Venezuela Desapareci:"Lo confieso: no tengo idea en donde estoy ni para donde voy. Las que fueron mis referencias para ubicarme en Venezuela han desaparecido. Es como volar en la niebla sin radio y sin instrumentos. Nac y crec en Caracas pero ya no soy caraqueo: no me encuentro a mi mismo en este lugar convertido hoy en relleno sanitario y manicomio, poblado por sujetos extraos, impredecibles, sin taxonoma.A lo largo de mi vida recorr casi todo el pas, lo sent, lo incorpor a mi ser, me hice parte de l. Hoy no lo reconozco, no lo encuentro. El extranjero soy yo. Ocho generaciones de antepasados venezolanos no me ayudan a sentirme en casa. Nos cambiaron la comida, los olores de nuestra tierra, los recuerdos, los sonidos, las costumbres sociales, los nombres de las cosas, los horarios, nuestras palabras, nuestras caras y expresiones, nuestros chistes, nuestra forma de vivir el amor, los negocios, la parranda, o la amistad. Forzosamente nuestro cerebro y nuestro metabolismo se fueron al carajo, ese ignoto lugar carente de coordenadas.Hoy somos zombis, ajenos a todo, letras sin libros, biografas de nadie. Nos quedamos sin identidad y sin pertenencia. Una forma muy ocurrente de expatriarte: en lugar de botarte a ti del pas, botaron al pas y te dejaron a ti. Hoy Venezuela agoniza en algn exilio, pero no en un exilio geogrfico. No, Venezuela se extingue aceleradamente en un exilio de antimateria, sin tiempo ni espacio. Cualquiera sea el intersticio cuntico en donde se desvanece Venezuela, no podremos llegar a l.El pas desapareci de la memoria de las cosas universales; no existen unidades o instrumentos capaces de medir su extraa ausencia. No hay un cadver que sepultar, ni sombra, huella, o testamento que atestigen una muerte. Todo se perdi en un crptico agujero negro. Ms que una muerte esto ha sido una dislocacin en el espacio-tiempo.Pronto se dir: Venezuela? Venezuela nunca existi. Se me ocurre que en ausencia de muerte formal procede ausencia de llanto. Aqu no habr velorio. La cosa no merece ni un palito de ron. Los pocos dolientes potenciales que pudieran darse, se irn poco a poco al mismo no-lugar en donde el pas se escurri para desvanecerse para siempre.Extrao final para un pas: no pudimos ni siquiera ser un Titanic y hundirnos con algo de tragedia y romanticismo. La elegancia no fue precisamente una de nuestras caractersticas como pueblo. No tendremos el honor lgubre de ser Pompeya. No se hablar de nosotros como de Nnive o de Troya. Nunca podr algn Homero contar que tuvimos un Aquiles. No seremos lana para tejer leyendas. Nuestro final solo nos dejar vergenza."Miguel Angel Landa