VILLA QUIJANO, UN “ APRIHO” DE IENESTAR Y SALUD. · 2018-06-10 · VILLA QUIJANO, UN “...
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VILLA QUIJANO, UN “CAPRICHO” DE BIENESTAR Y SALUD.
“Todo sale del gran libro de la naturaleza”. Antoni Gaudí.
Cada vez somos más conscientes del impacto que tienen los espacios (tanto interiores
como exteriores) en la salud de las personas. Y cada vez nos preocupa y nos interesa más su
cuidado, ya que ellas son el “core” de los mismos. Certificaciones como WELL, del International
WELL Building Institute, nos hacen consciente de las características de los edificios y/o interiores
que promueven el bienestar de las personas que los ocupan.
En concreto, nos referimos a características muy diversas que pueden afectar a la salud
física y mental, como la calidad del aire que se respira, del agua que se bebe, los “ruidos” que
nos rodean, la temperatura que sentimos, la intensidad de la iluminación, etc.
Hablamos del empleo de la luz, los colores, los sonidos, el arte, los materiales…. y otros
tantos detalles que representan y giran en torno a la vida y pretenden proporcionar el mayor
deleite para los sentidos de sus ocupantes.
Con un único objetivo: el de desarrollar un diseño por y para cubrir las necesidades y
gustos de aquellos que van a habitar ese espacio. Un diseño hecho “ad hoc” para sus ocupantes.
Con este claro enfoque nos encontramos, de manera sorprendente, edificaciones (hoy
convertidas en auténticas obras de arte) de siglos anteriores al nuestro con una gran cantidad
de razonamientos y elementos que representan una auténtica oda al confort, a los sentidos y a
la naturaleza. Un claro ejemplo de ello es la Villa Quijano (popularmente conocido como “El
Capricho”) que Antoni Gaudí construyó entre 1883 y 1885 en la localidad de Comillas, para
Máximo Díaz de Quijano, abogado aficionado a la botánica y la música.
Haremos un paralelismo entre los conceptos enmarcados dentro de la Certificación
WELL v1 y las ideas ingeniosas que lo representan hace unos 135 años.
LA LUZ y EL RITMO CIRCADIANO:
“La arquitectura es la ordenación de la luz; la escultura es el juego de la luz”. Antoni Gaudí.
Hace escasos meses, concretamente el 2 de octubre de 2017, galardonaron a los
investigadores de los ritmos circadianos (Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young)
con el Premio Nobel de Medicina 2017. Explicaron cómo nuestro reloj interno adapta nuestra
fisiología a las diferentes fases del día. El principal estímulo que influye en dicho reloj es la
iluminación natural y de ella dependen funciones críticas, tales como el comportamiento, los
niveles hormonales, el sueño, la temperatura corporal y el metabolismo.
Curiosamente, el primer elemento que llama la atención nada más ver El Capricho son
sus numerosos azulejos de cerámica vidriada en relieve que representan girasoles. Y lo más
curioso de todo, es el significado que esto tiene: el girasol como “motor” de la casa, ya que ésta
fue proyectada del este al oeste, para que las actividades cotidianas y necesidades del promotor
se acomodaran a la trayectoria del sol. Por lo tanto, el sentido último es la máxima captación de
luz y energía solar. Para ello, las estancias fueron dispuestas y ordenadas en función del uso
cotidiano en cada una de ellas y las necesidades de calor, iluminación y ventilación que se
requerían en cada momento. De esta manera, las estancias destinadas a los usos más íntimos
del promotor (el invernadero, el dormitorio principal y la sala de juegos) se encuentran en la
fachada posterior de la casa, completamente orientada al sur y, por lo tanto, la que recibe la luz
del sol la mayor parte del día. En propias palabras de Gaudí, y refiriéndose a la Casa Pairal de su
familia, con esa misma idea de buscar “la buena orientación y la abundancia de aire y luz de que
carecen generalmente las viviendas urbanas”, relata que “las habitaciones, agrupadas según la
necesidad de la orientación, forman un conjunto pintoresco. Así, las amplias ventanas de los
dormitorios miran al oriente, el despacho y la sala de familia al mediodía, el comedor de invierno
y la sala de visita, a poniente, y al norte, el estudio, el comedor de verano y otras dependencias.
Separadas de esta agrupación y en la misma dirección, están la cocina y sus dependencias
auxiliares”.
Además, para permitir una mayor circulación de la luz y del aire por la casa, se ideó un
sistema de puertas plegables diseñadas para que al abrirse queden recogidas dentro del muro y
generen el corredor virtual que une las habitaciones.
El resto de salas, como el cenador, se sitúan mirando a la puesta de sol.
Gaudí diseñó además un modelo de ventana vertical que recuerda en cierta manera al
gótico y a esa constante búsqueda de la luz y lo repitió en cada estancia dependiendo de su
superficie o de la necesidad de luz natural. Tienen también importancia desde un punto de vista
espiritual. Así, por ejemplo, en el salón principal, orientado al norte, proyectó vanos de cinco
módulos, mientras que en el dormitorio las ventanas son de tres.
Probablemente, uno de los objetivos de Gaudí era el de infundir energía vital, despejar
el amenazante espectro de las tinieblas a base de una luz que lo inundara todo. Estamos pues,
ante una arquitectura medicinal, pero no sólo para el cuerpo, sino también para el espíritu.
Azulejos de cerámica vidriada con motivos de girasol.
ELEMENTOS BIOFÍLICOS:
"El arquitecto del futuro se basará en la imitación de la naturaleza, porque es la forma más
racional, duradera y económica de todos los métodos". Antoni Gaudí.
Podríamos definir el diseño biofílico como la “evocación de la naturaleza a través de la
incorporación de elementos en espacios urbanos o interiores y cuyo principal objetivo es el de
ayudar a que las personas se sientan mejor y conecten nuevamente con el espacio”. Este
término, popularmente introducido por el biólogo Edward Wilson en 1984, hace referencia a la
necesidad innata de todo ser humano por contactar con la naturaleza. Hoy en día existe una
clara tendencia por diseñar espacios que cumplan esta función.
En Villa Quijano se pueden apreciar de manera constante diversos detalles que acercan
al ocupante a la naturaleza a través de una arquitectura parlante en la que cada detalle recoge
un significado:
- Manijas de las puertas y las ventanas con formas orgánicas, que se adaptan al tacto de
las manos.
- Formas curvas (en las sillas) y plantas irregulares, que reflejan el flujo y desorden
presentes en la naturaleza.
- Mezcla de materiales como la madera o la piedra y de texturas.
- Intensidad en los colores y riqueza en los matices.
- Representación de animales (en vidrieras llenas de simbolismo, con pájaros –como la
alondra-totovía-, mariposas y abejorros o en las columnas y los capiteles) y de elementos
como el sol (chimenea con forma de sol).
- Motivos vegetales, representados en vidrieras (conjunto de dientes de león en distintos
momentos de floración), cerámica (chimenea del dormitorio principal decorada con
motivos naturalistas de estilo modernista), artesonados (con detalles florales tallados
en el techo del comedor), etc.
- Elementos pensados para el goce del paisaje. Las ventanas convertidas en balcones
angulares, no sólo consiguen mejorar la insolación, sino también ampliar notablemente
el ángulo de visión gracias a las perspectivas oblicuas que permiten estas puertas-
ventanas. Igualmente, la torre-atalaya en forma de minarete estás concebida para
ensanchar el horizonte panorámico de la casa e intentar vislumbrar la línea de mar.
- Elementos vivos, como el jardín, una verdadera obra de paisajismo, combinada con el
misterio propio de la naturaleza, al construir una gruta artificial en el mismo. O el
invernadero, repleto de plantas tropicales.
Vidriera con elementos simbólicos
CONFORT:
“En l'interior per tot hi campejà la senzillesa per sistema, el bon gust per guia i la satisfacció
de les necessitats i comoditats per obligació”. Antonio Gaudí.
Traducido como “en el interior por todo campa la sencillez por sistema, el buen gusto por guía
y la satisfacción de las necesidades y comodidades por obligación”.
CONFORT TÉRMICO:
Según la norma ISO 7730 el confort térmico “es una condición mental en la que se
expresa la satisfacción con el ambiente térmico”. Dicho de otra manera, podríamos decir que
existe «confort térmico» cuando las personas no experimentan sensación de calor ni de frío; es
decir, cuando las condiciones de temperatura, humedad y movimientos del aire son favorables
a la actividad que desarrollan.
¿Cómo buscó Gaudí conseguir el confort térmico de la Villa? Visionando lo que hoy
conocemos como “suelo radiante”, logró diseñar el invernadero para que fuese el “regulador
térmico” de la casa, pensado para absorber el máximo de luz solar del día (y calor, por lo tanto)
y transferirlo por la noche al resto de la vivienda. De la misma manera, gracias a la elección del
diseño de la casa en función de la orientación solar, logró proporcionar una temperatura óptima
en cada una de las estancias de la casa en el momento de su uso.
Igualmente, el diseño de los techos cumplía varias funciones, entre ellas las de aislante
térmico, al dejar espacios entre el techo y la cubierta de algunas estancias. Al igual que cumplía
esa función la doble ventana.
Y para garantizar la comodidad de los usuarios de la estancia en los meses fríos, Gaudí
incorporó también chimeneas de combustión lenta.
Chimenea con forma de sol
CONFORT ACÚSTICO:
El nivel de confort acústico es el nivel de ruido a partir del cual el sonido provocado por
las actividades humanas, las infraestructuras o las industrias resulta pernicioso para el descanso,
la comunicación y la salud de las personas.
Gaudí sigue respondiendo a las necesidades del dueño de la casa de manera funcional y
creativa, en este caso, en cuanto a sus gustos musicales. Para ello, crea unas “ventanas
musicales” de guillotina de doble hoja que dan lugar a las salas orientadas al Norte. Al subir o
bajar las hojas, emiten unos agradables sonidos, como de campanas, que son producidos por el
ingenioso procedimiento de convertir el sistema interior de contrapesos de la guillotina en tubos
de metal afinados. Son éstos los que, al chocar entre sí, suenan musicalmente, teniendo cada
ventana su propio sonido, único y diferente al de las demás. De esta manera, complace a su
cliente con la incorporación de este ingenio para que, al tiempo de agradar al oído y “decorar”
acústicamente la arquitectura con exóticos timbres, representara simbólicamente sus aficiones
musicales.
Gaudí también adaptó el techo del salón (zona en la que tenían lugar las fiestas), para
que tuviese una buena sonoridad y así poder disfrutar de las melodías en su máximo esplendor.
ERGONOMÍA:
“Me preguntaron por qué hacía columnas inclinadas a lo que contesté: Por la misma razón que
el caminante cansado, al parar, se apuntala con el bastón inclinado, ya que si lo pusiera
vertical no descansará”. Antoni Gaudí.
Entendemos ergonomía como el conjunto de conocimientos de carácter multidisciplinar
aplicados para la adecuación de los productos, sistemas y entornos artificiales a las necesidades,
limitaciones y características de sus usuarios, optimizando la eficacia, seguridad y bienestar.
Gaudí tuvo en cuenta este aspecto en el diseño del mobiliario de la casa, principalmente,
en los bancos y las sillas. El aspecto decorativo de los mismos sigue siendo importante pero es
una decoración orgánica, inspirada en formas de la naturaleza. Se busca la ligereza y la
adaptación al cuerpo, llevando a la máxima expresión sus conceptos de adaptación anatómica.
Banco-barandilla
VENTILACIÓN:
El confort y el bienestar de los habitantes de una estancia depende también de tener
una aire fresco y renovado cada día. El aire, junto con el sol, eran considerados fuente de vida y
salud.
Por lo que respecta a la exposición a los vientos, un ejemplo de racionalidad en este
aspecto es la disposición del dormitorio principal en el ala oriental, con exposiciones sur y este,
donde los vientos se supone que son los más secos y sanos en el clima de Comillas. Esta misma
exposición al aire seco del sureste es la que determinó la localización del patio-secadero en una
orientación similar.
La galería anexa al comedor que Gaudí diseñó tenía una doble intención: de cara al
exterior, proporcionaba un gran dinamismo a la fachada oeste con un cuerpo adosado de
dimensiones reducidas; mientras que, de cara al interior, confería al comedor un ambiente
adicional, cumpliendo la función de fumadero. De esta manera, proporcionaba un espacio para
que los fumadores pudiesen apartarse del espacio de recreo y poder fumar así al aire libre, pero
sin tener que dejar de visualizar lo que ocurría en el interior del mismo ni dejar de escuchar la
música de las fiestas.
Dando de nuevo importancia a una ventilación natural y a la funcionalidad y comodidad
para los habitantes de la casa, Gaudí diseñó las ventanas para que al abrirlas no se pudiesen
bajar por sí solas, quedando suspendidas sin el más mínimo esfuerzo ni riesgo de caer y poder
causar algún tipo de daño.
INNOVACIÓN:
“La originalidad consiste en el retorno al origen; así pues, original es aquello que vuelve a la
simplicidad de las primeras soluciones”. Antoni Gaudí.
Hoy en día buscamos innovación en la manera de resolver problemas, nuevas
alternativas que den respuesta a nuestras necesidades de forma creativa.
Son constantes las muestras en las que Gaudí sorprende con un ingenio inaudito a la
hora de crear nuevas formas, usos y elementos arquitectónicos para esta villa.
Con el fin de aprovechar al máximo el espacio en algunos puntos de la casa, como en los
balcones, Gaudí ideó barandillas de hierro forjado que se transforman en bancos que sobresalen
de la propia barandilla (bancos-barandilla), consiguiendo dos funciones a partir de un único
elemento, ya que la barandilla asume el papel de protector y de banco al mismo tiempo. Con el
mismo fin de aprovechamiento espacial, para salvar la extrema esbeltez de la torre, instaló una
angosta escalera de caracol para el acceso a la terraza-mirador que la culmina.
En muchos de los elementos comentados observamos una multifuncionalidad de los
mismos, como los techos que sirven de aislante térmico y acústico, o los sistemas de las ventanas
que se convierten en fuentes acústicas. Igualmente, los ventanales que dan a la terraza tienen
una doble función: están diseñados para que la parte superior ilumine el dormitorio y la parte
inferior, el semisótano.
Así también, el baño principal de la casa debía cubrir la doble función de complementar
el dormitorio de su dueño y servir para las visitas a las que el promotor abría el salón y el estudio.
Igualmente innovador es el uso “ad hoc” de ciertos materiales en función de las
características de cada estancia, como el pequeño cuarto de ducha, en el extremo oriental del
baño, que tiene un techo perfectamente adaptado a la humedad propia del uso de la estancia,
con mármol blanco en lugar de planchas de madera entre las vigas. Su suelo es de losa hidráulica,
al no ser recomendado el empleo de madera en esas estancias.
BELLEZA Y DISEÑO:
“La belleza es el resplandor de la verdad, y como que el arte es belleza, sin verdad no hay arte”.
Antoni Gaudí.
Y por último, es evidente la constante combinación de la arquitectura, la belleza y el arte
(especialmente de la música). Gaudí, quien, en sus inicios de su carrera, volcó su genio en el
atrevimiento formal más que en los aspectos estructurales, combinó aquí hábilmente materiales
brillante –azulejos y tejas cerámicas –y mates –piedra, ladrillo y hierro forjado- diseñando así
unas fachadas marcadas por el colorismo, la fantasía y la exuberancia decorativa, rasgos muy
acordes con la filosofía de la arquitectura indiana, árabe y oriental.
La música está reflejada en la representación de animales tocando instrumentos o en la
presencia de la iconografía musical (forma de clave de sol y pentagrama) en las barandillas de
los balcones y galerías de la torre-mirador.
La originalidad y la audacia compositiva que transmite el diseño del frente principal de
la casa es una de las causas por las que la Villa Quijano acabó recibiendo el nombre de
“capricho”, en analogía al género musical.
Aunque realmente, es un CAPRICHO para todos los sentidos. Y hoy en día podemos
disfrutarlo gracias a personas como su Director actual, Carlos Mirapeix, a quién agradezco su
interés y colaboración con este artículo. Él es quién, desde 2009, pone todo su empeño en
recuperar lo máximo posible el estado original de este actual Museo, ya que, según sus palabras,
“nosotros somos Gaudí”.
Para más información:
https://www.elcaprichodegaudi.com/visitas/
https://is-well.com/
https://www.linkedin.com/in/isabelmartinezcastro/
Sama, A. (2014). El manifiesto del girasol. Una obra maestra de Gaudí: El Capricho de
Comillas. Santander: Editorial de la Universidad de Cantabria.