Vida Nueva México 3

Del 10 al 16 de abril de 2010. Núm. 2.702 · 4 e

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IGLESIA EN MÉXICO

IGLESIA EN EL MUNDO

Salesianos: “El Padre José Carlos es inocente”

Los viajes de Benedicto XVI:

Alemania, Benín y Asís

Del 15 al 28 de enero de 2012. Núm. 3 • $60.00 • ISSN en trámite

EN PÚBLICO Y EN PRIVADOLibertad de conciencia y religión

DR. GUILLERMO HURTADO. Instituto de Investigaciones Filosófi cas, UNAM

Agnóstico impregnado del espíritu de AsísDR. GUILLERMO HURTADO. Instituto de Investigaciones Filosófi cas, UNAM

Agnóstico impregnado del espíritu de Asís003-01_PORTADA.indd 1 1/4/12 11:12 AM

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6 MARIO DE GASPERÍN 6 JUAN RUBIO 15 ANDRÉS GONZÁLEZ WATTY 17 LAURA JUÁREZ 45 FERNANDO PLIEGO

▶SUMARIO

El Niñopa: un Niño Dios nacido en XochimilcoSe le atribuyen infinidad de milagros, princi-palmente los de la salud. Miles de peregrinos lo buscan para pedirle favores

Para recibirlo como mayordomo pueden pasar 30 o 40 años, como ocurre en la actualidad. Existe una libreta en la que se anota la gente que desea tenerlo, la cual ya se cerró en el 2040. Pág. 16

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5Editorial

7La columna del director: Arrieros somosLa visita a México y la Nueva Evangelización

8EntrevistaDr. Guillermo Hurtado Pérez, Director del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM

14Iglesia en MéxicoJornada de Oración por la Paz

23PLIEGOLa Basílica de la Sagrada Familia, icono y realidad de la Nueva Evangelización Lluís Martínez Sistach

32En vivoA la educación y al futuro a través del deporte

34Iglesia en el MundoLos viajes de Benedicto XVI

42Con acentoUn camino hacia la libertad

44CulturaUna exposición para subir a los altares

46CineAgnus Dei. Cordero de Dios

47Libros

49Creación literaria y Poesía

50Al vueloAnthony Muheria, obispo de Kitui (Kenia)

15-28/01/2012 NÚMERO 3

Semillas de esperanza en América LatinaEl descontento social se ha encarnado en pro-tagonistas y escenarios muy diversos durante el año pasado

Sin embargo, siempre se ha oído la palabra profética de la Iglesia: con oportunos llama-mientos al diálogo, denunciando las injusti-cias y mediando en conflictos de compleja resolución. Pág. 38

Gaudí en el VaticanoA finales del año pasado se inauguró en el Vaticano una exposición sobre la dimensión espiritual de Gaudí, su obra y su exponente más destacado. Pág. 44

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▶EDITORIAL

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Reforma al art. 24 de nuestra Constitución

Se ha optado por una laicidad constructiva. Un paso importante en un largo camino por recorrer

En un acto de coherencia jurídica y política en beneficio de todos los mexicanos, la Cámara de Di-putados aprobó una reforma al

artículo 24 constitucional en sintonía con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Con esta reforma podría abrir-se una nueva etapa en el lento caminar de la libertad de religión en México. Para que sea una realidad falta que la Cámara de Senadores y la mitad más uno de los congresos estatales la apruebe y luego sea promulgada por el Ejecutivo Federal.

La virtud de esta reforma radica en re-conocer que la libertad religiosa es un derecho humano y que su ejercicio no debe limitarse ni en público ni en privado. Es la primera vez en la historia constitucional de México que se utilizan estas tres bellas palabras: “libertad de religión”. Todo un acontecimiento.

También resultan importantes las razo-nes que motivan la reforma presentes en la minuta aprobada por los diputados pues, acorde con la jurisprudencia de la Suprema

Corte de Justicia de la Nación, forman tam-bién parte del texto constitucional y deben considerarse como principio de interpreta-ción en futuras controversias. Existe una clara comprensión de la necesaria interre-lación entre el Estado laico y la libertad religiosa para el desarrollo del Estado de Derecho en la democracia. Se ha optado por una laicidad constructiva, lo que siem-pre será buena noticia. No obstante, quedan muchos pendientes. Entre tantos otros, mencionemos que no se incluyó el derecho de los padres de educar a sus hijos en la religión de su preferen-cia, así como el reconocer abiertamente el derecho a la difusión de las ideas religio-sas, lo que afecta la participación de las iglesias en los medios de comunicación, incluido su manejo. Estas y otras limitan-tes deben subsanarse por tres vías: por la

generosa interpretación del derecho a la libertad de religión acorde con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos que, desde la reforma constitucional de marzo de 2011, ya forma parte central de

orden jurídico mexicano; por la reforma al artículo 130 constitucional; y por el ajus-te de las leyes secundarias de la materia. Sin duda, se trata de una reforma trascen-dente y hacemos votos para su pronta aprobación. Es un primer paso dentro un largo camino que no podrá reco-rrerse a cabalidad hasta que los creyentes, sonadamente los católicos, nos decidamos a ejercer plenamente nues-tro derecho a dar razones de nuestra esperanza y testimo-

nio de nuestra fe. San Juan Bosco decía que, en lo público y en lo privado, debemos asumir la responsabilidad de ser: “buenos cristianos y honestos ciudadanos”.

Reacciones a la visita de Benedicto XVIEstamos de plácemes pues ya es

oficial la visita de Benedicto XVI. Sin embargo, no todos comparten la alegría de la mayor parte del pueblo mexica-no y no han faltado las reacciones en contra de quienes, no obstante su clara inteligencia en el análisis del acontecer nacional, resbalan cuando entran en el tema religioso. La medalla de oro se la llevan quienes afirman que se trata de reactivar el negocio ante la crisis de la Iglesia mexicana. Acreditan como prueba que ya solamente el 84% de mexicanos se identifica como católico. Si tal es el síntoma de una crisis, cual-quier organización social que se respete desearía vivir en semejante infierno. Se tendría que explicar, además, cómo es que en medio de tan horrible situación la Iglesia se mantiene como una de las instituciones de mayor confianza en el país. La medalla de plata se la han

ganado quienes ven en la visita un aten-tado contra el Estado laico. Resulta difícil explicar por qué la presencia de un líder religioso pudiera configurar tal amenaza. Por ejemplo, el Dalai Lama ha venido en diversas ocasiones y los católicos, dicho sea de paso, siempre lo hemos recibido con deferencia y cariño. Catolicidad obliga. La visita de un líder religioso de proyección mundial es una expresión madura de ci-vilidad y libertad religiosa, un derecho que el Estado laico y democrático debe garantizar. La presencia del Papa confirma que la sana laicidad del Estado mexicano toma ventaja y esto pone nerviosos a los sacrofóbicos de siempre.

Ganaron la medalla de bronce quienes dicen que se trata de una patraña para favorecer al PAN en las próximas elecciones y, entre otras cosas, afirman que los obispos han gozado de mayor libertad con el PAN. Olvidan tan distinguidos analistas que,

con el PAN, los católicos no la hemos pasado lo que se dice bien. La tenta-ción de ciertos grupos ultras dentro del PAN por manipular la fe y la Iglesia en beneficio de sus intereses políticos ha sido una piedra en el zapato y, en esta lógica, Guanajuato no ha sido el mejor lugar. Lo cierto es que, por ganas de hacer de la religión un instrumento político, tampoco se la acaban ni el PRI, ni el PRD, ni los demás pequeños partidos. Es tarea de la Iglesia no caer en tan perjudiciales juegos.

Por último, la mención honorífica. Un famoso analista afirmó con adusta seriedad que, puesto que él está a favor de la legalización de las drogas y la religión es el opio del pueblo, no podía oponerse a la ampliación constitucio-nal de la libertad religiosa, como tam-poco a la visita del Papa. ¡Que graben sus palabras en letras de oro!

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Ahora se ha puesto de moda interrogar, grabadora en mano,

a los aspirantes a ocupar puestos públicos sobre sus lecturas o conocimientos generales, y un número signifi cativo de los cuestionados no parece haber superado la prueba, lo cual ha suscitado en algunos la seria duda sobre su idoneidad para gobernar el país, puesto que quien tiene tan altas aspiraciones las debe avalar con una cultura también superior.

A otros, el asunto no parece ser de gravedad, pues de inmediato aparecieron defensores de los afectados diciendo que no se necesita ser perito en letras para gobernar una nación; que como la cultura general es tan baja –como lo indican las pruebas técnicas de aprovechamiento no superadas y el número ínfi mo de libros que se leen en el país—, este argumento en nada infl uirá en la elección de los presuntos

candidatos; que, fi nalmente, esas impresiones de falta de cultura serán pronto borradas por la propaganda electorera que se avecina, de modo que los candidatos –haciendo honor a su nombre— parecerán haber nacido de nuevo, limpios de toda mancha de pecado cultural.

La vox populi continuará siendo la vox Dei y Dios seguirá escribiendo derecho en renglones torcidos, pero no es ésta la caligrafía ordinaria de Dios. Él nos exige que aprendamos a leer bien y a escribir con corrección las páginas de nuestra historia, tan llenas ya de borrones.

El asunto de fondo es, pues, el de la responsabilidad ciudadana y el saber si las instituciones vigentes, desde la

universidad hasta los partidos políticos y las iglesias, han contribuido a crear simplemente clientes, afi liados, contribuyentes, agremiados o, cual debe ser, auténticos ciudadanos con derechos y deberes ejercidos y cumplidos a cabalidad.

Como el dolor no quita el amor sino que lo sublima,

quisiera ver en las recientes reformas constitucionales un motivo de esperanza. En efecto, al reconocer ahora la Carta Magna a cada mexicano verdaderos y auténticos derechos humanos universales e inalienables, y no sólo garantías “otorgadas” por obra y gracia del Estado, se nos respeta la auténtica dignidad de personas humanas y se nos excita a la responsabilidad; porque, primero es ser reconocido

como ciudadano y luego su ejercicio, pues sin derechos humanos no hay ciudadanos, sino súbditos.

La libertad de profesar o de no profesar una religión tanto en público como en privado es un derecho humano universal de cada uno de los mexicanos, incluidos los mismos gobernantes, y no una concesión a la Iglesia católica o a otra en particular. Esperamos que estas reformas, no concluidas del todo, contribuirán a crear ciudadanía para que, más allá de reconocer por el título y el autor a la novela de moda, los mexicanos ejerzamos un voto consciente como ciudadanos y no simplemente como clientes, afi liados o comprados. El ejercicio democrático no sólo requiere superar la “prueba de ciudadanía”, sino poseer una ciudadanía a toda prueba contra las agresiones que se nos vienen encima.

MARIO DE GASPERÍN GASPERÍN. Obispo Emérito de Querétaro

▶LA PUERTA DE LA FE

JUAN RUBIO. Director Vida Nueva España

Las Cortes de Cádiz

La Iglesia participará en los actos de la cele-bración del Bicentenario de las Cortes de Cádiz con un programa propio. La Diócesis

de Cádiz y Ceuta, en España, prepara los actos para el próximo año. De forma paralela, en al-gunos episcopados latinoamericanos se vienen celebrando actos más en la línea de la celebra-ción del bicentenario de la independencia. Una y otra efemérides vienen a mostrar el giro histórico que aquellos años supusieron. No solo nacieron nuevos países, sino que también nació España como nación. Una ocasión más para reforzar las relaciones eclesiales con los países hermanos y para ofrecer la mano, una vez más, a la sociedad, a la que nunca estuvo ajena la Iglesia, sino que la

alentó para la recuperación de su libertad. En la Iglesia española se vivirán estas efemérides desde las claves de la Evangelización. No son tiempos para celebraciones triunfalistas, sino para cele-braciones de fraternidad. Si bien fue mucho lo que en el plano de la evangelización España aportó a América, también fueron muchos los errores. Es hora de alimentarse mutuamente pues mucho se alimentó esta incipiente nación de la fuerza de muchas gentes del continente hermano. Es hora de mirar más a lo que nos une que a lo que nos separa y hoy la Iglesia española debiera reforzar los vínculos entre los países hermanos y alimentarse de sus bondades. Hay ocasiones para ello, no solo en el plano histórico y cultural, sino también en

el plano eclesial. Un mayor conocimiento del rico patrimonio de aquellas iglesias puede ayudar a España a enriquecer su fe. Son muchos los ciuda-danos de países latinoamericanos que hoy viven en suelo español en donde están inyectando una religiosidad que en muchos lugares de España se va perdiendo. Gracias a ellos, a sus iniciativas, a su presencia, a la riqueza de su fe, en muchos rincones y parroquias de España se mantiene viva la vivencia de la fe. Hemos de ser receptivos y seguir aprendiendo de ellos mucho de lo que hemos perdido. Por eso estas celebraciones pue-den ser la ocasión propicia para el agradecimiento y la acogida en un mundo más globalizado y en una Iglesia que ha de potenciar su universalidad.

Prueba de ciudadanía

Es necesaria la sufi ciente conciencia ciudadana para emitir un voto libre y comprometido con el bien del país

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Benedicto XVI anunció, du-rante la misa en honor a la

Virgen de Guadalupe celebra-da en la Basílica de san Pedro, su próxima visita a México en la primavera de 2012. En su homilía explicó, con acostum-brada claridad, los motivos de su viaje.

La visita pastoral tiene, ante todo, una dimensión conti-nental e implica una fuerte apuesta por América Latina. Recordemos que, en el último año, el Papa ha impulsado con fuerza el proyecto más ambi-cioso de la Iglesia para el ter-cer milenio en armonía con el Concilio Vaticano II. Se trata de la Nueva Evangelización anunciada por Juan Pablo II, pero que ha sido Benedicto XVI quien le ha puesto lo que le faltaba: dientes. Para tal efecto creó un dicasterio especí� co bajo el liderazgo del arzobispo Rino Fisiche-lla, quien fuera el redactor de la encíclica Fides et Ratio de Juan Pablo II. Sus recientes viajes por Europa y África, sus decididas acciones en Asia a través de la diplomacia en China y los nombramientos episcopales en Filipinas, así como la semilla sembrada en la JMJ de Australia, con� rman el impulso evangelizador de esta Iglesia que por algo se llama católica.

América Latina, adelantán-dose a los demás continentes, � guró este proyecto desde el CELAM de Aparecida, Brasil, 2007. Para disipar dudas basta con revisar el discurso pro-nunciado entonces por Bene-dicto XVI y la riqueza de los documentos generados. Así, a nadie debe sorprender que el Papa venga ahora a México para “animar el afán apostóli-co que actualmente impulsa y

pretende la misión continental promovida en Aparecida”. En su homilía del 12 de diciembre citó los documentos de Apare-cida en su numeral trece, en donde se a� rma que la Nueva Evangelización es “para que la fe cristiana arraigue más profundamente en el corazón de las personas y los pueblos latinoamericanos como acon-tecimiento fundante y encuen-tro vivi� cante con Cristo” y, en Cristo, avanzar “sin des-fallecer a la construcción de

una sociedad cimentada en el desarrollo del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia”. América Latina es la avanzada de la Nueva Evange-lización, como lo explicó muy bien el cardenal Ouellet en su entrevista exclusiva para Vida Nueva.

Motivos del viajeBenedicto XVI viene a Méxi-

co para impulsar a los diversos pueblos (no dice Estados, ni países), para que salvaguar-den “el tesoro de la fe y su di-namismo histórico-cultural” y se conviertan en defensores de la vida humana desde su

concepción hasta su “ocaso natural”, promotores de la paz, de la familia en su genuina naturaleza y misión, y de una “vasta y capilar” tarea educa-tiva que prepare “rectamente a las personas y las haga cons-cientes de sus capacidades, de modo que afronten digna y responsablemente su destino”.

Se trata de un mensaje para nuestro continente que encuentra gran resonancia en México por la situación crítica en que nos encontramos. Bien

lo señaló el Papa. La Iglesia tiene una gran tarea por reali-zar en esta patria, empezando por la formación de católicos con profunda conciencia ciu-dadana que fomenten iniciati-vas y programas de reconcilia-ción, fraternidad, solidaridad y cuidado del ambiente; con capacidad para vigorizar los esfuerzos de superación de la miseria, el analfabetismo, la corrupción; para erradicar la injusticia, la violencia, la criminalidad, la inseguridad, el narcotrá� co y la extorsión. Las reacciones a la visita del Papa han sido variopintas. Las únicas que me preocupan son

las que vienen del interior de la Iglesia, de trasnochados clericalistas que nunca apa-recen en medios de comuni-cación. Por un lado, los que consideran la presencia del Santo Padre en Guanajuato como la reivindicación de su muy particular y política inter-pretación de la guerra cristera. Buenas y urgentes lecciones de Historia les hacen falta. La cristiada fue un movimiento defensivo de campesinos agre-didos por un régimen autorita-rio, un momento crítico dentro de una larga persecución reli-giosa que duró 24 años (1914-1938). Por otro lado, están sus hermanos gemelos –aunque lo nieguen- que son los auto-denominados “católicos crí-ticos” que ven en el Papa la imposición del autoritarismo clerical, incapaces de imagi-nar una Iglesia de carismas como la que ha impulsado el Concilio Vaticano II, Aparecida y esta Nueva Evangelización.

El Santuario de Cristo Rey fue construido por el esfuer-zo de la catolicidad mexica-na en medio de sabotajes y maltratos. Hoy por hoy, es el monumento a la libertad religiosa. Cristo resucitado, con sus brazos extendidos al horizonte y en cruz, abraza a la humanidad sin excepciones.

El Papa no viene a reivin-dicar a nadie, ni a favorecer proyectos políticos de dudosa legitimidad. Mucho menos a imponer cosa alguna. Viene a con� rmar que la Iglesia está para anunciar el Evangelio en México y en América Latina.

Lo dicho. Los católicos so-mos arrieros que recorremos los senderos de la patria con la misión de generar un en-cuentro en la caridad, sin excepciones.

▶LA COLUMNA DEL DIRECTOR JORGE E. TRASLOSHEROSDirector Vida Nueva México

JORGE E. TRASLOSHEROSDirector Vida Nueva México

La visita a México y la Nueva Evangelización

“ARRIEROS SOMOS”

AFP

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“Sería fundamental que los no creyentes

escucharan seriamente a los

creyentes”

▶ENTREVISTA

Dr. Guillermo

HURTADODIRECTOR DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSÓFICAS DE LA UNAM.EL FILÓSOFO AGNÓSTICO MEXICANO IMPREGNADO DEL ESPÍRITU DE ASÍS

TEXTO Y FOTOS: FELIPE DE J. MONROY GONZÁLEZ

Tras su participación en el encuentro de Asís, Guillermo Hurtado comparte algunas reflexiones que el encuentro con el Papa y los representantes de las religiones del mundo le dejaron.

Arrellanado en un sillón de su oficina en el Insti-tuto de Investigaciones

Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México, mirando un poco las ideas antes de contestar las preguntas de la entrevista sobre su reciente par-ticipación como el único latino-americano no creyente en el foro organizado en la Universidad de Roma, dentro del marco del pro-yecto “Atrio de los Gentiles”, y en la Cumbre de Asís, en la Jornada de Oración y Reflexión por la Paz y la Justicia, convocada por el Papa Benedicto XVI, el filósofo mexicano Guillermo Hurtado dice espontáneamente: “aquello fue una experiencia inolvidable. Me ha dejado mucho qué pensar y qué compartir”.

Ante todo, ¿cómo sintió esta invitación para participar en ambos encuentros como repre-sentante no creyente latino-americano?

Fue un sentimiento de gran emoción, sin duda. En lo per-sonal, me definiría como un agnóstico, no soy ateo porque no tengo la creencia de que Dios no existe. Esa fue una creencia que yo tuve en mi infancia y mi juventud, y que gradualmente y con ciertas experiencias la fui perdiendo. Me considero un ag-nóstico, esto es, alguien que no tiene una fe particular pero que está abierto a las dimensiones de espiritualidad y trascenden-cia a las que puede acceder el ser humano, una posición en la que se encuentra mucha gente hoy en día y es que, aunque los tiempos actuales parezcan desacralizados y nos movamos todos en un mundo estructura-do por la ciencia y la tecnología, por un pensamiento no reli-gioso fundamentalmente, los seres humanos seguimos con la necesidad de llenar cierto va-cío en nuestro ser. Lo anterior se puede ver en la cantidad de

libros de superación personal, espiritualidad o práctica de dis-ciplinas orientales. La vida es dura, siempre lo ha sido, y el papel que cumplía la religión a nivel social y público se ha per-dido y ha dejado la necesidad de buscar mucho más. En este sentido, el diálogo entre creyen-tes y no creyentes es de suma relevancia porque puede ser que los creyentes, felices o no en su creencia, en sus iglesias y en su fe particular, caminen

junto a los no creyentes; sin embargo, no hablan acerca de estos asuntos. Creo que para la humanidad este diálogo es muy importante porque de al-guna manera los dos, creyen-tes y no creyentes, estamos un poco perdidos en este mundo de máquinas y fantasías, y los dos también buscamos algo más. Caminamos juntos sin voltearnos a ver unos a los otros, pero ambos buscamos algo más en la concordia y la

verdad. Este encuentro, que por primera vez se abrió no sólo a los creyentes de otras religiones sino a los no creyentes, permite en verdad, ahora sí, pensar en una conversación de la huma-nidad entera para abordar lo que más nos agobia, temas del presente, como la destrucción del medio ambiente, la crisis económica; pero también los temas de siempre, que tienen que ver con el sentido de la vida y de la muerte. ▶ ▶

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HURTADODr. Guillermo

¿Cómo fue que vivió estos dos espacios? ¿Qué experiencias le dejaron estos momentos?

Se trata de dos iniciativas muy interesantes por parte del Vaticano. Lo del Atrio de los Gentiles es un proyecto re-ciente que apenas comenzó este año en París, el cual pretende abrir un nuevo campo de diá-logo entre los católicos y los no creyentes. En esto resulta fun-damental subrayar el término no creyentes, ya que es muy amplio: engloba una gama de actitudes y creencias ante la re-ligión que van desde el ateísmo más radical o antirreligioso, el cual pensaría en erradicar toda la religión de la faz de la tierra, hasta el agnosticismo más cer-cano a los valores y anhelos de la religión, a una posición que, sin adoptar la fe, coinci-de en muchos aspectos con la propuesta de la fe cristiana. Entre esos dos extremos hay una variedad enorme de po-siciones y de actitudes que no siempre han sido co-rrectamente cla-si� cadas, tanto por la � losofía como por la sociología de las religiones. A veces se con-funde a ateos con agnósti-

cos y me parece que uno de los resultados que tendría que dar este proyecto del Atrio de los Gentiles sería el tratar de ir individualizando a los inter-locutores que pueda tener la Iglesia católica en el campo de los no creyentes. En el discurso que leyó el Papa Benedicto XVI en Asís, habló de los ateos y los agnósticos, caracterizó a los ateos como antirreligiosos y a los agnósticos como perso-nas que están en búsqueda de

la verdad y, de alguna manera, en búsque-

da de Dios, de va-lores absolutos y de una divinidad. Me parece que si bien es impor-tante que se haya hecho esta distin-ción, habría que

hacerla con un poco mayor de sutileza: no todos los ateos son antirreligiosos y hay agnósticos que no están en búsqueda de Dios, son indiferentes; no son antirreligiosos, no se cierran a la existencia de Dios, pero tampoco están en su búsqueda. Creo que para que el diálogo entre creyentes y no creyentes � orezca debe quedar muy claro quiénes son los participantes y cuál es su identidad.

Diálogo profundoSabemos que en Roma pre-

sentó una ponencia respecto a este tipo de diálogo, ¿de qué habló?

Hablé sobre qué caracterís-ticas debería tener un diálogo profundo entre creyentes y no creyentes. Lo que sostuve es que además del diálogo públi-co, en el foro democrático y a propósito de problemas con-cretos de la humanidad, es im-portante que exista otro tipo de diálogo que no sea público sino privado, íntimo, entre creyentes y no creyentes, en el que más allá de tener una apertura al otro, se atreva a dar un paso más y se traslade de la apertura a la aventura; a aventurarse en la posición del otro y como una condición para la comprensión cabal de la posición del interlocutor, lo cual supone que el creyente tiene que ponerse en el lugar del no creyente y viceversa,

para signi� car algo más que encontrar un terreno común o de coincidencias y pasar al te-rreno de las diferencias; a tratar de aventurarse en el terreno de lo que “el otro cree que yo no creo”, donde no se le exija a uno que deje de creer y al otro que crea, pero que en el diálogo adopte, aunque sea de manera imaginaria, la posición del otro. Esa sería una experiencia vital que permitiría una profundidad que de otro modo no tendría.

¿Y en Asís? ¿Qué pensamien-tos le provocó la Jornada de Oración y Re� exión?

Allí el Papa sostuvo que tan-to creyentes como no creyen-tes, católicos, así como otros miembros de todas las demás religiones somos “peregrinos en búsqueda de la paz” y eso es un mensaje muy hermoso y es-peranzador; creo debe tomarse con toda seriedad. Lo que hay que resaltar es esa inquietud común en la cual la humanidad pueda caracterizarse por una búsqueda de ciertos ideales que van más allá de las diferencias religiosas, incluso entre las diferencias entre creyentes y no creyentes. Todos queremos la paz, todos queremos cierto tipo de justicia ligada a la paz, todos buscamos cierto tipo de verdad. Ahora, lo importante es que cada quien tiene su propio camino y debe respetar el de los demás, pues por diversos caminos todos podemos llegar a un mismo lugar. El que se haya invitado a los no creyentes en esto completa la dimensión del mensaje que corresponde a la dimensión universal de la Iglesia católica. En el evento de hace 25 años fue muy de-batido, muy revolucionario, que el Papa Juan Pablo II haya invitado a los representantes de otras religiones, corriendo el riesgo de ser acusado de un extremo ecumenismo; ahora el Papa Benedicto XVI no solo repite el gesto sino que incluye

siempre han sido co-rrectamente cla-si� cadas, tanto por la � losofía como por la sociología de las religiones. A veces se con-funde a ateos con agnósti-

la verdad y, de alguna manera, en búsque-

da de Dios, de va-lores absolutos y de una divinidad. Me parece que si bien es impor-tante que se haya hecho esta distin-ción, habría que

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a los no creyentes, quizá para ir fortaleciendo y ampliando el espíritu de Asís.

¿Compartiría algunas ex-presiones que indican que la Iglesia católica es renuente a dialogar con otro tipo de in-terlocutores, que aún no es lo suficientemente incluyente?

Yo creo que no, para nada. Si algo ha caracterizado a este pa-pado es su búsqueda de diálogo.

¿Qué significó el que haya sido convocado como el único latinoamericano agnóstico en este encuentro?

Me pareció notable que hu-biera un mexicano convocado porque el resto de los no cre-yentes fueron europeos; ya que hay ciertas características de las relaciones entre creyentes y no creyentes particulares de América Latina distintas de lo que pasa en Europa y en Es-tados Unidos. Aquí en México recordamos que de los miem-bros de la generación liberal del siglo XIX, la gran mayoría eran creyentes pero estaban a favor del laicismo, es decir, a favor de la separación Iglesia-Estado, en contra de la idea de una reli-gión oficial y de los privilegios económicos de una Iglesia. La lucha por el laicismo en México, que fue uno de los elementos definitorios en la historia polí-tica e ideológica del país, está muy dentro de nuestro imagi-nario y concepción de lo que es la vida social. México es un país laico; aunque en el pasa-do era mucho más extremo en ese aspecto, pues no teníamos relación con el Vaticano, no se reconocían las Iglesias, etcé-tera, me pregunto: ¿Es México un país secular? ¿Vivimos una cultura secular donde el ele-mento religioso está ausente de la vida pública? Creo que no. En muchos sentidos, este país parece ser muy religioso y por ello la tensión entre el laicismo y la religiosidad está presente en la vida mexicana.

A pesar de que este mundo cada vez tenga menos espacios para la espiritualidad y la gente esté perdiendo muchas de las prácticas y rituales, creo impor-tante que se aborde una sana discusión sobre ciertos criterios morales para responder a temas como el de la violencia, pues es un tema que tiene que ver con los valores, con el valor de la vida, de las costumbres. En esto muchos mexicanos repro-bamos. La culpa podría tenerla el Estado que no ha impulsado en las escuelas la formación ética para que los mexicanos no estuviéramos haciendo se-mejantes barbaridades. Pero también la Iglesia tiene una gran responsabilidad porque, si un porcentaje altísimo de los mexicanos dice profesar una fe católica, ¿por qué no es efectiva la transmisión de la enseñanza de no matarás y amarás a tu

prójimo como a ti mismo? Allí hay una responsabilidad com-partida de la sociedad mexica-na en su conjunto y un diálogo que pudiera ser efectivo para poder cambiar nuestra men-talidad; sería fundamental que los no creyentes escucharan seriamente a los creyentes.

Reflexión comúnDesde muy diferentes secto-

res se trata de responder a una crisis cultural, no solamente de valores, sino una crisis donde el ser humano no está recono-cido como persona sino como objeto de consumo o como bien temporal sin trascendencia; desde la perspectiva filosófi-ca, ¿cómo reflexionar sobre esta posible crisis cultural en la que se le ha quitado a la humanidad su rostro? ¿Por qué ir en búsqueda de ideales comunes desde tan diferentes trincheras?

La humanidad está pasando por una crisis grave que tiene manifestaciones políticas y eco-nómicas, pero con un proble-ma hondo de otra naturaleza. Quizá podemos recuperar un sentido del término de crisis que significa cambio; el mundo está cambiando de manera muy veloz y el que vemos ahora es distinto del mundo de hace cien años. Hay una crisis, creo que se percibe una crisis de senti-do. He hablado de esto en mi

libro México sin sentido, donde planteo que nuestro país vive una crisis de sentido colecti-vo, aunque lo mismo podría decirse, con otros matices, de otros pueblos y naciones, so-bre todo de occidente. Así que preguntarnos cuáles son los ideales y valores a partir de los cuales vamos a construir nues-tra sociedad y vamos a guiar nuestras vidas individuales re-sulta vital. Nos encontramos en un momento en el que los valores e ideales expresados en la religión están, si no debili-tados, sí por lo menos atenua-dos y vemos una necesidad de recuperar algo de su esencia. Este es el mensaje de uno de los más importantes filósofos de Europa, Jürgen Habermas, quien ha dicho que la socie-dad, la civilización laica, no puede tirar a la basura todo lo que ha tenido de católica, hay mucho qué recuperar, es una marca de identidad también de nosotros y, por lo tanto, quizá lo pertinente sería pasar del enfrentamiento al diálogo. Uno constructivo. Hay maneras de dialogar, esto es parte de lo que hablé en Roma: se puede dialo-gar para discutir, para pelear y uno también puede hacerlo para tratar de demostrarle al otro que está equivocado y esa ha sido quizá la tónica entre creyentes y no creyentes por mucho tiempo. A partir de la

“El encuentro de Asís se abrió por primera vez a los no creyentes para ir fortaleciendo su espíritu”

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“El diálogo de confrontación ya dio de sí. Debemos atender otro tipo de diálogo, uno de comprensión y colaboración”

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HURTADODr. Guillermo

modernidad, este diálogo toma en el mejor de los casos la for-ma de un debate y en el peor el de una discusión. El debate ha producido obras intelectuales muy valiosas en donde se expo-nen los argumentos y pruebas en contra y a favor de Dios, pero me parece, y aquí coincidiría con Habermas, que actualmen-te el diálogo de confrontación ya dio de sí. No veo que sea este diálogo-debate en el que debamos enfocar nuestra prin-cipal atención, debemos aten-der otro tipo de diálogo, uno de comprensión, colaboración y construcción; donde cada uno pueda aprender algo del otro y a partir de este aprendizaje común se pudiera hacer algo en beneficio de las dos partes, de los interlocutores. Es el gran reto del diálogo entre creyen-tes y no creyentes hoy en día, pasar de un diálogo que nos permita descubrir no sólo las riquezas de la posición del otro sino también, en una especie de ejercicio de reflexión (como la del espejo), ver las riquezas de la posición propia. Debe-

mos apuntar nuestras fuerzas a superar la confrontación y pensar en un tercer plano don-de se pueda ir más allá de la supuesta verdad de nuestras posiciones. Creo que, en este momento, en México, es preciso hacer una reflexión común y compartida para ver qué tipo de sociedad queremos, cómo queremos llegar a la paz entre todos, sin distingo de clase so-cial o creencia religiosa y, por una vía democrática, resolver los problemas que nos aquejan.

Sin embargo, este tipo de diálogo parece tener resis-tencias, no sólo a través de un racionalismo excluyente de pensamientos religiosos, trascendentales o espirituales sino también de radicalismos religiosos y fundamentalismos que generan grandes transfor-maciones y que van constru-yendo un tipo de sociedad don-de no es fácil la convivencia, ¿hay otras resistencias para emprender este diálogo? ¿Qué opciones tiene el diálogo frente a estas?

Hay muchas resistencias, en efecto, por eso es todo un reto. Tenemos que trabajar mucho para poder avanzar en esa di-rección; de lo contrario, segui-ríamos un poco en lo mismo. En el mejor de los casos, una sociedad dividida en guetos: por un lado los creyentes, por el otro, los no creyentes, donde todos se tienen que tolerar por-que no les queda de otra, sería vivir encapsulados en mundos diferentes, eso es quizá lo que quiere mucha gente y creo que en algunos casos es todo un logro, la simple tolerancia ya es una victoria benéfica como en

las comunidades cristianas en Oriente Medio que están ahora en una situación compleja. A veces el aislamiento permite que cada quien pueda dedicarse a lo suyo y vivir en paz; pero lo ideal sería tratar de romper ese ‘encapsulamiento’, al tomar un plano común. Lo anterior tie-ne que ver con la democracia y sobre qué tipo de democracia tenemos. Puede haber un sis-tema democrático en el que la sociedad esté organizada en grupos muy bien definidos, por ejemplo, podría haber el parti-do político de los católicos, el de los protestantes, etcétera, esto es, podríamos partidizar, cortar la sociedad mexicana o cual-quier otra en muchos grupos de interés que se constituyan en actores de la esfera política y que buscan un porcentaje, una representación, en fin. Eso en sí mismo no está mal, lo que está mal es que la democracia se entienda simplemente como un cálculo de pesos, números y fuerzas, y no como un proceso de la sociedad en su conjunto por medio del cual se pueda mejorar con base en ciertos valores e ideales. Más allá de las diferencias partidistas, la democracia también debería estar orientada en sus princi-pios a ciertos valores comunes. Allí es donde la democracia podría ser un proceso que va más allá de la lucha partidista para convertirse en un proceso a través del cual las personas en convivencia con otras, en sociedad, en sus distintos ám-bitos de toma de decisiones, personales y comunitarios, etcétera, pudieran organizar-se de tal modo que el diálogo

constructivo lograra acuerdos en beneficio de todos.

Tolerancia religiosa¿Cómo podría ayudar este

diálogo incluyente en la cons-trucción de una mejor socie-dad?

Me parece que un diálogo en-tre creyentes y no creyentes, en el caso de México, podría ayudarnos a resolver algunos de los problemas centrales que tenemos, principalmente el de la violencia. Ésta tiene muchas causas, se han seña-lado causas económicas, pero también tiene causas morales, no cabe duda, lo cual significa un fracaso para la sociedad mexicana en su conjunto, de la manera en que hemos for-mado a los muchachos que se están matando en las calles. La sociedad mexicana debe dejar de culpar a los norteamerica-nos o al propio Estado como los únicos responsables de este terror. Quiero que quede claro que a los asesinos no los estoy

“La Iglesia ahora acepta errores”

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eximiendo de ninguna culpa, por supuesto que son culpables, pero también debe hacerse un ejercicio de autocrítica, porque la familia, la escuela y la Iglesia mexicana han fracasado en su responsabilidad de orientar a la sociedad mexicana con base en valores de paz, justicia y concordia. No toda, pero una parte de esta responsabilidad recae en la Iglesia mexicana. Creo que la Iglesia debe hacer un ejercicio de autocrítica al respecto, preguntarse de qué han servido los sermones en misa, el catecismo, la educa-ción cristiana y religiosa, hay un problema por solucionar. Lo mismo la sociedad laica, la escuela pública y el Estado han fracasado en la enseñanza de valores de convivencia y de armonía. Por lo tanto, es preci-so que hagamos una reflexión común y compartida para ver qué tipo de sociedad queremos, cómo queremos llegar a la paz entre todos, sin distinción de clase social o creencia religiosa,

por una vía democrática resol-ver el problema de la violencia que nos aqueja. Por más tan-ques y soldados que pongamos en las calles, el problema no se va a resolver, sólo lo vamos a resolver los mexicanos, y para eso tenemos que hacer un ejer-cicio de autocrítica por medio de un diálogo democrático que busque acuerdos, comprensio-nes y ciertos valores comunes.

¿Y la Iglesia ha comprendido esta responsabilidad?

Yo creo que sí, la Iglesia ahora acepta errores. Uno muy claro, dicho con toda claridad por el Papa en Asís, fue que la Iglesia católica había cometido el error de apoyar la violencia en el pasado. Ahora habla de tolerancia religiosa donde ninguna religión intente, ni el Estado permita, eliminar otra religión. La libertad religiosa es una condición para la paz, esto es también parte del mensaje central del Papa Benedicto XVI. Quizá lo podemos ver con cierta ironía los que no somos creyen-

tes porque en el siglo XIX la cuestión de la libertad religiosa fue uno de los temas centrales de la construcción nacional y allí los liberales mexicanos es-tán completamente vindica-dos, como lo han señalado los historiadores católicos. Uno de ellos, Antonio Gómez Robledo, católico creyente, fiel y devoto, pensaba que la reforma liberal mexicana significó poner las cosas en su lugar, de acuerdo incluso con lo que decían los evangelios; y creo que vemos un cambio en la Iglesia cató-lica que es interesante y muy alentador.

Usted ha dicho que esta bús-queda de diálogo es semejante a la aventura pues implica el abandono de ciertas segurida-des y comodidades para poder ingresar en un territorio des-conocido, ¿qué tendríamos que abandonar los mexicanos para ampliar nuestros horizontes de diálogo e intentar llegar a un nuevo espacio donde la paz, la concordia y la justicia sean posibles?

Bueno, tenemos que llenar-nos de valor para hacer eso. También necesitamos salir de la jaula de nuestro egoísmo, dejar de pensar en nosotros y pensar en los demás. Pero mucho más que eso, porque pensar en los demás no es tan difícil, debemos comenzar a actuar a favor de los demás, eso es lo más complejo. Nece-sitamos cambios en nuestras vidas que beneficien a nuestros semejantes. Esas dos virtudes, el coraje y el altruismo, son indispensables en el México

de hoy. La sociedad mexicana tiene un molde cristiano. Y aquí quiero rescatar al gran filósofo Antonio Caso, quien después de la Revolución llamó a los mexicanos a una transforma-ción personal y moral para que los cambios que estaban teniendo lugar en el país pu-dieran realizarse de manera correcta. Y Caso pensaba que la caridad, entendida como caritas, el amor al prójimo, debía ser la base de la nueva sociedad que se estaba forman-do en México; más importante que las ideologías políticas, lo que el país necesitaba des-pués de la Revolución era ese sentimiento moral de amor al prójimo; debería, por tanto, ser la guía de acción en el proceso de transformación. Esta idea de Caso, que podría parecer muy anticuada, todavía tiene vigencia para México, porque nuestra sociedad es sensible a ello, está educada en esta op-ción moral que sigue latente y que debemos reactivar. Y de allí quizá podrían hacerse cambios concretos en políticas públicas, pues hay muchas cosas que no nos gustan, como la injusticia, la pobreza o la violencia; nos repugnan moralmente pues van en contra de los ideales que de alguna manera fueron heredados de nuestros padres y abuelos.

Habría que abandonar pre-concepciones y mutuos prejui-cios. Hagamos, pues, realidad esos sentimientos, esas venas que aún tenemos por allí me-tidas y que podrían servirnos para mejorar nuestro país.

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▶IGLESIA EN MÉXICO

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En la actualidad y de acuerdo con el proceso legislativo, se encuentran en la Cámara de Senadores dos minutas

que ya han sido aprobadas y turnadas por la Cámara de Diputados para que las Comi-siones Unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado de la República las estudien, discutan y en su caso, aprueben o modifiquen. Una de ellas relativa a la libertad religiosa y la otra, al carácter laico del Estado, ambas iniciativas pretenden reformar de manera respectiva el contenido de los artículos 24 y 40 de la Constitución Federal vigente. La que pre-tende fortalecer la condición laica del Esta-do y reafirmar su neutralidad respecto de las iglesias y confesiones religiosas es sim-ple: incluir en el artículo 40, que define la forma de gobierno, la palabra “laica”. Este carácter laico ya había quedado precisado en la Constitución de 1917 y, aún antes, en las Leyes de Reforma, expedidas entre 1856 y 1857 por el entonces presidente de México, Benito Juárez García. El artículo 130 constitucional vigente confirma que el principio histórico de la separación del Estado y las iglesias orienta las normas que regulan sus relaciones, y de manera implícita este mismo artículo establece las

bases de un régimen de gobierno laico. Así, lo que el legislador pretende al incluir esta característica en el concepto de forma de gobierno no es sino reafirmar la condición laica del Estado y armonizar el contenido del texto constitucional con su espíritu original. Por esto, el dictamen que ha sido aprobado en la cámara de origen por ma-yoría, probablemente lo será también en

la revisora. La iniciativa de reforma que ha causado mayor controversia, sin duda, ha sido la relativa a la libertad religiosa, que de forma incipiente e incompleta reconoce el artículo 24 constitucional vigente. Ésta fue presentada el 18 de marzo de 2010 por el diputado José Ricardo López Pescador, del grupo parlamentario del Partido Revo-lucionario Institucional (PRI). La iniciativa propuesta procuraba incluir el derecho a la libertad de conciencia en materia religiosa, que contempla el derecho de tener o no tener religión, así como de manifestarla tanto en lo público como en lo privado; el derecho a la libertad de culto, que com-prende la práctica individual o colectiva, de actos, ceremonias y ritos, a través de los cuales la persona rinde homenaje o celebra a una entidad superior o a cosas que tiene por sagradas; el derecho a la libertad de difusión de los credos, ideas u opiniones religiosas; el derecho a la enseñanza y a la formación religiosa de los miembros de una iglesia, grupo o comunidad; el derecho a la educación religiosa que se traduce en la libertad de los padres para garantizar que sus hijos reciban la educación moral y religiosa que esté de acuerdo con sus propias convicciones. Asimismo, propo-nía sustituir la expresión “creencia” por “conciencia y religión”, ya que consideraba que el alcance y contenido de la segunda era más adecuado respecto del derecho humano que se tutela; además, pretendía eliminar el tercer párrafo del artículo 24 de la Constitución general, que a la letra dice: “Los actos religiosos de culto públi-co se celebrarán ordinariamente en los templos. Los que extraordinariamente se celebren fuera de éstos se sujetarán a la ley reglamentaria”.

¿Religión en escuelas públicas?Lo anterior a fin de que los creyentes y

los ministros de culto se sintieran libres de profesar su fe o manifestar su religión fuera de los templos. Finalmente, la inicia-tiva de reforma planteaba incorporar un nuevo párrafo, que diría: “Sin contravenir lo prescrito en el artículo 3° de esta Consti-tución, el Estado respetará la libertad de los padres y, en su caso, de los tutores legales para garantizar que los hijos reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.

Es evidente que el párrafo anteriormente transcrito no implica, de forma alguna,

Las reformas constitucionales de los artículos 24 y 40Contrario a lo que se cree, la libertad religiosa fortalece el Estado laico

AFP

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La mala política

El ámbito público, compuesto por los estados y otras organizaciones de interés general, tiene en la

libertad religiosa un recurso para relacionarse con el mundo de la fe. En otras palabras, los estados no deben inmiscuirse en la debida libertad de credo de cada uno de los ciudadanos. Sin embargo, ¿qué podemos decir de la in� uencia del cristianismo en la política? ¿Cuál es el papel de los católicos en los asuntos políticos?Algunos piensan que cualquier relación entre un cristiano y la actividad política profesional es una falta de coherencia y un despropósito. Para ellos, la persona que intervenga en el juego de las ambiciones de poder es candidato a “ganar el mundo y perder su alma” (Mt 16, 26). La solución para la salvación pareciera entonces ir al desierto y desinteresarse de cualquier asunto humano.Pero, ¿qué pasa si optamos masivamente por el retiro de la decisión y discusión de los retos que nuestro tiempo nos plantea? Thomas Mann relata cómo el personaje de La Montaña Mágica, Hans Castorp, termina con la inesperada sorpresa de combatir en una trinchera de la primera guerra mundial después de un largo retiro (y desinterés por los problemas de su tiempo) en las montañas alpinas de Davos Platz. Algo similar podría pasarnos a los ciudadanos –católicos o no– si no nos involucramos legítimamente en la toma de decisiones públicas.El nivel de involucramiento de cada uno en los asuntos políticos debe ser una decisión tomada después de un periodo de examen personal en la presencia de Dios. El peligro de perdernos por ganar el mundo siempre está latente (y no es exclusivo de la política). En el auto sacramental El Año Santo en Madrid, Calderón de la Barca escribe que el político cristiano debe de conservar siempre la actitud de peregrino y no dejar que la ambición lo domine. Como recomienda el beato John Henry Newman, corresponde a cada quién discernir qué tanto involucrarse en la política y qué tan alto llegar en ella.

“DIÁLOGOS CON LEVIATÁN”

ANDRÉS GONZÁLEZ [email protected]

“DIÁLOGOS CON LEVIATÁN”

ANDRÉS GONZÁLEZ WATTY

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educación religiosa en las escuelas pú-blicas, como erróneamente se ha querido interpretar. Uno de los principales motivos de la iniciativa presentada era cumplir con la obligación del Estado Mexicano de adecuar su régimen jurídico interno con el contenido de los diversos tratados internacionales suscritos, a través de los cuales se reconoce el derecho a la libertad religiosa. No obstante, la propuesta de re-forma aprobada el 15 de diciembre de 2011 quedó muy lejos del alcance pretendido por la iniciativa legislativa original, dado que, en la opinión de la Comisión de Puntos Constitucionales, no existían condiciones para concretar la reforma en los términos sugeridos. Modi� cado el primer párrafo y derogado el tercero, el artículo 24 consti-tucional quedó como sigue: “Artículo 24. Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y religión, y a tener o adoptar, en su caso, la de su agrado. Esta libertad incluye el derecho de practicar, individual o colectivamente, tanto en público como en privado”.

Propuesta incompletaAunque los cambios que se desprenden

del análisis comparativo entre el texto original y el reformado pueden parecer mínimos, no por ello resultan menos sig-ni� cativos. Tanto es así que durante la sesión en la que fue aprobada la reforma hubo una doble toma de tribuna por parte de varios legisladores. Los opositores a la reforma constitucional consideran que ésta atenta contra el Estado laico en nuestro

país, cuando de manera paradójica es la li-bertad religiosa el soporte de la laicidad del Estado. Este error de pensamiento tal vez se debe a que con frecuencia se confunde al Estado laico, que reconoce la existen-cia de las diversas religiones sin asumir alguna como propia, con el anticlerical, que las persigue, o el ateo, que trata de imponer una visión del mundo ajena a cualquier credo.

También se ha dicho que esta reforma permitirá a la Iglesia Católica apoderarse de los medios de comunicación, así como de los espacios y las escuelas públicas. La propuesta de reforma aprobada no implica privilegios ni discriminaciones a favor o en contra de agrupación o asociación religiosa alguna; es el reconocimiento de derechos humanos fundamentales de todo indivi-duo que se encuentre dentro del territorio nacional, tenga o no religión, y cualquiera que ésta sea; es cumplir con la obligación ineludible de adecuar el marco normativo interno al contenido de los tratados inter-nacionales de los que México es parte. Las manifestaciones de culto públicas son una realidad en nuestro país y el Estado no debe ignorar ni menos reprimir la religiosidad de sus habitantes que se mani� esta en la diversidad de creencias; antes bien, debe asumirla como un hecho social y cultural digno de consideración al momento de legislar, gobernar o administrar justicia. La propuesta legislativa aprobada no im-plica modi� cación ni contradicción alguna al artículo 3° constitucional relativo a la educación laica que imparte el Estado. Las escuelas públicas se mantendrán ajenas a cualquier doctrina religiosa y el derecho de los padres o tutores a que sus hijos reci-ban educación religiosa lo podrán ejercer enviándolos a los cursos que imparten las diferentes iglesias con sus propios medios. Tampoco se reconoce el derecho de los ministros de culto de iglesia o asociación religiosa alguna para poder ser electos para ocupar cargos dentro de la administración pública, ya que la actual prohibición es-tablecida en el artículo 130 de la Consti-tución vigente tiene que ver con derechos políticos y no con la libertad religiosa. Por tanto, la iniciativa de reforma aprobada es una propuesta híbrida e incompleta, que a pocos deja satisfechos. Aún queda bastante por hacer en lo concerniente a la protección de los derechos humanos.

RICARDO NÁJERA



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El Niñopa: un niño Dios nacido en Xochimilco

“Comprometerse a tenerlo es un privilegio”

Hace más de 430 años, en el siglo XVI, Don Martín Cerón, señor prin-cipal y cacique de la parcialidad de

tierra o cabecera llamada Tepetenchi de Xochimilco, pidió, recién convertido a la religión católica, a los padres franciscanos, evangelizadores del lugar, le otorgaran una imagen divina para venerarla en su hogar. Los frailes encomendaron a los in-dígenas y artesanos de San Bernardino de Siena fabricar un niño Dios de escasos 70 cm, de una sola pieza hecha de madera triturada de colorín. Don Martín Cerón le construyó en su casa una capilla y le guardó devoción hasta el final de sus días, dejando la imagen del Niñopa o Niñopan en custodia y testamento escrito al pueblo de Xochimilco.

El Niñopan –que quiere decir “niño del lugar”, ya que pan en la lengua náhuatl significa “lugar”, o Niñopa, que se traduce como niño padre, pa es papá también en náhuatl— quedó desde entonces, y hasta la fecha, en manos de sus fieles devotos.

El Niñopa revela una dualidad sacra; por un lado es el Dios que integra la con-cepción cristiana del Dios-padre, creador del Universo, y por el otro es el Dios-hijo salvador del mundo. No tiene una iglesia, capilla o parroquia de fijo donde podamos encontrarlo, su casa es el pueblo y todas las casas del pueblo son su hogar.

MayordomíasEl 2 de febrero de cada año (día de la

candelaria) se inicia un nuevo ciclo de vida, de regocijo y de adoración al Niño Dios. Las familias que integran la actual mayordomía reciben después de una larga y anhelada espera al Niñopa para dedicarse durante ese año al cuidado de la imagen y con ello mostrarle la gratitud, amor y fervor. En 2010 le correspondió a la familia Guerra, del Barrio de Tlacoapa; en 2011 a la de los señores Reyes Poblano y señora María del Carmen Hernández, en el Barrio de Caltongo; para 2012 lo esperan en el Barrio de San Lorenzo. El 5 de febrero, la mayordomía anterior envía todas las perte-nencias del Niñopa a su nueva residencia: los juguetes que se le han regalado, las dis-tintas y diversas vestimentas, las joyas que le han mandado hacer, accesorios para su arreglo y otras prendas que le pertenecen.

En temporada navideña, los mayordomos deben elegir entre sus familiares, amigos y vecinos, a sus nueve posaderos (perso-nas que realizarán las posadas, las cuales tienen un ritual consagrado a la imagen). El Niñopa sale de su casa para dirigirse a la parroquia de San Bernardino de Siena a “escuchar misa”, de ahí hasta el hogar del posadero en turno. Se forma una larga fila para caminar en procesión, entre cantos, danzas de chinelos y el tronar de cohetes. La familia se prepara para ese momento inolvidable con gran reverencia. En la entrada de su casa cuelgan una enorme portada, alusiva al recibimiento, hecha con flores y retratos del Niñopa, el corredor lo adornan con nochebuenas, estrellas, ser-pentinas y un sinfín de motivos navideños. Colocan al Niñopa en un altar donde todos

los presentes puedan observarlo y rendirle culto. Agradecen su llegada y se disponen no sin antes dejar a los músicos que hayan contratado, alegrando la morada, invitar a todo aquel que llega a visitarlo y pasar al banquete que han preparado. En algunas casas preparan carnitas de cerdo, arroz y una buena salsa picante, o bien, el tradi-cional y clásico mole con guajolote, arroz y frijoles. El 24 de diciembre, el Niñopa va a la parroquia para la misa de gallo que da comienzo a las 11 de la noche y para que la gente reunida lo arrope. Terminado el Oficio, los pastores le dedican sus bailes y se convierten las calles en una gigantesca fiesta que dura hasta alrededor de las dos o tres de la mañana. Luces, castillos y co-hetes son lanzados al cielo entre múltiples colores en señal de alegría.


En esta temporada, y desde el denominado “Buen Fin”, numerosos comercios están

ofreciendo descuentos y compras a “meses sin intereses”. A nivel macro, es decir, a nivel de la economía en su conjunto, iniciativas como el “Buen Fin” no se traducirán en un gran estímulo, porque el aumento duradero del consumo, la inversión y el empleo depende de las expectativas que las personas y las empresas tengan sobre el futuro. El “Buen Fin” es un fenómeno transitorio que no cambia sustancialmente esas expectativas. Los consumidores están meramente adelantando sus compras de � n de año para aprovechar las promociones y los comercios se están deshaciendo de sus inventarios acumulados y adelantando sus ingresos de temporada.A nivel micro, es decir, a nivel de las personas, las compras a meses sin intereses son una gran oportunidad para disfrutar de un bien hoy y suavizar el pago de su costo total en el tiempo. Un consumidor que paga puntualmente su pago � jo mensual durante todo el plazo del crédito efectivamente goza de cero intereses y, mientras mayor sea el plazo, mayor resulta su bene� cio, pues el costo del bien se divide entre un mayor número de periodos. Además, ya que la in� ación hace que nuestros pesos cada vez compren menos, el valor real de cada pago sucesivo es menor, lo cual incrementa el bene� cio para quien usa bien estas promociones. El problema surge cuando los consumidores no están bien informados sobre los detalles de la promoción o no gastan de forma razonable. Por ejemplo, si el deudor se atrasa aunque sea una sola vez durante la vigencia del crédito sin intereses, inmediatamente empieza el cobro de los mismos a una tasa que muchos no conocen al momento de entrar en la promoción. Y entonces, los meses sin intereses dejan de ser una ganga y se convierten en un dolor de cabeza. Como en tantas otras cosas, el instrumento no es malo por sí mismo, todo depende del uso que hagamos de él.

La trampa de los meses sin intereses

“VENTANA ABIERTA”

LAURA JUÁ[email protected]

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Es bien sabido que el Niñopa acude todos los días a distintos lugares, donde con anticipación lo han solicitado. Igual visita a los enfermos en hospitales que en sus domicilios, o a personas que sólo por el gusto desean tenerlo un día. Acude a las cárceles con la � nalidad de llevar consuelo, fortaleza y esperanza a los internos que en él depositan su con� anza. Durante todo el año, el Niñopa tiene bastantes actividades. Es un niño peregrino, como también es llamado. Puede salir a cualquier parte del Distrito Federal y corresponde a la ma-yordomía trasladarlo. Comprometerse a tenerlo, han revelado las personas, no signi� ca una carga; todo lo contrario, es un privilegio. No importa lo que tengan que esperar, ya que pueden pasar 30 o 40 años como ocurre en la actualidad. Existe una libreta en la que se anota la gente que desea tenerlo, la cual ya se cerró en el 2040. Las obligaciones que adquiere la mayordomía del Niñopa es cuidar y atender todo lo relacionado con él.

Los chinelos son seres que merecen más de un reconocimiento, ya que son los portadores de la alegría y movimiento; van brincando (es una forma de danzar) delante de la valla. Anuncian que el Niño-pa viene bendiciendo a los observadores. Visten a la usanza árabe-española, llevan máscara y trajes multicolores. La tradi-ción de esta comparsa es una aculturación

proveniente del pueblo de Tlayacapan, estado de Morelos, que ha pervivido en las costumbres xochimilcas. Los motivos por los que siguen al Niñopa todo el año son variados, algunos lo hacen porque se lo han prometido, otros en agradecimiento por los milagros realizados y no falta quien lo hace por gusto y devoción. Regularmente está involucrada la familia, madre o padre, hermanos, hijos. Se pueden ver hasta chi-quitines que aún con frío o cansancio no pierden el ánimo. Algunas familias, que han tenido la mayordomía, han mandado hacer una réplica del Niñopa. Aunque sus rasgos se parecen al original, ésta tiene características especiales que la hacen única. Tres potencias de oro asoman en su cabecita como si fuesen rayos luminosos que forman su aureola.

Niño milagrosoLas emociones y sentimientos que ins-

pira este niño divino evocan recuerdos, leyendas y misterios. Se dice que lo han escuchado jugar con sus juguetes la noche del día de Reyes o del 30 de abril (día del niño), que también se le festeja y le llevan regalos. Aseguran los mayordomos pasados que en algunas ocasiones aparecieron sus juguetes dispersos en su recámara, fuera del orden como los habían dejado. Otras veces, sus zapatitos amanecen sucios de la tierra del camino. Esto se interpreta como que el Niñopa salió a visitar algún enfermo que lo invocó. Se le atribuyen in� nidad de milagros, principalmente los de la salud. Miles de peregrinos lo buscan para pedirle favores y no pocos a� rman que se los ha concedido. El señor Reyes Poblano nos cuenta que el tenerlo en su casa este año ha sido ya un milagro. Otras personas creen que el tono de sus mejillas cambia según su estado anímico, más rosadas si está contento o pálidas, si se encuentra triste.

Las mayordomías seguirán entregando el cargo a las que lo solicitaron con mucho tiempo de anticipación, si algún mayordo-mo falleciera antes de recibirlo, lo harán sus descendientes para que el ciclo no se rompa y la hermosa tradición siga pasando de generación en generación. Historias como éstas se irán acumulando día a día mientras que la fe, el amor y adoración per-dure. La cohesión e identidad del pueblo se rea� rma alrededor del Niñopa, el Niño Dios que nació en Xochimilco.

MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ



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Life en Cristo, una experiencia apostólica musicalPara los Misioneros Servidores de la Palabra, estos conciertos aumentan las vocaciones

UNA NUEVA IMAGEN DE LA IGLESIA

Caras dibujadas de entusiasmo y alegría, algunas con gestos desbor-dantes, otras con miradas tímidas,

fueron los rostros de la juventud que al ritmo del reggaetón y la balada hicieron eco en el Palacio del Arte al realizarse el segundo concierto Life en Cristo el 17 de diciembre de 2011 en la ciudad de Morelia, Michoacán.

Irving Diblasio y Azeneth González fueron los artistas invitados en la edición 2011, quienes junto a grupos laicos con habilidades musicales y el canto compar-tieron el entusiasmo de alabar a Dios y vivir la experiencia de acercarse a Cristo a través de la música. Ambos adolescentes son un testimonio actual de conversión entre la vida mundana y la vida en Cristo quienes, por medio de música dirigida a la juventud, comparten en México y La-tinoamérica, su experiencia de fe. Irving Diblasio es un joven de origen panameño que con ritmos y sonidos como el reggae-tón le canta a Dios. Azeneth, exintegrante del reality show de la televisión comercial mexicana llamado “La Academia”, gracias al apoyo del sacerdote jesuita Richard Thomas, “respondió al Plan de Dios y decidió consagrar su voz al servicio de Dios”. Estos artistas se presentaron en Life en Cristo 2011 con la participación de alrededor de 4 mil personas, aseguran los organizadores del evento. En cuatro horas de concierto, jóvenes de entre 14 y 30 años bailaron, cantaron y tuvieron un momento de meditación ante el pro-tagonista principal: Dios, a través del Santísimo.

La mayor parte de los asistentes fue-ron muchachos que trabajan en grupos juveniles, hacen apostolado y trabajan en sus iglesias. Ellos como Odilón González Rincón, de 22 años de edad, vivieron la

Life en Cristo es una experiencia apostólica que presenta una nueva imagen de la Iglesia. El antecedente de este concepto de evangelización tiene su origen en los Encuentros de Pascua Juveniles. Se necesitó una idea ambiciosa y mucho entusiasmo para iniciar un proyecto que reuniera a jóvenes de entre 14 y 30 años interesados en experimentar a Dios a través de la música con ritmos de la época actual que antes no se hubieran imaginado para los cantos cristianos, como el reggaetón. Los Misioneros Servidores de la Palabra buscan en estos eventos abrir espacios a jóvenes con talento, a los artistas que en el anonimato se han formado dentro y fuera de la farándula por el don y la inspiración que Dios les ha concedido. Se alaba a Dios en todos los géneros musicales.

experiencia de compartir el entusiasmo de estar con Cristo. “Fui con la ilusión de participar, algo impresionante fue la oración al Santísimo y ver cómo en ese silencio los jóvenes buscan a Dios”.

Respuesta de los jóvenesEs precisamente la oración al Santísi-

mo el momento especial del concierto. De pronto, todo quedó en silencio. En cuarenta minutos se dio tiempo para la oración, la reflexión y el contacto con Cristo. “Es impactante, quizá uno de los momentos más fuertes que se pue-den vivir”. Este momento se presentó luego de que los jóvenes sacaron toda su energía. El silencio conmueve. Las escenas que se apreciaron ya no fueron las de los artistas en el escenario, sino

las de jóvenes meditando, algunos de ellos llorando, orando… La finalidad del concierto no es sólo pasar un momento divertido, sino tener un encuentro con Dios. Para los Misioneros Servidores de la Palabra, quienes organizan el evento, el efecto de estos conciertos es el aumento en vocaciones. De ahí la importancia de su realización. El padre Víctor asegura que el efecto es inmediato. Explica: “una semana después se organiza un encuentro vocacional y muchos de los jóvenes que asisten lo hacen por la experiencia del concierto. Para nosotros como Iglesia, esta respuesta es un signo de que éste no es sólo diversión o entretenimiento, sino que verdaderamente tiene un impacto en la vida de los jóvenes”.

TERESA GÓMEZ HERNÁNDEZ


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La paz para todos nace de la justicia de cada uno y ninguno puede elu-dir este compromiso esencial de

promover la justicia, según las propias competencias y responsabilidades”, ha dicho el Papa Benedicto XVI en su más reciente mensaje para la Jornada Mundial por la Paz; para México, patria herida por varios años consecutivos de violencia e inseguridad, de innumerables actos crimi-nales, asesinatos, violaciones a los dere-chos humanos e injusticias, esas palabras lograron sonar dentro de varios sectores sociales que decidieron participar de un gesto amplio y plural para aspirar a la pacificación del país.

Del 18 al 20 de diciembre de 2011, la Iglesia católica de la Ciudad de México capitaneó un Triduo de Oración en la que llevó por lema “Comprometidos con la Justicia, por la construcción de la Paz” y convocó a todos los sectores sociales con la “finalidad principal de orar y compro-meterse por la paz”.

El triduo inició con una misa presidida por el arzobispo de México, Norberto Ri-vera Carrera, acompañado por el Nuncio Apostólico en México, Christophe Pierre. En la ceremonia participó el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojo-sa, y su familia, quienes presentaron sus inquietudes en la oración de los fieles: “Señor, dale a tu pueblo mexicano la paz, la esperanza, la justicia y la caridad que tanto necesita. Toca con tu amor el corazón de los violentos y danos fortaleza, sabiduría y

humildad a todos para poder cumplir con nuestro deber; ayuda en especial a los más pobres y enséñanos a ser sus verdaderos hermanos”, dijo la Primera Dama del país, Margarita Zavala, a nombre de la familia del Ejecutivo Federal.

No fue esta la primera ocasión que Calde-rón Hinojosa, en su calidad de presidente de México, visitó el Santuario del Tepeyac, como se difundió en algunos medios; sin embargo, su presencia, en ese momento, colocó los reflectores sobre su persona pues representó, más allá de la adhesión a su credo, su convicción de esperar el don de la paz al trabajar “solidaria y fraternamente” en ese propósito.

Profundo amor por MéxicoPor ello, las diferentes iglesias cristianas

y confesiones religiosas de México también atendieron el llamado de la Iglesia católica para participar en una jornada de oración por la paz. Fue un encuentro ecuménico e interreligioso en donde líderes católicos,

Jornada de Oración por la Paz“Al ver nuestra patria sufrir por la violencia, nos unimos en la plegaria”

católicos ortodoxos, anglicanos, metodis-tas, luteranos, judíos, sufí-islamistas y sick-dharma expresaron: “las Iglesias, las comunidades eclesiales y las grandes reli-giones presentes en el país somos personas de bien y queremos trabajar con cuantos hombres y mujeres de buena voluntad quieran colaborar en la búsqueda de la justicia para la construcción de la paz”.

El cardenal Rivera Carrera, anfitrión del encuentro, expresó: “Es cierto, cada uno de nosotros, de distintas tradiciones tenemos diferencias, pero todos tenemos un profundo amor por México y al ver nuestra patria sufriendo por la pérdida de valores y sobre todo por la violencia, nos unimos en la plegaria y la oración. Sabemos que nosotros tenemos un trabajo qué hacer pero finalmente es Dios quien concede la paz”.

En la clausura del Triduo, a la que tam-bién asistieron una treintena de obispos mexicanos de la zona centro del país (entre los que estuvo el presidente de la Confe-rencia del Episcopado Mexicano, Carlos Aguiar Retes¸ arzobispo de Tlalnepantla), el obispo auxiliar capitalino, Carlos Bri-seño Arch, concluyó: “Dios quiere la paz y no la violencia; quien utiliza el nombre de Dios para odiar a su hermano se sale de la religión pura porque los muchos nombres de Dios nunca significan vio-lencia, sino que todos juntos componen la palabra paz”.

Confirmó esta alegoría un último acto: el fuego de una débil candela, que una familia mexicana llevó hasta los pies de la Virgen de Guadalupe, fue compartido de mano en mano entre los líderes reli-giosos para que ellos, a su vez, hicieran arder una ofrenda de luz, flores, música y agua manifestando su compromiso para que, desde cada credo humano, se bus-que la paz necesaria.

FELIPE DE J. MONROY GONZÁLEZ

Sheija Amina Teslima, representante de la comunidad Sufí del Islamismo en México, expresó su dolor por las muertes acontecidas durante el 2011 y dijo: “En la tradición islá- mica hay un verso

revelado por Dios que dice que la divinidad no da a un alma un peso mayor a sus fuerzas. Lo que está atravesando nuestro país no es un peso mayor a las fuerzas con las que Dios dotó al alma nacional de México

y allí está nuestra fe; de manera que el alma nacional, el alma de esta gran nación, sabrá qué hacer con este dolor y oramos porque la respuesta sea tan profunda como profundo es el dolor que nos embarga”.

ALMA NACIONAL



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Los salesianos defienden a José Carlos Contreras SDB,

condenado injustamente

“Mientras nuestro hermano siga en la cárcel, hay un asesino en la calle”

Luego de un juicio que “careció de cre-dibilidad y sustento y en el que se han evidenciado diversos intereses

extrajudiciales”, el P. José Carlos Contre-ras Rodríguez SDB, ahora de 65 años de edad, fue condenado injustamente a 33 años y 6 meses de cárcel por la violación y asesinato de Itzachel Shantal González López, de 16 años de edad.

Ante el hecho, el Dr. Armando Martínez, quien encabeza la defensa del sacerdote salesiano, afirmó tajantemente: “El sacer-dote es inocente; no hay una sola, ninguna prueba, que lo incrimine o lo responsabi-lice del asesinato de Shantal”.

Aún más. El hermano coadjutor Jesús García SDB, vocero de la Inspectoría Cristo Rey y María Auxiliadora de los salesianos, advirtió: “El P. José Carlos es un preso po-lítico, no por sus ideas, sino porque quien lo tiene allí es político”.

Por su parte, los salesianos en un escrito a la opinión pública aseveran que las pre-siones extrajudiciales que se dieron “han forzado una condena a todas luces injusta y que sólo confirman que, efectivamente, esta triste situación se ha tratado desde el principio de una persecución contra los salesianos y contra su obra educativa en San Luis Potosí y en la que el P. José Carlos ha sido sólo un chivo expiatorio”.

La historiaItzachel Shantal González López cur-

saba el primer semestre de la preparato-ria en el colegio salesiano Carlos Gómez, en San Luis Potosí, en octubre del 2007. Participaba en el equipo de porras de la preparatoria.

El sábado 20 de octubre, después de una práctica de porras, descansaba a mediodía en la escalinata que conduce a la entrada principal del Colegio Salesiano. Envió un mensaje por celular a su madre, indicando que se encontraba fuera de la escuela. La acompañaban cuatro amigos. Fue la última vez que se le vio con vida. Por la tarde, su madre Teresa Bibiana López denunció la desaparición de Shantal.

El lunes 22 de octubre, por la mañana, junto al salón de usos múltiples del cole-gio salesiano, se encontró el cadáver de la adolescente, con signos de violación.

Aquí comenzó la historia de intrigas, presiones extrajudiciales, persecución y de injusticias. Al menos 12 personas declara-ron que el día en que desapareció Shantal

vieron una persona sospechosa rondando la casa de los salesianos. Incluso se tiene un retrato hablado de esta persona. Sin embargo, la investigación judicial no siguió esta línea y dio un vuelco en 2008, un año después del crimen.

En noviembre de 2008, en su tercera declaración, María Galdina Flores Rodrí-guez, vigilante del colegio en la época en que se suscitaron los hechos, cambió sus dos anteriores participaciones. Ahora, señalaba que en realidad vio a Shantal

parada afuera de la puerta de acceso a la casa de los sacerdotes salesianos, sin precisar si vio a la adolescente entrar o salir del edificio.

Luego, a mediados de 2009, un tal Julio Ceballos Alonso, expolicía ministerial y actualmente sujeto a proceso federal por acopio de armas y delincuencia organizada vinculado con el grupo delictivo de los Zetas, escribió un libro inculpando a los salesianos del crimen, publicando datos y fotos que sólo obraban en el expediente


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judicial. La presentación del libro se hizo en el edificio que ocupa la logia masónica.

La línea de investigación judicial en-tonces cambió por completo. Se olvidaron las testimoniales, se torcieron los hechos, se acomodaron otros nuevos. Hasta ese momento, los salesianos no contaban con abogado. Sabiéndose inocentes, abrieron sus puertas, entregaron los videos de se-guridad, se mostraron transparentes, se comportaron a la altura. Pero al ver que se tergiversaban los hechos y comenzaba un ambiente de linchamiento contra ellos, contrataron a un abogado de nombre Cán-dido Ochoa. Pero el tiro salió por la culata.

La investigación judicial dio con un ras-tro hemático en la casa de los salesianos. A la fecha, el expediente no indica si es sangre. Tampoco señala que se haya hecho una investigación científica para dilucidar de que en caso de que se tratara de sangre humana, de qué tipo. Tampoco señala en qué circunstancias se encontró, ni en qué lugar preciso, ni si fueran gotas o manchas. Ninguna prueba científica, pues.

Con estas endebles pruebas, incluyendo el único testimonio de la vigilante en su tercera declaración, la investigación judi-cial concluyó que el culpable era el P. José Carlos Contreras. Se obsequió la orden de aprehensión. Sorpresa de los salesianos. Consulta con el abogado. Y más sorpresas. Cándido Ochoa, a escasas horas de conver-tirse en procurador del estado de San Luis Potosí, sugirió al P. José Carlos Contreras

entregarse, ya que saldría libre al no haber ninguna prueba para condenarlo. Y no la había. Y no la hay. Pero después de 72 horas de que fue detenido, se le dictó el auto de formal prisión. Era el 9 de octubre de 2009.

Desde entonces, el P. José Carlos Contre-ras permanece injustamente en prisión.

Poco importó el conflicto de intereses. De defensor del sacerdote salesiano, el Lic. Cándido Ochoa se convirtió en acusador al aceptar el cargo de Procurador de Justicia del Estado de San Luis Potosí. Ahora es el Secretario de Gobierno.

Las reaccionesAunque se tenía esperanza de la libera-

ción, la jueza Juana María Castillo, titular del 6° juzgado penal de San Luis Potosí, dictó la sentencia el 23 de noviembre de 2011. Ese mismo día, los salesianos de la Inspectoría de Cristo Rey y María Auxilia-dora, a la que pertenece San Luis Potosí, fijaron su postura: “Expresamos nuestra in-dignación por el hecho de que nuestro her-mano, P. José Carlos Contreras, haya sido declarado culpable por un delito que jamás cometió. Condenamos enérgicamente como lo hemos venido haciendo desde hace 4 años el cobarde homicidio y violación de la cual fue objeto nuestra alumna Itzachel Shantal González López, a quien se le ha negado toda posibilidad de que el crimen encuentre justicia, dado que el Estado de San Luis Potosí, en un contubernio entre el poder ejecutivo local y el poder judicial del Estado, han insistido sin fundamento jurídico válido y suficiente en señalar como responsable del mencionado crimen al

sacerdote José Carlos Contreras Rodríguez, de quien reiteramos su inocencia”.

En este sentido, entrevistado por Vida Nueva, el hermano Jesús García SDB, vocero de la Inspectoría salesiana, señaló que “mientras no se libere al P. José Carlos, el crimen de Shantal sigue impune”. Insis-tió en que los salesianos creen aún en la justicia mexicana. “Pero mientras nuestro hermano siga en la cárcel, hay un asesino en la calle. Nosotros seguiremos luchando por la liberación del P. José Carlos, a la vez que exigimos que se siga investigando el crimen de Shantal”.

Asimismo, el Dr. Armando Martínez, Presidente del Colegio de Abogados Cató-licos de México y defensor del salesiano, aseveró que “en este novela inventada, hay un interés manifiesto de hundir al P. José Carlos”. Casi un mes después de dictada la sentencia, “en un claro ejem-plo de retrasar el caso”, dice el abogado defensor, el 15 de diciembre pasado, la apelación llegó a la segunda sala penal del Estado. “Esperamos que allí se recupere la dignidad de la justicia”, mientras informa que para marzo o abril de 2012 se espera el veredicto. En caso de que el fallo fuera contrario, se buscará un amparo directo con la justicia federal.

Por su parte, el P. José Carlos Contreras sigue su ministerio sacerdotal dentro de la cárcel, apoyando la Pastoral Penitenciaria. “Nunca reconoceré los delitos que se me atribuyen porque soy absoluta y totalmente inocente, y lo mantengo ante Dios, Supre-mo Juez, y ante mi querida y amada Iglesia Católica”, dijo en una entrevista.

FERNANDO MENDOZA J.


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Protección a la mujer embarazada

Vida y Familia es una institución mexi-cana de asistencia social, sin fi nes de lucro y legalmente constituida desde 1985, con la misión de proteger y brin-dar a la mujer embarazada en desam-paro y a su futuro hijo la posibilidad de alcanzar mejores condiciones de vida y un adecuado desarrollo. Tiene presencia ya en 24 estados de la República.

En Vida y Familia A.C., sede México, contamos con dos albergues, un cunero y un punto de contacto en Nezahualcó-yotl. Nuestros benefi ciarios en este 2011 ascienden a más de 7000, entre mujeres embarazadas, menores entregados en adopción, así como de nuestro programa de prevención.

Vifac ofrece un ambiente sereno y adecuado en el que cada mujer apren-

de diversas actividades y ofi cios para que al retirarse de la institución pueda acceder a un trabajo estable y cumpla su responsabilidad en la familia y la sociedad. También ofrece alojamiento, atención médica y psicológica, edu-cación, capacitación para el trabajo, asesoría legal y formación en valores.

En esta ocasión queremos extender nuestro más profundo agradecimien-to por el apoyo que nos han otorgado, específi camente con la difusión de los servicios que ofrecemos a través de su revista.

Nos alienta saber que personas como ustedes tienen entre sus objetivos el apoyar de forma desinteresada obras como la nuestra y así ayudarnos mutua-mente para mejorar el ambiente familiar y contrarrestar la violencia que existe en nuestro país.

Gracias a su apoyo, Vifac podrá seguir creciendo y realizar los proyectos que se ha planteado para atender a más mujeres y bebés que nos necesitan.

Jessica E. Rodríguez Ruedas

Coordinación de Difusión y Comunicación. VIFAC

Desde IrapuatoLa paz de Cristo esté con usted. He

leído su revista desde el principio hasta el fi nal ya que por enfermedad estuve en reposo diez días y tuve oportunidad de leer mucho.

Los felicito por la revista, muy amena, interesante, instructiva que me hizo refl exionar sobre realidades que vivimos y que a veces por el ritmo de trabajo pasan desapercibidas.

Josefi na Gómez S.

Religiosa Misionera de Jesús Sacerdote

Directora del Colegio Motolinía

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LA BASÍLICA DE LA SAGRADA FAMILIA, ICONO Y REALIDAD

DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

LLUÍS MARTÍNEZ SISTACHCardenal Arzobispo de Barcelona

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Fe y genio artístico unidos

singularísimo por su belleza, por su técnica y por su simbolismo religioso.

La Basílica, después de 128 años, ha sido dedicada, pero no está terminada. Con el paso de tres siglos (XIX-XXI) se ha terminado el interior del templo por lo que hace referencia a sus cinco naves, crucero y ábside. Estamos todavía trabajando en el exterior, con la construcción de diez torres que representarán a Jesucristo, María Santísima, los cuatro restantes apóstoles y los cuatro evangelistas. Falta también construir dos grandes sacristías, la capilla del Santísimo, el baptisterio y completar el claustro que circunscribe toda la inmensa Basílica. ¿Cuándo terminará? Yo desearía que terminara en el año 2026, que coincide con el centenario de la muerte de Gaudí.

Este “arquitecto de Dios”–como él se denominaba– decía que en este templo todo era providencial. Hay que decir que Gaudí tiene la causa de canonización incoada y el proceso superó ya la etapa diocesana y está en la Congregación para las Causas de los Santos, en Roma. Falta el milagro para

poder ser declarado beato por el Santo Padre. Los restos mortales del siervo de Dios descansan en la cripta de la Sagrada Familia. Sería entrañable poder celebrar cuanto antes su beatificación en la Basílica que él proyectó y empezó a construir.

Él decía que todo era providencial en este templo, y ciertamente lo es. Basta aducir este dato: los últimos doce años han visitado el templo en construcción 25 millones de visitantes de todas las edades y de todo el mundo y nunca ha habido ningún accidente. Y ningún obrero ha sufrido ningún accidente.

Pero es providencial disponer de una Basílica como esta, bellísima y riquísima con simbología bíblica, teológica, catequética y litúrgica, en estos momentos que vivimos especialmente en las sociedades europeas occidentales, muy secularizadas y con mucha indiferencia religiosa. Hoy es urgente la Nueva Evangelización.

LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

La observación del catolicismo en el mundo nos llevará seguramente a constatar la necesidad de la evangelización, que en algunos lugares se tratará de la primera evangelización y en otros consistirá en la Nueva Evangelización (pienso en los países de antigua cristiandad). Sin embargo, en todas partes será necesario el anuncio explícito de Jesucristo.

EN LA SAGRADA FAMILIA TODO ES PROVIDENCIAL

El Santo Padre Benedicto XVI, en la dedicación de la Basílica de la Sagrada Familia, se refirió a la inspiración que había movido al arquitecto Antoni Gaudí i Cornet en la construcción de este templo. Lo dijo con estas palabras: “En este recinto, Gaudí quiso unir la inspiración que le llegaba de los tres grandes libros en los que se alimentaba como hombre, como creyente y como arquitecto: el libro de la naturaleza, el libro de la Sagrada Escritura y el libro de la Liturgia. Así, unió la realidad del mundo y la historia de la Salvación, tal como nos es narrada en la Biblia y actualizada en la Liturgia”.

El templo de la Sagrada Familia –Basílica desde el 7 de noviembre de 2010 por concesión del Santo Padre Benedicto XVI, por bula firmada en la ciudad de Barcelona– se empezó a construir en 1882. Fue la Asociación de Devotos de San José la que encargó la construcción de un templo expiatorio dedicado a la Sagrada Familia.

Providencialmente, un año después de confiar el proyecto y las obras al arquitecto señor Villar, por falta de entendimiento con la Asociación, esta encargó el proyecto y la construcción al joven arquitecto Antoni Gaudí i Cornet, hijo de Riudoms y vecino de la ciudad de Barcelona. Tenía 31 años de edad. Este cambio de arquitecto fue providencial y, con Antoni Gaudí, se ha conseguido un monumento

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Recién inaugurada en Roma la exposición Gaudí y la Sagrada Familia. Arte, ciencia y espiritualidad, y cuando se acaba de cumplir un año desde que Benedicto XVI viajara a Barcelona

para presidir su dedicación como Basílica, la obra cumbre del arquitecto catalán se nos brinda en todo su esplendor como icono y realidad de la Nueva Evangelización. Estas páginas

–que recogen una conferencia pronunciada por el autor semanas atrás en Nueva York– nos invitan a descubrir en el conocido (y visitado) templo la dimensión universal del mensaje

de salvación que la Iglesia está llamada a hacer presente en todo tiempo y lugar.

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Y esto por una razón fundamentalmente constitucional de la Iglesia. En un documento del papa Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, de 8 de diciembre de 1975, muy actual aún hoy, se afirma que “el deber de evangelizar a todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia… Evangelización es, en efecto, la gracia y la vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Existe para evangelizar”1. La Iglesia ha nacido con la misión de evangelizar y, si renunciara a esta tarea, empobrecería su propia naturaleza.

Tampoco podemos olvidar lo que nos decía el papa beato Juan Pablo II, el 7 de diciembre de 1990, en su encíclica Redemptoris Missio:

“El número de los que aún no conocen a Cristo ni forman parte de la Iglesia aumenta constantemente; más aún, desde el final del Concilio, casi se ha duplicado”2. Y cuando el Papa escribió esta encíclica habían pasado solo unos veinticinco años del fin del Concilio Vaticano II. Esto, pues, es impactante y pone de relieve la necesidad y la urgencia de la evangelización.

Sin embargo, no podemos olvidar que la misión de la Iglesia tiene tres dimensiones esenciales: la evangelización y catequesis, la celebración litúrgica de la fe y el testimonio de la caridad. Estas tres dimensiones tendrían que estar muy presentes en la Basílica de la Sagrada

Familia. Estos tres aspectos irán saliendo en las páginas que siguen en esta exposición.

Y todos sabemos que evangelizar consiste en anunciar a Jesucristo con el testimonio de la vida y también con las palabras. Es importante la afirmación de Pablo VI: “El más hermoso testimonio se revelará a la larga impotente si no es esclarecido, justificado y explicitado por un anuncio claro e inequívoco del Señor Jesús… No hay verdadera evangelización mientras no se anuncie el nombre, la doctrina, la vida, las promesas, el reino, el misterio de Jesús de Nazaret, Hijo de Dios”3. Y aquí hay que recordar las preciosas y riquísimas palabras de nuestro estimado Santo Padre Benedicto XVI en su primera encíclica Dios es amor: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”4.

Evangelizar ha sido el objetivo de fondo del Plan Pastoral de la Archidiócesis de Barcelona que acaba este curso y lo será del nuevo Plan Pastoral del próximo. Este objetivo de fondo pone a nuestra Iglesia de Barcelona en sintonía con toda la Iglesia y con la que peregrina en nuestro continente europeo. En este sentido, Juan Pablo II, en su exhortación postsinodal La Iglesia en Europa, de 28 de junio de 2003, nos decía que “la Iglesia ha de ofrecer a Europa el bien más precioso y que nadie más puede darle: la fe en Jesucristo, fuente de la esperanza que no defrauda, don que está en el origen de la unidad espiritual y cultural de los pueblos europeos, y que todavía hoy y en el futuro puede ser una aportación esencial a su desarrollo e integración”5.

En nuestra estimada ciudad de Barcelona tenemos la Basílica de la Sagrada Familia. Ha sido, es ahora mucho más con motivo de su dedicación por el Santo Padre Benedicto XVI, y será más y más realidad y símbolo de la Nueva Evangelización. El Papa ha tenido la intuición muy acertada de crear un nuevo dicasterio de la Curia romana, el Consejo Pontificio para la

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se narran la historia y los misterios de la fe cristiana. El exterior del templo representa la Iglesia, a través de los apóstoles, los evangelistas, la Madre de Dios y los santos. La cruz que culmina la torre principal de 170 metros de altura simboliza el triunfo de la Iglesia de Jesús, y las fachadas evocan los tres momentos culminantes de la vida de Cristo: nacimiento, muerte y resurrección. El interior alude a la Iglesia universal, y el crucero, a la Jerusalén celestial, símbolo místico de la paz. En definitiva, Gaudí consiguió unir la fe y el genio artístico para transformar el templo de la Sagrada Familia en una obra maestra universal.

Nuestro arquitecto quería construir un templo con mucha altura, igual o más que el gótico, pero sin contrafuertes. Por ello, se dedicó a buscar soluciones técnicas. Las encontró. Consistía en estudiar los pesos para que fuesen

y para la Archidiócesis, por la visita apostólica del papa Benedicto XVI con motivo de la dedicación del templo de la Sagrada Familia y su proclamación como Basílica. Cuando preguntaban a Antonio Gaudí quién acabaría aquel templo, el arquitecto contestaba que lo acabaría san José. Y tenía mucha razón, porque el Papa que ha acabado este templo para dedicarlo al culto lleva José como nombre de bautismo: Joseph Ratzinger. Gaudí decía que en la Sagrada Familia todo es providencial. Pienso que ha sido providencial que un servidor, como presidente de la Junta Constructora del Templo de la Sagrada Familia, haya pensado un día que convenía dedicar este templo sin esperar a que esté todo su exterior acabado, y que fuera el Santo Padre quien presidiera su dedicación. Y los dos deseos se pudieron realizar, y la Basílica de la Sagrada Familia, que ya tenía una dimensión universal por la multitud de personas de todo el mundo que la visitaban, a partir de la presencia del Papa en sus naves, con la eucaristía y dedicación del templo y el rezo del Angelus ante la fachada del Nacimiento, ha conseguido una difusión aún mucho más universal.

Fue especialmente emotivo que el Santo Padre aceptara mi invitación de presidir la dedicación del templo de la Sagrada Familia, que por su monumentalidad, belleza artística, innovación técnica y simbología bíblica, catequética y litúrgica puede considerarse único en el mundo, obra del arquitecto genial y del cristiano ejemplar que fue Antoni Gaudí i Cornet.

Gaudí proyectó el templo como lo que tiene que ser una iglesia: casa de Dios y de la comunidad cristiana para la celebración del culto, especialmente la Eucaristía. El sueño de este “arquitecto de Dios”, como el de todos los constructores de catedrales, era representar en el templo proyectado la Jerusalén celestial, la ciudad nueva y santa que, como dice el Apocalipsis, bajará del cielo, viniendo de Dios, como una novia ataviada para su esposo7, inspirándose también en la visión del profeta Ezequiel relativa al templo de la nueva Jerusalén.

Gaudí proyectó la Sagrada Familia como una Biblia de piedra en donde

Promoción de la Nueva Evangelización, el 21 de septiembre de 2010, presidido por el arzobispo Rino Fisichella. Y este dicasterio ha escogido a la Basílica de la Sagrada Familia como imagen para su identificación y significación, y esta es la razón dada por su presidente: “En la Sagrada Familia de Gaudí se reencuentra un gran icono respecto a lo que el nuevo dicasterio piensa dedicarse. Sus torres, flechas lanzadas hacia arriba, obligan a mirar hacia el cielo”. Y en una conferencia reproduce el tema y afirma: “La belleza de la Sagrada Familia sabe hablar al hombre de hoy, conservando al mismo tiempo los rasgos fundamentales del arte antiguo. Su presencia parecería que contrasta con la ciudad hecha de edificios y calles que, al recorrerlos, muestran la modernidad a la que somos enviados. Las dos realidades conviven y no desentonan, al contrario, parecen hechas la una para la otra; la iglesia para la ciudad, y viceversa. Aparece evidente, entonces, que la ciudad sin la iglesia estaría privada de algo sustancial, manifestaría un vacío que no puede ser llenado por ninguna otra construcción, sino por algo más vital que impulsa a mirar arriba sin desfallecer y en el silencio de la contemplación”6.

LA DEDICACIÓN DEL TEMPLO, UN DÍA HISTÓRICO

En la situación y perspectivas del catolicismo en el mundo, la Basílica de la Sagrada Familia tiene un papel a jugar que es considerable. Mejor dicho, ya tiene hace tiempo este papel, y pienso que lo ha ido realizando, para su proyección universal. Solo hay que recordar que, en los últimos doce años, visitaron la Sagrada Familia por dentro aún en construcción veinticuatro millones de personas de todo el mundo, y se calcula que cada año la visitan solo por fuera cuatro millones de personas. También es bueno considerar que hasta la visita del Santo Padre era el monumento más visitado de España juntamente con la Alhambra de Granada.

El día 7 de noviembre de 2010 fue un día histórico para la ciudad de Barcelona, cap i casal de Cataluña,

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los elementos constructivos los que se adaptaran a ellos para sostener las cargas. De ahí derivan las curiosas formas que adopta el templo, con columnas inclinadas y las vueltas hiperboloides.

LA BASÍLICA DE LA SAGRADA FAMILIA DEDICADA AL CULTO

Y este sueño de Gaudí se logró, como pudimos contemplar y gozar de una manera especial en la celebración eucarística de la dedicación, reunida la asamblea litúrgica presidida por el sucesor de Pedro, con la proclamación de la Palabra de Dios, la alabanza al Señor de la gloria, el incienso, los cantos, etc. Fue una celebración inolvidable para todos y, en primer lugar, para el Santo Padre. Él mismo, durante el almuerzo en el arzobispado,

me dijo que “de la celebración de esta mañana conservaré un recuerdo inolvidable”. Y el portavoz pontificio, el P. Lombardi, en una conferencia de prensa aquel mediodía dijo a los periodistas que “la liturgia de esta mañana ha sido la expresión más solemne, más articulada entre hombre y Dios que he visto durante los cinco años de pontificado”. Se había logrado lo que había dicho Benedicto XVI en la catedral de Notre Dame de París, el 12 de septiembre de 2008: “Nuestras liturgias terrenas no podrán ser más que un pálido reflejo de la liturgia que se celebra en la Jerusalén del cielo, punto de llegada de nuestro peregrinaje sobre la tierra. Sin embargo, nuestras celebraciones podrán acercarse a ella lo máximo posible y hacerla saborear”.

En el marco espléndido de la Basílica, aquel domingo por la mañana pudimos participar del ars celebrandi que se

consiguió mediante el celebrante principal –nuestro estimado papa Benedicto–, el rito de la dedicación –tan rico en símbolos–, el artista –nuestro Antoni Gaudí, que esperamos que sea el primer arquitecto beatificado en la historia de la Iglesia–, su templo originalísimo y único en el mundo, y la asamblea activa y participante, durante tres horas, escribiendo un bellísimo himno de alabanza y de gloria a Dios que hizo pregustar la liturgia del cielo.

La celebración de la Eucaristía en la Basílica es una actividad capital, teniendo muy presente toda su realidad. La cripta donde está ubicada la iglesia parroquial desde su construcción por el mismo Antonio Gaudí, y donde reposan sus restos de siervo de Dios, tiene como actividad principal la celebración del culto litúrgico. La grandiosidad de la Basílica, con una capacidad permitida ahora por los responsables de la seguridad de unos casi cinco mil fieles, sigue para las celebraciones de la Eucaristía el modelo de la Basílica de San Pedro del Vaticano.

Hay una íntima relación entre la celebración litúrgica de la fe y la evangelización. Mons. Fisichella afirma que “la Nueva Evangelización se hace fuerte también en otro momento particular de la vida de la Iglesia: la acción litúrgica”8. La liturgia es la acción principal por medio de la cual la Iglesia expresa en el mundo su carácter de mediadora de la revelación de Jesucristo y, por esto, el sentido profundo de su espiritualidad. Desde sus orígenes, todo lo que la comunidad cristiana predicaba, anunciando el Evangelio de salvación, lo hacía después presente y vivo en la oración litúrgica, que se transformaba en el signo visible y eficaz de la salvación.

LA SAGRADA FAMILIA, UNA CATEQUESIS EN PIEDRA

Antoni Gaudí tuvo conciencia de su vocación de ser “arquitecto de Dios”. Sintió la urgencia de llevar el Evangelio y la presencia de Dios al pueblo a través de su obra. Deseaba que sus obras arquitectónicas acercaran a Dios a las personas que las contemplaban. Con este espíritu evangelizador, Gaudí

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La Sagrada Familia surge en el centro de una ciudad cosmopolita que participa de la secularización propia de las grandes ciudades del Occidente europeo. Algunos se preguntan qué significa levantar un templo como este en una sociedad moderna. La respuesta la dio antes el propio Gaudí. Y también la dio el papa Benedicto XVI en su homilía de dedicación de la Basílica, al preguntarse: “¿Qué hacemos al dedicar este templo?”. Y responde: “En el corazón del mundo, ante la mirada de Dios y de los hombres, en un humilde y gozoso acto de fe, levantan una inmensa mole de materia, fruto de la naturaleza y de un inconmensurable esfuerzo de la inteligencia humana, constructora de esta obra de arte. Ella es un signo visible del Dios invisible, a gloria del cual se alzan estas torres, saetas que apuntan al absoluto de la luz y de Aquel que es la Luz, la Altura y la Belleza misma”.

Pese a que la cultura actual de nuestro mundo europeo es poco sensible a la trascendencia, el hombre creado a imagen y semejanza de Dios busca el sentido de la vida y se plantea interrogantes que trascienden el espacio y el tiempo. Pienso que no hemos de perder la riqueza del misterio, porque en nuestra vida hay constantemente la presencia del misterio de Dios, que muchas veces no aparece explícitamente.

La presencia de la Basílica en el centro de nuestra ciudad de Barcelona, y visible desde todas partes, tiene un significado profundo y muy beneficioso en una época en la cual el hombre pretende edificar su vida de espaldas a Dios, como si Dios no existiera. Es la presencia de la trascendencia en medio de la vida secular de la ciudad. Por ello, en aquella homilía, el Papa nos dijo que Gaudí, “abriendo su espíritu a Dios, ha sido capaz de crear en esta ciudad un espacio de belleza, de fe y de esperanza, que lleva al hombre a un encuentro con el que es la Verdad y la Belleza misma”. Pienso que la Archidiócesis de Barcelona tiene que hacer un esfuerzo importante para que los que visitan la Sagrada Familia entiendan que se encuentran ante una verdadera síntesis del misterio cristiano y puedan identificarlo y reconocerlo. Esto sirve para todos: los creyentes activos, los creyentes

artista: el libro de la naturaleza, el libro de la Sagrada Escritura y el libro de la Liturgia”. Nuestro arquitecto sacó los retablos fuera de la iglesia en cada una de sus fachadas: la del Nacimiento, la de la Pasión y la de la Gloria. Las dos primeras son laterales y la tercera es la principal. Actualmente, solo están terminadas las dos primeras fachadas, y el contenido de las mismas y de todo el templo, su interior y su exterior, es una riquísima catequesis en piedra.

LA BASÍLICA DE LA SAGRADA FAMILIA, ICONO DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

Pero muchísimas personas que visitan la Basílica son de otras religiones y un buen número son no creyentes. La Sagrada Familia atrae a estos visitantes porque la “nueva arquitectura” que Gaudí inició descansa sobre lo que el espíritu humano busca con insistencia: la proporción, la armonía, en definitiva, la belleza. Podemos decir que el templo gaudiniano es una cartografía de lo sagrado, un gran mapa donde el mundo puede leer las grandes preguntas de la vida, del origen y del fin, del cielo y de la tierra. Antoni Gaudí conocía que la belleza tiene un poder provocador y atrae hacia la bondad y la verdad. Sabía que su obra invitaba y movía a la fe, que detrás de las piedras del templo había una elocuencia que hablaba del infinito.

sacó los retablos a las fachadas del templo (Nacimiento, Pasión y Gloria), para que contribuyeran a evangelizar y catequizar a todos los que pasaban cerca y las contemplaban. Así, puso ante los hombres el misterio de Dios revelado en el nacimiento, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Se ha cumplido el deseo de Gaudí. Son millones las personas que visitan el templo cada año. Después de su dedicación, superaremos los tres millones anuales. Muchos de estos visitantes son cristianos, y la rica simbología bíblica y litúrgica que ofrecen especialmente la fachada del Nacimiento y de la Pasión, constituye una auténtica y sólida catequesis para un mayor conocimiento de su fe cristiana. La visita con estos grupos comienza por el exterior de la Basílica y acaba en el interior.

En la actualidad hay un déficit de conocimientos de los contenidos de la fe por parte de muchos cristianos. Es muy necesaria una catequesis de adultos. La visita a la Basílica ha de facilitar una rica catequesis. No podemos olvidar este servicio eclesial que está prestando la Sagrada Familia. Gaudí enriqueció de simbología el templo, ya que se inspiraba en tres libros, como nos ha recordado el papa Benedicto XVI en su visita: “En este recinto, Gaudí quiso unir la inspiración que le llegaba de los tres libros en los cuales se alimentaba como hombre, como creyente y como

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no formados, los que han dejado de creer, los agnósticos y los creyentes de otras religiones.

Para muchos visitantes de la Basílica de la Sagrada Familia, esta puede ser de alguna manera como un “atrio de los gentiles”. El Papa, en su discurso a la Curia romana el 21 de diciembre de 2009, dijo que la Iglesia tendría que abrir hoy una serie de “atrios de los gentiles” donde los hombres puedan acercarse a Dios y encontrarlo. La belleza extraordinaria y la riquísima simbología religiosa del templo gaudiniano es un camino hacia el trascendente, hacia el misterio último, hacia Dios.

La dimensión evangelizadora de la Basílica de la Sagrada Familia es un reto importante en este tiempo en que es muy urgente el anuncio de la Buena Nueva de Jesús. El nuevo dicasterio romano sobre la promoción de la Nueva Evangelización quiere implicar a doce grandes ciudades en una propuesta de Nueva Evangelización destinada a las grandes metrópolis por las peculiares características pastorales que estas presentan, y por ello ha pedido a doce ciudades de Europa similares en su aspecto socio-religioso-cultural trabajar conjuntamente. Una de estas doce ciudades es la de Barcelona. Las otras son: Bruselas, Budapest, Dublín, Colonia, Lisboa, Liverpool, París, Turín, Varsovia, Viena y Zagreb. El día 11 de julio los pastores de estas Iglesias tuvimos la primera reunión en Roma y acordamos realizar unas actividades pastorales comunes en todas estas ciudades durante la Cuaresma de 2012. En medio de una ciudad europea como es la nuestra y un tiempo en que el laicismo parece decidido a relegar la

expresión de la fe al ámbito privado, obstaculizando la visibilidad de la fe y de las comunidades religiosas, nuestra Basílica, visible desde todos los rincones de la ciudad, es una invitación a no quedarnos en la dimensión horizontal de la existencia humana, sino a levantar nuestro espíritu hacia arriba.

En Barcelona, el Santo Padre nos recordó los vínculos entre “la existencia en este mundo temporal y la apertura a una vida eterna, entre la belleza de las cosas y Dios como belleza”. Gaudí –nos dijo el Papa– supo mostrar esto al mundo “no con palabras, sino con piedras, trazos, planos y cumbres. Y es que la belleza es la gran necesidad del hombre, es la raíz de la que brota el tronco de nuestra paz y los frutos de nuestra esperanza. La belleza es también reveladora de Dios porque, como Él, la obra bella es pura gratuidad, invita a la libertad y arranca del egoísmo”.

Y este era el deseo de Gaudí, ya que, contemplando en su imaginación esta “catedral de los pobres”, y concretamente sus torres que hoy son como símbolos de nuestra ciudad, decía: “Estas inscripciones serán como una tira helicoidal que subirá por las torres. Todos los que la lean, incluso los incrédulos, entonarán el himno a la Santísima Trinidad, a medida que descubrirán su contenido: el Sanctus, Sanctus, Sanctus, que mientras lo lean, llevarán su mirada hacia el cielo”.

LA BASÍLICA, PRESENCIA PÚBLICA DE LA IGLESIA AL SERVICIO DE LA FAMILIA, DE LA VIDA Y DE LOS POBRES

Considero que la significación de la celebración de la dedicación de la Basílica de la Sagrada Familia se complementó con la visita que el Santo Padre hizo a la Obra Benéfico-Social del Niño Dios. Pedí al Papa esta visita fundamental por tres razones. La primera, porque estar al lado de doscientas familias ponía de relieve la unión entre la dedicación del templo de la Sagrada Familia y las piedras vivas de aquellas familias cristianas. La segunda, esta visita decía con hechos lo que dice siempre la Iglesia: un sí a la vida humana desde el inicio de su concepción, un sí a ayudar a las mujeres que esperan un hijo y un no al aborto; en efecto, el Papa iba a agradecer a aquellos padres que habían acogido con amor a su hijo con síndrome de Down. Y tercera, manifestar con imágenes entrañables que el Santo Padre Benedicto XVI tiene un corazón cálido y tierno al lado de aquellos niños, adolescentes y jóvenes.

La significación de la celebración de aquella mañana se enriqueció con la realidad de aquella tarde. Así lo manifestó el mismo Santo Padre con estas palabras: “Con la dedicación de la Basílica de la Sagrada Familia, se ha puesto de relieve esta mañana que el templo es signo del verdadero santuario de Dios entre los hombres. Ahora, quiero destacar cómo, con el esfuerzo de esta y otras instituciones eclesiales análogas, se pone de manifiesto que, para el cristiano, todo hombre es un verdadero

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“la catedral de los pobres”. El arquitecto fue sensible a las necesidades sociales y culturales de aquel barrio y construyó en el mismo solar del templo una escuela para los niños de aquel lugar con muchas necesidades. Pienso que esta realidad y la dimensión esencial de la caridad propia de la Iglesia ha de ser una dimensión que se ha de ofrecer a los visitantes de esta obra monumental llena de belleza y de simbología religiosa. El papa Benedicto XVI, en su discurso a los artistas que han ofrecido 60 obras conmemorando el 60º aniversario de su ordenación sacerdotal, ha dicho que esta exposición se titula El esplendor de la verdad, la belleza de la caridad, y ha añadido que “es propio de la unión, querría decir de la sinfonía, de la perfecta armonía de verdad y caridad, que emana la auténtica belleza, capaz de suscitar admiración, maravilla y alegría verdadera en el corazón de los hombres”11. Y continúa diciendo: “Necesitamos que la belleza de la verdad y de la caridad incida en lo íntimo de nuestro corazón y lo haga más humano”.

La Archidiócesis de Barcelona, con su pastor, es consciente del tesoro que es la Basílica de la Sagrada Familia para el culto litúrgico y, en especial, para el ars celebrandi de la Eucaristía; para la catequesis de los cristianos de todas las edades; para la evangelización de una multitud de personas de todo el mundo que, como un “atrio de los gentiles”, les puede llevar a Dios; para la revalorización de la preciada institución de la familia, realizadora del bien de las personas, de la sociedad y de la Iglesia; para la presencia de la Iglesia en el mundo de la cultura, que favorece las relaciones entre la fe y la cultura y la evangelización de las culturas; y para el testimonio de la caridad. Gracias, Antoni Gaudí, “arquitecto de Dios” y siervo de Dios, por toda tu obra arquitectónica genial y bellísima coronada por la Basílica de la Sagrada Familia. Gracias, porque te inspiraste en la naturaleza, la Palabra de Dios y la Liturgia para encontrar y ofrecer la Belleza que nos conduce a Dios. La Basílica de la Sagrada Familia no es solo de Barcelona, es un patrimonio de la humanidad y de toda la Iglesia. Por ello, les abre las puertas para que la visiten y encuentren más a Dios.

de amor entre los esposos y los hijos. La familia es la acogida específica y adecuada de la vida humana, este don de Dios fruto del amor de los esposos. La familia es donde nace la vida humana, se educa y se desarrolla. Y es el lugar donde se defiende la vida humana desde el primer instante de su concepción, auténtico santuario de la vida, porque la familia se fundamenta en el matrimonio de un hombre y una mujer que se aman y se entregan el uno al otro para siempre.

El templo de la Sagrada Familia se construyó en tiempo de Gaudí en un barrio pobre de Barcelona, que de alguna manera dio nombre a este templo:

santuario de Dios, que ha de ser tratado con mucho respeto y afecto, sobre todo cuando se encuentra en necesidad”9. Y en el aeropuerto nos dijo: “Son como dos símbolos en la Barcelona de hoy de la fecundidad de esta misma fe, que marcó también las entrañas de este pueblo y que, a través de la caridad y de la belleza del misterio de Dios, contribuye a crear una sociedad más digna del hombre. En efecto, la belleza, la santidad y el amor de Dios llevan al hombre a vivir en el mundo con esperanza”.

La Basílica de la Sagrada Familia es una presencia de la Iglesia en nuestro país y en todo el mundo. Se trata de una presencia pública y con una asistencia multitudinaria. En medio de una cultura y de unas políticas laicistas presentes en muchas sociedades, esta realidad, fruto de la fe de un pueblo que desde 1882 ha mantenido la voluntad de la construcción de la Sagrada Familia, pone de relieve el valor positivo y la presencia de la religión en la sociedad, en la cultura y en el arte.

Hemos de valorar la aportación que la Iglesia hace con la construcción de esta obra de singular belleza al mundo de la cultura y, por tanto, a las relaciones entre fe y cultura y a la evangelización de la cultura. El cardenal Camillo Ruini, en su reciente visita a la Basílica, ha manifestado que “la Sagrada Familia permanecerá en los siglos futuros como uno de los grandes, desgraciadamente poco numerosos, testimonios del encuentro entre fe y arte en los tiempos en que vivimos”. Ya decía Pablo VI, en el año 1975, que “la ruptura entre Evangelio y cultura es, sin duda alguna, el drama de nuestro tiempo, como lo fue también en otras épocas. De ahí que hay que hacer todos los esfuerzos con vistas a una generosa evangelización de la cultura, o más exactamente de las culturas. Estas deben ser regeneradas por el encuentro con la Buena Nueva. Pero este encuentro no se llevará a cabo si la Buena Nueva no es proclamada”10.

Nuestra Basílica ha de contribuir también acogiendo lo que sea adecuado para hacer presente a la Iglesia y a su mensaje de salvación en nuestro país y con dimensión universal. La Basílica, por su titularidad, nos ha de ayudar a valorar, a amar y a defender a las familias, estas comunidades de vida y

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N O T A S

1. Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, n. 14.

2. Juan Pablo II, Redemptoris Missio, n. 3.

3. Evangelii Nuntiandi, n. 22.

4. Benedicto XVI, Deus caritas est, n. 1.

5. Juan Pablo II, Ecclesia in Europa, n. 18

6. “La nova evangelització i la comunicació”, en Documents d’Església, 1 de junio de 2011, p. 342, nº 985.

7. Cf. Ap 21, 2.

8. “La nova evangelització i la comunicació”, en Documents d’Església, 1 de junio de 2011, p. 339, nº 985.

9. Palabras en la Obra Benéfico-Social del Niño Dios.

10. Evangelii Nuntiandi, n. 20.

11. Discurso del 5 de julio de 2011.

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TEXTO Y FOTOS: JOSÉ CARLOS RODRÍGUEZ SOTO

A la educación y al futuro a través del deporte

Los niños de las barriadas de las afue-ras de Goma, en República Democráti-ca del Congo, sueñan con convertirse

en estrellas de fútbol. Viven en casas levan-tadas con maderas de deshecho o viejas la-tas de aceite, vestigios de repartos de ayuda humanitaria a víctimas de guerras no muy lejanas, y cuando salen de sus chabolas por la mañana llegan –por lo general con el estómago vacío– al centro de Boscolac, donde les esperan nueve jóvenes monito-res que, durante cuatro o cinco horas, les ofrecerán un refrigerio y les guiarán en una sucesión de juegos, deportes, cantos y enseñanzas que a ellos les levanta el ánimo y, a las pistas que acogen el polvo propio de la estación seca que se eleva como si se tratara de una humareda de alegría que bulle de ese lugar que recibe todos los días a cientos de niños y jóvenes, en su mayoría procedentes de familias desplazadas por las oleadas de conflictos que han asolado el Este del Congo desde medidados de los años 90. Bienvenidos a las colonias de vacaciones de Boscolac, un alegre recinto de juegos, expresión de la mejor tradición del patio de recreo salesiano.

Nada podía hacer imaginar, hace un año, este volcán de actividades, solo compara-ble a las temibles humaredas del Nyara-gongo, cuya imponente silueta se divisa desde cualquier rincón de la ciudad de Goma. Como toda gran obra, Boscolac –un centro de ayuda humanitaria dirigido preferentemente a niños y jóvenes– tiene una historia de orígenes muy humildes. Todo comenzó hace algo más de 10 años, cuando el hermano salesiano Honorato Alonso, un burgalés de 61 años que lleva más de media vida en el Congo, quedó prendado de ese rincón de gran belleza a orillas del Lago Kivu y concibió la idea de comenzar un centro para los jóvenes congoleños, todos ellos afectados por trau-mas y situaciones de pobreza extrema, donde invitar al so-siego para relacionarse entre ellos en un ambiente que les proporciona un ocio sano y poder vivir días de retiro para sanar heridas in-teriores.

Lo primero que hacía falta era com-prar el terreno. Para ello, el hermano Ho-

norato hizo gala de una tenacidad digna de admiración. Al terminar sus clases de electricidad en el ITIG (Instituto Tecno-lógico Industrial de Goma, una escuela salesiana de formación profesional de gran prestigio), todos los días empezó a dedicar varias horas a cargar baterías, al módico precio de un dólar el servicio. Gracias a estos ingresos, empezó a comprar parce-

las hasta que, al cabo de una década, los terrenos tuvieron superficie ade-

cuada como para poder pensar en un recinto de medidas suficientes

donde edificar pistas deportivas y un edificio central con todo tipo

de servicios. La financiación –de alrededor de 243.000 euros–

llegó de la mano de la Jun-ta de Castilla-La Mancha,

después de que ONG Red Deporte y Cooperación formulara un proyecto de ayuda humanitaria en el que esta institu-ción y los salesianos

del ITIG trabajan desde el año pasado como socios en esta iniciativa común. Cuando el programa llegue a su fin, Boscolac que-dará totalmente en manos de los hijos de Don Bosco.

Un lugar paradisíacoEn Boscolac viven hoy 30 muchachos

de familias desplazadas muy vulnerables. Todos los días acuden a sus respectivos colegios y a la vuelta estudian, juegan y duermen allí. Dos animadores contratados por el centro están a su cargo. También hay un dispensario y una consulta psico-lógica que, de forma gratuita, ofrecen sus servicios a quienes los necesiten. Y sus salas de reuniones y pistas deportivas son utilizadas por multitud de niños y jóvenes. Detrás de este manojo de servicios, hay una filosofía de dar a los más pobres lo mejor de lo mejor. Y es que uno de los efectos que la guerra ha tenido en Goma es dividir la ciudad en dos zonas bien diferenciadas: la más alejada del lago, donde se hacinan miles de familias en arrabales sucios, caó-

Los salesianos siembran esperanza entre los más pobres de R.D. Congo

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El hermano Honorato Alonso (izq.), burgalés de 61 años, con jóvenes del programa, que se complementa con otras actividades

Proyectos de este tipo son una excelente escuela de valores humanos y fuente de alegría para niños que han crecido en medio de un conflicto

ticos y faltos de todo tipo de servicios, y el área de orillas del lago, donde durante los últimos años se han levantado nu-merosos hoteles y mansiones de lujo, en general, propiedades de quienes, durante los últimos años, se han hecho de oro con el tráfico de minerales, que está detrás del conflicto en el Este del Congo. Boscolac es un intento de recuperar la zona más hermosa para que los más pobres puedan disfrutar de un lago que es suyo.

Poco tiempo tienen para pensar en lu-gares paradisíacos familias como la de Françoise. Esta viuda de Masisi perdió a su marido en 2002, y al huir de la guerra se instaló en uno de los campos de des-plazados internos de Mugunga. Cuando el Gobierno cerró estos campos, en noviembre de 2009, intentó volver a su casa pero la inseguridad reinante acabó por hacerla retornar a Mugunga, donde hoy vive en un chamizo levantado con plásticos y pa-los endebles, en cuyo interior se hacinan ella y sus siete hijos. Uno de ellos, David, luce orgulloso su camiseta del Barça al dejar los libros en la sala de estudio de Boscolac y deslizarse por el comedor en un trapo húmedo a ritmo de rumba con-goleña. Cuando termina la limpieza, se prepara para el partido de la tarde. Él es uno de los jóvenes que se benefician de poder estudiar en un ambiente seguro, donde no tienen que pensar qué van a comer. Su madre, como la mayor parte de los desplazados de Mugunga, malvive a base de trabajos ocasionales como vender verduras en algún mercado o machacar piedras en alguna obra por apenas dos dólares al día. Esta precariedad hace que muchas de estas familias coman una vez cada dos días y que enviar a sus hijos a la escuela y ofrecerle una formación sea un sueño inalcanzable.

Además de proporcionar becas de es-tudio, Boscolac cuenta con cuatro pistas deportivas: dos de fútbol-7, una de balon-cesto y otra de voleibol. Los fines de sema-na tienen lugar campeonatos deportivos, actividad, la de entrenador y organizador, en la que el hermano Honorato es un ex-perto. Desde hace varios años es el alma de dos competiciones que ya tienen raíces en Goma: la Liga infantil Don Bosco y la Copa María Auxiliadora. Divididos en equipos que llevan nombres como Real Madrid, Su-per Águilas, Masembe, Coca Cola o Arsenal, legiones de futbolistas alevines entrenan y se esfuerzan por pasar de octavos a cuartos y de cuartos a semifinales. Vicente Iraizoz, otro cooperante de Red Deporte que inició la identificación y formulación del proyec-to, lo resume así: “Cuando uno de estos chicos piensa en el partido del domingo, se olvida de los problemas que tiene en casa”. Los salesianos, que también dirigen otro gran centro en la barriada de Ngangi, están convencidos de que el deporte es una excelente escuela de valores humanos y y una fuente de alegría para niños que han crecido en un ambiente de conflicto y desestructuración familiar. Su influencia en el país se refleja en un detalle que no escapa a cualquier aficionado al fútbol:

uno de los equipos de la Liga congoleña se llama Don Bosco.

Asimismo, durante el mes de julio, se iniciaron talleres de formación para jó-venes, matrimonios, abuelos, maestros y líderes locales sobre temas como la reso-lución de conflictos, los cuidados básicos de salud, la prevención del alcoholismo y los derechos humanos. De este modo, se complementan las actividades de Boscolac con un foro donde la gente de los barrios tiene la oportunidad de abordar problemas cotidianos.

Dignificación del entornoEl proyecto se completa con una digni-

ficación del entorno del centro. Como el recinto de Boscolac es un lugar de paso para muchas mujeres y niños que acuden a diario al lago para recoger agua, parte del dinero se ha invertido en construir un acceso seguro con escales y un muelle, evitando los numerosos accidentes que se producían hasta el año pasado a causa de la caída por el empinado terraplén. Al lado del punto de recogida de agua, una persona añade una dosis de cloro para potabilizar el suministro.

El hermano Honorato no conduce. Cuan-do no tiene quien le lleve a Boscolac, no le duelen prendas en meterse detro de una de las atestadas furgoneta-taxi. En cada rincón de Goma, no falta quien le pare para saludarle con efusión. Si un guar-dia de tráfico para la furgoneta, es muy posible que no sea para pedir al conduc-tor los papeles o sacarle un soborno, sino para dar la mano al misionero burgalés: “¿Se acuerda de mí? Usted fue nuestro entrenador de baloncesto hace 15 años”. Honorato sonríe y sigue adelante. Aún le queda mucha alegría por sembrar en este lugar, que tanto sufrimiento ha conocido.

El fútbol tiene mucha influencia en el país

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No es necesario recurrir a ningún sondeo de opi-nión para afirmar, sin

peligro a equivocarse, que la beatificación de Juan Pablo II el 1 de mayo ha sido el aconte-cimiento de mayor relieve vivi-do en Roma durante el casi ya finalizado año de 2011.

La elevación a los altares de Karol Wojtyla, seis años y pocos días después de su muerte, fue celebrada en toda la Iglesia –y me atrevería a decir que incluso fuera de ella–, pero la Ciudad Eterna sirvió, una vez más, de escenario para una ceremonia grandiosa y al mismo tiempo íntimamente vivida por el mi-llón y medio de personas que llegaron hasta Roma desde todos los confines de la tierra.

Los que tuvimos la oportuni-dad de vivirlo en directo no lo olvidaremos mientras Dios nos dé vida. La Plaza de San Pedro no solo estaba bañada de sol, sino impregnada por la inten-sa emoción que manifestaban todos sus protagonistas, co-menzando por Benedicto XVI, durante tantos años estrechí-simo colaborador del Pontífice polaco y cuya acción apostólica se inscribe en una línea de con-tinuidad absoluta con la de su predecesor.

Fueron 86 los países que se hicieron presentes con una delegación oficial: cinco eran miembros de casas reales y 17 eran jefes de Estado; entre los restantes, abundaban los pri-meros ministros, presidentes de parlamentos o ministros, además de altos representan-tes de diversas organizaciones internacionales y otras perso-nalidades, entre las que desta-caban eminentes líderes de las Iglesias cristianas .

En su emocionada homilía, Joseph Ratzinger evocó los fu-

nerales de Juan Pablo II y cómo él había decidido que la causa de beatificación procediese con “razonable rapidez”, hasta lle-gar al día tan esperado de la proclamación pública de su santidad. “Y he aquí que el día tan esperado ha llegado pron-to –dijo–, porque el Señor así lo ha querido: Juan Pablo II es beato”. Y aquí, a pesar de la ad-vertencia que se había hecho de no interrumpir la ceremonia, la multitud no pudo refrenar sus impulsos y explotó en un aplauso atronador que se pro-longó durante varios minutos.

Los días siguientes fueron testigos del íntimo y personal homenaje que centenares de

miles de fieles quisieron tribu-tar al nuevo beato. Recordare-mos la muy evidente conmo-ción de dos de sus más fieles colaboradores: su secretario personal durante casi 40 años, el cardenal Stanislaw Dziwisz, hoy arzobispo de Cracovia, y el cardenal Eduardo Martínez So-malo, nueve años sustituto de la Secretaría de Estado y camar-lengo. Los restos de Juan Pablo II fueron finalmente instalados en la capilla de San Sebastian de la Basílica vaticana, conti-gua a la de la Piedad de Miguel Ángel, y son todos los días pa-rada obligada de los fieles que visitan el primer templo de la cristiandad.

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CRÓNICA VATICANA▶IGLESIA EN EL MUNDO

En la apretada agenda del Papa, sus viajes internacio-nales destacan siempre por el eco que suscitan en la opinión pública internacional. Durante 2011, Benedicto XVI ha visitado Croacia (4-5 de junio), Madrid (18-21 de agosto), Alemania (22-25 de septiembre) y Benín (18-20 de noviembre). De la JMJ ya informamos ampliamente en otro lugar (pp. 14-20) y aquí solo destacaremos su indiscuti-ble éxito, que ha puesto en solfa la campaña que la precedió y, con un volumen mucho más reducido, la siguió.

Afecto en AlemaniaDel tercer viaje del Papa ale-

mán a su tierra natal, VN dio en su día una información muy completa. Sus tres etapas –la capital, Berlín; Erfurt, cuna de la reforma protestante; y la ca-tólica Friburgo, en Brisgovia– tuvieron características muy diversas, pero se cerraron con un balance muy satisfactorio, contradiciendo las pesimistas previsiones que algunos círcu-los de opinión habían difundi-do días antes.

En Berlín, Ratzinger fue aco-gido con los máximos honores que un país puede dispensar a sus huéspedes en visita de Estado. Entre ellos, se le dio la oportunidad de pronun-ciar un discurso en el antiguo Reichstag ante el presidente Christian Wulff, la canciller An-gela Merkel, el presidente del Bundestag, Norbert Lammert,

Beatificación de Juan Pablo II

Viaje a Croacia, en junio

Los viajes de Benedicto XVI

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adaptarse a sus criterios. “La Iglesia –subrayó– debe hacer siempre el esfuerzo de sepa-rarse de la ‘mundanidad’ del mundo (…). Los ejemplos his-tóricos demuestran que el testi-monio misionero de una Iglesia ‘desmundanizada’ emerge de modo más claro. Liberada de su peso material y político, la Iglesia puede dedicarse mejor y de un modo verdaderamen-te cristiano al mundo entero, puede estar verdaderamente abierta al mundo (…). La Iglesia se abre al mundo no para obte-ner la adhesión de los hombres con las propias pretensiones de poder, sino para hacerles entrar en sí mismos y conducir-les hacia Dios (…). No se trata de una nueva táctica para re-lanzar la Iglesia. Se trata más bien de despojarse de todo lo que es táctica y de buscar la plena sinceridad que no des-cuida ni reprime ninguna de las verdades de nuestro hoy, pero realiza plenamente la fe hoy, viviéndola en la absoluta sobriedad de hoy, llevándola a su plena identidad, despoján-dola de todo lo que es solo apa-rentemente fe, pero de verdad son convenciones y hábitos”.

Foco en ÁfricaEn Benín, Benedicto XVI hizo

entrega al Episcopado africano de su exhortación apostólica postsinodal Africae Munus, donde se compendian las 57 proposiciones que le entrega-ron los padres sinodales que participaron en la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, celebrada en el Vaticano en octubre de 2009. Un documento valiente que en-foca con realismo los desafíos que deben encarar los católicos del Continente Negro, tan lleno, por otra parte, de esperanzas para su futuro y el de toda la humanidad. No estará de más destacar que los benineses y otros fieles llegados de las naciones colindantes le tribu-

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y los más altos representantes de otras instituciones del Es-tado y el Cuerpo Diplomático. Después de poner en evidencia que las raíces jurídicas del Es-tado y de la política deben ser “un compromiso por la justicia para crear así la condiciones de la paz”, Benedicto XVI evo-có el período nazi, durante el cual “el derecho se separó del derecho, se enfrentó contra el derecho; se transformó en una cuadrilla de bandidos muy bien organizada que podía amenazar al mundo entero y empujarle al borde del abismo”. Entre otros conceptos, recordó que la tra-dición cristiana “nunca ha impuesto al Estado y a la sociedad un derecho reve-

lado”, pero, por el contrario, “se ha referido a la naturaleza y a la razón como verdaderas fuentes del derecho, se ha re-ferido a la armonía entre razón

subjetiva y objetiva, una ar-monía que, sin embargo, presupone que ambas

estén fundadas en la Razón creadora de Dios”.

Después de su ecuménica-mente significativa visita a Er-furt y al santuario mariano de Etzelsbach (donde ni siquiera en los duros años del terror co-munista la afluencia de peregri-nos cesó), el Santo Padre llegó a Friburgo, que le recibió con expresivas muestras de afecto popular. Poco antes de regresar a Roma, se reunió en la Konzer-thaus de la ciudad con cente-nares de representantes de las que podríamos llamar “fuerzas vivas” de la Iglesia alemana. Y su discurso reservó una sorpre-sa al abordar el tema candente de los necesarios “cambios” de la Iglesia, que no pueden confundirse con la necesidad de acomodarse al mundo y de

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La lista de posibles papables es el ritornello favorito de los vaticanistas, sobre todo cuando, como ahora, el Papa cumplirá en abril de 2012 ochenta y cinco años.

Los italianos ya calientan calderas en torno al cardenal Angelo Scola, cuyo traslado de Venecia a Milán es presentado como un delfinato. En la Curia romana, el nombre más destacado es el del cardenal canadiense Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos. En la periferia suenan los nombres del arzobispo de Nueva York, Timothy M. Dolan, o del de Washington, Donald W. Wuerl. Sigue en la carrera el hondureño Óscar R. Maradiaga.No se lo tomen muy en serio: la incógnita de la fecha del próximo cónclave es un factor decisivo.

PAPABLES por Antonio Pelayo

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El Papa, recibido en Alemania

Visita apostólica a Benín


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taron al Papa un recibimiento entusiasta.

Resulta verdaderamente sorprendente que, al margen de sus actividades diarias, el Pontífice tenga aún tiempo para proseguir la redacción de su obra Jesús de Nazaret. El 14 de marzo apareció el segun-do volumen de su libro, que, como el primero, ha sido ya traducido a decenas de lenguas y ha alcanzado cifras impre-sionantes de ventas, teniendo en cuenta que sus páginas no son precisamente literatura al alcance de todas las mentes. Como pusieron de manifiesto en la presentación de la edi-ción española que hicieron en la Embajada de España ante la Santa Sede Luis F. Ladaria, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Olegario González de Cardedal (quien recibió el primer Premio Ratzinger de Teología), “lo que el Papa quiere descubrir es el Jesús real”. “Si Jesús no hubiese resucitado –afirmó el jesuita monseñor, después de matizar que el libro tiene la autoridad de su autor pero no es magis-terial–, es una personalidad religiosa fallida. Solo si ha re-sucitado, ha sucedido algo que ha cambiado el mundo”. Por su parte, el profesor emérito de la Universidad Pontificia de Sala-manca insistió en que, entre los criterios de historicidad y los de la fe, “la solución consiste en mostrar su coherencia, la concordancia y complementa-riedad de ambas palabras, aun manteniendo su diferencia, en la medida en que desde ambas se iluminan las cuestiones de la vida humana: sentido de la existencia, realidad de Dios, su presencia y revelación en el mundo, continuidad y novedad de la persona de Cristo en el horizonte del mundo”.

Otro acontecimiento mayor de 2011 ha sido el IV Encuentro Interreligioso celebrado en la

con humildad y respetando la libertad de conciencia”.

Que en estos 25 años se han dado grandes pasos en este camino lo demuestra que la respuesta a la invitación del Papa fue numerosa y de primer orden: el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I; el primado de la Comunión Anglicana, Rowan Williams; el rabino David Rosen; el secreta-rio del Consejo Ecuménico de las Iglesias, Olav Fyske Tveit; y el portavoz mundial de las re-ligiones tradicionales de origen africano, Wande Abimbola; así como líderes de las religiones budista, sintoísta, hinduista y musulmana.

En el discurso papal, la nota novedosa fue la relativa a la no creencia o agnosticismo: “Es-tas personas llaman en causa a los seguidores de las religio-nes para que no consideren a Dios como una propiedad que les pertenece a ellos, hasta tal punto de sentirse autorizados

a la violencia respecto a los de-más. Estas personas buscan la verdad, buscan al verdadero Dios, cuya imagen en las re-ligiones, por el modo en que muchas veces se practican, queda frecuentemente oculta”.

En el capítulo de cambios, el más importante se registró en la Secretaría de Estado, a cuyo sustituto, Fernando Fi-loni (nombrado prefecto de la Congregación para la Evange-lización de los Pueblos), ha sucedido Giovanni Becciu, ex-nuncio en Angola y Cuba. En la Embajada española ante la Santa Sede, después de cinco años de fecunda labor, Francis-co Vázquez dejó el puesto a Ma-ría Jesús Figa López-Palop, que se convertía así en la primer mujer que ocupa dicho cargo en cinco siglos de relaciones diplomáticas.

Sigue abierto el capítulo de las negociaciones con la Fra-ternidad Sacerdotal San Pío X, insensible a los gestos de

Benedicto XVI para facilitar su reinte-gración en la comu-nión eclesial, como la publicación de la instrucción Univer-sae Ecclesiae (del 13 de mayo) sobre los ritos de la liturgia eucarística.

ANTONIO PELAYO. ROMA

▶ ▶

Nueva entrega de ‘Jesús’

Cumbre interreligiosa de Asís

G. Becciu F. Filoni

ciudad de Asís el 27 de octu-bre, a los 25 años de la primera Cumbre de todas las religiones para orar por la paz, convocada por Juan Pablo II.

Continuidad en AsísAunque no haya tenido en

la opinión pública eclesial y extraeclesial el impacto que se merecía, quisiera subrayar que lo verdaderamente significati-vo es que Benedicto XVI haya querido dar continuidad a la que fue en su día una discutida iniciativa wojtyliana. Cierta-mente, su sucesor ha introdu-cido algunas variantes de no pequeña monta, descartando toda sospecha de sincretismo y abriendo las puertas a una representación de los no cre-yentes, considerando a los agnósticos como buscadores de Dios. Como ha subrayado recientemente el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diá-logo Interreligioso, “hay que ver en el pluralismo religioso un estímulo para vivir y confesar la propia fe sin timideces pero

CRÓNICA VATICANA▶IGLESIA EN EL MUNDO


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NUEVA EDICIÓN

Mi catecismo

Proceso evangelizador desde la infanciaProceso evangelizador desde la infanciaProceso evangelizador desde la infanciaProceso evangelizador desde la infanciaProceso evangelizador desde la infanciaProceso evangelizador desde la infanciaProceso evangelizador desde la infanciaProceso evangelizador desde la infanciaProceso evangelizador desde la infanciaProceso evangelizador desde la infanciaProceso evangelizador desde la infanciaProceso evangelizador desde la infancia

DIÓCESIS DE TEXCOCO

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En mayo de 2007, la Iglesia latinoamericana y caribe-ña establecía en Apareci-

da (Brasil) la hoja de ruta de su Misión Continental. Cuatro años después por las mismas fechas, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) celebraba por primera vez en Uruguay su Asamblea, para se-guir animando aquel ambicioso proyecto evangelizador. Allí, en Montevideo, los obispos de una veintena de países volvie-ron a referirse a los desafíos pastorales más urgentes de sus respectivos pueblos, esos que a menudo la realidad se ha encargado de certificar macha-conamente a lo largo de 2011.

El descontento social se ha encarnado en protagonistas y escenarios bien diversos du-rante los últimos doce meses: desde los estudiantes chilenos hasta los indígenas bolivianos, pasando por el conjunto de la ciudadanía, incapaz de soportar por más tiempo la corrupción de sus políticos (Brasil) o el es-tado de violencia inmisericorde que amenaza la frágil paz de México, Guatemala, Colombia… Y, ante cada una de estas situa-ciones, siempre se ha oído la palabra profética de la Iglesia: con oportunos llamamientos al diálogo, denunciando la restricción de libertades o las injusticias que atentan contra la dignidad humana, e inclu-so mediando en conflictos de compleja resolución.

Así, vimos a Ricardo Ezzati, nuevo arzobispo de Santiago y recién elegido presidente del Episcopado chileno, recibiendo a los profesores de su país y atendiendo sus demandas en el contencioso educativo que viven desde abril; a los prelados bolivianos, apelando a la calma tras el fallido “gasolinazo” de Evo Morales o la intervención policial que trataba de poner fin a las marchas y bloqueos en protesta por el trazado de

una carretera que hacía peli-grar el hábitat natural de miles de compatriotas; a sus vecinos peruanos, saliendo en defensa de los indígenas frente a sendos decretos gubernamentales que daban luz verde a polémicos proyectos de inversión; a la Iglesia colombiana, firmando con otras entidades civiles una declaración sobre Reducción de la Violencia Armada y Pro-moción del Desarrollo; a otros episcopados, encabezando o sumándose a las caravanas y

movilizaciones que han reco-rrido cientos de localidades mexicanas clamando contra el narcotráfico, el crimen orga-nizado y los terribles hallazgos de “narcofosas”; o saliendo a las calles de Guatemala para condenar una matanza de cam-pesinos en El Petén, mientras se seguía doliendo por un país que registra hasta 15 muertes violentas diariamente.

Tampoco han faltado los pro-nunciamientos episcopales di-rigidos a los mandatarios recién

Semillas de esperanza para una tierra doliente pero fértil

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llegados al poder, a los candi-datos en campaña electoral y a quienes llevan camino de perpetuarse en el cargo, como el venezolano Hugo Chávez, pese a que su maltrecha salud le haya apartado notablemen-te de la escena pública; o el nicaragüense Daniel Ortega, con el que la jerarquía católica mantiene un duro pulso por regenerar la vida democrática del país centroamericano. El líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) fue reelegido como presidente el 6 de noviembre, apenas 15 días después de que los argentinos hicieran lo propio con Cristina Fernández de Kirchner, cuyo aplastante 54% de los votos mereció la felicitación del Epis-copado de su país.

Los que sí estrenaron pre-sidente durante 2011 fueron Perú y Guatemala, donde dos exmilitares, Ollanta Humala y Otto Pérez Molina, se impu-sieron en segunda vuelta a sus respectivos oponentes, Keiko

AMÉRICA LATINA▶IGLESIA EN EL MUNDO

Marcha indígena en Bolivia

Haití prosigue su lenta reconstrucción tras el terremoto de 2010


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Fujimori y Manuel Baldizón; así como Haití, que el 20 de marzo depositó su confianza en el cantante Michel Martelly para tomar las riendas de un país –el más pobre del conti-nente– lastrado por la huella todavía visible del terremoto que asoló Puerto Príncipe el 12 de enero de 2010. Un año después, las organizaciones humanitarias que trabajan sobre el terreno denunciaban que apenas se habían retirado un 5% de los escombros, que solo se había cubierto el 15% de la demanda de viviendas, que miles de niños seguían sin acudir a la escuela o que en los campamentos de refugiados se habían producido violaciones de mujeres. Por fortuna, “Dios no se ha olvidado de Haití”, re-conocía el director de Cáritás nacional, Serge B. Chádic, a su paso por España. De tal modo que la Iglesia sigue suplien-do las obligaciones del Estado y ofreciendo a los haitianos “razones para una esperan-za”, como Vida Nueva pudo comprobar in situ el pasado octubre tras visitar varios pro-yectos de Manos Unidos en el país caribeño. Y allí acudió tam-bién en abril la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR) para celebrar su Junta Directiva

José María Arnaiz, SM

Eso puede decir la Iglesia en América Latina ahora. Aparecida fue un nuevo comienzo del caminar de la Iglesia en el continente en este comienzo de milenio,

y fue bueno. Este año el Consejo Episcopal Lati-noamericano (CELAM) celebraba su Asamblea electiva y programática en Montevideo. Fue una estupenda continuación. Estuvo marcada, como se escribió en su día, por “la comunión, la participación, la interacción, la propuesta y la generosa colaboración”. Los resultados de las elecciones lo evidenciaron, y el plan de ac-ción para el trienio, también.Y ese espíritu lo notamos en las bases: hay menos obsesión dogmática y más apuesta por una respuesta pastoral a los retos reales de las Iglesias particulares y de la región. Están emergiendo nuevos liderazgos eclesiales que tienen ganas de proceder con y yendo a lado de la gente, y no tanto delante y a veces solos. Quieren aunar, construir, edificar, acompañar. La Biblia se está convirtiendo en Palabra de Dios y, sin dejar de ser palabra para los hombres y mujeres, comienza a marcar el paso y el ritmo de la vida eclesial; se están haciendo opciones pastorales de mucha transcendencia: la de los

jóvenes, con la inminente ‘Misión Joven Conti-nental’; la importancia que se da a la educación. Hay una gran apertura a proyectos comunes, y se reciben con mucha receptividad propuestas evangelizadoras y de desarrollo humano que sean claras, abiertas, profesionales, eclesiales y con ganas de estar muy presentes en el mundo. Se está tomando conciencia de que una Iglesia

sin un laicado responsable, auténticamente participativo, bien formado, activo, no irá muy lejos. Hay voces que se es-tán convirtiendo en clamores: la de los indígenas, los afro, los migrantes, las víctimas de la violencia.Importante, también, cómo está tomando conciencia de

sus signos de vitalidad sin olvidar lo que bloquea la vida de nuestras comunidades cristianas. La Iglesia de un continente, de un país o de una diócesis que no es capaz de ponerle nombre a esos signos de vitalidad no tiene ningún futuro. Al mismo tiempo, llegar a esta conciencia le debe llevar a concluir que está bien, que está siendo bendecida por el Señor. Pero que puede estar mejor; y no mañana, sino hoy. Para eso, tiene que darse un presente que tenga futuro. En ello está la Iglesia de América Latina y El Caribe.

Estamos bien… mañana mejorEucaristía durante la Asamblea del CELAM en Montevideo

▶ ▶

anual, deseosa de “escuchar a Dios donde la vida clama”.

Hubo otros “clamores”, bas-tante menos amargos, en dife-rentes puntos del continente, especialmente aquellos que rei-vindicaban la feliz memoria de los antepasados, como las ce-lebraciones por el Bicentenario de Independencia de Uruguay

(febrero) y Venezuela (julio), con las consabidas exhortacio-nes episcopales a aprovechar tales festejos para promover el consenso y la unidad; o el cumpleaños de la Arquidióce-sis de Santo Domingo (agosto), primada de América, y los 500 años de misión evangelizando la nación, según recordaba una

carta pastoral de los obispos dominicanos para la ocasión.

Como suele ocurrir, han sido estos y otros documentos –a menudo resultantes de la Asamblea Plenaria de turno– los que con su palabra ilumi-nadora han salido al paso de los múltiples acontecimientos que han salpicado la crónica El peruano Ollanta Humala

La argentina Cristina Fernández


de 2011. Los obispos venezo-lanos alzaron su voz contra el enésimo intento del presidente Chávez por implantar “un ré-gimen socialista y totalitario” en el país, o los ataques a imá-genes religiosas en varios Esta-dos; mientras que desde Perú la Iglesia criticaba una ley de libertad religiosa que equipara las sectas con las demás con-fesiones. Los prelados argen-tinos, por su parte, instaban a emprender acciones pastorales contra los juegos de azar y la droga, en tanto que sus herma-nos brasileños alertaban del “bajo nivel moral” de ciertos reality shows y pedían más ética en los programas televisivos, o reclamaban un planeta más habitable coincidiendo con su tradicional Campaña de Frater-nidad cuaresmal. El proyecto de despenalización del aborto en Uruguay también fue objeto de fuertes críticas episcopales; un Compromiso por la Vida que, del otro lado del Río de la Plata, quedó sellado en una nota con-junta con las demás Iglesias.

El año que se va nos ha deja-do, asimismo, nuevas pruebas de la fructífera colaboración en-tre episcopados. Costa Rica fue testigo de ello en junio, cuan-do obispos centroamericanos, mexicanos y estadounidenses pidieron una mayor protección legal para los migrantes y ur-gieron a sus respectivos gobier-nos a luchar contra la trata de personas. Asunto que, junto a la problemática del narcotráfi-co, tuvieron sobre la mesa de

reuniones en septiembre los prelados de Bolivia, Perú y Chi-le en Santiago. Precisamente, de ese flagelo de la droga y del papel de la familia para comba-tirlo se ocuparon los participan-tes en el encuentro de diócesis fronterizas de Brasil, Argentina y Uruguay, celebrado a finales de mayo en Tacuarembó.

La Iglesia ‘ad intra’De puertas adentro de la

Iglesia, la institución sufrió en carne propia la muerte de varios sacerdotes en México y Colombia y de otros cooperan-tes y misioneros laicos com-prometidos en la defensa de los derechos humanos y de la tierra en Brasil. Asistimos al triste “serial por entregas” del relevo episcopal en el Vicariato Apostólico de Sucumbíos (Ecua-dor), aunque nos congratula-mos de la publicación de un Protocolo ante denuncias contra clérigos por abusos a menores y de la creación de un Consejo Nacional para la Prevención de Abusos contra Menores y Acom-pañamiento de Víctimas, dos iniciativas anunciadas en abril por el Episcopado chileno tras pedir perdón por los casos de abusos y el “antitestimonio” que suponen. Una valiosa se-milla de esperanza que se une al II Congreso Latinoamericano de Vocaciones convocado por el CELAM a principios de año en Costa Rica y, sobre todo, al gozoso anuncio de la visi-ta de Benedicto XVI a México y Cuba en 2012, confirmada

por el propio Papa durante la Eucaristía que celebró en el Vaticano el pasado 12 de di-ciembre, solemnidad de Nues-tra Señora de Guadalupe, para conmemorar el Bicentenario de independencia de los países latinoamericanos. Otra Virgen, la del Cobre, lleva recorriendo la isla caribeña desde agosto en una “primavera de la fe” solo comparable a la que suscita la

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Cruz de la JMJ a su paso por las 274 diócesis de Brasil camino de Río de Janeiro, sede de la Jornada Mundial de la Juven-tud en 2013. Pero eso queda ya para posteriores balances como este, donde apresuradamente hemos rememorado algunos capítulos del peregrinar ecle-sial de la doliente y fértil tierra latinoamericana.

JOSÉ LUIS CELADA

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AMÉRICA LATINA▶IGLESIA EN EL MUNDO

PROTAGONISTASEl año 2011 nos ha dejado rostros y nombres que vale la pena rescatar a modo de homenaje. Bien podría encabezar esta lista el arzobispo Carlos Aguiar Retes, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), elegido

para liderar el CELAM durante el próximo cuatrienio y llamado a ser uno de los hombres fuertes de la Iglesia latinoamericana de los años venideros. Protagonismo creciente han adquirido también el salesiano Ricardo Ezzati en Chile, o José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe, al frente del Episcopado argentino en sustitución del cardenal Jorge Bergoglio, quien como el cardenal boliviano Julio Terrazas acaba de cumplir 75 años, edad en la que presentan su renuncia.Por las páginas de Vida Nueva han desfilado para ser entrevistados gentes, entre otros, como el nuevo arzobispo de Puerto Príncipe, Guire Poulard; el venezolano Baltazar Porras, por entonces todavía vicepresidente del CELAM; el obispo emérito de Riobamba, Víctor Corral; o los mexicanos Raúl Vera, obispo de Saltillo, y el padre Alejandro Solalinde, comprometido con la causa de los migrantes.Mención especial merece la simbólica visita que rindió a finales de marzo el presidente estadounidense, Barack Obama, a la tumba de Óscar Romero en el 31º aniversario del asesinato del arzobispo salvadoreño. Y, por supuesto, el lanzamiento oficial el 1 de diciembre de Vida Nueva México, ampliando así la presencia de esta revista en tierras latinoamericanas y el compromiso con su Iglesia. Esa a la que sirvieron fielmente personajes de la talla del obispo mexicano Samuel Ruiz o del teólogo José Comblin, que en este 2011 nos dejaron para siempre.

Samuel Ruiz

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El Episcopado chileno pidió perdón por los abusos

El cardenal cubano Jaime Ortega bendiciendo a la Virgen del Cobre


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▶CON ACENTO

Por primera vez, nos encontramos a punto de lograr un espacio verdadero de libertad para creer o para no creer sin coacción

El día 15 de diciembre de 2011 se dio un muy impor-tante paso hacia el reco-

nocimiento del derecho humano a la libertad religiosa en México. Se votó en la cámara baja un dic-tamen de la Comisión de Puntos Constitucionales que modifica el vigente artículo 24 de la Consti-tución de la República que sólo garantiza una limitada libertad de culto. El pleno de la Cámara de Diputados aprobó el citado dictamen, con 199 votos a favor, 58 en contra y 3 abstenciones. De los 199 votos a favor, 102 fueron emitidos por diputados pertenecientes al Partido Revo-lucionario Institucional (PRI), 72 por diputados del Partido Acción Nacional (PAN), 20 por diputados del Partido de la Re-volución Democrática (PRD) y 5 por diputados del Partido Verde Ecologista de México (PVEM). En cuanto a los 58 votos en contra 17 fueron emitidos por diputados del PRI, 22 por dipu-tados del PRD, 2 del PVEM, 8 del Partido del Trabajo (PT) y 9 por diputadas de otras fuerzas polí-ticas. La iniciativa originalmen-te presentada en el pleno el 15 de diciembre fue realizada por el diputado José Ricardo López Pescador del PRI, la cual había sido turnada a la Comisión de Puntos Constitucionales que la aprobó de forma acelerada el día anterior. Durante la acciden-tada sesión de pleno de aquel día el dictamen sufrió modifica-ciones propuestas por la dipu-tada Enoé Uranga del PRD, las cuales fueron aprobadas luego de sendas negociaciones con las bancadas del PRI y del PAN. El texto final extraído del diario de debates es el siguiente:

“Artículo 24.- Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y de religión y a te-ner o a adoptar en su caso, la de su agrado. Esta libertad incluye el derecho de practicar indivi-dual y colectivamente, tanto en público como en privado, las ceremonias, devociones o actos de culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley.

Nadie podrá utilizar los actos públicos de expresión de la li-bertad, con fines políticos, de proselitismo o de propaganda política.

El Congreso no puede dictar leyes que establezcan o prohí-ban religión alguna. Los actos religiosos de culto público se celebrarán ordinariamente en los templos. Los que extraor-dinariamente se celebren fuera de éstos, se sujetarán a la ley reglamentaria”.

Siguiendo el proceso de re-forma a la Constitución, la ini-ciativa deberá ser votada por el Senado en 2012. De ser apro-

bada, corresponderá el turno a las Legislaturas locales que también habrán de emitir su voto. Si el Senado hiciere cual-quier modificación a la minuta enviada por parte de la Cámara de Diputados, todo el proyecto debería regresar a la cámara de origen para su revisión, proce-so que retrasaría, una vez más, el reconocimiento del derecho humano a la libertad religiosa.

Luces y sombrasLa nueva redacción del artí-

culo 24 constitucional posee sin dudas más luces que sombras. Es importante adquirir concien-cia de ambas. Por una parte el texto reconoce explícitamente el derecho humano a la libertad de religión y a la libertad de conciencia. Desde el punto de vista de las exigencias del de-recho natural y del Magisterio de la Iglesia, esta formulación es del todo afortunada. Además, con esta redacción la Constitu-ción recogería lo ya firmado y

ratificado por México en materia de derechos humanos en este campo.

En otras palabras, por prime-ra vez en la historia de la nación mexicana, nos encontramos a punto de lograr un espacio ver-dadero de libertad para creer o para no creer sin coacción. Cabe recordar que si bien el movimiento de resistencia a la persecución religiosa de 1914 a 1938 no logró su cometido de vivir la religión en libertad, sino que fue pospuesto y cen-surado por los defensores del liberalismo laicista mexicano. La represión gubernamental fue violenta y acalló la voz pública de los creyentes que deseaban una expresividad histórica y cultural para la fe.

Con las reformas realizadas en 1992 en las que se reconoce la personalidad jurídica de la Iglesia católica y de otras de-nominaciones religiosas, se dio un paso adelante en un difícil itinerario que toca el corazón ideológico del sistema político mexicano nacido tras la Revo-lución. De la absurda negación resurgieron de manera oficial las relaciones institucionales bajo el esquema de la necesaria separación Iglesia-Estado.

Sin embargo, en lugar de re-conocer la libertad religiosa, el constituyente de aquel enton-ces optó por una formulación minimalista en la que sólo la libertad de culto es permitida con importantes limitaciones y cotas.

Ahora, en un nuevo contexto se intenta avanzar en este te-rreno para lograr así conformar un Estado laico no persecutorio sino respetuoso de todas las convicciones religiosas y de conciencia, por igual.

Sin embargo, por otro lado, los temores del viejo laicismo aún aparecen cuando en el tex-to encontramos una suerte de descripción de parte del conte-

RODRIGO GUERRA LÓPEZ DR. EN FILOSOFÍA. DIRECTOR GENERAL DEL CENTRO DE INVESTIGACIÓN SOCIAL AVANZADA

Un camino hacia la libertad

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nido del derecho a la libertad religiosa en el que se utilizan conceptos que sólo mencionan aspectos asociados con el culto (ceremonias, devociones y actos de culto), mientras que en los instrumentos internacionales suelen utilizar conceptos más amplios y generosos (enseñan-za, práctica, culto, observancia, asociación y expresión de mane-ra individual o colectiva, tanto en público como en privado).

Más aún, aparece en el nuevo texto un asunto aparentemente sensato pero de fácil aplicación discrecional: “Nadie podrá uti-lizar los actos públicos de ex-presión de la libertad, con fines políticos, de proselitismo o de propaganda política”. De este modo, cuando un ministro de culto exprese una opinión que sea juzgada por alguien como dicha con “fines políticos”, sea considerada “proselitista” o un acto de “propaganda política”, podrá ser sancionado. En este punto, la pregunta es: ¿quién definirá qué cosa es “política” y qué cosa no lo es?

En la normatividad interna de la Iglesia, la promoción político-partidista está prohibida para los ministros de culto. Ese no es el problema. La cuestión es si enseñar públicamente los conte-nidos de la Doctrina social de la

Iglesia será objeto de sanción, sobre todo cuando estos con-tenidos involucran “principios permanentes, criterios de juicio y directrices de acción” para todos los fieles.

Finalmente, se afirma en la minuta votada por los diputa-dos que “los actos religiosos de culto público se celebrarán ordinariamente en los templos. Los que extraordinariamente se celebren fuera de estos, se sujetarán a la ley reglamenta-ria”. Esta última afirmación no posee problemas en sí misma sino que traslada la cuestión un nivel abajo: al ámbito de la ley reglamentaria. Una eventual

reformulación de esta ley, que precise con claridad y realis-mo los criterios prudenciales para mantener la paz y el orden públicos en las celebraciones fuera de los templos, será más que suficiente. Lo importante en este punto será no recaer en una abierta o encubierta limitación de la libertad de expresión y asociación que reinterprete el derecho humano a la libertad religiosa como una benevolente concesión estatal.

Un balance provisionalAsí las cosas, la propuesta

del nuevo artículo 24 votada por la Cámara de Diputados

representa un avance concep-tual del todo encomiable por la utilización de la noción de “libertad de religión” y, simul-táneamente, un estancamiento en la concepción a la que el li-beralismo revolucionario nos tiene acostumbrados.

En caso de controversia será posible apelar a los instrumen-tos internacionales y a la expo-sición de motivos de la propia reforma para que la interpre-tación de la norma sea lo más generosa posible y a favor de la más amplia libertad para todos los creyentes y no creyentes, por igual. Ahí están ya el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el artí-culo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 12 del Pacto de San José. Todos ellos mudos testigos de la agenda que aún continúa pendiente en México. Agenda que, por otra parte, es un ca-mino hacia la paz y la libertad que todos anhelamos en nuestra sociedad.

Sólo con el reconocimiento y respeto irrestricto de los de-rechos humanos, incluido el re-ferente a la libertad religiosa y de conciencia, será posible re-parar los muros de la lastimada casa común que debe ser el Es-tado mexicano.

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▶CULTURA

Estudio de Gaudí

Fachada de la Natividad de la Sagrada Familia

Gaudí en la procesión del Corpus

Una exposición para subir a los altares

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‘Gaudí y la Sagrada Familia. Arte, ciencia y espiritualidad’ se inauguró en la Plaza de San Pedro el 24 de noviembre

El arquitecto de Dios llegó al Vaticano. La exposición Gaudí y la Sagrada Fami-

lia de Barcelona. Arte, ciencia y espiritualidad abrió al público el día 24 de noviembre de 2011 en el Braccio de Carlo Magno de la Plaza de San Pedro, en don-de permanecerá hasta el 15 de enero. Todo un acontecimiento impulsado por la Fundación Sa-grada Familia, la Fundación Joan Maragall y Acción Cultural Espa-ñola (AC/E), y que se celebra a propuesta y bajo los auspicios del Pontificio Consejo para la Cultura. “Viene de un encargo que el cardenal Ravasi nos hizo hace ya un par de años para que organizáramos en Roma algún acto cultural catalán. Enseguida vimos que teníamos que ir con Gaudí. Es un encargo anterior a la visita del Papa y la consa-gración de la Sagrada Familia, pero creo que ahora toma una importancia mayor. De algún modo, le devolvemos la visita”, explica Antoni Matabosh, presi-dente de honor de la Fundación Joan Maragall.

“El Vaticano es un punto neu-rálgico de la cristiandad y uno de los puntos que, por diversas razones, atrae más visitantes de todo el mundo. Espero que con esta exposición contribuyamos a que tanto los creyentes como los que no lo son, conozcan mejor la figura poliédrica de Gaudí, en la que tanto pesa el artista, como el científico, como el hombre de fe”, añade Daniel Giralt-Miracle, quien ya fuera comisario del Año Gaudí –del que se cumplen diez años– y

es también el responsable de la exposición romana.

Matabosh adelanta que la muestra pretende ser “un poco de síntesis de lo que Gaudí era, de lo que Gaudí quería, de su arquitectura, su arte, su cien-cia, su espiritualidad. Verlo en Roma será distinto que verlo en la Sagrada Familia, otro modo de conocer a Gaudí en toda su dimensión”. Especialmente, en

esa otra manera de ver a Gaudí como hombre de fe: “A través de la arquitectura, Gaudí fue evolucionando, buscando un estilo propio y un lenguaje que expresara su concepción de la vida –explica Giralt-Miracle–. En esta trayectoria, inicialmente muy secular y finalmente muy espiritual, Gaudí descubrió la dimensión profunda de la fe y, a través de sus conversaciones con distintos obispos y otros religiosos, así como su segui-miento del año litúrgico y la lectura de la Biblia, se le reveló un mundo que quiso trasladar a su obra. Probablemente, la Sa-grada Familia es la que encarna mejor todo el simbolismo del mensaje cristiano, sin olvidar la iglesia de la Colonia Güell, otra pieza clave de su arquitectura religiosa”.

Es este Antoni Gaudí (Reus, 1852–Barcelona, 1926) el prota-gonista de la exposición roma-na: “Él –sigue Matabosch– pro-venía de una familia católica,

pero de joven no era de una gran vivencia cristiana. A medida que fue construyendo iglesias y con-cibiendo la Sagrada Familia, fue cada vez sintiéndose más iden-tificado con el sentido profundo de lo que hacía. Fue penetrando en el santoral, en la Biblia, en las particularidades de la vida cristiana, lo interiorizó y lo plas-mó en su obra”.

De ahí ese coprotagonismo inevitable que tendrá en el Vaticano la Sagrada Familia, icono del mismísimo dicaste-rio de la Nueva Evangelización, presidido por Rino Fisichella, quien la describe con devoción: “Quien la observa en su potente arquitectura encuentra la voz de ayer y la de hoy. No escapa a nadie que es una iglesia, un espacio sagrado que no puede confundirse con ninguna otra construcción. Sus agujas se lanzan hacia el cielo, obligan-do a mirar a lo alto. Sus pilares no tienen capiteles jónicos o corintios y, sin embargo, hacen

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Banco litúrgico, 1914

Dibujo Joan Rubió i Bellver, ayudante de Gaudí

El templo barcelonés, consagrado como Basílica hace ahora un año, se ha convertido en un icono de la Nueva Evangelización

“PERSPECTIVADE FAMILIA”

FERNANDO PLIEGOCARRASCO

[email protected]

FERNANDO PLIEGO

[email protected]

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Violencia en la pareja (III)

Los estudios que presentamos en las dos contribuciones

anteriores mostraron, una y otra vez, que las mujeres que cohabitan en unión libre sufren violencia de pareja en un porcentaje bastante mayor que las mujeres casadas. No son estudios “extraños”, escogidos de manera sesgada. En realidad, todas las publicaciones que hemos recabado en 15 países analizados muestran la misma tendencia: el matrimonio ofrece mejores condiciones para proteger a las mujeres de la violencia de pareja. Lo anterior no signi ca que no haya matrimonios donde no se respeta la integridad y la dignidad de las mujeres. Todavía hay muchos casos. Sin embargo, la unión libre no es una alternativa; lejos de ello, más bien agrava el problema de manera importante. ¿Por qué el matrimonio ofrece mejores condiciones de seguridad para las mujeres en comparación con lo sucedido en las parejas que cohabitan en unión libre? La evidencia empírica disponible muestra con claridad que en una cantidad creciente de matrimonios se ha venido construyendo una relación de pareja más cercana a los ideales de igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y de mayor compromiso de colaboración de los hombres. En realidad, el matrimonio está mostrando que es una institución más moderna y progresista.

pensar, cuando permiten ir más allá para seguir un entrelazado de arcos que evoca un bosque, en el que el misterio invade al observador y, sin anularlo, le ofrece la serenidad”.

La Sagrada Familia es, sin embargo, un ente en constante evolución hasta su fi nalización, estimada en el año 2030. Abier-ta ya al culto su nave central, Giralt-Miracle la defi ne como obra cumbre de la geometría, la mecánica y los materiales, también de trascendencia: “De entre todas las obras de Gau-dí, la Sagrada Familia siempre despertó en mí un gran interés, pero una vez se ha podido con-cluir la nave central y podemos penetrar en su interior, en lo que el mismo Gaudí llamó un bosque de columnas, creo que es su obra más potente, ambi-ciosa y representativa”.

Tres pilaresGiralt-Miracle ha elegido el

“arte, ciencia y espiritualidad” que comparten Gaudí y su Sa-grada Familia para enmarcar la exposición vaticana: “A lo largo de mi vida, yo mismo he seguido este proceso. Como historia-dor del Arte, primero conocí al Gaudí arquitecto-artista. Al especializarme en su obra, des-cubrí la dimensión científi ca de su arquitectura. Con los años, he comprendido que el funda-mento de toda su actividad era la búsqueda de la dimensión trascendente de la existencia”.

La muestra se ha organizado en cinco capítulos: ‘Gaudí y la Sagrada Familia’, ‘Arte. Otros edifi cios de Gaudí’, ‘Ciencia. Tecnología en la Sagrada Fa-milia’, ‘Espiritualidad’ y ‘La Sagrada Familia hoy’. A través de este recorrido, que ocupará unos 800 m2, la pretensión es “presentar todos los aspec-tos más importantes del arte de Gaudí, tanto en la Sagrada Familia como en otras obras suyas –describe Matabosh–.

De manera que su arte mani-fi este su genio. Por otro lado, también queríamos presentar su aspecto científi co, porque él es el creador de muchas formas extraordinarias gracias a sus conocimientos. El último punto es la espiritualidad, que no es algo casual en Gaudí, sino que la trascendencia, el arte que lleva hacia Dios, está muy presente en todo el proceso creativo. En este sentido, se exponen obje-tos litúrgicos que él diseño… Al fi nal, habrá un vídeo sobre la Sagrada Familia y su consa-gración por el Papa”. Es precisa-mente este mobiliario sagrado el que destaca Giralt-Miracle de la colección que se lleva a

San Pedro: “Gaudí es el creador de grandes inmuebles, por lo tanto, obras que no podemos trasladar al Vaticano. Sí que po-demos trasladar, en cambio, sus obras muebles. Son los objetos litúrgicos originales que se sal-varon del incendio de 1936 los que exponemos en el capítulo ‘Espiritualidad’: atriles, can-delabros, lámparas, una silla presbiteral, un crucifi jo, etc.”.

La mayoría de estos planos, mo-biliario y objetos proceden del Museo de la Sagrada Familia y del Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC), incluida la maqueta, diseñada por el propio arquitecto.

A nadie escapa que la pre-sencia de Gaudí en San Pe-dro devolverá a la actualidad su proceso de canonización. “Seguramente –admite Mata-bosh–. No ha sido esta nues-tra intención, pero seguro que sí infl uirá. Porque lo hacemos dentro mismo del Vaticano y será visitada por mucha gente de la propia Curia romana. De hecho, a la inauguración acu-dieron seis o siete cardenales,

además de Fisichella e Ignacio Carrasco de Paula, presidente de la Academia Pontifi cia para la Vida”. Sería, ya se sabe, el primer arquitecto elevado a los altares.

Paralelamente, se desarro-llaron en Roma una serie de actividades institucionales y académicas acerca de la cultura y la Iglesia catalanas –la del tiempo de Gaudí y la actual–, entre las que destaca la ponen-cia de Gianfranco Ravasi, pre-sidente del Pontifi cio Consejo para la Cultura, sobre Arquitec-tura: símbolo y sagrado. Un siglo después de Gaudí.

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ

jcrodrí[email protected]

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CINE AGNUS DEI, CORDERO DE DIOS

Las primeras imágenes de esta película contienen las claves de la narración: una

cruz, unos corderos, la sepultura de un padre en un ataúd-altar, un joven que lava escrupulosa-mente su carro. Jesús Romero Colín, de 26 años, nos contará su historia de abuso sexual, desde que tenía once años, por parte de su párroco en Tlalpan. Jesús quiere y necesita contar su historia: la mezcla atormentada de culpa, vergüenza, amor; la in-fancia robada, la separación de sus padres, el dolor enterrado, el porqué nunca respondido. Je-sús necesita incluso hablar con el sacerdote, al que no ha vuelto a ver en muchos años. La con-fesión pública, dolorosa, ver-gonzosa del protagonista está delante de nosotros, y quizás tampoco nosotros alcanzamos a comprender por qué se dan tales aberraciones. Una mezcla de sentimientos seguramente se removerá en nuestro interior.

Pero la historia de Jesús co-rre paralela a las historias de vocación sacerdotal de unos jovencitos seminaristas de Querétaro. También en pantalla escuchamos sus motivaciones y

sus tentaciones, vemos su fervor y devoción, reconocemos sus preguntas, nos acercamos a su formación y a sus formadores. Quizás en ellos, como en no-sotros, se asoma la duda de si su sacerdocio no terminará en una soledad corrompida, en un llamado de Dios traicionado.

Con un notable trabajo de di-rección, edición, música, diseño animado, y compromiso ético, Agnus Dei es un documental va-liente y doloroso, como lo son los testimonios de Jesús y de su mamá, de los seminaristas, de Monseñor Marcelino, del Padre Ramón. La realidad de la pede-rastia por parte de sacerdotes se ha hecho pública en los últimos años y no la podemos ocultar; pero la pederastia tiene rostros precisos con nombres y apelli-dos. Así, el documental de Ale-jandra Sánchez nos la hace más cercana, más íntima, y vale verlo y meditar, discernir, dialogar, reaccionar, no como quien acusa sino como quien se pregunta y asume la propia parte en todo acto de omisión, de corrupción, de traición, de falsedad o encu-brimiento. Vienen aquí las pala-bras del Papa Benedicto XVI –en

marzo 2010— a las víctimas de abuso sexual en Irlanda: “Han sufrido inmensamente y eso me apesadumbra en verdad. Sé que nada puede borrar el mal que han soportado. Su confi anza ha sido traicionada y su dignidad ha sido violada… Han sentido que no había manera de escapar de sus sufrimientos. Es com-prensible que les resulte difícil perdonar o reconciliarse con la Iglesia. En su nombre, expreso abiertamente la vergüenza y el remordimiento que sentimos todos”.

Dos historias de amor pasan paralelas en la pantalla: Jesús

corre su carro aceleradamente como símbolo de un amor ex-traviado, violentado, traicio-nado. El seminarista camina equilibradamente sobre un riel del ferrocarril queriendo aprender a encauzar su amor frágil, incipiente, ilusionado. Cuando el protagonista alcance el mar y pueda abrazar su infan-cia violada, alcanzará libertad y reconciliación. Para ambos, para nosotros también, los re-cuerdos terribles e hirientes claman: “Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros”.

LUIS GARCÍA ORSO S.J.

TÍTULO ORIGINAL: Agnus Dei. Cordero de Dios · GUIÓN Y DIRECCIÓN: Alejandra Sánchez · PRODUCCIÓN: Celia Iturriaga, Carole Solive · FOTOGRAFÍA: Pablo Ramírez Durón, Erika Licea A.M.C. · MÚSICA: Tareke Ortiz · DISEÑO SONORO: Sylvanne Bouget

Llamado traicionado

▶CULTURA

Ana Belén Gómez es una joven maestra

de Sonseca, un pueblo de la provincia de Toledo. Cristia-na comprometida en su entorno y miembro de la Renovación Caris-mática, se dio a conocer hace unos años con el disco Brazos abiertos, una eucaristía para jóvenes. Recientemente, ha visto la luz su segundo trabajo, que, al igual que el primero, ha sido editado por San Pablo: Me basta tu gracia. Está compuesto por doce temas intimis-

tas y melódicos, pero con unos estupendos arreglos de Andrés

Tejero, actuales y dinámicos. La interpretación vocal corre a cargo de la propia autora (solista junto con Isaac Martín, Pedro Molina y David Casas) y del grupo de jóvenes de la parroquia a la que pertenece. En todas sus composiciones, tal como ella misma escribe en la in-troducción de libreto, Ana Belén ha buscado “compartir mi fe, mostrar mis vivencias con un Dios que ama

desde toda la eternidad, un Dios que es trino: Padre que regala el don de la vida; Hijo que redime y salva; y Espíritu Santo que santifi ca y ayuda a vivir una vida de gracia”. “Este disco –continúa– quiere ser un canto de alabanza al Señor por estos momentos de gracia”. Con una invitación así, es difícil resistirse a escuchar este conjunto de cancio-nes francamente alegres, profundas y útiles para celebraciones y ora-ciones juveniles, y entre las que destacan el tema inicial (que da

título al álbum) y las dedicadas a María (el Magnifi cat y las letanías). El disco también incluye como bo-nus track la canción Centinelas de la aurora, tema muy popular con el que se presentó al concurso de la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011, que obtuvo más de 6.000 votos y de cuyo videoclip po-demos disfrutar en el canal YouTube de la editorial (http://www.youtube.com/sanpablomultimedia).

MAITE LÓPEZ MARTÍNEZ

[email protected]

tas y melódicos, pero con unos estupendos arreglos de

MÚSICA

Alabanzas al Dios amor

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▶CULTURA LIBROS ACTUALIDAD ECLESIAL

Juan Rubio, sacerdote y pe-riodista, –hombre, por tanto, de dos orillas, la divina y la

humana–, nos sorprende con un libro no esperado quizás, pero deseado por esa multitud de buena gente –intelectual o sencilla, poco importa–, que se va quedando atónita ante las noticias degradantes de un cle-ro siempre contemplado desde el respeto, cuando no desde la admiración y la sublimación de su tarea apostólica. Tolerancia cero. La cruzada de Benedicto XVI contra la pederastia en la Iglesia ha nacido de las entrañas sacer-dotales de su autor, mientras compartía mesa y mantel con un grupo de amigos, en una velada abierta a todo tipo de temas, sobre todo, de los que crean pasiones y emociones, y más si tocan o se adentran en ámbi-tos tan discutidos y discutibles como los religiosos y clericales. En la tertulia, naturalmente, no podía faltar el tema estrella: la pederastia del clero, al que se unía, en opiniones encontradas, la complicidad del Vaticano y del Papa en los casos de abusos sexuales por parte de algunos clérigos. Como confi esa el autor, por aquellas fechas, arreciaban las noticias con algún caso en Alemania e Irlanda: “Las solu-ciones salían de sus bocas como volcán en erupción: suprimir el celibato, admitir a las mu-jeres al sacerdocio, condenas sin juicio legal, cárcel… Hubo incluso hasta quien quería que la pena de muerte se volviera a implantar. Alguno más jocoso sugería mutilaciones físicas”.

Fue, entonces, en aquel am-biente tan polémico y desbor-dado en expresiones, cuando Juan Rubio toma la decisión de escribir un libro sobre el tema, de abordarlo con rigor, de mostrarlo con transparencia, de “objetivizarlo” con los datos más precisos y con la estadística más ajustada y completa, pero, sobre todo, de iluminarlo con la Doctrina de la Iglesia, con el

Magisterio de los papas, sobre todo, de Benedicto XVI, al que el autor pudo ver muy de cerca en la mañana del 11 de junio del 2010, cuando llegaba al pie de la escalinata que se abre ante la Basílica de San Pedro para la Eucaristía de clausura del Año Sacerdotal. Juan Rubio, que se encontraba junto a los repor-teros gráfi cos, a escasos dos metros del Pontífi ce, obervó fi -jamente su rostro, y en él descu-brió una emoción especial que afl oraba a sus ojos humedecidos por una alegría desbordante, íntima, profunda, pero también por tanto dolor acumulado en un año convertido en annus horri-bilis. “Envejecido pero altivo; triste pero confi ado. Lo vi solo, totalmente solo. La soledad y el sufrimiento de alguien que nunca hubiera imaginado que le tocaría la hermosa pero dura tarea de devolver a la Iglesia la belleza de su rostro magullado por las culpas de los hermanos que traicionaron en las tinieblas el don recibido en plena luz con la imposición de las manos”.

Rabia y perdónHe querido recrearme en ese

primer capítulo del libro, en el que su autor, de forma magis-tral, sonora, emocionada, nos va mostrando las íntimas ra-zones –junto a paisajes y cir-cunstancias– que le llevaron a abordar un tema tan difícil como escabroso, que levanta oleadas de rabia contenida pero también perdón y misericordia, conforme a las exigencias de un Evangelio que nos invita a la conversión: a la verdad, al amor, a la justicia y a la libertad. Y a partir de ahí, el autor comienza a ofrecernos, en un escaparate

amplio y riguroso, el problema de la pederastia, abriendo a los lectores el mapa de los abusos, arrancando de los Estados Uni-dos y pasando después a Austra-lia, Austria, Canadá, Alemania, Bélgica, Irlanda y España. Inme-diatamente después, coloca los viajes pastorales de Benedicto XVI, donde va abordando el problema, ofreciéndonos tex-tos claros y precisos sobre lo que supone para la Iglesia, la actitud de ésta, que no olvida los escándalos, ni el daño que producen, dirigiéndose a las víctimas, que han de ser asis-tidas, ayudadas y curadas, a la par que pide una atención es-pecialísima para contar siempre con buenos sacerdotes.

El autor ha tenido el acier-to de ofrecernos el problema de la pederastia tal y como ha

sido presentado por los medios de comunicación social, sobre todo, por la prensa. Es un capí-tulo apasionante. Una prensa que, en tantos casos, luchaba por implicar al Papa, por cerrar-le todas las salidas de su buen hacer y decir. Va desmenuzan-do con paciencia y maestría las noticias que se ofrecían y los artículos de los principales y más infl uyentes comentaristas. Así como acierta también en ofrecernos una aproximación psicológico-pastoral al proble-ma de la pedofi lia y a la pede-rastia. Hacía falta para conocer mejor las situaciones que se han vivido y para vislumbrar el horizonte de las soluciones. La última parte de la obra reúne una serie de apéndices en forma de guías, de normas sustancia-les y procesales, de estatutos para la protección de niños y jóvenes, fi nalizando con el texto completo de la Carta pastoral de Benedicto XVI a los católicos de Irlanda, en marzo de 2010.

Sin pasión alguna, hemos de felicitar a Juan Rubio por este libro, no sólo por su valentía como sacerdote y periodista, sino porque nos ha informa-do con rigor y exactitud de un problema tenebroso en el seno de la Iglesia, sobre el que ha proyectado la luz de los datos verdaderos y de la actitud de la propia Iglesia; porque nos ha formado sobre cuestiones que, en tantos casos, sólo conocemos por informaciones sesgadas, a las que interesa el escándalo más que la verdad; porque nos ha conmovido por dentro, ya que son páginas que tocan el alma de la gente buena, senci-lla, verdadera, que se alegra de lo bueno y sufre con la maldad y el daño. Este libro tiene la gran virtud de ser, a un tiempo, un libro de oración, de meditación y de consulta, porque nos invita a pensar y a rezar, a construir juntos un mundo mejor, por más humano y por más cristiano.

ANTONIO GIL MORENO

Una herida lacerante tratada a fondo

TOLERANCIA CEROLa cruzada de Benedicto XVI contra la pederastia en la IglesiaJuan Rubio FernándezDesclée De BrouwerBilbao, 2010 · 200 pp.

Los datos, esa audacia que brota del corazón y su objetividad hacen de esta obra un título imprescindible para conocer el problema de la pederastia en la Iglesia

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Recuerdo infantil

(II)

La cuarteta que inicia el poema contiene dos mo-mentos: el primero que

nos propone el tiempo y el estado, y el segundo que nos habla de cómo se desarrollará el poema rítmica y conceptual-mente. La utilización, durante todo el poema, de la rima grave y aguda, ya tan devaluada en este tiempo, nos hace entrar de manera inmediata en una especie de trance infantil que de golpe nos activa la memoria emocional.

Una tarde parda y fría de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de lluvia tras los cristales.

La idea de formar un espacio habitable es para el poeta su-mamente importante; decirnos lo que él recuerda nos hace re-cordar a nosotros un momento particular, con todos sus ele-mentos: el color, lo que había en los muros, en fi n, echa a andar la maquinaria del cerebro para que recreemos nuestro recuer-do propio, además de dotar al poema de un momento históri-

co, por ejemplo, la España de fi nales de siglo donde en las escuelas también se estudiaba religión.

Pudo, en algún lugar, utilizar una metáfora, pero para Macha-do los nombres propios son más importantes; pondera llamar al pan, pan y al vino, vino, que meterse a realizar acertijos que distraigan al lector del sentido primordial del poema.

Es la clase. En un cartel se representa a Caín fugitivo, y muerto Abel, junto a una mancha carmín.

La idea de Machado es la de siempre proporcionarnos da-tos que vuelvan al poema cada vez más verosímil; nos dice qué veía, cómo olía, cómo era. Le pone nombre a las cosas, llama-ba al todo por su nombre par-ticular. En lugar de decir “una fruta”, dice “una manzana ver-de”; no dice “un árbol”, dice “un roble”. De ahí que esta tercera parte nos provea de informa-ción. “Un anciano mal vestido, enjuto y seco, que lleva en un libro”, que, además, “truena con timbre sonoro”. Maravilloso. Nos hace imaginarnos al maes-tro; la lluvia afuera y él adentro, seco no sólo por su ropa, sino por su carácter y su voz.

Con timbre sonoro y hueco truena el maestro, un anciano mal vestido, enjuto y seco, que lleva un libro en la mano.

Esta estrofa, mi favorita, es la parte medular del poema. En ella se concentra el carácter del poema y nos sumerge en un trance; nos coloca ahora a un lado de él, cantando, tomando la lección y, por supuesto, es el recuerdo que desató el poema. Esto lo sabemos porque si al poema le quitamos esta parte, quedaría falto de alma. Si re-moviéramos cualquiera otra, podría faltarle un brazo o una pierna, y es de todos sabido que uno puede vivir sin alguna extremidad, pero no sin alma. Aquí está puesta la canción. Terminaremos el análisis en la próxima entrega.

Y todo un coro infantil va cantando la lección: «mil veces ciento, cien mil; mil veces mil, un millón».

DALÍ CORONA

POESÍA

FE

Un día abrí los ojos

y exclamé: ¡Yo!

Otro día miré por la ventana

y dije: ¡Él!

Después, pronuncié tu nombre.

Una noche junté tus labios con los míos

y dijimos: ¡Nosotros!

Y al decir nuestro, el mundo

se abrió con toda su belleza,

expandiendo al frente su horizonte.

Contemplé el sol y el viento.

Sentí el mar.

La arena que abrazó mis pies.

¡Y yo acaricié la vida!

BLANCA SAM

▶CREACIÓN LITERARIA

EL REVISTERO

El trimestral Selecciones de Teología se dispone

a cumplir 50 años. Y lo hace recorriendo el ayer (sus orí-genes, el aggiornamento que promovió el Vaticano II…), el hoy (cuando “la producción teológica no pasa por sus mejores momentos”, como reconoce su director, J. Gi-ménez) y el mañana (“al ser-

vicio de la esperanza en una Iglesia fi el a las intuiciones del Concilio”) de una publi-cación que sigue “con la mis-ma ilusión de descubrir po-sibles ‘talentos’ teológicos y de poner al alcance de los lectores algunas muestras de su refl exión teológica”.En esta ocasión, sin embar-go, la mayoría de los artícu-

los no son extractos, traduc-ciones o sintesís de trabajos ajenos. Aprovechando su cincuentenario, el último número del año recoge las refl exiones de destacados jesuitas en torno a la evo-lución y desarrollo durante este medio siglo de diversas disciplinas relacionadas con el cultivo de la teología. Sus

páginas nos descu-bren “La mayoría de edad de la exégesis del Nuevo Testamento” (X. Ale-gre y O. Tuñí), nos invitan a recordar “La refl exión teo-lógica a partir del Vaticano II” (J. Giménez y J. I. Gon-zález Faus) o los “Cincuenta años de teología espiritual: 1962-2012” (V. Codina y J. M.

Rambla); nos proponen “Una moral para nues-

tro tiempo” (J. Carrera), y se acercan al “Reto y bendición para la teología” que ha su-puesto y supone el diálogo interreligioso (J. Flaquer y J. Melloni). Todo ello hace de esta revista especial un ejemplar digno de archivar.

R. C.

Medio siglo de teología a la carta

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Una de las sequías más duras en las últimas décadas ha sumido al Cuerno de África en una crisis alimentaria que, según datos de

Naciones Unidas, afecta ya a más de 13 millones de personas. Solo en Kenia, las víctimas ascienden a 3,5 millones, la mayo-ría en condición de desplazados. Anthony Muheria, obispo de Kitui, al este del país (una de las zonas más afectadas), solicita de la Iglesia un papel activo a la hora de ofrecer soluciones. Primero, interpelando al Gobierno para que acometa una política de infraestructuras que responda eficazmente a próximas sequías. Segundo, educando ella misma a las futuras élites para que fomenten un clima de estabilidad y paz en un país dividido por los choques tribales.

Respecto a lo más inmediato, el golpeo de la sequía, Muheria se siente esperan-zado, al menos desde el punto de vista del retroceso de la hambruna: “Pensamos que no debería haber más muertes por hambre a causa de esta crisis”. Algo que atribuye, en gran parte, al llamamiento que Benedicto XVI dirigió a todas las naciones pidiéndoles ayuda para el Cuerno de África, siendo muchos organismos internaciona-les, como Cáritas, los que se han volcado. Aun así, denuncia, “más importante que la

“Si las sequías son cíclicas, ¿no podemos buscar una solución previa y definitiva?”

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Anthony MuheriaObispo de Kitui (Kenia)

▶AL VUELO

“La Iglesia debe formar a los futuros líderes en Kenia”

hambruna es la falta de agua. Sus conse-cuencias pueden ser catastróficas: puede haber muertes por sed, el ganado se vería muy afectado, podría haber enfermedades por verse obligadas las personas a beber agua sucia… Esto afectaría en primer lugar a los niños, que son los más desprotegidos”.

El problema es que, en materia de agua, “es mucho más difícil estructurar las ayu-das, ya que su traslado a otro lugar es complicado”. Sin embargo, el obispo no se resigna, sino que pide ir al eje de la

crisis, al menos como una vía para el futuro: “Las sequías se producen aquí cíclicamen-te, aproximadamente, cada tres años. ¿No podemos buscar una solución previa, es-tructurada y definitiva? Necesitamos ayudas verdaderas en materia de prevención”. Una tarea que incumbe al Gobierno… Y es que “hay que crear infraestructuras para recoger la lluvia cuando esta se produzca. Si esto se hiciera, tendríamos una solución definitiva a este problema para dentro de 20 años”.

Pase lo que pase, esta crisis ya ha traído una consecuencia positiva: “La solidaridad

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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de la gente. No solo a nivel internacional, sino dentro del país. Un dato es muy revela-dor: hemos recaudado más de 10 millones de dólares para ayudas en la propia Kenia. Esto muestra que situaciones como la que sufrimos son también una oportunidad para el ejercicio de la caridad y la solidaridad humana y cristiana”.

Este sentimiento, el de comunidad, como defiende don Anthony, es el que necesita Kenia para avanzar en la configuración de una auténtica convivencia. Superada “la etapa de fuerte tensión que se produjo tras las elecciones de 2007, hoy el clima político es de calma. Pero aún tenemos que luchar mucho por resolver los conflictos étnicos que no paran de aflorar. Todavía no están cerradas las heridas. Para la Iglesia es un reto ser instrumento de reconciliación, perdón y estabilidad. Es un mensaje difícil de asimilar por algunos, pero hemos de explicar que también tiene cabida en el debate político”, reivindica.

En este sentido, “lo idóneo es que sur-gieran líderes que priorizaran estos valo-res de cambio. De ahí que la Iglesia deba implicarse en la formación de líderes para dentro de 20 años. Ellos han de ser quienes introduzcan la unidad dentro de las diversi-dades tribales. Este reto de la Iglesia no es solo para Kenia, sino para todo el mundo”.

Un proceso que puede emprenderse por el gran peso del catolicismo en el ADN ke-niano: los católicos suponen un 35% del total de la población, frente a un 60% de protestantes (muy divididos entre sí) y un

5% de musulmanes y no creyentes. Ade-más, como defiende este prelado vinculado al Opus Dei, “la Iglesia es muy valorada socialmente, también por el Gobierno. El 70% de los colegios fueron fundados por instituciones eclesiales, y aún hoy el 40% son de titularidad católica. Nuestro papel es esencial para formar a las nuevas gene-raciones en valores como la justicia y la paz. Los obispos no somos políticos, pero desde la Iglesia sí que podemos promover los espacios para la formación de la gente en valores positivos para todos”.

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Consolidar la opción y seguimiento de Cristo

Inserción viva en la comunidad

Participación en el servicio apostólico

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