VEBTAJAS Y DESVENTAJS DEL TLC

DIEGO DELUQUE

CATEDRA DE NEGOCIOS INTERNACIONALES

UNIVERSIDAD POPULAR DELCESAR

VALLEDUPAR-CESAR

2012

El Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos por sí solo no genera nuevos negocios, ni puede calificarse de bueno o malo; porque el acuerdo es un marco jurídico que da seguridad a las reglas de juego para unos y para otros”.

Así resumió el ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, lo que en su opinión hasta ahora ha sido el TLC con el país del Norte en los escasos seis meses que lleva vigente, por lo que consideró “poco tiempo para hacer un balance”.

Recordó que adicionalmente hay varios factores a tener en cuenta como que Colombia fue el penúltimo de once países en hacer un acuerdo comercial con Estados Unidos.

El ministro Díaz-Granados hizo estas reflexiones en la clausura del Foro Caribe Siglo XXI, en su tercera versión dedicada al TLC con EU, que organizaron EL HERALDO y la Universidad del Norte con el apoyo de la Alcaldía distrital de Barranquilla y Combarranquilla.

Díaz-Granados destacó el papel llamado a cumplir por el Caribe colombiano, en particular la capital del Atlántico, para enfrentar este acuerdo comercial.

“Yo sí creo que Barranquilla tiene todos los quilates con su infraestructura y con su gente y con su manejo de recursos para convertirse en la punta de lanza del país y del proceso de transformación hacia el comercio global”, afirmó.

Sin embargo la tarea no es fácil. Díaz Granados advirtió la necesidad de seguir mejorando la infraestructura portuaria en la región.

Adicionalmente hay productos que requieren más apoyo e impulso que otros para poder acceder al mercado norteamericano y a otros países, como es el caso de frutas y verduras.

“Un componente importante es conseguir el reconocimiento sanitario que es fundamental para competir, ahí hay que trabajar mucho más”, dijo.

A eso agregó la necesidad de que lleguen más inversionistas al país que jalonen el crecimiento económico; sacar un mayor provecho al tema de la exportación de servicios, campo en el cual según Díaz Granados, Barranquilla debe poner los ojos y aumentar la productividad de las empresas locales.

Por último el Ministro recalcó que a pesar del corto tiempo que lleva el TLC, las exportaciones no tradicionales de Colombia han crecido más de un 18% e incluso hay productos creciendo en un 100% como es el caso de loa azúcares y confitería, lo que hace seguir manteniendo el optimismo en los tiempos por venir.

En el foro el conferencista mexicano, director de la empresa Iqom Inteligencia Comercial, Sergio Gómez, expuso la estrategia desarrollada por el sector gubernamental y empresarial de ese país para entrar al mercado gringo.

“Obvio que la ventaja de la vecindad no tiene punto de comparación, pero nuestro país lo que hizo fue desarrollar el cluster automotriz y plantear la alianza entre Gobierno, universidades y empresarios para conseguir que hoy día México sea uno de los principales proveedores de vehículos a nivel mundial”, señaló.

Así mismo explicó que para el caso de las Pymes tras identificar que la falta de información era uno de sus problemas el Gobierno emprendió un trabajo para que 400 de estos tipos de empresas accedieran a información sobre el comportamiento de sus productos en 45 mercados internacionales.

Por su parte la directora de Proexport María Claudia Lacouture expuso las diferentes estrategias de la entidad para promover los productos colombianos en Estados Unidos.

Mientras que el vicerrector académico de la Uninorte, Alberto Roa, hizo una invitación a empresarios y a los Gobiernos, locales y nacional, a invertir y hacer del tema educativo una prioridad regional para seguir siendo vistos como “la región promisoria para los Tratados de Libre Comercial.

El TLC es apenas un paso de un largo camino que le espera a las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Colombia”. En esta frase resumió el embajador estadounidense, Michael McKinley el despegue del Tratado de Libre Comercio que promete incluir a Colombia en la comercio global.

Los primeros cien días de la firma del acuerdo fueron analizados por expertos de diferentes sectores en el marco de una nueva versión del Foro Caribe Siglo XXI, que se cumplió en Combarranquilla Country, organizado por EL HERALDO y la Universidad del Norte, y que contó con el patrocinio de la Alcaldía de Barranquilla, Combarranquilla, Proexport y la Cámara de Comercio Colombo Americana.

Los expositores coincidieron en que pasados cien días de que el TLC entrara en vigencia, las exportaciones han crecido dos dígitos, destacándose el comportamiento de las manufacturas lo que genera mayores fuentes de empleo, y sin lugar a dudas corrobora la tesis de que el acuerdo comercial traería en el mediano y largo plazo un crecimiento económico.

El Gobierno, según confirmó el viceministro de Comercio Exterior, Carlos De Hart, aspira en una década triplicar las exportaciones para lo cual ha creado varios organismos de impulso y proyección de la industria colombiana.

Según el Zar del TLC, Hernando Gómez, faltan no obstante barreras por superar tanto de índole logístico y de infraestructura y de competencia.

A la superación de estos obstáculos es a lo que en opinión del presidente de Análdex, Javier Díaz, debe el Gobierno dedicar recursos y tiempo para que las más de 9.000 empresas que hoy día exportan lo hagan pero en dimensiones considerables y el país pueda realmente entrar al comercio global.

El embajador de Estados Unidos destacó que lo más importante es que el país tiene identificadas sus necesidades y eso en sí es ya un gran avance.

Con la presentación de las normas de origen o condiciones de acceso que deben cumplir los empresarios colombianos para exportar a USA; así como la exposición de recomendaciones para iniciar procesos de apertura de mercados en USA; los riesgos y beneficios; etiquetado, contratación internacional, asuntos marcarios, registros sanitarios y propiedad industrial, arranca mañana a las 8 a.m. el Foro Caribe Siglo XXI, que en esta ocasión hará un análisis a los 100 días de entrada en vigencia del TLC con Estados Unidos.

El primero en abrir el panel será el Zar del TLC, Hernando José Gómez.

También intervendrán Carlos Andrés De Hart Pinto, viceministro de Comercio Exterior, con el tema Política de desarrollo empresarial en el contexto actual; Javier Díaz, presidente Asociación Nacional de Comercio Exterior (Análdex); Jorge

E. Castillo, director Seccional de Aduanas DIAN y Luis Carlos Villegas, Presidente de la ANDI. La clausura estará a cargo del embajador de Estados Unidos en Colombia, Michael McKinley.

primeros resultados. Uno de los temas que se abordará será sobre lo que ha pasado hasta ahora con el TLC, lo que está funcionando y lo que no en la implementación de este Tratado.

Al respecto el gerente regional de Análdex, Luis Eduardo Blanco señala que si bien puede parecer prematuro hacer un balance, sí se ha evidenciado un repunte teniendo como base cifras oficiales comparativas entre enero y junio del 2011, frente a las del 2012.

“Los combustibles siguen abanderando las exportaciones a Estados Unidos, pero hubo un crecimiento del 13,5% entre 2011 y 2012, pues se pasaron de exportar 7.541 millones de dólares a 8.563 millones de dólares.

Blanco agregó que auscultando un poco más también se presentó un incremento “interesante” con perlas y piedras preciosas. También hubo incremento en la comercialización del sector de la fundición, hierros y acero, donde las exportaciones aumentaron un 65%.

“Lo que se muestra es que sí ha habido un incremento en las transacciones, es decir el TLC ha venido despegando”, señaló Blanco.

A futuro Luis Eduardo Blanco cree que mejorando lo relacionado con la oportunidad, la calidad y ampliando la producción podrán acceder a los beneficios del Tratado sectores del cuero, la marroquinería, del papel y la manufactura. Y considera que la región Caribe tiene un gran potencial en el sector de los fungicidas, frutales y confecciones.

Los colombianos fueron a una guerra, en la mitad del siglo XIX, Gólgotas contra

Draconianos, en lucha por el libre comercio. Mientras los artesanos se oponían al

libre comercio, los comerciantes lo apoyaban. Estos últimos, los Gólgotas,

ganaron.

En toda Latinoamérica se repitió el libreto colombiano, e igualmente ganaron los

comerciantes. De otro lado, también en EE. UU. fueron a una guerra entre 1862-

65, no tanto por la libertad de los esclavos, como por el libre comercio

internacional. Sin embargo, ganó el norte industrial y proteccionista, mientras el

sur, terrateniente, esclavista y productor de materias primas, algodón, azúcar, etc.,

perdió sus privilegios.

La comparación derivada de estas dos historias resulta interesante, sobre todo por

las consecuencias que cada una de estas confrontaciones tuvo para sus

respectivos países. Mientras los estadounidenses desarrollaron la economía

manufacturera más poderosa del mundo, "haciendo lo que los ingleses habían

hecho", es decir, protegiéndola; los latinoamericanos, "haciendo lo que los

ingleses predicaban", han arrastrado una historia de fracasos y violencia, y

economías nacionales entre la mediocridad y la pobreza.

En foro en Villavicencio, expertos dicen que, aunque hay limitantes, la región tiene potencialidades

Aunque la región de la Orinoquia colombiana aún tiene limitaciones y grandes

retos que superar, es una de las que mayores potencialidades tiene en el país

para aprovechar las oportunidades que se han abierto con la puesta en marcha

del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos.

Esa fue la principal conclusión del foro sobre oportunidades reales para el sector

productivo de la región, realizado en Villavicencio, y que contó con la presencia de

empresarios, gremios y expertos en el TLC y en comercio exterior.

Para Olga Lucía Lozano, subdirectora de la Oficina de Aprovechamiento del TLC,

"en el Meta, a diferencia de otras regiones, hay una base enorme para la

construcción de una agenda de competitividad".

Agregó que la región se puede aprovechar el TLC desde dos ámbitos: el primero,

desarrollar una oferta exportable de bienes y servicios, porque hay oportunidades

de acceso inmediato con productos agrícolas como cítricos y otros frutales, para

luego explorar otros rubros.

Ocho años después del inicio en Cartagena de la primera ronda de negociaciones

para un Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos, en la misma

Ciudad Heroica se bajará la bandera para dar marcha a este gran pacto comercial

que marcará un hito en la historia del país. Este martes, desde ese puerto, saldrá

el primer embarque rumbo a Estados Unidos, bajo el nuevo marco del TLC con el

principal socio comercial de Colombia. El buque llevará confecciones que entrarán

sin pagar impuestos (aranceles) a ese mercado.

Tener un Tratado de Libre Comercio con la primera potencia económica del

planeta, con un PIB superior a 15 billones de dólares (millones de millones) no es

un acontecimiento menor. Implica tener acceso a un mercado de más de 310

millones de habitantes, con un PIB per cápita de 46.800 dólares. A partir de ahora,

el 99,9 por ciento de la oferta industrial exportable colombiana entrará de

inmediato sin pagar impuestos a ese país. Por su parte, el 81,8 por ciento de los

productos industriales estadounidenses –de los cuales el 92,5 por ciento

corresponde a materias primas y bienes de capital no producidos en Colombia–

entrará libremente al mercado nacional.

Pero no solo el tema comercial es lo importante. Desde el punto de vista político

se ha observado que los países que tienen TLC con Estados Unidos (un grupo de

18) han fortalecido la relación bilateral. México es un buen ejemplo, pues siempre

había mantenido una relación de amores y odios con su vecino del norte y ahora

es un estrecho socio comercial. Colombia también ha mantenido sólidos lazos

diplomáticos con Washington, especialmente desde que se puso en marcha el

Plan Colombia. Ahora, con un acuerdo de esta magnitud en el que las partes

hablan de tú a tú, las relaciones, incluidas las empresariales, se fortalecerán y

constituirán seguramente un matrimonio bien avenido, incluso blindado, para

enfrentar los vaivenes que imponga la coyuntura. El Tratado implicará una nueva

relación con Estados Unidos, dice el ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados.

“Pasamos de un escenario unilateral a una relación estable y permanente”, anota.

En el mundo de los negocios, tener reglas estables ayuda a proyectarlos en el

largo plazo. Con el TLC desaparece la incertidumbre del régimen conocido como

Atpdea, que establecía preferencias a algunos países andinos para entrar sin

pagar impuestos al mercado norteamericano, pero debía ser renovado cada cierto

tiempo, lo que no permitía a las empresas planear con visión de futuro.

Pese a que algunos sectores, especialmente el agrícola, han expresado temores e

incluso se sienten en desventaja frente al mercado estadounidense, los expertos

creen que, en el balance general, los tratados comerciales son más favorables que

adversos. El ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, dice que a este TLC no

le ve sino cosas buenas. “Confío en él por una razón conceptual y es que el

comercio es la madre de los negocios”.

Según Díaz-Granados, el documento, en el que se propusieron 20 países para

nuevas negociaciones de TLC, le dio herramientas al Gobierno para moverse en la

dirección correcta, lo cual le ha permitido cumplir la meta de llegar a nuevos

destinos con una oferta más variada de bienes.

Hoy, están en marcha procesos con Israel, Turquía y Costa Rica, mientras que

con China y Australia ya se han tenido acercamientos para avanzar en ese

propósito.

MÁS PARTICIPACIÓN

De acuerdo con las cifras del Dane, EE. UU. fue el principal destino de las

exportaciones colombianas acumuladas en los nueve primeros meses de 2012,

con una participación de 37,2 por ciento en el valor total.

En este periodo, Colombia le vendió a Estados Unidos productos por 16.647

millones de dólares FOB (puerto de origen), frente a los 15.602 millones de

dólares del mismo periodo del año pasado.

Estados Unidos también es el mercado que representa el mayor superávit

comercial de Colombia.

BIBLIOGRAFIA

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