Universos paralelos
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UNIVERSOS PARALELOS.
Cuando me desperté esta mañana sin duda alguna era una persona rutinaria, normal y
encerrada en mi propio mundo como la mayoría de los seres humanos, pero después de este
día ocurrirían hechos que me marcarían de por vida…
Son las diez de la mañana y solo tengo un pensamiento rodando por mi mente, el contrato
con Hilton’s & Ac que firmare con ellos en menos de una hora. Me apresuro a preparar un
café cargado y encender un cigarro de mi marca favorita, nunca me ha gustado fumar sin
desayuno pero en mi mente no hay lugar para pensar en otra cosa que no sea llegar a tiempo
a la oficina. Me subo a mi Volkswagen y piso el acelerador hasta que mi zapato toca el
suelo del automóvil, es un viejo modelo pero es mi favorito sin duda alguna. Llego al
edificio faltando 15 minutos para la junta, entro al edificio, despistada como siempre, y al
alzar la mirada me encuentro con el licenciado Switch que me mira fijamente mordiendo su
labio para no carcajearse enfrente de mí debido a lo que él considera “mi divertida mirada
perdida”, eso me molesta de sobremanera y apresuro el paso llegando hasta el piso
veintinueve. La junta estuvo muy aburrida, pero eso no es raro, todo lo que hacía desde
hace un par de meses atrás me resultaba así de aburrido; era como si mi vida se estuviera
volviendo una rutina, despertarme, ir al trabajo, salir a comer la mayoría de la veces sola,
regresar a casa, tomar café, tocar de vez en cuando alguno de mis instrumentos, fumar y
dormir. La idea que mi vida se convirtiera en esto, era lo que me atormentaba desde que era
adolecente, pero ahí estaba haciendo algo que parecía ser lo más excitante que hacía desde
que empecé a trabajar como vicepresidenta de Golden y Asociados.
Regresando a mi casa, me di un baño, al asomarme a mi terraza me di cuenta que estaba
nublado y empezaba algo que se veía como una posible lluvia intensa, eso me alegraba de
sobre manera, quizás el universo o algo parecido quería que estuviera así, abrí una botella
de mi vino favorito, encendí el siguiente cigarrillo de la cajetilla y .me apresure a servirme
una copa mientras disfrutaba del aire que recorría y alborotaba cada mechón de mi cabello
rojizo, pase dos horas tratando de componer una canción, tomando café y fumando en mi
terraza y cuando menos me di cuenta estaba perdidamente dormida; fue entonces cuando
sentí algo que mi mente, mis sentidos y mi corazón jamás podrán olvidar. Sentí algo
parecido a una respiración muy cerca de mí y después como una corriente eléctrica recorría
ida y vuelta todo mi cuerpo empezando desde mi nuca descubierta, pensé que mi corazón se
había detenido; di la vuelta muy despacio, tan despacio que apenas se notaba el movimiento
de mi cuerpo, estaba paralizada, no sabía que sentir, mi sorpresa fue mucho más grande al
darme cuenta que no había nadie, más que yo en la terraza; atravesé el umbral, hacia mi
sala temblando de miedo y sintiendo aun los restos de esa corriente eléctrica que sentí y
revise cada parte del departamento, muy sigilosamente, pero estaba vacío. Recogí la taza
del suelo de la terraza y me fui a dormir, me envolví en mi colcha favorita e intente olvidar
esa sensación. No pude dormir, cuando sentía que iba lograr hacerlo una serie de imágenes
confusas donde no podía distinguir nada atormentaban mi mente y me hacían despertar de
un salto, esa fue una de las peores noches de mi vida.
Al día siguiente recibí una llamada de mi hermana menor Julieta a las siete de la mañana,
quería que pasara por ella porque se había quedado a dormir en casa de una amiga, pero
tenía que venir a preparar sus maletas. Ella se encontraba estudiando en Canadá y solo vino
aquí a pasar una temporada, ella y yo somos nuestra única familia, somos huérfanas desde
que yo tenía cinco años y Julieta apenas uno, nos quedamos a cargo de nuestros tíos
maternos pero ellos se accidentaron hace dos años y desde entonces solemos ser más unidas
que antes. Pase a la casa de su amiga Sofía pero no había donde aparcar el coche, así que lo
tuve que dejar cinco calles atrás y caminar hasta casa de Sofí para ir por mi hermana, esas
calles por lo general trataba de esquivarlas ya que la mayoría del tiempo estaban solas y
considerando la hora aun oscuras, pero me arme de valor y camine. Al terminar la segunda
calle mi reloj marcaba las 6:51 y volví a sentir la horrible sensación de la noche anterior,
pero esta vez fue más intensa y eso no fue todo, vi algo, o alguien no lo sé, es algo
indescriptible, no sé si existan las palabras adecuadas o precisas para decir lo que vi. Era un
ser, no era posible que fuera humano, su rostro era de forma irregular, sus ojos grandes
color lila y ese color tan peculiar de su piel color ocre que brillaba aunque no había ningún
rayo de sol, ni esperanza de que lo hubiera, era alto, muy alto, y su cabello era largo
peinado de una manera tan extraña, era como si cada mechón de su cabello fuera una tira de
oro, me miro de una manera que me volvió a estremecer y estaba tan confusa, que era eso
que estaba viendo, cuando de repente logre escuchar algo, en la atmosfera resonó mi
nombre, “LUCIA”; no sabía si era producto de mi confusión mental o realmente eso, que
yo miraba con una tormenta de pensamientos y emociones estaba proclamando mi nombre.
Fue entonces cuando me quede plantada en el piso sin poder moverme, era como si
estuviera pegada con cemento al pavimento, mis piernas me temblaban pero no podía
moverlas, y vi como comenzaba a avanzar hacia mi dirección; dios mío, pensé, entonces
cuando lo tuve a centímetros de mi sentí que me iba a desvanecer, pero fue entonces
cuando él me extendió su ¿mano?, si su mano o algo parecido a eso, pero no podía
moverme y quede pasmada por la impresión, entonces el toco con uno de sus dedos mi
frente y sentí como si mi cuerpo se separara, jamás había sentido algo parecido, lo único
que pude hacer fue cerrar los ojos, al abrirlos me encontraba flotando, en literal,
FLOTANDO, suspendida en el aire, y pude contemplar a mi alrededor solo puntos
brillando hermosamente, con un fondo oscuro, demasiado, una especie de capa donde mis
movimientos quizás se difuminarían, me quede pasmada y le pregunte temerosa quien era,
el solo fingió una sonrisa y volvió a tocar mi frente con su dedo, esta vez sentí diferente,
sentí como cada molécula, cada partícula de mi ser se separaba y se sentía libre en un
espacio que jamás había imaginado, esta vez nos encontrábamos pisando una superficie de
algo que solo puedo describir como similar a un vidrio muy fino y delicado, pintado con
muchas tonalidades de colores, colores hermosos que nunca me había siquiera imaginado,
era algo parecido a un arcoíris, entonces el me tomo del brazo y se sentó, haciendo señas
para invitar a sentarme. En ese momento fue cuando volví escuchar su voz, hablaba tan
extraño, era como si su voz tuviera un eco y era tan extraña que por momentos parecía
seductora y persuasiva.
-Te contestare la pregunta de hace un momento, soy Ksul, y vengo de un universo paralelo
que se encuentra dentro de tu mente.
¿De qué demonios está hablando? ¿Universo dentro de mi mente?, no entiendo nada, mi
mente daba mil vueltas y solo pude soltar unas cuantas palabras mal pronunciadas y
temblorosas.
-¿A qué te refieres? ¡EXPLICATE!.
Pude ver como se acomodaba, como si fuera a recitar un discurso, me puse en su misma
posición y enseguida el comenzó.
-Así es Lucía, te explicare, los seres humanos, solo hablan, escriben o cantan sobre algo
que han visto antes o escuchado antes, la mayoría no es capaz de abrir su mente y ver más
allá de lo visible, si alguien se atreviera a salir de su mundo, podría ver nuestro universo.
Solo existe una puerta para entrar a nuestro cosmos y conocernos, esa puerta se encuentra
en la parte más remota de sus mentes, y muy pocas personas logran llegar hasta ahí.
-¿Y cómo es que yo estoy aquí y te estoy mirando? Pregunte sintiéndome demasiado
confusa, me acababa de dejar perpleja con lo que me dijo.
-Es que tú abriste la puerta anoche, y quise mostrarte parte de mi universo.
¿Qué diablos acababa de decir? ¿Yo? ¿Una simple abogada, logré llegar a abrir la puerta a
otro universo? No lo puedo creer.
-Pe… pero yo, ¿cómo?
-Anoche mientras dormías, tu mente entro en un lapso de paz y lograste dejar tu mente en
blanco y eso te permitió mirar más allá de lo que veías.
No puede ser posible, pensé, es lo más insensato que he escuchado. Quería respuestas,
demasiadas respuestas, pero el ambiente solo me incitaba a relajarme y disfrutar de todo
aquello.
El me tomo de la cintura y me alzo hasta que mis pies volvieron a tocar el piso, entonces
me invito a dar un paseo, era increíble lo que veía, algo tan hermoso, tan perfecto,
demasiado para ser descrito; al mirar hacia abajo podía ver varios escritos, pensamientos, y
si me concentraba podía escucharlos.
-¿Qué es eso? Le pregunte a Ksul que comenzaba a agradarme.
-Son todos los de tu mundo. Respondió rápidamente,
-Lo que escuchas son sus pensamientos e ideas, algunos de ellos están a punto de lograr
abrir la puerta. Veras como te dije antes nosotros somos un universo paralelo al tuyo,
estamos estrechamente relacionados.
Sonrió tenía una muy bonita sonrisa era inspiración, tan solo con verla cualquiera podría
componer o escribir lo más hermoso.
Continuamos caminando y llegamos a un cristal perpendicular al del suelo el soplo muy
cerca de él y cerró los ojos enseguida este cristal se desvaneciendo. Yo me encontraba
experimentando un éxtasis intenso de emociones, era increíble, era algo que me marcaría de
por vida.
-Ksul, ¿tienes súper poderes o algo por el estilo?
El empezó a reír y me miró fijamente,
-Acompáñame, tengo que mostrarte lo más importante de todo esto, te pido que pongas
mucha atención, que te relajes y conserves el control de tu mente.
Y otra vez estaba ahí la corriente eléctrica recorriendo cada poro de mi piel. Estábamos
parados en algo similar a una nube, y el brincaba cada una de ellas con mucha agilidad,
cuando cruzo la primera me invito a saltar,
-Ven Lucia, acompáñame por favor.
-No puedo, tú tienes poderes, yo no.
El volvió a brincar hacia donde yo me encontraba, me miró fijamente como tratándome de
explicar algo que jamás entendería. Y con su voz muy cálida y con eco me dijo.
-Tú también tienes poderes, todos, absolutamente todos los seres los tenemos, solo es
cuestión que controles tu mente.
Otra vez no entendía lo que me decía y solo me quede perpleja.
-Veras, la mente es el arma más poderosa del mundo, es lo que le da sentido a todo, la
mente, controla todo, absolutamente todo Lucia, de eso se trata lo que tu llamas vida. Así
como el control que por un momento de tu mente te logro abrir la puerta hacia todo esto, te
podrá hacer cualquier cosa, hasta tener “súper poderes” como tú los llamas.
-No lo puedo creer.
Me puse fría de tan solo pensarlo.
-Vamos prueba, inténtalo, confía en mis palabras. Solo concéntrate, pon tu mente en blanco
y entra en ti misma, fija un objetivo y listo.
Hasta ahora no entiendo como pude hacerlo, realmente no me lo puedo explicar, pero
cuando me di cuenta estaba suspendida en el aire y avanzaba demasiado rápido, era tan
emocionante, por fin en mis 27 años había algo realmente excitante en mi vida, algo fuera
de lo habitual, algo que solo me pasaba a mí.
-Ves, lo has logrado, por fin tienes control de tu propia mente, de ahora en adelante serás
realmente tu quien decida qué es lo que quieres hacer con tu vida, y solo tu podrás tener
control sobre tu mente.
Me dijo Ksul con una gran sonrisa en su boca, por primera vez pude ver facciones en su
extraño rostro.
-Ahora sí, Lucia pon atención. Todo lo que ves a tu alrededor es tu mundo, ve como
caminan en solo una dirección, es como si al nacer los programaran, para ir en una misma
dirección, pero no es así y ellos no lo saben. Cuando alguno de ellos quiere ver más allá que
los demás o intenta cambiar de dirección, los de tu planeta lo denominan “loco” y lo
excluyen es por eso que no muchos pueden llegar hasta nuestro universo. Ahora observa
fijamente a todo el entorno.
Por dios, me asombre tanto al darme cuenta que muchos como el caminaban cerca de los
humanos, y nadie se daba cuenta de ello, flotaban seres. Era fabuloso lo que observaba dos
universos en un mismo instante, lo más fascinante que alguien podría ver.
-Lucia, nosotros vivimos en ustedes, sus pensamientos ocultos o reprimidos, nos dan
energía, así como nosotros se las damos a ustedes, todos los universos están
maquiavélicamente entrelazados, uno no puede existir si el otro no existe, todos nos
alimentamos de todos, es así de fácil.
-¿Qué otra cosa les da fuerza? Pregunte con mucha cautela.
-Los sentimientos y emociones, cuantos más sentimientos hayan, más energía habrá.
-¿Es decir que el amor les da energía?
-Querida Lucia, el amor no es el único sentimiento existente. También existe el deseo, la
atracción, la felicidad, la tristeza y por qué no, hasta el odio.
-Es asombroso.
-Ahora, ser, cierra tus ojos te daré tu ultimo paseo.
Enseguida hice lo que él me indico y solo oí cuando me dijo que los abriera. Era hermoso
lo que podía ver en esos instantes. Veía como la gente reía, lloraba, gritaba, pegaba, moría,
nacía, como el agua caía, se evaporaba, vi florecer un campo, quemarse otro, vi a un
abogado despedido, vi la graduación de una joven de universidad; también pude ver su
mundo, sentí el viento en mi cabello, los colores de su universo, sus seres, escuche su
música, fue lo más majestuoso que he vivido, y fueron tan solo unos minutos.
-Es hora de irnos Lucia.
Menciono él.
Toco mi frente de nuevo y en medio segundo estábamos de nuevo parados en la misma
calle donde lo había visto horas antes.
-Adiós Lucia, recuerda que mientras controles tu mente, volverás a entrar a mi universo,
hasta pronto.
De pronto el brillo que emanaba su piel desapareció, y en una forma simultánea volví la
vista hacia la calle oscura y vacía, me pregunte qué hora era. Julieta me matara, pensé.
Mire mi reloj y me di cuenta que marcaba las 6:52 de la mañana.
-¡IMPOSIBLE! Como pude vivir y ver todo lo anterior en menos de un minuto, era
imposible, pero para ese entonces sabía que el imposible no existía, solo para las mentes
cerradas y prefabricadas. Me dirigí a casa de Sofía, sabiendo que de ahora en adelante mi
mente y mi vida en si quedaría por siempre marcada.
FIN.