), o fuertes agentes oxidantes (Sax y Lewis
1989; ASTM 1986; Bretherick 1985).
Derrame de un camión cisterna – “fuera de la instalación”.
Escenarios de derrame fuera del sitio implican la liberación de los contenidos,
o una porción de los contenidos, de un camión cisterna. Colisiones, lo que
podría resultar en la liberación de la mayoría de los contenidos de la cisterna
en una única ubicación, por lo general se espera que tenga el mayor potencial
de consecuencias adversas en la comunidad. El mayor potencial de
exposición humana aguda implicaría la inhalación de volatilización de
sustancias químicas.
Derrame de un camión cisterna con fuego – “fuera de la instalación”.
Si una fuente de ignición está presente fuera del sitio, si ocurre un derrame de
un camión cisterna, como consecuencia se podría producir un incendio. No se
tiene identificación del número de residuos peligrosos o de incidentes en el
transporte de materiales peligrosos con fuego. Por lo tanto, no se sabe de un
porcentaje de incidentes envueltos en fuego.
Los criterios utilizados en la selección de estos escenarios generales son:
1. La posibilidad de consecuencias importantes fuera de las instalaciones,
y
2. La posibilidad de que ocurran durante la vida útil prevista de la
instalación (30 años), con base en los datos disponibles.
Posibles impactos afuera de las instalaciones debido a las condiciones y
accidentes que ocurren en el área del incinerador son juzgados de menor
preocupación que otros tipos de accidentes. Las consecuencias de estos
tipos de eventos relativos a los accidentes que implican el almacenamiento de
residuos, la manipulación o el transporte son generalmente más bajos,
principalmente debido a que la cantidad de residuos que se procesa por el
incinerador en un momento dado es mucho menor que las cantidades que se
almacenan, manipulan o transportan. Como resultado, se espera que los
accidentes con el almacenamiento, manipulación y transporte de los residuos
tengan consecuencias más graves fuera de las instalaciones que los
accidentes que afectan directamente al incinerador.
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En la evaluación de los accidentes fuera de las instalaciones, los análisis
consideran el transporte de residuos a través de la comunidad local. Aunque
en teoría es posible que en un futuro los residuos se reciban en camión o
ferrocarril, el transporte local de residuos se produce actualmente en camión.
El transporte por ferrocarril representa una opción a futuro. Por lo tanto, solo
se mencionan los accidentes potenciales de camiones.
Quemadores.
Durante la etapa de diseño del quemador un análisis detallado se debe dar,
debido a los problemas rutinarios de mantenimiento y operación del sistema.
La contaminación de los sistemas de relevo y purga con oxígeno o materiales
reactivos crea un particular peligro y preocupación, para prevenir la entrada
de estos contaminantes dentro del sistema durante situaciones normales o
inusuales. A continuación se mencionan tres causas de peligro en los
quemadores.
Explosión ocasionada en un quemador como resultado de la
contaminación con aire durante el mantenimiento.
Se realiza un mantenimiento removiendo una válvula de relevo para
inspección y prueba. El sistema se compone de instalaciones de recolección
para la ventilación del proceso rutinario y las descargas de las válvulas de
alivio de una operación petroquímica. El venteo y los relevos son
encaminados hacia un quemador equipado con un piloto de continua quema.
El quemador está equipado con un recipiente en la base de la chimenea. Un
sello de agua se proporciona en el recipiente. Ver figura 5.1
Figura 5.1 Incidente número uno. [24] CHEMICAL ENGINEERING
PROGRESS (VOL 44, NO 6).
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Una perturbación del proceso ocurre como resultado en la operación de la
válvula de relevo sobre el reactor. La válvula de relevo no se restablece
completamente. Fue necesario cerrar el departamento para dar
mantenimiento a la válvula de alivio. A esta válvula de alivio en particular se
proporcionó con una válvula de bloqueo corriente abajo, para permitir el
aislamiento durante el mantenimiento.
Como parte de la secuencia de parada del reactor, los operadores fueron
instruidos para cerrar esta válvula. Se envía personal para quitar la válvula de
relevo en la parte superior del reactor, la válvula de relevo es removida.
En ese preciso momento ocurre una explosión en el quemador. Fuego
emitido desde el reborde abierto desde el que se había quitado la válvula de
alivio, se realizó una investigación al respecto arrojando los siguientes
resultados.
1. La válvula que se encontraba corriente abajo de la válvula de relevo no
había sido cerrada.
2. El sello de agua en el recipiente se había drenado como el resultado
de una fuga. Como práctica habitual durante las operaciones normales,
el operador reviso que el sello en el recipiente había sido desplazado.
Durante este período de cierre, el nivel no se había revisado.
3. Tras la retirada de la válvula de relevo la corriente natural en el sistema
permite la infiltración de aire.
4. Los pilotos en la boquilla del quemador sirven como una fuente de
ignición para un retroceso.
Caso 2.
Una explosión ocurre como el resultado de la entrada de combustibles dentro
del sistema del quemador previo a la liberación de aire del sistema. El
sistema había sido cerrado por un mantenimiento rutinario.
El sistema está compuesto por venteos y válvulas de relevo, los venteos y los
relevos son encaminados hacia el quemador equipado con un piloto de
continua quema. El quemador también cuenta con un tanque en la base de la
chimenea. Por razones de proceso el sello líquido no se proporciona en el
sistema, ver figura 5.2.
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Figura 5.2 Incidente número dos. [24] CHEMICAL ENGINEERING
PROGRESS (VOL 44, NO 6).
El departamento de operación paro el proceso para realizar un mantenimiento
rutinario. El sistema de purga había sido descontaminado. Todas las válvulas
de relevo y venteo de proceso se dejaron con brida ciega para extraerla del
sistema. El piloto sobre el quemador fue extinguido.
En preparación para la puesta en marcha, las bridas ciegas son retiradas del
sistema. Al mismo tiempo, el nitrógeno se había introducido corriente arriba
del sistema de llenado de aire. Durante este período, se produjo una
explosión en el sistema de purga. Se realizó una investigación al respecto
arrojando los siguientes resultados.
1. El combustible entra al sistema de purga atreves de una válvula de
bloqueo de fugas. Después de remover la válvula que se encontraba
corriente abajo, ocurre una fuga dentro del sistema.
2. La fuente de ignición era una llamarada temporal en la proximidad del
quemador principal. Esta llamarada temporal sirve a una planta piloto
en el área adyacente. El departamento operativo del quemador la
había utilizado como soporte estructural.
Caso 3.
Una explosión ocurre como el resultado de contaminación del sistema de
quemado con materia reactiva. El sistema está compuesto por venteos y
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válvulas de relevo, los venteos y los relevos son encaminados hacia el
quemador equipado con un piloto de continua quema.
El quemador también cuenta con un tanque en la base de la chimenea. Por
razones de proceso el sello líquido no se proporciona en el sistema, ver figura
5.2. El departamento operativo que utiliza este quemador será referenciado
como el departamento A.
El sistema de quemado para el departamento A normalmente se ocupa para
algunos combustibles, pero bajo condiciones anormales o inusuales,
acetileno podría entrar en el sistema. El departamento B que se encuentra en
un área adyacente, cuenta con válvulas de relevo y purga similar al sistema
de quemado del departamento A.
Este sistema de quemado normalmente se ocupa de inertes y un poco de
etileno. Bajo condiciones anormales o inusuales, cloro podría entrar en el
sistema. La situación se produjo porque se requiera dar mantenimiento a la
chimenea, que requería el departamento B. Con el fin de evitar un paro se
instalaron temporalmente tuberías para direccionar el sistema de quemado
del departamento B dentro del sistema de quemado del departamento A.
Después de un período de operación con los dos Departamentos utilizando
un quemador en común, una explosión interna en el sistema de quemado se
produce. Se realizó una investigación al respecto arrojando los siguientes
resultados.
1. Después de la combinación temporal de los dos sistemas de quemado,
una perturbación operativa ocurre en el departamento B, dando lugar
al venteo de cloro hacia el quemador.
2. Después de la ventilación de cloro en el Departamento B, un
perturbación del proceso ocurre en el departamento A, resultando en el
venteo de acetileno al quemador.
3. La explosión ocurrió después del venteo de acetileno en el
departamento A. resultando en daños menores al recipiente para el
sistema de quemado.
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V.5 EMISIONES.
Las emisiones dependen de un número de factores. En última instancia, la
eficiencia de combustión determina los tipos de emisiones. Por ejemplo, la
combustión a alta eficiencia asegura que casi todo el metano se convierte en
dióxido de carbono (CO2) y vapor de agua. Si el ácido sulfhídrico (H2S) está
incluido en la corriente de gas residual, casi todo el ácido sulfhídrico es
convertido a dióxido de azufre (SO2).
Si la corriente de gas residual contiene metano y H2S, una baja eficiencia de
combustión del quemador o incinerador pueden emitir H2S y metano como
productos no quemados. La baja eficiencia de combustión también puede dar
lugar a otras emisiones, como el humo negro y partículas.
a) Emisiones de los incineradores.
El uso de incineradores para el tratado de corrientes de desecho peligrosas,
tiene una cierta oposición pública debido a que la gente esta consiente del
riego potencial hacia la salud y el ecosistema, debido a las emisiones que
estos generan. Cuando una corriente de desecho peligrosa es quemada en
presencia de oxígeno, reaccionan y forman productos de combustión como el
SO2, CO, H2O, HC y materia particulada (Partículas). Cantidades
significativas de otras especies también son liberadas normalmente durante la
incineración, incluyendo SOx, NOx, ácidos, sales, orgánicos halogenados y
aminas.
Los gases de combustión normalmente tienen componentes clasificados
como orgánicos o inorgánicos. Los gases inorgánicos producidos por el
proceso de combustión normalmente incluyen dióxido de carbón, monóxido
de carbono, óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre (si está presente).
Las emisiones de monóxido de carbón son normalmente muy bajas debido al
alto nivel de combustión y eficiencia de destrucción alcanzado en el
incinerador, pero las emisiones de óxido de nitrógeno son usualmente altas
debido a la fijación térmica del oxígeno y nitrógeno en la combustión en
presencia de aire, a altas temperaturas.
Dependiendo de la corriente de gas desechada, las emisiones de óxido de
azufre y otros gases ácidos pueden resultar de la incineración. Los gases
ácidos emitidos pueden contener dióxido de azufre, cloruro de hidrogeno,
fluoruro de hidrogeno y bromuro de hidrogeno.
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b) Emisiones del quemador elevado.
Una variedad de hidrocarburos son producidos cuando se quema petróleo-
gas y petróleo-gas-agua. La quema es ineficiente cuando la combustión es
afectada por los vientos circundantes y el valor de calentamiento del
combustible. La quema ineficiente libera combustible crudo.
La eficiencia del quemador puede depender de varios factores como la
composición del flujo a quemar, flujo de los gases a quemar, velocidad del
viento, turbulencia ambiental, presencia de gotas de hidrocarburo y agua en
la corriente a quemar. Gas natural, propano etileno, propileno butadieno y
butano constituyen el 95% de los gases de desecho quemados.
En la combustión, hidrocarburos gaseosos reaccionan con el oxígeno
atmosférico para formar dióxido de carbono (CO2) y agua (H2O). Durante una
reacción de combustión, varios productos intermedios se forman, y,
finalmente, la mayoría de ellos se convierten en CO2 y agua (H2O). Algunas
cantidades de productos intermedios estables, tales como monóxido de
carbono, hidrógeno, hidrocarburos y escaparán como emisiones.
La cantidad de las emisiones de hidrocarburos generados depende del grado
de combustión. Teóricamente, los procesos de combustión con los gases de
combustión completa crean relativamente gases inocuos tales como dióxido
de carbono y agua. Sin embargo, la eficiencia de quemado depende de la
velocidad del viento, la velocidad de salida de la chimenea, proporciones de
mezcla estequiométrica, y el valor de calentamiento, la quema, en realidad,
rara vez tiene éxito en el logro de la completa combustión.
También, dependiendo de la composición del gas de desecho y otros
factores, las emisiones de contaminantes procedentes de la quema pueden
consistir en componentes combustibles sin quemar (por ejemplo, el metano,
compuestos orgánicos volátiles), los subproductos de proceso de combustión
(por ejemplo, hollín, productos quemados parcialmente, CO, CO2, NOx) y
óxidos de azufre (por ejemplo, SO2).
El objetivo de quemar es el de convertir, a través de la oxidación, las
sustancias en la corriente de gas hacia el quemador a su forma más segura
posible. En el caso de los hidrocarburos, los productos más deseables son el
dióxido de carbono y vapor de agua. Azufre en compuestos como el sulfuro
de hidrógeno se convierte en dióxido de azufre.
Otros óxidos, tales como los óxidos de nitrógeno, o compuestos parcialmente
oxigenados como el monóxido de carbono o formaldehído son menos
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deseables. Los compuestos tóxicos compuestos orgánicos volátiles formados
en estas flamas de difusión no pueden ser totalmente consumidos.
V.6 MANTENIMIENTO.
Incinerador.
a) Incinerador térmico.
Un sistema oxidante térmico tiene pocas piezas móviles y por lo tanto, tiene
bajos requisitos de mantenimiento. Al igual que con todos los sistemas
mecánicos, se requiere alineación y lubricación de los rodamientos para evitar
fallos. Se requiere lubricación de articulaciones mecánicas, deslizamiento y
otras partes móviles de metal.
Filtros y coladores para combustibles líquidos deben cambiarse
periódicamente para asegurar un flujo uniforme. Se requiere tubería en
paralelo (duplicado) para coladores y se requieren filtros para el servicio en
línea.
Se utilizan prefiltros para evitar la entrada de partículas al incinerador, deben
ser cambiados con regularidad para evitar pérdidas y limitaciones en la
capacidad. Las puntas del quemador deben ser inspeccionadas y limpiadas
para garantizar la mezcla de combustible y se de una combustión eficiente.
La inspección de los incineradores térmicos requieren de una observación
periódica de los dispositivos de control (es decir, termopares, monitores de
gas, etc.) La mayoría de los incineradores registran de manera continua la
entrada y la salida de temperatura y la entrada del combustible auxiliar.
La presión del combustible y de los ventiladores también está generalmente
disponible usando un calibrador magnético y un amperímetro,
respectivamente. Temperaturas de salida de los intercambios de calor.
Cuando se utiliza un recuperador de calor, a la entrada y a la salida, el calor
de los intercambiadores de calor es monitoreado usando termopares.
Idealmente, la salida del monóxido de carbono y el oxígeno también serán
monitoreados continuamente. Los puntos de ajuste en cada monitor se
utilizan para notificar al operador de un mal funcionamiento del incinerador
entre las inspecciones (por ejemplo, alta y baja temperatura, niveles altos de
CO).
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Se debe revisar los gráficos operativos, deben llevarse a cabo una vez por
turno, para determinar si las condiciones de operación son típicas en
condiciones normales y notar cualquier tendencia. Una inspección física más
detallada del sistema debe hacerse sobre una base trimestral. Esto debe
incluir los componentes del sistema externos e internos, intercambiadores de
calor y sistemas eléctricos.
b) Incinerador catalítico.
Un sistema de incineración catalítica tiene pocas partes móviles y por lo tanto
tiene bajos requerimientos de mantenimiento cuando se hace funcionar
correctamente. Al igual que con todos los sistemas mecánicos, se requiere
alineación y lubricación de los rodamientos para evitar fallos. Se requiere
lubricación de articulaciones mecánicas, deslizamiento y otras partes móviles
de metal.
Filtros y coladores para combustibles líquidos deben cambiarse
periódicamente para asegurar un flujo uniforme. Se requiere tubería en
paralelo (duplicado) para coladores y se requieren filtros para el servicio en
línea.
Se utilizan prefiltros para evitar la entrada de partículas al incinerador, deben
ser cambiados con regularidad para evitar pérdidas y limitaciones en la
capacidad. Las puntas del quemador deben ser inspeccionadas y limpiadas
para garantizar la mezcla de combustible y se de una combustión eficiente.
El incinerador catalítico requiere de una inspección regular y dispositivos de
monitoreo (es decir, termopares, monitores de gas, etc.) La mayoría de los
incineradores registran de manera continua la entrada y la salida de
temperatura y la entrada del combustible auxiliar. Idealmente la salida del
monóxido de carbono y oxigeno serán continuamente registrados. El punto de
ajuste de cada monitor es usado para notificar al operador de un mal
funcionamiento del incinerador entre las inspecciones.
Sede revisar los gráficos operativos, deben llevarse a cabo una vez por turno,
para determinar si las condiciones de operación son típicas en condiciones
normales y notar cualquier tendencia. Una inspección física más detallada del
sistema debe hacerse sobre una base trimestral. Esto debe incluir los
componentes del sistema externos e internos, refractario, intercambiadores
de calor y sistemas eléctricos.
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Quemador
a) Elevado.
Los sistemas de quemado son normalmente unidades de diseño
personalizado que consta de equipos comunes. Debido a la naturaleza de los
materiales manipulados y las condiciones en las que operan los
componentes, el sistema de quemado está sujeto a la corrosión, la erosión, la
tensión térmica, agrietamiento (cracking), y taponamiento. Sin embargo,
surgen los instrumentos y dispositivos de control de procesos. Se
recomiendan inspecciones diarias, mensuales y anuales. Sobre una base
diaria, del combustible auxiliar, sellos de presión, tanque (knockout drum),
monitoreo y los dispositivos eléctricos se debe inspeccionar físicamente para
verificar que estén limpios, funcionando y calibrados. Los sellos de presión
deben ser firmes e intactos. Los chorros de gas deben estar libres de
corrosión, los depósitos limpios y sin obstrucciones. Válvulas y dispositivos
eléctricos deben ser revisados para una apropiada posición y condición.
Los medidores de presión, termómetro y/o termopares, los indicadores de
nivel todos deben ser inspeccionados por integridad física y calibrados según
sea necesario.
Sobre una base mensual piezas móviles tales como ventiladores y
sopladores, solenoides, válvulas de retención y amortiguadores deben
lubricarse y limpiarse de cualquier materia extraña que pudiera interferir con
la operación.
Anualmente o durante, se deberá parar cada equipo, componentes
estructurales que incluyen anclajes, correas, fundaciones y cables de
retención, deberán ser inspeccionados por integridad. Se debe comprobar
para el revestimiento refractario si existen grietas y desprendimientos. La
capa exterior de la chimenea y los componentes del sistema, se debe revisar
si hay grietas y la fatiga causada por exceso de presión o temperatura. Los
quemadores se utilizan normalmente en entornos severos y los problemas de
corrosión/erosión deben ser cuidadosamente monitoreados y atendidos cada
vez que se encuentren.
Todas las actividades de mantenimiento e inspecciones deben ser registradas
y estudiadas para las tendencias y variaciones de diseño, y/o condiciones
normales de operación.
La mayoría de los problemas que ocurren con los quemadores tienen un
impacto directo sobre las tasas de emisión. Caudales excesivos pueden
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causar explosiones, incendios incontrolables y ventilación de gases tóxicos o
nocivos.
Por lo tanto el mantenimiento de rutina para asegurar que los dispositivos de
seguridad estén intactos y que los controladores de procesos están
funcionando correctamente es crítico. El ensuciamiento y taponamiento es
ocasionado por deposición de materiales extraños en el exterior y/o interior de
boquillas, válvulas, monitores, controladores, y cabezales de quemado. La
limpieza de los depósitos es generalmente realizada sólo durante principales
paros.
V.6 OPERABILIDAD.
Incinerador.
a) Incinerador térmico.
La incineración, u oxidación térmica, es el proceso de oxidar materiales
combustibles elevando la temperatura del material por encima de su punto de
auto-ignición en la presencia de oxígeno, y manteniéndolo a alta temperatura
por un tiempo suficiente para completar su combustión a bióxido de carbono y
agua. Tanto el tiempo como la temperatura, la turbulencia (para mezclado), y
la disponibilidad de oxígeno afectan la velocidad y la eficiencia del proceso de
combustión. Estos factores proporcionan los parámetros de diseño básico
para los sistemas de oxidación de COV (Ref. ICA, 1999: Institute of Clean Air
Companies).
Un incinerador térmico sencillo está compuesto por la cámara de combustión
y no incluye ninguna recuperación de calor del aire de escape por medio de
un intercambiador de calor (a este tipo de incinerador se le refiere como un
incinerador recuperativo). El corazón del incinerador térmico es una flama
estabilizada por una tobera mantenida por una combinación de combustible
auxiliar, compuestos gaseosos de desecho, y aire suplemental añadido
cuando sea necesario.
Mientras pasa a través de la flama, el gas de desecho es calentado desde su
temperatura precalentada de entrada hasta su temperatura de ignición. La
temperatura de ignición varía para diferentes compuestos y por lo general se
determina empíricamente. Es la temperatura a la cual la velocidad de
reacción de la combustión excede la velocidad de las pérdidas de calor,
elevando de esta manera la temperatura de los gases a algún valor mayor.
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Por tanto, cualquier mezcla orgánica/aire se encenderá si su temperatura es
elevada a un nivel suficientemente alto.
El nivel requerido de control de los COV del gas de desecho que debe ser
alcanzado dentro del tiempo que este pasa en la cámara de combustión
térmica. Entre más corta sea el tiempo de residencia, más alta deberá ser la
temperatura. El tiempo de residencia nominal del gas de desecho
reaccionando en la cámara de combustión se define como el volumen de la
cámara de combustión dividido por la velocidad del flujo volumétrico del gas.
La mayoría de las unidades térmicas están diseñadas para proporcionar no
más que un segundo de tiempo de residencia al gas de desecho con
temperaturas típicas de 650 a 1100°C (1200 a 2000°F). Una vez que la
unidad es diseñada y construida, el tiempo de residencia no se cambia
fácilmente, de manera que la temperatura de reacción requerida se vuelve
una función de la especie gaseosa en particular y del nivel de control
deseado.
Los estudios basados en datos reales de pruebas de campo, demuestran que
los incineradores comerciales deben ser operados generalmente a 870°C
(1600°F) con un tiempo de residencia nominal de 0.75 segundo para asegurar
el 98% de la destrucción de los orgánicos no halogenados.
b) Incinerador catalítico.
Los incineradores catalíticos operan de una manera muy similar a los
incineradores térmicos/recuperativos, con la diferencia principal de que el
gas, después de atravesar el área de la flama, pasa a través de un lecho de
catalizador. El catalizador tiene el efecto de incrementar la velocidad de la
reacción de oxidación, permitiendo la conversión a menores temperaturas de
reacción que en las unidades de incineración térmica. Por lo tanto, los
catalizadores también permiten un tamaño menor de incinerador. Los
catalizadores utilizados típicamente para la incineración de COV incluyen el
platino y el paladio. Otras formulaciones incluyen los óxidos metálicos, los
cuales son usados en corrientes de gas que contienen compuestos
clarinados.
En un incinerador catalítico, la corriente de gas es introducida a una cámara
de mezclado donde también es calentada. El gas de desecho generalmente
pasa a través de un intercambiador recuperativo de calor donde es
precalentado por un gas de post-combustión. El gas calentado atraviesa
enseguida el lecho de catalizador. El oxígeno y los COV emigran hacia la
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superficie del catalizador por medio de difusión gaseosa y son adsorbidos en
los sitios activos del catalizador sobre la superficie del catalizador en donde
enseguida ocurre la oxidación. Los productos de la reacción de oxidación a su
vez son desorbidos de los sitios activos por el gas y transferidos de vuelta por
difusión hacia la corriente de gas.
La materia particulada puede encubrir el catalizador rápidamente de manera
que los sitios activos del catalizador son incapaces de ayudar en la oxidación
de los contaminantes en la corriente de gas. Este efecto de MP sobre el
catalizador se llama blinding (cegado), y al paso del tiempo desactivará el
catalizador. Debido a que esencialmente toda la superficie activa del
catalizador está contenida en poros relativamente pequeños, la MP no
necesita ser grande para cegar al catalizador. No existen reglas generales
con respecto a la concentración y tamaño de la MP que puede ser tolerado
por catalizadores, porque el tamaño de los poros y el volumen de los
catalizadores varían ampliamente. Esta información probablemente se puede
obtener de los manufactureros de catalizadores.
El método para hacer el contacto entre la corriente que contiene los COV y el
catalizador sirve para distinguir los sistemas de incineración catalítica. Tanto
los sistemas de lecho fijo como los de lecho fluido son utilizados.
Los incineradores catalíticos de lecho fijo pueden usar un catalizador
monolítico o un catalizador de lecho modular:
Incineradores de Catalizador Monolítico: El método más difundido
para hacer contacto entre la corriente que contiene los COV y el
catalizador es el catalizador monolítico. En este esquema el catalizador
es un bloque sólido poroso que contiene canales paralelos no
intersectantes alineados en la dirección del flujo de gas. Los monolitos
ofrecen las ventajas de una atrición mínima debida a la
expansión/contracción durante el arranque/apagado y una baja caída
de la presión total.
Incineradores Catalíticos de Lecho Empacado: Un segundo
esquema para hacer contacto es un lecho empacado sencillo en el
cual las partículas de catalizador están sostenidas ya sea en un tubo o
en bandejas poco profundas a través de las cuales pasa el gas. Este
esquema no está en uso muy difundido debido a su caída de presión
inherentemente alta, en comparación a un monolito, y el rompimiento
de las partículas del catalizador debido a la expansión termal cuando el
lecho encerrado de catalizador es calentado/enfriado durante el
arranque/apagado. Sin embargo, el arreglo tipo bandeja de un
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esquema de lecho empacado, en donde el catalizador es granulado, es
utilizado por varias industrias (por ejemplo, la impresión en offset de
red por solidificación al calor). El catalizador granulado es ventajoso
cuando están presentes grandes cantidades de contaminantes tales
como los compuestos de fósforo o silicio.
Los incineradores catalíticos de lecho fluido tienen la ventaja de poseer
velocidades muy altas de transferencia de masa, aunque la caída de presión
total es más bien mayor que la de un monolito. Una ventaja adicional de los
lechos fluidos es una alta transferencia del calor al lado del lecho en
comparación a un coeficiente normal de transferencia de calor de gases. Esta
mayor velocidad de transferencia de calor para calentar los tubos de
transferencia sumergidos en el lecho permite mayores velocidades de
liberación de calor por unidad de volumen de gas procesado y, por lo tanto,
puede permitir que los gases de desecho con mayores valores de
calentamiento sean procesados sin exceder las temperaturas máximas
permisibles en el lecho de catalizador.
En estos reactores el aumento de la temperatura de la fase gaseosa desde la
entrada del gas a la salida del gas es bajo, dependiendo del grado de
transferencia de calor a través de las superficies de transferencia de calor
incrustadas en el lecho. Las temperaturas de los catalizadores dependen de
la velocidad de reacción ocurriendo en la superficie del catalizador y la
velocidad de intercambio de calor entre el catalizador y las superficies de
transferencia de calor incrustadas en el lecho.
Como regla general, los sistemas de lecho fluido son más tolerantes a la MP
en la corriente gaseosa que los catalizadores ya sea de lecho fijo o
monolítico. Esto es debido al roce constante de los gránulos fluidizados de
catalizador entre sí, que ayudan a remover la MP del exterior de los gránulos
de manera continua. Una desventaja del lecho fluido es la pérdida gradual de
catalizador por atrición. Sin embargo, se han perfeccionado catalizadores
resistentes a la atrición para superar esta desventaja.
Quemador.
a) Elevado.
La eliminación adecuada de los gases residuales de proceso, durante
condiciones de rutina y/o de emergencia es crucial para proteger las
instalaciones, a los empleados de la planta y la comunidad circundante. La
quema es un método práctico y aceptado, utilizado para gestionar de forma
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segura los gases de proceso. Sin embargo, esta práctica está bajo un mayor
escrutinio.
La quemado es un proceso de control por combustión en el cual los gases de
desecho son conducidos por medio de una tubería usualmente elevada a una
localidad remota, y quemados en una flama abierta al aire libre utilizando una
boquilla de quemador diseñada especialmente, combustible auxiliar y vapor o
aire para promover el mezclado para obtener una destrucción casi completa
(>98%). La totalidad de la combustión en un quemador está gobernada por la
temperatura de la flama, el tiempo de residencia en la zona de combustión, el
mezclado turbulento de los componentes de la corriente de gas para
completar la reacción de oxidación, y oxígeno disponible para la formación de
radicales libres. Una combustión es completa si todos los elementos son
convertidos a bióxido de carbono y agua. La combustión incompleta tiene
como consecuencia que algunos elementos no sean convertidos a otros
compuestos.
Los quemadores se categorizan por lo general de dos maneras: (1) Por la
altura de la boquilla del quemador (esto es, al nivel del suelo o elevadas), y
(2) por el método de mejorar el mezclado en la boquilla del quemador (esto
es, asistidas por vapor, aire o presión, o no asistidas). La elevación del
quemador puede evitar condiciones potencialmente peligrosas al nivel del
suelo donde la flama abierta (o sea, la fuente de ignición) está localizada
cerca de unidades de proceso. La elevación del quemador también permite
que los productos de combustión sean dispersados por encima de las áreas
de trabajo para reducir los efectos del ruido, calor, humo, y olores
indeseables.
En la mayoría de los quemadores, la combustión ocurre por medio de una
flama de difusión. Una flama de difusión es aquélla en la cual el aire se
difunde a través del límite entre la corriente de combustible y la corriente del
producto de combustión hacia el centro del flujo de combustible, formando la
envoltura de una mezcla combustible alrededor de un núcleo de gas
combustible. Esta mezcla, al encendido, establece una zona de flama estable
alrededor del núcleo de gas sobre la boquilla del quemador. Este núcleo
interno de gas es calentado por la difusión de los productos de combustión
desde la zona de la flama.
El craqueo puede ocurrir con la formación de pequeñas partículas calientes
de carbón que imparten a la flama su luminosidad característica. Si existe una
deficiencia de oxígeno y si las partículas de carbón son enfriadas por debajo
de su temperatura de ignición, se genera humo. En flamas grandes de
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difusión, se pueden formar vórtices de producto alrededor de las porciones
encendidas del gas y obturar el suministro de oxígeno. Esta inestabilidad
localizada causa el parpadeo de la flama, la cual puede estar acompañada de
la formación de hollín. Como en todos los procesos de combustión, se
requiere un suministro de aire adecuado y un buen mezclado para completar
la combustión y minimizar el humo. Los diferentes diseños de quemadores
difieren, principalmente en su realización del mezclado.
Los quemadores asistidos por vapor son boquillas de quemado individuales,
elevadas sobre el nivel del suelo por razones de seguridad, queman el gas
venteado en una flama de difusión. De acuerdo a reportes, comprenden a la
mayoría de los quemadores instalados y son el tipo predominante de
quemadores que se encuentra en las refinerías y plantas químicas. Para
asegurar un suministro de aire adecuado y un buen mezclado, este tipo de
sistema de quemadores inyecta vapor dentro de la zona de combustión para
promover la turbulencia para el mezclado y para inducir al aire hacia dentro
de la flama.
Algunos quemadores utilizan el aire forzado para proporcionar el aire para la
combustión y el mezclado requerido para una operación sin humo. Estos
quemadores son construidos con un quemador en forma de araña (con
muchos orificios de gas pequeños) localizados dentro pero cerca de la parte
superior de un cilindro de acero de 0.6 metros (24 pulgadas) o más de
diámetro.
El aire de combustión es proporcionado por un ventilador al fondo del cilindro.
La cantidad de aire de combustión puede ser variada al variar la velocidad del
ventilador. La ventaja principal de los quemadores asistidos por aire es que
pueden ser utilizados donde no hay vapor disponible. Aunque la asistencia
por aire por lo general no se usa en los quemadores grandes (porque
generalmente no es económico cuando el volumen de gas es grande).
El quemador no asistido, consiste de una boquilla de quemado sin alguna
provisión auxiliar para mejorar el mezclado de aire hacia dentro de su flama.
Su uso está limitado a las corrientes de gas que tienen un contenido bajo de
calor y una proporción baja de carbón a hidrógeno y que, como resultado,
arden fácilmente sin producir humo. Estas corrientes requieren de menos aire
para su combustión completa, poseen temperaturas de combustión menores
que minimizan las reacciones de craqueo, y son más resistentes al craqueo.
Los quemadores asistidos por presión utilizan la presión de la corriente de
venteo para promover el mezclado en la boquilla del quemador. Varios
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vendedores ya ofrecen en el mercado diseños de marca de boquillas de
quemador con alta caída de presión.
Si se encuentra disponible una presión suficiente de la corriente de venteo,
estos quemadores pueden ser aplicadas a corrientes que previamente
requerían asistencia de vapor o aire para una operación sin humo. Los
quemadores asistidos por presión generalmente (más no necesariamente)
tienen el arreglo del quemador al nivel del suelo, y por consecuencia, deben
ser colocadas en un área remota de la planta donde haya bastante espacio
disponible.
Poseen cabezales de quemado múltiples que están dispuestos para operar
basándose en la cantidad de gas siendo liberada. El tamaño, diseño, número,
y ordenación del grupo de cabezales de quemado dependen de las
características del gas de venteo.
Un quemador encerrado tiene sus cabezales situados dentro de un
caparazón que está aislado internamente. El caparazón reduce el ruido, la
luminosidad, y la radiación de calor y proporciona protección contra el viento.
Los quemadores encerrados, o asentadas en el suelo son usados por lo
general en vez de los quemadores elevados por razones de estética o de
seguridad. Un alta caída de presión en el inyector suele ser adecuada para
proporcionar el mezclado necesario para una operación sin humo y no se
requiere la asistencia de aire o vapor.
En este contexto, los quemadores encerrados pueden ser considerados como
una clase especial de quemadores asistidos por presión o no asistidos. La
altura debe ser adecuada para crear suficiente succión natural para
suministrar el aire suficiente para una combustión sin humo y para la
dispersión. Estos quemadores siempre están al nivel del suelo.
Los quemadores encerrados generalmente tienen menos capacidad que los
quemadores abiertos y son utilizados para quemar corrientes continuas y de
flujo constante, aunque una operación confiable y eficiente se puede lograr a
través de un amplio rango de capacidad de diseño.
Una combustión estable puede ser obtenida con gases de venteo con un
menor contenido de calor de lo que es posible con diseños para quemar de
manera abierta (1.9 a 2.2 MJ/m3 (50 a 60 Btu/scf)), probablemente debido a
su aislamiento de los efectos del viento. Los quemadores encerrados son
utilizados típicamente en rellenos sanitarios para destruir los gases del
relleno.
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V.7 COMPARACIÓN TECNOLÓGICA.
A continuación se muestra la tabla 5.1 donde se compara las tecnologías
comerciales.
QUEMADOR INCINERADOR
Puede recibir una corriente de gas continua y de
emergencia
Recibe una corriente de gas continua, con mínimas
fluctuaciones.
La eficiencia de la combustión depende de la
composición del gas y de las condiciones
ambientales. La eficiencia máxima es del 98 a 99%.
Mantiene un 99.9% de eficiencia de combustión en
todo momento.
Las temperaturas alcanzadas en la boquilla de
quemado son hasta 1100 °C
Las temperaturas son mayores a 1100 °C.
Los materiales a emplear en la boquilla son de
aleaciones especiales
El interior es de material cerámico.
Las velocidades altas del viento pueden ocasionar
que algunos gases se escapen sin ser quemados,
pero facilitan su dispersión.
La combustión se produce en un lugar cerrado que
no es afectado por los vientos.
Presenta dificultad para quemar gases que contienen
VOC´s.
Las altas temperaturas queman de manera eficiente
gases que contienen VOC´s.
Las gotas de líquido arrastradas se queman y se
pueden precipitar al mar.
El incinerador puede ser diseñado para quemar
líquido, por medio de espreas.
Llama visible, problemas de humo. Sin llama visible y sin problemas de olor.
Alta radiación de calor a nivel de piso. Baja radiación de calor a nivel de piso por uso de una
cámara de combustión cerrada. Los gases de escape
presentan temperaturas altas.
Costos de operación y mantenimiento menores. Altos costos de operación y mantenimiento
Su localización debe estar alejada de las
instalaciones. En caso de falla o apagado de la
flama, la concentración de la nube de contaminantes
no afectaría al personal debido a la dispersión con
los vientos.
Su localización puede ser más cercana a las
instalaciones. En caso de falla o apagado de la
flama, la concentración de la nube tóxica pone en
riesgo al personal.
Requiere un trípode alejado de la plataforma para
mantener niveles de radiación mínimos
recomendados.
Requiere un trípode alejado de la plataforma para
mantener niveles de concentración mínimos
recomendados.
Requiere dos sistemas de encendido electrónico
diferentes.
Es un equipo crítico en su operación y por esa
situación se necesita un incinerador de relevo.
Tabla 5.1 Comparación de tecnologías. (Jose Fernando Carrasco Lugo).
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Capítulo VI
VI. EVALUACIÓN DE LA TECNOLOGÍA PROPUESTA.
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El quemado de gas es una operación común dirigida a la conversión de los
gases inflamables, tóxicos, y corrosivos a descargas ambientalmente
aceptables. El diseño apropiado y la operación del quemador para proteger el
medio ambiente cuando se usa para disponer gases de desecho, depende de
la composición del gas y las condiciones de operación. La temperatura
depende de la localidad y la temporada del año.
Existen muchos medios para asistir la operación de un quemador
dependiendo de las instalaciones disponibles. Consecuentemente el diseño
debe tener un gran cuidado y la aplicación debe ser ingeniada para asegurar
un óptimo funcionamiento.
El número Mach (M), conocido en el uso coloquial como Mach, es una
medida de velocidad relativa que se define como el cociente entre la
velocidad de un objeto y la velocidad del sonido en el medio en que se mueve
dicho objeto. Dicha relación puede expresarse según la ecuación:
s
VM
V
Vs es un valor que depende del medio físico en el que se transmite el sonido.
La utilidad del número de mach reside en que permite expresar la velocidad
de un objeto no de forma absoluta en km/h o m/s, sino tomando como
referencia la velocidad del sonido, algo interesante desde el momento en que
la velocidad del sonido cambia dependiendo de las condiciones de la
atmósfera. Por ejemplo, cuanto mayor sea la altura sobre el nivel del mar o
menor la temperatura de la atmósfera, menor es la velocidad del sonido. De
esta manera, no es necesario saber la velocidad del sonido para saber si un
avión que vuela a una velocidad dada la ha superado: basta con saber su
número de mach.
Normalmente, las velocidades se clasifican según su número de Mach en:
• Subsónico M < 0,7
• Transónico 0,7 < M < 1,2
• Supersónico 1,2 < M < 5
• Hipersónico M > 5
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VI.1 EVALUACIÓN DE LA TECNOLOGÍA.
Las instalaciones costa fuera (offshore) emplean sistemas de quema para
disponer de los gases residuales de una manera segura y ambientalmente
consciente, para proteger al personal y equipo. Para los quemadores que
utilizan una presión alta han sido las más eficientes para controlar las
emisiones. Estos quemadores utilizan la energía asociada con la alta presión
del gas para el mezclado de grande cantidades de aire de combustión dentro
de las flamas. El aireado de las flamas es corto y altamente direccional con
baja radiación. Los quemadores que utilizan en su diseño una alta presión
caen en las siguientes tres categorías:
1. Alta eficiencia. Múltiples-boquillas sónicas (ver figura 6.1), tienen una
variedad de pequeños diámetros ramificados, para separar el flujo del
gas a quemar en boquillas individuales. Cada brazo está equipado con
una boquilla de chorro convergente diseñada para descargar el gas a
velocidad sónica. el flujo sónico y largas cantidades de aire mezclado
dentro de la columna de gas crea un aireado, flama de baja radiación.
Figura 6.1 Quemador sónico múltiples boquillas [18] OIL & GAS JOURNAL MAY 6.
2. Quemador Coanda. Emplean el efecto Coanda (ver figura 6.2), para
arrastrar y mezclar aire para la corriente de gas dentro del quemador.
El quemador expulsa gas a alta presión radialmente desde una ranura
anular en la base de un perfil Coanda. En lugar de continuar
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horizontalmente, el gas se adhiere al perfil Coanda y se desvía 90°,
entrando grandes volúmenes de aire en el proceso.
Figura 6.2 Quemador Coanda [18] OIL & GAS JOURNAL MAY 6.
3. Quemadores supersónicos alta presión de múltiples boquillas (ver
figura 6.3), son relativamente nuevos en la industria. Sus boquillas
convergentes- divergentes crean un flujo de gas supersónico que
aumenta la aspiración de aire en comparación con las boquillas
sónicas convencionales.
Figura 6.3 Quemadores supersónicos [18] OIL & GAS JOURNAL MAY 6.
Un sistema de quemado consiste en muchos componentes como puntas del
quemador (flare tip), pilotos, tanques de sello, sistema de encendido para el
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quemador, control automático etc. Un método general para el diseño de un
quemador, por lo tanto el diseño se concentra en el diámetro de la punta del
quemador (flare tip), la altura del quemador y el espaciamiento del quemador.
Para el diseño se consideran suposiciones básicas las cuales son:
Velocidad de salida de la punta del quemador (flare tip)
correspondiente a un número de Mach de 0.5.
Forma de la flama puede describirse efectivamente como un cilindro
delgado.
Inclinación de la flama es la suma vectorial del gas de salida y la
velocidad del viento.
Un centro de radiación que tiene las mismas propiedades geométricas
como la flama se encuentra localizada en un tercio de la longitud de la
flama desde la punta del quemador (flare tip).
En primer lugar, la altura, H, del quemador que ha de ser diseñada debe ser
considerada. Haciendo referencia a la figura. 6.4, la distancia, R, entre el
centro del resplandor de la flama y un punto bajo esta consideración puede
ser determinada por la siguiente ecuación:
1/2
* * *....... . 6.1
4
E Q HV SFR Ec
K
R = Distancia desde el centro de radiación hasta un punto de referencia, en pies. E = Emisividad aparente (0.12 para un quemador operando en espacio abierto). Q = Flujo del gas, en PCSH. HV = Valor neto de calentamiento, en BTU/pie3. K = Radiación permisible, en BTU/ pie2-hr. (140 BTU/ pie2-hr para humanos). SF = Factor del diseño de la forma. La flama se puede inclinar por el viento, haciendo que el centro de radiación
se desplace en la dirección del viento. El ángulo entre la radiación de flama
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entrante y una línea perpendicular a esa superficie es el ángulo de incidencia,
α (ver figura 6.5). El ángulo de inclinación de la flama debido al efecto del
viento es el ángulo de inclinación de la flama, θ. La suma de estos ángulos es
el ángulo de visión, Φ. El factor de forma de radiación es entonces:
SF Sen ....... . 6.2Ec
Donde:
....... . 6.2Ec A
1 w
g
V Tan ....... . 6.2
VEc B
Vw = Velocidad del viento. Vg = Velocidad del gas desde la punta del quemador (flare tip).
Figura 6.4 Quemador bajo los efectos del viento. [19] GAS FLARE STACK DESIGN FOR OFFSHORE PRODUCTION FACILITIES.
El ángulo de visión correspondiente al punto de máxima radiación en una
línea (en lo sucesivo denominada la línea de referencia) a lo largo de la
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dirección del viento perpendicular a la base del quemador es de suma
importancia para el diseño de la chimenea del quemador. Este ángulo puede
ser fácilmente encontrado en la figura. 6.5.
La relación presentada por la figura. 6.5 puede ser derivada teniendo en
cuenta la intensidad relativa de radiación, Ir, como la relación del resplandor
en cualquier punto de la chimenea a favor del viento directamente debajo del
centro del resplandor, que es a la altura, h, por encima del suelo (ver figura
6.4).
2
2
hIr Sen ....... . 6.3
REc
2Ir Cos Sen ....... . 6.4Ec
O donde:
h = Distancia de base para el cálculo de intensidad relativa, en pies.
R = Distancia desde el centro de radiación hasta un punto de referencia (ver
figura 6.4), en pies.
La intensidad máxima de radiación se encuentra por cálculo.
Permite:
0 ....... . 6.5dIr
Ecd
Por lo cual:
3 2....... . 6.6
3 2 1
SenCot Ec
Cos
La ecuación 6.6 se ilustra gráficamente en la figura 6.5 que muestra el ángulo
de visión del punto de máximo resplandor en la línea perpendicular a través
de la base del quemador en la dirección del viento. El ángulo de vista,
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entonces se utiliza en la ecuación 6.2 para calcular el factor de forma de
diseño.
Figura 6.5 Ángulo de incidencia de la intensidad máxima de radiación en
varios ángulos de inclinación de la flama debido al efecto de viento. [19] GAS
FLARE STACK DESIGN FOR OFFSHORE PRODUCTION FACILITIES.
Determinación de la altura.
Desde el concepto anterior con la ayuda de la figura 6.4, puede verse que la
altura del quemador se puede determinar por la siguiente relación:
....... . 6.73
fLH RCos Cos Ec
Esta expresión asume que el centro del resplandor se produce a una
distancia Lf / 3 por encima de la punto del quemador (flare tip). Lf es la
longitud de la flama.
Espaciamiento del quemador.
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Algunos quemadores necesitan ser situados a cierta distancia lejos de la zona
de la instalación cuando la tasa de flujo de gas es en exceso de 25 millones
PCSD. La determinación de este espacio se ve fácilmente en la figura 6.4,
que tiene la siguiente relación:
2 2 2( ) / 3 (2 / 3) ( )....... . 6.8f fM R L L RCos Ec
2 2 ....... . 6.9X M H Ec
Donde X es el espacio del quemador, Lf, es la longitud de la flama.
Longitud de la flama.
Es de interés señalar que la longitud de la flama aumenta cuando el flujo de
gas se reduce lo suficiente para causar un cambio en la zona laminar.
Después de alcanzar una longitud máxima, la flama vuelve a disminuir a
medida que disminuye flujo. Las características de este fenómeno se ilustran
en la figura 6.6.
Figura 6.6 Características de combustión de las flamas, de descarga de una
tubería circular con un aire quieto y sin mezcla previa. [19] GAS FLARE
STACK DESIGN FOR OFFSHORE PRODUCTION FACILITIES.
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El número de Mach es un grupo adimensional expresado como (V/Va) que es
la relación de la velocidad del gas a la velocidad acústica del gas. Con un
aumento en el número de Mach, la longitud de la flama se incrementará a un
determinado pico dentro de la zona laminar. Generalmente, el número de
Reynolds es menor a 3,000.
Cuando el número de Mach continúa aumentando a un mismo diámetro de la
punta de descarga del quemador, la flama se reducirá a un cierto punto de
valle dentro de la zona de transición. El número de Reynolds en esta zona de
transición está en el intervalo de 3,000 a 5,000. Si se continúa incrementando
el número de Mach a un punto de apagado dentro de la zona turbulenta dará
lugar a una muy corta flama, o de tipo jet. Cuando el número de Mach es lo
suficientemente grande como para definir la zona inestable, la flama se
apagara y continuamente se extinguirá. Dependiendo del tipo de quemador
empleado, la máxima velocidad permisible de salida del gas puede variar
desde 0.2 a 0.5 Mach. Aunque un apagado de la flama puede esperarse a
velocidades superiores de 0.2 Mach, quemadores piloto, diseñados
adecuadamente, permiten la quema continua a velocidades de salida de 0.5
Mach.
La relación entre el número de Mach y velocidad del gas es:
....... . 6.10Velocidad del gas
Machnumber EcVelocidad sonicaenese gas
La velocidad sónica en un gas ideal se puede expresar mediante la siguiente
relación:
460223 ....... . 6.11
g
s
n TV Ec
MW
Donde:
Vs = Velocidad sónica, en pie/seg.
n = Relación de calores específicos (Cp/Cv).
Tg = Temperatura del gas, en °F.
MW = Peso molecular del gas.
Para el tipo de punta de quemador (flare tip) que permiten una velocidad de
salida con un número de Mach de 0.5:
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460111.5 ....... . 6.12
g
g
n TV Ec
MW
Donde:
Vg = Velocidad de salida del gas, en pie/seg.
La relación del flujo volumétrico entre la temperatura y presión se expresa en
pie3/seg bajo la siguiente condición:
460....... . 6.13
127347
g
a
Q TQ Ec
p
Donde:
Qa = Flujo actual del gas, en pie3/seg.
p = Presión del fluido en la punta del quemador (flare tip), en PSIA.
Q = Flujo, en PCSH.
La ecuación 6.13 dividida por la ecuación 6.12 da la sección transversal
requerida para la punta del quemador (flare tip), en pies2.
7
460....... . 6.14
1.42 10
ga
g
MW TQ QA p Ec
V x n
Por lo tanto, el diseño del diámetro del quemador se puede calcular con la
siguiente ecuación:
0.25
4600.00359 ....... . 6.15
gMW T Qd Ec
n P
Donde:
d = diámetro del quemador, en pulgadas.
Determinación de la longitud de la flama.
La longitud de la flama, en pies, puede ser estimada utilizando la siguiente
ecuación:
Página 158 de 174
10 ....... . 6.1655
f
HL d Ec
Donde:
ΔH = Carga de la velocidad de salida del gas, en pulgadas de agua,
O:
2 * *....... . 6.16
3593 460
g
f
g
V MW PL Ec A
T
VI.2 CRITERIOS A CONSIDERAR EN EL DISEÑO Y ESPECIFICACIÓN
DE LA TECNOLOGÍA PROPUESTA.
Entre los criterios de diseño básicos más relevantes de quemadores elevados
se tienen los siguientes:
El diámetro del quemador se debe dimensionar con base a la velocidad de
salida de los gases y la caída de presión a través de la boquilla, para la
condición de flujo máximo.
Se deberá estimar una velocidad adecuada de salida de los gases a
quemado para mantener una flama estable.
Para seleccionar la boquilla de quemado se debe determinar la presión
máxima, temperatura máxima y la composición de los gases a quemar, así
como el tipo de operación, considerando que en las descargas se deberá
operar sin emisión de humo y solo en caso de descargas de emergencia por
periodos de tiempo muy cortos, puede permitirse la emisión de humo.
La velocidad de salida de los gases a quemar puede ser hasta 0.5 Mach, para
los flujos máximos no frecuentes, manteniendo una velocidad de 0.2 Mach
para condiciones de operación normal y más frecuentes, en sistemas de baja
presión. Sin embargo, la operación a velocidad sónica puede ser apropiada
para quemadores de alta presión. Se recomiendan caídas de presión de 2
psig a través de la boquilla de quemado. La altura del quemador se debe
determinar con base a la intensidad de calor radiante generado por la flama y
al punto en el cual se requiera tener la intensidad de radiación máxima
permisible, considerando que a partir del centro de la flama en línea vertical
descendente hacia el nivel de piso, se obtienen los valores máximos de
radiación.
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La estructura que soporta al quemador, deberán soportar un valor de
intensidad de radiación de 15.77 kW/m2 (5,000 BTU/hr ft2), como mínimo.
A continuación se presenta la tabla 6.3, donde se indican niveles de radiación
recomendados para diseño.
No. Condiciones. Nivel de radiación permisible.
KW/m2 (BTU/hr ft
2)
1
Cualquier localización donde
personal está continuamente
expuesto.
1.58 (500)
2
Exposición del personal en
área de trabajo con ropa
apropiada por un corto
intervalo de tiempo
4.73 (1,500)
3
Exposición del personal
efectuando acciones de
emergencia que no dure más
de 1 minuto, con ropa
apropiada.
6.31 (2,000)
4
Diseño del quemador a
cualquier localización a la
cual la gente tienen acceso
(por ejemplo, al nivel abajo
del quemador o una
plataforma de servicio
cercana a una torre); la
exposición será limitada a
pocos segundos, suficientes
para escape solamente.
9.46 (3,000)
5 Exposición sobre estructuras
y áreas donde no haya
personal operando, y donde
cubiertas para calor radiante
estén disponibles (por
ejemplo atrás de equipo).
15.77 (5,000)
6 Falla estructural, madera
encendida después de
aproximadamente 1 minuto.
31.53 (10,000)
Tabla 6.3 Niveles de radiación recomendados para diseño. (Excluyendo la
radiación solar).
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Debido a que el nivel de radiación permisible está en función del periodo de
exposición del personal, se debe considerar el tiempo en que reaccionan las
personas en percatarse de una situación de emergencia y el tiempo que se
requiere para movilizarse.
En la siguiente tabla 6.4 se muestran los tiempos necesarios para alcanzar el
umbral del dolor.
Intensidad de radiación
BTU/hr ft2 KW/m2 Umbral del dolor (seg)
550 1.74 60
740 2.33 40
920 2.90 30
1500 4.73 16
2200 6.94 9
3000 9.46 6
3700 11.67 4
6300 19.87 2
Tabla 6.4 Tiempos de exposición necesarios para alcanzar el umbral del
dolor.
En los relevos de emergencia se considera que las personas reaccionan en
un tiempo de 3 a 5 segundos y se requieren 5 segundos más, para que el
personal se retire del área, por lo que resulta un periodo total de exposición
de 8 a 10 segundos.
Cuando se manejan gases tóxicos debe considerarse también que el
quemador tenga la altura suficiente para que la concentración de los mismos
a nivel de piso, no exceda el límite aceptable de toxicidad en caso de que se
extinga la flama del quemador.
El nivel de ruido para los quemadores elevados en la etapa de quemado
normal no deberá rebasar los 90 decibeles, considerando que de acuerdo a
OSHA este nivel de ruido permisible puede ser tolerado durante 8 horas por
día, en un área cercana donde se llevan a cabo trabajos de mantenimiento.
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La operación libre de humo del quemador puede llevarse a cabo por varios
métodos, incluyendo inyección de vapor de agua, inyección de gases de
desecho a alta presión, corriente de aire forzada, espreado con agua,
operación del quemador con un premezclador de quemado o distribución del
flujo a través de muchos quemadores pequeños.
Los quemadores elevados con emisión de humo básicamente utilizan una
boquilla convencional o también llamada utilitaria, constituida principalmente
por un tubo, rompevientos, anillo de retención de flama, brida de montaje,
pilotos y conexión de gas a piloto, así como el sistema de encendido de
pilotos.
También es recomendable realizar análisis complementarios, dispersión de
gases tóxicos, verificando que el quemador tenga la altura suficiente para que
la concentración de los mismos a nivel de piso terminado NPT, no exceda el
límite permisible de toxicidad.
QUEMADORES DE TIPO SÓNICO.
La boquilla del quemador tipo sónico, fue desarrollada para proporcionar
ciertas características de mejora en el quemado, como son: flama corta y
direccional con bajos niveles de radiación y combustión sin humo, para
reducir la chimenea del quemador y los requerimientos estructurales de
soporte. Los quemadores de alta velocidad también llamados sónicos como
su nombre lo indica utiliza altas velocidades de salida y momentum para
inducir entrada de aire hacia la flama y mejorar el funcionamiento sin el uso
de algún otro equipo, tal como sopladores de aire. Para desarrollar esta alta
velocidad de salida, el quemador requiere presiones mayores a las usadas en
los quemadores convencionales. Adicionalmente, este tipo de quemador es
sin humo a la capacidad máxima y puede manejar entradas de líquido hasta
de un 20% en peso de la proporción de gas, suministrando una mezcla
homogénea de gas y no como tapones de líquido. Algunos diseños tienen
brazos múltiples con sus boquillas respectivas de acero inoxidable.
Actualmente, el API-RP-521 reconoce ahora que las velocidades sónicas (1.0
Mach) son apropiadas para diseño de quemadores para alta presión. El límite
de 0.5 Mach es solo para quemadores de baja presión. También describe las
ventajas o bondades del quemado a alta presión y velocidades sónicas. Es
importante indicar, que el diseño del quemador de alta velocidad varía
significativamente con el tipo de gas y flujo manejado, así como la presión de
operación disponible del sistema, además de que actualmente los diseños
comerciales son patentes exclusivas de los fabricantes reconocidos en el
medio.
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CONCLUSIONES.
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La velocidad de salida permitida en el quemador es función de la composición
del gas a quemar, el diseño del quemador y la presión disponible del gas,
estos parámetros están inter – relacionados, es evidente que la estabilidad de
la flama puede mantenerse a velocidades relativamente altas dependiendo de
las propiedades de la descarga y el tipo de punta del quemador (flare tip)
utilizado. Se recomienda que la velocidad en la punta del quemador (flare tip)
este limitada por un número de Mach de 0.5, a velocidades bajas puede
resultar un quemado lento provocando daños por calor en el quemador (flare
tip), la velocidad de salida de la punta del quemador (flare tip) esta en función
del valor calorífico del gas.
No es muy habitual contar con incineradores en instalaciones costa fuera. Los
incineradores necesitan mantenimiento preventivo por lo menos cada tres
meses con una inspección física de sus partes, sin parar la unidad, y de seis
meses, donde se realiza cambio de empaques, reparación de refractario,
limpieza de mallas de admisión de aire, re calibración de instrumentos, etc.,
realizando una libranza de la unidad.
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BIBLIOGRAFÍA.
Página 165 de 174
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[14] RICHARD J. REED “NORTH AMERICAN COMBUSTION HANDBOOK
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[22]IRVIN GLASSMAN RICHARD A. YETTER “COMBUSTION” FOURTH EDITION. [23] DR. ING. E. BRIZUELA – DRA. ING. S. D. ROMANO DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA MECÁNICA Y NAVAL FACULTAD DE INGENIERÍA, COMBUSTIÓN 1RA PARTE AÑO 2003. [24] CHEMICAL ENGINEERING PROGRESS (VOL 44, NO 6) FLARE SYSTEM EXPLOSIONS.
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ANEXOS.
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GLOSARIO
Aireación: Adición y mezcla de aire, el porcentaje de aireación compara la
aireación real con la cantidad estequiometrica correcta, por ejemplo, el 60%
de aireación primaria en una boquilla de premezcla significa que el 60% del
requerimiento estequiometrico de aire se suministra a través del mezclador y
de la boquilla y 40% de aire secundario que rodea la boquilla.
Atomización: El proceso de romper un líquido en una multitud de pequeñas
gotas.
Apagado de la flama: El fenómeno que se produce cuando una llama se
aleja de un quemador. Esto a menudo da lugar a que la llama se extinga. Una
flama se apaga cuando la mezcla de combustible-aire que sale del quemador
a una velocidad mayor que la velocidad con la que avanza el frente de la
flama en la mezcla.
Aire de combustión: Aire requerido para la combustión de los gases en el
quemador.
Boquilla del quemador: Accesorio localizado en el extremo de la tubería
ascendente o de distribución, donde el combustible y el aire se mezclan a
velocidades, turbulencias y concentraciones requeridas para mantener un
encendido y una combustión estable.
BBL: Barriles (unidad de volumen).
Contra quemado (burnback): Quemado interno dentro de la punta (tip). Esto
es un fuerte resultado de aire en el quemador a bajos flujos de quemado.
Capacidad de diseño del quemador: El flujo máximo de diseño del
quemador normalmente expresado en kilogramos por hora o (libras por hora)
de una composición específica, temperatura y presión.
Combustión sin humo: Combustión cuya flama está 100 por ciento libre de
humo, que corresponde al número cero (0) de la carta de Ringelmann.
Chimenea: Tubería vertical ascendente para descargar los gases producto
de la combustión a una altura tal, que se logre la dispersión de contaminantes
y se abata la radiación de calor.
Calor disponible: La cantidad bruta de calor liberado en una cámara de
combustión.
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Cuerpo negro: Un concepto físico teórico de un cuerpo que absorbe toda la
energía radiante incidente sobre ella, y que emiten la radiación máxima
posible a una temperatura dada.
Combustibles: Materiales que se pueden quemar.
Combustión: Fuego u oxidación rápida.
Dispersión: Una dispersión de los productos de la combustión en una amplia
zona para reducir las concentraciones a nivel del suelo de los productos de la
combustión.
Dispositivo de retención de la flama: Un medio para prevenir la distorsión
de la flama de un quemador.
Difusividad: Una medida de la velocidad con la que el calor se difunde a
través de un material, evaluada como k/cp, dividido por la conductividad de
calor específico de volumen.
Deflagración: Una reacción química acompañada de un vigoroso
desprendimiento de calor.
Detonación: Una reacción química exotérmica que se propaga con tal
rapidez que la velocidad de avance de la zona de reacción en el material sin
reaccionar, supera la velocidad del sonido (número de Mach > 1.0) en el
material que no ha reaccionado, es decir, la zona de reacción es precedida
por una onda de choque.
Difusión de la flama: Una flama larga luminosa creada por la difusión lenta
de mezcla (mezcla con retraso) de combustible paralelamente y corrientes de
aire en flujo laminar, o, en un sentido amplio, cualquier llama de combustión
en la que se desprende de la mezcla gradual de aire y gas combustible
después de que estos se han introducido por separado en la región de
combustión.
Estabilidad de la flama (blow off): La pérdida de una flama estable donde la
flama se eleva por encima del quemador. Esto ocurre si la velocidad del
combustible excede la velocidad de la flama.
Eficiencia de combustión: El porcentaje de fluido combustible totalmente
oxidado en el quemador. En el caso de los hidrocarburos, Eficiencia de
combustión es el porcentaje en peso de carbono en el fluido original que se
oxida completamente a CO2.
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Eficiencia de destrucción: El porcentaje en peso del vapor de fluido que
puede ser oxidado que es al menos parcialmente oxidado. En el caso de un
hidrocarburo, la eficiencia de destrucción es el porcentaje en peso de carbono
en el vapor de fluido que se oxida a CO o CO2.
Encendido directo: La ignición de un piloto por una chispa en el piloto más
que por un generador de frente de llama.
Exceso de aire: Aire proporcionado a la flama en exceso para los
requerimientos estequiométricos.
Emisividad: Una medida de la capacidad de un material para irradiar
energía, la relación (expresada como una fracción decimal) de la capacidad
de radiación de un material dado a la de un cuerpo negro. (Un "cuerpo negro"
emite radiación a la velocidad máxima posible en cualquier temperatura dada,
y tiene una emisividad de 1.0). Suponiendo que la emisividad hemisférica
total (todas las longitudes de onda, todas las direcciones) a menos que se
especifique lo contrario.
EPA: Agencia de Protección Ambiental.
Flama estable independiente: Una flama que no está en contacto con el
propio quemador, pero quema con un frente de flama estable en la
proximidad del quemador.
Flama: Masa gaseosa en combustión, que se eleva de los cuerpos que arden
y despide luz de varios colores, acompañada de desprendimiento de energía.
Flama estable: Permanencia de la flama en la punta del quemador, sin
cambio o riesgo de caer o desaparecer.
Frente de flama: El plano a lo largo de la cual se inicia la combustión, o la
raíz de una flama.
Flotabilidad de sello: Un sello de vapor seco que minimiza el requerimiento
de gas de purga necesario para proteger la infiltración de aire. Funciona
atrapando un volumen de gas en un compartimiento interno. Esto evita que el
aire desplace al gas en el quemador.
Gas auxiliar: Gas combustible que se añade al gas de relevo con el fin de
aumentar el valor de calentamiento.
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Gas condensable: Un vapor que puede condensarse a la temperatura y
presión prevista en el cabezal del quemador durante o después de un evento
de quemado.
Gas de purga: Gas (gas combustible o gas inerte) suministrado al sistema de
desfogues para evitar la entrada de aire en el mismo.
Humo: Mezcla visible de gases producida por la combustión incompleta de
una sustancia, generalmente compuesta de carbono, y que arrastra partículas
en suspensión.
Incineración: Una tecnología de tratamiento en la cual desperdicios son
destruidos por medio de incendios controlados a temperaturas altas.
Incinerador: Un horno usado para quemar desperdicios bajo condiciones
controladas.
Inflamable: Cualquier material que se enciende fácilmente y quema
rápidamente.
Intensidad de combustión: Caudal volumétrico de combustión, la relación
de la entrada de energía del combustible en el volumen de flama.
Ignición: El acto de iniciar la combustión.
Lluvia ácida: Una condición resultante de los fenómenos atmosféricos y
químicos complejos, a menudo muy lejos de las fuentes originales, en los que
las emisiones de compuestos de azufre, nitrógeno y otras sustancias se
depositan en la tierra en forma de lluvia, nieve, o niebla.
Liberación de calor: El calor total liberado por la combustión de los gases
relevados con basado en el valor de calentamiento bajo, expresada en
kilowatts o en unidades térmicas británicas por hora (BTU).
Número de Mach: Es una medida de velocidad relativa que se define como
el cociente entre la velocidad de un objeto y la velocidad del sonido en el
medio en que se mueve dicho objeto.
Opacidad: Cualidad de opaco y se asocia con el número de la carta de
Ringelmann, para Ringelmann 1 es el 20 por ciento de opacidad y para
Ringelmann 0 es claro.
Peso específico: Densidad, el peso por unidad de volumen de una
sustancia.
Página 172 de 174
Piloto: Una pequeña flama utiliza para encender un quemador. Un piloto
interrumpido (a veces llamado piloto de ignición) es automáticamente
encendido por una chispa cada vez que el quemador principal es encendido.
Se quema durante el periodo de la flama-establecida y/o por un periodo de
prueba para la ignición y es automáticamente interrumpido al final del
quemador principal, periodo establecido de la flama, mientras que el
quemado principal permanece encendido.
Purga: Extracción de fluidos indeseables de un equipo, tubería o accesorio.
Presión de operación: Presión manométrica del recipiente a que opera
normalmente, la que no debe exceder la presión máxima permisible de
trabajo (PMPT) del metal y se mantiene usualmente a un nivel apropiado por
debajo del punto de disparo de su dispositivo de relevo o alivio de presión, de
tal forma que prevenga frecuentes aperturas.
Presión de ajuste (calibración): Presión de entrada a la cual se ajusta la
válvula de relevo para que abra en condiciones de servicio.
Presión de diseño: Es el valor más severo de presión manométrica para un
recipiente o componente en condiciones normales de operación a su
respectiva temperatura de diseño de metal, usada para el cálculo y diseño del
recipiente o componente a presión.
Productos de la combustión: Materia resultante de la combustión, tales
como gases de combustión, vapor de agua, y ceniza.
Quemador enclaustrado: Un quemador con uno o más quemadores
dispuestos de tal manera que la flama no es directamente visible.
Quemador endotérmico: Un quemador que utiliza energía externa
generalmente asistido o enriquecido por gas para mantener la reacción de
combustión.
Quemador elevado: Un quemador elevado muy por encima del nivel del
suelo. Se eleva para reducir la intensidad de la radiación y para ayudar en la
dispersión.
Quemador (flare burner): Parte del quemador donde el combustible y el aire
son mezclados a velocidades, turbulentas y concentraciones requeridas para
establecer, mantener una ignición apropiada y una combustión estable. Esto
también se refiere al quemador (flare tip).
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Quemador enclaustrado: Sistema cuyas boquillas de quemado se
encuentran en un espacio confinado, ocultando la flama de la visión directa,
reduciendo el ruido y radiación de calor.
Quemador elevado: Sistema para disponer en forma segura gases o
mezclas de hidrocarburos desfogados, por medio de combustión. Está
integrado por la chimenea o tubería ascendente, sellos, boquilla, estructura
soporte, principalmente.
Radiación: Transferencia de calor, caracterizado por la transmisión de
energía radiante desde una fuente de elevada temperatura hacia un receptor
de menor temperatura.
Retroceso de flama: Fenómeno producido cuando la presión de los gases a
quemar es menor a la presión atmosférica, permitiendo el ingreso de aire
dentro de la boquilla, formando una mezcla combustible o explosiva, que al
contacto con la fuente de calor se inflama hacia el interior del sistema.
Reacción exotérmica: Una reacción química que libera calor, tales como la
quema de un combustible.
Radiación del cuerpo negro: La tasa teórica de la radiación de un cuerpo
negro a una temperatura dada.
Radiación: De un modo de transferencia de calor en la que el calor se
desplaza muy rápidamente en línea recta sin calentar el espacio intermedio.
El calor puede ser irradiado a través de un vacío, a través de muchos gases,
y a través de unos líquidos y sólidos.
Retroceso (flashback): El fenómeno que ocurre cuando un frente de flama
se mueve hacia atrás a través de una boquilla de quemado (y posiblemente
de vuelta al punto de mezcla). El retroceso (flashback) se produce porque la
velocidad de la flama excede la velocidad de la mezcla de combustible-aire a
través de la boquilla del quemador.
SCFH: Pies cúbicos estándar por hora.
Sello de aire: Un dispositivo que se utiliza para reducir al mínimo o eliminar
la intrusión de aire de vuelta hacia el tubo ascendente de la salida.
Soporte Derrick: Un sistema de apoyo para el quemador elevado que
normalmente se utiliza para los quemadores muy altas o cuando el espacio
es limitado.
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Sobrepresión: Incremento de presión por arriba de la presión de ajuste del
dispositivo de relevo. La sobrepresión es llamada acumulación, cuando el
dispositivo de relevo se ajusta a la presión máxima permisible de trabajo.
SOx: Óxidos de azufre.
Temperatura de la flama: Temperatura de flama teórica se calcula de la
misma manera como la temperatura de mezcla en caliente, pero por lo
general para el aire estequiométrico/combustible. Puede o no puede ser
corregida para la disociación.
Temperatura de ignición: La temperatura más baja a la que una mezcla de
combustible-aire puede proceder de la flama con una velocidad de oxidación
que libera calor más rápido, que se pierde a los alrededores.
Temperatura adiabática de la flama: Una temperatura de la flama teórica
calculada, para una condición sin la pérdida de calor.
Temperatura de autoignición: La temperatura más baja requerida para
iniciar la combustión de auto-sostenido en la ausencia de una chispa o llama.
Se varía considerablemente con la naturaleza, el tamaño, y la forma de la
superficie caliente, y otros factores. Algunos vapores pueden encenderse por
las superficies a temperaturas tan bajas como 500 °F.
Unidad térmica británica (BTU): La cantidad de energía necesaria para
calentar una libra de agua de 59 °F a 60 °F en la presión barométrica
estándar = 0.252 kcal = 0.000293 kWh
Velocidad de quemado: La velocidad a la cual el frente de flama viaja dentro
de una mezcla combustible sin quemar.
Valor de calentamiento, alto: El calor total obtenido desde la combustión de
un combustible especificado a 16 °C (60°F), Incluye el calor latente de
vaporización del agua formada por la combustión de hidrógeno en el
combustible. El poder calorífico superior es sinónimo del valor bruto de
caletamiento.
Valor de calentamiento bajo: El valor de calentamiento más alto menos el
calor latente de vaporización del agua formada por la combustión del
hidrógeno en el combustible. También se conoce como el valor neto de
calentamiento.