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Revista Latinoamericana de Psicología 2008, volumen 40, N o 2, 305-319 VALORACIÓN OBJETIVA DEL ESTILO DE CRIANZA Y LAS EXPECTATIVAS DE PAREJAS CON NIÑOS PEQUEÑOS PEDRO SOLÍS-CÁMARA 1 , MARYSELA DÍAZ R., YOLANDA MEDINA-CUEVAS y LORENA BARRANCO-JIMÉNEZ Universidad de Guadalajara, México 1 Correspondencia: PEDRO SOLÍS-CÁMARA R., Centro Universitario de la Ciénega, Laboratorio de Psicología: Investigación e Intervención, Universidad de Guadalajara, Apdo. Postal #2-322, 44280 Guadalajara, Jalisco, México. Correo electrónico: [email protected]. ABSTRACT The purposes of the present study were to determine the frequency of parenting styles in couples with same style versus different style, to analyze differences between these groups, and to explore their parental expectations. A demandingness-responsiveness model was chosen, and it was operationalized by means of an objective measure of discipline and nurturing practices. In the study participated 485 couples with young children. Results revealed more indulgent parents in couples with the same style. Among parents who didn’t share parenting style, there were more authoritarian mothers and more authoritative fathers. Authoritative couples, with the exception of indulgent couples, had more nurturing practices and the highest developmental expectations among styles and groups. This study highlights the need of more Latin-American research. Key words: styles, expectations, couples, young children. RESUMEN Los propósitos de este estudio consistieron en conocer la frecuencia de estilos de crianza en parejas con estilo común versus con estilo diferente, analizar sus diferencias, y conocer sus expectativas. Se eligió un modelo de exigencias-responsividad que se operacionalizó con una Continúa

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  • Revista Latinoamericana de Psicologa2008, volumen 40, No 2, 305-319

    VALORACIN OBJETIVA DEL ESTILO DE CRIANZA Y LASEXPECTATIVAS DE PAREJAS CON NIOS PEQUEOS

    PEDRO SOLS-CMARA 1 , MARYSELA DAZ R.,YOLANDA MEDINA-CUEVAS

    y

    LORENA BARRANCO-JIMNEZUniversidad de Guadalajara, Mxico

    1 Correspondencia: PEDRO SOLS-CMARA R., Centro Universitario de la Cinega, Laboratorio de Psicologa: Investigacin eIntervencin, Universidad de Guadalajara, Apdo. Postal #2-322, 44280 Guadalajara, Jalisco, Mxico. Correo electrnico:[email protected].

    ABSTRACT

    The purposes of the present study were to determine the frequency of parenting styles incouples with same style versus different style, to analyze differences between these groups, andto explore their parental expectations. A demandingness-responsiveness model was chosen,and it was operationalized by means of an objective measure of discipline and nurturingpractices. In the study participated 485 couples with young children. Results revealed moreindulgent parents in couples with the same style. Among parents who didnt share parentingstyle, there were more authoritarian mothers and more authoritative fathers. Authoritativecouples, with the exception of indulgent couples, had more nurturing practices and the highestdevelopmental expectations among styles and groups. This study highlights the need of moreLatin-American research.

    Key words: styles, expectations, couples, young children.

    RESUMEN

    Los propsitos de este estudio consistieron en conocer la frecuencia de estilos de crianza enparejas con estilo comn versus con estilo diferente, analizar sus diferencias, y conocer susexpectativas. Se eligi un modelo de exigencias-responsividad que se operacionaliz con una

    Contina

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    INTRODUCCIN

    El estilo de crianza se puede definir como unconstructo psicolgico multidimensional que re-presenta caractersticas o estrategias de crianzade los padres. Los estilos ms reconocidos fue-ron derivados de las descripciones prototpicasde la crianza propuestas por el modelo de socia-lizacin de Baumrind (1966); sin embargo, en laprctica los estudios han operacionalizado almodelo implicando una o ms dimensiones,como son las de comunicacin, afecto, etc. (Ato,Galin & Huscar, 2007; Darling & Steinberg,1993). Por ejemplo, la combinacin de las di-mensiones de control (o coercin) y de afecto (oapoyo) ha permitido determinar los estilosautorizativo o democrtico (alto control y altoafecto), autoritario (alto control y bajo afecto), ypermisivo (bajo control y alto afecto).

    A pesar del inters generalizado en el estu-dio de la crianza, en Espaa se reconoce laescasez de estudios de crianza con padres denios pequeos (Alonso Garca & RomnSnchez, 2005). Y en nuestra revisin encon-tramos casi una total ausencia de estudiosespecficamente sobre estilos de crianza connios pequeos, particularmente con muestraslatinoamericanas. Por ejemplo, en un recienteartculo de revisin sobre estilos de crianza(Ato et al., 2007), slo se mencionan dos estu-dios experimentales con muestras infantiles deEspaa. Este estado de cosas puede deberse enparte a que, como varios estudiosos sealan,hay un buen nmero de problemas con las

    medida objetiva de prcticas disciplinarias y de crianza. Se evaluaron 485 parejas con niospequeos. Los resultados indicaron que en parejas con estilo comn el estilo predominante fueel indulgente, pero en parejas con estilo diferente, predomin el estilo autoritario en las madresy el autorizativo en los padres. Las parejas autorizativas, con excepcin de las parejasindulgentes, tuvieron ms prcticas de crianza y las ms altas expectativas. Se resalta lanecesidad de ms investigacin con muestras latinoamericanas.

    Palabras clave: estilos, expectativas, parejas, nios pequeos.

    medidas de los estilos de crianza, tales como eluso de diferentes instrumentos en cada estudioy la falta de especificidad de las medidas encuanto a la edad de los nios a la cual se dirigen(Ato et al., 2007; Bersab, Fuentes & Motrico,2001). De acuerdo con Bersab y colegas(2001), los problemas identificados con lasmedidas de estilos de crianza en la literaturainternacional, incluyen: a) la mayora evalanintenciones u opiniones de los padres en lugarde prcticas concretas; b) los tems se formulande forma genrica o en tercera persona (porejemplo, un castigo a tiempo vale ms que tresexplicaciones), lo que favorece la deseabilidadsocial, y los hace poco claros o ambiguos. Todoello, provoca que los padres respondan lostems opinando sobre la educacin de los hijosen general, pero sin expresar cul es su com-portamiento real con los suyos. Y tambinsealan problemas metodolgicos con las me-didas: muchos cuestionarios no especificanlas edades de los hijos (preescolares, edadescolar, adolescencia) a las que van dirigidos;otros no dan informacin de sus propiedadespsicomtricas, ni de la escala de respuesta uti-lizada. Adems, el nmero de tems presentauna gran variabilidad, siendo en algunos casosexcesivo (ms de 300 tems en algunas prue-bas). (p. 678-679). Y, al proponer, Bersab ycolegas (2001), unos instrumentos para valorarestilos en poblacin adolescente, ellas destacanque la ausencia de cuestionarios ha favorecidotraducciones y adaptaciones de instrumentosque han demostrado validez, pero en culturasno hispanas.

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    Esto es un problema importante porque deacuerdo a una revisin de los estudios publicadossobre familias con nios pequeos durante ladcada de los 90s del siglo pasado (Demo &Cox, 2000), la mayora de los estudios con elmodelo de socializacin de Baumrind, o posterio-res, fueron realizados en pases industrializados,particularmente en los EUA, y con familias blan-cas y de clase media; hecho que hasta en laactualidad se seala como problemtico paraestablecer generalizaciones, tanto del predomi-nio benfico en la socializacin infantil por partedel estilo autorizativo en muestras diferentes a lasms estudiadas (Winsler, Madigan & Aquilino,2005), como del supuesto de que el estilo mscomn a encontrar a travs de las poblaciones estambin el autorizativo (e.g., Assadi & et al.,2007). Pero, por lo menos en los estudios deestilos de crianza con nios pequeos, no hay anun acuerdo sobre estos puntos a travs de culturasy grupos tnicos o minoritarios (Gamble,Ramakumar & Daz, 2007; Roopnarine,Krishnakumar, Metindogan & Evans, 2006;Runions & Keating, 2005).

    En nuestra revisin de estudios de crianza connios pequeos buscamos instrumentos de va-loracin en Iberoamrica que cumplieran conlos sealamientos de Bersab y colegas (2001).Encontramos algunas propuestas de medicinrecientes, que revisaremos brevemente a conti-nuacin (Alonso Garca & Romn-Snchez,2005; Roa Capilla & Del Barrio, 2001; Sols-Cmara y cols. 2002). El instrumento utilizadopor Alonso-Garca y Romn-Snchez (2005),evala la interaccin recproca padres-preesco-lares, pero en cuanto a los estilos de ambospadres no soluciona los problemas sealados,particularmente porque va dirigido a evaluarsituaciones hipotticas cotidianas (Alonso-Garca & Romn-Snchez, 2005, p. 78). Encuanto a la segunda propuesta, el inventario decrianza parental o Parent-Child RelationshipInventory, fue adaptado al castellano por RoaCapilla y Del Barrio (2001) para valorar dimen-siones relevantes a las actitudes de los padreshacia la crianza, como son las relaciones padres-hijos y la calidad de las mismas. Sin embargo, el

    inventario no cumple con varias de las observa-ciones sealadas antes. Por ejemplo, va dirigidoa evaluar a ambos padres pero con nios en unamplsimo rango de edad (de los 3 a los 15 aos),y adems incluye reactivos muy generales opoco objetivos: la paternidad es una cosa natu-ral en m o me pregunto si hice bien en tenerhijos, etc.

    En referencia a la tercer propuesta (Sols-Cmara et al., 2002), se trata de la Escala deComportamientos para Madres y Padres con Ni-os Pequeos (ECMP), que: a) valora prcticasdisciplinarias y de crianza; aunque tambin inclu-ye las expectativas sobre el desarrollo actual delos nios; b) los tems se formulan de forma claray precisa, en prcticas de crianza: yo paso almenos una hora al da jugando con mi nio(a), oleyndole, o en prcticas disciplinarias: yo legrito a mi nio(a) cuando tira la comida. Y enexpectativas del desarrollo: mi nio(a) ya tienesuficiente edad para tomar lquidos en una taza,sin mi ayuda; c) va dirigido a edades especficasde 1 a 5 aos, y presenta reactivos con calificacininversa para controlar los rpidos cambios evolu-tivos del perodo de infancia (1 a 3 aos) alpreescolar (3 a 5); d) un buen nmero de estudiosapoyan las propiedades psicomtricas y la escalade respuesta utilizada (en: Sols-Cmara, 2007).Y e) el nmero de tems no es muy pequeo porsubescalas (20 a 48 tems) ni en su total, como enotros instrumentos, y tampoco es excesivo (99tems).

    Debido a que estas caractersticas solucionanen gran parte los problemas sealados por Bersaby colegas (2001), elegimos la ECMP para valorarestilos de crianza con el modelo propuesto porMaccoby y Martn (1983); a su vez este modelo seeligi por varias razones. En primer lugar, porqueest basado en los prototipos de Baumrind que,adems, inicialmente se desarrollaron con padresde nios pequeos (Baumrind & Black, 1967;Baumrind, 1971), ya que en estudios posterioresella se concentr en adolescentes (e.g., Baumrind,1991a y b). Y, de acuerdo con una revisinampliamente reconocida (Darling & Steinberg,1993), el modelo de Maccoby y Martn (1983)

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    facilita la investigacin con poblaciones diferentesde las caucsicas de clase media. Adems, elmodelo propone dos dimensiones de exigencias yresponsividad cuyas conceptualizaciones parecenms adecuadas para igualarlas con las prcticasdisciplinarias y con las de crianza que valora laECMP. Por ejemplo, responsividad se refiere am-pliamente al afecto o apoyo, abarcando no soloprcticas contingentes sobre el comportamientodel nio, sino aquellas que realizan los padres sinreferencia al propio comportamiento del nio, o,en otras palabras, a la simple sensibilidad de lospadres ante las necesidades de sus nios; oportuna-mente, la subescala de prcticas de crianza de laECMP incluye ambos tipos de responsividad, porejemplo: Si mi nio(a) es demasiado activo(a) yohago que participe en actividades tranquilas(crianzacontingente); y Yo planeo sorpresas para minio(a) (fiestas de cumpleaos, regalos), respec-tivamente (sensibilidad).

    Y, en cuanto a la dimensin de exigencias,Darling y Steinberg (1993) mencionan que suimportancia favoreci ajustes de los propios con-ceptos de Baumrind donde se refiere a esta di-mensin de exigencias en trminos de demandasy manejo de los conflictos disciplinarios padres-hijos y de la disposicin de los padres paraenfrentar la desobediencia de los hijos, lo queimplica las prcticas disciplinarias de los padres.Nuevamente, las prcticas disciplinarias de esteinstrumento parecen cubrir satisfactoriamente estascondiciones; por ejemplo, Me enojo tanto conmi nio(a) que le pego en las nalgas o Cuandomi nio(a) no hace lo que le digo le doy nalgadas.Adems, el modelo de Maccoby y Martn (1983)favorece la inclusin de otros patrones de crianzaal incluir al estilo negligente, que corresponde abaja exigencia y baja responsividad, y al estiloindulgente que equivale al permisivo, y corres-ponde a baja exigencia y alta responsividad(Darling & Steinberg, 1993, pp: 491-492); esdecir, se obtienen cuatro estilos: autorizativo,autoritario, negligente, e indulgente, por lo que sele conoce como modelo cuatripartita.

    En suma, el propsito general de este estudioes el de evaluar con una medida objetiva los

    estilos de crianza de parejas con nios de uno acinco aos de edad; en nuestra revisin de laliteratura, encontramos que ninguno de los estu-dios publicados con la ECMP ha consideradoesta aplicacin del instrumento (en: Sols-Cma-ra, 2007). Aunque este estudio es muy modestoya que no incluimos efectos de socializacin enlos nios, creemos que es importante ante laausencia de estudios sobre estilos de parejas connios pequeos. Sobretodo de estudios conmedidas con validez adecuada, por lo menos enalguna cultura latinoamericana, y que permitie-sen estudios y comparaciones con mayor gradode confianza en esas culturas. Especficamentenos interesamos en conocer la distribucin deambos padres por estilos identificados con elmodelo cuatripartita y tambin en conocer si lospadres sern predominantemente autoritarios ylas madres autorizativas, como lo seala la lite-ratura angloamericana (Winsler et al., 2005).Adems, no encontramos estudios que ofrecie-ran evidencias acerca de cul es el estilo queprobablemente predomine en poblaciones lati-noamericanas, aunque s los hay con muestrasde padres y adolescentes espaoles. Por ejem-plo, Musitu y Garca (2004) indican que, contro-lando edad y sexo, las frecuencias de estilos deambos padres segn el auto-reporte, fueron:autorizativo y negligente (casi con la mismafrecuencia), y despus autoritario e indulgente(casi con igual frecuencia). Entonces, nos pare-ce que debiese tenerse un conocimiento seme-jante con padres de nios pequeos, como ocurreen otras culturas (Assadi et al., 2007; Winsler etal., 2005). En este estudio consideramos quepara obtener evidencia razonable sobre estepunto, se requera de una muestra relativamentegrande y en lo posible representativa de algunapoblacin latinoamericana. Por lo tanto, el pri-mer objetivo de este estudio es el de conocer ladistribucin de los estilos de crianza de lospadres por gnero.

    En este estudio tambin nos interesa conocersi habr semejanza de estilos en las parejas, qutan comn ser sta en la poblacin selecciona-da, y en qu proporcin para cada estilo. Eviden-cias internacionales recientes indican que estos

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    temas son de inters pues parece que los padrescon estilo autorizativo tienden a tener parejas conel mismo estilo, y la perspectiva de sistemasconceptualiza esta interdependencia como msbenfica que la de un solo padre (Winsler et al,2005). Adems, planeamos comparar las prcti-cas de las parejas con estilo comn entre losdiferentes estilos; aunque se puede argumentarque se encontraran las diferencias obvias al com-parar las mismas calificaciones con las cualesfueron formados los estilos, se puede esperarotras que, conceptualmente, creemos que tienensentido. Esperamos encontrar calificaciones msaltas de prcticas disciplinarias en el estilo autori-tario que en el autorizativo, porque calificacionesmuy altas en la ECMP indican castigos fsicos yverbales severos y estos no nos parecen estrate-gias adecuadas del estilo autorizativo, pero s delautoritario. A un nivel ms especulativo espera-mos ms prcticas de crianza en indulgentes queen autorizativos, porque las estrategias de losindulgentes suponemos que se concentran msen permitir o facilitar actividades promotoras deldesarrollo de los hijos que en el control (i.e.,disciplina). Por lo tanto, el segundo objetivo es elde conocer la frecuencia de estilos comunes entremadres y padres de los mismos nios, y describirlas semejanzas o diferencias entre grupos iguala-dos o no en sus estilos.

    Por otra parte, al referirse a los orgenes de lasdiferencias individuales en la crianza, Baumrind(1971) concluy que las madres y los padresautoritarios, al igual que los permisivos, tenanexpectativas poco realistas sobre el desarrolloactual de sus nios. Darling y Steinberg (1993),al revisar los trabajos iniciales de Baumrind,explican el por qu de esas conclusiones. Sea-lan que al configurar las prcticas de crianza delprototipo autorizativo, Baumrind fue ms alldel tema de la autoridad, al incluir otros comoson las demandas de madurez, la comunicacin,etc. Y agregan que los hallazgos, en cuanto a lasdemandas de madurez indicaron que los padresautoritarios y los permisivos demandaban me-nos de sus nios que los autorizativos; y queestas diferencias se reflejaran en el ejercicio dela disciplina y el afecto o responsividad. Esto

    significa que ambos padres, autoritarios ypermisivos, pueden tener expectativas pobressobre el desarrollo actual de sus nios, mientrasque los autorizativos tendran altas expectativassobre ellos. Aprovechando que la ECMP incluyeuna subescala de expectativas del desarrollo, yde acuerdo a los hallazgos originales, se espera-ra que los padres autorizativos tuviesen expec-tativas ms altas que los autoritarios, losindulgentes y los negligentes de este estudio. Sinembargo, dada la ausencia de literatura a esterespecto no est claro que deberamos esperar dela comparacin entre los cuatro estilos. Por lotanto, el tercer objetivo es el de identificar ycomparar las expectativas del desarrollo entreestilos de crianza de los padres.

    MTODO

    Se trata de un estudio de tipo descriptivo condiseo transversal.

    Participantes

    La muestra de padres se eligi de una mues-tra al azar y representativa de 1600 nios en unaciudad de un milln de habitantes de Mxico,restringida a cinco estratos de edad (1,1 a 1,11aos, 2 a 2,11, 3 a 3,11, 4 a 4,11, y 5 a 5,11), ycon aproximadamente 50% de cada sexo. Losnios fueron elegidos en centros infantiles ypreescolares, de cada una de las zonas geogrfi-cas de la ciudad. Se seleccionaron todas lasparejas casadas, quedando un total de 485.

    Instrumentos

    Cuestionario sociodemogrfico requiriendoedad, aos de escolaridad, estado civil, y ocupa-cin de los padres; y la edad y sexo de los nios.

    La Escala de comportamientos para madresy padres con nios pequeos (ECMP; Sols-Cmara, 2007), fue desarrollada con una mues-tra representativa de ms de mil madres y padres

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    con nios de 1 a 5 aos 11 meses de edad deMxico. Los padres evalan sus respuestas deacuerdo a una escala Likert de cuatro puntos:Siempre/casi siempre, frecuentemente, algunasveces, y nunca/casi nunca. La ECMP consta de 99tems, algunos (93) se califican de cuatro puntosa uno, los restantes se califican en forma inversa.La ECMP valora: 1. Las expectativas del desarro-llo (EXP), que se refieren a la edad en la que lospadres esperan que sus nios deben adquirir ohan adquirido habilidades propias de su edad.Esta subescala correlaciona positivamente con laedad de los nios (Sols-Cmara, 2007); las pun-tuaciones muy altas de EXP indican que lospadres esperan que su nio muestre un desarrollomayor que el esperado a su edad; y las bajasindican que esperan menos de lo que su nio escapaz de hacer. 2. Prcticas de Crianza (PC),actividades para promover el desarrollo psicosocialdel nio, como respuesta a comportamientos del/ella, o como experiencias que ellos facilitan asus hijos; altas puntuaciones de PC indican usofrecuente de actividades promotoras del desarro-llo infantil, y bajas la ausencia de las mismas. 3.Prcticas Disciplinarias (PD), incluye los com-portamientos de los padres como respuesta aconductas especficas del nio, o con el propsitode controlar su comportamiento infantil; altaspuntuaciones de PD indican uso frecuente decastigos corporales y verbales, tales como gol-pear o gritar al nio, y bajas indican el uso deestrategias alternativas al castigo. Las tressubescalas muestran confiabilidad alfa muy ade-cuada (EXP: 0,96, PD: 0,89, y PC: 0,80); en esteestudio las confiabilidades fueron: 0,96, 0,89,0,79, respectivamente. Se ha reportado (Sols-Cmara, 2007) que la ECMP no muestra validezconvergente con un instrumento actitudinal decrianza (rs 0,00 a 0,29), muestra muy buenaconfiabilidad de medidas repetidas (rs 0,75 a

    0,93), y no se relaciona (rs 0,04 a 0,09) conrespuestas socialmente deseables.

    Procedimientos

    Ambos padres fueron entrevistados en lainstitucin donde asista su nio. Se inform queel propsito del estudio era conocer los retos yproblemas a los que se enfrentan los padres paraeducar a sus hijos. Las instrucciones fueron: encada cuestionario estn las instrucciones a se-guir, lanlas cuidadosamente y no dejen ningu-na oracin o enunciado sin contestar; si tienendudas, pregunten con confianza.

    RESULTADOS

    Las madres tenan una edad promedio de 31,0aos (DE = 5,1), y los padres de 33,2 (DE = 5,6).En cuanto a los nios, 260 eran varones con unaedad promedio de 39,3 meses (DE = 16,6), y 225nias con una edad de 39,0 meses (DE = 17,2).Las variables socioculturales para madres y pa-dres, respectivamente, se distribuyeron en: 10% y8% escolaridad elemental, 57% y 59% media(secundaria y preparatoria), 33% y 33% licencia-tura (incluye pocos casos con posgrado); paraocupacin: 32% hogar (slo mujeres), 8% y 35%obreros/tcnicos, 20% y 22% ejercen su profe-sin, 40% y 43% empleados.

    MANOVA de las calificaciones de EXP, PD,y PC por gnero de los padres indic efectosprincipales (F(3, 966) = 8,42, p < 0,001). nica-mente se encontraron diferencias por gnero enPC (F(1, 968) = 14,9, p < 0,001); las madresmostraron calificaciones ms altas (M = 53,9, DE= 8,7) que los padres (M = 51,7; DE = 8,5).

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    MANOVA de las calificaciones de EXP, PDy PC por sexo y grupo de edad de los niosindic que haba efectos por grupo (F(12, 2534)= 117,90, p < 0,001), pero no por sexo (F(3, 958)= 0,92, NS), ni interaccin (F(12, 2534) = 1,31,NS). En la Tabla 1 se muestran las medias y lasdiferencias de las tres variables por grupos.ANOVAS indicaron diferencias en EXP (F(4,960) = 405,6, p < 0,001), en PD (F(4, 960) =80,58, p < 0,001), y en PC (F(4, 960) = 8,90, p< 0,001). Los anlisis post-hoc (Scheffe, p