Verdad o consecuencia JULIETA PENINO.doc

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EPI IDIOMA ESPAÑOL 1º1-1º2-1º3-1º4 Lee atentamente el siguiente texto Verdad, Consecuencia Ahora estoy teniendo algunos amigos en Montevideo. Algo me está gustando mi nuevo colegio. Las chicas son re divertidas. Todas son re divertidas menos Emilia que solo habla de todos los chicos que la llaman, de que todos le dicen que es la más bonita de todo primer año, de que todo el mundo le dice que se parece a Mariana Espósito de Casi Ángeles, de que ya no sabe qué hacer porque hay chicos que son un poco pesados y la cargosean el día entero… ¡Uf! No la soporto. Excepto por ella, las demás chicas me caen re bien. Y ahora estoy súper segura de que nadie nota nada extraño en mi forma de hablar. ¿Que cómo lo sé? Muy sencillito. A Belén, una de mis nuevas amigas se le ocurrió jugar a “Verdad, consecuencia”. Me encantó la idea de jugar y enterarme de todo, pero cuando me tocó el turno de que me preguntaran a mí, Belén me dijo “Juli, ¿verdad o consecuencia?” Yo ya sabía que me iban a preguntar qué chico me gustaba, y como no tenía ganas de contarles nada aún, dije “¡Consecuencia!”. Y la prenda que me pusieron fue llamar a Mateo y decirle que era el chico más lindo de la clase. Yo creo que algo de verdad hay, creo que Mateo es un chico súper lindo, pero en verdad no me gustaba eso de andar diciéndoselo así, abiertamente. Entonces hice trampa. Vi que Emilia había dejado su móvil (bueno, celular como le dicen aquí) entre unos almohadones y se lo agarré sin que nadie se diera cuenta. Entonces llamé a Mateo desde el teléfono de Emilia. Cuando Mateo dijo “Hola”, enseguida agregó “¿Qué pasa, Emilia?”. Yo le respondí “Nada, solo quería decirte que sos el más lindo de la clase. Me re gustás. Quería que lo supieras, nada más. Chau.” Todas las chicas se rieron mucho. A mí ni me tembló la voz, ni nada. ¿Total? El celular no era mío y yo hablé muy tranquila. Mateo se podría haber percatado de que no era Emilia la que hablaba, que era alguien más que estaba usando su móvil, pero no se dio cuenta de nada. Lo supe porque al otro día, cuando llegamos al cole, yo escuché que Mateo le decía a Emilia. “Sí, sos re linda, Emi, pero bueno, yo por ahora nada… No te enojes, eh, no es que no me

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EPI IDIOMA ESPAÑOL 1º1-1º2-1º3-1º4

Lee atentamente el siguiente texto

Verdad, Consecuencia

Ahora estoy teniendo algunos amigos en Montevideo. Algo me está gustando mi nuevo colegio. Las chicas

son re divertidas. Todas son re divertidas menos Emilia que solo habla de todos los chicos que la llaman, de que

todos le dicen que es la más bonita de todo primer año, de que todo el mundo le dice que se parece a Mariana

Espósito de Casi Ángeles, de que ya no sabe qué hacer porque hay chicos que son un poco pesados y la cargosean

el día entero… ¡Uf! No la soporto. Excepto por ella, las demás chicas me caen re bien. Y ahora estoy súper segura

de que nadie nota nada extraño en mi forma de hablar. ¿Que cómo lo sé? Muy sencillito. A Belén, una de mis

nuevas amigas se le ocurrió jugar a “Verdad, consecuencia”. Me encantó la idea de jugar y enterarme de todo, pero

cuando me tocó el turno de que me preguntaran a mí, Belén me dijo “Juli, ¿verdad o consecuencia?” Yo ya sabía

que me iban a preguntar qué chico me gustaba, y como no tenía ganas de contarles nada aún, dije

“¡Consecuencia!”. Y la prenda que me pusieron fue llamar a Mateo y decirle que era el chico más lindo de la clase.

Yo creo que algo de verdad hay, creo que Mateo es un chico súper lindo, pero en verdad no me gustaba eso de

andar diciéndoselo así, abiertamente. Entonces hice trampa. Vi que Emilia había dejado su móvil (bueno, celular

como le dicen aquí) entre unos almohadones y se lo agarré sin que nadie se diera cuenta. Entonces llamé a Mateo

desde el teléfono de Emilia. Cuando Mateo dijo “Hola”, enseguida agregó “¿Qué pasa, Emilia?”. Yo le respondí

“Nada, solo quería decirte que sos el más lindo de la clase. Me re gustás. Quería que lo supieras, nada más. Chau.”

Todas las chicas se rieron mucho. A mí ni me tembló la voz, ni nada. ¿Total? El celular no era mío y yo hablé muy

tranquila. Mateo se podría haber percatado de que no era Emilia la que hablaba, que era alguien más que estaba

usando su móvil, pero no se dio cuenta de nada. Lo supe porque al otro día, cuando llegamos al cole, yo escuché

que Mateo le decía a Emilia. “Sí, sos re linda, Emi, pero bueno, yo por ahora nada… No te enojes, eh, no es que no

me gustes, pero, no estoy como para salir con nadie…” Ahí no escuché más nada porque Emilia empezó a gritarle,

a decirle que quién se creía… Y yo me escabullí y me fui a conversar con Vale y Agus. No les conté nada, por

supuesto. Pero ahora estoy segura que nadie nota nada diferente en mi forma de hablar. Así que estoy feliz.

Gabriela Armad Ugón “El blog de Julieta Penino”

http://julietapenino.blogspot.com/

ACTIVIDAD

1. ¿En qué ciudad vive Julieta?

2. ¿Qué pistas nos da el texto de que ella no es uruguaya?

3. Lee el enunciado subrayado en el texto. Allí se utilizan dos denominaciones para el mismo objeto, ¿cuáles

son?

4. ¿Sabes en qué país se utiliza “móvil” para referirse a lo que en Uruguay llamamos “celular”?

5. ¿Por qué si en ambos países hablamos el mismo idioma, el español, se utilizan distintos nombres referirse

al mismo aparato telefónico?